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DERECHO & SOCIEDAD

DANIEL ERNESTO PEÑA LABRIN,Magíster en Derecho Penal. Abogado &


Sociólogo.Miembro de la Comisión Consultiva de Criminología del Ilustre Colegio de
Abogados de Lima-Perú. Autor de la Editorial vLex-International-Barcelona, Miembro del
Comité Científico Internacional del Instituto Iberoamericano de Criminología Aplicada
(IBERCRIMA)-Valencia-España.

viernes, 24 de abril de 2009


EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA SOCIOLOGIA
Mag. Daniel Ernesto Peña Labrin

1.1 Precursores de la Sociología

Bruce J. Cohen afirma:

“Los seres humanos viven gran parte de su vida en grupo. Interactúan como integrantes de
una familia, residentes de un vecindario o de un pueblo, son miembros de un determinado
grupo social, económico, religioso o étnico, y ciudadadanos de una nación. Aunque los
seres humanos no siempre son conscientes de su condición de miembros de un grupo, sí
piensan y actúan en formas que, por lo menos son determinadas parcialmente por
pertenencia al grupo. Los tipos de ropa que usan, la composición de la dieta y la forma
como se alimentan, las creencias y valores que mantienen, las costumbres que siguen, todo
ello recibe la influencia de los grupos a los cuales pertenecen.”(1992:1)

Ergo, la Sociología es una ciencia relativamente reciente, fue acuñada en 1838 por el
francés Augusto Comte, surge por primera vez la noción de una ciencia positiva de los
hechos sociales, sostenía que estos debían apoyarse en la observación y clasificación
sistemática de los mismos.
Hasta entonces, los filósofos y los escritores políticos, más que estudiar objetivamente la
sociedad real, la describen tal como, según ellos, debería ser. Sin embargo, incluso en los
filósofos antiguos, se encuentran a menudo concepciones positivas y perspicaces del
contexto social que seguidamente abordaremos.

1.2 Pensamiento Sociológico en la Antigüedad

En este periodo Julio Romero, nos indica:

Las primeras tomas de conciencia de las realidades sociales tienen lugar en los siglos VI-V
antes de Jesucristo en Grecia. Las civilizaciones orientales pre-helénicas no conocieron una
reflexión social crítica (una excepción importante: la civilización china).

A) Antes de Platón (siglo V a. de J. C.).- Los primeros pensadores sociales fueron los
sofistas: Protágoras, Gorgias, Hipias, Pródico, etc. que enseñaron en Atenas a finales del
siglo V a. de J. C. Conocemos sus tesis por las narraciones qué de ellas hicieron sus
antagonistas (en especial Platón y Aristófanes). El arte más sublime que se vanagloria de
enseñar era el de la "virtud política", es decir, el arte de vivir en la ciudad (polis). El telón
de fondo de su predicación es un humanismo cultural, que rehúsa toda trascendencia: "Yo
no puedo saber si los dioses son o no son" decía Protágoras. (1990:20)
Por su parte, los sofistas desconfiaron de las costumbres y de las tradiciones, pusieron y
volvieron a poner en entredicho el orden social de la ciudad, considerando que así liberaban
al individuo de la opresión del grupo. Ningún proceder les parecía bastante duro para
estigmatizar la esclavitud, la pobreza de espíritu de los nacionalistas, la jerarquía social
tradicional y el carácter artificial y a veces ilícito de la ley.

B) SOCRATES (470-399 a. de J. C.). Esta notabilidad filosófica innegable ejerció un


influjo sobradamente poderoso para inquietar el orden establecido (Se considera el primero
que discurrió sobre el arte de vivir) "Fue también el primer filósofo condenado a muerte
que sufrió su pena", (nos recuerda Diógenes Laercio). Individualista furioso con los
sofistas, pero sin duda más sincero, incluso muriéndose de hambre, jamás supo lisonjear.
Mereció indudablemente el famoso perfil de Aristófanes (La nubes): "Te engallas y lanzas
miradas desdeñosas". Es indudable que las críticas de Sócrates como las de los sofistas
despertaron el pensamiento social de Platón.

C) PLATON (428-348 a. de J. C.). La existencia de Platón se identifica por una actividad


política y socialmente substancial. Pertenece a la nobleza ateniense y su primer maestro fue
el filósofo Crátilo, discípulo de Heráclito quien parece haberse ocupado de la lingüística (el
diálogo de Platón sobre los orígenes del lenguaje lo pone en escena; de ahí el título que se
le ha dado: "Crátilo"). Discípulo de Sócrates, el joven Platón se sintió atraído sin duda por
la tesis de éste sobre la relevancia para el gobierno de la Ciudad, de representar con el
principio de las aptitudes la raíz igualitaria, preciada como la fuente de los sufrimientos
atenienses.

Aunque todos los diálogos de Platón reflejan sus preocupaciones políticas y sociales, tres
textos deben retener principalmente nuestra atención: "La República" (donde describe su
ideal político). "La Política" (sobre el arte de gobernar) y "Las Leyes" (donde describe con
más realismo que en "La República", lo que debería ser el nuevo Estado).

En esa línea, la Sociología Política de Platón arranca de una intención terapéutica: la


Ciudad está enferma, y sus desdichas pesan sobre la suerte de los ciudadanos. Para
protegerla, Platón pondera un Estado aristocrático y utilitario, administrado por los
filósofos, que son los únicos adecuados en lo que concierne a las cosas humanas. El análisis
platónico, que, fluctúa entre el idealismo más insano y el realismo más crudo, es una
aglomeración de ejemplos, de descripciones, de tesis cuyo actualismo sorprende al lector
licencioso. Desde el punto de vista puramente sociológico, Platón tiene propensión a tratar
a la sociedad como si fuese un gigantesco individuo. De ello resulta un organismo y un
funcionalismo que, ciertamente, no se le ha dejado de reprochar.

D) ARISTOTELES.- (384-322 a. de J.C.). No fue como Platón, un apasionado de la


política. Era un hombre de estudio, un amante de la "Torre de marfil". Hay que precisar que
Aristóteles no era originario de Atenas, sino de Estagira. Por lo tanto, en Atenas se le
consideraba como un "meteco", del que se desconfiaba, tanto más cuanto que se sabía las
amistades que tenía en la Corte de Macedonia (fue profesor de Alejandro Magno). Ello
explica que, cuando regresó a Atenas en 335, no volviese a la Academia (de la que había
sido discípulo en su mocedad), sino que funda una nueva Escuela: El Liceo.

De Aristóteles nos permanecen, además de sus grandes obras filosóficas y enciclopédicas


que no nos atañen llanamente aquí, dos estudios de filosofía y moral: Ética a Eudemo y
Ética a Nicómaco.

Debemos despuntar que innumerables de los temas que promovió han sido proseguidos por
diferentes autores de los tiempos modernos. En contra de Platón, Aristóteles pretende que
la Ciudad no debe ser una oquedad constituida con miras a un trabajo perfecto de su
agregado.
Sin embargo, para Aristóteles la unidad económica es la familia (agrícola). Esta produce
para su consumo e intercambia los excedentes en vista también de su consumo. Célula
social por excelencia, la familia (que, además llena unas funciones educativas importantes:
Educación, por el jefe de familia, de las mujeres y los niños, que son "almas imperfectas")
excluye la idea de todo trabajo libre (de todo asalariado). La familia envoltura su marcha en
la esclavitud, con el poder absoluto del amo sobre el esclavo, que es considerado como una
herramienta viviente (Aristóteles prevé que el esclavo disipará toda utilidad cuando se
establezca el progreso técnico; o como expresa de una forma particularmente gráfica,
"cuando los telares tejan por sí solos".

Sin embargo, cuando se incumbe la sociedad considerada en su conjunto, Aristóteles la ve,


todavía más que Platón, como un ser vivo que nace, se desarrolla y muere (organicismo).
Pasa revista (igual que Platón en “La República”) a los principales regímenes y su análisis,
ha llegado a ser un clásico.

Empero, la democracia es el gobierno de la Ciudad por los hombres libres; es un régimen


caracterizado por la libertad y la igualdad. Pero hay que distinguir entre la democracia en la
cual la “Ley” está por encima de los intereses particulares (concepción del Estado) y el
régimen en que la multitud, con sus votos cambiantes y contradictorios, impide la
realización del Estado, régimen que tiende hacia la “demagogia”.

Aún cuando, la oligarquía es el gobierno de un número de ricos reducido; engendra la


desigualdad de fortunas y la injusticia social.

No obstante, la monarquía es la culminación de la oligarquía, cuando la riqueza y el poder


están concentrados en uno solo. Aristóteles no expresa su predilección política; cree que los
regímenes dependen de los temples. Además, cree que la permuta es la condición misma de
la vida de las sociedades (como de la vida de los seres vivientes). La mesura social puede
romperse cuando existe la hipertrofia de una parte del grupo, o cuando la demografía se
hace demasiado elemental. Hay que imprimir que los antiguos estuvieron obsesionados por
esta debilidad, una concentración, una explosión demográfica excesivamente grande
acarrea, fatalmente disturbios y sediciones (sin contar con los graves problemas
económicos que engendra).
Inmediatamente de Aristóteles, sus sucesores no hicieron apenas nada más que utilizar las
tesis de los grandes maestros. En consecuencia, fluctúan entre las inquietudes preceptivas
(es decir, que generan pautas) del filósofo, y el proceso descriptivo, positivo de Aristóteles
más contiguo a la concepción actual de la Sociología.

Jean Duvignaud advierte lo siguiente:

“Los romanos no tuvieron ningún pensador social, del mismo modo que tampoco tuvieron
ningún hombre de ciencia, ningún filósofo. Las ideas políticas y sociales que se encuentran
entre los historiadores y los moralistas latinos, como Cicerón, Séneca, Tácito y Plinio, no
hacen más que formular una reflexión popular. Roma no "pensó "políticamente o
sociológicamente, sino que "vivió" su política. En efecto no hay que olvidar que fue en el
marco del Imperio romano donde se gestó, se fraguó este monumento gigantesco,
considerado por unos como un objeto arqueológico y por otros como una obra maestra del
espíritu político, que se denomina “Derecho Romano”. Al sustituir el derecho tradicional de
la Ciudad (el Derecho llamado “quiritario”) por un derecho general, destinado a aplicarse
en todo un universo (el derecho llamado “Jus Gentiun”), los jurisconsultos romanos
pusieron fin al estrecho exclusivismo de la Ciudad antigua y abrieron el camino al mundo
político moderno”. (1972: 41).

1.3 Raciocinio Sociológico en la Edad Media

A) El Pensamiento Cristiano.- El catolicismo aporta una concepción histórica del ser


humano. Los dogmas del pecado, de la redención y del juicio implicaban la noción de una
evolución inalterable de la humanidad, encontrada a la del tiempo cíclico y del “eterno
retorno”de la mayor parte de los intelectuales antiguos.

San Agustín (354-430).- Escribió en una época particularmente agitada desde el punto de
vista político: La época en que los “bárbaros” irrumpen el Imperio romano de Occidente
(ocupación de Roma por el visigodo Alarico, en 410). El derrumbe de esta ciudad, que
durante tantos siglos había subyugado el mundo, originó innegablemente, una asonada
profunda de las conciencias. Los filósofos se preguntaron a sí mismos e innumerables de
ellos exhortaron causas religiosas. Cuantiosos ensayistas paganos enunciaron la idea de que
Roma había fenecido porque había dejado el culto de las divinidades tutelares y había
abierto su espíritu a una nueva fe (el cristianismo). San Agustín para reconocer a esta tesis,
escribió, entre 412 y 426, “La ciudad de Dios”: Que es una oposición entre el mundo
pagano, descrito ideológicamente y sociológicamente, y el mundo cristiano. Además, opone
la ciudad de los hombres, gobernada por los apetitos materiales, la violencia y el egoísmo y
la ciudad de los ángeles que es “el amor a Dios llevado hasta el desprecio de uno mismo”.

La consideración de San Agustín es ante todo como filósofo y como religioso,


especialmente en la crisis final del mundo antiguo: es como dice Ortega y Gasset, la única
mente de la época que sabe de la intimidad propia de la persona moderna. El que se llame
con asiduidad a San Agustín el gestor del hombre moderno y el primer europeo, tiene su
raíz en esta visión única que lo estacionó en el límite de dos épocas y a la vez en el decidido
comienzo de una de ellas.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274).- Parejo a San Agustín, Santo Tomás se inquieta más
de evidenciar el cristianismo que de fundamentar la Sociología o la Ciencia Política. En
conjunto, sus ideas sociales están despojadas de Aristóteles (Teoría de una moral natural).

En síntesis, el Estado tomista sería una especie de Estado teocrático moderado, que
toleraría un poder temporal con la condición expresa de que estuviera sometido al poder
espiritual. El problema de la oposición entre lo espiritual y lo temporal quedará reflejado en
la gran lucha medioeval entre el Sacerdocio (el Papado) y el Imperio (de Alemania).

Para Santo Tomás la ley es un precepto de la razón en orden al Bien Común difundida por
aquel que tiene el pulcro de la comunidad.
Concurren, según Santo Tomás tres especies de leyes: "eterna", "natural" y "humana".
La "ley eterna o divina" es la razón general del gobierno y de la ordenación de todas las
cosas, existente en la mente divina.

"La "ley natural" es la participación de la ley eterna en los seres racionales. Es común a
todos los pueblos, imborrable en el corazón del hombre, inmutable en sus primeros
principios, pero variable en los preceptos secundarios en cuanto requieran los casos
particulares y excepcionales en que tengan aplicación.

Por último, la ley humana, es una norma racional que aplica los principios de la ley natural
a las situaciones concretas de la realidad social. Su dictación corresponde a las necesidades
de la vida colectiva.

Empero, la ley eterna aparece como el cimiento, el apoyo último de todas las reglas. Puesto
que ella es “la razón del gobierno del Monarca Supremo, es preciso necesariamente que
todas las razones de gobernar que se encuentran en sus subordinados deriven de la ley
eterna”.

Para Santo Tomás, apartándose de San Agustín, la sociedad y el Estado derivan de la


naturaleza sociable del hombre.

B) Los Árabes.- El representante más ilustre del pensamiento político y sociológico


musulmán es Ibn Jaldun (1332-1406). Desplegó la idea de que la vida social es un
fenómeno natural, de que las leyes y los regímenes políticos dependen sobre todo del medio
geográfico y del clima y de que la evolución de las estructuras sociales, de carácter cíclico
se debe a diferencias psicológicas entre las generaciones.
Ibn Jaldun no se orienta hacia ninguna Sociología normativa (a diferencia de Platón). En
efecto, sus indagaciones y sus descripciones, que resultan relevantes para nosotros pese a
cierto número de inexactitudes, anuncian ya las indagaciones sociológicas y la Sociología
comparada de los tiempos actuales.

Ibn Jaldun indaga los "factores profundos y generales de la evolución histórica" y los revela
sobre todo en "la forma como cada pueblo provee a su subsistencia". Asiente también que
"existen estrechas relaciones entre la organización de la producción, las estructuras
sociales, las formas de la vida política, los regímenes jurídicos, la psicología y las
ideologías, y de esta forma llega a “considerar todos los elementos de la vida política e
intelectual en función de la evolución económica”.

C) El Renacimiento.- Señalemos como recordatorio los rasgos dinámicos esenciales de


esta fase, tan cardinal en Europa, de la historia del espíritu humano y que nace en Italia a
principios del siglo XV: Curiosidad, certeza, sentido de la vida y de la totalidad,
descubrimiento de nuevos horizontes, redescubrimiento de la naturaleza y del placer que
suministran los bienes materiales (menospreciados por las teorías cristianas) nacimiento de
un espíritu crítico, la reforma, los grandes desvelamientos. Estancaremos, escuetamente, la
existencia de dos tendencias políticas: Una actitud normativa e idealizante a la manera de
Platón y un punto de vista más realista, más empirista, como el que se esboza en
Maquiavelo.

a) Nicolás Maquiavelo (1459-1527).- Su existencia se desplegó en un círculo dramático


(guerras de Italia). El mismo libró un papel político substancial en Florencia hasta su retiro
forzado a San Casciano donde entre 1512 y 1520, subrayó su obra principal: “Discursos
sobre la primera década de Tito Livio” (Teoría del Gobierno Constitucional, Republicano o
Monárquico). Maquiavelo bosquejó una teoría del despotismo ilustrado en El Príncipe
(1513).

Su idea principal es de que no puede haber buen gobierno sin un acuerdo, previo, explícito,
entre gobernantes y gobernados; es decir, en nuestro lenguaje moderno, sin un "pacto
constitucional". Maquiavelo extrae esta tesis de su observación a la monarquía francesa.

Con sus obras, Maquiavelo estacionó la filosofía política en su terreno, emancipado del
dogmatismo y de los apriorismos de la Edad Media cristiana. La observación de los hechos
sociales puede crearse de forma objetiva, sin referencia a ningún criterio moral o religioso,
y no hay qué buscar "valor" donde sólo hay "hechos".

b) Tomás Moro (1478-1555).- Humanista, amigo de Erasmo el autor del “Elogio de la


locura”, fue decapitado en 1535 por no haber querido reconocer la autoridad espiritual del
Rey de Inglaterra (Enrique VIII). Fue canonizado por la Iglesia. De sus obras, muy
numerosas, la más famosa es indudablemente "Utopía" (1516), en la cual se compara la
sociedad inglesa con la de un país imaginario: La isla de Utopía. Platonizado, Tomás Moro
describió el régimen social y económico de este Estado como un socialismo idealista con la
aplicación sistemática de las doctrinas de Platón: eliminación de la propiedad privada, todas
las riquezas pertenecen al Estado, moderación de la vida de los ciudadanos que viven en
común, vilipendio por las riquezas, el comercio y lo que denominaríamos modernamente, la
economía de mercado. Políticamente, la isla de Utopía es una federación democrática
establecida por Utopos, fundador y legislador del Estado. Las leyes son poco numerosas y
el objetivo perseguido por el legislador es la felicidad de sus súbditos y la paz (el Estado no
debe ser "una conspiración de los ricos contra los pobres").

Puede ser enlazada a la ideología platónica de Tomas Moro la de ciertos italianos, como
Campanella (1568-1639), quien pese a la época tardía en que vivió es por completo un
hombre del Renacimiento. El citado autoralista describió en "La ciudad del sol" una
República teocrática.
1.3 Corrientes Sociológicas en los siglos XVII, XVIII, XIX y XX

Julio Romero Soto Advierte con relación al siglo: XVII, XVIII.


“Este período es de intensa actividad intelectual; en él se realizan la mayor parte de las
promesas del Renacimiento. Otorgando, según su posición, la primacía a la razón, a la
experiencia o a los sentimientos, los pensadores políticos van a abordar progresivamente
los principales problemas que plantean la vida en sociedad y el desarrollo de las relaciones
económicas. Unos son radicalmente pesimistas y creen que el hombre, malo por naturaleza,
es un lobo para el hombre (Hobbes); otros tienen fe en la naturaleza divina del hombre y
dan muestras en materia de Sociología, de cierto escepticismo a propósito de lo que es
verdad a un lado de los Pirineos y error en otros (Pascal); otros son optimistas (Diderot) y
elaboran la doctrina del derecho natural. Tres nombres dominan este período: El del italiano
Vico y los de los franceses Montesquieu y Rousseau (1990:30).

A continuación, abordaremos a los más representativos:

A.-Thomas Hobbes (1588-1629): Discurre una construcción racional a la manera de la


física de la sociedad. Es partidario del absolutismo (toda revolución es ilegítima), pero
adversario del derecho divino. El hombre no es altruista por naturaleza (un lobo entre
lobos); pero el instinto de conservación nos enseña a renunciar al estado de guerra natural
(ley de la selva) y a despojarnos a través de un "pacto social" (implícito), de algunos de
nuestros derechos. De hecho, al no estar el hombre naturalmente inclinado a respetar este
pacto, es necesario que una voluntad lo obligue a obedecer la ley, a saber: un soberano
absoluto (tanto si se trata de un monarca como de un consejo de sabios). A este poder
gigantesco del Estado, que decide lo que es justo y lo que no lo es le da el nombre de
"Leviatán".

B.-Giambattista Vico (1688-1744): Su particularidad, reside haber proclamado la necesidad


de las leyes (que derivan de la naturaleza de las cosas y no de la voluntad caprichosa de los
legisladores). Pero también radica en haber considerado un método extraordinariamente
moderno de análisis de la imaginación humana: lo más seguro es que Homero no existió
piensa Vico, pero los poemas homéricos expresan cierto estado de la conciencia humana
(paso de la edad de los dioses a la de los héroes) y como tales constituyen una primera
materia que es preciso analizar para comprender lo que fue esa etapa.

De otro lado, posándose en la filología y en el análisis de los mitos asevera que todas las
naciones, su historia, sigue el mismo ritmo: todas pasan por una "Edad de dioses", una
"Edad de héroes" y una "Edad de hombres" antes de retornar a su barbarie primitiva. En la
primera de estas edades la humanidad define ritos y creencias y la estabilidad del grupo
social queda garantizada por el temor a los dioses (Júpiter). En la edad de los héroes, las
familias están reunidas en unas ciudades donde el poder pertenece al más fuerte y a los más
valerosos (aristocracia de los héroes), y la religión atempera los excesos de la fuerza. Por
último, en la edad de los hombres las relaciones de derecho, determinadas por la razón se
hacen universales y se garantizan a sí mismas, tanto por su racionalidad como por su
eficacia. Toda nación ha tenido sus "Corsi e Ricorsi", y esta idea fundamental domina el
pensamiento sobre todo en materia económica en su obra "Scienza Nuova". Para concluir
digamos que la teoría de los "ricorsi" anuncia el método dialéctico.
C.-Montesquieu (1689-1775): Nació en La Brede, en las proximidades de Burdeos. En sus
viajes por Italia, Países Bajos e Inglaterra, por este último país concibió sus ideas políticas e
histórico-jurídicas, cuya expresión y sistematización culminó en su "Espíritu de las Leyes"
(1784). Montesquieu ataca el problema de la ley en sus aspectos natural e histórico,
demostrando que lo natural y lo positivo no son forzosamente contradictorios en la
legislación sino correlativos. Cada pueblo tiene el conjunto de leyes que consideren a su
naturaleza histórica entre los pueblos mismos. El ideal consiste puramente en el alcanzar la
libertad máxima dentro de las posibilidades dictadas por las circunstancias naturales e
históricas. Para ello precisa, en primer lugar, una separación de los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial, tal como el Barón de Montesquieu la encontró en la Inglaterra de su
tiempo, en cuya Constitución vió el ideal político deseable para Francia.

Montesquieu fue uno de los primeros que hizo resaltar la influencia de las circunstancias
físicas y especialmente del clima, en relación al temperamento, sobre las costumbres, las
leyes y la vida política de los pueblos; pero dista mucho de creer que con respecto a tales
influencias el hombre no puede permanecer más que puramente pasivo. Todo depende de
su reacción a la influencia del clima. "Cuanto más las causas físicas arrastran a los hombres
al reposo, tanto más las causas morales los deben alejar de él". "Cuando el clima inclina a
los hombres a huir del trabajo de la tierra, la religión y las leyes deben empujarlos a
trabajar". En la confrontación de los mismos agentes físicos viene a determinarse, según
Montesquieu, la libertad, la normalidad del orden histórico.

Años más tarde, desde el "Semanario del Nuevo Reino de Granada", sostuvo también la
tesis del medio sobre los seres humanos.

D.-Juan Jacobo Rousseau. (1712.1778): Oriundo de Ginebra. Su vida y su carácter han


sido expuestos por él mismo en sus "Confesiones". En su "Discurso sobre los orígenes y
fundamentos de la desigualdad entre los hombres" (1754), presenta al hombre de la cultura
como el producto de las sucesivas impurezas que se han adherido al hombre natural. Sólo
en este último se revela del modo más claro la bondad originaria del sentimiento y la
relación directa con la naturaleza. No se trata en realidad de una existencia perfecta anterior
a la constitución de la sociedad y del nacimiento de la civilización. Rousseau no ostenta la
vuelta al hombre natural como la regresión a un supuesto status primitivo, pero este estado
constituye por así decirlo el punto de referencia hacia el cual se vuelve toda consideración
de tipo social y moral. De ahí la teoría del "Contrato Social" en donde se señala el método
para llegar a la pureza del hombre natural con la supresión de toda la maldad acumulada
por la cultura artificiosa y por la desigualdad humana.

Rousseau, pone como fundamento del cuerpo político un convenio originario, libremente
estipulado entre sus miembros por el cual cada uno se obliga sin reserva para con todos, de
donde surge la obligación recíproca para con cada uno. De este modo, el individuo,
renunciando espontáneamente a su mera independencia natural, en la que predomina la
desigualdad de las fuerzas de que cada cual está dotado, se convierte en un ciudadano, o sea
que goza de la absoluta igualdad jurídica y moral que caracteriza a una verdadera sociedad.

E.-Francisco Bacon. (1561-1626): Pese al hecho de haber nacido con casi dos siglos de
anterioridad a los filósofos hasta ahora expuestos, su pensamiento, su obra, que pregonan
un nuevo método, una nueva filosofía cobra gran utilidad, entre aquellos pensadores que
precedieron al surgimiento de los verdaderos creadores de la Sociología como una ciencia.

Considerado por algunos como el fundador de la filosofía moderna, es no obstante visto por
otros como un intelectual básicamente "renacentista" y aún en algún respecto inmerso en
formas de pensar medievales. La primera opinión se basa en su propuesta de reforma de las
ciencias; la segunda, en su uso de ciertas nociones como la de forma que pertenecía más
bien a la tradición que al pensamiento "moderno", y que su pensamiento se desarrolló con
independencia de las corrientes que daban origen a la ciencia natural matemática. Es así
mismo de advertir que la inducción baconiana no se debe confundir con la. Inducción
clásica, en la cual se empieza con el examen de fenómenos particulares, se busca una
hipótesis, se comprueba si se aplica a tales fenómenos y, en caso afirmativo, se convierte en
un principio que explica lo que los fenómenos particulares son en su esencia.

F.-Saint-Simon (Claude Henri de Roubray (1760- 1825): Formó parte del cuerpo
expedicionario mandado por La Fayette, en los Estados Unidos, de 1779 a 1783. Se adhirió
sin reservas a la Revolución y renunció a su título para convertirse en el ciudadano Claude-
Henri-Bonhomme.

Considera Saint-Simon, que hay dos tipos de épocas en la historia: las épocas críticas (que
son necesarias para eliminar las "fosilizaciones" sociales) y las épocas orgánicas. El
hombre no es una entidad pasiva dentro del acontecer histórico, sino que trata siempre de
descubrir modos de alterar el medio social dentro del cual vive. Estas alteraciones se
imponen como indispensables para el desarrollo de la sociedad cuando esta funciona según
normas que no le corresponden. No puede decirse, pues, en absoluto que hay normas
sociales convenientes para toda la agrupación humana; lo que puede ser adecuado para una
época puede no serlo para otra. Así sucede con la sociedad industrial que necesita cambiar
la estructura del antiguo régimen todavía subsistente en ella si quiere realmente
desenvolverse. De este modo se podrán llevar a un máximo desarrollo todas las capacidades
de producción de los hombres lo que constituye acaso la única norma ideal posible para
todas las sociedades. Es un artificio, expresa Saint¬ Simon al suponer que las clases deben
mantener la estructura de épocas anteriores o que deben estar niveladas. La moral y los
sistemas de ideas tienen que ser distintos para cada una de las dos clases fundamentales de
la nueva sociedad industrial moderna.

Su tesis fundamental deriva de una concientización de la Revolución y de sus


consecuencias. Lo que se produjo a finales del siglo XVIII en Francia fue algo más que un
cambio de régimen. Fue un cambio de sociedad. El mundo feudal, simbolizado en la
monarquía, fue sucedido por la "sociedad industrial"; el poder pertenecerá a las clases
industriales, es decir, a las clases productoras. Comprendió que tendría que existir, por lo
menos inicialmente, un conflicto entre los propietarios de los bienes de producción y los
productores; es decir, dicho en términos modernos, un conflicto entre propietarios y
proletarios. Pero esta oposición "natural" puede evolucionar y Saint-Simon enseña
claramente que, al término de esta evolución, la clase industrial constituirá una sola clase.

Para Saint-Simon, tienen un gran valor los conflictos sociales. En la sociedad feudal,
advierte, la actividad esencial es el ejercicio de la guerra y el mantenimiento de la opresión.
Es una sociedad que sólo subsiste y que sólo tiene sentido por la fuerza y la violencia.

G.-Augusto Comte. (1789-1857): En nuestro material de complementación académica de


Sociología Jurídica, nos adherimos a considerarlo el “Padre de la Sociología”,
atribuyéndosele el haber creado el término "Sociología" (1838), así como el haber definido
el objeto de la ciencia social y el método que en ella habría de emplearse. Juzgándolo de
acuerdo con su obra debe tenérsele sin embargo más como un filósofo o un científico que
como a un Sociólogo. (2007: 17).

Comte consagró sus principales esfuerzos a inquirir en la naturaleza del conocimiento


humano, una tarea gigantesca que ejecutó con singular brillantez, buscando clasificar todos
los conocimientos y la forma de analizar los métodos para llevarlo a cabo. Sus mayores
esfuerzos estuvieron dirigidos a determinar la naturaleza de la sociedad humana, las leyes y
principios que gobiernan su crecimiento y desarrollo, así como también el método para el
estudio de los fenómenos sociales. Notó la carestía de la creación de una ciencia diferente,
la cual en un principio se llamó "Curso de Filosofía Positiva", publicada en seis volúmenes
durante los años de 1830 a 1842.

Allí engendró su teoría de los tres estadios a través de los cuales el conocimiento humano
tiene su desarrollo y que son: El Teológico, el Metafísico y el Positivo o Empírico.
Asimismo, Comte tildó que sólo en el Estadio Positivo la ciencia alcanzaría su pleno
desarrollo. Dirigió sus investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres humanos y
hacia las causas primeras y finales, esto es, hacia los conocimientos absolutos,
representando los fenómenos como productos de la acción directa y continua de agentes
sobrenaturales, más o menos numerosos cuya intervención arbitraria explica todas las
anomalías aparentes del universo. En el Estadio Metafísico, que es sólo una modificación
del primero, los agentes sobrenaturales son sustituidos por fuerzas abstractas que están sí
dentro de la naturaleza, cada una de las cuales es capaz de reproducir los fenómenos que
tienen ocurrencia. Finalmente en el Estadio Positivo, el espíritu humano reconociendo la
imposibilidad de alcanzar nociones absolutas abdica a buscar el origen y destino del
universo y a conocer las causas últimas e íntimas de los fenómenos y se aplica únicamente
a revelar por razón de el uso bien combinado del juicio y de la observación, sus leyes
efectivas: esto es, sus relaciones invariables de sucesión y de semejanza.

La sapiencia a la cual todas las ciencias están subordinadas, como a su fin último, es según
Comte, la Sociología, la cual debe constituirse como las demás ciencias positivas, en la
misma forma que estas y concebir los fenómenos sociales como sujetos a leyes naturales
que hagan posible la previsión de los mismos, al menos dentro de los límites concurrentes
con su superior complejidad. La "Sociología", o "Física Social", es dividida por Comte en
"Estática Social" y "Dinámica Social, correspondientes a los dos conceptos fundamentales
en que ella se basa, los del orden y el progreso. El adelanto humano se verifica dentro de un
"orden social" que implica un gobierno y dominio de las pasiones contrarias a la paz y la
cooperación. El desarrollo no hace otra cosa que perfeccionar las estructuras permanentes
de toda sociedad, como son la religión, la propiedad, la familia, etc.

A continuación, en el siglo XIX, abordaremos a los intelectuales más descollantes:


A.-Karl Marx. (1818-1883).- el marxismo aporta una interpretación completamente distinta
de los hechos sociales. Se ha podido decir que Carl Marx fue uno de los pioneros de la
Sociología. El método "dialéctico" tomado de Hegel (1820-1895), que considera la síntesis
como superadora de la tesis y la antítesis, permitió a Marx afirmar que "el todo social es
algo muy distinto de la suma de sus partes", lo cual constituye el principio de toda
concepción sociológica.

Es puntual registrar en el activo de Marx el puesto que otorga a las oposiciones de clases,
como señala George Gurvitch: “Había poco menos que desconocido. "La historia de toda
sociedad hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases", se lee al comienzo del
"Manifiesto del Partido Comunista" (1848). Aun cuan¬do se piense que Marx exageró un
poco este aspecto de la vida so¬cial, debe reconocerse que aportaba así una concepción
dinámica y dialéctica de la Sociología. (1962:98)

Sentencia Marx que "el modo de producción de la vida material condiciona, en forma
general, el proceso social, político e intelectual de la vida'' y que así "no es la conciencia del
hombre la que determina la existencia, sino su existencia social la que determina su
conciencia". Se le ha dado a esta doctrina el nombre de "materialismo histórico", término
que Marx jamás empleó. Se ha llegado hasta afirmar que, para él, las ideas y los
sentimientos no eran más que una especie de "epifenómeno'', es decir, de un fenómeno que
estaba sobre la base económica, sin que esas ideas o sentimientos tuvieran influencia alguna
sobre esta última la cual en realidad de verdad era la que venía a determinar a aquellos.

Frente a ello Félix Asención, acota:


“Marx tomó de Hegel el método didáctico, con la célebre tríada hegeliana Ser-No ser-
Devenir (triada ontológica) y las llamadas leyes dialécticas: Ley de la lucha o de la
contradicción; ley del salto o del cambio de la cantidad en cualidad: y la ley de la negación,
además de aceptar el cambio incesante y la lucha de clases como motor de la historia y de
la dinámica social” (2001:197)

Sin embargo, Ralf Dahrendorf, enseña:


“En primer lugar, Marx ha reducido todos los conflictos sociales o al menos los conflictos
históricamente importantes, a conflictos de clases, lo que constituye una simplificación
abusiva. La clase no pasa de ser uno de los grupos de interés que oponen entre sí a los
miembros de una sociedad. La lucha de clases no es más que uno de los conflictos de
intereses que dividen a la sociedad. Todos los demás conflictos que agitan a la sociedad no
se reducen necesariamente a la lucha de clases, como ha supuesto Marx, aun cuando pueda
ser así en determinadas circunstancias. Marx ha generalizado erróneamente a partir de un
tipo particular de conflicto (la lucha de clases) y a partir de una situación específica en la
que todos los conflictos sociales se reducen al apuro de clases. El Estado de la sociedad
capitalista de comienzos del siglo XIX parecía darle la razón. Pero hoy no es ya posible
mantener el mismo error.” (1990:55).

B.-Emilio Durkheinm (1858.1971).- Considerado gestor de la Sociología para los


franceses al fundar una Escuela Sociológica que aportó eminentes contribuciones a la
ciencia social.
Desde su tesis sobre la división del trabajo social, en lo que se da quizás una interpretación
de la vida social un tanto mecanicista en exceso, insiste sobre la jerarquía de los estados
mentales, pero asociándolos a las condiciones de la vida en sociedad: "Los hechos sociales,
escribe no son simple desarrollo de los hechos psíquicos, pero los segundos no son, en gran
parte, más que la prolongación de los primeros en el interior de1as conciencias". Así, "el
conjunto de creencias y sentimientos comunes a la medida de los miembros de una misma
sociedad forma un sistema determinado que tiene su vida propia; se le puede llamar
"conciencia colectiva", noción cardinal en las Ciencias Sociales.

Enunció Durkheinm igualmente un principio que con frecuencia ha sido mal comprendido:
"los hechos sociales deben ser tratados como cosas". Esta expresión "cosa", al igual que la
importancia que atribuía al "substrato" social, hizo que algunos acusaran a Durkheinm de
materialista, e incluso algunos no vacilaron en relacionar su doctrina con la del
"materialismo histórico". Durkheinm protestó agudamente. Se le ha reprochado así mismo
el haber querido transformar la Sociología en un sistema filosófico.

C.-Herbert Spencer.- (1820.1903), Recalcado filósofo inglés, de él se dice por Recasens


Siches lo siguiente:

"Spencer explica dinámicamente la constitución y los procesos de todos los sectores del
Universo como producto de la ley general de la evolución”. Y subsiguientemente agrega:
"También aplica a la sociedad el principio de la evolución, cuya presencia cree hallar en el
desenvolvimiento desde la familia, a través de la tribu, del pueblo, hasta el Estado, así
como también en otros procesos de desarrollo de la colectividad". (1961:76).

Empero, Spencer desarrollo en 1876 la teoría de la “Evolución Social” ofreciendo una


interpretación orgánica de la sociedad, es decir, la compara a un organismo animal: pero a
este respecto dice que ello tiene sólo un alcance metafórico, pues comprende perfectamente
que, en verdad, la índole de las sociedades aunque presenta alguna semejanza con la
estructura y las funciones del organismo biológico, es esencialmente diversa de la de estos;
y que propiamente las sociedades no constituyen cuerpos análogos a los animales, sino otra
cosa, la cual si bien tiene algunas características de los organismos, tiene también
diferencias con ellos, por lo que aplica a las sociedades la denominación de "supra
organismos".

Algunas de las teorías de Spencer han tenido sustanciales modificaciones o han sido
abandonadas en el curso del desarrollo de la Sociología, pero la contribución de Spencer
debe ser siempre tenida en cuenta. Su influencia puede observarse en Sociólogos como Paul
Lilienthafel y Albert Schaffle y Jacques Novicow, en Europa, y los americanos Ward,
Sumner y Gidings.

D.-Max Weber.- Notable Sociólogo alemán (1864-1920), realizando trascendentes


contribuciones a la metodología de las ciencias sociales. Empero, el aporte de Weber no se
reduce a la metodología. Es preciso resonar sus análisis sobre el protestantismo como causa
psicológica del capitalismo industrial. En un tiempo en que los estudios sobre el
capitalismo eran nutridos, la originalidad de Weber consistió en fijarse en los países donde
el capitalismo no se había desarrollado a pesar de un conjunto de condiciones objetivas
favorables. Analiza entonces el papel del calvinismo como sistema de valores que organiza
la acción de algunos agentes sociales y hacen que engendren el capitalismo. El empresario
riguroso por un lado se niega a utilizar, para su disfrute personal, los bienes que acumula y,
por otra parte de realizar su vocación y conformar su gracia, en el trabajo. En definitiva, de
la contradicción entre estas dos conductas (acumular bienes y no consumirlos), nace el
mundo industrial moderno.

No obstante, Francisco Carruitero explica:


“La estructura central de la concepción de lo individual y lo social de Max Weber, radica
en que él entiende a la sociedad como: un todo complejo y dinámico de interrelaciones
humanas, que se caracteriza por la conducta significativa de una pluralidad de actores, los
cuales se sitúan de acuerdo a múltiples ideas e intereses; por cierto, estas orientaciones
pueden asumir distintas direcciones, sean de antagonismo (por ejemplo elegir valores
irreconciliables) o de cooperación( cuando se orientan de acuerdo a valores o intereses
semejantes, aunque esto también pueden dar lugar a competencia) .Weber respetó la
complejidad y rechazó la concepción de un modelo único de relaciones orientadas por un
solo valor último o determinadas por un factor único, por tal motivo en sus investigaciones
sigue esos encadenamientos de agentes a distintos niveles ( económico, político, cultural,
etc.),que en sus interrelaciones condicionan un determinado comportamiento social”.
(2003:37).

Por último, Max Weber, es posiblemente uno de los padres fundadores cuya obra tiene más
impacto sobre la Sociología actual sobre todo en las ramas de conocimiento, política y
estratificación social. No dejando la implantación de una gran teoría y rechazando la idea
de cualquier teoría cerrada o acabada. Su trabajo consistió en ordenar el marco conceptual,
puesto que todas las teorías están destinadas a envejecer y a ser remodeladas con el paso del
tiempo. Sus obras pueden agruparse:

Estudios de “Metodología Crítica y Filosofía”, obras de carácter histórico, “Sociología de la


Religión” y “Economía y Sociedad”.

En el siglo XX, se puede decir que la Sociología tiene su trascendencia como conocimiento
científico, por que se inicia en ella una etapa acumulativa, de carácter constructivo, formada
por grandes sistemas, como teorías generales de la sociedad.
De esa forma enseña Eva Riquez:

“Es una etapa clásica de principios de siglo, con un conjunto de notas que la perfilan con
claridad y que podemos resumir así”: (1991:68):

a.- Es una Sociología sistemática, unitaria y general, constituida por doctrinas cerradas y
organizadas.

b.- Es una doctrina referida al estudio de la sociedad en su conjunto y en su totalidad través


de una unidad de estructura.
c.- Es una Sociología macroscópica, que estudia lo social en sus grandes figuras.

d.- Es una investigación teórica, académica y doctrinaria general.

En 1890, varias universidades abrieron la cátedra de Sociología y en 1905, se fundo en los


EE.UU., la American Sociological Society.

Además, con relación a una orientación contemporánea de la Sociología tenemos:

A. George Gurvitch: Representante de la Sociología neo- positivista francesa. Sus


principales obras: “Las Tendencias Actuales de la Filosofía Alemana” (1930); “Ensayos de
Sociología (1938); “Sociología del Derecho” (1942); “La Vocación Actual de la Sociología
(1950) y el Tratado de Sociología (1954), obra colectiva en dos Tomos.

La doctrina sociológica de Gurvitch se asienta sobre una serie de principios esenciales que
son:

1.- El pluralismo social, rigurosamente establecido sobre un empirismo integral.

2.- La Sociología en profundidad y el micro sociología, cuidadosamente separada de la


macro sociología.

3.- La noción de conciencia colectiva, en reciprocidad de perspectivas con las conciencias


individuales, afirmadas como inmanentes la una a la otra.

4.- La distinción entre la conciencia colectiva y el mundo espiritual de las ideas y de los
valores.

5.- La eliminación de toda jerarquización de los tipos sociales.

La Sociología para este representante contemporáneo tiene como objeto el estudio de la


realidad social, tomada en todos sus estratos en profundidad.

B. Pitirim A. Sorokin: Representa la corriente sistemática, de carácter funcional, que ha


sido fuente y punto de partida de la Sociología dominante actual en Estados Unidos de
América. Entre sus principales obras tenemos: “Las Doctrinas Sociológicas
Contemporáneas” (1931-1941); “La Crisis de Nuestra Era” (1941); y como una especie de
síntesis total de su pensamiento: “Sociedad, Cultura y Personalidad”. ( 1947).

Los aspectos principales de su ideología se resumen:

1.-La Historia de la Sociología.

2.-La Teoría de la Sociología como ciencia, y sus investigaciones particulares sobre


revolución movilidad social y en especial sobre la Sociología Rural.

3.-La Sociología de la Cultura y de la Filosofía Humanista.


Tiene una concepción de la cultura, considerando como tal la suma total de cosas creadas o
modificadas por la actividad de dos o más individuos que interactúan entre si o condicionan
recíprocamente su comportamiento. La realidad social cultural puede estudiarse desde dos
puntos de vista: Estructural y Dinámico.

C. Talcott Parsons y Robert K. Merton: Constituyen los Sociólogos americanos que


figuran como representantes típicos de la Sociología. Parson, tiene como obras: “Estructura
de la Acción Social”; “El Sistema Social” y “Hacia una Teoría General de la Acción”.
Merton tiene como obra principal “Teoría y Estructuras Sociales”.
Además, Merton sostiene que la teoría sociológica se refiere a conceptos lógicamente
interconectados y de alcance limitado y modesto. Solo se puede obtener teorías de alcance
medio y que son teorías intermedias entre las estrechas hipótesis de trabajo y las amplias
especulaciones de sistemas conceptuales generales.

La preocupación sociológica de Parson esta referida, al sistema de las acciones humanas,


integradas en la noción de sociedad, aunque la teoría de la acción humana, especialmente
en su aspecto cultural, es mas amplia y su objeto es compartido por las otras disciplinas
como la Psicología, Antropología ,etc.

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