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TRASTORNOS DEL SUEÑO-VIGILIA

1. INTRODUCCIÓN

El sueño es un proceso neurofisiológico tan importante para el mantenimiento de la salud y


para un adecuado funcionamiento del organismo que, de hecho, es esencial para la vida
misma.

2. CLASIFICACIÓN DEL DSM-V, EPIDEMIOLOGÍA, ETIOLOGIA, EVALUACIÓN Y


TRATAMIENTO.

INSOMNIO

El insomnio es un trastorno caracterizado por dificultades para conciliar y/o mantener el


sueño o la sensación de tener un sueño poco reparador, lo que provoca una afectación de la
calidad de la vigilia y un malestar clínicamente significativo. Estas dificultades deben ocurrir al
menos tres veces por semana y estar presentes durante un mínimo de tres meses.

Cuando el paciente tiene problemas para iniciar o conciliar el sueño, se habla de insomnio de
conciliación o inicio, mientras que cuando el problema tiene que ver con despertares a lo largo
de la noche, se habla de insomnio de mantenimiento o intermedio. Cuando el problema tiene
que ver con un despertar precoz por la mañana, se denomina insomnio terminal o final.

Existen importantes diferencias en función de la edad, teniendo los adultos jóvenes más
problemas de conciliación, y las personas mayores más problemas para mantener el sueño a lo
largo de la noche. Todas estas dificultades van a tener una serie de efectos negativos sobre la
salud (física y mental) y la calidad de vida del individuo, así como consecuencias diurnas.

Para determinar y evaluar el problema, se han utilizado diversos parámetros objetivos, como
una latencia inicial de sueño superior a 30 minutos, un tiempo total de sueño inferior a seis
horas y una eficiencia de sueño menor del 80%; todo acompañado de sintomatología diurna.
Los instrumentos utilizados para la evaluación del insomnio son los diarios de sueño y los
cuestionarios específicos.

El insomnio crónico afecta a entre un 10 y 15% de la población adulta, y el insomnio transitorio


afecta a entre un 25 y 35%. La mayoría de los estudios constatan que la prevalencia del
insomnio se incrementa con la edad (siendo frecuente en mayores de 65 años) y es más
elevada en mujeres que en hombres.

La etiología del insomnio es multifactorial. En la mayoría de las ocasiones, el insomnio suele


tener un inicio repentino, coincidiendo con situaciones de estrés; y se cronifica debido a
condicionamiento y otros factores comportamentales y cognitivos.

Respecto al tratamiento, se persiguen los siguientes objetivos: 1.Mejorar la calidad del sueño.
2. Eliminar los síntomas diurnos. 3. Conseguir una latencia inicial de sueño inferior a 30
minutos. 4. Disminuir la frecuencia de despertares nocturnos. 5. Alcanzar un tiempo total de
sueño superior a seis horas y/o una eficiencia de sueño superior al 80-85%. 6. Disminuir el
nivel de activación del individuo en la cama. 7. Generar hábitos y actitudes compatibles con el
dormir.
Para alcanzar estos objetivos se dispone de diversas técnicas de tratamiento como el control
de estímulos, el entrenamiento en relajación y la terapia cognitivo-conductual de insomnios.

HIPERSOMNIA

La hipersomnia es un trastorno caracterizado por un sueño nocturno prolongado (entre 8 y 12


horas) y por la presencia de somnolencia excesiva diurna.

Las personas con este trastorno sienten necesidad de dormir durante el día, a pesar de la
cantidad incrementada de sueño nocturno, y tiene una incapacidad más o menos grave para
mantenerse despiertos y alerta durante algunas situaciones del periodo de vigilia. Como
resultado, los pacientes manifiestan episodios de sueño diurnos intencionados, prolongados y
poco reparadores.

La mayoría de los pacientes presentan síntomas de manera persistente. Sin embargo, en


algunos casos, los síntomas aparecen de forma intermitente; se trata de la forma recurrente
de hipersomnia conocida como síndrome de Kleine-Levin, dándose entre los episodios de
síntomas una remisión de la sintomatología.

La hipersomnia es una patología poco frecuente y se observa más a menudo en varones


adolescentes.

El inicio de la hipersomnia suele producirse en la adolescencia o en los primeros años de la


vida adulta, progresando gradualmente los síntomas a lo largo del tiempo y con una elevada
tendencia a la cronificación.

El diagnostico de hipersomnia solo se realiza después de descartarse otros trastornos que


cursan con somnolencia excesiva diurna, y actualmente la intervención terapéutica es
esencialmente farmacológica.

NARCOLEPSIA

La narcolepsia se caracteriza por crisis o ataques de sueño experimentados varias veces al día
en situaciones monótonas y con un inicio rápido y una duración corta (alrededor de 15
minutos).

La narcolepsia se caracteriza por la presencia de otros síntomas: crisis catapléjicas, parálisis de


sueño y alucinaciones. En su forma compleja, se observa solo en un tercio de los pacientes,
siendo más frecuentes las formas incompletas. Así, las crisis catapléjicas se evidencian en el
70%; la parálisis de sueño en el 25-50%; y las alucinaciones, en un 2040%.

La cataplejía es una perdida súbita del tono muscular, parcial o generalizada; desencadenada
por factores emocionales. Los músculos respiratorios y oculares nunca se ven afectados. A lo
largo de las crisis, el individuo se mantiene en todo momento consciente y suelen durar desde
pocos segundos hasta 2-3 minutos.

Por otro lado, durante la parálisis de sueño, el paciente es incapaz de realizar ninguna
actividad motora ni verbal.
Respecto a las alucinaciones, éstas suelen ser muy vividas y con componentes tanto visuales
como auditivos.

Tanto las alucinaciones como la parálisis de sueño tienen que ver con la intrusión de
elementos del sueño REM en la transición vigilia-sueño.

La narcolepsia no es un trastorno muy frecuente, y respecto a su inicio, lo más común es que


se desarrolle a partir de la adolescencia, con igual afectación en ambos sexos. Es una patología
de carácter crónico, con un curso clínico relativamente estable.

Respecto a la etiología de la narcolepsia, se han destacado las hipocretinas que son


neuromoduladores peptídicos. Parece que la base de la enfermedad se encuentra en un déficit
en el sistema hipocretinérgico.

El diagnóstico de esta patología debe ser confirmado en laboratorio de sueño y no existe a día
de hoy un tratamiento curativo, sino intervenciones paliativas de tipo farmacológico y
conductual.

TRASTORNOS DEL SUEÑO RELACIONADOS CON LA RESPIRACIÓN

Los trastornos del sueño relacionados con la respiración son un grupo de alteraciones que
cursan con somnolencia excesiva diurna motivada por una fragmentación del sueño debida a
alteraciones de la ventilación durante éste, entre las que se incluyen apneas, hipopneas y
hipoventilación.

De entre los diversos trastornos del sueño relacionados con la respiración, destaca el síndrome
de la apnea/hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS) caracterizado por la aparición durante el
sueño de episodios repetidos de obstrucción parcial (hipopnea) o completa (apnea) de las vías
aéreas superiores, dando lugar a microdespertares.

Esto conduce finalmente a la hipersomnia diurna y a la presencia de manifestaciones


conductuales y neuropsicológicas características como irritabilidad, desorientación temporal,
disminución del rendimiento, pérdidas de memoria, etc.

En general, los pacientes con SAHOS son personas obesas y roncadoras con una somnolencia
diurna relevante.

El SAHOS se caracteriza por tanto por un cuadro de hipersomnia y alteraciones


neuropsicológicas, cardiorrespiratorias y metabólicas con episodios repetidos de obstrucción
de las vías aéreas superiores que provoca constantes microdespertares, dando lugar a un
sueño fragmentado y poco reparador.

El SAHOS es una alteración relativamente frecuente en la población general adulta, que afecta
aproximadamente al 2-4% de las mujeres y al 4-6% de los hombres y aumenta su prevalencia
con la edad.

En la población infantil ocurre en niños de todas las edades, aunque con una frecuencia menor
que en la población adulta, siendo la prevalencia de 1-3%.
El diagnóstico del SAHOS se realiza a partir de la necesaria comprobación de episodios
obstructivos y la aparición de síntomas diurnos.

El tratamiento actual del SAHOS incluye: ▪ Supresión de fármacos que agraven los síntomas. ▪
Seguimiento de las reglas de higiene de sueño y modificación de la posición adoptada durante
éste. ▪ Disminución del sobrepeso y abandono de la conducta de fumar y consumo del alcohol,
mediante programas cognitivos-conductuales. ▪ Utilización del CPAP, que supone la aplicación
continua durante el sueño de una presión positiva de aire en la vía aérea para evitar su
colapso.

TRASTORNOS DE RITMO CIRCADIANO SUEÑO-VIGILIA

Los trastornos del ritmo circadiano son alteraciones del sueño que se producen como
resultado de una afectación primaria del sistema circadiano o de la deficiente sincronización
entre el reloj interno que regula el ritmo vigilia-sueño y los factores exógenos.

Dentro de los trastornos del ritmo circadiano sueño-vigilia destacan: ▪ El trastorno del ritmo
circadiano tipo sueño retrasado, que se caracteriza por una incapacidad crónica para dormirse
en el momento socialmente establecido debido a una asincronía entre el programa social
habitual de estar en la cama y la presentación del sueño. Los pacientes con este trastorno
tienen problemas para conciliar el sueño, pero una vez iniciado, no presentan ninguna
dificultad para mantenerlo. Este trastorno es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes,
con una prevalencia del 7-16% sin diferencias de sexo. ▪ El trastorno del ritmo circadiano tipo
jet lag o síndrome de cambio de huso horario, que se caracteriza por una alteración del patrón
normal de sueño por la cual los individuos experimentan somnolencia diurna e insomnio
nocturno. ▪ El trastorno del ritmo circadiano tipo asociado a turnos de trabajo, que es una
alteración del sueño resultado del conflicto entre el ciclo circadiano y el patrón requerido por
las circunstancias ambientales (cambio de turno de trabajo). Entre las consecuencias
psicológicas destacan la mala calidad de sueño y los elevados niveles de psicopatología. La
prevalencia de este tipo de trastorno es de 32% en los trabajadores nocturnos y de 26% en los
trabajadores con rotaciones frecuentes.

La evaluación del trastorno del ritmo circadiano se realiza a través de la entrevista clínica, los
diarios de sueño y la actigrafia.

Respecto al tratamiento, se utiliza cronoterapia, fototerapia con luz brillante, vitamina B12 y
melatonina, utilizados de forma aislada o combinada.

PARASOMNIAS

Las parasomnias son un grupo de problemas caracterizados por manifestaciones fisiológicas y


conductuales anormales que ocurren en asociación con el sueño o momentos de transición
sueño-vigilia.

Son fenómenos episódicos que pueden ocurrir a lo largo de todo el ciclo vital, pero son más
comunes en la infancia y generalmente desaparecen con el tiempo.
Se incluyen en esta categoría el trastorno de pesadillas, los trastornos del despertar del sueño
no REM (terrores nocturnos y sonambulismo), el trastorno de conducta del sueño REM y el
síndrome de piernas inquietas.

TRASTORNO DEL SUEÑO INDUCIDO POR SUSTANCIAS/MEDICAMENTOS

El trastorno del sueño inducido por sustancias/medicamentos tiene que ver con aquellas
disfunciones del sueño resultado de los efectos tanto del consumo como del abandono de
determinadas sustancias, tales como drogas o cierto tipo de fármacos. Las más representativas
son: alcohol, cafeína, estimulantes, cocaína, opiáceos, hipnóticos, ansiolíticos, corticosteroides,
antihistamínicos, broncodilatadores y betabloqueantes.

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