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FUEGO BAJO EL AGUA

Un volcán (del nombre del dios mitológico romano Vulcano) es una estructura
geológica por la que emerge el magma que se divide en lava y gases provenientes del
interior de la Tierra. El ascenso del magma ocurre en episodios de actividad violenta
denominados erupciones, que pueden variar en intensidad, duración y frecuencia,
desde suaves corrientes de lava hasta explosiones extremadamente destructivas. En
ocasiones, los volcanes adquieren una forma cónica por la acumulación de material de
erupciones anteriores. En la cumbre se encuentra su cráter o caldera.

Por lo general, los volcanes se forman en los límites de las placas tectónicas,
aunque existen los llamados puntos calientes, donde no hay contacto entre placas,
como es el caso de las islas Hawái.

Los volcanes pueden tener muchas formas y despedir distintos materiales.


Algunas de las formas más comunes son el estratovolcán, el cono de escoria, la caldera
volcánica y el volcán en escudo. También existen numerosos volcanes submarinos
ubicados a lo largo de las dorsales oceánicas. Algunos volcanes alcanzan una altitud
superior a los 6000 metros sobre el nivel del mar. El volcán más alto del mundo es el
Nevado Ojos del Salado, en Argentina y Chile, siendo además la segunda cumbre más
alta de los hemisferios sur y occidental (solo superado por el argentino cerro
Aconcagua).3

Los volcanes no solo existen en la Tierra, sino también en otros planetas y


satélites. Algunos están formados por materiales considerados fríos y se denominan
criovolcanes. En ellos, el hielo actúa como roca, mientras que el agua fría líquida interna
actúa como magma; esto ocurre en la luna de Júpiter llamada Europa.

Tipos de volcanes según su actividad


Los volcanes, teniendo en cuenta la frecuencia de sus erupciones, se pueden
clasificar en tres tipos: activos, inactivos (durmientes) o extintos.

Volcanes activos
Los volcanes activos son aquellos que pueden entrar en actividad eruptiva en
cualquier momento, es decir, que permanecen en estado de latencia. Esto ocurre con la
mayoría de los volcanes, pues ocasionalmente entran en actividad, permaneciendo en
reposo la mayor parte del tiempo. El período de actividad eruptiva puede durar desde
una hora hasta varios años, como fue el caso del volcán de Pacaya y del Irazú. A día de
hoy, no se ha descubierto ningún método seguro para predecir las erupciones.

Volcanes durmientes o inactivos


Los volcanes durmientes son aquellos que mantienen ciertos signos de
actividad, como la presencia de aguas termales, y han entrado en actividad
esporádicamente. Dentro de esta categoría suelen incluirse las fumarolas y los volcanes
con largos períodos de inactividad entre una erupción y otra. Un volcán se considera
durmiente si desde hace siglos no ha tenido una erupción.

Volcanes extintos
Artículo principal: Volcán extinto
Los volcanes extintos son aquellos cuya última erupción fue registrada hace más
de 25 000 años. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que puedan despertar y
liberar una erupción más fuerte que la de un volcán que está activo, causando grandes
desastres. También se les llama extintos porque fueron alejados de su fuente de
magma, perdiendo poco a poco su actividad, esto sucede únicamente en volcanes de
punto caliente, a diferencia de los volcanes de zonas de subducción.

Tipos de erupciones volcánicas


Artículo principal: Erupción volcánica

Erupción en el 2011 del Volcán Tungurahua, Ecuador.


La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos en el magma son
los factores que determinan el tipo de erupción y la cantidad de productos volátiles que
la acompañan.

Hawaiana
Artículo principal: Erupción hawaiana

Volcán Hawaiano en Kilauea Shield.


En este tipo de erupción, la lava generalmente es bastante fluida y no ocurren
desprendimientos gaseosos explosivos. Estas lavas se desbordan cuando rebasan el
cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán, formando verdaderas
corrientes que recorren grandes distancias. Por esta razón, los volcanes de tipo
hawaiano son de pendiente suave. Algunos residuos de lava, al ser arrastrados por el
viento, forman hilos cristalinos que los nativos hawaianos llaman cabellos de la diosa
Pele, la diosa del fuego. El volcán hawaiano más famoso es el Kilauea.

Estromboliana o mixta
Artículo principal: Erupción estromboliana

Erupción del Stromboli en verano de 2015 (animado).

Erupción del Estrómboli (Italia) en 1980.


Este tipo de erupción recibe el nombre del Estrómboli, volcán de las islas Eolias
(mar Tirreno), al norte de Sicilia. Se origina cuando hay alternancia de los materiales en
erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas fluidas y materiales
sólidos. La lava es fluida, va desprendiendo gases abundantes y violentos con
proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Debido a que los gases pueden
desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava
rebosa por los bordes del cráter, desciende por las laderas y barrancos, pero no alcanza
grandes extensiones como en las erupciones de tipo hawaiano.

Vulcaniana

Vulcano.
Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lipari. Esta erupción se caracteriza
porque en ella se desprenden grandes cantidades de gases, la lava liberada es poco
fluida y se consolida con rapidez. En este tipo de erupción, las explosiones son muy
fuertes y pulverizan la lava, produciendo mucha ceniza, la cual es lanzada al aire
acompañada de otros materiales fragmentarios. Cuando el magma sale al exterior en
forma de lava, se solidifica rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y
resquebrajan su superficie, volviéndola áspera y muy irregular y formando lava de tipo
Aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente muy inclinada.

Pliniana o vesubiana
Artículo principal: Erupción pliniana
Nombrada así en honor a Plinio el Joven, difiere de la erupción volcánica en que
en esta la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas.
Forma nubes ardientes que, al enfriarse, generan precipitaciones de cenizas, las cuales
pueden llegar a sepultar ciudades, como ocurrió con Pompeya y Herculano por la
actividad del volcán Vesubio.

Se caracteriza por alternar erupciones de piroclasto con erupciones de coladas


de lava, dando lugar a una superposición en estratos, lo que hace que este tipo de
volcanes alcance grandes dimensiones. Otros volcanes son el Teide, el Popocatépetl y
el Fujiyama.

Freatomagmática o surtseyana
Artículos principales: Erupción Surtseyana y Erupción freatomagmática.
Los volcanes de tipo freatomagmático se encuentran en aguas someras,
presentan un lago en el interior de su cráter y en ocasiones forman atolones. Sus
erupciones son extraordinariamente violentas, ya que a la energía propia del volcán se
le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado. Normalmente no
presentan emisiones de lava ni extrusiones de rocas. Algunas de las mayores
erupciones freáticas son las del Krakatoa, el Kīlauea y la Isla de Surtsey.

Peleana
De los volcanes de las Antillas es célebre la Montaña Pelada, ubicada en la isla
Martinica, que en la erupción de 1902 destruyó la capital, Saint-Pierre.

La lava en esta erupción es extremadamente viscosa y se consolida con gran


rapidez, llegando a tapar por completo el cráter formando un pitón o aguja. La enorme
presión de los gases sin salida provoca una enorme explosión que levanta el pitón, o
bien destroza la parte superior de la ladera. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando
las paredes del volcán cedieron a tan enorme empuje que se abrió un conducto por el
que salieron con extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada temperatura y
que, mezclados con cenizas, formaron una nube ardiente que ocasionó 28 000 víctimas.
[cita requerida]

Erupciones submarinas
Artículo principal: Erupción submarina
En el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas pueden
formar islas volcánicas si llegan a la superficie. Las erupciones suelen ser de corta
duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al
enfriarse cuando entran en contacto con el agua y también por la erosión marina.
Algunas islas como las Cícladas en Grecia o Las islas Canarias en España tienen este
origen.

Avalanchas de origen volcánico


Artículo principal: Lahar

Armero después de la tragedia (Colombia).


Hay volcanes que generan un número de víctimas elevado, debido a que sus
grandes cráteres están durante el periodo de reposo convertidos en lagos o cubiertos
de nieve. Al recobrar su actividad, el agua mezclada con cenizas y otros restos, es
lanzada formando torrentes y avalanchas de barro que tienen una enorme capacidad
destructiva. Un ejemplo de esto fue la erupción del Nevado de Ruiz en Colombia, el 13
de noviembre de 1985. El Nevado del Ruiz es un volcán explosivo en el que la cumbre
del cráter (5321 msnm) estaba recubierta por un casquete de hielo; al ascender la lava
se recalentaron las capas de hielo y se formaron unas coladas de barro que invadieron
el valle del río Lagunilla, sepultando la ciudad de Armero, dejando 24 000 muertos y
decenas de miles de heridos.[cita requerida]

Erupciones fisurales
Se originan en una larga dislocación de la corteza terrestre, que puede ser desde
apenas unos metros hasta varios kilómetros. La lava que fluye a lo largo de la rotura es
fluida y recorre grandes extensiones formando amplias mesetas, con 1 o más kilómetros
de espesor y miles de km². Un ejemplo de vulcanismo fisural es la meseta del Decán en
la India.

Véase también: Índice de explosividad volcánica


Volcán en escudo
Artículo principal: Volcán en escudo

Columnas de basalto de la «Calzada del Gigante» en Irlanda del Norte.


Cuando la lava expulsada por el volcán es fluida, de tipo hawaiano, el volcán
adquiere una forma de una estructura amplia y abovedada, que por su apariencia se los
denomina en escudo.

Los volcanes de escudo se asemejan a la superficie superior de un escudo que


reposara en el suelo con el lado convexo hacia arriba.

Un volcán en escudo está formado principalmente por lavas basálticas (ricas en


hierro) y poco material piroclastico. El mayor volcán de la Tierra es el Mauna Loa, un
volcán en escudo en las islas Hawái. El Mauna Loa nace en las profundidades del mar,
a unos 5 km y se eleva sobre el nivel del mar por unos 4170 m.

Los volcanes en escudo como el Mauna Loa se forman a lo largo de millones de


años gracias a ciclos de erupciones de lava que se van superponiendo unas con otras.

El volcán de escudo más activo es el Kīlauea, localizado en la Isla de Hawái, al


lado de Mauna Loa. En el período histórico el Kilauea ha entrado unas 50 veces en
erupción y es, por lo tanto, el volcán de este tipo más estudiado.

El resultado de erupciones constantes durante millones de años ha dado lugar a


la creación de las montañas más grandes de la Tierra (si se tiene en cuenta la altura
contando desde la base en el lecho marino). Por ejemplo, el Mauna Loa, desde su base
submarina hasta su cúspide, cuenta con una altura de 9,5 km, más alto que el monte
Everest.

Los geólogos creen que las primeras etapas de formación de los volcanes en
escudo consisten en erupciones frecuentes de delgadas coladas de Basalto muy
líquidas. Además de estas erupciones también se producen erupciones laterales.
Normalmente con el cese de cada fase eruptiva se produce el hundimiento del área de
la cima. En las últimas fases, las erupciones son más esporádicas y la erupción
piroclástica se hace más frecuente. A medida que esto sucede, las coladas de lava
tienden a ser más viscosas, lo que provoca que sean más cortas y potentes. Así, va
aumentando la pendiente de la ladera del área de la cima.

Los volcanes en escudo son muy comunes y también se han identificado en el


sistema solar. El más grande conocido hasta la fecha es el Monte Olimpo, sobre la
superficie de Marte, encontrándose también varios de estos volcanes sobre la superficie
de Venus, aunque de apariencia más achatada.
Flujo piroclástico
Artículo principal: Flujo piroclástico

Flujo piroclástico expulsado por el volcán Mayón en Filipinas.


Cuando las erupciones de un volcán llegan acompañadas de gases calientes y
cenizas se produce lo que se conoce como flujo piroclástico o «nube ardiente». También
conocida como avalancha incandescente, el flujo piroclástico se desplaza pendiente
abajo a velocidades cercanas a los 200 km/h. La sección basal de estas nubes
contienen gases calientes y partículas que flotan en ellos. De esta forma, las nubes
transportan fragmentos de rocas que –gracias al rebote de los gases calientes en
expansión– se depositan a lo largo de más de 100 km desde su punto de origen.

En 1902 una nube ardiente de un pequeño volcán llamado Monte Pelée en la


isla caribeña de Martinica destruyó la ciudad portuaria de San Pedro. La destrucción fue
tan devastadora que murió casi toda la población (unos 28 000 habitantes). A diferencia
de Pompeya, que quedó enterrada en un manto de cenizas en un plazo de tres días y
las casas quedaron intactas (salvo los techos por el peso de las cenizas), la ciudad de
San Pedro fue destruida solo en minutos y la energía liberada fue tal que los árboles
fueron arrancados de raíz, las paredes de las casas desaparecieron y las monturas de
los cañones se desintegraron. La erupción del Monte Pelée muestra cuan distintos
pueden ser dos volcanes del mismo tipo.

Lahar
Artículo principal: Lahar
Los conos compuestos también producen coladas de barro llamadas lahar, una
palabra de origen indonesio. Estos flujos se producen cuando las cenizas y derrubios
volcánicos se saturan de agua y descienden pendiente abajo, normalmente siguiendo
los cauces de los ríos. Algunos de los lahares se producen cuando la saturación es
provocada por la lluvia, mientras que en otros casos cuando grandes volúmenes de hielo
y nieve se funden por una erupción volcánica. En Islandia, el último caso se denomina
jökulhlaup y es un fenómeno devastador.

Destrucciones importantes de lahares se dieron en 1980 con la erupción del


Monte Santa Helena, en Estados Unidos, que a pesar de los destrozos producidos, no
produjo muchas víctimas debido a que la región está poco poblada. Otro fue en 1985
con la erupción del Nevado del Ruiz, en Colombia, la cual generó un lahar que acabó
con la vida de 25 000 personas.

Formas volcánicas relacionadas


Calderas
Artículo principal: Caldera volcánica

Caldera Aniakchak, en Alaska.


La mayoría de los volcanes presentan en su cima un cráter de paredes
empinadas, por el interior. Cuando el cráter supera 1 km de diámetro se denomina
caldera volcánica.

Las calderas son estructuras de forma circular y la mayoría se forma cuando la


estructura volcánica se hunde sobre la cámara magmática parcialmente vacía que se
sitúa por debajo. Si bien la mayoría de las calderas se crea por el hundimiento producido
después de una erupción explosiva, esto no es así en todos los casos.

En el caso de los enormes volcanes en escudo de Hawái, las calderas se crearon


por la continua subsidencia a medida que el magma se drenaba desde la cámara
magmática durante las erupciones laterales. También las calderas de las islas
Galápagos se han ido hundiendo por derrames laterales.

Las calderas de gran tamaño se forman cuando un cuerpo lavático granítico


(félsico) se ubica cerca de la superficie curvando de esta manera las rocas superiores.
Posteriormente, una fractura en el techo permite al magma rico en gases y muy viscoso
ascender hasta la superficie, donde expulsa de manera explosiva, enormes volúmenes
de material piroclástico, fundamentalmente cenizas y fragmentos de pumita. Estos
materiales se denominan coladas piroclásticas y pueden alcanzar velocidades de 100
km/h. Cuando estos materiales se detienen, los fragmentos calientes se fusionan para
formar una toba soldada que se asemeja a una colada de lava solidificada. Finalmente,
el techo se derrumba dando lugar a una caldera. Este procedimiento puede repetirse
varias veces en el mismo lugar.

Se conocen al menos 138 calderas que superan los 5 km de diámetro. Muchas


de estas calderas son difíciles de ubicar, por lo que han sido identificadas con imágenes
de satélites. Entre las más importantes se encuentra La Garita con unos 32 km de
diámetro y una longitud de 80 que está ubicada en las montañas de San Juan al sur del
estado de Colorado.

Erupciones fisurales y llanuras de lava


Artículo principal: Fisura volcánica

Cono piroclástico en el volcán fisural Laki en Islandia.


A pesar de que las erupciones volcánicas están relacionadas con estructuras en
forma de cono, la mayor parte del material volcánico es extruido por fracturas en la
corteza denominadas fisuras. Estas fisuras permiten la salida de lavas de baja
viscosidad que recubren grandes áreas. La Meseta del Columbia en el noroeste de los
Estados Unidos se formó de esta manera. Las erupciones fisurales expulsaron lava
basáltica muy líquida. Las coladas siguientes cubrieron el relieve y formaron una llanura
de lava (plateau) que en algunos lugares tiene casi 1,5 km de grosor. La fluidez se
evidencia en la superficie recorrida por la lava: unos 150 km desde su origen. A estas
coladas se las denomina basaltos de Inundación (flood basalts).
Este tipo de coladas sucede principalmente en el suelo oceánico y no puede
verse. A lo largo de las dorsales oceánicas, donde la expansión del suelo oceánico es
activa, las erupciones fisurales generan nuevo suelo oceánico. Islandia está ubicada
encima de la dorsal centroatlántica y ha experimentado numerosas erupciones fisurales.
Las erupciones fisurales más grandes de Islandia ocurrieron en 1783 y se denominaron
erupciones de Laki. Laki es una fisura o volcán fisural de 25 km de largo que generó
más de 20 chimeneas separadas que expulsaron corrientes de lava basáltica muy fluida.
El volumen total de lava expulsada por las erupciones de Laki fue superior a los 12 km³.
Los gases arruinaron las praderas y mataron al ganado islandés. La hambruna
subsiguiente mató cerca de 10 000 personas. La caldera está situada muy por debajo
de la boca del volcán.

Domo de lava
Artículo principal: Domo de lava

Domos de lava en el cráter del Monte Santa Helena (Estados Unidos).


La lava rica en sílice es viscosa y por lo tanto, apenas fluye; cuando es extruida
fuera de la chimenea puede producir una masa bulbosa de lava solidificada que se
denomina domo de lava. Debido a su viscosidad, la mayoría está compuesto por riolitas
y otros por obsidianas. La mayoría de los domos volcánicos se desarrollan a partir de
una erupción explosiva de un magma rico en gases.

Aunque la mayoría de los domos volcánicos están asociados a conos


compuestos, algunos se forman de manera independiente. Tal es el caso de la línea de
domos riolíticos y de obsidiana en los en California.

Chimeneas y pitones volcánicos


Artículos principales: Chimenea volcánica y Cuello volcánico.

Volcán Teide (Tenerife, España).


Los volcanes se alimentan del magma a través de conductos denominados
chimeneas. Estas tuberías pueden extenderse hasta unos 200 km de profundidad. En
este caso, las estructuras proveen de muestras del manto que han experimentado muy
pocas alteraciones durante su ascenso.

Las chimeneas volcánicas mejor conocidas son las sudafricanas que están
cargadas de diamantes. Las rocas que rellenan estas chimeneas se originaron a
profundidades de 150 km, donde la presión es lo bastante elevada como para generar
diamantes y otros minerales de alta presión.

Debido a que los volcanes están siendo rebajados constantemente por la erosión
y la meteorización, los conos de cenizas son desgastados con el tiempo, pero no sucede
lo mismo con otros volcanes. Conforme la erosión progresa, la roca que ocupa la
chimenea y que es más resistente, puede permanecer de pie sobre el terreno
circundante mucho después de que haya desaparecido el cono que la contiene. A estas
estructuras de las denomina pitón volcánico. Shiprock, en Nuevo México, es un claro
ejemplo de este tipo de estructuras.

Cuevas volcánicas
Artículo principal: Cueva volcánica
Una cueva volcánica es cualquier cavidad formada en rocas volcánicas, aunque
el uso común de este término se reserva a cuevas primarias o singenéticas creadas por
procesos volcánicos de modo que tanto la oquedad como la roca encajante se forman
a la vez.

Material volcánico

El Pu‘u ‘Ō‘ō, cono volcánico de Hawái.


El material volcánico se forma de rocas intrusivas (en el interior) y extrusivas (en
el exterior):

Las intrusivas comprenden: peridotita (Au, Ag, Pt, Ni yPb) y granito que posee
Cuarzo (SiO2), Mica(SiAlx) y olivino (FeOx).
Las extrusivas comprenden: basalto, que tiene feldespato (KALSi3O4),
plagioclasas (CaAl2SI2O8), piroxeno (Si-XOH) y magnetita Obsidiana: KAlSi3O4 y SiO2
Los materiales volcánicos pueden formar una variedad compleja de formas
menores del relieve: columnatas, conos de cenizas, calderas, pitones volcánicos, etc.
Volcanes extraterrestres

Monte Olimpo, el volcán más grande del Sistema Solar situado en el planeta
Marte.
La Tierra no es el único planeta del Sistema Solar que tiene actividad volcánica.
Venus tiene un intenso vulcanismo con unos cientos de miles de volcanes. Marte tiene
la cumbre más alta del sistema solar: el Monte Olimpo, un volcán dado por apagado con
una base de unos 600 km y más de 27 km de altura. No obstante, este planeta parece
tener cierta actividad volcánica apreciable.4

Nuestra Luna está cubierta de inmensos campos de basalto, lo que sugiere que
tuvo una corta pero considerable actividad volcánica que hoy muy probablemente está
extinta.

Debido a las bajas temperaturas del espacio, algunos volcanes de nuestro


sistema solar están formados de hielo que actúa como roca, mientras su agua líquida
interna actúa como la magma; esto ocurre -por ejemplo- en la fría luna de Júpiter llamada
Europa. Estos reciben el nombre de criovolcán, de los cuales hay también en Encélado.
La Voyager 2 descubrió en agosto de 1989, sobre Tritón, rastros de criovulcanismo y
géiseres. La búsqueda de vida extraterrestre se ha interesado en buscar rastros de vida
en sistemas criovolcánicos donde hay agua líquida y por ende, una fuente de radiación
en calor considerable; estos son elementos esenciales para la vida.

Existen volcanes un poco más similares a los terrestres, sobre otros satélites de
Júpiter como en el caso de Ío. La sonda Voyager 1 permitió fotografiar en marzo de 1979
una erupción en Ío. Los astrofísicos estudian los datos de esta información, que extiende
el campo de estudio de la vulcanología. El conocimiento del fenómeno tal como se
produce sobre la Tierra pasa en adelante por su estudio en el espacio.

La temperatura y composición química de los volcanes del sistema solar varían


considerablemente entre los planetas y los satélites. Además, el tipo de materiales que
arrojan en sus erupciones es muy diferente de los arrojados en la Tierra.[cita requerida]

Protección civil
Véase también: Protección Civil
España
En España, la Norma Básica de Protección Civil, aprobada por Real Decreto
407/1992, de 24 de abril,5 dispone en su apartado 6 que el riesgo volcánico será objeto
de planes especiales en los ámbitos territoriales que lo requieran. Estos planes
especiales habrán de ser elaborados de acuerdo con una Directriz Básica previamente
aprobada por el Gobierno.

La Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo Volcánico6


fue aprobada por Acuerdo del Consejo de Ministros del 19 de enero de 1996 y publicada
por Resolución de la Secretaría de Estado de Interior el 21 de febrero de 1996. En ella,
se consideran tres niveles de planificación: estatal, autonómico y de ámbito local. Por
Acuerdo del Consejo de Ministros del 25 de enero de 2013, se aprueba el Plan Estatal
de Protección Civil ante el Riesgo Volcánico.7

Creencias tradicionales sobre los volcanes

Vulcano forjando los rayos de Júpiter (1636), de Pedro Pablo Rubens.


Muchos cuentos antiguos atribuyen las erupciones volcánicas a causas
sobrenaturales, tales como la acción de los dioses o de semidioses. Los antiguos
griegos aun pensaban que el poder caprichoso de los volcanes solo podía ser explicado
como un acto de los dioses, mientras que el astrónomo del siglo XVI-XVII Johannes
Kepler creía que eran los conductos lagrimales de la tierra. Previamente, el jesuita
Atanasio Kircher, luego de haber sido testigo de erupciones del Etna y el Estrómboli y
haber visitado el cráter del monte Vesubio, publicó su propuesta de que el planeta tierra
tenía un fuego central conectado a numerosos otros causados por la combustión de
azufre, betún y carbón.
Varias explicaciones fueron propuestas para explicar el comportamiento de los
volcanes antes de que el entendimiento moderno de la estructura de la tierra se
desarrollara. La acción volcánica solía atribuirse a reacciones químicas y a la delgada
capa de piedra fundida cerca de la superficie.

Volcanes activos en América del Sur


Argentina
Artículo principal: Anexo:Volcanes de Argentina
Numerosos volcanes se distribuyen a lo largo del territorio de la República
Argentina. Algunos volcanes se encuentran definitivamente extintos y otros activos,
aunque la proporción va a depender de la definición de activo y extinguido; aquí se
consideran activos los que han tenido erupciones probables o verificadas en los últimos
10 000 años. Los volcanes de Argentina son variados tanto en forma como en
emplazamiento tectónico. La mayoría de los volcanes argentinos pertenecen al Cinturón
volcánico de los Andes, aunque hay grandes y voluminosos volcanes de retroarco. Dada
la naturaleza del vulcanismo, es imposible establecer un número exacto de volcanes.

Cabe destacar que Argentina junto con Chile acogen al volcán más alto del
mundo: Nevado Ojos del Salado.

Bolivia
Artículo principal: Anexo:Volcanes de Bolivia
Bolivia acoge numerosos volcanes activos y extinguidos a través de su territorio.
Los volcanes activos se encuentran en el oeste de Bolivia.

Nevado Sajama (en aimara: chak xaña, ‘oeste’)? es un estratovolcán en Bolivia,


ubicado en el Parque nacional Sajama al oeste del país en el departamento de Oruro.
No se sabe con certeza la fecha de su última erupción. Sin embargo, se le considera un
volcán extinto.

El Volcán Ollagüe es un volcán activo situado en la frontera de Bolivia y Chile,


en la región de Antofagasta en Chile y el Departamento de Potosí en Bolivia, en la
cordillera de los Andes, con una altura de 5870 metros.

Acotango es un estratovolcán ubicado en la frontera de Bolivia y Chile, entre el


departamento de Oruro y la región de Arica y Parinacota. Su zona de influencia directa
está protegida por el parque nacional Lauca, por el lado chileno, y el parque nacional
Sajama, por el lado boliviano.

Chile
El volcán Villarrica es el más activo de Sudamérica, ha presentado alta actividad
desde el siglo VII.
Artículo principal: Anexo:Volcanes de Chile
Los volcanes en Chile son supervisados por el Servicio Nacional de Geología y
Minería de Chile (SERNAGEOMIN).89 Entre las tareas de este organismo están, desde
1974, la publicación de la revista científica Andean Geology —que se llamaba Revista
Geológica de Chile hasta 2009—,10 y visualizar el Sistema de Información de Geología
de Exploración (SIGEX) —que reúne información sistematizada de los proyectos de
exploración en Chile y los antecedentes técnicos y administrativos, entre otros—. La
información fue obtenida de sitios web y otras fuentes públicas. De este modo,
SERNAGEOMIN contribuye a consolidar el conocimiento geológico-minero del país (Art.
21 del Código de Minería de 1988).

Colombia
Artículo principal: Anexo:Volcanes de Colombia
El Nevado del Ruiz: De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano este
volcán presenta actividad sísmica regular, así como emisiones de ceniza.

Su altura es de 5.364 metros y se encuentra en la zona cafetera del país. En


noviembre de 1985 tuvo una erupción donde fallecieron más de 25.000 habitantes de la
población de Armero.

El volcán Galeras: Se ubica en el departamento de Nariño y está considerado


como el volcán más activo de Colombia.

En 1993 unos turistas y un grupo de científicos que se encontraban dentro de su


cráter murieron, luego de una erupción.

Durante los últimos años ha mantenido una actividad constante, con explosiones
pequeñas y expulsión de ceniza y humo ocasional.

Ecuador
Artículo principal: Anexo:Volcanes de Ecuador
Los volcanes activos del Ecuador continental pertenecen a la Zona Volcánica
Norte (ZVN) de los Andes, la cual es parte del Cinturón Volcánico de los Andes.

La Escuela Politécnica Nacional, también conocida como EPN, es una


universidad pública, ubicada en Quito, Ecuador. El Instituto Geofísico dirige en los
países volcanes en las montañas de los Andes de Ecuador y en las Islas Galápagos. El
Instituto Geofísico EPN dirige desde 1999.111213 El Instituto Geofísico de la Escuela
Politécnica Nacional (IGEPN) reportó un rápido aumento en la actividad sísmica, el
número de explosiones y una nube de cenizas que alcanzó los 2 km (1,2 millas) de
altura, llegando la nube de ceniza a la ciudad de Guayaquil.

El 26 de abril de 2011 hubo otra erupción de proporciones considerables,


lanzando una columna de ceniza que ascendió hasta los 12 km de altura.14 15

El Instituto Geofísico E.P.N dispone de equipos internacionales de Sismología y


Vulcanología y dirige volcanes en las islas Galápagos. En agosto de 2015, el Volcán
Cotopaxi experimentó un incremento significativo de su actividad, motivando incluso la
declaración de un estado de excepción16 en el territorio nacional. Actualmente se
encuentra bajo vigilancia constante por parte del Instituto Geofísico de la EPN.171819
El 25 de mayo de 2015, Isla Wolf (Galápagos) tuvo una erupción volcánica y ahora está
siendo dirigida por el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional20212223 En
un informe que detalla la erupción, los investigadores del Instituto Geofísico de Ecuador
EPN declararon que la columna de humo alcanzó una altitud de 15 kilómetros
aproximadamente.

Perú
Artículo principal: Anexo:Volcanes del Perú

El volcán Ubinas, es el volcán más activo del Perú, ha registrado más de 25


erupciones en los últimos 500 años.
El Perú está situado en el cinturón de Fuego del Pacífico, región del planeta que
se caracteriza por su gran actividad sísmica y volcánica. Como resultado de ello, el sur
del Perú está atravesado por más de 400 volcanes que componen el llamado Arco
volcánico del Perú y que forman parte de la Zona Volcánica Central de los Andes
(ZVC).24

El Perú cuenta con dos centros de monitoreo volcánico ubicados en la ciudad de


Arequipa, los denominados Observatorio Vulcanológico del Sur del Instituto Geofísico
del Perú (OVS-IGP) y el Observatorio Vulcanológico del INGEMMET (OVI), que
mancomunadamente se han centrado en el objetivo de vigilar permanentemente los 16
volcanes activos y potencialmente activos (Sabancaya, Misti, Ubinas, Coropuna,
Tutupaca, Huaynaputina, Ticsani, Chachani, Yucamane, Sara Sara, Ampato, Casiri,
Purupuruni, Auquihuato y el Valle de los Volcanes en Andahua y Huambo),25 para ello
cuentan con redes de vigilancia multiparamétricas que proporcionan información valiosa
sobre el estado y niveles de actividad de los volcanes a su cargo.

El Ubinas es considerado como el volcán más activo del Perú por sus 25 eventos
de alta actividad fumarólica y actividad explosiva moderada registrada desde el año de
1550.25 Está situado en el distrito de Ubinas, departamento de Moquegua. Culmina a
5672 ms y cubre una superficie de 45 km². La más reciente erupción tuvo lugar entre
marzo de 2006 a junio de 2009, afectado fuertemente la actividad agrícola en el valle de
Ubinas. El inicio de esta crisis eruptiva se presentó dominado por una actividad freática
y luego, a partir del 19 de abril de 2006, la actividad deviene en magmática de tipo
vulcaniano con emisión de material andesítico básico. Posteriormente, y luego de 4 años
de inactividad, en septiembre de 2013 el volcán Ubinas entró en un nuevo proceso
eruptivo, el cual se fue acelerando en febrero de 2014 al tiempo que se registraba
Tremores sísmicos de gran energía, eventos de tipo Híbrido, así como emisiones
persistentes de gases y ceniza, etc. Finalmente, esta alta actividad sísmica y fumarólica
culminó con la ocurrencia de la primera explosión magmática el día 14 de febrero de
2014. A partir de entonces y hasta el presente, la actividad eruptiva del volcán Ubinas
ha continuado de manera intermitente.25

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