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famosas
1. Si no tuviera una esposa y una familia…
3. Si tuviera dinero…
7. Si dispusiera de tiempo…
49. Si no fuera cierto que ‘lo que tiene que ser, será…’
Las personas que no alcanzan el éxito tienen un rasgo característico común. CONOCEN
TODAS LAS RAZONES QUE EXPLICAN EL FRACASO, y disponen de lo que
consideran que son toda clase de justificaciones para explicar su propia falta de logros.
Algunas de esas justificaciones son inteligentes, y unas pocas de ellas se hallan incluso
confirmadas por los hechos. Pero no se pueden utilizar excusas para no tener dinero. El
mundo que nos rodea sólo quiere saber una cosa: ¿ha alcanzado usted el éxito?
Un analista del carácter compiló una lista de las excusas que suelen utilizarse con mayor
frecuencia. A medida que lea la lista, examínese a sí mismo con cuidado, y determine
cuántas de estas excusas ha hecho suyas, si es que hay alguna.
SI… y éste es el mayor de todos ellos, SI yo tuviera el valor de verme tal y como soy en
realidad, DESCUBRIRÍA QUÉ ES LO QUE PASA CONMIGO, Y LO CORREGIRÍA.
Entonces tendría la oportunidad de aprovechar mis propios errores y aprender algo de la
experiencia de los demás, pues sé que me ocurre algo que no está del todo bien porque
estaría donde debería estar si me hubiese pasado más tiempo analizando mis debilidades, y
menos buscando excusas que las justificaran.
Encontrar excusas con las que explicar el fracaso es un pasatiempo nacional. El hábito es
tan viejo como el ser humano, ¡Y FATAL PARA EL ÉXITO! ¿Por qué la gente se aferra a
sus mezquinas excusas? La respuesta es evidente. Defienden sus excusas porque ellos
mismos las crean. Toda excusa es hija de la propia imaginación. Y está en la naturaleza del
hombre defender lo que es producto del propio cerebro.
Encontrar excusas es un hábito profundamente arraigado. Los hábitos son difíciles de
romper, sobre todo cuando ofrecen una justificación para algo que hemos hecho.
Elbert Hubbard dijo: ‘Siempre ha sido un misterio para mí saber por qué la gente se
pasa tanto tiempo engañándose a sí misma, creando excusas para justificar sus
debilidades. Si ese tiempo se utilizara de un modo diferente, bastaría para curar la
debilidad, y entonces no necesitaríamos de ninguna excusa’.