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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”.

IE N° 6071

“REPÚBLICA FEDERAL ALEMANA”

Alumna:
Zamira Gómez Mina

Sección:
4° “E”

Profesora:
Esther Chirinos Zúñiga

LIMA – PERÚ
2019
ÍNDICE DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 3
EL ESTADO PERUANO EN EL SIGLO XIX...................................................... 4
1.1. Organización de los grupos políticos, gobernabilidad y política
liberal ....................................................................................................... 5
CONCLUSIÓN ................................................................................................... 7
GLOSARIO ........................................................................................................ 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................. 9
ANEXOS .......................................................................................................... 10
INTRODUCCIÓN
Después de la declaración de independencia en 1821, la élite política se abocó
a la construcción del Estado. El protector José de San Martín convocó a un
congreso constituyente que elaboró la constitución de 1823. Se diseñó un
modelo de Estado republicano basado en las ideas del liberalismo político.
Esta corriente de pensamiento planteaba los siguientes principios:
 La igualdad formal de todos los seres humanos que conforman una
sociedad.
 El derecho a la propiedad y al libre comercio de bienes.
 La soberanía popular, en el sentido de que el pueblo, al menos el
sector más ilustrado, debía designar a sus gobernantes.
 La democracia representativa y la separación de poderes. (poder
Legislativo, poder Ejecutivo, Poder Judicial)

Los ideólogos de la temprana república sostenían que la soberanía popular


exigía la participación política de un conjunto de ciudadanos autónomos y
racionales que contaban con iguales deberes y derechos. La constitución de
1823 señalaba los requisitos para ser considerado ciudadano.
1. Ser peruano.
2. Estar casado o ser mayor de 25 años.
3. Saber leer y escribir. La aplicación de este requisito se postergó; se
aplicó obligatoriamente recién en 1895.
4. Tener una propiedad, ejercer alguna profesión o arte u ocuparse en
alguna actividad productiva que no fuera la de sirviente o jornalero.

El derecho ciudadano por excelencia era el sufragio. Sin embargo en la práctica


no expresaba realmente la voluntad popular. El sistema electoral era indirecto,
pues los ciudadanos elegían a electores y estos, a su vez, a las autoridades
públicas. Así se aseguraba el ascenso al poder de los ciudadanos más ricos y
prominentes. Otro elemento que afectó el principio de igualdad ciudadana fue la
reintroducción del tributo indígena con el nombre de contribución indígena. Esto
obligaba al 60% de la población a pagar un impuesto sólo por pertenecer a un
grupo étnico que carecía de poder.

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EL ESTADO PERUANO EN EL SIGLO XIX

El Perú seguía siendo un país rural. La mayoría de sus pobladores eran indios
que formaban parte de las “comunidades campesinas” creadas desde los años
del virrey Toledo en el siglo XVI. Lima era, en 1836, la ciudad más grande con
poco más de 54 mil habitantes. Si comparamos esa cifra con la de 64 mil en 1820
cuando San Martín entró a la capital, constatamos un descenso global de casi
15%. Era una ciudad que, además de su retroceso demográfico, no era ni la
sombra de la antigua Capital de los Virreyes. Un capitán inglés, que había
visitado Lima en 1821 y luego regresó en 1841, comentó: Ahora todo da
impresión de pobreza y decaimiento; un cambio penoso de su anterior esplendor
y riqueza. Esta apariencia se podía observar no sólo en la ciudad, sino también
entre los habitantes. Familias enteras habían sido barridas y sus exservidores o
extranjeros, se habían convertido en poseedoras de sus casas y propiedades.
Esta decadencia urbana se observa también en las ciudades del interior como
Cusco y Huamanga. De otro lado, cerca de la mitad del país estaba compuesta
por un territorio prácticamente desconocido: la Amazonía. La demarcación
territorial, además, estuvo mal definida y desató conflictos con Bolivia (1828) y la
Gran Colombia (1829).

No hubo en estos años un centralismo sino más bien una desarticulación por
el poco efecto concentrador del Estado y los centros urbanos. La ausencia de un
poder centralizador permitió que las regiones ganaran autonomía o que creciera
su aislamiento. El comercio interno se redujo a su mínima expresión, los caudillos
se convirtieron en las auténticas fuentes de poder y el país devino en un territorio
con varias regiones inconexas donde el ritmo de una poco o nada influía en la
suerte de las demás. Los caudillos terminaron aprendiendo que una cosa era
gobernar Lima y otra muy distinta conseguir el apoyo de las regiones.

En este sentido, funcionaron hasta cuatro circuitos comerciales o elites


regionales casi autónomos: el agrario-comercial de Lima y la costa central y el
de la costa norte y Cajamarca, el minero-agrícola de la sierra central y el agrario
del sur andino, favorecido este último por el eje Arequipa-Cuzco-Puno. Las

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comunicaciones eran muy precarias puesto que a pesar de contar el Perú con
cinco puertos mayores (Paita, Huanchaco, Callao, Islay y Arica), las antiguas
rutas coloniales que habían comunicado a Lima con Arequipa, Cuzco o el Alto
Perú sufrían un penoso abandono. Todo esto, añadido a la difícil geografía y a
la peligrosa y creciente presencia de bandoleros y malhechores (un problema
endémico de la época), viajar se convirtió en una aventura muy arriesgada.
Naturalmente, la circulación monetaria disminuyó y en muchos lugares el
intercambio sólo pudo efectuarse mediante el ancestral trueque.

1.1. Organización de los grupos políticos, gobernabilidad y política liberal


Es una tarea complicada definir a los grupos políticos de estos años. El
desorden, la corrupción y el caudillismo hacían que la gente cambiara sus
“lealtades” constantemente, especialmente los grupos populares. Asimismo,
habría que considerar la desilusión de estos sectores que esperaban demasiado
de los nuevos gobiernos. En este sentido, el viajero suizo Jacobo von Tshudi,
testigo del ingreso de Santa Cruz a Lima, en 1838, nos presenta el ambiente que
se vivió por la llegada de los bolivianos: Abrazaron el caballo de Santa Cruz y lo
besaron desde los cascos hasta las orejas, levantaron a los generales de sus
sillas y casi los ahorcaron por tanta ternura. ¡Y era la misma gente que, hacía
pocas semanas, celebró con el mismo entusiasmo a Orbegoso, que se había
levantado contra Santa Cruz, así como construyeron arcos de triunfo cuando
Gamarra entró a Lima encabezando un ejército enemigo!

Los conservadores responsabilizaban a los liberales del caos y la anarquía,


así como del empobrecimiento y la decadencia de la joven república. Quizá
tenían razón. Los liberales defendían el derecho de movilizar a la plebe en su
lucha contra los conservadores. En realidad, incorporaban en sus movimientos
a montoneros, bandoleros y malhechores acentuando el caos y la violencia. Sus
contradicciones resultaban, a veces, sorprendentes. Una de las razones es que
siempre demostraron poca capacidad para interpretar y aceptar las diferencias
heredadas de la sociedad virreinal. El jurista y enigmático Manuel Lorenzo de
Vidaurre, reputado liberal, en 1827, al pedir sentencias para los acusados de
apoyar un levantamiento, escribía: Son indios, negros, personas estúpidas, que
oyen voz de naturaleza que impele la defensa de los derechos: no saben las

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reglas establecidas entre nosotros. Pocos son los discípulos de Locke. Como
vemos, al referirse a la plebe se les agotaba todo su liberalismo. Sin embargo,
en 1835, en su Proyecto de Código Civil Peruano, era un convencido de la
igualdad entre los hombres y la eliminación de las diferencias ante la ley: ¿Qué
distinción podré hacer entre siervos y libres? ¿Entre vasallos y soberanos?
¿Entre nobles y plebeyos? Mi pulso hubiera temblado, mi conciencia hubiera
reprendido, el siglo me hubiera acusado… Entre nosotros todos los hombres
nacen iguales, se desconocen las jerarquías, el
respeto debido a los magistrados es el respeto que el
ciudadano se debe a sí mismo: obedece la ley, no
obedece al hombre. Al menos Gamarra, un caudillo
autoritario era, según los parámetros de la época, más
“realista” y “consecuente” cuando se refería a la plebe,
en 1835, en los siguientes términos: De nada sirve
apoyarse en la opinión del pueblo: jamás se ha dado Figura 1. Agustín Gamarra
este nombre a una turba compuesta de mercenarios sin garantía, de
descamisados frenéticos, de hombres cubiertos de crímenes.

Para los liberales, el mantenimiento del tributo indígena era, teóricamente, un


contrasentido. Se trataba de un impuesto corporativo reñido con un orden
republicano basado en el principio de igualdad. Pero, como se sabe, la penuria
fiscal en estos primeros veinte años, hizo inviable su abolición. La joven república,
entonces, tuvo que vivir con esta suerte de “excepción” hasta que, en los tiempos
del guano, la contribución fue suspendida (1854) y su vacío fue cubierto con los
ingresos del abono. Sin embargo, en 1867, un grupo “liberal” encabezado por
José Casimiro Ulloa, pidió la restitución del tributo basándose en el principio de
la “igualdad de los ciudadanos”. Y, siguiendo con la relación entre los liberales y
los grupos populares, no podemos dejar de mencionar el caso de numerosos
empresarios y políticos, teóricamente hijos de la Libertad que, antes de 1854,
tenían esclavos o se beneficiaban del trabajo servil de los chinos en sus
propiedades rurales. El “liberal” Domingo Elías, por ejemplo, era propietario de
numerosos esclavos y, entre 1849 y 1853, tuvo el monopolio para traer peones
chinos al país. Él mismo los utilizaba en el “carguío del guano” en las islas de
Chincha y en sus fundos en Ica.

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CONCLUSIÓN

A modo de conclusión se puede decir que, desde Ayacucho (Independencia


del Perú), el país sufrió grandes sacudidas, sus tierras se vieron cruzadas por
guerras interiores y conflictos internacionales, lo que significó el debilitamiento
en la construcción del Estado nacional. El proceso de formación de éste, fue
prolongado y débil a causa de factores relacionados a: la herencia colonial (sobre
todo en lo institucional), las guerras de independencias, los conflictos internos
(guerras civiles), la influencia internacional (que determinó la economía
dependiente), la ausencia de una clases dirigente homogénea (con intereses
similares), la falta de conciencia nacional de la mayoría de los sectores que
componían la sociedad, pero sobre todo la influencia de las políticas económicas
exteriores que definieron el devenir del Estado peruano.

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GLOSARIO

Demarcación territorial: Es el proceso técnico-geográfico mediante el cual se


organiza el territorio a partir de la definición y delimitación de las
circunscripciones político-administrativas a nivel nacional. Es aprobada por el
Congreso a propuesta del Poder Ejecutivo.

Centralismo: Sistema político o administrativo que defiende la acumulación de


las funciones de gobierno o de administración en un solo poder central, sin dejar
ninguna competencia a poderes periféricos o locales.

Caudillo: es un término empleado para referirse a un cabecilla o líder, ya sea


político, militar o ideológico. Aunque en un sentido amplio este término se utiliza
para cualquier persona que haga de guía de otras en cualquier terreno, el uso le
ha dado a la palabra caudillo una cierta connotación política. Por lo general se
emplea como referencia a los líderes políticos de los siglos XIX y XX.

Vasallo: es quien, en la antigüedad, era obligado a pagar feudo. Se trataba del


súbdito de un soberano o de cualquier otro tipo de gobierno supremo, y el mismo
estaba unido a algún señor (noble) a través de un vínculo de vasallaje.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Sitios Web
Penagos, J. L. (08 de Agosto de 2008). La formación del estado-nación: el perfil
del Perú, 1825-1845. Obtenido de YO ESTOY EN DEFENSA DE LA
PUCP: http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2008/08/03/la-
formacion-del-estado-nacion-el-perfil-del-peru-1825-1845/
Penagos, J. L. (01 de Agosto de 2008). La formación del estado-nación: liberales
y conservadores, 1825-1845. Obtenido de YO ESTOY EN DEFENSA DE
LA PUCP: http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2008/08/01/la-
formacion-del-estado-nacion-liberales-y-conservadores-1825-1845/
Ruiz, W. P. (09 de Marzo de 2012). LA FORMACIÓN DEL ESTADO PERUANO.
Obtenido de SCRIBD: https://www.scribd.com/document/84621549/LA-
FORMACION-DEL-ESTADO-PERUANO

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ANEXOS

Figura 2. Conservadores y Liberales del Siglo XIX.

Figura 3. Domingo Elías, "liberal" del siglo XIX.

Figura 4. La esclavitud, problema principal y REPUDIABLE de aquel siglo.

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