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Los recursos naturales son elementos de la naturaleza que ayudan a los seres vivos en
diferentes cosas, por ejemplo, los árboles dan el oxígeno.1 Desde el punto de vista de
la economía, los recursos naturales son importantes para las sociedades humanas por
contribuir a su bienestar y a su desarrollo de manera directa.
Es todo aquel elemento, material o energético, que existe en estado natural y que sirve para
cubrir las necesidades biológicas (alimento, ropa, vivienda) para desarrollar una actividad
económica, o bien para satisfacer las demandas sociales (artículos de consumo).
La estructura interna de la Tierra está formada por tres capas concéntricas de diferente
composición y dinámica, la corteza, el manto y núcleo, que en conjunto forman la geósfera,
también conocida como tierra sólida.
En los textos modernos y en la ciencia del sistema Tierra, la geósfera se refiere a las partes
sólidas de la Tierra; se usa junto con la atmósfera, la hidrósfera y la biósfera para describir
los sistemas de la Tierra. En ese contexto, a veces se usa el término litosfera en lugar de
geósfera o tierra sólida. La litosfera, sin embargo, solo se refiere a las capas superiores de la
Tierra sólida (rocas de la corteza oceánica y continental y el manto superior).
Como la de otros planetas terrestres (planetas formados principalmente por material rocoso),
está dividida en capas de densidad creciente. La Tierra tiene una corteza externa rocosa
compuesta por silicatos, un manto viscoso, y un núcleosubdividido en dos capas, una externa
líquida, mucho más fluida que el manto y una interna sólida. Muchas de las rocas que hoy
forman parte de la corteza se formaron hace menos de 100 millones de años, durante el
periodo Cretácico. Sin embargo, las formaciones rocosas más antiguas conocidas tienen
4400 millones de años, lo que nos indica que el planeta ha tenido una corteza sólida desde
entonces.
Gran parte de nuestro conocimiento acerca del interior de la Tierra ha sido inferido de otras
observaciones. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad es una medida de la masa terrestre.
Después de conocer el volumen del planeta, se puede calcular su densidad. El cálculo de la
masa y volumen de las rocas de la superficie, y de las masas de agua, nos permiten estimar
la densidad de la capa externa. La masa que no está en la atmósfera o en la corteza debe
encontrarse en las capas internas de la tierra. La fuente más fiable de la estructura interna de
la Tierra la proporciona el estudio de las ondas sísmicas, cuya velocidad está en función de
los diferentes parámetros físicos y químicos de los materiales que atraviesan.