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Para tener seguridad, debe haber actitud positiva

Tener presente la seguridad en todo momento es la base de la prevención.


La idea no es imponer normas o encontrar errores sino usar la observación para identificar actuaciones buenas y
fortalecerlas.
Cuando hablamos de seguridad en el trabajo, necesariamente relacionamos el término con índices de
accidentalidad, ya que los resultados de estos últimos dependen ampliamente de las condiciones que se propicien
en el entorno laboral.
Al ocurrir un accidente, es común tratar de identificar qué fue lo que el trabajador hizo o dejó de hacer para
desencadenar el evento; posteriormente, se llega a las verdaderas causas e implementar el control sobre éstas
para evitar que una situación similar vuelva a presentarse. En este caso, un aspecto fundamental que debe evaluarse
es la actitud del trabajador, la cual puede definirse como una predisposición por parte de una persona a responder
en cierta forma a una situación específica.
Los seres humanos desarrollamos actitudes particulares sobre las cosas que nos rodean y ocurren, actitudes que
nacen de experiencias pasadas y vivencias que se han tenido a lo largo de la vida. Tan sólo con mencionar palabras
como fuego, prevención de accidentes, trabajo, administración o supervisión, vienen a nuestra mente reacciones
hacia dichas palabras; todos tenemos una imagen mental particular de estos términos sobre los que hemos
desarrollado diferentes percepciones.
Actitud positiva
Para lograr que la empresa sea un lugar de trabajo seguro, todo el personal debe tener una actitud positiva hacia
la prevención de accidentes, todos los trabajadores deben aceptar la idea de que la única forma de preservar su
salud e integridad es teniendo una buena actitud hacia la seguridad.
Para cumplir este objetivo, es necesario implementar por parte de la organización un adecuado programa de
seguridad basada en el comportamiento (SBC), cuyo propósito es la reducción de accidentes como resultado de la
trasformación de conductas riesgosas en hábitos seguros. La actitud positiva es un atributo que debe construirse
a través de un programa bien definido, consistente y dinámico que cuente con el apoyo y participación de la gerencia
y promueva el entusiasmo, comunicación y conocimiento entre los trabajadores.
Para que este tipo de iniciativas se conviertan en una influencia favorable que produzca cambios de
comportamiento y cuente con el apoyo del personal, es necesario tomar en cuenta varios aspectos. El más obvio es
que sea percibido por todos como ”nuestro”, pues un programa más, implementado desde la dirección, rara vez se
recibe con ánimos de cooperar, especialmente si requiere mayor esfuerzo de parte del trabajador. Es mucho más
fácil tener el apoyo de todos, si todos tienen voz desde el comienzo.
Si los empleados tienen participación en el diseño de la iniciativa, lo más probable es que la respalden, porque
aprecian que es necesaria, comprenden cómo se efectuará y saben que contribuyeron en algo a su desarrollo.
Además, es lógico incluir a los trabajadores, puesto que son ellos quienes laboran diariamente con las condiciones
y actitudes que se encuentran en el trabajo. Son los expertos prácticos en su área y su contribución puede ser
enorme.
En este caso, la idea no es imponer normas o encontrar errores, pues seguramente los hallazgos no serán recibidos
de la mejor forma. Lo mejor es usar la observación para identificar actuaciones buenas y fortalecerlas con
refuerzo positivo. Por eso, los comportamientos analizados deben ser específicos para identificar el acto seguro
y mejorar aquellos aspectos que lo requieran. El sólo hecho de observar y medir el comportamiento de la gente
modifica el modo de actuar de aquellos que son observados.
Resultados perdurables
La meta es evidenciar la importancia de la seguridad e involucrar a todos los empleados en un esfuerzo diario por
mejorar la situación en su empresa. Cuando esta iniciativa está bien implementada, produce bajas en la tasa de
accidentalidad con resultados perdurables, la mejora continúa por años y la meta de 0 accidentes se convierte en
una objetivo alcanzable.
¿Se puede realizar el trabajo en forma segura? ¿Tengo el conocimiento para ejecutar mi labor correctamente?
¿Poseo la disposición para seguir las normas de seguridad? Son algunos de los cuestionamientos que seguramente
se realizará un trabajador que tiene una actitud positiva hacia su cuidado y el de los demás.
Que a ningún empleado le pase lo del que no pensó, no miró, no preguntó y se accidentó

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