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Ángela Rita Martín Caballero

Evaluación y Entrenamiento
en Competencia Social con
personas drogodependientes
Año 2010
Edita:
Dirección General de Atención a las Drogodependencias
Consejería de Sanidad
Gobierno de Canarias

© Autora:
Ángela Rita Martín Caballero
Trabajo de investigación original dirigido
por los Profesores de la ULL:
Profesor Dr. Juan Manuel Bethencourt Pérez
Profesor Dr. Pablo García Medina
Profesor Dr. Arquímides Fernández Valdés

Diseño gráfico:
DOMIBARIEditores

Maqueta e imprime:
Linca, SL
Lepanto, 45
Telf.: 928 270714 – 928 269906
Fax: 928 225960
35010 Las Palmas de Gran Canaria
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Depósito Legal:
GC XX–2010
A IRENE Y ALEJANDRO,
Mis tesoros

A MIS PADRES
Una valiosa herramienta para el diálogo y la reflexión

El consumo de drogas constituye en la actualidad un serio problema de salud pública en la


mayoría de los países del mundo, y es responsabilidad de todas las instituciones implicadas en
la intervención en drogodependencias favorecer la labor investigadora y articular políticas y estra-
tegias que se hayan demostrado exitosas en el abordaje de un fenómeno social tan complejo.

Así lo entiende la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que a través de la Fun-
dación Canaria para la Prevención e Investigación de las Drogodependencias (FUNCAPID) viene
implementando desde hace años diferentes acciones, actividades y programas que tienen como
eje la propia persona, fomentando su participación activa, creando conciencia de corresponsa-
bilidad social, reforzando los elementos de protección frente al consumo y disminuyendo los fac-
tores de riesgo.

Existe, en este sentido, una creciente evidencia científica que demuestra la enorme influencia
de los factores sociales y psicológicos en el consumo de sustancias estupefacientes, y la conve-
niencia de actuar a través de programas de competencia social que involucren al propio paciente
en la búsqueda de soluciones. Y ese es, precisamente, el propósito de este arduo, riguroso y
magnífico trabajo de investigación en el ámbito clínico firmado por la doctora Rita Martín Caballero,
donde el propio drogodependiente se erige en protagonista de su proceso de cambio y crecimiento
personal.

Como afirma la propia autora en su introducción, esta Tesis Doctoral publicada por la FUN-
CAPID se presenta como una valiosa herramienta para el diálogo y la reflexión, pues su utilidad
y efectividad ha quedado demostrada con importantes logros durante su aplicación entre la pobla-
ción drogodependiente.

Y compartiendo sus palabras, “debemos buscar lo mejor de cada ser humano en sí mismo,
ayudarle a encontrar las soluciones que él mismo posee –aunque no las haya descubierto–, a
ver el mundo desde otra perspectiva, desde el lado opuesto, y que le indiquen que las cosas cam-
bian.., que está creciendo”. Ese es nuestro gran objetivo, y estoy convencida que esta tesis que
ahora ve la luz nos ayudará a conseguirlo.

No hay que olvidar, además, que la investigación es un requisito indispensable para la evo-
lución del sistema de atención a las drogodependencias, además de un medio de comunicación
riguroso que posee la comunidad científica y, por tanto, los profesionales que trabajan día a día
en el ámbito de las drogodependencias.
Por todo ello, desde la Consejería de Sanidad del Gobierno no hemos tenido dudas a la hora
de apoyar y alentar a la autora –con una larga experiencia en el ámbito de las drogodependencias–
en el proceso de elaboración de este trabajo, que, me consta, no ha estado exento de obstáculos
y frustraciones.

Quisiera, así pues, expresar mi reconocimiento y agradecimiento a la doctora Rita Martín


Caballero, así como a las instituciones y profesionales que han colaborado con ella, por su empeño
personal en sacar adelante este valioso trabajo de investigación, que nos permitirá contar con
una herramienta más para seguir mejorando la salud y calidad de vida de las personas drogo-
dependientes y de la sociedad canaria en su conjunto.

Mercedes Roldós Caballero


Consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias
Presidenta de la Fundación Canaria para la Prevención
e Investigación de las Drogodependencias
Desde el día que decidí hacer esta Tesis fui adquiriendo “deudas” importantes en el trayecto,
deudas sin las cuales esta Tesis no hubiese sido posible, me refiero a la ayuda y el apoyo de
muchas personas que han estado y han creído en mis posibilidades, y que por tanto para mí son
parte de este trabajo. Todos y cada uno por igual merecen mi gratitud más sincera, que quiero
manifestarles abiertamente, aunque mi primer pensamiento de AGRADECIMIENTO, es en especial
para MI FAMILIA.

A mis hijos, que con sus 12 y 8 años de entonces, tuvieron la capacidad de entender y
respetar, de transmitirme su amor incondicional, de “ponerse en mi lugar” y entender cuando
estaba cansada, de frenarme asertivamente cuando fue necesario, de darme muchos “besitos y
abrazos energéticos para que acabara cuanto antes”, y de asumir responsabilidades (quizás un
poco antes de lo previsto) y con los que sin duda tengo la gran “DEUDA” del tiempo no dedicado.

A mis padres José Martín y Susa Caballero, que supieron transmitirme el valor del esfuerzo,
la responsabilidad, la tolerancia, la capacidad de reflexionar y ponerme en el lugar del otro; ser
capaz de ver la vida desde diferentes perspectivas y de cargar mi mochila con valores y recursos,
que me han sido muy útiles a lo largo de la vida. Por su sacrificio durante muchos años, casi
toda su vida, para que tuviéramos “algo más”, que pudiera optar a las posibilidades que ellos
nunca tuvieron, ni las circunstancias les permitió. Por su apoyo y amor incondicional, porque
son de los que siempre están. A Sarito, mi tía, que sabía sacar lo mejor de mí y hacerme sentir
hábil y capaz, transmitiéndome siempre afecto, bondad, y, sobre todo de proporcionar aprecio y
respeto a los demás.

A Michel, mi marido, por su capacidad de tolerancia, su respeto hacia mis objetivos, mi


trabajo, sus ánimos y su plena confianza, su apoyo incondicional y por el sobre esfuerzo de tener
que encargarse de tareas (que dejaron de ser compartidas para ser “suyas”), sobre todo en los
últimos meses de este trabajo. Gracias por soportar con mucha templanza las tormentas y embates
del efecto “final de tesis”.

A mis hermanos (Susi, Loli, Francisco y Antonio), que han tenido que asumir responsabilida-
des y tareas que no les correspondían, por ayudarme y facilitarme las cosas. A Carmita y Mary,
que también estuvieron cuando las necesité.

Sin lugar a dudas, si a alguien tengo que agradecer, incluso mucho más que el que este
trabajo salga a la luz, es al Profesor Dr. Juan Manuel Bethencourt, mi Director, por su cercanía,
por sus brillantes consejos, por transmitirme su confianza, por su habilidad para ayudarme a
equilibrar mi vehemencia con la prudencia, por su humanidad, por su paciencia, por su
comprensión, por su tolerancia, pero sobre todo por sus valoraciones y por su consideración hacia
mi persona. Especialmente le agradezco su AMISTAD, que siempre ha sido un estímulo y un
honor. Por ser la persona, que a lo largo de todo este trayecto, me ha aportado y me ha transmitido
con mayor fuerza el sentido del “Tú puedes, Tú vales”!, avivando mis posibilidades, lo que me
ha permitido llegar hasta el final de un largo y arduo proceso.

También a mis Directores de Tesis los Profesores Dres. Pablo García y Arquímedes Fernández,
que han tenido que soportar mi forma de “hacer”, mi ímpetu, y mis apuros, pero que siempre
se mostraron abiertos, dispuestos, me dedicaron su tiempo y me proporcionaron sus apreciables
consejos.

Al Profesor Dr. Gustavo Ramírez, gran metodologo y AMIGO, por su apoyo, su disposición,
su tiempo y por implicarse. También por hacerme más entendible su magnífico trabajo de análisis
estadísticos.

A todas y cada una de las personas a las que un día me atravesé en su camino, muchos
cuando estaban en la prisión, y descubrí cuán terrible era tener un problema con las drogas. A
todos ellos que me permitieron aprender, que tuvieron la suficiente generosidad de abrirme las
puertas a sus complicadas historias vitales, y de las que pude extraer el verdadero sentido de la
vida, que me han ayudado a adquirir experiencia, y que me enseñaron el otro lado de la realidad
que a veces no vemos porque es demasiado dura para asimilarla.

A los que se esforzaron, pero no pudieron llegar, a los que triunfaron y la vida se la jugó
arrebatándoles cualquier posibilidad de disfrutar de sus éxitos (en especial a Francisco J. B., que
me enseñó que es posible superarse y además vale la pena!, a pesar de la propia vida) y a los
que siguen peleándose por tener su sitio en esta sociedad: A MIS PACIENTES Y A SUS FAMILIAS.

A todos aquellos que se prestaron a participar en esta investigación, pacientes, A.D., jóvenes
de las Tutorías, a los alumnos en Prácticas, que pasaron por el Centro de Día y que colaboraron
con entusiasmo en esta aventura, especialmente a Gabriel, que apareció en el momento justo
para dar con entusiasmo el penúltimo empujón a los datos.

Por supuesto, y sin lugar a dudas a la ACJ SAN MIGUEL, a sus Juntas Directivas y sus
respectivos presidentes, a los Directores Técnicos de la ACJ: Teresa de La Rosa, Lola Suárez y
Alfredo Bartolomé, quienes apoyaron mi iniciativa de realizar esta investigación. De forma muy
especial a Lola y a Alfredo, quienes, además de como directores como amigos, siempre se
interesaron, me apoyaron, me valoraron, me alentaron, y me ofrecieron su colaboración en todo
lo necesario para facilitarme que este trabajo viese la “luz”. Por sus valiosísimos ánimos que
fueron auténticas inyecciones de autoestima en los momentos duros.

A mis compañeros y compañeras del Centro de Día, especialmente a Sandra Negrín por su
colaboración con la recopilación de datos, y sobre todo por su voluntad, su energía y su sincero
interés. A Sonia Alameda por su apoyo y colaboración; a Juana Teresa Betancort, pedagoga del
Equipo de Prevención de la ACJ SAN MIGUEL, por su colaboración en la búsqueda de muestra,
logrando la colaboración de los jóvenes de las Tutorías.

A la Dra. Ana Mª Martín, a José Luis Arregui, al profesor Manuel Segura, y al Profesor Robert
Ross, quienes me abrieron puertas inimaginables de enriquecimiento personal y profesional y a
quienes les debo mucho de lo que hoy soy como profesional. Especialmente a Ana por su seriedad,
responsabilidad, sus conocimientos y su base científica sólida y metódica. A José Luis, por su
capacidad de idear, de buscar recursos, de pelearse por lo que creía, por su confianza, por sus
consejos, por su apoyo en los inicios, por su espíritu “sindicalista” en defensa de los derechos de
los más indefensos, y sobre todo por transmitirme su convicción en que la reinserción social es
posible. Al profesor Manuel Segura, por sus conocimientos y las experiencias que quiso compartir
conmigo con su gran bondad, por sus consejos, por su serenidad, por su generosidad, por su
sabiduría, por su cercanía.
Al Profesor Robert Ross, por su maravilloso programa R&R, y por su aliento, confianza y sus
valoraciones sobre mi trabajo, que me llenan de gran satisfacción y, sobre todo, por querer contar
conmigo para proyectos nuevos e ilusionantes.

A los Dres. Ángela Torbay y Francisco Díaz, por su cercanía, su apoyo, sus ánimos, sus
consejos, y sobre todo porque siempre me mostraron estar dispuestos a tenderme una mano,
desde ayudarme a buscar bibliografía, artículos y libros que me fueran útiles, hasta sus esfuerzos
por alentarme a que continuara hasta el final y “la” terminara.

A los amigos y profesores de la Universidad, que se interesaban por el “estado de la Tesis”,


que con su interés me demostraban su calidad humana y su cariño, y que con sus ánimos me
aportaban algunas razones más para seguir adelante a: Mónica y Saro, Wendy, Livia, Maricela,
Pedro, Adelia, Pedro González, Juan Capafons, Doly García, y a todos los que no he nombrado
pero que siempre me mostraron su interés, o me ofrecieron en algún momento de este largo
proceso su ayuda y colaboración.

A todos, mi infinito AGRADECIMIENTO, porque sin ustedes no hubiese sido posible.

Al Iltre Sr. D. Fernando Gómez Pamo, Director General de Atención a las Drogodependencias
del Gobiernos de Canarias, mi agradecimiento y respeto, por su reconocimiento a mi trabajo, por
su interés y ofrecimiento sincero de dar a conocer este trabajo, por saber apreciar y resaltar la
buena labor de muchos profesionales que trabajamos en drogodependencias en Canarias.

Ángela Rita Martín Caballero


Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Índice

Introducción ................................................................................................................................................................................................ 13

1. Justificación ....................................................................................................................................................................................... 19

2. Habilidades Sociales y Competencia Social: Evaluación y Entrenamiento ........................... 35

2.1. Habilidades Sociales y Competencia Social: Conceptos ............................................................. 37


2.2. Habilidades Sociales y Competencia Social: La Evaluación .................................................... 46
2.3. Habilidades Sociales y Competencia Social: Programas
y elementos del Entrenamiento .......................................................................................................................... 49
2.4. Habilidades Sociales y Competencia Social en drogodependencias ................................ 54

3. Drogodependencias .................................................................................................................................................................... 59

3.1. Conceptos y contextualización .............................................................................................................................. 61


3.2. Evaluación de las drogodependencias ......................................................................................................... 69
3.3. Tratamiento de las drogodependencias ....................................................................................................... 72
3.3.1. Atención a las drogodependencias ............................................................................................... 76
3.3.2. Recursos de Atención a las drogodependencias .............................................................. 76
3.3.2.1. Centros de Día ........................................................................................................................ 78
3.3.2.1.1. Centro de Día “Cercado del Marqués” ................................ 78
3.3.2.1.1.1. Programas de Actividades ............................ 79

3.4. Resumen ................................................................................................................................................................................. 82

4. Hipótesis ............................................................................................................................................................................................... 87

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Ángela Rita Martín Caballero

5. Método .................................................................................................................................................................................................... 93

5.1. Muestra, Procedimiento de acceso y descripción .............................................................................. 95


5.2. Instrumentos ........................................................................................................................................................................ 105
5.3. Programa de entrenamiento .................................................................................................................................. 107
5.3.1. Diseño ..................................................................................................................................................................... 107
5.3.2. Contenidos .......................................................................................................................................................... 108
5.3.3. Procedimiento .................................................................................................................................................. 109

6. Resultados ........................................................................................................................................................................................... 111

7. Discusión .............................................................................................................................................................................................. 139

8. Conclusiones ....................................................................................................................................................................................... 147

9. Bibliografía ............................................................................................................................................................................................ 153

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Introducción

Antes de iniciar el marco teórico y los principales animaba a no declinar en mi intento, que encendían
datos de este trabajo de investigación, decir que la llama de la esperanza de: todo es posible.
para esta doctoranda ha sido un trayecto largo en
Quizás me fue muy útil la propia filosofía básica
una tarea nueva y complicada, e incluso debo aña-
de “nuestro” programa de entrenamiento en com-
dir que impregnado de miedos, donde muchas
petencia social, que persigue el saber, el querer y
veces perdí la esperanza de ser capaz de llegar a
el hacer. Perseguí lo que un día resumió en una
destino. Aunque sin duda ha sido un proceso car-
célebre frase Johann Wolfgang Goethe, (poeta del
gado de mucha ilusión, también lo ha sido de
siglo XVIII): “No basta saber, se debe también apli-
mucho desánimo en otras, de dificultades propias
car. No es suficiente querer, se debe también
y obstáculos ajenos, de carencias, de frustraciones
hacer”. En el sentido de que esta doctoranda sabe
y en ocasiones de deseos de abandonar el trayecto.
que este es un programa valiosísimo, y, prueba de
La travesía no ha sido nada fácil, desde el ello es que lo llevo aplicando con la población con
momento que con ilusión de “intrépida novata” le la que trabajo desde 1989, y quería demostrar su
planteé a mis Directores mi idea de investigar en el bondad con una población clínica, complicada,
ámbito clínico hasta llegar a este momento, en el pero con la que se consiguen logros positivos y por
que finalmente deposité este trabajo como Tesis tanto era un deber Hacer, hacer este humilde estu-
Doctoral, fruto del trabajo y del esfuerzo de muchos dio de investigación que pretende aportar un granito
(Directores, amigos, compañeros, usuarios,…), y de arena a una montaña de buenas opciones.
también del detrimento del tiempo dedicado a “los
Lo de “nuestro” porque lleva una vida, mi “vida
míos”, que siempre hicieron el esfuerzo por enten-
profesional”, acompañándome en el proceso de re-
der aunque anhelaban con absoluta impaciencia
educar y rehabilitar, quizá por eso, me llenó de ale-
infantil que lo concluyera.
gría cuando el “padre” del Programa, el Profesor
Si alguna razón me movió más que el miedo, la Robert Ross, al comunicarle que estábamos hacien-
desgana y las dificultades, ha sido el creer que es do esta investigación con la aplicación del Programa
necesario transmitir y compartir aquello en lo que de Competencia Social con población drogodepen-
uno cree y aquello que hace, y este trabajo de inves- diente, me comunicó su entusiasmo y lo mucho
tigación es sencillamente una herramienta para el que le alegraba saber, no solo que después de 20
dialogo y la reflexión, insuflado por los ánimos de años se sigue aplicando, sino que lo hacía con una
muchos amigos, colegas y mis pacientes, que me población de drogodependientes, pues a pesar de

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Ángela Rita Martín Caballero

que fue ideado para este tipo de población, él no aprendizaje, por compartir, por los momentos de
tenía conocimiento de investigaciones ni resultados disfrute, por los resultados, (que en línea o no con
en la aplicación con población clínica de drogode- la confirmación de las Hipótesis de trabajo), que
pendientes. los tiene, porque las personas no somos cien por
cien objetivables ni reducibles a datos, pero si valo-
Me animaba seguir adelante la propia aplicación
rables en su máxima dimensión como ser humano
del programa y ver los cambios de los que partici-
pan en él, me movieron muchas razones, pero capaz de cambiar y reorganizar su vida
sobre todo me ha movido la creencia de que pode- Para ello, es necesario creer en que es posible
mos mejorar como personas en una sociedad y que los demás pueden, no sin razón decía Mar-
donde parece que los valores se han degradado. guerite Yourcenar, que “el gran error que comete-
Decía Demócrito de Abdera (filósofo griego 460 a.c-
mos es intentar obtener de cada uno las virtudes
360 a.c.) algo así como que “Todo está perdido
que no tiene, desdeñando el cultivo de las que
cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos
tiene”. Por tanto debemos aplicarnos en buscar lo
de mofa”. Y esta es una realidad que no se nos
mejor de cada ser humano en sí mismo, ayudarle
escapa, donde el consumo de drogas y la violencia
a encontrar las soluciones que él mismo posee,
es la “moda” y agredir y degradar a otros seres
humanos parece un “valor” en alza y a imitar con- aunque aún no las haya descubierto, a ver el
tinuamente, quizás porque no nos estamos moles- mundo desde otra perspectiva, desde el lado opues-
tando en enseñar otros valores diferentes, quizás to, y que le indique que las cosas cambian… que
porque muchos no hemos aprendido a hacer las está creciendo… Apoyarles y ser creativos, alentar-
cosas de otra manera, que contemple el respeto al les y sobre todo INVOLUCRARLES en su proceso
ser humano, del valor a la vida, de tolerancia a las de cambio y crecimiento personal.
diferencias y de capacidad para disfrutar y ser feliz
Para el desarrollo de este programa hemos uti-
con nuestras virtudes y defectos, pero conviviendo
lizado una máxima: la mejor solución está en uno
en armonía.
mismo, y para descubrirla aplicamos aquel principio
Desgraciadamente muchos de estos valores, se de: Dime y lo Olvido, Enséñame y lo Recuerdo,
han arraigado en conductas y hábitos difíciles de IMPLÍCAME y lo APRENDO (Benjamín Franklin,
desmantelar, pero no imposible, eso sí, como decía científico).
Mark Twain “Nadie se desembaraza de un hábito
o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana, Por tanto, y antes de justificar desde un marco
hay que sacarlo por la escalera y peldaño a pelda- más teórico y científico este trabajo de investigación,
ño”, y en este sentido creemos que nuestro progra- si se me consiente la osadía, me atrevo a animar a
ma de entrenamiento responde, rompiendo moldes, otros a continuar este camino, que aunque al prin-
uno a uno, despacio, pasito a pasito, reconociendo cipio se nos presenta como un gran desierto que
cada paso que se da y desde luego apreciando el nos pierde y nos angustia, recordemos que lo mejor
cambio. En definitiva, es como este trabajo arduo y “lo que embellece a cualquier desierto es que en
y largo, pero creo que muy fructuoso, por la expe- alguna parte se esconde un pozo de agua” (Antoi-
riencia, por el proceso, por las vivencias, por el ne de Saint-Exupery).

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Si tratas a una persona como es, permanecerá
como es, pero si la tratas como lo que debe y puede
ser, se convertirá en lo que debe y puede ser.

JOHANN WOLFGANG VON GOETHE


Marco Teórico
1 Justificación
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Uno de los principales problemas sociales que situaciones de extrema violencia, sobre todo en el
más nos preocupa actualmente, por su incidencia, marco de las relaciones interpersonales, en las
por su prevalencia y porque se ha convertido en un denominadas relaciones “cara a cara” con otros,
auténtico caballo de batalla, (tanto social como que parecen estar determinando nuevos estilos de
sanitario), constituyendo un serio problema de salud interacción con los demás. Si a las dificultades en
pública, es el fenómeno de las drogodependencias. manifestar un comportamiento habilidoso y com-
Problema que cada vez afecta de forma más igual petente, personal y socialmente, le añadimos un
a todas las capas sociales y continúa atrapando a ingrediente desinhibidor de la conducta, como es
miles de jóvenes en un estilo de vida peculiarmente el consumo y abuso de algunas sustancias, no nos
insalubre y violento, para sí mismos y para los que
ha de extrañar que cada vez con mayor asiduidad,
les rodean.
seamos testigos y estemos expuestos a situaciones
Aunque las drogas siempre han existido en la en las que se manifiestan comportamientos más
historia del hombre, el fenómeno de la drogodepen- agresivos como forma de resolución de los conflictos
dencia se ha ido instaurando paulatinamente en intra e interpersonales.
nuestros estilos de vida, en ocasiones con el con-
sumo abusivo de sustancias legales como el alco- Si, además, pensamos en aquellos casos en los
hol, tabaco y fármacos y en otros con sustancias que la persona ha experimentado reiteradamente
ilegales, pero tanto unas como otras, van marcando fracasos en sus relaciones interpersonales a pesar
a las personas llevándolas a un paulatino deterioro de haber intentado mejorarlos sin éxito alguno,
físico, psíquico y social. Las drogodependencias, puede comenzar a sentir lo que Seligman denominó
además, modifican y perfilan un mundo relacional como “indefensión aprendida” (Seligman, 1992).
diferente, donde se establecen pautas de interacción Este sentimiento se caracteriza por la idea de que,
social discrepantes con las que conocemos como se haga lo que se haga, todo seguirá igual, no hay
“normalizadas” y aceptadas socialmente como ade- nada que pueda hacer o no merece la pena hacer
cuadas. Muchas de estas conductas se caracterizan algo diferente; evidentemente las elecciones entre
por ser fruto de una percepción distorsionada de la una conducta adecuada socialmente y otra menos
realidad que se manifiestan en respuestas agresi- valorada pero más efectiva en el momento, aumen-
vas, tanto en el lenguaje verbal y no verbal, como ta la probabilidad de un comportamiento poco com-
forma de establecer y marcar los territorios perso- petente socialmente. En este mismo sentido, las
nales, de entender la realidad personal y social, la personas tienen la capacidad de prever resultados
solución de problemas y, sobre todo, la forma de y no sólo de recordarlos; si un individuo no espera
afrontar los problemas tanto en lo personal como
resultados positivos de su acción, no actúa, aunque
en los interpersonales y como se encaran las inter-
su conducta haya sido premiada cientos de veces
acciones sociales.
en el pasado y eso independientemente de que sus
Un hecho bastante habitual, presente en todos expectativas sean acertadas o no (Rotter, 1966).
los medios de comunicación, (y no exclusivo de las Por ello es necesario cambiar su modo de verse a
drogodependencias), es encontrarnos a diario con sí mismo y desarrollar en la persona el sentido de

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Ángela Rita Martín Caballero

autoeficacia, corrigiendo las ideas erróneas sobre namiento en habilidades sociales, competencia
sí misma y sus posibilidades. social, inteligencia social, inteligencia emocional...,
no significa que seamos innovadores, más al con-
Concretamente, parece existir un papel relevante trario, los orígenes del planteamiento de la inteligen-
de la indefensión aprendida como variable predic-
cia social en la que se debe calibrar las competen-
tora de consumo y como variable relacionada con
cias personales para afrontar los conflictos
la evolución de dicho consumo, asociándose a esta-
interpersonales, debemos situarlos en Aristóteles,
do psicopatológico, (López-Torrecillas, Martín, Torres
quién en una lección ética a su hijo Nicómaco, le
Jiménez et al.,2006).
dice: “…La mansedumbre es un término medio
Por otro lado, si atendemos a la aportación de respecto de la ira... El exceso podría llamarse iras-
Pelechano (1996), de lo que define como el éxito cibilidad, la pasión es, en efecto, la ira, pero sus
social y el éxito interpersonal, debemos considerar causas son muchas y diversas. El que se encoleriza
que estos son aspectos cada vez más necesarios y por las cosas debidas y con quien es debido y ade-
complementarios y, para lograr personas con un más como, cuando y por el tiempo debido, es ala-
mayor “éxito” en las relaciones interpersonales, es bado (…). Así los irascibles se encolerizan pronto,
ineludible paliar los déficits y activar las habilidades con quienes no deben, por motivos que no deben
inhibidas, como medida indispensable para fomen- y más de lo que deben, pero su ira termina pronto:
tar y potenciar la salud psicológica y social del ser es lo mejor que tienen. Esto les ocurre porque no
humano, que no cabe duda están un poco más contienen su ira, sino que responden manifestán-
afectadas en el caso de las personas con problemas dola por su impulsividad y luego se aplacan. Los
de drogodependencias. coléricos son en exceso precipitados y se irritan con-
tra todo y por cualquier motivo, de ahí su nombre.
Aunque y en este sentido, podríamos empezar Los amargados, son difíciles de calmar y se irritan
a reorientarnos desde la emergente psicología posi- por mucho tiempo, porque contienen su coraje. Los
tiva de la que es proponente Seligman (Seligman, de esta índole son las personas más molestas para
1991; Vázquez, 1999, 2006), para entender la sí mismos y para los que más las quieren ...” (Aris-
necesidad de entrenar o desarrollar las competen- tóteles. Ética a Nicómaco. Libro IV. 5).
cias sociales como fortalezas del individuo.
La Ética a Nicómaco es un análisis de la rela-
Para el estudio que nos ocupa, es necesario ción del carácter y la inteligencia, con la “felicidad”.
centrarnos en las investigaciones documentadas, Aristóteles distinguía dos tipos de “virtud” o exce-
entre ellas destacar las de autores como Bethen- lencia humana: la moral y la intelectual.
court (1989), Kazdin y Buela-Casal (1994), Garri-
do (1987, 1992, 2001), Pelechano (1996), Ross La virtud moral es una expresión del carácter,
y Fabiano (1985), en las que se pone de manifiesto producto de los hábitos, que reflejan opciones repe-
que las carencias en las cinco dimensiones del pen- tidas. Una virtud moral siempre es el punto medio
samiento descritos por el grupo de Spivack y Shure entre dos extremos menos deseables, lo que nos
(1976), emergen como factores que inciden en ayudaría a actuar del modo más justo y satisfacto-
adolescentes y jóvenes con riesgo de convertirse en riamente y es lo que pretende el Modelo de creci-
delincuentes y en adictos, puesto que son factores miento en valores de Kohlberg, según Segura
que van en relación con un inadecuado desarrollo (Segura, 2002).
del proceso madurativo socio-emocional.
Aristóteles, creía que la libertad de elección del
Está justificado en la actualidad y desde hace ya individuo implicaba la capacidad para formar hábi-
algunas décadas, el por qué continúa en alza todo tos, pero los hábitos formados por un individuo en
lo relacionado con la investigación, entrenamiento, concreto dependen de la cultura y de las opciones
evaluación y potenciación de programas que con- personales repetidas de ese individuo. Todos los
lleven como elemento terapéutico y/o educacional seres humanos anhelan la “felicidad”, es decir, una
las habilidades sociales, dadas las cuotas de éxito realización activa y comprometida de sus capaci-
que a estos programas se les atribuye y, que en dades innatas, aunque este objetivo puede ser
algunas investigaciones se confirman, que obtienen. alcanzado por muchos caminos (entendido en el
Sin embargo, el que en la intervención clínica haya concepto de autorrealización). De hecho las com-
un gran apogeo de todo lo relacionado con el entre- petencias sociales se barajan como predictores del

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

bienestar (Campbell, Converse y Rodgers, 1976). la Intrapersonal Intelligence dice que exige la capa-
En algunos cursos de entrenamiento de la felicidad cidad de entenderse, de apreciar las propias sensa-
se incluye, normalmente, el entrenamiento en habi- ciones, miedos y motivaciones. En la opinión de
lidades sociales y hay evidencias de su éxito (Bla- Howard Gardner implica el tener un modelo de tra-
ney, 1981). En un estudio de Argyle y Lu (1990), bajo eficaz de nosotros mismos y poder utilizar tal
estudiaron la relación entre la competencia social información para regular nuestras vidas.
y la felicidad y confirmaron su hipótesis de que la
competencia social explicaba como recurso perso- Otro estudio de interés, es el de Maslow (Mas-
nal gran parte del efecto de la extroversión, la aser- low,1954), que ya por los años 50, en un análisis
tividad y la cooperatividad sobre la felicidad. sobre sus contemporáneos sobresalientes y perso-
najes históricos, (entre otros Lincoln, Einstein,
Por tanto, las reflexiones de Aristóteles se con- Adams, Roosvelt,...), los describía atendiendo a sus
vierten en un claro antecedente de los programas modos de vida, caracterizados por particularidades
destinados a fomentar la competencia social, pero como la espontaneidad, intereses sociales y altruis-
es además el primer indicador de que es posible el mo, (conductas poco fomentadas en nuestra cultura,
ajuste psico-social frente a las interacciones sociales coincidiendo con Pelechano, 1996), habilidades
y acerca más la necesidad y la posibilidad de apren- para resolver problemas y una amplia perspectiva a
der y potenciar la competencia social y con ella la hora de ver la vida, entre otras capacidades. A la
determinadas habilidades sociales, puesto que son vista de la descripción que nos proporciona Maslow,
hábitos susceptibles de ser entrenados. parecen personas con marcados valores pro sociales
y habilidades para la interacción con los otros, con
Curiosamente, desde hace unos años en la cul- una desarrollada “Inteligencia Intrapersonal”.
tura popular se han ido introduciendo términos
como el de “inteligencia emocional”, “educación La reflexión, que me parece oportuna es sobre
emocional”, “inteligencia social” abriendo nuevos la necesidad muchas veces detectada y ampliamen-
campos de estudio e investigación, alcanzando un te defendida por multitud de investigaciones en el
gran apogeo los programas de entrenamiento en ámbito de las habilidades sociales en diferentes
esta línea y que popularizó, esencialmente, el best ámbitos y problemáticas, sobre ¿ por qué no facilitar
seller de Daniel Goleman (Goleman,1996) y que desde edades muy tempranas el acercamiento y el
estaba basado en el trabajo de Salovey y Mayer aprendizaje de las habilidades más básicas?, de
(1990), abriendo una nueva vía de interés a la pro- forma que potencien nuestras capacidades, que nos
fundización de las emociones, con una concepción engrandezcan con valores prosociales y, sobre todo,
desde un punto de vista filosófico y donde hace una animados a pensar en que es posible y plausible
exposición de resultados obtenidos al aplicar diver- aprender y fomentar los cinco pensamientos ya des-
sos procedimientos en el ámbito escolar y con el critos por Spivack y Shure, (1976), para la mejor
que se enfatiza un marcado carácter preventivo. solución de los problemas cotidianos y los derivados
Aunque, si nos remontáramos a investigaciones y de la interacción social. Es más, ¿por qué no se
citas anteriores en el tiempo, también es posible fomenta que seamos más competentes socialmente,
encontrar una interesante propuesta de otras inteli- o mejores personas?, en los términos que hablan
gencias en Gardner, (1993, 1995), quién describe autores como Segura (2002). Aún más, cuando ya
inicialmente siete tipos de inteligencia, dos de las existen programas específicos bien contrastados y
cuales hacen referencia a: The Interpersonal Inte- diseñados para las primeras etapas de la vida como
lligence y the Intrapersonal Intelligence y que con- los de Segura et al. (1992, 2003, 2004, 2005);
sidero más afín al concepto de COMPETENCIA De Bono (1991, 1992, 1994, 1998); Trianes
SOCIAL, de este estudio. (1999, 2000); Bisquerra (2003).

La Interpersonal Intelligence se refiere a la capa- Por tanto, se pueden diseñar actuaciones como
cidad de comprender las intenciones, las motivacio- medidas preventivas y fomentarlas en la población
nes y los deseos de los demás. Permite que la gente en general y, sobre todo de cara a minimizar los
trabaje y se relacione con eficacia con otras perso- riesgos en aquellos colectivos de personas que tie-
nas. De hecho, los educadores, los vendedores, los nen problemas sociales específicos (como el caso
líderes religiosos y políticos y los consejeros necesitan de las drogodependencias, delincuencia) o, en
una inteligencia interpersonal bien desarrollada. De aquellas otras caracterizadas por estilos de vida

23
Ángela Rita Martín Caballero

insalubres o deteriorado. Entendiendo que estas haber adquirido en su proceso de socialización en


actuaciones además de abordar los déficits, deben la infancia, por el desuso.
planificarse y diseñarse programas que trabajen,
principalmente, las potencialidades del ser humano. Cuando hablamos de drogodependencias tene-
mos que tener presente que se trata de un fenóme-
Para ello es importante, también, determinar y no multifactorial en cuanto a las causas que la
desarrollar aquellas habilidades que nos permitan generan, las razones que la mantienen y, sobre
triunfar, no sólo en las relaciones interpersonales todo, las consecuencias que provoca. Algunos de
más cercanas, sino en cualquier campo de nuestras estos factores hablan de carencias, de modelos a
vidas, que por ende están llenos de interacciones imitar inadecuados, escasas habilidades para la
interpersonales. solución de problemas, pautas educativas inade-
cuadas, falta de objetivos, baja autoestima, modelos
Si es posible diseñar programas para potenciar
de comunicación deficitarios, grupo de iguales con-
capacidades en personas “normalizadas” y sin pro-
sumidores, escasa tolerancia a la frustración, caren-
blemática específica, incluso en altos ejecutivos para
cias motivacionales y otros factores denominados
potenciar un mayor éxito personal y ejemplos de ello
de riesgo (Costa, Jessor y Turbin, 1999; Jessor et
son los trabajos de De Bono (1994) ¿No está sufi-
cientemente justificado que nos centremos en una al, 1995; Félix-Ortiz y Newcomb, 1999; Muñoz-
población, deficitaria en la manifestación de com- Rivas, Graña y Cruzado., 2000), alguno de los cua-
portamientos competentes socialmente? Si además les se aborda a lo largo de este trabajo y que con-
son carentes en modelos adecuados para desarrollar fluyen en una mutua interdependencia para
comportamientos exitosos en la interacción con otros mantener las dificultades en la perspectiva de los
y en el afrontamiento de sus propios problemas coti- problemas, como en la búsqueda de soluciones
dianos, ¿por qué no desarrollar programas encami- para los mismos.
nados a potenciar los recursos y competencias que
Algunos estudios recientes apuntan a que las
les permitan experimentar el éxito?. Máxime, si tene-
carencias en habilidades sociales, es un claro factor
mos en cuenta que hablamos de personas que fre-
cuentemente se inician a una edad muy temprana de riesgo en la adquisición y mantenimiento de las
en el consumo, en los que los modelos sociales a drogodependencias (Lorenzo et al., 2003; Becoña,
imitar suelen ser de rebeldía y marginación, rebe- 2007; Santo-Domingo y Jiménez-Arriero, coord.,
lándose contra las normas familiares y sociales esta- 2003) y un elemento fundamental en los progra-
blecidas, con abandono temprano de la escuela, e mas eficaces en prevención, (Becoña, 2006,
iniciando sus relaciones con otros chicos y chicas 2007; Ross y Hilborn, 2003) y necesario en la
que ya están en el estilo de vida de la drogodepen- intervención (Echeburúa , 1994; Graña, 1994;
dencia. O que bien pertenecen al grupo de niños y Secades -Villa y Fernández-Hermida, 2003, 2006;
niñas que no han recibido, por parte de su entorno Secades-Villa, García-Rodríguez, Fernández- Her-
y las personas de su grupo social primario de refe- mida y Carballo, 2007; Redondo y Pueyo, 2007).
rencia en la socialización, modelos eficientes de una
conducta habilidosa o la promoción de las compe- Ante esto y acorde al planteamiento de algunos
tencias sociales necesarias y que, en consecuencia, autores como; Becoña (2003); Echeburúa (1994);
desarrollan un estilo de vida desarraigado dentro de Graña (1994); López, Garrido y Ross (2001); Mar-
sus propias familias y del entorno social, integrán- latt y Gordon (1985), Miller et al (1995); Redondo
dose en grupos sociales muy reducidos pero con (2007) creemos que existe una cuestión inapelable:
unas características de funcionamiento muy parti- la necesidad de promover la competencia social.
culares y con sus propias y peculiares normas, valo-
Para ello es necesario el entrenamiento de habi-
res y formas de relacionarse, que son rechazadas
lidades sociales en todas las áreas de la vida y,
habitualmente por el resto del entorno social más
sobre todo, como mecanismo integrador para aque-
“normalizado” y que finalmente se convierte en un
llas personas que por su estilo de vida están lejos
factor más de la propia exclusión social.
de lograr éxitos en una sociedad más normalizada
Al mismo tiempo, una característica del estilo y normativa, aún más cuando parece que nuestra
de vida del drogodependiente es el paulatino dete- sociedad actual está inmersa en una “crisis” impor-
rioro en hábitos de vida, que conlleva, además, la tante en lo que a valores se refiere. Aspecto éste
inhibición de aquellas habilidades que pudieran que se manifiesta en la investigación en drogode-

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

pendencias como un factor de riesgo concreto: peñamos en la vida (Moreno, 1969): padres, tra-
ausencia de valores pro sociales (Bachman et al., bajadores, es decir, ser competente socialmente
2002; Catalano y Hawkins, 1996; Jessor y Jessor, contribuye a ser mejores en un sentido bastante
1997; Muñoz-Riva et al. 2000) y, sobre todo, unas más amplio, incluso iríamos más lejos, intentando
pobres habilidades para la solución de problemas, aglutinar “éxito social” y “éxito interpersonal”, tal
como base de la multicasualidad de la drogodepen- cual los denomina y entiende Pelechano (1996),
dencia y de otros problemas sociales como la delin- o desarrollar la inteligencia inter e intrapersonal des-
cuencia. De hecho, parece existir una co-incidencia critas por Howard Gardner y que, hoy por hoy, con-
entre consumo de drogas y delincuencia, hasta el sideramos es uno de los grandes handicaps a la
punto de que a veces son difícilmente separables hora de trabajar la rehabilitación y la integración
una de otra, las personas que se drogan cometen social de los drogodependientes, quienes han toma-
más delitos que los que no se drogan y suelen com- do la decisión de iniciar tratamiento para abandonar
partir características medioambientales, proviniendo un estilo de vida poco saludable, que incluye el con-
del mismo tipo de ambiente y comparten caracte- sumo de drogas y la dificultad de mantener el cam-
rísticas personales e interpersonales, haciéndose bio y la abstinencia. Más aún cuando las drogas
muy difícil desligar la relación entre ambos proble- han devenido en convertirse en auténticas media-
mas (Garrido, 1987; Ross, Fabiano, Garrido y doras en las relaciones sociales y se asocian a los
Gómez, 1996). espacios recreativos y de esparcimiento en la ado-
lescencia, pero su uso se extiende a todas las face-
Por lo expuesto, y, apoyándonos en las investi- tas y áreas de la vida del individuo.
gaciones y directrices que nos aporta uno de los
máximos órganos de investigación, seguimiento de Si nos acogemos al concepto de éxito social,
tratamientos y políticas de actuación en relación al entendido como prestigio, solvencia, fiabilidad y
problema de las drogodependencias y las adiccio- bienestar (mayoritariamente social, referida a aspec-
nes, órgano de referencia para los profesionales e tos académicos, económicos, etc.) y aunque nues-
investigadores a nivel mundial, The National Insti- tra pretensión no es lograr elevar de forma prodi-
tute of Drug Abuse (NIDA), junto a las investigacio- giosa los niveles académicos de nuestros usuarios,
nes de expertos españoles, entre ellas las de Graña, sí consideramos necesario que las personas drogo-
Secades-Villa et al, entre otros, que apuntan a la dependientes, logren elaborarse una imagen social
eficacia de los programas multicomponente en el más positiva, que les motiven a modificar algunos
tratamiento de las drogodependencias (Graña, elementos de su estilo de vida y su valoración de
1994; NIDA, 1999, 2000, 2007; Secades-Villa et su autoeficacia frente a situaciones de interacción
al., 2004, 2006,2007). Parece lógico pensar que social, así como modificar sus atribuciones en rela-
el entrenamiento en programas de competencia ción al cambio, sobre todo por que debemos tener
social que incluyen, además del entrenamiento de en cuenta lo que diferentes autores nos aportan en
las habilidades sociales, otros aspectos como el des- relación a estos elementos y que sabemos que
arrollo de valores ético-morales y el control emocio- están presentes en los procesos del enfermar (Peter-
nal, sobre todo el manejo del estrés, cumpliría con son, Seligman y Vaillant, 1988).
este criterio multicomponente.
Por ello, debemos mejorar la percepción con
En nuestro caso, además, se justificaría el por respecto a la eficacia en la tarea, tal como la entien-
qué de este estudio y los posibles beneficios de la de Bandura (1987) y que hace referencia a los éxi-
aplicación del programa de Competencia Social. tos y fracasos en las acciones que se emprenden,
aumentando o disminuyendo la calidad de funcio-
La aplicación del programa, asimismo, conlleva, namiento psicosocial, en función de las propias
atendiendo a resultados ya obtenidos con la apli- expectativas ante la ejecución de las tareas y cómo
cación de este tipo de programa en diferentes inves- van a ser éstas valoradas por los otros, más que la
tigaciones (Garrido y Martínez,1998; López, Garrido eficacia personal en sí misma.
y Ross,2001; Mesa,2008; Trianes, 2000), a con-
fiar en que nos permitirá mejorar como personas, Sabemos que un aspecto primordial a trabajar
no solo ser más habilidosos, sino aumentar la si queremos obtener éxito en la intervención tera-
empatía, lo cuál será un facilitador en la manifes- péutica, son las expectativas, sobre todo, porque la
tación de los diferentes roles sociales que desem- persona va a actuar frente a los juicios externos,

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Ángela Rita Martín Caballero

movido por el modo en cómo percibe su autoefica- ducta más habilidosa y mostrando una actuación
cia en la realización de las tareas, mostrándose ante de mayor calidad (Valerio y Stone, 1982). Bellack
el grupo en función, también, de las expectativas (1979b) ha encontrado que una variable presente
de los otros, de sus propias expectativas y sus valo- en sujetos no habilidosos socialmente es el temor
raciones y autovaloraciones (Bandura, 1987). Las a ser evaluados negativamente por los demás, por
expectativas también se han descrito como factor lo que sus expectativas serán negativas en relación
de riesgo en diversas investigaciones sobre drogo- a las consecuencias de sus actos y , por tanto, se
dependencias (Felix-Ortiz y Newcomb, 1999; le supone una inhibición de emitir una conducta
Graña, Muñoz y Delgado, 2000; Muñoz-Rivas, más habilidosa. Quizás esto pueda explicar, en
2000) y son la clave en modelos, métodos y estra- parte, las dificultades que los drogodependientes
tegias de intervención terapéutica con un claro com- tienen para entablar nuevas relaciones de amigos,
ponente de éxito, como se ha venido revelando en fuera de su círculo habitual, además de otros pro-
la última década, con herramientas como la Entre- blemas relacionados con la convivencia, la acepta-
vista Motivacional (Miller y Rollick, 1999) y desde ción de normas sociales, las escasas habilidades,
la psicología positiva con el estudio del fenómeno la orientación social negativa, etc. (Becoña, 2003).
de la Resiliencia (Avía y Vázquez, 1999; Becoña,
2003; Seligman, 1991). Un ejemplo clarificador de la importancia de las
expectativas lo vemos reflejado en el “efecto pigma-
Tendría, por tanto, esta acepción del término lión” del que hablan Rosenthal y Jacobson (1968),
éxito un sentido más social, orientado hacia la en el que se pone de manifiesto que las personas
comunidad y al grupo principalmente y en el que hacen más a menudo lo que se esperan de ellas
las expectativas y sobre todo los estereotipos, juegan que lo contrario, dando soporte a las llamadas pro-
un papel primordial. En este sentido, es importante fecías autocumplidas, en cuanto a que cuando
en relación al estudio de la formación del autocon- esperamos que una persona se comporte de forma
cepto y el posterior desarrollo de la autoestima, (fun- agradable, nuestra forma de tratarla puede hacer
damentalmente en nuestro desarrollo y crecimiento que se comporte de forma más agradable todavía
personal), así como en el desempeño de los dife- (y esto se puede aplicar al caso contrario también
rentes roles a ejercer a lo largo de nuestra vida. Es y seguro que a todos se nos vienen ejemplos a la
más relevante, si cabe, cuando hablamos de una cabeza de las veces que hemos actuado de esta
problemática tan compleja como las drogodepen- manera, bien en un sentido o en otro), por lo que
dencias, cuyo desarrollo se empieza a gestar en eta- la realización y, sobre todo, el cumplimiento de las
pas tempranas del desarrollo evolutivo, con la pre- expectativas relativas al comportamiento de los otros
sencia de factores de riesgo. Y en una línea más se convierten en una predicción exacta del mismo.
relacionada con la ejecución de las habilidades de
interacción interpersonal y social, es evidente la Sobre este tema existen varias investigaciones,
relevancia de las expectativas, en cuanto a que entre ellas el estudio de Haryon (1964), quien en
estas hacen referencia a las predicciones del indi- su obra “Youth in the ghetto” expone que, cuando
viduo hacia las consecuencias de su propia con- los educadores tienen una pobre opinión de los
ducta, guiando, por tanto la elección del tipo de niños, éstos, raramente sobrepasan las expectativas
conductas de entre las muchas que es capaz de que de ellos se tiene.
construir en una determinada situación, siendo la Esto, desde nuestro punto de vista, es, a la vez
realidad percibida la que funcione como determi- que llamativo, muy preocupante, en cuanto a que
nante crítico. desde nuestros diferentes roles (padres, educadores,
Realmente, nos guiamos por nuestras expecta- mediadores sociales, etc.), ponemos en marcha, al
tivas previas sobre la conducta y el resultado espe- interactuar con otros, nuestras expectativas en rela-
rado, a la hora de actuar ante una situación de ción a lo que esperamos de la conducta del otro y
interacción social nueva (Caballo, 1993). en cuanto a lo que el otro es capaz de hacer y,
sobre todo, en cuanto a la ejecución, por lo que no
Una de las características de las expectativas, es de extrañar que muchas veces la respuesta del
hace referencia a la autoeficacia, es decir a la segu- otro se despierte en función de lo que realmente
ridad que una persona cree que tiene para poner esperamos de él o ella y lo que ha percibido en este
en marcha una conducta, autoinformando una con- sentido. Así, podríamos entender, que si esperamos

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

que alguien se ponga “borde”, violento, o simple- de las drogodependencias también parece ser una
mente no escuche, de que cambie su conducta, de clave que afecta al proceso de tratamiento.
las posibilidades, (al margen de que realmente
De hecho, en La Terapia Racional Emotiva Con-
pueda o no ser así), le trataremos de forma que ter-
ductual (TREC), se habla de las distorsiones cog-
minará por manifestarse de esta manera. Al fin y
nitivas, que son hábitos de pensamiento falsos, que
al cabo, los seres humanos nos mostramos a través
producen creencias irracionales y que, por tanto,
de roles, que son las “máscaras” con las que nos
perturban emocionalmente al individuo y lo dispo-
manifestamos y nos conocen los demás y es a tra-
nen a conductas de riesgo como las recaídas en las
vés de estos roles que establecemos las interaccio-
conductas adictivas, con pensamientos típicos de
nes sociales (Moreno, 1967).
los adictos a drogas que piensan: “Por una vez no
Además de los trabajos de Moreno orientados al pasa nada” o “Esto es una basura, mi vida no sirve,
trabajo con jóvenes marginados y su teoría de la vin- qué más da que consuma” (Lega, Caballo y Ellis,
culación afectiva, existen otros estudios que avalan 1997).
que y, sobre todo, en los comportamientos de hos- Por otro lado, debemos tener presente las inter-
tilidad y violencia, se cumplen las expectativas. En ferencias de carácter emocional, que hacen refe-
su estudio Snyder y Swan (1978) manipularon rencia, fundamentalmente, a la ansiedad y el miedo
experimentalmente las expectativas de hostilidad, que muchas personas pueden sentir ante las situa-
(consistía en dar información a un grupo para que ciones sociales. Como sabemos, la ansiedad es un
desconfiaran de los guapos), comprobaron que sentimiento paralizante de difícil manejo cuya reso-
muchas veces las expectativas previas, en las que lución inmediata pasa normalmente por la evitación
se anticipa información sobre cómo funcionará la de la situación ansiógena. Este círculo vicioso (com-
interacción, provoca el que se cumplan las profecías, plicado por las expectativas, creencias erróneas y
por lo que la otra persona no tiene ninguna oportu- las atribuciones) hace que cada vez le resulte más
nidad de romper con los estereotipos, que, paradó- difícil al sujeto enfrentarse a dichas situaciones
jicamente, en la mayoría de las ocasiones empiezan sociales de forma adecuada y con éxito.
por ser erróneos, amén de que las creencias una
En un estudio de seguimiento que duró 10
vez se han instalado son muy difíciles de descartar
años, con un grupo de heroinómanos, Stimson y
(Adams,1982; Ross, Lepper y Hubbar,1975; Wil-
Oppenheimer (1982), destacan que las razones,
son y Brekke, 1992), lo mismo ocurre con las eti-
tanto para abandonar el consumo como para con-
quetas sociales y, en gran parte de las ocasiones,
tinuarlo, representan para el drogadicto una fuente
en relación a la expectativa de éxito o de eficacia en
de ansiedad y de conflicto consigo mismo, por lo
el tratamiento de las drogodependencias.
que puede ser un elemento importante a tener muy
Es importante tener en cuenta que además de presente a la hora de trabajar e investigar en las
las expectativas, las creencias, junto a las atribu- drogodependencias, con el fin de potenciar com-
ciones, determinan en gran medida el qué y el portamientos más competentes en el afrontamiento
cómo de nuestro comportamiento en determinadas de la problemática.
situaciones, que junto al resto de elementos ya En cuanto a la manifestación de conductas más
comentados, nos van acercando a modelos de con- pro sociales también la motivación juega un papel
ducta no siempre apropiadas para una adecuada fundamental, bien sea ésta intrínseca (la actividad
interacción social, ni para un buen desenvolvimien- es reforzante en sí misma) o extrínseca (proporciona
to personal ante la multitud de situaciones y pro- un refuerzo externo o autorrefuerzo). Por ello, es
blemas a los que debemos enfrentarnos. necesario no sólo saber cómo actuar y ser capaz de
hacerlo, sino que también hay que querer hacerlo.
En relación a las creencias y las atribuciones, las
explicaciones sobre la propia conducta que más des- De acuerdo con Atkinson y su Teoría de la Moti-
motivan, son aquellas que atribuyen el fracaso a fac- vación de Logro, el motivo es la disposición que
tores que están más allá del control del sujeto (falta empuja a una persona a conseguir un tipo deter-
de habilidad, dificultad de la tarea, etc.) en contra- minado de satisfacción. Así si las expectativas pue-
posición a la atribución a factores más controlables den condicionar la propia conducta de una manera
como el propio esfuerzo (Dweck, 1975). En el caso decisiva, de forma que si se prevé que se va a tener

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Ángela Rita Martín Caballero

éxito en la realización de la conducta, la motivación de la indefensión aprendida ha sido aplicada abun-


y el esfuerzo para ejecutar la misma serán mayores. dantemente al estrés y a la depresión, pero se ha
En cambio, si se prevé un fracaso, probablemente obviado en otros trastornos, caracterizados precisa-
ni siquiera se intente. Un niño o adolescente con mente por la pérdida de control, como serían los
un historial de relaciones interpersonales frustrantes trastornos por dependencia de sustancias. En el
puede haber desarrollado una trama de expectativas caso de las drogodependencias, la indefensión
negativas con respecto a sus posibilidades de rela- aprendida desempeñaría un papel relevante como
ción con los demás y un adolescente puede haber variable predictora de consumo y como variable
aprendido a evitar y/o manejar las relaciones inter- relacionada con la evolución de dicho consumo,
personales a través del consumo de drogas. asociándose, incluso, a estados psicopatológicos y
déficits neuropsicológicos (Torres et al., 2006).
Además de las expectativas, tenemos que hablar
de otro importante factor que puede condicionar la Según Seligman (1992); Peterson, Seligman y
conducta social de un sujeto: su estilo atributivo. Vaillant (1988) y Peterson, Maier y Seligman (1993),
Weiner (1985) explicó, a través de su Teoría de la los dos grandes moduladores del enfermar son la
Atribución Causal, cómo continuamente elabora- indefensión y el estilo atribucional.
mos explicaciones sobre los resultados, (bien en
positivo o bien en negativo), de nuestros actos. Estos trastornos pueden ser pasajeros o crónicos
Estas atribuciones se describen en relación a tres y generalizarse o no a otros ámbitos de la vida,
parámetros básicos: como por ejemplo del entorno familiar al laboral y
viceversa. Según la teoría de la indefensión en su
Locus de causalidad (interna frente a externa): formulación atribucional, la cronicidad y la genera-
las atribuciones internas hacen referencia a una lización dependerán del tipo de atribución que rea-
causa propia de la persona como la capacidad, el lizan las personas, lo que predispone a la formación
esfuerzo, la aptitud, etc. Mientras que la externa de expectativas de incontrolabilidad e impredecibi-
hace referencia a elementos del azar. lidad. Si el fracaso se atribuye a causas internas,
Estabilidad (estable frente a variable): las atri- globales y estables, los trastornos serán más dura-
buciones variables se pueden cambiar, por ejemplo, deros que si se atribuye a causas externas, especi-
el tiempo que dedicamos a estudiar un examen, el ficas e inestables.
esfuerzo que aplicamos a realizar una tarea, el De la misma forma, el estilo atribucional se rela-
número de cosas que hacemos, etc. En cambio, ciona con la autoestima. La pérdida de autoestima
las atribuciones estables son más difíciles de modi- es un hecho conocido que aparece en algunos Tras-
ficar y atañen a la capacidad o aptitud personal
tornos como la depresión, que también se observa
para realizar determinadas actividades (tener o no
en la indefensión. Cuando el sujeto cree que es
una habilidad determinada).
incapaz de controlar el medio (esto es una indefen-
Controlabilidad (controlable frente a incontrola- sión personal) aparece la pérdida de autoestima,
ble): las atribuciones controlables son aquellas que por el contrario si el sujeto cree que ni él ni nadie
puede controlar la persona (podemos controlar el puede controlar el medio (indefensión universal),
tiempo que dedicamos a una tarea, el esfuerzo per- no habrá pérdida de autoestima. El modo en el que
sonal que nos supone y aplicamos, o la atención el sujeto se implique en el fracaso parece, pues,
que le dedica). Sin embargo, las atribuciones incon- decisivo para la expresión de los síntomas.
trolables se escapan a nuestro control personal, por
Desde nuestra experiencia y una vez analizadas
ejemplo, la suerte, las decisiones de los otros.
las diferentes aportaciones teóricas comentadas
Evidentemente, algunos estilos atributivos son anteriormente, los aspectos que creemos que están
más apropiados para el desempeño social que irremediablemente unidos al éxito y al cambio per-
otros. En términos generales, un estilo atribucional sonal y, en consecuencia, a una mejora de las com-
en el que impere la sensación de control y la posi- petencias sociales, son las expectativas y las atri-
bilidad de variar los resultados será más positivo buciones, que son dos elementos imprescindibles
que otro en el que prime la sensación de descontrol a trabajar dentro del campo de las competencias
e imposibilidad de cambio de resultados y, posible- sociales, sobre todo en el entrenamiento de aquellas
mente se comienza a sentir indefensión. La teoría personas que por su trayectoria vital y el estilo de

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

vida han marcado las formas y las creencias sobre personales. Se orienta hacia el individuo y hace refe-
cómo deben interactuar con otros, cuando el con- rencia a los valores que intenta fomentar como son
texto de la interacción fluctúa entre el terreno de las la dignidad, honestidad, desinterés, confianza, etc.
actitudes y la hostilidad percibida por ambas partes, Entendiendo que ambas acepciones de ÉXITO son
que puede ser habitual en este tipo de problemáti- necesarios, puesto que cubren parcelas comple-
ca, por comportamientos, actitudes, etc., asociados mentarias. Como es sabido, una de las caracterís-
al estilo de vida del drogodependiente. ticas del drogodependiente es utilizar la mentira, lle-
gando a convertirse, en la mayoría de las ocasiones,
En el tratamiento de las drogodependencias y
en mentirosos patológicos, desarrollando una gran
de las conductas adictivas, está consolidándose,
desconfianza hacia los demás y una carencia abso-
(como filosofía de abordaje de la problemática más
luta de percepción de dolor ajeno. Pelechano (en
que como instrumento en sí mismo), para tratar
conferencia pronunciada, con motivo del XXX Con-
este tipo de problemas: La Entrevista Motivacional
greso Europeo sobre Terapia Cognitivo-Conductual,
(Miller y Rollnick, 1999). Instrumento que adopta
celebrada en Granada, septiembre de 2000), habla
algunas claves fundamentales:
de que los drogodependientes y especialmente los
Primero, retoma algunos aspectos del modelo delincuentes desarrollan una gran capacidad empá-
humanista, en concreto de la terapia Centrada en tica: “saben cómo va a reaccionar el otro y es la
el Cliente de Carl Rogers, en cuanto a que enfatiza razón de su forma de actuar”. Sin embargo, por
la importancia de atender a lo que quiere o necesita nuestra experiencia en el trabajo con delincuentes
la persona, es decir, hace especial hincapié en poner y con drogodependientes, añadiríamos, que si bien
en marcha la capacidad empática. Segundo, toma es cierto que sí conocen o pre suponen cómo van
como base para promover el cambio, el Modelo a actuar sus víctimas, desconocen por completo
Transteórico de Cambio de Prochaska y Diclemente cómo se van a sentir, es decir, son incapaces de
(Prochaska, Diclemente, 1983; Prochaska, Dicle- entender el dolor ajeno, porque no son capaces de
mente, 1992; Prochaska, Diclemente y Norcross, relacionarlo, en absoluto, con el que ellos sienten
1992) para las adicciones. Y, tercero, tiene como cuando les hacen o les sucede el mismo evento o
principio fundamental el fomentar y transmitir auto- acontecimiento. En este sentido, podríamos decir
eficacia para que el otro se vea capaz y pueda que no tendrían desarrollado el aspecto afectivo del
actuar. Autoeficacia que hace referencia a ser capaz concepto de empatía. Esta misma cuestión es ana-
de reconocer en el otro su propia capacidad para lizada por Garaigordobil (2000,2006), como parte
cambiar y hacer las cosas de una forma positiva, de sus experiencias en el trabajo con jóvenes con-
basada en una firme creencia en las posibilidades flictivos. Este es una tema que considero interesante
y recursos de la persona para promover su cambio. y que merece dedicarle tiempo en describirla como
Además, cuando se habla de una población que un componente elemental a lograr y que se desarro-
funciona movida por las influencias de su grupo de lla dentro del programa de Competencia social obje-
referencia y, que si bien dentro de su grupo poseen to de esta investigación y que se relaciona con el
las habilidades suficientes para relacionarse satis- Crecimiento en Valores, propuesto por Ross y Fabia-
factoriamente con sus miembros, no esperan una no (1985) en su programa original “Reasoning and
respuesta de aceptación del resto de los grupos Rehabilitation” (RyR).
sociales ajenos a la problemática, en muchos casos
El RyR consiste en un programa multifacético,
incluso perciben el rechazo sistemático de los otros,
que adapta e incorpora distintas técnicas, desarro-
sintiéndose “diferentes” en sus formas de pensar,
lladas por otros autores y que habían mostrado ser
hablar, sentir y actuar.
altamente eficaces (Redondo, 2007). En su adap-
Se hace necesario volver al término éxito y en tación y aplicación a población española pasa a
un intento de darle sentido dentro del tratamiento denominarse el “Pensamiento Prosocial” (Garrido
de las drogodependencias, asumir el concepto de et al, 1992; Garrido et al, 1999; López, Garrido y
Éxito Interpersonal, como lo entiende Pelechano Ross, 2001) y, que en Canarias, es desarrollado
(1996), como la capacidad empática, implicando por Segura en su ámbito más preventivo aplicado
confianza, pensamiento en perspectiva y la capaci- en Educación, en lo que se conoce como Programa
dad de afrontar de manera adecuada los problemas de Competencia Social (Segura, 1992, 2003).

29
Ángela Rita Martín Caballero

Nos valemos, para esta investigación, de varios Villa, García-Rodríguez, Fernández- Hermida y Car-
argumentos: el auge que continúan teniendo los ballo, 2007), también podemos encontrarlos amplia-
programas de entrenamiento en habilidades socia- mente estudiados y documentados en estudios con
les (Caballo, 1993; Mayor y Labrador, 1984; Seca- niños y adolescentes con conducta antisocial (Kazdin
des-Villa, García-Rodríguez, Fernández- Hermida y y Buela-Casal, 1994), en jóvenes delincuentes e
Carballo, 2007); la relevancia que se le otorga en internos de los centros penitenciarios, (Garrido,1989;
relación al desarrollo normal de las personas; el que Ross y Gendrau, 1980; Garrido y Vidal,1987;
se vincula directamente las carencias en habilidades Redondo,1993, 2007; Redondo y Garrido,1992;
con trastornos psicopatológicos y con deficiencias Ross y Fabiano, 1985,1986; Rutter y Giller, 1988;
en el ajuste social (Salter, 1949), así como de las Rutter et al, 2000), en ancianos (De Miguel,
posibilidades de aplicación en diferentes áreas, pro- 1990,1999,2002; Pelechano, De Miguel y Peña-
blemas y situaciones múltiples. Además, nos hace- te,1991), en adultos con diferentes problemas
mos eco de las recomendaciones de autores rele- (Caballo,1993, 2000) y, sobre todo, en la población
vantes en la investigación e intervención en adolescente y niños (Michelson et al,1987; Trianes,
drogodependencias como Becoña (2003); Eche- 1996, Trianes et al, 1999, 2000), cuestión a tener
burúa (1994); Gil (1984); Graña (1994); Seca- muy en cuenta, sobre todo, de cara a elaborar planes
des-Villa, García-Rodríguez, Fernández-Hermida y de prevención de diferentes problemas de índole
Carballo(2007), entre otros, de integrar en los pro- social, como puede ser el problema que abordamos:
gramas de tratamiento de las drogodependencias las drogodependencias y las adicciones.
de forma específica el entrenamiento en habilidades
sociales, como elemento terapéutico fundamental Resulta llamativo que, por lo general, no parece
y, también, hemos tenido en cuenta otras aporta- existir una conciencia clara o al menos bien defini-
ciones provenientes desde los Programas de Pre- da, sobre qué déficit y mucho menos, de cuáles
vención, Planes Asistenciales, etc. y desde los dife- son los componentes de la Competencia Social a
rentes recursos que abordan esta problemática y potenciar, lo que repercute directamente a la hora
que señalan la importancia del entrenamiento en de plantear un programa de entrenamiento espe-
habilidades sociales en los programas de deshabi- cífico en habilidades sociales, interpersonales, cog-
tuación. Lo que consideramos una señal inequívoca nitivas y/ o de solución de problemas y en algunos
de la necesidad de seguir ahondando en la inves- casos sin que se haya esclarecido previamente la
tigación y en los programas específicos que se apli- terminología, para poder saber si estamos ante la
can, qué elementos les caracteriza y la relevancia misma o diferente cuestión.
de su aplicación en todos los ámbitos, pero espe-
De hecho, Ellis y Whittington (1981), hablan
cialmente en el campo de las drogodependencias.
de la necesidad de determinar los programas espe-
Uno de los principales problemas surge a la cíficos de entrenamiento en habilidades sociales y
hora de aunar criterios en definir qué se entiende hacen hincapié en tres tipos de entrenamiento bien
por habilidad social, conducta y/o comportamiento diferenciados. Los programas dirigidos a Reponer/
social, asertividad, habilidades perceptivas y cog- Instaurar habilidades básicas inexistentes en el indi-
nitivas, competencia social, etc.; problema que viduo; los orientados a Desarrollar/Pontenciar habi-
intentamos abordar seguidamente, en un intento lidades específicas en individuos que sí poseen
por definir y clarificar qué elementos y característi- habilidades básicas, pero que necesitan de un
cas incluye el concepto de habilidades sociales y apoyo para desarrollar habilidades específicas y los
más específicamente qué entendemos por Compe- enfocados a Perfeccionar en habilidades sociales
tencia Social. más complejas y que, fundamentalmente, se diri-
gen a personas que desempeñan determinadas fun-
Lo que sí parece evidente, (y continuamos ciones o puestos de trabajo directamente relacio-
hablando desde la experiencia clínica), es que, ade- nados con la atención al público.
más de existir déficits de estas capacidades y/o habi-
lidades en algunos sectores de la población, como En nuestro caso desarrollamos un programa
en el caso de las personas drogodependientes (Beco- encaminado a lograr los dos primeros supuestos
ña 2003, 2007; Echeburúa,1994; Foy, 1976; Gar- con un grupo de drogodependientes en tratamiento
cía Medina, 1995; Graña Gómez,1994; Secades- en el Centro de Día “Cercado del Marqués” y que

30
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

han iniciado el proceso de deshabituación e incor- llevados a cabo por diferentes autores (McClellan y
poración social. Katz,2001; Michelson et al, 1987; Rendón,2007;
Trianes et al 2000), es evidente que las habilidades
Enfatizaremos la importancia del entrenamiento
sociales se relacionan directamente con la popula-
en competencia social de cara a afrontar las situa-
ridad y por tanto con un aumento en la percepción
ciones de crisis. Entendiendo por crisis lo que
de la cordialidad, la aceptación y la participación
entiende Taplin (1971) como tal: “la violación de
social y por el contrario, en el caso de niños que
las expectativas de la persona sobre su vida por
eran rechazados por sus iguales, se asocia un com-
algún hecho traumático o la incapacidad de mane-
portamiento agresivo y una manifestación social
jar situaciones nuevas”, de hecho y si vamos un
negativa, que repercutía en aspectos como mala
poco más lejos, Caplan (1964), enfatiza el trastorno
adaptación escolar, problemas de “mala conducta”
emocional como el desequilibrio y el fracaso en la
y que en un futuro eran sujetos más vulnerables a
solución de problemas ante una crisis, caracterís-
los trastornos emocionales (Kohn,1977) y psiquiá-
ticas bastante frecuentes, por otra parte en nuestra
tricos (Cowen et al,1973, en Michelson et al.,
población de estudio.
1987). Los estudios más recientes en drogodepen-
También tomamos en cuenta, como aspecto dencias también ponen de manifiesto la relación
ampliamente contrastado, la relación existente entre de estas características como factores de vulnera-
la eficacia en la solución de problemas interperso- bilidad y riesgo (Becoña 2003; Costa, Jessor y Tur-
nales y el ajuste emocional (Jahoda, 1953,1958), bin, 1999; Jessor, R., et al. 1995; Mesa, 2008;
entendiendo ésta como un aspecto de la salud psi- Muñoz-Rivas et al. 2000; Secades et al, 2007).
cológica y el hecho demostrado de que los déficits
en habilidades interpersonales afectan seriamente También, en esta misma línea, destacamos los
al grado de ajuste en niños, adolescentes y adultos, estudios llevados a cabo durante décadas por Pele-
en tanto que la adaptación socio emocional y el chano y sus colaboradores (Pelechano, 1996), con
posterior desarrollo académico, cognitivo y su sen- adolescentes, en los que señala que cuando se pro-
tido de ciudadanía son estimulados por constantes duce una disonancia en la atribución de causas y
oportunidades de fortalecer la competencia social consecuencias, aparejada con escasa empatía y
durante la infancia (Bethencourt, 1989; Combs y toma de perspectivas distintas ante una situación
Slaby,1977; Hartup y More,1990; Krasnor y problema, esta combinación de elementos se mani-
Rubin, 1981; McClellan y Kinsey, 1999; McClellan fiesta como componentes característicos de los ado-
y Katz,2001; Monjas, 1993; Ovejero, 1990a, lescentes en riesgo de convertirse en delincuentes
1990b, 1993, 1998; Rendón,2007; Trianes et al., juveniles y en usuarios de drogas. En relación al
1997; Vallés y Vallés, 1996,citado en Mesa 2008) tratamiento de las drogodependencias, determinan,
y parece que la dimensión “pensamiento medios- además, una mayor probabilidad de ser más pro-
fines” es la habilidad más significativa en relación clives a las recaídas.
al ajuste social (Bethencourt, 1989; Bethen-
Expone Pinillos (1988, citando a Goldstein,
court,1996), además de tener una relación directa
Vigostsky, Harvey y otros), que la falta de cultura y
con una baja autoestima (Percell, Bernick y Beigel,
sobre todo del instrumento más elemental en la
1974), con un Locus de control externo (Nowicki
inteligencia: el lenguaje, hace que el ser humano
y Strickland,1971) y, que está relacionado con la
se enfrasque en un pensamiento concreto, “pensa-
indefensión y la desesperanza (Beck, Weissman,
miento rígido” para Robert Ross ( Ross, 1986 en
Lester y Trexler,1974; Seligman,1975), con la
Garrido y Vidal, 1987), que no les permite desarro-
depresión (Lazarus,1968; Wolpe, 1971,1973) y,
llar un pensamiento abstracto, que no tolera la
todo ello, en concordancia a la existencia de una
ambigüedad, que es inflexible y dogmático, dejando
pobre percepción para establecer la dependencia
como manifestaciones patentes del mismo la inca-
entre el comportamiento y las consecuencias, así
pacidad o dificultad para distinguir entre medios y
como el fracaso en controlar el propio ambiente
fines, dificultades para adoptar otros puntos de vista
interpersonal, resaltándose la coherencia de los
o ponerse en el lugar de los otros (la capacidad
resultados de los diferentes estudios.
empática), realizar clasificaciones simplistas y esca-
Teniendo en cuenta diferentes investigaciones sas, donde no existen términos medios, no se busca
realizadas sobre la competencia social en niños, información, con lo que se actúan con pocos datos

31
Ángela Rita Martín Caballero

de forma breve e inmediata, emitiendo juicios arbi- más frecuente de comportamientos agresivos como
trarios, no se plantea el por qué de las cosas ni tam- forma de solucionar los problemas y de establecer
poco las consecuencias de las mismas, juicios rígi- las relaciones interpersonales, que sólo consiguen
dos donde lo que no está acorde con sus generar mucha tensión social, modelos de apren-
expectativas es rechazado tajantemente, incapaci- dizaje inadecuados y, sobre todo, sentimientos de
dad para diferenciarse de su grupo de iguales, indefensión, que están presentes en el proceso de
fomentando los estereotipos subculturales de su enfermar y que acaba por desajustar y enfermar a
grupo de referencia y escasa conciencia de auto- las personas, a la comunidad y a la sociedad. Estos
control de su vida. problemas que en muchas ocasiones son parte uno
de los otros, necesitan que nos planteemos la nece-
Podemos también hacer alusión, en este senti- sidad de abordarlos.
do, a Argyle et al., quienes sugieren que “los tras-
tornos mentales son trastornos de la comunicación Consideramos que con el entrenamiento en
y de las relaciones interpersonales” (Argyle, Trower competencia social y, específicamente con las habi-
y Bryant, 1974, pag. 63). lidades sociales, logramos potenciar las capacidades
y recursos personales para afrontar exitosamente
Sin duda, la característica principal de la con- las situaciones de interacción en las diferentes face-
ducta inteligente del ser humano es la capacidad tas de la vida, es por lo que planteamos nuestro
de pensar, razonar, solucionar problemas y comu- estudio. Lo basamos, en un primer momento en
nicarse. El cómo pensamos es muy relevante en evaluar las habilidades Sociales y específicamente
las terapias cognitivas (Labrador, Echeburúa y Beco- la presencia de los cinco pensamientos descritos
ña, 2000), pero el uso excesivo de un pensamiento por el grupo de Spivack y Shure (1976), en un
vertical, de estrategias generales, reglas lógicas y grupo de personas, dentro del cuál, el grupo prin-
escasa necesidad de ampliar información para cipal es población clínica, constituido por drogode-
actuar, se opone, por lo general, al escaso uso o la pendientes que acceden al Centro de Día “Cercado
falta de potenciación del pensamiento lateral o cre- del Marqués” para recibir tratamiento por su pro-
ativo como lo define De Bono (1991), tan necesario blemática de consumo de drogas; en un segundo
para desarrollar adecuadamente un despliegue momento se aplica el programa de entrenamiento
completo e inteligente de los cinco pensamientos en competencia social, cuyo programa de conteni-
de Spivack y Shure (1976). Características, que dos está basado en el original de RyR de Ross y
desde la literatura especializada y, desde nuestra Fabiano (Ross et al, 1992) e introducido y adapta-
experiencia, definen claramente el perfil de los dro- do a población española como Programa de Pen-
godependientes en el uso de este primer tipo de samiento Prosocial por Garrido (Garrido et al,
pensamiento, imposibilitándoles, en muchas oca- 1992,1997) y desarrollado en el ámbito educativo
siones, poder continuar adelante en el proceso de a nivel preventivo como Programa de Competencia
la rehabilitación e integración social. Social por Segura (1992,1998) con algunas reco-
mendaciones de Caballo (1993). Incluye:
Además, existen indicios suficientes sobre la
importancia que tienen el desconocimiento o la El entrenamiento Cognitivo: Habilidades de pen-
incapacidad para promover la competencia social, samiento, desarrolladas a través de las 10 lecciones
pues puede generar problemas de toda índole del CoRT 1 de Eduard D Bono (1985).
desde: fracaso escolar, inadaptación, ansiedad,
El Entrenamiento Conductual: Habilidades Socia-
enfrentamientos, violencia, etc., factores presentes
les, desarrolladas según el Modelo de Aprendizaje
en muchas ocasiones en los desencadenantes y/o
Estructurado de Goldstein et al. (1989), Mejora de
asociados al mantenimiento de las drogodependen-
las habilidades Comunicativas (Caballo, 1993).
cias (Becoña, 2000; Graña, 1994; Sanchís-Mir y
Soler, 1998; Secades-Villa et al 2007; Trianes et El entrenamiento asertivo, utilizando las técnicas
al, 2001). de: Disco Rayado y Banco de niebla.

A modo de resumen de este primer capítulo, El Crecimiento en Valores: Aplicando el Modelo


decir que algunos de los problemas más importan- de dilemas morales de Kohlberg, descrito en el
tes hoy por hoy en nuestra sociedad son el consu- manual de Competencia Social de Segura (1992,
mo de drogas, junto a la manifestación cada vez 1998).

32
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Además, de los elementos propios del programa vés de diferentes juegos y siguiendo las pautas de
desarrollado por Segura et al. (1998, 1999) sobre la mayéutica socrática para el autodescubrimiento.
Competencia Social y siguiendo un poco más de
El planteamiento que nos hacemos para realizar
cerca los elementos que constituyen el Programa este estudio es el de un diseño cuasi experimental,
de Pensamiento Prosocial de Garrido, en relación estableciendo una línea base inicial con diferentes
al Control Emocional, se añade para trabajar de grupos y posteriormente realizar medidas compa-
forma específica en este programa la detección y rativas Inter e intragrupal de los grupos.
modificación de las distorsiones de pensamiento a
Con la muestra de usuarios del Centro de Día
través de la propuesta de McKay et al. (1985) y las
(tanto drogodependientes como de no drogodepen-
técnicas de relajación por Respiración Profunda
dientes), se tomaron medidas pre y medidas post
Natural y La Relajación Muscular Progresiva de test, en las que se compara a dos grupos: uno de
Jacobson. (Davis, McKay y Eshelman,1985). drogodependientes en fase de rehabilitación e incor-
poración social y otro grupo de personas sin diag-
Se toma como modelo el TIPS para la Resolu-
nóstico por problemática de drogodependencias,
ción de Problemas (Platt y Duome, 1981; Platt, J. pero que su vinculación con nuestro Centro es por-
J., Taube, D. O., Metzger, D. S. y Duome, M. J., que acuden a recibir un programa de formación
1988), recogiendo aportaciones del Programa y ocupacional-laboral homologado por el Instituto
adaptándolo para las drogodependencias. Canario de Empleo (ICFEM y que en la actualidad
se llama Servicio Canario de Empleo SCE) y que
Por nuestra experiencia valorábamos, además, también recibirían el programa de entrenamiento,
la necesidad de añadir el trabajo en dos elementos tomando para ello dos medidas, una antes de ini-
fundamentales: Las Expectativas y las Atribuciones, ciar el programa de entrenamiento y otra después
en relación a la autoeficacia, que se trabajan a tra- de finalizado el mismo.

33
Habilidades Sociales

2 y Competencia Social:
Evaluación y Entrenamiento
2.1. Habilidades Sociales y Competencia Social: Conceptos
2.2. Habilidades Sociales y Competencia Social: La Evaluación
2.3. Habilidades Sociales y Competencia Social: Programas
y elementos del Entrenamiento
2.4. Habilidades Sociales y Competencia Social
en drogodependencias
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

2.1. Habilidades Sociales y Competencia (citado en Mesa, 2008 pag.20). Concepto de aser-
Social: Conceptos tividad que también recogen otros autores, (entre
ellos Fernsterheim y Baer, 1976; Smith,1975 cita-
Pese a la multitud de investigaciones y estudios dos en Monjas, 1998,pag 20) como la “conducta
a los que podemos hacer alusión sobre el tema que interpersonal que implica la expresión directa de
nos ocupa, hoy en día aún es patente que continua- los propios sentimientos y la defensa de los propios
mos ante una confusión terminológica en relación derechos personales, sin negar los derechos de los
a conceptos como: Asertividad, Habilidades Socia- demás”.
les, Habilidades Interpersonales, Habilidades Cog-
nitivas, Inteligencia Emocional, Competencia Social Ya en 1953 Sullivan y continuado por White en
etc., que hacen cada vez más necesario delimitar, 1959, empiezan a abogar por un modelo más
al menos, el modelo desde el que partimos y el o interpersonal del desarrollo, colocando las relaciones
los conceptos y los diferentes elementos que vamos humanas y su internalización en el centro de la
a manejar a lo largo del proceso de investigación. comprensión del desarrollo, argumentando que las
relaciones son los primeros motivadores y organi-
Aunque en nuestra doctrina se sitúan los inicios zadores de la vida psíquica. Posteriormente van a
del entrenamiento en habilidades sociales en tra- ser los trabajos de Lazarus (1966, 1973), Wolpe
bajos remotos realizados para estudiar diferentes y Lazarus (1966), Alberti y Emmons (1970), entre
aspectos de la conducta social en niños en los años otros, quienes impulsarían la investigación sobre
30, por autores como Jack (1934), Murphy, Mur- las habilidades sociales.
phy y Newcomb (1937), Page (1936), Thompson
(1952) y Williams (1935), entonces no se las lla- En general, todas las concepciones encierran
maban de este modo. Realmente se considera, por como elemento común la descripción de lo que se
todas las fuentes más reconocidas en esta materia, concibe como asertividad y que durante muchas
los trabajos de Salter en 1949, sobre Terapia de décadas se identificó como habilidad social, aunque
Conducta, quién en su obra “Conditioned reflex the- actualmente la mayoría de los autores integran la
rapy” e influido por los trabajos de Paulov sobre la asertividad dentro de un concepto más amplio de
actividad nerviosa superior, emplea por primera vez habilidades sociales (Caballo,1986) y en la que
el término “asertividad” y la describía como una caben otros aspectos, como los que señala Weiss
característica de la personalidad, que podía modi- (1968): la comunicación, la comprensión, interés
ficarse para mejorar la expresividad y la interacción y comunicación mutua entre emisor y receptor (que
con otros. Pero sería Wolpe en 1958 quién definiera bien podría referirse a lo que denominamos una
el concepto de “conducta asertiva” y posteriormente escucha activa o escucha reflexiva, en la Entrevista
en los trabajos con Lazarus definirían el “entrena- Motivacional).
miento asertivo”.
También son fundamentales los trabajos de Eis-
Wolpe (1958) entendía la Asertividad como “la ler, Hersen, McFall y Goldstein, a principios de los
expresión adecuada, hacia otra persona, de cual- setenta, quienes proponen programas específicos
quier emoción que no sea respuesta de ansiedad” para reducir los déficits en habilidades sociales,

37
Ángela Rita Martín Caballero

entre ellos destacar “El aprendizaje estructurado” El término inteligencia se relaciona con la com-
diseñado y utilizado en diferentes problemas por petencia social y las habilidades sociales. Gardner
Goldstein et al (1973, 1974,1975, 1978, 1981). habla de las inteligencias múltiples y de entre las
siete posibles inteligencias que propone, destaca-
Aparece por primera vez un nuevo término “com- mos: La Inteligencia Interpersonal, que se entiende
petencia social” acuñado por Zigler y Phillips (1960, como la capacidad de comprender a los demás
1961), quienes trabajan con adultos institucionali- (concepto muy similar a la empatía), mientras que
zados y demostraron que cuanto mayor era la com- la Inteligencia Intrapersonal nos permite configurar
petencia social previa, menor era la duración de la una imagen exacta de nosotros mismos (Gardner,
estancia y más baja la tasa de recaídas de los pacien- 1995, 2001).
tes que se mostraban con más “competencia social”.
Pelechano (1996, citando a Gardner, 1993)
Ellis y Whittington (1981), definen la habilidad distingue tres etapas en la evolución de la inteligen-
social como: “la capacidad de responder de forma cia en occidente, que serían: un primer momento
flexible a las circunstancias para conseguir éxitos caracterizado por una sociedad tradicional, en la
con la máxima eficiencia” (1981, pag.12). que la preocupación social es la producción y pro-
Para Caballo (1988), es “el conjunto de con- visión de alimentos para el grupo, el sistema de
ductas emitidas por un individuo en un contexto valores viene dado por un marcado valor a la con-
interpersonal, que expresa los sentimientos, acti- servación de la vida del grupo, por lo que la inteli-
tudes, deseos, opiniones o derechos de ese indivi- gencia estaría más encaminada a lograr la super-
duo de un modo adecuado a la situación, respe- vivencia, el segundo se caracteriza por una mayor
tando esas conductas en los demás y que importancia de la producción y el consumo, sobre-
generalmente resuelven los problemas inmediatos valorándose la idea de mejora, progreso y desarrollo
de la situación mientras minimiza la probabilidad y dónde se mediría la inteligencia por tests psico-
de futuros problemas” (Caballo, 1988, pag.14; métricos; y, en la tercera, la inteligencia se reconoce
Caballo 1993, pag.6). como un concepto social, emparentado con las
competencias y dominios necesarios para el fun-
Mischel (1973, 1981), conceptualiza las habi- cionamiento de una sociedad. Resumiendo para
lidades sociales como los procesos cognitivos en la entender la idea de inteligencia, (Pelechano y De
interacción del individuo con el ambiente y que Miguel 1994, Pelechano 1995), consideran que
incluirían las competencias cognitivas, las estrate- hay que tener presente el contexto sociocultural, el
gias de codificación y los constructos personales, sistema de valores de la sociedad en el momento
junto con las expectativas, valores subjetivos de los y los dominios que esa sociedad considera relevan-
estímulos y sistemas y planes de autorregulación. tes y pertinentes: Las Competencias.

Haciendo referencia expresa a la obtención de Thorndike, (1921) desde la psicometría, critica


refuerzos, Libert y Lewinson (1973, pag. 304) indi- la concepción tradicional de inteligencia, defendien-
can que es : “la capacidad compleja de emitir con- do tres tipo de inteligencia: La inteligencia mecáni-
ductas reforzadoras positivas o negativamente y ca, la inteligencia abstracta y la “inteligencia social”
de no emitir conductas castigadas o restringidas de la que también se hace eco Pelechano (1985),
por los demás”, definición que confirman los resul- cuando empieza a retomarse la orientación del con-
tados encontrados por Gresham y Nagle (1980), cepto de inteligencia, ante el fracaso de los resul-
en los que se da una correlación positiva entre com- tados esperados.
portamientos de emitir y recibir reforzamiento posi-
tivo y negativo. Según Thorndike (1920) la “Inteligencia social”
es la capacidad de convivir con las personas, está
La aportación de Wagner (1994) es diferenciar comprometida con el éxito social, por lo que entien-
entre lo que no es, la inteligencia como conocimien- de que las habilidades sociales es la habilidad de
to práctico, la inteligencia como competencia social entender y manipular la preparación o estar prepa-
y lo que la gente entiende por inteligencia. Pelecha- rado para las relaciones humanas. Esta definición
no (1996) apunta que también caben las inteligen- explica la “Inteligencia Social” como aquella capa-
cias múltiples, entre las que está la inteligencia cidad que permite la apreciación cognitiva de los
social. otros, sin que sea necesaria la acción por parte del

38
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

que la percibe y, además, se la reconoce como la nitivas o de pensamientos, no han dejado de utili-
acción orientada. Término que vuelve a tomar fuer- zarse hasta la actualidad, en la infancia, adolescen-
za recientemente a través de Goleman (2006). cia, adultos y mayores, con el fin de lograr la reso-
lución constructiva de los conflictos interpersonales
La Inteligencia Social, por tanto, es la habilidad
y la toma de decisiones, desarrollándose en los
para entender los sentimientos, pensamientos y
ámbitos clínicos, con población psiquiátrica (Hersen
comportamientos de las personas, incluido uno
y Bellack, 1976; Goldstein et al., 1975; Goldstein
mismo, en situaciones interpersonales y actuar de
y Caton, 1983, citados en Bethencourt, 1989),
forma eficaz de acuerdo a ese entendimiento. Se
drogodependencias (Caballo, 1996; Chaney et al,
presume que está compuesta por habilidades para
1978, 1982; Echeburúa, 1994; Graña, 1994),
resolver problemas que permiten al individuo
deficiencias (Monjas, 2004), en el ámbito del tra-
encontrar y/o resolver problemas interpersonales
tamiento de la delincuencia (Garrido, 1993; Garrido
(Marlowe, 1985). La inteligencia social puede, por
y Martínez,1998; López, Garrido y Ross, 2001;
ende y en este sentido, ser comparada con la com-
Redondo,1993,2007; Ross, Fabiano y Garrido,
petencia social.
1990) y en el ámbito educativo y preventivo (Segu-
Pelechano (1996) propone las inteligencias ra, et al, 1997, 1998, 2004,2005; Trianes et al,
sociales que abarcarían las competencias necesa- 1990, 1997, 2001).
rias para la convivencia social y las relaciones inter-
Los cinco pensamientos, sobre los que se asien-
personales, diferenciando entre inteligencia social
tan el desarrollo de las habilidades sociales para la
institucional (cubre elementos importantes para el
funcionamiento institucional) y agrupamiento social resolución de conflictos interpersonales y como ele-
(como capacidades organizacionales, económicas mento esencial en un comportamiento competente
y socioculturales). Por otro lado, defiende la inteli- socialmente, han de estar presentes como un diá-
gencia socio-personal, en la que se incluyen las logo verbal mediador entre el pensamiento y la
habilidades intra e interpersonales. Desde la pers- acción, permitiendo la ejecución de una conducta
pectiva de Pelechano (1990), la Inteligencia socio- habilidosa y competente, que según Spivack y
personal incluye: “lograr la confianza de los demás, Shure (1974); (Spivack, 2002 y Segura, 2002,
saber leer los indicadores de los demás acerca de 2005 y 2007, Mesa, 2008) son:
sus estados emocionales y dar imagen de confian- El Pensamiento Causal (PCa). La capacidad de
za y calma a sus interlocutores sociales” (Mesa, pensar y reconocer las diferentes causas que pue-
2008, pag. 30). den haber generado un problema interpersonal y
O Sullivan y Guilford (1975) argumentan que requiere de recopilar información y seleccionar
algunas personas son astutas para entender lo que aquella más relevante que puede haber dado origen
piensan y sienten los otros, pero por razones de al problema.
timidez o pobre entrenamiento social no resuelven
El Pensamiento Alternativo (PA). Es la capaci-
adecuadamente las situaciones sociales. Otros, sin
dad de generar diferentes alternativas o soluciones
embargo no perciben particularmente los sentimien-
posibles, en la que es importante la búsqueda crea-
tos y pensamientos de los demás pero se desen-
tiva de opciones distintas y que según Segura per-
vuelven bien en las interacciones sociales.
mite ir hacia el pasado y hacia el futuro en la bús-
La aplicación del modelo de competencia social, queda de posibles soluciones. Para esta habilidad
en la resolución de los problemas interpersonales, son muy útiles técnicas creativas como zapatos o
requeriría, siguiendo a Spivack y Shure (1974), sombreros de colores (DeBono, 1992,1999), o téc-
Spivack, Platt y Shure 1976); Shure y Spivack, nicas de brainstorming.
(1982,1983) de la puesta en marcha de las cinco
El Pensamiento Consecuencial (PCo). Es desa-
habilidades de pensamiento básicos: Pensamiento
rrollar la capacidad de prever que es lo que puede
Alternativo, Pensamiento Causal, Pensamiento Con-
ocurrir, es decir, el impacto que sobre los demás y
secuencial, Pensamiento Medios Fines y Toma de
sobre uno mismo tendrá una determinada opción
Perspectiva.
(decir o hacer) ante un problema interpersonal. La
Desde los años 70, en que estos autores des- previsión de las consecuencias puede ser inmedia-
cribieron y desarrollaron las cinco habilidades cog- ta, a corto, medio y largo plazo y permite anticipar-

39
Ángela Rita Martín Caballero

nos a los posibles efectos negativos de nuestra con- Otra de las características, aceptada por la
ducta y ejercer el autocontrol o asumir los riesgos mayoría de los autores, es que la asertividad y las
de nuestra elección. habilidades sociales comparten dos componentes
fundamentales: Lenguaje verbal y no verbal, aspec-
El Pensamiento de Perspectiva (TDP). Consiste tos indisolubles para considerar una conducta como
en la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de asertiva o habilidosa, siendo necesaria la coherencia
conocer y comprender lo que el otro siente y piensa. y coordinación entre ambos componentes y la acti-
Es la habilidad cognitiva directamente relacionada tud de seguridad en la transmisión de la respuesta.
con la empatía. Para Garrido (2001), es la clave de Es más, la asertividad es el componente impres-
la conducta prosocial y la inhibidora de la violencia. cindible en cualquier programa de entrenamiento
El Pensamiento Planificador o Medios-fin en habilidades sociales.
(PMF). Es la capacidad de articular paso a paso los Para una definición de conceptos, debemos
medios que pueden ser necesarios para lograr las tomar en cuenta diferentes definiciones planteadas
metas u objetivos que se han fijado para la resolu- por autores como: Alberti y Emmons (1982), Caba-
ción de un problema interpersonal determinado. Es llo (1986), Combs y Slaby (1977), Libert y Lewin-
la más compleja, e incluye el reconocimiento de los son(1973), McFall y Twentyman (1973), Pelecha-
posibles obstáculos y pensar en las posibles solu- no (1989), Salter (1949), Thorndike (1921) o
ciones a los mismos, por lo que requiere que el Wolpe (1958), entre otros, a través de las cuales
resto de la habilidades estén presentes, pues será se va recorriendo el camino por el que vamos deli-
necesario el PA para buscar opciones para salvar mitando el concepto de la competencia social,
las dificultades, el PCa para recopilar información, como un concepto más amplio y que requiere de
el PCo para prever las posibles consecuencias de recursos y habilidades socio personales.
las posibles elecciones y tener muy en cuenta cómo
puede afectar, emocional y cognitivamente, nuestra Michelson et al (1987) utiliza los términos de
elección a los otros, a la vez que hay que establecer habilidades sociales, competencia social y asertivi-
un orden, priorizando los objetivos y las acciones. dad como sinónimos, explicando, además, que las
habilidades sociales son aprendidas y recíprocas,
En este sentido, son muy reveladores las inves- que incluyen conductas verbales y no verbales,
tigaciones longitudinales desarrolladas por el grupo suponen tener iniciativas y respuestas que favorez-
de Spivack, en las que se pone de manifiesto que can el refuerzo social, están influidas por las carac-
los déficits en estas habilidades de pensamiento en terísticas del medio y que los déficits y excesos de
la infancia predicen problemas en la adolescencia la conducta social pueden ser objetivados para
(por ejemplo: violencia, consumo de drogas, depre- modificarlos.
sión, conductas de riesgo, escasa tolerancia a la
frustración, carencia de empatía, retraimiento y De hecho, Caballo (1988), tras analizar diferen-
pobres relaciones sociales, entre otras). tes modelos teóricos, se decanta por utilizar indis-
tintamente los términos de competencia social,
Otra forma de entender la solución de problemas asertividad o habilidades sociales. Aunque poste-
interpersonales es a través de los procesos compro- riormente Caballo (2002, Mesa, 2008), que si bien
metidos en la solución de estos problemas tanto entiende que habilidades sociales y asertividad son
impersonales como personales, que son los mis- sinónimos, no incluye el término competencia
mos, si se tiene en cuenta el planteamiento desde social, porque ésta se ha ido diferenciado en los
el modelo isoprocesualista según Meichembaum y últimos tiempos. De hecho, Caballo (2006) afirma
Goldfried, (citados en Pelechano 1996), mientras que la competencia social es el efecto del desem-
que desde el modelo heteroprocesualista se inten- peño social, o lo que es lo mismo, “el empleo eficaz
taría generar programas asentados en los resultados del repertorio de habilidades sociales en las inter-
de las pruebas de habilidades. acciones con otros” (pag, 375).

Parece razonable pensar, por tanto, que en En este sentido, entendemos la conveniencia
ambos casos los programas de entrenamiento en de establecer algunas matizaciones: la competencia
habilidades sociales proporcionarían un aumento social tiene un sentido más amplio y abarca más
de las competencias para la solución de problemas. elementos; de hecho, las habilidades sociales tienen

40
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

que estar incluidas como elemento esencial para largo del ciclo vital, difícilmente puede favorecer la
el desarrollo de la competencia social y como decí- adaptación y ajuste en la etapa adulta.
amos anteriormente, su componente indisoluble es
Para la delimitación conceptual, es importante
la conducta asertiva y requiere, según avanzamos
matizar sobre la Habilidad Social el planteamiento
por las diferentes aportaciones de los autores más
de Alberti (1977b), quien dice que la Habilidad
relevantes, de otros elementos más asociados a los
Social (citado en Caballo, 1993):
recursos personales y emocionales.
• Es una característica de la conducta, no de la
Otro aspecto a destacar es en relación al com-
persona.
ponente cognitivo de los programas de entrena-
• Es una característica específica a la persona
miento en Habilidades Sociales y, en esta línea es
y a la situación.
interesante señalar, el estudio de Caballo y Buela-
• Debe contemplarse en el contexto cultural del
Casal (1989), en el que los autores se encontraron
individuo, así como en función de otros aspec-
con diferencias cognitivas entre grupos de sujetos
tos situacionales.
de alta, media y baja habilidad social establecidos
• Está basada en la capacidad de un individuo
según la puntuación obtenida en un cuestionario
de escoger libremente su acción.
de habilidad social. Los sujetos de alta y baja habi-
• Es una característica de la conducta afectiva.
lidad social se diferenciaban en su autoeficacia
general y social, en el temor a la evaluación nega- Lo que nos pone en un claro antecedente de la
tiva, en pensamientos negativos y/o obsesivos, en necesidad de tener en cuenta estas características
la percepción del grado de felicidad que experimen- en el posterior desarrollo de programas de entrena-
taban, en pensamientos negativos relacionados con miento en habilidades, pero, además introduce la
diferentes dimensiones de las habilidades sociales característica afectiva de la conducta y que diferen-
y en las autoverbalizaciones negativas durante la tes autores, como Mayer y Salovey (1990), Gole-
interacción con otra persona en la simulación de man, (1996) introducen en lo que denominan
una situación social. Lo que venía a poner de mani- Competencia Emocional y Segura et al. (1998,
fiesto la necesidad de incluir aspectos cognitivos de 2003, 2005), lo introducen como un elemento
la conducta socialmente adecuada en el momento importante de la Competencia Social, a través de
de aplicar el programa de entrenamiento en habi- la educación emocional y de los sentimientos.
lidades sociales y que entendemos argumenta la
necesidad del entrenamiento del componente cog- Para Caballo, (1993, citando a Van Hasselt et
nitivo ya desarrollado y aplicado en los programas al, 1979), existen tres componentes básicos en las
de Competencia Social de los cuales son proponen- habilidades Sociales:
tes Ross y Fabiano, (1985, 1996); Garrido et al,
• Son específicas a las situaciones. El significa-
(1998, 2001); Segura, (1998, 2002); Trianes
do de una conducta variará en función de la
(1997). Además, Caballo (1987,2000), señala la
situación.
importancia en la intervención de no descuidar los
• La efectividad interpersonal se valora en base
procesos cognitivos, como son las creencias, las
a las conductas verbales y no verbales emiti-
atribuciones, las expectativas, solución de proble-
das y este tipo de respuestas se aprenden.
mas, etc., ya que sin la inclusión de estos elemen-
• El papel que juega la otra persona es impor-
tos, los procesos de mejora son menos eficaces y
tante y la eficacia interpersonal supone la
duraderos.
capacidad de comportarse sin causar daño a
Parker y Asher (1987), Hartup y Moore (1990), los demás.
McClellan y Kinsey (1999) sugieren que la adap-
Lazarus (1973), establece por primera vez las
tación socio-emocional de un niño a largo plazo,
cuatro clases de respuestas o dimensiones que
así como su desarrollo académico y cognitivo y su
abarcan las habilidades sociales/aserción:
sentido de ciudadanía, son estimulados por cons-
tantes oportunidades para fortalecer la competencia • La capacidad de decir NO.
social durante la niñez, por lo que, posiblemente, • La capacidad de pedir favores y hacer peticio-
si esta no ha sido adecuadamente estimulada a lo nes.

41
Ángela Rita Martín Caballero

• La capacidad de expresar sentimientos posi- Mientras que para Rojas (2000), la competen-
tivos y negativos. cia social tiene más que ver con un constructo más
• La capacidad de iniciar, mantener y terminar hipotético y global, de características multidimen-
conversaciones. sionales y amplio, que incluye, entre otras, a las
habilidades sociales, que serían las conductas más
A partir de aquí, se sentarían los modelos expli-
específicas que forman el comportamiento social-
cativos sobre los que se trabajan las habilidades
mente competente y que vendrían a responder a
sociales, según Bellack y Morrison (1982).
un criterio más evaluativo del comportamiento.
Aunque algunos teóricos como Meichenbaum,
Ford (1986, citado en Pelechano, 1996) deli-
Butler y Grudsen (1981), inicialmente afirmaban
mitó las características prototípicas de la compe-
que era muy complicado desarrollar una definición
tencia social: son personas con habilidades proso-
consistente y exacta de competencia social ya que
ciales capaces de responder de forma adecuada a
esta es parcialmente dependiente del contexto cam-
las necesidades de los demás, con habilidades
biante y entendían que la habilidad social debía
socio-instrumentales (saber cómo se hacen las
considerarse dentro de un marco cultural determi-
cosas), con facilidad y disponibilidad social, capaz
nado ya que los patrones de comunicación varían
de fomentar la participación y autoeficacia y tener
ampliamente entre culturas y dentro de una misma
un buen concepto de sí mismo.
cultura, dependiendo de factores tales como la
edad, el sexo, la clase social y la educación. Algunos investigadores que han desarrollado
modelos conceptuales de competencia social, como
Pelechano (1991) añade una característica diná-
Meichenbaum, Butter y Gruson, (1981); O’Malley
mica a las habilidades sociales, manifestando que
(1977); Tyler, (1978); White, (1974), introducían
evolucionan a lo largo de la vida. Otros autores han
la combinación de dos ó más de las definiciones
hecho un importante esfuerzo por definir y delimitar
expuestas a lo largo de este trabajo. En base a los
la Competencia Social, definiendo competencia
trabajos de Marlowe (1984, 1985, 1986) se fue-
como cualidades de la personalidad que se demues-
ron desarrollando los principios del modelo de inte-
tran en los modelos organizados de funcionamiento
ligencia social que comprendía cuatro dominios:
cognitivo, afectivo y/o comportamental. Sin embar-
interés social (preocupación por otros), eficacia
go, definiendo el concepto de competencia social
social, habilidades de empatía (la habilidad de
para Monjas (2004) es “un conjunto de conductas
entender cognitiva y afectivamente a otros) y habi-
y estrategias, que permiten a la persona construir
lidades de desarrollo social (comportamientos socia-
y valorar su propia identidad, actuar competente-
les observables).
mente, relacionarse satisfactoriamente con otras
personas y afrontar las demandas, retos y dificul- La competencia social, siguiendo a Moral y Ove-
tades de la vida, lo que posibilita su ajuste y adap- jero (2005), es la capacidad de adaptación psico-
tación, su bienestar personal e interpersonal y vivir social saludable que se basa en una adecuada
una vida más plena y más satisfactoria” (Monjas, autovaloración y que, a la vez que aumenta su
2004, pag. 12), definición de competencia social autoeficacia, genera adecuadas expectativas de
que desde nuestra opinión se ajusta a lo que pre- éxito y control sobre los resultados de la conducta
tendemos lograr con la aplicación de nuestro pro- de interacción.
grama de entrenamiento con drogodependientes.
Desde los llamados modelos interactivos se
Siguiendo a Monjas, en este sentido las habili- plantea que, las competencias sociales son el resul-
dades sociales son aquellas “conductas o destrezas tado de una cadena de procesos cognitivos y de
sociales específicas requeridas para ejecutar com- conducta que se inicia con la percepción correcta
petentemente una tarea de índole interpersonal. de aquellos estímulos interpersonales relevantes,
Implica un conjunto de comportamientos adquiridos realizando un procesamiento flexible de estos estí-
y aprendidos y no un rasgo de personalidad. Son mulos para suscitar y evaluar las opciones de res-
un conjunto de comportamientos interpersonales puesta posibles, de las cuales se seleccionaría la
complejos que se ponen en juego en la interacción mejor y se ejecutaría la alternativa de acción elegida
con otras personas” (Monjas, 1999, pag. 28). (Gil, 1984).

42
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

De hecho, para Garrido (1998) una persona es competencia social debe incluir algunos elementos
socialmente competente cuando tiene recursos, básicos.
habilidades personales y oportunidades en su
medio para relacionarse. A su vez, Roche (1998) Para Roche (1995), por ejemplo, la competen-
habla de “prosocialidad”, dentro de la cuál incluye cia social está sustentada en cinco pilares básicos:
la asertividad, entendida como capacidad para deci- La empatía, la asertividad, la autoestima, la comu-
dir actuar y resistir ante las dificultades. nicación y el crecimiento moral.

Finalmente, a modo de resumen y, consideran- Empatía: para ello distingue dos componentes:
do todos los aspectos ya tratados, asumimos la el cognitivo y el afectivo. En la empatía se hallan
“competencia social”, por tanto, como una expre- implicados procesos racionales y emocionales ya
sión que engloba dimensiones cognitivas y afectivas que nos permite comprender a los demás en sus
positivas que se traducen en conductas adecuadas estados de ánimo. La empatía, por tanto, es la
valoradas por la comunidad. Estos comportamien- capacidad para ponerse en el lugar del otro de
tos hábiles que favorecen la adaptación, la percep- forma afectiva. La empatía nos adentra en la reali-
ción de autoeficacia, la aceptación de los otros y dad personal de los demás (Roche, 1995).
los refuerzos agradables, incrementan el bienestar. Reconocer los estados anímicos ajenos requiere
De acuerdo con el modelo bio-psico-social y desde sensibilidad, comprensión, destreza perceptiva,
el que se aborda las drogodependencias, se podría capacidad para adoptar distintos roles sociales y
asegurar que la competencia social es un claro indi- madurez. La empatía es el punto de partida de las
cador de salud mental. relaciones sociales positivas y del altruismo (Roche,
Muchos autores, entre ellos (Trianes, Muñoz y 1995).
Jiménez 2000, Garrido 1995,1998; Segura, Asertividad. Considerada la habilidad que refleja
1998, 2003) defienden un modelo de competencia energía y persistencia hasta lograr las metas realis-
social claro, que compromete otras habilidades, tas y positivas.
recursos, actitudes y valores, aunque otros hablan
indistintamente de competencia social y de habili- El entrenamiento en asertividad favorece la inte-
dades sociales, en este estudio nos decantamos por gración en el grupo, la canalización de la agresivi-
la primera, pues asumimos que habilidades socia- dad y evitación de conductas inadecuadas. Contri-
les, es una expresión que se difundió en los años buyendo favorablemente al ajuste psicosocial,
ochenta y que se entiende como una conducta potenciando los recursos personales para expresar
observable; mientras que en la década de los sentimientos; hacer peticiones y rechazar peticiones
noventa se ha ido adoptando más el término com- inoportunas; iniciar, mantener y finalizar conversa-
petencia social (Fabes et al.,1999; Segura et al., ciones; defender los propios derechos, etc. Para que
1998, 1999) y forma parte de un concepto más la conducta se entienda como asertiva se debe
amplio y con un mayor bagaje de recursos a desa- insistir en trabajar aspectos de la comunicación no
rrollar, pero sobre todo por el énfasis en el desarrollo verbal tales como el contacto visual, la postura cor-
de lo cognitivo emocional del enfoque. poral, la distancia interpersonal, la expresión del
rostro, el ritmo al hablar y el tono de voz.
Para Moraleda (1995) fomentar la competencia
social pasa por prestar atención a dos tipos de ele- Autoestima. Es un aspecto importante de la per-
mentos: 1) el comportamiento positivo, en el que sonalidad, hasta el punto de que si una persona se
se enmarcan tanto los aspectos internos, (pensa- acepta y se valora, avanzará en su proceso de
mientos y sentimientos que predisponen a interac- maduración y autorrealización. Por tanto, una per-
cionar con los demás como las acciones manifiestas sona competente socialmente, probablemente se
que posibilitan las relaciones) y 2) el aprendizaje valore más a sí misma, porque establece con los
de estrategias o habilidades de interacción social demás relaciones más satisfactorias y resuelve los
apropiadas según las distintas situaciones. problemas de manera más eficaz, más exitosa.

Para Díaz-Aguado (2004, 2005), Garrido et al. Para Branden (1995), la autoestima es la expe-
(1998, 2001), Roche (1995), Segura (1998, riencia básica y necesaria para desarrollar una vida
2003), Trianes et al (2004), el desarrollo de la plena, de bienestar y de cumplimiento con las exi-

43
Ángela Rita Martín Caballero

gencias. Sin una valoración positiva de uno mismo salud y las drogas, a través del cuestionario sobre
se hace muy difícil superar los obstáculos y los con- Alcohol y Drogas: Predeterminantes del Consumo
flictos interpersonales. La autoestima supone, desde (ADPC) de García-Medina, (1988-1997). Su inves-
el conocimiento de las capacidades y limitaciones tigación muestra la relación que mantienen dichas
que se poseen, una aceptación positiva, realista y pautas de comunicación en el contexto escolar, con
equilibrada de uno mismo como requisito indispen- variables como: conducta de consumo, uso y efec-
sable para vencer las dificultades, enriquecerse per- tos de la droga, apoyo familiar y actitud parental
sonalmente y, sobre todo, necesaria para mostrar negativa hacia el consumo, normas en casa, con-
respeto y experimentar sentimientos favorables sumo parental de tabaco y tranquilizantes, ocio y
hacia los demás (Martínez-Otero 1999, 2000, autocuidado, Actitud Negativa hacia los amigos que
2003). consumen, Amigos que consumen, la comunica-
ción con el profesor. En esta investigación, la pauta
En relación al consumo de drogas, Graña y Escucha Activa y Turno de palabra, es la que más
Muñoz-Rivas (2000) comprobaron que, en pobla- correlacionaba con todas las variables de consumo
ción escolar, algunos de los principales factores de y actitudes hacia el consumo de drogas. Lo que
riesgo eran la autoestima, la presencia de conducta podría sugerir que, el buen uso de las habilidades
antisocial y la desinhibición, mientras se presenta- comunicativas en clase, podría favorecer una mejor
ban como factores protectores importantes el con- adaptación en los escolares, tal y como sugiere Gar-
cepto positivo de uno mismo, el nivel de sinceridad cía-Medina, P. y cols., (1990), Armas-Vargas, E.
y la práctica religiosa. Graña, Muñoz-Rivas y (1999 b, d) y Armas-Vargas y García-Medina,
Andreu (2000), además encuentran que los jóve- (1999 d). Lo contrario ocurre con el factor Dificultad
nes que consumen alcohol, tabaco y cannabis tie- para Llegar a Acuerdos ya que percibir conflictos y
nen un pobre concepto de sí mismo. dificultad para llegar a un acuerdo entre profesores
y alumnos y con iguales, parecen que favorece acti-
Comunicación. Para Trianes, De la Morena y
tudes negativas hacia la salud y positivas hacia el
Muñoz (1999) las capacidades comunicativas de
consumo de drogas. Lo que parece evidente, según
niños y adolescentes juegan un papel fundamental
los datos que aportan en sus estudios, es que un
en la competencia social. Estas autoras, siguiendo
buen uso de las pautas de comunicación podría
a Duck (1989), describen varios niveles en la “com-
ayudar a mejorar la percepción que del ambiente
petencia comunicativa”:
escolar y familiar tienen los adolescentes y sin duda,
– Habilidades básicas no verbales, que actúan si analizamos desde el contexto clínico y sobre todo
como requisitos previos en la conversación y al contexto familiar, resulta interesante apreciar la
la interacción, incluyendo el contacto ocular importancia de la comunicación en relación al tra-
y los gestos. Caballo (1993) además, describe tamiento y, específicamente, como elemento
los aspectos relacionados con el tono de voz, imprescindible en los programas de entrenamiento
la postura corporal, la distancia, el tono emo- de Habilidades Sociales y como base de la Com-
cional, etc. y que inciden de forma importante petencia Social.
en la comunicación interpersonal.
Train (2001), recuerda que gran parte de la frus-
– Habilidades lingüísticas: formada por las
tración que experimentan las personas agresivas
reglas que controlan diversos tipos de situa-
radica en que no se comunican de un modo eficaz.
ciones conversacionales.
Desarrollo Moral. Aspecto muy vinculado con
Armas-Vargas, (1995-1999), ha elaborado
el desarrollo de la competencia social y emocional.
unos cuestionarios que evalúan Pautas de Comu-
En varios estudios se ha encontrado, por ejemplo,
nicación y Resolución de Conflictos (CPC-RC) en
una relación positiva entre comportamiento moral
los contextos escolar y familiar, centrándose en la
y ser acogido por los compañeros y una relación
evaluación que realiza el estudiante de la interac-
negativa entre agresividad y aceptación (Jiménez,
ción comunicativa con sus profesores e iguales en
2000).
clase. En la aplicación de este cuestionario, para el
estudio de la significación y relación entre pautas La capacidad de la persona para adscribirse
comunicativas, tomaron, también en cuenta, deter- voluntariamente al “bien”, interesarse por los demás
minados factores de consumo y actitudes hacia la y rechazar en sí mismos o en otros las acciones

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

orientadas a producir daño, son requerimientos del riores. Sin embargo, no todas las etapas del des-
intercambio positivo y de la convivencia. En la arrollo moral surgen de la maduración biológica,
actualidad, que se insista en la necesidad de educar estando las últimas etapas ligadas a la interacción
en valores morales está emergiendo, según la opi- con el ambiente. El desarrollo biológico e intelectual
nión de diversos autores, por un deterioro impor- es, por tanto, una condición necesaria para el des-
tante en las relaciones sociales en todos los ámbitos arrollo moral, pero no suficiente, aunque es impor-
de la sociedad, en que cada vez es más frecuente tante saber que no todos los individuos llegan a
observar un comportamiento humano más agresi- alcanzar las etapas superiores de este desarrollo.
vo, o en el lado opuesto, un comportamiento de
Pasar en el desarrollo moral de una etapa a otra,
inhibición que generan procesos de victimización,
para Kohlberg, es un proceso de aprendizaje irre-
claro ejemplo de ello son los fenómenos crecientes
versible en el que se adquieren nuevas estructuras
de acoso en el ámbito escolar, laboral o la situacio-
de conocimiento, valoración y acción. Estas estruc-
nes de violencia doméstica. Moreno y Torrego
turas son solidarias dentro de cada etapa, es decir,
(1999, pag.47) recogen algunas contribuciones
actúan conjuntamente y dependen las unas de la
sobre las posibles teorías sobre el crecimiento moral
puesta en marcha de las otras. Kohlberg, entiende
que explican algunos comportamientos potencial-
que una vez puestas en funcionamiento no se deja
mente conflictivos de adolescentes:
de actuar, aunque sí acepta que se pueden producir
• El egocentrismo o exagerada exaltación de la fenómenos de desajuste en algunos individuos que
personalidad, que dificulta la adopción de hayan adquirido las estructuras propias de la etapa
puntos de vista diferentes al propio. Y que de un modo deficiente. En este caso, se estaría
sería el resultado de un pobre desarrollo cog- actuando por las estructuras de la etapa anterior,
nitivo. dando la impresión de un retroceso en el desarrollo
• No lograr, lo que en expresión piagetiana se (Kohlberg, 1992).
conoce como “operaciones intelectuales abs- Kohlberg elabora las definiciones concretas de
tractas”. Esto se convierte en una menor capa- sus etapas del desarrollo moral, a través de la inves-
cidad de reflexión, de análisis y pensamiento tigación que realizó con niños y adolescentes de los
crítico. suburbios de Chicago, a quienes presentó diez
• Marcada tendencia a los prejuicios y estereo- situaciones posibles en las que se daban problemas
tipos. La inmadurez moral se convierte en de elección moral entre dos conductas posibles. El
dogmatismo y “relativismo moral”. análisis del contenido de las respuestas, el uso de
razonamientos y juicios, la referencia o no a prin-
Trabajos como los de Díaz-Aguado (1996,
cipios, etc. A partir de las respuestas, se analizaron
1997, 2001, 2002, 2003), Garaigordobil (1995,
treinta factores diferentes en todos los sujetos y de
2000), Segura y Arcas (1998, 2002, 2003), real-
aquí se estructuró la definición de las etapas. Pos-
zan la importancia de los programas de desarrollo
teriormente y para demostrar que estas etapas eran
en valores en las primeras etapas de la vida escolar
universales, Kohlberg realizó una investigación
y su importancia en la reducción de la violencia.
semejante con niños de una aldea de Taiwan, tra-
Para Kohlberg (1981,1982), el desarrollo moral duciendo sus dilemas morales al chino y adaptán-
es el proceso a través del cual la persona va cons- dolos a la cultura china.
truyendo, mejorando y modificando el concepto de
El desarrollo moral comenzaría con la etapa
justicia, para lo que es necesario el desarrollo cog-
cero, donde se considera bueno todo aquello que
nitivo previo y conlleva el desarrollo de las habili-
se quiere y que gusta al individuo.
dades sociales, que cumplen su función con el rol
social (Garrido y Martínez, 1998). Los seis estadios del desarrollo moral según
Kohlberg (citados en Segura et al., 1992,1998,
Kohlberg comparte con Piaget la creencia de
2002) se distribuyen en tres niveles:
que los valores morales se desarrollan en cada indi-
viduo pasando por una serie de fases o etapas. NIVEL 1. PRECONVENCIONAL: Los actos son
Estas etapas son las mismas para todos los seres “buenos” o “malos” para el niño en base a sus con-
humanos y se dan en el mismo orden, creando secuencias materiales o las recompensas o castigos
estructuras que permitirán el paso a etapas poste- que le reportan.

45
Ángela Rita Martín Caballero

Estadio 1. La mente del niño “juzga” en base a adolescencia y manifestarse en un mejor ajuste psi-
los castigos y la obediencia. cosocial del adulto.

Estadio 2. Está bien aquello que reporta bene- Hablar de competencia social es asumir que se
ficios y satisface necesidades, eventualmente las deben utilizar todos los recursos y para ello es
de los otros. Aparecen las nociones de “lo correcto”, imprescindible haber aprendido y desarrollado sus
“lo equitativo” pero se aplican en el plano material. elementos inherentes: la comunicación, la asertivi-
La reciprocidad consiste en “tanto me das, tanto te dad, la empatía, la autoestima y los valores.
doy”. La ley del Talión: “ojo por ojo…”
2.2. Habilidades Sociales y Competencia
NIVEL 2. CONVENCIONAL: La actitud global
Social: La Evaluación
de la persona es de conformidad a las expectativas
y al orden social. Si importante para centrar nuestro estudio es
clarificar el concepto de habilidades sociales, tanto
Estadio 3. La buena conducta es la que agrada
o más lo es el estudio de las pruebas y métodos de
a los otros o les proporciona ayuda, por lo que es
evaluación utilizadas hasta el momento para cuan-
aprobada. La conducta empieza a ser valorada por
tificar estos concepto.
sus intenciones.
Al hacer un estudio minucioso de los contenidos
Estadio 4. Sistema Social y conciencia. La con-
que conforman los distintos instrumentos de eva-
ducta adecuada consiste en cumplir con el deber,
luación, al igual que los programas de intervención,
mostrar respeto a la autoridad y respetar el orden
en habilidades sociales, nos encontramos con una
social, por el bien de todos.
amplia variedad que van desde el grado de ade-
NIVEL 3. POSTCONVENCIONAL, AUTÓNOMO: cuación social en situaciones hetero u homosexua-
Los principios y valores morales se conciben inde- les, hábitos y cuidados en pacientes psiquiátricos
pendientemente de los grupos sociales que los pro- internados, asertividad, habilidades de entrevista,
fesan. búsqueda de empleo, expresión de sentimientos,
habilidades de comunicación, etc.
Estadio 5. Contrato social o utilidad y derechos
individuales. La acción adecuada es la que se ajus- La tradición, en cuanto a la elaboración de
ta a los derechos generales de los individuos y están herramientas de evaluación se refiere, ha partido
consensuados por la sociedad. Es posible cambiar para la evaluación de habilidades sociales del com-
la ley si atenta a los derechos fundamentales: la portamiento inadecuado, para ir elaborando poste-
vida y la libertad. riormente los distintos instrumentos de medida, que
se han construido pensando en población clínica,
Estadio 6. La ética universal. Denominado por entre ellos personas con algún tipo de minusvalía
Segura como “todos somos iguales” (Segura et al, o trastorno psicopatológico y para ello han partido
1997) Lo justo es una decisión tomada en concien- en su mayoría, de la evaluación de los procesos de
cia por cada persona de acuerdo con unos princi- socialización (Fernández Ballesteros, 1995).
pios de justicia, reciprocidad, igualdad de derechos,
respeto a la dignidad de la persona, etc. Dentro del campo de la Terapia de Conducta,
las habilidades sociales se perfila con diferencia
En resumen, se puede decir que la Competen- como el constructo con más y diversos procedi-
cia Social, debe reunir elementos que contribuyan mientos de evaluación (Caballo, 1993) y es un
al enriquecimiento personal y a un adecuado uso campo que continúa generando nuevos instrumen-
de los recursos personales, además de la adquisi- tos de evaluación, pero a pesar de ello, también
ción y mejora de las conductas propias de los pro- continúa generando cierta conflictividad a la hora
gramas de entrenamiento en Habilidades Sociales, de concensuar qué y cómo evaluar. Nos podemos
por lo que muchos autores entienden que debe encontrar con diferentes procedimientos de evalua-
incluir elementos cognitivos, lo afectivo-emocional ción, que abarcan desde la entrevista, la observa-
y los valores. Es un proceso dinámico de aprendi- ción conductual, los autoinformes, los test psico-
zaje que debería irse adquiriendo a lo largo del des- métricos, los grupos de role playing, entre otros. Y
arrollo evolutivo para lograrse de forma plena en la esta conflictividad se torna en dificultad ante la eva-

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

luación de la Competencia Social, por la propia ”Escala de Asertividad de Wolpe y Lázarus”


complejidad del concepto. (WLAS, Wolpe-Lazarus Assertiveness Scale, 1966).

Goldfrield y D Zurilla (1969), proponen un Haciendo más hincapié en la ansiedad social


modelo analítico conductual para la construcción podemos encontrarnos con:
de instrumentos que evalúen la competencia social
“Escala de ansiedad y evitación social” (SAD,
y que requeriría de: análisis situacional (situaciones
Social Avoidance and Distress Scale, de Watson y
interpersonales problemáticas para el individuo);
Friend, 1969). Una de las características de esta
Enumeración de respuestas (posibles respuestas a escala es que no solo mide la ansiedad, sino tam-
las situaciones); Evaluación de las respuestas (posi- bién las conductas de evitación ante las situaciones
ble efectividad de las posibles respuestas); Desarro- sociales.
llo del formulario de evaluación y, por último, eva-
luación de la fiabilidad y validez del instrumento de “Escala Multimodal de expresión Social-Parte
medida. Emocional” (EMES-E de Caballo, 1993).

Aunque los instrumentos de evaluación más En cuanto a una medida más cognitiva de
ampliamente utilizados son los autoinformes, autoinforme, están:
empleándose las técnicas de medidas, en general, “Escala Multimodal de Expresión Social-Parte
en cuatro fases: antes de la intervención, durante Cognitiva” (EMES-C de Caballo, 1987).
la misma, al finalizar y en periodo de seguimiento
(Caballo, 1987). “Cuestionario de Expectativas Generalizadas
sobre los demás” (GEOQ, Generalized Expectations
Entre las pruebas basadas en autoinformes y of Others Questionnaire, de Eisler, Frederiksen y
sin entrar en qué aspecto centran su campo de Peterson, 1978).
medida, algunas de las más conocidas son:
“Técnicas de evaluación de la resolución de pro-
“La batería de socialización” de Silva y Martorell blemas interpersonales” (IPSAT, Interpersonal Pro-
(1982, 1987, 1991). blem-solving Assessment Technique, de Getter y
Nowinski, 1981).
“Escala de Asertividad de Rathus” (RAS, Rathus
Assertiveness Schedule, Rathus, 1973), que fue la Otro instrumento con una orientación conduc-
primera escala construida para medir habilidades tual cuyo uso aislado o en combinación con otros
sociales (asertividad). instrumentos permite establecer a qué objetivos diri-
gir la intervención, a la vez que examinar los cam-
“Escala de auto-expresión universitaria” (CSES; bios que se van produciendo a medida que el entre-
College Self Expression Scale, de Galassi, Delo, Galas- namiento avanza, es el “Cuestionario de habilidades
si y Bastien,1974), se creó para obtener una medida sociales” de Goldstein, Sprafkin y Klein (1989).
de la asertividad de la población universitaria.
También encontramos a la hora de evaluar las
“Escala de auto-expresión para adultos” (ASES, habilidades sociales, instrumentos como la “Escala
Adult Self Expression Scale, de Gay, Hollandsworth y cuestionario de comportamiento asertivo para
y Galassi, 1975), muy similar al CSES, pero dirigida niños”, e instrumentos de observación, calificación
a población adulta. y autoinforme (Michelson, Sugai, Wood y Kazdin,
1983).
“Inventario de Aserción” (AI, Assertion Inventory
de Gambrill y Richey, 1975). Y, en cuanto al estilo de respuesta, el CABs de
Michelson y Wood (1982,1987), adaptado para
“Escala-inventario de la actuación social” (SPSS, población de primaria y secundaria por Segura y
Social Performance Survey Schedule de Lowe y que pasa a denominarlo: Cuestionario para Evaluar
Cautela, 1978). la Asertividad: CEA, (Segura y Arcas, 1998, 2002,
en Mesa, 2008).
“Inventario de Resolución de conflictos (CRI;
Conflict Resolution Inventory, de McFall y Lillesand, Aunque y para evaluar las habilidades sociales
1971). en adultos, el instrumento más utilizado para medir

47
Ángela Rita Martín Caballero

las habilidades de solución de problemas interper- acción personal específica: Pensamiento Alternativo
sonales, han sido varias técnicas de evaluación des- (PA); Pensamiento Causal (PCa); Pensamiento Con-
arrolladas por Platt, Spivack, Shure et al. (1976, secuencial (PCo); Toma de Perspectiva (TDP) y Pen-
1978). samiento Medios Fines (PMF) y que desarrollaremos
más ampliamente en el apartado correspondiente
El Means Ends Problems Solving (MEPS), mide
a instrumentos utilizados en esta investigación.
la planificación paso a paso para lograr objetivos
sociales específicos (Platt, Spivack, 1977). Además, las pruebas creadas por Bethencourt
(1989), fueron uno de los principales instrumentos
El MEPS consiste en seis hipotéticas historias en
de evaluación para medir los resultados de varios
las que se presenta el inicio y final. Se indica cuál
programas de inserción social de población delin-
es el objetivo social y se le pregunta al sujeto cómo
cuente en canarias, en el que uno de los compo-
podría lograrse. Para su corrección, el grupo de Spi-
nentes principales era el entrenamiento en habili-
vack usa las siguientes categorías: Número y calidad
dades socio-cognitivas, basado en el RyR original
de los medios, Número de enumeraciones para
de Ross y Fabiano y a través de la traducción y
alcanzar la meta (cada paso diferente de un medio
básico), Número de obstáculos que se deben pre- adaptación a población española realizada por
venir para lograr la meta y la indicación del tiempo Garrido (Ross, Fabiano, Garrido y Gómez, 1996) y
que transcurre mientras se ponen en práctica los conocido en Canarias como Programa de Compe-
medios para llegar a la meta. El análisis factorial que tencia Social de Segura (Segura y Arcas, 1998). El
se realizó sobre esta prueba, indicaba que todas las objetivo de aplicar esta batería de tests era compro-
historias medían la misma dimensión subyacente. bar el incremento de las destrezas socio-cognitivas
que se hubiesen generado por efecto del entrena-
El “pensamiento alternativo” requería contestar miento (Martín y Hernández, 2001).
distintas soluciones a problemas interpersonales
que podían surgir con otros y el criterio de correc- Otro instrumento de creación más reciente y que
ción adoptado por Spivack et al (1976), era con- ha obtenido el III premio TEA Ediciones (septiem-
tabilizar el número de soluciones dadas que fueran bre, 1998) es la Escala de Habilidades Sociales
alternativas, relevantes y discretas, sin tener en (EHS) de Gismero (2000). Caracterizado por ser
cuenta el pronóstico. un instrumento breve y sencillo, que permite iden-
tificar con precisión los distintos déficits en diversas
El pensamiento consecuencial se empezó a áreas. Es un instrumento construido, analizado,
medir en preescolares a través del What happens validado y tipificado con una muestra española. La
next? (Spivack y Shure, 1974). versión definitiva la componen 33 items, con cuatro
En nuestro país, Pelechano et al. (1986) crea- alternativas de respuesta, es aplicable a jóvenes y
ron una serie de pruebas de lápiz y papel, para adultos de forma individual o colectiva y evalúa 6
medir las habilidades interpersonales en adultos y factores relacionados con la aserción y las habili-
ancianos, centrándose en nuevos criterios de aná- dades sociales: I.- Autoexpresión en situaciones
lisis más cualitativos, lo que venía a suplir en ese sociales; II.- Defensa de los propios derechos como
momento las carencias existentes en pruebas para consumidor; III.- Expresión de enfado o disconfor-
evaluar las Habilidades Interpersonales. midad; IV.- Decir no y cortar interacciones; V.-
Hacer peticiones y VI.- Iniciar interacciones positivas
En este sentido, se ha producido un gran avan- con el otro sexo.
ce, en cuanto a los instrumentos de evaluación que
presentamos en nuestra evaluación, puesto que par- Nezu y Nezu (1991), creen que se debe plan-
tiendo de los instrumentos creados por el grupo de tear la evaluación desde, por un lado, las evalua-
Spivack et al., Bethencourt (1989) creó una batería ciones del proceso de solución y afrontamiento de
de tests, enteramente construida con población problemas de índole interpersonal, centrándose en
adulta canaria y que constituye un instrumento de las habilidades y capacidades que permiten al indi-
medida de las habilidades interpersonales para adul- viduo solucionar problemas de forma eficaz y por
tos, fiable y válido, que evalúan cada uno de los otro la evaluación de la solución, centrada en las
cinco pensamientos básicos, necesarios para la solu- propias soluciones, así como en la ejecución del
ción de problemas en situaciones sociales y de inter- afrontamiento.

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Pese a la ingente cantidad de pruebas psicomé- actuación para favorecer y potenciar el desarrollo
tricas, autoinformes, etc., la evaluación de la Com- de habilidades con programas específicos de entre-
petencia Social se manifiesta como una tarea harto namiento en Habilidades Sociales dirigidos a la pre-
complicada, entre otras razones, porque ya de vención y promoción de la salud.
entrada es un concepto muy complejo, primero a
la hora de definirlo y más aún en el momento de Hoy por hoy, en el Entrenamiento en Habilida-
medirlo en su globalidad. des Sociales, se siguen utilizando alguna de las seis
técnicas que Salter (1949) sugiere en su libro “Con-
Pero, sin duda la evaluación de las habilidades ditioned reflex therapy” para aumentar la expresi-
y competencias sociales, requiere de una evalua- vidad: la expresión verbal y la expresión facial de
ción cuantitativa y cualitativa, en la que se tome en las emociones, que incluyen: hablar en primera per-
cuenta la presencia o no de las habilidades nece- sona, asentir cuando se reciben alabanzas o cum-
sarias, la ejecución de las mismas y la valoración plidos, expresar desacuerdo e improvisar y actuar
de dicha ejecución como un comportamiento espontáneamente.
socialmente competente que se plasmará en un
mejor funcionamiento social y personal general. Por otro lado, Wolpe (1958) entendía como
parte del Entrenamiento la expresión de sentimien-
En resumen, entre el gran volumen de pruebas tos negativos, que durante mucho tiempo fue parte
que existen para evaluar, podemos destacar que la del entrenamiento de la conducta asertiva, junto a
gran mayoría de las escalas, cuestionarios, inven- la defensa de los propios derechos.
tarios, son pruebas basadas en los autoinformes,
que intentan evaluar algún aspecto concreto de la Trower, Bryant y Argyle (1978), afirman que las
conducta socialmente competente o habilidosa y habilidades cognitivas se asemejan al aprendizaje
por tanto la elección de uno u otro va a estar deter- motor, en el que hay que entrenar una serie de
minado por las necesidades y objetivos de cada aspectos por separado, como son la motivación, los
investigador. objetivos y planes de logro, la percepción selectiva
y adecuada respecto a lo que debe prestarse aten-
ción del ambiente, una traslación de percepciones
2.3. Habilidades Sociales y Competencia de acciones y respuestas motoras y, por último,
Social: Programas y Elementos del feedback de actuación que permita bien una con-
Entrenamiento firmación de la acción o su reorientación.
El Entrenamiento en Habilidades Sociales se ha Sin duda, un elemento esencial en los progra-
dirigido, en sus inicios al campo de la intervención mas de entrenamiento es el uso frecuente del
clínica, siendo una de las técnicas de terapia de refuerzo, en este sentido destacar que Gresham y
conducta más utilizadas en la actualidad, aunque Nagle (1980) han encontrado correlaciones posi-
requiere de conocimientos diversos en distintas tivas entre el comportamiento de emitir y recibir
áreas de la psicología, además de estar determinada reforzamiento positivo y negativo.
por la subcultura en que se va a aplicar el entrena-
miento, lo que, según Caballo, la convierte en una Competencia y éxito social, del cual hemos refle-
técnica difícil y compleja de aplicar (Caballo, 1991). jado las dos acepciones que conllevan desde el
punto de vista de Pelechano (1996), reflejan la
Aunque el campo de actuación, en sus inicios, necesidad de recibir una evaluación positiva de la
estaba enfocado a la intervención con pacientes ejecución del comportamiento competente por parte
psiquiátricos institucionalizados, cada vez se ha ido del los otros.
ampliando más su utilización hasta abarcar colec-
tivos profesionales, prueba de ello son los progra- Aunque en nuestra doctrina se sitúan los inicios
mas de entrenamiento creativo desarrollados por del entrenamiento en habilidades sociales en tra-
De Bono (1994) y dirigido a empresarios y altos bajos remotos realizados estudiando diferentes
ejecutivos de multinacionales, que desde luego aspectos de la conducta social en niños, por autores
nada tienen que ver con enfermos mentales cróni- como Jack (1934), Murphy, Murphy y Newcomb
cos, ni con delincuentes, o cualquier otra tipología (1937), Page (1936), Williams (1935) y Thomp-
clínica por excelencia. Cada vez se ha ido haciendo son (1952), que entonces no se las llamaban de
más patente la necesidad de ampliar el campo de este modo, realmente y, tal como hemos expuesto

49
Ángela Rita Martín Caballero

anteriormente, se considera como la fuente más las 5 fases y a la rigidez en su secuencia (González-
reconocida en esta materia los trabajos de Salter en Leandro y Pelechano, 1996).
1949, sobre Conditioned reflex therapy, (influido
por los trabajos de Paulov sobre la actividad ner- Sin embargo, González Leandro y Pelechano
viosa superior) y continuado por Wolpe (1958), (1996), encuentran que el entrenamiento en habi-
empleando por primera vez el término “entrena- lidades interpersonales en los escolares de ciclo
miento asertivo”. medio ha sido eficaz en promocionar algunas de
las habilidades de lo que entendemos por compe-
Annett (1974) y Fittgs y Posner, (1967), propo- tencia social, para ello han elaborado un programa
nían un modelo de desarrollo de las habilidades físi- integrado fases más dimensiones, que teóricamente
cas, que requería de cuatro pasos fundamentales: aprovecha las cualidades positivas de ambos, a la
vez que intenta profundizar mejor en algunos
1.- Tener en cuenta los factores relevantes de la
situación. aspectos de las habilidades interpersonales (Gon-
2.- Adecuar estas percepciones a los objetivos. zález Leandro y Pelechano, 1996).
3.- Trasladar los planes a la acción. Para Monjas (en Mesa, 2008), la “habilidad”
4.- Recibir y dar feedback. no es una característica de personalidad sino una
Alrededor de los setenta Argyle (1967), aplica conducta, por lo que puede ser aprendida.
este modelo al análisis de conducta social y dado Según Curran (1985), existen seis premisas
que la conducta social puede ser entendida como que subyacen al entrenamiento de las habilidades
habilidad social, su entrenamiento puede ser orga-
sociales:
nizado, para la adquisición y desarrollo en circuns-
tancias controladas. 1) Las relaciones interpersonales son importan-
tes para el desarrollo y funcionamiento psi-
Cuando aparece por primera vez el término “com-
cológico.
petencia social” acuñado por Zigler y Phillips (1960,
2) La falta de armonía interpersonal puede con-
1961), quienes trabajan en “competencia social” con
tribuir a conducir a disfunciones y perturba-
adultos institucionalizados, en la que demostraron
ciones psicológicas.
que cuanto mayor era la competencia social previa,
3) Ciertos estilos y estrategias interpersonales
menor era la duración de su estancia y más baja la
son más adaptativos que otros estilos y estra-
tasa de recaídas, probablemente no vislumbraban el
tegias para clases específicas de encuentros
alcance de este concepto y las dimensiones que
sociales.
tomaba en relación a los elemento que debían inte-
grarla, pero sí apuntaban a un dato que podemos 4) Estos estilos y estrategias interpersonales
extraer de distintas investigaciones más recientes pueden especificarse y enseñarse.
sobre la aplicación de programas de entrenamiento 5) Una vez aprendidos estos estilos y estrate-
para mejorar o lograr la competencia social. gias mejorarán la competencia en esas situa-
ciones específicas.
D’Zurilla y Goldfried (1971), basándose en la 6) La mejora en la competencia interpersonal
teoría de solución de problemas, dan por sentado puede contribuir o conducir a la mejoría en
un isomorfismo entre la solución de problemas el funcionamiento psicológico (Ovejero,
impersonales (resolución de problemas lógico, mate- 1990, pag. 106).
máticos) y la solución de problemas interpersonales,
defendiendo que uno y otro tipo de problemas impli- Por ello, para los programas de entrenamiento,
can para su solución 5 procesos o fases que se tie- se hace imprescindible crear un ambiente agradable
nen que recorrer de forma secuencial; estas fases y estructurado, que inspire confianza, estimule la
son: orientación general, definición de los rasgos exploración y el descubrimiento, definir los objetivos
principales que definen el problema, generación de e implicar a los participantes en el logro, tener expec-
alternativas, toma de decisiones y verificación. Este tativas realistas y positivas sobre las posibilidades de
tipo de programas, aunque ha tenido cierto éxito con las personas y permitir que se expresen, apoyando
problemas de tipo psiquiátrico, ha tenido muchas el autodescubrimiento de las potencialidades y refor-
críticas, especialmente en cuanto a la exigencia de zando positivamente el esfuerzo y los logros.

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

En el programa “RyR” de Ross y, posteriormen- tencia social y pensamiento prosocial, ideado, dise-
te, en el Pensamiento Prosocial de Garrido, se insis- ñado y evaluado por Ross et al.
te en la necesidad de cuidar al máximo el entrena-
Otra de las razones que nos anima a poner en
miento del programa, destacando la importancia
práctica esta intervención son trabajos como los de
de las características de los entrenadores y propo-
Pelechano et al.(1986), quienes a través de un pro-
niendo la formación específica de quienes vayan a
grama de intervención dirigido a escolares de E.G.B.
desarrollar el programa, pues no todo el mundo es
en centros públicos, que presentaban problemas de
apto para la aplicación de este tipo de programas
inhibición comportamental grave, hiperactividad y
ya que requieren de: Capacidad para relacionarse
agresividad obtuvieron resultados muy positivos
positiva y empáticamente con los demás, pero sin
demostrativos de que estas habilidades pueden entre-
comprometer las reglas y misión de la institución;
narse y por tanto incrementarse (Pelechano, 1996).
Sensibilidad para la dinámica de grupos, que movi-
lice el interés y la actividad a la vez que mantenga Por otro lado, debemos tener presente de cara
la disciplina; Habilidad para enfrentarse al sujeto a la intervención que se habla de dos tipos de
sin rebajarle o menospreciarle respetando su dig- modelos procesuales: el isoprocesualista y el hete-
nidad y habilidades socio cognitivas (empatía, reso- roprocesualista (Pelechano, 1996). Según el mode-
lución de problemas, desarrollo de valores adecua- lo isoprocesualista, los procesos comprometidos en
dos, pensamiento lógico-racional y apertura de la solución de problemas impersonales y personales
ideas), humildad, entusiasmo y profundo conoci- son los mismos, (defenderían este modelo autores
miento del modelo cognitivo (López, Garrido y Ross, como Meichembaum y Goldfried) y según el mode-
2001). Todas estas habilidades en el entrenador lo heteroprocesualista se intenta generar programas
proporcionan un ambiente y un clima agradable asentados en los resultados de las pruebas de habi-
que favorece el aprendizaje adecuado y eficaz. lidades (Pelechano 1996).

En un estudio de Torbay et al (2001), sobre las De alguna manera queremos aglutinar ambas
competencias sociales necesarias en los profesio- perspectivas en un mismo entrenamiento, con el
nales asistenciales, desde el punto de vista de los objetivo de que las personas que participen en
estudiantes, las habilidades básicas (escucha y nuestro programa se beneficien en mayor medida.
expresión) y las de autorregulación (autocontrol
Una de las razones por las que se aplica en
emocional, auto planificación, autorrefuerzo y tole- nuestro programa de entrenamiento las habilidades
rancia a la frustración) son las prioritarias en estas cognitivas sociales, como las denomina Ross (en
profesiones. También autores como McKay, Davis Garrido y Vidal, 1987), es por los resultados que
y Fanning, (1995); Goleman, (1997); Dickson, este autor encontró en las diferentes investigaciones
Hargie y Morrow (1997, citados en Torbay et al, que llevó a cabo con sus colaboradores y en las que
2001) consideran que la competencia social es un se ponía de manifiesto reiteradamente que aquellos
requisito fundamental para el adecuado desempeño programas de reeducación que incluían el entrena-
profesional y, por tanto, en la línea de Ross y Garri- miento cognitivo tuvieron éxito, mientras que aque-
do, el profesional que aplica el programa de entre- llos que no incluían la intervención cognitiva fraca-
namiento debe estar cualificado y ser competente saron. Estas investigaciones han sido sometidas a
socialmente. un meta-análisis en la Universidad de Colorado por
Garrett en 1984, (Garrett, 1985), confirmando ple-
Los trabajos de Eisler, Hersen, McFall y Golds-
namente esta conclusión del equipo de Ross.
tein, a principios de los setenta, son fundamentales
en el desarrollo, evaluación e investigación de las Otra de las razones, que también esgrime Ross
habilidades sociales, siendo estos autores, entre en la aplicación de su programa, es focalizar de otra
otros, quienes empiezan en ese momento a diseñar manera y en vez de centrarnos en lo que no fun-
programas específicos para reducir los déficits en ciona, en lo que se desvía, centrarnos en lo que sí
habilidades sociales. De entre estos programas que funciona o la normalidad, creemos que es una
van surgiendo podemos destacar algunos como: buena manera de ser innovadores, incluyendo para
“El Aprendizaje Estructurado”, diseñado y utilizado ello el razonamiento, las expectativas, las atribucio-
por Goldstein et al, (1989) y que, además, consti- nes, la corrección de las distorsiones, las habilida-
tuye un elemento más en el programa de compe- des sociales y el manejo de la ansiedad.

51
Ángela Rita Martín Caballero

Conociendo el estudio de Shure, Spivack y Jae- • Saber expresar exigencias propias, permitirse
ger, (1971), en el que entre los niños que crecen tener deseos propios y saber llevarlos a la
en condiciones de pobreza, los mejor ajustados son práctica.
aquellos que muestran mejores habilidades en pla- • Establecer contactos con otras personas y
nificación, generación de soluciones alternativas a saber mantenerlos.
los problemas y en pensamientos medios fines, • Saber rechazar peticiones ilógicas de los
encontramos una buena razón para justificar la uti- demás sin experimentar a posteriori, senti-
lización de este programa. mientos negativos.
Contamos, además, con los resultados de dife- Estos son algunos de los aspectos que hemos
rentes investigaciones que recogen la intervención tenido en cuenta a la hora de plantear nuestro pro-
con programas de entrenamiento cognitivos para grama de entrenamiento en competencia social,
reducir la impulsividad y la agresividad (Kendall y pues consideramos que en la vida y especialmente
Braswell, 1985; Meichembaum, 1977). Algunos a lo largo del desarrollo, necesitamos desplegar todo
de ellos, proponen la combinación de diferentes nuestro arsenal de habilidades para afrontar las dife-
técnicas de intervención, por ejemplo “auto instruc- rentes situaciones sociales y personales fruto de
ciones” con “Entrenamiento en Solución de Proble- convivencia y de la propia vida. Entre otras razones,
mas Interpersonales”, siendo uno de los más cono- por que entendemos que las personas con un pro-
cido el programa “Piensa en voz alta” (Think Aloud) blema de drogodependencias se van a seguir
de Camp y Bash (1981), que se elaboró para tra- encontrando con frecuencia con distintas situacio-
bajar con alumnos agresivos y son los profesores nes que requerirán desarrollar un comportamiento
los que se encargan de entrenar y evaluar todo el habilidoso y sobre todo, asertivo. Entre estas situa-
proceso, en el que se combina la auto-instrucción ciones tendrán que aprender a ser eficaces para
de Meinchenbaum y las técnicas de Solución de hacer frente de forma asertiva y responder adecua-
Problemas Interpersonales de Spivack y Shure. En damente a la presión y persuasión, para rechazar
los primeros resultados se presentaban cambios el consumo de drogas.
significativos en la conducta prosocial. Por lo que
es factible suponer que la combinación de el “Entre- En relación a la ejecución de un comportamien-
namiento en Solución de Problemas Interpersona- to competente socialmente y, específicamente, ante
les”, con el “Entrenamiento Dirigido” (coaching), la expresión de las habilidades sociales y un estilo
puede contribuir a la elaboración de programas más asertivo de respuesta, existen diferentes formas de
eficaces (Jiménez, 1994). entender el porqué algunas personas se muestran
más incompetentes en la resolución de problemas
Además, parecen existir evidencias de que la
interpersonales, basándose en los siguientes mode-
duración del entrenamiento, la edad y el desarrollo
los explicativos:
cognitivo del sujeto, pueden influenciar los resulta-
dos de los tratamientos (Cole y Kazdin, 1980). E El Modelo de los Déficits en habilidades socia-
incluso se sabe, que los procesos cognitivos sub- les plantea que el fracaso social se explica en base
yacentes a una mala adaptación, se relacionan con a una carencia importante de comportamientos
otras variables (prácticas de crianza de los padres) adecuados en el repertorio conductual de las per-
y que, por ejemplo, correlacionan con el manteni- sonas, lo que explicaría el por qué las personas se
miento y desarrollo de la conducta antisocial (Shure muestran ansiosas en las situaciones que implican
y Spivack, 1978; Patterson, 1980, 1986). una interacción social, lo que según Trower et al.
(Trower, Bryant y Argyle,1978), entre otros, se debe
Otra cuestión, también a tener en cuenta a la
a una socialización deficiente o a una escasa expe-
hora de planificar tratamientos eficaces (Spivack y
riencia social.
otros, 1976), son las diferencias evolutivas.
Las intervenciones, por tanto, irían encaminadas
Para Ullrich y Ullrich (1978), (citados en Fer-
a la adquisición de las conductas que sean más efi-
nández-Ballesteros y Carrobles, 1987), la asertivi-
caces en las interacciones sociales, asumiéndose
dad debe englobar cuatro áreas conductuales:
que, una vez se produzcan los cambios conduc-
• Permitirse cometer faltas y saber soportar la tuales, se van a modificar las actitudes, emociones
crítica de los demás. y cogniciones. Se enfatizan los aspectos positivos

52
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

y educativos del tratamiento, enseñando respuestas El Modelo de Inhibición, donde autores como
alternativas más hábiles, que compensen o superen Linehan (1984), afirman que hay personas que
el fracaso anterior. deciden poner en práctica una conducta no aserti-
va, no porque existan carencias, déficits o inhibi-
El Modelo de Discriminación defectuosa con- ción, sino por otro tipo de razones, como creencias,
sidera que las conductas inadaptadas son fruto de afecto por el otro o simplemente una valoración de
la carencia o de un uso erróneo de las habilidades las posibles consecuencias que evalúa como no
perceptivas y cognitivas, que hacen que se produz- convenientes.
can discriminaciones defectuosas, interpretaciones
incorrectas de las distintas señales sociales. Sobre lo que sí parece existir acuerdo es en que
el entrenamiento en habilidades sociales se com-
El fracaso social se produce, fundamentalmente pone de un conjunto de técnicas, elaboradas a par-
por un fallo en la conexión perceptiva, motivacional, tir de los principios del aprendizaje social, que se
motora, cognitiva o en la reacción al mundo social. centran en la adquisición de comportamientos efi-
Los más frecuentes son: caces, efectivos y eficientes. Considerándose, de
forma general, que el entrenamiento puede aumen-
• Errores sistemáticos, como percibir a los demás
tar sus beneficios si se combina simultáneamente
como más hostiles.
con el control de la ansiedad, la modificación de
• Estereotipos no exactos o abusivos.
las evaluaciones cognitivas erróneas y la adquisición
• Errores atribucionales.
de habilidades cognitivas.
A nivel cognitivo señalan:
Spivack, Platt y Shure (1976), afirman la exis-
• Fracaso al evaluar las alternativas. tencia de una serie de dimensiones racionales en la
• Fracaso en discriminar respuestas adecuadas solución de problemas interpersonales, en los que
y efectivas. median una serie de procesos cognitivos que deter-
• Demora en tomar decisiones o no tomarlas. minarán el que las soluciones a los problemas socia-
• No adquirir los conocimientos necesarios para les sean adecuadas o inadecuadas y, que a su vez,
la toma de decisiones. van a mediar la calidad de nuestro ajuste social.
• Tendencia a la toma de decisiones negativas Para estos autores, la conducta socialmente
y al uso de auto instrucciones negativas. habilidosa conlleva tres componentes: Una dimen-
La intervención, por tanto, se dirige a enseñar sión conductual (la habilidad), una dimensión per-
a percibir, discriminar y traducir adecuadamente sonal (las variables cognitivas) y una dimensión
las señales sociales y a planificar estrategias para situacional (el contexto). Así, la intervención o entre-
resolver situaciones problemáticas. namiento en habilidades sociales implica, de forma
estructurada:
El Modelo de Ansiedad Condicionada plantea
Entrenamiento en habilidades. Se enseñan,
que parece preciso, en algunos casos muy concre-
practican e integran conductas al repertorio con-
tos, la necesidad de abordar la ansiedad de cara a
ductual. Tiene sus bases en el Aprendizaje Social
que la persona pueda manifestar conductas sociales
y se emplean las instrucciones, el modelado, el
adecuadas. Desde este modelo se considera que
ensayo conductual, el feedback y el reforzamiento.
algunas personas sienten mucha ansiedad genera-
da ante las situaciones que implican una interac- Reducción de la ansiedad. Con el entrenamien-
ción social y al percibirse carentes o carecer de to se supone que se produce una disminución al
estrategias de afrontamiento no se exponen a las afrontar adecuadamente y con éxito las relaciones
situaciones sociales. interpersonales, pero es conveniente trabajar sucin-
tamente la reducción de la ansiedad con técnicas
En estos casos, los programas de entrenamiento
específicas, como la relajación.
están encaminados a reducir la ansiedad, como un
componente fundamental y que una vez las perso- Reestructuración cognitiva. Con el objeto de
nas controlan su ansiedad son capaces de exponerse modificar creencias, valores, pensamientos y acti-
a situaciones de interacción social exitosamente. tudes.

53
Ángela Rita Martín Caballero

Solución de Problemas. Se enseña a percibir, tamientos disnómicos hacia la autoridad y desinte-


procesar, generar, seleccionar y emitir respuestas, rés por los valores tradicionales. En cuanto a las
con el propósito de lograr el objetivo con éxito. relaciones familiares, se observan frecuentes dis-
putas, graves conflictos de relación, abandono de
Por su parte, Linehan (1984), propone que un
responsabilidades y desestructuración familiar.
programa completo de entrenamiento en habilida-
des sociales debe integrar habilidades cognitivas, En el ámbito laboral aparece, también, una dis-
emocionales, verbales y no verbales. minución en el rendimiento, absentismo, acciden-
tabilidad y muchos otros efectos negativos (Charro
En resumen, Los diferentes programas de entre-
y Martinez, 1995), lo que repercute de forma direc-
namiento en habilidades sociales intentan dar res-
ta en qué y cómo intentan dar solución a los pro-
puesta a necesidades propias de la persona, que
blemas de índole interpersonal con los que se tiene
pueden devenir originadas por carencias, por pro-
que enfrentar.
blemas asociados a estas carencias, por problemas
de percepción o discriminación positiva en relación Habla Michelson et al. (1987) de tres estilos de
a posibles resultados y por una evaluación cognitiva respuestas ante la resolución de problemas y las
inadecuada de las situaciones de interacción social. relaciones interpersonales:
En este sentido los diferentes programas de 1.- El inhibido, de retraimiento social o pasivo,
Competencia Social parecen reunir todos los com- que se caracteriza por el fracaso en la expre-
ponentes necesarios: habilidades sociales y con- sión de sentimientos, necesidades y opinio-
ducta asertiva; reestructuración cognitiva; desarrollo nes, produciendo sentimientos de indefen-
de habilidades cognitivas de solución de problemas sión e incompetencia, que en la vida adulta
y técnicas de control emocional. A su vez utiliza los puede provocar psicopatologías (depresión,
elementos y técnicas propios de la Terapia Cognitivo ansiedad y angustia, etc.).
Conductual para un adecuado aprendizaje, ejecu- 2.- El Agresivo o de agresión social, que se
ción y generalización de las mismas como: Moldea- corresponde a un comportamiento desagra-
miento, Ensayo Conductual, Modelamiento y dable hacia los demás, agrediendo verbal o
Refuerzo, en la que se realiza la descripción de la físicamente, haciendo burlas, provocando y
habilidad, se practica en Role-Playing, se propone sobre todo, donde no se toman en cuenta
el Ensayo Conductual y se busca la generalización. los sentimientos y derechos de los demás.
Componentes que se recogen de forma estruc- Siendo este estilo el que parece estar rela-
turada e integrada en nuestro programa específico cionado en la infancia y adolescencia con
de entrenamiento en competencia social. las conductas antisociales y en la vida adulta
con el consumo de drogas y otros trastornos
psiquiátricos.
2.4. Habilidades Sociales y Competencia
3.- El estilo asertivo y hacia el que debe orientarse
Social en drogodependencias
el comportamiento, en el que “se reconocen
No cabe duda, que el consumo de drogas está las necesidades, sentimientos y derechos, sin
presente en nuestra sociedad desde tiempos ances- violarlos, tanto del que habla como del que
trales, pero en la actualidad ha adquirido con más escucha y que intenta lograr la solución posi-
fuerza una función “socializadora”, sobre todo en tiva y mutuamente satisfactoria que intensi-
contextos recreativos y al inicio de los consumos, y fique las relaciones a corto y largo plazo. El
han devenido en convertirse en un eficaz, rápido y que habla se expresa de forma que no degra-
cómodo medio de evitación y escape ante las pro- da al que escucha, de forma que no viola o
pias carencias en el afrontamiento de problemas, niega sus propios derechos o sentimientos.
tanto de índole intrapersonal como interpersonal. El tono de una respuesta asertiva es sincero,
positivo, no punitivo, justo, considerado, direc-
Los consumidores habituales, no sólo sufren un to, no defensivo, sensible y constructivo”
desajuste a nivel personal, sino que también mani- (Michelson et al., 1987, pag. 68).
fiestan cambios importantes en su vida social: la
incapacidad de mantener relaciones amistosas, el Basamos nuestra intervención, en la idea de
rechazo y la desconfianza hacia los otros, compor- que la persona que es competente y capaz de mos-

54
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

trar ante los problemas de la vida un estilo asertivo probabilidad en los adolescentes consumidores de
de respuesta, no necesitará acudir a conductas droga de realizar actividades delictivas (Graña y
como el consumo de drogas para evadirse o solu- Muñoz, 2000).
cionar sus problemas.
También, se han realizado estudios de la efec-
Una de las razones por las que se aplica el pro- tividad de los programas de tratamientos de las dro-
grama de entrenamiento de las habilidades “cog- godependencias en relación a la disminución de la
nitivo-sociales”, como las denomina Ross (en Garri- conducta delictiva, cuyos resultados apuntan que
do y Vidal, 1987), es por los resultados que este en promedio los grupos sometidos a tratamiento
autor encontró en las diferentes investigaciones que reinciden menos que los grupos de comparación,
llevó a cabo con sus colaboradores y en las que se aunque con matices en relación al tipo de programa
ponía de manifiesto reiteradamente que aquellos entre otros (Holloway, Bennett y Farrington, 2006).
programas de re-educación que incluían el entre- Algunos de los estudios sobre la efectividad de los
namiento cognitivo tuvieron éxito, mientras que programas de tratamiento en drogodependencias
aquellos que no incluían la intervención cognitiva están basados en programas múltiples (Pearson
fracasaron. Estas investigaciones, que fueron some- and Lipton, 1999; Prendergast et al., 2002).
tidas a un meta-análisis en la Universidad de Colo-
rado por Garrett en 1984, confirmaban esta con- Por otro lado, Ross (1987) afirma que existen
clusión del equipo de Ross. (Garrido, 1987; Segura, evidencias de la utilidad del programa cognitivo para
2005; Redondo, 2007). prevenir otros problemas, proponiendo que sea la
escuela quién se encargue de potenciar el desarrollo
Asentada en el marco teórico del Modelo de cognitivo temprano como medidas preventivas a la
competencia social original de White, el llamado delincuencia, la drogadicción, etc. Sin ir más lejos
Modelo Cognitivo, del cual es proponente Robert y pese a la dificultad de evaluar los programas pre-
Ross y junto a autores como Gendreau (Gendreau ventivos, Falco (1992, citado en Mesa, 2008), en
y Ross, 1979), Ross y Fabiano, (1985), o Ross, Estados Unidos, analizó diferentes programas que
Fabiano y Garrido, (1990), argumentan el uso de se realizaban en el medio educativo, para la preven-
las técnicas cognitivas para el tratamiento del com- ción de la drogodependencia y las conclusiones a
portamiento delictivo ya que existen evidencias de las que llega en relación a los programas que se
importantes déficits en la autopercepción y la per- aplicaban, es que de todos los programas, aquellos
cepción social en este colectivo y la coincidencia de que se manifiestan con mayor eficacia en la protec-
factores con los drogodependientes. ción de cara a prevenir el consumo de drogas, son
aquellos que enseñan a niños y jóvenes a desarrollar
Sin duda, la conducta de consumir droga es una
competencias sociales. Estas competencias incluían
de las presentes en el comportamiento antisocial,
solución de problemas, toma de decisiones y entre-
junto a robar, mentir, meterse en peleas, etc. y pos-
namiento para una conducta asertiva en situaciones
terior comportamiento delictivo en aquellos chicos
decisivas como mostrar desacuerdo y hacer frente
y chicas que no logran una modificación de estas
a las presiones de grupo (citado en Mesa, 2008).
conductas por un comportamiento más adaptado
En este mismo sentido ya está en marcha y apli-
y adecuado.
cándose en centros escolares de Cataluña y Cana-
De hecho, desde hace años hay cierto respaldo rias un Programa de competencia social, desarro-
empírico del modelo de desarrollo social de Haw- llado por Manuel Segura et al. (Segura, Mesa y
king, Catalano y Miller (1992), en el que se otorga Arcas, 1997), quienes iniciaron la puesta en prác-
gran importancia al proceso de socialización y el con- tica, a través de Calidad Educativa en Canarias, en
texto donde se produce, modelo que aboga por la el que la población diana son los profesores para
necesidad de actuar para eliminar factores de riesgo, aplicarlo en las aulas de educación primaria y
a la vez que potenciar aquellos factores que hacen secundaria y que ha sido, recientemente, objeto de
que la mayoría de la gente no consuma drogas. la elaboración y defensa de la Tesis Doctoral “Ser
persona y relacionarse bien” (Mesa, 2008).
Numerosos estudios ponen de manifiesto la
relación entre el consumo de drogas y el compor- Autores como Caballo (1995), Echeburúa
tamiento delictivo (Bartual et al., 2000, Otero- (1994), Graña (1994), Ross y Fabiano (1987),
López, Romero y Luengo, 1994), existiendo mayor Segura et al.(1998), etc., dedican una especial

55
Ángela Rita Martín Caballero

atención a la necesidad de aplicar programas de frente a las situaciones de alto riesgo relacionadas
entrenamiento en habilidades sociales en la inter- con el consumo.
vención con drogodependientes y considerando que
Garrido (1997) confirma que la mejora en el
la percepción, en este sentido, de los autores, con-
funcionamiento cognitivo del delincuente, puede
vergen con nuestro convencimiento, de que real-
ser un factor esencial para su rehabilitación y puede
mente son imprescindibles dentro de la intervención
servir como medio efectivo de prevenir la delincuen-
terapéutica, así como fundamental en la prevención
cia. Pero afirma que los delincuentes no son los
y promoción de la salud, podemos encontrarnos
únicos en presentar déficits cognitivos. A lo largo
que dentro de los Proyectos que configuran el Plan
de estos últimos años se ha comprobado que los
de Prevención de la Asociación de Cooperación
déficits cognitivos, en las atribuciones, en la auto-
Juvenil San Miguel (ACJ SAN MIGUEL), existía
evaluación, en las expectativas y en la comprensión
específicamente el Programa de Entrenamiento en
del mundo, van asociados a una gran variedad de
Competencia Social que, se desarrollaba (entre
problemas: alteraciones de conducta y problemas
otros) en el ámbito educativo, dirigido fundamen-
emocionales en niños, desadaptación en adoles-
talmente a estudiantes de secundaria y BUP, con centes, alcoholismo y otras drogodependencias
resultados bastante alentadores; y en los Programas (Ross y Lightfoot, 1987, citado en Garrido, 1997).
de Asistencia e Incorporación Social, en los que
hemos participado y que hemos ido aplicando En relación a la Asertividad y consumo de dro-
desde hace varios años, en la intervención con gas, Rhodes y Jason (1990) concluían en un estu-
internos drogodependientes en tratamiento en un dio, que el consumo de drogas está en relación con
módulo libre de drogas: Proyecto Fénix (Programa la baja asertividad y, aunque, en otros estudios
gestionado por la ACJ SAN MIGUEL, desde febrero recientes esta relación asoma débilmente, Gustaf-
de 1992 a septiembre de 1996), con internos en son y Kalmén (1996), encontraron que puntuar
el Programa de Mantenimiento de Metadona (co- alto en la asertividad social y bajo en la asertividad
gestionado por la ACJ SAN MIGUEL y el Equipo en relación con las sustancias, están presentes en
Médico del Centro Penitenciario de Tenerife, desde los jóvenes con más riesgo de consumir. De tal
febrero de 1997 hasta septiembre de 1999), con forma que aquellos jóvenes que consumen alcohol
resultados contrastados muy relevantes, en el pro- y que antes de consumir puntuaban alto en aser-
grama de competencia social desarrollado con inter- tividad, posteriormente al consumo puntuaban bajo;
nos que participaron en el Programa Educativo Inte- mientras que los jóvenes que puntuaban bajo antes
gral de Reinserción Social (Martín y Hernández, en de consumir alcohol, una vez consumían aumen-
López, Garrido y Ross,2001) y, también, en una taban su puntuación en asertividad.
valoración más cualitativa e individualizada desde En un estudio de Martínez-Lorca y Alonso Sanz
la praxis clínica. (2003), encontraron múltiples relaciones significa-
Platt y Hermalin (1989) investigaron sobre cuáles tivas entre la asertividad relacionadas con las sus-
eran los principales déficits que presentan los drogo- tancias (probabilidad de decir no) y el consumo de
sustancias, siendo los más asertivos los que menos
dependientes y encontraron que los más significativos
consumen drogas.
eran los relacionados con las habilidades cognitivo-
conductuales. Para mejorarlas, ellos proponen y des- Por otro lado, los jóvenes diagnosticados de
arrollan un programa de Competencia Social, que fobia social, describen el consumo de drogas como
capacitaba a los drogodependientes para el manejo una vía de escape que les compensa su elevado
de situaciones interpersonales, para la resolución de grado de ansiedad ante las relaciones interperso-
conflictos y para la toma de decisiones, por medio nales (Sonntag et al, 2000).
del entrenamiento en habilidades cognitivas, fomen-
tando el pensamiento causal, el alternativo, el con- Diferentes investigaciones han puesto de mani-
secuencial, el medios-fin y el de perspectiva. fiesto que los adolescentes más prosociales, asertivos
y socialmente habilidosos son menos proclives a
Una vez recibían el entrenamiento, informaban manifestar conductas de riesgo para la salud, como
de los resultados en los que los drogodependientes el consumo de drogas legales e ilegales (Martín-Gon-
aumentaban su ajuste social y conseguían mante- zález et al., 2003; Sussman et al., 2004; Inglés et
ner relaciones interpersonales que los protegían al., 2007). En este sentido, Trianes y Fernández-

56
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Figarés (2001), señalan que el desarrollo del com- alternativas para salir de la monotonía, evitar res-
portamiento prosocial se sitúa de forma clave en la ponsabilidades y afrontar las influencias de los ami-
adolescencia temprana, momento en el que evolu- gos. También sufrimiento emocional y dificultades
tivamente se interiorizan las reglas y normas que para prevenir las consecuencias del consumo.
marcan las relaciones y el valor de ayudar a los
demás. Mestre et al. (2002), en una investigación Los drogodependientes, en la categoría de amis-
con más de 1200 adolescentes, aprecian que la tad y relaciones interpersonales es donde manifies-
empatía y el pensamiento en perspectiva aparecen tan un mayor índice de necesidades socioperso-
como el elemento principal en facilitar la conducta nales y expresan mayoritariamente, la falta de
prosocial e inhibir la conducta agresiva e impulsiva. confianza que tienen en los otros, la falta de apoyo
Resultados que nos llevan a pensar en la importan- afectivo que reciben y la escasez de amigos. En
cia del desarrollo de la empatía y concretamente de cuanto a sus familias, necesidad de apoyo y aten-
la capacidad de desarrollar el pensamiento en pers- ción, independencia familiar, falta de empatía hacia
pectiva en nuestros usuarios, entre otras razones, la familia y necesidad de comunicación. Tras la apli-
porque al inicio de la adolescencia muchos de los cación del programa de intervención, según infor-
drogodependientes ya se habían iniciado en el con- man los participantes: ahora se sienten más alegres
sumo de drogas y por tanto se inician en las con- (65%), ven más cosas buenas en sí mismos
ductas propias del comportamiento antisocial. (65%), comprenden que hay cosas que no pueden
conseguir (70%), sienten más que son capaces de
Becker (1974), resalta la importancia de los hacer las cosas por sí mismos (85%) y son más
déficits en los procesos de toma de decisiones en felices, pero sin embargo en las relaciones interper-
relación con las investigaciones sobre la etiología sonales se ven con un peor funcionamiento (Torbay,
del abuso de sustancias. Heras y Marrero, 2003).

Otro de los factores asociados al consumo es la Por ello, una de las razones por la que conside-
falta de comunicación y el clima familiar conflictivo, ramos importante desarrollar programas que fomen-
sobre todo entendiendo que la comunicación facilita ten la Competencia Social, con todos los elementos
las relaciones sociales, evita el aislamiento y permite de los que hemos hablado y, que de forma resumi-
la expresión positiva de sentimientos (Elzo, Lindon da, se concretarían en el desarrollo de: habilidades
y Urquijo, 1992; Macía, 2000). sociales, control emocional y valores, es porque cre-
emos que las personas competentes socialmente
Torbay, Heras y Marrero (2003), realizaron un tienen mayor calidad de vida y son capaces de vivir
estudio de las necesidades socio-personales que sus vidas con mayor ajuste y, ¿por qué no utilizar
perciben los drogodependientes en tratamiento en el término de felicidad?, manifestando un mayor
diferentes recursos asistenciales de Tenerife y pos- grado de felicidad. De hecho, en un estudio de
teriormente evalúan si perciben cambio en relación Argyle y Lu (1990), en el que evaluaron diversas
a su participación en un programa de Crecimiento medidas de competencia social correlacionaron con
Socio-personal (PIELE y PIECAP, de Hernández y las puntuaciones totales en una escala de felicidad
García). Desde la propia perspectiva de los drogo- elaborada por Argyle y Lu (1990), tomadas al
dependientes en tratamiento, estos priorizan sus mismo tiempo.
necesidades en el área personal, seguida del área
social y finalmente en área familiar (Torbay, Heras El estudio de Argyle y Lu (1990), mostraba una
y Marrero 2003). En relación a sus necesidades correlación positiva entre una medida de compe-
personales en: generar estrategias de afrontamiento tencia o uno de los factores de asertividad (proba-
personal, seguida de superación de miedos y tris- bilidad de respuesta) como predictor de la puntua-
teza, en menor medida plantean la tolerancia a la ción total de felicidad (Argyle y Lu, 1990).
frustración, el tener proyectos en la vida o autorre-
alización y en la última categoría aparece las nece- Quizás una interpretación de estos datos, junto
sidades referidas al autoconcepto y la autoestima. a la proliferación de trabajos en relación a la psico-
logía positiva, podría apuntar hacia que las perso-
En la categoría de estrategias de afrontamiento nas competentes socialmente, al disponer de mayo-
personal, los usuarios plantean necesidades como: res recursos personales y sociales, viven una vida
falta de estrategias para la búsqueda de información, más plena y positiva, pues resuelve de forma posi-

57
Ángela Rita Martín Caballero

tiva sus conflictos y problemas intra e interperso- y facilitar el cambio hacia una sociedad más habi-
nales con mayor eficacia. lidosa en la resolución de sus conflictos y problemas
interpersonales y donde la droga no sea la excusa
En resumen, el problema de la drogodependen- o el medio para intentar lograr estos objetivos. En
cia tiene una perspectiva de solución positiva, desde este sentido esperamos que nuestro trabajo de res-
el planteamiento de mejorar la competencia social puestas a las expectativas de que todo se puede
ya que promueve conductas más adaptadas y un mejorar y los cambios son posibles, si atribuimos
crecimiento en valores más prosociales y que dotan correctamente las causas y consecuencias de nues-
de un bagaje de recursos personales que suscitan tros actos, generamos diferentes alternativas a las
respuestas más eficaces y efectivas ante los acon- situaciones de riesgo y planificamos la consecución
teceres de la vida. Tienen más sentido, si cabe, si de nuestros objetivos y tomamos en cuenta otras
queremos cambiar el rumbo de los acontecimientos perspectivas.

58
3 Drogodependencias
3.1. Conceptos y contextualización
3.2. Evaluación de las drogodependencias
3.3. Tratamiento de las drogodependencias
3.3.1. Atención a las drogodependencias
3.3.2. Recursos de Atención a las drogodependencias
3.3.2.1. Cetros de Día
3.3.2.1.1. Cetro de Día “Cercado del Marqués”
3.3.2.1.1.1. Programa de Actividades
3.4. Resumen
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

3.1. Conceptos y contextualización estado de ánimo, el nivel de percepción o el fun-


cionamiento cerebral”.
El consumo de drogas ha existido en nuestra
cultura y, en otras, desde tiempos remotos, aunque Por drogodependencia y, siguiendo lo que Beco-
lo que ha llevado a considerar a la drogodependen- ña recoge como definición más actualizada apor-
cia como un fenómeno social y sanitario necesario tada por la OMS, se entiende “el estado de intoxi-
abordar, es el hecho de que cada vez se ingieren cación periódica o crónica producida por el
sustancias de forma más precoz en concordancia consumo repetido de una droga y caracterizado
con fenómenos culturales diferentes, con estilos de por: deseo recurrente de continuar consumiendo
vida no necesariamente marginales o de rebeldía y deseos de obtenerla por cualquier medio, ten-
ante el sistema de valores predominante, pero sobre dencia a incrementar las dosis, dependencia física
todo, cuando la drogodependencia dejó de ser y psíquica, con síndrome de abstinencia ante la
característica casi exclusiva de la clase social baja retirada de la droga y efectos nocivos tanto para el
y económicamente deprimidas y traspasó a las cla- individuo como para la sociedad” (Becoña, 2003,
ses sociales medias y altas (Echeburúa, 1994). pág. 21).
Según Becoña (2003), existen otras razones de El diagnóstico de drogodependencia, en el
índole comercial, políticas, económicas que han DSMIV-TR, se define como “un patrón desadapta-
contribuido a los cambios en los valores sociales y, tivo de consumo de sustancias que conlleva un
hoy por hoy, constituye un problema de alta preva- deterioro o molestar clínicamente significativos,
lencia, alta incidencia y con muchos problemas expresado en al menos tres de los siguientes cri-
relacionados con la salud, además de una impor- terios y por un periodo continuado de 12 meses.
tante morbilidad y mortalidad entre los consumido- Entre estos criterios se incluyen: (1) la tolerancia;
res (Becoña, 2003). La drogodependencia se ha (2) abstinencia; (3) la sustancia es tomada por
convertido en los últimos años en un autentico pro- más tiempo o cantidad que se pretendía inicial-
blema de Salud Pública, donde se ven afectados mente, (4) deseo persistente o esfuerzo infructuoso
distintos elementos sociales y de una repercusión por controlar el consumo, (5 )empleo de mucho
social, sanitaria y económica importante en relación tiempo en actividades para obtener, consumir o
a las consecuencias que genera. recuperarse de los efectos de las sustancias, (6)
reducción de actividades sociales, laborales o recre-
Por droga, según una primera aproximación y
ativas debido al consumo y (7) se continúa consu-
atendiendo a la definición de la Organización Mun-
miendo a pesar de las consecuencias adversas.
dial de la Salud (OMS), entendemos “toda sustancia
(DSM-IV-TR, American Psychiatric Association,
que introducida en el organismo vivo, puede modi-
2000, pág. 224)
ficar una o más funciones de éste” (Kramer y Came-
ron, 1975, p. 13), en la misma línea pero definien- Además, se añaden aspectos relacionados con
do droga de abuso, podemos escoger la definición cambios en la conducta, trastornos incapacitantes
de Schuckit (2000, pag. 4): “cualquier sustancia que afectan tanto al consumidor en su esfera física,
que tomada a través de cualquier vía, altera el personal, familiar, laboral y social, en relación a los

61
Ángela Rita Martín Caballero

síntomas característicos como son: la intoxicación, etc. Todo ello, hace necesaria la intervención tanto
la tolerancia, la dependencia, el síndrome de abs- a niveles preventivos como asistenciales.
tinencia y, también incluye criterios diagnósticos
para algunos fármacos y tóxicos. (DSM-IV-TR, Ame- En la actualidad y junto a lo ya comentado, está
rican Psychiatric Association, 2000). emergiendo con mucha fuerza, otro problema
sobreañadido, la manifestación de patologías psi-
Graña (2001), define la drogodependencia quiátricas comórbidas, en lo que se han dado en
como un hábito sobreaprendido que se caracteriza llamar, desde la literatura científica y desde el abor-
por un estilo de vida centrado en la búsqueda y daje clínico: patología dual.
autoadministración de drogas y unas consecuencias
negativas a nivel personal, social, familiar, fisioló- En cualquier caso, el consumo y abuso de dro-
gico, etc. (Graña, 1991). Además añade, (y desde gas conlleva tres factores desencadenantes de la
el aprendizaje social), la necesidad de considerar adicción o dependencia y que se combinan para
distintas fases para analizar un hábito adictivo. generar el proceso adictivo, son: Las características
Especificando dos fases: a) fase de adquisición, farmacocinéticas de la sustancia (teniendo en cuen-
que se refiere a las condiciones socio-ambientales ta que ciertas sustancias tienen más capacidad
y personales que están presentes en el momento adictiva que otras, a la vez que cada persona tiene
en que un individuo se inicia y continúa con el des- un predilección por unas sustancias u otras en fun-
arrollo de un hábito adictivo. Por ejemplo, en la ción de los efectos de las mismas); el entorno socio-
adicción a la heroína, la curiosidad personal, la dis- cultural y medioambiental (en el que se ponen de
ponibilidad de la droga en el barrio, la presión del manifiesto variables asociadas al consumo de droga
grupo de iguales, etc., pueden inducir a un sujeto y que han sido bien descritos en aquellas investi-
a iniciarse y continuar con el consumo de la hero- gaciones que hablan de factores de riesgo y factores
ína; b) fase de mantenimiento, que se refiere a las de protección; los valores presentes en un determi-
condiciones actuales en que se desarrolla un hábito nado entorno social acerca del consumo de drogas
adictivo (Graña, 2001; Marlatt y Gordon, 1985). y los estilos de vida asociados a la presencia de dro-
gas) y las características y rasgos de personalidad
Partiendo de algunos de los conceptos básicos (que aunque de manera individualizada y depen-
de los que se han ido haciendo mención y para diendo de los recursos personales, habilidades, etc.,
poder centrar el problema, nos encontramos que la van a ser determinantes en conjunción con las tres
drogodependencia está reconocida como enferme- anteriores en precipitar el proceso adictivo si se con-
dad crónica, progresiva y recidivante, lo que viene sumen las drogas). Pero sobre todo, implica a los
a indicar, que una de las peculiaridades de la propia procesos de aprendizaje a los que han sido some-
“enfermedad”, son las continuas recaídas y, estas, tidas las personas a lo largo de su desarrollo evo-
también se constituyen en un elemento fundamen- lutivo (Echeburúa, 1994; Madden, 1981).
tal en el abordaje de la problemática, a lo largo del
proceso de tratamiento. La drogodependencia, como fenómeno social,
cultural y sanitario, tiene su mayor momento clave
Actualmente el fenómeno de las drogodepen- en cuanto al consumo, en los ciclos tempranos de
dencias sigue siendo un auténtico caballo de batalla la vida, situándose las primeras experiencias con
y es considerado como uno de los problemas de las drogas, en forma de consumos experimentales
salud pública más importante, teniendo en cuenta y, generalmente, en el entorno de los iguales, en la
que el consumo de drogas más extendido y que adolescencia. Por lo que es importante tener pre-
más gasto ocasionan a la sanidad pública es el con- sente las características madurativas y de desarrollo
sumo de las drogas legales, inicialmente con el alco- físico, psicológico y social, de esta etapa evolutiva
hol y el tabaco, pero al que se le empieza a sumar del adolescente y cómo pueden evolucionar a partir
el consumo abusivo de psicofármacos. Además, los de aquí.
comportamientos de riesgo con el consumo de dro-
gas, especialmente de las drogas ilegales, han deri- Algunas de las características más comunes en
vado en otros problemas (delincuencia, accidentes, los drogodependientes, hace referencia a su forma
violencia intrafamiliar, etc.) y enfermedades como de pensar, que suele caracterizarse por una distor-
el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), sión acentuada de la realidad, una capacidad cada
las hepatitis (A,B,C), la tuberculosis, cardiopatías, vez más mermada para hacer frente a las emocio-

62
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

nes negativas y las frustraciones cotidianas, un caso del consumo de drogas, tanto la concepción
empobrecimiento de las estrategias de afrontamien- que se tiene sobre las drogas y, que depende tanto
to, llegando a convertirse la droga en la única vía del uso, como de las creencias y de la propia cons-
posible y plausible para la persona drogodepen- trucción social sobre la sustancia, junto a la escasa
diente de hacer frente a las posibles situaciones que percepción de riesgo, van a influir sobre la decisión
pueden generarle alguna fuente de estrés (Echebu- que muchos adolescentes toman para consumirlas.
rúa, 1999).
Por ello, en los programas destinados a la pre-
Dentro de las características de personalidad, vención se recomienda, como aspecto de gran rele-
también podríamos hacer mención a la vulnerabi- vancia proporcionar información correcta y tener
lidad psicológica de los drogodependientes, que siempre presente que el objetivo de una persona
afecta a diferentes aspectos relevantes como la es tener las suficientes habilidades para enfrentarse
impulsividad, la búsqueda de sensaciones, déficits adecuadamente al mundo circundante y tener una
en la autoestima, intolerancia a estímulos no pla- buena adaptación en el mismo.
centeros, estados de ánimo disfóricos, deterioro en
las relaciones interpersonales, estilos de afronta- El consumo de drogas no suele ir solo, sino
miento inadecuados ante las dificultades y escasas unido a otras conductas desviadas, antisociales o
habilidades competenciales, entre otras (Caballo, consideradas problemáticas socialmente (Becoña,
1995; Echeburúa, 1994, 1999; Graña, 1994). 2003; Graña, Muñoz-Rivas y Andreu, 2000). Por
ello, detectar a los adolescentes vulnerables a este
Así Hurrelmann (1997), por ejemplo, señala tipo de problemas es muy importante para el propio
que el estrés en la adolescencia correlaciona con futuro de los y las adolescentes, como para la socie-
el fracaso escolar, conducta social desviada, delin- dad en general.
cuencia, integración en grupos de iguales desvia-
dos, consumo de drogas y baja autoestima. En esta misma línea, Becoña (2003), señala la
importancia de intentar mejorar las condiciones en
Como señalábamos anteriormente, el consumo busca del bienestar social (por ejemplo, aumento
abusivo de drogas suele iniciarse en la adolescen- de las oportunidades, escuelas más competentes,
cia, coincidiendo con cambios importantes en el etc.), a nivel biológico (un seguimiento periódico y
aspecto físico, psicológico y social, interfiriendo en acceso a la sanidad que prevengan enfermedades
el desarrollo evolutivo, en el desarrollo de la perso- y otros problemas de salud) y, en el ámbito psico-
nalidad, alterando los vínculos y las relaciones fami- lógico (pautas educativas y de crianza adecuadas,
liares y, sobre todo, con alteraciones en el ámbito mejorar la comunicación y la interacción con la
de las relaciones interpersonales, impactando en el
familia, un desarrollo positivo de la afectividad; posi-
rendimiento escolar, social y laboral.
bilitar el desarrollar de las capacidades en los chicos
Desafortunadamente, también le acompaña una y chicas y favorecer la expresión de opiniones, pre-
realidad de contexto, donde existe una clara pro- servar la salud mental, etc.) para prevenir el con-
moción del consumo y se refuerzan los valores con- sumo de drogas en la población y particularmente
sumistas y en la que, además, se relaciona ocio y en los adolescentes.
pasarlo bien con el consumo de drogas, lo que
Bayés, (1991); Becoña, (2007); Becoña y Obli-
desde la literatura especializada y el ámbito preven-
tas, (2006); Echeburúa, (1994; 1999); Graña,
tivo se conoce como consumos en contextos recrea-
(1994), entre otros, apuntan a varios factores que
tivos. Esto junto a la escasa percepción de riesgo
hacen que las personas no se comporten saluda-
(Megias y Elzo, 2006), suelen ser variables de gran
blemente y opten por el consumo de drogas: el
relevancia para explicar el consumo o no de una
carácter placentero y reforzante de las propias sus-
sustancia psicoactiva en adolescentes.
tancias, así como a la inmediatez de sus efectos;
En este sentido, Becoña (2003, 2007), apunta la no contingencia en el tiempo entre consumo de
que las personas vamos tomando decisiones en drogas y la aparición de enfermedades en su estado
función de las consecuencias positivas que preve- clínico diagnosticable, o en la manifestación de las
mos vamos a obtener y, por tanto evitaríamos tomar consecuencias más adversas; el hecho de que
aquellas decisiones sobre hacer o no hacer si se mientras las conductas no saludables proporcionan
anticipan las consecuencias negativas. Pero, en el siempre, o casi siempre, una satisfacción real e

63
Ángela Rita Martín Caballero

inmediata, la aparición de enfermedades o de otros en España se sitúa (para drogas legales) según los
efectos nocivos se perciben como remotas y poco últimos datos del PNSD sobre los 13-14 años
probables; el convencimiento del poder sin límites (PNSD, 2007). De hecho el consumo antes de los
de la medicina y de su tecnología para solucionar 15 años es un potente predictor del posterior abuso
cualquier problema que podamos llegar a padecer; de drogas (Elzo, 1989, Megias y Elzo, 2006); tam-
por el sistema cultural, que a través de distintas cre- bién el estar expuestos a modelos de consumo
encias y por su arraigo suele mantener y justificar (Becoña, 1999; Muñoz Rivas, Graña y Cruzado,
prácticas no saludables, pero consideradas social- 2000; Pons, Berjano y García, 1996); el fracaso
mente correctas (como por ejemplo el abuso de escolar (Jessor, 1976) y, otros factores de riesgo
alcohol en las celebraciones, etc.) y por último, el que parecen predecir el consumo de drogas en las
cambio se produce como un proceso cíclico y lento niñas son la timidez y la agresividad (NIDA, 1997).
más que rápido y lineal, en muchos casos carac-
terizado por la recaída. En relación a la presencia de factores de riesgo,
también existen investigaciones sobre aquellos chi-
Estas son algunas de las razones, de porqué cos y chicas que no consumen drogas, es decir,
muchos adolescentes no ven los problemas que que ofrecen una resistencia positiva al consumo de
pueden causar las distintas drogas o las conductas drogas pese a que crecen en un medio desfavora-
de riesgo que realizan a corto plazo (Becoña, ble, es lo que se conoce como el fenómeno de la
2003). Resiliencia (Becoña, 2003; Botvin y Botvin, 1994;
Rutter, 1979), que consideran que el hecho de que
En relación al inicio y posterior mantenimiento estos niños y niñas en condiciones de alto riesgo
de las drogodependencias, muchos autores hablan no sucumban al consumo obedece a los principios
y han investigado sobre los diferentes factores de del modelo de competencia (Burchard y Burchard,
riesgo que sustentan las drogodependencias, así 1987).
como sobre los factores de protección, que evitan
o minimizan las posibilidades de que se produzca Así mismo y en relación a los factores de pro-
la adicción. tección, (aquellos que modulan y minimizan las
probabilidades de consumo), varios autores como
Aunque se han descrito numerosos factores de Jessor et al (1995) y Hawkins, Catalano y Miller,
riesgo relacionados con el inicio y mantenimiento (1992), consideran que el apego familiar, que
de las drogodependencias (Costa, Jessor y Turbin, requiere de habilidades comunicativas, es un factor
1999; Jessor et al, 1995; Félix-Ortiz y Newcomb, de protección en cuanto facilita el aprendizaje de
1999; Muñoz-Rivas et al., 2000; NIDA), parece habilidades necesarias para relacionarse con los
que no todos los factores de riesgo son para todas demás, al igual que la religiosidad, no tanto por la
las drogas, así por ejemplo Graña y Muñoz-Rivas religiosidad en sí, sino en cuanto a que favorece y
(2000a), encuentran que los factores en el consu- potencian las relaciones sociales (Graña, Muñoz
mo de drogas legales no son los mismo que para Rivas y Andreu, 2000; Pico y Firzpatrick, 2004).
el de las drogas ilegales; aunque coinciden con
Hawkins, Catalano y Miller (1992) en que el núme- Si bien dentro del repertorio conductual propio
ro de factores de riesgos presentes hacen a la per- de la adolescencia, se encuentran la experimenta-
sona más vulnerable. Kandel y Jessor (2002) ción y probar las drogas, no significa que todos los
apuntan además a la “puerta de entrada” en una adolescentes que prueben las drogas terminan sien-
secuencia jerárquica en lo que en el ámbito clínico do drogodependiente, recordemos que para ello es
se conoce como fenómeno de escalada (Donovan necesario que se produzca una confluencia de fac-
y Jessor, 1983; Graña, 1994; Kandel, 1975; Kan- tores (de los que ya hemos hablado) que precipiten
del y Yamaguchi, 1993; 1999; Plan Nacional el proceso adictivo; aunque sí es cierto que aquellos
Sobre Drogas, 2006 y Vargas y Trujillo, 2006), adolescentes que consumen de forma experimental
donde el consumo de drogas legales precede al tienen más probabilidades de desarrollar la drogo-
consumo posterior de las drogas ilegales. dependencia si se dan una combinación de factores
de riesgo y escasean los factores de protección.
Dentro de los factores de riesgo, algunos tienen
mayor peso predictivo y a su vez mayor importan- Una vez que el problema empieza a ser serio,
cia, como es la edad de inicio en el consumo, que en relación a la percepción de control y a las con-

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

secuencias, cuando la persona acude a solicitar tual, se utiliza para analizar los factores que lo pre-
ayuda, es cuando podemos diagnosticar el proble- cipitaron y en base a ello, preparar en el futuro una
ma como drogodependencia, siguiendo los criterios estrategia más adecuada de enfrentamiento a las
diagnósticos propios de DSM IV-TR. Desgraciada- situaciones de riesgo. Mientras que la recaída en sí
mente cuando esto ocurre suele haber transcurrido supone la elaboración y planificación, responde,
suficiente tiempo para que se haya instaurado hábi- por tanto, a un proceso más elaborado.
tos perniciosos para la salud y se ha iniciado la cro-
nificación del problema, que también van a depen- Según Echeburúa (1994), los episodios de reca-
der de factores como tipo de droga, cantidad, ída aparecen frecuentemente asociados a las mis-
frecuencia, grado de deterioro, tiempo transcurrido mas tres situaciones de alto riesgo: estados emo-
desde el inicio, recursos personales, otro tipo de cionales negativos, conflictos interpersonales y
problemas asociados, soportes sociales, entre otros. presión social. En relación a los estados de ánimo
negativo, Graña (1994), señala que el deseo de
Todo esto, ha contribuido a que los profesionales consumo, por ejemplo en el caso de la heroína,
que trabajamos en esta problemática nos centremos puede incrementarse por una enfermedad, senti-
en buscar estrategias, técnicas e instrumentos que mientos de soledad, culpabilidad, ira, celos u otros
nos ayuden a diseñar y planificar programas efica- estados afectivos similares. Por tanto la recaída,
ces y eficientes para actuar de forma preventiva. también, puede desencadenarse por procesos afec-
Aunque nuestro principal objetivo cuando una per- tivos aparentemente irrelevantes que parecen ser
sona demanda ayuda por un problema de drogo- independientes de la adicción.
dependencias es investigar, diseñar, planificar y apli-
car tratamientos asentados en modelos teóricos En el caso de la recaída, parece posible que estí-
experimentados y eficaces, encaminados a lograr mulos relacionados con la recompensa, vuelvan a
cambios significativos y duraderos en el estilo de adquirir sus propiedades de incentivo una vez que
vida y, sobre todo, en las estrategias de afrontamien- hayan disminuido después de la extinción. Esto, si
to que despliegan en la cotidianidad las personas lo relacionamos con lo que Graña (1994) señala
con problemas de drogodependencias. como una posible respuesta de “equilibrio home-
ostático”, donde el organismo tiene la necesidad
En este sentido uno de los Modelos que se ha imperiosa de obtener sensaciones específicas, en
erigido como uno de los más efectivos en el trata- las que se desplace el aburrimiento, la depresión,
miento de las adicciones, es el Modelo Cognitivo- la ansiedad, u otros estados y/o conductas desagra-
Conductual (Caballo, 1993; Graña, 1994, 2001; dables por otras sensaciones más placenteras y
NIDA, 2005, 2007; Secades-Villa, 2007), basado reforzante, que despiertan un estado afectivo posi-
en las Teorías del Aprendizaje. En la línea del Mode- tivo, es por lo que y ante estados emocionales des-
lo Cognitivo Conductual y aplicando las técnicas agradables o displacenteros, se generan mayores
basadas en las Teorías del Aprendizaje Social, Mar- posibilidades de que se produzca una recaída, una
latt y Gordon (1985) idearon el Programa de Pre- vez el drogodependiente ha abandonado el consu-
vención Recaídas, para afrontar uno de los princi- mo e inicia y/o intenta mantener abstinencia.
pales hándicaps en el tratamiento eficaz de las
drogodependencias: las recaídas. También en el caso de las recaídas, las investi-
gaciones apuntan a la importancia de los conflictos
Como adelantábamos, iniciado el tratamiento, interpersonales como un factor de riesgo importan-
uno de los elementos que hay que gestionar ade- te, no solo al inicio de la drogodependencia, sino
cuadamente son las recaídas, que de lo contrario que estará presente en todo el proceso que conlleva
puede suponer una vuelta al consumo y en la el mantenimiento y, también en las recaídas.
mayoría de las ocasiones al estilo de vida anterior,
propio de las drogodependencias. Es más, se ha demostrado (Rhodes y Jason,
1990; Gustafson y Kalmén, 1996; Martinez-Lorca
En la concepción que de recaída aportan en su y Alonso Sanz, 2003) que los drogadictos afrontan
Modelo de Prevención de Recaídas Marlatt y Gor- a menudo las situaciones interpersonales por medio
don (1985), ésta no es vista como un fracaso, sino del consumo de drogas, en vez de manifestar una
como una herramienta de aprendizaje. El “resbalón” conducta asertiva. De este modo, aquellas personas
o lapsus, que se corresponde con un consumo pun- que tienen pequeños o moderados problemas de

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Ángela Rita Martín Caballero

abuso de drogas pueden ser habilidosas en otras conductas adictivas, distinguiendo entre: estadíos,
situaciones, pero pueden ser incapaces de resistir procesos y niveles de cambio (Prochaska, Dicle-
la presión de los iguales para la ingesta de drogas. mente y Norcross, 1992).
Otras investigaciones han puesto también de mani-
fiesto que los adolescentes más prosociales, aser- Los estadíos, representan la estructura temporal
tivos y socialmente habilidosos son menos proclives de cómo evolucionan los cambios y serían cinco:
al consumo de drogas legales e ilegales (Martín- 1.- Precontemplación, se caracteriza como un
González et al, 2003; Sussman et al, 2004; Inglés estadío en el que se carece de consciencia
et al, 2007).
de problema y por tanto no hay motivación
En este sentido, por ejemplo, se relaciona el para el cambio, el adicto no actuará para
consumo de alcohol con las expectativas de eficacia modificar su situación; Normalmente, son
frente a las relaciones interpersonales. Indudable- las personas de su entorno las que empiezan
mente, si hay un elemento que aparece desde a darse cuenta del problema e intentan con-
siempre, en la literatura y en las investigaciones de vencerle de que busque ayuda.
una forma constante en relación al consumo de 2.- Contemplación, empieza a haber una valo-
drogas, es la relación entre asertividad y consumo ración de la posible existencia de un proble-
de drogas. ma, la persona empieza un análisis de ries-
gos y ventajas, apareciendo la ambivalencia
Por tanto, en la planificación del tratamiento ante el cambio. En muchos casos, la perso-
debe contemplarse como un elemento imprescin- na drogodependiente se da cuenta de que
dible a abordar para lograr cambios significativos
quiere pero no puede mantener sus objetivos
en el estilo de vida del drogodependiente.
en relación al consumo y/o la abstinencia.
Tradicionalmente, el cambio o modificación en 3.- Preparación o determinación: la persona
las conductas adictivas se ha entendido como el está preparada para adoptar un compromiso
pasar de un estado activo en el consumo a uno de con la acción, hay una decisión para dar los
no consumo o de abstinencia estable y en el caso pasos y detener el comportamiento proble-
de las actividades a un estado de no realización de mático, aunque todavía hay cambios nece-
la misma (Graña, 1994). Pero diversos trabajos e sarios que no se han producido.
investigaciones (Brownell, Marlatt, Lichtenstein y 4.- Acción. El grado de compromiso es mayor
Wilson, 1986; Horn, 1976; Prochaska, Diclemente y se inician y se lleva a cabo el plan de
y Norcross, 1992; Rosen y Shipley, 1983), han acción y se mantiene al menos, desde 15
puesto de manifiesto que el cambio intencional de días a seis meses.
una persona no fluctúa entre el todo o la nada, sino 5.- Mantenimiento. Una vez que se ha adop-
que cubre un abanico de posibilidades desde el tado el compromiso de cambio, este se sos-
momento en que la persona empieza a darse cuen- tiene en el tiempo, al menos durante seis
ta del problema hasta llegar al punto de que ese meses. Con cambios en otros aspectos del
problema deje de existir y en medio se irán estable- estilo de vida. Los comportamientos se afian-
ciendo diferentes fases o etapas. Desde esta pers- zan y las recaídas son menos frecuentes o
pectiva, se fundamenta la elaboración de un mode- de menor intensidad. (Prochaska, Diclemen-
lo teórico que explicaría el porqué y el cómo del te y Norcross, 1992).
cambio. Uno de los modelos teóricos de cambio
más conocido y constatado es el Modelo Transteó- Además de los estadíos, Prochaska y Diclemen-
rico de Cambio de Prochaska y Diclemente y es el te, (Graña, 1994; Santos Diez, et el, 2001), iden-
que en sus últimas formulaciones, logra un mayor tificaron diez procesos básicos de cambio, que serí-
grado de descripción y explicación a nivel empírico, an los necesarios para un cambio en intenciones,
además de un alto valor predictivo sobre el proceso actitudes y conductas y serían:
de cambio en el ámbito de las conductas adictivas.
1.- Aumento de la concienciación. Donde se
El modelo Transteórico de cambio, es un modelo incrementaría la información acerca de los
tridimensional que permite tener una concepción problemas asociados al consumo y las ven-
global y diferenciada del proceso de cambio en las tajas de modificar la conducta.

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

12.- Auto-re-evaluación. Hace referencia a la En el Modelo de Cambio, al no ser un modelo


evaluación y valoración afectiva y cognitiva de cambio lineal, sino que adquiriría una estructura
que se hace del impacto de la conducta en espiral, las estrategias de intervención se deben
adictiva sobre los valores y la forma de ser ir adaptando a cada uno de estos estadíos para
de la persona, así como una valoración lograr el avance hacia el cambio.
positiva sobre los efectos de cambiar de
Según el Modelo Transteórico de Prochaska y
conducta y abandonar el consumo.
DiClemente, (1984) las recaídas se dan en el esta-
13.- Re-evaluación ambiental. Donde se eva-
dio precontemplativo o en el estadio de contempla-
lúa el estado de las relaciones interperso-
ción, (cuando el drogodependiente decide cambiar
nales y se reconoce el beneficio que a las
de conducta) y parece ser que se reciclan para con-
mismas le hace el cambio de conducta,
tinuar, preparando el estadio de actuación, lo que
tanto a nivel familiar como amistades.
significa que la mayoría de los individuos aprenden
14.- Relieve dramático. Es la experimentación
de las experiencias de recaída. Entre otras razones,
y expresión de diferentes reacciones emo-
las recaídas en su modelo aparecen frecuentemen-
cionales originadas por el “darse cuenta” de
te, porque el proceso de cambio, como ya hemos
las consecuencias o aspectos negativos aso-
señalado anteriormente, no es lineal sino dinámico
ciados al consumo o conducta adictiva.
y en espiral. Esto parece coincidir con estudios lon-
15.- Autoliberación. Se adquiere un compro-
gitudinales realizados con una muestra de 886 dro-
miso personal y se elige y se toman deci-
godependientes donde el 84% de los que recayeron
siones. Para ello es importante que la per-
volvía al estadio de contemplación y reconsideraban
sona se lo crea, es decir, que crea que es
dejar el hábito en el transcurso del mismo año (Pro-
el elemento esencial en el cambio y que
chaska, 1993).
se tienen o se pueden desarrollar las habi-
lidades necesarias para cambiar. En un estudio de Santos Díez y colaboradores
16.- Liberación social. Aumento en la persona (Santos Diez, et al., 2001), la mayoría de los
de la capacidad de decidir y escoger, basa- pacientes que acudían a recibir tratamiento en un
do en la toma de conciencia y que requiere centro ambulatorio y que fueron evaluados, se situa-
de voluntad de combatir la conducta adic- ban en el estadío de preparación, lo que pondría
tiva, a través de la búsqueda de nuevas de manifiesto que cuando la persona se acerca a
alternativas adaptativas. los recursos a pedir ayuda ya tienen conciencia de
17.- Manejo de contingencias. Autorefuerzo su problema y han empezado a dar los primeros
y/o heterorefuerzo recibido por las conduc- pasos para el cambio.
tas de cambio y que incrementan la mani-
Litman y Marlatt,(citado en Gossop,1993), han
festación de las mismas.
estudiado la importancia de factores como el motivo
18.- Relaciones de ayuda. Hace referencia al
inicial para el cambio, las expectativas del efecto
uso del sistema de apoyo social básico
de la droga, las expectativas subjetivas sobre la
para mantener y ayudar al proceso de
capacidad para poner en marcha ciertas habilida-
cambio (amigos, familia, etc.).
des y las reacciones atribucionales de las emociones
19.- Contracondicionamiento. Modificar las
ante un fallo, como los factores cognitivos que inter-
respuestas elicitada por estímulos condi-
fieren con las recaídas.
cionados a las conductas de consumo por
otras conductas alternativas. Marlatt (1978), pudo identificar ocho factores
10.- Control de Estímulos. Evitar exponerse a presentes en las recaídas, que a su vez pueden
las posibles situaciones de riesgo. verse en tres categorías que representan las tasas
más elevadas de recaída:
Por último, también describen los autores del
modelo de cambio, los diferentes niveles que son a) Estados emocionales negativos, que repre-
necesarios para que los cambios de la conducta se sentan un 35% de todas las recaídas y con-
den y representan los procesos psicológicos que son lleva la aparición de emociones y sentimien-
tratables, estos son: síntoma/situación, cogniciones tos negativos, como la ira, la ansiedad, la
desadaptativas, conflictos de familias/sistemas y con- frustración, etc., antes o a la vez que ocurre
flictos interpersonales (Santos Diez et al., 2001). el primer desliz o lapsus.

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Ángela Rita Martín Caballero

b) Conflictos interpersonales, que recogen al eficacia, (referida a la estrategia para rehusar el con-
16% de las recaídas y que suelen presentar- sumo de alcohol), piensan que el alcohol les per-
se con enfrentamientos personales en el mite ser más asertivos, estar más relajados y mejo-
ámbito familiar, de pareja, de amigos, laboral rar sus relaciones sexuales, consumían alcohol más
y es reciente o actual. frecuentemente y en mayor cantidad que aquellos
c) Presión social, que parece representar el que presentan puntuaciones más altas en autoefi-
20% de las recaídas y se presentan como cacia y que no piensan que el alcohol mejore sus
situaciones en las que el individuo está sujeto relaciones sexuales y sociales ni les relaje. Estos
a la influencia de otra persona o grupo que últimos tienden a mantener un nivel bajo de con-
ejerce una presión para que realice la con- sumo de alcohol en frecuencia y cantidad.
ducta indeseada.
Otro aspecto que se ha analizado en diferentes
A su vez, Saunders (1993) reduce las tres cate-
estudios en relación con el consumo de drogas y
gorías en la recaída de Marlatt a dos: La Intraper-
con las recaídas, hace referencia al estilo atribucio-
sonal y la Interpersonal, que según él recoge los
nal. En este sentido, Echeburúa y Elizondo (1988);
ocho factores encontrados por Marlatt (1978).
Reich y Gutiérrez (1987) destacan la influencia del
Lo que parece estar muy claro para Marlatt estilo atribucional en los drogodependientes. Espe-
(1993) es que si el individuo aprende a afrontar cíficamente, Down, Lawson y Petosa (1986) en-
eficazmente las distintas situaciones de alto riesgo, cuentran que los alcohólicos hacen atribuciones
la necesidad de consumir drogas y, por tanto, la internas, específicas e inestables de sus éxitos, con-
probabilidad de recaer disminuye significativamen- siderándolas como acontecimientos transitorios. Los
te. Él acude a la noción de autoeficacia de Bandura resultados apuntan a que los no alcohólicos presen-
(1984) para explicar que esto se debe a que el indi- tan atribuciones internas y específicas de sus éxitos,
viduo se ve más capaz y siente que controla la considerándolas como acontecimientos transitorios.
situación, lo cuál le va a permitir una mayor “segu- En la misma línea, Echeburúa y Elizondo (1988)
ridad” y que cada vez afronte situaciones de alto estudian el estilo atribucional y locus de control de
riesgo con mayor éxito, lo que disminuirá la proba- una muestra de alcohólicos, en comparación con
bilidad de recaídas.
un grupo de no-alcohólicos, destacando que los
En relación a la autoeficacia y el consumo de alcohólicos, en relación con los no alcohólicos pose-
drogas, en los diferentes estudios que relacionan la en un estilo atribucional más externo e inestable
autoeficacia y el comportamiento adictivo, parece ante los éxitos y más interno y global ante los fra-
existir acuerdo entre los autores en afirmar que casos, además de un locus de control más externo.
cuanto más bajas sean las expectativas del sujeto,
Desde nuestro punto de vista, la “seguridad” o
más vulnerable será en el momento del inicio de
consumo, el mantenimiento de la abstinencia y en la autoeficacia no pueden darse cuando nos encon-
las recaídas (Baldwin, Oei, T.P.S. y Young, 1993; tramos en situaciones que nos generan estrés o
Hays y Ellickson, 1990; Rist y Watzl, 1983; estados de ansiedad, de hecho se ha expuesto rei-
Sadowski, Long y Jenkins, 1993). teradamente a lo largo del texto la importancia de
poder afrontar las situaciones de alto riesgo habili-
Así, las investigaciones de Hays y Ellickson dosamente y que para ello debemos estar alejados
(1990) encuentran que las puntuaciones altas en de la ansiedad desadaptada, del miedo, de las cre-
autoeficacia están relacionadas con conductas de encias erróneas, de las expectativas de autoeficacia
abstinencia, de manera que los sujetos que puntú- negativas, de sistemas atribucionales externos frente
an alto en autoeficacia tienden a mantener niveles a nuestras propias habilidades y competencias para
bajos de consumo de alcohol (Baldwin, Oei, T.P.S.
actuar de una forma eficaz en las situaciones de
y Young, 1993).
riesgo y sobre todo, ante las situaciones que impli-
En un estudio con muestra universitaria, Bald- can interacción social ya que no permiten aflorar
win, Oei, T.P.S. y Young (1993) evaluaron las las estrategias de afrontamiento, sobre todo, si no
expectativas de los efectos del alcohol, el consumo se cuenta con la práctica suficiente, que suele ser,
de alcohol y la autoeficacia, encontrando que los desde nuestra experiencia clínica, lo más habitual
sujetos que presentan puntuaciones bajas en auto- en el caso de las personas drogodependientes.

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

3.2. Evaluación de las drogodependencias estima, clarificación de valores, aumento del auto-
conocimiento, la promoción de sentimientos posi-
Para poder hablar de la evaluación de las dro- tivos hacia uno mismo, el manejo del estrés y las
godependencias debemos tener presente que exis- estrategias eficaces en la comunicación.
ten varias teorías explicativas de la problemática,
en este trabajo nos apoyaremos en las teorías del La evaluación en drogodependencias, trata de
aprendizaje, fundamentalmente. Este modelo expli- responder a varias cuestiones, la primera de ellas
ca cómo el consumo de drogas inicialmente fun- si el tratamiento funciona, cuando dice que funcio-
ciona como reforzador positivo, es decir, se consu- na ¿en qué sentido?, ¿que se logra?, ¿con quién fun-
me para sentirse mejor, desinhibirse, buscar nuevas ciona?, ¿en qué condiciones funciona? y ¿Por cuánto
relaciones personales y sociales, reducir emociones tiempo funciona?. Para ir desvelando cada una de
negativas, “controlar la ansiedad”, ganarse el reco- estas cuestiones, los estudios e investigaciones tra-
nocimiento de los compañeros, poner más habili- tan de evaluar la eficacia del tratamiento psicotera-
dades sociales en práctica. Estos, junto a otros fac- péutico siguiendo una serie de característica según
tores, contribuyen al inicio y mantenimiento de la Weisz et al (1992):
drogodependencia, pero acaban siendo controlados 11.- que los objetivos del tratamiento estén defi-
por reforzadores negativos, es decir, se toman dro- nidos de forma muy precisa.
gas para evitar malestar en cualquiera de las facetas 12.- los participantes tienen que cumplir con
(Echeburúa, 1994; Graña, 1994). los criterios de inclusión.
13.- asignación aleatoria de los participantes al
Hasta el año 2000, en España se habían rea-
grupo de control o de tratamiento.
lizado pocos estudios de evaluación sobre la apli-
14.- la muestra tienen que ser lo más homogé-
cación de programas de tratamientos en los servi-
nea posible, en relación al diagnóstico.
cios asistenciales según Fernández-Hermida y
15.- si fuera posible utilizar las condiciones de
Secades-Villa (1999, 2000) y, de los que se publi-
simple o doble ciego.
can, muchos tienen serios sesgos y por tanto los
16.- la intervención que se aplica tiene que
resultados son difícilmente extrapolables. Entre estos
estar dirigido a un problema u objetivo
sesgos, se encuentran la realización de estudios
específico.
retrospectivos, no asignación al azar a los grupos,
17.- el tratamiento y su aplicación estarán ava-
utilizar como grupo control o de comparación a los lados científicamente.
que han abandonado tratamiento, evaluar a los que 18.- debe ser aplicado por expertos en el mode-
tienen mejor evolución, o de los indicadores de eva- lo que se pretende confirmar.
luación que utilizan. 19.- la duración tiene que estar determinado en
Por un lado, podemos hablar de la evaluación de tiempo o nº de sesiones.
factores que predisponen al consumo de drogas y 10.- los resultados se deben describir de forma
que se realiza en el ámbito de la prevención, a la vez objetiva y precisa.
que deben evaluarse los factores que minimizan o Siguiendo estos criterios, lograríamos validar los
evitan el consumo; y por otro lado, la evaluación de datos que se obtienen (Nathan et al, 2000).
los diferentes tratamientos y sus efectos en relación
a la eficacia, efectividad y eficiencia de los programas La evaluación se puede plantear como evalua-
que se diseñan, planifican y se llevan a cabo. ción de eficacia del tratamiento o como evaluación
de seguimiento, en cualquier caso conllevaría obje-
Teniendo presente el concepto de evaluación, tivos y procesos diferentes en la recogida y análisis
como lo define Espinoza (1986), la evaluación es de los datos y, sobre todo en las aplicaciones de los
el proceso de comparar en un momento determi- resultados.
nado, lo que se ha logrado a través de una acción
en relación con lo que estaba previsto alcanzar en No cabe duda de que la evaluación conductual
una planificación previa. de las drogodependencias es multidimensional y
un elemento imprescindible para la planificación
En los programas de tratamiento de las drogo- de la intervención (Echeburúa, 1994; Graña,
dependencias, la evaluación está centrada en 1994), donde se evalúan diferentes aspectos de la
aspectos efectivos tales como el aumento en auto- historia personal, familiar y social, así como aspec-

69
Ángela Rita Martín Caballero

tos relacionados directamente con la drogodepen- experimentan un cambio notable como consecuen-
dencia, aspectos como la historia toxicológica (Tipo cia de la adicción. Para ello, es importante evaluar
de sustancia, vía de consumo, frecuencia, antigüe- si las habilidades sociales del paciente son adecua-
dad en el consumo, gravedad, fenómeno de esca- das para las relaciones interpersonales, pues en
lada, apoyo social, recursos personales, etc.). muchos casos existen déficits manifiestos. Deter-
minar cómo son sus relaciones interpersonales en
Aunque según López-Torrecillas, Peralta, Muñoz-
la actualidad y cómo eran antes de la adicción.
Rivas y Godoy, (2003), en la actualidad existen
Analizar si se utilizan las relaciones interpersonales
pocos estudios que relacionen aspectos como el
de forma sociopática, puesto que el estilo de vida
consumo de drogas (cantidad y cronicidad de alco-
del drogodependiente tiende a caracterizarse por la
hol, hachís, cocaína y heroína) con variables de
ausencia de implicación emocional, aunque si
personalidad (autocontrol, asertividad, autoeficacia
puede aprender a manejar las relaciones humanas
y estilo atribucional).
en función de sus intereses personales. Las impli-
Las variables principales que suelen ser estu- caciones emocionales son muy superficiales en sus
diadas en los diferentes estudios e investigaciones relaciones sociales cercanas. (Graña, 2001).
sobre drogodependencias hacen referencia a: Ante-
De cara al tratamiento la evaluación de la varia-
cedentes individuales: características sociodemo-
ble motivación para el cambio es crucial y que cada
gráficas, estilo de vida, uso de drogas, tratamientos
vez toma mayor relevancia para la planificación del
previos, actividades ilícitas o delictivas, etc. Trata-
tratamiento.
miento: tipo, modalidad, duración, lugar, inciden-
cias, (delitos, consumos, etc) , servicio que se reci- Los instrumentos de diagnóstico más utilizados
be (medico, legal, psicológico, etc.) y valoración del para la evaluación en drogodependencias van
participante. Comunidad: apoyo social, grupos de desde los que evalúan el consumo de sustancias y
iguales, servicios, etc. Resultados: uso de drogas, entre ellos podemos encontrar: el Addiction Severity
actividad delictiva, empleo, salud, tiempo de reten- Index –ASI– (McLellan et al., 1985); European
ción y éxitos. (Graña, 1994). Addiction Severity Index –EuroASI– (Kokkovi y Hart-
gers, 1995); el Opiate Treatment Index –OTI–
Siguiendo a Graña (2001), dos de las cuestio-
(Darke et al., 1992), entre otros.
nes relevantes a evaluar en drogodependencias son:
El análisis de las respuestas familiares al consumo Para detectar la posible comorbilidad psiquiátri-
de drogas, puesto que nos pone en antecedentes ca, la labor evaluativa se fija en los objetivos de:
sobre el marco de referencia la interacción entre la screening o cribado; el diagnóstico y evaluación del
familia y el drogodependiente. Para ello se realiza plan terapéutico y la evolución en el tratamiento.
un análisis detallado sobre la evolución de la rela-
ción familiar antes y después del consumo de dro- Las pruebas de screening, utilizan por lo general
gas, especificando las respuestas de cada uno de instrumentos como el General Health Questionnaire
los miembros de la familia. Luego se intenta averi- (Goldberg y Hillier, 1979) y validado en España
guar si existe en la familia una historia previa de como el GHQ28 por Lobo et al, (1986) y el
consumo de drogas (alcohol, tabaco, fármacos, Symptom Checklists CSL-90-R (Derogatis, et al.,
etc.), para determinar si se ha producido un efecto 1983).
de modelado. También es importante especificar si Para el diagnóstico, que intenta determinar si el
el paciente muestra conductas de sociopatía en el trastorno se debe al consumo de drogas o es un
ambiente familiar y, en caso afirmativo, cómo fueron trastorno mental definido, se utilizan dos sistemas:
surgiendo. Por ejemplo, mentiras, engaños, chan- el DSM-IV-TR o el CIE-10.
tajes emocionales. Por último, es importante detallar
la implicación emocional del paciente con la familia En el caso de la evaluación del plan terapéutico
y cuales han sido las pautas educativas y de qué y la evolución del tratamiento, se suelen utilizar el
forma el padre y la madre establecían las metas y ASI, Euro-ASI y el Indicador de Tratamiento de los
normas, aplicaban refuerzos y castigos, etc. opiáceos –OTI–, entre otros.

Otra de las áreas importante a evaluar son las Para evaluar la evolución y los resultados del
relaciones socio-interpersonales, que normalmente tratamiento, también se utilizan instrumentos de

70
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

tipo fisiológicos, como los controles de orina, que – Temperament and Carácter Inventory (TCI),
consisten en realizar determinaciones analíticas Version TCI-R. (Cloninger y cols., 1985).
para detectar metabolitos de las distintas sustancias – Big Five Questionnaire (BFQ), (Caprara y
en orina y nos proporcionan información objetiva cols., 1993). Adaptación española (Bermú-
de si se mantiene abstinencia o si se producen otros dez, 1995).
consumos. Aunque este es un elemento, quizás – Neo-Personality Inventory (NEO-PI-R). Adap-
más importante en el tratamiento, porque ayuda y tación española (Mc Crae y Costa, 1992).
sirve como estímulo al paciente para autocontro- – Eysenck Personality Questionnaire (EPQ),
larse ante el consumo y reforzar sus habilidades al (Eysenck y cols., 1975). Versión española
resistir y afrontar el deseo (Washton, Stone y Hen- 1978.
drickson, 1988). – State Trait Anxiety Inventory, Inventario de
Ansiedad Estado (AE)- Rasgo (AR). Spielber-
Los más frecuentes desde la práctica clínica son
ger, (1970).
los métodos indirectos de evaluación, como las
– BDI (Beck Depression Inventory). Beck y
Entrevistas Clínicas (estructuradas, semi estructu-
cols., (1961).
radas y abiertas), los autoinformes, escalas, test y
– HDRS (Escala de Hamilton para la Depre-
cuestionarios.
sión). Hamilton, (1960).
La entrevista clínica se centra en el análisis de – El STAI, el BDI y el HDRS son útiles para eva-
la conducta actual y sus determinantes, conside- luar cambios sintomatológicos en el tratamien-
rando la drogodependencia como la conducta pro- to de los trastornos adictivos.
blema (Graña, 2001).
Dentro de los diferentes instrumentos de eva-
Según Terán Prieto (2008), el URICA y el PCQ luación también podemos acceder a diferentes tipos
son los cuestionarios mas utilizados en las tera- de entrevistas, algunas de ellas de uso accesible y
pias cognitivo conductuales para dependientes de gratuito como son las elaboradas para realizar los
cocaína. diagnósticos del DSM IV. Y las entrevistas de registro
básico de información que han sido concensuadas
Por ejemplo, para conocer la motivación, se para todo el territorio español y que recaban infor-
suele utilizar la Escala de evaluación del cambio de mación de las demandas de tratamiento, son las
la Universidad de Rhode Island (URICA). Se utiliza Fichas Básicas de Registro.
para valorar la motivación en intervenciones estruc-
turadas con la Terapia Cognitivo Conductual de Los métodos directos, pueden utilizarse en algu-
Carroll (2001). nos casos muy concretos, como la observación
directa del comportamiento del drogodependiente,
El Cuestionario de Procesos de Cambio para que se pueden realizar de forma sistemática en
Adictos a la Cocaína –PCQ–, desarrollado conforme recursos cerrados o abiertos donde el usuario per-
a las directrices teóricas del modelo de Prochaska manezca un número de horas suficiente y en el que
y DiClemente, evalúa los procesos de cambio que deben posibilitarse los espacios y generar las opor-
los adictos presentan en su proceso de desintoxi- tunidades para que puedan interactuar con más
cación-dehabituación. personas (tanto drogodependientes como personas
sin problemática), como pueden ser las Unidades
Inventario de Procesos de Cambio (Tejero, Tru-
de Desintoxicación Hospitalaria, Comunidades Tera-
jols y Hernández, 1990; Tejero y Trujols, 1994).
péuticas y en nuestro caso el Centro de Día “Cer-
Para los trastornos psicopatológicos y de perso- cado del Marqués”, o los autorregistros u observa-
nalidad, los cuestionarios más utilizados son: ciones por parte de otros agentes implicados
(familia, amigos, personal de las instituciones, etc).
– Inventario Clínico Multiaxial: MCMI-III, (Millon,
1994). En cualquier caso, evaluar con rigor científico el
– Inventario Multifásico de la Personalidad de tratamiento de las drogodependencias es una cues-
Minnesota (MMPI), (Hathaway y McKinley tión harto difícil, como ya señalan algunos investi-
1943). gadores como Fernández-Hermida y Secades Villa
– Cuestionario Factorial de Personalidad (16 PF), (1999, 2000), aunque desde luego sigue siendo
(Catell, 1972) Versión española 16PF-5. imprescindible realizar investigaciones con los

71
Ángela Rita Martín Caballero

criterios y pautas que garanticen su validez, fiabili- nen. Es más, se ha llegado a determinar que la efi-
dad y la extrapolación de los resultados. cacia del tratamiento requiere de un tiempo mínimo
de tres meses, para obtener diferencias significativas
3.3. Tratamiento de las entre el tratamiento y el no tratamiento (Hubbard
drogodependencias et al., 1997; Sells y Simpsom, 1980; Simpsom y
Sells, 1982). Aunque los resultados pueden pre-
Cuando hablamos de tratamiento de las drogo- decirse aún mejor utilizando otro factor de pronós-
dependencias, podemos hacerlo desde las diferentes tico, como el alcance o el nivel de los progresos
perspectivas que abarca la multicausalidad del pro- terapéuticos logrados.
blema, aunque aquí lo haremos basándonos en el
modelo de actuación bio-psico-social desde el que En cualquier caso, lo que sí es evidente y, coin-
se aborda en la práctica clínica la drogodependencia. ciden en ello los diferentes autores, es que recibir
En este caso, cuando nos referimos a tratamiento lo tratamiento es más eficaz que no recibirlo y los
vamos a hacer desde la concepción del tratamiento resultados de varias investigaciones así lo acreditan.
psicológico o psicoterapéutico. Para ello defendere- Por ejemplo, Sadowski et al. (1993, Citado en
mos el tratamiento psicológico desde la concepción Lopez-Torrecillas, Peralta, Muñoz-Rivas y Godoy,
de Labrador (Labrador y cols., 2003), que entiende 2003) afirman que los sujetos que habían realizado
por tal la intervención profesional basada en la apli- tratamiento presentaban puntuaciones más altas
cación de técnicas psicológicas en un contexto clí- en autoeficacia que aquellos que no habían reali-
nico y que busca eliminar el sufrimiento y enseñar zado tratamiento.
habilidades adecuadas para hacer frente a las difi- El NIDA (1997, 2005), partiendo de que la dro-
cultades de la vida. Entendiendo como tratamiento godependencia es una enfermedad compleja, cró-
psicológico eficaz aquel capaz de producir cambios nica y con recaídas y, asumiendo que el objetivo es
y que está sometido a las pruebas y controles cien- lograr periodos de abstinencia a largo plazo, que va
tíficos adecuados, atribuyendo, por tanto, su funcio- a requerir de rondas sostenidas y repetidas de tra-
namiento a sus características y elementos. tamiento, ha elaborado un guía basada en las
Por otro lado, podemos analizar los programas investigaciones científicas y clínicas, para determi-
de rehabilitación, en relación a la ubicación (ambu- nar los principios de tratamiento más efectivos en
latoria, hospitalaria o residencial). Generalmente, drogodependencias, resumiéndose en:
los programas residenciales de corta duración sue- 1.- No hay un solo tratamiento apropiado para
len durar de 30 a 90 días; los programas en comu- todas las personas. Es importante lograr una com-
nidad terapéutica residencial suelen prolongarse de binación adecuada del tipo de ambiente, las inter-
tres meses a un año; los programas de orientación venciones y los servicios de tratamiento, con los pro-
para la abstinencia, en régimen ambulatorio o de blemas y necesidades particulares de cada persona.
día, duran de 30 a 120 días (en nuestro caso el Además, hay que averiguar qué tipo de tratamiento
tiempo de retención lo medimos en semanas, lo es el más adecuado para cada paciente, qué carac-
que supondría una ratio de entre 4 a 13 semanas) terísticas debe tener, para qué tipo de drogas y en
y los programas de mantenimiento con metadona qué estadio evolutivo de su adicción debe aplicarse
que pueden tener una duración indefinida (NIDA, (Del Rio, 2000; Paul, 1967; Trujillo, 1997).
1999; Secades-Villa, Fernández-Hermida, 2000).
Se trataría, pues, de asignar al perfil del paciente
Además, podemos analizar los diferentes tipos aquél tratamiento que se adecue mejor a sus nece-
de terapias o tratamientos, los modelos teóricos que sidades particulares (Marlatt, 1988).
los sustentan y, finalmente, algunos de los compo-
nentes que los constituyen. En España, desde el Plan Nacional Sobre Dro-
gas (PNSD) se ha publicado una guía para el tra-
Uno de los elementos más relevante para el tra- tamiento eficaz para cada tipo de droga, elaborado
tamiento es el tiempo de retención en el mismo por Fernández Miranda (coord., 2007).
(NIDA 2001, 2005; Secades-Villa y Fernández Her-
mida, 2000, 2007; Graña, 1994). Se ha puesto 2.- El tratamiento tiene que ser accesible en todo
de manifiesto que a más prolongado es el período momento. Ante la labilidad y la indecisión de los
de tratamiento, mejores los resultados que ae obtie- drogodependientes para iniciar tratamiento, si existen

72
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

unos servicios y tratamientos disponibles para iniciar se observan una segunda mejora en los resultados
el tratamiento en el momento en que parecen que de los tratamientos recibidos. (Hubard et al., 1997).
están listos para ello. Se captará mejor a los drogo- Razón por la que hay que utilizar estrategias que
dependientes si se les permite acceder en el momen- logren comprometer y motivar al paciente para que
to que deciden iniciarlo, que si tienen difícil acceso se mantenga en el tratamiento el máximo tiempo
o se dilata en el tiempo el inicio del mismo. posible. En el caso de pacientes con patología
comórbida psiquiátrica este tiempo oscila entre el
3.- El tratamiento efectivo abarca las diferentes año y los 18 meses.
necesidades de la persona, no solo el uso de dro-
gas. Como ya hemos descrito, la drogodependencia 6.- La terapia individual y/o de grupo y otros
es un problema muy complejo y multicausal, donde tipos de terapias de comportamiento constituyen
si importante es abordar el uso de las drogas, tam- componentes críticos del tratamiento efectivo para
bién lo son otras esferas de la vida de la persona, la adicción. Un gran número de investigaciones
que se ven afectadas por las consecuencias del pro- revelan la importancia del abordaje psicológico en
pio consumo, como accidentes, VIH, patología psi- el tratamiento de las drogodependencias, en cuanto
quiátrica, problemas judiciales, laborales, familiares, al compromiso, la permanencia y los resultados de
etc. Por lo que el tratamiento debe incorporar dife- los mismos. Es más, desde la Asociación Psicoló-
rentes elementos que abarquen desde la interven- gica Americana (APA, 2000b), se afirma que en el
ción individual, grupal, familiar, comunitaria, pre- tratamiento de las drogodependencias el abordaje
vención de recaídas, etc. Por tanto, los tratamientos psicosocial es un componente esencial del trata-
más eficaces son los tratamientos multicomponen- miento. En esta misma línea y en las últimas déca-
tes (Echeburúa, 1994; Fernández Miranda, 2007; das han proliferado estudios clínicos que evidencian
Graña, 1994; NIDA, 1999; Sánchez-Hervás, la eficacia del tratamiento psicosocial.
Tomás Gradolí y Morales Gallús, 2004; Secades-
Villa, García-Rodríguez, Fernández-Hermida y Car- 7.- Para muchos pacientes, los medicamentos
ballo, 2007). forman un elemento importante del tratamiento,
sobre todo al combinarlos con terapia psicológica.
4.- El plan de tratamiento debe se individual y La metadona, por ejemplo, es muy efectiva para
evaluado de forma continuada. Sobre todo porque ayudar a aquellos adictos a la heroína a estabilizar
hay que evaluar las necesidades en cada momento sus vidas y reducir el uso de drogas ilegales. La nal-
para ajustar los servicios y componentes del trata- trexona también es un medicamento eficaz para
miento acorde con las variaciones y cambios que personas adictas al opio y para algunos pacientes
se producen en el paciente en su proceso de recu- que al mismo tiempo sufren de dependencia al
peración y que pueden requerir de ajustes de tipo alcohol. Para las personas adictas a la nicotina, los
psicoterapéutico, farmacológico, intervención fami- productos como los parches o chicles o la ayuda
liar, vocacional, legal, etc. Siendo fundamental que de un medicamento oral (como el bupropión) pue-
el tipo de tratamiento se ajuste a la edad, sexo, den ser componentes efectivos de su tratamiento.
grupo social y cultural del paciente, lo que también Mientras que la combinación de tratamientos y de
contribuirá a una mayor motivación hacia el trata- medicamentos son de suma importancia para
miento. (Diclemente, 1991; Prochaska y Diclemen- pacientes con trastornos mentales. El abordaje far-
te, 1986). Sugiriendo algunos autores que el tra- macológico y psicosocial hacen el tratamiento más
tamiento debe ajustarse a los cambios, a las eficaz (Carroll et al., 1994).
expectativas de autoeficacia, a las creencias sobre
la abstinencia, la recaída, objetivos personales, etc., 8.- En el caso de individuos con problemas de
para maximizar el proceso de cambio (Diclemente adicción o abuso de drogas que al mismo tiempo
y Scott, 1997; Prochaska y Diclemente, 1992; Pro- tienen trastornos mentales, se debe tratar los dos
chaska y Prochaska, 1993; Simpsom y Joe, 1993; problemas de una manera integrada. Los trastornos
Tejero y Trujols, 1994). de adicción y los trastornos mentales pueden apa-
recer a la vez, por lo que aquellos pacientes que pre-
5.- Seguir durante el tiempo suficiente el trata- sentan cualquiera de las dos condiciones deben ser
miento. Existen evidencias a este respecto de que evaluados y tratados para la presencia simultánea
las mejorías empiezan a ser visibles a partir de los del otro tipo de trastorno. El modelo de tratamiento
tres meses de iniciado el tratamiento, a los 6 meses integrado supone hacer un programa unificado de

73
Ángela Rita Martín Caballero

tratamiento que combine recursos de la Red Asis- como en otras enfermedades crónicas, la reinciden-
tencial de Drogodependencias y la Red de Salud cia en el uso de drogas puede ocurrir durante o des-
Mental (Casas et al., 1997; Prochaska et al., 1992). pués de rondas exitosas de tratamiento. Los pacien-
tes pueden requerir tratamientos prolongados y
9.- La desintoxicación es solamente la primera múltiples rondas de tratamientos para poder lograr
etapa del tratamiento para la adicción y por sí la abstinencia a largo plazo y un funcionamiento
misma hace poco para cambiar el uso de drogas completamente restablecido.
a largo plazo. La desintoxicación médica maneja
cuidadosamente los síntomas físicos agudos del La participación en programas de auto-ayuda
síndrome de la abstinencia, que suceden cuando durante y después del tratamiento sirve de apoyo
se deja de usar alguna droga. Aunque la desinto- para mantener la abstinencia.
xicación por sí misma rara vez es suficiente para
ayudar a las personas adictas a lograr abstinencia Dentro de los modelos y terapias psicológicos
a largo plazo, para algunos individuos sirve como más contrastados y de mayor eficacia en el trata-
un precursor fuertemente indicado para el trata- miento de las drogodependencias, según el Informe
miento efectivo de la drogadicción, pero debe acom- Task Force de la APA, (APA 2000) y realizado por
pañarse de un programa de tratamiento psicosocial. una comisión de expertos en psicoterapia y coordi-
(Simpson y Sells, 1982; NIDA, 2005). nados por Chambless, publicado en 1995 y actua-
lizado en 1996, 1998 y 2001, destacan que de
10.- El tratamiento no tiene que ser voluntario los 10 tratamientos más efectivos para el tratamien-
para ser efectivo. El proceso de tratamiento puede to de las drogodependencias, 9 se corresponden
ser facilitado gracias a una fuerte motivación. Las con la terapia cognitivo-conductual (Sánchez-Her-
sanciones o los premios dentro de la familia, del vás, Tomás Gradolí, Morales Gallús, 2004).
ambiente laboral o del sistema de justicia criminal
pueden incrementar significativamente los porcen- El Modelo Cognitivo Conductual y específica-
tajes de individuos que entren y que se mantengan mente la Terapia Cognitiva Conductual, incluyen
dentro de programas de tratamiento para la droga- técnicas y estrategias con una demostrada eficacia
dicción así como el éxito de los mismos. en el tratamiento de diferentes patologías: trastornos
del humor, impulsividad, déficits en el manejo de
11.- El posible uso de drogas durante el trata- la ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, afron-
miento debe ser constantemente supervisado. tamiento de situaciones de riesgo, el autocontrol y
Durante el período de tratamiento puede haber para la mejora de la competencia social. (Monti y
recaídas al uso de drogas. La supervisión objetiva cols,1995; Hyman y Pedrick, 2003; Secades-Villa
del uso de drogas y alcohol durante el tratamiento, et al., 2007). Basando la terapia en la práctica, con
incluyendo análisis de la orina u otros exámenes, ensayo de conducta, modificando el qué y el cómo
puede ayudar al paciente a resistir sus impulsos de la persona piensa, siente y actúa. Una de las téc-
usar drogas. También permite el reajuste del plan nicas más útiles y necesarias dentro del tratamiento
de tratamiento si se detectan consumos y también de las drogodependencias basada en este modelo
de cara a trabajar los consumos con eficacia. es el entrenamiento de habilidades sociales (Fer-
nández Miranda, 2007; Sánchez-Hervás; Tomás
12.- Los programas de tratamiento deben Gradolí; Morales Gallús, 2004; Secades-Villa et al.,
incluir exámenes para el VIH/SIDA, la hepatitis B 2007; Terán Prieto, 2008).
y C, la tuberculosis y otras enfermedades infeccio-
sas, conjuntamente con la terapia necesaria para La clave de esta terapia reside en la base cog-
ayudar a los pacientes a modificar aquellos com- nitiva-conductual de sus técnicas, el aprendizaje
portamientos que les ponen a ellos o a otros en de nuevas habilidades para el afrontamiento y el
riesgo de ser infectados. La terapia puede ayudar entrenamiento sobre situaciones reales (Carroll et
a los pacientes a evitar comportamientos de alto al., 2001).
riesgo. También puede ayudar a las personas que
ya están infectadas a manejar su enfermedad. En este tipo de terapia, los pacientes tratan sus
problemas de motivación, desarrollan habilidades
13.- La recuperación de la drogadicción puede para rechazar el uso de la droga, reemplazan acti-
ser un proceso a largo plazo y frecuentemente vidades donde se usan las drogas por actividades
requiere múltiples rondas de tratamientos. Tal constructivas y útiles en las que no entra el uso de

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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

drogas y mejoran sus aptitudes para resolver pro- • La anticipación de los efectos positivos en rela-
blemas. La terapia de comportamiento también ción a un consumo.
facilita las relaciones interpersonales y mejora la
En los programas de Prevención de Recaídas, el
habilidad del individuo para funcionar dentro de la
elemento central es el entrenamiento de habilidades
familia y de la comunidad.
y estrategias de afrontamiento, por un lado las Habi-
Es extensa la evidencia científica sobre la efica- lidades específicas de afrontamiento para manejar
cia de los componentes terapéuticos que señala las Situaciones de Riesgo: relajación, asertividad y
como esenciales el entrenamiento en habilidades competencia social, control de la ira y del malestar.
sociales y de afrontamiento, sobre todo en el caso Por otro, las Estrategias generales: estilo de vida
del alcohol y otras drogas ilegales (Echeburúa, saludable, habilidades de autocontrol y manejo de
1994, 1999; Fernández Miranda, 2007; Graña, consecuencias, para que los cambios se generalicen
1994; luengo, Romero, Gómez-Fraguela y Villar, y se mantengan después del tratamiento.
Sánchez-Hervás, Tomás Gradolí, Morales Gallús,
Entre las técnicas específicas están la explora-
2004; Secades-Villa et al., 2007; Terán Prieto,
ción de las consecuencias positivas y negativas del
2008). Varias revisiones y meta-análisis muestran
uso continuado de la droga, la auto vigilancia para
que el entrenamiento en habilidades es superior a
reconocer los deseos por la droga lo más pronto
otros tratamientos o al no tratamiento y que incre-
posible y poder identificar las situaciones de alto
menta la eficacia de las intervenciones cuando
riesgo causadas por el uso de la droga y el desarro-
forma parte de programas más amplios (Miller et
llo de estrategias para que el individuo se pueda
al., 1995; Secades Villa et al, 2007).
enfrentar y evitar las situaciones de alto riesgo, así
En relación a si el tratamiento cognitivo conduc- como el deseo por la droga. Un elemento central
tual debe ser individual o grupal, ambas formas son de este enfoque es poder anticipar las dificultades.
igualmente eficaces, aunque el modo grupal es más
Es un tratamiento eficaz, combinable con otros
económico y aporta la ventaja del refuerzo y com-
enfoques y terapias y que, además, se ha consta-
promiso ante el resto del grupo. Aún así, hay que
tado que las habilidades que se aprenden se man-
realizara una valoración previa y la adecuación de
tienen después de finalizado el tratamiento.
la intervención grupal en cada caso.
El otro tipo de terapia que ha demostrado cierta
Otro modelo eficaz en la intervención psicológica
eficacia es la Terapia de potenciación de la moti-
en drogodependencias es el de Prevención de
vación de Miller y Rollnick, quienes elaboraron un
Recaídas, ideado por Marlatt y Gordon (1985), que
tipo de plan terapéutico breve, denominado “entre-
utiliza técnicas del modelo cognitivo conductual vista motivacional”, que tiene por objeto facilitar la
para preparar y prevenir las recaídas. Las estrategias motivación interna del paciente para modificar su
de comportamiento cognitivo están basadas en la comportamiento (Miller y Rollnick, 1991). Este tipo
teoría de los procesos de aprendizaje, en las que el de terapia se ha aplicado en el tratamiento de con-
drogodependiente aprende a reconocer y corregir sumidores de alcohol y posteriormente se ha apli-
las situaciones de riesgo y los comportamientos pro- cado con el consumo de otras sustancias como
blemáticos. La prevención de recaídas abarca varias heroína y otras drogas ilegales. Parece que su abor-
estrategias de comportamiento cognitivo que faci- daje es útil en sujetos con consumos de riesgo, o
litan la abstinencia, al igual que fomenta el auto- usos perjudiciales de drogas, pero no tanto con
control frente al deseo y la recaída (NIDA, 2005). dependientes. En relación a su eficacia hay ciertas
Según Terán Prieto (2008), uno de los aspectos discrepancias, parece que en el caso de abusadores
interesantes que introduce el Modelo de Prevención es más eficaz que la no intervención y se ha obser-
de Recaídas es El Efecto de Violación de la Abstinen- vado que más de la mitad de los pacientes man-
cia, que hace referencia a un constructo específico tienen una reducción del consumo durante el pri-
del Programa y que se caracteriza porque produce: mer año de seguimiento; otras veces incrementa la
eficacia de tratamientos posteriores. Pero se reco-
• La disonancia cognitiva (que reflejan el con- mienda prudencia en su uso pues con personas
flicto y el sentimiento de culpa). con conducta antisocial o cuando hay riesgos serios
• El efecto de atribución personal. para la salud individual o colectiva no hay acuerdo

75
Ángela Rita Martín Caballero

sobre su conveniencia. Quizás lo más interesante petencias a las diferentes Comunidades Autóno-
de este tipo de terapia es que en los inicios del tra- mas, que son las encargadas de regular las políticas
tamiento puede ser eficaz y que, en el Modelo de prevención, asistencia e integración social de las
Transteórico de Cambio, se convierte en un potente drogodependencias.
instrumento de ayuda para avanzar por los estadios
del cambio. En Canarias, la atención a las drogodependen-
cias se regula a través del Plan Canario sobre Dro-
En Australia, por ejemplo, Saunders, Wilkinson gas, que establece el marco legal y las actuaciones
y Phillips (1995) informaron sobre los resultados encaminadas a la prevención, asistencia e incor-
de una sesión motivacional de una hora de dura- poración social de las drogodependencias y, tam-
ción, en la que se utilizaba un modelo de ensayo bién, marca las directrices sobre las características
controlado con pacientes en tratamiento de mante- y funciones de los diferentes recursos asistenciales
nimiento con metadona. A los seis meses de segui- que se encargan de atender la demanda de los dro-
miento se constató que los pacientes que habían godependientes.
cumplido el plan motivacional consumían menos
drogas ilícitas, permanecían más tiempo en trata-
miento y recaían menos rápidamente en el consumo 3.3.2. Red de Recursos asistenciales
de heroína que los pacientes del grupo de control. El II Plan Canario de Drogas tiene como objetivo
También se han estudiado otros tipos de terapia facilitar el acceso de los usuarios de drogas y sus
como el Modelo Integrado, la Psicoterapia Expresiva familiares a las prestaciones sociales, sanitarias,
de Apoyo (Luborsky, 1984), Terapia Conductual educativas y formativas del sistema público de aten-
para adolescentes (Azrin et al., 1994), el Enfoque ción a las drogodependencias.
de Refuerzo Comunitario con comprobantes (Sil-
El modelo de atención, supone la aceptación -
verman et al., 1996), entre otros.
por parte de todos los centros, servicios y progra-
Algunos de los estudios sobre la efectividad de mas- de la responsabilidad pública y la coordina-
los programas de tratamiento en drogodependen- ción institucional de actuaciones basadas en los
cias están basados en programas con múltiples principios de descentralización, responsabilidad y
componentes (Mitchell el al, 2006; Pearson and autonomía en la gestión de programas y servicios,
Lipton, 1999; Prendergast et al, 2002). así como la promoción de la participación activa
de la sociedad y los propios afectados en el diseño
Parece evidente por las referencias consultadas,
de las políticas y programas de actuación (Extraído
que uno de los programas más extendidos en la
de la pag. Oficial de la Dirección General de Aten-
intervención con los drogodependientes son aque-
ción a las Drogodependencias de Canarias)
llos que entrenan a las personas en habilidades
sociales y en solución de problemas, que se des- Para ello, los diferentes recursos de Asistencia
arrollan tanto de forma individual como en grupo, e Integración Social deben estar debidamente auto-
en centros de atención ambulatorios, comunidades rizados y acreditados, resaltando la importancia de
terapéuticas y centros de día buscando aumentar su profesionalización, interdisciplinaridad y fácil
las competencias de la persona y mejorar su calidad accesibilidad.
de vida (Caballo,1993; Echeburúa, 1994; Graña,
1994; Terán Prieto, 2008). En materia de preven- Para velar por la calidad del servicio que se pres-
ción, por ejemplo, también se aplican diferentes ta, se han establecido programas de calidad, basa-
programas de entrenamiento en habilidades socia- dos en los hallazgos y bases científicas, que garan-
les (Espada et al, 2003) y competencia social tizan la atención a las necesidades y demandas de
(Segura et al, 1997, 1998; Mesa, 2008). los usuarios drogodependientes y sus familias.

Tanto la estructura como las funciones de la Red


3.3.1. La Atención a las drogodependencias
Asistencial en Drogodependientes se articulan de
La Atención a las drogodependencias en España la siguiente manera (Texto extraído íntegramente de
sigue las directrices marcadas dentro del Plan la Dirección General de Atención a las Drogodepen-
Nacional sobre Drogas, quién a su vez delega com- dencias):

76
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

La estructuración del circuito terapéutico desde Son prestaciones del segundo nivel asistencial
el sistema público de salud, en diferentes niveles a las personas con trastornos adictivos:
y según las condiciones de acceso y derivación, es
• Planificar el proceso terapéutico de una forma
la siguiente:
individualizada: desintoxicar, deshabituar e
– Primer Nivel asistencial: integrar ambulatoriamente.
• Apoyar y coordinar los procesos de integración
El primer nivel está constituido por los centros social y familiar, así como a los recursos del
y servicios socio-sanitarios, generales y específicos: nivel primario y terciario de la intervención.
• Diseñar y desarrollar los programas sustituti-
• Equipos de Atención Primaria del Servicio
vos de opiáceos y de reducción de daños.
Canario de Salud.
• Atender patologías somáticas y psiquiátricas
• Servicios Sociales, dependientes de la admi-
provocadas por el consumo de drogas.
nistración local/insular/autonómica.
• Atender las urgencias provocadas por el con-
• Unidades de prevención/información del SIDA
sumo de drogas.
/Centros de Salud Pública.
• Educación sanitaria y apoyo psicológico a dro-
• Otros programas de ONGs, Grupos de Auto-
godependientes infectados por el VIH y enfer-
ayuda.
mos de SIDA.
Son funciones básicas de éste primer nivel asis- • Intervenir con la familia con el objetivo de la
tencial a las personas con adicciones: consecución de las metas terapéuticas.

• Informar, orientar, asesorar, motivar, educar – Tercer Nivel asistencial:


y promocionar la salud y, en su caso, derivar El tercer nivel asistencial está constituido por
hacia niveles básicos o especializados de los centros y servicios sociales y sanitarios, gene-
intervención, sanitaria o social. rales y específicos:
• Pronosticar, diagnosticar y detectar tempra-
namente; valorar previamente a los usuarios • Unidades de Desintoxicación Hospitalaria
para la toma de decisiones terapéuticas. (UDH).
• Atender la problemática social de los usuarios • Comunidades Terapéuticas (CT).
y las patologías somáticas asociadas al uso/ • Centros de Día (CD).
abuso adictivo. • Otros.
• Apoyar el proceso de integración social.
Funciones:
• Ayudar y asesorar a los familiares y allegados.
– Desarrollan actividades asistenciales de des-
– Segundo Nivel asistencial: intoxicación hospitalaria en régimen de inter-
El segundo nivel está constituido por los centros namiento.
y servicios generales y específicos: – Deshabituación e incorporación social me-
diante terapia psicológica y ocupacional, pro-
• Unidades de Atención a las Drogodependen- moviendo la participación activa de los usua-
cias (UAD). Se constituyen como dispositivo rios, con objeto de facilitarles su integración,
de referencia del modelo, en su correspon- en régimen semi o residencial.
diente área de salud o aquella más próxima. – El acceso a estos centros y servicios queda
• Unidades de Salud Mental (USM), en cuanto condicionado a la previa valoración y solicitud
se refiere al tratamiento de la patología dual efectuada por las Unidades de Atención a las
que pudiera concurrir. Drogodependencias.
• Unidades de hospitalización psiquiátrica de
(Dirección General de Atención a las Drogode-
agudos y de breve estancia (UIB): en iguales
pendencias del Gobierno de Canarias, 2008).
términos que las unidades de Salud Mental
cuando fuera precisa hospitalización. El itinerario o circuito terapéutico específico en
• Hospitales Generales y centros de especiali- atención a drogodependencias, se inicia, por tanto,
dades: en referencia a las patologías orgáni- una vez la demanda ha sido atendida en cualquiera
cas concomitantes. de los Centros Ambulatorios de Atención a las Dro-

77
Ángela Rita Martín Caballero

godependencias (actualmente denominadas Uni- tinuada al centro; aquellos a los que no está acon-
dades de Atención a las drogodependencias: UADs) sejado separarles totalmente de su medio; los que
y el equipo terapéutico (compuesto por médico/a, cuentan con un soporte familiar que garanticen un
psicólogo/a y Trabajador/a Social), evalúan la de- mínimo control externo y las personas necesitadas
manda y valoran las necesidades del paciente/usua- de modificar las formas de relacionarse con su
rio. Tras elaborar el diagnóstico y valorar el caso, medio social.
determinan bien si el tratamiento va a continuar a
nivel ambulatorio o bien si se deriva a otro centro, Los centros de día empiezan a emerger a partir
en este caso de tercer nivel asistencial, para conti- de una actitud de anti internamiento que existía en
nuar el proceso de tratamiento de una forma más las política de atención en salud mental, surgiendo,
intensiva. además, la necesidad de dar un tratamiento más
específico a los drogodependientes. Inicialmente se
crea una red de atención especializada donde los
3.3.2.1. Los Centros de Día centros de día se convierten en una alternativa a las
Los centros de Día son centros de tercer nivel comunidades terapéuticas, gestionando el trata-
asistencial, a los que sólo se puede acceder a través miento del drogodependiente desde la propia comu-
de las Unidades de Atención a las Drogodependen- nidad, sin separar al individuo de su entorno social
cias (UAD), cuya función principal es prestar una de origen, permitiendo que continúe con la convi-
atención altamente especializada durante un perio- vencia familiar o núcleo original de convivencia.
do de tiempo limitado, donde se actúan de forma Para nosotros es un recurso específico de aten-
intensiva sobre la problemática, derivando al fina- ción a las drogodependencias que trabaja de forma
lizar el proceso de tratamiento a sus dispositivos de integral y multidisciplinar la deshabituación y, sobre
referencia una vez finaliza la intervención. todo, promueve la incorporación social de los dro-
Definición: godependientes, a través de la intervención indivi-
dual, grupal, familiar y comunitaria. La intervención
Centro de Día: “centro de deshabituación y terapéutica en este centro contempla tres áreas fun-
rehabilitación de drogodependientes en régimen damentales en el tratamiento, que son: la actuación
de internamiento parcial...” (Sirvent, Blanco y Fran- terapéutica, la formación ocupacional y la educativa,
co, 1995, pág. 8). priorizando, dentro de ésta faceta, la educación para
la ocupación eficaz y eficiente del ocio y tiempo libre.
Los Centros de Día vienen a cubrir el espacio
intermedio entre los centros ambulatorios de segun- El abordaje de la problemática se hace desde la
do nivel y la comunidad terapéutica. El funciona- perspectiva psicosocial y siguiendo las bases del
miento y organización de este tipo de centros exige modelo cognitivo-conductual, aunque también se
la presencia diaria y continuada de los usuarios, lo ha contemplado las bases de la educación afecti-
que a su vez posibilita que un número importante vo-emocional y la intervención familiar (para las
de drogodependientes realice el tratamiento de que se tienen en cuenta algunas orientaciones del
rehabilitación en su propio medio social (Sirvent, modelo sistémico).
Blanco y Franco, 1995). El poder continuar inter-
actuando con su entorno permite que el usuario En Canarias, hoy por hoy solamente existen cua-
vaya poniendo en práctica aquellas estrategias y tro centros de este tipo, dos en Gran Canaria, uno
habilidades que se trabajan y entrenan en el con- en Lanzarote y el Centro de Día “Cercado del Mar-
texto de la terapia, a lo largo de su permanencia en qués”, de ámbito provincial y gestionado por la Orga-
el tratamiento, en su entorno. Así también podemos nización No Gubernamental: Asociación de Coope-
evaluar la ejecución de las mismas con el propio ración Juvenil San Miguel (ACJ SAN MIGUEL).
paciente y con su sistema de apoyo social (familia,
pareja, amigos, etc.). 3.3.2.1.1. Centro de Día
“Cercado del Marqués”
El perfil que suele acceder a este tipo de recur-
sos suelen ser: drogodependientes con grave des- Desde la Coordinadora Provincial de Drogode-
estructuración física, psíquica y social; Aquellos con pendencias y, a través de un convenio con Cruz
el autocontrol suficiente para asistir de forma con- Roja Española, se inaugura el Centro de Día “Cer-

78
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

cado del Marqués” en marzo de 1990, finalizando ofrecía diferentes programas de formación pre-labo-
este convenio en 1991, fecha en la que la ACJ SAN ral con unos objetivos específicos.
MIGUEL propone un proyecto para la gestión del
recurso, iniciando su actividad en 1991 y conti- Aunque desde 2004, este modelo ha cambiado
nuándola hasta la actualidad. su objeto de actuación dentro de la estructura téc-
nica de la ACJ SAN MIGUEL y tras evaluar el for-
Físicamente está ubicado en una zona residen- mato que estaba funcionando, se diseña, se plani-
cial, apartado de núcleos poblacionales y en un fica y se pone en marcha un nuevo modelo de
entorno que permite un mayor aislamiento, lo que
actuación, desde una perspectiva técnica, más
a su vez facilita que el usuario, durante su perma-
acorde con la realidad cambiante y los nuevos per-
nencia, se centren en la participación en las dife-
files en drogodependencias: el Programa Estancia
rentes actividades, existiendo un mayor control sobre
posibles estímulos distractores o contaminantes. de Día (PED), programa cuyo objetivo es el trata-
miento integral e intensivo (dentro del área de asis-
Hoy en día es el único Centro de Día de aten- tencia e integración social de la ACJ SAN MIGUEL),
ción específica a las drogodependencias que existe a través de un programa de actividades terapéuticas
en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. muy estructuradas y priorizando el tratamiento psi-
Quizás uno de los aspectos más innovadores de cológico, la intervención social, educativa y sanita-
este centro, desde sus inicios, ha sido admitir a los ria, de aquellos usuarios con perfiles más deses-
pacientes en tratamiento con agonista opiáceos tructurados, aquellos sin soporte social y los que
(Metadona), además de ofertar un programa que requerían de una intervención intensiva en régimen
se ajustase de forma individualizada al perfil de los semi residencial.
usuarios.
En el momento de realizar esta investigación,
Para abordar el tratamiento, en sus inicios esta- periodo que abarca desde 1997 a 2003, el Centro
ba formado por un equipo multidisciplinar, para de Día contaba con otra estructura técnica y perse-
acoger a un máximo de 50 usuarios, atendidos por guía objetivos más orientados a la inserción socio
dos psicólogos, dos trabajadores sociales, un edu- laboral del paciente, que ya había recibido la mayor
cador, un animador, tres monitores de talleres, un parte del tratamiento en su Centro Ambulatorio de
auxiliar administrativo y un conserje. Desde 1996
atención a las drogodependencias de referencia, y
este Equipo Terapéutico se redujo a la mitad de pro-
para lo que se diseñaron tres tipos de programas
fesionales, estando compuesto en el momento en
para lograr estos objetivos.
que se inicia esta investigación por una psicóloga
para el abordaje terapéutico individual, grupal, fami-
liar y comunitario, además de colaborar en la 3.3.2.1.1.1. Programas de Actividades
docencia de las diferentes especialidades formati- del Centro de Día
vas, una trabajadora social, una monitor de tiempo
PAT: Programa de Atención Total. El objetivo
libre y una animadora sociocultural para la realiza-
ción de actividades educativas y de ocio y tiempo fundamental de este programa era ocupar el máxi-
libre, así como docentes de la especialidad forma- mo tiempo posible de los usuarios y para ello se
tiva de animación, un monitor de Formación Ocu- planificaban actividades dentro de las diferentes
pacional que desarrolla específicamente la docencia áreas de tratamiento y que se desarrollaban tanto
de la especialidad de jardinería y una conserje, que a nivel individual, grupal, familiar, como comuni-
desarrolla otras actividades para la entidad. taria y que pasamos a detallar:

Es un centro que permanece abierto once horas • Area Terapéutica: la atención psicosocial
diarias de lunes a viernes en horario de 8:00 a
19:00 horas. – Individual:

Estaba diseñado como proyecto dentro del Pro- Que incluía la Atención Psicológica con valora-
grama de Incorporación Social de la ACJ SAN ción, diagnóstico e intervención psicoterapéutica
MIGUEL. Su función principal era mantener ocu- en diferentes áreas y problemáticas, así como la
pados a los drogodependientes a la vez que se les coordinación con otros recursos asistenciales.

79
Ángela Rita Martín Caballero

El diagnóstico se realizaba siguiendo los criterios Programa de Crecimiento Afectivo-Emocional:


del DSM IV; posteriormente, en 2004, empezamos Se aplica los programas PIELE y PIECAP del Dpto.
a utilizar los criterios del DSM IV-TR. de Psicología Educativa de la Universidad de La
Laguna, aunque se desechan los elementos de
Atención Social con valoración, diagnóstico
entrenamiento en Habilidades Sociales y Cognitivas,
social e intervención en diferentes áreas y proble-
puesto que están contemplados en el Programa de
mas, así como la gestión y coordinación de recursos
Competencia Social que nosotros entrenamos.
sociales.
Programa de Control Emocional: Se aplica el
– Grupal:
programa diseñado por Ross y Fabiano que consta
Terapia de Grupo: De orientación Cognitivo-Con- de 8 sesiones y traducido por Garrido.
ductual y en el que se aplican, por parte de las psi-
Aula de Salud: Se trabajan diferentes temas
cólogas del centro, técnicas básicas y basadas en
la modificación cognitivo- conductual. relacionados con la salud: higiene corporal, enfer-
medades ocasionadas por el consumo de drogas,
Programa de Entrenamiento en Competencia talleres de sexo más seguro.
Social, (PECS), (programa objeto de este estudio)
y que contempla el desarrollo de los siguientes ele- Entrenamiento en Incorporación Social: Se les
mentos de una forma muy estructurada: enseña a realizar diferentes gestiones de la vida coti-
diana que van desde cómo inscribirse en el Instituto
• Programa de entrenamiento en Habilidades Nacional de Empleo (INEM), realizar la declaración
Sociales: Se aplica, principalmente, el entre- de la renta, o rellenar un formulario para solicitar
namiento de algunas de las habilidades des- ayudas sociales, orientarles hacia los servicios socia-
critas en el programa estructurado de Golds- les de zona, o qué organismos se encargan de qué
tein (Goldstein, Sprafking, Gershaw y Klein, cosas(Hacienda, Ayuntamiento, Seguridad Social,
1989) y algunas orientaciones del Programa etc.).
de Entrenamiento de Habilidades Sociales de
Vicente Caballo (1993). Programa de Orientación Laboral: Como parte
• Programa de entrenamiento en Habilidades de los talleres y cursos de formación ocupacional,
Cognitivas: Se aplican las 10 lecciones del se les orienta en la búsqueda de empleo.
programa de entrenamiento CoRT-1 de
Programa de Acompañamiento en la Inserción
Eduard DeBono.
Laboral: a través de convenios de colaboración con
• Programa de Crecimiento en Valores: Se aplica
diferentes Ayuntamientos, se hace una propuesta
la discusión de 4 dilemas morales de Kolh-
berg y 2 sesiones de video forum con pelícu- para empleo de aquellos usuarios que valoramos
las seleccionadas para tal fin. (Segura, Mesa más capacitados y que generalmente llevan buena
y Arcas, 1998, Segura y Arcas, 1999). evolución en el tratamiento, a partir de esta pro-
• Reducción del estrés y ansiedad: Técnicas de puesta se desarrolla un programa de seguimiento
relajación (Davis, McKay y Eshelman, 1985). y acompañamiento para la ocupación del puesto
• Autocontrol emocional: Corrección de Errores de trabajo, valorando con el paciente y/o su encar-
Atribucionales, Modificación de Pensamientos gado los diferentes problemas que pudieran surgir
Distorsionados. (McKay, Davis y Fanning, y así apoyar al usuario en su incorporación laboral.
1985).
En el área de atención psicosocial en la moda-
• Expectativas. Desgranando los objetivos y
lidad grupal, se van introduciendo los diferentes
metas que persiguen los usuarios del trata-
programas grupales, de forma secuenciada, de
miento y del programa de entrenamiento y la
forma que mientras estaban en marcha el Programa
implicación en el mismo. Así como la reeva-
de Entrenamiento en Competencia Social, se tra-
luación continua de su autoeficacia.
bajaban otros programas grupales que no pudieran
Programa de Prevención de Recaídas: Se aplica interferir con el de competencia, como por ejemplo
el programa, siguiendo el esquema y las sesiones aula de salud, terapia de grupo o entrenamiento en
diseñadas por Marlatt y Gordon y recogidos por reinserción y finalizando éste se empezaba a traba-
Graña (1994). jar el grupo de Prevención de Recaídas y el resto se

80
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

iba secuenciando hasta empezar con otro grupo de que han culminado exitosamente su programa de
pacientes el PECS. tratamiento, han estado en contacto diario con el
equipo terapéutico del centro, cuando llega el
– Familiar:
momento del Alta, suele ser una fuente de ansie-
Entendiendo la importancia que para el trata- dad, por lo que se le asignan consultas de segui-
miento tiene la implicación de los distintos recursos miento puntuales con su terapeuta de referencia,
sociales con los que pueda contar el paciente/usua- para realizar de una manera adecuada la desvin-
rio, en su proceso, se convocan a las familias a dis- culación del recurso, sin que esto sea un posible
tintos tipos de intervención familiar. El objetivo es riesgo para el paciente o su familia.
trabajar con las familias pautas, normas, límites,
• Área educativa, de animación, de ocio y tiempo
conceptos básicos en drogodependencias, prepa-
rarles para las posibles recaídas y corregir aquellos libre
comportamientos que no favorecen el tratamiento, – Actividades Educativas:
a la vez que ofertarle técnicas y estrategias eficaces,
entrenarles en habilidades sociales básicas y habi- Entendiendo la necesidad de ofertar nuevas
lidades comunicativas, para apoyar a su familiar y opciones y potenciar la autoestima de muchos de
contribuir positivamente al tratamiento y a mejorar nuestros usuarios, el aula educativa les ofrece la
la calidad de vida familiar, de pareja, etc. A las fami- posibilidad, a aquellos que no saben leer ni escribir
lias las convoca la Trabajadora Social del Centro y de aprender y a los que no finalizaron sus estudios
la Psicóloga, para un trabajo más personalizado, primarios poder optar a finalizar los mismos a través
que son las denominadas Terapias Unifamiliares, de la coordinación con el Aula de Adultos de Tejina,
con y sin usuario, a demanda y con cita previa. preparándoles para las pruebas libre de obtención
del Graduado Escolar, por tanto se organizan activi-
Terapias Multifamiliares, son reuniones con las
dades que permitan lograr este objetivo educativo.
diferentes familias, que se reúnen los jueves, cada
15 días, para trabajar diferentes temas a propuesta Clases de Apoyo para la obtención de una cua-
de las familias y los terapeutas. Además de trabajar lificación académica y de alfabetización.
con técnicas del modelo cognitivo- conductual, se
intenta generar un clima de confianza y un espacio Aula de la Naturaleza: Trabajos y proyecciones
en el que las familias comparten vivencias y expe- de temas relacionados con la flora, fauna, medio
riencias, en relación al problema común de la dro- ambiente, fenómenos naturales, cosmos, etc.
godependencia de su familiar, permitiendo un espa-
Aula de Investigación: Trabajos específicos sobre
cio de desahogo emocional, a la vez que un contexto
diferentes temas de interés cultural y de actualidad.
de aprendizaje por iguales con otras familias ante
las mismas situaciones o problemas, siempre con Aulas de Mecanografía; Manipulador de alimen-
la supervisión terapéutica de personal cualificado. tos; Taller de Animación a la lectura.
Terapia de parejas. En concordancia con lo Educación física: baloncesto, fútbol sala, aeró-
necesidad de abordar los problemas asociados a la bic, gimnasia, gochas, etc.
drogodependencia, se abordan los problemas de
pareja a demanda del paciente o su pareja, con el – Animación:
objeto de mejorar el proceso de tratamiento.
Dentro del área de animación, el objetivo es que
– Comunitaria: la persona aprenda a buscar otras alternativas gra-
tificantes, educativas y entretenidas que le permitan
Coordinación con otros recursos, específicos o
ocupar el tiempo libre de una forma adecuada y
no de la red (desde Centros de Salud, Unidades de
positiva, a la vez que trabajar en pos de una ver-
Salud Mental, Servicios Sociales, etc.).
dadera integración social acercándole a los recursos
Programas de acompañamiento a la inserción sociales y culturales de su entorno, para ello, se pla-
socio-laboral. Descrito anteriormente. nifican diferentes actividades como:

Programas de seguimiento y apoyo en las Altas Visitas Culturales (Museos, Exposiciones, Cine,
Terapéuticas. Durante mucho tiempo los pacientes, Ferias, etc.).

81
Ángela Rita Martín Caballero

Visitas Educativas (Conocimiento de algunos literatura científica y a nuestra propia experiencia,


recursos, centros, fábricas, etc.).Paseos Recreativos se presentan las siguientes líneas.
(Conocimiento de la ciudad, jardines y parques,
Nos encontramos, por un lado, en cuanto a las
casco histórico, etc.).
características de la aparición, mantenimiento y tra-
Todo el conjunto de actividades se distribuye en tamiento de las drogodependencias, resultados de
una planificación semanal y cubre todo el horario diferentes investigaciones donde se ponen de mani-
del centro desde las 8 de la mañana hasta las 19h. fiesto la importancia de algunos elementos como
los factores de riesgo y de protección presentes en
POF: Programa Ocupacional Formativo. El obje- los inicios y en el mantenimiento de la adicción; así
tivo fundamental de este programa era dotar de una como aquellos elementos que aparecen asociados
formación ocupacional-laboral a los usuarios y para a los procesos de tratamiento, tanto para la absti-
ello se han puesto en funcionamiento tanto cursos nencia como para abordar las recaídas, donde sur-
oficiales del Instituto Canario de Empleo (ICFEM), gen como elementos reveladores: las expectativas
como Casas de Oficio y Talleres Ocupacionales. de autoeficacia, las atribuciones, la asertividad, el
control emocional, el manejo de la ansiedad, los
El horario que desarrolla un usuario acogido a
procesos de toma de decisiones y las habilidades
este programa es de lunes a viernes de 8:00 a 13:00
para hacer frente a las situaciones de riesgo y de
horas en caso de que la formación que se imparte
consumo, destacando las recomendaciones de los
sea en horario de mañana o de 15:00 a 19:00 cuan-
diferentes autores en sus investigaciones, en cuanto
do se imparte el curso de Monitor sociocultural, que
a la importancia de trabajar estos elementos y uti-
se desarrolla en horario de tarde. No participan en
lizar aquellas técnicas, cuya eficacia haya sido
ninguna actividad terapéutica del centro.
demostrada científicamente, en el abordaje de este
Durante la duración de nuestro estudio, se han problema. Parece existir consenso en que son las
desarrollado como proyectos formativos dos Casa técnicas que están fundamentadas principalmente
de Oficios, en una primera ocasión con la especia- en el Modelo Cognitivo-Conductual, en pos de lograr
lidad de Jardinero y en una segunda con las espe- tratamientos más eficaces, efectivos y eficientes.
cialidades de: Jardinero, Ayudante de Cocina, Dise-
Por otro lado, cuando exponíamos en los prime-
ño Gráfico y Animación. En 2003 y en colaboración
ros capítulos de este marco teórico la fundamenta-
con el ICFEM, se ejecuta un proyecto de Taller de
ción de la necesidad de abordar algunos elementos
Empleo, dirigido a parados mayores de 25 años,
presentes en la conceptualización de los programas
en la especialidad de jardinero.
de habilidades sociales y competencia social, desde
PAL: Programa de Actividades Libres. El obje- un primer momento señalábamos la importancia
tivo era captar mayor número de usuarios y por de aspectos como las expectativas de autoeficacia,
tanto se ofertaba la posibilidad de que cada usuario el sistema atribucional, el control emocional, el
tuviera un menú de actividades a la “carta” y que manejo de la ansiedad, el desarrollo de la conducta
participara sólo de aquellas que, dentro de la pro- asertiva, de las habilidades para la solución de pro-
gramación, más le gustase. Dentro de este menú blemas y las habilidades cognitivas para la toma de
podían elegir desde participar en los grupos tera- decisiones y, por tanto, defendíamos la necesidad
péuticos hasta sólo salir a las excursiones. Aunque de integrarlos como elementos esenciales en los pro-
la actividad más elegida eran la de mecanografía y gramas de entrenamiento en competencia social.
participar en el equipo de futbol-sala. En ambos casos, es decir, en el abordaje de la
drogodependencia y en el entrenamiento en com-
3.4. Resumen petencia social, subyace el Modelo Cognitivo Con-
ductual y las técnicas empleadas son las propias
A modo de resumen y como reflexión en rela-
de este modelo, fundamentado en las Teorías del
ción al marco teórico donde nos hemos apoyado
Aprendizaje.
para la realización de este trabajo, y, recapitulando
un poco para hacernos una composición de lugar Llegados a este momento, cabe señalar la coin-
clara y objetiva de todo lo que hasta este momento cidencia de elementos y, por tanto, la reflexión, en
hemos ido señalando en base a la revisión de la relación a esta confluencia, cuando menos intere-

82
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

sante, sobre el tratamiento de las drogodependen- sante hipótesis de este trabajo, en que es factible
cias. Máxime, si tenemos en cuenta que uno de los pensar en que si conseguimos demostrar que apli-
componentes de los tratamientos en drogodepen- cando el programa de competencia social, logramos
dencias y que se proponen de forma concensuada aumentar la empatía, las expectativas de autoefi-
por parte de los diferentes autores, es el entrena- cacia, la asertividad, las habilidades para solucionar
miento en habilidades sociales/competencia social. problemas y las habilidades para la interacción
Elemento que además se señala como esencial en interpersonal, autocontrol y alcanzar el autodominio
los programas de prevención y clave en el programa de nuestras emociones, de modificar las atribucio-
de Prevención de Recaídas. nes que hacemos de nuestras acciones y sobre todo
de los resultados que obtenemos, mejorando la
Nuestro programa de competencia social, se autoestima, ¿No estaremos modificando algo más
constituye en un Modelo integrador entre la deman- que las conductas y las cogniciones?, No estaremos
da y la oferta, en cuanto que incluye desde un pri- modificando la perspectiva en o de cómo se vive la
mer momento como elementos fundamentales, la vida?. Es decir, realmente si se producen todas estas
necesidad de abordar las expectativas de éxito y de mejoras con el entrenamiento, tiene que reflejarse
autoeficacia, el autocontrol emocional (modificando en una importante mejora en los cinco pensamien-
el sistema atribucional y las distorsiones de pensa- tos básicos descrito como necesarios en la resolu-
miento), el manejo de la ansiedad, el entrenamiento ción de problemas interpersonales el PA; PCa, PCo,
en habilidades comunicativas, las habilidades nece- TDP y PMF, de manera que contribuirían a una
sarias para hacer frente a las diferentes situaciones modificación más allá del comportamiento en sí y
de riesgo y sobre todo de interacción interpersonal, sería más estable en el tiempo, puesto que una vez
las habilidades cognitivas necesarias para la solu- que se adquieren y se interiorizan difícilmente se
ción de problemas y toma de decisiones. vuelven a “perder”.
Siguiendo las recomendaciones existentes para Consideramos, por tanto que nuestro programa
los programas de habilidades sociales y, en nuestro de entrenamiento en competencia social da res-
caso, en el programa de competencia social, traba- puesta y contribuye de una manera práctica e inte-
jar estos elementos, de forma estructurada, con téc- gral al proceso de cambio, objetivo de cualquier
nicas cognitivo-conductuales: modelado y molde- iniciativa de tratamiento en el abordaje de las dro-
ado de la conducta socialmente adecuada (a través godependencias y por ello asumimos, al iniciar esta
de técnicas como: el role playing, ensayo y error, el investigación y la puesta en marcha del programa
brainstorming, el feedback, el refuerzo social), habi- de entrenamiento, la importancia de someterlo a
lidades para la solución de problemas (utilizando evaluación dentro del tratamiento de las drogode-
ejemplos impersonales y personales), la discusión pendencias, como herramienta eficaz, efectiva y efi-
de valores morales y las habilidades cognitivas para ciente capaz de aglutinar, en pocas sesiones, lo
favorecer la toma de decisiones, la modificación de ineludible, lo importante y lo deseable.
distorsiones cognitivas y la modificación de atribu-
ciones, las técnicas de relajación, las “tareas para Llegado este momento, recordar que nuestra
casa” (buscando la generalización a otros contex- población objeto de estudio en esta investigación
tos), desde nuestro punto de vista garantizará el son pacientes drogodependientes en tratamiento,
éxito de la intervención en drogodependencias, a es decir es una muestra clínica, con todo lo que ello
la vez que capacitará al drogodependiente hacién- implica, asumir (y que aparece de forma constante
dole más hábil y competente socialmente y también en la literatura revisada como una característica pro-
aumentará sus recursos personales para hacer fren- pia del tratamiento de las drogodependencias) la
te a las dificultades o situaciones de riesgo que van alta tasa de abandonos dentro de la propia dinámi-
a aparecer a lo largo de su vida. ca del tratamiento de las drogodependencias; las
cuestiones éticas, en la que prima el tratamiento
Con todo ello y basándonos en la experiencia y sobre la investigación y las dificultades añadidas
en la literatura al respecto y en un alarde un poco como trabajar con grupos poco estables y abiertos
ambicioso quizás, pero desde una perspectiva inte- y una tasa elevada de muerte experimental.
gradora, ante todas las evidencias que hemos
manejado, cabía la reflexión y, por tanto, es un pen-
samiento y que podría concebirse en una intere-

83
Metodología
4 Hipótesis
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

El entrenamiento en competencia social para • Hipótesis Empírica 1.4:


drogodependientes en fase de rehabilitación e incor- El entrenamiento con el programa de compe-
poración social, dará lugar a una mejora en las dis- tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
tintas dimensiones cognitivas de la Batería de Test camente significativas pretest-postests en las
de Bethencourt (1989). puntuaciones obtenidas en el ítem 4 del test
Pensamiento Alternativo (PA) de la Batería de
– HIPOTESIS CONCEPTUAL 1: Habilidades Interpersonales de Bethencourt
(1989).
El entrenamiento en competencia social a los
drogodependientes en fase de rehabilitación e incor- • Hipótesis Empírica 1.5:
poración social, dará lugar a un aumento en la El entrenamiento con el programa de compe-
dimensión cognitiva de pensamiento alternativo. tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
camente significativas pretest-postests en las
• Hipótesis Empírica 1.1: puntuaciones obtenidas en el ítem 5 del test
El entrenamiento a drogodependientes en el pro- Pensamiento Alternativo (PA) de la Batería de
grama de competencia social dará lugar a dife- Habilidades Interpersonales de Bethencourt
rencias estadísticamente significativas pretest- (1989).
postests en las puntuaciones obtenidas en el
ítem 1 del test Pensamiento Alternativo (PA) de • Hipótesis Empírica 1.6:
la Batería de Habilidades Interpersonales de El entrenamiento con el programa de compe-
Bethencourt (1989). tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
camente significativas en las puntuaciones obte-
• Hipótesis Empírica 1.2: nidas en los ítems del test Pensamiento
El entrenamiento con el programa de compe- Alternativo (PA) de Bethencourt (1989) entre
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- drogodependientes entrenados y no entrenados
camente significativas pretest-postests en las (grupo control).
puntuaciones obtenidas en el ítem 2 del test
Pensamiento Alternativo (PA) de la Batería de
– HIPOTESIS CONCEPTUAL 2:
Habilidades Interpersonales de Bethencourt
(1989). El entrenamiento en competencia social a dro-
godependientes en fase de rehabilitación e incor-
• Hipótesis Empírica 1.3:
poración social, dará lugar a un aumento en la
El entrenamiento con el programa de compe-
dimensión cognitiva del pensamiento causal.
tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
camente significativas pretest-postests en las • Hipótesis Empírica 2.1:
puntuaciones obtenidas en el ítem 3 del test El entrenamiento con el programa de compe-
Pensamiento Alternativo (PA) de la Batería de tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
Habilidades Interpersonales de Bethencourt camente significativas pretest-postests en las
(1989). puntuaciones obtenidas en el ítem 1 del test

89
Ángela Rita Martín Caballero

Pensamiento Causal (PCa) de la Batería de de Habilidades Interpersonales de Bethencourt


Habilidades Interpersonales de Bethencourt (1989).
(1989).
• Hipótesis Empírica 3.3:
• Hipótesis Empírica 2.2: El entrenamiento con el programa de compe-
El entrenamiento con el programa de compe- tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- camente significativas pretest-postests en las
camente significativas pretest-postests en las puntuaciones obtenidas en el ítem 3 del test
puntuaciones obtenidas en el ítem 2 del test Pensamiento Consecuencial (PCo) de la Batería
Pensamiento Causal (PCa) de la Batería de de Habilidades Interpersonales de Bethencourt
Habilidades Interpersonales de Bethencourt (1989).
(1989).
• Hipótesis Empírica 3.4:
• Hipótesis Empírica 2.3: El entrenamiento con el programa de compe-
El entrenamiento con el programa de compe- tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- camente significativas pretest-postests en las
camente significativas pretest-postests en las puntuaciones obtenidas en el ítem 4 del test
puntuaciones obtenidas en el ítem 3 del test Pensamiento Consecuencial (PCo) de la Batería
Pensamiento Causal (PCa) de la Batería de de Habilidades Interpersonales de Bethencourt
Habilidades Interpersonales de Bethencourt (1989).
(1989).
• Hipótesis Empírica 3.5:
• Hipótesis Empírica 2.4: El entrenamiento con el programa de compe-
El entrenamiento con el programa de compe- tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- camente significativas en las puntuaciones obte-
camente significativas en las puntuaciones obte- nidas en los ítems del test Pensamiento
nidas en los ítems del test Pensamiento Causal Consecuencial (PCo) de Bethencourt (1989)
(PCa) de Bethencourt (1989) entre drogode- entre drogodependientes entrenados y no entre-
pendientes entrenados y no entrenados (grupo nados (grupo control).
control).
– HIPÓTESIS CONCEPTUAL 4:
– HIPOTESIS CONCEPTUAL 3:
El entrenamiento en competencia social a los
El entrenamiento en competencia social a los dro- drogodependientes en fase de rehabilitación e incor-
godependientes en fase de rehabilitación e incorpo- poración social, dará lugar a un aumento en la
ración social, dará lugar a un aumento en la dimen- dimensión cognitiva del pensamiento de Toma de
sión cognitiva del pensamiento consecuencial. Perspectiva (TDP).

• Hipótesis Empírica 3.1: • Hipótesis Empírica 4.1:


El entrenamiento con el programa de compe- El entrenamiento con el programa de compe-
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
camente significativas pretest-postests en las camente significativas pretest-postests en las
puntuaciones obtenidas en el ítem 1 del test puntuaciones obtenidas en el ítem 1 del test
Pensamiento Consecuencial (PCo) de la Batería Pensamiento Toma de Perspectiva (TDP) de la
de Habilidades Interpersonales de Bethencourt Batería de Habilidades Interpersonales de
(1989). Bethencourt (1989).

• Hipótesis Empírica 3.2: • Hipótesis Empírica 4.2:


El entrenamiento con el programa de compe- El entrenamiento con el programa de compe-
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
camente significativas pretest-postests en las camente significativas pretest-postests en las
puntuaciones obtenidas en el ítem 2 del test puntuaciones obtenidas en el ítem 2 del test
Pensamiento Consecuencial (PCo) de la Batería Pensamiento Toma de Perspectiva (TDP) de la

90
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Batería de Habilidades Interpersonales de puntuaciones obtenidas en el ítem 1 del test


Bethencourt (1989). Pensamiento Medios-Fines (PMF) de la Batería
de Habilidades Interpersonales de Bethencourt
• Hipótesis Empírica 4.3:
(1989).
El entrenamiento con el programa de compe-
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- • Hipótesis Empírica 5.2:
camente significativas pretest-postests en las El entrenamiento con el programa de compe-
puntuaciones obtenidas en el ítem 3 del test tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
Pensamiento Toma de Perspectiva (TDP) de la camente significativas pretest-postests en las
Batería de Habilidades Interpersonales de puntuaciones obtenidas en el ítem 2 del test
Bethencourt (1989). Pensamiento Medios-Fines (PMF) de la Batería
• Hipótesis Empírica 4.4: de Habilidades Interpersonales de Bethencourt
El entrenamiento con el programa de compe- (1989).
tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
• Hipótesis Empírica 5.3:
camente significativas en las puntuaciones obte-
El entrenamiento con el programa de compe-
nidas en los ítems del test Toma de Perspectiva
tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
(TDP) de Bethencourt (1989) entre drogode-
camente significativas pretest-postests en las
pendientes entrenados y no entrenados (grupo
puntuaciones obtenidas en el ítem 3 del test
control).
Pensamiento Medios-Fines (PMF) de la Batería
de Habilidades Interpersonales de Bethencourt
– HIPÓTESIS CONCEPTUAL 5: (1989).
El entrenamiento en competencia social a los
• Hipótesis Empírica 5.4:
drogodependientes en fase de rehabilitación e incor-
El entrenamiento con el programa de compe-
poración social, dará lugar a un aumento en la
tencia social dará lugar a diferencias estadísti-
dimensión cognitiva de Pensamiento Medios-Fines.
camente significativas en las puntuaciones obte-
• Hipótesis Empírica 5.1: nidas en los ítems del test Pensamiento
El entrenamiento con el programa de compe- Medios-Fines (PMF) de Bethencourt (1989)
tencia social dará lugar a diferencias estadísti- entre drogodependientes entrenados y no entre-
camente significativas pretest-postests en las nados (grupo control).

91
5 Método
5.1. Muestra, Procedimiento de acceso y descripción
5.2. Instrumentos
3.3. Programa de entrenamiento
5.3.1. Diseño
5.3.2. Contenidos
5.3.3. Procedimiento
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

5.1. Muestra, Procedimiento de acceso cos y chicas que formaban parte de los programas
y descripción de Garantía Social, con el objeto de tener varios gru-
pos control diferenciados y con los que comparar
Para este estudio, la muestra principal se obtuvo a nuestro grupo experimental. Logramos la colabo-
entre los usuarios del Centro de Día “Cercado del ración de un grupo de 45 jóvenes, que cumplimen-
Marqués”, a quienes se les informó de la realización taron la Batería de Test de Habilidades Interperso-
de esta investigación y en qué consistía (cumpli- nales de Bethencourt (1989).
mentar un cuestionario antes y después de partici-
par en el programa de entrenamiento, explicándoles Además, hicimos varios contactos con otros
que nos ayudaría a evaluar el programa que está- Centros de Atención a las Drogodependencias, para
bamos trabajando para mejorarlo) y se les solicitó tener un grupo de control y comparación, que estu-
colaboración para participar en la misma, dando
lugar a dos grupos: por un lado las personas diag-
nosticadas y en tratamiento por su problemática de
drogodependencias y, por otro lado, personas que
accedían al Centro de Día para realizar algún curso
de formación laboral que se impartía en el centro
y que, a priori, no tienen problemas de drogode-
pendencias y a los cuales les conocemos por Acce-
sos Directos (AD).

Por otro lado y paralelamente, se le solicita cola-


boración a la pedagoga del Equipo de Prevención
de Drogodependencias de la ACJ SAN MIGUEL,
quién estaba trabajando específicamente con gru-
pos de las Tutorías de Jóvenes de Ofra y Tejina, chi-

95
Ángela Rita Martín Caballero

vieran recibiendo tratamiento, pero no nuestro pro- de edad del grupo que forma la línea base se situa-
grama de competencia social, pero no fue posible ba en 25,79 años y la desviación típica en 8,47.
contar con ello. Aunque sí logramos la colaboración (Ver Tabla y gráfica nº 3).
en el estudio de un grupo de personas que estaban
cumpliendo condena en prisión y que manifestaron En lo que se refiere a la media de edad por gru-
tener problemas con las drogas, aunque no estaban pos de las personas que constituyen la muestra,
en tratamiento (para lo cuál se solicitó el oportuno podemos observar los resultados en la Tabla nº 3.1.
permiso al Director del Centro Penitenciario y a los La media de edad más baja se corresponde con los
internos del mismo). En todos lo casos que conse- jóvenes de tutorías (15,22 años, con una desvia-
guimos colaboración, cumplimentaron las pruebas ción típica de 2,18), seguidos por los Accesos
de la Batería de Test de Habilidades Interpersonales Directos (21,90 años y una desviación típica de
de nuestro estudio, que nos servirían para evaluar 3,9) mientras que para el resto de los grupos la
los cinco pensamientos implicados en las habilida- media de edad se elevan, siendo la más alta para
des sociales y competencia social. el grupo de drogodependientes (30,7 años y con
una mayor desviación típica 7,15).
La muestra a la que tuvimos acceso, finalmente,
estaba compuesta por 235 personas, de los cuales En el gráfico siguiente (Gráfica nº 4), podemos
154 eran hombres y 81 eran mujeres (ver Tabla y observar la distribución por rangos de edad de la
gráfica nº 2). muestra en general, situándose la mayor frecuencia
entre los 19 y 25 años.
La edad de la muestra oscilaba entre los 12
años, correspondiente a los jóvenes de tutorías y El rango de edad en el grupo compuesto por los
los 51 años, correspondiente a una interna de pri- chicos y chicas procedentes de las tutorías están entre
sión. Aunque el mayor porcentaje de la muestra se los 12 y los 19 años. En relación al resto de los gru-
sitúa en los intervalos de 19 a 39 años. La media pos se distribuyen según los siguientes intervalos:

96
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

– 37 para el intervalo de 33-39 años;


– 16 son mayores de 40 años.

Los usuarios drogodependientes del Centro de


Día “Cercado del Marqués” están entre los rangos
que van desde los 19 a los 49 años. La media de
edad se sitúa en 30,71 años, con una desviación
típica de 7,15.

En relación al estado civil (EC), la mayoría (el


85,5%) de la muestra global manifiestan que son
solteros. Al igual que los drogodependientes del
– 83 para el intervalo de 19 a 25 años; Centro de Día. Podemos observar más detenida-
– 48 para el intervalo 26-32 años; mente estos datos en las Tablas nº 4 y Tabla nº 4.1.

97
Ángela Rita Martín Caballero

Otra de las Variables de interés, es el nivel aca- En la Tabla nº 5.1 podemos apreciar el nivel de
démico de la muestra, que en este caso se situaba estudios de la muestra antes de iniciar el programa
mayoritariamente entre los Estudios Primarios y la de tratamiento, una vez ha sido recodificado en cuatro
EGB (ver Tabla nº 5), datos que fueron obtenidos categorías: Sin estudios, Estudios Primarios comple-
siguiendo el modelo y la categorización que se man- tados, Estudios Secundarios y Universitarios. Como
podemos observar, el nivel académico de la muestra
tiene en la Ficha Básica de Registro. Pero conside-
es de estudios primarios, mayoritariamente.
ramos que la información que necesitábamos era
más sencilla y lo que realmente era relevante era si
la persona había alcanzado un nivel de estudios pri-
marios, secundarios o universitarios, por lo que pro-
cedimos a recodificar esta variable y se presenta
como un dato revelador que el mayor porcentaje de
la muestra hubiese alcanzado sólo hasta el nivel de
estudios primarios, lo que podría ser un indicador
del abandono temprano de la escolaridad, factor
muy relacionado con el riego de drogodependencia
del que hemos hablado en el marco teórico prece-
dente. (Ver Tabla nº 5, Tabla nº 5. 1 y Gráfica nº 5).

98
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

También y, para realizar un perfil más específico dos en el nivel recodificado en la Tabla nº 5.3.,
de los drogodependientes objetos de este estudio, donde, se pueden apreciar los porcentajes para
que forman parte de nuestra muestra, se analizó el cada nivel. Mayoritariamente, también se sitúan en
nivel Académico de los mismos. Observando que le nivel de estudios primarios, como el resto de la
se sitúan, en la fase previa, en los niveles de sin muestra.
estudios y estudios primarios (representando al
54,5%), como podemos observar en la Tabla nº Nuestra siguiente variable, hace referencia al
5.2. y Tabla nº 5.3. nivel socioeconómico de la muestra, que antes de
iniciar el tratamiento se situaba, en un mayor por-
Para el grupo de drogodependientes que forman centaje (60,6%) en los niveles socioeconómico de
parte de la muestra, podemos observar los resulta- medio a bajo. (Ver Tabla nº 6 y Gráfica nº 6).

99
Ángela Rita Martín Caballero

Para el grupo de drogodependientes, dentro de En cuanto a la situación laboral previa de nues-


la muestra global, su Nivel Socioeconómico, pode- tra muestra, la mayoría está en situación de parado
mos observarlo en la Tabla nº 6.1. y en la gráfica (62%).
nº 6.1.
Como podemos apreciar en la Gráfica nº 7 la
situación laboral de la muestra en las medidas pre-
vias se correspondía con la de parado, que repre-
senta al 62% de la muestra, seguida por otras
(estudiando, etc.), que representa al 30% de la
muestra estudiada.

Coincidiendo, como podemos apreciar, con la


muestra global, en un nivel socioeconómico de
medio a medio-bajo.

100
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

En cuanto al grupo de los drogodependientes, de la zona Metropolitana (Santa Cruz – La Laguna),


podemos observar su situación laboral previa en la seguidos por personas que eran de la zona Norte
Tabla nº 7.1 de la Isla. (Ver Tabla nº 8 y Gráfica nº 8).

Como podemos observar el mayor número de Por otro, se analizó la zona de residencia de la
casos, entre los drogodependientes de nuestra muestra, es decir si residían en entornos urbanos
muestra, se encuentra en situación de parado y o rurales y se contempló dos niveles dentro de cada
representa al 84,8%. una de las posibles variables (2x2): Que contempla
en el nivel de la residencia urbana si esta es en
Otra de las Variables sociodemográficas estudia-
zona periférica o centro de la ciudad y en el nivel
da es la zona de procedencia de nuestra muestra.
rural, si es en zona rural periférica o en el centro o
En cuanto a la zona de la Isla de donde proce- núcleo poblacional. (Ver Tabla nº 9 y Gráfica nº 9).
dían, mayoritariamente la muestra (un 77,2 %) es

101
Ángela Rita Martín Caballero

Como pueden observar la mayoría de la muestra De los 235 casos que configuran la muestra, el
residía en entorno urbano (el 84,5%) y mayorita- total realizaron la Batería de Tests de Habilidades
riamente en zona periférica de las ciudades Interpersonales de Bethencourt (1989), al menos
(73,5%), frente a un menor número de casos resi- en la fase previa, por lo que decidimos realizar una
dentes en zona rural (15,4%). Grupo control-comparación de Línea Base con
medidas previas. De ellos, 127 son drogodepen-
En relación a con quién convivían en le momento
de realizar las pruebas, la mayoría convivía con su dientes, de los cuales 123 recibían tratamiento en
familia de origen (ver Tabla nº 10 y Gráfica nº 10). el Centro de Día “Cercado del Marqués” y los otros
4 en otros centros de drogodependencias (también
Como se aprecia en la Tabla y Gráfica nº 10, de la ACJ SAN MIGUEL); 42 eran usuarios de
el 61,8% de la muestra convive habitualmente accesos directos (personas que accedían de forma
con su familia de origen. directa al centro de Día a realizar algún curso de
En este variable, también nos interesa conocer Formación Ocupacional y que no eran drogodepen-
la tendencia de nuestro grupo de drogodependien- dientes diagnosticados); 45 eran alumnos de tuto-
tes y lo podemos observar en la gráfica nº 10.1. rías; y 21 de prisión.

En el caso de los drogodependientes, como De los 235, 177 pasaron a formar parte del
podemos observar en la Gráfica nº 10.1, también grupo control y 58 al grupo experimental, (como
conviven con su familia de origen mayoritariamente podemos observar en la Tabla nº 10), distribuyén-
(60,1%) y, un dato interesante lo encontramos en dose de la siguiente manera: De los pacientes del
que el 15,4% vive solo. Centro de Día “Cercado del Marqués”: de los 123,

102
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

79 pertenecen al grupo control y 44 al experimen- Condición Experimental 2: Personas de Acceso


tal. De los Accesos directos, 28 pertenecen al grupo Directo que acceden al Centro de Día “Cercado del
control y 14 al experimental, 45 de Tutoría al grupo Marqués”, para realizar un curso de formación y
control-comparación sólo con medidas previas y que recibieron nuestro programa de entrenamiento.
21 de prisión al grupo control-comparación, sólo (Ver Gráfica nº 11.1).
en las medidas previas. (Ver Tabla nº 11 y Gráfica
nº 11). El perfil de nuestra muestra, por tanto se iden-
tificaría con las siguientes características: Varón de
Grupo control 1: Drogodependientes, tanto los unos 25 años, soltero, con estudios primarios, de
que acceden al Centro de Día “Cercado del Mar- nivel socioeconómico medio-bajo, parado, que con-
qués” y drogodependientes que reciben tratamiento vive con su familia de origen, procede de la zona
en otros recursos de atención a las drogodependen- Metropolitana y de entorno urbano.
cias, para continuar proceso de rehabilitación e
incorporación social y no reciben nuestro programa El perfil de los drogodependientes usuarios del
de entrenamiento en competencia social. Centro de Día “Cercado del Marqués”, en este caso
además, se correspondería con el de consumidor
Grupo control 2: Personas que, inicialmente no de heroína por vía inhalada, con consumo de coca-
tiene problemática de drogodependencia y que ína como segunda droga, soltero, sin relación de
acceden al centro de día para recibir Formación pareja estable, con estudios primarios, parado, que
Ocupacional-laboral, los denominados Accesos convive con su familia de origen, residente en zona
Directos (AD) y que no reciben el programa. Así urbana periférica, que habían realizado algún tra-
como aquellas personas que podrían considerarse tamiento previo para su problemática de drogas,
de Alto Riesgo, pero que no tiene problemática defi- vinculado al Programa de actividades PAT, que soli-
nida y no ha tenido, ni tiene acceso al Centro de cita tratamiento por iniciativa propia y que cuenta
Día ni a ningún recurso de atención a las drogode- con apoyo familiar para el tratamiento.
pendencias (Tutorías).
Para esta investigación, nos planteamos, recabar
Condición Experimental 1: Drogodependientes datos sobre las siguientes Variables:
que acceden al Centro de Día “Cercado del Mar-
qués”, para continuar proceso de rehabilitación e Variables Demográficas (que se recogieron de
incorporación social y recibirán nuestro programa igual manera para toda la muestra, es decir los 235
de entrenamiento en competencia personal. casos).

103
Ángela Rita Martín Caballero

01.- Grupo Procedencia, con 4 niveles (1 Cen- Variables específicas más relacionadas con el
tro de Día; 2 Tutoría; 3 Prisión, 4 Acceso grupo de drogodependientes en tratamiento: Sopor-
Directo; 5 Otros Tratamientos Drogodepen- te Familiar/social.
dencias).
12.- Apoyo Familiar, ( 0-no; 1-sí; y simplemen-
02.- Sexo, con dos niveles (0-mujer y 1-hom-
te si la familia se implicaba de alguna
bre).
manera en el tratamiento y se tuvo en
03.- Edad.
cuenta siempre que ese contacto fuera
04.- Estado Civil: 0-soltero; 1-casado; 2-pareja; regular, aunque se realizara telefónicamen-
3-separado/divorciado; 4-viudo. te al menos una vez en semana. Es decir,
05.- Nivel académico, que recogía ocho niveles alguien de la familia se preocupaba por el
(1 no sabe leer ni escribir; 2-estudios pri- paciente para saber su evolución en el tra-
marios sin finalizar; 3-E.P. finalizados; tamiento, para informarnos de la evolución
4-EGB/ ESO; 5-Bachiller, FPII, LOGSE; y comportamiento en casa, etc., si seguían
6-Estudios Universitarios sin finalizar; las pautas o indicaciones del equipo y
7-Estudios Universitarios; 8-Otros). Se aceptaba y seguían también ellos las suge-
recogerían además datos en el momento rencias del mismo).
previo a iniciar el programa de entrena- 13.- Pareja estable (0-no; 1-sí; considerando
miento en competencia social y a posterior estable si llevaba más de seis meses con
(pues una de las actividades descritas era su pareja actual).
preparar y apoyar a aquellos usuarios que 14.- Carga familiar (0-no, 1-sí; Si su familia,
quisieran aumentar su nivel de lecto-escri- tanto padres como hermanos, pareja o
tura u obtener el Graduado Escolar) hijos, dependían económica, emocional o
06.- Nivel Socio-Económico (0-Bajo; 1-Medio- de cualquier manera del paciente).
bajo; 2-Medio, 3-Medio-alto, 4-Alto). 15.- Nº de hijos.
07.- Situación laboral (1-Trabajo indefinido; Variables en relación al consumo de drogas:
2-Contrato Temporal; 3-Trabajo sin con-
trato; 4-Parado habiendo trabajado antes; 16.- Droga 1ª: (0-alcohol; 1-cannabis; 2-hero-
5-Parado no habiendo trabajado antes; 6- ína; 3-cocaína; 4-crack; 5-Éxtasis /DD
Incapacidad Laboral; 7-Estudiante; 8- Diseño; 6-Psicofármacos; 7-otras; 8-
otras). No solo por que fuera un dato que Accesos Directos/Alto Riesgo. Es la primera
se recogía en la Ficha Básico de Registro, droga de demanda por la que ha solicitado
sino por que nos aportaba información tratamiento).
relevante en cuanto a la situación de acti- 17.- Vía de consumo: 0-oral; 1-fumada; 2-
vidad o inactividad de la muestra y, con la inhalada; 3-esnifada; 4-inyectada; 5-otros.
18.- Resultados analíticos: 0-No mantiene abs-
muestra de los drogodependientes en la
tinencia; 1-consume habitualmente; 2-
medición a posterior si esta variaba o no
Consumos puntuales, 3-mantiene absti-
la situación de nuestros usuarios. Ya que
nencia (los resultados de las analíticas
tiene gran importancia por la incidencia
practicadas son negativos), valorándose
que tiene en los resultados terapéuticos,
mes a mes, desde el momento que inicia
al ser un predictor del éxito. tratamiento en el centro.
08.- Zona procedencia: 1-metropolitana, 2- 19.- Droga 2ª: 0-alcohol; 1-cannabis; 2-hero-
Norte, 3-Sur, 4-Otras. ína; 3-cocaína; 4-crack; 5-Éxtasis /DD
09.- Zona de residencia: 0-ciudad centro, 1- Diseño; 6-Psicofármacos; 7-Otras; 8-
ciudad periferia, 2-rural centro, 3-rural Accesos Directos/Alto Riesgo
periferia. 20.- Vía de consumo de la droga secundaria:
10.- Convivencia: 0- solo, 1-Familia de origen; 0-oral; 1-fumada; 2-inhalada; 3-esnifada;
2-Familia adquirida; 3-Amigos; 4-Alber- 4-inyectada; 5-otros
gue; 5-Centro de Acogida, 6-Institución, 21.- Resultados analíticos de la droga secun-
7-Otras. daria: 0-No mantiene abstinencia; 1-con-
11.- Grupo: 0-Control, 1-Experimental; sume habitualmente; 2-consumos pun-

104
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

tuales; 3-Abstinencia (resultados negati- tanto al inicio del tratamiento como al fina-
vos). lizar el mismo.
22.- Años de consumo (intentamos añadir esta
Variables relacionadas con el programa de
variable en relación a la droga principal y
secundaria, pero la información era bas- entrenamiento y con los cinco tipos de pensamien-
tante imprecisa y la mayoría eran politoxi- to que lo sustentan.
cómanos y, aunque nos hubiera aportado 30.- Resultados al tests PA (Pensamiento Alter-
información relevante, no pudimos obte- nativo) de la Batería de Habilidades Socia-
nerla de toda la muestra de drogodepen- les.
dientes, por lo que decidimos finalmente 31.- Resultados al Test PCA (Pensamiento Cau-
descartarla). sal) de la Batería de Habilidades Sociales.
23.- Tratamiento previo: 0-no, 1-sí (si habían 32.- Resultados al Test PCO (Pensamiento Con-
realizado algún tratamiento para su dro- secuencial) de la Batería de Habilidades
godependencia con anterioridad). Sociales.
24.- Programa de Tratamiento: 0-Programa 33.- Resultados al Test TDP (Pensamiento To-
Libre de Drogas (PLD); 1-Programa de ma De Perspectiva) de la Batería de Habi-
Mantenimiento con Metadona (PMM); 2- lidades Sociales.
Aversivos. 34.- Resultados al Test PMF (Pensamiento Me-
25.- Programa de actividades: 1-Programa dios Fines) de la Batería de Habilidades
Ocupacional (POF); 2-Programa Atención Sociales.
Total (PAT); 3-Programa de actividades 35.- Resultados del seguimiento de los que
libres (PAL); 4-Seguimiento. participaron en el programa de entrena-
26.- Solicitud de tratamiento: 1-iniciativa pro- miento.
pia; 2-familia, 3-amigos; 4-profesionales;
5-Cumplimientos.
5.2. Instrumentos
27.- Tiempo de Retención en tratamiento. En
principio se calculó el tiempo de retención Para esta investigación nos habíamos planteado
en semanas, aunque hemos hecho una utilizar varios cuestionarios como instrumentos para
recodificación en rangos por meses, inten- la evaluación de la intervención que proponemos,
tando categorizar esta variable lo más pero finalmente y, debido a problemas que surgieron
acorde posible con los datos que aportan a lo largo del desarrollo de este trabajo, habiendo
diferentes autores en relación al tiempo detectado algunos sesgos y dificultades por parte de
mínimo necesario en el tratamiento para los usuarios en relación a cómo entendían las pre-
que empiece a notarse los cambios. guntas de los mismos y las respuestas a estos cues-
28.- Motivo de baja del Centro: 0-Abandono; tionaros, decidimos descartarlos, pues teníamos
1-Expulsión; 2-Logro de Objetivos; 3-Alta serias dudas de su utilidad en esta investigación.
Terapéutica; 4-Otras.
29.- Funcionamiento social: 0- bajo; 1-medio Por ello, finalmente, nos decantamos por utilizar
bajo; 2-medio alto; 3-alto. Para esta varia- como uno de los instrumentos centrales de nuestro
ble se utilizó la escala de funcionamiento estudio la Batería de Tests de Habilidades Interper-
social de la Entrevista del Indicador del Tra- sonales en adultos, versión abreviada de Bethen-
tamiento de la Adicción a Opiáceos (Gon- court (1989).
zález-Saiz et al., 1997, Pág. 226 y 227). Además hemos utilizado los siguientes instru-
En este caso se valora el grado de disfun- mentos para obtener información y para el registro
cionalidad social, de tal manera que a más de la misma:
puntuación en la escala, mayor grado de
disfunción social y a menor puntuación El Libro de registro del Centro de Día “Cercado
mayor grado de funcionamiento social. Se del Marqués” de la ACJ. SAN MIGUEL. En el que
calculó el grado de disfuncionalidad en podemos observar la estructura de recogida de
relación a los problemas y situación del datos más importante acerca de las personas que
paciente recogidas en la Historia Clínica, acceden al Centro de Día “Cercado del Marqués”.

105
Ángela Rita Martín Caballero

La Ficha Básica de Registro de Notificación de Resultados analíticos a drogas de abuso en


Consulta del Servicio Español de Información de orina. A todos los pacientes del Centro de Día, se
Toxicomanías (SEIT), que fue modificada posterior- les realiza de forma aleatoria, tomas de muestras
mente, pero recogiendo las mismas variables y códi- de orina que se analizan en el Servicio de Labora-
gos. Esta Ficha de registro es más conocida como torio de la ACJ SAN MIGUEL con técnicas apropia-
FBR, aunque recientemente se la ha denominado das para determinar la presencia de metabolitos de
como Hoja de Notificación Individual de Admisión las diferentes sustancias en orina. Para el segui-
a Tratamiento por consumo de sustancias psicoac- miento de estos resultados se utiliza una hoja de
tivas. Es un instrumento de recogida de datos con- registro de elaboración propia (Anexo 5), donde se
censuado para obtener información a nivel general, registran los resultados obtenidos en las diferentes
información que tiene que trasladarse de forma tri- tomas de muestras de orina del paciente y que se
mestral desde los Centros de atención a las drogo- han obtenido de forma aleatoria. Cuando se solici-
dependencias a la Dirección General de Atención a tan analíticas, se pueden solicitar análisis de drogas
las Drogodependencias. Aunque el Centro de Día de abuso por las que demanda tratamiento hasta
inicialmente también cumplimentaba este instru- screennigs o barridos para detectar otros posibles
mento, a partir del 2001 se dejó de hacer, con consumos.
carácter oficial y con el objeto inicial de enviar a la
También se utilizó otro instrumento de registro
Dirección General de Drogodependencias. Por lo
para la asistencia a las sesiones grupales.
que la información que obtuvimos a partir de aquí,
se extrajo de las Historias Clínicas de los pacientes. El instrumento central que utilizamos para la
evaluación de las habilidades sociales, entendidas
También hemos hecho uso de La Historia Clí-
como los cinco pensamientos: PA, PCa, PCo, TDP,
nica, que recoge, entre otros la entrevista social,
PMF y los resultados obtenidos por nuestro progra-
Hoja de Evolución, Informes y otros documentos
ma de entrenamiento en competencia social, es la
que nos aporta los datos más relevantes de los
Batería de Habilidades Interpersonales en adultos,
usuarios y su evolución a lo largo del tratamiento.
en su versión abreviada de Bethencourt Pérez
La Entrevista Psicológica que utilizamos en el (1989), que incluye la evaluación de cada uno de
centro desde el año 1995. Se trata de la versión los pensamientos implicados en la Solución de Pro-
adaptada de la Entrevistas Psicológica de Graña blemas Interpersonales. La Batería (en su versión
(1994), que nos permite averiguar y evaluar los abreviada), consta de cinco pruebas que recogen
aspectos más relevantes de la drogodependencia, distintas situaciones en referencia a las interaccio-
para realizar el análisis funcional, así como valorar nes interpersonales del entorno laboral, familiar,
el estadio de cambio, en el que se encuentra el amigos en las que se plantea el principio de una
paciente en el momento de iniciar el tratamiento. historia, donde se presenta un hipotético problema
Siguiendo la concepción que de la Entrevista Psi- de interacción interpersonal y se hace una pregunta
cológica tiene Graña (2001), que con drogodepen- abierta, buscando las posibles y distintas respuestas
dientes tiene por objetivo estudiar la conducta del para solucionar el mismo.
drogodependiente tal como ocurre en su interacción
La primera prueba que evalúa el Pensamiento
con el ambiente en la actualidad y, de forma retros-
Alternativo (PA), consta de cinco situaciones proble-
pectiva, como se adquirió y desarrolló. Intentando
mas y la pregunta a la que se debe responder para
conocer aspectos relevantes sobre distintas carac-
dar solución a la historia era ¿Cuántas cosas distin-
terísticas del drogodependiente, que serían difíciles
tas podría hacer … para…? y busca diferentes alter-
de obtener utilizando otros métodos; también posi-
nativas para solucionar el hipotético problema.
bilita conocer el significado específico que los
hechos y acciones tienen para cada paciente, al La segunda prueba es la Evaluación del Pensa-
mismo tiempo que descubre la historia conductual miento Causal (PCa). Consta de 3 items con el
de cada individuo. Nos es útil para realizar predic- mismo formato que la anterior, pero la pregunta a
ciones y formulaciones sobre el comportamiento de las situaciones problema que se presentan es en
los drogodependientes. Además es flexible, pues relación a ¿por qué motivos cree que…? y busca
permite obtener información sobre áreas relevantes indagar en las posibles causas que motivan un pro-
y descartar las irrelevantes. blema.

106
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

La tercera prueba evalúa el Pensamiento Con- Además, este instrumento ya ha sido utilizado
secuencial (PCo). Consta de cuatro situaciones dife- con anterioridad en otras investigaciones sobre com-
rentes y la pregunta a la que debe contestarse es petencia social (Martín y Hernández, 2001; Mar-
¿Cuántas cosas pueden suceder después? y ¿qué tín-Caballero, 1999), mostrándose como un ins-
más…? Busca indagar en la capacidad de anticipar trumento eficaz en apreciar los cambios en los cinco
las consecuencias. pensamientos descritos por Spivack y Shure
(1976).
La cuarta evalúa el Pensamiento de Toma de
Perspectiva (TDP). Consta de tres situaciones dife-
5.3. Programa de entrenamiento: Diseño,
rentes y cada situación indaga por cómo se sentirá
Contenidos y Procedimiento
cada uno de los diferentes protagonistas de las his-
torias. La pregunta es entorno a ¿cómo cree que se
siente…? Busca indagar en la capacidad de enten- 5.3.1. Diseño
der los sentimientos desde las diferentes posturas El entrenamiento en competencia social se pla-
presentes en una situación problema determinada. nificó para ser aplicado en grupos. Para ello, esta-
Por último, la quinta prueba evalúa el Pensa- blecimos como criterio que los grupos acogerían a
miento Medios Fin (PMF). Consta de tres situacio- un máximo de 15 usuarios por grupo y a los que
nes, donde se describe el principio y el final de una se les aplicaría el programa de competencia social.
historia y la pregunta es en relación a lo que ha En el diseño y planificación de las sesiones y, dada
ocurrido para llegar hasta ese final. La pregunta es nuestra experiencia previa con población de las mis-
¿Qué pasos tuvo que dar… para lograr (lo que se mas características, valoramos la necesidad de
describía al final de la historia)?. Busca indagar en introducir los diferentes elementos del programa y
la capacidad de establecer los medios y cómo se calcular el tiempo adecuado para el aprendizaje de
secuencian los mismos para lograr los objetivos. los mismos, por lo que finalmente se establece
estructurar todo el programa en 28 sesiones, dos
Además de aportarnos información global sobre veces por semana y con una duración total de 60
las habilidades, este instrumento nos permite tener minutos cada una. Aunque teniendo en cuenta que
más información sobre cada uno de los pensamien- los grupos de trabajo en drogodependencias son
tos, a la vez que también, hilando más fino, nos abiertos, por la gran movilidad y muerte experimen-
aporta información sobre el tipo de situaciones en tal, (fundamentalmente motivadas por las recaídas
la que se tiene más facilidad o dificultad a la hora y abandonos de los usuarios de drogas), se permitió
de poner en marcha la solución de problemas inter- la incorporación de nuevos miembros al grupo si
personales. no se habían realizado más de cuatro sesiones, a
la vez que se daba como finalizado el programa si
Por tanto, para nosotros es un instrumento que el usuario completaba un mínimo de 23 sesiones.
reúne las suficientes bondades para utilizarlo en la
evaluación de la presencia de las habilidades socia- El procedimiento consistió en desarrollar el pro-
les; además, nos parece un instrumento adecuado grama alternando el entrenamiento de una habili-
para evaluar los resultados de los programas de dad cognitiva y una social, semanalmente se varia-
entrenamiento y nos apoyamos en las siguientes ba el orden de las mismas, de forma que una vez
características del instrumento para su utilización se entrena primero la habilidad cognitiva y en la
en esta investigación: se ajusta a la población espa- siguiente se comenzaba por la social. Se utilizaron
ñola y concretamente a población canaria, aporta tres sesiones dedicadas a entender el sistema atri-
información diferenciada sobre cada dimensión cog- bucional y detectar y modificar los pensamientos
nitiva de las habilidades de solución de problemas, distorsionados con diferentes ejercicios.
los diferentes tests son sensibles a los cambios que
A lo largo de las sesiones se iban introduciendo
se producen, tienen una alta consistencia interna,
cada elemento del entrenamiento (modificar errores
permite evaluar los cambios intrasujeto en cada
atribucionales, entrenamiento en valores y de con-
ítem y en cada dimensión cognitiva de forma global,
trol emocional).
permite planificar tratamientos y/o programas espe-
cíficos en función de las evaluaciones de cada Una vez finalizada la sesión, se valoraba la
dimensión. misma, haciendo especial hincapié en las dificul-

107
Ángela Rita Martín Caballero

tades, las dudas, aclaraciones y sugerencias. Y se Relación de habilidades trabajadas siguiendo el


introducía la “tarea para casa”, al objeto de conti- Programa de Aprendizaje Estructurado de habilida-
nuar ejercitando las habilidades entrenadas en el des sociales para adolescentes (Goldstein et al,
contexto no terapéutico y con ello favorecer el pro- 1989).
ceso de generalización.
1. Iniciación de habilidades sociales:
Se dedicaron, dos sesiones para entrenarles en Iniciar y Mantener una conversación
técnicas de relajación y una vez por semana se Dar las gracias y
dedicaban los últimos 10 minutos de una sesión a Pedir disculpas
ejercitarlas. 2. Habilidades sociales avanzadas
Pedir ayuda
5.3.2. Contenido del programa Seguir instrucciones

El programa, como ya hemos ido señalando a 3. Habilidades para manejar sentimientos


lo largo de estas páginas, está basado en la adap- Expresar los sentimientos propios
tación española de Pensamiento Prosocial (Garrido, Comprender los sentimientos de los
1987) y, sobre todo, recoge el planteamiento del demás
Programa de Competencia Social de Segura 4. Habilidades alternativas a la agresión
(1991), del Modelo original “Reasoning and Reha- Negociar
bilitation” (RyR). Específicamente, se ha utilizado
como guía principal, la adaptación realizada por el 5. Habilidades para el manejo de estrés
profesor Segura del Programa de Competencia Exponer una queja
Social, siguiendo algunos de los ejemplos que des- Hacer frente a la persuasión y
cribe en su programa para el desarrollo de las sesio- Manejar la presión de grupo
nes. Aunque la secuenciación de los contenidos se Control Emocional:
han variado ligeramente adaptándolos, para lograr
una mayor motivación y dinamismo del programa. Relajación, Modificación de Atribuciones y Pen-
samientos Distorsionados.
Programa de competencia social:
Se trabajan el sistema atribucional, se explica
Presentación. con algunos ejemplos como atribuimos los éxitos y
fracasos de nuestra conducta y la diferencias en el
Expectativas e implicación
lenguaje interno (las formas de hablarnos a nosotros
Habilidad Cognitivas CORT-1, De Bono (Tra- mismos) ante los acontecimientos y cómo corregir
ducción y Adaptación de Garrido y Sanchís, 1987 este tipo de lenguaje asociado a las atribuciones.
y Segunda Edición Revisada por Segura, 1991): Definimos los diferentes pensamientos distor-
sionados: Sobre-generalización, Filtraje, Personali-
VID: Ventajas, Inconvenientes y Dudas.
zación, Polarización, Interpretación del pensamien-
FAC: Factores A Considerar
to, Visión catastrofista, Falacias de: cambio, control
METAS: Objetivos y Metas
y la justicia, etiquetajes, razonamiento emocional
REGLAS: Normas y reglas de conducta.
y culpabilidad.
CONSEC: Consecuencias y Secuelas
PLANIFICAR Se dedicaban dos sesiones a explicar las dos
PRIORIZAR técnicas de relajación elegidas: La Relajación por
APE: Alternativas, Posibilidades y Elecciones. Respiración Profunda y la Relajación Muscular Pro-
O.P.V.: Otros Puntos de Vista. gresiva. Así mismo, una vez en semana dedicába-
mos 10 minutos de una de las sesiones a practi-
Habilidades Sociales: carlas.
La Comunicación: Discusión de Valores Morales. Para ello, utiliza-
Escucha activa mos los ejemplos recogidos en el Programa de
Lenguaje Verbal y NO verbal Competencia Social de Segura, (1998):

108
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Ir creciendo con juicios prácticos y desarrollando grupos y de las condiciones experimentales, expli-
la empatía a través de la discusión de diferentes cadas en el apartado de metodología. Así, un grupo
situaciones que recogen los diferentes Estadios: de drogodependientes funcionarían como grupo
Estadios Pre convencionales (Heterono- control y no recibirá nuestro programa de entrena-
mia, Egoísmo mutuo) miento grupal, mientras nuestro grupo experimental
Estadios Convencionales (Expectativas recibirá el programa completo de entrenamiento en
interpersonales; Responsabilidad y com- la misma secuencia en la que ha sido descrito en
promiso el apartado anterior. Otro de los grupos experimen-
Estadios Post convencionales (Todos tie- tales será el formado por personas que acceden a
nen derecho, Todos somos iguales). recibir formación ocupacional, a los que denomi-
Técnicas Asertivas: naremos Accesos Directos (AD), quienes recibirán
el mismo programa de entrenamiento que los dro-
Se ensaya con dos técnicas asertivas las deno- godependientes usuarios del Centro de Día “Cerca-
minadas “Banco de Niebla” y “Disco Rayado”. do del Marqués”.
Solución de Problemas, siguiendo los pasos de Una vez que los usuarios se incorporan al Cen-
la versión modificada del programa de solución de tro de Día se sigue el protocolo establecido para
problemas interpersonales de Platt y Spivack abrirle su historia clínica: se abre una carpeta con
(1975), el TIPS de Platt y Duome, (1981), adap- sus datos, donde se incluyen el resto de instrumen-
tado para drogodependientes en tratamiento. tos clínicos. Se cumplimenta la FBR, la entrevista
El contenido propuesto para este programa y su social y la entrevista psicológica. Se le informaba
aplicación con los usuarios del Centro de Día, surge del Programa de actividades y se le da a elegir el
a raíz de la aplicación clínica del programa en oca- taller ocupacional. También se le informa de la nor-
siones anteriores, de las experiencias y de la valo- mativa interna del centro y de la obligatoriedad de
ración de necesidades y el perfil de nuestros usua- participar en los diferentes grupos terapéuticos.
rios. Por lo que planteamos que para las siguientes Algunas veces dentro de este procedimiento había
ocasiones de la aplicación del programa de com- que posponer algunos días las entrevistas social y
petencia social basados en los mismos principios psicológica, puesto que el paciente acudía bajo los
y modelos originales, se diseñaban las sesiones efectos de la medicación utilizada para su desinto-
más ajustadas a nuestra población y se planificó y xicación física, o bien en los primeros días de toma
temporalizó para desarrollarlo a lo largo de 28 sesio- de Metadona, con lo que era bastante complejo
nes, lo que supondría un periodo máximo de cuatro realizarle la entrevista. Una vez el paciente está en
meses. Aunque el programa puede ser desarrollado condiciones de entender y responder a lo que se le
en menos sesiones, nos anticipábamos a las posi- está demandando, se procedía a cumplimentar el
bles incidencias que pudieran ir ocurriendo en el resto de instrumentos protocolizados y en ese
día a día (vacaciones, festivos, enfermedad, etc.). mismo instante se le informa de la realización de
Además a los participantes se les informaba de este una investigación para evaluar los resultados de un
punto, que era un programa corto, de dos sesiones programa de entrenamiento en habilidades sociales
por semana y que sólo duraría cuatro meses. y se le solicita su colaboración para participar en el
mismo, especificándole al usuario que para ello
5.3.3. Procedimiento debe cumplimentar una serie de pruebas antes de
que se inicie el programa de entrenamiento y al
Se proyectó un diseño cuasi experimental, esta-
finalizar el mismo. Si el usuario se compromete ver-
bleciendo una línea base comparativa en cuanto a
balmente a participar, se le entregan los cuestiona-
la evaluación de las habilidades sociales con todos
rios. Se les entregaba una copia de la Batería de
los casos de la muestra y la comparación entre los
Test de Habilidades Interpersonales, versión abre-
diferentes grupos participantes, siempre medidas
viada, de Bethencourt (1989); También se le entre-
a través de la Batería de Habilidades Interpersona-
gaban otras pruebas, pero que posteriormente fue-
les, versión abreviada, de Bethencourt (1989).
ron descartadas por diversos motivos para esta
Para ello se tomaron medidas antes y después investigación, como el STAI, El Cuestionario de
para los grupos que forman parte de los diferentes Habilidades de Goldstein, GHQ28 por Lobo et al,

109
Ángela Rita Martín Caballero

1986; BDI, de Beck, el CABs de Michelson, entre todo el material preciso y a nuestro alcance, ade-
otros. más de hacer un uso permanente de la pizarra para
devolver feedback de forma inmediata e incesante
Uno de esos motivos estaba en los problemas a los participantes del grupo.
de lecto-escritura y de comprensión, de los usuarios
del Centro de Día, que nos condicionaba en la apli- La secuenciación de las diferentes habilidades
cación de las pruebas, pues todas son autoinformes responde a una valoración previa de un orden lógi-
de lápiz y papel. Por lo que, aquellas personas que co, en relación a las carencias y dificultades del
sabían leer y escribir se les entregaba el cuestionario grupo al que va dirigido.
para cumplimentarlos por sí mismos y a los que
tenían dificultades, lo cumplimentaban con un tera- El procedimiento en cada sesión fue ir alternan-
peuta o alumno en prácticas. do el entrenamiento de las habilidades sociales, las
habilidades cognitivas, valores, las técnicas de con-
El usuario, una vez en el centro, se incorporaba trol emocional y la de solución de problemas.
a su programa de actividades y participaba de todas
las actividades que estaban previstas, hasta que se Cuando se da por finalizado el PECS, en los días
iniciara los grupos del PECS. siguientes, aprovechando los espacios reservados
para el trabajo de grupo se les solicita que cumpli-
Se procedía a la implementación del programa, menten la Batería de Habilidades Interpersonales,
introduciendo cada una de las sesiones, entrenado versión abreviada, de Bethencourt Pérez (1989),
las habilidades previstas (y ya descritas en el apar- alargando un poco más el tiempo de cumplimentar
tado anterior). las pruebas. Para aquellos miembros del grupo con
problemas de lecto escritura se les cita a lo largo de
El PECS, se desarrollaba dos veces al año, pues las siguientes semanas para realizarla de forma indi-
consta de 28 sesiones de una hora de duración dos vidualizada y para los que no han acudido al grupo
veces por semana, y, esperábamos para iniciarlo a el día en que se han pasado las pruebas, se les soli-
contar con el número suficiente de pacientes para citaba que lo hicieran en su siguiente cita indivi-
que las sesiones fueran amenas y resultaran prác- dualizada.
ticas, con la aplicación de role playing, trabajos de
discusión de pequeños grupos, así como para la La corrección de las pruebas fueron realizada
aplicación de otras técnicas que facilitara los pro- por los diferentes alumnos en prácticas de Psicolo-
cesos de aprendizaje y la motivación en el mismo. gía (tanto del Departamento de Personalidad, Eva-
luación y Tratamientos Psicológicos que realizaban
Cuando teníamos un grupo de 8 personas como las prácticas en el centro dentro del Practicum de
mínimo, iniciábamos el programa de entrenamien- Psicología Clínica, tutelados por el Dr. Fernández-
to. Para el mismo, se requería de una sala amplia, Valdés y los alumnos del Departamento de Evolu-
que nos permitiera, por un lado situarnos en semi- tiva y Educativa, que realizaban el Prácticum de
círculo abierto hacia la pizarra, a la vez que para Psicología Educativa, Tutelados por la Dra. Torbay),
las diferentes dinámicas, juegos y técnicas de grupo después de haber recibido, por parte de esta doc-
nos permitiera movilizarnos con comodidad. A cada toranda, las pautas de corrección de cada una de
participante se le dotaba de bolígrafo y una peque- las pruebas y que habían sido facilitadas, a su vez,
ña libreta para que anotaran todo aquello que les por el autor de las mismas.
resultaba más relevante o interesante de las habi-
lidades que íbamos trabajando, y, sobre todo, para Los análisis estadísticos, fueron realizados por
trabajar los diferentes ejercicios. Teníamos que tener el Prof. Dr. Gustavo Ramírez del Departamento de
previsto el material necesario para el desarrollo de Metodología de La Facultad de Psicología, de la
las diferentes sesiones y para las mismas se utiliza Universidad de La Laguna.

110
6 Resultados
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

En las siguientes páginas intentaremos exponer En relación al primer grupo de variables socio-
los principales resultados obtenidos con esta inves- demográficas, la primera de las variables que
tigación. vamos a analizar es la del Estado Civil, que si bien
las diferencias no son destacables, podemos obser-
Para empezar, recordar que el programa de
var en la Gráfica nº 12 la comparación de las medi-
competencia social se implementó en el Centro de
das antes-después, con el grupo de drogodepen-
Día “Cercado del Marqués”, con aquellas personas
dientes.
diagnosticadas como drogodependientes (siguiendo
criterios diagnósticos del DSM IV) y que accedían
al mismo para continuar su tratamiento iniciado en
su Centro de Atención Ambulatoria de referencia.
Aunque se valora a qué pacientes vamos a incluir
en el programa, no todos los que participaron cum-
plimentaron las pruebas, por diferentes motivos, y,
de todos los que participaron, sólo pudimos rescatar
los 44 casos que han sido objeto de este estudio,
que participaron con su respectivo grupo entre octu-
bre de 1997 y octubre de 2003.

Como característico en este tipo de población,


durante la investigación se fue perdiendo parte de
la muestra por una alta tasa de abandono del tra-
tamiento. Por tanto, los resultados que se presentan
son los de aquellos que lograron culminar el pro- No se aprecian cambios cualitativos, aunque sí
ceso de tratamiento. parece que hay un ligero aumento de las parejas
de hecho.
Los primeros resultados informan de cambios o
no en relación a algunas de las variables relaciona- En relación a la Variable Nivel Académico pode-
das con el tratamiento. mos comprobar, en la siguiente gráfica, los resul-
tados comparados de las medidas previas y las pos-
En cuanto a las Variables de tipo sociodemográ-
ficas, comentaremos algunas de ellas de forma des- teriores para el grupo de drogodependientes.
criptiva, puesto que aparecen algunas diferencias Como podemos observar en el Gráfico nº 13,
cualitativas entre las medidas previas y posteriores. para el grupo de drogodependientes de nuestra
Los resultados que se exponen en relación a la muestra, se aprecia un aumento de los niveles aca-
muestra inicial, decir que el grupo principal del cuál démicos en la comparación antes después, de tal
podemos aportar mayor volumen de información modo que el nivel sin estudios pasa del 19% al
es del grupo de drogodependientes y algunos datos 11,3% y en los estudios primarios finalizados pasa
más, relacionados con el entrenamiento, del grupo de un 35,5% de antes al 10,5% en las medidas
de AD. posteriores. Mientras que observamos una dismi-

113
Ángela Rita Martín Caballero

nución en los niveles sin estudios y estudios prima- Aunque en ambos grupos hay un incremento
rios en las medidas posteriores, también podemos en el nivel de estudios de Graduado Escolar /ESO
apreciar que se produce un aumento cualitativo, no finalizada, es sensiblemente superior en el grupo
pasando del 35,2% previo al 62,5% en las medi- experimental.
das posteriores que representan al nivel de Gradua-
do Escolar/ Graduado en la ESO sin finalizar. En cuanto a la Variable nivel socioeconómico,
no se aprecian cambios antes-después como pode-
Con respecto a las diferencias entre el grupo mos apreciar en las siguiente Tabla (nº 12).
experimental y control, en relación a la variable nivel
de estudios, como podemos observar en la gráfica Como podemos apreciar en la Tabla nº 12 se
nº 13.1, se ha producido un aumento en las pun- mantiene de igual manera en los niveles socioeco-
tuaciones con respecto al nivel de estudios de Gra- nómicos de medio a medio-bajo.
duado Escolar/ESO sin finalizar, para ambos grupos,
aunque es cualitativamente mayor en el grupo Otra de las Variables relevantes para el tratamien-
experimental (66,7%) y se ha producido una dis- to y, por tanto necesario su análisis es si se han pro-
minución en el número de personas con nivel de ducido cambios en la Situación Laboral, lo que pode-
estudios primarios (7,8%). mos observar en las Tablas nº 13, nº 13.1 y 13.2.

114
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Como podemos advertir en la Tabla nº 13, la En relación a la situación laboral posterior obser-
situación de parado es la más común para todos vemos los resultados en la Tabla nº 13.2.
los grupos, a excepción de los jóvenes de tutorías.
En la siguiente Tabla (Tabla nº 13.3), podemos
En la siguiente tabla, podemos observar las dife- observar las diferencias a posterior en relación
rencias por grupos y por condición experimental, al grupo control y experimental, en esta misma
en relación a la situación laboral, en el que y, a variable.
excepción del grupo de tutorías, la situación común
para los drogodependientes es la de parado. Apreciamos en la Tabla nº 13.3, un aumento
global, cuantitativo y cualitativo del número de suje-
Como podemos comprobar en la Tabla nº 13.1. tos que están trabajando en las toma de medidas
la situación laboral más común para nuestro grupo posteriores al tratamiento, a la vez que ha dismi-
de drogodependencias es la de parado, tanto para nuido de forma global el número de parados para
el grupo control como para el experimental antes los casos estudiados, para cada grupo y para ca-
del tratamiento. da nivel de la variable. Diferencias que podremos

115
Ángela Rita Martín Caballero

to en situación laboral activa, es decir, trabajan y


que se reflejan en un mayor porcentaje, frente a los
que están en situación de parados. Además esta
diferencia es ligeramente mayor para los de la con-
dición experimental frente a los drogodependientes
en la condición de control.

El otro grupo de Variables que incluimos en esta


investigación son las más específicas, relacionadas
con el tratamiento de los drogodependientes, a con-
tinuación pasamos a detallar los resultados más
relevantes de las mismas.

En relación al Programa de tratamiento (Progra-


ma Libre de Drogas-PLD, Programa de Manteni-
miento con Metadona-PMM o Aversivos) al que
están sometidos los usuarios drogodependientes
que solicitan tratamiento en el Centro de Día y en
relación a nuestra muestra de estudio, podemos
observarlo en la Tabla nº 14 y gráfica nº 15.

apreciar mejor en las representaciones gráficas nº


14 y nº 14.1.

Para el grupo de drogodependientes, advertimos


una disminución del número de personas que están
en situación de parado (35,7%), frente al aumento
del número de personas que se sitúan en situación
de trabajando (45,7%).

En relación a la situación laboral de nuestra


muestra y, especialmente al caso de los drogode-
pendientes, como podemos observar en la Tabla nº
13 y en el Gráfico nº 14.2, existen algunas diferen-
cias entre la situación laboral previa y la situación
laboral posterior al tratamiento.

Como queda patente en la gráfica nº 14.2, para


el grupo de drogodependientes existen diferencias
cualitativas entre las medidas de la variable situa-
ción laboral antes y después del tratamiento.

Como podemos observar en la gráfica 14.3, en


el grupo de drogodependientes, hay un aumento
de casos que están en la fase posterior al tratamien-

116
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

El 53,2% de los drogodependientes están rea- Otro aspecto que analizamos en nuestro estudio
lizando un Programa Libre de Drogas, el 44,4% y en relación a los usuarios que acceden al Centro
reciben tratamiento de sustitución con agonistas de Día, es el Programa de Actividades que eligen
opiáceos, en nuestro caso con Metadona y un para continuar con su tratamiento. Así en la Tabla
2,4% recibe tratamientos con Aversivos (utilizados nº 15 podemos observar la tendencia a vincularse
en el caso de la dependencia a alcohol). con mayor frecuencia al programa de actividades
más completo, el Programa de Atención Total: PAT.
Como podemos observar, el porcentaje de usua-
rios adscritos al programa de Mantenimiento con Como podemos observar en la tabla nº 15 y en
Metadona o al Programa Libre de Drogas son simi- la gráfica nº 16 hay una mayor tendencia por parte
lares, aunque ligeramente mayor en los del Progra- de los usuarios de nuestra muestra a optar por el
ma Libre de Drogas. Por tanto, podríamos decir que, Programa de actividades PAT.
al menos a nivel descriptivo, la muestra representa
de una manera equitativa a ambos tipos de trata- Dentro del grupo de variables relacionadas con
miento, aunque la tendencia es hacia el Programa el tratamiento de los drogodependientes, otra de las
libre de droga (PLD). variables estudiada, es la razón de por qué se soli-

117
Ángela Rita Martín Caballero

En relación a la droga principal por la que de-


manda tratamiento, podemos apreciar en la Tabla
nº 17, la distribución por droga de demanda de los
drogodependientes de la muestra.

Considerando la Variable drogas, la primera


droga de demanda de tratamiento es la heroína,
que representa al 51,2% de la demanda; la segun-
da es la cocaína y el crack (cocaína base), que
representan el 37,8% de la demanda y la tercera
droga de mayor demanda en nuestra muestra de
drogodependencias es el alcohol (11%).

En relación al consumo de otras drogas, se ana-


cita tratamiento en el Centro de Día y los principales
lizó las drogas secundarias de mayor consumo entre
resultados los podemos observar en la Tabla nº 16
y en la Gráfica nº 17. los drogodependientes de nuestra muestra, cuyos
resultados se muestran en la Tabla nº 17.1.
Como podemos observar en la Tabla nº 16, un
gran porcentaje de usuarios de nuestro estudio, soli- Como podemos observar en la Tabla nº 17.1,
citaba tratamiento a iniciativa propia, (80,3%), la segunda droga más consumida entre los drogo-
seguido de los que lo hacían por la familia y, en dependientes sigue siendo la cocaína – crack
menor medida, los que lo hacían por cumplimiento (47,3%), seguida de heroína (37,6%), alcohol y
de penas, como podemos apreciar de forma más cannabis (5,4% ambas) y los psicofármacos que
gráfica, en la gráfica nº 17. representan al 3,2% de los consumos de otras dro-

118
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

gas asociadas a la primera droga de demanda de


tratamiento.

En la tabla nº 17.2, podemos observar la rela-


ción de droga principal y consumo de droga secun-
daria.

Como podemos observar, cuando la droga prin-


cipal de demanda de tratamiento es la heroína, la
segunda droga de consumo mayoritario es la coca-
ína-crack, en el caso de nuestra muestra.

La vía de consumo habitual de las drogas, tanto


para la droga primaria como secundaria es, según
los datos recabados para la muestra estudiada, las
que se reflejan en la gráfica nº 18.

Sin duda, uno de los elementos importantes en


cualquier tratamiento de drogodependencias es
observar si se mantiene la abstinencia y, en este
sentido, cuando se valora los resultados analíticos
de los usuarios del Centro de Día, podemos com-
probar que un 47% tienen resultados negativos, es
decir, no se detectan metabolitos de la droga prin-
cipal en sus muestras de orina, lo que podría indicar
que se mantiene abstinencia, (según dichos resul-
tados), a la droga principal de demanda de trata-
miento. Ver Tabla nº 18 y Gráfica nº 19.

119
Ángela Rita Martín Caballero

Aunque el porcentaje de analíticas con resulta- experimental a mantener abstinencia frente al grupo
dos negativos y, por tanto, indicativo de abstinencia control.
a la primera droga de demanda es del 47%, los
resultados en los que aparecen consumos puntua- Otro aspecto interesante en relación al trata-
les, es un valor alto (31, 6%) y relevante de cara miento de los drogodependientes y a su condición
al tratamiento. Como podemos ver en la Gráfica nº en muchas ocasiones de poli consumidores de dro-
19, la tasa de consumos frecuentes y la no absti- gas, es comprobar si la abstinencia solo se produce
nencia es relativamente baja. a la droga principal o también a las otras drogas de
consumo, o drogas secundarias.
Como puede observarse en la Tabla nº 18 y en
la gráfica nº 19, el mayor porcentaje de pacientes Podemos observar, a este respecto, en la Tabla
(el 78,6%) tienden a mantener la abstinencia a lo nº 18.1 y Gráfica nº 19.1 y 19.2, los resultados
largo del tratamiento.

Como podemos observar en la gráfica nº 19.1


parece que hay una mayor tendencia del grupo

120
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

analíticos de la segunda droga de consumo de los poder empezar a observar cambios en el tratamiento
usuarios del Centro de Día “Cercado del Marqués”. como sugieren las diferentes investigaciones y auto-
res referenciados en el marco teórico); el segundo
Es destacable que un 49,3% de los drogode-
se correspondía con el periodo de los 3 a los 6
pendientes mantienen abstinencia a la segunda
meses; el tercero de los de 6 a los 9 meses (pues
droga de consumo.
a partir de los seis meses se observa, según los dife-
Como podemos observar en la Tabla nº 18.1 y rentes autores un segundo cambio importante); el
en la gráfica nº 19.1, los resultados muestran un cuarto de los 9 a los 12 meses; el quinto de 12 a
mayor porcentaje (85,9%) de resultados analíticos 15 meses; el sexto rango de los 15 a los 18 meses
que podrían indicar una tendencia a mantener la y, finalmente, más de 18 meses. Y observamos los
abstinencia, también con la segunda droga de con- resultados en la Tabla nº 19.1 y en la Gráfica nº 20.
sumo.
Como podemos apreciar en la Gráfica nº 20,
Otra de las variables que habíamos decidido los tiempos de retención mayoritarios se correspon-
estudiar, era el tiempo de retención en el tratamien- den con el intervalo de menos de tres meses
to, dada la importancia que tiene este factor en el (29,9%) y al de entre tres y seis meses (28,3%).
éxito del mismo, los resultados los podemos obser- Un 13,4% logran mantenerse en el centro hasta
var en la Tabla nº 19. los 9 meses.

Como podrán apreciar la ratio es bastante am-


plia, oscilando la permanencia en el centro desde
una semana a las noventa semanas. La media se
sitúa en 27,37 semanas, con una desviación típica
de 21,155.

Por lo que decidimos categorizar el tiempo de


retención, en función de la literatura consultada,
estableciendo varios rangos diferenciados por
meses, de tal manera que el primer rango fuera
menos de 3 meses (punto de corte necesario para

121
Ángela Rita Martín Caballero

En relación a la Variable Motivo de Baja del Cen- Mientras que podemos apreciar que el porcen-
tro de Día, entendiendo por baja el que la persona taje de Altas Terapéuticas en el grupo control se
deja de ser usuaria/o del centro, podemos observar corresponde con el 12,8%, en el grupo experimen-
los principales resultados en la Tabla nº 20 y en la tal se sitúa en el 62,8%, siendo también un por-
Gráfica nº 21. centaje importante en la muestra de drogodepen-
Como se puede apreciar en la Tabla nº 20, el dientes en general en un 30,6%.
mayor número de casos son Motivo de Baja del
Por otro parte, si consideráramos, por un lado,
centro por abandono del tratamiento y representa
valorar conjuntamente el Logro de Objetivos junto
al 43%, mientras que las Altas Terapéuticas res-
ponden al 31% del motivo por el que dejan de ser a Alta Terapéutica (puesto que en ambos casos el
usuario/as del Centro. Centro se abandona con un logro positivo de obje-
tivos) y por otro el abandono junto a la expulsión
Como podemos observar en la gráfica nº 21, (puesto que se entiende una baja del centro sin
destaca la alta tasa de abandonos del grupo control consecución de objetivos), podemos observar que
frente al experimental. A su vez, es más alta la pro-
las tasas de Alta en el grupo experimental son muy
porción de Altas en el grupo experimental.
superiores frente al grupo control, destacando el
En la siguiente gráfica, podemos comparar 76,8% del primero frente al 20,5% del segundo y
ambos factores y niveles de la Variable Motivo de en relación a la muestra total representa al 40,5%
Baja, para ambos grupos en relación a la muestra de los casos. En el motivo por Abandono (abandono
global. y expulsión), el grupo control muestra una tasa
Como podemos observar en la gráfica nº 21.1, mucho más elevada (66,7%) frente al grupo expe-
el porcentaje de abandonos es más alto en el grupo rimental (18,6%). En relación a la muestra total,
control (60,3%) que en el experimental (11,6%), supone el 49,5% de la razón de causar baja en el
también en relación a la muestra global que refleja Centro, como podemos observar en la gráfica nº
el 42,9%. 21.2.

122
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

riamente y respondiendo a los criterios recogidos


en la escala de funcionamiento social (recogido en
el Indicador de Tratamiento de los opiáceos- OTI-),
en los valores medio-alto y alto, es decir, la muestra
de drogodependientes manifiesta un mayor des-
ajuste o disfunción a nivel social en el momento de
iniciar el tratamiento en el centro.

En la Tabla nº 21.1, podemos observar que las


puntuaciones en la escala de funcionamiento social,
describe aparentemente un grado de funcionamien-
to posterior menos disfuncional en la muestra de
drogodependientes.
Otra de las Variables que decidimos analizar,
Podemos observar en las gráficas nº 22, nº
dada la importancia que tiene, justamente con el
22.1 y nº 22.2, con más claridad los resultados en
objetivo de esta investigación en el desarrollo de las
cuanto al grado de funcionamiento social.
competencias sociales y específicamente en el con-
texto de las relaciones interpersonales del grupo de Como podemos observar la muestra de drogo-
drogodependientes que iniciaban tratamiento, era dependientes manifiesta un mayor grado de disfun-
el grado de funcionamiento social de nuestra mues- cionalidad social previo, siendo similar para ambos
tra de drogodependientes usuarios del Centro de grupos: experimental y el control.
Día. Para ello, analizamos en la muestra de drogo-
En la Gráfica 22.1, podemos observar que des-
dependientes su grado de funcionamiento social,
pués del tratamiento hay un aumento en el grado
tanto en el momento de iniciar el tratamiento como
en el momento de finalizar el programa de trata-
miento que estuviera siguiendo en el Centro. En
este caso, debemos tener en cuenta que se valora
el grado de funcionalidad y disfuncionalidad social,
de tal manera que a más puntuación lo que se
refleja es un mayor grado de disfunción social y a
menor puntuación mayor grado de funcionamiento
social adecuado. Resultados que podemos apreciar
en la Tabla nº 21.

Como puede apreciarse en la Tabla nº 21, en


las medidas previas, la muestra puntúa mayorita-

123
Ángela Rita Martín Caballero

apreciar que el aumento del funcionamiento social


es mayor en el grupo experimental en las medidas
post tratamiento.

Aunque habíamos seleccionado algunas varia-


bles más relacionadas con aspectos sociodemográ-
ficos, familiares y de tratamiento que ya se descri-
bieron en el capítulo 5, puesto que a priori nos
parecían relevantes para este estudio, finalmente
las hemos descartado porque no nos aportan más
información útil a este trabajo.

Finalmente, el tercer grupo de Variables intro-


de funcionamiento social en ambos grupos (control ducidas en este estudio hacen referencia a las Varia-
y experimental) ya que crece el porcentaje de pun- bles más directamente relacionadas con el objeto
tuaciones en los niveles Bajo y Medio-bajo y des- de esta Tesis Doctoral: La Evaluación y la aplicación
aparece el nivel Alto, que representa la disfuncio- del Programa de Entrenamiento en Competencia
nalidad o mal funcionamiento social. Social en usuarios drogodependientes del Centro
de Día “Cercado del Marqués” y, particularmente,
En la Gráfica 22.2, podemos analizar las dife-
a los resultados obtenidos en las diferentes pruebas
rencias antes y después para cada grupo y en la
que constituye nuestro instrumento principal: La
muestra de drogodependientes en global.
Batería de Habilidades Interpersonales, versión
En la Gráfica nº 22.2, podemos observar las abreviada, de Bethencourt (1989) y que evalúan
diferencias en cuanto a la valoración del grado de los cinco tipos de pensamiento que sustentan la
funcionamiento social antes y después para cada competencia social.
grupo (control y experimental) y para la muestra de
Pasamos a describir los resultados obtenidos por
drogodependientes de forma global.
la muestra en sus medidas comparadas previas y
Podemos apreciar, por un lado, la disminución posteriores entre el grupo control y el experimental,
en los niveles medio-alto y alto que indican un mal en relación a las puntuaciones obtenidas en la Bate-
funcionamiento social, a la vez que se puede dis- ría de Habilidades Interpersonales, en su globalidad
tinguir un aumento de las puntuaciones para y en cada una de las Pruebas que miden Pensa-
ambos grupos después del tratamiento en los nive- miento Alternativo (PA); Pensamiento Causal (PCa);
les bajo y medio-bajo, que son indicativos de un Pensamiento Consecuencial (PCo); Pensamiento
mayor grado de funcionamiento social y de una de Toma de Perspectiva (TDP) y Pensamiento
menor disfuncionalidad social. También podemos Medios Fines (PMF).

124
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

En un primer análisis, nos centraremos en las miento Concesuencial item3= pco3, Pensamiento
diferencias existentes entre el grupo control y el Concesuencial item4= pco4. Para el Test Toma De
grupo experimental, para luego continuar analizan- Perspectiva, (TDP), item1= tdp1, Toma De Pers-
do los resultados en las puntaciones en las medidas pectiva item2= tdp2, Toma De Perspectiva item3=
post de ambos grupos y las diferencias que existie- tdp3. Para el Test Pensamiento Medios Fines,
ran al respecto. (PMF) item1= pmf1, Pensamiento Medios Fines
item2= pmf2, Pensamiento Medios Fines item3=
En primer lugar, se procedió a hacer una com- pmf3.
paración de los resultados que obtenía la muestra
de nuestro estudio y que podremos observar en la Como puede observarse en la Tabla nº 22, las
Tabla nº 22. La comparación se realiza a partir de Medias y Desviaciones Típicas son similares para
las puntuaciones obtenidas por cada uno de los el grupo experimental y control. En la Tabla nº 23,
participantes de la muestra en la fase antes, entre como pueden observar, no existen diferencias esta-
el grupo control frente al grupo experimental en dísticamente significativas en la muestra antes de
cada una de las siguientes variables de cada uno iniciar el programa de entrenamiento en Compe-
de los Tests de la Batería de Habilidades Interper- tencia Social, para cada una de las Variables ana-
sonales. lizadas. Aunque como se puede apreciar las medias
son ligeramente superiores, para cada una de la
Para el Test Pensamiento Alternativo (PA), PA Pruebas e ítems de la Batería de Habilidades Inter-
item1= pa1; Pensamiento Alternativo item2= pa2, personales, versión abreviada, para el grupo control
Pensamiento Alternativo, item3= pa3, Pensamiento en las medidas previas. Por tanto, podemos afirmar
Alternativo item4= pa4; Pensamiento Alternativo que la muestra es homogénea y susceptible de ser
item5= pa5. Para el Test Pensamiento Causal comparada.
(Pca), item1= pca1, Pensamiento Causal item2=
pca2, Pensamiento Causal item3= pca3. Para el Posteriormente, se realizó un análisis de Varian-
Pensamiento Concesuencial (Pco), item1= pco1, za, ANOVA, técnica estadística para comparar las
Pensamiento Concesuencial item2= pco2, Pensa- medias del conjunto de variables de la muestra

125
Ángela Rita Martín Caballero

agrupadas por dos o más factores, cuyo resultados relación a las Variables del Test PA, podemos observar
podemos observar en la siguientes tablas (Tabla nº que para todas y cada una de las variables del test,
23, 23a, 23b, 23c, 23d). los grupos control y experimental son homogéneos.

En la tabla nº 23, en la comparación de medias En la tabla nº 23a, en la comparación de


del grupo control y experimental en la fase previa, en medias entre el grupo control y experimental en las

126
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

puntuaciones previas del Test PCa, podemos obser- no existen diferencias significativas estadísticamente,
var que para todas y cada una de las variables del por lo que para todas y cada una de las variables del
test el grupo es homogéneo y por tanto comparable, test, podemos decir que el grupo es homogéneo.
puesto que las diferencias no son estadísticamente
En la Tabla nº 23c, en la comparación de
significativas.
medias entre el grupo control y experimental en las
En la Tabla nº 23b, en la comparación de medias puntuaciones previas del Test TDP, podemos obser-
entre el grupo control y experimental en las puntua- var que para las variables del test el grupo es homo-
ciones previas del Test PCo, podemos observar que géneo, a excepción de la variable tdp2 previa, en

127
Ángela Rita Martín Caballero

la que el grupo control puntúa más alto que el expe- en Competencia Social son homogéneos, no exis-
rimental, resultando estadísticamente significativa tiendo diferencias significativas en las puntuaciones
la diferencia, F(1,225)=5,89; p=0,16. a los diferentes Tests de la Batería de Test de Habi-
lidades Interpersonales, versión abreviada, de
En la tabla nº 23d, en la comparación de
Bethencourt (1989). Aunque se puede apreciar
medias entre el grupo control y experimental en las
que la media en las puntuaciones en los diferentes
puntuaciones previas del Test PMF, podemos obser-
ítems de cada prueba, para el grupo de Acceso
var que no existen diferencias estadísticas signifi-
Directo son ligeramente superiores a las del grupo
cativas, por lo que para todas y cada una de las
de Drogodependientes. Por tanto, ambos grupos
variables del test, podemos decir que el grupo es
son comparables en sus resultados posteriores.
homogéneo.
Se realizó un análisis de Varianza, ANOVA, para
En concordancia con los análisis estadísticos
comparar las diferencias de medias del conjunto
realizados, los resultados determinan que en las
de variables, de los dos grupos experimentales,
medidas previas de la Batería de Tests de Habilida-
agrupadas por dos o más factores, cuyos resultados
des Interpersonales, la muestra es homogénea. Por
podemos observar en la siguientes Tablas (nº 24a,
lo tanto, podemos decir que los grupos son homo-
24b, 24c, 24d, 24e).
géneos en todas y cada unas de las variables excep-
to para la variable tdp2 previa, en la que el grupo Como podemos observar en la Tabla nº 24a, en
control puntúa significativamente más alto que el la comparación de medias entre el grupo experi-
grupo experimental. mental de drogodependientes del Centro de Día y
del grupo experimental de AD, en las puntuaciones
Otro de los análisis que se realizaron fue el de
del Test PA en cada uno de los ítems en las medi-
comparar a los dos grupos experimentales: Drogo-
das previas (pa1pre, pa2pre, pa3pre, pa4pre,
dependientes del Centro de Día y Usuarios de Acce-
pa5pre) , podemos observar que para las variables
so Directo (AD), en FASE ANTES y podemos obser-
del test el grupo es homogéneo, a excepción de la
var los principales resultados en las Tablas nº 24,
variable PA1 previa, en la que el grupo experimental
24a, 24b, 24c, 24d y 24e.
de AD puntúa más alto que el grupo de drogode-
Como podemos observar en la Tabla nº 24, pendientes, resultando estadísticamente significativa
ambos grupos en la fase previa al entrenamiento la diferencia, F (1,48)=4,94; p=0,31.

128
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

129
Ángela Rita Martín Caballero

Suma de Media
gl F Sig.
cuadrados cuadrática
pca1pre Inter-grupos 12,44 1 12,44 9,63 0,00
Intra-grupos 62,06 48 1,29
Total 74,50 49
pca2pre Inter-grupos 6,74 1 6,74 4,86 0,03
Intra-grupos 66,48 48 1,39
Total 73,22 49
pca3pre Inter-grupos 4,27 1 4,27 2,76 0,10
Intra-grupos 74,15 48 1,55
Total 78,42 49

Como podemos apreciar en la Tabla nº 24b, en p=003 y en la variable PCa2 pre, con un nivel de
los resultados del Test PCa en cada uno de sus significación p=032. Siendo ambos grupos homo-
ítems en las medidas previas (pca1pre, pca2pre y géneos en la variable PCa3 pre.
pca3 pre), el grupo experimental de AD se muestra En la tabla nº 24c, en la comparación de
más habilidoso que el grupo experimental de dro- medias entre el grupo experimental de drogodepen-
godependientes del Centro de Día, arrojando pun- dientes del Centro de Día y el grupo experimental
tuaciones más altas y estadísticamente significativas de AD, en las puntuaciones previas de cada ítem
en las variables PCa1 pre con nivel de significación del Test PCo (pco1pre, pco2pre, pco3pre y

130
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

pco4pre), podemos observar que no existen dife- Como podemos apreciar en la Tabla nº 24e, en
rencias estadísticas significativas, por lo que para la comparación de medias entre el grupo experi-
todas y cada una de las variables del test, podemos mental de drogodependientes del Centro de Día y
decir que el grupo es homogéneo. el grupo experimental de AD, en las puntuaciones
En la tabla nº 24d, en la comparación de previas de cada ítem del Test PMF, (pmf1pre,
medias entre el grupo experimental de drogodepen- pmf2pre, pmf3pre) no existen diferencias estadís-
dientes del Centro de Día y el grupo experimental ticamente significativas, para todas y cada una de
de AD, en las puntuaciones previas de cada ítem las variables del test, podemos decir que el grupo
del Test TDP, observamos que no existen diferencias es homogéneo excepto para la variable PMF1 pre,
estadísticamente significativas, por lo que para en la que el grupo experimental de AD puntúa más
todas y cada una de las variables del test, podemos alto que los drogodependientes, siendo la diferencia
decir que el grupo es homogéneo. estadísticamente significativa, p=,040.

131
Ángela Rita Martín Caballero

Podemos apreciar que en la comparación de Comparación del grupo experimental antes–des-


medias, el grupo experimental obtiene puntuaciones pués: en cada una de las variables de la Batería de
más altas que el grupo control en las medidas pos- Tests de Habilidades Interpersonales: PA, PCa, PCo,
teriores, en todas las Variables de las pruebas. Tam- TDP, PMF., Con el Estadístico de Muestras Relacio-
bién observamos que el grupo control, en algunos nadas. (Ver Tabla nº 26).
de los ítems la media es más baja que en el pre
(pa2post, pa5post, pco2 post, pco4 post, tdp1pos, Como se puede apreciar en la Tabla nº 26, la
tdp3post, pmf1, 2, 3 post). comparación de medias en las puntuaciones de los

132
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

diferentes Tests de la Batería de Habilidades Inter- drogodependientes antes-después, para ello se uti-
personales, podemos apreciar que las medias para lizó la Prueba de muestras relacionadas y los prin-
el grupo experimental son superiores en las medi- cipales resultados en relación a la participación de
das posteriores al entrenamiento. los drogodependientes en el programa de entrena-
miento en competencia social podemos observar
El análisis de resultados a partir de este momen- los resultados de la misma en las siguientes Tablas:
to lo centramos en el estudio de los principales nº 26a, 26b, 26c, 26d y 26e.
resultados que comparan al grupo experimental,

133
Ángela Rita Martín Caballero

Como podemos apreciar en la Tabla nº 26a, los 0,015. Para pa3: t46)= –4,53; y nivel de signifi-
resultados son más altos para el grupo experimental cación estadística de p= 000. También para pa4:
en las pruebas a posterior en el Test PA y en todos t46)= –4,82; significación p= 000. Y para pa5:
y cada uno de los ítems. Las diferencias son esta- t46)= –3,67; y significación estadística de p= 001.
dísticamente significativas antes-después en pa1:
t46)= –5,227; con un nivel de significación p= Lo que significa que el grupo experimental, al
0,000, siendo los resultados obtenidos más altos puntuar más alto después del entrenamiento y al
en el post. Ocurre lo mismo con pa2: t46)= –2,52; ser la diferencia estadísticamente significativa, se
con un nivel de significación estadística de p= muestra más habilidoso en utilizar el Pensamiento

134
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Alternativo después del entrenamiento en Compe- las diferencias no son estadísticamente significati-
tencia Social. vas, aunque el grupo puntúa más alto en el post
test.
Como observamos en la Tabla nº 26b los resul-
tados son más altos para el grupo experimental en Lo que significa que el grupo experimental, al
las pruebas a posteriores en el Test PCa y en todos puntuar más alto después del entrenamiento y que
y cada uno de los ítems. Las diferencias son esta- al ser las diferencias estadísticamente significativas,
dísticamente significativas antes-después en pca1: se muestra más habilidoso en utilizar el Pensamien-
t46)= –3,26; p= 0,002, siendo los resultados más to Consecuencial después de haber recibido el pro-
altos en el post test. Ocurre lo mismo con pca2: grama de entrenamiento en Competencia Social.
t46)= –2,912; p= 0,001. Para pca3: t46)=
–4,20, la diferencia es muy significativa estadísti- Como pueden observar en la Tabla nº 26d los
camente, p= 000. resultados son más altos para el grupo experimental
en las pruebas a posteriores en el Test TDP, en todos
Lo que significa que el grupo experimental, al
y cada uno de los ítems Las diferencias son esta-
puntuar más alto después del entrenamiento y, que
dísticamente significativas antes-después en tdp1:
al ser la diferencia estadísticamente significativa, se
t46)= –4,28; p= 0,000, siendo los resultados más
muestra más habilidoso en utilizar el Pensamiento
altos en el post test. Ocurre lo mismo con tdp2:
Causal después de haber recibido el programa de
t46)= –6,45; p= 0,000. Siendo las diferencias
entrenamiento en Competencia Social.
estadísticas muy significativas para estas dos pri-
Como observamos en la Tabla nº 26c los resul- meras variables del test TDP. Para tdp3: t46)=
tados son más altos para el grupo experimental en –3,36; p= 002.
las pruebas a posteriores en el Test PCo, en todos
y cada uno de los ítems Las diferencias son esta- Lo que significa que el grupo experimental, al
dísticamente significativas antes-después en las puntuar más alto después del entrenamiento y que
variables pco1: t46)=-3,59; con un nivel de sig- al ser la diferencia estadísticamente significativa, se
nificación p=,001, siendo los resultados más altos muestra más habilidoso en utilizar el Pensamiento
en el post test y con la variable pco2 t46)=-3,29; de Toma de Perspectiva, después de haber partici-
p=,002. También es significativa la diferencia para pado en el entrenamiento del Programa de Com-
la variable pco3, t46)=-5,22; p=000. Para pco4, petencia Social.

135
Ángela Rita Martín Caballero

Como observamos en la Tabla nº 26e, los resul- ser las diferencias estadísticamente significativas,
tados son más altos para el grupo experimental en se muestra más habilidoso en utilizar el Pensamien-
las pruebas del Test PMF a posterior, para todas y to Medios Fines después de haber participado en
cada uno de las variables. Aunque las puntuaciones el Programa de entrenamiento de Competencia
son más altas en pmf1post, la diferencia no es esta- Social.
dísticamente significativa. Para el resto de las pun-
Finalmente, introdujimos una variable de segui-
tuaciones, los resultados son más altos en el post
miento de aquellos usuarios drogodependientes que
test y, además, las diferencias sí son estadística-
habían participado en el Programa de Entrenamien-
mente significativas, en el test pmf2 t46)= –3,38;
to de Competencia Social, para ello, a través de
p= 0,001. Para pmf3, t46)= –3,79; p= 000.
contacto directo, seguimiento con sus centros de
Lo que significa que el grupo experimental, al referencia o a través de amigos y conocidos, fuimos
puntuar más alto después del entrenamiento y al recabando información sobre cuál era su situación

136
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

transcurrido tres periodos de tiempo: hasta un año Tratamiento en otros centros de atención a las dro-
después de finalizada su relación con el centro; su godependencias, 4 habían ingresado en prisión (por
situación pasado entre el año y los tres años, y, causas previas al tratamiento) y 2 habían recaído.
finalmente, transcurrido los tres años y hasta los 5 De uno a tres años después de finalizar el Progra-
años después de finalizado el Programa. ma, pudimos rescatar información de 31 de los 44
participantes, de los cuales se mantenía en Alta 21,
Hasta un año después de finalizar el Programa,
1 fue éxitus, 1 recaído, 5 continuaban en tratamien-
conseguimos recabar información de 43 de los 44
to en otros centros y 3 estaban en prisión.
participantes del grupo experimental de drogode-
pendientes, de los cuales 28 continuaban en situa- A los cinco años sólo teníamos datos de 25 de
ción de Alta, manteniendo una vida normalizada y, los participantes, de los cuales 15 continuaban en
según lo que nos manifestaban, se mantenían en situación de Alta, 6 estaban en tratamiento, 2 más
abstinencia. Esto supone un 63,6%; 4 continuaban eran éxitus y 2 continuaban en prisión.

137
7 Discusión
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

Cuando nos planteabamos realizar esta inves- te si está presente o no, y fue utilizar como elemento
tigación lo hacíamos con el firme propósito de eva- discriminante la presencia de los cinco pensamien-
luar un programa que considerábamos útil y efec- tos, descritos por el grupo de Spivack y Shure
tivo en su aplicación con población clínica y, sobre (1976), en un grupo de personas, dentro del cuál,
todo, en la aplicación a las personas con déficits o el grupo principal es población clínica, constituido
inhibición en la utilización de las habilidades socia- por drogodependientes que accedían al Centro de
les básicas que le permitiera ser competentes social- Día “Cercado del Marqués” para recibir tratamiento
mente, de cara a mejorar su calidad de vida. por su problemática de consumo de drogas.
Ambicionábamos atender y dar soluciones a Para ello, se ideó un diseño de investigación que
uno de los problemas más importantes hoy por hoy evaluase el uso de los cinco pensamientos básicos,
en nuestra sociedad que es el consumo de drogas comparando a diferentes grupos de personas y
y evitar o disminuir la manifestación de comporta- determinar si por pertenecer a un grupo u otro, la
mientos agresivos como forma de solucionar los presencia o el uso de estos pensamientos era dife-
problemas y de establecer las relaciones interper- rente. Posteriormente, en un segundo momento se
sonales, o el hacer uso de las drogas para resolver aplicó el programa de entrenamiento en competen-
las situaciones de interacciones sociales o los pro- cia social, cuyo programa de contenidos está basado
blemas cotidianos. Considerando que cuando se en el original de “R&R” de Ross y Fabiano (1985)
han basado en modelos de aprendizaje inadecua- e introducido y adaptado a población española
dos terminan generando sentimientos de indefen- como Programa de Pensamiento Prosocial por Garri-
sión, que están relacionados con los procesos del do (Garrido et al, 1992) y desarrollado en el ámbito
enfermar y presente en las conductas desajustadas educativo a nivel preventivo como Programa de
de las personas en su relación con la comunidad y Competencia Social por Segura (1992,1998). Tam-
la sociedad. De ahí planteábamos la necesidad de bién tomamos en cuenta algunas recomendaciones
abordar la drogodependencia desde un marco teó-
de Caballo (1993) para el entrenamiento. Nuestro
rico concreto y utilizando uno de los elementos más
Programa de Entrenamiento en Competencia Social
utilizados en los programas de tratamiento: el Entre-
incluía desde el entrenamiento Cognitivo: Habilida-
namiento en Competencia Social. Para ello, hacien-
des de pensamiento, desarrolladas a través de las 10
do caso a las recomendaciones de los diferentes
lecciones del CoRT1 de Edward De Bono (1985); El
investigadores, aplicábamos un buen programa de
Entrenamiento Conductual: Habilidades Sociales,
competencia social destinado a potenciar las capa-
desarrolladas según el Modelo de Aprendizaje
cidades y recursos personales para afrontar exitosa
Estructurado de Goldstein et al. (1989), Mejora de
y eficazmente las situaciones de interacción inter-
las habilidades Comunicativas (Caballo,1993), junto
personal y de solución de problemas en las diferen-
al entrenamiento de técnicas asertivas, utilizando
tes facetas de la vida.
las técnicas de Disco Rayado y Banco de niebla y
Por lo complejo que resulta medir la competencia el Crecimiento en Valores, aplicando el Modelo de
social en toda su dimensionalidad, nos planteamos dilemas morales de Kohlberg, descrito en el manual
partir de un criterio básico que nos indicara realmen- de Competencia Social de Segura (1992,1998) y

141
Ángela Rita Martín Caballero

las Técnicas para el Control Emocional: modificación blemas y toma de decisiones, confluyendo con los
de atribuciones, expectativas de autoeficacia, modi- elementos integrantes y los objetivos de nuestro pro-
ficación de pensamientos distorsionados y entrena- grama de competencia social.
miento en técnicas de relajación.
Nos apoyábamos en la idea de que si se pro-
Por tanto, la aplicación con drogodependientes ducen mejoras con el entrenamiento, esta tiene que
de nuestro programa de competencia social, se reflejarse en un importante incremento en los cinco
correspondía con la necesidad de validar un pro- pensamientos básicos descrito como necesarios en
grama de intervención en el ámbito de la aplicación la resolución de problemas interpersonales: PA,
clínica, que había demostrado ser eficaz en dife- PCa, PCo, TDP y PMF, de manera que contribuirían
rentes contextos: penitenciario, con delincuentes, a una modificación sustancial del comportamiento
en el ámbito educativo, etc. Para ello se ideó un en sí y sería una ganancia estable en el tiempo.
diseño experimental en el que, por una parte se
evaluara la presencia de los cinco pensamientos En relación a los resultados obtenidos, empe-
básicos (Pensamiento Alternativo, Pensamiento zaremos por destacar que para desarrollar la inves-
Causal, Pensamiento Consecuencial, Pensamiento tigación se accedió a una muestra compuesta por
Toma de Perspectiva y Pensamiento Medios Fines), cuatro grupos: Jóvenes en Tutorías, Personas en
descritos y concensuados por los diferentes inves- prisión, Personas que acceden al Centro de Día en
tigadores como implícitos en la competencia social busca de Formación ocupacional y finalmente una
y, por otro lado, evaluar la eficacia de aplicar el pro- muestra Clínica de entre los pacientes que accedían
grama de entrenamiento en competencia social, en al Centro de Día “Cercado del Marqués” para con-
relación a si mejora el uso de estos cinco pensa- tinuar tratamiento por su problemática de drogode-
mientos. Por ello, una de las variables independien- pendencias.
tes más relevantes era la aplicación frente a la no
Inicialmente la muestra se mostró muy homo-
aplicación del programa específico de competencia
génea en cuanto a características sociodemográfi-
social en un grupo de personas con problemática
cas, existiendo cierta diferencia en las medias de
de drogodependencias.
edad, comprobamos que la media de edad mayor
Además de establecer el marco teórico para la es la que le corresponde a los drogodependientes.
competencia social, se describió el marco teórico
En cuanto a la distribución por sexo, el grupo
desde el que se abordan las drogodependencias,
de drogodependientes era mayoritariamente hom-
pues es necesario para entender la problemática,
bre, siendo un reflejo de la realidad clínica, en la
las dificultades de la evaluación y de las interven-
que la proporción se sitúa en un mayor número de
ciones. Señalábamos la coincidencia de elementos
hombres, frente al de mujeres, que solicitan trata-
en los programas de competencia y en el tratamien-
miento, en un proporción aproximada de 4-1,
to de las drogodependencias, proponiéndose de
(23,6% mujeres y 76,4% hombres), en el resto de
forma concensuada, por parte de los diferentes
grupos, a excepción de prisión, la ratio mujer-hom-
autores, la importancia del entrenamiento en habi-
lidades sociales/competencia social. Elemento que bre estaba equiparada al 1-1.
además se señala como esencial en los programas En el resto de las características, la muestra era
de prevención y clave en el programa de Prevención similar en la evaluación previa de las mismas, por
de Recaídas. tanto podemos considerar una muestra homogénea
Básicamente, en el tratamiento de las drogode- y comparable.
pendencias se destacaba la necesidad de abordar En las medidas posteriores, es necesario valorar
las expectativas de éxito y de autoeficacia, el auto- los resultados obtenidos a través de los diferentes
control emocional (modificando el sistema atribu- análisis realizados y destacaremos lo más relevante.
cional y las distorsiones de pensamiento), el manejo
de la ansiedad, el entrenamiento en habilidades En cuanto a los datos en los que se observan
comunicativas, las habilidades necesarias para cambios a nivel descriptivo y, cuantificados cualita-
hacer frente a las diferentes situaciones de riesgo y tivamente, podemos apreciar mejoras en el nivel aca-
sobre todo de interacción interpersonal, las habili- démico para el grupo de drogodependiente siendo
dades cognitivas necesarias para la solución de pro- mayor el que se aprecia para el grupo experimental

142
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

frente al grupo control. Lo que está directamente rela- gida en las páginas 226 y 227 de la Entrevista Indi-
cionado con incluir en el programa de actividades cador del Tratamiento de la Adicción a Opiáceos de
educativas, alentar a los pacientes/usuarios del Cen- González-Saiz y Cols. (1997) y utilizando el baremo
tro de Día y prepararlos en las asignaturas básicas de la misma para cuantificar el grado de disfuncio-
para que pudieran presentarse a las pruebas libres nalidad social. También se contrastaba la informa-
para la obtención del Graduado Escolar. ción con la familia, con otros profesionales y con el
paciente en los casos que fue posible, los resultados
Por otro lado, también se observa un cambio
son mejores y, esto coincide con nuestra experien-
importante en relación a la situación laboral poste-
cia, de que es real la mejora en el funcionamiento
rior frente a la situación previa. En el grupo experi-
social de los drogodependientes que están en
mental de drogodependientes hay un mayor núme-
tratamiento, tanto a niveles generales como parti-
ro de casos que pasan a estar en situación activa,
culares. Es decir, cuando la persona inicia un tra-
es decir, que están trabajando o han accedido a un
tamiento empieza a tener mejores relaciones fami-
trabajo cuando finaliza el tratamiento, en compa-
liares, suele relacionarse de otra manera con su
ración con aquellos drogodependientes del grupo
entorno social y aunque estos resultados los valo-
control. Esto es un dato de mucha relevancia, pues
ramos como muy positivos, también debemos
como ya se argumentaba en el marco teórico, el
tomarlos con cierta prudencia y quizás plantear
lograr y mantener un empleo es un factor de pro-
algunas sugerencias para investigaciones futuras.
nóstico de éxito en el tratamiento de las drogode-
pendencias. Hasta este momento, los resultados comentados
son acordes con lo que vivimos en la práctica clínica
A lo largo del tratamiento hay una tendencia a
cotidiana. Es decir, lo que sabemos por el trabajo
mantener la abstinencia, tanto a la droga principal
en el día a día, ahora podemos observarlos refleja-
como a la secundaria. Lo que apunta a la eficacia
dos en los resultados obtenidos de una manera más
del tratamiento para lograr mantener a los drogo-
sistematizada y gráfica, aunque somos conscientes
dependientes alejados del consumo, al menos
de que no son datos generalizables, pues nos falta
durante el tiempo que permanecen en el centro.
una muestra mayor para poder determinar la signi-
Los resultados señalan, además, que esta tendencia
ficación estadística de los resultados obtenidos y
a la abstinencia es mayor en el grupo experimental.
poder realizar otras pruebas paramétricas y relacio-
El hecho de que el porcentaje sea mayor entre el
nales que nos aporten una mayor información al
grupo experimental frente al control, podríamos infe-
respecto y en ello seguiremos trabajando.
rir que el programa de competencia social está fun-
cionando positivamente en el autocontrol frente al Los resultados, concuerda con otras investiga-
consumo y, posiblemente, está siendo eficaz al ciones, en que aquellos drogodependientes que per-
reducir las posibles causas que pueden predisponer manecen por mayor espacio de tiempo en el trata-
al consumo (ansiedad, relaciones interpersonales, miento obtienen mejores logros, que aquellos otros
solución de problemas, etc.), disminuyendo la que abandonan el mismo. Incluso podríamos expli-
necesidad de consumir drogas. Es decir, los que carlos en dos sentidos, por un lado que aquellos
participan en el programa de competencia social que tienen mayor motivación para el tratamiento
encuentran alternativas diferentes al consumo de permanecen más tiempo y a su vez obtendrán
drogas para hacer frente a los factores de riesgo o mejores resultados, lo cual en parte podemos con-
a los factores que predisponen al consumo. siderarlo como cierto. Aunque si tenemos en cuenta
que el 80% de los drogodependientes que solicitan
En relación al motivo de baja del centro hay
tratamiento en el centro lo hacen por iniciativa pro-
una mayor tasa de abandonos entre el grupo con-
pia, se les supone una motivación para realizar el
trol, mientras que el números de Altas terapéuticas
tratamiento. Por ello, creemos más en una segunda
es mayor en el grupo experimental.
explicación, en la que es posible explicar los resul-
Por otra parte y, en relación al funcionamiento tados en función de que aquellos que participan en
social, se realizó una valoración a posteriori, con el tratamiento y empiezan a observar resultados
carácter retrospectivo, analizando los aspectos de positivos, aumentan sus expectativas de autoefica-
la historia clínica que podían dar respuesta a la apli- cia y se motivan para continuar con su propio pro-
cación de la escala de funcionamiento social reco- ceso de cambio. De cualquier manera y aunque

143
Ángela Rita Martín Caballero

creemos que es posible que ocurra de ambas for- cuestiones que planteaban las pruebas se enten-
mas, en nuestro caso valoramos que participar del dieran de la misma manera antes y después (sobre
programa de competencia social motiva a continuar todo teniendo en cuenta que cuando el paciente
el proceso de tratamiento. Aunque, para dilucidar llega al centro suele estar desorientado, algunos
esta cuestión nos falta un mayor volumen de mues- bajo los efectos de las medicaciones de desintoxi-
tra y cierta estabilidad en los grupos de compara- cación, o incluso las dificultades comunicativas a
ción y, en la práctica clínica, es bastante complica- la hora de entender un lenguaje más “normalizado”
do, aunque no imposible, eso sí es una cuestión que no se corresponde con el que han venido usan-
de inversión de esfuerzo y mucho tiempo hasta do, o los problemas de lectoescritura), la retención
lograr la muestra necesaria. de la muestra, la alta muerte experimental, etc. ,
decidimos centrarnos en aspectos más puntuales
Una de las dificultades para poder encontrar dife- y objetivos, que nos permitiera la comparación y
rencias estadísticas significativas entre el grupo con- nos diera datos significativos, creíbles, valorables y
trol y experimental es el número de personas que aplicables a la práctica clínica y centrados en la efi-
componen la muestra, téngase en cuenta que la cacia del programa de entrenamiento en compe-
muestra para comparar resultados al finalizar el pro- tencia social.
grama de tratamiento se correspondía a muy pocos
casos que no habían abandonado el tratamiento, Estos datos nos los aportan los análisis realiza-
resultaba más difícil realizar los análisis estadísticos dos a través del instrumento principal utilizado para
pertinentes y, que aunque los resultados apuntan a esta investigación y que salvaba muchas de las difi-
ciertas tendencias de mejora en el grupo experimen- cultades ya mencionadas en apartados anteriores.
tal frente al de control, no nos permite poder relacio- También nos aportaba la evaluación y comparación
nar y analizar con pruebas estadísticas, las diferen- persona a persona de los resultados obtenidos por
cias entre aquellos que permanecen en el programa cada uno en la investigación.
de tratamiento y aquellos otros que lo abandonan.
Pasamos, por tanto, a comentar los resultados
En nuestro caso muchos de los drogodepen- más relevantes que hemos encontrado tras la apli-
dientes que formaban parte del grupo control, aban- cación de nuestro programa de competencia social
donan el tratamiento, pero regresan al tiempo y se con los drogodependientes del Centro de Día “Cer-
les recogían nuevamente los datos, aunque una cado del Marqués”.
gran mayoría no lo hacían y de aquí los problemas
para tener grupos estables para hacer diferentes En relación a las medidas previas del la Batería
comparaciones y contrastar si los cambios se deben de Test de Habilidades Interpersonales, versión
a la intervención o al transcurrir del tiempo. abreviada, de Bethencourt (1989), todos parten
del mismo nivel, en relación al uso de los cinco
Haciendo una lectura positiva de estos primeros pensamientos básicos para las Habilidades Sociales
resultados descriptivos, los datos apuntan a la efi- y Competencia Social, lo que nos permite hacer
cacia de tratamiento de participar en el programa comparaciones entre el grupo experimental y el
de actividades PAT del Centro de Día y que la mejo- grupo control y a su vez, de cada grupo consigo
ra está en correspondencia con algunos aspectos mismo en fase previa y posterior. Es decir, esto para
relacionados con el trabajo, la familia y la disminu- nosotros significa que antes de iniciar el programa
ción del consumo de drogas, aunque insistimos en específico de competencia social todos parten con
que es necesario seguir ahondando e investigando el mismo nivel en las habilidades medidas en los
el cómo y el por qué de la relación de algunas varia- cinco pensamientos básicos (Pensamiento Alterna-
bles con la retención y la mejora del tratamiento, tivo, Pensamiento Causal, Pensamiento Consecuen-
así como si estos cambios o mejoras son duraderos cial, Pensamiento de Toma de Perspectiva y Pen-
en el tiempo con estudios de seguimiento bien pla- samiento Medios Fines) y consecuentemente si
nificados y más longitudinales. observábamos diferencias en las puntuaciones a
posterior se debían a la aplicación del Programa de
Cuando nos planteamos el diseño de investiga- Entrenamiento en Competencia Social.
ción y observando los problemas que encontrába-
mos para cumplimentar los instrumentos de eva- Para comprobar si ambos grupos eran compa-
luación, las dificultades para que los ítems o rables se analizó, primeramente con los estadísticos

144
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

de diferencia de Medias y, posteriormente, se aplicó sentido algunos autores e investigaciones apuntan


un análisis de Varianza (ANOVA) y la prueba de a que las mujeres son más habilidosas socialmente.
medias comparadas. Los principales resultados nos
indican que de forma global y en cada una de las En cualquier caso, este es un aspecto que que-
pruebas, en la Batería de Habilidades Interperso- daría para la reflexión y para plantear una investiga-
nales, el grupo es homogéneo a excepción de en ción en el futuro, en el que se puedan distinguir las
la variable TDP2, en la que el grupo control puntúa diferencias por género en relación a la Competencia
más alto que el experimental y la diferencia es sig- Social, con una muestra adecuada y representativa.
nificativa estadísticamente. Esto supone que el Cuando se comparan los resultados en las pun-
grupo control es más habilidoso en la habilidad de tuaciones a la Batería de Habilidades Interpersonales
pensamiento en perspectiva, en situaciones de rela- antes del entrenamiento y en la fase posterior al
ciones con amigos/conocidos, en la evaluación pre- mismo, entre el grupo experimental y control, obser-
via a la aplicación del programa. vamos que las medias de las puntuaciones poste-
Por tanto, y, de forma general, podemos decir riores son superiores a las medias de las puntuacio-
que la muestra es comparable y que antes de la apli- nes previas para cada una de las pruebas e ítems
cación del Programa de Competencia Social todos de la Batería de Habilidades Interpersonales para el
están al mismo nivel en el uso de los cinco pensa- grupo experimental. Lo que significa que el Programa
mientos básicos para la competencia social, siendo de Entrenamiento en Competencia Social ha tenido
algo mejor el grupo control frente al experimental en un efecto positivo sobre los que lo han recibido.
el item 2 del Pensamiento de Toma de Perspectiva. Por otro lado, cuando hacemos las comparacio-
Nos quedaba comprobar si el grupo experimen- nes del grupo experimental antes - después del
tal compuesto en esta ocasión por drogodependien- entrenamiento hemos observado un incremento de
tes y acceso directos (AD), también eran compara- las puntuaciones medias para cada una de las
bles antes de iniciar la aplicación del programa de Variables. El incremento se ha producido en las
competencia social, en el uso de los cinco pensa- medidas posteriores en todos y cada uno de los
mientos básicos ya descritos (PA, PCa, PCo, TDP Pensamientos (PA, PCa, PCo, TDP y PMF), por lo
y PMF). En la comparación del grupo experimental: que nuestro grupo experimental ha mejorado en el
Drogodependientes del Centro de Día con Grupo uso de los cinco pensamientos a la hora de respon-
Experimental de Accesos Directos en la fase previa, der a la Batería de Habilidades Interpersonales, des-
nos aporta que ambos grupos son homogéneos en pués de recibir el Programa de Entrenamiento en
cuanto a las medias de las puntuaciones obtenidas Competencia Social.
en la Batería de Habilidades Interpersonales.
Cuando se ha realizado el análisis de Diferencias
Por tanto, deducimos que tienen igual funcio- de Medias de Muestras Relacionadas en los resul-
namiento, en cuanto al uso de los pensamientos tados del grupo experimental, para el Test PA, pode-
básicos en las habilidades sociales y solución de mos apreciar que efectivamente el entrenamiento
problemas interpersonales, antes de iniciar nuestro ha mejorado el Pensamiento Alternativo y las dife-
programa de entrenamiento en Competencia Social. rencias son significativas estadísticamente a favor
de los resultados posteriores al entrenamiento para
En cuanto a las diferentes variables para las que el grupo experimental. Por tanto, podemos atribuirle
se encontraron diferencias estadísticas entre el grupo al entrenamiento las mejoras.
experimental de AD y el de drogodependientes en
PA1 pre, (Se ruega consultar Tablas nº 24a en En relación a las Diferencias de Medias de
pág.269), en PCa1 pre y PCa2 pre (Se ruega con- Muestras Relacionadas de los resultados del grupo
sultar Tabla nº 24b en pág. 270) y en PMF1 pre experimental para el Test PCa, los resultados son
(Se ruega consultar Tabla nº 24e en pág. 273). más altos para el grupo experimental en las pruebas
Intuimos que una posible causa de esta diferencia a posterior en el Test PCa, lo cual contribuye a
pueda deberse a las diferencias relacionadas con el demostrar que el Programa de Entrenamiento en
género, pues el grupo experimental de Acceso Direc- Competencia Social aumenta el uso del Pensamien-
to eran mayoritariamente mujeres (64,3%) y en este to Causal.

145
Ángela Rita Martín Caballero

En el análisis de Diferencias de Medias de experimental, para el Test PMF, podemos apreciar


Muestras Relacionadas para los resultados del que efectivamente el entrenamiento ha mejorado el
grupo experimental en el Test PCo, el grupo expe- Pensamiento Medios Fines. Las diferencias encon-
rimental obtiene puntuaciones más altas en la fase tradas para las Variables PMF2 y PMF3 son signi-
posterior a recibir el entrenamiento, siendo las dife- ficativas estadísticamente y, aunque para el PMF1
rencias significativas estadísticamente para las varia- no es significativa, sí que puntúan más alto en la
bles PCo1 y PCo2, aunque también puntúan más fase post de esta variable. Por tanto, podemos afir-
en la fase post para la Variable PCo3 y por tanto mar que para nuestro grupo experimental, ha habi-
podemos afirmar que el grupo experimental hace do una mejora del uso del Pensamiento Medios
un mayor uso del Pensamiento Consecuencial tras
Fines, atribuible a la participación en el Programa
recibir el entrenamiento.
de Entrenamiento en Competencia Social.
Cuando se ha realizado el análisis de Diferen-
Lo que viene a demostrar que una vez aplicado
cias de Medias de Muestras Relacionadas para los
nuestro Programa de Entrenamiento en Competen-
resultados del grupo experimental, para el Test TDP,
cia Social, el grupo experimental ha logrado mejorar
podemos apreciar que efectivamente el entrena-
miento ha mejorado el Pensamiento de Toma de el uso de los cinco pensamientos y por tanto se les
Perspectiva. Las diferencias encontradas son signi- supone más competente socialmente. Por lo que
ficativas estadísticamente, para cada una de las los drogodependientes que han participado del pro-
Variables del Test y a favor de los resultados poste- grama funcionarán de una manera más competen-
riores al entrenamiento para el grupo experimental. te socialmente.
Por tanto, podemos atribuirle la mejora en el uso
No podemos afirmar categóricamente que la
del Pensamiento de Toma de Perspectiva al Progra-
mejora en competencia social está relacionada con
ma de Entrenamiento en Competencia Social.
el éxito en el tratamiento, pero los datos que obte-
En el análisis de las Diferencias de Medias de nemos del seguimiento apuntan a que podría con-
Muestras Relacionadas para los resultados del grupo tribuir de una manera importante.

146
8 Conclusiones
Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

En resumen, este trabajo se había realizado para petencia Social. Para ello nos planteamos las Hipó-
demostrar la eficacia de la aplicación de un Progra- tesis de trabajo. Para las cuales podemos decir que:
ma específico y estructurado de Entrenamiento en
Se confirman todas y cada una de las Hipótesis
Competencia Social dirigido a drogodependientes
Conceptuales 1, 2, 3, 4 y 5, puesto que los resul-
en tratamiento en el Centro de Día “Cercado del
tados apuntan a una mejora significativa de las
Marqués”. Para ello, habíamos decidido evaluar
Dimensiones Cognitivas en cada uno de los Pen-
previamente el nivel de uso de cada uno de los
samientos: Alternativo, Causal, Consecuencial,
cinco pensamientos (PA, PCa, PCo, TDP, PMF) que
Toma de Perspectiva y Medios-Fines. De aquí pode-
constituyen las dimensiones cognitivas implícitas
mos extraer nuestra segunda conclusión: El entre-
en las habilidades sociales y la competencia social,
namiento en Competencia Social mejora las
en diferentes grupos: Drogodependientes, Jóvenes
Dimensiones Cognitivas en cada uno de los pen-
de Tutorías (a priori jóvenes en situación de riesgo),
samientos: Alternativo, Causal, Consecuencial,
Personas que acceden a recibir formación ocupa-
Toma de Perspectivas y Medios Fines.
cional, que inicialmente no tienen diagnosticado
un problema de drogas y Personas internas en pri- También se confirman las Hipótesis empíricas
sión (que manifiestan tener o haber tenido proble- 1.1, 1.2, 1.3, 1.4 y 1.5 puesto que los resultados
mas de drogas). La evaluación a través de un ins- demuestran que el entrenamiento con el programa
trumento de medida válido, fiable, adaptado a la de competencia social dió lugar a diferencias esta-
población canaria y que se había mostrado eficaz dísticamente significativas pretest-postests en las
en detectar las diferencias antes-después, tanto para puntuaciones obtenidas en el ítem 1, 2, 3, 4 y 5
la comparación de grupos como en la comparación respectivamente del test Pensamiento Alternativo
intra-sujeto: La Batería de Habilidades Interperso- (PA) de la Batería de Habilidades Interpersonales
nales, versión abreviada de Bethencourt (1989). de Bethencourt (1989).

Se comparó a los diferentes grupos de la mues- Nuestra tercera conclusión, por tanto, es que
tra, pudiendo extraer la primera Conclusión: Los las personas que participan en el programa de
grupos que hemos evaluado usan de una manera Competencia Social, mejoran en el uso del Pensa-
similar los cinco pensamientos y son homogéneos miento Alternativo y estas mejoras son también
en su uso, no existiendo diferencias significativas para cada uno de los items, del test después de
al inicio entre el grupo de drogodependientes y el haber recibido el entrenamiento en Competencia
resto, en el uso global de los Pensamientos: Alter- Social y son más hábiles a la hora de encontrar
nativos, Causal, Consecuencial, Toma de Perspec- alternativas para solucionar problemas.
tivas y Medios Fines.
Los resultados nos confirman las Hipótesis Empí-
Por otra parte nos interesaba conocer objetiva- ricas 2.1, 2.2 y 2.3, puesto que el entrenamiento
mente si participar en el Programa de Competencia con el programa de competencia social da lugar a
Social suponía una mejora en el uso de los cinco diferencias estadísticamente significativas pretest-
pensamientos, directamente implicados en la Com- postests en las puntuaciones obtenidas en el ítem

149
Ángela Rita Martín Caballero

1, en el item 2 e item 3 del test Pensamiento Cau- Se confirman las Hipótesis empíricas 5.2 y 5.3
sal (PCa) de la Batería de Habilidades Interperso- ya que el entrenamiento con el programa de com-
nales de Bethencourt (1989). petencia social ha dado lugar a diferencias estadís-
ticamente significativas pretest-postests en las pun-
Nuestra cuarta conclusión es que participar en tuaciones obtenidas en el ítem 2 e ítem 3 del test
el Programa de Competencia Social mejora el Pen- Pensamiento Medios Fines (PMF) de la Batería de
samiento Causal y también mejoran en cada item Habilidades Interpersonales de Bethencourt
de la prueba PCa, después de recibir el programa (1989). Y aunque mejoran las puntuaciones no
de entrenamiento. Es decir, las personas después podemos afirmar que para el ítem 1, del test PMF,
del entrenamiento son capaces de encontrar dife- estas mejoras sean significativas antes- después.
rentes y mayor número de posibles causas ante una
situación problema. Por lo que nuestra séptima conclusión es que
el Entrenamiento en Competencia Social mejora
Se confirman las Hipótesis empíricas 3.1, 3.2 el uso del Pensamiento planificador Medios-Fines
y 3.3, ya que el entrenamiento con el programa de (PMF) en la persona y lo hace para todos los ítems,
competencia social ha dado lugar a diferencias esta- aunque solo podemos decir que es significativa-
dísticamente significativas pretest-postests en las mente mejor para los ítems 2 y 3 del test. Por tanto,
puntuaciones obtenidas en el ítem 1, en el item 2 las personas que han participado son más compe-
e item 3 del test Pensamiento Consecuencial (PCo) tentes en planificar acciones para solucionar pro-
de la Batería de Habilidades Interpersonales de blemas.
Bethencourt (1989). Y aunque mejoran las pun-
No se confirman las Hipótesis empíricas 1.6;
tuaciones no podemos afirmar que para el item
2.4; 3.5; 4.4 ni 5.4, pues a pesar de que las
PCo4, estas mejoras sean significativas.
medias de puntuaciones del grupo experimental
Lo que genera nuestra quinta conclusión: Par- son más altas que las del grupo control, las dife-
ticipar en el Programa de Entrenamiento de Com- rencias no son significativas estadísticamente. Por
petencia Social genera un aumento del Pensamien- tanto, y aunque con el Entrenamiento con el Pro-
to Consecuencial en cada persona y en cada item grama de Competencia Social los resultados son
del test, excepto para el item Pco4, que la mejora más altos para el grupo experimental, no podemos
no es significativa. Las personas son más compe- concluir que existan mejoras a favor del entrena-
tentes a la hora de preveer y pensar en las posibles miento en cada uno de los ítems de los test Pensa-
consecuencias de una opción o situación. miento Alternativo, Pensamiento Causal, Pensa-
miento Consecuencial, Toma de Perspectiva y
Se confirman las Hipótesis empíricas 4.1, 4.2 Medios-Fines de la Batería de Habilidades Interper-
y 4.3 ya que el entrenamiento con el programa de sonales de Bethencourt (1989), entre drogodepen-
competencia social ha dado lugar a diferencias esta- dientes entrenados y no entrenados (grupo control).
dísticamente significativas pretest-postests en las
Nuestra octava conclusión, en relación a poder
puntuaciones obtenidas en el ítem 1, en el item 2
hacer contrastes y comparaciones estadísticas que
e item 3 del test Pensamiento Toma De Perspectiva
nos permitan generalizar los resultados obtenidos,
(TDP) de la Batería de Habilidades Interpersonales
es necesario obtener una muestra más amplia de
de Bethencourt (1989). Por ello, planteamos como
personas que podamos asignar aleatoriamente tanto
sexta conclusión que el Entrenamiento en Compe-
al grupo control como experimental.
tencia Social genera un aumento del Pensamiento
de Toma de Perspectiva para cada persona y en Novena conclusión, el tratamiento de las dro-
cada ítem del test. Por lo que las personas que par- godependencias si se completa con un Programa
ticiparon del programa de entrenamiento son más estructurado de Entrenamiento en Competencia
habilidosas en contemplar otros puntos de vista y Social apunta a que puede mejorar significativa y
entender los sentimientos o razones de los otros. sensiblemente los resultados de éxito del mismo.

150
Referencias Bibliográficas
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Evaluación y Entrenamiento en Competencia Social con personas drogodependientes. Año 2010

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Dra. Dª. Ángela Rita Martín Caballero Otras Áreas de Actividad
n Diseñar, Coordinar e implementar el Programa de
Doctora en Psicología Clínica y de la Salud. Universidad
“Autocontrol del comportamiento agresivo y violento”,
de La Laguna.
dirigido a personas sentenciadas por violencia familiar
Premio Extraordinario de Doctorado en Ciencias de la
y/o de género.
Salud, por la Universidad de La Laguna, 2009.
n Desempeñar funciones de Coordinación del Centro de
Psicóloga Titulada con Especialización en Psicología Clí-
Día “Cercado del Marqués”, Responsable del Programa
nica.
de Estancia de Día y Responsable de Formación, Inves-
Máster Universitario en Drogodependencias. Universidad
tigación y Documentación para la ACJ. SAN MIGUEL.
de La Laguna.
n Responsable del Programa de Inserción Social de la
Docente Colaboradora del Departamento de Personalidad,
ACJ. SAN MIGUEL.
Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad
n Coordinación del Proyecto Fénix, Programa de Inter-
de La Laguna.
vención directa con internos drogodependientes en el
Profesora Supervisora de alumnos en prácticas del Máster
Centro Penitenciario Tenerife II, programa que se des-
de Psicología Clínica y de la Salud de la Universidad de
arrolla en colaboración entre la ACJ SAN MIGUEL y el
La Laguna.
Centro Penitenciario de Tenerife.
Asocciate Member of Cognitive Center of Canadá.
Acreditada por el Cognitive Center of Canadá, y el Profesor Docencia
Ross, para la formación y Asesoramiento de los Progra-
n Amplia experiencia Docente en programas formativos
mas de Competencia Social R&R y R&R2.
dirigida a alumnado universitario y profesionales sobre
Miembro del Comité Editorial del European Network Vic-
temas relacionados con: Habilidades Sociales y Com-
tim Support Review.
petencia Social; Criminología y Delincuencia; Drogo-
Psicóloga Clínica de la ACJ SANMIGUEL, desde 1995
dependencias y Conductas Adictivas; Agresividad y
hasta la actualidad.
Violencia; Intervención y Conducción de grupos; Tera-
Experiencia Profesional pia Familiar.
n Ponente invitada en varios Seminarios, Simposiums y
n Técnico del Ministerio de Justicia, Dirección General
Congresos, Nacionales, Europeos e Internacionales.
de Instituciones Penitenciarias, para el Centro Peniten-
n Dirección y Gestión Técnica y Organizativa de varios
ciario de Tenerife, Participando en el Programa de Edu-
Cursos de Formación Especializada y Reciclaje Profe-
cación Integral, actividad principal era evaluar y entre-
sional.
namiento en Habilidades sociales y competencia social
n Presidencia de Comités Científico-Organizador de: Sim-
de varios grupos de internos.
posium Internacional sobre Criminología y Delincuen-
n Psicóloga del Proyecto Fénix, Programa de Intervención
cia (2008), I Congreso Internacional sobre prevención
directa con internos drogodependientes en el Centro
y tratamiento de la violencia (2009) y Simposium
Penitenciario de Tenerife, programa que se desarrolla
Internacional sobre violencia familiar y consumo de
en colaboración entre la ACJ SAN MIGUEL y el Centro
drogas (2010).
Penitenciario de Tenerife. (1992 – 1996).
n Desde Septiembre de 1996, desempeña funciones Publicaciones
como Psicóloga Clínica en el Centro de Día “Cercado
n Varios artículos relacionados con drogodependencias
del Marqués”. Perteneciente a la ACJ SAN MIGUEL.
en Revistas Nacionales y Aportaciones en Revistas
Actividades Preventivas extranjeras.
y de Promoción de la Salud n Varias Comunicaciones relacionadas con el Entrena-
miento en Habilidades Sociales y Competencia Social,
n En materia de Prevención (VIH, SIDA, ITS,…), des-
presentadas en Foros científicos Nacionales e Interna-
arrollo del programa de intervención en materia de edu-
cionales.
cación afectivo-sexual con grupos de adolescentes de
n Varios capítulos de libros, en publicaciones Nacionales
3º y 4º de la ESO, dentro del Programa: Educar para
e Internacionales.
la Salud.
n Ha desarrollado actividades asistenciales y participar
en el programa de prevención y promoción de la salud
con mujeres en riesgo de exclusión social.

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