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Leyenda de la Siempreviva

Después de una de aquellas lloviznas que vienen del cielo en el verano


por la tarde, a las faldas del cerro Kinich Kakmó, caminaba un
lugareño quien escuchó una vocecita, que en forma dulce decía: "¿Eres
tú Balám?" Atónito, miró a su alrededor pensando que era una ilusión
de sus sentidos; pero la pregunta se repitió y para su asombro, la voz
salía de la flor de yerba silvestre llamada siempreviva.

Sea por curiosidad o superstición, contestó: "¿Quién eres que me


llamas por un nombre que no es el mío?" A lo que la voz le respondió:
"Entonces, tú no eres mi Balam, ni me conoces, pero si me escuchas te
contaré mi historia y quien soy..."

La vocecita le contó: "Yo era una sacerdotisa del templo de Itzamaltul,


hija de un principal; había hecho el voto de castidad que mi condición
me exigía, lo que significacaba que mi amor sería para mi dios y no
para un mortal. Durante una ceremonia del juego de pelota conocí a
un valiente guerrero de nombre Balam... nos enamoramos, pero de un
modo u otro esto llegó a oídos de mi padre, hasta sorprendernos en
una de nuestras entrevistas de amor.

Como castigo nos impuso, a mí, ser sacrificada a los pies del dios rojo
"Kinich", y a él, presenciar el sacrificio al pie de la escalinata del mismo.

Ese trágico día llegó, recuerdo que me pintaron y vistieron, como


quienes mueren al pie del dios; como un sueño recuerdo que fui
llevada y colocada en el templo del dios Kinich, ante la mirada
desesperada de mi Balam para cumplir su sentencia... de repente sentí
un profundo dolor al ser mi pecho desgarrado, pero mi corazón aún
palpitante se arrebató de las manos del sumo sacerdote y rodando
por las escalinatas del templo llegó a los pies de mi amado Balam,
quien escuchó de mí: Tómame, soy tuya,

El huyó conmigo en sus manos a esconderse, sin que nadie osara


impedirlo y a la claridad de una noche de luna llena me trajo a enterrar
a los pies de este templo.

Ofreció volver por mí, lo he esperado muchas lunas llenas pero mi


Balam no llega"

Emocionado el lugareño al escuchar la historia, acerco sus labios para


besar a la florecita y en su interior al crepúsculo vio brillar una gota...
¿Sería de la lluvia anterior? o ¿Sería una última lágrima
que siempreviva derramaba por su Balam?... ¿Quién lo sabe?

Mayté Sofía Montero Gorocica

4º. B

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