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Respecto al primer y segundo gobierno peronista, las preguntas que nos guiarán en esta
parte son:
¿A qué tipo de sujetos interpeló el movimiento peronista? ¿Qué tipo de sujeto -social y
político- pretende formar ese proyecto? ¿Qué impacto tuvo este pensamiento y las acciones del
peronismo en la configuración de nuevas subjetividades? ¿Qué políticas públicas de promoción
de la niñez, del deporte, el arte o la salud impactaron en lo educativo?
En primer lugar, podemos decir que el peronismo constituyó un programa político-
formativo nacional y popular que expresó y logró concretar las demandas de diversos sectores
sociales.
Se propuso:
* Incorporar de manera masiva, a los trabajadores y a los sectores populares a un
sistema educativo que acompañara al proyecto productivo nacional.
* Incluir a la educación, la vida política y al ejercicio de la ciudadanía a las mujeres.
* Interpelar la idea cristiana de caridad y reemplazarla por la de justicia social;
* Democratizar el acceso a los bienes materiales y simbólicos (trabajo, vivienda,
derechos sociales pero también educación, cultura, recreación).
A la vez, la relación política del líder con su pueblo es muy particular: configura un
vínculo pedagógico. Tanto Perón como Eva Duarte de Perón asumen el rol de interpelar a este
nuevo sujeto político: el pueblo. Esto es lo que analizamos en el texto de Somoza Rodríguez, M.
Una mirada vigilante, educación del ciudadano y hegemonía en Argentina.
En cuanto a los orígenes, al igual que otros proyectos latinoamericanos de raigambre
popular, el peronismo produjo una síntesis -no exenta de contradicciones- de varias
tradiciones de las que se fue nutriendo y que estaban presentes en la configuración cultural de
los sectores populares:
* el catolicismo nacional, en oposición al proyecto liberal y positivista;
* nacionalistas y populares como el radicalismo de Yrigoyen;
* algunas expresiones del socialismo y del comunismo, e incluso del marxismo leninista
en sus expresiones políticas más radicalizadas.
¿Cuál era el contexto en esos años 40? En el siguiente video, en especial en los
primeros 10 minutos, se puede apreciar:
http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=50013
Nuevos escenarios para un nuevo proyecto educativo
Por su parte, la incorporación masiva de inmigrantes de la Europa empobrecida y
en guerra había contribuido a la emergencia de nuevos actores a la vida social y
política nacional. A la vez, se modificaron los rasgos de las configuraciones urbanas y rurales;
el incipiente surgimiento de una industria que generaba nuevas demandas y nuevos saberes en la
formación y capacitación de los trabajadores; las organizaciones de sindicatos que pugnaban por
mejorar sus condiciones de vida y un sistema educativo cuyo modelo positivista y
enciclopedista liberal, no daba respuestas a los nuevos desafíos de la época y a la necesidad de
incluir a cada vez más argentinos.
Tenemos, entonces, nuevos actores sociales en un nuevo proyecto económico y
político: obreros que deben ser capacitados para los nuevos desarrollos industriales, mujeres
que se incorporan masivamente al mundo del trabajo, impulso de un modelo de desarrollo con
valor agregado a la producción nacional para efectuar intercambios comerciales con un mundo
que estaba mutando hacia un nuevo orden. ¿Y el Estado? Tendrá un rol central en la
planificación e implementación de estas políticas.
Perón entendía las ventajas de la promoción social por medio de la educación.
También tenía en claro la dinámica de la construcción y la comunicación que funcionan como
una verdadera pedagogía política. De modo que comprendía la necesidad de lo que
hoy llamamos "formación permanente" por medio de la cual se propiciaba la
participación popular, así como la democratización de la sociedad.
Estimuló la formación política de los jóvenes y prescribió, mediante el Decreto 29.
337, la gratuidad de las universidades nacionales (el Decreto, de 1949, puso fin a los aranceles).
Esto se reflejó también en la letra de la Constitución Nacional sancionada en 1949 (Título IV,
De la educación y la cultura). Cabe recordar que esta Constitución fue derogada de manera
ilegal por el gobierno dictatorial que derrocó a Perón a sangre y fuego en 1955, tras el
bombardeo a Plaza de Mayo (que dejó un saldo de cerca de 300 civiles muertos; entre ellos,
muchos niños de edad escolar) y los fusilamientos de José León Suárez y de los generales leales
al gobierno constitucional, rescatados del olvido por la valiente y genial escritura de Rodolfo
Walsh en Operación masacre de 1957.
También el peronismo buscó incorporar a los sectores populares a la educación formal,
más accesible en la medida en que mejoraron sus condiciones laborales y se garantizaron los
derechos sociales, y apoyó los espacios de formación profesional o de oficios no formales, por
ejemplo, en organizaciones sindicales, fábricas, bibliotecas populares.
Para finalizar
Cuesta analizar el alcance de la pedagogía peronista si no somos capaces de hacer un
poco a un lado nuestros prejuicios, y observamos el más allá de los límites del campo escolar y
sus sistemas de gestión, administración y producción de contenidos curriculares y textos. Como
en todos los casos, el modelo institucional impulsado (de escuela, de familia, de democracia, de
sociedad) debe ser contextualizado: “El sentido del peronismo se vincula […] con la
transformación económica, social, cultural [que incluye la dimensión educativa] y política que
las grandes mayorías argentinas experimentaron en aquellos años”. (Grimson, 2012, 179)
Lo central de su impacto es la ampliación de derechos y la construcción de nuevos
sujetos políticos: el pueblo, los trabajadores, la niñez, la mujer. Las políticas que habilitaron el
acceso de estos a una educación orientada al desarrollo nacional, la innovación productiva e
industrial y la promoción social de los sectores populares y medios -como la gratuidad
universitaria- la inversión en infraestructura escolar y salud pública; la creación de la
Universidad Obrera y las escuelas técnicas.
La creación de hogares escuelas, la sistematización y promoción del deporte infantil y
juvenil, entre otros, fueron algunas de las estrategias para garantizar esos derechos El
derrocamiento de Perón en el 1955, la brutal represión y persecución política sobre la población
y la proscripción durante casi 20 años de este del movimiento, postergó por décadas la
construcción -incluso en los fugaces breves momentos de gobiernos civiles- de una verdadera
sociedad democrática conformada por ciudadanos plenos de derechos.
Sin embargo, las huellas de los derechos alcanzados y los logros permanecieron vivos en
la memoria que nos constituye como sujetos; no lograron erradicar la vigencia de muchas de
estas transformaciones.