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INTRODUCCIÓN

Es obligatorio en todas las ramas de ingeniería el uso del cálculo integral e


inferencial; su uso facilita la compresión de fenómenos que necesitan una
determinación numérica.

Es decir la formación de ingenieros demanda un considerable aprendizaje de las


matemáticas que contribuyan a resolver problemas de orden técnico y
tecnológico, pero sobre todo práctico.

Uno de los problemas de gran discusión, desde tiempos antiguos hasta la


actualidad, es el estudio del movimiento planetario; existieron una gran cantidad
de teoría desde la pre historia sobre el modelo planetario las cuales dieron lugar
a la teoría actual la cual se pudo dar gracias a las funciones vectoriales.
PRESENTACIÓN

El presente trabajo consiste en la demostración de la aplicación de funciones


vectoriales y cálculo en el movimiento planetario; el cómo gracias a ésta materia
se pudo determinar el modelo planetario actual y como consecuencia desarrollar
la ciencia de la astronomía.
MOVIMIENTO PLANETARIO Y FUNCIONES
VECTORIALES

Después del análisis de gran número de datos sobre movimiento planetario


acumulados hasta el año 1600, el astrónomo alemán Johannes Kepler (1571-
1630) se propuso descubrir las leyes matemáticas que rigen el movimiento de
los planetas. Entonces se conocían seis planetas y según la teoría de Copérnico
se suponía que sus órbitas estaban situadas en esferas concéntricas alrededor
del Sol. Kepler intentó demostrar que los radios de estas esferas estaban
relacionados con los cinco poliedros regulares de la Geometría. Se le ocurrió la
idea ingeniosa de que el sistema solar estaba construido como un rompecabezas
chino. En el centro del sistema situaba el Sol, y después en sucesión colocaba
las seis esferas concéntricas que podían inscribirse y circunscribirse a los cinco
poliedros regulares - octaedro, icosaedro, dodecaedro, tetraedro y cubo, en este
orden (de dentro hacia fuera), La esfera más interna, inscrita en el octaedro
regular, corresponde a la órbita de Mercurio. La que le seguía, circunscrita al
octaedro e inscrita al icosaedro, corresponde a la órbita de Venus. La órbita de
la Tierra estaba en la esfera circunscrita al icosaedro e inscrita al dodecaedro, y
así sucesivamente; la esfera más externa, conteniendo la órbita de Júpiter,
estaría circunscrita al cubo. A pesar de que esta teoría parecía correcta dentro
de un 5 % de error, las observaciones astronómicas efectuadas en este período
se hacían con un tanto por ciento de error mucho menor, y Kepler finalmente
pensó en modificar esta teoría. Después de muchos estudios posteriores se le
ocurrió que los datos observados relativos a órbitas correspondían más a
trayectorias elípticas que a las trayectorias circulares del sistema de Copérnico.
Finalmente, tras esfuerzo incesante, Kepler dio tres leyes famosas, descubiertas
empíricamente, que explicaban todos los fenómenos astronómicos conocidos
hasta entonces.

Se pueden enunciar como sigue:

Primera ley de Kepler. Los planetas describen órbitas elípticas en uno de cuyos
focos está el Sol.

Segunda ley de Kepler. Las áreas barridas por el radio vector desde el Sol a un
planeta son proporcionales al tiempo.

Tercera ley de Kepler. El cuadrado del período de un planeta es proporcional al


cubo de su distancia media al Sol. (Ponce)

Observación: Por período de un planeta se entiende el tiempo necesario para


que recorra una vez la órbita elíptica. La distancia media al sol es la mitad de la
longitud del eje mayor de la elipse.

La formulación de estas leyes a partir del estudio de tablas astronómicas fue un


hecho muy notable. Cerca de unos 50 años más tarde, Newton probó que las
tres leyes de Kepler eran consecuencia de su segunda ley del movimiento y de
la célebre ley de la gravitación universal. En esta sección, haciendo uso del
método vectorial, se verá cómo se pueden deducir las leyes de Kepler de las de
Newton.
Supongamos que se tiene un Sol fijo de masa M y un planeta móvil de masa m
atraído por el Sol con una fuerza F. (Prescindimos de la influencia de otras
fuerzas.) La segunda ley del movimiento de Newton establece que:

F = ma

donde a es el vector aceleración del movimiento del planeta. Designemos con r


el vector posición desde el Sol al planeta (ver figura 14.19), sean r = Ilrll y u; un
vector unitario con la misma dirección que r, así que r =ru; . La ley de la
gravitación universal establece que

donde G es una constante. Combinando ésta con (14.28), obtenemos

Lo que nos dice que la aceleración es radial. Demostraremos en seguida que la


órbita está en un plano. Una vez sabido esto, se deduce inmediatamente de los
resultados de la sección 14.17 que el área barrida por el vector posición es
proporcional al tiempo.

Para demostrar que el camino está en un plano utilizamos el hecho de que r y a


son paralelos. Si introducimos el vector velocidad v = dr / dt, tenemos
Puesto que r X a = O, eso significa que r X v es un vector constante, sea r X v =
e.

Si e = O, el vector posición r es paralelo al v y el movimiento es rectilíneo. Puesto


que la trayectoria de un planeta no es rectilínea, debe ser e ~ O. La relación r X
v = e demuestra que r : e = O, así que el vector posición está en un plano
perpendicular a e. Puesto que la aceleración es radial, r barre el área en una
razón constante es decir proporcionalmente al tiempo. Esto demuestra la
segunda ley de Kepler. (JOHN, s.f.)

Es fácil probar que esa constante de proporcionalidad es exactamente la mitad


del vector c. En efecto, si usamos coordenadas polares y expresamos la
velocidad en función de u, y Uo como en la ecuación (14.25), encontramos que

y por tanto = donde A'(t) es la velocidad con la que el radio


vector barre el área o velocidad areolar.

se representa la segunda ley de Kepler. Las dos regiones sombreadas, que son
barridas por el vector posición en intervalos de tiempo iguales, tienen áreas
iguales.

Demostraremos ahora que el camino es una elipse. Ante todo, formemos el


producto vectorial a X e, utilizando (14.29) y (14.30), y encontramos que

ya que , la ecuación anterior relativa a a X e también


puede escribirse como sigue:

Integrando obtenemos
donde b es otro vector constante. Podemos poner esta igualdad en la forma

siendo GMe = b. Combinaremos ésta con (14.30) para eliminar v y obtener una
expresión para r. A tal fin multiplicamos escalarmente ambos miembros de
(14.30) por e y ambos miembros de (14.31) por r, Igualando las dos expresiones
del producto mixto r : v X e, llegamos a la ecuación

en la que e =llelI': e = IIelI, y ɸ representa el ángulo formado por el vector


constante e y el radio vector r. (Ver la figura 14.21.) Si ponemos d = c 2 j(GMe),
la ecuación (14.32) se transforma en

Según el teorema 13.18, ésta es la ecuación polar de una cornea con


excentncidad e y un foco en el Sol. La figura 14.21 muestra la directriz trazada
perpendicularmente a e a una distancia d del Sol. La distancia desde el planeta
a la directriz es d - r cos ɸ, y la razón r/(d - rcos ɸ < 1 es la excentricidad e. La
cónica es una elipse si e < 1, una parábola si e = 1, Y una hipérbola si e > 1.
Puesto que los planetas recorren caminos cerrados, la órbita que consideramos
debe ser una elipse. Esto demuestra la primera ley de Kepler.
Finalmente, deduzcamos la tercera ley de Kepler. Supongamos que la elipse
tiene el eje mayor de longitud 2a y el eje menor de longitud 2b. El área de la
elipse será pues . Sea T el tiempo empleado por el planeta en dar una vuelta
a su órbita elíptica. Puesto que el vector posición barre el área con la velocidad

areolar , tenemos . Queremos demostrar que es proporcional a


.

Deducimos:

Puesto que es el producto de una constante por , esto demuestra la tercera


ley de Kepler. (APOSTOL, 1999)
CONCLUSIONES

El cálculo ayuda a analizar y comprender ecuaciones, funciones que nos


permiten demostrar la realidad mediante la matemática y de esa forma realizar
un análisis de los diferentes sistemas de la vida cotidiana como el sistema
planetario mediante funciones y de esa forma poder conocer el sistema solar; la
ubicación de los planetas; del sol y de la tierra.
Bibliografía
APOSTOL, T. M. (1999). CALCULUS. NUEVA YORK: LIMUSA NORIEGA EDITORES.

JOHN, C. (s.f.). Obtenido de


https://www.cimat.mx/~gil/docencia/2006/calculo3/Courant_John_2.pdf

Ponce, M. (2003). Obtenido de http://www.mat.uc.cl/~mponcea/cursoplanetas.pdf

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