El Principio de Iura Novit Curia.

Los derechos que nacen con la persona son aquellos denominados fundamentales; La tutela
jurisdiccional efectiva es una muestra clara de ello, ya que gracias a ella la persona puede acudir a
tribunales para resolver determinadas discrepancias o diferencias jurídicas. A su vez la tutela está
estrechamente ligada a la capacidad del juez de ejercer las medidas requeridas para solucionar un
problema.

Esta capacidad del magistrado se fundamenta básicamente en IURA NOVIT CURIA, la cual se
encuentra contenida en el código civil, y menciona que el juez tiene la explícita labor de aplicar las
normas cual fuere las circunstancias. A su vez esta norma va de la mano con el principio Juez y
Derecho, en base a ello se puede aseverar que el principio IURA NOVIT CURIA se encuentra inmerso
en el de Juez y Derecho, al tener muchas semejanzas, salvo la parte final de este último, la cual
corresponde al principio de Congruencia.

Por otro lado la manera en la que se puede explicar el imperativo de que el juez aplique las normas
correspondientes se basa en que el magistrado es pues una persona estudiada, debidamente
preparada, pero sobre todo con criterio para resolver los casos que se le presenten, todas estas
cualidades conjugadas a la sabiduría de la adecuada aplicación de las normas conllevan al juez a con
lo previsto en el Código Procesal Civil.

Líneas arriba se mencionó grosso modo el Principio de Congruencia, pues bien, este principio se
encuentra fundamentado en que el juez debe aplicar los derechos adecuadamente, ya que de no
ser así se podría caer en 3 incongruencias, las cuales son la ultrapetita, extrapetita y citrapetita,
estas incongruencias se producen cuando el magistrado otorga derechos no solicitados, un derecho
mayor a lo que se solicitó, o uno menor a lo requerido, respectivamente. Si se llegase a cumplir una
de estas incongruencias la resolución es considerada nula, y esto se basa en el artículo 171 del
Código Procesal Civil.

Por todo lo anterior mencionado se puede resaltar al principio IURA NOVIT CURIA como uno de los
principios más relevantes en el ejercicio Jurisdiccional.
 Función Supletoria y Correctora del Juez: El Aforismo Iura Novit Curia.

El código civil recogió el aforismo Iura Novit Curia, rememorándose a un anécdota acontecida hace
mucho tiempo, en la cual se hace uso de la frase Venire and factum. Curia novit us, la cual tuvo lugar
por parte del juez ya que el abogado había estado escuchándolo solo decir palabras sin sentido sin
centrarse en el meollo del asunto.

Etimológicamente también se puede decir que significa que “El tribunal conoce sus derechos”.

En la práctica el principio de Iura Novit Curia es una facultad del juez, ya que si se tiene en
consideración que las decisiones tomadas en tribunales son definitivas y de carácter coercitivo, no
hay poder del estado que pueda cuestionarlas y/o revisarlas, sin embargo al ser una facultad del
magistrado, es a su vez un deber ya que toda persona tiene en esencia la capacidad de exigir al
estado le otorgue tutela, o en todo caso brindarle al mismo la posibilidad del ejercicio de la defensa.

En un sistema procesal como el del Estado Peruano, el Iura Novit Curia contiene una relevancia
trascendental, ya que el juez es el encargado de enmendar y determinar las fallas de las partes,
buscando siempre un fin mayor, la paz social.

El Iura Novit Curia a su vez se fundamenta en que el juez conoce el derecho y conservando tal
premisa, es que el juez gana las facultades para aplicar a los procesos, los derechos que suponga
convenientes y/o adecuados.

Este aforismo ha sido tratado en el Código Civil como una obligación del Juez, término con el cual se
discrepa ya que “obligación” indica en cierta forma patrimonio y una posición que no se adecua a la
que tiene el órgano jurisdiccional, por ello el término “deber” es el que se considera más propio
para el aforismo en mención.

En cuanto a la aplicación de este principio al derecho extranjero, se ha decidido otorgarle la calidad

de derecho internacional privado. Por tal motivo se asevera que en los casos en que la normativa a
aplicar sea extranjera y las partes en discrepancia no la hayan invocado, el magistrado tiene todas
las facultades de aplicarla en la decisión final.

En cuanto a la aplicación del aforismo en mención en las costumbres jurídicas, se menciona que si
se da el empleo continuo y adecuado del principio de Iura Novit Curia, éste adquiere el carácter de
costumbre jurídica, y al ser así el juez debe aplicarla ya que su uso ha demostrado ser eficaz en su
totalidad.

Cabe señalar que para aplicarse adecuadamente el principio mencionado, el juez no puede
intervenir mientras se invoca erróneamente una norma jurídica, lo que sí podría hacer el magistrado
es en todo caso intervenir solo por omisión a la cita de una norma, lo cual es altamente debatible.

También se añade que el juez está imposibilitado de añadir nuevos acontecimientos al proceso, ya
que esto es exclusivo de las partes, en otras palabras el juez tampoco puede modificar lo que las
partes piden.