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Presentación

Forética es una red global de organizaciones y profesionales implicados en el


desarrollo de la Responsabilidad Social, que aglutina a más de 200 socios.

Forética es la asociación de empresas y profesionales de la RSE líder en España que


tiene como misión fomentar la cultura de la gestión ética y la responsabilidad social
dotando a las organizaciones de conocimiento y herramientas útiles para desarrollar con
éxito un modelo de negocio competitivo y sostenible.

Actualmente, más de 140 organizaciones y más de 100 socios personales forman parte
de Forética. Dentro de la asociación conviven empresas de todos los tamaños y sectores
de actividad, además de asociaciones profesionales, organizaciones del tercer sector o
académicos de reconocido prestigio, entre otros.

Compromisos

Misión

Fomentar la cultura de la Gestión Ética y la Responsabilidad Social en las


organizaciones.

Visión

Ser foro de referencia internacional, a través de la generación de conocimiento y


servicios de valor que permitan la implantación de políticas verificables en Gestión
Ética y Responsabilidad Social.

Valores

Los valores de nuestra organización se sustentan sobre cuatro líneas de acción:

 Independencia
 Responsabilidad
 Flexibilidad
 Compromiso

Responsabilidad Social Interna

Forética obtuvo en noviembre de 2009 el certificado según la Norma SGE 21:2008. La


entidad de certificación SGS verificó de manera independiente que el sistema de gestión
de Forética es acorde con la norma, y que además ha establecido los procedimientos
para mantener un control y seguimiento de las posibles contingencias relativas a la
responsabilidad social, así como para desarrollar una mejora continua en estos aspectos.

Algunos de los requisitos que cumple Forética, acordes con la SGE 21 son, por ejemplo,
la definición de una política de gestión ética y RSE, y de un código de conducta con
los valores de la asociación y sus compromisos para con sus grupos de interés, o el
establecimiento de una política anticorrupción y de un comité de ética. Otros aspectos
que Forética ha sistematizado gracias al proceso de certificación han sido, por ejemplo,
la medición de emisiones de CO2 de sus eventos o viajes, la formalización de una
política de diversidad, otra de formación y desarrollo profesional del equipo, o una
política de transparencia y buen gobierno frente a sus socios, entre otros.

Como parte de esta política de transparencia, Forética publica desde 2004 su memoria
de actividades. Los últimos cuatro años la ha elaborado según los criterios de GRI.

Documentos de interés:

 Código de conducta
 Política de gestión ética
 Política anticorrupción
 Certificado SGE 21

Presentado el Informe Forética 2011

La quinta edición del Informe Forética sobre la evolución de la RSE en España revela
una consolidación del fenómeno a pesar de la crisis a la vez que pone de manifiesto una
brecha más profunda entre las empresas más pequeñas y las medianas y grandes en lo
que respecta a su actitud y también a su práctica de la Responsabilidad Social.

“El cambio de paradigma que se está produciendo en la economía a nivel mundial


obliga a las empresas, ciudadanos y Gobierno a convertirse y a optar por la
responsabilidad como la respuesta imprescindible”. Así lo declaró ayer el Ministro de la
Presidencia, Ramón Jáuregui, en la clausura del acto de presentación del Informe
Forética 2011 sobre la evolución de la RSE en España.

“El principal objetivo en estos momentos es recuperar la economía, generar empleo y


que éste sea de calidad”, resaltó Jáuregui. “La pregunta no es qué hacen las empresas
con sus beneficios, sino cómo los generan; en última instancia, las empresas sólo son
rentables si son éticas”, concluyó.

Principales conclusiones del estudio

Uno de los principales valores de la edició n 2011


del Informe Forética reside, según sus autores, en que “desde el punto de vista
socioeconómico, ha coincidido con uncontexto de cambio brusco en los mercados
financieros, un momento de shock sin precedentes que ha puesto a prueba la madurez
del fenómeno de la RSE en sus circunstancias más extremas”.
A juicio de los autores, tanto el mayor grado de escepticismo como los recortes en
algunas actividades empresariales y en alguna práctica de consumo entran dentro de la
normalidad y responden a una adaptación a la coyuntura. “Nunca antes había habido
una falta de confianza ciudadana en el estado de la economía y en el sistema político tan
acusada”, señala el Informe en base a datos del CIS. En este contexto, “sorprende
positivamente el grado de madurez de la RSE en el discurso empresarial”, señaló Silos
destacando que 6 de cada 10 empresas ya conocen la RSE.

Los efectos de la crisis en la RSE

Según el Informe Forética 2011, una de cada tres empresas españolas ha dejado de
realizar actividades de RSE como consecuencia directa de la situación económica. Los
autores del estudio ponen de relieve la fortaleza de la responsabilidad social “si se tiene
en cuenta que desde la anterior edición del informe se han destruido 2,3 millones de
puestos de trabajo y 130.000 empresas”. Nuevamente, el tamaño de las organizaciones
es determinante: la tasa de abandono de actividades RSE de manera permanente (sin
previsión de retomarlas), es mucho mayor en el caso de las pequeñas empresas –un
18%- frente a tan solo el 3% en el caso de las medianas y grandes.

Otro de los impactos del ciclo económico en el sentimiento empresarial hacia la RSE
tiene su reflejo en las prioridades de las prácticas en las organizaciones. El objetivo de
“crear empleo” escala posiciones desde 2008 y se sitúa en segundo lugar solo por detrás
de “respetar los derechos humanos y la intimidad de sus trabajadores y proveedores”, en
detrimento del respeto al medio ambiente.

Otro de los temas a los que da seguimiento el Informe Forética es a la integración


estratégica y operativa de la RSE. En la actualidad, solo un 5% de las empresas
españolas cuenta con una política de RSE formalizada por escrito y un 11% se
encuentra en proceso de formalización. En términos de integración y desempeño, quien
formula la estrategia de RSE en la empresa es la Dirección General, en un 44,5% de los
casos, seguido del Consejo de Administración, con un 25,4%. A nivel operativo, se
aprecia una consolidación de la figura específica del director de RSE -45% de los casos-
, que gana peso específico en las organizaciones, ya que en un 73,6% de los casos suele
estar integrada en el Comité de Dirección.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL:


Hace sólo una década era extraño escuchar expresiones como balance social,
stakeholders (o grupos de interés), triple línea de resultados, ciudadanía corporativa,
marketing responsable, filantropía estratégica, etc. Todos estos nuevos términos están
relacionados con un nueva corriente que ha entrado con fuerza en el mundo de los
negocios: la responsabilidad social empresarial. Hoy la RSE está de moda.

En nuestro país existen al menos dos grandes fundaciones, Pro-Humana y Acción


Empresarial, que dirigen todas sus fuerzas en la promoción de esta idea en nuestra
cultura empresarial. En los últimos cuatro años sólo estas dos organizaciones han
sumado casi 10 seminarios sobre RSE, sin contar innumerables talleres sobre temas
relacionados, más una serie de publicaciones de difusión e investigación1.

En abril de 2002 se publica la primera encuesta sobre RSE realizada por la empresa
MORI. Cada vez más empresas se unen a este movimiento.2
Entre marzo y julio de 2003, El Mercurio dedica cuatro suplementos especiales al tema.
A fines de Agosto, AMCHAM distinguió, por primera vez en Chile, a 3 empresas con el
premio al mejor ciudadano empresarial.

Este fenómeno, multiplicado varias veces y desde hace un par de décadas atrás, se
percibe con fuerza en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, su historia es más larga.
Ya a comienzos del siglo XX, las grandes empresas norteamericanas comienzan a ser
cuestionadas por ciertas prácticas laborales que perjudicaban a sus empleados.

Algunos de los insignes líderes industriales se convierten en grandes filántropos (entre


los más conocidos destacan A. Carnegie, H. Ford y D. Rockefeller), donando sumas
importantes a distintas obras de caridad. Ya por 1920, este movimiento filantrópico
comenzó a ser adoptado por empresas y no sólo por los dueños más adinerados. Esta
fue la primera expresión de la responsabilidad social empresarial. En el período post II
Guerra Mundial, se dio mayor importancia al rol de la empresa en la sociedad,
principalmente impulsado por líderes empresariales cristianos. Alrededor de los años
´70, comienza a existir un interés por redefinir el tipo de responsabilidad social que le
cabe a la empresa, interés que se consolida en la discusión empresarial y académica en
los años ´80.

Críticas en el camino

A pesar de la aparente bondad del movimiento, no todos han visto con buenos ojos esta
nueva moda socio-empresarial. Se sostiene que el movimiento de responsabilidad social
es pernicioso ya que aumenta los costos finales de las empresas al imponer estándares
más elevados en distintos ámbitos (laborales, medioambientales, de seguridad, etc.), lo
que redunda en niveles de precios mayores para los consumidores. Esta es la postura
del ex-economista jefe de la Organización para la Cooperación Económica y el
Desarrollo (OECD), David Henderson, quien ha señalado que no estamos frente a
ninguna crisis y que por lo tanto el modelo de empresa tal como lo conocemos no
necesita de cambios. “El planeta no se está aproximando a ninguna catástrofe
medioambiental y la proporción de gente viviendo en pobreza ha caído más
rápidamente que nunca en la historia gracias al proceso de industrialización
capitalista”.3

Sin embargo, la crítica más famosa a la RSE la realizó el conocido economista Milton
Friedman, quien en 1970 señala que “hay un y sólo un tipo de responsabilidad social de
la empresa: usar sus recursos e involucrarse en actividades que aumenten sus
utilidades en la medida en que se mantenga dentro de las reglas del juego, lo que
significa involucrarse en una abierta y libre competencia sin estafa o fraude”.

El ejecutivo es un empleado de los accionistas, por lo que si quiere hacer caridad, que
se meta la mano al bolsillo y done de su dinero, no del dinero que no es suyo.

Superando las críticas

La RSE, no obstante, ha seguido su camino. Un notable grupo de empresarios,


ejecutivos, académicos y social entrepreneurs, ha unido esfuerzos tras una simple pero
fundamental idea: el rol de la empresa es bastante más que la sola obtención de
utilidades. Creer que la única razón de existir de una empresa es obtener utilidades es
hacerle un flaco favor a la empresa y a los empresarios. Así como la comida es
indispensable para vivir, las utilidades son imprescindibles para la subsistencia de una
empresa. Sin embargo, la comida no es el único propósito de nuestra vida. Tampoco las
utilidades son el único propósito de la existencia de una empresa.

Hoy en día la empresa privada juega un papel protagónico en el crecimiento y desarrollo


de las sociedades democráticas. El poder de la empresa, los empresarios y sus
agrupaciones gremiales son considerables. Este poder proporciona posibilidades y éstas
exigen mayor responsabilidad, la que se debe traducir en mayor integridad en todas las
políticas corporativas. Pero esta integridad no sólo es una buena noticia para los
accionistas de la empresa. Dada la realidad cada vez más compleja de entretejidos
sociales en que toda organización empresarial se ve inserta, también necesitamos
considerar a todos aquellos que se ven afectados, directa o indirectamente, por el
accionar de la empresa. “El panorama empresarial de hoy requiere que las compañías
naveguen en un escenario complejo de desafíos económicos, medioambientales y
sociales y atender a los stakeholders en sus demandas de mayor transparencia y
responsabilidad. Estos factores afectan todos los aspectos de las operaciones de la
empresa, desde la cadena de operaciones hasta el mismo mercado, desde la
productividad laboral al retorno de las inversiones.”5 Ser socialmente responsable no
significa que la empresa se olvide de sus legítimos objetivos corporativos. El desafío es
lograr enfrentar sus deberes económicos, legales y sociales, incorporándolos en una
estrategia empresarial comprehensiva.

“Quienes proponen la responsabilidad social corporativa no niegan la legitimidad de la


motivación de la utilidad, sino que intentan redefinirla de un modo que incluya otras
motivaciones más publicas”.

Aspectos críticos de la RSE

Quizás si la mayor amenaza que la RSE enfrenta, especialmente en nuestro país, no es


tanto una crítica desde fuera, sino el que, desde dentro de la misma RSE, se instalen
visiones y propuestas que no corresponden al espíritu originario de este movimiento..
Se puede verificar, en primer lugar, que el argumento más popular para “vender” entre
empresarios y ejecutivos la idea de la responsabilidad social ha sido el que resulta
rentable para la empresa ser socialmente responsable o ser ético.

Los norteamericanos han sido pioneros en esto. “Doing well by doing good, es el lema.
Incluso se han introducido conceptos tales como strategic philanthropy, argumentando
que resulta ser una “herramienta” fundamental a la hora de lograr una ventaja
competitiva. Este “gancho” también se ha instalado en Chile y no cabe duda que este es
un modo inteligente a la hora de introducir unas prácticas que en apariencia no parecen
sino reportar costos para la empresa. Correctamente el profesor Carlos Portales de la
Universidad Católica, señala que “cuando uno habla con empresarios, muchos dicen que
la ética es rentable, pero en una visión pragmática y utilitarista. La otra visión es la que
plantea que la ética es un valor en sí misma, es decir, hay que comportarse de manera
ética porque eso es lo que desarrolla al individuo, a la sociedad y a las organizaciones”. 7
Así, la RSE resultará éticamente válida sólo cuando la rentabilidad sea consecuencia del
comportamiento socialmente responsable. Cuando la rentabilidad es la causa de las
políticas de RSE, ésta será sólo un medio como otros para buscar un mejor resultado
final. “Habría un test decisivo para todo el que se aferra a la afirmación de que la ética
es rentable. Es una pregunta muy sencilla: y en aquellos casos en que ser ético no fuera
rentable, ¿también estaría Ud. dispuesto a actuar éticamente?”.

Una segunda crítica que especialmente creo necesario hacerle a la RSE chilena, tiene
relación con la coherencia interna-externa de estas políticas de responsabilidad social.
¿Están siendo todos los stakeholders verdaderamente atendidos en sus necesidades?
Bajo esta pregunta subyace una sospecha que creo fundada. Para muchas empresas,
ser socialmente responsables es involucrarse en alguna actividad, más o menos
sofisticada, de acción social. Si antes se donaba dinero para caridad, hoy una buena
parte de las organizaciones empresariales patrocinan iniciativas más articuladas en un
campo de acción determinado (medioambiente, educación, salud, etc.). Resultan ser un
tipo de “neocaridad”, una filantropía más sofisticada. Sin embargo, esto parece
insuficiente. “Dar generosamente a la Cruzada de la Misericordia no es un acto de
responsabilidad corporativa. Ni es proveer de apoyo financiero a un hospital local, a un
museo y a una orquesta sinfónica. Ni es enviar un barco lleno de alimentos para ayudar
países hambrientos del Tercer Mundo. Estos son actos de filantropía corporativa, y,
aunque son admirables, no tienen nada que ver con responsabilidad”.9¿Qué sucede con
el resto de los stakeholders? ¿Cómo estamos, por ejemplo, siendo responsables con
nuestros clientes? Un ejemplo paradigmático sobre este punto, al menos en USA, es el
de una de las empresas que más invierte en programas filantrópicos, Philip Morris, el
líder en la industria tabacalera. En los últimos 10 años ha donado más de US$1.000
millones10. No obstante, muchos cuestionarán que una empresa que fabrica un producto
que puede tener graves consecuencias para la salud de sus clientes pueda ser una
empresa socialmente responsable y que todos estos esfuerzos de responsabilidad social
no son más que una estrategia para limpiar la imagen. Aun más: Imperial Tobacco, la
cuarta empresa del rubro más grande del mundo y líder en Gran Bretaña, está a la
búsqueda de su Corporate Responsibility Implementation Manager.

Esta incoherencia entre la responsabilidad con la comunidad local y la responsabilidad


con los clientes, se da con cierta frecuencia en los casos de empresas que patrocinan
importantes programas de ayuda a la comunidad, pero que dejan bastante por hacer
con sus propios empleados (niveles salariales, horario de trabajo, derecho a
organizarse, contratos laborales, pago de imposiciones, etc.)¿Estamos también siendo
socialmente responsables con ese stakeholder? “Lo que ocurre es que nadie puede dar
lo que no tiene, y para que una empresa pueda cumplir sus responsabilidades con la
comunidad externa y con el medio ambiente, tiene que primero cumplir muy bien sus
responsabilidades internas. Sin esto, la acción externa resulta vacía y no perdura en el
tiempo”.

En relación con la crítica anterior, quisiera detenerme en un último punto. El objetivo


final de este movimiento de RSE es contribuir a una sociedad con mejor calidad de vida
para más personas. Sin embargo, una limitación más estructural del movimiento de RSE
es que se inscribe dentro de un marco mayor que no es cuestionado. Aun más, ciertas
prácticas socialmente responsables podrían desviar nuestra atención de un desafío
mayor: ayudar a que entre todos enfrentemos y reparemos las deficiencias que la
estructura económico-social tiene y que son las que justamente producen muchos de los
problemas que queremos solucionar. Sería un gran error, de inexcusable miopía, sólo
ver las ventajas de nuestro sistema económico. Debemos lúcidamente atender también
a las graves deficiencias de un sistema “que haciendo referencia a una concepción
economicista del hombre, considera las ganancias y las leyes del mercado como
parámetros absolutos en detrimento de la dignidad y del respeto de las personas y los
pueblos. Dicho sistema se ha convertido, a veces, en una justificación ideológica de
algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político, que causan la
marginación de los más débiles”.

Nuestro deber de fomentar la RSE

Cuando la revista Business Ethics, especializada en temas de RSE, celebra su


aniversario número 15, uno de los autores del ranking de las 100 mejores empresas
para trabajar (publicado anualmente por la revista Fortune) escribía: “Palabras,
palabras, palabras. Mirando la historia de la responsabilidad social corporativa, puedo
ver que ha consistido en 95% de retórica y 5% de acción. Las compañías son
entusiastas en crear declaraciones de misión que suenan muy bien. ¿Cambiar el modo
en que hacen negocios? Eso es otra cosa”.

Cambiar el modo de hacer negocios no significa caer en un utopismo ingenuo, donde le


exijamos a las empresas más de lo que están llamadas a hacer. Las empresas no son ni
ONG ni instituciones de beneficencia. Cambiar el modo de hacer negocios es
comprender que el propósito de la obtención de utilidades es fundamental e
irreemplazable. Pero que no es el único. Que la misión de la empresa es más amplia,
como lo es la vocación del empresario y del ejecutivo. En esa perspectiva, podemos
mirar con esperanza el positivo proceso que se ha comenzado a dar en nuestro país.
Como en todo nuevo camino pueden darse imperfecciones.

Aprendiendo del recorrido que se ha hecho ya en otros países, podemos aspirar a un


movimiento de RSE de largo aliento. Un movimiento que defienda su raíz
profundamente ética contra una visión que la transforma en un mero instrumento para
obtener mayores utilidades. Que se defienda de ser reducido a una versión renovada de
una caridad que se acaba luego de firmar el cheque de la donación, sino que se
comprenda como concreción de una responsabilidad ética integral de ir más allá de lo
que la ley me exige con mis accionistas, mis empleados, mis clientes, mis proveedores
y con la comunidad local donde se inserta la compañía. Que, finalmente, no desvíe
nuestra atención de los problemas que son más de fondo y de largo plazo y que
implican cambios más estructurales, para no dejar de aspirar nunca al ideal de una
sociedad justa y humana.

Las críticas nos deben ayudar a corregir los desvíos del camino y a defender una
integral RSE. De esta manera estaremos verdaderamente fomentando este movimiento
empresarial, que sin lugar a dudas ha traído incalculables beneficios concretos para
distintos grupos de interés. Aún más, involucrándonos activa y críticamente en el
desarrollo de la RSE en nuestro país podremos confiar que la propia cultura empresarial
siga descubriendo un horizonte ético mucho más amplio y que muchos ejecutivos y
directores de empresas comprendan y valoren la verdadera extensión de su vocación
empresarial.

RESPONSABILIDAD SOCIAL EN EL PERU

¿POR QUÉ LA RSE?

La RSE en el Perú

El desarrollo de la Responsabilidad Social en el Perú todavía es muy lento. Tanto para


el Estado, los líderes de opinión y hasta para las propias empresas; la RSE es desarrollar
acciones filantrópicas que ayuden a mejorar la imagen corporativa. Son muy pocas las
organizaciones que tienen una política de responsabilidad social de 360 grados.

El Perú es un país que tiene muchas tareas pendientes. Enfrentamos altos niveles de
pobreza y necesidades básicas insatisfechas, un serio déficit de institucionalidad,
crecimiento de la informalidad, el incumplimiento social a las normas, la sobre
regulación y las demandas de la comunidad para que el sector privado supla la ausencia
del Estado.

Ante este panorama, el sector privado debe liderar un proceso de cambio y mejora en la
sociedad peruana que beneficie a todos. Para lograrlo se requiere de una gestión
transversal que involucre al sector privado, la sociedad civil y el estado.

En el Perú se están dando los primeros pasos para promover la importancia de las
buenas prácticas y hacerlas parte del quehacer empresarial. Existe un gremio
conformado por 50 empresas llamado Perú 2021, que viene difundiendo la importancia
estratégica de la responsabilidad social en la gestión empresarial.

La RSE esta tomando fuerza especialmente en empresas exportadoras y extractivas, ya


que por efecto de la globalización, los clientes ubicados en países desarrollados exigen
altos estándares sociales y medio ambientales. Por lo tanto, compañías exportadoras que
demuestran seguir políticas y buenas prácticas de responsabilidad social se benefician
de un mejor acceso a los mercados.

La minería también está avanzando en el tema, ya que esta actividad económica viene
siendo percibida en forma negativa y necesita planificar adecuadamente las relaciones
con sus stakeholders.

Como muestra del avance en el compromiso de las empresas con la responsabilidad


social, podemos mencionar que alrededor de 100 empresas peruanas ya se han adherido
al Pacto Mundial de la ONU, algunas decenas desarrollan programas de voluntariado
corporativo y una ha presentado dos informes de responsabilidad social utilizando los
indicadores del GRI.

La RSE en la Región

La responsabilidad social está en una etapa introductoria, por eso la relación entre la RSE y la
competitividad no parece estar totalmente asimilada en las empresas de la región, sólo
algunos sectores exportadores muestran signos de tener en cuenta esta relación.

En América Latina existe una larga tradición de filantropía corporativa, donde el sector privado
ha tenido una visión paternalista y asistencialita.

Durante los últimos años han habido esfuerzos en diversos países de la región, encaminados a
impulsar la RSE. Gracias a ello, son cada vez más las empresas que tienen buenas prácticas
sociales y medioambientales. Por ejemplo hasta julio del 2006, más de 900 empresas de la
región se han adherido al Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

La institución que ha logrado mejores resultados en la región, es el Instituto Ethos de Brasil.


Están asociadas a este instituto, alrededor de 800 empresas que representan el 30% del PBI
brasileño.

En Brasil, las empresas están comprendiendo que la responsabilidad corporativa es un buen


negocio. Por ejemplo más de 500 empresas ofrecen reportes públicos de balance social
siguiendo las líneas propuestas por el Instituto Ethos, el 95% de las empresas con más de 500
trabajadores cuentan con proyectos comunitarios, el Banco Nacional de Desarrollo Económico
y Social (BNDES) reduce las tasas de interés a las empresas que realizan inversiones sociales y
la Bolsa de Valores de Sao Paulo cuenta hoy con un índice (ISE) que mide las buenas prácticas
de las compañías.

Existen dos organizaciones que desarrollan el tema con alcance regional: la red EMPRESA, con
más de 1000 empresas asociadas, y la red regional del Consejo Empresarial Mundial para el
Desarrollo Sostenible: World Business Council for Sustainable Development (WBSCD), con más
de 300 empresas asociadas.

El sector privado latinoamericano no puede ignorar los desafíos a los que se enfrenta:
infraestructura insuficiente, debilidad en instituciones del gobierno y la necesidad de mejorar
el clima social. Si bien las empresas no tienen la obligación de solucionar todos los problemas a
los que se enfrenta América Latina, pueden contribuir a mejorar algunos aspectos a través de
la responsabilidad social. De este modo, tanto el sector privado como la sociedad
latinoamericana pueden seguir prosperando mancomunadamente.

Al hablar de Latinoamérica, es necesario considerar que los países que forman esta región son
muy diversos y su grado de desarrollo económico varía enormemente. Debido a esto, las
buenas prácticas y la responsabilidad social, deben adaptarse a las características específicas
de cada país.
INDICADORES DE RSE

Una empresa socialmente responsable incorpora las buenas prácticas en los procesos de
gestión y en las estrategias del negocio. Cuando esto ocurre, es imprescindible evaluar y
verificar periódicamente la evolución de la RSE en la organización. Los indicadores
sirven para este fin, convirtiéndose en una herramienta poderosa para generar procesos
de mejora continua.

La necesidad de las empresas por mantener una comunicación fluida y transparente con
los grupos de interés, ha contribuido a que se establezcan indicadores de
responsabilidad social de aceptación general. Estos indicadores nos ayudan a comparar
los resultados de diferentes empresas. Entre los indicadores, normas y acuerdos de
aceptación general más importantes, destacan los siguientes:

Indicadores GRI. The Global Reporting Indicadores Ethos. El Instituto Ethos se


Initiative (GRI) es una iniciativa fundó en Brasil en 1998 para desarrollar
internacional en la que participan empresas, actividades de Responsabilidad Social. El
gobiernos y organizaciones de la sociedad instituto diseño "los indicadores Ethos"
civil. Su objetivo es hacer que los informes como una herramienta de aprendizaje y
sobre los impactos económicos, evaluación de la gestión de las empresas.
medioambientales y sociales de las Estos indicadores evalúan la incorporación
actividades de las empresas sean más de prácticas de responsabilidad social
comparables y fiables. Al ser utilizado en la empresarial, la planificación de estrategias
elaboración de memorias se convierte en y el monitoreo del desempeño general de la
una excelente herramienta para la empresa. Se trata de un instrumento de
comparación entre distintas organizaciones autoevaluación y aprendizaje.
y sectores.

Norma SA 8000. Es una norma integral, Norma AA 1000. Fue creada en 1999 por
creada por SAI (Social Accountability AccountAbility para fomenta el diseño de
International), que ayuda a auditar y informes de RSE que sean entendibles y
certificar el cumplimiento de los derechos confiables. La norma detalla los principios,
laborales en las organizaciones. Esta norma normas de procesos y guías prácticas que
busca que todo lugar de trabajo sea son necesarios para el desarrollo de
administrado de manera que se garanticen informes corporativos de sustentabilidad
los derechos humanos básicos. social y ambiental.
Pacto Mundial. El Pacto Mundial es una ISO 26000. ISO, la Organización
iniciativa del Secretario General de Internacional de Estandarización, ha
Naciones Unidas, Kofi Annan, cuyo decidido lanzar el desarrollo de un Estándar
objetivo es animar a los líderes del Internacional que provea de una guía para
comercio mundial a respetar los derechos la Responsabilidad Social (RS). Esta
humanos, brindar condiciones laborales estándar será publicado en el 2008 como el
mínimas y preservar el medio ambiente en ISO 26000 y su uso será voluntario. Este no
sus prácticas empresariales. Las empresas incluirá requerimientos y no será un
que se adhieren al pacto se comprometen a estándar de certificación. Este incentivará el
respetar los nueve principios que éste compromiso voluntario para la
enuncia. responsabilidad social y dará una guía
común en conceptos, definiciones y
métodos de evaluación.

EMPRESA Y MEDIO AMBIENTE

Si todo el mundo disfrutará un estilo de vida


similar al de los países desarrollados,
necesitaríamos los recursos de 5,5 planetas Tierra.

La actividad humana en los últimos 50 años ha deteriorado nuestro medio ambiente más
rápidamente que nunca. El uso de los recursos naturales ha permitido el desarrollo
humano pero a un costo ambiental muy alto.

El Informe Planeta Vivo 2006 confirma


que estamos utilizando los recursos del planeta
más rápido de lo que éstos se pueden renovar.

Esta reducción de biodiversidad junto con el modelo de producción y de consumo que


venimos llevando a cabo desde la Revolución Industrial, está generando una de las
peores caras de la globalización al cual llamamos calentamiento global o cambio
climático.

Es importante revertir esta tendencia y operar dentro de la capacidad de carga del


planeta. Este reto se transforma en una obligación para actuar que empieza a
manifestarse en las empresas, así como en oportunidades para desarrollar negocios que
busquen atender estos retos y contribuir al progreso humano. Dada su escala y alcance.
las empresas, tienen el potencial para hacer una gran diferencia. Las empresas no deben
ver estos problemas como si fueran ajenos, sino como riesgos para su propio negocio.

Según el Informe Stern:


"los beneficios de acciones enérgicas y tempranas
superan con creces los costos económicos de la inacción".

El trabajo en responsabilidad social que realiza cada empresa debe estar incluido dentro
de la estrategia del negocio. De manera que, se puedan enfrentar a estos nuevos retos y
transformarlos en oportunidades, con el objetivo de reducir los impactos negativos
sobre los diferentes grupos de interés. Se habla que uno de estos grupos de interés es el
medio ambiente, relacionado con las generaciones futuras que ven amenazado su
desarrollo por el alto consumo de recursos naturales en la actualidad.

Iniciativas de las empresas con el medio ambiente

Compromiso con el medio ambiente


- Establecer una política interna de compromiso con la conservación del medio
ambiente.
- Uso de indicadores de gestión ambiental (tomados del GRI - G3):
consumo directo de energía desglosado por fuentes primarias,
porcentaje y volumen total de agua reciclada y reutilizada,
impactos ambientales significativos del transporte de productos y otros bienes y
materiales utilizados para las actividades de la organización, así como del transporte del
personal), etc.

Eco-eficiencia
- Modelo de negocios basado en "hacer más con menos"
- Reducción de impactos ambientales negativos así como también sus costos.

Consumo sostenible
- Alentar a los clientes a actuar de una manera más sostenible.

Cadena de abastecimiento sostenible


- Asegurar que sus proveedores vienen de fuentes sostenibles

Innovación
- Utilizar la capacidad innovativa para cambiar los procesos productivos y de marketing
a favor del medio ambiente.

Valoración económica de los recursos naturales


- Mecanismo de desarrollo limpio (MDL)
- Generar mercados de los servicios ambientales, por ejemplo los certificados de
dióxido de carbono.

Calentamiento global o cambio climático

En París, el 2 de Febrero del 2007 se presentó el cuarto reporte del Panel


Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC - por sus siglas en inglés) que
enfatizó que el calentamiento global es indiscutible por las recientes observaciones en el
clima alrededor del mundo; y que es "muy probable" (lo que sugiere por lo menos 90%
de de probabilidad de ello) que los cambios climáticos experimentados se deban a la
acción humana.

Un mayor uso de energía, proveniente de combustibles fósiles (petróleo, carbón, etc.),


genera un mayor número de emisiones de dióxido de carbono (entre otros gases) a la
atmósfera, calentándola más y más, ocasionando alteraciones en el sistema climático.
Los problemas ambientales, y en especial el cambio climático tienen un efecto directo
en la economía y en la sociedad. Se ven amenazados el acceso al agua, la producción de
alimentos, la salud y la sanidad. Cientos de millones de personas podrían sufrir hambre,
escasez de agua e inundaciones costeras a medida que se calienta el planeta.
PRODUCTOS Y SERVICIOS

Responde ofrece a la comunidad empresarial diversos productos y servicios que le


permitirán generar mayor valor en las relaciones con sus diversos grupos de interés.

Modelo de Responsabilidad Social de Perú


2021

Desde Perú 2021, venimos difundiendo la necesidad de que las


empresas incorporen la Responsabilidad Social (RS), como
metodología de gestión. Ella constituye el medio por el cual los
empresarios podemos comprometernos a participar activamente en
el Desarrollo Sostenible del país y del mundo.

La empresa como ser vivo dentro de la sociedad debe asumir su rol como Agente de
Cambio para mejorar el entorno en el que se desenvuelve, y así lograr un país próspero,
pacífico, democrático y justo; pilares de la Visión al 2021 de nuestra asociación.

Es por ello que ponemos a disposición de los interesados, el Modelo de


Responsabilidad Social para las Empresas, desarrollado por Perú 2021, el cual
constituye un perfecto complemento actualizado y práctico, con el marco teórico
presentado en "El ABC de la Responsabilidad Social Empresarial en el Perú y en
el Mundo".
En este Modelo presentamos y sugerimos, además de
una revisión muy rápida del concepto de la RS, las
Acciones a seguir por parte de la empresa con cada uno
de sus Grupos de Interés, los Beneficios generados a
partir de estas acciones, tanto para la Empresa como
para cada Stakeholder.

Finalmente, graficamos las diferentes iniciativas a través de ejemplos prácticos, reales,


de diversas empresas locales e internacionales.

Con la generación del presente Modelo, Perú 2021 entrega una herramienta de trabajo al
empresariado y a la comunidad en general, que facilitará el entendimiento y adopción
de la RS social en sus organizaciones.
Distintivo Empresa Socialmente Responsable

El Distintivo ESR es un reconocimiento al esfuerzo de la empresa participante por


cubrir los estándares propuestos para medir el cumplimiento permanente de las prácticas
de Responsabilidad Social Empresarial. Asimismo, acredita públicamente a la empresa
ante sus empleados, inversionistas, clientes, autoridades y sociedad en general, el
compromiso de una gestión socialmente responsable como parte de su cultura y
estrategia de negocio.

Perú 2021, mediante una alianza estratégica con el Centro Mexicano para la Filantropía,
adoptó el Distintivo ESR para promover una cultura de Responsabilidad Social
Empresarial a través del establecimiento y difusión de estándares de actuación
empresarial, mediante una herramienta de auto-diagnóstico online: Distintivo ESR.

En México, el Distintivo ESR es considerado el máximo ícono de la Responsabilidad


Social Empresarial, siendo actualmente 495 empresas las que han obtenido tal
reconocimiento, entre las que destacan Coca Cola Export de México, Wal Mart y el
Grupo Bimbo, quienes pertenecen al selecto grupo de empresas que mantienen por 10
años consecutivos este reconocimiento.

El Distintivo ESR se obtiene mediante un proceso de auto-diagnóstico sustentado con


evidencias. Dicho proceso implica contestar 120 indicadores divididos en cuatro
ámbitos:

• Calidad de vida en la empresa


• Ética empresarial
• Vinculación con la comunidad
• Vinculación con el medio ambiente.

El Distintivo ESR tiene un año de vigencia y este podrá ser renovado anualmente. Se
otorgará el Distintivo ESR a aquellas empresas que superen el 75% del puntaje obtenido
por la empresa que alcanzó la más alta puntuación en cada edición.

Organizaciones que otorgan el Distintivo ESR

Perú 2021 otorga el Distintivo ESR a través de una iniciativa a la que denomina
AliaRSE por el Perú, en la que se unen otras cinco reconocidas organizaciones, con el
objetivo de garantizar la confiabilidad, transparencia del Proceso de otorgamiento del
Distintivo ESR en el Perú, así como velar por el compromiso social de las empresas
reconocidas.

Empresas Reconocidas

las empresas que obtuvieron el Distintivo ESR 2011

Cementos Lima S.A.

Compañía Minera Milpo S.A.A.

Ernst & Young

Kimberly-Clark Perú

Minera Barrick Misquichilca

Odebrecht Perú

Pfizer Perú
Profuturo AFP

Red de Energía del Perú S.A

Repsol Perú

Telefónica del Perú

Terminal Internacional del Sur S.A

Unión de Cervecerías Peruanas Backus y


Johnston S.A.A.

Decálogo de la Empresa Socialmente Responsable


La Empresa Socialmente Responsable…

1. Promueve una cultura de competitividad responsable que busca las metas y el éxito
del negocio, contribuyendo al mismo tiempo al bienestar de la sociedad.

2. Hace públicos sus valores, combate interna y externamente prácticas de corrupción y


se desempeña con base en un código de ética.

3. Vive esquemas de liderazgo participativo, solidaridad, servicio y de respeto a los

derechos humanos y a la dignidad humana.

4. Promueve condiciones laborales favorables para la calidad de vida, el desarrollo


humano y profesional de toda su comunidad (empleados, familiares, accionistas y
proveedores).

5. Respeta el entorno ecológico en todos y cada uno de los procesos de operación y

comercialización, además de contribuir a la preservación del medio ambiente.

6. Identifica las necesidades sociales del entorno en que opera y colabora en su


solución, impulsando el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida.

7. Identifica y apoya causas sociales como parte de su estrategia de acción empresarial.

8. Invierte tiempo, talento y recursos en el desarrollo de las comunidades en las que


opera.

9. Participa, mediante alianzas intersectoriales con otras empresas, organizaciones de la


sociedad civil, cámaras, agrupaciones y/o gobierno, en la discusión, propuestas y
atención de temas sociales de interés público.

10. Toma en cuenta e involucra a su personal, accionistas y proveedores en sus


programas de inversión y desarrollo social.

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