LA SABIDURÍA SECRETA DEL NORTE

La palabra runa por sí misma puede darnos una pista de lo que estas son en realidad. En los
lenguajes nórdico antiguo y germánico, la palabra runa significa "secreto", "misterio" o "susurro
secreto". Las runas no fueron usadas en la forma de escritura normal en un principio, sino como
símbolos mágicos o signos para describir diferentes fuerzas y principios en el universo y la
existencia humana. Esto signos no son sólo las runas que podemos reconocer en las hileras. En un
sentido más profundo, son fuerzas ocultas ilustradas con ciertos signos de escritura, también en
galdr (encantamientos), canciones y otras prácticas mágicas. Las runas y las canciones que Odín
recibió después de su iniciación en el árbol del mundo son una expresión mágica de las fuerzas
ocultas del universo. Así que pueden tener varios significados diferentes. En un aspecto externo, la
palabra "runa" denota el signo de escritura del nórdico antiguo; en un nivel más profundo, denota
las fuerzas del universo y la espiritualidad oculta completa.

“Vaki þú, Gróa, | vaki þú, góð kona,

vek ek þik dauðra dura,

ef þú þat mant, | at þú þinn mög bæðir

til kumbldysjar koma.”

“¡Despierta, Groa, | despierta, buena mujer!

al umbral de los muertos te llamo;

espero que recuerdes | que a tu hijo le pediste

que al túmulo acudiera a verte.”

Las runas y la espiritualidad Nórdica se estructuran en base a una clasificación que indica una gran
habilidad intelectual y un profundo entendimiento de la existencia. Hoy sólo podemos adquirir
una fracción del conocimiento que poseyeron los sabios de los tiempos antiguos, pero a través de
un estudio enérgico e incondicional podríamos alcanzar lo esencial de su secreto.
Muchos estudiosos y científicos modernos tienden a subestimar las culturas antiguas y a reducir
sus pensamientos y creencias religiosas a un nivel plano y trivial. Uno puede fácilmente tener la
impresión que gran parte de la espiritualidad antigua se concentraba solamente en el culto a la
cosecha y ceremonias funerarias. Los mitos son interpretados como si fueran descripciones
ingenuas e infantiles de la vida. La mayoría de los descubrimientos arqueológicos presuntamente
son artefactos de cementerio. Parece que todas esas interpretaciones revelan más la imagen de
ese mundo que tienen los científicos que la de la antigua religión.

Esta visión positivista que ha influenciado profundamente a las ciencias modernas reivindica que
el hombre ha progresado del nivel simple y primitivo a uno más avanzado y con vertientes de
pensamiento más sofisticado. Esta es una concepción que lógicamente surge a través del
encuentro entre la visión del mundo monoteísta y la materialista del industrialismo. Es una
analogía insconsciente con la evolución del propio Yo personal, evolucionando desde el estado
infantil hasta el más complejo del adulto.

No hay razón para creer que ahora estamos en un nivel intelectual o espiritual más elevado que en
los tiempos antiguos. Si una analogía se acerca a la humanidad de este tiempo, tal vez nosotros
seamos los niños pequeños y la gente de los tiempos antiguos los adultos, pero de la generación
de un ciclo diferente. O nosotros seamos ahora ancianos confundidos y seniles. La razón por la que
los descubrimientos son descritos como artefactos para cementerios puede ser porque están
conectados al sentimiento del pasado siendo muerto y enterrado.

En cualquier coas, debemos estar preparados para aceptar que el hombre antiguo estaba más
adelantado que nosotros; intelectual y espiritualmente. De hecho, la sociedad industrial y la
sociedad de información post-industrial son el tipo de sociedades en las que el hombre se ve
forzado a enfocarse más en el tiempo del trabajo material, y así tener menos tiempo en
desarrollar su lado espiritual e intelectual. Uno se puede acercar a la conclusión de que
materialmente las sociedades más avanzadas están en peligro de producir las personas
intelectualmente y espiritualmente más débiles. Las vidas de las sociedades antiguas usualmente
eran difíciles, pero también había largos periodos donde el trabajo interno podía tener lugar;
sofisticadas prácticas religiosas, visiones filosóficamente avanzadas y tradiciones ricas de mitos e
historias. Gracias a Snorri Sturlusson y otros, parte de este conocimiento ha sido guardado y
mantenido vivo hasta hoy.
Nuestro conocimiento sobre las runas y la antigua espiritualidad nórdica deriva de las Eddas y las
Sagas, de descubrimientos arqueológicos, de pinturas rupestres, dibujos y runas en piedras, y de
nombres de lugares. Aparte de las Eddas, un libro por el historiador danés Saxo Grammaticus del
siglo XIII también presento la visión de los nórdicos antiguos.

También se puede obtener información del romano Tacito (55-120) en su Germania y de las
descripciones de Adam de Bremens. Para aquellos que deseen explorar los secretos de las runas es
de gran importancia investigar esas fuentes. Pero uno no se debería mantener atascado en
información arqueológica. Uno debería tener en mente que las runas y la tradición Nórdica
antigua ha pasado por constante cambio. El conocimiento ha progresado cambiado a través del
tiempo y también sus practicantes. Las runas y los mitos son visiones exotéricas de una realidad
esotérica que existe fuera del tiempo. Hay un tiempo profano y un tiempo mítico. Nosotros
normalmente existimos en el tiempo profano y allí la historia ocurre a través de la muerte y
regreso. Uno puede alcanzar el conocimiento a través de investigación histórica y arqueológica. El
tiempo mítico es arquetípico y mora más allá del tiempo y espacio profano. Este es el tiempo
descrito por los mitos. Un chamán o mago puede acceder al tiempo mítico a través de
extraordinarios estados de consciencia. El tiempo mítico es, no obstante, accesado más fácilmente
a través del conocimiento en el nivel profano. La teoría posibilita la práctica, pero uno no debería
enfocarse de más en los detalles históricos y arqueológicos. El poder que las runas denotan es el
mismo hoy que durante la era Vikinga.