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FACULTAD DE DERECHO
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DEDICATORIA
A nuestros familiares
porque nos impulsan con su estímulo
y nos motivan a seguir adelante, a
nuestro maestro quien es nuestro guía
en el aprendizaje, dándonos los
últimos conocimientos.
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AGRADECIMIENTO
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ÍNDICE
DEDICATORIA ......................................................................................................................... 2
AGRADECIMIENTO ............................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 6
CAPÍTULO I
INDIVISIÓN Y PARTICIÓN SUCESORIA
1.2.2. Definición................................................................................................. 20
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CAPÍTULO II
CARGAS Y DEUDAS DE LA HERENCIA
2.4. Cargas............................................................................................................. 30
CAPÍTULO III
JURISPRUDENCIA
CONCLUSIONES .................................................................................................................. 40
REFERENCIAS ...................................................................................................................... 41
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INTRODUCCIÓN
Sin duda, la indivisión sucesoria es una situación jurídica aun debatida por la
doctrina, en función a su tratamiento en los distintos ordenamientos legales.
Siendo importante señalar que en el caso de nuestra legislación, el Código
Procesal Civil ya ha advertido que merece una consideración jurídica singular,
que denomina "patrimonio autónomo", por lo que consecuentemente resulta
necesario apuntar las principales diferencias respecto de la copropiedad,
término utilizado en nuestro régimen jurídico.
Por ello, en virtud a las pautas en párrafos precedentes, con el desarrollo del
presente trabajo buscamos esclarecer lineamientos que deberán ser de
consideración para una regulación adecuada del tema de indivisión sucesoria
en nuestro ordenamiento jurídico, así como de esbozar una definición acertada
que se derive de sus características y naturaleza jurídica propia.
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I. INDIVISIÓN Y PARTICIÓN SUCESORIA
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La indivisión tiene una connotación de propiedad colectiva, así tenemos
que, a la luz de las normas vigentes, los sucesores resultan propietarios
pro-indivisos de los bienes comunes de la herencia, en proporción a la
parte que tengan derecho, llamándose a eso condominio o copropiedad
(p. 237)
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En esta misma línea de pensamiento, Fornieles (1950) señala que: “Cuando los
bienes que componen la masa pertenecen a varios herederos, todos quedan
propietarios en común de ella, lo que genera una comunidad hereditaria o
estado de indivisión” (p. 276).
Borda (1991) explica que la sucesión no es otra cosa que una comunidad, que
será condominio cuando se trate de Derechos Reales, y titularidad compartida
en los demás. Agrega el autor, lo siguiente:
Debe atenderse que el condominio solamente afecta las cosas y nunca los
bienes incorporales. Cada sucesor es propietario proindiviso de los bienes
comunes de la herencia, en proporción a la parte a la que tenga derecho;
salvo que, tratándose de una sucesión testamentaria, el causante haya
dejado hecha la partición (p. 195).
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Somarriva (2000) explica que:
En tal sentido, debe señalarse que antes de la partición lo que existe en una
sucesión con varios sucesores, es comunidad patrimonial, y no copropiedad.
Para Miranda (s.f.) los derechos que se adquieren del condominio son los
siguientes:
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acciones y defenderse de las mismas, con arreglo a ley contemplado em
el artículo 979° del Código Civil.
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d) Sanear, en caso de evicción, en proporción a la parte de cada uno,
conforme a lo que dispone el artículo 982° del Código Civil.
Sosa (s.f.) cree que resulta necesario plasmar distinciones entre la indivisión y
copropiedad que nos permitan verificar y esclarecer a la indivisión dentro de la
perspectiva de comunidad patrimonial, por las siguientes razones:
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del fallecimiento de una persona y que constituyen todo su patrimonio,
sino solamente contra la cuota hereditaria del heredero deudor.
e) Salvo el caso de pacto de indivisión, contenido en el artículo 993º del
Código Civil, la terminación de la copropiedad por división y partición
siempre es obligatoria cuando lo solicite cualquier copropietario.
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los bienes singulares. Se podrá replicar que el art 977º del Código Civil
faculta a cada propietario para disponer de su cuota ideal de
copropiedad pero hay que considerar que eso será luego de que se
sepa que, por efectos de la partición, le ha sido adjudicado dicho bien en
copropiedad. Mientras eso no ocurra, el heredero tiene una cuota cierta
en la sucesión, pero respecto de sus componentes singulares solamente
tiene una expectativa, o un derecho potencial, pues tales componentes
pueden o no serle adjudicados. Por eso se señala que el acto que se
realice sobre el bien sólo será válido si el bien respectivo le es
adjudicado en todo o parte.
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j) Mientras subsista la indivisión sucesoria los bienes que sustituyen a
aquellos que sean transferidos quedan afectos de pleno derecho a las
mismas circunstancias y derechos en que se encontraban los bienes
reemplazados.
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a) Presunción de igualdad de cuotas
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Esta norma hace referencia a la adopción de decisión sobre el bien común
indicando que se adoptará por unanimidad, para disponer, gravar o arrendar
el bien, darlo en comodato o introducir modificaciones en él; y por
mayoría absoluta, para los actos de administración ordinaria; siendo la única
excepción a este principio sería la establecida en el artículo 860º del Código
Civil, pues en el caso específico que es el de la venta de los bienes para
pagar su parte a los herederos, la decisión se podrá tomar por mayoría.
Asimismo señala que los votos se computan por el valor de las cuotas, en tal
sentido los representantes sumarán entre sí los votos que le hubieran
correspondido a su representado.
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1.1.6. Clases de indivisión
a) Forzosa
Son aquellas que existen por mandato de la ley, como el caso de los bienes
comunes que constituye la sociedad de gananciales o los bienes del patrimonio
familiar; o por naturaleza de las cosas que son indivisibles. Por ejemplo: Los
servicios comunes, las áreas comunes, las propiedades horizontales y las
paredes medianeras.
b) Voluntaria
Son aquellas que pueden ser hechas por la voluntad del testador o convenidas
por los herederos.
Por el testador, de conformidad con el artículo 846° del Código Civil, éste
puede establecer la indivisión de cualquier empresa comprendida en la
herencia, hasta por un plazo de cuatro años, sin perjuicio de que los herederos
se distribuyan normalmente las utilidades. Las explotaciones agrícolas y
ganaderas se regirán por la ley de la materia.
Por los herederos, ellos están autorizados por el artículo 847° del Código Civil,
para que puedan pactar la indivisión total o parcial de la herencia hasta por un
plazo de cuatro años, susceptible de renovación en forma indefinida.
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De aquí parte la tesis romanista denominada atributiva según la cual la
partición es sólo atributiva del dominio sobre los bienes de la herencia.
Por otro lado la Doctrina Italiana, la tiene como una subrogación de los bienes
adjudicados en el lugar de la cuota, aplicable por igual a la comunidad sobre un
objeto singular como a su universalidad; consecuentemente, la naturaleza de la
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extinción de una comunidad, por división, no es esencialmente distinta cuando
la pluralidad de herederos se orienta sobre un objeto singular de una herencia;
en ambos casos una anterior copropiedad es sustituida por la titularidad
individual de partes u objetos singulares.
Así los herederos subrogan, sustituyen los bienes adjudicados por la cuota
ideal que tuvieron a la apertura de la sucesión.
1.2.2. Definición
El Código Civil, define la partición en el artículo 983°, que perpetúa que por la
partición permutan los copropietarios, cediendo cada uno el derecho que tiene
sobre los bienes que no se le adjudiquen, a cambio del derecho que le ceden
en los que se le adjudican.
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En la realidad, la partición responde a un proceso jurídico desde la demanda de
partición hasta la titulación de las respectivas cuotas hereditarias, pasando por
su valoración para un justo y equitativo reparto, según el orden y grado de
parentesco.
1.2.3. Características
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nunca ha tenido derechos sobre los bienes que han sido asignados a los
demás.
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Es oportuno aclarar que la acción de partición es imprescriptible y
ninguno de los copropietarios ni sus sucesores pueden adquirir por
prescripción los bienes comunes, tal como lo dispone el artículo 985° del
Código Civil.
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1.2.6. Suspensión de la Partición
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Puede también diferirse o suspenderse la partición respecto de todos los
bienes o de parte de ellos, por acuerdo de todos los herederos o por
resolución judicial y por un plazo no mayor de dos años, cuando la
ejecución inmediata pueda ocasionar notable perjuicio al patrimonio
hereditario, o si es preciso para asegurar el pago de deudas o legados.
Así mismo los bienes se adjudicarán en especie a cada uno de los herederos.
De no ser posible, el valor de sus cuotas le será pagado en dinero. Así lo
establece el artículo 859 del Código Civil.
Las porciones asignadas por el testador que reunidas exceden del total de la
herencia se reducirán, a prorrata, salvo lo dispuesto por aquel. Los créditos que
constituyen parte del activo hereditario, se dividirán entre los herederos en
proporción a la cuota que tienen en la herencia.
Para Baqueiro (1994), “las particiones son un acto voluntario y pueden estar
afectadas por las mismas causas de nulidad que todos los actos jurídicos, ya
sea por incapacidad de alguna de las partes, ya sea por vicios de voluntad o
por ilicitud en el motivo o fin.
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La diferencia entre nulidad y caducidad, señalando que mientras la primera se
deriva de una causa, originaria que afecta el acto desde el momento de su
nacimiento o de su celebración.
Con la redacción del código anterior, cuyo Art. 796 decía que caducaba la
partición si uno de los herederos no era considerado en ella, la partición caduca
en este caso.
Ocurre alguna ves que siendo los bienes de la misma clase, como es el caso
de un patrimonio accionario, y siendo el derecho de cada uno de los herederos
igual y claro, uno de ellos se abstiene, por cualquier razón de pactarla partición
y de recibir su parte y los restantes convienen en recibir cada uno la suya y en
dejar pendiente la entrega que corresponde a aquel. (Baqueiro, 1994),
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II. CARGAS Y DEUDAS DE LA HERENCIA
El artículo 660° del Código Civil indica que la transmisión sucesoria incluye las
obligaciones del causante, y el 661° apunta que el heredero responde de las
deudas y cargas de la herencia sólo hasta donde alcancen los bienes de ésta.
Incumbe al heredero la prueba del exceso, salvo cuando exista inventario
judicial.
A pesar que los artículos anteriormente referidos induzcan a creer que nuestro
ordenamiento consagra una responsabilidad intra vires, o sea, que el heredero
nunca respondería por obligaciones heredadas en cuanto superen el activo
heredado, debe imponerse una conclusión distinta derivada de un
razonamiento más pausado.
De esta manera, lo que quiere decir el primer párrafo del artículo 661° es que
sólo habrá responsabilidad limitada del heredero si hay inventario, o de no
haberlo logra probar la situación deficitaria de la herencia. La presunción legal,
por lo tanto, es de responsabilidad ilimitada, porque conforme al artículo 660°,
las obligaciones que constituyen la herencia se transmiten a los sucesores.
Estos sucesores, por ende, las asumen y responden por ellas no sólo con los
activos sucesorales, sino con los suyos propios. Si no quieren responder,
tendrán que optar por uno de los mecanismos limitativos que la ley concede.
Así, cuando las deudas transmitidas por el causante exceden el activo relicto,
los sucesores que no deseen pagarlas quedarán solamente exonerados del
exceso en casos como:
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b) Si cuando la herencia se tuvo por aceptada en virtud de la presunción
ordenada en el artículo 673° del Código Civil, logra el heredero probar
que ésta es deficitaria.
Por ello, es imperioso otorgar una vigorosa protección a los acreedores del
causante, porque es obvio que los créditos no pueden extinguirse por efecto de
la muerte. Protección a los acreedores que sólo se logra, entre otras medidas,
dotándoles incluso de la posibilidad de oponerse a la partición, según el artículo
875° del Código Civil, y adjudicación de bienes hasta que se les asegure el
pago de sus créditos. En suma, al transmitirse las obligaciones por efecto de la
muerte, el heredero es deudor pleno de las deudas de su causante: las asume
como si fueran propias. En consecuencia, al igual que cualquier otro deudor,
debe responder con todo su patrimonio; a saber, el propio antes de la herencia,
ajeno a la misma, y el heredado.
El artículo 661° del Código Civil estatuye que el heredero responde de las
deudas y cargas de la herencia. La redacción del párrafo no ha sido
afortunada. Efectivamente, las deudas no son deudas de la herencia, sino del
causante, y por tanto preceden a la herencia, aunque la constituyen. En
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cambio, las cargas, en cuanto las haya, surgen precisamente por la muerte del
testador y constituyen pasivo a cargo de los herederos aunque no existan
activos en la masa hereditaria.
Hecha esta salvedad, lo primero que se impone precisar es que por deudas ha
querido decirse obligaciones en cuanto sean transmisibles. No se trata
solamente, pues, de deudas de dinero, sino de todo aquello respecto de lo cual
el causante tuviera una posición jurídica de deudor, con prescindencia de su
origen. En consecuencia, al transmitirse las obligaciones se transmiten con
todo que les es propio a cada una de ellas y permite, por lo tanto, que el
sucesor pueda invocar las excepciones personales que hubiera podido esgrimir
el causante. El precepto incluye también a las cargas. Por tales se entienden
las contempladas en los artículos 869° y 870° del Código.
Borda (1971), señala que la carga está unida a la persona o bien, por el solo
hecho de su existencia, por lo cual puede ser independiente de la voluntad
individual. En otras palabras, se trata de la consecuencia de algo, en el caso de
la sucesión, viene a ser una consecuencia de la muerte del causante, por lo
que se les denomina cargas de la sucesión a las obligaciones originadas por el
fallecimiento del causante. Esto lleva a deducir que dichas cargas no se
transmiten sucesoriamente, porque no eran obligaciones previas del causante
sino que, surgen directamente para los herederos.
Por su parte, las deudas son las contraídas por el causante, formando parte de
la masa hereditaria y pasando al heredero por sucesión.
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Es preciso señalar que el pago de las cargas de la sucesión tiene preferencia
respecto al pago de las deudas. Si bien las deudas son de mayor antigüedad
en el tiempo, por haber sido contraídas por el causante cuando éste vivía, que
las cargas, la razón de su orden de prioridad secundario reside en que sería
sumamente engorroso y dificultoso realizar los trabajos relativos al funeral o
sepelio del causante, así como administrar la sucesión en sí, de no ponerse a
estas cargas como de reembolso preferente.
2.4. Cargas
Las cargas de la herencia son definidas por Ferrero (1987) como: “Los gastos
consecuentes del fallecimiento del causante” (p. 313).
Según los artículos 869° y 870° del Código Civil, dichas cargas de la masa
hereditaria son:
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b) Los gastos provenientes de la última enfermedad del causante. Este
supuesto rompe el esquema de que solo las obligaciones posteriores a
la muerte constituyen las cargas.
2.5. Deudas
Las deudas son definidas por Ferrero (1987) como: “Las obligaciones del
causante al momento de su deceso” (p. 315).
Por su parte, Palacio (1991), afirma que: “Se consideran deudas de la herencia
todas las obligaciones patrimoniales que habiendo sido contraídas por el
causante, todavía no fueron pagadas a su fallecimiento, sea cual fuere el
motivo” (p. 859).
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dispone de los bines dejados por el causante en perjuicio de los derechos de
los acreedores de la sucesión.
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El artículo agrega que la elección de las indicadas alternativas corresponde a
los herederos, y que si hubiese desacuerdo entre ellos el juez decidirá su forma
de pago.
El artículo 874° dispone que esta pensión constituye deuda hereditaria que
grava en lo que fuere necesario la porción de libre disponibilidad de la herencia
a favor del alimentista. Debemos señalar que la redacción del dispositivo no es
clara y puede llevar a confusión, ya que pareciera indicar la existencia de una
herencia a favor del alimentista, lo cual es incorrecto debido a que, éste no es
heredero, sino mero acreedor del causante. Lo que la norma establece es que
la pensión alimenticia constituye deuda a cargo de la sucesión, que grava en
favor del alimentista lo que fuere necesario de la parte de libre disposición del
causante.
b) Debido a que esta deuda del causante se encuentra dentro del ámbito
del Derecho de familia, será una deuda en el primer orden de prelación
respecto de los demás acreedores, pero solo dentro del ámbito de la
porción de libre disposición, sin afectar la legítima.
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2.5.2. El legatario y las deudas
Los legatarios participan de la herencia una vez que se haya cumplido con las
obligaciones del causante. Inclusive, pueden solicitar al albacea o a los
herederos la entrega de los legados, según lo inscrito en los artículos 787°
inciso 6 y 792° del Código Civil. Por ello, no están obligados a pagar las
deudas, en el título de las cargas y deudas de la herencia, a excepción del
caso de la consolidación que se refiere únicamente a los herederos como
obligados al de éstas.
Sin embargo, el cumplimiento de pagar las cargas y las deudas puede afectar a
los legatarios. Ya sea que el legado consista en un bien determinado o que
este referido a una cuota alícuota, puede verse sujeto a reducción como
consecuencia de la disminución del haber hereditario.
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III. JURISPRUDENCIA
VISTOS; y, CONSIDERANDO:
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accionante solicita que se divida y parta un inmueble sobre el cual no tiene
ningún tipo de vocación hereditaria, dado que el derecho que alega proviene de
estar casado con Hermelinda Oré Gómez, lo que es un imposible jurídico,
puesto que únicamente pueden heredar los descendientes del causante en
línea recta y en línea colateral hasta el segundo grado, conforme a lo dispuesto
por el artículo 816° del Código Civil.
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particulares sólo en los límites en que ello puede servirle para conseguir su fin
de unificación de la jurisprudencia”.
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herencia ya ingresaron a su patrimonio. De allí que sus herederos, entre ellos
su cónyuge, puedan reclamar el porcentaje que les corresponde. En tal sentido,
no siendo los hechos que se exponen en el recurso congruente con lo
establecido en el proceso, el recurso debe ser declarado improcedente.
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3.1. Análisis de la Jurisprudencia
Por otro lado, la parte demandada alega que es un imposible jurídico, puesto
que únicamente pueden heredar los descendientes del causante en línea recta
y en línea colateral hasta el segundo grado, conforme con lo dispuesto por el
artículo 681º del Código Civil, por lo que denuncian la infracción normativa de
dicho artículo.
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CONCLUSIONES
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REFERENCIAS
Cabrera, L., Chávez, Z., Honorio, H., Lázaro, R., & Ventura, L. (s.f.). La
indivisión en el régimen jurídico peruano. Obtenido de:
https://www.academia.edu/8489434/INDIVISI%C3%93N_SUCESORIA.
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