Si usted es un político - de viejo o nuevo cuño - y quiere inaugurar, mejorar o
recordar su eficacia verborrágica, siga estos consejos:
1. seleccione la población - objetivo a la que quiere engatuzar
2. refiérase a ella, cada tercer párrafo, de manera adulona (use frases como ”los imprescindibles y nobles...maestros, empresarios, mujeres, etc) 3. hable del papel fundamental que su población - objetivo ha jugado a lo largo de la historia, y diga que lo continúan jugando (¡ no se le vaya a salir mencionar que son peones !) 4. mencione la necesidad de que se garanticen espacios de participación y desarrollo para ellos, como un imperativo social y - si anda inspirado - hasta antropológico 5. enarbole la bandera de la facilitación del ejercicio de sus derechos, asi como de las condiciones que permitan desplegar sus potencialidades individuales y colectivas 6. recuerde personajes sobresalientes del grupo social al que hipnotiza con su choro, y diga que su espíritu vive, inmortal, en ellos 7. señale los efectos catastróficos para la humanidad si sus lambisconeados no existieran ( por ejemplo:” si no hubiera campesinos ¿quiénes sembrarían la tierra?”, “si no hubiera médicos ¿quiénes nos curarían?”, etc.) 8. endose cuanto beneficio vital gocemos a la cuenta y a la obra de sus consentidos discursivos 9. vaticine que el próximo siglo será promisorio si, y solo si, seguimos contando con los insoslayables susodichos 10. divida a la humanidad en dos grupos : ellos mismos, refulgentes, por un lado, y el resto del género humano dependiente y agradecido de ellos hasta las lágrimas, por el otro