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Historia de la Ley N° 19.

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MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY Nº 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS


TERRORISTAS Y FIJA SU PENALIDAD.

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Nota Explicativa
Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible
en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada
uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos
de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia
de ley.

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ÍNDICE

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados .............................................................................. 3


1.1. Mensaje ............................................................................................................................................................. 3
1.2. Primer Informe de Comisión de Constitución .................................................................................................... 4
1.3. Discusión en Sala ............................................................................................................................................ 20
1.4. Discusión en Sala ............................................................................................................................................ 42
1.5. Segundo Informe de Comisión de Constitución ............................................................................................. 100
1.6. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 101
1.7. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora ................................................................................................ 113

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado ................................................................................................ 114


2.1. Primer Informe de Comisión de Constitución ................................................................................................ 114
2.2. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 122
2.3. Segundo Informe de Comisión de Constitución ............................................................................................. 124
2.4. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 129
2.5. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen ........................................................................................... 145

3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados ........................................................................... 147


3.1. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 147
3.2. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora ................................................................................................ 160

4. Trámite Comisión Mixta: Cámara de Diputados-Senado ....................................................................... 161


4.1. Informe Comisión Mixta ................................................................................................................................ 161
4.2. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 167
4.3. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora ................................................................................................ 171
4.4. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 172
4.5. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen ........................................................................................... 182

5. Trámite Veto Presidencial .......................................................................................................................... 183


5.1. Oficio del Ejecutivo a Cámara de Origen ....................................................................................................... 183
5.2. Informe de Comisión de Constitución ............................................................................................................ 185
5.3. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 188
5.4. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora ................................................................................................ 195
5.5. Informe de Comisión de Constitución ............................................................................................................ 197
5.6. Discusión en Sala .......................................................................................................................................... 199
5.7. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen ........................................................................................... 202

6. Trámite Finalización: Cámara de Diputados ............................................................................................ 203


6.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo ....................................................................................................... 203

7. Publicación de Ley en Diario Oficial .......................................................................................................... 204


7.1. Ley Nº 19.172 ............................................................................................................................................... 204

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Mensaje

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Mensaje

Fecha 10 de abril, 1991. Mensaje en Sesión 44. Legislatura 321.

No existe constancia del mensaje el que dispone que modifica el Código Penal y la ley nº 18.314, que determina
conductas terroristas y fija su penalidad. Sin embargo, la Biblioteca del Congreso Nacional cuenta con el siguiente
antecedente: “se ingresa el proyecto a tramitación en la sesión 44 del 10 de abril de 1991 en la cámara de
diputados”.

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Primer Informe de Comisión de Constitución

1.2. Primer Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 11 de julio, 1991. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 19. Legislatura 322.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE CONSTITUCIÓN, LEGISLACIÓN Y JUSTICIA, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE


MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU
PENALIDAD (BOLETÍN N° 334-07-1).

"Honorable Cámara:

Vuestra Comisión de Constitución, Legislación y Justicia pasa a informaros el proyecto de ley individualizado en el
epígrafe, de origen en mensaje, para cuyo despacho se ha hecho presente la urgencia en el carácter de "simple"
en todos sus trámites, con fecha 3 de julio, por lo que el plazo que tiene la Corporación para hacerlo vence el 2 de
agosto de 1991. El de la Comisión, el 13 de julio del mismo año.

Durante el estudio de esta iniciativa, vuestra Comisión contó con la asistencia y colaboración del señor Ministro de
Justicia, don Francisco Cumplido Cereceda, y del Abogado del Ministerio del Interior, don Luis Toro. Escuchó,
además, al criminólogo don Hernán Tuane Escaff.

Se dio cuenta del proyecto a la Corporación en la sesión 44a., celebrada el día miércoles 10 de abril de 1991. Ese
mismo día y en cumplimiento de lo señalado en el artículo 16 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del
Congreso Nacional, se remitió copia de él a la Excma. Corte Suprema por oficio número 290, para los efectos
previstos en el mismo inciso segundo del artículo 74, de la Constitución Política de la República, por estimarse que
una de las disposiciones de la iniciativa podría tener incidencia en las atribuciones de los tribunales.

La Excma. Corte Suprema, por oficio N° 2260, de 18 de abril de 1991, comunicó que había acordado emitir un
pronunciamiento favorable al respecto, sin perjuicio de pro-poner algunas modificaciones al texto, a las que se
hará mención en la parte pertinente de este informe.

Se deja constancia que vuestra Comisión, por la unanimidad de sus miembros presentes, acordó suspender, para
este caso en particular, la aplicación del artículo 212 del Reglamento, no llevándose a efecto, en consecuencia, la
audiencia pública a que dicha disposición se refiere.

FUNDAMENTOS DEL PROYECTO.

En el mensaje con que se ha iniciado este proyecto se expresa que es tarea prioritaria del Gobierno asegurar a la
Nación el desarrollo normal y pacífico de las actividades propias de cada ciudadano y el pleno ejercicio de sus
derechos, para lo cual resulta esencial desterrar de nuestra patria la violencia y el terrorismo.

El respaldo consensual a las instituciones y al estado de derecho, la necesidad de agilizar la actuación de los
organismos policiales y judiciales y la solidaridad social son consideradas por el Gobierno como fundamentales
para enfrentar la delincuencia y el terrorismo.

En su concepto, la protección de los derechos esenciales de las personas no es solamente un deber del Estado,
sino también de cada ciudadano, razón por la cual estima indispensable establecer en el Código Penal no sólo
prohibiciones, sino deberes positivos que vayan en resguardo de ellos, lo que se logra incorporando un delito de
omisión, en el que incurrirá el que no impida un delito contra la vida, la integridad corporal y la salud, y la libertad
de las personas o el que no informe de su comisión a la autoridad.

Se expresa en el mensaje que en la lucha contra el terrorismo ha quedado demostrado que el Estado y las Fuerzas
de Orden requieren de mecanismos de mayor flexibilidad en la persecución de los hechores y así lograr mayor
eficacia en la prevención y descubrimiento de tales actos.

En opinión del Gobierno, para combatir el terrorismo o para permitir la reinserción a la vida democrática de los
terroristas es importante la destrucción de la estructura de su organización y la cohesión de sus mGiembros.

MINUTA DE LAS IDEAS MATRICES O FUNDAMENTALES Y CONTENIDO DEL PROYECTO.

De acuerdo con lo expresado en el mensaje, las ideas matrices o fundamentales del proyecto son:

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Primer Informe de Comisión de Constitución

a) Asegurar el desarrollo normal y pacífico de las actividades propias de cada ciudadano y el pleno ejercicio de sus
derechos, adoptando medidas destinadas a desterrar la violencia del país.

b) Perfeccionar la legislación sobre conductas terroristas y su penalidad, estableciendo los mecanismos necesarios
para lograr una mayor eficacia en la prevención y descubrimiento de tales actos.

Para los efectos anteriores se propone:

1.- Contemplar delitos contra la seguridad pública, para castigar al que no impida un delito contra la vida, la
integridad corporal o la salud, y la libertad de las personas, pudiendo hacerlo sin riesgo propio o ajeno, o no
informe a la autoridad de la comisión de uno de esos delitos.

Con tal fin, el artículo 1° agrega un párrafo 17 nuevo al Título VI del Código Penal, con el nombre de "Delitos contra
la seguridad pública", consignando en él un artículo 341 bis, que contempla los referidos delitos de omisión.

2.- Consagrar una causal de impunidad en favor del que voluntariamente tratare eficazmente de impedir la
comisión de delitos terroristas, aportando elementos de prueba suficientes para su determinación y para la
identificación de los eventuales partícipes.

3- Aumentar, de dos a tres grados, la rebaja de la pena que puede aplicarse en favor de los que disocien de una
asociación ilícita de carácter terrorista y no sean responsables de otros delitos terroristas, cuando lleven a cabo
determinadas conductas previstas en la ley, tendientes a evitar o aminorar las consecuencias del hecho
incriminado, o a impedir o prevenir la perpetración de otros de estos delitos, o a detener o individualizar a los
responsables o asociados.

4.- Facultar al juez para suspender condicionalmente la condena impuesta al responsable de un delito terrorista, si
proporciona todos los indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de la responsabilidad de los culpables y, además, manifieste su voluntad de disociación de la
asociación ilícita.

El período de la suspensión condicional de la condena es equivalente a la mitad del tiempo de su duración, o de 15


años, si el acusado fuere condenado a muerte o a presidio o reclusión perpetua. Ella puede revocarse si, dentro de
dicho período, el acusado cometiere nuevo delito terrorista o se incorporare nuevamente a una asociación ilícita.

Con la finalidad de concretar los tres últimos propósitos, el artículo 2° sustituye el artículo 4° de la ley N° 18.314,
sobre conductas terroristas.

ANTECEDENTES GENERALES.

- Legislación interna.

La Constitución Política del Estado consagra diversos principios y derechos a los cuales el proyecto en informe
tiende a dar satisfacción y que de alguna forma aparecen esbozados en el mensaje y recogidos en su texto.

En su artículo 1° reconoce que la finalidad del Estado es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a
crear las condiciones sociales que permitan a todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su
mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que ella establece,
siendo uno de sus deberes el dar protección a la población.

En su artículo 5° prescribe que el ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana, para agregar, en el artículo 9°, que el terrorismo, en cualquiera
de sus formas, es por esencia contrario a los derechos humanos.

En su artículo 19, N° 1°, asegura el derecho a la vida y a la integridad física y síquica de la persona. En su número
3a, entre otros derechos relativos a la igual protección de la ley en el ejercicio de éstos, contempla el de la
legalidad de la pena y el principio de la tipicidad en materia penal. Ellos se traducen en el hecho en que ningún
delito se castigará con otra pena que la que le señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a
menos que una nueva ley favorezca al afectado, y en que ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta
que se sanciona esté expresamente descrita en ella.

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Primer Informe de Comisión de Constitución

El Código Penal, en su artículo 1°, define el delito como toda acción u omisión voluntaria penada por la ley.

De ahí deriva la tradicional clasificación entre delitos de acción y delitos de omisión.

La conducta pasiva u omisión, que es la que interesa para los efectos de esta iniciativa, consiste en "la no
realización del acto esperado y legalmente exigible" (Del Río), en la no ejecución de un acto positivo que se tiene
el deber jurídico de efectuar. La omisión como un no hacer, la simple inercia, es insuficiente para constituir delito si
no va acompañada del deber jurídico de obrar en virtud de un mandato legal.

Un ejemplo de estos delitos es el artículo 295 bis, que dispone que se aplicarán las penas de prisión en su grado
máximo a presidio menor en su grado mínimo al que, habiendo tenido noticias verosímiles de los planes o de las
actividades desarrolladas por uno o más miembros de una asociación ilícita, omite ponerles oportunamente en
conocimiento de la autoridad.

Como autor de una simple falta se sanciona en el artículo 494, al facultativo que, notando en una persona o en un
cadáver señales de envenenamiento o de otro delito grave, no diere parte a la autoridad competente (N° 9°); al
que encontrando perdido o abandonado a un menor de siete años no lo entregare a su familia o no lo recogiere o
depositare en lugar seguro, dando cuenta a la autoridad en los dos últimos casos (N° 13), y al que no socorriere o
auxiliare a una persona que se encontrare en despoblado herida, maltratada o en peligro de perecer, cuando
pudiere hacerlo sin detrimento propio (N° 14).

También como autor de falta se sanciona en el artículo 496, N° 2°, al que pudiendo, sin grave detrimento propio,
prestar a la autoridad el auxilio que reclamare en casos de incendio, inundación, naufragio u otra calamidad, se
negare a ello.

El mismo Código consulta diversas causales de exclusión de la responsabilidad penal, las que se clasifican
doctrinariamente en excluyentes de la acción, de inculpabilidad, de justificación y de impunidad o excusas
absolutorias.

Las de impunidad, que son las que guardan concordancia con el artículo 2° del proyecto, consisten en hechos
determinados por la ley que, sin borrar el carácter delictuoso de la acción y sin suprimir tampoco la culpabilidad de
su autor, eximen no obstante de la sanción que ordinariamente se asocia a la perpetración de un delito, en virtud
de un interés social o político. Son razones de índole extrapenal que equivalen a un verdadero perdón legal. Se
citan como ejemplo las establecidas por razones de copropiedad familiar (impunidad de los hurtos, defraudaciones
y daños realizados en contra de los parientes que el artículo 489 menciona), las consagradas por motivos de
conveniencia política (impunidad de los rebeldes o sediciosos sublevados) que se someten a la autoridad legítima
(artículo 129), y las contempladas en favor de los delatores (arts. 8°, 160, 192 y 295) .

El artículo 8° exime de toda pena por la conspiración o proposición para cometer un crimen o simple delito, el
desestimiento de la ejecución de éstos antes de principiar a ponerlos por obra y de iniciarse procedimiento judicial
contra el culpable, con tal que denuncie a la autoridad pública el plan y sus circunstancias.

El artículo 160, ubicado en el párrafo relativo a los agravios inferidos por funcionarios públicos a los derechos
garantizados por la Constitución, expresa que si un empleado público acusado de haber ordenado, autorizado o
facilitado alguno de los actos de que se trata en el referido párrafo, pretende que la orden le ha sido arrancada por
sorpresa, será obligado, revocando desde luego tal orden para hacer cesar el acto, a denunciar al culpable; en caso
de no denunciarlo, responderá personalmente.

El artículo 192, ubicado en el título relativo a los crímenes y simples delitos contra la fe pública, de las
falsificaciones, del falso testimonio y del perjurio, previene que que-darán exentos de pena los culpables de los
delitos castigados por los artículos 162,163, 165, 167 (tratan de la moneda falsa), 172, 173, 174, 175 (se refieren a
la falsificación de documentos de crédito del Estado, de las Municipalidades, de los establecimientos públicos,
sociedades anónimas o bancos), 180,181 y 182 (falsificación de sellos, punzo-nes, matrices, marcas, timbres,
estampillas, etc.), siempre que, antes de haberse hecho uso de los objetos falsificados, sin ser descubiertos y no
habiéndose iniciado procedímiento alguno en su contra, se delataren a la autoridad, revelándole las circunstancias
del delito.

El artículo 295 del Código Penal, ubicado en el párrafo de las asociaciones ilícitas, dispone que quedará exentos de
las penas señaladas en los artículos anteriores aquellos de los culpables que, antes de ejecutarse alguno de los

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Primer Informe de Comisión de Constitución

crímenes o simples delitos que constituyen el objeto de la asociación y antes de ser perseguidos, hubieren
revelado a la autoridad la existencia de dichas asociaciones, sus planes y propósitos, agregando que podrán sin
embargo ser puestos bajo vigilancia de la autoridad.

La ley N° 12.927, sobre Seguridad del Estado, también contemplaba una causal de impunidad en su artículo 23 a),
al prescribir que "La persona que aparezca responsable en un proceso por delitos contra la seguridad del Estado
queda exenta de la pena que pudiere corresponderle, por la circunstancia de revelar al Tribunal antecedentes no
conocidos que sean útiles a la comprobación del delito o a la determinación de los delincuentes. La misma regla se
aplicará si denunciare a la autoridad el plan y circunstancias de toda nueva conspiración o maquinación para
cometer algunos de los delitos prescritos en los artículos 5° a), 5° b) y en las letras c), e) y g) del artículo 6°, y
siempre que la denuncia lleve a la comprobación del hecho, a la individualización de los culpables y a la frustración
de sus propósitos".

En su texto actual, después de las alteraciones que sufriera por la ley N° 19.047, de 14 de febrero de 1991, esta
disposición sólo consulta una rebaja de uno a dos grados de la pena que pudiera corresponder al responsable que
lleva a cabo alguna de las mismas conductas ya indicadas.

La ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad, establece en su artículo 1° que
"Constituirán delitos terroristas los enumerados en el artículo 2°, cuando en ellos concurriere alguna de las
circunstancias siguientes:

la. Que el delito se cometa con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el temor justificado
de ser víctima de delitos de la misma especie, sea por la naturaleza y efectos de los medios empleados, sea por la
evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo determinado de
personas.

Se presumirá la finalidad de producir dicho temor en la población en general, salvo que conste lo contrario, por el
hecho de cometerse el delito mediante artificios explosivos o incendiarios, armas de gran poder destructivo,
medios tóxicos, corrosivos o infecciosos u otros que pudieren ocasionar grandes estragos, o mediante el envío de
cartas, paquetes u objetos similares, de efectos explosivos o tóxicos.

2°.- Que el delito sea cometido para arrancar resoluciones de la autoridad o imponerle exigencias".

Su artículo 2° menciona qué delitos constituirán delitos terroristas cuando reunieren algunas de las características
señaladas en el artículo anterior. Entre ellos, según el número 5), la asociación ilícita cuando ella tenga por objeto
la comisión de delitos que deban calificarse de terroristas conforme a los números anteriores y al artículo 1°.

El artículo 3° contempla las penas por los delitos terroristas, estableciendo por lo general una agravación de ellas,
en uno, dos y hasta tres grados respecto de las que establece el Código Penal. En otros casos, establece una pena
específica, mayor que las del referido Código.

Respecto del delito de asociación ilícita para la comisión de actos terroristas, la pena conforme a los artículos 293 y
294 del Código Penal, y las penas allí previstas se au-mentan en dos y un grado, respectivamente, sin perjuicio de
las que correspondan por los crímenes o simples delitos cometidos con motivo u ocasión de tales actividades.

El artículo 4° dispone que "Podrá disminuirse la pena hasta en dos grados respecto de quienes llevaren a cabo
acciones tendientes directamente a evitar o aminorar las consecuencias del hecho incriminado, o dieren
informaciones o proporcionaren antece-dentes que sirvieren efectivamente para impedir o prevenir la perpetración
de otros delitos terroristas, o bien para detener o individualizar a responsables de esta clase de delitos.

La ley N° 18.216 establece que la ejecución de las penas privativas o restrictivas de libertad puede suspenderse
por el tribunal que la imponga, al conceder alguno de los siguientes beneficios alternativos: remisión condicional
de la pena, reclusión nocturna y libertad vigilada.

La remisión condicional de la pena consiste en la suspensión de su cumplimiento y en la discreta observación y


asistencia del condenado por la autoridad administrativa durante cierto tiempo. En general, procede siempre que
la pena privativa o restrictiva de libertad no exceda de tres años.

La medida de reclusión nocturna consiste en el encierro en establecimientos especiales, desde las 22 horas de

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Primer Informe de Comisión de Constitución

cada día hasta las 6 horas del día siguiente. Rige también tratándose de penas restrictivas o privativas de libertad
que no excedan de tres años.

La libertad vigilada consiste en someter al procesado a un régimen de libertad a prueba que tenderá a su
tratamiento intensivo e individualizado, bajo la vigilancia y orientación permanente de un delegado. Procede si la
pena privativa o restrictiva de libertad es superior a dos años y no excede de cinco.

-Legislación comparada.

Vuestra Comisión obtuvo de la Biblioteca del Congreso Nacional un estudio que contiene la respuesta a una
consulta que se le formulara acerca de la figura del "testigo de la corona" o "terrorista arrepentido", en la
legislación antiterrorista en Italia, España, Francia y Alemania, además de un apéndice al informe, dando cuenta de
la derogación de la Ley Orgánica 9/1984, que había establecido la figura del terrorista arrepentido en España, por
la Ley Orgánica 3/1988, que inserta esta figura en el Código Penal Español, sin establecer plazo de vigencia, como
lo hacía la anterior, adjuntándose su texto.

Sin perjuicio de lo anterior, vuestra Comisión obtuvo otros antecedentes comple-mentarios, que le permitieron
formarse una opinión más completa y acabada sobre el tema específico en debate, evitando entrar en el análisis
de aspectos ya resueltos en nuestra legislación positiva, como es el del concepto de terrorismo.

de efectuar una breve reseña de la legislación comparada más relevante, parece útil efectuar algunas reflexiones
sobre las transformaciones que ha experimentado el proceso penal en la legislación antiterrorista europea,
utilizando para ello, en forma libre y fragmentada, lo que al efecto dice Diego López Garrido en su libro sobre
"Terrorismo, Política y Derecho".

El juicio y la pena son dos momentos en los que se descompone el fenómeno punitivo. No es posible castigar sin
juzgar. La pena es proceso. Desde la primera sospecha del delito, que pone en movimiento el mecanismos judicial,
al último acto que cierra la expiación, el castigo se desarrolla a manera de una cadena, a la que el concepto de
proceso corresponde exactamente. El Estado, en el ejercicio del ius puniendi, establece junto al principio "nulla
poena sine lege" el de "nulla poena sine judicio".

Hay un valor básico que está en juego en todo procedimiento penal; el valor de la libertad personal. Por esta razón
el protagonismo que el juez toma en la dirección de dicho procedimiento no solamente obedece a razones de
técnica jurídica, sino que es, en sí mismo, una garantía, un derecho subjetivo. El juez se configura como guardián
de la libertad personal. Así, en un estado de derecho todo poder de coacción personal está tutelado por lo que
puede llamarse la "reserva de jurisdicción".

Esta posición del juez en el inicio del procedimiento criminal, que es en el fondo una posición protagonista en
cuanto afecta ya desde ese momento muy directamente a la libertad personal, se ha visto literalmente pulverizada
por las leyes de excepción antite-rroristas dictadas en los países citados, al consagrar diversas instancias
administrativas y una tendencia general a que las actuaciones en las oficinas policiales, al amparo de las leyes de
protección del terrorismo, sean cada vez más significativas respecto a la decisión de culpabilidad o inocencia que
las desarrolladas ante los tribunales.

En resumen, la legislación antiterrorista introduce sólidamente una lógica nueva en la fase inicial del
procedimiento criminal. Establece una demarcación entre la actividad jurisdiccional reservada al juez y una fase de
investigaciones preliminares, exenta a la intervención judicial, dominada por la dirección de las autoridades
administrativas. La potenciación de una escena de acción autónoma a la autoridad ejecutiva policial en la fase
preliminar, materialmente instructoria al procesamiento propiamente dicho, se le estima como una reintroducción,
en beneficio de una autoridad administrativa, de los elementos básicos de un sistema inquisitivo, no acusatorio.

Destaca este autor que, incluso, en competencias que ya están atribuidas al juez también se han fortalecido las
tendencias inquisitorias en los procedimientos penales, mediante la proliferación de normas absolutorias o
atenuantes en el derecho penal en relación con terroristas arrepentidos.

ESPAÑA.

La Ley Orgánica 9/1984, de 26 de diciembre, contra la actuación de bandas armadas y elementos terroristas y de
desarrollo del artículo 52.2 de la Constitución, establece en su artículo 6°, atenuación de penas en el desistimiento

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Primer Informe de Comisión de Constitución

con propósito de reinserción social de los terroristas. Agrupa una serie de medidas con una vigencia proyectada de
dos años, que comprenden atenuantes específicas, o semiexcusas absolutorias, así como la aplicación de los
supuestos de condena condicional y libertad condicional. La llamada remisión de la pena no es una excusa
absolutoria, ya que exige la imposición de la pena cuyo cumplimiento total o parcial queda en suspenso, sin
sujeción a plazo alguno.

Dispone el referido precepto:

"1.- En los delitos comprendidos en el artículo 1 serán circunstancias cualificativas para la graduación individual de
las penas:

a) Que el sujeto haya abandonado voluntariamente sus actividades delictivas y se presente a las autoridades
confesando los hechos en que hubiere participado.

b) Que el abandono por el culpable de su vinculación criminal hubiere evitado o disminuido sustancialmente una
situación de peligro, impedido la producción del re-sultado dañoso o coadyuvado eficazmente a la obtención de
pruebas decisivas para la identificación o captura de otros responsables.

2.- En los supuestos mencionados en el apartado anterior, el tribunal impondrá la pena inferior en uno o dos grados
a la fijada al delito sin tener en cuenta para ello la elevación de pena establecida en el artículo 3a. Asimismo, podrá
acordar la remisión total de la pena cuando la colaboración activa del reo hubiere tenido una particular
trascendencia para la identificación de los delincuentes, para evitar el delito o para impedir la actuación o el
desarrollo de las bandas terroristas o rebeldes y siempre que no se imputen al mismo en concepto de autor
acciones que hubieran producido la muerte de alguna personas o lesiones de los números 1° y 2°, del artículo 420
del Código Penal. Esta remisión quedará condicionada a que el reo no vuelva a cometer cualquiera de los delitos
previstos en esta ley.

3.- El integrante colaborador o cooperador de grupos o bandas armadas que se en-cuentre en prisión condenado
por sentencia firme podrá obtener la libertad condicional si concurre alguna de las circunstancias a que se refiere
el apartado 1 b) de este artículo y hubiese cumplido, al menos, un tercio de la pena impuesta.

La ley citada fue derogada por la Ley Orgánica 3/1988, de reforma del Código Penal.

Esa ley agrega un artículo 57 bis, a), a ese Código, para señalar que "Las penas co-rrespondientes a los delitos
relacionados con la actividad de bandas armadas o de ele-mentos terroristas o rebeldes se impondrán en su grado
máximo, salvo que tal circuns-tancia estuviese ya prevista como elemento constitutivo del tipo penal".

En el nuevo artículo 57 bis, b), reproduce el artículo 6° de la ley derogada, con algunas adecuaciones formales
tendientes a modificar las citas que en esa disposición se hacían, con la única salvedad de su número 3, que se
consigna en el artículo 98 bis, en los siguientes términos: "Los condenados por los delitos a que se refiere el
artículo 57 bis, a), podrán obtener la libertad condicional si concurre alguna de las circunstancias de los apartados
1, b) o 2 del artículo 57 bis, b) y hubiesen cumplido, al menos, un tercio de la pena impuesta".

FRANCIA.

La ley N° 86-1020, de 9 de septiembre de 1986, relativa a la lucha contra el terrorismo y los atentados contra la
seguridad del Estado, agrega en su artículo 6° dos artículos al Código Penal, instituyendo dos excusas absolutorias
de las que pueden beneficiarse aquellas personas involucradas en actividades terroristas que se disocian del grupo
al que pertenecen con una colaboración activa respecto de la autoridad administrativa o judicial, además de un
nuevo caso de excusa atenuante, fundada en consideraciones de política criminal.

El artículo 463-1 dispone que toda persona que intente cometer en calidad de autor o de cómplice alguna de las
infracciones enumeradas en el artículo 44, que esté relacionada con una empresa individual o colectiva que tiene
el fin de perturbar seriamente el orden público por la intimidación o el terror, quedará exenta de pena si, habiendo
informado a la autoridad administrativa o judicial, ha permitido con ello evitar que la infracción se realice e
identificar en su caso a los otros culpables.

Toda persona que ha cometido en calidad de autor o de cómplice alguna de las infracciones enumeradas en el
artículo 44, que esté relacionada con una empresa individual o colectiva que tiene el fin de perturbar seriamente el

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orden público por la intimidación o el terror, quedará exenta de pena si, habiendo informado a la autoridad
administrativa o judicial, ha permitido con ello evitar que la infracción tenga por consecuencia la muerte o lesiones
permanentes de una persona e identificar, en su caso, a los otros culpables.

Toda persona que ha cometido en calidad de autor o de cómplice alguna de las in-fracciones enumeradas en el
artículo 44, que esté relacionada con una empresa individual o colectiva que tiene el fin de perturbar seriamente el
orden público por la intimidación o el terror, quedará exenta de pena si, habiendo informado a la autoridad
administrativa o judicial, ha permitido con ello evitar que la infracción tenga por consecuencia la muerte o lesiones
permanentes de una persona e identificar, en su caso, a los otros culpables.

El artículo 463-2 previene que fuera de los casos previstos en el artículo 463-1 la pena máxima que puede
imponerse a toda persona, autor o cómplice de alguna de las infracciones enumeradas en el artículo 44, que esté
relacionada con una empresa indi-vidual o colectiva que tiene el fin de perturbar seriamente el orden público por la
intimidación o el terror, que haya, antes de iniciarse el procedimiento judicial en su contra, permitido o facilitado la
identificación de los otros culpables o, después de iniciado el procedimiento judicial en su contra, permitido o
facilitado el arresto de aquellos, será reducida a la mitad o, cuando la pena prevista por la ley sea la reclusión
criminal a perpetuidad, fijada en veinte años.

ITALIA.

En el período que va de 1970 a 1982, Italia fue blanco de un peligroso accionar terrorista, cuyas consecuencias aún
persisten, llegando a su cima en 1978, con el secuestro y sucesiva muerte del Secretario General de la Democracia
Cristiana, Aldo Moro, por las Brigadas Rojas.

Ello dio origen a la dictación de una legislación de emergencia, en la cual es posible distinguir varias etapas (en tal
sentido, López, Obra citada, pág. 70 y siguientes).

El capítulo más significativo de esta legislación de emergencia está constituido por las normas "premio" de los
terroristas arrepentidos (ley 304, de 29 de mayo de 1982, sobre medidas para la defensa del ordenamiento
constitucional, y la ley 34, de 18 de febrero de 1987, sobre medidas en favor del que se disocia del terrorismo), de
carácter temporario y relativas a actos cometidos hasta el 31 de enero de 1982 y 31 de diciembre de 1983,
respectivamente.

El núcleo esencial y significativo de estas normas está constituido por importantes disminuciones de pena, además
de otros beneficios de tratamiento como libertad provisoria, suspensión condicional de la pena, libertad condicional
para los imputados.

La ley N° 304, de 29 de mayo de 1982, previene en su artículo 1 que no son condenables aquellos que, después de
haber cometido con fines terroristas o de subversión del orden constitucional uno o más entre los delitos previstos
en los artículos 270, 270 bis, 304, 305 y 306 del Código Penal y salvo en lo previsto por el inciso tercero del
presente artículo y del segundo inciso del artículo 5, no habiendo incurrido en la comisión de ningún delito
conectado con conspiración, acuerdo, asociación o banda, antes de la sentencia definitiva de condena
concerniente a los mismos delitos:

a) disuelvan o de cualquier forma determinen retirarse de la asociación o de la banda.

b) desistan de la conspiración, se retiren de la asociación o de la banda, o bien se entreguen sin oponer resistencia
o abandonen las armas o proporcionen en todos los casos todas las informaciones sobre la estructura y sobre la
organización de la asociación o de la banda.

No son condenables, igualmente, aquellos que impidan la ejecución de delitos en cualquier forma en que los lleven
a cabo la asociación o la banda formada con esos fines.

No son del mismo modo condenables:

a) Subsistiendo las condiciones a que hace referencia el inciso primero, aquellos que han cometido los delitos
conexos concernientes a armas, municiones o explosivos, con exclusión de ciertos delitos.

b) Los que han cometido uno de los delitos previstos en los artículos 307, 378 ó 379 del Código Penal, si

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proporcionan información completa sobre la ayuda proporcionada.

El artículo 2 consagra atenuantes para los delitos con fines terroristas o de subversión en el caso de disociación,
consistentes en rebajas de penas (que pueden llegar a disminuirse a un tercio), en favor de los acusados que,
teniendo antes de la sentencia definitiva de condena, uno de los comportamientos establecidos en el artículo 1,
incisos primero y segundo, entreguen, en cualquier etapa o grado del proceso, confesión total de todos los delitos
cometidos y den pasos eficaces durante el proceso para atenuar o disminuir las consecuencias dañinas o
peligrosas del delito o para impedir la comisión de delitos.

El artículo 3 contempla atenuantes para delitos cometidos con fines terroristas o de subversión del orden
constitucional en caso de colaboración, consistentes también en rebajas de penas en favor del acusado que, antes
de la sentencia definitiva, tenga uno de los comportamientos establecidos en el artículo 1, incisos primero y
segundo, que entregue confesión total de todos los delitos cometidos y ayude a las autoridades poli-ciales y
judiciales en la recolección de pruebas decisivas para la individualización o la captura de uno o más autores de
delitos cometidos con la misma finalidad o bien pro-porcionen cualquier elemento de prueba relevante para la
reconstrucción exacta del hecho y el descubrimiento de los autores.

Cuando los comportamientos establecidos en el inciso anterior sean de relevancia excepcional, las penas se
reducen hasta un tercio.

El artículo 5 contiene una exención de pena en favor de aquel que habiendo llevado a cabo actos idóneos dirigidos
de modo no equívoco a cometer el delito, voluntariamente impide el acto y proporciona cualquier elemento de
prueba relevante para la exacta reconstrucción del hecho y para la individualización de los eventuales
participantes.

Si coopera eficazmente para impedir el evento al cual se dirigen los actos cometidos a cabo actos idóneos dirigidos
de modo no equívoco a cometer el delito, voluntariamente impide el acto y proporciona cualquier elemento de
prueba relevante para la exacta reconstrucción del hecho y para la individualización de los eventuales
participantes.

Si coopera eficazmente para impedir el evento al cual se dirigen los actos cometidos por él (en los delitos
específicos que el precepto indica), sólo está sujeto a la pena por los actos ejecutados cuando éstos constituyen
por sí un delito diferente.

Las disposiciones anteriores se aplican solamente a los delitos cometidos o iniciados hasta el 31 de enero de 1982,
a condición de que los comportamientos a los que se con-diciona su aplicación ocurran dentro de los 120 días
desde la entrada en vigencia de la presente ley.

La ley N° 34, de 18 de febrero de 1987, establece medidas en favor de los que se disocian del terrorismo,
consistentes en conmutación y disminución de la pena.

Para los efectos de esta ley se considera disociarse del terrorismo el comportamiento de quienes imputados o
condenados por delitos que tengan finalidad terrorista o de destrucción del orden constitucional, hayan
definitivamente abandonado la organización o el movimiento terrorista o subversivo al que han pertenecido,
teniendo conjuntamente la siguiente conducta: admisión de las actividades efectivamente desarrolladas,
comportamiento objetiva e inequívocamente incompatible con la permanencia del vínculo asociativo, repudio a la
violencia como método de lucha política.

ALEMANIA.

La legislación de emergencia en la República Federal Alemana nació en 1968, es decir, antes de las primeras
acciones terroristas relevantes del grupo Baader-Meinhof. Su origen no estaba en la preocupación antiterrorista,
sino en dar armas legales al Estado para defenderse de una supuestamente avanzada de los movimientos
estudiantiles de izquierda y de una agresión externa.

En el año 1976, se dicta una nueva legislación para resolver problemas específicos de actos terroristas, amenazas,
información y propaganda o apología del terrorismo.

El párrafo 129 a) del Código Penal, sobre constitución de asociaciones terroristas, permite al juez, cuando se trata

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de participantes cuya culpa sea de poca monta y cuya colaboración haya sido de significación secundaria, reducir
la pena discrecionalmente, según el párrafo 49 (2). Este le permite rebajar la pena hasta el grado mínimo de la
misma previsto por la ley, o bien imponer una multa en vez de la privación de la libertad.

Este mismo párrafo hace aplicable por analogía el párrafo 129 (6), según el cual el tribunal puede atenuar la pena
a discreción (párrafo 49 (2) u omitir un castigo según estas normas, cuando el autor: (1) haga esfuerzos voluntarios
y serios para evitar la continuación de la asociación o la comisión de un acto delictivo en concordancia con sus
fines, o (2) revele a la autoridad voluntaria y oportunamente antecedentes que permitan conocer de la
planificación de actos delictivos, de tal manera que puedan ser evitados; el autor no será castigado si se logra
evitar siga funcionando la asociación, aun cuando esto se consiga sin su esfuerzo.

El párrafo 153 e) de la Ley de Procedimiento Penal establece, en relación con determinados delitos, entre ellos el
de formación de asociaciones terroristas, que el Ministerio Fiscal Federal, con el asentimiento del Tribunal Superior
del Estado Regional que sea competente, puede decidir la no persecución de esos delitos, cuando el imputado,
después de la comisión del delito, y antes de saber que éste se había descubierto, hubiera contribuido a evitar un
peligro para la existencia o la seguridad de la República Federal Alemana o para el orden constitucional.

El Gobierno Federal presentó en el año 1988 un proyecto relativo al "testigo de la corona" en actos terroristas, que
disponía que si el autor o cómplice de un delito según el párrafo 129 a) o de un delito relacionado, revela su
información sobre hechos cuyos conocimientos sean aptos para evitar la comisión de tal delito; para promover el
escla-recimiento de un delito por su propia contribución, o para llegar a la captura de un autor o cómplice de tal
delito, el Fiscal Federal puede omitir la persecución de acuerdo con el Juez Instructor, si la significancia de lo que el
autor o cómplice haya revelado, lo justifique tomando en cuenta la gravedad de su delito. Si la información sobre
los hechos ha sido revelada hasta el 31 de diciembre de 1991, el Tribunal puede omitir la pena en el juicio o
atenuar la pena a su discreción, pudiendo rebajar la pena hasta el mínimo legal o conmutarla en vez de prisión por
multa.

El proyecto anterior fue acompañado de una exposición de motivos, que expresa que "la reglamentación del
testigo de la corona tiene como objetivo 'sacar' miembros de asociaciones terroristas no totalmente fijados en la
ideología terrorista de la asociación, para la concesión de una reducción extensiva de la pena a cambio de
informaciones adecuadas para el esclarecimiento, facilitándoles simultáneamente el retorno a la sociedad.
Además, la reglamentación es adecuada para confundir a los miembros de una asociación terrorista... reduciendo
la confianza mutua de los particulares y así ir debilitando la unidad organizativa".

Con fecha 15 de junio de 1989 se dictó la ley de reforma del Código Orgánico de Tribunales y de las leyes sobre la
libertad de asociación y sobre la regulación del testigo de la corona en actos terroristas.

El artículo 4 de esa ley contiene la regulación del testigo de la corona en acciones terroristas.

El párrafo 1 previene que si el autor o cómplice de un delito de acuerdo con el párrafo 129 del Código Penal o de
un delito vinculado a este delito, personalmente o por intermedio de un tercero, frente a funcionarios encargados
de la persecución de delitos, revela antecedentes sobre hechos cuyo conocimiento es procedente para:

1. Evitar la ejecución de tal delito,

2. Esclarecer tal delito, en caso de que haya estado participando en él, aun más allá de su propia participación,

3. Conducir a la detención de los hechores o cómplices de tal delito, entonces el Fiscal General Federal, con la
aprobación de una Sala Penal de la Corte Federal, podrá prescindir de la persecución de los delitos, si la
importancia de lo que revele el autor o cómplice, especialmente en lo que respecta a evitar futuros delitos, justifica
esto en relación con su propia acción.

El párrafo 2 establece que en los casos del párrafo 1, el Tribunal puede en su sentencia prescindir de la pena, o
reducir la sanción en conciencia; en este caso puede disminuir la pena asignada hasta el mínimo legal permitido o
imponer penas pecuniarias en vez de las penas privativas de libertad.

Si el Tribunal pretende paralizar el proceso de acuerdo al párrafo 153 b, inciso segundo del Código de
Procedimiento Penal, debe otorgarse la autorización necesaria que establece esta disposición por la fiscalía
pública, por el Fiscal Federal General.

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El párrafo 3 dispone que los párrafos 1 y 2 no deben aplicarse a delitos de acuerdo al párrafo 220 del Código penal.

Parrafo 2, permanece inalterada. La frase segunda no tiene aplicación en los casos de tentativa, de inducción o
colaboración.

El párrafo 4 establece que un tercero en el sentido del párrafo 1 no está obligado a denunciar lo que a él se le
habría confiado en virtud de su calidad de intermediario.

El párrafo 5 dispone que los párrafos 1 hasta el 3 no deben aplicarse si los conocimientos sobre hechos punibles
fueren relevados después del 31 de diciembre de 1992.

DISCUSION Y VOTACION, EN GENERAL, DEL PROYECTO.

Durante la discusión general de esta iniciativa, vuestra Comisión contó con la asis-tencia y colaboración del señor
Ministro de Justicia, don Francisco Cumplido Cereceda, y del abogado del Ministerio del Interior, don Luis Toro.

El señor Ministro de Justicia destacó que la legislación dictada para perfeccionar la legislación antiterrorista y para
asegurar adecuadamente los derechos de las personas se ha tornado insuficiente para contrarrestar la violencia y
el terrorismo.

En el delito de omisión que se establece, se pretende estimular positivamente la acción de los integrantes de la
comunidad para actuar en un delito que se esta cometiendo y del que tengan conocimiento directo o indirecto.
Actualmente, se está en presencia de una situación muy grave, cual es que los ciudadanos no cooperan con las
víctimas.

Respecto al punto de si esta norma no es otra cosa que una simple extrapolación de una legislación extranjera,
que no se adecúa a la realidad nacional, aclaró que de ser ello efectivo, la disposición simplemente no se aplicará.
Por lo tanto, su establecimiento no causa daño. Reconoció, sin embargo, que era difícil acreditar las circunstancias
que la harían operable. En todo caso, para que pueda configurarse esta figura delictual, es preciso que la persona
que debe impedir el delito, lo haga "sin riesgo propio o ajeno". Esta circunstancia la determinará en último término
el juez.

Sobre la norma del artículo 2a, destacó que se refiere al compromiso o colaboración que presten personas
vinculadas a grupos terroristas, compensándose tal hecho con rebajas o disminuciones de penas.

La disposición actual, contemplada en el artículo 4° de la ley 18.314 establece una reducción de la penalidad. Esa
sola norma no ha parecido suficiente, por lo que se propone declarar no punibles las acciones de los artículos 1° y
2° de esa ley, en favor de quien trate de impedirlos, en alguna de las formas que en la iniciativa se consignan.

La eficacia de esta disposición, que en otros países se entrega a la autoridad administrativa o policial, es menor
cuando ella corresponde a los tribunales; sin embargo, estima que la posibilidad más viable de accionar en un
Estado de Derecho, es la que se propone en el proyecto, pues otorga ciertos resguardos a los ciudadanos.

Aclaró que, en su concepto, en la especie no es aplicable la figura del artículo 295 del Código Penal, ubicado en el
párrafo relativo a las asociaciones ilícitas y que exime de pena a los culpables que revelen a la autoridad la
existencia de dichas asociaciones, sus planes y propósitos. Para opinar en tal sentido, tuvo presente que la
asociación ilícita está expresamente regulada en la ley sobre conductas terroristas, la que sólo se remite.

Aclaró que, en su concepto, en la especie no es aplicable la figura del artículo 295 del Código Penal, ubicado en el
párrafo relativo a las asociaciones ilícitas y que exime de pena a los culpables que revelen a la autoridad la
existencia de dichas asociaciones, sus planes y propósitos. Para opinar en tal sentido, tuvo presente que la
asociación ilícita está expresamente regulada en la ley sobre conductas terroristas, la que sólo se remite a los
artículos 292 y 294 para los efectos de la penalidad; no puede extenderse también al 295 que exime de pena, en
circunstancias que la referida ley, en los casos previstos en su artículo 4°, sólo disminuye la pena.

El señor Luis Toro, por su parte, manifestó que al consagrar el delito de omisión, se tuvo presente la necesidad de
que la comunidad se incorpore al combate contra la de-lincuencia. No basta el fortalecimiento de la policía, no
basta la prevención, no bastan cuerpos legislativos perfeccionados, pues si la comunidad no se incorpora a esta
lucha, el delito tiende a perseverar y el delincuente a perfeccionarse.

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Este delito no está relacionado con el terrorismo sino con la delincuencia común. Por la naturaleza de los bienes
jurídicos protegidos, no se concibe la pasividad, que no se denuncie a la autoridad policial. El retardo en la
denuncia afecta la labor policial.

Destacó que el proyecto había tenido su origen en el Ministerio Secretaría General de Gobierno y que era el reflejo
de la visión que tiene el Gobierno sobre el terrorismo actual, del que opera. Le parece válido introducir en la
legislación antiterrorista la figura del arrepentimiento, para posibilitar la destrucción de la asociación y facilitar la
reinserción de sus miembros en la sociedad.

Los grupos más actuantes tienen un grupo central duro, con entrenamientos y objetivos políticos claros. Al margen,
tienen un entorno que les sirve para su acción. Estos, que son los que participan, pueden ser los destinatarios de
estas normas. El núcleo central, fanáticos algunos, quizás sean irreversibles, siendo su destino más probable la
cárcel. El Estado debe dar con sus paraderos, para lo cual requiere valerse de todo el conglomerado humano que
trabaja con y para ellos.

La delación o el arrepentimiento es un paso personal, que califica el que se acoge a la norma. A su juicio, hay
personas que están esperando la dictación de esta normativa para cooperar con la justicia, en el entendido de que
se verán beneficiados de alguna manera. Su arrepentimiento servirá para neutralizar y disolver estas
organizaciones. Acotó que esta experiencia ya había sido vivida en Italia con las Brigadas Rojas, las que fueron
desarticuladas por los enormes beneficios otorgados a aquellos que entregaban información adecuada.

Aseguró que el terrorismo en Chile es de carácter político. Enfatizó que las asocia-ciones terroristas eran
envolventes en cuanto no permiten que sus integrantes se salgan de ellas.

La lucha contra el terrorismo no requiere sólo de un enfoque represivo o judicial. Es necesario aislar políticamente
al terrorista; debe facilitarse la entrega de las armas; deben darse facultades a la policía que le permitan negociar
con el terrorista en la fase del interrogatorio, lo que después se pone en conocimiento del juez para que ejerza sus
atribuciones.

El éxito policial puede obtenerse mediante la represión o por medio del otorgamiento de alternativas. El Gobierno
no desea que se empleen medios de fuerza, de violencia; no desea torturas ni apremios ilegítimos. Ahora bien, si la
alternativa es la cárcel o la muerte, se cometería un grave error, pues el terrorista tiende a ser más cruel.

En el seno de vuestra Comisión hubo un amplio debate sobre el proyecto y sus alcances.

En general, se indicó que se compartían los fundamentos de esta iniciativa, no así su articulado, el que fue objeto
de fuertes críticas.

En cuanto a la figura que se desea incorporar al Código Penal, que se calificó como un delito de omisión, se dijo
que el tipo se regulaba en el derecho comparado, pero que para su establecimiento debía estarse a la cultura e
idiosincrasia de los pueblos respectivos. Con ella, se trata de imponer a la ciudadanía el deber de ser héroes, con lo
cual se exige un grado de conducta que no se va a lograr. La opinión casi unánime fue de que no se puede
imponer el deber de actuar para acudir en auxilio de otra persona, bajo una sanción. Existiría, en esta figura, una
confusión de roles que están muy bien especi-ficados, tanto para la autoridad como para el ciudadano común. A
éste no se le puede exigir una acción que le es impropia. La denuncia del delito a la autoridad, tal vez pudiera ser
aceptada, pues es un elemento de colaboración con ella. Existen en el tipo penal, además, elementos subjetivos de
difícil prueba.

Sobre el artículo 2°, se consideró positivo que se estén otorgando facultades a las autoridades a fin de crear
nuevas herramientas para combatir el terrorismo.

Se plantearon, sin embargo, algunas dudas sobre el carácter permanente de la dis-posición, la que, en concepto de
algunos señores Diputados debería tener un plazo de vigencia, dentro del cual se comprueba la efectividad o no de
su aplicación.

Se destacó que la disposición tenía vigencia en la instancia judicial, que era el tribunal el que iba a resolver, sin
tomar en consideración de que es en la etapa previa de la investigación donde debe obtenerse la información. En
la cárcel es difícil que alguien delate, porque no tiene seguridad alguna de sobrevivencia.

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Hubo consenso, en este último aspecto, en la necesidad de dar protección eficaz a la persona que presta esta
colaboración.

Se indicó que la delación compensada está consagrada desde hace varios años en la legislación penal chilena, por
lo que no se estaba legislando sobre cosas que no existen.

Se observó la ausencia de elementos que permitan desarticular el grupo terrorista, que es lo realmente
importante, como la institución de la Fiscalía Pública, contemplada en otros países, para desbaratar el apoyo
financiero y las acciones de inteligencia en que se sustenta, bajo un estricto control de la autoridad política.

Se discutió también el tema de la infiltración de los grupos terroristas, que es una figura diferente a la delación,
que se lleva a cabo mediante el accionar de funcionarios policiales.

Cerrado el debate y puesto en votación general el proyecto, se le prestó aprobación por la mayoría de los señores
Diputados presentes.

El Diputado señor Aylwin, en cambio, fue partidario de rechazar la idea de legislar, por las siguientes
consideraciones:

Estima que la existencia del terrorismo en el país es producto de los tiempos que se viven y especialmente de los
que se han vivido estos últimos años como consecuencia de un régimen autoritario. En lo personal, tiene otra
visión de la violencia, el terrorismo y la manera de combatirlos.

En estos momentos él se encuentra abocado a dialogar con los llamados "presos políticos", a través de
conversaciones con ellos y sus familias, para lograr su reinserción de un régimen autoritario. En lo personal, tiene
otra visión de la violencia, el terrorismo y la manera de combatirlos.

En estos momentos él se encuentra abocado a dialogar con los llamados "presos políticos", a través de
conversaciones con ellos y sus familias, para lograr su reinserción en la sociedad democrática. Expresa que él cree
en el camino elegido, aunque admite su posible equivocación. Con todo, ha observado signos positivos en las
personas detenidas, las cuales consideran que las acciones violentas están hoy fuera del contexto actual. Cree en
la política del diálogo.

Los elementos que se incorporan al proyecto favorecen el desconocimiento del valor de la lealtad, encontrándose
el proyecto en el límite entre lo que se podría considerar moral o inmoral en la lucha contra la delincuencia. Es un
proyecto ahistórico, que se diseña en un momento en que es malo hacerlo.

El asesinato del Senador Guzmán ha generado un proceso amplio de reflexión al que hay que ayudar. Existen
claros antecedentes que los grupos más significativos estarían abandonando la vía armada.

A su juicio, en la lucha contra el terrorismo, deben estimularse los valores morales y no los contrarios a ellos. En
este sentido, le parece un proyecto hiriente para el mundo que optó por la violencia en un contexto histórico
determinado.

La delación compensada es negativa, rompe con la idiosincrasia del pueblo chileno, el cual desprecia al delator. No
hay que desconocerle a nadie sus valores positivos, como es la lealtad.

Es de opinión que a estas personas deben dárseles argumentos, razones y testimonios para que abandonen la vía
armada.

La lucha de la democracia contra el terrorismo es difícil, pues existe la tentación a usar los mismos métodos de los
terroristas.

La democracia debe vivir con sus valores; es malo que abandone sus valores éticos en la lucha contra el
terrorismo.

Los países que han puesto en práctica mecanismos como la delación compensada tienen idiosincrasias diferentes a
la nuestra y en todos ellos existen procedimientos que tienden a asegurar la persona del delator. No es nuestra
realidad.

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DISCUSION Y VOTACION EN PARTICULAR DEL PROYECTO.

Durante el estudio y votación en particular del proyecto, vuestra Comisión se abocó a materializar los
planteamientos esbozados durante el estudio y discusión en general de esta iniciativa, adoptando los acuerdos que
pasan a expresarse respecto de su articulado.

Artículo 1°

Agrega un párrafo al Código Penal, con el objeto de establecer Jos delitos contra la seguridad pública, para
penalizar la indiferencia colectiva frente a la delincuencia.

Fue catalogada como una norma novedosa, ya que obliga a los particulares a intervenir y los coloca en la posición
de garantes de los bienes jurídicos protegidos, en cir-cunstancias de que no están dotados de los medios para
hacerlo.

Se destacó que la disposición adolecía de una serie de imperfecciones, como por ejemplo, que sancionaba al que
no impedía la comisión de determinados delitos y no al que no trate de impedirla, como podría ser correcto; que
igualmente castigaba el que no informare a la autoridad, pudiendo al delito estar en conocimiento de ésta; la
extensión absurda de los delitos a los cuales se aplica, como la riña, el aborto, y el excesivo rigor de la pena, que
atenta contra el principio de su proporcionalidad, etc.

Se aclaró por los representantes del Gobierno que este delito no estaba relacionado con el terrorismo sino con la
delincuencia, y que atendidos los bienes jurídicos protegidos, no se concebía la pasividad de la población.

Cerrado el debate y puesto en votación, fue rechazado por unanimidad.

Artículo 2°

Mediante este artículo se sustituye el artículo 4° de la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas, para perfeccionar
esta legislación y establecer los mecanismos necesarios para lograr una mayor eficacia en la prevención y
descubrimiento de tales delitos.

Esta disposición fue objeto de dos observaciones por parte de la Excma. Corte Suprema.

Su inciso primero estimó conveniente cambiarlo, para que su redacción guarde armonía con el resto de la
disposición, debiendo quedar, según su opinión, de la forma siguiente: "No será castigado por los delitos de los
artículos 1° y 2° de la presente ley, el que perteneciendo a una organización terrorista voluntariamente tratare de
impedir los hechos descritos en esos artículos, aportando elementos de prueba suficientes para su determinación y
para la identificación de los eventuales partícipes".

En el inciso final, propuso sustituir el vocablo "terrorista" que sigue al sustantivo "delito" por la oración "castigado
con pena aflictiva". Esta modificación la propone porque no divisa la razón para excluir como causal de revocación
de la suspensión a que se refiere el aludido inciso, la comisión de un nuevo delito que castigado con pena aflictiva
puede ser tan grave como el delito terrorista.

La disposición, como ya se dijera, fue objeto de fuertes críticas, pues se estimó que no contemplaba hipótesis
claramente definidas y distintas para cada tipo de franquicia (impunidad, rebaja de pena, suspensión de la
condena), lo que se traducía en la práctica en que un mismo sujeto, en situaciones análogas y hasta idénticas y por
los mismos hechos, podía ser encuadrado en una u otra hipótesis.

En el caso particular del inciso segundo, se mantiene casi en los mismos términos el actual artículo 4° de la ley
sobre conductas terroristas, aumentando de dos a tres grados la rebaja de la pena, con lo que se hacen aún más
notorias las falencias de que adolece la disposición.

Todo ello llevó a vuestra Comisión a la convicción de que había que reemplazar la norma propuesta, para que
quedaran claramente diferenciadas las situaciones en que podría encontrarse el hechor y las conductas que se le
exigirían para merecer alguno de los beneficios que en el proyecto se vienen confiriendo.

En un primer apronte, se distinguieron las siguientes situaciones y las consecuentes conductas a exigir:

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1) miembro de una asociación ilícita de carácter terrorista, sin participación en otros delitos: disociación de la
organización; dar información sobre ella.

2) miembro de una asociación ilícita de carácter terrorista, involucrado en un delito en ejecución, que se cometa:
tratar, eficazmente, de impedir los hechos delictuales; aportar elementos de prueba para la determinación del
delito e identificación de eventuales partícipes.

3) miembro de una asociación ilícita de carácter terrorista, que participa en la comisión del delito.

4) miembro de una asociación ilícita de carácter terrorista, procesado, que tiene in-formación de casos futuros o
paralelos o de la estructura del aparato delictivo: dar in-formaciones o proporcionar antecedentes que sirvan
efectivamente para impedir o prevenir la perpetración de otros delitos terroristas.

5) miembro de una asociación ilícita de carácter terrorista, condenado por alguno de los delitos contemplados en la
ley sobre conductas terroristas: proporcionar todos los indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los
hechos delictivos y la determinación de la responsabilidad de los culpables; manifestar voluntad de disociación de
la asociación terrorista.

Con posterioridad, se buscó simplificar las situaciones en que debía encontrarse el terrorista para acceder a alguno
de los beneficios legales. Respecto de las conductas, se buscó una mayor uniformidad y generalidad.

En relación con las situaciones se determinaron en definitiva tres.

La primera tiene lugar cuando no se ha cometido otro delito terrorista, distinto del de la asociación ilícita, caso en
el cual se exime de las penas aplicables a este delito y de las que consulta el artículo 7o respecto de la tentativa,
amenaza o conspiración de comisión de un delito terrorista.

La segunda regula el caso del que ha tenido participación en otros delitos terroristas, que puede ser beneficiado
con una rebaja de pena de hasta tres grados.

Para que se den estas situaciones, se ha estimado irrelevante distinguir si hay o no proceso incoado, por lo que la
normativa propuesta beneficiará tanto al hechor que no ha sido descubierto como al que se encuentre enjuiciado
pero no condenado.

La tercera acoge la situación del condenado, el que puede acceder al beneficio de la suspensión condicional de la
pena impuesta.

En cuanto a las conductas exigidas, existe una genérica y básica, aplicable a las tres situaciones anteriores: la
disociación de la asociación ilícita terrorista, esto es, el abandono definitivo de la organización terrorista, el que
debe materializarse en un comportamiento objetiva e inequívocamente incompatible con la permanencia en ella y
en el repudio de la violencia en todas sus formas, cualquiera que sea su motivación u objetivo, como claramente
ha quedado establecido en el inciso final de la disposición que se propone.

En forma complementaria y también uniforme, se exige que voluntariamente, entregue o revele a la autoridad
información, antecedentes y elementos de prueba que sirvan eficazmente para prevenir o impedir la perpetración
o consumación de delitos terroristas, y, copulativamente, para individualizar y detener a los responsables.

Como alternativa de esta conducta, se le exige que ayude, también eficazmente, a desarticular a la asociación
ilícita a la cual pertenecía o a parte importante de ella, revelando antecedentes no conocidos, entre los cuales se
citan, por vía ejemplar, sus planes y la individualización o el paradero de su dirigentes e integrantes.

Estas dos conductas, como ya se dijera, rigen en las tres situaciones descritas.

En el caso del condenado, se le exige, además, una conducta especial. Debe confesar todos los delitos en que ha
participado, proporcionar lo indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de la responsabilidad de los demás culpables.

En el caso del que queda exento de pena, se permite que quede sujeto a la vigilancia de la autoridad, tal como
sucede en el artículo 295, del Código Penal respecto de los partícipes en una asociación ilícita que revelan su

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 18 de 205

Primer Informe de Comisión de Constitución

existencia, planes y propósitos.

Respecto del condenado, se regula el período de suspensión de la pena, que será de partícipes en una asociación
ilícita que revelan su existencia, planes y propósitos.

Respecto del condenado, se, regula el período de suspensión de la pena, que será de dos tercios del tiempo de la
condena, como regla general, y de veinte años si el acusado fuere condenado a muerte o a presidio o reclusión
perpetuos.

Transcurridos el período de la suspensión condicional sin que haya sido revocada, se considera cumplida la pena
inicialmente impuesta.

Todas las ideas anteriores, se materializan en un proyecto de ley, que consta de un artículo único, por el cual se
sustituye el artículo 4° de la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas, el que fuera aprobado por unanimidad por
vuestra Comisión.

ARTICULOS DEL PROYECTO QUE DEBEN SER CONOCIDOS POR LA COMISION DE HACIENDA.

No hay artículos que sean de conocimiento de esa Comisión.

MENCION DE LOS ARTICULOS CALIFICADOS COMO NORMAS DE CARACTER ORGANICO CONSTITUCIONAL O DE


QUORUM CALIFICADO.

En opinión de vuestra Comisión, avalada por una reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional, el artículo
único del proyecto no tiene el carácter de ley orgánica constitucional.

Con arreglo a lo preceptuado en el artículo 9a de la Constitución Política de la República, el artículo único del
proyecto, por el cual se sustituye el artículo 4a de la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas, tiene el carácter
de ley de quórum calificado.

TEXTO DEL PROYECTO APROBADO.

En mérito de las consideraciones anteriores y de las que os dará a conocer en su oportunidad el señor Diputado
informante, vuestra Comisión os recomienda la aprobación del siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Sustitúyese el artículo 4° de la ley N° 18.314, por el siguiente:

Artículo 4°.- Quedará exento de las penas establecidas en los artículos 2°, N° 5° y 7°, el que sin haber cometido
otro de los delitos sancionados en esta ley, se disocie de la asociación ilícita terrorista y voluntariamente: a)
entregue o revele a la autoridad información, antecedentes y elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o, b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía o a parte importante
de ella, revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el
paradero de sus dirigentes e integrantes.

Podrá, sin embargo, ser puesto bajo la vigilancia de la autoridad.

Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en esta ley, podrá disminuírsele la pena hasta en tres
grados, si se disocia de la organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) y b) del
inciso anterior.

El juez podrá suspender condicionalmente la pena al condenado por alguno de los delitos sancionados en esta ley,
que se disocie de la organización terrorista y confiese todos los delitos en que haya participado, proporcione los
indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la determinación de la
responsabilidad de los demás culpables y, además, realice las conductas mencionadas en las letras a) o b) del
inciso primero.

El período de suspensión condicional será equivalente a los dos tercios del tiempo de la condena, y de veinte años

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Primer Informe de Comisión de Constitución

si el acusado fuere condenado a muerte o a presidio o reclusión perpetuos. La suspensión será revocada si, dentro
de dicho período, cometiere un nuevo delito castigado con pena aflictiva o se incorporare nuevamente a una
asociación ilícita de carácter terrorista.

Transcurrido el período de la suspensión condicional sin que haya sido revocada, se considerará cumplida la pena
inicialmente impuesta.

Para los efectos de esta ley, se entenderá por disociación el abandono definitivo de la organización terrorista, el
que deberá materializarse en un comportamiento objetiva e inequívocamente incompatible con la permanencia en
ella y en el repudio a la violencia en todas sus formas, cualquiera que sea su motivación u objetivo.'.".

Se designó Diputado informante al señor Espina Otero, don Alberto.

Sala de la Comisión, a 11 de julio de 1991.

Acordado en sesiones de fechas 8 y 15 de mayo, y 9 y 11 de julio de 1991, con asistencia de los señores Aylwin,
Bosselin, Cornejo (Presidente), Chadwick, Espina, Martínez Ocamica, Molina, Pérez, Rebolledo, Ribera, Rojo y
Schaulsohn.

(Fdo.): Adrián Alvarez Alvarez, Secretario".

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Discusión en Sala

1.3. Discusión en Sala

Fecha 18 de julio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 22. Legislatura 322. Discusión General. Pendiente.

MODIFICACIONES AL CODIGO PENAL Y A LA LEY N° 18.314. PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, con informe de la Comisión de Constitución, Legislación y
Justicia, el proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y
fija su penalidad.

-El texto del proyecto está impreso en el boletín N° 334-07 y figura con el número 11 de los documentos de la
Cuenta de la sesión 19ª., celebrada en 16 de julio de 1991.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es el señor Espina.

Antes del informe, propongo a la Sala -está presente el señor Ministro de Justicia-, puesto que la Tabla está
particularmente recargada, en atención también a la solicitud de algunos Comités, que el proyecto se vote dentro
de una hora, a contar de este momento.

Si le parece a la Sala, así se acordará.

Acordado.

Tiene la palabra el señor Diputado informante.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, el proyecto de ley de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, de origen en un mensaje
del Ejecutivo, tiene por finalidad modificar el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas
y fija su penalidad.

Para la adecuada comprensión de su contenido por parte de los señores Diputados me parece oportuno dividir el
informe en las siguientes materias: fundamentos del proyecto, ideas matrices, legislación nacional aplicable,
legislación extranjera comparada y el análisis de los dos artículos propuestos y de los aprobados definitivamente
por la Comisión.

¿Cuáles son los fundamentos del proyecto? El mensaje expresa que es tarea prioritaria del Gobierno asegurar a la
nación el desarrollo normal y pacífico de las actividades propias de cada ciudadano y el pleno ejercicio de sus
derechos. Para ello -señala- resulta esencial desterrar de nuestra patria la violencia y el terrorismo. Con tal
propósito -agrega-, para cumplir esta finalidad, esto es, asegurar a la nación el normal desarrollo pacífico de las
actividades propias de cada ciudadano, debe existir un amplio acuerdo respecto de la necesidad de respaldar a las
instituciones y el Estado de Derecho y de agilizar las actuaciones de los organismos policiales y judiciales -bien
sabe la Honorable Cámara que se despachó un proyecto que agiliza la acción policial y, simultáneamente, está
pendiente el análisis de otro que establece reformas al Poder Judicial- y, además, de implementar políticas de
solidaridad social.

Estos aspectos sirven de fundamento al proyecto de ley que, básicamente, persigue dos objetivos fundamentales.
El primero, crear el delito especial de omisión, sancionando a quien no impida un delito contra la vida, la integridad
corporal, la salud y la libertad de las personas, pudiendo hacerlo con su intervención inmediata y sin riesgo propio
o ajeno. Fija la penalidad de presidio menor en cualquiera de sus grados, esto es, de 61 días a cinco años.

El segundo objetivo -quizás la norma novedosa impulsada por el Gobierno- es establecer beneficios y
disminuciones de penas a aquellos miembros de un grupo terrorista que se disocian de la organización terrorista y
cooperan con la acción de la justicia.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 21 de 205

Discusión en Sala

En la página 3 del informe se indica que, en opinión del Gobierno, para combatir el terrorismo o permitir la
reinserción de los terroristas a la vida democrática es importante la destrucción de sus estructuras de organización
y la cohesión de sus miembros.

En razón con lo anterior, sobre la base de los fundamentos señalados, el proyecto contiene dos ideas matrices
centrales. La primera, asegurar el desarrollo normal y pacífico de las actividades propias de cada ciudadano y el
pleno ejercicio de sus derechos, adoptando medidas destinadas a desterrar la violencia del país. La segunda,
perfeccionar la legislación sobre conductas terroristas y su penalidad, estableciendo los mecanismos necesarios
para lograr una mayor eficacia en la prevención y descubrimiento de tales actos.

De aquí se desprende que hay tres nudos o aspectos centrales en la legislación terrorista que es necesario
resolver. El primero, el natural y legítimo derecho de la sociedad de sancionar a quienes cometen delitos
terroristas; pero, simultáneamente, el deber de prevenir la comisión de futuros delitos terroristas y, asimismo,
posibilitar la desarticulación de las organizaciones, fundamentalmente sobre la base de estimular la disociación, el
abandono de sus miembros.

Por lo tanto, la Cámara deberá encontrar el justo equilibrio entre estos tres nudos centrales: la necesidad de
sancionar a las organizaciones terroristas y a sus miembros; la necesidad de prevenir futuros delitos terroristas, y
la conveniencia de facilitar la disociación de quienes pertenecen a ellas, con el propósito de lograr su
desarticulación.

Hay quienes han señalado que un artículo de esta naturaleza, que establece rebajas en la penalidad a quienes
cooperan con la acción de la justicia correspondería a una norma no conocida en la legislación chilena. En verdad,
ello no es así. Tanto en nuestra legislación común como en las leyes especiales se establecen prácticamente desde
sus orígenes normas que consagran el principio que beneficia a quien colabora con la justicia. Si bien ha
participado en un hecho delictual, la sociedad lo premia cuando coopera a su esclarecimiento y permite la no
materialización ni consumación de un delito calificado de alta peligrosidad social.

El artículo 8° del Código Penal señala, por ejemplo, que la conspiración y la proposición para cometer un crimen o
un simple delito sólo son punibles en los casos en que la ley las pena específicamente.

El inciso tercero del mismo artículo 8° señala: "Exime de toda pena por la conspiración o proposición para cometer
un crimen o simple delito el desistimiento de la ejecución de éstos antes de principiar a ponerlos por obra y de
iniciarse procedimiento judicial contra el culpable, con tal que denuncie a la autoridad pública el plan y sus
circunstancias".

El artículo 160 del Código Penal, que se refiere a los agravios que cometen los funcionarios públicos en contra de
terceras personas, y que dicen relación con los derechos garantidos en la Constitución, señala: "Si un empleado
público acusado de haber ordenado, autorizado o facilitado alguno de los actos de que se trata el presente párrafo
-que dice relación con estos agravios- pretende que la orden le ha sido arrancada por sorpresa, será obligado,
revocando desde luego tal orden para hacer cesar el acto, a denunciar al culpable; en caso de no denunciarlo,
responderá personalmente".

En el artículo 192 del título relativo a los delitos contra la fe pública, de las falsificaciones, de falso testimonio y del
perjurio, se consagra precisamente por la gravedad que un delito de esta naturaleza llegue a consumarse y el
desorden de tipo económico y patrimonial que puede generar en un país, que quedan exentos de pena los
culpables de los delitos castigados por los artículos de este título, siempre que antes de haberse hecho uso de los
objetos falsificados, sin ser descubiertos y no habiéndose iniciado procedimiento alguno en su contra, se delataren
a la autoridad, revelándole las circunstancias del delito.

En lo que respecta a las asociaciones ilícitas, se establece una norma similar, en el sentido de que quedarán
exentos de las penas señaladas en los artículos anteriores aquellos de los culpables que, antes de ejecutarse
alguno de los crímenes o simples delitos que constituyen el objeto de la asociación y antes de ser perseguidos,
hubieren revelado a la autoridad la existencia de dichas asociaciones, sus planes y propósitos. Agrega que podrán,
sin embargo, ser puestos bajo la vigilancia de la autoridad.

Una norma de similares características existe en la Ley de Seguridad Interior del Estado. El artículo 23 a) señala:
"La persona que aparezca responsable en un proceso por delitos contra la seguridad del Estado queda exenta de la

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Discusión en Sala

pena..." -en la tramitación de las "leyes Cumplido" se estableció simplemente una rebaja de grados-"... que pudiere
corresponderle, por la circunstancia de revelar al tribunal antecedentes no conocidos que sea útiles a la
comprobación del delito o a la determinación de los delincuentes". Agrega que la misma regla se aplicará si
denunciare a la autoridad el plan y circunstancias de toda nueva conspiración o maquinación para cometer alguno
de los delitos prescritos en ese texto legal, y siempre que la denuncia lleve a la comprobación del hecho, a la
individualización de los culpables y a la frustración de sus propósitos.

De esta forma, la Comisión llegó a la convicción de que no se crea una norma legal nueva en el país, sino se
reestudian normas comunes e, incluso, especiales, cuyo origen se remonta prácticamente a la dictación de dichos
textos legales, en los que se establece y se fija una manera de resolver el conflicto que se plantea respecto de tres
situaciones puntuales: la necesidad de la sociedad de sancionar a los responsables de un hecho delictivo; la
necesidad de prevenir que se cometan hechos de igual naturaleza en lo futuro, y las facilidades o beneficios que se
puedan dar a quienes pertenecen a organizaciones ilícitas, a fin de que se disocien de ellas y colaboren con la
justicia.

Pero no sólo nuestra legislación ha consagrado un principio de esta naturaleza. La legislación extranjera que tuvo
en vista la Comisión es completa respecto de normas similares aplicadas a la categoría de los grupos terroristas.
En las de Italia, España, Francia y Alemania se consagran normas que tipifican la figura del "testigo de la corona" o
del "terrorista arrepentido".

En España, por ejemplo, la Ley Orgánica de 26 de diciembre de 1984, contra la actuación de bandas armadas y
elementos terroristas, en su artículo 6° establece la exención de responsabilidad penal, o su rebaja, en los
siguientes casos: a) Que el sujeto que haya abandonado voluntariamente sus actividades delictivas y se presente
ante las autoridades confesando los hechos en que hubiere participado, b) Que el abandono por el culpable de su
vinculación criminal hubiere evitado o disminuido sustancialmente una situación de peligro, impidiendo la
producción del resultado dañoso o coadyuvando eficazmente a la obtención de pruebas decisivas para la
identificación o captura de otros responsables.

Esta norma, derogada en 1988, se recoge íntegramente en el artículo 57 bis del Código Penal español. Por lo tanto,
de ser una norma de orden transitorio, la experiencia en España hace que se transforme y se traspase a la
legislación permanente.

En las páginas 16, 17 y 18 del informe aparecen otras disposiciones legales del Código Penal español, en las que se
recoge el mismo principio a que he dado lectura precedentemente.

En el caso de Francia, la ley N° 86-1020, de 9 de septiembre de 1986, también establece un principio similar en su
artículo 6°, relativo a la lucha contra el terrorismo y los atentados contra la seguridad del Estado, consignando dos
excusas absolutorias. Esto es, dos circunstancias que absuelven a una persona de su responsabilidad penal, no
obstante haber participado en un delito terrorista.

¿Cuáles son los requisitos que se exigen para que una persona se beneficie de la absolución de su responsabilidad?
Que se disocie del grupo a que pertenece y, además, su colaboración activa con la autoridad administrativa o
judicial. Incluso, se agrega, que quedará exenta de la pena si, habiendo informado a la autoridad administrativa o
judicial, ha permitido con ello evitar que la infracción tenga por consecuencia la muerte o lesiones permanentes de
una persona e identificar, en su caso, a los demás culpables.

La legislación italiana quizás ha sido en esta materia la que ha tenido mayor éxito y la más conocida, por cuanto
entre el período que va de 1970 a 1982, Italia vivió una escalada creciente de acciones terroristas. Se diría que su
momento culminante fue en 1978, con el secuestro y la posterior muerte del Secretario General del Partido
Demócrata Cristiano italiano, don Aldo Moro, a manos de las Brigadas Rojas.

Ello originó en Italia la dictación de una legislación denominada de emergencia, que contempla "premio" a los
terroristas arrepentidos y que aparece consagrada en las leyes N° 304, de 29 de mayo de 1982, y N° 34, de 18 de
febrero de 1987.

¿Cuál es el núcleo central de estos cuerpos legales dictados en Italia y que permitieron, en el plazo de algunos
años, poner término a la acción de las bandas terroristas?

En primer lugar, el establecimiento de importantes disminuciones de penas y otros beneficios, como la libertad

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 23 de 205

Discusión en Sala

provisional, la suspensión condicional de la pena, la libertad condicional para los imputados que colaboren con la
autoridad, y la extensión de todos estos beneficios determinados por el juez, en consideración a la gravedad del
delito cometido.

Esta legislación contempla igualmente la exención de responsabilidad penal a miembros de grupos terroristas que
han cometido delitos si disuelven o de cualquier forma determinan retirarse de la asociación o de la banda; si
desisten de la conspiración, se retiran de la asociación o se entregan sin oponer resistencia, o abandonan las
armas o proporcionen, en todos los casos, toda la información sobre la estructura y organización de la asociación y
de la banda. Es decir, incorpora un elemento, que recoge nuestro proyecto de ley, al definir qué se entiende por
disociarse de una organización terrorista. En el informe se señala que la legislación italiana considera disociarse del
terrorismo el comportamiento de quienes, imputados o condenados por delitos que tengan finalidad terrorista o de
destrucción del orden constitucional, hayan definitivamente abandonado la organización o el movimiento terrorista
o subversivo al que han pertenecido, teniendo conjuntamente la conducta de admitir un comportamiento de
repudio en contra de la violencia como método de lucha política.

En el caso alemán, ocurrió exactamente lo mismo cuando surgieron las acciones terroristas de grupos relevantes,
tales como el Baader-Meinhof.

De esta forma, de cuatro países desarrollados que enfrentaron el flagelo del terrorismo se recoge el principio de la
norma elaborada por la unanimidad de la Comisión de Constitución y sometida al conocimiento y aprobación de
esta Honorable Cámara.

En cuanto al último aspecto del informe, esto es, los artículos propuestos y la decisión adoptada en definitiva por la
Comisión -aprobación o rechazo-, puedo decir lo siguiente. Como lo señalé, el proyecto contempla básicamente
dos.

El primero de ellos, que creaba un delito contra la seguridad pública, fue rechazado unánimemente por la
Comisión. Establecía un delito de omisión, sancionando al que no impidiere un delito contra la vida, la integridad
corporal, la salud y la libertad de las personas, pudiendo hacerlo con su intervención inmediata y sin riesgo propio
o ajeno, con una penalidad de 61 días a cinco años.

La Comisión rechazó este artículo, ya que si bien en nuestra legislación existe el delito de omisión, sólo se aplica
cuando el sujeto tiene una obligación tutelar o de garante de la sociedad. Así, por ejemplo, el policía que se niega a
prestar auxilio a una persona; el policía que abandona su puesto de vigilancia. En otras palabras, el policía que
omite una acción que impida la consumación de un delito recibe una sanción porque el Estado le ha impuesto la
obligación de garante, con el deber de resguardar una actividad determinada o, en definitiva, el orden público.
Pero no es posible exigir a todo ciudadano, que no está en una condición de garante, el deber de impedir la
consumación de un delito, cuando, incluso, puede estar en juego su integridad física o corporal.

Considerando que este tipo de delito de omisión se encontraba establecido respecto de la ciudadanía en general,
que no tiene un deber tutelar y que crear una figura de esta naturaleza en la práctica resultaba absolutamente
inoperante, la Comisión, por unanimidad, estimó oportuno rechazar la proposición del Ejecutivo.

Respecto de la norma que establece exenciones y rebajas de penas, la Comisión sustituyó el texto propuesto por el
Ejecutivo por uno que contempla, básicamente, tres situaciones diferentes. La primera de ellas se refiere a
quienes, perteneciendo a una asociación ilícita de carácter terrorista, no han cometido ningún otro delito, salvo el
de pertenecer a esa organización; la segunda aborda la situación de quienes, perteneciendo a una organización
terrorista, han cometido otros delitos, y la tercera se refiere a quienes, perteneciendo a una organización
terrorista, han cometido otros delitos, pero están condenados, lo que constituye una situación procesal distinta.

¿Cómo ha resuelto la Comisión estas tres situaciones?

Respecto de la primera de ellas, frente al dilema de tener que escoger entre sancionar a quien pertenece a una
asociación ilícita terrorista, pero que no ha cometido otros delitos, y prevenir un futuro delito terrorista, la Comisión
prefiere esta última opción, en resguardo de la tranquilidad de la ciudadanía y de evitar futuras víctimas,
eximiendo de responsabilidad a la persona que entregue la información para esos efectos, con el agregado de que
debe manifestar su disposición de disociarse de la organización terrorista.

La segunda situación que conduce a eximir de responsabilidad penal se plantea respecto de quienes contribuyen

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 24 de 205

Discusión en Sala

eficazmente a desarticular a la organización terrorista. Se entiende que ello ocurre cuando se hace entrega de
todos los antecedentes que permitan la individualización de sus principales cuadros directivos, como sus planes de
acción futuros. Se beneficia a quienes están en este caso con la rebaja de hasta tres grados en la pena -situación
que valorará el juez-, siempre y cuando se disocien de la organización terrorista a que pertenecen y realicen
alguna de las dos acciones señaladas anteriormente.

Y la tercera situación se refiere a quien ha sido condenado por un delito terrorista y, con posterioridad a la
condena, ' manifiesta su propósito de disociarse del grupo. En esta hipótesis, si realiza las mismas conductas
señaladas con anterioridad y además confiesa su participación en todos los hechos terroristas que se le imputan,
entonces podrá optar a una suspensión condicional de su pena. No se le aplicará al sujeto, en tanto, durante el
tiempo de la suspensión, no realice o no reincida en una conducta de carácter terrorista.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo del primer discurso.

El señor ESPINA.-

Terminaré inmediatamente.

Finalmente, para los efectos de esta iniciativa de ley se señala en el precepto propuesto que se entenderá por
disociación el abandono definitivo de la organización terrorista, el que deberá materializarse en un
comportamiento objetivo e inequívocamente incompatible con la permanencia en ella y en el repudio a la violencia
en todas sus formas, cualquiera sea su motivación u objetivo.

Este artículo es el que, en definitiva, es sometido a la aprobación de esta Honorable Cámara, para lo cual, por
tratarse de una norma de la Ley de Conductas Terroristas, requiere de quorum calificado.

Por último, la norma aprobada por la Comisión, como objetivo central apunta a sancionar a los responsables de un
delito terrorista, pero, simultáneamente, a prevenir futuros delitos y a desarticular a las organizaciones terroristas.

Quiero hacer una breve aclaración. Cuando se votó en general el proyecto, lo hizo en contra don Andrés Aylwin. En
la votación en particular, la norma antes explicada fue aprobada por la unanimidad de la Comisión, en ausencia del
mencionado señor Diputado.

Este es el contenido del proyecto que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia somete al conocimiento de
esta Honorable Cámara.

De esta forma, concluyo el informe.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Hago presente que, por acuerdo de la Sala, se votará en 25 minutos más, y que han pedido hacer uso de la palabra
muchos señores parlamentarios.

El señor SCHAULSOHN.-

Pido la palabra para referirme a un asunto reglamentario.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor SCHAULSOHN.-

Cuando se solicitó el asentimiento unánime de la Sala, concurrí a ese acuerdo en el entendido de que el tiempo de
una hora se contabilizaba a partir del término del tumo del Diputado informante. De lo contrario, no tiene sentido
la discusión de este proyecto que, si bien no es crucial, no deja de ser interesante. En consecuencia, sería bueno
que usted aclarara el alcance del acuerdo.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 25 de 205

Discusión en Sala

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

La mesa lo entendió de la otra manera, pero el artículo 130 del Reglamento señala que, en todo caso, tienen que
hablar, a los menos, todos los Comités, cada uno hasta por diez minutos. Eso ya suma cincuenta minutos.

Tiene la palabra el Diputado señor Naranjo.

El señor NARANJO.-

Señor Presidente, para analizar este proyecto es necesario reflexionar sobre el contexto en que se dio la violencia
en nuestro país.

¿Por qué surgió ella en un período determinado de nuestra historia? ¿Qué fue lo que llevó a algunos jóvenes
chilenos a asumir posturas y acciones violentas?

Comprendiendo esa realidad histórica, soy un convencido de que el mejor instrumento para derrotar la fuerza y la
violencia en democracia no es a través de normas jurídicas contrarias a nuestra tradición, como las que establece
este proyecto. Esto es tan cierto, que altos dignatarios de la Iglesia rechazaron su aprobación.

Dadas las circunstancias históricas que vivió nuestro país, es necesario entender que el primer paso es partir
aceptando que existen personas que piensan distinto a uno. Por consiguiente, reconocerlas como tal, aunque estén
equivocadas, exige como condición el diálogo, estar abierto a escuchar. No hay que temer al diálogo.

La solución al problema de la violencia en nuestro país debe ser política. Hay que basarse en reconocer la
existencia del otro y ello exige aceptar el diálogo y no temerle a él.

Por eso considero que este proyecto es irritante, ya que en alguna medida busca la aniquilación y la destrucción de
estos grupos que, aunque tengan posturas equivocadas y hayan asumido acciones violentas, no llegarán a buen
término.

Este proyecto, que ha sido llamado como la "delación compensada" o el "arrepentimiento eficaz" nos ha llevado, a
quienes somos más sensibles en materia de derechos humanos, a denominarlo la "ley del acusete".

A mi modo de ver y entender las cosas, esta norma compromete gravemente un conjunto de valores esenciales de
las personas y de la sociedad.

Siempre seré un convencido de que nada, ni mucho menos esta medida de ocupar la delación, podrá justificar su
fin. El fin nunca justificará los medios.

No me parece ético que el estado de Derecho, para mantener su vigencia, lograr eficacia policial y hacer justicia,
institucionalice una práctica tan deleznable y de tan triste recuerdo entre los chilenos, como es la delación. El
aceptarla como norma implica no creer que existe el valor de la lealtad. No olvidemos tampoco que la delación fue
usada sistemáticamente por la dictadura militar para reprimir a sus oponentes políticos y amedrentar a la
población en general.

En un país que quiere dejar atrás el odio, la persecución, la mentira, el soplonaje y el espionaje -del cual hemos
tomado público conocimiento y también requiere de la delación- no es adecuada esta iniciativa. No cabe una
norma legal como la propuesta si queremos construir una sociedad basada en la verdad, en la transparencia, en la
justicia y en el pleno respeto a los derechos de las personas.

Querer resolver el problema del terrorismo, de la violencia y de la reinserción de sus miembros por medio de estos
procedimientos es un absurdo y una ilusión que no toma en cuenta nuestra propia realidad, sino que pretende
hacer una traslación mecánica de la experiencia de otros países.

Las motivaciones que llevan a las personas a asumir posiciones violentas no son las mismas de un país en
democracia que en dictadura.

No es lo mismo asumir posiciones violentas en un país desarrollado que en un país en desarrollo.

No es lo mismo asumir la violencia en el derroche que cuando se tiene hambre.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 26 de 205

Discusión en Sala

No es lo mismo asumir la violencia cuando se tiene libertad que cuando ésta se pierde.

En este sentido, la legislación antiterrorista europea es muy ajena a nuestra realidad histórica. Es mucho más
lógico mirar cómo nuestros vecinos más próximos resuelven los problemas de la violencia y el terrorismo, que
colocar la vista en experiencias europeas.

Señor Presidente y Honorable Cámara, rechazo este proyecto porque la delación provoca la degradación moral de
quien la realiza.

Rechazo este proyecto porque no cumple con su objetivo: ayudar a la reinserción en la sociedad de un miembro de
un grupo al que decide abandonar, ya que le pone como condición la delación de sus compañeros, la deslealtad,
costo que muchos de ellos no estarán dispuestos a aceptar.

Rechazo este proyecto porque no asegura una real conversión interna del individuo, es decir, un convencimiento
profundo de que su accionar ha sido erróneo. Por el contrario, su actitud es producto de una recompensa.

Con esta iniciativa se podría llegar al absurdo de estimular la violencia de algunos individuos por la posibilidad de
obtener una solución legal posterior, sin mayores costos, por medio de la delación.

Además, considero que generará mayor violencia, ya que obligará a los grupos terroristas a protegerse ante el
peligro de que al caer uno de sus miembros los delate.

También rechazo este proyecto porque, dado el alto nivel de infiltración de los grupos armados por parte de
miembros de la CNI, situación de público conocimiento, éstos pueden usar la delación compensada para obtener
un mayor control de dichos grupos, prolongar su accionar e involucrar a personas ajenas, de acuerdo con su
conveniencia política.

Para lograr los objetivos perseguidos por esta iniciativa es necesario tomar otro camino. Se requiere iniciar un
proceso de pacificación nacional, que genere las condiciones para que los grupos que usaron las armas contra la
dictadura, que han manifestado públicamente su voluntad de abandonar su accionar armado y reinsertarse
políticamente en la actual transición, lo hagan. Para ello es necesario dejar de lado los prejuicios y establecer los
mecanismos políticos, sociales, económicos y jurídicos que permitan su real integración a la sociedad. Eso es
responsabilidad del Gobierno, del conjunto de los actores políticos y de toda la sociedad.

El primer paso y un buen signo consiste en iniciar el diálogo y asumir la iniciativa de paz que firmaron el Presidente
de la Conferencia Episcopal, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Chile y el Presidente del Partido
Socialista.

Sólo a través de su real integración y no de su degradación y humillación se logrará que los grupos violentistas
abandonen su equivocada posición. Sólo con la aplicación de instrumentos y de medidas coherentes con un estado
de derecho podremos terminar con estas acciones tan contrarias a la democracia y a la vida.

Porque este proyecto no cumple esos requisitos y no ayuda a la reinserción en la sociedad de los grupos
violentistas, rechazaré la idea de legislar, decisión que también adoptó el Partido Socialista al cual pertenezco.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Bosselin.

El señor BOSSELIN.-

Señor Presidente, es necesario situar el debate en su exacta perspectiva.

El año pasado aprobamos un proyecto de ley relacionado con las conductas terroristas. Al parecer se ha olvidado
en qué consiste esa actividad de carácter ilegal, en la que no veo nobleza ni valor alguno. Muy por el contrario,
representa acciones que están en contra de la dignidad de la persona humana y, obviamente, de los derechos
humanos.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 27 de 205

Discusión en Sala

Los delitos terroristas son los más despreciables que comete la persona humana. El abuso, la deslealtad y la
cobardía son sus elementos esenciales. Buscan aterrorizar a la población y, sobre todo, producir efectos y daños en
los inocentes.

De acuerdo con el mensaje, este proyecto tiene por finalidad desarticular a los grupos armados, la destrucción de
la estructura de su organización y la cohesión de sus miembros. Combatir el terrorismo en estos términos está
dentro del ámbito del derecho y es una finalidad del actual Gobierno.

Concurrí a la aprobación de la idea de legislar en este proyecto, por considerarla conveniente para combatir esta
plaga contemporánea por las vías jurídicas.

Sin embargo, la redacción final que le dio la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia no me parece
satisfactoria. Tengo el fundado temor de que la norma no logrará el propósito que se persigue. En consecuencia,
no será herramienta para desarticular a los grupos terroristas.

¿Por qué razón, señor Presidente? Porque este proyecto de ley está razonado sobre la base de determinados
beneficios, exenciones y rebajas de penas a personas que están procesadas, es decir, que ya han sido
encarceladas, sometidas a prisión preventiva o eventualmente condenadas. Pero una persona que esté privada de
su libertad, difícilmente, por una razón evidente de seguridad personal y de sobrevivencia, colaborará con la acción
de la justicia, sobre todo en los términos de alta eficacia que requiere esta iniciativa.

Este proyecto exige una disociación no solamente objetiva, sino también subjetiva. Eso es imposible que se dé,
respecto de una persona que esté encarcelada.

Por otro lado, esta legislación tiene el inconveniente de ser permanente.

Discrepo del Diputado informante en el sentido de que la orientación del derecho contemporáneo sea introducir
normas de esta naturaleza con carácter permanente. Hay una situación de carácter excepcional, pero la norma
general es que todas estas disposiciones sean de carácter transitorio, por seis meses, por un año y sometidas al
control del poder político.

Para que normas de esta naturaleza produjeran los efectos esperados sería menester el establecimiento de una
fiscalía pública, tal como opera en otros países. Por ejemplo, si en Italia se obtuvo algún resultado fue porque
existió una instancia prejudicial, en la que la fiscalía pública fue capaz -porque tuvo los instrumentos y las
herramientas legales- de entrar en negociaciones o en diálogos con los grupos terroristas, sacarlos de su mundo
terrorista y enviarlos incluso hacia otros Estados, con la seguridad y la protección adecuadas.

El proyecto de ley está redactado con una sobreabundancia de requisitos y condiciones para acogerse a sus
beneficios. No solamente se exige la disociación de la asociación terrorista, sino que la entrega de un cúmulo de
pruebas, datos e indicios sobre sus copartícipes, socios o compañeros en el grupo armado, la revelación de la
identidad de quienes gobiernan o comandan estos grupos que, en la práctica, la norma no pasará de ser un
ejercicio teórico de este Parlamento.

Por estas razones, pese a compartir la idea de legislar, pero discrepando sustancialmente de la redacción final que
le dio la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, me pronuncio en contra de este proyecto de ley. Se ha
desperdiciado la oportunidad de estudiar un proyecto más de fondo, que hubiere tratado efectivamente el
problema de la seguridad pública y del combate integral del terrorismo.

Por estas consideraciones, después de haber analizado y meditado con bastante profundidad el tema, votaré en
contra.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Andrés Aylwin.

El señor AYLWIN (don Andrés).-

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Discusión en Sala

Señor Presidente, entiendo y respeto que otros parlamentarios tengan una visión parcialmente distinta de la mía,
en cuanto a la forma de combatir la violencia y el terrorismo.

Personalmente, considero que este proyecto no producirá ningún resultado práctico. En mi opinión, las expresiones
de violencia y terrorismo que hoy afectan a nuestra sociedad son consecuencias de los traumas dejados por 17
años en que se practicó sistemáticamente el terrorismo de Estado, tal como lo reconoce el Informe Retigg. Dentro
de esa realidad, no desconozco y, por el contrario, afirmo la necesidad de servicios de seguridad eficientes, como
la acción de un derecho penal activo y justo. Sin embargo, discrepo absolutamente de la idea de que en la delación
compensada o arrepentimiento eficaz se ubique la dirección correcta en la solución del problema.

Nuestro pueblo tiene una forma especial de ser. El sentido de la lealtad es un valor muy importante dentro de
nuestra convivencia. Intentar destruirlo, aunque sea en nombre de uno superior, como ha sido la lucha contra el
terrorismo, no producirá resultados prácticos y destruirá, en parte al menos, el sentido ético que, en mi concepto,
debe tener la lucha contra la violencia.

Muchos pensamos que la lucha contra la violencia se debe fundamentar en la afirmación de la dignidad de todo ser
humano y en la capacidad de la institucionalidad democrática de dar solución a los grandes conflictos sociales, y
más que ello, en dar un espacio a todos los chilenos para luchar políticamente por sus ideales.

En esta tarea en que está comprometida la Iglesia Católica y muchas personas e instituciones de un alto valor
moral, se obtienen resultados muy alentadores en nuestra patria.

Lo importante es que existen grupos que optaron por determinadas soluciones en un momento histórico de suma
crueldad, que hoy están en un proceso de reflexión frente a una nueva realidad democrática que vive el país.

En este contexto, el principal mensaje que debemos transmitir es el de la no violencia y la pacificación. El terreno
está abonado para ello. Lo digo responsablemente. Para los que trabajamos esta vía y creemos firmemente en ella,
este proyecto es inoportuno e inconveniente.

Seré bien claro: en este momento histórico no resulta conveniente ofrecer un premio al que abandone la vía
armada y delate a un compañero, cuando la vía elegida por algunos es alentar procesos de reflexión, basados en
razones morales y políticas, los cuales están obteniendo éxitos importantes.

Por ello, mi voto será en contra del proyecto, tal como lo hice en la Comisión.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Aguiló.

El señor AGUILO.-

Señor Presidente, Honorables colegas, sin duda este proyecto de ley es de una importancia significativa, porque
tiene que ver con la profundización de las posibilidades de alcanzar la plena paz y la tranquilidad ciudadana en
nuestro país.

Sobre esta materia existe la imperiosa necesidad de construir un gran consenso nacional que, ciertamente, incluya
a los participantes de la Concertación y de la Oposición. Un consenso en tomo al diagnóstico de la extrema
gravedad que implica la acción terrorista, actividad disociadora que enerva la convivencia nacional; pero, también,
un diagnóstico acerca de las posibilidades eficaces para superar este verdadero flagelo que, de alguna manera,
azota hoy día a nuestra patria.

Si bien el terrorismo es un fenómeno de alcance mundial, no es menos cierto que su despliegue en las sociedades
tiene que ver con las idiosincrasias propias de cada nación, con las circunstancias precisas y particulares que cada
país o pueblo ha vivido. En Chile, la acción terrorista es básicamente una acción desplegada, a partir de las
décadas de los años 70 y 80. Chile, en su historia, no conoció, por lo menos de manera sistemática y traumática, la
acción terrorista, sino a partir de las décadas ya mencionadas. Básicamente, tiene que ver con las circunstancias
traumáticas que se vivieron en nuestro país, relatadas tan fielmente en el Informe Rettig, no sólo en la descripción

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 29 de 205

Discusión en Sala

de la acción del terrorismo de Estado, sino también en las circunstancias que hicieron posible, previas a la
instauración del Gobierno militar y que se relatan en dicho Informe. Superar las condiciones traumáticas que el
país vivió en las décadas de los años 70 y 80 ha sido la condición básica, sustantiva, para enfrentar adecuada y
eficazmente la superación de la acción terrorista en nuestro país.

No tengo ninguna duda de que el camino que Chile ha elegido con el Gobierno que encabeza don Patricio Aylwin y
con el consenso que hemos alcanzado en este Congreso Nacional, todos, parlamentarios de la Oposición y de la
Concertación, es el camino correcto, que articula un conjunto de medidas de orden político, moral, jurídico y
policial. Acentuar la profundización democrática, respetar rigurosamente los derechos humanos,

avanzar en la superación de los problemas de la injusticia social, políticamente aislar al terrorismo, generar un
rechazo ciudadano franco y contundente de la acción terrorista, disponer una legislación que penalice seria y
severamente la acción terrorista, contar con los dispositivos policiales eficientes, que se atengan a un Estado de
Derecho, constituyen todas ellas un conjunto de medidas que, a estas alturas -como se ha dicho aquí-, ya han dado
resultados positivos en este camino de la superación de la acción terrorista.

No obstante, se nos propone un proyecto de ley cuya idea básica, conocida como delación compensada, consiste,
fundamentalmente, en eximir de pena o rebajarla a quienes, siendo miembros de un grupo terrorista, entreguen
información útil para desbaratarlo o cuando delaten a otros miembros del mismo.

Quiero expresar brevemente tres argumentos muy precisos a este proyecto de ley, que se aparta sustancialmente
del camino que Chile entero ha elegido para enfrentar este grave problema de la acción terrorista.

El primero, que ya han profundizado algunos colegas, es de naturaleza moral. Recurrir al incentivo o a la
promoción de la delación como mecanismo es contradictorio con la idea de fundamentar la acción terrorista sobre
bases morales y éticas sólidas, y sobre bases políticas sanas. Los chilenos tenemos un traumático recuerdo de la
delación y el soplonaje como mecanismo permanente y sistemático, durante los 17 años de régimen militar. En la
memoria de los chilenos está fresco todavía el recuerdo del soplonaje y la delación incentivados por los aparatos
de seguridad del régimen militar. No cabe ninguna duda de que se genera, incluso, un rechazo visceral a que se
consagre en una ley la práctica tan repudiada por la nación en su conjunto.

Por iguales razones, personas e instituciones de alta investidura moral, como la Iglesia Católica chilena y el
Presidente de la Conferencia Espiscopal de la Iglesia Católica chilena, se han pronunciado en contra de una idea de
esta naturaleza.

El segundo argumento, sobre el cual quiero llamar la atención de los Honorables colegas, se refiere a las
impredecibles y nefastas consecuencias que podría llegar a tener un mecanismo como el propuesto en esta
iniciativa, atendida la circunstancia de que existen hoy en Chile, por desgracia, fundadas sospechas de que ex-
agentes de los aparatos de seguridad del régimen militar -y ésta no es una cuestión respecto de la cual se puedan
sacar dividendos políticos menores- han infiltrado a grupos terroristas que operan en la actualidad, los cuales,
ciertamente, están haciéndolo en una dirección contraria a la superación del fenómeno terrorista en Chile.

Pregunto a los Honorables colegas. ¿Alguien podría asegurar aquí que ex elementos de la Dina y de la CNI no están
infiltrados en el Movimiento Lautaro, en el MIR, comisión militar, o en el Frente Autónomo Manuel Rodríguez?
¿Alguien podría asegurar fehacientemente que ello no es cierto? ¿Podría alguien asegurar que esos agentes
enquistados en los grupos terroristas, haciendo utilización mañosa del proyecto de ley, no podrían actuar
intencionalmente en una dirección contraria, haciéndose detener y denunciando como activistas terroristas a
quienes ya han decidido políticamente abandonar la lucha armada, y desplegar una acción plenamente
concordante con la democracia y con el régimen institucional democrático que el país está llevando adelante?
¿Quién podría asegurar aquí que ex elementos de la Dina y de la CNI -que hace pocos días fueron denunciados de
efectuar una operación de espionaje, de infiltración, en algunos partidos democráticos-, infiltrados en los grupos
terroristas, no utilizaran de manera mañosa y maquiavélica este proyecto de ley para operar en un sentido
exactamente contrario a su inspiración y, de esa manera, detener un proceso que el país, en su conjunto, no puede
sino saludar con entusiasmo, pues, dentro del proceso de evaluación moral y política, muchos de los que
asumieron la lucha armada en el pasado, quieren hoy día asumir la lucha democrática y respetar plenamente el
Estado de Derecho?

Es un punto que debemos analizar obligatoriamente los parlamentarios de la Oposición y de la Concertación al

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Discusión en Sala

momento de reflexionar respecto del proyecto de ley que, inspirado en un propósito correcto y acertado, puede
tener, en manos de quienes no quieren la democracia, infiltrados en los grupos terroristas, efectos exactamente
contrarios a los que queremos conseguir.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Señor Diputado, está por terminar su tiempo.

El señor AGUILO.-

El tercer argumento tiene que ver con la completa ineficacia del proyecto en discusión.

No es cierto que en Chile no se haya utilizado la delación compensada como mecanismo sistemático y explícito
para abordar el fenómeno terrorista, "fenómeno terrorista" entre comillas.

La Dina y la CNI utilizaron sistemáticamente el mecanismo no sólo de rebaja de pena, sino de la vida de muchos de
quienes detuvieron y torturaron, a cambio de delatar a sus compañeros de organizaciones durante el período que
duró el régimen militar. En el Congreso Nacional hay parlamentarios de la Concertación, detenidos por la Dina y,
después, por la CNI, a quienes les fue propuesto, a cambio de su integridad física, sicológica, incluso a cambio de
su vida, la delación de sus compañeros de organización. ¿Y cuál fue el resultado?. Que todavía operan grupos
terroristas.

Durante 17 años se utilizó sistemáticamente la delación compensada, por lo que no es un fenómeno nuevo en
Chile; es un fenómeno al que se destinó todo el aparataje del Estado, con el propósito de imponer, como
mecanismo principal, este famoso sistema. Y el resultado no es otro que la colaboración de un número
insignificante de personas, contadas con los dedos de la mano, que se transformaron en zombies, como la famosa
"flaca Alejandra" y otros casos de personas que no se recuperaron para Chile ni para la democracia; chilenos que,
en su sentido más integral, dejaron de ser personas. Ellas abandonaron la lucha terrorista, pero no para insertarse
en la democracia, porque, en la inmensa otra mayoría de los casos, la delación compensada fue denegada.

Este es un proyecto que limita con el tema moral, que tiene impredecibles consecuencias contrarias a los
propósitos que lo alientan y que, además, es enteramente ineficaz.

Por esas razones, lo votaré en contra.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Schaulsohn.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, en primer lugar, reconozco que éste es un tema complejo, que puede haber diversidad de
opiniones, y que todas ellas puedan ser muy legítimas. Me parece importante que lo discutamos en la Cámara,
para legislar de la manera que nos parezca más adecuada, con el objeto de consolidar la transición a la
democracia.

Personalmente, estoy en favor de este proyecto y lo votaré favorablemente en general y en particular.

Quiero explicar brevemente porqué votaré así, haciéndome cargo de algunas argumentaciones expresadas en la
Sala.

Puede llamarse "arrepentimiento eficaz" o "delación compensada", personalmente, me da lo mismo, porque


depende de si uno considera que éstos son instrumentos válidos para lograr un fin social, para proteger un bien
jurídico que la sociedad, en su conjunto, estima que es necesario proteger.

He escuchado aquí cuatro tipos de argumentos. A ellos me quiero referir.

En primer lugar, se sostiene que la delación es poco ética o inmoral como instrumento para lograr este propósito,

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 31 de 205

Discusión en Sala

porque rompe una norma de convivencia entre los seres humanos, que presupone que las personas no pueden
delatarse entre sí.

Para abordar este punto quiero que hagamos un esfuerzo de abstracción y pensemos, por un minuto, que estamos
discutiendo un proyecto de ley destinado a combatir no las asociaciones ilícitas relacionadas con el terrorismo, sino
las asociaciones ilícitas vinculadas con el tráfico de drogas. Por ejemplo, que en el artículo 4° de este proyecto, que
dice: "...el que sin haber cometido otro de los delitos sancionados en esta ley, se disocie de la asociación ilícita
terrorista...", dijera: "...se disocie de la asociación ilícita dedicada al tráfico de estupefacientes, como cocaína,
mariguana, heroína, etcétera"; que su letra b), en lugar de decir: "ayude eficazmente a desarticular la asociación
ilícita terrorista", dijera: "...a desarticular la asociación ilícita dedicada al tráfico de drogas"; o que su último inciso,
en vez de establecer que el "...que se disocie de la organización terrorista y confiese todos los delitos...", señalara
que el "... que se disocie de la organización dedicada al tráfico de drogas...".

Es inmoral o poco ético premiar al delincuente que, dedicado al tráfico de drogas, que destruye la sociedad y los
países enteros, partiendo por la juventud y los niños..., dice: "Yo no quiero tener nada más que ver con el tráfico de
drogas y colaboraré con la justicia para que no pase en Chile lo que sucede en Colombia".

¿Es eso inmoral?. Me parece que no.

El señor PALESTRO.-

¡Es otro caso!

El señor SCHAULSOHN.-

Si me permite, señor Palestro, voy a llegar a eso.

En consecuencia, la delación per se -no llamo a esto "arrepentimiento eficaz"- no es inmoral.

Es el caso de Michael Townley, cuya colaboración con la justicia norteamericana permitió esclarecer, en parte, el
caso Letelier, a quien se premia: se le cambia su identidad, se le deja sin condena y se le da trabajo.

La Corte Suprema chilena no dio la extradición, porque, como en Chile no existe esta figura, considera que lo que
en Estados Unidos se denomina "plea baraining" -que en el fondo es lo mismo-, no vale como medio de prueba
ante la Corte Suprema chilena. Por eso el General Contreras está libre. Si tuviéramos esta ley, si en Chile se
contemplara la delación compensada, la Corte Suprema habría tenido que acoger la extradición del General
Manuel Contreras.

Pero ése es otro problema.

Concentrémonos en el tema de la delación como cuestión moral.

Un señor ELGUETA.-

¿Me permite una interrupción?

El señor SCHAULSOHN.-

Ahora no. Enseguida, sí, con todo agrado, Honorable colega.

Si no es inmoral para los delincuentes que trafican con la droga ¿por qué nos llama la atención cuando se trata de
asociaciones terroristas, ¿Es que acaso algunos Honorables Diputados colocan al terrorismo en un plano moral
superior o distinto de aquel en que colocamos a las bandas que trafican con los estupefacientes y el narcotráfico?
Personalmente los coloco al mismo nivel. Ambos son bandas de delincuentes que atentan contra la sociedad.

Ahora bien, ¿cuál es el punto de fondo aquí? Y quiero entrar al segundo argumento dado en esta Sala.

Se ha dicho que el terrorismo tiene antecedentes objetivos y que éste no es el camino para combatirlo. Si ya
estamos de acuerdo en que la delación per se no es inmoral, se da un argumento de utilidad, que es un segundo
argumento. Puede que estén de acuerdo con la delación como método, pero dirán que no es eficaz. Este

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 32 de 205

Discusión en Sala

argumento tiene dos partes:

Una, que el terrorismo tiene antecedentes racionales, o sea, que en cuanto haya injusticia social y pobreza, habrá
terrorismo; que la manera de abordarlo es tratar de solucionar los problemas sociales.

El segundo aspecto de este argumento señala que la violencia en Chile, la violencia de hoy, se debe a la presencia
de la dictadura durante 17 años y que desaparecerá con la llegada de la democracia. En consecuencia, tenemos
que buscar los mecanismos para abordar los problemas sociales y reinsertar en la sociedad a los que están
involucrados en actividades terroristas.

Me parece que ambas argumentaciones son falsas, porque es cierto que hay un tipo de terrorismo que tiene una
motivación política, que encuentra una justificación en una sociedad que tiene grandes injusticias; pero hay otro
tipo de terrorismo que va a existir siempre, porque hay grupos que se creen iluminados y que están llamados a
transformar la sociedad con el método que les parece conveniente: la vía de la violencia, porque no creen en el
sistema democrático, pues consideran que éste no permite los cambios sociales o políticos que ellos imaginan en
su cabeza. Además, existe el terrorismo religioso, que no tiene nada que ver con las injusticias. Hay grupos
fundamentalistas que creen que, por la vía de la violencia, están reivindicando un bien superior o cumpliendo con
un mandato divino.

De manera que el tema del terrorismo es muy complejo y no se pueden dar argumentos contradictorios. Se dice:
no miremos a la lejana Europa sino que a nuestra cercana América. Si miramos a nuestra cercana América,
estamos diciendo que el terrorismo tiene razones de origen social, porque aquí hay muchas injusticias. Sin
embargo, el terrorismo también existió en Europa, lugar donde no hay las mismas injusticias que lo motivan acá,
porque en la sociedad moderna siempre habrá un elemento, un aspecto, un contingente de violencia, que es
necesario abordar mediante una legislación eficaz.

Por eso, y llego al tercer argumento dado acá, me parece inadecuado sostener que la violencia política que existe
hoy en Chile, se debe exclusivamente a la que hubo durante la dictadura del General Pinochet. Es cierto que en
ese período existieron sectores que optaron por la vía violenta para combatir ese régimen, pero no lo es menos
que hubo violencia política y actividad terrorista en Chile antes del gobierno del General Pinochet y la habrá
después.

Lo que estamos haciendo hoy, es legislar para prevenir la existencia de grupos terroristas que actúen hacia el
futuro en la democracia. Es indispensable entender este fenómeno como una manifestación global del mundo y la
necesidad de tener una legislación fuerte, coherente y adecuada.

El sistema democrático, por sí mismo, no hace desaparecer el terrorismo. Ese es un hecho que ha sido
comprobado mil veces en distintos países.

Por las razones que he explicado y por muchas otras, el terrorismo es un fenómeno permanente que, a lo mejor,
desaparecerá algún día y esperamos que así ocurra. En tanto no desaparezca, la sociedad tiene derecho a
defenderse.

Otro argumento dado acá, en cierto modo vincula este tema al de aquellos que hoy están detenidos por razones
políticas: los presos políticos, aquellas personas que están en libertad, pero que han tenido vinculación con los
grupos terroristas.

Yo simpatizo con los esfuerzos que se hacen para reinsertar a las personas en la vida democrática. Pero, cuidado,
porque esta ley se refiere a grupos terroristas que "operan". No a grupos terroristas que "operaron". Esta ley
pretende prevenir delitos. ¿A quién se premia? Si estoy conversando con un terrorista arrepentido, que está
dispuesto a reinsertarse, y mientras hablamos hay un atentado terrorista, y mueren personas, ¿no se va a
defender la sociedad? Si hay grupos que operan hoy, en democracia, ¿por qué vamos a tener alguna
contemplación con ellos? ¿Por qué vamos a justificar la existencia de grupos terroristas que operan hoy, en razón
de lo que pasó ayer? No hablo de grupos que hayan existido en el pasado. No hablo de personas que fueron
terroristas durante el Gobierno anterior y que hoy han dejado de serlo. Esta ley se refiere a grupos terroristas que
están en plena operación. Por ejemplo, el Movimiento Lautaro. ¿Por qué no va a ser lícito para la sociedad aplicar
esta norma a quienes acaba de detener Investigaciones en Concepción, que mataron al Prefecto, para que nos
ayuden a terminar con el grupo Lautaro? ¡Sí, señor! A terminarlo por vías jurídicas.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 33 de 205

Discusión en Sala

No se puede comparar la delación en un estado democrático, con el caso que cita el Honorable señor Aguiló. Esas
personas quedaron como zombies no por haber delatado, sino por las torturas. Aquí, la delación se hace ante un
tribunal, con Parlamento con facultades fiscalizadoras, con separación de Poderes, con elecciones periódicas, en un
contexto democrático. Pero, le pregunto a los Honorables colegas, ¿no sería bueno tener una ley que les dé un
incentivo a los cabecillas que acaban de ser detenidos en Concepción para que colaboren con la autoridad, de
manera que mientras buscamos al resto para detenerlos, éstos no cometen otro atentado terrorista? ¿No sería
bueno, si mañana caen uno, dos o tres asesinos del Senador Guzmán, tener un incentivo para que nos ayuden a
encontrar a todo el grupo, antes que seamos asesinados, tal vez, alguno de nosotros?

Ese es el tipo de debate que estamos teniendo acá. No estamos hablando del pasado, sino del presente y del
futuro.

En consecuencia, me parece que el tipo de argumentación que se da, aun cuando la respeto mucho, no es
convincente, porque aquí la sociedad decide entre dos males, ya que no siempre le conviene sancionar a alguien
que comete un delito terrorista. Y ¿qué dice este proyecto? Simplemente que vamos a rebajar la pena o vamos a
eximir de responsabilidad penal al terrorista que coopere, porque para la sociedad es más importante terminar con
la organización terrorista que castigar a una sola persona. Me parece que esta norma es razonable, justa y
necesaria. Y no impide los esfuerzos que se hacen para reinsertar a los terroristas en la sociedad. Además, si tengo
que elegir entre "irritar" como ha dicho aquí un distinguido colega de mi bancada- a personas que en el pasado
pertenecieron a grupos terroristas; si tengo que elegir entre "irritarlos a ellos" y tener un instrumento jurídico
eficaz que me permita liquidar a las organizaciones terroristas que están operando hoy, no tengo donde perderme:
escogeré la legislación que me permita terminar con las organizaciones terroristas que están operando
actualmente.

Por estas razones votaré a favor de este proyecto, y espero que la Honorable Cámara, en su conjunto haga lo
mismo.

El Honorable señor Estévez me ha pedido una interrupción, la cual se la concedo con todo agrado.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Estévez.

El señor ESTEVEZ.-

Señor Presidente, agradezco la interrupción que me ha concedido mi Honorable colega el Diputado señor
Schaulsohn.

Ahora por su intermedio, quiero preguntar al señor Ministro de Justicia, de aprobarse la actual redacción de este
proyecto, ¿sería útil para encontrar a los mandantes del asesinato de Tucapel Jiménez, en el caso de que alguno de
los integrantes del grupo fuera detenido y pudiera colaborar?; ¿Sería aplicable a quienes asesinaron o mandaron a
asesinar a José Carrasco?; ¿Sería aplicable a una persona como Luz Arce, quien fue obligada a colaborar con la
siniestra organización represiva que la había detenido y que, luego, arrepentida de esta colaboración, dio un
testimonio público? Naturalmente, excluyo a aquellos casos que están sujetos a la ley de amnistía u a otro tipo de
prescripciones.

Señor Ministro, le hago las consulta porque creo que tenemos un texto legal objetivo, frente al cual se ha producido
una reacción política o ideológica en la opinión pública del país, que no alcanzo a comprender. A mi juicio, el
proyecto sirve exactamente a los propósitos contrarios de la que entienden mis Honorables colegas don Andrés
Aylwin y don Jaime Naranjo, a quienes tengo un gran respeto. Alguien está equivocado. O yo no entiendo la
disposición - y por eso pido al señor Ministro que por favor la aclare- o están profundamente equivocados don
Andrés Aylwin y don Jaime Naranjo, porque el país enfrenta hoy dos tipos de organizaciones terroristas,
completamente diferenciadas entre sí. Una, constituida por los remanentes de ultra izquierda, como el Lautaro, y la
otra, por grupos del Movimiento Manuel Rodríguez.

Con toda franqueza, estos grupos, prácticamente, están detenidos. En mi opinión -muy subjetiva, por cierto,
producto de la evaluación que cada uno hace-, están infiltrados y no es necesaria esta disposición para obtener

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Discusión en Sala

más información de ellos. Pero hemos advertido que otro tipo de organización terrorista continúa operando y el
único modo establecer la verdad es mediante una legislación tan eficaz como la que se aplicó ante el asesinato de
don Orlando Letelier. Algo paradójico: la Corte Suprema de Chile, defendiendo a los asesinos de Letelier -que todos
conocemos quiénes son-, busca invalidar los testimonios dados ante tribunales americanos, precisamente con el
argumento de que fueron sobre las base de un pacto con la justicia. Si no hubiera un pacto con la justicia, no
habría posibilidad hoy de saber, con la certeza que todo el país tiene, quiénes son los asesinos que todavía, por
desgracia, no son entregados a la justicia. Espero que lo logre el juez Bañados, quien acaba de ser designado.

La única manera de enfrentar al terrorismo más peligroso, más organizado y con más recursos, que es aquel que
fue amparado por el Estado durante el período de la dictadura militar, aquel que lamentablemente parece seguir
operando, es una legislación como ésta. Para los grupos de ultra izquierda hay medios de infiltración y otros
mecanismos, que todos conocen. Pero, frente a los remanentes actuantes de la extrema derecha, o como se les
quiera denominar, no tenemos otro instrumento que este tipo de norma.

Por esta razón, señor Presidente, si la disposición es como la entiendo, votaré a favor de ella. Por su intermedio,
para confirmar este criterio, pido al señor Ministro de Justicia, si es tan amable, que aclare el punto.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El señor Ministro me ha dicho que hablará al final, salvo que quiera intervenir ahora.

El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-

Sí.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-

Señor Presidente, como respuesta concreta a la pregunta que se me ha formulado, puedo afirmar que las
disposiciones del proyecto son de tipo general y, en consecuencia, comprenden toda conducta que, de acuerdo con
la legislación aprobada unánimemente por el Congreso Nacional en relación con la Ley de Conductas Terroristas,
se encuadre dentro de la tipificación de estos delitos.

Por consiguiente, habrá que estarse a la situación de hecho para ver si es aplicable a los casos planteados por el
Honorable Diputado señor Estévez.

La disposición es de tipo general y no tiene límites.

Aprovecho la oportunidad que el señor Presidente me ha concedido para hacer algunas afirmaciones relacionadas
con el proyecto.

La primera de ellas es que hay que tener en cuenta que el terrorismo es contrario a los derechos humanos, en todo
sentido.

La segunda es que el Gobierno ha expresado, reiteradamente, su voluntad política de luchar contra el terrorismo
con medios lícitos y moralmente aceptables. Esto significa atacar sus causas, tener una legislación adecuada;
contar con una policía especializada; significa disponer de establecimientos de seguridad que permitan el proceso
de rehabilitación de las personas que incurran en conductas auténticamente terroristas.

La delación no encuadra en el Gobierno del Presidente Aylwin. Su política es dar oportunidad para un
arrepentimiento eficaz a quienes, en un momento determinado, cometieron conductas terroristas reprochables;
arrepentimiento que tiene un profundo sentido moral, que forma parte de la reconciliación. La reconciliación exige
arrepentimiento, es decir, disociarse de una asociación terrorista; exige reparación, porque todo el que ha
cometido un hecho ilícito, desde el punto de vista moral, tiene la obligación de reparar el daño causado. Una forma

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de hacerlo es, justamente, proporcionando información para evitar nuevos atentados terroristas o la existencia de
una asociación que utiliza el terrorismo como instrumento para lograr sus fines. Por último, la reconciliación exige
una conducta consecuente, o sea, renunciar al uso de la violencia y también a los métodos terroristas.

No se trata de desvalorizar el principio de la lealtad. El principio de la lealtad con las buenas causas siempre debe
ser estimulado y reforzado; pero cuando se reconoce que se ha incurrido en un error, que se ha causado un daño o
un perjuicio, contribuir a repararlo es precisamente ser leal con las convicciones de la conciencia. Por consiguiente,
jamás vamos a utilizar la delación como política, pero hay que dar la oportunidad para que el arrepentido
contribuya a reparar el daño que ha causado con los actos que personalmente reconoce.

Estimar que el arrepentimiento eficaz es inmoral significa, en el fondo, tener una posición que respeto -siempre
respeto las posiciones de las personas-; pero jamás voy a compartir el hecho de que la base fundamental de la
estructura de nuestra cultura occidental, que es la reconciliación y el amor, sea puesto en tela de juicio en un caso
como el que estamos tratando.

Ya manifesté que nuestra posición es clara en este sentido. Muchas veces, cuando no se conoce el contenido de las
disposiciones, se pueden dar opiniones muy generales sobre los problemas. Yo respeto esas opiniones. Puede ser
que algún señor obispo, en algún momento, haya planteado que la reconciliación, mirada en esta perspectiva, es
inmoral. Respeto su apreciación; no la comparto. La base sustancial es el arrepentimiento, la reparación y la
consecuencia.

Ahora, no quiero abundar más porque considero que el informe de la Comisión sobre la materia es
extraordinariamente valioso, desde el punto de vista de la existencia, en el derecho interno, de normas similares a
las que se discuten en este momento; valioso, porque en él se contiene todo el derecho comparado al respecto. El
trabajo de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara es ejemplar en este proyecto, por la
forma constructiva en que fue mejorando una disposición que, evidentemente, puede ser muy controvertida, pero
que cada uno de los Honorables Diputados debe votar en conciencia.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Rojo.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, estamos analizando y discutiendo un proyecto de ley enviado por el Gobierno a través de un
mensaje, que trae las firmas del Vicepresidente de la República, don Enrique Krauss Rusque, del Ministro del
Interior subrogante, don Enrique Correa Ríos, y del Ministro de Justicia, don Francisco Cumplido.

Durante su estudio en la Comisión, contamos con la presencia e intervención del señor Ministro de Justicia y de don
Luis Toro, abogado del Ministerio del Interior.

Es indispensable tener presente lo que dice el mensaje: "Hoy en día los desafíos que presenta la seguridad
ciudadana son variados y complejos, y exigen para enfrentarlos la participación y colaboración de todos. El
respaldo consensual a las instituciones y al estado de derecho, la necesidad de agilizar la actuación de los
organismos policiales y judiciales y la solidaridad social son fundamentales para enfrentar la delincuencia y el
terrorismo.

El fundamento primero del proyecto descansa en el hecho de que la protección de los derechos esenciales de las
personas no es sólo un deber del Estado, sino también de cada ciudadano. La conducta de las personas no debe
estar regulada únicamente por las prohibiciones establecidas en el Código Penal o en leyes especiales, sino de
manera expresa por los deberes positivos: lo que debo hacer.

La omisión del deber positivo, de no impedir un delito contra la vida, la integridad corporal, la salud y la libertad de
las personas, debe ser sancionado.

Por otra parte, el deber positivo obliga al ciudadano a colaborar en la destrucción de la estructura de una
organización terrorista. La acción antiterrorista es un imperativo de la hora actual.

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Nuestro derecho positivo no sólo consagra los principios del bien común, el respeto a los derechos de las personas,
el derecho a la vida, a la integridad física, la legalidad de la pena, la tipicidad en materia penal; sino que además
establece que el no hacer. La omisión debe ir acompañada del deber jurídico de obrar.

Por eso, como lo señaló el señor Ministro de Justicia, nuestro Código Penal, a través de diversas disposiciones:
artículo 295 bis, 494, 496, 129, 8°, 160, 192,295, y la ley N° 12.927, sobre seguridad interior del Estado, tipifican
diversos delitos de omisión.

El proyecto del Gobierno contempló un nuevo párrafo 17 que agregaba el artículo 344 bis que, a su vez, establecía
nuevo delito de omisión. Lamentablemente, la Comisión rechazó esta disposición, en circunstancias de que pudo
haberse perfeccionado y, de esta manera, incorporar a la comunidad la lucha contra la delincuencia. Nuestros
pobladores conocen a los delincuentes, su forma de actuar, los lugares donde reducen las especies; pero carecen
de los instrumentos legales para incorporarse a la lucha contra ellos.

En mérito de ello, a través de una indicación, he propuesto que se reponga el primitivo artículo 1° del proyecto
sobre el delito de omisión.

La segunda parte del proyecto establece y perfecciona la figura de la disociación, ya consagrada en nuestro
Derecho. En primer lugar, exime de las sanciones al que entregue o revele antecedentes que impidan la
perpetración de delitos terroristas y al que ayude eficazmente a desarticular la asociación ilícita.

En segundo lugar, disminuye las penas al que haya tenido participación en otros delitos, siempre que se disocien y
cumplan con las condiciones señaladas.

En tercer lugar, suspende la pena al que se disocie, confiese, proporcione o realice las conductas referidas. Sobre
esta materia, hago presente a los señores Diputados que la suspensión de la pena es una institución que
actualmente existe en nuestro Derecho y que es aplicada por los juzgados de policía local.

Debemos recordar que en la década de los años 20, se establecieron en nuestro país tres instituciones penales en
favor de los procesados y condenados: la libertad provisional, la remisión condicional y la libertad condicional.
Todas ellas con el objetivo de permitir la readaptación y reinserción del reo. Hace pocos años, la ley N° 18.216
incorporó a nuestro Derecho nuevas instituciones, como la libertad vigilada, la reclusión nocturna y la remisión
condicional de la pena, cuando ésta no excede de tres años.

Hoy estamos estableciendo en derecho una nueva institución, diferente a las anteriores: la suspensión de la pena,
que consiste en que la sentencia queda vigente, pero se suspende condicionalmente su cumplimiento.

Si durante el tiempo de la suspensión -que se señala expresamente en este caso, dividiéndola según la gravedad
de los delitos-, el reo o condenado no incurre en nuevas acciones delictivas, se le perdona la pena. Si lo hace, debe
cumplir la sanción que corresponda por los nuevos hechos y la que le había sido aplicada por los anteriores.

Señor Presidente, el Diputado señor Aguiló me ha solicitado una interrupción. Si la Mesa lo permite, se la concedo.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Aunque reglamentariamente corresponde, quiero hacer presente que todavía falta que intervengan tres señores
Diputados y ya venció el plazo de una hora que se había acordado. En atención a estas razones, el Diputado señor
Aguiló va a prescindir de hacer uso de la palabra.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, los antecedentes hechos valer demuestran que el proyecto implica una modernización de
nuestro Derecho Penal; lo coloca de acuerdo con las nuevas normas imperantes en otros países, y nos permitirá
tener los instrumentos necesarios para actuar en forma debida en contra del terrorismo, que no tiene justificación
alguna.

Por las razones expuestas, votaré a favor del proyecto del Gobierno.

He dicho.

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El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Andrés Chadwick.

El señor CHADWICK.-

Señor Presidente, nos encontramos, frente a un proyecto de extraordinaria trascendencia. El mensaje presidencial
que lo acompaña y fundamenta señala que su objetivo es desterrar la violencia y el terrorismo en Chile.

¿Puede alguien en la Sala afirmar que para el proceso de consolidación democrática que estamos viviendo, no es
un objetivo fundamental desterrar la violencia y el terrorismo? ¿Puede alguien en la Sala afirmar que en el proceso
actual de consolidación democrática no hemos vivido y sufrido acciones terroristas de la máxima gravedad?

Por lo tanto, es el momento de exigir y reclamar coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Coherencia,
porque, en primer lugar, el proyecto es extraordinariamente eficaz en la lucha contra la acción terrorista. No hay
terrorismo si no existe una organización. El terrorismo no actúa en forma individual; se vale, como elemento
indispensable para su acción, de un grupo o de una organización.

Por primera vez en nuestra legislación un proyecto apunta directamente a la organización terrorista, porque
permite y posibilita la disociación y la desarticulación de los grupos terroristas. Apunta al elemento esencial que
facilita su acción en el mundo y a desarticular a los grupos terroristas. Esto no es sólo invención del legislador o de
las circunstancias que vive Chile. Está avalado por las realidades europeas que se han visto afectadas por el mismo
problema que tenemos hoy en nuestro país.

Las legislaciones italiana, alemana, francesa y española contemplan disposiciones de la misma naturaleza de las
que recoge el proyecto, precisamente, porque ellos, con experiencia previa, han podido determinar que la forma
más eficaz de combatir al terrorismo es impedir que las organizaciones continúen su acción, a través del
establecimiento de beneficios que posibiliten la desarticulación de los grupos terroristas.

En segundo lugar, el proyecto ha sido estructurado y elaborado con una norma de justicia. ¿Alguien podría
sostener que la eficacia en la acción antiterrorista no puede estar desligada de la administración o de la virtud de
la justicia? Así es. La eficacia no puede contraponerse a la justicia.

El proyecto combina y armoniza en buena medida la eficacia para combatir el terrorismo con la necesidad de
mantener las normas sobre aplicación de la justicia, porque establece una gradualidad en los beneficios que se
otorgan que busca resguardar esa eficacia y, al mismo tiempo, favorecer la administración de justicia. Hay normas
que consagran beneficios diferenciados para armonizar ambos objetivos, desde la exención de la responsabilidad
penal hasta la supresión de la condena, pasando por una rebaja de pena intermedia. Por lo tanto, junto con la
eficacia, el proyecto busca también la mantención de la virtud de la justicia.

En tercer lugar, quiero responder a una argumentación hecha valer en forma reiterada, en cuanto a que el
proyecto no guardaría relación con el orden moral. Antes, deseo hacer una pequeña precisión acerca de lo
planteado por el Diputado señor Schaulsohn.

Creo que no es sólo un problema de lenguaje cuando hablamos de "delación" o de "arrepentimiento". Hay algo que
diferencia ambos vocablos. El proyecto recoge el elemento que los distingue. Fundamentalmente, es el hecho de
que el acto que se pide al condenado o procesado por una acción terrorista es de carácter voluntario. El puede
acceder voluntariamente al beneficio que se le otorga. La voluntariedad constituye una diferencia importante entre
la delación y el arrepentimiento.

A quienes sostienen que el proyecto adolece de un vicio de amoralidad o de inmoralidad, pregunto: ¿existe algo
más moral que facilitar el arrepentimiento? ¿Existe algo que tenga mayor justificación dentro del orden moral que
posibilitar el arrepentimiento? Más aún, cuando no va estrictamente en favor de la persona, sino en directo
beneficio del orden social, del bien común, el arrepentimiento, con el elemento esencial de la voluntariedad,
además de otorgar un beneficio de carácter personal, redunda en un beneficio social: la posibilidad de terminar
con la violencia y el terrorismo en el país.

¿Puede alguien sostener que no tiene justificación moral el hecho de posibilitar el arrepentimiento y beneficiar el
bien común? Si hay algo que tiene más relación moral, son precisamente estas dos figuras, junto con lo que

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consagra el proyecto: un beneficio a través del arrepentimiento, el que persigue objetivos de bien común como son
la paz, la tranquilidad y el término del terrorismo en el país.

Por eso, lo vamos a votar favorablemente: por su eficacia en la lucha antiterrorista, por su armonía entre eficacia y
justicia y por ser, a nuestro juicio, absolutamente moral.

En este momento estamos frente a una decisión fundamental. Estamos en presencia de un proyecto de ley, de
iniciativa del Ejecutivo, cuyo mensaje señala que tiene por objeto desterrar la violencia y combatir el terrorismo.
Estamos en presencia de un proyecto de ley que estudiamos y analizamos, y se somete a nuestra aprobación o
rechazo en un momento en que, en democracia, el terrorismo sigue actuando. Estamos en presencia de un
proyecto de ley que tiene el aval de las legislaciones más importantes de Europa, que han consagrado estas
mismas disposiciones, como España, Alemania, Italia y Francia. Estamos en presencia de un proyecto de ley que
nos obliga hoy día, en esta Sala, a una definición trascendental para combatir el terrorismo.

Quiero que la opinión pública lo tenga claro y nadie se mueva a equívoco: votaremos favorablemente el proyecto
de ley con plena convicción de que sus normas son las más eficaces para combatir el terrorismo. Quienes lo hagan
en contra deben tener conciencia de que con su voto negativo impedirán una acción eficaz contra el terrorismo y,
por consiguiente, facilitarán o beneficiarán la acción terrorista en el país. En el futuro, nadie podrá desligarse de las
responsabilidades frente al tema que nos enfrenta el proyecto de ley del Ejecutivo sometido a nuestra
consideración.

He dicho.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Campos.

El señor CAMPOS.-

Señor Presidente, en primer término, lamento que a un proyecto de la importancia del que discutimos, la
Honorable Cámara no le haya otorgado en Sala el tiempo necesario para un análisis más profundo, pues de las
diversas intervenciones de los colegas que me han precedido en el uso de la palabra, resulta evidente que la
materia es jurídicamente compleja, políticamente discutible y moralmente controvertida. Prueba de ello, es el
trabajo que efectuó la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia al informamos esta iniciativa legal, ya que si
recordamos con detención el informe del Diputado señor Espina y leemos también con acuciosidad todo el debate
suscitado en la aludida Comisión, verificaremos que el proyecto del Gobierno ha tenido importantes
modificaciones, tanto por la vía de la modificación como del rechazo, en términos tales que las propuestas
originales están sustancialmente cambiadas.

Ello, porque' más allá de las consideraciones políticas, morales y jurídicas que se puedan expresar, en esta materia
no sólo subyace toda la discusión que como parlamentarios suscitemos en tomo al terrorismo y a la forma de
combatirlo, sino que también están presentes ciertos principios y valores, en relación con algunas instituciones
jurídico-penal fundamentales, deben tener cada uno de los legisladores.

Los parlamentarios radicales lo hemos dicho, y hoy lo reiteramos: somos absolutamente contrarios al terrorismo; lo
rechazamos y lo condenamos. Creemos que es una lacra social que debe ser erradicada de nuestra sociedad. Sin
embargo, también consideramos que debe ser combatido dentro de los marcos de nuestro ordenamiento jurídico,
el que, obviamente, para tener fuerza e imperio, necesita tener un sustrato y un basamento moral.

Ahora bien, en este proyecto hay dos materias que merecen ser comentadas de un modo particular. La primera se
refiere a esa figura delictual omisiva, rechazada por la Comisión, la cual imponía a los ciudadanos la obligación de
impedir la comisión de ciertos delitos.

Los radicales participamos del criterio de la Comisión que rechazó la aludida incriminación, toda vez que
considerábamos que se apartaba de ciertas características fundamentales que deben tener los delitos omisivos en
nuestro ordenamiento jurídico. Advertíamos que, en el hecho o en la hipótesis descrita, no existía un deber jurídico
de garante o de tutelaje.

Pero del mismo modo que participamos del criterio de dicha Comisión al rechazar el delito omisivo propuesto,

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discrepamos con ella cuando crea la figura que modifica el artículo 4° de la ley N° 18.314, que tiene por objeto
establecer una nueva excusa legal absolutoria, denominada por algunos "arrepentimiento eficaz" y que, según
nuestro parecer, no es arrepentimiento sino derechamente delación.

¿Por qué planteamos esto? Porque en el derecho penal el arrepentimiento es una institución conocida,
reglamentada, y no se necesita dictar ninguna ley para que, penalmente, produzca efectos. Cualquiera que posea
una mínima formación de derecho penal, tendrá que reconocer que en las diversas etapas del "iter criminis", el
arrepentimiento va produciendo algunos efectos. Por ejemplo, si el delito se encuentra en estado de tentativa y el
delincuente, sujeto activo, se arrepiente, no hay tentativa, no hay responsabilidad penal. Posteriormente, si el
delito se encuentra en etapa de frustración, el arrepentimiento o desistimiento, como se le llama en el caso del
delito frustrado, también produce efecto, y no va a haber delito frustrado ni responsabilidad penal. "Abandono
activo", llaman con mayor propiedad los autores al arrepentimiento o al desistimiento, en materia de delito
frustrado.

Si el arrepentimiento se verifica después de la consumación del delito, también producirá un efecto penal, cual es
la configuración de una circunstancia atenuante de responsabilidad penal, consagrada en nuestra legislación desde
que existe el Código Penal. Esta circunstancia atenuante, que procura reparar con celo el mal causado o impedir
las ulteriores y perniciosas consecuencias, doctrinariamente se llama "arrepentimiento ineficaz.

Luego, el arrepentimiento produce efectos en nuestro ordenamiento jurídico: es eficaz en el caso del delito tentado
y lo es también en el del delito frustrado, impidiendo -les vuelvo a repetir- que, en definitiva, el delincuente sea
castigado.

Lo que aquí estamos consagrando no es el arrepentimiento a que he hecho referencia, sino, Usa y llanamente, la
delación.

La delación tampoco es una institución novedosa en nuestro ordenamiento jurídico; ya está consagrada, como lo
dice el informe, en materia de conspiración y de proposición, y también en relación con los delitos contra la
seguridad del Estado.

Sin embargo, lo que se ha omitido decir en este debate es que el hecho de que la delación esté consagrada en
nuestro ordenamiento jurídico siempre ha sido objeto de discusión y de debate entre los penalistas. Nunca esta
institución, en materia penal, ha sido pacífica; por el contrario, siempre ha sido controvertida. No pocos penalistas
han sido partidarios, desde hace muchos años, de eliminar la institución de la delación en materia de conspiración,
de proposición y de delitos contra la seguridad del Estado, por cuanto se sostiene que ella no tiene el sustrato
moral ni el contenido ético en que se deben fundar las instituciones penales y en que se levanta todo nuestro
ordenamiento jurídico.

Es evidente que la delación es moralmente controvertida o discutible, porque está afectando, como bien lo dijo el
Diputado don Andrés Aylwin, a un sentimiento que es consustancial a la naturaleza humana, de la lealtad, que es
muy propio del pueblo chileno, que está enraizado en toda la tradición hispánica e, incluso, en algunas
características sociológicas de nuestro pueblo, ya que muchas veces se confunde el concepto de la lealtad con el
de hombría.

El Diputado Schaulsohn ha dicho que si esta disposición de la delación la trasladáramos a las asociaciones ilícitas,
en materia de tráfico de estupefacientes, posiblemente todos en esta Cámara aprobarían una indicación en ese
sentido.

Personalmente, no soy partidario de la delación, ni en relación con los terroristas, ni con las asociaciones ilícitas
relativas a estupefacientes, ni con ninguna institución de derecho penal, puesto que quienes conocen la historia
mejor que yo y son mucho más creyentes que quien les habla, podrán recordar que hace más de 2 mil años hubo
una delación que afectó a una asociación ilícita que estaba atentando en contra del pueblo de Israel y de todo el
imperio romano. Eso les está evidenciando el terreno fangoso en el que nos podemos meter, cuando en nuestro
ordenamiento jurídico consagramos instituciones moralmente tan controvertidas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Señor Diputado, está terminando su tiempo.

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Discusión en Sala

El señor CAMPOS -

Riesgoso camino, entonces, Honorables colegas, es aquel en que algunos se están introduciendo.

La moral debe regir e inspirar todas las instituciones jurídicas del Estado; si no existe ese sustrato moral,
Honorables colegas de la Concertación, validaremos todas las actuaciones y todo lo obrado por la Dina y la CNI,
que en un momento determinado también operaron fundadas en decretos leyes que jurídicamente tuvieron valor.

Por último, la institución del arrepentimiento eficaz -como eufemísticamente se le llama lo que a mi modo de ver es
lisa y llanamente delación- desde un punto de vista criminológico es políticamente ineficaz, porque no existe en
nuestra institucionalidad el aparataje administrativo y económico que permita dar cumplimiento a una institución
de esta naturaleza.

Se ha dado el ejemplo del señor Town- ley, que hoy viven en Estados Unidos. Pregunto, ¿quién sabe dónde y cómo
vive el señor Townley?, ¿quién sabe lo que él hace, ¿Dónde está en nuestro ordenamiento jurídico todo el aparataje
administrativo que permita, reitero, el cumplimiento de una norma de esta naturaleza?

Si aprobamos una norma de esta especie en el Chile de hoy, en el fondo, sencillamente estaremos condenando a
muerte al delincuente o al terrorista que se acoja a ella, por cuanto a idiosincrasia y la naturaleza de los grupos
terroristas motivará que asesinen, que ajusticien al delator, máxime cuando el Estado -repito- no tiene las
garantías suficientes ni los medios idóneos para dar la seguridad que ese sujeto, ese delincuente, necesita.

En consecuencia, siendo absolutamente partidario de combatir el terrorismo, siendo completamente contrario a él,
por los reproches morales y jurídicos señalados con anterioridad, no votaré a favor del proyecto de ley, sino, por el
contrario, lo rechazaré.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Quiero hacer una consulta a la Sala.

Resta que hable el Comité de Renovación Nacional y ha pedido hacer uso de la palabra el Diputado señor Espina,
como le corresponde reglamentariamente. Además, están inscritos cinco o seis parlamentarios más.

Existen tres posibilidades: una, que hable el Comité de Renovación Nacional, y se vote el proyecto de inmediato;
otra, que luego de suspender la sesión a las 13.30 horas, y continuemos en la tarde para tratar las modificaciones
del Senado al proyecto sobre Ley de Pesca, se siga el debate de este proyecto y se vote, y una tercera, que el
debate y la votación de él se continúe el próximo martes. He consultado al señor Ministro y acepta cualquiera de
las tres opciones.

Hay que recordar que estamos discutiendo esta iniciativa de ley sólo en general. El proyecto tiene dos
indicaciones. Por lo tanto, debe volver a Comisión y luego, de nuevo, a la Sala para su debate en particular. Este
proyecto -si no me equivoco- consta de un solo artículo, por lo cual la discusión general y particular son muy
similares, de manera que los señores Diputados que no han intervenido ahora podrían hacerlo, eventualmente,
cuando vuelva el proyecto en segundo informe.

Tiene la palabra el Diputado don Jorge Pizarro.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señor Presidente, sólo quiero corroborar lo que usted plantea y manifestarle, en nombre de la bancada
democratacristiana, que nos parecería muy conveniente seguir con el debate del proyecto el próximo martes.

Varios colegas han manifestado la necesidad de una discusión más profunda y con mayor detenimiento; el tema es
delicado, tiene efectos futuros para la convivencia de nuestra sociedad, y no podemos estar presionados por el
tiempo. Además, en la tarde debemos tratar las modificaciones del Senado al proyecto sobre la Ley de Pesca.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

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Discusión en Sala

Si le parece a la Sala, se procederá de esa forma.

Acordado.

Están inscritos para intervenir la Diputada señora Rodríguez y los Diputados señores Juan Martínez, Jorge Molina,
Mario Palestro, y José Peña. El señor Vicepresidente verificará si se han inscrito otros señores Diputados.

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1.4. Discusión en Sala

Fecha 24 de julio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 24. Legislatura 322. Discusión General. Se aprueba en general.

MODIFICACIONES AL CODIGO PENAL Y A LA LEY N° 18.314, SOBRE CONDUCTAS TERRORISTAS. PRIMER TRAMITE
CONSTITUCIONAL. (Continuación).

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde continuar la discusión del proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que
determina conductas terroristas y fija su penalidad.

- El texto del proyecto está impreso en el boletín N° 334-07-1 y figura en el número 11 de los documentos de la
Cuenta de la sesión 19a., celebrada en 16 de julio de 1991.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se encuentran en la Sala los señores Ministros de Justicia y Secretario General de Gobierno.

Tiene la palabra el Diputado señor Juan Martínez.

El señor MARTINEZ (don Juan).-

Señor Presidente, en una sesión anterior, hubo un arduo debate sobre este proyecto de ley, llamado "de la
delación compensada" o "del arrepentimiento eficaz", lo que demuestra lo controvertible de la materia.

Al respecto, quienes se oponen a una normativa de esta naturaleza han planteado objeciones de carácter moral,
como, por ejemplo, que se legitimarían actos cometidos en el pasado o que no sería eficaz una disposición de este
tipo. En definitiva, dan un conjunto de argumentos que no parecen basarse en el análisis objetivo de la situación
que enfrenta el país.

Estamos fundando este sistema democrático y es necesario combatir y erradicar el terrorismo.

El terrorismo es un problema que debe abordarse desde distintos puntos de vista. No podemos hacer recaer en
esta normativa todo el peso y la responsabilidad de eliminarlo. Como en otras sociedades modernas, el terrorismo
tiene raíces profundas relacionadas con las desigualdades sociales y con el imperio de una cultura de la muerte,
que se ha ido enseñoreando en el país. Por ello, debe ser tratado en forma global. No basta una iniciativa como la
que estamos discutiendo, aunque ella es importante para la eficacia del

Derecho, en el combate de este flagelo. Sin duda, debe recurrirse a otros medios, tales como el diálogo y la
persuasión. Deben generarse condiciones para que, en el país, en definitiva, primen los valores morales que hacen
de la vida el valor supremo de la sociedad actual. Me inclino por aprobar, en general, un proyecto de esta
naturaleza. Por eso, analizaré alguna de las objeciones formuladas.

Desde el punto de vista ético, se ha planteado que no es conveniente establecer un mecanismo como el indicado
en ella, porque erosionaría la natural predisposición del pueblo de Chile a valores como la solidaridad o la lealtad.
Pero aquí no se habla de demoler o de erosionar la moral social, ya que éste es un problema que concierne
exclusivamente a los grupos terroristas.

Sinceramente, no creo en una ética de los terroristas. Además, pienso que hay diversos tipos de solidaridad y
lealtad. Hay una lealtad social, que tiene que ver con la mantención de una convivencia civilizada, donde el diálogo
sea el mecanismo de encuentro entre las personas. Para ello, obviamente, se requiere un nivel de lealtad muy
importante.

No queremos que la sociedad, en su conjunto, se transforme en activista del soplonaje. Lo que planteamos es que
si algún integrante de estos grupos terroristas desea colaborar con la justicia y con la sociedad y reinsertarse en la
vida ciudadana, pueda hacer abandono de ellos, cosa que hoy es imposible, porque cualquiera que pretenda
hacerlo recibe no sólo la reprobación grupal, sino también la amenaza a su integridad física y a su vida. En la
cultura de los grupos terroristas -que carecen de ética y demuestran absoluto desprecio por la vida- nadie puede

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Discusión en Sala

retirarse de ellos, so pena de ser aniquilado, puesto que pone en riesgo la vida y la seguridad del resto de sus
integrantes. Por lo tanto, nos referimos a una situación que, a mi juicio, es radicalmente diferente a si la
trasladáramos mecánicamente o la extrapoláramos a toda la sociedad.

También se ha dicho que lograríamos la colaboración sin un arrepentimiento sincero. Ese no es el propósito de este
proyecto. Al respecto, debe considerarse que en la sociedad existen otros elementos que influyen en ella, como,
por ejemplo, las instituciones religiosas o filosóficas, los partidos políticos o las instituciones culturales, que
permiten a estas personas, mediando un arrepentimiento sincero, reincorporarse a la vida ciudadana.

Lo que se pretende, básicamente, es terminar con un fenómeno que amenaza la convivencia social de un país en
un régimen democrático y ese es un valor extraordinariamente importante, que obliga a realizar todos los
esfuerzos para cautelarlo.

En consecuencia, los argumentos de carácter moral planteados, por muy legítimos que parezcan, no son
suficientes para convencerme de que no se legisle sobre una materia tan importante como ésta.

También se ha dicho que este proyecto legitimaría las situaciones del pasado. Me parece que ése es un criterio
relativamente ligero.

Las actuaciones de la CNI y de la DINA, absolutamente reñidas con el Derecho, no tuvieron nada que ver con el
desenvolvimiento de un Estado de Derecho y con una convivencia civilizada. Consiguieron, mediante la tortura y
con una perspectiva muy cierta de muerte, la colaboración de algunas personas que traicionaron a sus
compañeros de lucha. Como, además, ocurrió en muchos casos, a pesar de que los infortunados pudieron prestar
algún tipo de colaboración.

La normativa en análisis sólo puede ser eficaz en un Estado de Derecho; pero, cuando éste se quiebra, no estamos
frente a ningún límite y aquella pasa a ser sólo un pedazo de papel sin ningún valor.

De lo que se trata aquí es de conseguir una normativa que responda a un régimen democrático, para que las
personas que han integrado grupos terroristas puedan prestar una colaboración eficaz a la justicia, respetándose
sus derechos humanos.

El otro fenómeno que debemos tomar en cuenta es que el advenimiento de un gobierno democrático y la
transición a un régimen democrático pleno no es la única solución para este problema. Estamos claros en que este
fenómeno ha persistido y que dicha persistencia podría deberse a la infiltración de los grupos de carácter terrorista
por parte de personas que violaron los derechos humanos durante el régimen pasado.

Una normativa con las características de la que estamos discutiendo, si existe la situación de gente que ha
infiltrado a grupos terroristas por órdenes de personas que tienen un poder de presión muy grande sobre ellos
como para que mantengan su accionar aún en un régimen de carácter democrático -podría erosionar ese vínculo,
ya que puede haber elementos que exterioricen su voluntad de no seguir actuando, por tomar plena conciencia de
que están transgrediendo no solamente preceptos de carácter moral, sino toda la normativa actual, y que,
además, no responden a autoridades legítimamente constituidas. Por lo tanto, debe dárseles la posibilidad de que
entreguen antecedentes que permitan desbaratar esta posible infiltración. Esta normativa, más que ayudar a la
actuación de grupos infiltrados en sectas de carácter terrorista, más bien abre la posibilidad de que se pueda
desbaratar el accionar completo de estos grupos.

Por otra parte, llamo la atención sobre que Estados Unidos pidió la extradición de las personas involucradas en el
crimen de Orlando Letelier, fundado en un mecanismo de la justicia estadounidense similar al que está en
discusión. La Corte

Suprema rechazó la extradición, señalando que se basaba en un mecanismo de esta naturaleza, y la Derecha
política apoyó la tesis de carácter jurídico que esgrimió el máximo tribunal. Por lo tanto, al introducir este
mecanismo, se refuerza lo ya existente, porque ha quedado demostrado en el propio informe de la Comisión de
Constitución, Legislación y Justicia, que este mecanismo ya existía en algún grado en nuestro actual Estado de
Derecho y en la tradición jurídica del país, con lo cual se desmorona toda la argumentación que se ha esgrimido
para refutar la validez que podría tener el fallo de los tribunales de justicia norteamericanos que han sindicado a
Manuel Contreras y al Coronel Espinoza como culpables de los asesinatos de Orlando Letelier y Ronnie Moffit.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 44 de 205

Discusión en Sala

Asumiendo todos estos elementos, estamos frente a una normativa que, a lo mejor, necesita algún tipo de
modificaciones, para evitar distorsiones en los objetivos y propósitos que se persiguen, pero que claramente
apuntan a hacer eficaz el derecho en un régimen democrático, y combatir adecuadamente una lacra que debe
merecer el repudio de todos los chilenos.

En este sentido, quiero hacer una distinción. No corresponde asimilar ligeramente la actuación de cualquier grupo
que se haya levantado en el gobierno anterior, aun en armas, para sindicarlo de terrorista. Hubo acciones de
carácter armado, producto de la situación que se vivía en ese momento, en que existía una dictadura, y que, por lo
tanto, legitimaba el derecho a la rebelión, pero que no consistió en conductas terroristas.

En general, el terrorismo, a través del pánico que se infunde a la población, pretende dominar y doblegar toda la
sociedad y, en muchos casos, lograr la toma del poder. No es el caso de mucha gente que actuó en forma armada,
pero que mantuvo un nivel de moral distinto.

Cuando hablamos de terrorismo, nos referimos al asesinato de personas indefensas, de Carabineros asesinados
por la espalda, en fin, actos absolutamente repudiables y ajenos a cualquier tipo de moral. Por lo tanto, deben
generarse los mecanismos y formas que puedan hacer efectiva la actuación de los organismos policiales, de las
instituciones que tienen que ver con el combate al fenómeno terrorista, para erradicarlo de la faz de la sociedad.

Por eso, en razón de todas estas circunstancias, porque conviene a la transición, porque es posible lograr el
conocimiento de hechos que ocurrieron en el pasado, a través de la colaboración de gente que se prestó, por
órdenes o amenazas, a la violación de derechos humanos considerados como actos terroristas; porque es posible,
con este tipo de mecanismos, a lo mejor, mediante los propios tribunales de justicia chilenos, establecer las
responsabilidades penales respecto de los partícipes en el asesinato de Letelier, de Tucapel Jiménez y de otros; por
todo esto apoyaré esta iniciativa.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Peña.

El señor PEÑA.-

Señor Presidente, después de escuchar al Diputado señor Martínez, debería cambiar los términos que anoté para
desarrollar mi intervención, porque, precisamente, las razones por las cuales he decidido rechazar este proyecto
de ley recogen contenidos morales y éticos y porque entiendo que este es un problema que está entregado a la
decisión de cada cual. El vincularlo con hechos concretos que pueden golpear duramente la conciencia de los
chilenos, como, por ejemplo, el no esclarecimiento del crimen del ciudadano chileno Orlando Letelier, o las
circunstancias por las que murió Tucapel Jiménez -como lo leí ayer en un diario- o de otras personas que en este
país, hasta cierto punto, fueron víctimas de lo que se ha señalado, en reiteradas oportunidades, como la forma de
terrorismo de Estado que se llevó a efecto en gran parte del régimen anterior, me llevan a hacer estas precisiones
preliminares.

Pero en atención a este tipo de reflexiones, que fueron las que decidieron mi determinación en el sentido ya
indicado, y con el objeto de aprovechar adecuadamente el tiempo y no distraerlo más allá del necesario, me voy a
atener al texto que tengo preparado.

Habida consideración del alto contenido ético comprometido en el proyecto, nuestra bancada deja entregada a la
conciencia de cada cual su decisión acerca de la aprobación o rechazo del proyecto de ley en estudio.

Atento a lo anterior, en lo personal, no resultó tarea fácil tomar la decisión.

En efecto, el gran fundamento del proyecto es fortalecer el estado de Derecho a fin de procurar el pleno ejercicio
de los derechos ciudadanos, ya sea en cuanto a individuos como a miembros de una colectividad social.

Particularmente, en este proyecto de ley se estima como tarea esencial que el fortalecimiento del estado de
Derecho pasa por desterrar de nuestra Patria la violencia y el terrorismo, y para desterrarlos, según este proyecto,
es importante la destrucción de la estructura de su organización y la cohesión de sus miembros.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 45 de 205

Discusión en Sala

Para lograr este particular propósito, el proyecto consagra una eximente de responsabilidad criminal para el
agente que hubiere cometido delito, según lo previsto en el artículo 4°, en relación con el artículo 2°, número 5) y
7) de la ley N° 18.314, y siempre que el miembro de la organización terrorista se disocie en forma voluntaria. Es
decir, no basta que se disocie, sino que, además, y copulativamente, se exige que voluntariamente asuma alguna
de las conductas mencionadas en el inciso primero del artículo del proyecto.

Quizás hubiere bastado, para tener derecho al eximente, que este miembro de la organización terrorista se hubiere
disociado de la organización, que hubiere aportado antecedentes personales como vinculante con la organización
terrorista. Respecto de esta última, sólo algunas observaciones generales. Es probable que esta modalidad hubiere
producido el efecto eficaz previsto en el proyecto.

En este contexto, nuestra preocupación como sociedad, más que hacer un esfuerzo para desterrar el terrorismo y
la violencia por la sola dictación de una ley, -que, en definitiva, puede resultar sólo una entelequia-, ha llegado la
hora en que la sociedad chilena debe hacer un esfuerzo para determinar las causas del terrorismo, diseminadas en
el tejido social a través de métodos que aporte la sociología, entre otras disciplinas, y así diseñar una normativa
jurídica orgánica y global, más allá de un esfuerzo aislado y solamente coercitivo como éste.

La violencia que se pretende desterrar, sea delincuencial o política, tiene, desde luego, complejas y entrecruzadas
causas. No es fácil su destierro. Abrigamos la esperanza de que la violencia política pueda ser desterrada más
temprano que tarde. Sobre nosotros recae la responsabilidad de encararla adecuadamente, creando los niveles
institucionales para la participación. No debemos ser castradores de la participación ciudadana en la construcción
del destino común. Aquí pienso específicamente en la ley de partidos políticos, en la ley de votaciones populares y
escrutinios, etcétera.

Respecto de la violencia delincuencial común, que también es grave en nuestro país, estimo que su erradicación
será tarea de más largo aliento, aun cuando* al parecer, por ahora sólo compromete a personas individualmente
consideradas.

Cuando se habla de desterrar el terrorismo, que puede, en algunos casos, haber tenido su origen en la violencia
política, confío en que el sistema democrático vaya generando, con su dinámica, las instancias y órganos que
globalmente permitan la incorporación paulatina de personas al proceso.

Pero este proyecto de ley, más allá del apoyo político, atendida la naturaleza de la organización terrorista y del
carácter y preparación particulares de sus miembros, debe tener un alto contenido ético. La ética, si bien es
fundamentalmente personal, está determinada por valores sancionados, reconocidos y respetados por la sociedad
toda. En el proyecto se pretende distinguir por algunos Diputados entre un ético positivo y un ético negativo. En
rigor, el distingo es falso.

Otra es la situación desde el punto de vista de los valores. En un sistema democrático, el tipo ético se construye
por consensos mayoritarios que el sistema estima como valores generales sugeribles. Las normas jurídicas deben
responder adecuadamente a este contenido, para que sean asumidas y respetadas por sus destinatarios.

Surge aquí la interrogante. ¿Es adecuada una ley que exija del destinatario una conducta que rompa ciertos
valores propios de la ética y que involucre a otros miembros y a su organización secreta? En la vida diaria y desde
la niñez, ¿cuál es el juicio de valor respecto del niño acusete, del adulto delator? Alguien se podrá preguntar: ¿Es
acaso el terrorismo éticamente aceptable? Mi respuesta personal es en forma categórica negativa.

¿Acaso lo anterior justifica que nosotros, como hacedores de la ley y depositarios de la soberanía a través de un
mandato legítimo, debamos combatir lo antiético con normas de igual naturaleza? Esta lógica, por desgracia, no ha
estado ajena en nuestra sociedad. Constituye un recuerdo triste. Nuestra responsabilidad de hoy consiste en ser
capaces de oponer a la lógica de la violencia y del terrorismo, la lógica de la paz y del entendimiento; a la lógica de
la exclusión y marginación, la lógica de la integración y la participación.

En esta materia, en vez de reiterar normas especiales, en el fondo, sólo punitivas y sancionatorias, que aplican
más bien la lógica de la guerra, debemos ser capaces de apuntar definitivamente a la reinserción y rehabilitación
de quienes recorren hoy un camino equivocado, según el contexto nacional de construcción democrática.

Por tanto, este esfuerzo no contribuye eficazmente al logro del objetivo propuesto. Pienso que es un elemento que
contribuirá a una mayor cohesión y lealtad de las organizaciones y de los grupos terroristas. Se procura su

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 46 de 205

Discusión en Sala

exterminio destruyendo el valor de la lealtad, que, por cierto, constituye el valor más caro en todo tipo de
organizaciones.

Por estas razones, más otras de orden absolutamente jurídico, dada por otro Diputado en la Sala, que tienen
relación con la existencia de este tipo de normas ya en nuestro derecho común, y no existiendo tampoco una señal
política del Gobierno, al que debo lealtad, en orden a que la aprobación del proyecto contribuye a cumplir etapas
tácticas o estratégicas del programa, rechazaré el proyecto.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Molina.

El señor MOLINA.-

Señor Presidente, coincido con la opinión de varios Diputados en el sentido de que esta discusión es importante, no
tanto por la figura penal que introduce el proyecto, puesto que sólo perfecciona una norma ya existente, sino
porque se debate una serie de cuestiones relacionadas con la violencia y el terrorismo, que requieren de una
clarificación.

En primer lugar, es un proyecto del Ejecutivo, enriquecido en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. En
consecuencia, no me parece aceptable el emplazamiento que los Diputados de Renovación Nacional y de la UDI
han hecho a las bancadas de la Concertación, para que se pronuncien sobre un proyecto que el Gobierno de la
Concertación ha sometido al Congreso, asumiendo con ello una actitud definitiva y clara para perfeccionar los
mecanismos y herramientas que le permitan combatir la lucha armada y en particular, el terrorismo.

Estamos frente a una figura jurídica novedosa, que regulariza procesalmente el arrepentimiento de quien ha
participado en un grupo terrorista.

En segundo lugar, es un proceso de disociación con fines de inserción social de quien deja de participar en un
grupo o asociación de esta naturaleza.

Al determinarse en el proyecto cuándo se produce la disociación de la agrupación terrorista, sobre la base del
repudio a la violencia como método de acción política, es necesario discutir sobre la violencia como método de
acción política, marco desde el cual, a mi juicio, debe analizarse el verdadero alcance de las disposiciones en
estudio.

Es sabido que la Concertación se pronunció respecto de la violencia desde los primeros tiempos del régimen
autoritario. La violencia ha surcado nuestra sociedad, ha dejado una herida implacable en ella, ha separado a los
chilenos.

Cuando se constituyó el Grupo de Estudios Constitucionales o Grupo de los 24, hace doce años, los sectores
políticos que participaron en la experiencia definieron las bases de un entendimiento a futuro, que, desde luego,
perduró y consistió en repudiar y excluir terminantemente la violencia como método de acción política. Esto se
prolongó en la Alianza Democrática y en el Acuerdo Nacional y llegó hasta la Concertación.

La inmensa mayoría del país acogió la tesis de que la salida política al régimen autoritario y a la crisis nacional
debería estar fundada en la convivencia pacífica de los chilenos y en la exclusión de la violencia armada como
método de acción política. Otro grupo eligió un camino distinto; sostuvo que frente al régimen autoritario, se debía
emplear la fuerza y contestar a la fuerza con la fuerza, y esgrimió como razón el supremo derecho a la rebelión
contra la dictadura.

Los que emplearon la violencia fueron calificados en el régimen como grupos terroristas desde su comienzo. Pero
sustentaron que estaban frente a una situación de combate contra un enemigo que se había apoderado
ilícitamente del poder. Cualquiera que sea el juicio de valor sobre ellos, no todos actuaron con los métodos y las
convicciones de terroristas en las oportunidades en que accionaron en la sociedad, antes del golpe militar.
Podemos reconocer que existe el beneficio de la duda.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 47 de 205

Discusión en Sala

Por eso, a mi juicio, cometen un error algunos Honorables colegas, cuando, al participar en la discusión en que
estamos empeñados, asumen la defensa de los presos políticos y del proceso de reinserción en la sociedad, porque
esto significa aceptar la tesis de que en su totalidad eran grupos terroristas, no fue así.

En todo caso, en la sociedad violenta en que nos tocó vivir existió el terrorismo de Estado y, a través suyo, crueles
represiones a los derechos humanos, entre ellas la tortura, con el objeto de obtener la delación. Fue práctica
arraigada en algunos servicios de seguridad obtener la delación para activar la acción represiva contra los grupos
que se deseaba aniquilar.

La violencia justifica la discusión en que estamos empeñados; pero, en una sociedad democrática, el esfuerzo
supremo debe ser para erradicarla y buscar la convivencia nacional. Si la violencia política tuvo determinadas
connotaciones durante el régimen autoritario, adquiere otras muy distintas en el régimen democrático. Se despoja
de toda duda el acto violento y pasa a ser un acto perverso, que atenta contra la convivencia profunda de una
sociedad que busca la reconciliación, basada en el consenso, la tolerancia, el respeto y la discusión de las ideas.

Al ser así, la lucha por la paz en la sociedad se enfrenta a una forma determinada de violencia armada, que aún
subsiste. A mi juicio, no tiene justificación alguna el grupo armado, cualquiera que sea su naturaleza, ni el empleo
de métodos violentos y de técnicas terroristas para luchar contra el Estado democrático, de derecho, o contra la
convivencia que emana del consenso que genera un Estado democrático, de derecho. Este se defiende, como lo
hace ahora, con mecanismos parlamentarios para perfeccionar las herramientas jurídicas; perfeccionarlas, a través
de la persuasión mutua en temas tan delicados como los que estamos debatiendo.

Una de las herramientas más eficaces en la represión que antecede al acto o hecho terrorista, es la información.
En las sociedades modernas ha quedado plenamente claro que las represiones posteriores a los hechos de
violencia terrorista, no tienen la importancia que adquiere la información adecuada para, aislar de la sociedad a los
grupos, desarticularlos y producir la reinserción social de quienes asuman una conducta consecuente con el Estado
democrático.

En el derecho comparado, el valor de la información pasa a ser clave en la obtención de beneficios que un conjunto
de disposiciones jurídicas pueden establecer, no sólo en cuanto a sanciones sino también a procedimientos para
conseguir la paz social.

A la luz de estas reflexiones, quiero salir al paso de algunas objeciones.

En primer lugar, respeto la posición de quienes no están de acuerdo con este proyecto. Intento persuadirlos, pero
considero que existen elementos que puedan ser argumentos fuertes para rechazar la idea de legislar si se basan
en razones de conciencia. Todo Diputado, en cualquier circunstancia, debe votar de acuerdo con su recta
conciencia. Por lo tanto, debemos hacer un esfuerzo para discutir aquí el modo de buscar una mayoría que sea
consecuente con el sistema democrático.

Una de las objeciones sostiene que estas normas no se compadecen con la tradición cultural de nuestro pueblo,
que ha repudiado siempre al soplón, al delator y al espía. Pero salgo al paso de esa observación diciendo que en
una sociedad fundada en la paz y en la convivencia de ciudadanos iguales en derechos, es cosa muy distinta la
información y el arrepentimiento que la delación obtenida como consecuencia de la tortura o la presión ilegítima.
En esta disposición se establece la alternativa de que una persona, en forma consciente y voluntaria, en su libre
albedrío, intenta evitar las consecuencias pavorosas que produciría un delito en seres inocentes. De manera que
esa tradición se estrella contra una escala de valores superiores.

Tampoco creo que en nuestra tradición se proteja la delación, como una regla ética o de conducta. Por el contrario,
hasta los niños premian a sus compañeros que saben enfrentar al grupo, salirse de la pandilla, volver a sus ideas,
y, aunque sean minorías, no se dejan llevar por el temor que ocasiona un grupo, donde la voluntad colectiva se
sobrepone a la individual. Nuestra sociedad premia y beneficia al que actúa contra el matonaje. El valor cultural de
quien emerge por sus propias ideas contra la mayoría tiene ante nuestra sociedad un reconocimiento ético, así
como también el que preserva sus ideas, el que vuelve por ellas cuando las ha abandonado. Por eso, la Iglesia, en
el 'Tratado de la Justicia" de Santo Tomás, establece una escala de valores superiores que funcionalizan valores
inferiores sobre estas materias y algunos obispos opinaron al respecto, lo hicieron teniendo a la vista un texto legal
completamente distinto del que debatimos hoy día. Alguien citó a Judas; pero cuando se llega a ese plano, es
exceder la argumentación.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 48 de 205

Discusión en Sala

Otra observación dice que este proyecto es contrario a la tradición jurídica; pero si se examinan el Código de
Procedimiento Penal y el Código Penal, ambos de larga data, se comprueba que siempre se ha premiado y
beneficiado, con rebajas de penas y atenuantes, a quienes colaboran con la justicia, a quienes proporcionan
información. La Ley de Seguridad Interior del Estado también contiene disposiciones muy antiguas, dictadas
durante regímenes democráticos en las cuales se consideran atenuantes y rebajas de responsabilidad para
quienes se arrepienten o informan oportunamente de delitos contra la seguridad interior del Estado. Esta
disposición existía en la ley actual sobre conductas terroristas; y me sorprende que los señores Diputados, cuando
se la discutimos en la Sala como una norma de las leyes Cumplido -si la tienen a mano y la examinan podrán ver
que literalmente establece una regla exactamente igual, aunque menos detallada, a la que ahora debatimos- no
alzaran sus voces argumentando éticamente en contra de ella.

De modo que, a mi entender, existe plena concordancia entre la tradición jurídica y cultural para apoyar este
proyecto. Y a quienes salen al paso sosteniendo que carece de eficiencia, la única respuesta posible es que las
leyes pierden eficiencia por el desuso y que será la sociedad chilena y los tribunales los que le darán a esta norma
la aplicación que corresponda. Si el desuso la deroga, quiere decir que erramos el camino en la voluntad general
de perfeccionar nuestro ordenamiento jurídico.

A mi juicio, este precepto distingue -y en ello no han reparado algunos señores parlamentarios- entre el que ha
cometido el delito y quien no lo ha hecho. Quien pertenece a una asociación ilícita y ha cometido un delito, no
puede acogerse a esta disposición, no está premiado por la delación compensada y recibirá las penas que le
correspondan. "El que sin haber cometido otro de los delitos sancionados en esta ley", establece la disposición, y
distingue entre el que ha participado y quien ha sido condenado, graduando la pena, para llegar a una fórmula que
estimule el arrepentimiento de un individuo que considera que el daño que ha causado su conducta puede
perseverar en el tiempo.

Se han hecho otras críticas. Una de ellas es la impunidad en que caerían algunas personas que incurrieron en
acciones terroristas. Aquí se cae en un error de análisis de la norma. No me parece que queden al margen de la
penalidad, pero, en todo caso, es bueno para la sociedad que se puedan disociar y desarticular los grupos
terroristas.

Quiero llamar la atención sobre la actitud de la Oposición. Frente a un tema que estamos tratando de discutir con
la máxima altura y sujetos a nuestra conciencia, nos emplaza con una conducta maniquea y un argumento
inaceptable: que si no se apoya esta norma estaríamos propiciando las conductas terroristas. ¡No, señores! Con
esta norma perfeccionamos mecanismos que permiten la acción de instituciones y del estado de Derecho para
evitar que se consumen y se multipliquen actos terroristas en el futuro. Pero no por estar en contra de ella, un
Diputado favorecerá el terrorismo.

Por último, el valor fundamental de esta norma en el futuro es evitar que algunos grupos que fueron adiestrados
para ejercer represiones, que formaron parte de organismos dedicados a la tortura y a la amenaza de la sociedad
civil en todo sentido y que hoy están dispersos, en muchos casos realizando espionaje contra la sociedad, los
parlamentarios o los dirigentes políticos de diversos partidos, encuentren un camino fácil para organizarse y sin
obedecer nítidamente a un móvil político, amedrenten a quienes sostienen el estado de Derecho y los principios
democráticos. Esos grupos deben ser desarticulados, y esta norma constituirá un gran obstáculo para que puedan
desarrollarse y proliferar.

Señor Presidente, sobre la base de esas consideraciones y de la idea general que hay detrás de éste, con la cual
estamos asentando la paz social y defendiéndonos de la violencia como método de acción política, anuncio mi voto
favorable a esta disposición.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Rubén Gajardo.

El señor GAJARDO.-

Señor Presidente, a raíz del debate generado en relación con este proyecto, que ha sido extraordinariamente rico,
pienso que las consideraciones de tipo filosófica, moral y política, a veces nos hacen olvidar exactamente en qué

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 49 de 205

Discusión en Sala

consiste esta iniciativa. Vale la pena, en consecuencia, volver a lo que es la esencia.

¿Qué se propone? Este proyecto de ley establece la sustitución del artículo 4a de la ley N° 18.314, que sanciona las
conductas terroristas. ¿Cuál es el texto vigente, lo que existe hoy día? Este artículo 4a dispone que podrá
disminuirse la pena, hasta en dos grados, respecto de quiénes llevaren a cabo acciones tendientes directamente a
evitar o aminorar las consecuencias del hecho incriminado, o dieren informaciones o proporcionaren antecedentes
que sirvieran efectivamente para impedir o prevenir la perpetración de otros delitos terroristas, o bien para
detener o individualizar a los responsables de esta clase de delitos.

¿Qué se propone, en cambio? Una nueva normativa que distingue tres situaciones:

La primera, es aquella en que el inculpado no ha cometido delito terrorista -fuera, naturalmente, del hecho de
pertenecer a una asociación para cometerlo, lo que en sí mismo sabemos que es delito, para lo cual se prescribe la
exención de penas cuando su disociación de la organización terrorista es eficaz, entendiendo por tal la que reúne
las exigencias que la misma normativa proyectada establece.

La segunda contempla la situación de aquel sujeto que, habiendo tenido participación en delitos terroristas,
colabora con la acción de la justicia mediante las formas descritas en el texto, favoreciéndole, en este caso, la
facultad que se otorga al juez para rebajar la pena.

La tercera dice relación con el condenado por delito terrorista, a quien el juez podrá suspenderle condicionalmente
la pena si colabora con la acción de la justicia.

En consecuencia, en qué consiste esencialmente el cambio de la norma que se propone? En mejorar los
mecanismos que incentivan la colaboración con la acción de la justicia. No se trata de incorporar, por primera vez
en nuestra legislación antiterrorista, un sistema de premio para colaborar con la acción de la justicia, evitar los
delitos terroristas, individualizar a los terroristas y disociarlos de esas organizaciones. No estamos planteando sólo
ahora una situación de esta naturaleza, sino que el mecanismo de premiar ya existe en nuestra legislación
antiterrorista y mediante este proyecto se perfecciona.

Se han hecho objeciones, básicamente de tipo moral y en cuanto a la eficiencia que podría tener esta normativa
para la tarea que nos hemos propuesto, cual es combatir las conductas antiterroristas.

Me llama la atención que se formulen objeciones de este tipo. Se plantea que a través de estas disposiciones
estamos incentivando la delación, y que ésta es una traición a la lealtad, es decir, estaríamos estimulando
transgredir un valor: el de la lealtad.

Pero estas objeciones olvidan que en el Derecho Penal siempre estamos frente a un conflicto de valores, en que
corresponde hacer una opción. Por ejemplo, en el catálogo de penas del Código del ramo encontramos que es
posible disponer el presidio perpetuo -no menciono la pena de muerte, a pesar de estar en el catálogo, por el
hecho de que voté en contra de su mantención-, la reclusión, la relegación, el confinamiento, la inhabilitación para
el ejercicio de cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesionales titulares; el extrañamiento, la relegación,
el destierro; la multa, la pérdida o comiso de efectos que corresponden al patrimonio de la persona afectada por
estas medidas.

Me pregunto si cada una de estas acciones del Estado en contra de alguien no constituyen, objetivamente, vistas
en sí misma, una violación de sus derechos. Sin embargo, todo el Derecho Penal está construido así, precisamente
porque frente a valores en conflicto se elige una opción. Entonces, es permisible atentar contra ciertos bienes y
valores, porque detrás de esa conducta se está resguardando y protegiendo un valor de mayor jerarquía. En todos
estos casos, las penas se aplican en la lucha, en el combate y en la represión contra el delito común.

En consecuencia, si planteamos estas mismas reservas de tipo moral al mecanismo que ahora estamos
estableciendo, tendríamos que determinar y concluir que todo el catálogo de penas del Código

Penal es inmoral, lo cual, indudablemente, no es aceptable.

Por otra parte, como lo señalaba el Diputado señor Molina, dentro de la tradición jurídica chilena, el premio con el
objeto de incentivar a los delincuentes para que colaboren con la acción de la justicia está consagrado desde
antiguo. La propia ley antiterrorista consagra un mecanismo de esta especie y en la legislación comparada son

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 50 de 205

Discusión en Sala

múltiples los ejemplos que podemos dar de leyes dictadas en países que han enfrentado el problema del
terrorismo por la vía jurídica. Esa experiencia nos indica que existe una copiosa legislación en la cual se establecen
mecanismos de esta naturaleza.

También se hace cuestión del punto de la eficacia. Se señala que esta norma no sería eficaz, que no produciría
efectos. En verdad, estamos ante una situación hipotética, pues no sabemos lo que pasará. Eso no lo conoce nadie.
Nunca sabremos si una ley será o no será eficaz. Esa es una respuesta que dará el tiempo, la historia.

Quiero recordar algo que en esta Sala ya se mencionó. Si hubiéramos tenido en nuestro ordenamiento jurídico una
legislación como la que se propone, otros habrían sido los resultados de situaciones que hemos vivido y conocido.
Se recordaba, por ejemplo, el asesinato de Orlando Letelier. A raíz de esa situación, el Gobierno norteamericano
solicitó la extradición de dos oficiales del ejército chileno que servían en la Dina.

La Corte Suprema rechazó tal petición, porque a su juicio no existían fundadas presunciones de que las personas
cuya extradición solicitaba el Gobierno Norteamericano hubieran tenido participación en el crimen de Orlando
Letelier en algunas de las calidades que contempla la legislación penal chilena. Esa determinación fue posible
porque desestimó absolutamente el valor probatorio de las declaraciones prestadas en Estados Unidos por Michael
Townley, en circunstancias de que han sido las que han arrojado mayor luz sobre estos acontecimientos. Al no
concederles valor alguno y desestimarlas concluyó que los restantes antecedentes no constituían presunciones
fundadas de responsabilidad.

En el fallo de la Corte Suprema se dice lo siguiente: "Que dentro de la facultad que tiene esta Corte para apreciar
el mérito probatorio de la confesión o declaración de Townley, debe calificarla como una confesión negociada o
una declaración recompensada, pues mediante ella obtiene que aún siendo autor directo y material del doble
asesinato de Orlando Letelier y de Ronnie Moffit, no se le sancione en esa forma, sino sólo como autor de
"conspiración en el asesinato de un personero extranjero, Orlando Letelier" y de Ronnie Moffit, esto es, se le
aplique una pena, acordada de antemano, considerablemente inferior, como ya se ha dicho, a la que habría sufrido
por ser autor material y directo de un doble crimen".

Más adelante agrega: "Que tal confesión, producida en las condiciones que extensamente se han expuesto, carece
de todo valor probatorio porque ella infringe lo preceptuado por el artículo 323, del Código de Procedimiento Penal,
que dispone: "Es absolutamente prohibido no sólo el empleo de promesas, coacción o amenazas para obtener que
el inculpado declare la verdad, sino también toda pregunta capciosa o sugestiva, como sería la que tienda a
suponer reconocido un hecho que el inculpado no hubiere verdaderamente reconocido".

En ese mismo considerando, la sentencia señala: "En el caso de que se trata, la confesión de Townley, como se ha
visto, fue el resultado de promesas y coacciones prohibidas por nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal -repito,
"prohibidas por nuestra Ley de Enjuiciamiento Criminal", y, en consecuencia, así se manifestó en el considerando
que precede, no tiene ningún valor probatorio".

Señor Presidente, si hacemos un ejercido de abstracción y suponemos que en la época en que la Corte Suprema
dictó la sentencia, hubiéramos tenido la normativa que hoy pretendemos aprobar, su resultado habría sido distinto
y, a lo mejor, personas que ahora gozan de impunidad estarían siendo juzgadas por la responsabilidad que les
cupo en los delitos cometidos.

Por eso creo que la Cámara por estimar que deben utilizarse todas las herramientas necesarias para combatir el
terrorismo debe aprobar el proyecto del Gobierno. Si bien es cierto que puede no ser un instrumento decisivo para
erradicar el terrorismo del país, constituye una herramienta eficaz para evitar actos terroristas. Si con estas
normas logramos evitar un solo acto, un asesinato, un atentado, alguna de las conductas que la ley antiterrorista
sanciona, habremos justificado la aprobación de esta norma y la preocupación que la Cámara de Diputados le ha
concedido a este problema.

Por eso, votaré a favor de este proyecto.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Bombal.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 51 de 205

Discusión en Sala

El señor BOMBAL.-

Gracias, señor Presidente.

Hace algún tiempo, en esta misma Sala y con motivo de la discusión de las modificaciones a la ley antiterrorista,
manifesté que me parecía urgente y necesario que frente a las conductas y al fenómeno terrorista, exploráramos
caminos novedosos que nos permitieran abrir cauces, a fin de que los militantes o simpatizantes de estas
organizaciones violentistas se sintieran apoyados por la sociedad para abandonar estas actividades tan ajenas a la
esencia de nuestra nacionalidad.

Sigo creyendo que en esta materia hay mucho por hacer, y por lo mismo, el contenido del proyecto lo considero
digno de ser valorado positivamente. A mi juicio, representa un paso significativo -no el único ni el último que deba
darse en esta dirección- en la lucha que la sociedad tiene la obligación moral de librar para terminar con el
terrorismo.

Lo medular radica en que con esta iniciativa se abre un camino jurídicamente eficaz, tal vez más eficiente, que el
que nuestra legislación consagra para permitir que alguien que ha participado o que participa en un grupo
terrorista y decide marginarse de él, lo haga amparado por la sociedad, la que, de este modo, valora ese acto de
arrepentimiento como un aporte significativo a la pacificación de todo el cuerpo social.

Al legislar sobre esta materia debemos asumir que quien participa en un grupo terrorista o violentista agravia
seriamente a toda la sociedad y actúa contra el orden social. No estamos hablando de personas que ejercen una
actividad moralmente legítima, sino muy por el contrario, nos encontramos en presencia de personas que con su
actuar están cometiendo actos cuya inmoralidad no merece duda alguna. Quien está dispuesto a arrepentirse y
manifiesta en forma voluntaria su deseo de marginarse de una actividad abiertamente ilegítima e inmoral, merece
un grado de reconocimiento del resto de la sociedad, que le da la oportunidad de reparar el daño cometido en su
contra y de quienes conforman el cuerpo social. Eso es lo que se intenta recoger en la legislación propuesta por el
Ejecutivo.

Sin duda, tiene mucho más valor quien decide alejarse de una organización extremista para vivir en el orden social
que garantiza la paz ciudadana, que aquel que prefiere permanecer oculto en la clandestinidad, y participar en una
organización terrorista que al atentar abiertamente contra todos los derechos humanos destruye el alma misma de
la sociedad. Eso es, precisamente, lo que valora este proyecto: el coraje moral de quien decide arrepentirse,
entregando antecedentes que posibiliten reparar el daño causado y, a la vez, desbaratar organizaciones que se
constituyen para matar y violar todos los derechos humanos.

¿Por qué negarle la posibilidad a aquellos que deciden reinsertarse en la vida social, si al hacerlo, además de su
propio acto reparador de arrepentimiento, que la sociedad valora, posibilita que otros abandonen el camino de la
violencia y de la destrucción, que desintegra a la propia sociedad?

¿Acaso es inmoral que una persona denuncie y entregue antecedentes, si le consta mejor que a nadie que existe
una organización que daña y agravia a toda la sociedad? ¿Acaso no es un deber moral de todo ciudadano hacer
eso? ¿Por qué negarle o dificultarle aquel camino a quien fehacientemente conoce la existencia de organizaciones
que sí violan los derechos humanos y ha llegado al convencimiento de que esto no es bueno para él ni para todo el
país?

Quienes sostienen que este proyecto tiene visos de inmoralidad porque aprueba la delación o entrega de
antecedentes que permitirán desbaratar la organización terrorista, se equivocan gravemente. Si hay una
obligación moral ineludible para cualquier ciudadano es, precisamente, la de asegurar que todos puedan vivir en
paz y con tranquilidad en la sociedad. Y estas organizaciones terroristas lo que no buscan es la paz; lo que no
buscan es el orden y la tranquilidad y, por ello, son ilícitas e inmorales. Afirmar lo contrario, en cierto modo, implica
reconocer una cierta malentendida validez moral a estas organizaciones. ¿Hasta cuándo seguir intentando
justificar lo injustificable? ¿Hasta cuándo seguir presentando como héroes a quienes, cuando actúan, sólo
muestran la cobardía, ya que no les dan ni la más mínima oportunidad de defensa a sus víctimas? ¿Acaso
podríamos calificar de heroica la acción de quienes asesinaron al Senador Jaime Guzmán? Sin embargo, a ellos,
como a tantos otros, les damos una oportunidad de arrepentimiento con esta legislación. Eso es lo que moralmente
corresponde en una sociedad sana; eso es, a mi juicio, lo valioso de este proyecto.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 52 de 205

Discusión en Sala

En los últimos días, el país ha conocido nuevamente hechos terroristas que han costado la vida de un carabinero y
han dejado gravemente heridos a otros dos policías. Lamentablemente, tendremos que seguir conociendo hechos
de esta naturaleza, porque estos grupos no operan únicamente en los regímenes autoritarios, como tan falazmente
se afirmó. La democracia tampoco les acomoda a estos grupos, porque no aceptan el orden que nace del bien
común general; porque no sienten como propio el orden natural de las cosas, independientemente del régimen
político que exista. De ahí que sus objetivos atentan contra la moral natural en su esencia.

Señor Presidente, así como hoy el Ejecutivo propone que legislemos para que el arrepentimiento de un terrorista
sea eficaz, creo oportuno poner de manifiesto que debiéramos explorar una voluntad semejante en el caso de
aquellos que pertenecen a organizaciones ligadas con el narcotráfico. Terrorismo y narcotráfico van de la mano,
sembrando una secuela de destrucción y de muerte, de la que la sociedad tiene todo el legítimo derecho a
defenderse, procurando los medios eficaces que permitan, como en este cuerpo legal, desbaratar y desarticular
estas organizaciones que, de subsistir, terminarán por causar más daños irreparables que los que han ocasionado
a nuestra patria hasta hoy.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Quiero hacer presente a la Sala que el Orden del Día termina en media hora más. Como son muchos los que están
inscritos, propongo que aquellos parlamentarios que no alcancen a hablar, tengan plazo hasta mañana, a las 12
del día, para entregar sus discursos escritos.

Si les parece, así se acordará.

El señor GARCIA (don René Manuel).-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor GARCIA (don René Manuel).-

Señor Presidente, estamos de acuerdo con la proposición, siempre que se lea la nómina de los inscritos.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

La estoy confeccionando y en algunos minutos la daré a conocer.

Si le parece a la Sala, así se procederá.

Acordado.

Tiene la palabra el señor Palestra.

El señor PALESTRO.-

Señor Presidente, la discusión de este proyecto de ley, que determina conductas terroristas y fija sus penalidades
tiene tan hondas y profundas proyecciones que sus consecuencias para el futuro ni siquiera se pueden prever y
trae a la memoria recuerdos tristes de episodios que debiéramos olvidar, ya que en los negros días que siguieron
al golpe militar, murieron muchos miles de chilenos como consecuencia de la delación y del soplonaje que se
desataron abierta y violentamente desde aquel no tan lejano 11 de septiembre de 1973.

¡Cuántos chilenos -hombre o mujer, joven o adulto- fueron reprimidos a sangre y fuego, la mayoría de las veces
como resultado del odio personal de un vecino que, casi siempre por razones sin ninguna importancia, los
denunciaban como terroristas, socialistas, comunistas, miristas o, simplemente, por haber sido partidarios del
Gobierno del compañero Salvador Allende, asumiendo así la abyecta condición de delator!

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 53 de 205

Discusión en Sala

En casos actuales, similares al de aquellos tiempos, se llevan a cabo acciones por los ex-Dina, quienes se
encuentran en plena actividad, amparados por sectores muy importantes del país y, más aún, lo que es una
aberración, financiados con dineros fiscales que bien pudieron servir para causas más humanas, en beneficio de
todos los chilenos.

¡Cuántos crímenes impunes se han cometido en estos últimos tiempos, sin culpables visibles! Todos tenemos la
plena seguridad y la misma visión acerca de quiénes son los autores. Por ejemplo, en el caso de los continuos
robos de bancos -tantos como nunca antes habían ocurrido en el país- toda la ciudadanía permanentemente ha
exigido la solución de esta serie ininterrumpida de delitos. En algunos casos ha bastado sólo con mostrar un papel
al funcionario bancario, para que el ladrón se apodere de todo el dinero. Todo esto, hecho a plena luz del día y ante
numerosos testigos amedrentados y amenazados de muerte, que no han podido testificar ni identificar a los
asaltantes.

Somos muchos los chilenos, por ejemplo -y dentro del mismo marco de las sospechas acerca de los autores-, que
creemos que el atentado en contra del Senador Jaime Guzmán será uno de los que quedará sin culpables. Los que
atentaron contra la vida del Senador apuntaron justamente contra un político controvertido, fundamentalmente
dentro de sus mismas filas. Por ello, son sospechosas las violentas declaraciones hechas en su contra por parte del
General Contreras, y quienes dispararon contra el Senador, a simple vista, trataron de poner de nuevo en peligro la
incipiente democracia que los chilenos estamos construyendo. La intención clara buscaba enfrentar a chilenos
contra chilenos. Después, cualquier delincuente puede tomar un teléfono y llamar a los medios de comunicación,
atribuyendo la autoría del crimen a cualquier organización cuestionada. Ahí mismo comienza la caza de las brujas,
orquestada por los medios de comunicación interesados, que tienden la cortina necesaria para desviar la atención
y dirigir a la opinión pública hacia donde ellos pretenden.

¿Quién no pensó de inmediato que el atentado contra el Senador provenía de los sectores de Izquierda? Todos
apuntaban hacia ese sector. Hasta ahora, no se ha encontrado ni una sola pista que lo atribuya a esos sectores, los
que están todos comprometidos en fortalecer cada día más la democracia, después de sufrir durante 16 años la
más cruel y sanguinaria represión habida en la historia del continente, lo que no es poco decir.

Pese al trabajo tenaz y organizado llevado a cabo por los organismos especializados en las investigaciones, no se
ha encontrado la menor pista que lleve a la solución del crimen. Será otro de los crímenes políticos sin autores.

Cuando se plantea en este proyecto la delación compensada, que no es otra cosa que legalizar la delación y
establecerla como norma, legitimando al delator para aminorar sus culpas y "beneficiarse" del articulado de esta
ley, se está despreciando la honestidad del chileno, que no tiene alma de soplón ni de delator, aun contra sus
enemigos; naturalmente, con las consabidas excepciones.

Si se aprueban estas disposiciones, ninguna persona de esta tierra estará libre de caer en las garras de esta ley,
que califico de siniestra. Bastará culpar a cualquier persona para aminorar culpas e incluso conseguir la libertad.

Todavía está presente el caso del ex Canciller del Gobierno popular, compañero Orlando Letelier, que nos permite
damos cuenta de lo terrible de una ley semejante. Por ahí estará el Capitán Fernández Latios o el asesino terrorista
norteamericano Michel Townley, seguramente con otra identidad -a lo mejor con el rostro desfigurado y distinto-,
perdidos en algún pueblo de Estados Unidos para escapar, no de la venganza de los chilenos, sino de sus propios
cómplices en ese atentado brutal, delatado por ellos.

¡Triste manera de gozar de los "beneficios" de la delación compensada! Esto se quiere para nuestro país: el vivir en
una eterna venganza y persecución contra los que no se acogieron a esta posibilidad. Todo esto a cambio de unos
cuantos años menos de prisión.

Rechazo este proyecto de ley por inmoral, por el agravio que se le infiere al chileno con estas disposiciones y por
las consecuencias que, como ley, traerá para la tranquilidad del ciudadano en este país.

Un mal social deber ser encarado en sus causas u orígenes múltiples, lo que de seguro perdurarán por años. Como
castigo por las acciones cometidas no se puede establecer ni menos aplicar un mal mayor.

Aparte de los casos señalados, como el atentado al compañero Letelier en los Estados Unidos, hace poco se han
conocido en nuestro país dos situaciones semejantes. En el vano intento de descargar sus conciencias, hemos
conocido dos confidentes de la Ex-Dina: el caso de Luz Arce y, el más reciente, el del llamado Max. La vida de los

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 54 de 205

Discusión en Sala

dos, después de trabajar para la dictadura y de convertirse en delatores al entregar a sus amigos y camaradas a
las garras criminales de los organismos represivos del pinochetismo, se vio destrozada. Y ello es peor aún, pues la
sociedad se resiente en su conjunto ante la crueldad que significa quebrar la dignidad de un ser humano.

Jamás el fin justificará los medios que se utilicen si el precio por pagar significa destruir o denigrar una vida
humana. Aunque uno se haya encontrado permanentemente en la trinchera opuesta a esas personas, y aunque
haya sido su víctima, siempre serán inhumanos e inaceptables tales métodos.

Así como la sociedad quiere vivir en un clima de confianza, también debe confiar plenamente en la justicia. Si ésta
actúa como debe ser, debería castigar el delito cometido según lo establecido por las leyes. Un delito no se puede
considerar menor en la medida en que se delate a los demás responsables.

Después de 17 años de dictadura implacable, en la que se sembró el terror y la desconfianza, aun entre los
familiares que vieron dispersos sus mejores miembros o quebradas sus ligazones de grupo, Chile necesita vivir
más que nunca en un amplio clima de confianza que le devuelva la seguridad.

Al respecto, la Comisión política de mi Partido, en el número 2) de una propuesta para erradicar el terrorismo en
Chile, explícita más este punto cuando dice que como "la constatación del terrorismo es un fenómeno recurrente
en las sociedades modernas, resulta insuficiente para explicar su presencia en nuestro país. Al respecto, nos
parece indispensable consignar que la violencia terrorista y los grupos que la ejercen en Chile son una herencia del
régimen pasado, que emergieron en aquel período como reacción -equivocada a nuestro juicio- al terrorismo
practicado por agentes del Estado".

Jamás la delación o el soplonaje ayudarán a crear ese clima.

Para no hacerme cómplice del despacho de una ley que se avizora triste y dolorosa, y aun a riesgo de que se me
tilde como defensor del terrorismo -cosa que nunca los socialistas hemos promovido-, votaré por el rechazo de este
proyecto de ley.

Para terminar, digo con vigor: ¡No a la delación compensada! ¡No al soplonaje legitimado!

He dicho.

El señor CHADWICK.-

Solicito una interrupción al señor Palestra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El problema es que se altera el orden y el tiempo.

Tiene la palabra el Diputado señor Espina.

El señor ESPINA.-

Por su intermedio, concedo una interrupción al Diputado señor Chadwick.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Por la vía de la interrupción, tiene la palabra Su Señoría.

El señor CHADWICK.-

Señor Presidente, es para rectificar algunas afirmaciones del señor Diputado Palestra y aclarar ciertos puntos.

En primer lugar, el asesinato del Senador Jaime Guzmán fue un acto terrorista. Antes que nada y por sobre todo,
quienes quieran que sean sus autores, deben ser condenados.

En segundo lugar, las informaciones acerca de que el responsable de ese hecho sería un grupo terrorista de la
ultraizquierda, presuntamente el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, provinieron de las autoridades de Gobierno,

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 55 de 205

Discusión en Sala

emitidas después de las primeras indagaciones.

En tercer lugar, si alguien tendría derecho a rechazar este proyecto de ley, ejemplificando con el asesinato del
Senador Guzmán, seríamos los parlamentarios de la UDI, porque permitirá a los responsables de ese crimen, si se
acogen a sus disposiciones, beneficiarse con rebajas de penas o con la suspensión condicional de la condena.

Estamos conscientes de que ello puede ocurrir. Eso nos da mayor fuerza para apoyar esta iniciativa, pues su
sentido final es la paz social, y el Senador Guzmán hubiera deseado que su muerte -en la forma como ocurrió-
contribuyera a ella.

Por ello, quienes tenemos derecho a fundamentar nuestro voto en esta perspectiva somos los Diputados de la UDI,
y lo hacemos precisamente en esa orientación.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Espina.

El señor PALESTRO.-

¿Me permite una interrupción?

El señor ESPINA.-

Lamentablemente, no puedo concedérsela; hay un problema de tiempo, señor Diputado.

Me corresponde fijar la posición de Renovación Nacional respecto del proyecto de ley que modifica el artículo 4S de
la Ley Antiterrorista.

Al comenzar, quiero desvirtuar una afirmación formulada por el distinguido Diputado señor Molina, en el sentido de
que habríamos aseverado que el no apoyar este proyecto significaba propiciar el terrorismo.

No hemos hecho esa afirmación. Sostuvimos que la decisión que hoy adoptará la Cámara de Diputados es
trascendental para demostrar si existe la real voluntad de enfrentar con éxito el mayor flagelo que afecta a los
derechos humanos en democracia, el terrorismo, y si existe conciencia de que el instrumento que se someterá a
votación, denominado "El arrepentimiento eficaz" ha resultado de una innegable eficacia en los países en que se
ha aplicado.

Puntualmente, nos han provocado a lo menos desconcierto algunas intervenciones hechas en la sesión pasada. Por
ejemplo, un parlamentario del Partido Socialista afirmó que este proyecto era "irritante, ya que en alguna medida
busca la aniquilación y la destrucción de los grupos terroristas".

El señor NARANJO.-

Siga leyendo.

El señor ESPINA.-

Deseo preguntar si alguien considera "irritante" que se pretenda desarticular a las organizaciones terroristas.

El señor NARANJO -

Continúe leyendo el discurso, señor Diputado.

El señor ESPINA.-

En esta oportunidad me referiré a cuatro aspectos puntuales que se han mencionado respecto de esta iniciativa. El
primero, relativo a las objeciones de orden moral de que ha sido objeto; el segundo, a su eficacia; el tercero, a
contestar una consulta formulada específicamente por el Honorable Diputado señor Estévez de si este proyecto
permitirá aclarar delitos cometidos en el pasado, y en cuarto lugar, a demostrar que el instrumento jurídico que
votaremos hoy no constituye delación, sino una norma para lograr un arrepentimiento eficaz.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 56 de 205

Discusión en Sala

Lamento que los detractores del proyecto ignoren el informe elaborado y aprobado por la unanimidad de los
miembros de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia y planteen sus argumentos sin considerar que en
ella se estudiaron, durante más de dos meses, todos y cada uno de los factores que los desvirtuarían. Para hacerlo,
basta formular tres preguntas a esta Honorable Cámara: ¿Hay alguien que se oponga a que se estimule a los
integrantes de grupos terroristas para que los abandonen? Esta iniciativa incentiva ese abandono.

¿Hay alguien que se oponga a que quien abandona a un grupo terrorista coopere con la acción de la justicia? Este
proyecto estimula tal cooperación. Por lo demás, en una iniciativa anterior fue contemplada al crear esta Cámara la
figura de "obstrucción a la justicia".

¿Hay alguien que se oponga a que se adopten medidas eficaces y se estimule la realización de ellas para prevenir
delitos terroristas y, por lo tanto, impedir la muerte de víctimas inocentes? Este proyecto incentiva la prevención
de delitos terroristas, lo que permitirá salvar vidas inocentes de cualquier sector político, clase social o condición
que tenga la víctima.

A continuación, desvirtuaré derechamente los argumentos expuestos.

Se ha objetado moralmente el proyecto. Se ha dicho que se destruiría el principio de la lealtad. Hay dos órdenes de
argumentos para anular esa afirmación.

1a.- Se podrá discrepar o no con el Presidente de la República o con el Supremo Gobierno, pero es inaceptable
sostener que el Gobierno envió un proyecto inmoral; se podrá discrepar con los parlamentarios socialistas que en
esta Sala han defendido este proyecto y que son reconocidamente líderes dentro de su bancada, pero es
inaceptable dudar de su moralidad. Por lo tanto, las objeciones de orden moral no caben en un proyecto propiciado
e impulsado por parlamentarios de distintos sectores y por el propio Jefe de Estado.

2ª.- Hay otro orden de ideas que también es importante aclarar, especialmente en un país joven como Chile.

La lealtad se construye sobre la base de valores positivos; si no es así, la ley la sanciona como encubrimiento. Es
decir, cuando los valores negativos unen a las personas en las sociedades sanas y civilizadas, ello se llama
encubrimiento, y es sancionado en todas ellas.

Pero, ¿es posible calificar como acto de lealtad el guardar silencio y, por lo tanto, encubrir e impedir que se aclare
el asesinato del Senador Guzmán, o el del dirigente Tucapel Jiménez, o el de los tres profesionales degollados, o el
de muchos carabineros, o el de un dirigente democratacristiano ultimado en la puerta de su casa, o el de Orlando
Letelier, o el atentado contra una comisaría que dejó herida a una niñita de tres años? ¿Es posible sostener que es
leal guardar silencio respecto de esos hechos?

Eso no es lealtad. Se trata de un valor negativo en una sociedad, que configura esencialmente una participación
penal sancionada por todas las legislaciones modernas: el encubrimiento.

También se ha expresado que la norma sería ineficaz y que no contribuiría a desarticular a las organizaciones
terroristas. También hay argumentos para desvirtuar esa aseveración.

Ese aspecto lo tuvimos muy en cuenta en la Comisión. Lo meditamos, lo discutimos, analizamos las legislaciones
comparadas, confrontamos ideas y concluimos en que era necesario dar este paso para explorar con certeza la
posibilidad de eliminar el terrorismo, que cuando actúa -insisto- no mide carné de partidos, dado que atenta contra
un joven socialista, de Renovación Nacional, de la UDI, de la Democracia Cristiana o del Partido Radical.

En primer lugar, curiosamente, en todos los países en donde esta norma se aplicó, ha resultado eficaz, incluso en
aquellos gobernados por regímenes socialistas, lo que demuestra que es un mecanismo eficaz. Sin embargo, aquí,
a priori, se le pretende descalificar.

En segundo lugar -como medida de prudencia-, hay una indicación, que será resuelta en la Comisión, para que esta
disposición tenga una vigencia temporal de dos años. Se ha aducido que no hay ninguna legislación en el mundo
en donde sea permanente, afirmación también falsa. En el caso español -gobierno socialista- surgió como norma
excepcional y después se incluyó en el Código Penal, legislación común y permanente. Por lo tanto, esa
aseveración, además, demuestra ignorancia de textos legales actualmente en vigor.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 57 de 205

Discusión en Sala

En tercer lugar -y éste es el argumento más importante-, está lo afirmado en la Comisión por el asesor del
Ministerio del

Interior, en el sentido de que, según los antecedentes de que dispone esa Cartera, hay jóvenes vinculados al grupo
Lautaro que no han participado en otros delitos, sino sólo en la formación de esa asociación ilícita que requieren de
un estímulo para abandonarlo. ¿Podemos cerrarles las puertas al no crear un incentivo para que se retiren del
grupo? Me parece que no. Tenemos que ayudarlos a dar el paso que les permita reinsertarse en la sociedad,
siempre que colaboren con la justicia y demuestren su espíritu de disociarse de esa organización.

El Diputado señor Estévez preguntó al señor Ministro de Justicia si con esta norma se contribuía a aclarar delitos
cometidos en el pasado. Quiero ser enfático al señalar que sí se contribuye a aclarar crímenes perpetrados en el
pasado, como el de Tucapel Jiménez, el del Senador Guzmán, el de los tres dirigentes degollados, los de
carabineros, incluso, casos de personas desaparecidas. Y voy a probarlo. Quienes actuaron en esas acciones
inequívocamente integran asociaciones ilícitas. Basta leer la definición que dan tanto la Ley Antiterrorista como el
Código Penal para concluir que quienes actuaron en cada uno de esos hechos forman parte de asociaciones ilícitas,
y sus acciones serán calificadas de actos terroristas o no, dependiendo del delito cometido. Los casos señalados sí
son acciones terroristas. La Ley Antiterrorista indica expresamente que lo que caracteriza al delito terrorista es que
los hechos se hubieren cometido con el propósito de intimidar a la población. ¿Y alguien podría dudar que tales
hechos se hicieron con ese objetivo? Por lo tanto, se configuran los dos elementos que tuvimos en consideración
para redactar esta norma: el efecto intimidatorio del acto terrorista y la existencia de una asociación ilícita de
iguales características.

Finalmente, quiero desvirtuar que esta norma constituya delación. Cierto es que nuestra legislación la consagra y
que para algunos parlamentarios quizás con justa razón es un instrumento válido que las sociedades, dependiendo
de las circunstancias, acogerán temporal o definitivamente, pero no pueden resignarla definitivamente. Pero en
este caso específico, señor Presidente, no hay delación; hay arrepentimiento eficaz y es necesario hacer
definitivamente esa distinción. ¿Por qué? Primero, porque la delación no exige como conducta básica el que la
persona se disocie del grupo, abandone la acción o realice un acto voluntario de desistirse de una acción
violentista. El arrepentimiento eficaz sí lo exige; la delación, no. Y, segundo, porque lo que caracteriza la delación
es que la persona que confiesa el hecho entregue antecedentes del delito en que él participó. Como consecuencia
de ello, se la estimula y beneficia rebajándosele la pena. Lo que hemos dicho es que la conducta exigida debe ser
eficaz para prevenir futuros delitos y permitir desarticular a la organización. Por lo tanto, la figura corresponde,
desde el punto de vista jurídico a lo que la doctrina ha denominado "arrepentimiento eficaz" o "figura de la
corona", como ha sido denominada en las legislaciones extranjeras. Es importante hacer esta distinción jurídica
para desvirtuar el aserto de que bastaría con que una persona entregara antecedentes de otros que cometieron
con él un delito para ser beneficiado con la rebaja de pena. Aquí la exigencia es equilibrar la responsabilidad y la
obligación del Estado de sancionar a una persona, conjuntamente con la de prevenir futuros delitos terroristas y
salvar vidas inocentes, o permitir la desarticulación de la organización terrorista que opera también con carácter
permanente.

Por lo tanto, estos cuatro aspectos, que han sido controvertidos, no pueden utilizarse como argumentos válidos
para afirmar que debe desecharse esta norma.

Finalmente, valoro el hecho de que un proyecto de esta naturaleza involucre a parlamentarios de todos los
sectores políticos. Se han hecho esfuerzos por superar el pasado; los hemos venido haciendo durante dos años.
Reivindica a esta Cámara el que parlamentarios de todos los sectores políticos, con valentía, estemos dispuestos a
enfrentar juntos el flagelo del terrorismo. Cada vez que surgen iniciativas de esta naturaleza, provengan de
cualquier sector político, las valoraremos, las tendremos como una señal clara de que el terrorismo no tiene cabida
alguna en Chile ni en su democracia.

He dicho.

-Aplausos en la Sala.

El señor LETELIER.-

Pido la palabra.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 58 de 205

Discusión en Sala

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, como tengo dudas para votar el proyecto, por ciertas afirmaciones hechas, quiero hacer algunas
consultas al señor Ministro.

El Diputado señor Espina hizo una afirmación que, si fuese cierta, me animaría a votar en favor de la idea de
legislar. Pero creo que ha incurrido en un error. Por lo tanto, quiero consultar al señor Ministro para clarificar el
punto y saber cómo debemos votar, ya que todos queremos hacer nuestro aporte constructivo al proyecto.

En relación con el tercer punto que mencionó el Diputado señor Espina, en cuanto a su opinión sobre la consulta
del Diputado Jaime Estévez respecto de la utilidad del proyecto para encarar ciertos casos del pasado, el señor
Diputado está equivocado, o quizás esté equivocado yo. Por eso deseo clarificar. Esta iniciativa sólo está
relacionada con la Ley Antiterrorista, no con otras. Es uno de sus aspectos negativos, porque debería ser una
institución más permanente. Adicionalmente, sólo sirve para aquellos hechos delictuales cometidos después de la
promulgación de dicha ley.

Los casos de los detenidos desaparecidos -no soy abogado- ocurrieron antes de la dictación de la Ley
Antiterrorista. Por lo tanto, ésta no servirá. Las declaraciones de Luz Arce tampoco podrán ayudar a clarificar nada,
según esta norma.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Está clara la consulta.

El señor Ministro puede responder. Con eso se cerrará el debate. Ha terminado el Orden del Día y por acuerdo de
los Comités, corresponde votar.

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-

Señor Presidente, en relación con la consulta planteada, la respuesta es clara: el proyecto dice relación con la Ley
sobre Conductas Terroristas y con toda asociación terrorista, cualquiera que sea su naturaleza.

En consecuencia, no se puede afirmar que se aplicará categóricamente en casos específicos, porque depende en
forma sustancial de si el atentado se produjo o no por una asociación que tuvo carácter de terrorista. De manera
que afecta a todos los hechos terroristas cometidos por una asociación terrorista, de conformidad con la Ley sobre
Conductas Terroristas.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Los señores Diputados que han solicitado la inserción de sus discursos y para lo cual tienen plazo hasta las 12
horas de mañana, son los siguientes: Gajardo, Arancibia, Muñoz Barra, Escalona, Rebolledo, Ortega, Cornejo,
Sabag, Ojeda, Bosselin, Palma, Concha, Alvarez-Salamanca, Bayo, Ribera, Longton, Rodríguez, Letelier, Tohá,
Viera-Gallo, Naranjo, Estévez, Coloma, Correa, Ulloa, Chadwick, Rocha, Devaud, Jorge Pizarro y Elgueta.

-Las inserciones a que se refiere el acuerdo anterior son las siguientes:

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señor Presidente, estimados colegas, el proyecto de ley que esta mañana discutimos ha despertado gran interés
en la opinión pública por la implicancia que tiene para enfrentar uno de los más graves problemas de las
sociedades modernas y, específicamente, de nuestro país: el flagelo de la delincuencia, el terrorismo y la violencia,
en cualquiera de sus expresiones.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 59 de 205

Discusión en Sala

Varios colegas que me antecedieron en el uso de la palabra han entregado su visión, desde el punto de vista
jurídico, y aprueban este proyecto sobre "delación compensada" o "arrepentimiento eficaz". Yo comparto
plenamente esos argumentos legales y jurídicos.

Quiero manifestar que esta iniciativa constituye un instrumento de acción eficaz para combatir la delincuencia, la
violencia y el terrorismo en nuestro país.

Si bien es cierto que este proyecto se refiere a conductas terroristas, creo que no se puede desligar del problema
de la delincuencia y, por lo tanto, su tratamiento debe ser en conjunto.

Este instrumento ha demostrado su eficacia en otros países o sociedades que han enfrentado estos flagelos. En
consecuencia, debemos entender que forma parte de un conjunto de normas y medidas que el Supremo Gobierno
ha adoptado para combatir la violencia y el terrorismo. Este proyecto refleja la voluntad política del Gobierno del
Presidente Aylwin para terminar con la delincuencia y el terrorismo en Chile.

Siempre hemos dicho que este tema debe ser enfrentado por la sociedad toda o por todos los actores políticos y
sociales, con pleno respeto a los derechos de las personas, es decir, con los elementos propios de un sistema
democrático.

El Gobierno ha presentado una serie de iniciativas legales que son complementarias en este combate a la
delincuencia y al terrorismo. Por ejemplo, las reformas al Código Penal respecto a los delitos de robo y hurto y las
facultades entregadas a Carabineros para actuar frente a estos hechos.

También hay que destacar todo lo que este Gobierno ha hecho para fortalecer los organismos policiales, que están
facultados por la Constitución y las leyes para garantizar la seguridad ciudadana. Se les ha otorgado mayores
recursos materiales y financieros y debe entregárseles aún más.

Pero, a mi juicio, más importantes que los recursos materiales y financieros, el Gobierno del Presidente Aylwin ha
hecho un esfuerzo político gigantesco para devolver la confianza de la ciudadanía en las instituciones policiales,
porque esto es indispensable para combatir estos flagelos. Esto refleja la voluntad política real y concreta del
Gobierno para enfrentar con fuerza y en forma eficiente la delincuencia y el terrorismo, más allá de la historia del
régimen anterior.

Por eso, no aceptamos la crítica de la Derecha, que pretende demostrar que no tenemos decisión de combatir el
terrorismo, o desea confundir a la opinión pública manifestando una supuesta debilidad frente a estos hechos.

No hay que llamarse a engaños en esta materia. Nosotros estamos por el respeto de los derechos humanos,
siempre, sin excepciones de ningún tipo; no justificamos las violaciones a los derechos humanos en ningún
régimen, sistema o circunstancia. Por eso, estamos por dar a los presos políticos la posibilidad de juicios justos y su
reinserción en la sociedad democrática. Y esto no puede confundirse con debilidad o amparo a grupos violentistas.
Esto forma parte de la fortaleza de un sistema democrático.

Nosotros estamos por la paz, por la pacificación de nuestra sociedad, por la reconciliación plena, por restablecer
relaciones de igualdad y respeto mutuo de todos los habitantes de nuestro Chile.

Este proyecto de ley ayuda y busca lograr esta pacificación de la sociedad porque entrega la oportunidad de
reinsertarse en la sociedad democrática a aquellos que han actuado equivocadamente, y procura desarticular a las
organizaciones terroristas.

Permite, además, tener la posibilidad de conocer la verdad plena y definitiva de lo ocurrido en muchos casos de
violaciones a los derechos humanos, ya que el "arrepentimiento eficaz" es para todos aquellos que han participado
en grupos terroristas o violentistas, sin importar el signo o ideología, y constituían asociaciones ilícitas; por
ejemplo, el caso Letelier, las acciones de los "Gurkas", del ACHA, etcétera.

Algunos Diputados de la Derecha han pretendido emplazar a la Concertación con un simplismo absurdo: o se está
con este proyecto de ley, contra el terrorismo o, por el contrario, los que se oponen a él están por el terrorismo.

Eso me parece absurdo, demagógico y además irresponsable, porque se pretende sacar un dividendo político
frente a un tema que debemos enfrentar todos los chilenos, en conjunto, con seriedad y eficacia. De manera que,

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desde esta perspectiva, debemos tomar una opción al votar este proyecto de ley.

Yo respeto a los colegas que han planteado un problema de conciencia o moral frente a este tema. Ya varios han
argumentado respecto a la ética y el problema de la delación. Yo no voy a repetir ahora esas objeciones, pero debo
decir que, a mi juicio, por encima de todo, nosotros debemos velar por el bien común, por la pacificación real de la
sociedad y de los espíritus. Y este proyecto de ley permite, en conjunto con otras normas legales y con las acciones
ejecutadas por quienes tienen las facultades constitucionales y legales para garantizar el orden público, ser
eficientes y capaces para erradicar definitivamente la delincuencia y el terrorismo en nuestra sociedad.

Por eso, señor Presidente, votaré favorablemente este proyecto de ley.

He dicho.

El señor OJEDA.-

Señor Presidente, está claro, conforme lo señala el mensaje que acompaña el presente proyecto, que el Estado
debe proporcionar los elementos indispensables para asegurar el desarrollo normal y pacífico de las actividades
propias de cada ciudadano y el pleno ejercicio de sus derechos. Para ello resulta crucial desterrar la violencia y el
terrorismo. El Estado y las Fuerzas del Orden requieren de mecanismos que procuren la individualización y
persecución de los hechores; lograr mayor eficiencia en la prevención y descubrimiento de los actos terroristas;
posibilitar la destrucción de la estructura de su organización y facilitar la reinserción de sus miembros en la
sociedad. Y la fórmula no es recurrir a los medios puramente violentos, de represión o tortura, sino a las
actividades voluntarias, a la convicción, a la información y al arrepentimiento. Entregando el Estado los medios
indispensables para el efecto, se pueden lograr estos objetivos.

El país soportó los oscuros años en que el diálogo y los métodos normales en la lucha política era la violencia. Las
instituciones policiales y de orden ejercieron la represión y la tortura para derrotar a los grupos violentistas. No se
escatimó la vida como inferior bien jurídico de la persona humana para arrancar confesiones. Fue una época dura,
cruel e irreflexiva, en que la razón hecha ley no existía, porque la voluntad soberana, manifestada en la forma
prescrita en la Constitución, no emanaba del pueblo.

Y el pueblo no legislaba. Y el pueblo estaba al margen de toda decisión. Y la lucha contra el terrorismo lo hacía un
grupo gobernante armado, y no era el

pueblo y no era la ley. Y la fuerza institucionalizada, acompañada de las injusticias, movió a grupos determinados a
optar por la vía violenta, o actuaban como reacción a la represión brutal y sostenida, procedimiento que el país
rechazó. Y hoy, gracias a ese rechazo, imperan las instituciones democráticas, las que deben combatir el
terrorismo en conjunto con la sociedad.

Creemos que en democracia el terrorismo no tiene razón de ser. El pueblo eligió un método para combatir las
injusticias, y éste es el democrático. Por lo demás, el pueblo hoy gobierna y es actor en la solución de sus propios
problemas. Ha elegido a sus representantes y hoy nos disponemos a legislar en su nombre.

Este proyecto de ley es una forma de combatir el terrorismo y la violencia. Sin violencia, sin arranque de
confesiones por apremios ilegítimos. Italia, Alemania, España y Francia prácticamente han erradicado este flagelo
con la utilización de estas figuras jurídicas. El arrepentimiento, la información, la disociación y desarticulación de
las asociaciones ilícitas son figuras idóneas que procuran el término del violentismo. El arrepentimiento es una
actitud que puede adoptar el terrorista y cualquier persona en un momento determinado de su vida. Una opción
terrorista no puede ser un camino sin retorno. Quien se arrepiente replantea su opción y entiende que es un
camino equivocado que puede rectificar. Para ello es necesario también que el Estado facilite este arrepentimiento,
que lo acoja y lo valore y más aún, lo proteja de posibles represalias.

La revelación de los planes, la individualización de los miembros o el paradero de los dirigentes e integrantes de la
asociación ilícita es la figura básica que el proyecto contempla para desarticularla. Es una forma de delación y,
como ha quedado demostrado, no daña. Quienes encuentran en esa actitud una deslealtad y una destrucción de
valores básicos como la lealtad, no estarían en la razón. La lealtad debe ir más allá que la de una simple adhesión
a conductas, personas o ideas. La lealtad no debe confundirse con la protección de personas que propicien la
violencia y el daño. La lealtad se manifiesta en los sentimientos de protección y salvaguarda de valores, virtudes y
bienes, que construyen y no destruyen. ¿Por qué hablar de lealtad hacia personas que destruyen o matan? ¿Y la

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lealtad a los bienes sociales y jurídicos que al hombre pertenecen y que el terrorismo destruye o arriesga?

Quien delate no será en este caso, un traidor; ayudará a la sociedad; evitará la comisión de delitos terroristas;
evitará el riesgo y la muerte, incluso de sus propios compatriotas; evitará dolor, sangre y muerte. No estamos en
presencia de un simple delator, de aquel que traiciona a su patria o traiciona valores, reflexiones. Estamos en
presencia de un hombre que ha recapacitado, ha revaluado y ha convenido cambiar enfoques, convenciéndose de
que la violencia no contribuye al logro de sus ideales.

La rebaja de la pena y la suspensión condicional de la pena es una forma de compensar su renuncia al terrorismo y
una forma de estimular los arrepentimientos. La actual legislación no posibilita estas renuncias ni establece trato
especial. No tiene aplicación lo dispuesto en el artículo 295 del Código Penal, relativo al párrafo de las asociaciones
ilícitas y que exime de pena a los culpables que revelen a la autoridad la existencia de dichas asociaciones, sus
planes y propósitos. Porque, como se ha dicho, la asociación ilícita que nos preocupa tiene disposiciones especiales
en la ley Ne 18.314, la que se remite sólo a los artículos 292 y 294 para los efectos de la penalidad.

El terrorista se encuentra atrapado en la orgánica de una situación envolvente. Y el Estado debe adecuar entonces
la legislación para que ello no ocurra. La metralleta y la represión no tienen cabida en este momento histórico. El
Estado de Derecho, que es la característica de la democracia, aporta un sistemático y adecuado método de
protección contra el terrorismo y la violencia. Uno de ellos es la ley, expresión máxima de la noción. El
arrepentimiento eficaz y la delación compensada deberán reemplazar a la represión y a la tortura. Dijimos que el
terrorismo y la violencia la combatiremos con métodos y procedimientos democráticos, a través de la ley. Con el
imperio que otorga la soberanía y legitimidad de sus instituciones, este proyecto es una forma.

Por eso, votaré a favor.

He dicho.

El señor CONCHA.-

Señor Presidente, este proyecto sobre el arrepentimiento eficaz nos obliga a hacer algunas consideraciones previas
sobre el terrorismo en Chile en los últimos 17 años.

No nos cabe duda de que responde a la acción tiránica y opresora del Gobierno de Pinochet. Ese Gobierno fue el
causante y responsable de violaciones constantes y permanentes a los derechos de los chilenos, las cuales fueron
arbitrarias y despiadadas, con injustificadas detenciones, crueles torturas y atroces asesinatos, que dejaron a las
familias afectadas de dolor, angustia, frustración y rabia desesperada, y provocaron la reacción de los afectados,
de sus parientes más cercanos, incluso de vecinos lejanos, asqueados de la perversidad del régimen, que para
colmo había derrocado al Gobierno de Salvador Allende, reconocido por un amplio sector de la población como "el
Presidente del Pueblo".

La agresión de la dictadura recorrió todo el territorio desde el primer día; alcanzó a todos los niveles, altos y bajos,
sin distinciones de ninguna especie, cualquiera que fuere su condición; su propósito fue amedrentar al pueblo,
atemorizarlo para destruir su capacidad de organización y resistencia y convertirlo en autómata pasivo y obediente
de cuanto se le antojara al dictador.

No se explica de otro modo el asesinato de tantos modestos pobladores, campesinos y obreros apenas conocidos
en el círculo estrecho de sus poblaciones, aldeas y villorrios, carentes de relevancia, influencia o prestigio que los
habilitara como eventuales dirigentes o líderes. Fue una "razzia" general, la que también alcanzó a niños. Era
necesario que el terror afectara a todos los sectores.

Pero quien siembra vientos, cosecha tempestades.

La reacción no podía demorarse: el dolor y la rabia movió a muchos; otros fueron impulsados por convicciones
políticas, en un afán de derribar al dictador y castigar a los culpables de tanto crimen, conscientes del peligro que
significaba su reacción, pero también conscientes de la necesidad de afrontar el riesgo. Hirieron, mataron,
destruyeron, pero muchos de ellos también cayeron en esta lucha.

Al final, unos y otros comprendieron, por la experiencia sufrida, que la libertad, el respeto a la dignidad de las
personas y a sus derechos son siempre sólidos pilares que permiten nuestra vida en paz y tranquilidad, lo que no

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sucede en dictadura. Entendieron que los defectos de la democracia se superan asumiendo cada cual la
responsabilidad que le corresponde en las decisiones colectivas.

Es obvio que la reacción constituyó para la dictadura un acto ilegítimo, un atentado a la majestad del régimen y al
orgullo del dictador, que sancionó no con penas terrenales, sino del infierno, abominables por cierto.

Como esos actos no fueron dirigidos contra la democracia ni cometidos durante ella, no deben ser castigados por
ésta o, por lo menos, no deben ser penados con la misma severidad con que lo fueron o habrían podido serlos
durante la dictadura. Si la legislación positiva no lo permitiera, la democracia debe dictar las normas necesarias
para sancionarlos de modo más benigno. Las "leyes Cumplido" tuvieron esa finalidad y los indultos concebidos son
su corolario.

Las conductas terroristas durante la democracia no tienen justificación en el dolor y rabia provocados por el
terrorismo de la dictadura, o el afán de derrocar al dictador, que ya no existe, ni tampoco en la transformación de
la sociedad.

La democracia no es sólo el gobierno de las mayorías. Es mucho más profundo que eso: es el sistema de gobierno
fundado en el reconocimiento integral de la dignidad de la persona y en el respeto del derecho, suprema norma de
conducta que garantiza la libertad de cada cual, limitada por el derecho de los demás. La libertad no es un solo
derecho que se reclama para sí; es un deber que se asume frente a los otros.

Por esto, conductas terroristas en democracia no tienen explicación y mucho menos justificación y son, en
consecuencia, conductas delictuales comunes y silvestres que deben sufrir todo el rigor de la ley.

Sin embargo, el Gobierno de la democracia debe buscar los medios para poner fin a esa lacra, resolviendo el
conflicto entre las exigencias de la seguridad y los derechos básicos del hombre, recordando que la organización
social sólo existe al servicio del hombre y para la protección de su dignidad, de modo que no sirve al bienestar
común cuando no se protegen los derechos humanos.

El conflicto que plantea el proyecto de ley sobre el arrepentimiento eficaz debe resolverse protegiendo los
derechos de todos los hombres que viven en sociedad por sobre aquellos individuos que atentan contra la sociedad
libre, justa y pacífica, sustentada en el respeto a la verdad, al hombre y sus derechos.

Por ello, la norma que se propone es ética y moral, por cuanto la obligación individual y colectiva es el compromiso
de las acciones humanas que tienden a la bondad y no la destrucción, muerte y aniquilamiento del orden
establecido, que el país se ha dado libremente y por el que mayoritariamente se pronunció la totalidad de la
población.

No se puede pretender que en esta disposición, que regula el arrepentimiento, que implica delación, denuncia,
acusación de conductas terroristas, vayan la ética y la moral, ya que sería contrariar el sentido propio de las
instituciones dirigidas a fomentar la adhesión y compromiso con conductas legales y democráticas que pretenden
lograr el orden público y repudiar las conductas antisociales y degradantes de la naturaleza humana, y desconocen
las numerosas disposiciones existentes en el Código Penal y otras leyes que hacen posible el arrepentimiento.

El deber de lealtad es con la legalidad libremente establecida y aceptada por la mayoría. Es absurdo pretender que
la lealtad de los delincuentes entre sí, para proteger u ocultar sus conductas ilícitas y lograr la impunidad de sus
actos, prime sobre la lealtad con la legalidad. Pretenderlo es desvirtuar el sentido obvio y natural de los conceptos.

Aspiramos a una convivencia pacífica y tranquila, que excluya toda forma de violencia como medio de solución de
las divergencias sociales y políticas, lo que es posible evitando comportamientos que favorezcan o toleren la
existencia de organizaciones violentistas.

La iniciativa legal busca incorporar a esos grupos al sistema democrático, dándoles la posibilidad de tener un
espacio en la sociedad política, en la medida en que se allanen a respetar el Estado de Derecho.

Es menester tener siempre presente que un acto terrorista es un hecho ilegítimo, inhumano, carente de respaldo
ético por ser intrínsecamente malo y, por lo tanto, toda iniciativa tendiente a erradicarlo, que se enmarque dentro
de las normas del estado de Derecho, debe ser aprobada.

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La eficacia o ineficacia de esta norma es algo que no depende de ella. Dependerá de aquellos a quienes la norma
se refiere, de los pocos que individual o colectivamente pueden acogerse a ella. Hoy vivimos un mundo diferente.
Han caído regímenes que fueron opuestos a la idea democrática o regímenes de esa naturaleza han renovado sus
posiciones y hoy buscan aceleradamente instaurar un sistema basado en la dignidad de la persona y el respeto de
sus derechos. Aquí, en Chile, palpamos un cambio en las posiciones de políticos y de sus respectivos partidos; se
flexibilizan las rigideces; se suavizan las asperezas; se busca el consenso, el que de una u otra manera se logra;
hay un afán individual y colectivo por lograr tranquilidad y bienestar general. Todo ello nos hace pensar que esta
norma puede ser eficaz, sobre todo cuando vemos que grupos violentistas están señalando a la opinión pública su
intención de incorporarse a la vida política dentro de los cánones establecidos. Demos la oportunidad a todos ellos
y aprobemos esta norma.

He dicho.

El señor ELGUETA.-

Señor Presidente, abordo un tema discutible. La diferencia entre un Estado de Derecho y uno totalitario se
manifiesta en cómo se trata a un inculpado. El proyecto está reñido con la moral, ya que ésta puede sustentarse
en la eficacia, en la utilidad. Si estuviéramos en un estado mayor de inteligencia, debería aceptarse la delación
premiada, pues, ¿qué costaría enseguida pasarse a la colaboración, a la información secreta, a la infiltración, al
espionaje electrónico, a la actuación clandestina o a la invasión de la privacidad si, en este combate, todo es lícito?
¿No hemos oído acaso que la Derecha ya ha propuesto la infiltración de la policía? ¿Acaso no estarán ya infiltrados
los terroristas?

Esto que se acepta en guerra es una decisión unilateral. Pero en democracia resulta inaceptable, pues se pone el
derecho como un instrumento bélico al servicio de la justicia: se negocia con delincuentes. Pongámonos prácticos:
el General Confieras tiene este arrepentimiento eficaz. Los asesinos de Jaime Guzmán, los de los carabineros, los
que mataron a Tucapel Jiménez, Parada, Nattino, Guerrero, Yévenes o de los de miles de chilenos, colaboran y
delatan. Entonces, negociamos con los asesinos: digan su verdad y los recompensamos con la absolución, o con las
rebajas de penas por los dos tercios de ella, de veinte años como dice el proyecto. ¿Es aceptable moralmente tal
negociación? ¿Aceptaría el país este tráfico de verdades? ¿No se estará destruyendo el sentido ético del derecho y
la justicia?

Beccaria, ya en 1764, decía: "Pero en vano me atormento por ahogar en mí el remordimiento que siento al decir
que las sacrosantas leyes, el monumento de la confianza pública, la base de la moral humana, autoricen la traición
y el disimulo". ¿Qué ejemplo no sería luego para la nación si se faltase a la impunidad prometida y que por doctas
cavilaciones se arrastrase al suplicio, para deshonra de la fe pública, a quien hubiere respondido a la invitación de
las leyes?

Para la religión católica, la penitencia es un sacramento cuyos signos visibles son la contrición perfecta, la
confesión y la absolución. La apologética enseña que existe una garantía esencial: el sigilo de la confesión. Si esto
se lleva al Derecho, ¿quién garantiza el sigilo, la seguridad del delator o el cumplimiento de la impunidad ofrecida
en el proyecto?

La ausencia de ética en estos compromisos es evidente.

Pero oímos que Michael Vermon Townley fue la clave que permitió descubrir el crimen contra Orlando Letelier; por
ende, es un buen procedimiento trabajar con delatores, y tal afirmación impactó. Lamento dejar en descubierto la
verdad. Michael Vermon Townley fue expulsado de Chile el 7 de abril de 1978 por decreto supremo 290, y como se
deja constancia en el considerando 28, del fallo de 10 de octubre de 1979, de la Corte Suprema, el representante
de Estados Unidos en la extradición señaló que existían doce presunciones contra Manuel Contreras, ocho contra
Pedro Espinoza y doce contra Fernández Larios, de las cuales sólo tres se basaron en las declaraciones de Michael
Vermon Townley. Es decir, la delación compensada de Michael Vermon Townley no esclareció los asesinatos ni era
esencial para ello. Por el contrario, tal negociación fue absolutamente perjudicial para el país por dos razones.

1°. Porque el acuerdo de 17 de abril de 1978, impidió investigar otros crímenes, como el del general Prats y
señora, en Buenos Aires; el de Bernardo Leighton y señora, en Italia. Michael Vennon Townley quedó impune en
esas conductas mientras era premiado con la seguridad para su familia, cónyuge, hijos y hermanos en Estados
Unidos y con pena de tres años y cuatro meses por conspiración, según se lee en los considerandos 19, 20 y 21 del

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fallo de primera instancia, y 23 de segunda instancia. ¿Puede el país soportar este tipo de arreglo?

2°. Porque la Corte Suprema en ambos fallos afirma que la delación compensada excluye la responsabilidad penal,
desnaturaliza el proceso penal; que las declaraciones carecen de imparcialidad y violan los artículos 323 y 460, N°
12, del Código de Procedimiento Penal, que prohíben las promesas, coacciones, amenazas, dádivas o beneficios
que resten imparcialidad.

¿Cuál fue el resultado? No hubo extradición, no se aclararon los crímenes del general Prats y señora, de Bernardo
Leighton y señora. ¿De qué sirvió tal delación? A Michael Vermon Townley sí; a Chile y los chilenos, no.

Kai Amos, penalista alemán, en su obra 'Terrorismo y ley, análisis comparativo: República Federal Alemana, Gran
Bretaña, Perú y Colombia (1989)", página 127, expresa los decepcionantes resultados de la delación o testigo de la
corona en el narcotráfico: sólo el 3,7 por ciento se esclarecieran, siendo nula su eficacia. En Alemania, Gran
Bretaña, Irlanda del Norte, Perú y Colombia, el terrorismo ha aumentado. En Chile se han dictado un decreto ley y
dos leyes antiterroristas, la última en 1984, y en "El Mercurio" y en un congreso sobre terrorismo en Viña del Mar,
celebrado en enero de 1987, se señalaba que desde esa fecha hubo más de mil atentados.

Pero el proyecto también tiene matices inconstitucionales:

l°.- Igualdad: (artículo 19, Ns 2, igualdad ante la ley): "Ni la ley ni la autoridad podrán establecer diferencias
arbitrarias".

Se viola por un doble aspecto: al proponer exenciones y rebajas a los que colaboren más eficazmente, pero
resultan beneficiados los cabecillas, puesto que saben más, discriminando a los que no saben nada o saben poco,
los cuales deben sufrir todo el rigor de la ley. Muchos penalistas prefieren que estos beneficios se extiendan a
todos los delincuentes, sin distinción, para no establecer desigualdades: un cuatrero o un ladrón de escaso monto
carece de este beneficio. Hace 200 años se formuló la pregunta ¿por qué no todos?

2°.- Declaración bajo juramento: (artículo 19, N° 7, letra f): Se asegura el derecho a la libertad personal y a la
seguridad individual, de modo que "en las causas criminales no se podrá obligar al inculpado a que declare bajo
juramento sobre hecho propio; tampoco podrán ser obligados a declarar en contra de éste sus ascendientes,
descendientes, cónyuge y demás personas que, según los casos y circunstancias declare la ley". ¿De qué manera
declarará el inculpado a premiar?

¿Cómo hacerlo bajo juramento para ser creíble, sin violar esta garantía? ¿Cómo podrán señalar planes e
individualizar a los asociados ilícitos, los parientes señalados sin infringir este precepto?

3a.- Libertad y voluntariedad. El proyecto se refiere a la voluntariedad en la delación. ¿Hay voluntad libre, seria,
sincera si existe coacción, promesa, dádiva? ¿Qué distingue del cohecho esta compra de información? ¿Cómo se
convencerá el juez por la declaración de un solo terrorista colaborador? Se viola de este modo todo el proceso
penal, garantizado en el N° 3 del artículo 19, de ser "racional y justo procedimiento".

Según el autor Kai Amos, 1989, en "Ley y Terrorismo", cien catedráticos penales advirtieron enérgicamente:

1°.- La absolución o reducción de la pena del testigo de corona infringe el principio del estado de derecho y la
igualdad;

2°.- Se violan la legalidad y la publicidad;

3°.- El privilegio desestabiliza el orden jurídico y la conciencia jurídica;

4°.- La colaboración del Estado con graves criminales es inmoral;

5°.- Su eficacia es nula. Gran Bretaña (IRA), Alemania, Irlanda del Norte, Perú, Colombia.

Olvidan que el derecho es la última ratio, que es complemento de soluciones políticas, sociales, diálogos,
concertación, etcétera. Se quiere más eficacia que justicia.

Pero, asimismo, el proyecto es inútil, repetitivo, imposible de cumplir en sus exigencias. En Chile existen, al menos,

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cuatro preceptos: los artículos 295 y 295 bis, del Código Penal, la ley de conductas terroristas y Ley de Seguridad
del Estado. Entonces, ¿para qué otra disposición? Lo que sucede es que el proyecto propone negociar, mientras los
otros preceptos sólo configuraban atenuantes independientes del negocio.

El proyecto no señala en qué oportunidad debe disociarse voluntariamente: ¿Antes del proceso? ¿Durante el
proceso? ¿Cuándo? El viejo Código Penal, en el artículo 295, dice que debe ser "antes de ser perseguido".

El proyecto rebosa de exigencias que nadie podrá cumplir: disociación voluntaria, entrega o revelación de pruebas
eficaces. ¿Qué son pruebas eficaces? ¿Se exige acaso plena prueba? ¿Exige esta eficacia la detención previa de los
asociados para ser eximido o basta que mencione las nóminas y sus domicilios o paraderos? ¿En qué consisten las
ayudas eficaces para desarticular la asociación? ¿Cuáles son los antecedentes no conocidos y quién los determina:
la policía p el tribunal?

¿Quién es la autoridad que debe recibir estos antecedentes? Diversos preceptos del Código Penal, como los
artículos 12, N° 3,213,261,210, etcétera, se refieren a la autoridad, y ésta es el funcionario con imperio para
ordenar ciertas materias. Lo son los ministros, jefes de servicios, parlamentarios, los jueces, la policía y otros.
¿Ante quién, entonces, debe disociarse? ¿Qué es disociarse? ¿Lo es la sola revelación de la asociación ilícita?

Ningún terrorista colaborará con tantas dudas. Ninguno de ellos en el mundo se entrega sin tener la impunidad o el
premio en el bolsillo. Por ello, este proyecto es inútil e ineficaz Un ambiente de dudas y desconfianzas se
extenderán por el Gobierno, los tribunales y la policía.

Votaré que no, pues jamás puede olvidarse que el Dante, en la Divina Comedia, coloca a los delatores en el
infierno, en el último canto, en noveno cerco de hielo, en cuatro departamentos concéntricos: a los que faltaron a
su sangre; a su patria y a su partido; a sus amigos y a sus jefes y bienhechores. Así el monstruo tritura a Bruto, a
Casio y a Judas.

He dicho.

El señor BOSSELIN.-

Señor Presidente, en relación con el proyecto de ley vinculado con la delación compensada o el arrepentimiento
eficaz, es necesario precisar algunos conceptos.

Se propone este mecanismo dentro del propósito de combatir las conductas terroristas, las cuales se encuentran al
margen del derecho y, en modo alguno, amparadas por normas éticas o por valores superiores, ya que el
delincuente terrorista viola gravemente los derechos de la persona y actúa cobardemente.

No es admisible, pues, sostener que debamos proteger las supuestas lealtades que tales sujetos observan en sus
bandas o grupos, por cuanto ellas no se hallan vinculadas con el bien común, con la justicia o la solidaridad, sino
que representan una especie de autodefensa de quienes han cometido los mismos delitos, denigrando la dignidad
de la persona.

A través de la delación o arrepentimiento eficaz se persigue alcanzar un fin válido socialmente: la desarticulación
de las bandas terroristas, premiando a quienes se deciden a colaborar con la acción de la justicia, con la
comunidad toda, siempre que se hayan desvinculado totalmente de la respectiva asociación ilícita.

Este es un instrumento moral que armoniza con nuestro sistema penal, ya que desde antiguo se viene
favoreciendo a aquel delincuente que, arrepentido de sus actos, ajusta su conducta al derecho.

Pensamos, con todo, que este proyecto debe ser perfeccionado, a fin de que así produzca resultados reales y no se
transforme en una norma meramente teórica.

a) Es indispensable darle a sus normas una vigencia transitoria, para cuyos efectos hemos presentado una
indicación, que permitirá evaluar su aplicación, dentro de un término razonable;

b) Deberá el Estado asumir la obligación de proteger la seguridad de las personas que se acojan al sistema del
arrepentimiento eficaz, brindándoles amparo tanto a ellos como a sus familias durante todo el tiempo que fuere
necesario;

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c) Habrá que crear una fiscalía pública, que en la etapa prejudicial y judicial, con la aprobación de la corte de
apelaciones correspondiente, cautele la correcta aplicación de estos beneficios, con facultades amplias para
convenir, con los inculpados o reos las medidas de protección que se solicitaran al competente tribunal. Además,
debiera otorgarse a tal fiscal atribuciones para acordar, previa la citada aprobación, los beneficios de exención o
rebajas de penas, siempre que ello conduzca realmente a desarticular a las bandas armadas o a frustrados delitos
planificados o en proceso de desarrollo.

d) Finalmente, la Cámara política debiera ser mensualmente informada de la forma y condiciones como se están
aplicando tales beneficios, para, de tal manera, fiscalizar cualquier irregularidad, en el tiempo oportuno.

Pienso que con estas enmiendas estaremos legislando en la dirección correcta, privilegiando el bien común y los
valores morales, por sobre los intereses de quienes han hecho de la violencia su norma de vida.

Para formarse un juicio sobre las modificaciones que se proponen es necesario tener presente que en las
legislaciones antiterroristas, según la doctrina más autorizada, se introduce una lógica nueva en la fase inicial del
proceso criminal, se establece una clara demarcación de la actividad jurisdiccional reservada al juez y una etapa
de investigaciones preliminares exenta de la intervención judicial. Habrá que diseñar instituciones que en esta
etapa, resguardando los derechos de las personas, alienten indagaciones y pesquisas conducentes a identificar a
los integrantes de las bandas terroristas. El ordenamiento jurídico no puede conciliar con la actividad terrorista y
ha de emplearse a fondo para castigar a quienes han decidido ponerse al margen de la convivencia civilizada y
sólo pretenden destruir la sociedad, la democracia y sus instituciones, revelando un extremo desquiciamiento
moral, un trastrocamiento valórico que oscila entre la demencia, la esquizofrenia y la maldad. Para vigorizar el
derecho y amparar los derechos de las personas, es moralmente lícito legislar sobre la delación compensada,
precisamente para romper el circuito de los criminales, y la seudo lealtad de los terroristas, las que se hallan en las
antípodas de la ética y el derecho.

He dicho.

El señor BAYO.-

Señor Presidente, pocas veces en esta Cámara un proyecto de ley ha provocado, en los que representamos la
voluntad popular, la necesidad de un análisis muy profundo, meditado, racional, con sentido de futuro, como el que
nos preocupa hoy día.

En el Mensaje que ha originado este proyecto se reconoce que el gobierno debe asegurar a los ciudadanos el vivir
y trabajar con normalidad y en forma pacífica, dentro de un Estado de Derecho. También recuerda la
responsabilidad individual que le compete a cada chileno en esta tarea, en la cual, frente a la situación actual que
conmociona al país y al mundo, debe ser prioritario el desterrar la violencia y el terrorismo.

Para materializar ello es que se propone perfeccionar la legislación vigente, tendiendo a hacerla más eficaz.

El actuar especialmente en forma preventiva al consagrar los delitos de omisión; el compensar la acción de los que
ayudan a la justicia en la detención de culpables o disminución de consecuencias de actos terroristas, y el facultar
a los jueces para conceder libertad provisional en determinadas circunstancias, apuntan, precisamente a combatir
eficazmente el terrorismo.

Existe en este proyecto, un fundamento ético y moral que no deberá encontrar otra cosa sino que el consenso en
todos los sectores políticos.

Por ello, nos extraña la ausencia de este consenso a nivel de la Concertación. ¡Qué diferencia más abismante
existe entre la profundidad y solidez de la argumentación del Honorable Diputado señor Schaulsohn, interpretando
a cabalidad el espíritu del Mensaje, y la liviandad con que otros Diputados de la Concertación han respaldado
posiciones adversas, posiblemente más preocupados de eventuales dividendos electorales entre quienes no
merecen sino el repudio ciudadano!.

¿Cómo pueden darse acepciones tan dispares para un mismo vocablo: lealtad, pacificación, delación, infiltración?

¿Por qué algunos privilegian la lealtad para compañeros en el delito y postergan la lealtad hacia la comunidad
toda, hacia niños y mujeres, víctimas inocentes de actos terroristas?

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Discusión en Sala

¿Por qué algunos plantean dudas frente a las presuntas infiltraciones por parte de elementos vinculados al
Gobierno anterior, en el seno de colectividades de alguna u otra manera cercanas a quienes hoy día aparecen más
posiblemente responsables del terrorismo existente?

¿No es eso, precisamente, la confirmación de la necesidad de contar con una legislación perfeccionada, como la
que se propone?

Por ello, señor Presidente, estimando que la iniciativa es ética y moralmente inobjetable, que apunta a solucionar
el problema que más preocupa a la ciudadanía, confiamos en que realmente se transforme en herramienta eficaz
en la lucha contra el proyecto del terrorismo, por lo que la apoyamos decididamente.

He dicho.

El señor NARANJO.-

Señor Presidente, Honorable Cámara, durante la sesión de esta Cámara realizada el día jueves 18 de julio, en que
debatió por primera vez este proyecto enviado por el Ejecutivo, manifieste, en conjunto con otros Diputados, las
razones que nos llevan a rechazar dicho proyecto, y en forma especial la figura de la "Delación compensada o
arrepentimiento eficaz".

Por haber manifestado este rechazo, la Derecha ha expresado que nuestros argumentos son "efectistas, livianos e
irresponsables". Incluso, se ha llegado a decir que pretendemos "encubrir a los terroristas". Nunca la verdad había
estado más lejos de eso.

La Derecha no entiende que el respeto de los derechos humanos de las personas no se puede acomodar a las
circunstancias. Combatir el terrorismo, violando los derechos humanos, es igualarse ética y moralmente a los
terroristas.

¿Por qué rechazamos la "delación compensada"?

Porque ella compromete gravemente un conjunto de valores esenciales de las personas y de la sociedad. ¿Es ser
irresponsable sostener esto?

Porque no parece ético que un Estado de Derecho, para combatir el terrorismo, tenga que institucionalizar una
práctica tan deleznable como es la delación ¿Es ser liviano sostener esto?

Porque en un país que quiere reconstruirse sobre la verdad, la transferencia, la justicia, el pleno respeto de los
derechos humanos, no cabe una legislación como la propuesta. ¿Es ser efectista sostener esto?

La "delación compensada" no permitirá tampoco la integración o reinserción de los grupos terroristas o


violentistas, porque ello provoca la degradación moral de quien la realiza ¿Argumentar esto es ser liviano?

A su vez, no asegura la conversión real del individuo, ya que su actitud se debe a una recompensa material, la
exención o rebaja de la pena, ¿Argumentar esto es ser irresponsable?

Además, la delación puede ser usada por los organismos de seguridad para involucrar a personas ajenas, de
acuerdo con su conveniencia política ¿Argumentar esto es ser efectista?

La verdad es que la Derecha sigue usando los mismos argumentos que utilizara para justificar las graves
violaciones a los derechos humanos durante el régimen anterior.

La Derecha política, como es su costumbre, en vez de rebatir estos argumentos, se ha dedicado a torcerlos
mañosamente y a acusar a quienes sustentamos una posición de rechazo a la delación de ser "protectores del
terrorismo".

Los únicos protectores del terrorismo son aquellos que nunca han aceptado que hubo en el régimen de Pinochet
terrorismo de Estado. Esos y no otros serán siempre protectores de terroristas.

También es falso el argumento de la Derecha que sostiene que debemos definir posiciones: o se está por fortalecer
la acción contra el terrorismo o porque ésta sea débil. Esta es una falsa disyuntiva. Lo que está puesto en juego, es

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Discusión en Sala

si estamos por construir una sociedad en la cual exista plena vigencia de los derechos humanos y con valores que
fortalezcan al ser humano, o estamos por una que lo degrade física y moralmente.

La disyuntiva real es cuáles son los métodos más eficaces para combatir el terrorismo, sin que éstos afecten a los
derechos de las personas. Y en este mismo sentido, éste no es un proyecto eficaz porque provoca, por una parte,
la degradación moral del delator y, por otra, no asegura el fin de los grupos terroristas.

La verdad es que no me extraña que la Derecha se haya transformado en una de las principales impulsoras y
defensoras de este proyecto, ya que para ellos, tal como lo demostraron en el pasado, el valor de la lealtad y el
respeto a las personas no tienen ningún valor, ya que con su silencio cómplice avalaron el terrorismo de Estado, la
delación, el soplonaje y él espionaje que implemento el anterior régimen y que tanto dolor y muerte causó a
nuestro pueblo.

Hoy, la Derecha habla de que su primera lealtad es con la paz. Entonces, ¿por qué apoyaron durante 17 años a un
régimen que le declaró la guerra a su propio pueblo y que se basó en la inseguridad y el terror?

Quienes sí creemos en el valor de la paz, luchamos desde el mismo 11 de septiembre contra la dictadura y por el
restablecimiento de una sociedad democrática, basada en la paz y en el respeto a la vida, en la verdad y la justicia,
no podemos apoyar una norma como ésta; la Derecha perdió el 11 de septiembre de 1973 toda la autoridad moral
sobre este tema cuando derrocaron, en forma violenta, al régimen democrático existente.

También rechazo terminantemente el argumento de que preservar el valor de la lealtad en una sociedad
democrática se llame encubrimiento. El país sabe muy bien quiénes son los verdaderos encubridores de los
terroristas. Son todos aquellos que se oponen a que se derogue la ley de amnistía y, por tanto, a conocer y juzgar a
los violadores de los derechos humanos. Esos son y serán siempre los encubridores de terroristas.

Es falso también su argumento de que "tenemos los valores trastrocados". Que para nosotros "los terroristas son
las víctimas y los carabineros asesinados los culpables". ¡Qué argumento más poco serio y falaz! Para mí, quienes
asesinan carabineros son terroristas, que merecen todo el castigo de la ley. Pero estos crímenes, cometidos por
ellos, no justifican que se violen los derechos humanos. Aceptar eso, es igualarse ética y moralmente con los
terroristas; y pareciera que algunos personeros de la Derecha están dispuestos a hacerlo.

La Derecha no entiende que el respeto de los derechos humanos de las personas, de todas las personas, no puede
acomodarse según sean las circunstancias. La verdad es que siguen siendo consecuentes con los argumentos que
usaron para justificar las violaciones de los derechos humanos durante el anterior régimen. Con la existencia de un
estado de guerra, donde al enemigo interno hay que combatirlo de cualquier forma, yo pregunto, ¿se logró con
esto la paz en nuestro país? La historia demostró que no, sino que, por el contrario, aumentó la violencia.

No puede dejar de asombrarme que aquellos que descalificaron, por ser producto de una recompensa, los
testimonios de Michael Townley, y posteriormente del Capitán de Ejército Armando Fernández Larios, los que
admitieron en los EE.UU. su participación y la del General Contreras en el asesinato de Orlando Letelier, hoy
encuentren dicho método válido.

Entonces, ¿hoy aceptan como verdadero dicho testimonio? ¿Están dispuestos a que el General Contreras sea
entregado? Lo ético en política es tener siempre una misma posición frente a una situación similar y no acomodarla
a los intereses particulares del momento.

De igual forma, me parece poco seria la indicación propuesta por la Derecha, por lo delicado del tema, dado los
valores que están en juego, de que se apruebe dicha norma en forma transitoria, por un plazo de dos años, siendo
posteriormente evaluada. Uno no puede dejar de preguntarse, ¿están dudando de la eficacia de la norma que
apoyan? ¿Quién responderá de los daños causados durante ese tiempo, de ser negativa la evaluación, como
pensamos? ¿Están dispuestos a responder ellos por los daños?

También me parece oportunista que la Derecha plantee ahora, como argumento para fundamentar su posición,
que con esta norma se podrían esclarecer crímenes como los de Tucapel Jiménez, Orlando Letelier y los
profesionales comunistas degollados. Todos los chilenos sabemos, por lo menos en estos tres casos, quiénes son
los culpables. Nos hubiese gustado que esta misma fuerza la hubieran desarrollado antes para denunciar a los
responsables. Además, esto tampoco es así, ya que, tal como el proyecto ha sido presentado, no le permite.

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Finalmente, quiero señalar que nuestro único compromiso real, como parlamentarios, es ser depositarios y recoger
las grandes tareas que dejó pendiente el informe Rettig, el cual señala que: "El orden democrático reconocido hoy
por la comunidad de las naciones reposa -como base sustancial y no como relativa a otros objetivos- en la vigencia
efectiva de los derechos humanos. Eso es sostener la dignidad natural del hombre".

He dicho.

El señor SABAG.-

Señor Presidente, frente al proyecto que informa la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, cabe hacer, en
forma breve, algunas consideraciones frente al problema permanente del terrorismo, que afecta a la sociedad
mundial, en general, y a la nuestra, en particular, en menor medida.

Esta verdadera "cultura delincuencial", vincula a personas o grupos de personas que matan, incendian, torturan,
secuestran o simplemente atropellan los derechos de las personas, reciben, a veces, el aliento, la tolerancia y
hasta un actitud de aprobación cuando tienen un comportamiento con significado político.

Estas personas o grupos que buscan la imposición de una voluntad política a través del terror o induciendo a un
estado de pánico o de miedo en una comunidad que desea tranquilidad y paz, debe ser enfrentado de un modo tal
de ir a su eliminación, o por lo menos a la nula influencia que puedan tener en el acontecer del país.

Sostenemos que los actos terroristas o la actividad terrorista crece y se sostiene cuando no existe una oposición a
los mismos. Es nuestro deber y nuestra responsabilidad enfrentarlo para hacerlo desaparecer.

Debemos enfrentar esta epidemia de la maldad y del temor que se nos quiere imponer. Pero ignoramos la
orientación y la connotación de este terrorismo, pues hemos arribado a una democracia, luego de largos años de
su desconocimiento, por lo que habiéndose cumplido por el pueblo el objetivo de vivir en este sistema político, los
que actúan en la forma señalada carecen de objetivos políticos o, si los tienen, se les dificulta definirlos.

Se quiere dar a la violencia un basamento político con argumentaciones vagas e indefinidas, carentes de
contenido, y en que no se vislumbra muchas veces la diferencia entre la delincuencia política con la delincuencia
común. Podría sostenerse que, en aras de un fin político, cuyo contenido y objetivos se desconocen, se formulan
frases de un pretendido protagonismo político de raigambre popular, se ejecutan actos simplemente delictivos
afectos a la ley común.

Si bien son ambiguos políticamente hablando, por otra parte saben perfectamente lo que desean, siendo muy
categóricos en sus objetivos, especialmente cuando es necesario aniquilar. Luego, tienen una clara posición de
aniquilamiento, de violencia y de destrucción por sí mismos, cuando dejan de tener contenidos políticos.

Por ello, al pronunciamos sobre el proyecto debemos enfrentar los actos terroristas o de quienes los cometieron
con el criterio sostenido en las diversas legislaciones europeas, tal como se indica en el informe de la Comisión,
que es el más adecuado a los requerimientos del proyecto.

Si bien estamos atacando diversas situaciones que concurren en la problemática terrorista, no es menos cierto que
sólo constituye una parte de la lucha legal en que se encuentra empeñado el Gobierno, y no será el Diputado que
habla quien le coloque nombre o color al terrorismo, ya que éste, conceptualmente, es uno solo. Existe, asimismo,
el otro lado del problema, como es el relativo al reclutamiento de personas que integrarán estos grupos terroristas,
derivándose a su respecto los beneficios indirectos del proyecto al tratar de evitar que jóvenes sean absorbidos por
estas personas o grupos disociadores.

La democracia permite una lucha frontal contra el terrorismo. Ella, estando fuertemente asentada, debe tomar
sobre sí el peso de la lucha, y es el Congreso Nacional uno de los pilares de la misma, permitiendo que otros
poderes públicos asuman la otra cuota de responsabilidad en esta batalla que es de todos y no de algunos.

Es fácil colocarse en una posición de comodidad en este problema, en que muchos no desean involucrarse
públicamente por un posible temor a estos actos que van carcomiendo la conciencia ciudadana, y que pudieran, en
un momento dado, dejarla indefensa.

Nosotros, desde el Parlamento, debemos conducir al pueblo para combatir esta lacra. Pero, al mismo tiempo,

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Discusión en Sala

debemos asumir también nuestra responsabilidad otorgando los mecanismos para que a muchas personas, dentro
del cúmulo de emociones, les quepa un posible arrepentimiento. Con ello no se pretende enlodar al hombre en sus
sentimientos, sino que precisamente ayudarlo a liberarse de motivaciones que le impiden ordenarse como
ciudadanos.

Sin embargo, es menester dejar claramente establecido que las figuras que se pretenden consagrar legalmente en
cuanto a la rebaja de pena, exención de la misma o respecto de la suspensión condicional, en cuanto al
condenado, tienen un fin eminentemente rehabilitador, pues se busca una normalidad de convivencia para
personas que han estado marginados de la misma, voluntaria o involuntariamente.

El proyecto de ley, cuyo informe conocemos, no ha hecho sino configurar situaciones que intemacionalmente han
permitido solucionar difíciles conflictos procesales penales, otorgando operatividad a la ley respecto de la
protección que debe dárseles a los ciudadanos y a la comunidad toda.

Si la oposición al proyecto se funda exclusivamente en pruritos emocionales o meramente ideológicos o


.doctrinarios, no pueden resistir el embate de motivaciones de interés superior, y que no afectan ni repugnan la
conciencia de quienes están por la normalidad del país. No podemos estar permanentemente sometidos a una
ideologización absoluta, sin considerar aspectos fundamentales de la vida nacional, que nos exigen ir por un
camino que busque la efectiva reconciliación.

Por lo anterior, si bien concordamos con el proyecto en cuanto a su fundamentación, no es menos cierto que el
mismo debe hacerse extensivo a otras situaciones legales penales, y no sólo respecto de actos o delitos
terroristas. Bien puede tratarse de otros hechos criminales, que requieran de un tratamiento similar o igual al
proyectado, si con ello evitamos un mal mayor a personas, grupos de personas, o a la comunidad toda que
recibiría el daño por el hecho.

Pero hemos sostenido que el proceso reconciliador y el anhelo de tranquilidad que busca el proyecto deben
ampliar el abanico de posibilidades, otorgándoles los mismos beneficios a otros que aparezcan como partícipes de
hechos delictuosos comunes. De no actuar de esta forma, la reforma pretendida a la ley N° 18.314, artículo 4°
tendría objetivos limitados. En esta eventualidad, el proyecto no podría tener efectos indeterminados en el tiempo,
debiendo darse un plazo para que las normas penales especiales sobre las que se legisla tengan su aplicación.

Esta forma de legislar en materia penal nos lleva a planteamos la demora que se ha denotado en el accionar
legislativo, lo que se demuestra con la historia de los últimos 50 años en la permanente preocupación que ha
existido por modificar o reformar nuestro Código Penal.

Sin embargo, siendo necesaria e imperiosa una reforma de este cuerpo legal, nunca se ha llevado a cabo, no
obstante que todos los gobiernos la consideran como imprescindible. Un eventual Código Penal tipo
latinoamericano ha sido una de las explicaciones que ha impedido la modificación pretendida durante tanto
tiempo. Ello ha llevado a que la anhelada reforma haya sido reemplazada por la legislación penal especial
existente en nuestro país, como puede apreciarse de la simple lectura del apéndice del Código Penal y del Código
de Justicia Militar.

Así, ya en el año 1943, don Juan Antonio Ríos, en su Mensaje presidencial, decía lo siguiente, refiriéndose al Código
Penal: "La Comisión designada para el estudio de la reforma de este Código continúa activamente su labor y ha
dado término al Libro Primero, o sea, a la parte doctrinaria, que es la más importante y delicada. Se encuentra
ahora en el estudio de los delitos en particular y el Gobierno confía en que la Comisión cumpla su objetivo en el
más breve plazo posible, a fin de someter el correspondiente proyecto a la consideración legislativa" (Pág. 183).

Esto se dijo hace 48 años.

El Presidente Jorge Alessandri, en su Mensaje de 1962, señalaba que el Ministerio de Justicia, con la valiosa
colaboración de miembros de la Magistratura y distinguidos penalistas, estaba preparando un proyecto
modificatorio del Código Penal, dando cuenta que dicha Comisión había terminado el estudio correspondiente, por
lo que el Gobierno someterá en el curso del presente año esa iniciativa a la consideración del Congreso Nacional
(Pág. 231).

Posteriormente, el Presidente Frei anunció en su Mensaje presidencial de 1967 que "El Instituto de Ciencias
Penales ha sido requerido por el Ministerio de Justicia para el estudio de un nuevo Código Penal que sustituya al

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 71 de 205

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actual, con más de noventa años de vigencia, y el encargo ha sido aceptado, en principio, para ser acometido
apenas termine la elaboración del Código Penal tipo para América Latina, lo que se espera para el primer semestre
del presente año" (Pág. 258).

En el año 1976, el General Augusto Pinochet, decía que "La Comisión de estudio y reforma del Código Penal ha
continuado la revisión de nuestro centenario Código Penal, para adecuar sus múltiples virtudes a las exigencias de
las formas de la vida actual. Asimismo la Comisión ha demostrado vivo interés en adecuar el Código Penal Chileno
a las normas que se contemplan en el proyecto de Código Penal tipo latinoamericano" (Pág. 470).

Podemos apreciar que estas citas están referidas a situaciones acontecidas durante casi medio siglo, no existiendo
una real voluntad para adecuar las normas penales, sean en cuanto a los tipos penales como a la penalidad de los
delitos comunes, de acuerdo a exigencias modernas, a las nuevas modalidades delictuales, a la crueldad delictual,
al perfeccionamiento y profesionalismo de los delincuentes, así como la audacia en la comisión de los hechos
punibles, que van produciendo un temor generalizado en la población.

Por ello, si bien medidas como las que se incluyen en la modificación de la ley N° 18.314 tienden a cumplir con una
condicionante a la rehabilitación, reinserción o reconciliación de la comunidad nacional, no es menos cierto que no
podemos continuar legislando en forma parcial en una materia de tanta trascendencia, y que se proceda a la
revisión integral de la legislación penal, debiendo establecer en el Código Penal todas las figuras delictuales,
incluyendo las propias del Código de Justicia Militar, como capítulo especial de

dicho Código, con lo cual se seguiría la orientación general en esta materia.

En consecuencia, votaré favorablemente el proyecto en discusión.

He dicho.

El señor LONGTON.-

Señor Presidente, en relación con el proyecto de ley que estamos tratando y que tiene una enorme trascendencia
en el desarrollo de nuestro proceso institucional democrático, quisiera hacer algunas observaciones y reflexiones.

No debo dejar pasar graves aseveraciones hechas en esta Cámara por los Diputados señores Aylwin y Naranjo,
quienes se oponen a este proyecto, dando argumentos que no nos pueden dejar indiferentes por su implicancia
presente y futura en el desarrollo y perfeccionamiento de nuestra democracia.

En primer lugar, el Diputado Aylwin afirmó que "la violencia y el terrorismo que afectan a nuestra sociedad son
consecuencias de los traumas dejados por 17 años en que se practicó sistemáticamente el terrorismo de Estado", y
añadió que esto lo reconoce el informe Rettig.

Olvida el Diputado que el informe que alude, en su introducción señala: "En algunos sectores de la Izquierda, el
planteamiento de la nueva actitud se relaciona principalmente con la Revolución Cubana. Ella puso en primer plano
la "vía armada" para conquistar el poder. Incluso, uno de sus hombres más importantes y de mayor influencia
ideológica y arrastre personal en el resto de América Latina, Ernesto Guevara, declaró y fundamentó ser ese el
camino, el de enfrentamiento, el único real. Consecuentemente, en su propuesta los otros caminos -por ejemplo, el
democrático o electoral; el de la propaganda política y doctrinaria; el de las reivindicaciones y luchas sociales; el
parlamentario, etcétera- eran sólo complementos de aquel o, si no se les daba tal carácter, meras ilusiones".

El grupo político que entre nosotros asumió más tempranamente estas ideas de Guevara fue el Movimiento de
Izquierda Revolucionaria (MIR), fundado en 1965 y que en 1986 pasó a la clandestinidad; desde ella ejerció
acciones armadas y preparó la conquista insurreccional del poder. No adhirió a la Unidad Popular y minusvaloró la
campaña electoral de 1970, que concluiría con el triunfo de aquélla.

En la Unidad Popular, también existieron gestores considerables de ideología igual o parecida a la del MIR. Desde
luego, el Partido Socialista la adoptó oficialmente en el congreso de Chillán (1967) y la reafirmó en el de La Serena
(1971) -cuando ya estaba en el poder con la Unidad Popular-, eligiendo una mayoría del Comité Central y un
Secretario General que creían firmemente en la inevitabilidad del enfrentamiento armado.

Es cierto que, por más de treinta años, el Partido Socialista había tenido una inserción plena en la política

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 72 de 205

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democrática. Es cierto que, aun después de 1967, hubo en su seno fuertes corrientes de igual orientación. Es cierto
que la práctica de la violencia política por parte de sus militantes fue mucho menor que la del MIR. Pero también es
cierto que su discurso político y actuaciones lo asemejaban a aquel, más que al antiguo Partido Socialista.
Posteriormente, hace referencia a la violencia de los grupos de extrema Izquierda, que comienzan a validarse en la
década de los 60, como fueron el Grapo y el MIR, por ejemplo, y que en el Gobierno de Eduardo Frei costó la vida
del entonces Ministro del Interior, Pérez Zujovic, las tomas de predios y la violencia desatada en nuestros campos.
No sé si el Diputado Aylwin también piensa que en esa época había terrorismo de Estado.

Afirma también el colega Aylwin que "el sentimiento de lealtad es un valor muy importante dentro de nuestra
convivencia y que intentar destruirlo, aunque sea en nombre de uno superior, como es la lucha contra el
terrorismo, no producirá resultados prácticos y destruirá el sentido ético de la lucha contra el terrorismo.

Preocupante son tales conceptos del colega Aylwin. En la prelación de valores o valores prioritarios, el derecho a la
vida y a la propiedad privada, derechos contra los que atenta permanentemente el terrorismo, pasan a ser
secundarios para él, ya que es más importante la lealtad, pero ¿lealtad a qué?. A permitir guardar silencio, a la
omisión aun teniendo posibilidad, quien tiene la información, de evitar el aniquilamiento de una vida. La escala de
valores del Diputado Aylwin es, sin lugar a dudas, de una sociedad distinta a la nuestra, que no atinó a encontrar.

Finalmente, afirma el colega Aylwin que "Existen grupos que optaron por determinadas soluciones en un momento
político de suma crueldad y que hoy están en un proceso de reflexión..." ¡Otra paradoja! Yo le quiero preguntar al
Diputado señor Aylwin: ¿Aceptaría que aquellos agentes de Estado que dice que ejercieron sistemáticamente el
terror durante 17 años, reflexionaran y se arrepintieran? Tengo serias dudas.

Capítulo aparte merecen las palabras del Diputado señor Naranjo. Si las del Diputado Aylwin son paradójicas, las
de este colega son insólitas.

Afirma: "Considero que este proyecto es irritante, ya que en alguna medida busca la aniquilación y la destrucción
de estos grupos que, aunque tengan posturas equivocadas y hayan asumido acciones violentas, no llegarán a buen
término". Por supuesto, colega señor Naranjo, este proyecto pretende terminar con estos grupos violentistas; no
rendirles un homenaje, como Su Señoría pretende.

También el colega señor Naranjo hace toda una relación defendiendo y justificando la violencia, al decir que no es
lo mismo asumir posiciones violentas en un país en democracia que en dictadura; en un país desarrollado que en
desarrollo; en el derroche que cuando se tiene hambre; cuando se tiene libertad que cuando ella se pierde. No,
colega. La violencia siempre es condenable, repudiable, y no debe ser tolerada ni aun en circunstancias
extraordinarias, y la Iglesia, a la cual Su Señoría parece respetar, por lo menos -ésa es la impresión que tengo-,
siempre ha condenado la violencia y propagado la paz, el entendimiento y el amor entre los hombres, el Estado y
la sociedad.

Hay doctrinas e ideologías que predican el odio y la violencia. No se construye una sociedad justa sobre la
injusticia. No se construye una sociedad que merezca el título de humana, dejando de respetar y, peor todavía,
destruyendo la libertad humana, la vida, negando a los individuos las libertades más fundamentales.

El Mensaje del Ejecutivo expresa que es tarea prioritaria del Gobierno asegurar a la nación el desarrollo normal y
pacífico de las actividades propias de cada ciudadano y el pleno ejercicio de sus derechos, y que resulta esencial
desterrar de nuestra patria la violencia y el terrorismo. Por lo anterior, las modificaciones que se proponen al
Código Penal y a la ley N° 18.314, son adecuadas, oportunas y serán, sin lugar a dudas, eficaces. Sus detractores
nunca han levantado la voz para repudiar el terrorismo. Ellos representan a un sector de la extrema Izquierda
política del país que ha tenido constantemente un doble juego: practica la desinformación, la mentira infinitamente
más exigente, porque la ideología obliga a modificar sin cesar la imagen del mundo en función de la misión que se
quiere tener. En Chile, hace año y medio, alentaban a los terroristas; hoy los llaman "grupos de reflexión", como si
los chilenos fuéramos estúpidos.

La ideología de esta Izquierda es la principal fuente de perturbación de la información, porque precisa de una
mentira sistematizada, global y no solamente ocasional. Para permanecer intacta debe defenderse sin tregua del
testimonio de los sentidos y de la inteligencia, de la misma realidad. Esa lucha agotadora lleva a aumentar, de día
en día, la dosis de mentira requerida para hacer frente a las evidencias que se desprenden de lo real e inexorable.

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He dicho.

El señor MUÑOZ BARRA.-

Señor Presidente: el vocablo "delación" se define como "acusación o denuncia", la palabra "compensada" como
"indemnización pecuniaria". Jurídicamente, la compensación es un modo de extinguir obligaciones vencidas.

La delación compensada viene a dar alguna cosa o hacer un beneficio en resarcimiento del daño.

En suma: a la persona que proporciona a la justicia los nombres y propósitos de una organización o entidad
terrorista recibe en compensación una rebaja en su pena original y protección para él y su familia.

Axiológicamente no estamos, como algunos creen, en presencia de un acto éticamente reprochable. En efecto,
toda organización terrorista es intrínsecamente ilícita e inmoral.

El miembro que denuncia o acusa a sus compañeros se pone al servicio del derecho y la moral, para erradicar una
fuente de destrucción del patrimonio nacional.

El artículo 19 de la Constitución Política prescribe: "El derecho a la vida y a la integridad física a todas las
personas".

En este mismo contexto, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, denominada "Pacto de San José de
Costa Rica", ratificada por el actual Gobierno de Chile, el de 5 de enero de 1991, señala en su artículo 4°: "Toda
persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del
momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente".

El terrorista es una persona proclive a la esquizofrenia, que no siente respeto por la vida humana. Su código moral
es: "El fin justifica los medios".

Por consiguiente, el principio moral enunciado por Kant de que ningún ser humano puede ser utilizado como medio
para un fin es conculcado por las organizaciones terroristas.

Nadie puede pretender gozar de impunidad, cuando infringe el ordenamiento jurídico fundamental: la Constitución
Política de la Nación.

Algunos detractores de la delación compensada suelen confundirse en el enunciado semántico de ésta


significación. Por de pronto diremos, enfáticamente, que fue mal escogida, ya que sugiere un acto inmoral, sin
serlo.

Por eso recomendamos eliminar este enunciado para reemplazarlo por otro, como denuncia legítima o cualquier
otro que decante la semántica peyorativa.

Decíamos que los detractores de esta idea suelen argumentar diciendo que si se busca construir un país que
quiere dejar atrás el odio, la persecución, el soplonaje, el espionaje y queremos construir una sociedad basada en
la verdad, la transparencia y el pleno respeto a los derechos humanos de las personas, no cabría una norma legal
como la propuesta.

Esta argumentación es una falacia.

Democracias señeras en el mundo de hoy, como Estados Unidos, Alemania, Francia, Suecia, España, consagran en
normativa jurídica punitiva esta institución.

Su basamento filosófico y axiológico no es otro que el respeto a la vida humana, que es, jerárquicamente, el más
alto valor en conflicto con un antivalor como el terrorismo y sus diversas modalidades y manifestaciones.

El terrorista que denuncia o acusa, lo hace motivado por un principio moral superior. Además, psicológicamente,
puede significar todo un proceso de rehabilitación moral y psiquiátrico.

El terrorista y su organigrama estructural representan la alienación y la distorsión de los valores; postula una
sociedad que justifica la coactividad y la violencia, como forma unívoca de lucha para instaurar su ideología

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política, negando toda opción pluralista al diálogo y a la democracia.

El pensamiento de la dignidad consiste en reconocer que el hombre es un ser que tiene fines propios que cumplir
por sí mismo, o, lo que es igual, diciéndolo en una expresión negativa, -la cual tal vez resulta más clara- el hombre
no debe ser un mero medio para fines extraños o ajenos a los suyos. Aunque esta formulación evoca unas palabras
de Kant, ella no está de ninguna manera ligada necesariamente a la doctrina de ese filósofo, porque Kant, al definir
la dignidad del hombre, no expresó una peculiaridad de su sistema, sino que, al sostener que el hombre es un fin
en sí mismo, un auto fin, con ello presentó de modo claro y conciso una idea que estaba generalmente aceptada
desde muchos siglos antes, una idea que aparece en el Viejo Testamento y que adquiere máximo relieve y posición
central en el mensaje cristiano del Evangelio.

Se ha dicho que la vida biológica del hombre no es un derecho sino que es un hecho. Es ambas cosas, pues el
hecho de la vida biológica del hombre constituye a la vez la base de un derecho a la protección y defensa de ese
hecho. La vida biológica del hombre, que desde luego es un hecho, constituye algo más que un mero hecho,
comparado con los demás de la naturaleza. Es también un derecho. Esto quiere decir que socialmente el hombre
tiene el derecho a no ser privado injustamente de la vida, a que ésta no sufra ataques injustos del prójimo o del
poder público. E, incluso, según las interpretaciones que a este derecho se dan en nuestro tiempo, puede llegar a
significar algo más: que el individuo tiene el derecho a ser ayudado por la sociedad a defenderse de los peligros
procedentes de la sociedad.

El derecho de todo ser humano a que los demás individuos o grupos no atenten "injustamente" contra su vida ni
contra su integridad corporal o contra su salud lo es por dos razones: en primer lugar, porque es obvia la justicia de
la legítima defensa de la autodefensa, cuando eventualmente no está presente un órgano del Derecho para hacer
efectiva la protección; y, en segundo lugar, porque hay también el problema del llamado "caso de necesidad".

Desde esta perspectiva, los gobiernos democráticos deben, en este afán de proteger los derechos humanos,
arbitrar mecanismos para eliminar todo intento desalmado del terrorismo, y una de las modalidades es incentivar
al propio terrorista arrepentido para que, junto con coayudar a su recuperación psíquica, proporcione mediante la
delación compensada, los datos que permitan erradicar definitivamente de nuestra Patria el terrorismo, lacra de la
sociedad contemporánea.

Por estas consideraciones, propiciamos esta modalidad, mal denominada semánticamente "delación compensada",
como un mecanismo digno de ser consagrado en la legislación penal antiterrorista.

He dicho.

El señor TOHA.-

Señor Presidente, Honorable Cámara:

La violencia y el terrorismo se han convertido en uno de los flagelos más terribles en la actualidad, que ha
afectado, en mayor o menor grado, a la mayoría de la sociedad moderna.

Chile, desgraciadamente, no ha quedado libre de su indeseable presencia y dramáticos efectos.

Extenderse sobre las causas que lo originan daría lugar a un largo e intenso debate por lo complejo de los
elementos que en él inciden; pero, en general, podemos decir que en los países que lo sufren haya algunos
factores comunes y otras variables que hacen que algunas personas, ya sea en forma individual u organizadas en
grupos, recurran a prácticas tan deleznables con el objeto de lograr sus propósitos.

Al enfrentar el problema del terrorismo, no podemos dejar de considerar el período histórico en que estamos
viviendo, en que estamos mancomunados para lograr un pacífico tránsito hacia la democracia, después de un largo
período de gobierno autoritario.

Esta situación puede originar equivocadas y repudiables acciones de violencia, sustentadas por diferentes
motivaciones, ya sea venganza hacia personas identificadas con los atropellos a los derechos humanos, prácticas
tendientes a acelerar procesos sociales y políticos, o acciones destinadas a exterminar ideologías o partidos
contrarios a los sustentados por quienes recurren al terrorismo.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 75 de 205

Discusión en Sala

Frente a este fenómeno, el gobierno democrático ha asumido una actitud consecuente con su responsabilidad de
asegurar la normal convivencia nacional en un ambiente de paz y tranquilidad.

Dicha actitud representa una auténtica convicción al respecto. Refleja voluntad de cumplir con su deber y, a la vez,
es coincidente con el rechazo mayoritario de los chilenos frente al terrorismo y a su exigencia ante las autoridades
para que terminen con este flagelo y garanticen el ambiente pacífico que anhela la ciudadanía para poder
desarrollarse y vivir armónicamente.

Un gran avance en la lucha contra el terrorismo se ha logrado en la formación de la conciencia ciudadana al


repudiar la violencia y reconocer la necesidad de que tanto el Gobierno como los organismos judiciales y policiales
deben encontrar los mecanismos más eficaces y acordes con la ética, y contar con el respaldo de la gente, para
vencerlo.

Hay conciencia mayoritaria, también, de que la lucha contra el terrorismo no debe ser sólo represiva o judicial, sino
que se debe crear el ambiente adecuado para aislar políticamente al terrorista, para lo que es imprescindible una
campaña formadora de conciencia y educativa a todo nivel, desde la más temprana edad, reforzándola
especialmente en los medios de comunicación de masas, como en la televisión, que tanta influencia puede tener
en los jóvenes y que, muchas veces, en vez de crear una actitud adversa a la violencia, la fomenta
imperceptiblemente a través de películas o programas que la exaltan.

En esta lucha, la eficacia necesaria debiera lograrse con métodos que, junto con respetar nuestra idiosincrasia y
los valores apreciados por los chilenos, no violenten los principios morales, pues, aunque se tuviera un éxito parcial
en la solución del problema, podría también provocar efectos no deseados, como reacciones violentas contra
posibles arrepentidos o delatores.

Creo que más aceptable éticamente sería no la delación por una posible recompensa, sino el lograr una actitud
positiva que induzca al terrorista a abandonar el camino de la violencia y a anhelar su reinserción en la sociedad,
contribuyendo a prevenir o a evitar hechos terroristas.

Es necesario ofrecer caminos, alternativas y protección a los miembros de organizaciones terroristas que deciden
repudiar su actitud pasada y abandonar la organización, pues si ellos no ven una salida posible no podrán iniciar
una nueva vida e insertarse en la sociedad.

Para concluir me pregunto, ¿si hiciéramos una encuesta nacional sobre la aceptación o rechazo a la delación, el
resultado respaldaría el acto delatorio? Nuestra reciente experiencia histórica da pruebas de la degradación moral
a que pueden conducir prácticas similares.

Junto con reafirmar mi rechazo más categórico y sin ambigüedades al terrorismo y a la violencia, pues ellos
atentan contra los derechos y la vida de las personas y a pesar de reconocer que experiencias de otros países
pueden avalar la práctica de la delación compensada, considero que por las circunstancias históricas que vivimos,
el respeto a nuestra idiosincrasia, la falta de mecanismos que permitan resguardar e insertar en la sociedad a las
personas que pudieran recurrir a esta práctica, y teniendo dudas de la validez moral de la delación compensada,
he decidido abstenerme frente a este proyecto.

He dicho.

El señor REBOLLEDO.-

Señor Presidente, Honorables colegas, estamos frente a un proyecto cuyos fundamentos, expresados en el
mensaje, creo que compartimos todos quienes integramos esta Cámara.

No tengo dudas de que todos estamos firmemente interesados en desterrar la violencia y el terrorismo, como una
condición básica e indispensable para asegurar a los ciudadanos el desarrollo normal y pacífico de sus actividades
y el pleno ejercicio de sus derechos. Sin embargo, el debate que hemos tenido pone de manfiesto que las medidas
propuestas admiten puntos de vista diversos, ciertamente legítimos, acerca de ese soporte jurídico, sus
connotaciones éticas y su propia eficacia.

Creo, por consiguiente, que abordamos un debate legítimo y complejo, que en su propia naturaleza debiera
sustraernos de argumentos que, de algún modo, compartan alguna forma de descalificación de las diversas

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 76 de 205

Discusión en Sala

posiciones. Ello, frente al emplazamiento hecho a las bancadas de la Concertación por los colegas Espina y
Chadwick en cuanto a aprobar el proyecto, sugiriendo que la línea divisoria de quienes tienen una efectiva
disposición de luchar contra el terrorismo y de quienes no la tienen pasa por medio de quienes puedan votar a
favor o en contra de este proyecto.

De la misma forma, quiero señalar que me parece inadecuada la línea argumental de algunos colegas de mi
bancada, en el sentido de que las medidas propuestas por el proyecto comportan una inmoralidad intrínseca.
Podemos tener diversos puntos de vista sobre las complejidades políticas, jurídicas y éticas de este tema, pero
quiero decir que el Gobierno del Presidente Aylwin no propone inmoralidades.

Dicho esto, voy fundar mi voto favorable al proyecto y me haré cargo de algunos de los argumentos que se han
esgrimidos para objetarlo.

Básicamente, se proponen exenciones o rebajas de penas, o ambos beneficios a la vez, a terroristas que se
disocien de la organización a la que pertenecen y que colaboren con la acción de la justicia, entregando
información que permita prevenir futuros actos terroristas o contribuya a desarticular la banda de que se trate.

Apoyo estas medidas y votaré a favor, porque tengo la convicción profunda de que sirven al propósito y
fundamento expresados en el mensaje.

Desde el punto de vista jurídico, las proposiciones del proyecto se inscriben en la doctrina universalmente
consagrada de atenuar la responsabilidad penal del delincuente que colabora con la acción de la justicia.

Desde un punto de vista ético, está al servicio de valores superiores, como lo son la paz, la erradicación de la
violencia y la protección de los derechos humanos de los ciudadanos, y abre una puerta efectiva al arrepentimiento
y abandono de la violencia por quienes la están practicando.

Desde un punto de vista político, promueve y favorece, abriendo un camino eficaz, la reinserción de personas que
abandonan la violencia y decidan integrarse a la sociedad.

Finalmente, desde el punto de vista de la eficacia policial para combatir el terrorismo, se abre un mecanismo para
obtener información indispensable, que sería imposible de obtener por otras vías que no sean la guerra sucia, y la
represión violatoria de los derechos humanos que conocimos en el pasado con sus latrocinios intolerables.

Quiero hacerme cargo, señor Presidente, de los argumentos que se han dado en el debate para objetar este
proyecto.

Vislumbro en las intervenciones de los colegas que se han pronunciado en contra, cuatro líneas de argumentación:

Se ha desarrollado una argumentación que me ocasiona cierta dificultad porque, en cierto modo, desde un punto
de vista relativiza la reprochabilidad moral de la violencia terrorista que el país está viviendo.

Yo lo entiendo así cuando se nos interpela por algunos Diputados a entender el "contexto" en que surgió la
violencia en Chile, o se señalan casos como que "no es lo mismo asumir posiciones violentas en un país
desarrollado que en uno en desarrollo".

Yo no puedo compartir esta línea de argumentación. No existe otra posibilidad de analizar definitivamente la
violencia de la sociedad chilena y ganar una paz sólida para todos que no sea asumir toda la premisa moral,
jurídica y política de que aquella es inaceptable y absolutamente reprochable siempre

Debemos tirar por la borda, unos y otros, la teoría del "contexto" para explicar lo inexplicable.

Ha rechazado por inaceptable la teoría del "contexto" con que sectores políticos han pretendido explicar los tres
mil asesinatos de chilenos por los Servicios de

Seguridad de la dictadura, denunciadas en el Informe Rettig.

De la misma forma, quiero decir que ningún "contexto" puede llamamos a utilizar la inmoralidad de ninguno, ni
siquiera de uno solo de los asesinatos por acciones terroristas sucedidos en el país desde el 11 de marzo de 1990

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 77 de 205

Discusión en Sala

hasta la fecha.

Por consiguiente, la base suficiente para impulsar este proyecto por el Gobierno es la argumentación ético-jurídica
de que el terrorismo es un delito gravísimo, una lacra moralmente inaceptable y, como ha señalado el señor
Ministro de Justicia, contraría a los derechos humanos en todo sentido, que debemos combatir con toda energía.

En segundo lugar, se ha sostenido que la figura propuesta en el proyecto sería o comportaría una suerte de
anormalidad jurídica, sin soporte doctrinario sólido.

Creo que el informe a la Sala del Diputado Espina es suficientemente ilustrativo sobre el punto y deja claro que no
es así.

Sin embargo, creo que no está de más señalar, como ya lo he dicho, que obviamente la figura propuesta se
inscribe en la doctrina que en materia penal sustenta la atenuante de responsabilidad del que colabora con la
acción de la justicia.

A mayor abundamiento, baste recordar que una figura similar está contemplada ya en nuestra legislación, por
ejemplo, en el artículo 8Q de Código Penal que consagra la impunidad para quien desiste de la ejecución de un
crimen o simple delito que estaba en fase de conspiración o proposición, con tal que lo denuncie a la autoridad.

De la misma manera, el artículo 23 de la Ley de Seguridad Interior del Estado rebaja la pena de quien siendo
responsable de un delito penado en la ley revela antecedentes útiles para la comprobación del cuerpo del delito,
individualización de los culpables o frustración de sus propósitos.

Asimismo, es conocido por los Honorables Diputados el hecho de que la legislación de países que han enfrentado el
fenómeno terrorista, como Francia, Alemania, España o Italia, con modalidades parecidas, han consagrado
instituciones como el testigo de corona o "terrorista arrepentido", que buscan favorecer la disociación de personas
de las bancadas terroristas y la atenuación de responsabilidad penal por colaborar con información a la acción de
la justicia.

Dicho sea de paso, en Italia y España estas legislaciones han contribuido eficazmente a sus propósitos.

En tercer lugar, se ha cuestionado, desde un punto de vista ético, inducir a la declaración, porque se sustenta en
quebrantar el valor de la lealtad.

Yo, en esto, quiero ser muy claro. No es posible, señor Presidente y Honorables colegas, desde mi punto de vista,
separar el principio de la lealtad del soporte moral de la causa a que se sirve.

La lealtad no es un valor moral en sí mismo, o abstracto. Hay lealtad con buenas causas y lealtad con malas
causas. Que me perdonen los colegas que han esgrimido este argumento, pero puedo discernir moralmente para
señalar que no es lo mismo, para los efectos de los valores esenciales que sustenta nuestra sociedad, la lealtad de
sus Oficiales con el General O'Higgins, que la de sus sicarios con Pablo Escobar, o la lealtad de sus Oficiales con el
Capitán Prat, en la Esmeralda, que la de sus pistoleros con Al Capone, en Chicago, en los años 30.

Es imperativo discernir moralmente en cada caso, y en el hecho lo que pone en juego una institución como la del
arrepentimiento eficaz de este proyecto, es un conflicto entre dos lealtades de rango moral distinto: la lealtad de
un terrorista con la banda a que pertenece, que es la que permite la preservación del juego terrorista y la
impunidad de sus responsables, y la lealtad de esta misma persona, en su condición de ciudadano, con las
instituciones democráticas y los valores que sustenta nuestra organización social.

Vistas así las cosas, yo jamás podría tener un reproche moral por las disposiciones legales que permitieran la
desarticulación de las Brigadas Rojas, en Italia, cuando esa sociedad se estremeció hasta sus cimientos, en 1978,
con el asesinato del Aldo Moro, que abrieron paso a que miembros de esa banda colaboraran con la acción de la
justicia.

Tampoco podría merecerme, ni la merece, y lo digo con toda claridad, reproche moral, una legislación que hizo
posible que Armando Fernández Larios, en un momento, optara por la lealtad con la verdad y la justicia antes que
con sus compinches y mandantes en el asesinato de Orlando Letelier, que todo el país sabe quienes son.

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Y finalmente, señor Presidente, analizando el proyecto con cierto rigor, veremos que su fundamento moral, más
que inducir a la delación a cambio de un premio, lo que hace es abrir un cauce legal al arrepentimiento y
disociación de una persona para participar en una organización terrorista, a partir de una decisión unilateral qué
nace voluntariamente en su conciencia.

En cuarto lugar, se ha objetado el proyecto porque carecería de eficacia para combatir el terrorismo.

Creo, señor Presidente, que al contrario de quienes han sostenido esto, el proyecto y las figuras en él consagrados
son esenciales para la eficacia de la única lucha posible contra el terrorismo en un Estado de Derecho, porque
obviamente estamos por luchar, por erradicar el terrorismo de nuestra sociedad dentro de las reglas del Estado de
Derecho, ya vivimos los chilenos lo que significó: servicios policiales opresivos, actuando al margen de la ley,
violando los derechos humanos y la comisión de latrocinios intolerables para obtener información.

La desarticulación de la democracia, y respetando los derechos humanos de las organizaciones terroristas, sólo
puede avanzar con eficacia a partir de una acción policial fuertemente sustentada en el trabajo de información o
inteligencia.

Yo les pido a los distinguidos colegas que han objetado la eficacia del proyecto, que respondan dos preguntas:

1. ¿Existen alternativas policiales eficaces y éticamente aceptables para luchar contra el terrorismo en un Estado
de Derecho sin la obtención de información adecuada?

La respuesta, obviamente, es no.

2. ¿Es posible avanzar en la obtención de esta información si ella no proviene de quienes integran o colaboran con
las organizaciones terroristas?

La respuesta es, obviamente, no.

Ello pone de manifiesto no sólo la eficacia sino la propia necesidad de este proyecto para viabilizar una acción
antiterrorista eficaz en el marco de la ley y el respeto a los derechos humanos.

Por todas estas razones, señor Presidente, y profundamente convencido de que se trata de un proyecto
jurídicamente sustentable, moralmente aceptable y que crea mecanismos eficaces para combatir el terrorismo en
una sociedad democrática, facilitando la reinserción de quienes abandonen la violencia, es que voy a votarlo
favorablemente.

He dicho.

El señor VELASCO.-

Señor Presidente:

"La que esta noche se inicia es casi plenamente paz. Pero no es todavía la paz completa, porque lo que comienza
es una tregua; porque aún están en trámite -aunque con excelentes augurios- acuerdos con otras formaciones
alzadas en armas; y porque, sobre todo, mientras subsistan las injusticias sociales no habrá la "paz en la tierra a
los hombres de buena voluntad" que predica el Evangelio, puesto que siempre se supo que paz es el nombre de la
justicia".

He querido reproducir estas hermosas expresiones del Presidente Belisario Betancur, de Colombia, que
pronunciara el 27 de mayo de 1984, víspera del inicio de la tregua pactada con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de ese hermano país, que tantas víctimas y dolor causaron al pueblo colombiano, y que cobran
vigencia en este momento de Chile cuando todos estamos empeñados en alcanzar la plena pacificación ciudadana,
tratando que todos los grupos terroristas que han actuado y actúan aún en nuestro país depongan su actitud de
muerte y terror en su búsqueda de la justicia por caminos torcidos, y se reinserten en la normalidad política-
institucional, con preeminencia del Derecho y la autoridad del Estado. Porque sólo así haremos posible el definitivo
triunfo de la democracia en nuestra patria y su estabilidad para siempre.

El Gobierno del Presidente Aylwin ha enfrentado, desde que asumió el poder, la solución del problema de los

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 79 de 205

Discusión en Sala

grupos terroristas, buscando a través de diversas iniciativas terminar con su acción criminal: las reformas a la ley
sobre conductas terroristas, la Ley de Seguridad Interior del Estado, el Código de Justicia Militar, el Código Penal y
otros cuerpos legales que tienen relación con la delincuencia. En relación con el problema carcelario, se dictó la ley
de indultos que permitió disminuir la población penal en 1.600 personas. Asimismo, patrocinó el proyecto de
aumento de las dotaciones de Carabineros, Investigaciones y Gendarmería, las reformas a la legislación sobre los
delitos de hurto y robo, la ley sobre Ministros Suplentes, la ley sobre legítima defensa calificada; etcétera.

Hoy pretendemos, perfeccionando nuestra legislación, sancionar la posibilidad de desarticular las organizaciones
terroristas, no para legitimar la delación, como aquí se ha dicho, sino para permitir que el delincuente arrepentido
pueda reinsertarse en la sociedad.

Nadie puede oponerse a que se denuncie la existencia de acciones de narcotráfico, corrupción de menores,
contrabando; y la ciudadanía aplaudiría que participantes en dichos delitos, arrepentidos y reinsertos a su propia
conciencia moral, den cuenta a la autoridad, en forma oportuna, de los planes delictivos, impidiendo con ello la
consumación delictual. Lo mismo, en los casos de terroristas arrepentidos.

Debemos legislar sobre esta materia, contemplar rebaja de penas, suspensión de condenas para todos aquellos
que han resuelto colaborar con la justicia informando sobre la organización terrorista, individualizando a sus
miembros y entregando antecedentes relevantes para impedir su acción.

Mas, señor Presidente y Honorable Cámara, con espíritu cristiano y con verdadera caridad, debemos agotar todos
los medios posibles de persuasión para que esos compatriotas nuestros equivocados, que tal vez sinceramente
buscan con sus métodos violentos alcanzar la justicia social para nuestro pueblo, retomen el camino de la
democracia, que se reinserten a nuestra sociedad porque también tienen un lugar. Y así todos, en un intento
sereno y responsable, busquemos cómo superar todas las dificultades que existan para lograr un mundo más libre,
más justo, más solidario.

He dicho.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, los desafíos que presenta la seguridad ciudadana son variados y complejos, y exigen, para
enfrentarlos, la participación y colaboración de todos. El país ha manifestado su preocupación y alarma ante la
acción persistente de la delincuencia y del terrorismo.

El Supremo Gobierno, recogiendo este sentir ciudadano, envió al Congreso Nacional un proyecto de ley que
incorpora al Código Penal el delito de omisión y modifica la ley Ne 18.314, que determina conductas terroristas.

Lamentablemente, la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, rechazó la incorporación en el Código Penal


del delito de omisión, hecho que nos ha llevado a presentar una indicación para reponer dicha figura. Nuestro
Derecho contempla la responsabilidad por omisión en diversas disposiciones, y la propia definición de "delito" la
considera entre sus elementos constitutivos al decir: "es toda acción u omisión penada por la ley".

El proyecto sanciona a quien, pudiendo hacerlo y sin riesgo propio o ajeno, no impida un delito contra la vida, la
integridad corporal, la salud y la libertad de las personas. Se trata de obtener la participación activa de la
comunidad en la lucha contra la delincuencia y terminar con la conducta de mero observador, en circunstancias de
que, sin exponerse a recibir un daño, pudo evitar la preparación o consumación del hecho ilícito. Las normas que
regulan las conductas no sólo deben establecer prohibiciones, sino deberes positivos que vayan en protección de
los derechos esenciales de las personas.

Las reformas a la ley de conductas terroristas tienen como objetivo desarticular, desmantelar a las asociaciones,
grupos o bandas terroristas.

En Italia, Francia, Alemania y España se han establecido diversas normas para incentivar el abandono voluntario de
actividades delictivas, eximiendo de sanción o rebajando la pena, en su caso, a quien se presente a las autoridades
confesando los hechos en que hubiere participado, siempre que el abandono por el culpable de su vinculación
criminal hubiere evitado o disminuido sustancialmente una situación de peligro, impidiendo la producción del
resultado dañoso o coadyuvando eficazmente a la obtención de pruebas decisivas para la identificación o captura
de los responsables.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 80 de 205

Discusión en Sala

Los opositores al proyecto sostienen que la delación es contraria a los principios propios de nuestro pueblo; que el
terrorismo en nuestro país tuvo un origen justificable al haberse organizado para lograr cambios políticos; que las
reformas propuestas atentan en contra de las organizaciones populares, dejando en la impunidad las acciones de
los terroristas de Estado.

Olvidan los detractores que el terrorismo, cualquiera que sea su origen o motivación, es intrínsecamente perverso,
cruel e inmoral; que es necesario desarticular estas instituciones terroristas; que el legislador debe considerar la
situación del arrepentimiento eficaz; que debe estimularse el abandono de los grupos terroristas; que es obligación
de toda la comunidad evitar la consumación de delitos terroristas que causan muerte y daño a víctimas inocentes;
que la verdadera lealtad debe siempre construirse en hechos lícitos, en valores, y no transformarse en complicidad
o encubrimiento.

La lucha contra el terrorismo requiere no sólo de un enfoque represivo o judicial. Es necesario aislar políticamente
al terrorista; debe facilitarse la entrega de las armas; deben darse facultades a la policía que le permitan actuar
frente al terrorista que desee colaborar; debe considerarse la situación del terrorista arrepentido.

El proyecto establece, en primer lugar, la disociación y confesión, y exime de sanción al que, sin haber cometido
otro delito, se disocie de la asociación ilícita terrorista y voluntariamente entregue o revele a la autoridad
información, antecedentes y elementos de prueba que sirvan eficazmente para prevenir, impedir la perpetración o
consumación de delitos terroristas o para desarticular la asociación.

En segundo lugar, faculta al juez para rebajar la pena al que haya tenido participación en otros delitos, se disocie y
colabore con la justicia.

En relación con el condenado que se disocia, confiesa y proporciona antecedentes y pruebas para acreditar delitos
y determinar responsabilidades, el juez queda facultado para suspender condicionalmente la pena.

Se incorpora a nuestra legislación penal la institución de la suspensión condicional de la pena. Esta institución, que
representa un gran avance, estaba considerada exclusivamente en nuestro Derecho para el caso de las faltas, y es
aplicada en determinadas circunstancias por los jueces de policía local.

Este beneficio consiste en suspender el cumplimiento de la sentencia por un tiempo determinado, y si en este
período no se incurre en nuevos delitos, queda perdonada la sanción. Si, por el contrario, comete otras acciones
delictivas, deberá cumplir la pena suspendida y las nuevas condenas que se le impongan.

El proyecto establece un período de suspensión equivalente a los 2/3 del tiempo de la condena y de 20 años si la
pena fuere de presidio perpetuo o de muerte.

Las iniciativas analizadas representan un avance, una modernización de la legislación penal en la lucha contra el
terrorismo y la delincuencia, que ha pretendido entronizarse en nuestra sociedad.

He dicho.

El señor DEVAUD.-

Señor Presidente, Honorable Cámara:

Ciertamente, en el debate generado en la Cámara sobre la modificación legal que admite la delación compensada,
creando una excusa legal absolutoria, una atenuante especialísima de responsabilidad penal y una medida
alternativa de parte de la pena restrictiva o privativa de libertad, se han expresado los fundamentos técnicos de
quienes apoyan el proyecto, como de aquellos que lo rechazan.

Por mi parte, habida consideración de mi voto negativo a este proyecto, quiero argumentar desde el punto de vista
de la pena y de su aplicación; y para ello, nada mejor que desarrollar un ejemplo posible que, en mi concepto,
evidencia un tratamiento injusto.

Así, si un grupo terrorista decide la eliminación de tres personas, por medio de tres ejecutores distintos y en
distintos lugares, puede darse la siguiente situación: 1) Que uno de los ejecutores logre realizar su designio
criminoso, consumando el delito de homicidio en la persona que se propuso. 2) Que los otros dos terroristas no

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 81 de 205

Discusión en Sala

hayan logrado su propósito, sino que su delito haya sido en grado de tentativa. 3) Que el primero de los ejecutores,
que logró la consumación y agotamiento de su designio criminoso, negocie su condena, denunciando a los otros
dos que llegaron hasta el grado de tentativa, y cumpla con las exigencias del tipo ' penal que se propone en el
proyecto, esto es, que entregue o revele información o ayude eficazmente a la desarticulación de la asociación
ilícita terrorista, o parte de ella, y se disocie de la misma. 4) Las situaciones descritas pueden significar: a) Que los
autores de delito de homicidio en grado de tentativa reciban una pena superior a la de aquel que agotó su designio
criminoso y consumó el delito de homicidio. b) Que, además de la pena rebajada en uno, dos o tres grados que
puede beneficiar al terrorista que agotó el delito, también le puede ser aplicable el beneficio de la suspensión
condicional de la pena y cumplir sólo un tercio de la pena rebajada.

Y eso significa, en definitiva, que en la situación descrita los autores de tentativa de homicidio tendrán una pena
mucho más elevada que aquel que comete el delito, lo consuma y lo agota, lo que, a todas luces, aparece como
una injusticia evidente y, por lo menos, crea la duda acerca de una eventual infracción al artículo 19, N° 2, de la
Constitución.

Estas razones, y otras que no alcanzaré a analizar, como la creación de una excusa legal absolutoria, sustentan mi
voto negativo a este proyecto de ley.

He dicho.

El señor ALVAREZ-SALAMANCA.-

Señor Presidente, hoy nos encontramos frente a un iniciativa concreta, que esperamos se apruebe por esta Sala,
para combatir eficazmente el terrorismo.

Hoy veremos en esta Sala cuán verdadera es la preocupación que todos han manifestado frente al fenómeno
terrorista.

Al terrorismo se le combate con voluntad y decisión. Espero que todos los Diputados en esta ocasión muestren esa
voluntad y esa decisión votando favorablemente el proyecto.

Hay quienes hablan permanentemente de "combate al terrorismo". Académica y retóricamente elaboran


complicadas teorías con respecto a él, pero llegado el momento de implementar leyes u otras medidas para poner
término a esta lacra social, buscan y rebuscan argumentos para no asumir actitudes drásticas frente a
delincuentes que se escudan en "utopías, pasadas de moda" para cometer sus fechorías.

Es así como en sus planteamientos, frente al drama que sufren las víctimas del terrorismo, esgrimen el argumento
de la lealtad y señalan, con total desparpajo, que es contrario a la tradición chilena el que los copartícipes de una
agrupación denuncien a quienes los acompañan en sus acciones.

Quien pueda sostener esto, no tiene la menor idea de lo que siente el chileno frente al terrorismo.

¡Qué lealtad puede existir para quienes no tienen límites morales y están dispuestos a cercenar vidas de personas
inocentes!

La memoria de quienes tienen esas peregrinas teorías acaso olvidan la indignación ciudadana que provocan
atentados tan despreciables como aquellos que afectan casi diariamente a carabineros.

Abundar en palabras está de más. Hoy se necesitan hechos por parte de todos los chilenos y voluntad decidida de
terminar con el terrorismo. Cada cual en lo suyo. Como Diputado, apruebo el proyecto.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Los Comités de la Democracia Cristiana y Radical han solicitado votación secreta.

Si le parece a la Sala, así se acordará.

Varios señores DIPUTADOS.-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 82 de 205

Discusión en Sala

¡No!

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación la petición de votación secreta.

El señor CHADWICK.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Hay que votarla, lo decide la Sala.

El señor LEAY.-

Debe haber debate.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay debate; sólo corresponde votar la petición.

El señor CHADWICK.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor CHADWICK-

Señor Presidente, corresponde abrir debate sobre el tema. Nos gustaría saber cuáles son los fundamentos de la
petición, porque no estamos en favor de ella.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Según el artículo 161 del Reglamento, no hay debate. Sólo se vota.

En votación la petición.

Si le parece a la Sala, como existe abierta mayoría para rechazar la solicitud de votación secreta, se rechazará.

Rechazada.

-Aplausos en las tribunas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Advierto a las personas que están en las tribunas que no pueden hacer manifestaciones.

Los Comités de la UDI y de Renovación Nacional solicitan que la votación sea nominal.

En votación la petición.

Si le parece a la Sala, como existe abierta mayoría para que la votación sea nominal, se aprobará.

Aprobada.

El señor Prosecretario tomará la votación.

Hago presente a la Sala que los señores parlamentarios pueden decir: sí, no, me abstengo o estoy inhabilitado. No

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 83 de 205

Discusión en Sala

hay pareos.

El señor CAMPOS.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Campos.

El señor CAMPOS.-

Señor Presidente, en la votación nominal, ¿los parlamentarios podemos fundamentar el voto?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Según el Reglamento, en la votación nominal sólo podrán fundamentar el voto por espacio de cinco minutos, cada
uno de los jefes de Comités o, en su defecto, los Diputados de su Partido, que éste designe, hasta por un máximo
de tres, por dos minutos cada uno.

En votación.

-Durante la votación.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Pizarro.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señor Presidente, se establece que cada jefe de Comité podrá fundamentar su voto, y aparte de los jefes de
Comités se puede autorizar a tres personas. Vamos a autorizar al colega Elizalde, por dos minutos.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿En vez del jefe de Comité?

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Tenemos cuatro Comités.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿Cuál es el Comité que no va a hablar de la Democracia Cristiana y que autoriza al Diputado Elizalde?

El señor PIZARRO (don Jorge).-

El Diputado señor Carrasco.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Muy bien. Tiene la palabra el Diputado señor Elizalde.

El señor ELIZALDE.-

Señor Presidente, si hoy se requieren herramientas para terminar o aminorar el flagelo terrorista, si hoy se
necesita proteger al régimen democrático y garantizar la seguridad de las personas, si hoy se desea terminar con

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Discusión en Sala

el asesinato aleve, con los rostros tapados y ocultos, de quienes son incapaces de dar la cara frente a la defensa
de sus propias convicciones, ésta es la oportunidad.

Por eso, voy a votar que sí, señor Presidente.

El señor ESCALONA-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿Está autorizado, señor Diputado?

El señor MOLINA.-

Sí.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ESCALONA.-

Señor Presidente, lamento que, aun cuando me inscribí con bastante anterioridad, no se me haya dado la palabra
en el curso de la mañana. Por lo tanto, la argumentación tendrá que producirse en el estrecho marco de dos
minutos.

Voto en contra del proyecto de ley, porque conlleva en sí un factor de desnaturalización e, incluso, de
descomposición del ordenamiento jurídico del país.

En mi opinión, el informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es unilateral, en cuanto la


comparación con otros Estados excluye algunas particularidades fundamentales. Por ejemplo, al contrario del
proyecto, la famosa legislación respecto de los arrepentidos de las "brigadas rojas", los llamados "pentitis", fue
hacia atrás. Además, su artículo principal, relativo al "arrepentimiento más eficaz", fue válido por 120 días, a partir
de la publicación de la ley.

En el caso de la República Federal Alemana, el cuerpo legal tuvo una duración de tres años y sobre él hubo una
ardua polémica, en la cual más de cien constitucionalistas de prestigio expresaron por escrito su disconformidad,
por cuanto se violaron cuatro principios básicos, por lo menos, del ordenamiento jurídico legal. Por ejemplo, el de
igualdad ante la ley, el de que el acusado debe conocer al acusador, el de que el Estado no puede asociarse con
criminales y el de que la ley debe ser eficaz.

En los casos citados la legislación fue extraordinariamente rigurosa, minuciosa y correspondió a situaciones de
crisis de Estado -que no es el caso-, a situaciones históricas completamente agotadas.

Estos antecedentes fueron ignorados en el informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, lo que
hizo que el debate se distorsionara y se planteara equivocadamente ante la opinión pública.

He dicho.

El señor FAULBAUM.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor FAULBAUM.-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 85 de 205

Discusión en Sala

Señor Presidente, rechazo el proyecto porque el verdadero arrepentimiento no se encuentra a través de premios,
como las rebajas de las penas que establece.

El señor HUEPE.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor HUEPE.-

Señor Presidente, apruebo la disposición por dos razones fundamentales.

En primer lugar, es necesario dar todos los instrumentos legales que hagan posible el término de la lacra del
terrorismo que afecta al país.

Además, permitirá aclarar crímenes que han conmovido a nuestra patria, como el de Tucapel Jiménez, de los
degollados y otros.

La segunda razón tiene que ver con la obligación del Estado de imponer ciertas normas. Nadie puede objetar que a
través del ordenamiento jurídico proteja a la sociedad que observa la ley y practica los valores de la democracia.

He dicho.

El señor LATORRE.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor LATORRE.-

Señor Presidente, mi voto es de aprobación al proyecto por una idea que ha estado siempre presente en el debate.

El terrorista actúa solo o en grupo. Se aprovecha de la confianza que le da la sociedad. En consecuencia, es desleal
con ella.

En los países desarrollados, el principal problema para enfrentar las prácticas terroristas es la infiltración -
utilización indebida de la confianza- para cometer atentados contra personas o contra la sociedad.

Por lo tanto, en mi opinión, en la discusión del proyecto no cabe hablar de lealtad. Todo vale para impedir las
prácticas terroristas en el país.

He dicho.

El señor LETELIER.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, el proyecto es de gran importancia. Sin embargo, lamento el nombre de "delación compensada"
y "arrepentimiento eficaz" para la institución penal que autoriza.

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Discusión en Sala

Debió utilizarse otra nomenclatura, como "confesión pactada" o "declaración concordada", que indican mejor que
es algo voluntario de la persona involucrada.

En segundo lugar, el proyecto está condicionado por el contexto histórico, por la transición después de la
dictadura. Si logramos hacer abstracción de esto, quiere decir que la institución -que existe parcialmente en
nuestra legislación- es eficaz para defender el bien común, la seguridad individual y colectiva del país. Pero la
realidad hace que pesen argumentos éticos y valóricos.

El proyecto requiere correcciones significativas. Es necesario garantizar la ampliación de sus alcances a otros
ámbitos, como el narcotráfico y el terrorismo; que la institución es eficaz para luchar contra la delincuencia y los
homicidios, que es útil -como dijo el Diputado señor Espina- para reparar crímenes cometidos por el terrorismo de
Estado, con anterioridad, para lo cual, según mi apreciación, tal como está no sirve.

En el entendido de que hay compromiso para mejorar el proyecto en el segundo trámite será mejorado, que lo
dicho por parte de los colegas de la Oposición se cumplirá y el instrumento será útil para clarificar casos del
pasado, como el de los degollados y otros; en el entendido de que el proyecto será complementado con una
política de reinserción efectiva de quienes abandonen las organizaciones ilícitas o su vinculación con organismos
terroristas, sin lo cual será inútil e ineficaz. En el entendido de que el proyecto es eficaz para atender el llamado
para reinsertarse en la sociedad hecho por el señor Malbricht, representante del Movimiento Patriótico Manuel
Rodríguez, lo apruebo.

He dicho.

El señor MARTINEZ (don Gutenberg).-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor MARTINEZ (don Gutenberg).-

Señor Presidente, haré algunas consideraciones para fundamentar mi voto.

Debemos felicitamos, fundamentalmente los colegas que han intervenido, porque el debate ha sido estupendo.
Debe producirse en la Cámara como método para resolver cuestiones de fondo. Sin embargo, me preocupa y
lamento que temas de este nivel se enfrenten con carácter bloquista. Es importante el diálogo; que los discursos
no sólo sean para fijar posiciones, sino también para convencer al resto de los colegas. He percibido el espíritu de
bloque en el debate de la Cámara, y me preocupa esta actitud bloquista.

Por otra parte, el proyecto supera contingencias. En esta perspectiva, debemos tomar la decisión, sin
instrumentalizarlo políticamente, sobre todo por quienes lo votan en contra.

Como dijo el colega Letelier, es importante introducir modificaciones en la legislación en estudio, para que las
figuras jurídicas sean eficaces en la lucha contra la delincuencia, en todos los frentes en que se presente.

En esta perspectiva, con la idea de que el proyecto se ampliará a otros campos y perfeccionará, como sin duda se
hará en la Comisión de Constitución, lo apruebo.

El señor MUÑOZ BARRA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor MUÑOZ BARRA.-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 87 de 205

Discusión en Sala

Señor Presidente, no es afortunado el título "delación compensada". Es evidente que significó que los detractores
confundieran el enunciado semántico. Lamentablemente, ya no se cambió.

Mi voto es favorable al proyecto. En conciencia y doctrinariamente, creo que el terrorista que denuncia o acusa lo
hace motivado por un principio moral superior. Además, desde el punto de vista sicológico puede significar todo un
proceso de rehabilitación moral y siquiátrica.

El terrorista y su organigrama estructural representan la alienación y la distorsión de los valores, por cuanto
postulan una sociedad que justifica la coactividad y la violencia como forma única de lucha para instaurar su
ideología política. Niegan toda opción pluralista al diálogo y a la democracia.

Por eso, estoy convencido de que la delación compensada -señalada así semánticamente- es un mecanismo digno
de ser consagrado en la legislación penal antiterrorista.

Voto que sí, señor Presidente.

El señor ORTEGA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ORTEGA.-

Señor Presidente, hemos hecho un esfuerzo enorme por construir un camino hacia la paz en Chile, hacia la
reconciliación, hacia el reencuentro de todos los chilenos. Quienes militamos en la Democracia Cristiana y en los
Partidos de la Concertación, hemos contribuido fundamentalmente al proceso, al abrir camino a muchos jóvenes, a
muchos pobladores que también han tenido la tentación de la violencia y del terrorismo. Frente a persecuciones o
allanamientos encontraron camino en la política, un camino realmente eficaz para luchar por sus ideales.

Si ayer construimos un camino hacia la paz, el arrepentimiento, que es un valor cristiano esencial, puede ser
también una vía para consolidar la paz en Chile.

Por esa razón, no sólo apoyamos este proyecto, sino que, además, llamamos a quienes han contribuido a la
violencia y a los actos terroristas para que ejerciten el arrepentimiento que esta iniciativa posibilita, con el fin de
resolver muchos casos que la justicia todavía no ha solucionado, como desaparecimientos y crímenes cometidos
en el país.

Por eso, señalamos que la consecuencia política de la acción de la Concertación es seguir luchando por la paz y por
la reinserción social y en conciencia, señor Presidente, voto que sí.

El señor PALMA (don Andrés).-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, la discusión de este proyecto de ley ha estado marcada por argumentos vinculados a la cuestión
moral. Creo, sinceramente, que es ético y moral aprobar esta modificación legislativa. La sociedad democrática
debe preservar el Estado de Derecho y defenderse de los grupos que luchan por destruirla, por desestabilizarla o
que utilizan sus espacios libertarios para actuar en perjuicio de otros. Es un deber moral ayudar a esta tarea,
utilizando métodos democráticos. Premiar a quien ayude a desarmar los grupos que atenían contra la democracia
es lícito.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 88 de 205

Discusión en Sala

Por estas razones, pido que consideremos la posibilidad de incluir en esta normativa no sólo aquellas materias
vinculadas al terrorismo, sino todas aquellas que admitan la existencia de grupos organizados para cometer
delitos. Como el objeto es ayudar a destruir una organización establecida para cometer delitos, entonces es posible
beneficiar a quienes estén dispuestos a desarmar a esos grupos y a dar estabilidad a la democracia. Lo que aquí se
propone es premiar a quien voluntariamente esté dispuesto a asumir los valores democráticos de la sociedad,
cuestión que hoy día ocurre en muchos países democráticos.

También puede considerarse una ampliación de las opciones del afectado, que hoy sólo puede beneficiarse con el
término de los apremios a que se le suele someter, como hemos podido ser testigos, recientemente, también
respecto de temas vinculados con el terrorismo, con lo policial y lo político.

Se podrá argumentar que esta modificación no resuelve en su totalidad el problema, pero, sin duda, va en el
sentido correcto.

Se compara también esta norma con los procedimientos de delación que aplicó la Dina y sus sucesores. La
comparación no es válida, no sólo porque los procedimientos del terrorismo de Estado en nada dicen relación con
el contenido de este proyecto de ley, sino también porque en dictadura -cuando actuaba la Dina-, por definición,
las leyes no se cumplen o no son necesarias: basta la fuerza.

Esto es justamente lo que queremos superar en cuanto al pasado y evitar en el futuro.

Esta modificación y las que espero vendrán, para aplicar esta norma a todo tipo de asociaciones ilícitas, ayudarán
a preservar la democracia.

Por eso, voto que sí.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Pido la palabra.

El señor MONTES.-

No tiene derecho, reglamentariamente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Quiero aclarar que, según el artículo 158 del Reglamento, puede hablar el Comité o delegar dicha opción en tres
Diputados, quienes pueden hacer uso de la palabra hasta por tres minutos. Por lo tanto, si la bancada de la
Democracia Cristiana tiene varios Comités, es lógico que pueda delegar en los señores Diputados que estime
conveniente.

El señor ESTEVEZ.-

Pido la palabra para plantear una cuestión reglamentaria.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ESTEVEZ.-

Señor Presidente, pido que los criterios reglamentarios sean estables durante el transcurso de una votación,
porque esta fundamentación de voto se inició bajo otras reglas, que usted señaló en la Sala. Por esa razón, algunos
parlamentarios no fundamentamos nuestros votos.

Entonces, no me parece prudente que en el transcurso de la votación usted cambie la interpretación del
Reglamento.

He dicho.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 89 de 205

Discusión en Sala

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No. Yo leí claramente el contenido del artículo 158, que además todos deberían conocer. Otra cosa es que no
prestaran atención. Su inciso primero dice: "En la votación nominal sólo podrán fundar el voto por espacio de cinco
minutos, cada uno de los jefes de Comités o, en su defecto, los Diputados de su Partido que éste designe, hasta un
máximo de tres, por dos minutos cada uno".

Más claro no puede ser.

El señor SCHAULSOHN.-

¿Me permite una observación reglamentaria, Presidente?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor SCHAULSOHN.-

Es bien claro, pero absolutamente opuesto a la interpretación que da usted. Escuchándolo ahora, como lo hice al
principio -por eso me pareció razonable la interpretación que dio originalmente- no veo cómo suma tres por cada
Comité. Pero no importa. Lo que quiero decir es que, de buena fe, aquí hemos entendido reglas completamente
distintas a las que usted ha cambiado en medio de la votación.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aquí dice claramente: "... o, en su defecto, los Diputados de su Partido que éste designe, hasta un máximo de
tres".

El señor SCHAULSOHN.-

Pero usted dio una explicación que nos hizo suponer que eran tres personas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ese fue el error de ustedes.

El señor SCHAULSOHN.-

Ese fue el error de la Mesa, señor Presidente. Sea un poco autocrítico.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No.

El señor SCHAULSOHN.-

Todos lo hemos entendido de esa manera.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Sobre este punto, lo he sido muchas veces, pero ahora creo que ustedes se han equivocado.

El señor SCHAULSOHN.-

Usted ha cambiado las reglas de la votación en medio de ella.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Pido la palabra.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 90 de 205

Discusión en Sala

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Pizarro.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señor Presidente, en uso de la facultad que me otorga el artículo 158, quiero fundamentar mi voto respecto de
este proyecto de ley.

En primer lugar, es fundamental destacar que este proyecto de ley forma parte de un conjunto de normas y de
acciones que el Gobierno democrático del Presidente Aylwin está llevando adelante para enfrentar el problema del
terrorismo, de la violencia, de la delincuencia. El refleja la voluntad política del Gobierno de la Concertación en el
sentido de que este problema debe ser enfrentado -como lo han dicho varios colegas que han usado la palabra- en
conjunto por toda la sociedad, por todos quienes tenemos una responsabilidad y la posibilidad de hacerlo en forma
eficiente y eficaz. Estoy hablando de los partidos políticos, de los actores sociales, de todos aquellos que
pertenecemos a la sociedad. Sólo en democracia se pueden enfrentar el terrorismo y la violencia con eficacia,
transparencia y confianza en quienes tienen la obligación o la responsabilidad de velar por el orden público y la
seguridad ciudadana.

De manera que este proyecto de ley es una de las iniciativas que el Gobierno ha estado implementando para ir
solucionando, concretamente, el problema del terrorismo. Desde este punto de vista, a mi juicio, debemos
aprobarlo.

Quería hacer esta salvedad, porque a veces da la sensación, por las intervenciones de algunos colegas, de que
podría crearse, en la opinión pública el prejuicio de que no ha habido una voluntad política real de parte de la
Concertación o del Gobierno del Presidente Aylwin para enfrentar al terrorismo. Por el contrario, existe una
reafirmación de esa voluntad política, la cual se ha traducido en proyectos y, además, en el fortalecimiento del
trabajo de los organismos policiales. Tan importante como una iniciativa de esta naturaleza es, por ejemplo, el
hecho de que el Gobierno, desde el primer día en que asumió el Presidente Aylwin, ha hecho un esfuerzo
gigantesco para devolver la credibilidad y la confianza de la ciudadanía en los organismos policiales encargados de
la seguridad. Y todos sabemos porqué tuvimos que hacer eso.

No se trata de mirar hacia atrás, señor Presidente. Este proyecto ayuda a la reinsertación de aquellos individuos o
ciudadanos que han incurrido en el error de creer que la violencia o la lucha armada puede ser una alternativa.
Esta normativa ayuda a desarticular y a disolver las organizaciones terroristas. Ayuda también -como se ha dicho-
a establecer la verdad plena en muchas violaciones a los derechos humanos, en muchos delitos terroristas
cometidos durante el régimen militar por organizaciones ilícitas, al amparo de dicho régimen. Y ése también es un
antecedente que debemos tomar en cuenta.

Se ha planteado el problema de conciencia. Yo respeto a los colegas que rechazan este proyecto de ley; pero hay
un tema que no puedo aceptar, cual es que se plantee que quienes lo rechazan están por defender el terrorismo.
Algunos colegas de la Derecha lo han manifestado con un simplismo casi absurdo.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Han pretendido decir que rechazar este proyecto significa apoyar a los terroristas. Eso es hacer demagogia y
tergiversar el sentido con que estamos discutiendo este problema. Me parece que debemos velar por el bien
común.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ULLOA.-

¡Ya terminó el tiempo!

El señor PIZARRO (don Jorge).-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 91 de 205

Discusión en Sala

Señor Presidente, le pido a los colegas de la Derecha...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo de Su Señoría. Le ruego que exprese su votación.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señor Presidente, tengo cinco minutos como jefe de Comité.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Sí, pero ya transcurrieron.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Termino diciendo que debemos velar por el bien común de la sociedad...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene que votar, Su Señoría.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

... y por la pacificación real de los espíritus, cosa que le hace bastante falta a algunos Diputados de la Derecha.

Por eso, voy a aprobar este proyecto de ley.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor REBOLLEDO.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor REBOLLEDO.-

Señor Presidente, voy a fundamentar mi voto favorable a este proyecto sobre la base de tres consideraciones.

En primer lugar, creo que se inscribe en una doctrina jurídica universalmente aceptada, que consiste en la
atenuación de la responsabilidad penal de delincuentes que colaboran con la acción de la justicia. Esa doctrina,
como se ha señalado en el debate, está recogida en otras instituciones de nuestra legislación y también en la
legislación comparada. En algunos países, por ejemplo, en Italia y España, ha demostrado una enorme eficacia.
Así, en el caso español, una de las ramas de la organización terrorista ETA, que se escindió de ella, fue absorbida y
se reinsertó en la sociedad en el marco de las disposiciones legales que operan en ese país. Del mismo modo, debo
recordar el papel que jugó en la desarticulación de las Brigadas Rojas -que en 1978 remecieron hasta sus
cimientos a la sociedad italiana con el asesinato de Aldo Moro-, la figura del terrorista arrepentido que, de alguna
manera, queremos consagrar ahora en nuestra legislación.'

En segundo lugar, quiero hacerme cargo y reivindicar el soporte moral de las disposiciones que estamos
discutiendo y que votaré favorablemente.

Se ha señalado, como un argumento recurrente en este debate, que se erosiona el valor supremo de la lealtad al
incitar a la delación con las disposiciones que vamos a aprobar. Al respecto quiero decir, con toda claridad, que no
se puede construir un juicio moral sobre la lealtad como valor, al margen de la causa que la lealtad sirve. Porque
hay lealtad con buenas causas y también con malas causas. Y no puedo tener el mismo juicio moral sobre la
lealtad de los suboficiales con Arturo Prat que la que pudieron tener sus secuaces con Pablo Escobar Gaviria, en

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 92 de 205

Discusión en Sala

Colombia. No es lo mismo. Esta disposición legal abre paso para que una persona con calidad de ciudadano y de
delincuente enfrente un conflicto entre dos lealtades: con las normas que fundan la sociedad y su convivencia o
con la banda a la cual pertenece, la cual permite preservar esa banda y mantener la impunidad de personas que
han cometido hechos reprochables.

En consecuencia, me parece que este proyecto tiene un soporte ético sólido.

Finalmente, anuncio que votaré a favor porque considero que es un proyecto esencialmente eficaz.

El señor RIBERA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor RIBERA.-

Señor Presidente, deseo fundamentar mi voto y el de los demás Diputados del Comité 2 de Renovación Nacional,
presidido por el Diputado señor Gustavo Alessandri.

Existen dos fundamentos para votar favorablemente este proyecto. Son los siguientes.

No es tan importante cómo se denomina esta institución: delación compensada o arrepentimiento eficaz, sino que
reúna dos requisitos, que sí los tiene. Primero, que sea un proyecto éticamente sustentable y con sólidas bases
morales y, segundo, que sea eficaz para hacer frente al terrorismo.

Respecto de lo ético del proyecto, estimo necesario hacer un gran distingo entre la lealtad positiva y la negativa,
entre los valores positivos y los negativos, entre la verdadera lealtad, aquella que debemos tener con el sistema
democrático, con los derechos humanos o con los principios éticos, y la falsa lealtad o lealtad errónea, aquella que
debemos tener con sistemas totalitarios, con la violencia y los intereses particulares, en contraposición con los
intereses generales.

El proyecto reúne también el segundo elemento: eficacia para combatir el terrorismo. El actual sistema terrorista
impide al Estado hacer uso de los instrumentos normales para combatir al delincuente, lo cual obliga y hace
necesario introducir nuevas instituciones penales con el fin de desarticular sus cédulas, combatirlo y facilitar su
reinserción social.

En consideración a la eficacia y al valor ético y moral del proyecto, lo votaré favorablemente.

He dicho.

El señor ROCHA.-

Pido la palabra para fundamentar mi voto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ROCHA.-

Señor Presidente, es grato -lo sé cómo abogado- discurrir pausadamente acerca de una norma jurídica, divagar
sobre los arcanos del Derecho o pretender dictar la ley con la mesura y tranquilidad que exige lo académico.

Pero al terrorista no le interesa la academia. A veces, frente a la contingencia, se nos exige una respuesta
inmediata, y los legisladores debemos entregar los medios y los elementos que, tal vez imperfectos, sean capaces
de constituir la última respuesta a la sociedad para compatibilizar el repudio a la acción terrorista y la necesidad de
que el proceso judicial tenga como propósito, más que el castigo y la represión, el esfuerzo por reinsertar a los

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 93 de 205

Discusión en Sala

delincuentes terroristas en este país que todos estamos construyendo. En caso alguno, su impunidad.

Un actor dijo algo muy claro: "No se puede levantar una empalizada contra los indios con el mismo pausado amor
con que se construyeron las catedrales".

Voto a favor de este proyecto de ley.

-Aplausos en la Sala.

El señor SABAG.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor SABAG.-

Señor Presidente, seré muy breve.

Nosotros, desde el Parlamento, debemos conducir al pueblo para combatir esta lacra. El terrorismo nunca ha
tenido justificación y menos hoy, cuando en nuestra patria imperan la libertad y la democracia.

También debemos asumir nuestra responsabilidad mediante la fijación de los mecanismos necesarios para que a
muchas personas, dentro del cúmulo de emociones, les quepa un posible arrepentimiento. Con ello no se pretende
enlodar los sentimientos del hombre, sino ayudarlo a liberarse de las motivaciones que le impiden ordenarse como
ciudadano.

Voto que sí.

El señor TOHA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor TOHA.-

Señor Presidente, junto con reafirmar mi rechazo más categórico y sin ambigüedades al terrorismo y a la violencia,
debo reconocer que el Gobierno democrático ha asumido una actitud consecuente con su responsabilidad de
asegurar la normal convivencia nacional en un ambiente de paz y tranquilidad. A pesar de que experiencias de
otros países podrían avalar la efectividad de la práctica de la delación compensada, considero que por las
circunstancias históricas que vivimos, el respeto a nuestra idiosincrasia, la falta de claridad de los mecanismos que
permitan resguardar e insertar en la sociedad a las personas que pudieran recurrir a esta práctica, y por tener
dudas sobre la validez moral de la delación compensada, he decidido abstenerme frente a este proyecto.

El señor URRUTIA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor URRUTIA.-

Señor Presidente, quiero fundar mi voto y el de los Diputados del Comité número uno de Renovación Nacional, que
dirige el Honorable señor Espina.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 94 de 205

Discusión en Sala

Estamos de acuerdo con este proyecto, por ser el primer indicio claro del Gobierno en lo que dice relación con un
combate eficaz en contra del terrorismo.

El hecho de haberse pedido votación secreta por parte de algunos Comités parlamentarios evidencia claramente la
ambigüedad de ciertos sectores de la Concertación sobre la materia.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor URRUTIA.-

Significa, señor Presidente, que no quieren dar a conocer su posición ante la ciudadanía de este país, que
representamos en esta Cámara...

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ruego a los señores Diputados guardar silencio.

Cada parlamentario tiene derecho a expresar libremente su opinión en esta Sala.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor URRUTIA.-

Señor Presidente, no se puede hacer uso de la palabra si no hay silencio.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Urrutia.

El señor URRUTIA.-

Señor Presidente, parte de sectores de la Concertación han sido ambiguos sobre el tema -vuelvo a reiterarlo-,
porque hay que votar con la cara en alto y frente al pueblo que nos ha elegido para representarlo. Todos los
chilenos, y así lo señalan las encuestas, quieren vivir con seguridad y tranquilidad.

Por ello, votaremos a favor de este proyecto, porque permitirá iniciar la pacificación y la reconciliación nacional y,
además, la destrucción de los grupos terroristas que tanto daño han hecho a este país y a otras naciones del
mundo y que quieren destruir nuestra democracia.

Por ello, voto que sí.

-Aplausos en la Sala.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VELASCO.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor VELASCO.-

Señor Presidente, el conflicto que plantea el proyecto de ley sobre el arrepentimiento eficaz debe resolverse
protegiendo los derechos de todos los hombres por sobre los de aquellos individuos que atentan contra la sociedad

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 95 de 205

Discusión en Sala

libre, justa y pacífica, sustentada en el respeto a la verdad, al hombre y a sus derechos.

La norma que se propone es ética y moral, por cuanto la obligación individual y colectiva se basa en el compromiso
con las acciones humanas que tiendan a la bondad y no a la destrucción, muerte y aniquilamiento del orden
establecido, que el país se ha dado libremente y por el cual se pronunció mayoritariamente la totalidad de la
población.

No se puede sostener que esta disposición, que regula el arrepentimiento, a través de la delación, denuncia o
acusación de conductas terroristas, vaya contra la ética y la moral, pues sería contraria al sentido propio de las
instituciones dirigidas a fomentar la adhesión y el compromiso con conductas legales y democráticas y el repudio
de las conductas antisociales y degradantes de la naturaleza humana.

Por consiguiente, voto que sí.

El señor KUZMICIC-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor KUZMICIC.-

Señor Presidente, fuimos los primeros en el país en levantar nuestra voz para impedir que los trasplanten este
aberrante injerto europeo como la última panacea para enfrentar y derrocar el terrorismo, a través de lo que se
conoce como "arrepentimiento eficaz" o " delación compensada".

Nuestro país, pequeño, digno, altivo, tiene en común un mundo valórico, respecto del cual ya todos han hablado.
Es riquísimo, cruza todas las generaciones, los estratos sociales, las profesiones u oficios, las edades e incluso, se
da entre civiles y militares. Es algo que en lenguaje gramsciano podríamos decir que está incorporado al sentir del
chileno. Entre ellos, por supuesto, resalta la lealtad: lealtad a una causa, a la familia, a la Patria, a la Corporación, a
la mujer, a los amigos. Echar por la borda algo que siempre ha valido entre nosotros y entre los hombres, en aras
de una causa, puede generar un mundo aún más violento del que queremos impedir.

Todos estamos de acuerdo en que el terrorismo es una lacra para nuestra sociedad como para cualquier otra, y
hay que hacer los máximos esfuerzos para erradicarlo y terminar, de verdad, con las causas que lo generan.

En Chile, señores Diputados de la Derecha, existieron graves, gravísimos atropellos a la dignidad humana y para la
gran mayoría de esos ofendidos no ha habido justicia en democracia, porque como sociedad no hemos llegado a
tales niveles de consensos. Nada justifica la muerte de un semejante y, según mi parecer, ni siquiera la de un
animal.

Al terrorismo se lo derrota en todos los lugares del mundo, por lo menos, de tres formas: con un servicio de
inteligencia ad hoc; con entregar a estos sectores rematados, demolidos, la posibilidad de tener campos de
reeducación, recreación, capacitación y trabajo, y con ofrecer un mundo que hoy, en las más mínimas
expectativas, les hemos negado.

Hay leyes que nunca se escriben, estimados colegas, pero que rigen; hay otras que se escriben y reescriben y son
letra muerta, y hay un tercer grupo que van contra natura, contra los valores mismos de nuestra existencia, y que
generan o causan consecuencias peores que las que se quieren combatir.

Voto que no, señor Presidente.

El señor CERDA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 96 de 205

Discusión en Sala

No, señor Diputado. Ya terminó el tiempo de la Democracia Cristiana. Tiene que votar solamente.

El señor CERDA.-

Señor Presidente, yo sólo quería...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No puede hacer uso de la palabra. Tiene que emitir su voto. Por la Democracia Cristiana han hablado los señores
Diputados Jorge Pizarro y Hosain Sabag, que son Comités. Los Comités señores Carrasco y Ortiz han delegado en
los siguientes señores Diputados: Elizalde, Huepe, Latorre, Gutenberg Martínez, Ortega y Andrés Palma; son seis.

Por una equivocación de la Mesa, usó de la palabra el Diputado señor Velasco, porque no sabíamos que el
Diputado Sabag -por lo menos yo no lo tuve presente en ese momento- había hablado y era un Comité. Por lo
tanto, los Diputados de la bancada de la Democracia Cristiana no pueden fundamentar el voto. Usted tiene que
votar solamente.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor CERDA.-

Lo lamento, señor Presidente, porque aquí se ha rebajado...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene que votar.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor CERDA.-

Se ha rebajado el debate por parte del Diputado señor Urrutia...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene que votar.

El señor CERDA.-

Tenemos autoridad moral para actuar contra el terrorismo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Debe votar solamente.

El señor CERDA.-

Todos los Diputados de esta Sala, tanto los que han votado a favor como en contra...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Queda amonestado, señor Diputado.

Usted tiene que votar solamente.

El señor CERDA.-

Voto que sí, con la autoridad moral que tiene este Gobierno en su combate contra el terrorismo.

El señor CANTERO.-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 97 de 205

Discusión en Sala

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor CANTERO.-

Señor Presidente, en representación del Comité de Renovación Nacional, deseo expresar brevemente que me
llama la atención que se ofendan los parlamentarios de la Concertación, cuando les reprochamos la ambigüedad
con que asumen este tema, impropia, fundamentalmente, por la trascendencia del mismo, toda vez que lo que se
trata es de combatir, derrotar, erradicar el terrorismo de este país.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidenta).-

¡Señores Diputados, les ruego guardar silencio! Cada uno tiene derecho a expresar su opinión.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¡Silencio, por favor!

El señor CANTERO.-

Y esta ambigüedad se expresa, precisamente, porque parlamentarios de la Concertación han votado en contra y a
favor del proyecto.

El señor PALESTRO.-

¡Es la democracia!

El señor CANTERO.-

Y esta ambigüedad también resultaría ser la causal y la consecuencia...

El señor CAMPOS.-

¡Porque somos seres humanos!

El señor CANTERO.-

... de todos los problemas habidos en el país, particularmente cuando la Izquierda ha buscado imponer en Chile
regímenes que en otras latitudes del mundo...

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor CANTERO.-

... han causado los más horrorosos atropellos a los derechos humanos. En Chile se ha tratado de importar esos
sistemas muchas veces con la ambigüedad y -diría- con la permivisidad de sectores de la Democracia Cristiana.

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor CANTERO.-

Por eso, apoyaré resueltamente este proyecto.

Voto que sí.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 98 de 205

Discusión en Sala

-Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor YUNGE.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Señor Diputado, no puede hablar; tiene que votar.

El señor YUNGE.-

Señor Presidente, sólo quiero expresar...

El señor. VIERA-GALLO (Presidente).-

No puede hablar, tiene que votar sí o no.

El señor YUNGE.-

... mi voto, diciendo...*

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Señor Diputado, le repito que no puede hacer uso de la palabra.

El señor YUNGE.-

... que no existe ninguna calidad moral de parte de los Diputados que fueron cómplices de los atropellos a los
derechos humanos y la violencia.

Voto que no.

El señor ZUÑIGA (Prosecretario accidental).-

¿Hay algún señor Diputado que no haya emitido su voto?

¿Hay algún señor Diputado que no haya emitido su voto?

¿Hay algún señor Diputado que no haya emitido su voto?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminada la votación.

Se procederá al recuento de los votos.

-Efectuada la votación en forma nominal, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 99 votos; por la negativa, 11
votos. Hubo 1 abstención.

-Por la afirmativa, votaron los siguientes señores Diputados: Acuña. Alamos, Alessandri, Alvarez-Salamanca,
Arancibia, Áraya, Bartolucd, Bayo, Bombal, Bosselin, Caminondo, Cantero, Cardemil, Carrasco, Cerda, Coloma,
Concha, Cornejo, Correa, Cristi, Chadwick, Dupré, Elizálde, Espina, Estévez, Fantuzzi, Gajardo, Galilea, García (don
René Manuel), Garda (don fosé), Hamuy, Horvath, Huenchumilla, Huepe, Hurtado, Jara (don Sergio), Jara (don
Octavio), Jeame Barrueto, Kuschel, Latorre, Leay, Leblanc, Letelier, Longton, Longueira, Martínez (don Gutenberg),
Martínez (don Juan), Masferrer, Maña, Matthei, Mekis, Melero, Molina, Montes, Morales, Munizaga, Muñoz (don
Roberto), Muñoz (doña Adriana), Navarrete, Ojeda, Olivares, Orpis, Ortega, Ortiz, Palma (don Andrés), Palma (don
Joaquín), Pérez (don Juan Alberto), Pizarro (don Jorge), Prochelle (doña Adriana), Prokurica, Ramírez, Rebolledo,
Recondo, Reyes, Ribera, Ringeling, Rocha, Rodríguez (don Claudio), Rodríguez (don José), Rodríguez (don Hugo),
Rojo, Rojos, Sabag, Salas, Schaulsohn, Seguel, Sota, Soto, Sotomayor, Taladriz, Ulloa, Urrutia, Valcarce, Valenzuela,
Velasco, Viera-Gallo, Vilches, Vilicic, Villouta.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 99 de 205

Discusión en Sala

-Por la negativa, votaron los siguientes Diputados: Aylwin (don Andrés), Campos, Devaud, Elgueta, Escalona,
Faulbaum, Kuzmicic, Naranjo, Palestro, Peña, Yunge.

-Se abstuvo el siguiente Diputado: Tohá (don Isidoro).

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado en general el proyecto.

-Aplausos en la Sala.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Como ha sido objeto de indicaciones, vuelve, para los efectos del segundo informe, a la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia.

-Las indicaciones formuladas durante la discusión general son las siguientes:

1.- Del Diputado señor Schaulsohn para eliminar el inciso segundo del artículo 4° propuesto por el artículo único.

2.- Del Diputado señor Schaulsohn, para suprimir el inciso final del artículo 4° propuesto por el artículo único.

3.- Del Diputado señor Bosselin para agregar un inciso final al artículo 4° propuesto por el artículo único, del
siguiente tenor. "Las normas establecidas en este artículo regirán sólo durante un año a contar de la fecha de
vigencia de la presente ley.

"El Estado otorgará a las personas acogidas a los beneficios establecidos en este artículo la protección adecuada
destinada a amparar a éstos y a sus familiares".

4.- De los Diputados señores Cornejo, Chadwick, Espina y Rojo, para agregar el siguiente artículo transitorio a la
ley N° 18.314: "Artículo.- Los beneficios establecidos en el artículo 4° de la presente ley tendrán como plazo de
vigencia dos años contado desde la publicación de la ley".

5.- Del Diputado señor Rojo para agregar al Título VI del Código Penal el siguiente párrafo: " 17 Delitos contra la
seguridad pública.

"Artículo 341.- El que pudiendo hacerlo con su intervención inmediata y sin riesgo propio o ajeno, la preparación,
perpetración o consecución de un delito contra la vida, la integridad corporal, la salud, la propiedad y la libertad de
las personas será sancionado con presidio menor en cualquiera de sus grados".

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 100 de 205

Segundo Informe de Comisión de Constitución

1.5. Segundo Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 13 de agosto, 1991. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 29. Legislatura
322.

?Se deja constancia que en la sesión 44 del 18 de marzo de 1992 la Honorable Cámara de Diputados dio cuenta del
Segundo Informe de Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, sin embargo, en los documentos
anexos de la misma, se adjunta el primer Informe de dicha comisión, el cual ya consta en la tramitación, en la
cuenta de la sesión 39 del 18 de enero de 1992.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 101 de 205

Discusión en Sala

1.6. Discusión en Sala

Fecha 20 de agosto, 1991. Diario de Sesión en Sesión 31. Legislatura 322. Discusión Particular. Pendiente.

MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL Y DE LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU
PENALIDAD. PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Corresponde tratar el proyecto, en primer trámite constitucional y segundo informe, que modifica el Código Penal y
la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.

El Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es el señor Alberto Espina.

El texto del proyecto está impreso en el boletín N° 334-07 y se encuentra en el número 9 de los documentos de la
Cuenta de la sesión 29a., celebrada en 13 de agosto de 1991.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el señor Diputado informante.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, este proyecto de ley contiene una norma legal que regula tres situaciones distintas en el artículo
4° de la Ley Antiterrorista, y que son las siguientes.

Se dispone una exención de penas a quienes perteneciendo a una organización terrorista se disocian de ella y
realizan algunas de las dos conductas establecidas en el inciso primero de dicha norma que figura en la página 8
del informe y que consisten básicamente en:

a)Entregar antecedentes e información a las autoridades, y que estos antecedentes permitan prevenir o impedir la
perpetración o consumación de delitos terroristas, y

b)Ayudar eficazmente a la desarticulación de esta organización terrorista.

Con posterioridad, regula una segunda situación respecto de quienes realizan las mismas conductas descritas y
que, sin embargo, hayan cometido otros delitos, además de participar en una asociación ilícita de carácter
terrorista.

Finalmente, se establece un estímulo consistente en la suspensión del cumplimiento de la pena a quienes, estando
condenados, realicen una de las dos conductas descritas, es decir, por una parte, que prevengan futuros delitos
terroristas; y por la otra, que contribuyan a desarticular a esta organizaciones.

¿Cuáles son los cambios introducidos por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia en el segundo informe?

En primer lugar, en el artículo 4° se incorpora la expresión "arrepentimiento eficaz", que no figuraba en el primer
informe, zanjando de esa forma una discusión en tomo de la naturaleza jurídica de la conducta que regula esta
norma. De esta manera, queda claro que la conducta exigida así quedó establecido en el acta y en el informe de la
Comisión no constituye una delación propiamente tal, toda vez que la persona entrega información del delito que
él mismo ha cometido, a cambio de lo cual el legislador le otorga un premio. En la hipótesis en análisis, se busca
que exista un real arrepentimiento, calificado de eficaz, desde el momento que va unido a conductas concretas
que permitan prevenir en el futuro delitos terroristas.

En segundo término, se sustituye la expresión "disociación" por "abandono". La Comisión estimó que la expresión
"abandono del grupo terrorista" es más exacta en cuanto al propósito y al espíritu que anima a esta norma y
corresponde a un lenguaje más certero respecto de la conducta que se le está exigiendo al sujeto que se va a
acoger a los beneficios de esta disposición.

En tercer lugar, se elimina la definición de "disociación" contenida en el primer informe. Cabe recordar que el
artículo 42 decía en su inciso final: "Para los efectos de esta ley, se entenderá por "disociación" el abandono

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 102 de 205

Discusión en Sala

definitivo de la organización terrorista, el que deberá materializarse en un comportamiento objetivo e


inequívocamente incompatible con la permanencia en ella y en el repudio a la violencia en todas sus formas,
cualquiera sea su motivación y objetivo.".

La Comisión consideró oportuno eliminar esta descripción de la conducta de abandono definitivo, toda vez que ella
era de carácter subjetivo. Ponía una traba adicional que hacía muchas veces impracticable la norma, por cuanto la
persona que hubiese realizado alguna de las dos conductas antes señaladas prevenir futuros delitos o desarticular
a la organización terrorista quedaba sujeta a una tercera exigencia de carácter subjetivo, muy difícil de probar. Es
decir, como contrapartida a su cooperación con la acción de la justicia no tenía la posibilidad de acogerse a los
beneficios otorgados en esta norma. La Comisión estimó que se entiende que el abandono ocurre cuando la
persona realiza las conductas objetivas establecidas en los incisos primero, segundo y tercero del artículo 4°, o
sea, previene futuros delitos entregando la información a las autoridades respectivas; o bien, entrega aquella
información que posibilita la desarticulación de la organización terrorista. Por las razones indicadas, se eliminó el
inciso a que he hecho mención.

En cuanto al carácter transitorio de la norma, se presentaron indicaciones en orden a que su vigencia estuviese
limitada a dos años; y otra, a que lo fuese por cinco años.

La Comisión, por mayoría de votos, determinó que debía ser de carácter permanente, y fundamentó tal posición en
que el terrorismo, como tal, es lamentablemente una realidad de carácter permanente en las sociedades, en que la
legislación de la Ley Antiterrorista es permanente, y en que una norma de esta naturaleza debía tener el mismo
carácter para lograr una verdadera armonía con el cuerpo legal que es de orden permanente en nuestra
legislación.

Por esas razones, la Comisión estimó que no era lógico ni procedente establecer este beneficio del artículo 4° en
carácter transitorio, sino definitivamente dejarlo incorporado como norma permanente, en consideración a que el
terrorismo es una lacra que existe en las sociedades democráticas de todo el mundo y a que mientras nuestra
sociedad requiera de una ley antiterrorista, por ser un hecho su existencia, necesitará de una norma de esta
naturaleza como medida definitiva para desarticular estas organizaciones y posibilitar la reinserción social de
quienes abandonen a estos grupos ilícitos.

Finalmente, señor Presidente, quiero señalar que en el texto del informe, página 8, inciso tercero, hay un error. No
sé si corresponde a la redacción, a la transcripción del texto o bien quedó así en la indicación.

El inciso tercero dispone: "Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en esta ley, podrá
disminuírsele la pena hasta en tres grados si abandona la organización terrorista y realiza las conductas
mencionadas en las letra a) y b) del inciso anterior."

La verdad es que debería decir "a) o b)" del inciso anterior, porque es una u otra conducta. No son copulativas. Por
lo tanto, se requeriría el acuerdo de la Sala para que se efectuara la corrección relacionada con la sustitución de la
conjunción "y" por la letra "o", en el inciso tercero de la norma referida.

Es cuanto puedo informar en relación con este proyecto, cuyas indicaciones fueron aprobadas por mayoría de
votos en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

En discusión particular el proyecto.

Ofrezco la palabra.

El señor ELGUETA.-

Pido la palabra.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 103 de 205

Discusión en Sala

El señor ELGUETA.-

Señor Presidente, en la discusión general voté en contra de este proyecto; pero en vista de la inmensa mayoría
que lo aprobó, debo manifestar que técnicamente convendría un nuevo examen de esta iniciativa por la Comisión,
atendido el hecho de que existen varias interrogantes sin respuesta y que, en mi opinión, son absolutamente
atinentes al tema.

En primer lugar, se presenta el caso de aquellos que voluntariamente abandonen la asociación ilícita terrorista, sin
haber cometido otros delitos. Mi pregunta es la siguiente: ¿Esta persona va a declarar como testigo o como autor
de un delito? Si lo hiciera como testigo, caería bajo la causal de inhabilidad y, en consecuencia, sus declaraciones
en calidad de testigo de la corona como se llama en otros países, según lo obrado por la Corte Suprema con motivo
de la solicitud de la extradición de Michael Townley, y de los oficiales Contreras y Espinoza en el llamado "caso
Letelier", serán desechadas. Ahora, si declara como autor, la situación es mucho más grave, porque la Constitución
Política, en su artículo 19, número 7°, letra f), prescribe: "En las causas criminales no se podrá obligar al inculpado
a que declare bajo juramento sobre hecho propio; tampoco podrán ser obligados a declarar en contra de éste sus
ascendientes, descendientes, cónyuge y demás personas, que según los casos y circunstancias señale la ley;".

En consecuencia, el texto del proyecto no precisa si el arrepentido voluntario lo será en calidad de testigo o de
autor. En ambas situaciones, sus declaraciones están cuestionadas conforme con lo que he expuesto.

En segundo lugar, en la letra a) del mismo artículo se dice: "entregue o revele a la autoridad". Pregunto: ¿ante qué
autoridad va a presentarse el arrepentido? ¿Ante las autoridades de Gobierno? ¿Ante las autoridades de los
servicios públicos? ¿Ante los magistrados o ante la policía? Las formulo porque nuestro Código Penal emplea la
expresión "autoridad" en muchas disposiciones. Por ejemplo, sus artículos 12, número 13a; 210, 213 y 261, se
refieren a la autoridad. Por citar un caso, se castiga como delito de perjurio el que lo hiciere "ante la autoridad o
sus agentes". Una persona que declara ante un funcionario del Ministerio de Bienes Nacionales para sanear su
propiedad, lo hace ante una autoridad. ¿Podría, por lo tanto, el delator presentarse ante un funcionario público?
Esta pregunta debe ser contestada para que se sepa claramente o, por lo menos, quede en la historia del
establecimiento fidedigno de la ley. Y me dirijo al señor Diputado informante, para que especifique ante qué
autoridad se pueden revelar o entregar las pruebas que denoten arrepentimiento eficaz.

En tercer lugar, es menester señalar porque el proyecto de ley no lo dice en qué momento se puede hacer el
arrepentimiento eficaz en forma voluntaria ante la autoridad precisada. Afirmo esto porque nuestro viejo Código
Penal establece, en la asociación ilícita, que la revelación debe ser efectuada antes de ser perseguido y la
iniciativa, no dispone absolutamente nada. Por consiguiente, también es bueno precisar, tal como lo hace el Código
Penal, el momento del arrepentimiento.

Otra pregunta es la relativa a la calidad de la prueba. En el artículo 4e se habla de las pruebas constituidas por
antecedentes y elementos "que sirvan eficazmente para prevenir o impedir la perpetración o consumación de
delitos terroristas e individualizar y detener a los responsables". Naturalmente, estimo que será el juez, en su
momento, el que apreciará la prueba. Concordando este aspecto con una de las preguntas anteriores, ¿será la
policía, el funcionario público, las autoridades de Gobierno, o sólo el juez tendrá el privilegio o la facultad de
calificar la eficacia de las pruebas para el fin que se persigue? Esta pregunta también está sin respuesta.

En la letra b) del mismo artículo se señala "revelando antecedentes". La pregunta surge inmediatamente: ¿a
quién? En la letra anterior se señalaba que a la autoridad. En este caso, ni siquiera se la menciona, por lo cual
también queda indefinida. En consecuencia, habría que precisar si la revelación va a hacerse ante la autoridad, y
ante cuál de ellas.

No me gusta la redacción respecto de los que abandonan la organización terrorista y hayan tenido participación en
otros delitos previstos en el proyecto de ley, porque no determina con claridad si requieren condena previa.

Habla de participación y ésta se establece en la sentencia. Por lo tanto, ¿se trata de un proceso afinado o de un
proceso en curso? Esta es otra pregunta.

La suspensión condicional de la pena al condenado por alguno de los delitos también es una cuestión interesante,
porque se ha prestado para dificultades la situación que se produce con las penas alternativas a las privativas de
libertad. Se ha discutido si la remisión de la pena, por ejemplo, sólo se puede imponer en la sentencia o si,

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 104 de 205

Discusión en Sala

incidentalmente, más tarde se pueda apelar de ella, para dársela a los reos beneficiados. En este caso, cuando se
dice que el juez podrá suspender condicionalmente la pena al acusado por alguno de los delitos mencionados en el
proyecto de ley, no se precisa si la suspensión se hará en la sentencia o en otra instancia, situación procesal penal
de mucha importancia para determinar la actitud del presunto arrepentido terrorista.

Estas interrogantes no están contestadas en el texto del proyecto, lo cual causa mucha imprecisión.

En el informe que elaboró la Biblioteca del Congreso, que conocimos todos los integrantes de la Comisión y otros
señores Diputados, se demuestra, en la práctica, que no hay arrepentido eficaz sin que previamente tenga la
impunidad en el bolsillo. Nadie va a concurrir ante cualquier autoridad, ni siquiera ante un tribunal, si no tiene
previamente el seguro de impunidad en el bolsillo. Así, esto sucedió en el caso Letelier, con Michael Townley. A él
se le dieron seguridades; pero, al contrario de lo que se afirma en beneficio o en favor de la iniciativa, Chile no
obtuvo absolutamente nada. Por el contrario, en el acuerdo que celebró Estados Unidos con el señor Michael
Townley quedó consignado que el Gobierno de ese país no podría obligar a este delator arrepentido a confesar
otros crímenes en los cuales hubiera incurrido con anterioridad. De esta manera, quedaron en la impunidad
absoluta los crímenes del General Prats y su señora y los atentados contra don Bernardo Leighton y la suya. El
único que salió ganando fue Michael Townley; pero Chile no obtuvo absolutamente nada.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

¿Me permite, señor Diputado?

Ha terminado el tiempo de su primer discurso; puede continuar en el del segundo.

El señor ELGUETA.-

Señor Presidente, el propio abogado de Estados Unidos, en ese juicio, expresó que de las declaraciones de Michael
Townley, sólo tres hechos constituían presunciones; todas las demás pruebas lo incriminaban: doce, relacionadas
con el General Contreras y ocho con el Coronel Espinoza, que provenían de antecedentes ajenos por completo a las
declaraciones de Michael Townley.

De modo que el caso citado nunca fue un ejemplo gráfico importante para concretar los beneficios que
supuestamente concederá el proyecto de ley.

He dicho.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el Diputado don Hernán Rojo.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, varias de las observaciones formuladas por el Honorable señor Elgueta son procedentes.

Durante la discusión del proyecto de ley presentamos dos indicaciones, que fueron rechazadas por mayoría de
votos.

Para que Sus Señorías entiendan el sentido y alcance de dichas indicaciones, hago presente que el artículo 4e de la
ley sobre conductas terroristas establece tres situaciones para disminuir las penas que corresponden a la persona
sancionada por ella.

El artículo 4C actualmente vigente dice: "Podrá disminuirse la pena hasta en dos grados respecto de quienes
llevaren a cabo acciones tendientes directamente a evitar o aminorar las consecuencias del hecho incriminado.".
En segundo lugar, a quienes "dieren informaciones o proporcionaren antecedentes que sirvieren efectivamente
para impedir o prevenir la perpetración de otros delitos.". Y, en tercer término, a quienes entregaren estos
antecedentes que van a permitir "detener o individualizar a los responsables de esta clase de delitos.".

Esta normativa, cuyo objetivo es disminuir las penas, sería sustituida por el artículo 4e, que propone el proyecto en
debate. Si Sus Señorías comparan ambas disposiciones, nos encontramos con que se trata de figuras totalmente

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 105 de 205

Discusión en Sala

diferentes.

El artículo vigente sólo se refiere a disminuir las penas, el artículo propuesto establece, en primer lugar, una
exención de penas; es decir, cuando se configuran las circunstancias señaladas en el primer caso, que se llama de
arrepentimiento eficaz, la persona queda exenta de pena; en el segundo, a quien haya tenido participación en
otros delitos, se le disminuye la pena, lo cual significa, en el hecho, cambiarla. En segundo lugar, el artículo 57 de
nuestro Código Penal establece: "Cada grado de una pena divisible constituye pena distinta.". Aquí se está
rebajando hasta en tres grados; o sea, la estamos cambiando de escala.

En tercer lugar, el nuevo artículo, que pasaría a sustituir al vigente, establece la suspensión condicional de la pena,
la que, como señalábamos en la sesión en que tratamos este proyecto en general, constituye un notable avance,
porque crea una nueva institución de cumplimiento alternativo de la pena, distinta de la remisión condicional, de la
reclusión nocturna, y de otras medidas que van en beneficio del condenado.

Se establece, entonces, una tercera institución, cual es la suspensión condicional de la pena.

Señor Presidente, dada la trascendencia de la disposición que se discute, proponemos, como primera indicación,
que este artículo pase a ser transitorio, con el objeto precisamente de resolver el problema existente, de
características muy especiales y que no es del caso entrar a analiza. O sea, proponemos que no se modifique el
actual artículo 4e, que establece disminución de penas en los tres casos expresamente señalados, y que esta otra
institución, que comprende exención de penas, rebaja de ellas, cambio de su escala y suspensión de la pena
aplicada, pase a ser una norma provisional.

La segunda indicación tiende a que esta norma sólo se aplique durante dos años, en el carácter de transitoria. Los
Diputados señores Viera-Gallo y Seguel proponen cinco años en lugar de dos. Por mi parte, no habría
inconveniente para que esta norma fuera provisional y tuviera sólo una vigencia de dos o de cinco años.

Los objetivos que se dieron en cuanto a que sancionaría, disminuiría o extirparía el terrorismo, se encuentran
considerados en la actual normativa vigente.

Por ello, solicito a Sus Señorías se sirvan acoger las indicaciones a que he hecho referencia.

He dicho.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el Diputado señor Jaime Campos.

El señor CAMPOS.-

Señor Presidente, los parlamentarios radicales insistimos en la idea que se manifestó en la discusión general de
este proyecto, cual es que las distintas posiciones que se puedan tener sobre la materia que nos preocupa, en lo
más mínimo controvierten nuestra clara disposición de condena frente al terrorismo y nuestra urgencia en
encontrar medios idóneos y eficaces que permitan erradicar esta lacra de la sociedad. De manera que nuestra
vocación antiterrorista, o contraria a los métodos que el terrorismo práctica, es una cuestión que no se puede
discutir.

Luego, las diversas observaciones o juicios que los parlamentarios planteamos en relación con este proyecto,
apuntan, por una parte, a si su contenido es efectivamente un medio idóneo para combatir el terrorismo, y, por
otra, a si técnicamente, a la luz del derecho penal, es también el camino adecuado para alcanzar ese objetivo.

Como lo señalamos en la discusión en general, esta materia es opinable, controvertida y ya manifestábamos


reservas bastante serias y fundadas respecto del fondo de la norma que se nos propone. Desde un punto de vista
sustantivo, estamos convencidos de que el fin no justifica los medios y que si bien estamos decididos a combatir el
terrorismo, ello debe hacerse dentro de un marco que, en primer término, tenga un sustrato y un contenido moral
y, en segundo término, se exprese a través de los canales que el Derecho Penal consagra como técnicas eficaces e
idóneas para alcanzar ese propósito.

Señor Presidente, los parlamentarios radicales no vamos a votar favorablemente este proyecto de ley porque

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regula la delación y no el arrepentimiento.

Consideramos que es un error de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia el insistir, en su informe, en


denominarlo "arrepentimiento eficaz". Esto no es arrepentimiento, señor Presidente, por cuanto éste constituye
una disposición anímica, una actitud interna, subjetiva, que corresponde al pesar que una persona siente por haber
hecho o no haber hecho algo. Y, en este caso como bien lo ha explicado el Diputado informante, lo que la ley en
trámite nos propone, o conceptualiza como arrepentimiento es, simplemente, el abandono que un terrorista hace
de la asociación ilícita a la que pertenece, más que revelar o entregar antecedentes vinculables a esa institución
delictual. Luego, un terrorista perfectamente puede marginarse o retirarse de la asociación terrorista, sin que
necesariamente esté arrepentido de lo que hizo. Yo me puedo retirar de mi partido político; puedo abandonar,
incluso, las instituciones a las que pertenezco; o alguien puede abandonar la fe religiosa que profesa, pero no por
ello estar arrepentido de haber militado en ese partido político, pertenecido a esas instituciones, o estado durante
muchos años adscrito a una fe determinada.

Eso, señor Presidente, demuestra que este proyecto de ley no regula lo relativo al arrepentimiento. El
arrepentimiento repito es una disposición anímica, subjetiva, implica situaciones no comprendidas en la disposición
que tratamos, puesto que, perfectamente reitero, un delincuente o un terrorista puede hacer abandono de la
institución a que pertenece, pero esa circunstancia en lo más mínimo según la exigencia de la ley debe estar
expresada en una actitud de pesar respecto de lo que hizo o de lo que no hizo en la institución terrorista en la que,
lamentablemente, militó.

A fin de ir poniendo las cosas en su lugar, señor Presidente, insistimos en que este proyecto de ley no se refiere al
arrepentimiento sino que, derechamente, a la delación.

Ahora bien, el comportamiento descrito en el inciso primero del artículo 4e, que conceptúa lo que en la ley se
entiende por "arrepentimiento eficaz", está constituido por el abandono voluntario de una asociación ilícita
terrorista y, acto seguido, y en forma copulativa, por la verificación de dos comportamientos que particularmente
expresa la ley.

¿Y cuáles son esos comportamientos adicionales al hecho de abandonar o disociarse de la institución terrorista?
Son entregar o revelar a la autoridad información o antecedentes letra a), o revelar antecedentes no conocidos,
tales como sus planes o la individualización de sus miembros letra b). Entonces, si verdaderamente tuviéramos
que definir a qué se refiere esta norma, diría que, en el fondo, regla el abandono que hace un terrorista de la
institución terrorista, unido a su delación de los comportamientos o de ciertas situaciones vinculables a esa
entidad.

Como creo que la institución de la delación es muy controvertida en el Derecho Penal, dados sus títulos morales
bastante débiles; y que, incluso, debería ser eliminada de nuestro ordenamiento punitivo, no puedo obviamente,
favorecer que en este Congreso Nacional, del cual formo parte, se amplíen las normas que la reglan o que le dan
fuerza y vigor.

Por último, señor Presidente, los parlamentarios radicales no votaremos favorablemente este proyecto de ley
porque lo consideramos absolutamente ineficaz.

En efecto, tenemos que ser serios y no venderle a la ciudadanía falsas ilusiones. Con este proyecto de ley no
vamos a solucionar el problema del terrorismo, ni mucho menos. Por una razón muy simple. El inciso final de la
disposición previene: "El juez deberá disponer medidas especiales destinadas a proteger a quienes se acojan a los
beneficios establecidos en este artículo". Me pregunto: ¿dónde están las normas presupuestarias y el aparato
administrativo del Estado que dé seguridad y protección a los terroristas que se acojan a esta disposición? ¿Dónde
están las normas o los procedimientos que permitirán cambiarles su identidad, encontrarles trabajo,
proporcionarles una vivienda, etcétera, como ocurre en las naciones desarrolladas, en circunstancias de que bien
sabemos que todo nuestro sistema penitenciario, o judicial, carece de recursos? ¿Cómo vamos a poneren práctica
una norma de esta naturaleza cuando en nuestras cárceles los reos comunes duermen de a tres o de a cuatro por
nicho y tienen dificultades hasta para alimentarse? Sin embargo como lo dice este proyecto de ley, se estimó que
no era necesario que pasara por la Comisión de Hacienda por cuanto no iba a significar gastos...

El propósito de combatir el terrorismo podrá haber sido muy loable; pero, obviamente, este es un proyecto
ineficaz, impracticable, y si algún terrorista se acogiere a él, en el fondo, quedará automáticamente condenado a

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muerte por los propios terroristas que fueron sus cofrades anteriormente, ya que el Estado no le proporciona la
seguridad ni los medios para ampararse en términos de relativa certeza.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Señor Diputado, ha terminado el tiempo de su primer discurso. Puede continuar en el del segundo.

El señor CAMPOS.-

Termino inmediatamente, señor Presidente.

Por lo tanto, no existiendo medidas concretas que protejan a los sujetos que se acojan a la ley; siendo evidente
que todo el sistema judicial chileno carece de recursos; existiendo, quizás, en materia judicial y penitenciaria, otras
urgencias; existiendo, por ejemplo, una Ley de Estados Antisociales, dictada hace más de 30 años, que no se ha
puesto en práctica precisamente porque el Estado no cuenta con los recursos para hacerlo, creo que por muy
nobles y bien intencionados que hubieren sido los propósitos que inspiraron a quienes redactaron esta norma, en
el fondo, ella será impracticable y le estaremos vendiendo falsas ilusiones a la ciudadanía.

Por las razones expuestas, señor Presidente, los parlamentarios radicales no votaremos favorablemente este
proyecto de ley, por considerar repito, en primer término, que no constituye arrepentimiento sino que,
derechamente, delación; en segundo término, por no ser partidario de la institución de la delación y, en tercer
término, por estimarlo absolutamente impracticable e ineficaz.

He dicho, señor Presidente.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el Diputado Andrés Aylwin.

El señor AYLWIN (don Andrés).-

Señor Presidente, en la muy larga historia de la investigación de los delitos, en períodos de recrudecimiento de la
delincuencia, siempre se ha procurado encontrar soluciones fáciles para el problema. Son momentos en que el
Derecho Penal muere como ciencia; ciencia forjada sobre la base de la reflexión, del sufrimiento y de la
experiencia humana.

Tiendo a ver este proyecto inserto en esa realidad. Y aunque sea por motivaciones meramente testimoniales,
señalaré muy brevemente mi opinión, ratificando fundamentalmente lo ya expresado por mis estimados colegas
señores Elgueta y Campos.

Estoy plenamente de acuerdo en que aquí no sacamos nada con cambiarle el nombre al producto y llamar
"arrepentimiento eficaz" a lo que es una "delación compensada". Al efecto, hay que tener presente el proyecto tal
como ha sido despachado por la Comisión para verificar que no basta abandonar una asociación ilícita terrorista
para que opere la disposición que atenúa la responsabilidad. Es necesario agregar otras conductas, claramente
establecidas. Ellas son: que este arrepentimiento permita individualizar y detener a los responsables, es decir,
delación; la individualización de sus miembros, es decir, delación; el paradero de sus dirigentes o integrantes, es
decir, claramente delación.

Ahora se podrá decir- no dudo que haya mucho fundamento para así expresarlo- que éste será un instrumento
eficaz para obtener la disociación de organizaciones ilícitas u organizaciones terroristas.

Señor Presidente, si se trata de atenuar la sanción de la persona que se arrepiente después de haber pertenecido a
un grupo armado o de eximirla por ese hecho de responsabilidad penal, siempre estará mi voluntad para una
disposición de ese tipo. Pero no la estará para un supuesto arrepentimiento que contiene un ingrediente que, a mi
juicio, está al borde de lo ético, y que es la delación de otra persona.

Este problema se ha planteado desde muy antiguo en el Derecho Penal; no es un problema nuevo. En esta parte
de mi intervención, quiero atenerme sólo a los antecedentes proporcionados por la Biblioteca del Congreso, porque
si se trata de buscar opiniones de autores de cuestiones penales, existiendo miles de ellos, siempre será fácil traer

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el punto de vista de alguno.

César de Beccaria, en 1764, dice: "Cómo pensar que las sacrosantas leyes, el monumento de la confianza pública,
la base de la moral humana, autoricen la traición y el disimulo". Y en este mismo trabajo se hace referencia a la
opinión unánime de cien catedráticos alemanes de Derecho Penal que se expresaron claramente en contra de esta
institución cuando este problema se discutió en esa república tan democrática y, al mismo tiempo, tan adelantada.
Y estos penalistas dicen, en síntesis, que esta institución es inconveniente porque infringe el principio del estado
de derecho, porque infringe el principio de la igualdad, porque infringe el principio de la legalidad, porque
producirá desestabilización del orden jurídico y procesal, y conmoverá la conciencia jurídica de la humanidad.

Expresan, también, razones ético-jurídicas, al señalar que la colaboración del Estado con graves criminales es
absolutamente inmoral. Estos mismos penalistas como muchos otros que se citan en este trabajo, añaden la poca
eficacia de esta norma como ha quedado comprobado en diversos países en que se ha puesto en aplicación.

Cuando se trató en general el proyecto, reiteradamente se planteó que esta institución serviría también para el
esclarecimiento de graves violaciones a los derechos humanos. Pensé que, al efecto, habría indicaciones en el
segundo informe que pudieran modificar el texto original de la iniciativa, pero, honestamente, no veo en qué forma
este proyecto puede resolver las graves violaciones a los derechos humanos habidas en Chile. Y me explico por
qué. En primer término, esta iniciativa sólo se refiere a las personas que abandonen una asociación ilícita
terrorista; o sea, debe ser ilícita, y además, terrorista, y todos sabemos que las más graves violaciones a los
derechos humanos, en Chile, se cometieron, primero, por la Dina, y después, por la CNI, ambas establecidas por
ley. Para mí son instituciones inmorales, aberrantes e ilícitas, pero, establecidas por ley, jamás voy a pensar que
nuestros tribunales, nuestra Corte Suprema, nuestras cortes de apelaciones, van a estimar que la CNI o la Dina son
asociaciones ilícitas terroristas.

El proyecto parte también de la base de que la persona abandone la asociación ilícita; es decir, la persona que hoy
se disocia de una asociación ilícita, es premiada por la institucionalidad. Y yo les pregunto a los señores Diputados,
¿Podemos pensar que la conducta de la persona que perteneció a la Dina en los años 1973, 1974 ó 1975, hoy diga:
señor, abandono esta institución, que en la actualidad no existe. No podríamos alegar, en ningún caso, que se
disuelve una asociación ilícita terrorista debido a la acción de una persona que se separa de ella, porque, insisto,
las más graves violaciones a los derechos humanos las cometieron la Dina y la CNI.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Terminó el tiempo de su primer discurso, señor Diputado. Puede continuar en el segundo.

El señor AYLWIN (don Andrés).-

Es cierto que el Ministro don Carlos Cerda estimó asociación ilícita a un grupo que se formó al margen de la Dina y
de la CNI, que cometió gravísimas violaciones a los derechos humanos y que actuó durante un período corto de
nuestra historia: fue el llamado "Comando Conjunto". El Ministro señor Cerda estimó que era asociación ilícita,
justamente porque no estaba establecida en ninguna ley ni en ningún decreto ley; pero fue una situación
absolutamente excepcional. Y aun en ella la Corte Suprema, en definitiva, revocó la resolución del Ministro señor
Cerda; le aplicó medidas disciplinarias y, finalmente, no estimó ni siquiera que este "Comando Conjunto" podía ser
una asociación ilícita con motivaciones terroristas.

Por todas estas razones, y muchas otras que pudiera exponer, votaré en contra de todo el articulado de este
proyecto, porque, en mi concepto, la fuerza del Derecho Penal reside en los valores morales que sustenta. Si no se
sostiene en ellos, que son superiores a los del terrorista y a los de cualquier delincuente, en definitiva, lo estamos
destruyendo, y cuando lo destruimos, le estamos haciendo un favor a los delincuentes y a los terroristas, y el
proyecto no es procurar destruir la delincuencia o el terrorismo.

En todo caso, sé perfectamente que este es un problema sobre el cual puede haber opiniones distintas, y muchos
colegas pueden, legítimamente, manifestar puntos de vista absolutamente diferentes a los míos. Lo que me ha
molestado en las discusiones en relación con este proyecto, lo digo honestamente, es que, muy a menudo, en
foros televisivos, en artículos de los diarios o en declaraciones de políticos, se ha querido dar la sensación de que
quienes nos oponemos a la delación compensada seríamos personas débiles; incluso se dijo que seríamos
cómplices del terrorismo. Los que en forma solitaria aún estamos en contra de esta institución, lo hemos hecho

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 109 de 205

Discusión en Sala

porque pensamos que ésta es la forma en que defendemos una parte esencial del Derecho Penal, y en cuanto
afirmamos muy claramente los métodos sobre los cuales debe combatirse la delincuencia.

Con respecto al mero arrepentimiento, al hecho de disociarse de una asociación ilícita, seré siempre el que recibiré
con más entusiasmo, con los brazos abiertos a todos los que quieren dejar cualquier asociación ilícita;
modestamente, he dado ejemplo de ello. Gran parte de mi acción de este último tiempo ha estado destinada a
conversar con muchas personas que, en otra realidad, de crueldades tremendas, de violaciones sistemáticas a los
derechos humanos, de actos terroristas que significaban un muerto cada tres días, optaron por la vía armada. A
todas esas personas las llamamos a que dejen sus organizaciones, a que se arrepientan. Ese es un llamado lícito
de la democracia, pero no es igualmente lícito que por otro lado se les esté diciendo: "Mira, si delatas a tu
compañero, si entregas los nombres de los que fueron tus amigos, yo te premiaré y castigaré con el máximo rigor
de la ley a quien hasta hace poco era tu amigo, tu compañero o tu hermano en una determinada organización".

Por estas razones, sucintamente expuestas, porque este asunto daría para un largo debate, votaré en contra de la
totalidad de los artículos de este proyecto.

He dicho.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Molina.

El señor MOLINA.-

Señor Presidente, con la misma voluntad ética y con el más estricto apego a los valores morales que conforman mi
vida, he reflexionado a fondo sobre el tema en discusión, y daré mi aprobación total al proyecto que ahora ocupa a
esta Honorable Sala.

Con la idea de discutir y persuadir sobre la necesidad de este proyecto, quiero salir al paso de algunas
observaciones expuestas por los Diputados que me han precedido en el uso de la palabra.

El Diputado señor Elgueta ha buscado minuciosamente argumentos para demostrar que el proyecto sería
insuficiente e ineficaz y ha formulado algunas interrogantes que, a mi juicio, están contestadas íntegramente en el
texto mismo de la iniciativa.

Se pregunta si quien se arrepiente lo hace en calidad de testigo o de autor. Yo le contesto que eso es
absolutamente irrelevante, porque, en ambos casos, estamos frente a una figura penal nueva que no obsta a la
inhabilidad de quien se arrepienta, pues lo hace voluntariamente. Esta figura no estaba consagrada en la Ley de
Conductas Terroristas; se introduce ahora y la estamos perfeccionando.

No viene al caso compararla con la situación de Townley o con los efectos que pudieron tener sus declaraciones,
como tampoco sostener el argumento de que la Corte Suprema, en atención a la inhabilidad del testigo, rechazó
dichas declaraciones como válidas en Chile. A mi juicio, desde el momento en que dictemos esta ley, esa situación
cambiará radicalmente, porque habremos incorporado una figura penal del todo útil para la investigación de los
delitos terroristas.

Sostiene que se estaría contraviniendo el artículo 19 de la Constitución, que establece que nadie puede ser
obligado a declarar en su contra. Sin embargo, el texto mismo de la disposición legal establece que el
arrepentimiento surte efectos para el que se presente voluntariamente, y quien lo hace no está declarando contra
sí mismo en los términos que contempla la Constitución Política, la que trata de evitar que a través de la fuerza o
de la coerción se obtengan declaraciones o reconocimientos de autorías en delitos determinados.

Luego se pregunta ante la autoridad que señalan las leyes, y, en especial el Código Penal, y, obviamente, ante la
autoridad que el sentido común que suele ser a veces el menos común de los sentidos nos impone: el tribunal.
Estoy cierto de que en la autoridad existen también subordinaciones lógicas al sentido común. Si un gobernador
recibe una denuncia de esta naturaleza, lo pondrá ante el conocimiento de los tribunales. Así también actuará,
racionalmente, cualquier otra autoridad. Debo recordar que el Código siempre emplea e incluso lo hace esta ley los
términos de esta manera general e imprecisa. Cuando habla de someter a una persona a la vigilancia de la
autoridad, se refiere a aquellas que tienen atingencia o relación con los hechos de tipo penal o con aquellos que

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 110 de 205

Discusión en Sala

tienden a preservar la integridad de las personas, a conservar los intereses que protege de manera general la ley
y, en algunos casos, de protección a los testigos. Desde luego, es la misma policía.

Indica el Diputado señor Elgueta que no está precisando el momento del arrepentimiento. En este texto, el
momento del arrepentimiento es amplio. Es todo el desarrollo del "iter criminis", todo el proceso de la participación
e, incluso, después de la condena. Creo que no cabe hacerse esa pregunta cuando se examina detenidamente el
texto del proyecto.

Luego consulta qué se entiende por este arrepentimiento para el que, eficazmente, colabora entregando cierta
información y quién ha de entender que esa información es eficaz. La respuesta es obvia: el propio magistrado
deberá evaluar y determinar hasta qué punto quien se arrepiente ha entregado información que permita
desarticular y aislar al grupo terrorista y evitar el daño que éste ha preparado con la comisión de los delitos que
contempla esa ley. De modo que la eficacia es un elemento que debe ponderar el magistrado.

Se pregunta también por el tema de la participación. Debo advertir que la participación es un elemento técnico
penal que está definido, y será el juez y el mérito del proceso los que determinen el grado de participación de
quien se arrepiente. De modo que tampoco cabe hacerse esa pregunta, porque está definida en el propio Código
Penal.

Se agrega que la suspensión de la pena no está determinada en cuanto a su momento. A mi juicio, esto también es
obvio, pues la suspensión la puede decretar el juez después de la condena. Nada obsta para que esto ocurra,
porque en esta figura penal nueva se le estaría dando al magistrado la posibilidad de hacerlo.

El Diputado señor Rojo ha argumentado como si estuviese analizando este proyecto en su etapa de discusión
general, respecto de la idea de legislar. Creo que ya hemos superado la discusión de fondo en cuanto a los temas
que involucra el análisis global de la ley, la intención que tenemos como legisladores, y que debemos referimos a
las normas precisas.

Sostiene que la normativa de este proyecto tiende a suprimir la regla general sobre disminución de las penas. Sin
embargo, la primera norma que cita tiene precisamente carácter general y las disposiciones en estudio están
determinadas por las conductas terroristas y referidas precisa y especialmente a la ley de Conductas Terroristas.
De manera que en relación con esas figuras penales han de aplicarse las disposiciones en discusión.

Agrega que la suspensión condicional es una figura nueva creo que lo es y que la norma debiera tener carácter
transitorio, por incluirla. A mi juicio, este argumento se confunde con aquel otro hecho valer para dar un plazo o
temporalidad a la vigencia de este precepto. Discrepo de esa apreciación.

Está en discusión la violencia como un método de acción política y ella es, en sí, un fenómeno permanente en la
sociedad. En tal sentido, las disposiciones que en materia de conductas terroristas tiendan a limitarla, deben tener
también un carácter permanente, porque, aunque lo quisiéramos, la violencia no es transitoria. Los conflictos
violentos y la violencia política en la sociedad nos van a acompañar por mucho tiempo. De manera que las normas
destinadas a dar eficacia a la lucha contra la violencia política deben tener carácter permanente, a fin de que
adquieran con mayor profundidad esa eficacia.

Por otra parte, los grupos armados que tienen por objeto una asociación destinada a intimidar a la población,
permanentemente podrán entrar en acción mientras sostengan el argumento de la violencia política.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Terminó el tiempo de su primer discurso señor Diputado. Puede continuar en el segundo.

El señor MOLINA.-

Esta es otra razón para estimar que el artículo 4° debe ser permanente, porque siempre estaremos frente a grupos
que se constituirán para utilizar la violencia política.

Además, la normativa en debate está introducida en una disposición legal de carácter permanente. Desde el punto
de vista de una buena técnica legislativa, me parece que la norma que se trata de introducir debe tener también
carácter de permanencia.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 111 de 205

Discusión en Sala

No quiero referirme en términos precisos a las intervenciones en contra del proyecto de los Diputados señores
Campos y Aylwin, pues esos argumentos ya los escuchamos. Lamento que se sostenga que quienes defendemos el
texto tratamos de vender falsas ilusiones de solucionar el tema del terrorismo mediante este artificio o de buscar,
como dice el Diputado señor Aylwin, soluciones fáciles.

La lucha contra la violencia política y el terrorismo no ha sido fácil en la humanidad y se necesita mucha entereza
moral para buscar argumentos, técnicos y herramientas legislativas que permitan erradicar este flagelo que azota
a Chile y a otros países del mundo. Como tratamos de defendemos con los elementos que nos entrega el estado de
derecho, recurrimos a la única arma moral y lícita que tenemos a mano: la ley promulgada por un Parlamento
soberanamente elegido, que legisla de acuerdo con normas éticas.

No me parece justo que el Diputado señor Aylwin cuestiones éticamente la conducta de quienes estamos
convencidos de que para erradicar el terrorismo, es perfectamente legítimo buscar fórmulas que permitan
desarticular y terminar con los grupos armados que atentan contra la sociedad a través de la violencia política.

Quiero reiterar que doy mi plena aprobación a este texto, que se perfecciona, y que estoy convencido lo afirmo
nuevamente de que ahora estamos dando un paso adelante para erradicar en definitiva la conducta violenta y la
violencia armada de nuestra sociedad.

Por su intermedio, concedo una interrupción al Diputado señor Schaulsohn.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Tiene la palabra, por la vía de la interrupción, el Diputado señor Schaulsohn.

El señor SCHAULSOHN.-

¿Cuánto tiempo queda?

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Resta un minuto y medio para el término del Orden del Día.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, concuerdo plenamente con lo expresado por el Diputado señor Molina.

Se han dado muchos argumentos y en un minuto y medio no puedo agregar ninguno, pero quiero hacer resaltar el
hecho de que, a veces, en el deseo de argumentar en contra de algo que es razonable, se esgrimen argumentos
inadecuados y que, en cierto modo, ni siquiera son verdaderos.

El Honorable señor Campos terminó su intervención, después de descalificar el proyecto por diversas razones que
no comparto, señalando que desde hace más de treinta años existía un cuerpo legal, llamado "Ley de Conductas
Antisociales", que nunca se pudo aplicar ni fue eficaz, por falta de recursos.

En lo único que tiene razón el señor Campos es en que esa norma tiene más de treinta años.

Se trata de la ley N° 11.625, publicada en el Diario Oficial del 8 de noviembre de 1954, y no tiene absolutamente
nada con lo que estamos discutiendo. Está en plena vigencia y su aplicación no requiere ningún centavo.

Su artículo 1°, dispone: "Quedan sometidos a las disposiciones del presente Título y sujetos a las sanciones que
como medidas de seguridad establece:

1°) Los que no teniendo hogar fijo o viviendo en el de otra persona por mera tolerancia o complacencia, carezcan
de medios lícitos de subsistencia...".

2°) Los que sin la competente licencia, pidan habitualmente limosna...".

3°) Los que hayan sido condenados por ebriedad más de tres veces en un año...".

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6°) Los que oculten su verdadero nombre, disimulen su personalidad...".

7°) Los que habiendo sido condenados por delitos...".

Su artículo 2°, agrega: Los menores, de acuerdo con la ley penal en quienes concurran las circunstancias..."
etcétera.".

El artículo 3° dispone: "Son medidas de seguridad las siguientes:

1°) Internación en casa de trabajo o colonia...

2°) Internación curativa...

4°) Prohibición de residir en lugar o región...".

No me interesa leer el texto de la ley...

Un señor DIPUTADO.-

¿Me permite una interrupción?

El señor SCHAULSOHN.-

No puedo, señor Diputado. No dispongo de tiempo.

Me parece poco serio, traer a colación una ley que no tiene absolutamente nada que ver con la iniciativa que
discutimos y esgrimirla como ejemplo de la presunta ineficacia del proyecto en cuestión.

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

Señor Diputado, ha terminado el tiempo del Orden del Día.

Si le parece a la Sala, se votará inmediatamente este proyecto.

Varios señores DIPUTADOS.-

¡No, señor Presidente!

El señor DUPRE (Presidente en ejercicio).-

No hay acuerdo.

Por tanto, la continuación del debate de este proyecto queda pendiente para mañana. Conforme al acuerdo
adoptado, primero se tratará la prórroga de la vigencia de la Ley de Pesca, y en segundo lugar, se seguirá con el
estudio de la iniciativa que legisla sobre el arrepentimiento eficaz.

Quedan inscritos para mañana los Diputados señores Naranjo, Palestro, Espina, Letelier, Chadwick, Escalona,
Pérez, Bosselin, Schaulsohn, Rebolledo, Muñoz Barra, Rojo, Rocha, Aguiló, Gajardo y Peña.

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Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

1.7. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 21 de agosto, 1991. Oficio en Sesión 32. Legislatura 322.

PROYECTO DE LEY DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE MODIFICA EL CODIGO PENAL Y LA LEY N°
18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU PENALIDAD

A S.E. EL PRESIDENTE DEL HONORABLE SENADO

Con motivo del Mensaje, Informes y demás antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de
Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo único.- Sustitúyese el artículo 4° de la ley N° 18.314, por el siguiente:

"Artículo 4°.- Se entenderá como arrepentimiento eficaz y quedará exento de las penas establecidas en los
artículos 2°, N° 5, y 7°, el que sin haber cometido otro de los delitos sancionados en esta ley, abandone la
asociación ilícita terrorista y voluntariamente: a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes y
elementos de prueba que sirvan eficazmente para prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos
terroristas e individualizar y detener a los responsables, o, b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación
ilícita a la cual pertenecía o a parte importante de ella, revelando antecedentes no conocidos, tales como sus
planes, la individualización de sus miembros o el paradero de sus dirigentes e integrantes.

Podrá, sin embargo, ser puesto bajo la vigilancia de la autoridad.

Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en esta ley, podrá disminuírsele la pena hasta en tres
grados, si abandona la organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del inciso
primero.

El juez podrá suspender condicionalmente la pena al condenado por alguno de los delitos sancionados en esta ley,
que abandone la organización terrorista y confiese todos los delitos en que haya participado, proporcione los
indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la determinación de la
responsabilidad de los demás culpables y, además, realice las conductas mencionadas en las letras a) o b) del
inciso primero.

El período de suspensión condicional será aquí valen te a los dos tercios del tiempo de la condena, y de veinte
años si el acusado fuere condenado a muerte o a presidio o reclusión perpetuos. La suspensión será revocada si,
dentro de dicho período, cometiere un nuevo delito castigado con pena aflictiva o se incorporare nuevamente a
una asociación ilícita de carácter terrorista.

Transcurrido el período de la suspensión condicional sin que haya sido revocada, se considerará cumplida la pena
inicialmente impuesta.

El juez deberá disponer medidas especiales destinadas a proteger a quienes se acojan a los beneficios establecidos
en este artículo. Dichas medidas durarán el tiempo razonable que el tribunal disponga y podrán ser renovadas
cuantas veces sea necesario.”.”.

Me permito hacer presente a V.E. que el artículo único del proyecto fue aprobado en general por 99 votos a favor,
11 en contra y una abstención, y en particular por 69 votos a favor y 10 en contra, sobre un total de 120 y 113
señores Diputados en ejercicio, respectivamente, dándose cumplimiento a lo establecido en el inciso tercero del
artículo 63 de la Constitución Política de la República. Dios guarde a V.E.

(Fdo.): Carlos Dupré Silva.- Alfonso Zúñiga Opazo.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 114 de 205

Primer Informe de Comisión de Constitución

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Primer Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 22 de enero, 1992. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 39. Legislatura 323.

?INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAÍDO EN EL PROYECTO


DE LEY, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY N° 18.314.

BOLETIN N° 334-07

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de informaros acerca del
proyecto de ley de la H. Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional, iniciado en Mensaje de S.E. el
Presidente de la República, que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina las conductas
terroristas y fija su penalidad, a fin de incorporar la institución del arrepentimiento eficaz.

A las sesiones que vuestra Comisión dedicó a este asunto asistieron, además de sus miembros, los HH. Senadores
señores Ricardo Hormazábal Sánchez y Miguel Otero Lathrop y el señor Ministro de Justicia, don Francisco
Cumplido Cereceda.

La Comisión escuchó a los profesores de Derecho Penal señores Miguel Schweitzer Walters y Luis Ortiz Quiroga.

De acuerdo con lo que dispone el artículo 9° de la Constitución Política de la República, en relación con el artículo
63 de la misma, las normas de este proyecto son de quórum calificado.

El proyecto ha sido declarado de suma urgencia por S.E. el Presidente de la República, de manera que el plazo del
Senado para despacharlo vence el 31 de enero en curso.

La Excma. Corte Suprema fue oída en el primer trámite constitucional. En tal oportunidad, seis señores Ministros
fueron del parecer que el proyecto no se refiere a materias respecto de las cuales la Constitución Política de la
República exige escuchar a dicho Tribunal.

---

ANTECEDENTES Y APROBACION GENERAL

La iniciativa en informe constaba inicialmente de dos artículos que contenían dos materias diferentes: en el 1° se
describía y sancionaba un delito de omisión, consistente en no intervenir para impedir un delito contra la vida, la
integridad corporal, la salud y la libertad de las personas, pudiendo hacerlo sin riesgo, y en no denunciar a la
autoridad tales delitos; en el 2° se sustituía el artículo 4° de la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas y su
penalidad, para incorporar en este cuerpo legal la figura del arrepentimiento eficaz.

En definitiva, la H. Cámara de Diputados aprobó con enmiendas este último, como artículo único.

El texto aprobado en el primer trámite constitucional incorpora a la ley antiterrorista la institución del
arrepentimiento eficaz, que aparece esbozada en otros preceptos de la legislación chilena.

Tal es el caso, por ejemplo, del inciso final del artículo 8° del Código Penal, que exime de pena por la conspiración
o proposición para cometer un crimen o simple delito, a quien se desiste antes de principiar a ponerlos por obra y
antes de iniciarse un proceso judicial, siempre que denuncie a la autoridad el plan y sus circunstancias.

Otro caso similar se encuentra en el artículo 129 del mismo Código, que exime de pena a los sublevados que,
habiendo incurrido en el delito que sanciona el artículo 126, se disolvieren o sometieren a la autoridad sin haber
ejecutado actos de violencia.

Asimismo, el artículo 192 del Código Penal exime de pena a los culpables de delitos de falsificación que se
denuncien a la autoridad antes de hacer uso de los objetos falsificados, sin haber sido descubiertos y antes de

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Primer Informe de Comisión de Constitución

iniciado proceso judicial en su contra.

El artículo 295 del Código Penal deja sin castigo a los integrantes de una asociación ilícita que, antes de cometer
delitos propios del objeto de aquélla, y antes de ser perseguidos, denuncien a la autoridad la existencia de la
asociación, sus planes y propósitos.

Conforme al artículo 369 del Código Penal, en los casos de rapto, violación y estupro, el ofensor queda sin pena si
se casa con la ofendida.

Se ha criticado el uso de la expresión "asociación ilícita terrorista". Sin embargo, ella encuentra su justificación en
los preceptos del número 5 del artículo 2° y del inciso final del artículo 3° de la ley N° 18.314, que legislan
específicamente sobre la asociación ilícita cuyo objeto preciso y determinado es la comisión de delitos tipificados
por la ley que detrmina conductas terroristas y fija su penalidad.

En doctrina, el arrepentimiento eficaz es una de la excusas legales absolutorias que, sin eliminar la antijuridicidad
del hecho, son establecidas por el legislador por causas de utilidad y conveniencia práctica, de índole social o de
política criminal, y no por razones de carácter jurídico.

Se ha reprochado a esta excusa legal el contravenir principios adoptados por la ciencia penal desde hace muy
larga data. Tales son los de equilibrio entre la conducta punible y la sanción y de tratamiento legal igualitario a los
distintos actores que intervienen en un hecho punible.

Sin embargo, ella aparece justificada por la necesidad de defender a la sociedad del ataque de la delincuencia y el
terrorismo. No es posible reconocer un valor a la lealtad entre delincuentes que se asocian para infringir la ley.

Durante la discusión general se formularon observaciones al texto, algunas de las cuales dieron origen más tarde a
modificaciones que la Comisión introdujo al tratar el proyecto en particular.

Ellas pueden sintetizarse como sigue:

a) Fijar a estos preceptos una vigencia temporal;

b) Autorizar una rebaja de pena por el simple abandono de la asociación ilícita, aunque no se consiga desarticular
la organización ni descubrir a sus cabecillas;

c) Extender la aplicación de esta institución a otras figuras penales que a la sociedad interesa combatir:
delincuencia violenta, narcotráfico;

d) Incorporar al arrepentimiento eficaz la aportación de antecedentes que permitan el descubrimiento y castigo de


hechos pasados, además de la prevención de delitos;

e) Incorporar como elementos de esta figura la obligación de reconocer la ilicitud de la actividad desarrollada, la de
asumir un comportamiento objetivamente incompatible con la pertenencia a una asociación ilícita y la de repudiar
clara y categóricamente el uso de la violencia;

f) Precisar en la ley hasta qué momento es aceptable el arrepentimiento;

g) Dejar al reglamento la determinación de la forma de prestar protección al arrepentido, y

h) Extender el beneficio del arrepentimiento al condenado.

Vuestra Comisión aprobó el proyecto en general, por unanimidad, porque estuvo de acuerdo con la idea básica que
persigue la iniciativa, cual es la de suministrar una herramienta jurídica eficaz para combatir el terrorismo,
mediante el expediente más apropiado al efecto, cual es el de la prevención de tales delitos.

DISCUSION PARTICULAR

Todos los acuerdos adoptados por la Comisión fueron unánimes.

El proyecto de la H. Cámara de Diputados consta de un sólo artículo, que reemplaza el artículo 4° de la ley N°

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Primer Informe de Comisión de Constitución

18.314.

La norma sustitutiva comprende varios incisos, que contienen disposiciones que señalan los requisitos y efectos
del arrepentimiento eficaz; distingue entre el delincuente que sólo ha cometido el delito de asociación ilícita
terrorista y aquél que además ha participado en otros delitos terroristas; faculta al juez para decretar una
suspensión condicional de la pena, regulando su duración y revocación, y obliga al tribunal a brindar protección al
arrepentido.

En primer término, la Comisión optó por formular en artículos separados cada una de las ideas contenidas en la
iniciativa en informe y, además, decidió darle un carácter temporal a la misma, por lo cual se propone un texto
legal independiente, en lugar de uno enmendatorio de la ley N° 18.314.

Artículo 1°

Este artículo corresponde al primer inciso del artículo 4° que contiene el proyecto de la Cámara de origen.

Se suprimió la frase inicial "Se entenderá como arrepentimiento eficaz", por considerarla innecesaria.

Se precisó que las penas de que el arrepentido queda exento son las del artículo 7° de la ley N° 18.314 y las que el
inciso final del artículo 3° de la misma ley asigna al delito de asociación ilícita terrorista tipificado en el número 5
de su artículo 2°.

Se intercaló otra frase, para aclarar hasta qué momento puede el delincuente arrepentirse eficazmente y se
estableció que ello puede ocurrir en cualquier tiempo, antes de la dictación de la sentencia definitiva de primera
instancia, en el proceso que afecte al arrepentido o pueda llegar a afectarle.

Para fijar este límite se tuvo en cuenta que el juez de primera instancia está en mejor posición para calificar los
hechos de la causa. Además, de este modo las revelaciones de actos criminosos hechas por el arrepentido
permiten iniciar nuevas investigaciones judiciales, que se harían más engorrosas si el proceso se encontrara en un
tribunal de apelación o en uno de casación.

También se eliminó la exigencia de que el abandono de la asociación ilícita terrorista fuera hecho voluntariamente,
por tratarse de una circunstancia subjetiva difícil de calificar y acreditar y porque, en último término, también
interesa a la sociedad la cooperación que en el combate contra el terrorismo puedan prestarle individuos que han
sido excluidos por la propia asociación ilícita.

De manera que para que tenga lugar la exención de pena por arrepentimiento eficaz deben concurrir
copulativamente tres requisitos:

1) No haber cometido el delincuente otro delito sancionado por la ley N° 18.314 que el de pertenecer a la
asociación ilícita terrorista;

2) Abandonarla en tiempo oportuno, y

3) Ejecutar cualquiera de las conductas que señalan las letras a) y b) de la norma. El contenido de estos literales
no fue alterado:

- Entregar o revelar a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables.

- Ayudar eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.

La Comisión acordó dejar constancia, para los efectos de la historia fidedigna del establecimiento de la ley, que la
referencia a la autoridad se entiende hecha a todas las de carácter político, judicial o policial.

Hubo acuerdo en la Comisión en estimar que el delincuente común que es utilizado por una asociación ilícita

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Primer Informe de Comisión de Constitución

terrorista sin ser parte de ella no puede impetrar los beneficios de esta ley, porque quien no es miembro de una
organización no puede abandonarla.

Se hizo presente en el seno de la Comisión la conveniencia de extender el arrepentimiento eficaz a otras figuras
penales, tales como ciertos delitos contra las personas y contra la propiedad cometidos con violencia y el tráfico
ilícito de estupefacientes.

El señor Ministro de Justicia explicó que el Gobierno tuvo ese propósito inicialmente y que desglosó el aspecto
relativo al narcotráfico, para abordarlo en un proyecto que lo trate en forma específica.

---

El segundo inciso del artículo 4° del proyecto de la Cámara permitía poner bajo la vigilancia de la autoridad al
arrepentido que quedaba exento de castigo por acogerse al beneficio del inciso anterior.

La Comisión lo eliminó, porque resulta un contrasentido imponer una forma alternativa de cumplimiento de penas
privativas de libertad a quien es absuelto.

---

Artículo 2°

Este artículo incorpora al proyecto una idea nueva aprobada por la Comisión.

El permite que el juez, apreciando los hechos en conciencia, pueda rebajar en uno o dos grados la pena que habría
correspondido al procesado que se arrepiente y revela antecedentes que, sin embargo, no resultan eficaces en los
términos señalados en las letras a) y b) del artículo 1°.

Para que tenga lugar el beneficio de rebaja de la pena es necesario que el incumplimiento de los objetivos de
evitar delitos o desarticular la asociación ilícita tengan por causa hechos que sean independientes de la voluntad
del arrepentido, quien ha prestado su colaboración sin éxito.

Artículo 3°

Este precepto recoje la disposición que estaba contenida en el inciso tercero del artículo 4° que el proyecto de la
Cámara proponía para reemplazar el correspondiente precepto de la ley N° 18.314.

Ambas normas son muy similares. Con todo, la que propone la Comisión estructura la frase relativa a la rebaja de
pena siguiendo el modelo de otras disposiciones legales vigentes.

Artículo 4°

Los incisos cuarto, quinto y sexto del artículo 4° sustitutivo aprobado en el primer trámite constitucional contienen
normas que instauran la posibilidad de que el juez suspenda condicionalmente la pena al condenado por un delito
terrorista que abandone la asociación ilícita y confiese todos los delitos en que haya participado, permitiendo con
ello establecer la existencia de los hechos punibles y la determinación de la responsabilidad de otros culpables.
Además, se exige que el arrepentido lleve a efecto alguna de las conductas descritas en las letras a) y b) del
primer inciso del referido artículo 4° aprobado por la H. Cámara de Diputados.

Esos incisos regulan también el período de la suspensión condicional -que será equivalente a dos tercios del tiempo
de la condena y de veinte años en caso que la sanción fuere privación de libertad a perpetuidad o pena de muerte-
y la revocación de la misma, si el beneficiado vuelve a delinquir, incurriendo en una figura castigada con pena
aflictiva o incorporándose nuevamente a una asociación ilícita.

La Comisión se hizo eco de la opinión vertida a este respecto por el Departamento de Ciencias Penales de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. En efecto, el instituto de suspensión condicional de la pena surge
como una novedad respecto de las formas alternativas de cumplimiento de las sanciones privativas de libertad que
estableció la ley N° 18.216. No puede asimilarse al beneficio de remisión condicional, pues éste sólo es aplicable
en casos de penas cortas, situación que no se da en los delitos de la ley N° 18.314. Y tampoco al de libertad

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vigilada, pues éste supone un sistema de tratamiento en libertad del delincuente, a cargo de un agente de la
autoridad.

No siendo el ánimo de la Comisión agregar un nuevo modo alternativo de cumplir penas, optó por hacer aplicable
en la especie las reglas de la ley N° 18.216, en lo que concierne al régimen de libertad vigilada, con algunas
enmiendas.

Así, el artículo 4° del proyecto aprobado por la Comisión permite al juez, además de las rebajas de pena de los
artículos 2° y 3° del proyecto y siempre que concurran los supuestos de hecho que en ellos se señalan, otorgar al
condenado el beneficio de la libertad vigilada, si éste confiesa todos los delitos en que hubiere participado y allega
probanzas que permitan establecer el cuerpo del delito y la identidad de sus autores. Esta confesión completa es
un requisito adicional, que no está contemplado en la ley N° 18.216.

Siguiendo el esquema de dicha ley, se establece un período de observación y tratamiento del delincuente
arrepentido, que no será inferior al de duración de la pena que se le imponga, con un mínimo de tres años y un
máximo de seis. Transcurrido el plazo de observación sin que ella sea revocada, se entiende cumplido el castigo.

Por último, se hacen aplicables, en lo que no se contrapongan a las normas especiales de este artículo, los
restantes preceptos de la ley N° 18.216 que se refieren al régimen de libertad vigilada.

Se hace presente que otra de las especificidades del beneficio que otorga este artículo del proyecto es que no
podrán concurrir todas las circunstancias que lo hacen procedente en la legislación común, ni podrán imponerse
todas las condiciones que el artículo 17 de la ley N° 18.216 señala.

A vía de ejemplo, será difícil satisfacer la exigencia de la letra c) del artículo 15 de dicha ley que, para decretar la
libertad vigilada, requiere que los antecedentes sociales y las características de personalidad del procesado, su
conducta anterior y posterior al hecho punible y la naturaleza, modalidades y móviles determinantes del delito
permitan colegir que es posible su efectiva readaptación y resocialización mediante un tratamiento en el medio
libre.

Artículo 5°

El inciso final del artículo 4° sustitutivo de la ley N° 18.314 que contiene el artículo único del proyecto de la H.
Cámara de Diputados, faculta al juez para arbitrar medidas de protección de los arrepentidos, por un tiempo
razonable. Ellas pueden ser renovadas cuantas veces sea necesario.

La Comisión aprobó una norma similar, como artículo 5°.

Siendo siempre una disposición obligatoria, se explicita que el juez deberá disponer todas las medidas especiales
que sean necesarias para proteger al delincuente arrepentido.

En lugar de beneficiar a quienes impetren los beneficios que autoriza el proyecto, se dispone que tales medidas
deberán decretarse cuando la exención o rebaja de pena sea efectivamente concedida. El proyecto señala expresa
y determinadamente que entre las atribuciones del juez estará la de autorizar al arrepentido a usar un nombre
diferente al suyo, como un medio de ocultar su identidad, para lo que bastará con la resolución judicial que así lo
disponga, sin que sea necesario procedimiento alguno.

Las medidas de protección que adopte el juez tendrán un carácter ilimitado en el tiempo.

Se agregó un inciso nuevo que, en armonía con la búsqueda de reserva que asegure la eficacia de estas medidas,
ordena que las resoluciones que dicten los tribunales en virtud de este precepto, en lugar de estamparse en el
expediente lo serán en un libro que será tenido en secreto por el secretario del tribunal respectivo

Artículo 6°

Finalmente, la Comisión estuvo conteste en fijar a las disposiciones de este proyecto de ley una vigencia temporal,
por estimar que la existencia de un plazo perentorio contribuye a su eficacia. En consecuencia, dispuso en este
artículo nuevo que los actos de arrepentimiento deberán materializarse dentro de un plazo que no exceda de dos
años a la fecha de publicación de la ley en el Diario Oficial.

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Primer Informe de Comisión de Constitución

---

En conformidad con las consideraciones expuestas, vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento tiene el honor de recomendaros que aprobéis las siguientes modificaciones al proyecto de ley
propuesto por la H. Cámara de Diputados:

Artículo único.

Suprimir el encabezamiento

Inciso Primero.

Pasa a ser artículo 1°, con la siguiente redacción:

"Artículo 1°.- Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del
número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos
sancionados en ella, antes de la dictación de la sentencia definitiva de primera instancia, en el proceso que le
afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:

a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o

b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.".

Inciso Segundo.

Suprimirlo

----------

Intercalar a continuación, como artículo 2°, el siguiente, nuevo:

"Artículo 2°.- Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo anterior no se alcanzaren, por causas
independientes de la voluntad del arrepentido que ha entregado o revelado antecedentes, podrá el juez,
apreciando los hechos en conciencia, rebajar en uno o dos grados la pena que le habría correspondido sin mediar
esas circunstancias.".

----------

Inciso Tercero.

Pasa a ser artículo 3°, reemplazado por el siguiente:

"Artículo 3°.- Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en la ley N° 18.314 se le podrá rebajar
hasta en dos grados la pena que le habría correspondido de acuerdo a las reglas generales, si abandona la
organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo 1° de la presente ley.".

Incisos Cuarto, Quinto y Sexto.

Pasan a ser artículo 4°, sustituídos como sigue:

"Artículo 4°.- Sin perjuicio de las rebajas de pena que autorizan los artículos 2° y 3°, y en los mismos casos, el juez
podrá otorgar al condenado el beneficio de la libertad vigilada, si éste confiesa todos los delitos en que hubiere
participado y proporciona indicios o pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de la persona de los demás responsables.

El período de observación y tratamiento no será inferior al de duración de la pena impuesta, con un mínimo de tres

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Primer Informe de Comisión de Constitución

años y un máximo de seis.

Serán aplicables las disposiciones de la ley N° 18.216, relativas al régimen de libertad vigilada, en lo que no se
opongan a lo dispuesto en este artículo.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta.".

Inciso Séptimo.

Pasa a ser inciso primero del artículo 5°, reemplazado por el siguiente:

"Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas especiales destinadas a proteger a quienes conceda los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°, pudiendo autorizar el uso de otro nombre.".

----------

Agregar, como inciso segundo del artículo 5°, el siguiente, nuevo:

"Las resoluciones que el juez adopte en cumplimiento del inciso anterior se estamparán en un libro especial, de
carácter secreto, que el secretario del tribunal guardará bajo su custodia.".

----------

Incorporar el siguiente artículo 6°, nuevo:

"Artículo 6°.- Las diposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en el
artículo 1°, en el plazo de dos años contado desde su publicación en el Diario Oficial.".

---

En virtud de las modificaciones anteriores, el proyecto de ley queda como sigue:

PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1°.- Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del
número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos
sancionados en ella, antes de la dictación de la sentencia definitiva de primera instancia, en el proceso que le
afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:

a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o

b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.

Artículo 2°.- Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo anterior no se alcanzaren, por causas
independientes de la voluntad del arrepentido que ha entregado o revelado antecedentes, podrá el juez,
apreciando los hechos en conciencia, rebajar en uno o dos grados la pena que le habría correspondido sin mediar
esas circunstancias.

Artículo 3°.- Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en la ley N° 18.314 se le podrá rebajar
hasta en dos grados la pena que le habría correspondido de acuerdo a las reglas generales, si abandona la
organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo 1° de la presente ley.

Artículo 4°.- Sin perjuicio de las rebajas de pena que autorizan los artículos 2° y 3°, y en los mismos casos, el juez
podrá otorgar al condenado el beneficio de la libertad vigilada, si éste confiesa todos los delitos en que hubiere
participado y proporciona indicios o pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la

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Primer Informe de Comisión de Constitución

determinación de la persona de los demás responsables.

El período de observación y tratamiento no será inferior al de duración de la pena impuesta, con un mínimo de tres
años y un máximo de seis.

Serán aplicables las disposiciones de la ley N° 18.216, relativas al régimen de libertad vigilada, en lo que no se
opongan a lo dispuesto en este artículo.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta.

Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas especiales destinadas a proteger a quienes conceda los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°, pudiendo autorizar el uso de otro nombre.

Las resoluciones que el juez adopte en cumplimiento del inciso anterior se estamparán en un libro especial, de
carácter secreto, que el secretario del tribunal guardará bajo su custodia.

Artículo 6°.- Las diposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en el
artículo 1°, en el plazo de dos años contado desde su publicación en el Diario Oficial.".

---

Acordado en sesiones celebradas con esta fecha y los días 4 de septiembre, 16 y 23 de octubre, 20 de noviembre,
10 de diciembre y 8 de enero en curso, con asistencia de los HH. Senadores señores Hernán Vodanovic Schnake
(Laura Soto González) (Presidente), Sergio Diez Urzúa, (Miguel Otero Lathrop), Sergio Fernández Fernández, Carlos
Letelier Bobadilla y Máximo Pacheco Gómez.

Valparaíso, 22 de enero de 1992.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS

Secretario

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Discusión en Sala

2.2. Discusión en Sala

Fecha 10 de marzo, 1992. Diario de Sesión en Sesión 42. Legislatura 323. Discusión General. Se aprueba en
general.

MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL Y DE LEY N° 18.314

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Conforme a lo acordado por los Comités, corresponde despachar en general, sin debate, el proyecto, en segundo
trámite constitucional, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República y calificado de "Suma
Urgencia", que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, con informe de la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento.

--Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 32a, en 22 de agosto de 1991.

Informe de Comisión:

Constitución, sesión 39a, en 28 de enero de 1992.

El señor VALDÉS (Presidente).-

El señor Secretario va a informar al respecto.

El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-

Este proyecto, que modifica los textos legales mencionados, se refiere fundamentalmente a la institución del
arrepentimiento eficaz. La Comisión, en su informe, suscrito por los señores Vodanovic ( Presidente ), Diez,
Fernández, Letelier y Pacheco, propone aprobarlo con las enmiendas que señala.

De conformidad a lo dispuesto en el artículo 9° de la Constitución Política de la República, en relación con el


artículo 63 de la misma, esta iniciativa, por referirse precisamente a conductas terroristas, requiere para su
aprobación de quórum calificado, esto es, de la mayoría absoluta de los señores Senadores en ejercicio (24).

El señor PACHECO.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor PACHECO.-

Señor Presidente , en doctrina, el arrepentimiento eficaz es una de las excusas legales absolutorias que, sin
eliminar la antijuridicidad del hecho, son establecidas por el legislador por causas de utilidad y conveniencia
práctica, de índole social o de política criminal, y no por razones de carácter jurídico.

Se ha reprochado a esta excusa legal el contravenir principios adoptados por la ciencia penal desde hace muy
larga data. Tales son los de equilibrio entre la conducta punible y la sanción, y de tratamiento legal igualitario a los
distintos actores que intervienen en un hecho punible.

Sin embargo, ella aparece justificada por la necesidad de defender a la sociedad del ataque de la delincuencia y el
terrorismo. No es admisible reconocer un valor a la lealtad entre delincuentes que se asocian para infringir la ley.

Durante la discusión general se formularon diversas observaciones al texto despachado por la Cámara de

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 123 de 205

Discusión en Sala

Diputados, algunas de las cuales dieron origen más tarde a modificaciones que la Comisión introdujo al tratar el
proyecto en particular y que podemos sintetizar como sigue:

a) Fijar a estos preceptos una vigencia temporal;

b) Autorizar una rebaja de pena por el simple abandono de la asociación ilícita, aunque no se consiga desarticular
la organización ni descubrir a sus cabecillas;

c) Extender la aplicación de esta institución a otras figuras penales que a la sociedad interesa combatir: la
delincuencia violenta, el narcotráfico y otras;

d) Incorporar al arrepentimiento eficaz la aportación de antecedentes que permitan el descubrimiento y castigo de


hechos pasados, además de la prevención de delitos;

e) Incorporar como elementos de esta figura la obligación de reconocer la ilicitud de la actividad desarrollada, la de
asumir un comportamiento objetivamente incompatible con la pertenencia a una asociación ilícita y la de repudiar
clara y categóricamente el uso de la violencia;

f) Precisar en la ley hasta qué momento es aceptable el arrepentimiento;

g) Dejar al reglamento la determinación de la forma de prestar protección al arrepentido, y

h) Extender el beneficio del arrepentimiento al condenado.

Señor Presidente , la Comisión (que integro) aprobó el proyecto en general, por unanimidad, porque estuco de
acuerdo con la idea básica que persigue la iniciativa: suministrar una herramienta jurídica eficaz para combatir el
terrorismo, mediante el expediente más apropiado al efecto, cual es el de la prevención de tales delitos.

En mérito de estos antecedentes, los Senadores democratacristianos aprobaremos en general el proyecto.

He dicho.

--Por unanimidad, se aprueba en general el proyecto, dejándose constancia, para los efectos del quórum
constitucional requerido, de que emitieron pronunciamiento 25 señores Senadores.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Recuerdo que, conforme a lo resuelto por los Comités, el plazo para presentar indicaciones vence el lunes 16, a las
12, a fin de que la Comisión las trate el martes y el proyecto pueda ser despachado por el Senado la próxima
semana. Hasta el momento no se ha formulado ninguna indicación.

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Segundo Informe de Comisión de Constitución

2.3. Segundo Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 17 de marzo, 1992. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 44. Legislatura 323.

?SEGUNDO INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAÍDO EN EL


PROYECTO DE LEY, EN SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY N°
18.314.

BOLETIN N° 334-07

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento tiene el honor de emitir su segundo informe
acerca del proyecto de ley de la H. Cámara de Diputados, que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que
determina las conductas terroristas y fija su penalidad, a fin de incorporar la institución del arrepentimiento eficaz.

Se reitera lo ya expresado en el primer informe, en el sentido de que las disposiciones del presente proyecto son
de quórum calificado.

---

Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 106 del Reglamento, se deja constancia de lo siguiente:

I.- Artículos del proyecto del primer informe que no fueron objeto de indicaciones: 2°, 3° y 4°.

II.- Artículos que fueron objeto de indicaciones rechazadas: 1°, 5° y 6°.

III.- Indicaciones aprobadas, aprobadas parcialmente y aprobadas con enmiendas: 2, 4 y 5.

IV.- Indicaciones rechazadas total o parcialmente: 1, 3, 4 y 6.

---

La indicación N° 1, del H. Senador señor Navarrete, propone sustituir el artículo 1° del proyecto del primer informe.

Esta proposición de enmienda, en sustancia, hace extensiva la figura del arrepentimiento eficaz que crea este
proyecto, a las conductas delictuales descritas por la ley N° 18.403, que sanciona el tráfico ilícito de drogas y
estupefacientes.

Además, la indicación modifica otros elementos de la exención de pena que establece el artículo 1° del proyecto.

En primer término, la hace extensiva a todos los delitos tipificados por la ley N° 18.314, sobre conductas
terroristas, en lugar de circunscribirla sólo a la figura de asociación ilícita terrorista, como lo hace el proyecto del
primer informe.

En segundo término, la proposición de enmienda reemplaza el requisito de no haber cometido el delincuente


arrepentido otro delito sancionado por la ley N° 18.314, por el de no haber cometido un delito de la misma especie.

En tercer término, la indicación sustituye la exigencia de abandonar la asociación ilícita terrorista, por la de
desistirse de la perpetración del delito que es materia del proceso.

En las letras a) y b) la indicación introduce alteraciones menores, que son consecuencia de la proposición
formulada para reemplazar el encabezamiento de este precepto.

La Comisión tuvo en cuenta que en la discusión general se optó por no incluir en este proyecto los delitos
relacionados con el narcotráfico, los que serán abordados, según anunció el Gobierno, en una iniciativa específica
sobre el particular.

Algunos señores Senadores, además, opinaron que la indicación bordea el deslinde de las ideas matrices o
fundamentales del proyecto.

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Segundo Informe de Comisión de Constitución

En otro orden de cosas, incorporar los delitos relativos al tráfico de drogas y estupefacientes exigiría una revisión
minuciosa de la ley N° 18.403, pues no todos ellos pueden dar lugar a la aplicación del instituto del
arrepentimiento eficaz.

El H. Senador señor Hormazábal dijo compartir el planteamiento del autor de la indicación, en orden a incluir
también la posibilidad de arrepentimiento en los delitos de narcotráfico, pero que haría valer su punto de vista
cuando llegue el momento de discutir el proyecto anunciado por el señor Ministro de Justicia. Anunció que se
abstendría.

Puesta en votación la indicación, fue rechazada por cuatro votos, emitidos por los HH. Senadores señores
Fernández, Letelier, Otero y Vodanovic, con la abstención del H. Senador señor Hormazábal, con excepción de la
letra b) sustitutiva propuesta por el H. Senador señor Navarrete, que fue rechazada por unanimidad.

La indicación N° 2, del H. Senador señor Navarrete, sustituye el inciso primero del artículo 5° del proyecto del
primer informe.

La diferencia entre ambos textos radica en que la indicación otorga el derecho a obtener medidas especiales de
protección a quien solicite la rebaja, la exención de pena, o la medida de libertad vigilada, en tanto que el texto
aprobado por la Comisión sólo reconocía tal derecho a quien el juez efectivamente otorgara los beneficios de este
proyecto de ley.

La Comisión aprobó por unanimidad esta indicación, con las modificaciones que pasarán a reseñarse.

Primeramente, se acogió el criterio de reconocer el derecho a la protección para las personas que soliciten los
beneficios de este cuerpo legal, porque de otro modo los amparos sólo podrían ser decretados en la sentencia
definitiva de primera instancia, lo que haría menos eficaz la norma, toda vez que el arrepentido estaría
desprotegido durante la sustanciación del proceso.

En seguida, se sustituyó la expresión "medidas especiales destinadas a proteger" por "medidas que estime
necesarias para proteger". Con ello se quiso poner de manifiesto que queda al arbitrio del juez cuáles y cuántas
serán dichas medidas, sin limitación alguna.

En cuanto a la referencia interna que contiene este precepto a otras disposiciones del proyecto, se optó por el
fraseamiento original.

A continuación, la Comisión modificó la indicación aprobada, separando con un punto seguido la obligación que
tiene el juez que decretar medidas de protección del arrepentido, de la facultad que el mismo precepto le otorga
para autorizar el uso de un nombre diferente.

Además, la Comisión adicionó la parte final del primer inciso del artículo 5° del proyecto, de modo que el juez
pueda, sin perjuicio de las otras medidas de protección que haya decretado, autorizar al arrepentido, a su cónyuge
y a los parientes que la misma resolución determine, a usar un nombre distinto al suyo; el tribunal ordenará al
Servicio del Registro Civil e Identificación que otorgue los correspondientes documentos de identidad (Cédula y
Pasaporte). En estas diligencias administrativas deberá resguardarse en todo momento su carácter secreto, para
hacer efectiva la protección otorgada.

Se dejó constancia de que por esta vía no se puede imponer el uso de otro nombre, contra la voluntad de la
persona afectada.

Los acuerdos anteriores fueron adoptados en forma unánime.

Por último, a raíz de una proposición de enmienda formulada por el H. Senador señor Hormazábal, se suscitó un
debate en torno a si la medida de protección debe consistir únicamente en la autorización para usar un nombre
distinto, o si puede ampliarse a un cambio de nombre, con todas las consecuencias jurídicas que esto último
implica, relacionadas con el matrimonio, la filiación, el parentezco, la herencia, el derecho a pedir alimentos, la
seguridad social y otras.

En definitiva, primó la tesis de establecer el derecho a usar un nombre distinto del propio, como medida de
protección para ocultar la identidad del arrepentido y de las personas vinculadas a él por matrimonio o parentezco,

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 126 de 205

Segundo Informe de Comisión de Constitución

aunque ello importe algunas trabas para el protegido, relacionadas con el ejercicio de algunos derechos que
suponen revelar su identidad verdadera.

Dicha proposición fue rechazada por tres votos contra uno y una abstención. Votó a favor su autor y lo hicieron en
contra los HH. Senadores señores Fernández, Letelier y Otero. Se abstuvo el H. Senador señor Vodanovic.

La indicación N° 3, del H. Senador señor Eduardo Frei, propone reemplazar, en el inciso primero del artículo 5° del
proyecto del primer informe, la facultad judicial de autorizar al delincuente arrepentido el uso de un nombre
distinto al suyo, por la de cambiar sus nombres o apellidos, o ambos.

Esta fórmula guarda armonía con lo dispuesto por la ley N° 17.344, que faculta a cualquier persona para cambiar
su nombre. Además, obvia el inconveniente de que un individuo pueda legalmente usar más de un nombre, lo que
se aviene mal con las características propias de los atributos de la personalidad.

En concordancia con los acuerdos adoptados respecto de la indicación N° 2, ésta fue rechazada por unanimidad.

La indicación N°4, del mismo H. Senador señor Eduardo Frei, agrega tres nuevos incisos al artículo 5° del proyecto,
que desarrollan la sustitución propuesta en su indicación anterior.

El primero, hace obligatorio oir a la Dirección General del Registro Civil e Identificación en el trámite de cambio de
nombre, y extiende las disposiciones de los artículos 3°, 4° y 5° de la ley N° 17.344, que autoriza el cambio de
nombres y apellidos, al cumplimiento y a los efectos de la resolución judicial que se dicte autorizando dicho cambio
de nombre como medida de protección del delincuente arrepentido.

El segundo, permite revocar la medida de protección, en caso de uso malicioso o fraudulento del nombre originario
o del nuevo. El artículo 5° de la ley N° 17.344 castiga esta infracción con presidio.

El tercero, consagra el secreto de todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas de
protección a que se refiere el artículo en que incide la indicación y castiga con la pena del artículo 244 del Código
Penal a los empleados públicos que violen el secreto. Esta sanción es la de reclusión menor en su grado mínimo y
multa.

También como consecuencia de lo resuelto al aprobar con enmiendas la indicación N° 2, la Comisión, por
unanimidad, rechazó la agregación de los dos primeros incisos propuestos y aprobó la del último, con algunos
ajustes de redacción.

La indicación N° 5, formulada igualmente por el H. Senador señor Eduardo Frei, modifica la referencia que el inciso
segundo del artículo 5° del proyecto hace al inciso anterior del mismo, por otra comprensiva de la totalidad del
precepto.

Ella corrige un aspecto de redacción derivado de la agregación de nuevos incisos al artículo 5°. Fue aprobada por
unanimidad.

La indicación N° 6 comprende en realidad dos proposiciones similares, hechas por los HH. Senadores señores
Hormazábal y Navarrete, para eliminar el artículo 6° del proyecto del primer informe.

Dicho artículo da a las normas de esta iniciativa de ley una vigencia temporal, fijando un plazo de dos años,
contado desde la publicación en el Diario Oficial, para desarrollar las conductas que configuran el arrepentimiento
eficaz.

Ambas fueron rechazadas por cuatro votos contra uno. Se pronunciaron por la negativa los HH. Senadores señores
Fernández, Letelier, Otero y Vodanovic. Lo hizo a favor el H. Senador señor Hormazábal.

La mayoría fundó su posición en que una normativa como la del presente proyecto de ley, que altera principios de
la ciencia penal, es por esencia una regulación excepcional, y en que la existencia de un plazo razonable y explícito
favorece la posibilidad del arrepentimiento. Los HH. Senadores que estuvieron por mantener el criterio adoptado
en el primer informe de la Comisión expresaron que es necesario dar una señal clara en el sentido de que no es la
voluntad permanente del legislador otorgar estos beneficios a quienes incurren en conductas contrarias al interés
social.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 127 de 205

Segundo Informe de Comisión de Constitución

Al fundar el voto de minoría, el H. Senador señor Hormazábal expresó que la innovación que este proyecto
introduce en el ordenamiento jurídico chileno debe tener carácter permanente, tal como lo tiene el fenómeno
persistente del terrorismo.

---

En mérito de las consideraciones precedentemente expuestas, vuestra Comisión de Constitución, Legislación,


Justicia y Reglamento tiene el honor de recomendaros la aprobación de las siguientes modificaciones al proyecto
de ley propuesto en el primer informe:

ARTICULO 5°

Sustituir su inciso primero por el siguiente:

"Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°. Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además,
autorizar el uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su
cónyuge y a los parientes que la misma resolución determine. La Dirección General del Registro Civil e
Identificación adoptará todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.".

---

Intercalar como inciso segundo, nuevo, el siguiente:

"Todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas del presente artículo serán
secretas. El empleado público que violare este sigilo será sancionado con la pena establecida en el artículo 244 del
Código Penal.".

---

En el inciso segundo, que pasa a ser tercero, reemplazar la expresión "del inciso anterior" por "de este artículo".

---

En virtud de las modificaciones anteriores, el proyecto de ley queda como sigue:

PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1°.- Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del
número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos
sancionados en ella, antes de la dictación de la sentencia definitiva de primera instancia, en el proceso que le
afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:

a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o

b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.

Artículo 2°.- Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo anterior no se alcanzaren, por causas
independientes de la voluntad del arrepentido que ha entregado o revelado antecedentes, podrá el juez,
apreciando los hechos en conciencia, rebajar en uno o dos grados la pena que le habría correspondido sin mediar
esas circunstancias.

Artículo 3°.- Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en la ley N° 18.314 se le podrá rebajar
hasta en dos grados la pena que le habría correspondido de acuerdo a las reglas generales, si abandona la
organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo 1° de la presente ley.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 128 de 205

Segundo Informe de Comisión de Constitución

Artículo 4°.- Sin perjuicio de las rebajas de pena que autorizan los artículos 2° y 3°, y en los mismos casos, el juez
podrá otorgar al condenado el beneficio de la libertad vigilada, si éste confiesa todos los delitos en que hubiere
participado y proporciona indicios o pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de la persona de los demás responsables.

El período de observación y tratamiento no será inferior al de duración de la pena impuesta, con un mínimo de tres
años y un máximo de seis.

Serán aplicables las disposiciones de la ley N° 18.216, relativas al régimen de libertad vigilada, en lo que no se
opongan a lo dispuesto en este artículo.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta.

Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°. Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además,
autorizar el uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su
cónyuge y a los parientes que la misma resolución determine. La Dirección General del Registro Civil e
Identificación adoptará todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.

Todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas del presente artículo serán secretas.
El empleado público que violare este sigilo será sancionado con la pena establecida en el artículo 244 del Código
Penal.

Las resoluciones que el juez adopte en cumplimiento de este artículo se estamparán en un libro especial, de
carácter secreto, que el secretario del tribunal guardará bajo su custodia.

Artículo 6°.- Las disposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en el
artículo 1°, en el plazo de dos años contado desde su publicación en el Diario Oficial.".

---

Acordado en sesión celebrada con esta fecha, con asistencia de los HH. Senadores señores Hernán Vodanovic
Schnake (Presidente), Sergio Fernández Fernández, Ricardo Hormazábal Sánchez, Carlos Letelier Bobadilla y
Miguel Otero Lathrop.

Sala de la Comisión, a 17 de marzo de 1992.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS

Secretario

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Discusión en Sala

2.4. Discusión en Sala

Fecha 18 de marzo, 1992. Diario de Sesión en Sesión 44. Legislatura 323. Discusión Particular. Aprobado con
modificaciones.

MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL Y DE LEY N° 18.314

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

De conformidad a lo resuelto ayer por los Comités Parlamentarios, corresponde despachar hoy en particular el
proyecto que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad,
con segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 32a, en 22 de agosto de 1991.

Informes de Comisión:

Constitución, sesión 39a, en 28 de enero de 1992.

Constitución (segundo), sesión 44a, en 18 de marzo de 1992.

Discusión:

Sesión 42a, en 10 de marzo de 1992 (se aprueba en general).

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-

Este proyecto, llamado también "de arrepentimiento eficaz", tiene segundo informe de la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

De acuerdo con el artículo 106 del Reglamento, los artículos 2°, 3° y 4° se dan por aprobados por no haber sido
objeto de indicaciones.

Cabe señalar que por tratarse de un proyecto de quórum calificado, conforme al artículo 63 del Texto
Fundamental, en relación con el artículo 9° del mismo, los distintos preceptos deben ser aprobados por la mayoría
absoluta de los señores Senadores en ejercicio, vale decir, 24, y en este momento los presentes superan ese
número.

El señor VALDÉS (Presidente).-

En discusión particular.

Ofrezco la palabra.

El señor PACHECO.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor PACHECO.-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 130 de 205

Discusión en Sala

Señor Presidente , en sesión celebrada ayer por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, se
estudiaron las diversas indicaciones.

La indicación N° 1, del Senador señor Navarrete , proponía sustituir el artículo 1° del proyecto del primer informe.

Esa enmienda, en sustancia, hacía extensiva la figura del arrepentimiento eficaz que se crea, a las conductas
delictuales descritas por la ley N° 18.403, que sanciona el tráfico ilícito de drogas y estupefacientes.

Además, la indicación modificaba otros elementos de la exención de pena establecidos en el mismo artículo 1°. En
primer término, la hacía extensiva a todos los delitos tipificados por la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas,
en lugar de circunscribirla sólo a la figura de asociación ilícita terrorista, como lo hace el proyecto del primer
informe. En segundo lugar, reemplazaba el requisito de no haber cometido el delincuente arrepentido otro delito
sancionado por la ley N° 18.314. Y en tercer término, sustituía la exigencia de abandonar la asociación ilícita
terrorista, por la de desistirse de la perpetración del delito materia del proceso.

Puesta en votación la indicación, fue rechazada por 4 votos -de los Senadores señores Fernández , Letelier , Otero
y Vodanovic - y una abstención -del Honorable señor Hormazábal -, con excepción de la letra b) sustitutiva,
propuesta también por el Senador señor Navarrete , que fue rechazada por unanimidad.

No sé si la Mesa quiere que siga informando, o si nos pronunciaremos de inmediato sobre cada una de las
indicaciones.

El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-

Señor Senador , según el mecanismo del artículo 106, de que la Secretaría estaba dando cuenta, en el segundo
informe aparecen después los artículos que fueron objeto de indicaciones rechazadas: 1°, 5° y 6°. Para su
consideración por la Sala requerirían de indicaciones renovadas, las cuales no han llegado a la Mesa y, por lo tanto,
quedan también por aprobados, salvo el artículo 5°, que viene con modificaciones propuestas por la Comisión.

En consecuencia, el Senado tendría que discutir y votar las enmiendas al artículo 5° que se indican a continuación.

a) Reemplazar su inciso primero por el siguiente:

"El juez deberá disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los beneficios
establecidos en los artículos 1° a 4°. Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además, autorizar el
uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su cónyuge y a los
parientes que la misma resolución determine. La Dirección General del Registro Civil e Identificación adoptará
todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.".

b) Intercalar como inciso segundo, nuevo, el que sigue:

"Todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas del presente artículo serán
secretas. El empleado público que violare este sigilo será sancionado con la pena establecida en el artículo 244 del
Código Penal.".

c) Finalmente, en el inciso segundo, que pasa a ser tercero, reemplazar la expresión "del inciso anterior" por "de
este artículo".

Estas son las modificaciones propuestas por la Comisión en su segundo informe.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Tiene la palabra el Honorable señor Díez.

El señor DÍEZ .-

Señor Presidente , creo que procedería aprobar este informe, porque el artículo 5°, en la forma como se encuentra
redactado, protege de manera más eficaz a las personas que hagan uso de la franquicia de esta ley y a sus

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 131 de 205

Discusión en Sala

parientes. Al mismo tiempo, fija con mayor precisión las normas que deben aplicar los jueces para garantizar el
secreto de las diligencias a que se refiere la ley en proyecto, y establece la responsabilidad adecuada,
correspondiendo a la regla general del Código Penal, al hacer referencia a su artículo 244.

Por lo tanto, pienso que la Sala debería aprobar el precepto sin mayores problemas, al igual como entiendo que fue
aprobado en la Comisión pertinente.

He dicho, señor Presidente.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Pacheco.

El señor PACHECO.-

Señor Presidente , coincido con lo expresado por el Senador señor Díez en el sentido de que este artículo, que fue
aprobado por unanimidad en la Comisión, viene con una redacción más perfecta que la contenida en el primer
informe. Por tal motivo, me parece que debe ser aprobado por la Sala.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Fernández.

El señor FERNÁNDEZ .-

Señor Presidente , en la Comisión estuvimos analizando este proyecto en lo que dice relación con el cambio de
nombre o el uso de otro nombre. Y, al efecto, acordamos la norma que se propone en el informe, con el objeto de
dar la adecuada flexibilidad que requiere una materia de esta naturaleza.

Frente a un tema de este carácter, en que la persona se arrepiente, para que se produzca algún efecto, deben
darse al individuo todas las posibilidades a fin de que pueda reincorporarse a la vida normal, y también para que
no sea perseguido por aquellos que en definitiva formaban parte de su misma asociación ilícita. De lo contrario,
cualquier beneficio que se le pretenda otorgar sería meramente ilusorio. Porque procurar que una persona logre
arrepentirse, que dé a conocer los antecedentes de una organización y que después pueda actuar libremente en la
sociedad en la cual ella había delatado, creo que resulta absolutamente ilusorio, toda vez que inmediatamente
sería víctima de todo tipo de represalias por parte de quienes eran sus antiguos asociados.

Por eso, el artículo 5° permite al juez adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad del
individuo arrepentido. No se quiso entrar en el detalle del asunto, ni reglamentar exhaustivamente las medidas de
que se trata -porque éstas pueden ser muy variadas-, sino dejar entregado cada caso y circunstancia a la voluntad
del juez -naturalmente, considerando los antecedentes del proceso y las solicitudes que le hagan las partes
interesadas- para que pueda resolver y adoptar las determinaciones que sean de mayor conveniencia para el
arrepentido.

En la Comisión se planteó también un debate respecto de si se permitía el uso de otro nombre o si se autorizaba
derechamente el cambio del mismo. Se optó por lo primero. ¿Por qué razón? Porque lo último suponía cambiar el
estado civil de la persona, con una serie de consecuencias jurídicas de la mayor gravedad e importancia, y
naturalmente no podían quedar entregadas al secreto más absoluto que el caso requería. El hecho de permitir el
cambio de nombre, y a la vez establecer la reserva total, significa romper todos los vínculos que unen a la persona
con la sociedad -familiares, hereditarios, laborales, de seguridad social y de cualquier naturaleza-, quedando en
una condición de ente aislado de la sociedad, con otro nombre y sin ningún nexo anterior, puesto que todo vínculo
pasado quedaría amparado por el secreto, lo cual impide averiguar su verdadera identidad.

Por tal motivo, la Comisión -yo diría que con un criterio más práctico-, mediante la redacción que propone al
artículo 5°, permite que el juez autorice al individuo a usar otro nombre. En todo caso, ello no significa que pierda
el anterior. Naturalmente, las dificultades que se presenten irán determinando qué garantías adicionales el
magistrado deberá otorgar tanto a él como a sus parientes -en caso de que fuere necesario- con el objeto de
asegurar la reincorporación de la persona a la vida social.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 132 de 205

Discusión en Sala

Pero quiero señalar que estamos en presencia de una facultad amplia que se da al tribunal para permitir que el
individuo use otro nombre o para adoptar cualquier otra medida que tienda a proteger a la persona que se ha
arrepentido. No quisimos entrar -repito- en una enumeración exhaustiva de las distintas normas que puede
decretar el juez, por cuanto éstas, en mi opinión, son tan amplias que deben quedar sujetas al criterio del tribunal
en cada caso.

Esas son las razones por las cuales se ha permitido el uso de otro nombre y no el cambio del mismo; vale decir,
aquí no se produce el cambio de estado civil. En la Comisión incluso analizamos las consecuencias que podrían
generarse en caso de que el individuo quisiera incorporarse a la vida social o laborar sin poder acreditar su propia
identidad y, por lo tanto, sus antecedentes laborales. ¡Para qué decir de sus derechos de familia, de afiliación o
hereditarios, o de cualquier otra circunstancia relacionada con él, si se pretende realmente reintegrarlo a la
sociedad!

Otra materia que conviene destacar -y está comprendida no solamente en el artículo 5°, sino en todo el proyecto
(creo que es bueno que quede constancia de ella para los efectos de la historia fidedigna de la ley)- es el hecho de
que no estamos en presencia de un mero cambio de penas, de rebajas o de eliminación de las mismas para el caso
de que una persona se hubiere arrepentido en las condiciones que hemos reglamentado. No se trata de eso.
Porque ello significaría que el juez debería condenar, y una vez que lo hiciere, rebajar o eliminar la sanción. Por una
razón de procedimiento, y además práctica, pienso que es conveniente que el magistrado tenga la facultad de
poder absolver. Ahora bien, con este proyecto se está permitiendo que el juez, en lugar de dictar sentencia y
otorgar después el beneficio, simplemente absuelva a la persona, para los efectos de dar cumplimiento a esta
normativa. Esto, en definitiva, significa que el individuo arrepentido podrá ser liberado y no que se le condene y
después se le rebaje la pena. Porque creemos que de esta manera no se cumpliría el objetivo que estamos
buscando con esta legislación, vale decir, establecer un medio eficaz para combatir el terrorismo, el cual se logra a
través de la entrega de una información oportuna y eficaz que permita descubrir a los individuos que se han
asociado ilícitamente con el objeto de cometer actos terroristas, o que haga posible prevenir tales actos. De esta
manera, la sociedad obtendrá un gran beneficio, por cuanto contaría con un cúmulo de información útil para
combatir el flagelo del terrorismo.

Ciertamente, todas estas normas tienen un elemento característico: son esencialmente temporales y, además,
excepcionales en su naturaleza. Porque lo normal es que la persona que cometa un delito, una acción antijurídica,
sea sancionada. Y en este caso estamos haciendo excepción a la regla general en Derecho referente a que todo
individuo que ha cometido una acción penada por la ley debe ser castigado, en aras de otro objetivo superior: la
seguridad de la sociedad, la cual, con la información que pueda proporcionar, se verá beneficiada en cuanto a su
tranquilidad.

Esas son las observaciones que me merece el artículo 5° y la de carácter general sobre el proyecto, relativa a la
absolución de la persona y no a la rebaja de penas que contiene la iniciativa.

He dicho, señor Presidente.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Jarpa.

El señor JARPA.-

Señor Presidente , creo que denominar a esta institución "arrepentimiento eficaz" hace muy difícil establecer la
aplicación de las disposiciones legales que estamos analizando. Porque es muy dificultoso saber si una persona
está o no arrepentida de lo que hizo, o de parte de su acción. Generalmente, el ser humano se arrepiente cuando
le va mal en alguna iniciativa; no así cuando le va bien, aun cuando su proceder haya ido más allá de la ley.

Por eso, pienso que tal vez sería mejor hablar aquí de "colaboración con la justicia"; vale decir, colaborar para
evitar que se cometan delitos o para ayudar a que se establezcan responsabilidades en los mismos. En ese sentido
resulta más fácil visualizar cómo puede operar el sistema. Si una persona ha colaborado con las autoridades
judiciales o policiales para investigar hechos delictuales, dispondrá de un antecedente que le será reconocido y
valorado en el momento en que sea sometida a los tribunales de justicia a fin de determinar cuál ha sido su
conducta anterior.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 133 de 205

Discusión en Sala

En razón de ello, señor Presidente , sugiero que visualicemos el tema desde el punto de vista de la colaboración
que puede prestar una persona con motivo de la aplicación de esta ley en proyecto y de las disposiciones judiciales
o penales, y no analizar el hecho de si el individuo está o no arrepentido de todo lo que hizo o de parte de su
acción.

Por lo tanto, quisiera empezar por proponer que a esta ley la llamemos "de colaboración con la justicia" y no "de
arrepentimiento eficaz".

He dicho, señor Presidente.

El señor DÍEZ.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

La solicitó primero el Honorable señor Hormazábal.

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor HORMAZÁBAL .-

Señor Presidente , creo que, para los efectos prácticos, esta iniciativa simplemente tiene la característica de
referirse a modificaciones del Código Penal y de la ley 18.314. Es una normativa que desde el punto de vista del
proyecto mismo carece de nombre.

Cabe señalar que con motivo de su análisis tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, se produjo una
polémica en la opinión pública en cuanto a si se trataba de una delación compensada o de un arrepentimiento
eficaz. Y, a mi juicio, es más importante apuntar a algunos objetivos que a un nombre.

Del análisis del proyecto -por lo menos a mi juicio- surge con evidencia una discrepancia, aparte el enfoque que ha
hecho el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, en lo referente a cuándo las personas se
arrepienten. Yo conozco gente a la cual le ha ido bien, muy bien, y se ha arrepentido, por cuanto, muchas veces,
dedicarse a tener éxito en el mundo de los negocios y del dinero significa desatender a la familia y otros valores de
sus colaboradores. Hay personas que han tenido éxito en la política, pero ello les ha generado problemas familiares
o incomprensiones de otra naturaleza.

En mi opinión, el ser humano es mucho más que alguien que se arrepiente sólo ante los fracasos; es el que está
dotado de capacidad, incluso en el éxito y en la alegría, para poder constatar las dificultades y problemas que esta
situación presenta en su amplitud de comunicación con el mundo. Reducir el arrepentimiento sólo a la
constatación de fracasos creo que es hacer una mala fotografía de lo que yo, por lo menos, entiendo es el ser
humano.

Cuando hablamos de este proyecto, pienso que las indicaciones presentadas oportunamente por el Honorable
señor Navarrete -que en varios casos me tocó defender en la Comisión, en la que ocasionalmente participé- dicen
relación a un tema más profundo. En efecto, es preciso entender que hay ciertos fenómenos culturales que han
afectado la conducta de los hombres y que tienen que ser adecuadamente enfrentados por la sociedad.

Ahora, una indicación del Honorable colega también hacía extensiva esta figura al narcotráfico, cuya connotación
es tan terrible y criminal como la del terrorismo, porque destruye y corrompe Gobiernos, policía, Fuerzas Armadas,
políticos, etcétera. Si ello no se aprobó en la Comisión, no fue porque ésta no haya comprendido que un precepto
de esa índole puede significar un valor importante, sino porque el señor Ministro de Justicia empeñó su palabra en
cuanto a que oportunamente se abordará el tema en un proyecto específico sobre el narcotráfico, con una
modalidad parecida a la que se está consagrando hoy en esta iniciativa. Y, para evitar rigideces respecto a si ese
punto está o no está contenido en las ideas matrices del proyecto o a su análisis en lo relativo a otros aspectos
constitucionales y legales que debemos examinar, la Comisión estimó pertinente no ampliar la materia al ámbito
sugerido por el Honorable señor Navarrete .

Pero, frente al problema del terrorismo en particular, la verdad es que el aporte que la Comisión hizo en el Senado

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Discusión en Sala

tuvo una variable adicional. Puede que el arrepentimiento no sea eficaz, en la medida en que no se proceda a la
detención o exista el impedimento previo de la comisión de ciertos actos terroristas, o puede que la colaboración
que preste el inculpado no sea suficiente para desarticular la asociación ilícita de la cual formaba parte. Por eso, se
ha dispuesto en el artículo 2° que igualmente el inculpado podría ser objeto de este tratamiento singular y
excepcional en caso de que los hechos que impidieran alcanzar el objetivo perseguido fuesen independientes de la
voluntad que ha demostrado.

Por lo tanto, en virtud de esta iniciativa de ley no sólo se está buscando medir todo por el efecto sustancioso y vital
para la sociedad de impedir la comisión de actos terroristas o que se pueda desmantelar una asociación ilícita
involucrada en un fin tan criminal, sino que también estamos pretendiendo determinar la forma de estimular la
colaboración de gente que muchas veces ha tenido una motivación en esta materia, como ha sido la experiencia
en Chile. Algunos han tenido que incurrir en ciertos actos terroristas precisamente porque ellos o sus familiares
han sido víctimas de actos terroristas.

Pues bien, nosotros deseamos proporcionar al individuo la oportunidad de darse cuenta de que hoy existe un clima
distinto en la sociedad chilena y de que, por lo tanto, valores como el respeto a la persona humana, a la integridad
de ésta y al derecho sagrado a su vida son observados por todo el componente institucional, jurídico y político; es
decir, que tenga la posibilidad de cambiar. También se puede dar el caso de que otros, por diversas razones -a lo
mejor, por el fracaso, o bien, por los nuevos hechos que se están conociendo en la sociedad chilena-, lleguen a
colaborar en el establecimiento de valores en los que participamos todos. Entonces, se trata de estimularlos.

Ahora, ¿cuál es el tema, señor Presidente , que discutimos y que aquí el Senador señor Fernández describió en una
rápida visión? Por ejemplo, si nos referimos a alguien que colabora para desarticular una asociación terrorista,
¿cuál es la sanción que la experiencia histórica ha demostrado que esta última aplica? La pena de muerte para
quien considera delator. ¿Qué pasa en el caso del narcotráfico? Los narcotraficantes también aplican la pena de
muerte a aquellas personas que estiman que los han traicionado. De modo tal que si la sociedad desea incentivar
un paso positivo por parte de quienes se han involucrado en estas actividades, a fin de desarticular a las
asociaciones que persiguen fines tan criminales, es necesario otorgar a estas personas, además, ciertos beneficios
que compensen de alguna manera el alto costo que tendrá para su seguridad futura la ayuda prestada a la justicia
en su momento.

Sobre el particular, hubo una discusión en la cual personalmente fui partidario de la tesis de ampliar lo relativo al
uso de un nombre a la posibilidad de un cambio de nombres y apellidos de quien colaborara, así como de sus
familiares que aceptaran formar parte de este programa especial, precisamente porque concibo que el resguardo
de la vida propia y la de los familiares más directos es una manera de facilitar, también, el paso de integrante de
una asociación ilícita de la naturaleza de la que nos ocupa a la de participante de una sociedad democrática que
respeta tales o cuales valores.

Al mismo tiempo, fui partícipe y suscribí con el Senador señor Navarrete una indicación destinada a eliminar el
artículo 6°, en el cual nuestra Comisión asignó a las normas en estudio un carácter transitorio, de sólo dos años.
Después de examinar la disposición, me pareció que dicho plazo era demasiado breve, porque la experiencia que
estamos viviendo en América Latina y en Europa demuestra que el terrorismo es un fenómeno que pasa por ciclos
y que, desgraciadamente, sigue operando de manera más perseverante y continua que lo que las sociedades
democráticas quisieran. Es efectivo que en Italia las Brigadas Rojas se encuentran en un punto muy bajo de su
actividad. Y en nuestro continente las acciones de grupos terroristas -salvo excepciones tan brutales como la que
acaba de suceder en Argentina- igualmente pasan por una moda de bastante poca continuidad. Pero reitero que la
situación va a perseverar en el tiempo.

No obstante, he entendido el argumento dado por mis colegas en la Comisión y por destacados profesores de
Derecho Penal en el sentido de que, dado el hecho de que ésta es una legislación experimental en el campo del
Derecho Penal chileno, y atendido el objetivo básico de estimular, ahora, el efecto desarticulador de estas
asociaciones ilícitas, procede fijar un plazo en esta materia a todos los que aún persisten en la actitud equivocada
de negarse a comprender que hoy la sociedad democrática ofrece canales de expresión a cuantos acepten las
reglas del juego respetuosas de los valores fundamentales de la persona humana. De este modo, sabrán que la
sociedad chilena está dispuesta a darles un trato de excepción, ahora, para que contribuyan a este fin de tan alta
envergadura.

Por eso, señor Presidente , he desistido del derecho a reponer la indicación. Como se trata de una iniciativa de ley

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Discusión en Sala

que establece una institución nueva y excepcional en el ordenamiento jurídico chileno, prefiero ver cómo funciona
esta idea que destacados juristas hicieron presente en la Comisión. Si en el transcurso del tiempo ella no opera,
podrá ser evaluada como corresponde.

En síntesis, soy partidario de aprobar el informe. Pero debo señalar que la visión que uno tiene del ser humano es
de mayor envergadura que la simple noción de que se arrepienten sólo los derrotados. ¡A Dios, gracias!, la
experiencia histórica ha demostrado que hasta los que se sienten triunfadores tienen la capacidad de no dejar que
el Sol los enceguezca y de apreciar los errores que pueden cometer, para colaborar oportunamente con la
sociedad.

Formulo un llamado para que esta Corporación, al aprobar estas normas, se dirija a quienes persisten en la actitud
equivocada de favorecer el desarrollo de algunos grupos terroristas, a fin de que se reincorporen y reinserten en la
sociedad chilena. Y, para ello, no sólo se requiere esta iniciativa de ley, sino, además, por ejemplo, la ayuda
consistente en que nos digan dónde están los detenidos desaparecidos; en la aclaración de los casos de justicia
pendientes. Porque no hay leyes que puedan desarticular el odio del corazón y la mente humanas, cuando esa
mente y ese corazón todavía se sienten sobrecogidos por el dolor de no saber dónde están sus seres queridos.

He dicho, señor Presidente.

-------------------

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Informo a la Sala que se encuentra en la tribuna Su Excelencia don Raúl Manglapus, Ministro de Relaciones
Exteriores de Filipinas , acompañado de su distinguida esposa.

En nombre del Senado, lo saludo muy cordialmente y le expreso nuestros agradecimientos por haber visitado Chile
y estar presente en este instante en la Corporación.

-------------------

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Otero.

El señor OTERO .-

Señor Presidente , la verdad es que hoy día estamos analizando un proyecto de ley que crea una situación jurídica
aparentemente extraordinaria en nuestro ordenamiento.

Como quedó claramente establecido en la Comisión de Constitución, en el Código Penal y en el de Procedimiento


Penal existen antecedentes de circunstancias en que la persona que participa en la comisión de un delito -como es
el caso del incendio, si se arrepiente y contribuye a apagarlo- no recibe la sanción que le corresponde. Porque,
como es obvio, se pretende incentivar a la gente para que en lugar de continuar en la acción delictiva se desista de
ella, a fin de evitar el mal que podría producirse.

Es necesario dejar constancia de que la institución que hoy votaremos en forma favorable es absolutamente
extraordinaria y excepcional. Y persigue fundamentalmente el mismo objeto que las disposiciones existentes
desde hace más de cien años en nuestro Código Penal, precisamente para permitir que una persona se desista de
la acción delictual.

Es un hecho que el terrorismo hoy día funciona sobre una base muy simple: el individuo reclutado para ejercer la
labor terrorista cae en las manos de la organización y realmente no tiene cómo salir de ella. Puede estar
arrepentido, puede estimar que lo que está haciendo es una barbaridad, pero se encuentra en una situación
imposible. Si se entrega a la justicia, va a ser condenado con todo el rigor de la ley. Y no sólo eso, sino que,
además, va a correr el riesgo personal de dar la indicación que permitiría terminar con la asociación terrorista.

Esto es lo que llevó a países europeos, en especial, a configurar esta institución. Parlamentarios de distintos países
que la han incorporado, en particular de Italia, han señalado que la medida en estudio es la que ha permitido

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destruir las organizaciones terroristas -sobre todo en Italia-, ante el hecho de que quien ha participado en actos
delictuales en un momento dado tiene la posibilidad de enmendar su conducta y, fundamentalmente, de obtener
todos los beneficios que le depare esa actitud positiva, si ésta contribuye a que la sociedad pueda poner término o
atacar eficazmente a tales asociaciones.

Es preciso dejar muy en claro que el artículo 1° establece dos elementos copulativos. No basta que una persona
abandone la asociación ilícita terrorista, sino que es imprescindible, además, que cumpla con los requisitos que
consagra la letra a), o bien, la b), de dicho precepto. Sólo en esa forma podrá gozar de todos los beneficios que
concede el texto en análisis.

En seguida, otro artículo señala que el juez puede aplicar estas medidas siempre y cuando el hecho de que no se
hayan logrado los efectos que se persiguen obedezca a una causa ajena a la voluntad de quien está colaborando
con la justicia, que ha puesto todo de su parte, que ha entregado toda la información, todo lo que conoce, pero no
ha conseguido que se cumplan cabalmente los requisitos que se imponen. De modo que esta iniciativa de ley
contempla las dos posibilidades. Y es un incentivo para la persona que hoy día se ve envuelta en las redes de la
asociación ilícita terrorista y no tiene ninguna puerta de salida que le sea beneficiosa.

El otro elemento indispensable, y que se corrigió ayer en la Comisión, es precisamente la protección que se debe
dar a quien se halla en estas circunstancias. El Senado hace algún tiempo aprobó la misma disposición respecto
del testigo que concurre a dar información a la policía. En esa oportunidad se estableció precisamente la
confidencialidad de la información y se determinó que el juez debía tomar todas las medidas necesarias para el
resguardo de esa persona, cosa que era desconocida en nuestro ordenamiento jurídico. Lo más grave era que
desde el momento mismo en que había un hecho delictual todos los nombres de quienes podían ser testigos eran
dados a conocer, con lo cual se posibilitaba la acción amedrentadora del delincuente o del terrorista, quien podía
decir: "Si usted habla, aténgase a las consecuencias".

Hoy, con mayor razón, es necesario proteger a la persona que concurre a la justicia y que dice: "Quiero asilarme en
esta ley; voy a dar toda la información de que dispongo". Pero la protección tiene que darse desde el primer acto, y
no después de que ha terminado el proceso con la sentencia, porque en este último caso no se cumpliría la
finalidad de que se trata.

Quisiera ser muy claro y muy explícito en este punto, a pesar de que el informe de la Comisión lo señala
claramente: el juez deberá disponer todas las medidas que estime convenientes, sin limitación alguna. Y es de
esperar que los magistrados asuman esta responsabilidad que se les entrega, y que no ocurra lo que ya ha
sucedido en muchísimas oportunidades, especialmente en los tribunales de primera instancia: que los jueces sean
reacios o timoratos para hacer uso de una atribución amplia, como ésta. La única condición que deben satisfacer
es el buen criterio, la lógica y la consecución del fin perseguido.

Si la Comisión no quiso enumerar lo que puede hacer el juez fue porque cuando uno enumera, limita, y, como se
señala en el propio informe, la facultad que se le otorga a aquél no tiene restricción alguna.

¿Cuáles medidas puede adoptar? Todas las que en su concepto sean necesarias para proteger a esa persona y a su
familia, porque, si no lo hace, se originaría la gravísima consecuencia de que esta ley va a resultar ineficaz.

Y aquí llegamos a un problema, señor Presidente , del que es imprescindible dejar constancia en la historia de la
ley y en esta Sala: las leyes no son ni buenas ni malas, sino que surten resultados en la medida en que tienen una
aplicación eficaz. No hace mucho, este Parlamento aprobó una normativa destinada a evitar que se siguiera
produciendo la impunidad a nivel de los que cometen hurto o robo, debido a la necesidad de decidir la encargatoria
de reo a los cinco días y a la imposibilidad de probar en el proceso la preexistencia de las especies. Sin embargo,
después de meses de estar promulgada, en una gran parte de los tribunales a lo largo del territorio de la República
no se está aplicando. Por lo tanto, no es que no exista una normativa legal, sino que ella carece de eficacia porque
los encargados de darle cumplimiento no lo están haciendo.

Lo mismo puede ocurrir con este proyecto de ley. Cabe una responsabilidad fundamental a los magistrados, a los
jueces de primera instancia, en que pueda cumplir su finalidad. Si no recurren a su imaginación, si no hacen uso de
la facultad que les estamos dando para proteger realmente a aquellos que se acojan a este beneficio, y se
producen casos en que alguna de estas personas es asesinada, o su familia es víctima de la represalia de la
asociación terrorista, no va a producir el resultado deseado.

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Discusión en Sala

Por eso, incluso para ir más allá y dejar expresa constancia de que no se pone limitación a esta facultad, se llegó
hasta la posibilidad del cambio de nombre del afectado, de su cónyuge y de sus familiares, dejándolo todo a
criterio del juez que instruye el proceso, y se estableció el secreto de esta medida.

Se ha fijado un plazo en esta materia porque, obviamente, lo que se pretende es abrir hoy una puerta para que
quienes se den cuenta de que van por un pésimo camino, de que no tienen salida legal alguna en lo futuro,
reconsideren su conducta y permitan desarticular las asociaciones terroristas existentes en la República y no
puede prorrogarse ese término por una razón muy simple: porque, entonces, el terrorista seguiría siendo tal hasta
el día en que sea aprehendido, y en ese momento diría: "Sí, ahora hago uso del beneficio". No, señores. La ley en
proyecto persigue incentivar a todas aquellas personas que por múltiples razones pudieron ser arrastradas a una
asociación terrorista -hay gente que ha sido llevada a ello por odio, hay gente que ha sido llevada a ello
emocionalmente o por engaño, hay gente que ha entrado en tales organizaciones cuando era muy joven y no
comprendía realmente el alcance de sus actos- y es la única posibilidad que tienen de rectificar su conducta, volver
al campo de la legalidad y construir un futuro para ellas mismas.

Por estas consideraciones, señor Presidente , los Senadores de Renovación Nacional vamos a votar favorablemente
esta iniciativa, demostrando así, una vez más, nuestra voluntad de contribuir a mejorar el ordenamiento jurídico a
fin de detener un fenómeno tan grave como es el terrorismo y, al mismo tiempo, acentuar el combate contra la
delincuencia.

Termino señalando que si no está expresamente incorporada aquí la situación del tráfico de drogas es porque el
señor Ministro de Justicia nos aseguró en la Comisión que dentro de un plazo breve se presentaría una legislación
completa destinada a una acción efectiva contra ese serio flagelo. Si ello no ocurre, tendremos que hacer el
planteamiento pertinente desde nuestro punto de vista, porque no es posible que ese problema quede en la
penumbra o a la espera de que las Comisiones resuelvan, pues, mientras tanto, pasa el tiempo y aquél cunde cada
vez más en el país.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Díez.

El señor DÍEZ .-

Señor Presidente , me parece muy conveniente el debate que se está realizando en cuanto a la interpretación y al
alcance de este proyecto de ley. Considero especialmente apropiada la intervención del Senador señor Jarpa al
referirse a la denominación de la situación que nos ocupa.

Debemos recordar que el texto que aprobó la Cámara de Diputados decía: "Se entenderá como arrepentimiento
eficaz"... Es decir, entraba a definir no una especie de institución, sino, diría, de sistema nuevo en nuestra
legislación penal. Igualmente, el primer informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia se refería en
su parte expositiva al arrepentimiento eficaz.

Estimo útil que se haya planteado el tema, primero, porque aquí no estamos creando una institución, y, segundo,
porque en el Derecho las cosas son lo que son y no lo que señala el título que se les da, y la interpretación de las
disposiciones puede verse perturbada por la importancia desmedida de aquél.

Estamos en presencia de un proyecto de ley que para determinadas circunstancias dispone la exención, o bien, la
rebaja de penas, a lo que se agrega el beneficio de la libertad vigilada o la protección a quienes colaboren con la
justicia. En eso consiste, esencialmente. Para que una persona se pueda acoger a ello, es necesario que cumpla
con lo que señala el texto, es decir, que entregue o revele a la autoridad información, antecedentes u otros
elementos de prueba que "sirvan eficazmente" -así dice la norma- para prevenir o impedir la perpetración o
consumación de delitos terroristas e individualizar o detener a los culpables. Del mismo modo, puede ayudar a
desarticular eficazmente la organización a la cual pertenecía.

La importancia del artículo 2° radica en que si las finalidades que se persiguen no se logran por causas
independientes de la voluntad de la persona que proporciona los datos, la información y las pruebas, de todas
maneras el juez puede rebajarle la pena, así como otorgarle la libertad vigilada, en su caso. El sistema parece
conveniente y por eso ha sido aprobado por la unanimidad de la Comisión.

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Discusión en Sala

También parece prudente, para la eficacia de la ley, que quienes entreguen los antecedentes de que se trata,
luego de haber participado en este tipo de movimientos, y cualquiera que sea la causa por la cual los integraron -
es absolutamente indiferente-, se sientan protegidos por el ordenamiento jurídico, ellos y sus familiares, y, en
consecuencia, puedan decidir con una mayor libertad si colaboran o no colaboran con la sociedad en la
erradicación de este flagelo del terrorismo.

Por ese motivo es conveniente la aplicación del artículo 5°, tal como está. Su redacción, que permite a la justicia
disponer todas las medidas que estime necesarias tendientes a resguardar a quienes soliciten estos beneficios o
sean acreedores a ellos, corresponde al mismo criterio que nuestra Constitución Política sigue cuando se refiere al
recurso de amparo o al de protección. En ambos casos, la Carta otorga a los tribunales una facultad para decretar
todas las medidas que se requieran, ya para asegurar la libertad, ya para proteger los derechos perturbados o
amenazados, tomando en cuenta que cada circunstancia puede ser distinta y que el juez necesita tener la amplitud
que la ley no puede dar, ante la imposibilidad de ésta de prever todos los acontecimientos o situaciones en que las
personas se encuentren.

En razón de ello, me parece adecuada la extensión de atribuciones que en este ámbito el artículo da al juez, como
asimismo -y lo dije en mi primera intervención- el secreto de las medidas de protección, indispensable para que
sean tales, y la penalidad consagrada.

También parece conveniente que esta normativa sea revisada, porque las legislaciones de este tipo corresponden
a una situación de violencia, de terrorismo o de funcionamiento del Poder Judicial durante períodos de crisis. La
legislación inglesa en materia de terrorismo, por ejemplo, establece a menudo la obligación del Parlamento de
revisarla pasado cierto número de años, porque sus disposiciones no se encuadran dentro del sistema permanente
del Derecho Penal, sino que son, evidentemente, excepcionales, destinadas a un problema y a una época
determinados.

Sin usar la nomenclatura más exacta de la ley inglesa, que obliga a revisar la legislación, por el solo imperio de la
ley, luego de un tiempo, el darle una vigencia de dos años a esta preceptiva significa que nosotros, el Poder
Legislativo, así como el Poder Ejecutivo , como colegislador, tenemos que revisar su funcionamiento al cabo de ese
plazo, y ver de qué manera ha sido eficaz o no lo ha sido.

Señor Presidente , me alegro de que este proyecto haya terminado con una redacción mucho más perfecta que la
que originalmente tenía, y también de la colaboración de todas las fuerzas y personas que se unieron en el Senado
para lograr un texto que, a mi juicio, es atinado, propio y adecuado a la circunstancia de que se trata.

El señor VALDÉS (Presidente).-

tiene la palabra el Honorable señor Navarrete.

El señor NAVARRETE .-

Señor Presidente , no cabe duda de que la iniciativa en estudio resulta adecuada y oportuna para enfrentar el
recrudecimiento de la violencia, y de que constituye una herramienta útil para combatir las acciones y las
conductas terroristas. Ese ha sido el propósito fundamental del Gobierno al enviar un proyecto como éste al
Congreso Nacional.

Con ello, creo que se está recogiendo la experiencia de otras legislaciones sobre esta materia. En muchos países,
este tipo de normativa se encuentra incorporado con carácter permanente. En el caso que estamos tratando, como
se ha dicho, se contempla un plazo de dos años para su aplicación, al cabo de los cuales deberemos analizar si se
justifica la permanencia de una figura de este tipo en nuestro ordenamiento o concluir con ella.

Creo que habría sido mucho mejor aprobar este proyecto sin plazo fijo. Porque cuando no se tienen todos los
elementos de juicio, a veces resulta inconveniente pensar que en determinado tiempo -en este caso, dos años- van
a desaparecer las causas que llevaron a la presentación de una iniciativa como ésta. Nada desearíamos más que
así fuera. Pero, lamentablemente, las experiencias de los últimos años -y no sólo en nuestro país- demuestran que
la violencia delictual y las conductas terroristas han tenido permanencia en el tiempo. Por ello, sería aconsejable
quizá legislar con carácter permanente. Así, al desaparecer los motivos podríamos revisar la legislación en trámite
y eliminar las figuras que resulten inoficiosas.

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Discusión en Sala

Por cierto, de todas maneras abrigamos la fundada esperanza de que en ese período de dos años no nos veamos
obligados a dar vida a figuras como las que hoy día estamos aprobando.

Otra de las indicaciones que presentamos en la Comisión al proyecto de ley en estudio, que, según he señalado,
tiene como objetivo básico la modificación de la ley N° 18.314, proponía enmendar la ley N° 18.403, que sanciona
el tráfico ilícito de drogas y estupefacientes.

Aquí ya se dijo que la razón que se tuvo en cuenta para no acoger esa indicación fue la de que el señor Ministro de
Justicia manifestó que el Gobierno se encuentra elaborando una iniciativa específica sobre el particular, en la cual
se contemplarán todas las acciones destinadas a hacer más eficiente la lucha contra el narcotráfico, flagelo que
causa preocupación, ya que en el último tiempo se han venido conociendo en nuestro país manifestaciones de él
que nos eran desconocidas y que ahora, desafortunadamente, parecen profundizarse, con los consiguientes
peligros para la sociedad.

Yo no comparto -y quiero dejar de manifiesto esta impresión- el fundamento dado por el señor Ministro para no
incluir en este proyecto la enmienda a la ley N° 18.403. A mi juicio, era perfectamente factible hacerlo, sin
perjuicio de que en la legislación específica que el Gobierno enviará sobre el particular también la incorporara.

Asimismo, quiero expresar que me satisface la aprobación de la indicación que formulamos para mejorar el
contenido del artículo 5° del proyecto del primer informe, donde sólo se reconocía el derecho a gozar de los
beneficios contemplados en el proyecto a quien el juez efectivamente los otorgara; en cambio, nuestra indicación
propone que puedan obtener medidas especiales de protección los que soliciten la rebaja, la exención de pena o la
medida de libertad vigilada.

Señor Presidente y Honorables colegas, creo que con la aprobación de esta iniciativa el Congreso Nacional está
haciendo una contribución muy importante a nuestro ordenamiento jurídico en lo tocante a responder al desafío
que enfrenta Chile para hacer más eficiente la lucha contra la violencia y el terrorismo. Y abrigamos la esperanza
de que muy pronto podamos conocer proposiciones de ley que también respondan a similar desafío en lo
concerniente a los esfuerzos que deben desplegarse cuanto antes para evitar que el narcotráfico se siga
extendiendo en nuestro país.

He dicho.

El señor URENDA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra la Honorable señora Soto.

La señora SOTO .-

Señor Presidente , hoy día el terrorismo se ha constituido en un flagelo para la humanidad, y, por los antecedentes
de que disponemos, hemos podido apreciar que generalmente está estrechamente vinculado al narcotráfico y a la
corrupción.

En consecuencia, nos parece necesario contar primero con una legislación internacional, porque hemos
comprobado que dicha actividad tiene redes de ese carácter que permiten su desarrollo en distintos países.
Estimamos imprescindible la existencia de una convención, redactada en términos muy amplios, a fin de que tanto
Chile como los otros signatarios puedan colaborar eficazmente para reprimir dicho flagelo.

En cuanto al proyecto, tengo dudas que se relacionan con los artículos 292 y siguientes del Libro II, Título VI, del
Código Penal, que tratan de las asociaciones ilícitas. Estas disposiciones son muy semejantes a las que figuran en
la iniciativa que analizamos, ya que incluso el artículo 295 establece que "Quedarán exentos de las penas
señaladas en los artículos anteriores aquellos de los culpables que, antes de ejecutarse alguno de los crímenes o
simples delitos que constituyen el objeto de la asociación y antes de ser perseguidos, hubieren revelado a la
autoridad la existencia de dichas asociaciones, sus planes y propósitos.".

Como se trata de normas muy similares y que se refieren a las asociaciones ilícitas, deseo consultar si se ha hecho
un seguimiento de ellas en cuanto a la eficacia de su aplicación.

Por otro lado, me asalta una preocupación muy seria. Ocurre que durante períodos de crisis se producen a veces

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Discusión en Sala

"cazas de brujas" muy inquietantes, porque algunas personas, por venganza o siguiendo planes absolutamente
irracionales y perversos, formulan denuncias atentatorias contra la vida y la honra de otras. Tal situación no está
considerada en este proyecto.

Por tal motivo, y más bien como dudas acerca del proyecto, deseo dejar planteadas estas tres cuestiones
principales.

Nada más, señor Presidente .

El señor URENDA ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Thayer.

El señor THAYER .-

Señor Presidente , este proyecto de ley, que al parecer vamos a aprobar, obliga, sin embargo, a procurar despejar
algunas dudas que quedan, particularmente a los Senadores que no integramos la Comisión que lo estudió.

Siguiendo un poco en la línea de reflexión planteada por la Honorable colega que me antecedió en el uso de la
palabra, quiero formular dos o tres ideas acerca de cómo entiendo la iniciativa.

En primer lugar, me parece que, en general, se trata de un proyecto que, tomando en cuenta la situación particular
del terrorismo y la gravedad específica que en estos momentos entraña, da cierta característica a la colaboración
que preste quien ha delinquido, a fin de reparar el mal causado o evitar sus ulteriores perniciosas consecuencias -
como dice el Código Penal-, transformando lo que en la norma es una circunstancia atenuante de responsabilidad
criminal -artículo 11, N° 7, del citado Código- en una circunstancia de exención de responsabilidad penal, si se dan
las específicas condiciones que la ley en proyecto menciona.

Ese parece ser, a mi juicio, el primer carácter de la legislación en trámite: elevar una atenuante a eximente, si se
dan las especiales circunstancias de colaboración con la justicia, que están muy bien detalladas en el texto final
del proyecto.

En segundo término, creo que existe una relación con el artículo 295 del Código Penal, que acaba de mencionar la
Honorable señora Soto , en cuanto -si no entiendo mal- dicha norma se refiere a la exención de responsabilidad de
aquellos que, antes de ejecutarse alguno de los crímenes o simples delitos que constituyen el objeto de la
asociación, hubieren revelado a la autoridad la existencia de ésta, sus planes y propósitos. Y me parece que el
proyecto de que tratamos alude a quien ha cometido determinado delito pero, antes de cometer otro y previo a la
sentencia, presta colaboración. Por consiguiente, es un caso parecido, pero con características distintas y
especiales.

Hay otro punto que quisiera someter también a la consideración del Senado, y particularmente de los Honorables
colegas que estudiaron la materia en la Comisión: la situación del arrepentimiento.

Como señaló un señor Senador, ha existido una especie de reticencia, resistencia o rechazo a llamar a este
proyecto "de delación compensada"; en cambio, hay disposición para aceptar que se trata de una iniciativa sobre
"arrepentimiento eficaz".

Considero que el primer nombre da la impresión de alguien que, persiguiendo determinados propósitos o
perteneciendo a cierta "cultura o asociación delictual", por un precio, pago o ventaja, comunica, informa o coopera
con la justicia. Por lo contrario, cuando se habla de "arrepentimiento eficaz" se supone que el sujeto ha
abandonado en su voluntad el ánimo de continuar en esa línea delictual y, habiéndose arrepentido de su actitud,
colabora eficazmente a reparar los daños que pueda haber causado o a evitar las ulteriores perniciosas
consecuencias en la medida o forma que la ley señala. Esto me parece bien, y se me ocurre que por eso ha
predominado el concepto de "arrepentimiento eficaz".

Sin embargo, subsiste una cosa que me gustaría que quedara esclarecida.

Este proceso interno de desechar determinada conducta que antes el sujeto aceptaba y mirarla ahora como
repudiable, ¿es un requisito esencial de la institución que se ha establecido? Por ejemplo, un delincuente está en

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las condiciones señaladas en la ley, presta la colaboración que aquí se indica, abandona la asociación
correspondiente o proporciona los antecedentes que hacen accesible para él el beneficio de la exención de
responsabilidad, pero ocurre que, por expresiones vertidas a un confidente, a algún amigo, o por declaraciones
captadas en cualquier lugar, se presume que no está realmente arrepentido: ¿rige en su favor el arrepentimiento
eficaz? En otras palabras, ¿debe entenderse como especie de presunción de derecho que quien cumple con los
elementos objetivos que aquí se indican -por ejemplo, colabora eficazmente con la justicia y produce la
desarticulación de la asociación a que pertenecía- es beneficiado con la exención establecida cualquiera que sea
su proceso personal interno?

Me parece que lo apuntado hace algunos instantes por el Honorable señor Jarpa tiene relación con este asunto. La
cuestión del arrepentimiento corresponde a un proceso sicológico interno de muy difícil acceso, a menos que de
alguna manera quede constancia de que estamos presumiendo dicho arrepentimiento porque se cumplen los
hechos objetivos que conducen a los resultados eficaces que desarticulan la acción terrorista o que, en definitiva,
implican una colaboración con la justicia, como la que se está buscando.

Señor Presidente, me interesaba formular estas reflexiones en la esperanza de que alguno de los Honorables
colegas que participaron en el estudio de la iniciativa pudiera aclarar mis dudas.

El Senador señor Díez me ha solicitado una interrupción, y se la concedo, con mucho agrado.

El señor URENDA ( Vicepresidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor DÍEZ.-

Me alegro del tema en debate y de la forma como se ha planteado, porque ello nos permite profundizar más en
algunos conceptos y en el uso de ciertas palabras.

El artículo 1° del proyecto señala: "Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314,
para el delito del número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro
de los delitos sancionados en ella, antes de la dictación de la sentencia definitiva de primera instancia, en el
proceso que le afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:" ...Y aquí se nombran los
requisitos: "a) entregue o revele a la autoridad información", etcétera; "b) ayude eficazmente a desarticular a la
asociación ilícita a la cual pertenecía,"...

En el artículo 1° del proyecto no se usa la expresión "arrepentimiento eficaz". El proceso sicológico interno no se
halla envuelto en la norma. Aquí se mencionan hechos: abandone la asociación ilícita terrorista; entregue o revele
antecedentes o elementos de prueba, y ayude eficazmente a desarticularla.

No existe ,en consecuencia, para gozar de la exención de responsabilidad penal en los casos que señala el artículo
1°, ninguna relación con el proceso psicológico interno, que resulta imposible de determinar con certeza y eficacia.

El proyecto se ha limitado a indicar conductas que debe seguir la persona, y difícilmente puede inmiscuirse en su
fuero interno para descubrir si ellas corresponden o no a un arrepentimiento.

Lo mismo ocurre en el caso del artículo 3° de la iniciativa.

También se fijan los hechos en forma objetiva al consagrarse el beneficio de la libertad vigilada al condenado que
confiesa todos sus delitos y proporciona indicios o pruebas para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de los responsables. Y no se hace referencia alguna al arrepentimiento eficaz.

Por eso me pareció útil la intervención del Senador señor Jarpa , pues, a diferencia de lo que señalaba el proyecto
de la Cámara de Diputados, nuestro texto no usa la expresión "arrepentimiento eficaz".

La iniciativa propuesta por esa Corporación disponía textualmente: "Se entenderá como arrepentimiento .eficaz y
quedará exento de las penas"... Es decir, establecía la institución del arrepentimiento eficaz, que no existe en el
proyecto que está analizando el Senado. Si bien éste emplea en el artículo 2° la palabra "arrepentido", es bueno
precisar cómo la usa: "Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo anterior no se alcanzaren, por

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Discusión en Sala

causas independientes de la voluntad del arrepentido"... Nuestra normativa llama "arrepentido" a quien entrega
determinados antecedentes, pero no exige el arrepentimiento; denomina así a esa persona por su colaboración
con la acción de la justicia. Y ésa es la verdadera interpretación literal de nuestro texto, que difiere
fundamentalmente del de la Cámara de Diputados en que no comienza diciendo "Se entenderá como
arrepentimiento eficaz", sino que se limita a mencionar hechos: el que da información, el que confiesa, el que se
separa de la asociación, el que proporciona pruebas, el que colabora. Es decir, son hechos, y no se requiere ningún
proceso psicológico, como podría ocurrir al hablar de "arrepentimiento eficaz".

Por lo tanto, de aprobarse el texto propuesto a la Sala, el juez tendrá que determinar en cada caso si se cumplen
los requisitos para eximir, rebajar la pena o dar la libertad vigilada, sin necesidad de ordenar exámenes sicológicos
para descubrir las causas que motivaron al reo a colaborar con la justicia.

Muchas gracias, Honorable colega.

El señor THAYER. -

Señor Presidente, recupero el uso de la palabra.

El señor URENDA ( Vicepresidente ). -

Puede continuar, Su Señoría.

El señor THAYER .-

Agradezco mucho la intervención del Senador señor Díez . Y, antes de conceder una interrupción al Honorable
señor Jarpa , con la venia de la Mesa, quiero recordar que no sólo el artículo 2° habla de "arrepentido", sino
también el 6°, al señalar: "Las disposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las
conductas"...

Tiene que quedar absolutamente claro si estamos ante una presunción legal o una presunción de derecho.

Me gustaría pensar que se trata de una presunción de derecho y que la persona que cumple con los requisitos
objetivos que recordaba el Senador señor Díez es el arrepentido de quien se hace mención.

Empero, si no se esclarece aquello, por medio de una constancia en la Sala o de una especificación concreta,
quedará la preocupación en cuanto a que, si se prueba que el sujeto no está arrepentido y se trata sólo de un
simple delator que por conveniencia informa de algo, no procedería otorgar el beneficio de la exención que
contempla el proyecto.

Con la venia de la Mesa, concedo una interrupción al Senador señor Jarpa.

El señor JARPA.-

Señor Presidente , formulé una observación porque de las disposiciones de la iniciativa se desprende que lo que se
espera lograr con la nueva legislación es que algunos sectores colaboren con la justicia para desmantelar o
sancionar a grupos que han actuado al margen de la ley. Y aquí se ha señalado, por ejemplo, a facciones
comprometidas con el terrorismo.

Hay que entender que en Chile se proclamó la lucha armada para la toma del poder en la década del 60, durante el
Gobierno del Presidente don Eduardo Frei. Y desde entonces empezaron a organizarse estas agrupaciones
terroristas, que en una época incrementaron su acción y que, en definitiva -según sus propias declaraciones-, están
tras el logro de objetivos políticos que les permitan establecer un régimen acorde con sus ideas, que son muy
similares a las planteadas desde Cuba en aquel tiempo.

Ahora, las circunstancias políticas de nuestro país y del resto del mundo han hecho que algunas de las personas
que participaban en esos movimientos hayan llegado a la conclusión de que se trata de una lucha que no tiene
sentido ni destino y estén dispuestas a ayudar a desmantelar tales organizaciones terroristas, que felizmente no
encuentran cabida en nuestra sociedad y no pueden justificar lo que han estado realizando.

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Discusión en Sala

Sin embargo, muchos no se hallan arrepentidos de lo que hicieron en un momento determinado. Y la ley no puede
imponerles exigencias al respecto. Porque nadie va a presentarse ante un confesionario -cosa que sí puede
efectuarse frente a un sacerdote de la Iglesia Católica- para un examen de conciencia y el cumplimiento de una
penitencia moral por sentirse arrepentido de pecados -llamémoslos así- políticos o terroristas.

Lo que se pretende es, sencillamente, que haya colaboración eficaz con la justicia, para impedir o sancionar los
actos terroristas que se han venido cometiendo. Y, en este sentido, propuse llamar la ley en proyecto "de
colaboración con la justicia", y, además, que dejáramos de lado, como factor predominante, el entendimiento de
que aquí existe un arrepentimiento de todo lo realizado en un período distinto de la historia de Chile.

He dicho.

El señor DÍEZ.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor URENDA (Vicepresidente).-

Había solicitado antes el uso de la palabra el Honorable señor Otero.

El señor DÍEZ.-

Estábamos conversando sobre la materia. Entonces, Su Señoría va a intervenir.

El señor URENDA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Otero.

El señor OTERO .-

Señor Presidente , pareciera que el problema lo provoca el término "arrepentido". Ello, porque el arrepentimiento -
como muy bien lo señaló el Honorable señor Jarpa - es algo subjetivo, imposible de determinar. Y por eso el
proyecto de la Cámara se refería al que abandone voluntariamente la asociación ilícita terrorista. Empero,
determinar si el abandono es voluntario o no resulta imposible, porque se trata de algo absolutamente subjetivo.

En todo caso, lo cierto es que en los artículos donde se usa el término "arrepentido" nos estamos refiriendo a la
persona afectada por los hechos.

Asimismo, no es pertinente utilizar la expresión "el procesado", ya que la persona podría no ser encargada reo,
precisamente en virtud de las medidas que tome el juez para protegerla.

En consecuencia, lo que tal vez habría que hacer, si el Honorable Senado lo permitiera -porque, evidentemente, no
es factible formular indicaciones a esta altura de la tramitación-, sería cambiar el término "arrepentido" por
"inculpado". Porque no existe ninguna duda de que quien está participando perteneció a una asociación ilícita y,
por lo tanto, es inculpado de ser parte de ella.

Así se subsanaría el problema semántico y se limitaría toda posibilidad de que algún juez, desconociendo el
alcance de la ley y la historia fidedigna de su establecimiento, dijera: "Señor, aquí no le aplico la ley, pues no me
consta que se haya arrepentido". Porque, a decir verdad, el arrepentimiento va a ser una presunción emanada del
hecho de que la persona está entregando toda la información y asumiendo una conducta que permita desarticular
la asociación terrorista.

Por lo tanto, el Honorable Senado, si lo tuviera a bien, podría solucionar este problema, que -repito- es
exclusivamente semántico, cambiando el término "arrepentido" por "inculpado".

He dicho.

El señor HORMAZÁBAL.-

No procede.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 144 de 205

Discusión en Sala

El señor URENDA ( Vicepresidente ).-

Debo hacer presente a la Sala que, reglamentariamente, el proyecto ya está aprobado, no sólo en este artículo,
sino en otros, donde hay referencias sobre la materia.

El señor JARPA.-

Entonces, dejemos constancia en la historia de la ley.

El señor DÍEZ.-

Pero por unanimidad podríamos...

El señor VODANOVIC.-

La unanimidad no es fuente de reglamento, Honorable colega.

El señor OTERO.-

Señor Presidente, dejemos constancia.

El señor URENDA ( Vicepresidente ).-

Respecto al nombre de la ley, me parece claro que no lo tiene. Y serán los tratadistas quienes le adjudiquen uno.

Ahora bien, ha sido suficientemente ilustrativo para comprender el espíritu de la norma, que no es sino evitar una
confusión material respecto a quienes corresponden los beneficios pertinentes. Por lo demás, es una materia
reglamentariamente aprobada.

El señor DÍEZ .-

La Mesa tiene razón.

El señor URENDA (Vicepresidente).-

En consecuencia, hechas presentes las constancias emanadas del debate, corresponde votar.

-Se aprueban las modificaciones propuestas por la Comisión, y se deja constancia de que emitieron
pronunciamiento afirmativo 24 señores Senadores.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 145 de 205

Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

2.5. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación con Modificaciones . Fecha 20 de marzo, 1992. Oficio en Sesión 58. Legislatura 323.

Valparaíso, 20 de marzo de 1992.

N° 2294

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a V.E. que el Senado ha dado su aprobación al proyecto de ley de esa H. Cámara que
modifica el Código Penal y la ley Nº 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad, con las
siguientes modificaciones:

Artículo único

Ha suprimido su encabezamiento.

Inciso Primero

Ha pasado a ser artículo 1°, con la siguiente redacción:

"Artículo 1°.- Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del
número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos
sancionados en ella, antes de la dictación de la sentencia definitiva de primera instancia, en el proceso que le
afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y: a) entregue o revele a la autoridad
información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para prevenir o impedir la perpetración
o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los responsables, o b) ayude eficazmente a
desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella, revelando antecedentes no
conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero de sus dirigentes e
integrantes.".

Inciso Segundo

Lo ha suprimido.

ººº

Ha intercalado como artículo 2°, el siguiente, nuevo:

"Artículo 2°.- Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo anterior no se alcanzaren, por causas
independientes de la voluntad del arrepentido que ha entregado o revelado antecedentes, podrá el juez,
apreciando los hechos en conciencia, rebajar en uno o dos grados la pena que le habría correspondido sin mediar
esas circunstancias.".

ººº

Inciso Tercero

Ha pasado a ser artículo 3°, reemplazado por el siguiente:

"Artículo 3°.- Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en la ley N° 18.314 se le podrá rebajar
hasta en dos grados la pena que le habría correspondido de acuerdo a las reglas generales, si abandona la
organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo 1° de la presente ley.".

Incisos Cuarto, Quinto y Sexto

Han pasado a ser artículo 4º, sustituidos como sigue:

“Artículo 4º.- Sin perjuicio de las rebajas de pena que autorizan los artículos 2° y 3°, y en los mismos casos, el juez

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 146 de 205

Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

podrá otorgar al condenado el beneficio de la libertad vigilada, si éste confiesa todos los delitos en que hubiere
participado y proporciona indicios o pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de la persona de los demás responsables.

El período de observación y tratamiento no será inferior al de duración de la pena impuesta, con un mínimo de tres
años y un máximo de seis.

Serán aplicables las disposiciones de la ley N° 18.216, relativas al régimen de libertad vigilada, en lo que no se
opongan a lo dispuesto en este artículo.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta.".

Inciso Séptimo

Ha pasado a ser inciso primero del artículo 5°, reemplazado por el siguiente:

"Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°. Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además,
autorizar el uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su
cónyuge y a los parientes que la misma resolución determine. La Dirección General del Registro Civil e
Identificación adoptaré todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.”.

Ha agregado, como incisos segundo y tercero del artículo 5°, los siguientes, nuevos:

"Todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas del presente articulo serán
secretas. El empleado público que violare este sigilo será sancionado con la pena establecida en el artículo 244 del
Código Penal.

Las resoluciones que el juez adopte en cumplimiento de este artículo se estamparán en un libro especial, de
carácter secreto, que el secretario del tribunal guardará bajo su custodia.".

ººº

Ha incorporado el siguiente artículo 6°, nuevo:

"Artículo 6°.- Las disposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en
el artículo 1°, en el plazo de dos años contado desde su publicación en el Diario Oficial.".

ººº

Hago presente a V.E. que en la votación general el proyecto fue aprobado con el voto conforme de 25 señores
Senadores y, en la votación particular, con el voto afirmativo de 24 señores Senadores, de 46 en ejercicio, dando
cumplimiento a lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 63 de la Constitución Política de la República.

Lo que comunico a V.E. en respuesta a su oficio N° 466,de 21 de agosto de 1991.

Acompaño los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

BELTRAN URENDA ZEGERS

Vicepresidente del Senado

RAFAEL EYZAGUIRRE ECHEVERRÍA

Secretario del Senado

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 147 de 205

Discusión en Sala

3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

3.1. Discusión en Sala

Fecha 01 de abril, 1992. Diario de Sesión en Sesión 60. Legislatura 323. Discusión única. Se rechazan
modificaciones.

MODIFICACION DEL CODIGO PENAL Y DE LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU
PENALIDAD. TERCER TRÁMITE CONSTITUCIONAL.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En el Orden del Día, corresponde ocuparse, en primer lugar, de las modificaciones introducidas por el Senado al
proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314.

Las modificaciones del Senado figuran en el número 10 de los documentos de la Cuenta de la sesión 58a.,
celebrada el 26 de marzo de 1992.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Este proyecto pasó a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, cuyo Diputado informante, el señor Espina,
rendirá informe verbal sobre las modificaciones del Senado.

Se encuentra presente en la Sala el señor Ministro de Justicia.

Tiene la palabra el señor Diputado informante.

Pasa a presidir la sesión el ex Primer Vicepresidente, don Carlos Dupré.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, en el día de ayer, la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia tomó conocimiento de las
modificaciones introducidas por el Senado de la República al proyecto que modifica el artículo 4° de la ley N°
18.314, que regula conductas terroristas. Al respecto, formula a la Honorable Cámara las siguientes
consideraciones.

En primer lugar, existe un aspecto de orden formal en la tramitación del proyecto en el Senado, en el sentido -de
que la Cámara consideró de acuerdo con el Mensaje- que modificaba una disposición de carácter permanente
establecida en la ley sobre conductas terroristas, en particular, como he mencionado, el artículo 4°.

Originalmente, este artículo establecía determinados beneficios en favor de las personas que hubieran incurrido en
acciones de carácter terrorista...

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor DUPRE (Presidente accidental).-

Ruego a los señores Diputados guardar silencio.

El señor ESPINA.-

El Senado cambió, el proyecto en un cuerpo legal distinto y separado, que contiene las diversas normas que
figuran en el boletín comparado en poder de los señores Diputados.

Nuestra recomendación es que la Cámara rechace las modificaciones del Senado, no tan solo por discrepar del
conjunto de ellas, sino porque estimamos que hay ciertas materias que requieren de un estudio entre ambas
Corporaciones, con el objeto de fijar criterios comunes y mantener la unidad en torno de un tema tan sensible
como es el denominado "arrepentimiento eficaz", para que sea realmente útil a los fines que se persiguen.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 148 de 205

Discusión en Sala

A modo de ejemplo, la Cámara estableció un criterio básico para que esta figura operara, compuesto de los
siguientes elementos: que se hubiesen cometidos delitos tipificados en la ley antiterrorista; que el sujeto que
voluntariamente se acogiera al beneficio, aportara información; que abandonara la organización de carácter
terrorista y que la información aportada apuntara a dos direcciones distintas: una, a prevenir la comisión de
futuros actos terroristas, con lo cual se salvarían muchas víctimas inocentes; y la otra, que la información
entregada permitiera desarticular a la organización terrorista o a parte importante de ella. Luego, nuestro criterio
establecía tres graduaciones. La primera consideraba lo que podríamos llamar delitos de menor reproche social
dentro de la ley antiterrorista. ¿Cuáles son estos delitos? El pertenecer a una organización ilícita de carácter
terrorista, sin haber cometido ningún otro delito; o bien, haber cometido un delito muy particular, que sólo se
tipifique en una ley de esta naturaleza: la amenaza seria y verosímil de querer cometer un delito terrorista, que
obviamente no se consuma, porque, en este caso, la amenaza sería sancionada por el delito específico que se
habría cometido.

Quienes estuvieran en esta situación y realizaran las conductas descritas en el artículo 4°, esto es, abandona
voluntariamente la organización y entrega voluntariamente antecedentes que permitan prevenir futuros actos
terroristas o desarticular la organización, quedarían exentos de responsabilidad penal.

La segunda categoría apuntaba, principalmente, a las personas que, habiendo cometido delitos terroristas de otra
magnitud, tuvieran la misma conducta. En este caso, el incentivo para cooperar con la acción de la justicia es
evidente, dado que estábamos en presencia de un hecho ilícito de mayor gravedad y, por lo tanto, de mayor
reproche social, desde la perspectiva del derecho penal, de mayor condena social.

Establecíamos una rebaja de penas y ya no la exención.

La tercera situación corresponde a quienes han cometido el delito y están cumpliendo una pena. Les
entregábamos la posibilidad de aspirar a la suspensión condicional de la pena que se les había impuesto, si
realizaban determinadas conductas.

Por último -fue una innovación dentro de la legislación chilena, propuesta por la Cámara de Diputados-, se
establecía el principio de protección a quien realizara una conducta de esta naturaleza, con el propósito de impedir
actos de venganza o de evitar el temor, fundado, de ser víctimas de un atentado en su contra, por haber
colaborado con la acción de la justicia en los términos indicados.

En cada una de estas materias el Senado introdujo modificaciones. Al respecto, deseo ser enfático. La Comisión de
Constitución, Legislación y Justicia no discrepa de todas. Con algunas, coincide; constituyen un aporte valioso del
Honorable Senado. Con otras, en particular, discrepa y, respecto de varias, estima que no han sido suficientemente
explicitadas en el texto que se nos ha entregado.

A sugerencia del Diputado señor Andrés Aylwin, entre otros, la Comisión acordó proponer el rechazo global de las
modificaciones del Senado. Si aprobamos algunas y rechazamos otras, por la mecánica de la Comisión Mixta,
tendríamos ley de la República, en las aprobadas por ambas ramas del Congreso, y la discusión sería sólo sobre
aquellas donde hubo divergencia. Así, por estar aprobada una norma y ser imposible su modificación, podríamos
limitar el efecto de otras disposiciones complementarias de ella.

Como se trata de un todo y hay que preservar una figura nueva o perfeccionada en nuestra legislación, no tan sólo
por discrepancias en todas las normas -quiero ser claro en esto-, sino para que la materia pueda ser realmente
perfeccionada y no haya ninguna traba que impida hacerlo con eficiencia, recomendamos a la Honorable Cámara
rechazar en conjunto la proposición formulada por el Senado, para que en la Comisión Mixta se puedan concordar
los criterios que existen entre ambas Corporaciones y despachar a la brevedad un proyecto de esta importancia.

He dicho.

El señor DUPRE (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Justicia.

El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-

Señor Presidente, el punto básico del debate en el Senado aparte las modificaciones que, a su juicio, debían

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 149 de 205

Discusión en Sala

introducirse en el proyecto aprobado por la Cámara, fue si acaso la nueva ley debía tener vigencia permanente o
sólo transitoria. El Senado se inclinó por darle el carácter temporal, con vigencia de dos años, para estimular, por
una parte, el uso del arrepentimiento eficaz y, por otra, evaluar, la experiencia que esta institución tendría en el
régimen político y jurídico chileno.

Al tener carácter temporal las modificaciones, debía estructurarse, desde el punto de vista de la técnica legislativa,
un proyecto separado, distinto del que la Cámara aprobó como una modificación a la ley N° 18.314.

Por consiguiente, es plausible pensar que el primer punto básico sobre el cual la Honorable Cámara debe
pronunciarse, es si estima que las normas deben ser permanentes o de una duración temporal de dos años.
Porque, de aceptarse el predicamento de la duración temporal, la estructura legislativa del proyecto debiera ser la
planteada por el Senado; pero, por el contrario, si la Cámara estima que deben ser normas de tipo permanentes,
debería utilizarse la técnica legislativa de esta Corporación.

En cuanto al segundo punto, la verdad es que el Senado desglosó en diferentes artículos las modificaciones
planteadas por la Cámara de Diputados al artículo 4° de la ley N° 18.314. Introdujo algunas enmiendas a las
disposiciones aprobadas por la Cámara de Diputados, alguna de las cuales son de fondo, como, por ejemplo, si se
puede establecer el arrepentimiento eficaz como una institución preventiva; y otras, simplemente, son de
mejoramiento de la institución, como en el caso de la protección a las personas arrepentidas, en que el Senado
introdujo una mayor precisión en relación con el cambio de identidad o el uso de nombres que debía autorizar el
juez.

Por consiguiente, aquí hay una modificación que obliga a pronunciarse sobre el aspecto relacionado con la
duración temporal o permanente del proyecto, lo que trae consecuencias de técnica legislativa.

En lo que respecta a la posición del Gobierno, creemos que la norma debe tener un carácter permanente; pero si el
Congreso Nacional estima que debe dársele uno transitorio, pensamos que se cumplirá con la primera finalidad y
que más tarde habrá que revisar la experiencia recogida por la vigencia de la norma, como también su forma de
aplicación, tanto por los tribunales como por la policía de prevención de los delitos.

Es todo cuanto quería manifestar, señor Presidente.

El señor DUPRE (Presidente accidental).-

Gracias, señor Ministro.

Tiene la palabra el Diputado señor Bosselin.

El señor BOSSELIN.-

Señor Presidente, respecto de las modificaciones del Senado, debo hacer tres precisiones.

En primer lugar, modifica la norma en un aspecto de carácter sustancial. La Cámara de Diputados establece que la
institución denominada "arrepentimiento eficaz" puede operar antes de iniciado el proceso penal; pero, el Senado,
al agregar la frase "en el proceso que le afecte o pueda afectarle", la limita o restringe únicamente a los casos en
que se ha iniciado una causa por delitos de carácter terrorista. En consideración a que ésta es, esencialmente, una
institución de carácter preventivo debe dársele el sentido propugnado por la Cámara de Diputados para que el
arrepentimiento no sólo se produzca ante la autoridad judicial, sino que también ante las autoridades
administrativas o policiales. Obviamente, en ese evento también deberá cautelarse la seguridad de la persona, en
términos tales de que su arrepentimiento genere los efectos jurídicos que desea la norma y no queden entregados
a la incertidumbre o a una situación indeterminada por no existir un procedimiento en la propia ley.

Esto es, la Comisión Mixta, en su análisis, deberá preocuparse de la situación anterior al proceso penal,
estableciendo adecuados mecanismos de control.

Durante el debate en general, tuve ocasión de formular críticas, entre otras cosas, por la ausencia de una fiscalía
pública que contribuya a la aplicación práctica de la institución.

Esta es una falencia notable del proyecto, porque, de no introducirse un mecanismo de esta naturaleza, será muy

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 150 de 205

Discusión en Sala

escaso su efecto práctico.

En segundo lugar, el Senado, ampliando el criterio de la Cámara de Diputados, según la cual "el juez deberá
disponer medidas especiales destinadas a proteger a quienes se acojan a los beneficios establecidos en este
artículo", ha agregado entre esos beneficios el autorizar el uso de otro nombre y el otorgar nuevos documentos de
identidad al arrepentido, a su cónyuge y a los parientes, asimismo, ha dispuesto que la Dirección General del
Registro Civil adoptará todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.

Es sabido que el nombre es un atributo de la personalidad y que una de sus características determinantes es la
inmutabilidad, la cual, a su vez, es un principio jurídico que propende a la seguridad de los derechos. Sólo en
determinados casos especiales, dispuestos en la ley N° 17.344, el legislador ha contemplado la posibilidad de
cambiar los nombres, los apellidos o ambos nombres, cuando sean ridículos, risibles o causen menoscabo material
o moral, y cuando la persona sea conocida por más de cinco años con otro nombre. Pero esa ley establece un
procedimiento público -notificaciones a través del Diario Oficial- que otorga garantías a terceros y que impiden,
obviamente, los fraudes que se puedan cometer mediante el cambio de nombre.

Siendo beneficioso, en el fondo, el criterio del Senado, creo que en la Comisión Mixta debe buscarse alguna
fórmula que cautele en algún sentido el derecho de los terceros que, frente a una resolución de cambio de
nombres, pudieran verse afectados, sobre todo en el campo patrimonial y en el ámbito familiar. Me refiero a las
obligaciones comerciales y a los derechos sucesorios, en que una institución de esta naturaleza, que considere
procedimientos secretos, va a tender a producir efectos negativos que el legislador debe necesariamente cautelar.

En tercer lugar, el artículo 6e, nuevo, del Senado, que prescribe que las disposiciones de esta ley serán aplicables
al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en el artículo 1° en el plazo de dos años...", es acertado. Es
conveniente que una institución que no está en armonía con el resto el cuerpo penal de nuestra legislación, y que,
en el fondo, disloca el sistema penal nacional, se aplique en el mediano plazo, para no transformarse en un
instituto que invada la totalidad de la legislación por un efecto de contagio. En otros países, cuando se ha dictado
esta disposición, siempre se ha establecido con una vigencia de carácter transitorio. Dos años pareciera ser un
tiempo prudente.

Cuando se discutió el proyecto en la Cámara de Diputados tuve ocasión de proponer una vigencia de seis meses
para que este cuerpo colegiado tuviera oportunidad de revisar sus propias resoluciones y determinar si prorrogaba
o no la vigencia.

Es conveniente el planteamiento de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, en el sentido de rechazar en


su totalidad las modificaciones del Senado a fin de que el proyecto se remita a la Comisión Mixta y allí se
armonicen las ideas de la Cámara de Diputados con las del Senado, y que incluya algunas de las observaciones
que hoy he tenido ocasión de hacer presentes a la Sala.

He dicho.

El señor DUPRE (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Diputado señor Rojo.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, el Senado ha reincidido en su conducta antilegislativa.

En primer lugar, hace un tiempo aprobó un nuevo texto de proyecto de ley de televisión, sin considerar el que
había aprobado la Cámara de Diputados. En esta ocasión ha vuelto a hacer lo mismo: la Cámara aprobó una
modificación sobre conductas terroristas, y el Senado, en lugar de dar cumplimiento al artículo 66 de la
Constitución Política, según el cual "todo proyecto puede ser objeto de adiciones o correcciones en los trámites que
corresponda", ha propuesto un nuevo proyecto y, como los Diputados pueden ver en el informe, ha suprimido su
encabezamiento y ha colocado el artículo 4° como 1°.

En segundo lugar, la proposición de ley aprobada por la Cámara establecía que aquellos que entreguen los
antecedentes a la autoridad quedaban exentos de toda responsabilidad, pero el Senado ha dicho que quedarán
exentos los que lo hagan, antes de la dictación de la sentencia definitiva.

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Discusión en Sala

O sea, ha limitado la eximente a la existencia de un proceso, de tal manera que sin éste no puede haber
arrepentimiento eficaz.

En tercer lugar, el Senado, al crear, por el inciso final del artículo 5°, un libro especial de carácter secreto,
establece una norma que atenta contra la ritualidad de los procesos. O sea, de aquí en adelante, en este país, los
procesos no serán llevados a través de los respectivos cuadernos que se forman por el agregado de pieza a pieza y
que se van foliando, sino que los jueces, en forma arbitraria y unilateral, llevarán un libro secreto al que no tendrán
acceso ni las partes ni los abogados, todo lo cual atenta contra la naturaleza de lo que debe ser el auténtico,
verdadero, real y efectivo proceso.

En cuarto lugar, establece una transitoriedad para la ley; es decir, dicta una ley por dos años, y uno se plantea el
problema de que si el arrepentimiento constituirá una causal de exención de responsabilidad, no tiene por qué
serlo por dos años: o se acepta o, sencillamente, no existe. No hay ninguna circunstancia especial que justifique en
este momento una norma transitoria que no favorece a ninguna clase de procesados, como quiera que no va a
beneficiar a los presos políticos ni a ninguna acción especial. Luego, carece de toda justificación el hecho de darle
carácter transitorio.

Lo que corresponde, señor Presidente, es rechazar en todas sus partes las modificaciones del Senado. Pero,
lamentablemente, por segunda vez vamos a establecer el precedente de que el Congreso Nacional está legislando
a través de comisiones legislativas; o sea, una comisión mixta integrada por cinco Senadores y cinco Diputados
elabora el proyecto, después de lo cual, y, sin mayor debate, tenemos que aprobar o rechazar el informe que ella
emita.

El precedente es malo; atenta en contra de lo que debe ser la ley y, por eso, antes de rechazarlo sostuve en la
Comisión que era partidario de devolver estos antecedentes al Senado para que dicho cuerpo legislativo diera
cumplimiento a las disposiciones constitucionales.

He dicho, señor Presidente.

El señor DUPRE (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Diputado señor Aguiló.

El señor AGUILO.-

Señor Presidente, tuve la oportunidad de entregar mi opinión en general y en particular respecto de este proyecto
en la oportunidad en que la Cámara lo despachó en primer trámite, y por razones que no voy a repetir ahora,
discrepé tanto de su contenido más sustantivo como de cada uno de sus principales artículos. Sin embargo, me
parecen razonables las modificaciones del Senado, porque a un proyecto que, desafortunadamente, hay que
calificar de malo, al menos lo hace menos malo.

Desde luego, el artículo l2 clarifica las cosas. No se trata de un proyecto de arrepentimiento eficaz, porque el
arrepentimiento, como bien se ha dicho en varias oportunidades, supone de la persona afectada el ánimo de
enmendar rumbo al disociarse de alguna organización terrorista de manera voluntaria. La redacción del Senado
está concebida en tales términos que hace referencia a una persona que ya está detenida y sometida a proceso;
incluso, señala que el acto debe producirse antes de la dictación de la sentencia definitiva en primera instancia.
Este es un proyecto que, en realidad, va a operar respecto de personas que están detenidas, que voluntariamente
no se van a acoger a esta disposición, sino que como producto de las circunstancias que están viviendo; es decir,
porque están presas.

Así las cosas, por lo menos está más claro. Es un proyecto de delación compensada, como bien se denominó
inicialmente. Y en tales circunstancias hay que ver cómo opera el resto de las disposiciones.

El artículo 52, tratándose de una persona que delata a los demás integrantes de una organización terrorista, puede
con entera independencia resultar o no eficaz, por lo menos, el juez podrá disponer medidas de protección para la
persona que realiza esta acción; es decir, se trata de un acto de delación del resto de los integrantes de su
organización terrorista. A mí me parece bastante prudente, porque ésa fue una de las objeciones principales que
se dieron para sostener las razones por las cuales podría llegar a ser ineficaz esta iniciativa legal. De manera que
el artículo 5° propuesto por el Honorable Senado es del todo pertinente.

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Discusión en Sala

Respecto del artículo 6a del Senado, que dispone la transitoriedad del proyecto, me parece obviamente razonable
por los argumentos que ya, en su oportunidad, se dieron. O sea, una medida tan excepcional como ésta, que
plantea una situación compleja y enteramente inédita en la legislación chilena, si en general es inadecuada e
inoportuna, hay que tratar que el período en que tenga vigor o vigencia sea el más corto posible.

Por estas razones, votaré a favor de las modificaciones del Senado.

He dicho.

El señor DUPRE (Presidente accidental).-

Tiene la palabra el Diputado señor Elgueta.

El señor ELGUETA.-

Señor Presidente, cuando examinamos la legislación relativa al arrepentimiento eficaz, en la discusión general y
particular del proyecto, dijimos que, sin duda, se estaba actuando contra la naturaleza del hombre.

Ya el Dante, en la "Divina Comedia", condenaba a los delatores, aun estando en el fuego del infierno, a un castigo
bastante singular, que consistía en someterlos al hielo eterno, para que allí se enfriara la miseria del hombre.

También señalamos que una ley de esta especie viola el principio penal de la legalidad, que colisiona con el
principio de la regularidad de la persecución criminal, porque significa un privilegio para estas personas que son
seleccionadas como delincuentes privilegiados, no obstante que tienen el mayor conocimiento del terrorismo; y
perjudica el descubrimiento de la verdad, porque la tentación de declaraciones falsas es muy fuerte dada la
posibilidad de reducción o remisión de la pena. Esto ha traído, no hay dudas, la serie de dificultades que estamos
viendo en este proyecto. En primer lugar, se habla de si es temporal o permanente. Si recurrimos a la experiencia
foránea, vemos que España en el año 1984 dictó una legislación de tipo temporal, y que en 1988 la incorpora en
forma permanente a su Código Penal. Señalábamos también otras dificultades. ¿Qué autoridad era la encargada de
recibir la declaración del arrepentido? Ni el proyecto de la Cámara ni las modificaciones del Senado lo dicen.

Al parecer, sería la autoridad judicial, porque es ella la que, en definitiva, concede o no los beneficios. En todo
caso, no está claro. No se aclara tampoco ni en el proyecto de la Cámara ni en las modificaciones del Senado si el
arrepentido puede obrar antes del proceso o previa existencia de un proceso criminal. Tampoco se aclara si este
proceso debe afectarle a él o pueda no afectarle, o pueda afectarle en el futuro. En el proyecto de la Cámara y
también en las modificaciones del Senado, se contienen beneficios permanentes, los que se contradicen con la
transitoriedad de la vigencia propuesta por el Senado.

También existen serios obstáculos a la voluntariedad, ya que, como se ha dicho acá, tratándose de una persona
detenida o encargada reo, es muy difícil que pueda hablarse de una voluntad seria, de una voluntad con capacidad
de obligarse en forma libre y espontánea.

Y voy a referirme especialmente a un efecto permanente al cual se ha hecho alusión en esta Cámara: la facultad
del juez para disponer el uso de otro nombre del arrepentido eficaz.

En nuestro Código Civil se dice que el nombre es un atributo de la persona humana.

El artículo 18 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica confiere a
la persona un derecho a su nombre. „

Dice esta disposición: “Toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o al de uno
de ellos. La ley reglamentará la forma de asegurar este derecho para todos, mediante nombres supuestos si fuera
necesario. "En consecuencia, toda persona tiene que tener un nombre propio. Y esto, por disposición del artículo 5°
de la Constitución Política de 1980, indudablemente es una norma incorporada, vigente en nuestro Derecho.

Por otra parte, una resolución judicial sobre cambio de nombre produce lo que se llama el efecto erga omnes, o
sea, es válido para todas las personas.

Ese cambio de nombre y apellidos es para todo el mundo; se hace de una vez, una sola vez y para siempre. Así,

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Discusión en Sala

por lo demás, son los principios contenidos en la ley N° 17.344. Aún más, esta ley no hace extensivo este cambio a
los padres del solicitante y no altera la filiación, pero sí alcanza a los descendientes legítimos sujetos a patria
potestad y los descendientes que consientan en ello. Asimismo, castiga el uso malicioso de los primitivos nombres
o apellidos y la utilización fraudulenta del nuevo nombre y apellido para eximirse del cumplimiento de obligaciones
contraídas anteriormente al cambio, con la pena de presidio menor en su grado mínimo.

No se autoriza el cambio respecto del procesado o condenado por crimen o simple delito con pena aflictiva, a
menos que hayan pasado diez años desde la fecha en que quedó ejecutoriada la condena y se encuentre cumplida
la pena.

Pues bien, la modificación del Senado, cuando señala que, concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá
además autorizar el uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su
cónyuge y a los parientes que la misma resolución determine, provoca algunos problemas que a continuación
señalaré.

Aquí se habla del uso de otro nombre; no del cambio. Entonces, ¿realmente esto permite que una persona tenga
dos nombres y apellidos distintos y, en consecuencia, los use en forma indiferente? ¿o implica el cambio del
nombre a que se refiere la ley N° 17.344?

En mi opinión, de tener ese alcance esa disposición, debería corregirse, ya que se trata de un cambio por una vez y
para siempre, por los efectos permanentes que produce una ley de carácter transitorio, porque nadie va a creer
que el uso del nuevo nombre se hará durante dos años, y no durante toda a vida. Este es un problema que provoca
esta disposición.

La misma norma señala el otorgamiento de nuevos documentos de identidad. Si uno debe entender la letra tal
como está expresada, no implica la rectificación o modificación de las respectivas inscripciones del arrepentido y
de su familia en el Registro Civil, sino solamente la de aquellos documentos de identidad, como son el carné y el
rol único tributario; pero en ningún caso esa disposición autoriza al juez a modificar o cambiar las inscripciones
respectivas en el Registro Civil. En mi opinión, para que esta modificación tenga un valor exacto, debería
considerar esa posibilidad.

Ahora bien, esta norma también provoca consecuencia respecto de los efectos civiles y penales derivados del uso
de otro nombre. ¿Qué pasa con las obligaciones civiles contraídas con anterioridad al uso de la nueva identidad,
existiendo la posibilidad de un fraude? ¿Qué pasa con los juicios que se hayan entablado en contra de estas
personas para hacer valer sus derechos? ¿Qué pasa con los derechos sucesorios, como señaló otro señor
Diputado?

Respecto de los efectos penales, ¿qué sucede con la reiteración, con la reincidencia o con el extracto de filiación?
¿Serán también secretos? ¿Allí permanecerá el nombre primitivo?

Estas preguntas merecen ser contestadas y espero que en la Comisión Mixta se den las soluciones para prevenir
perjuicios y no provocar inseguridad en terceros por falta de certeza jurídica, respecto de la persona con la cual se
está contratando o de aquellas con relación a las cuales se está infringiendo o violando la ley civil o penal.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Hago presente a la Sala que hay tres parlamentarios que han pedido usar la palabra, los Diputados señores Molina,
Palestro y Aylwin.

Asimismo, se ha planteado la posibilidad de votar negativamente, en conjunto, las modificaciones del Senado, para
que vayan todas a Comisión Mixta.

En todo caso, tiene la palabra el Diputado señor Molina.

El señor MOLINA.-

Señor Presidente, quiero refutar al Diputado señor Rojo, que ha asimilado la situación de la Ley del Consejo

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 154 de 205

Discusión en Sala

Nacional de Televisión con la modificación a la ley sobre conductas terroristas.

En el caso de la televisión nacional, el Senado presentó un proyecto completamente nuevo. En este caso, el
Senado considera todas las disposiciones del proyecto de la Cámara; cambia sus títulos, pero se ve en la obligación
de establecer una norma independiente por su carácter transitorio. Todas las modificaciones introducidas por el
Senado giran sustancialmente en tomo de las figuras delictivas creadas por la Cámara de origen en el proyecto
debatido con tanto interés por nosotros. Por lo demás, la Comisión Mixta se crea precisamente para que estas
situaciones se aclaren y se superen las contradicciones existentes entre ambas corporaciones.

De modo que no me sorprendería que los señores Diputados y Senadores que la integren lleguen a una síntesis de
lo propuesto, que, en el fondo, coincidan, porque tanto las modificaciones como el proyecto de la Cámara son
sustancialmente idénticos en relación con la existencia de la figura jurídica del arrepentimiento. A mi juicio, las
diferencias son dos y ya han sido señaladas aquí.

La primera se refiere al ámbito de aplicación de la figura jurídica, a la que la Cámara le ha dado una extensión que
supera la necesidad de la existencia de un proceso incoado. O sea, se puede recurrir al arrepentimiento aun
cuando no exista proceso que afecte a quien hace uso de este beneficio. En cambio, el Senado establece la
existencia de un proceso para que esta figura pueda aplicarse.

La otra diferencia es la transitoriedad. La Cámara la establece con carácter permanente; el Senado, con carácter
transitorio. Esto envuelve un criterio, una cierta presunción. En un sentido positivo, el dar carácter transitorio a la
norma implica sostener que en el futuro, dentro de unos dos años, la actividad terrorista habrá mermado en el
país, de tal manera que la figura no sería necesaria. En un sentido negativo, la transitoriedad, por su novedad o por
estar referida a una temática que puede experimentar innovaciones, podría no aplicarse por los tribunales o no
tener la eficacia que le estamos asignando. y que, en consecuencia, convendría revisarla al cabo de dos años.

De este modo, estaríamos ante la apuesta de una norma que podría perder vigencia. Creo que no es así,, por lo
que si nos decidimos a introducirla en la ley sobre conductas terroristas, debiera quedar incorporada en forma
permanente; pero ése es un criterio. En todo caso, a pesar de la voluntad del legislador, la ley suele no aplicarse y
caer en desuso. Eso lo dirá la práctica. Pero aquí no existe ambigüedad, porque la posición de la Cámara es muy
nítida y también lo es la del Senado.

Entonces, no me parece conveniente introducir todos estos elementos de ambigüedad accesorios que algunos
señores Diputados esgrimen como argumento para oponerse a la dictación de esta iniciativa.

Los temas de la nueva identidad son perfectamente regulables en la ley como en el Reglamento respectivo que se
dicte.

El famoso "libro secreto" está referido exclusivamente al tema de la nueva identidad, así como las gestiones de
tipo administrativo que deba llevar a cabo el juez para acceder al cambio de identidad, de acuerdo con la idea del
Senado y no de la Cámara, a quienes hagan uso de este derecho para protegerse ellos o sus familiares.

De modo que el cambio de nombre, el tema del "libro secreto" y otros asuntos de detalle nos servirán para
justificar la conveniencia de llevar esta iniciativa a la Comisión Mixta, criterio por el que me pronuncio, y que
también fue sustentado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Palestro.

El señor PALESTRO.-

Señor Presidente, quiero reiterar mi rechazo a este proyecto que, eufemísticamente, llaman de arrepentimiento
eficaz, pero que, en el primer trámite, lisa y llanamente, lo definimos como delación compensada, que es la
denominación que debe tener.

En el primer trámite dimos a conocer nuestro pensamiento y expresamos el rechazo a esta iniciativa, por estimar

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 155 de 205

Discusión en Sala

que es antiético, aparte de inmoral, porque, en el fondo, se está premiando al delincuente que ha delinquido por
convertirse en soplón o en delator de sus propios compañeros de fechorías.

Eso corresponde determinarlo a la justicia, como decía el Diputado señor Elgueta, y no a una ley que, en el fondo,
premia al hombre que da vuelta la espalda a los compañeros con quienes cometió algún delito.

La idiosincrasia de este país no acepta que las personas puedan convertirse en soplones. Existen documentos de
algunos partidos que pretendieron, y creo que se está poniendo en práctica en las poblaciones, formar grupos de
soplones, de delatores de sus propios compañeros, vecinos, enemigos políticos o lo que sea, es decir delatores y
soplones de la gente que convive en una misma población.

Esto es lo que acarrea este proyecto que después de este breve viaje de veinte o treinta metros hacia el Senado,
ha pasado a llamarse de arrepentimiento eficaz en circunstancias de que partió de aquí con el nombre de delación
compensada que es el que debería tener.

Por lo tanto, insisto en rechazar una vez más y en forma rotunda, el proyecto primitivo, así como las
modificaciones del Senado, porque corresponden al mismo estilo e intención de premiar a los delatores o soplones.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Aylwin.

El señor AYLWIN.-

Señor Presidente, sólo quiero hacer unas breves reflexiones en relación con este proyecto, ratificando criterios
anteriormente expuestos en esta Honorable Cámara.

El Senado ha establecido que este proyecto sería esencialmente transitorio, con lo cual se está reconociendo el
carácter, que se supone puntual, del problema que se trata de solucionar.

Concretamente, este es un proyecto que tendería a afrontar la situación de las personas que asumieron la vía de la
violencia durante el período de la dictadura.

En ese sentido, al margen de todos los aspectos doctrinarios expuestos por el colega Elgueta y de los que con
anterioridad expusimos en esta Sala, en mi concepto, este proyecto es absolutamente ahistórico, inconveniente y
tiende a enturbiar un proceso de autorreflexión y de autocrítica de importantes sectores de la sociedad que
asumieron la vía armada en determinadas circunstancias.

Es un hecho real que, sin necesidad de delación compensada, la casi totalidad de los grupos que asumieron la vía
armada en circunstancias diferentes, han ido incorporándose al proceso democrático y que uno de los grupos que
no ha tenido esa misma actitud, prácticamente ha sido desbaratado por la policía civil, sin recurrir tampoco a la
delación compensada.

En cuanto a ese proceso de autocrítica, de reflexión y de incorporación a la democracia de varios de estos grupos,
creo que es absolutamente inconveniente que sea enturbiado con una compensación en favor de las personas que,
por problemas de conciencia, asumen una actitud distinta, porque este ha sido sólo un proceso de orden moral,
intelectual y de reflexión.

Sin ir más lejos, la prensa de hoy informa de una nueva división de un sector del MIR. Uno de estos grupos
manifiesta muy claramente su deseo de incorporarse a la democracia parlamentaria. Otro, que dirige Demetrio
Hernández, al cual personalmente conozco mucho, expresa abiertamente su rechazo a la vía violenta en las
circunstancias que vive nuestra democracia. Diría que ésta es una situación generalizada de reflexión en todos
estos grupos.

Insisto, esta iniciativa sólo tiende a enturbiar un proceso de autorreflexión que califico de hermoso. En definitiva,
no es conveniente que se dicte una legislación de este tipo.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 156 de 205

Discusión en Sala

Mi colega Elgueta ha hecho una alusión a "La Divina Comedia", en la cual a los delatores se les asignaría uno de los
peores lugares en el Infierno, el de los hielos eternos.

En verdad, quien haya visto, hace aproximadamente un mes, un documental sobre las cárceles, habrá podido
advertir que en la Penitenciaría de Santiago, los delatores son encerrados en celdas de las que no quieren salir
porque tienen el serio riesgo de ser asesinados por sus compañeros. En esas condiciones, deben permanecer en la
oscuridad, en el "hielo", a veces durante seis meses o uno o dos años. Tal vez, lo más impactante que nos tocó
presenciar en ese documental fue el tratamiento realmente inhumano que recibe el delator. De allí que no sea
conveniente que la sociedad aliente este tipo de actuaciones por parte de personas que han delinquido, pues esa
conducta, en vez de significarles un premio, puede acarrearles la muerte o vivir dentro de las cárceles un
verdadero infierno.

Por todas estas razones y por muchas otras, soy absolutamente contrario, reitero, a este proyecto. En todo caso,
frente a la existencia de dos textos diferentes, adhiero al acuerdo adoptado por la Comisión, en el sentido de
rechazar las modificaciones del Senado, de modo que una Comisión Mixta resuelva en definitiva. En caso contrario,
no podría llegarse a ninguna situación racional si esta Cámara insistiera en modificar la ley antiterrorista a través
de una legislación de carácter permanente, y el Senado, en dictar una ley transitoria e independiente.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, desde una perspectiva, las modificaciones del Senado pueden interpretarse como un avance por
quienes durante el primer trámite sostenían que la ley, para que fuera eficaz, debía tener plazo. Y se recordó el
caso de una ley italiana que tuvo ese mismo objeto.

Por otro lado, se puede considerar que la ley es inmoral, porque impulsaría ciertas conductas como la delación, lo
cual, sea para los delitos incluidos en la ley antiterrorista o cualquier otro, es malo para la sociedad.

También podría sostenerse que estos cambios del Senado no ayudan a resolver lo que algunos planteamos: que
son situaciones del pasado y del pasado-presente, como es el caso de los detenidos-desaparecidos.

No comparto el argumento moral en cuanto a que en nuestro ordenamiento legal no debe existir una rebaja de
pena a quienes entreguen información por hechos que atenten contra la sociedad. Estimo buena la institución
penal consistente en un mecanismo a través del cual las personas puedan entregar información de hechos que
atentaron contra la sociedad y que, en razón de ello, sean beneficiadas con una rebaja de pena, con un sistema
carcelario distinto y, si es necesario para resguardar su integridad física, darles otra identidad.

Pienso que esta institución penal sería de gran utilidad hoy para enfrentar temas como el narcotráfico en nuestro
país, que crecientemente atenta contra la estabilidad institucional en varios países de América Latina. Espero que
no ocurra acá, pero creo que debemos estar preparados para prevenirlo. En mi concepto, este tipo de institución
también puede ayudar al desbaratamiento de grupos delictuales altamente peligrosos, dedicados a las más
diversas formas de robos y hurtos en nuestro país. No hay estadísticas al respecto, pero apostaría que la gran
mayoría de las acciones que realmente aten- tan contra la estabilidad democrática son realizadas por personas de
cuello y corbata y no por los "patos malos" de las poblaciones como se piensa.

No hubo posibilidad de discutir desde esta perspectiva la creación de una institución penal más amplia. Se ha
insistido en mantenerla restringida a la ley antiterrorista y ello, en mi opinión -lo sostuve las dos ocasiones en que
hemos tratado este proyecto en la Cámara-, es un error.

En el primer trámite, le consulté al colega señor Espina sobre la voluntad de Renovación Nacional en el sentido de
que este tipo de institución penal pudiera ser ampliada a otros ámbitos, específicamente al del narcotráfico, la
delincuencia y problemas del pasado-presente que tanto duelen al alma nacional. En esa ocasión, él manifestó
estar absolutamente de acuerdo, cosa que hice presente cuando debatimos el proyecto en el segundo informe. En
los hechos, en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia no se acogió esta voluntad, y en las

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 157 de 205

Discusión en Sala

modificaciones del Senado tampoco se adoptó un criterio en esta dirección.

Señor Presidente, con su venia le concedo una interrupción al colega señor Espina.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Espina.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, sólo deseo aclarar un hecho. No se incluyó una norma relativa al narcotráfico porque el Gobierno
tiene un proyecto de ley que aborda ese tema en forma global y completa. Según entiendo, y lo podrá ratificar el
señor Ministro de Justicia, en esa iniciativa se incluye una norma de características similares, adecuándola a la
realidad y naturaleza de los delitos relacionados con el narcotráfico.

Por lo tanto, la única razón consiste en que el Gobierno ha estimado -cosa que comparto- que la materia del
narcotráfico debe tratarse en un cuerpo legal especial, con una norma de características similares a la que aquí se
debate.

De manera que Renovación Nacional no ha dejado de sostener que estima conveniente incorporar una norma de
este tipo para ir aplicándola con prudencia en los distintos ámbitos delictuales del país.

Agradezco al Diputado señor Letelier la gentileza de concederme una interrupción.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Puede continuar con el uso de la palabra el Diputado señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, lo que señala el colega Espina no hace más que reiterar mi aprensión. Sobre esto no he querido
hacer una crítica ni a su persona ni a su partido, sino plantear que tengo una opción distinta: que una ley consagre
la institución para diversos tipos de delitos, y no una estrategia parcializada como la que se está utilizando ahora
con la ley antiterrorista, y tal vez mañana con una ley sobre narcotráfico.

En cuanto a la eficacia de esta iniciativa de ley, creo que es difícil saberlo. No cabe duda de que sería más eficaz
para promover la reconciliación nacional si incluyera también aquellos casos de violaciones a los derechos
humanos cometidos durante la dictadura.

En el cuadro actual, su eficacia será limitada, pues no logrará el objetivo que nos interesa a todos, cual es impulsar
instituciones que permitan luchar eficazmente contra el terrorismo, tema que nos incumbe y nos compromete a
todos. No permite generar instituciones más permanentes en nuestra sociedad, que logren dotar al Estado de
instrumentos para evitar todo tipo de flagelos que atenten contra la convivencia nacional, sea el narcotráfico, la
violación de los derechos humanos, las prácticas antiterroristas o la delincuencia en sus diversas formas.

Por todos estos motivos, votaré en contra del proyecto tal como viene.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palaba el Diputado señor Devaud.

El señor DEVAUD.-

Señor Presidente, quiero reiterar lo manifestado en el primer trámite de este proyecto, llamado de
"arrepentimiento eficaz", pero que yo califico de "delación compensada" o "ley Judas".

En verdad, esta iniciativa incorpora elementos de distorsión de algunos valores propios de nuestra convivencia,
como son la lealtad y la justicia. En mi opinión incluye un elemento que deteriora de singular manera el sentido de

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 158 de 205

Discusión en Sala

la aplicación de las leyes y de las penas.

Lo anterior se comprueba en la circunstancia concebida en el inciso tercero del artículo 1Q, que ha pasado a ser
artículo 32. Dice: "Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en esta ley, podrá disminuírsele la
pena hasta en tres grados -según el proyecto de la Cámara, y hasta en dos grados, de acuerdo con la modificación
del Senado- si abandona la organización terrorista y realiza las conductas mencionadas en las letras a) o b) del
inciso primero.". Estas se refieren a la posibilidad de entregar antecedentes y ayudar a desarticular la organización
a la que pertenece el delincuente.

En estas condiciones, al existir todos los elementos descriptivos del tipo penal que se está creando por medio de
los incisos segundo y tercero del proyecto, puede darse la siguiente situación. En una conspiración terrorista de
tres personas, se acuerda ultimar a un representante político en Arica, a otro en Santiago y a un tercero en Puerto
Montt. Ocurre que sólo uno consuma el delito y los otros, por causas ajenas a su voluntad -delito frustrado,
tentativa o ni siquiera haber salido del "iter criminis" para manifestarse de alguna forma externa-, los que iban a
cometer el delito en Puerto Montt y en Arica, sólo llagaron al grado de conspiración por no haber logrado consumar
ni exteriorizar la voluntad delictiva. Entonces, quien cometió el delito y es capturado por la policía y sometido a
proceso, le dice al juez: "Señor juez, me acojo a la ley de delación compensada, a la ley de arrepentimiento eficaz y
voy a abandonar la organización terrorista. Desde este momento lo hago; asimismo, lo ayudaré a desarticular la
organización que hemos formado y acuso a tales y cuales personas de conspirar conmigo para cometer el delito.
Ellos no lo consumaron. Sin embargo, señor juez, quiero que se me aplique la ley de delación compensada,
rebajándome en tres grados la pena y, además, que se me suspenda condicionalmente dos tercios de la pena que
se me aplicará". Resulta que en la aplicación gradual de las penas, el que tiene tres grados menos y una rebaja de
dos tercios de la aplicación final de la sanción, cumple una penalidad 3,4 ó 5 veces menor de quien llegó al grado
de conspiración y ni siquiera exteriorizó el "iter criminis".

Esto ocurre en la ley antiterrorista porque se condena no sólo el delito tentado, el delito frustrado y el delito
consumado, sino también la conspiración para cometerlo, lo que distorsiona el concepto de la aplicación de las
penas y, por supuesto, el sentido de justicia con que se debe operar en nuestro país.

Este es el fundamento por el cual rechazo absolutamente tanto el proyecto de la Cámara como el del Senado. Sin
embargo, para poder discutir y seguir elevando el debate, llevándolo a este tema, es necesario en este caso que
mi votación sea contraria a la proposición del Senado.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Valcarce.

El señor VALCARCE.-

Señor Presidente, he escuchado con bastante atención las diferentes intervenciones. Se mencionan casos de
arrepentimiento de orden moral, por lo cual se deja la vía armada; en otros no mantienen esa posición -lo hemos
podido apreciar en las últimas noticias, bastante notorias y desagradables- y están desarrollando nuevamente una
acción fuerte por medio de grupos armados que atentan contra el Gobierno establecido democráticamente.

Ojalá una ley consagrara todos los casos. Lamentablemente, este proyecto apunta sólo al de los terroristas. Esta
posición es la misma que tuve cuando discutimos la ley de crédito fiscal, en la cual se planteaba esa rebaja para
los hijos de detenidos desaparecidos. En esa ocasión hice presente mi criterio en el sentido de que hubiese una
sola ley que estableciera todos los beneficios que se otorgarían a aquellas personas. Lamentablemente, en esa
oportunidad se expresó lo mismo que hoy se dice en contrario.

Por lo tanto, en este caso específico, tenemos que empezar a legislar respecto de los terroristas.

Referente al narcotráfico, estoy convencido de que el Gobierno presentará este mismo cuadro jurídico, para que el
arrepentimiento eficaz de esta gente permita la detención de los grandes narco- traficantes.

En Arica, el 50 por ciento de la población penal está detenida por narcotráfico; en Iquique, el 40 por ciento. Me he
reunido y conversado con ellos. Me han dado nombres de personas que he entregado a la policía, pero no hay

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 159 de 205

Discusión en Sala

pruebas. Y no las hay porque esta gente, si bien entrega nombres, no está dispuesta a testificar, porque no tiene
ninguna rebaja en sus penas ni posibilidad alguna de defensa.

Si implementamos esta iniciativa, vemos su cumplimiento en el próximo proyecto de ley para prevenir el tráfico de
drogas sicotrópicas y estupefacientes comprobaremos que esta ley tiene una bondad: favorecerá a una
ciudadanía, la de la zona norte, Primera Región, Tarapacá, que clama para que se termine la drogadicción y el
narcotráfico. Opino que esta iniciativa, que constituye un ejemplo, servirá para aplicar la próxima que envíe el
Gobierno y nos permitirá ir tras los consorcios o grandes delincuentes de corbata, o como quieran llamarles, que
causan este grave daño.

Por lo tanto, votaré favorablemente las modificaciones. Lo mismo haré cuando llegue el proyecto de ley sobre
narcotráfico que enviará el Supremo Gobierno.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación las modificaciones del Senado.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa,
1 voto; por la negativa, 56 votos. Hubo 4 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Rechazadas las modificaciones del Senado.

El señor MOLINA.-

Señor Presidente, mi voto fue por el rechazo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se tomará nota, señor Diputado.

Terminada la discusión del proyecto.

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Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

3.2. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Rechazo de Modificaciones. Fecha 07 de abril, 1992. Oficio en Sesión 49. Legislatura 323.

PROYECTO DE LEY, EN TRAMITE DE FORMACIÓN DE COMISIÓN MIXTA, QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY
N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU PENALIDAD

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

La Cámara de Diputados, en sesión celebrada en el día de hoy, ha rechazado las modificaciones introducidas por
ese H. Senado al proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas
terroristas y fija su penalidad.

Corresponde, en consecuencia, la formación de una Comisión Mixta, de acuerdo con lo establecido en el inciso
segundo del artículo 68 de la Constitución Política de la República.?

Esta Corporación acordó designar a los señores Diputados que se indican para que la representen en dicha
Comisión:

-Don Jaime Campos Quiroga.

-Don Aldo Cornejo González.

-Don Andrés Chadwick Piñera.

-Don Alberto Espina Otero.

-Don Jorge Molina Valdivieso.

Lo que tengo a honra decir a V.E., en respuesta a vuestro oficio N° 2294, de 20 de marzo de 1992.

Acompaño la totalidad de los antecedentes del proyecto.

Dios guarde a V.E.

(Fdo.): José Antonio Viera-Gallo Quesney.- Carlos Loyola Opazo.

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Informe Comisión Mixta

4. Trámite Comisión Mixta: Cámara de Diputados-Senado

4.1. Informe Comisión Mixta

Fecha 12 de mayo, 1992. Informe Comisión Mixta en Sesión 77. Legislatura 323.

?INFORME DE LA COMISION MIXTA, RELATIVO AL PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY N°
18.314.

BOLETIN N° 334-07

HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS

HONORABLE SENADO:

Durante la tramitación del proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, se suscitaron
divergencias entre el Senado y la Cámara de Diputados.

De acuerdo con lo que dispone el artículo 68 de la Constitución Política del Estado, en tal eventualidad corresponde
formar comisión mixta que proponga a ambas Cámaras la forma y modo de resolver dichas diferencias.

La H. Cámara de Diputados, en sesión celebrada el día 1° de abril, designó a los siguientes miembros de esa
Corporación para integrar la comisión mixta: don Jaime Campos Quiroga, don Aldo Cornejo González, don Andrés
Chadwick Piñera, don Alberto Espina Otero y don Jorge Molina Valdivieso. Con posterioridad, el H. Diputado señor
Chadwick fue reemplazado por el H. Diputado señor Víctor Pérez Varela.

De esa designación se dió cuenta al H. Senado, en la sesión del día 7 del mismo mes, oportunidad en que se
nombró con igual propósito a quienes integran la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de
esta cámara, los HH. Senadores señores Hernán Vodanovic Schnake, Sergio Diez Urzúa, Sergio Fernández
Fernández, Carlos Letelier Bobadilla y Máximo Pacheco Gómez.

Convocados los integrantes por el Señor Presidente del Senado, en conformidad al artículo 20 de la ley N° 18.918,
orgánica constitucional del Congreso Nacional, y al artículo 36 del Reglamento del Senado, los mencionados
parlamentarios se reunieron en la sala de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la
Cámara Alta el día 29 de abril, a las 9:30 horas, constituyeron la Comisión Mixta y eligieron por unanimidad como
Presidente al H. Senador señor Hernán Vodanovic Schnake.

Acto seguido la Comisión Mixta se abocó al estudio de una forma y modo de resolver las divergencias producidas.

A las sesiones en que la Comisión Mixta despachó este asunto asistió también el señor Ministro de Justicia, don
Francisco Cumplido Cereceda.

---

De acuerdo con lo que dispone el artículo 9° de la Constitución Política de la República, en relación con el artículo
63 de la misma, las normas de este proyecto son de quórum calificado.

---

En el tercer trámite constitucional la H. Cámara de Diputados rechazó todas las modificaciones que el H. Senado
había introducido al proyecto.

El presente informe se ceñirá al orden de las disposiciones que propone la Comisión Mixta.

En primer lugar, a indicación del H. Diputado señor Espina, se acordó incorporar al texto un título, que señale con
claridad al intérprete el sentido que el legislador ha querido dar a las normas de este proyecto, evitando así toda
connotación negativa que pudiere derivarse de otras denominaciones que se le han asignado en el curso de su
tramitación.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 162 de 205

Informe Comisión Mixta

Por ello se agregó, antes del articulado, el epígrafe "LEY SOBRE ARREPENTIMIENTO EFICAZ".

Artículo 1°

El texto aprobado es el del artículo 1° del proyecto del Senado, con dos modificaciones, propuestas por el H.
Diputado señor Espina.

Este artículo exime de pena al miembro de una asociación ilícita terrorista que demuestre su arrepentimiento
abandonándola y colaborando con la autoridad en la desarticulación de la misma, o en la prevención de los delitos
que aquélla prepara.

En primer lugar, se intercaló en el encabezamiento de este artículo las palabras "en cualquier tiempo" para dejar
sentado que el arrepentimiento puede tener lugar tanto dentro del proceso como antes de su inicio.

Además, y en concordancia con lo anterior se reemplazó la expresión "sentencia definitiva de primera instancia"
por "sentencia de término", pues es ésta la que pone fin al proceso.

Dentro del mismo orden de ideas, en la Comisión Mixta hubo consenso acerca de la procedencia del
arrepentimiento producido después de dictada aquella sentencia.

Así, a indicación del H. Senador señor Vodanovic, se agregó un inciso segundo al artículo 1° que, en la hipótesis
anotada, establece una norma similar a la contenida en el inciso tercero del artículo 18 del Código Penal.

En tal caso, el juez que ha dictado la sentencia definitiva de primera instancia modificará la de término, de oficio o
a petición de parte, para aplicar la exención que consagra el artículo 1° de este proyecto de ley. La modificación
debe ser consultada a la Corte de Apelaciones y no altera las consecuencias pecuniarias ni las inhabilidades
impuestas como pena accesoria.

Artículo 2°

La Comisión Mixta propone una sustitución que importa un cambio sustancial en el contenido de la norma.

El artículo 2° fue incorporado en el segundo trámite constitucional por el H. Senado. El faculta al juez para rebajar
la pena de aquél cuyo arrepentimiento no resulta eficaz, por causas independientes de su voluntad, no obstante
haber realizado las conductas previstas en el artículo 1° del proyecto.

El H. Diputado señor Espina hizo presente que este artículo resulta injusto, porque agrega un nuevo requisito:
además del arrepentimiento del delincuente se exige que la actividad de las autoridades policiales y judiciales,
encaminada a pesquisar y prevenir delitos terroristas y a desarticular las organizaciones que los preparan y
cometen, sea exitosa.

El H. Senador señor Diez concordó con el criterio anterior. Sin embargo, para no dejar margen a que se sostenga
que la eficacia del arrepentimiento -elemento ajeno a la conducta del arrepentido- es requisito sine qua non para
gozar de los beneficios de este proyecto de ley, debilitando la institución que él regula, propuso hacer una
afirmación explícita en el texto, en el sentido de que, en el caso contemplado en el artículo 2°, también se aplicará
lo dispuesto en el artículo 1°, o sea, la exención de pena.

Así se acordó.

Artículo 3°

El artículo 3° del proyecto aprobado en el segundo trámite constitucional permite rebajar la pena del delincuente
arrepentido que ha intervenido en otros delitos previstos en la ley N° 18.314, distintos de la sola pertenencia a una
asociación ilícita terrorista.

El H. Diputado señor Espina hizo presente que la frase "la pena que le habría correspondido de acuerdo a las reglas
generales" no aclara si se trata del castigo previsto por la ley penal común, o de las sanciones agravadas por
aplicación de la ley N° 18.314. En efecto, este último cuerpo legal aumenta en uno, dos o tres grados las penas
impuestas por el Código Penal y por leyes especiales, cuando concurre alguna de las circunstancias que permiten

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 163 de 205

Informe Comisión Mixta

calificar un delito como terrorista.

Se acordó, en consecuencia, reemplazar la frase citada más arriba, por la siguiente: "la pena que la mencionada
ley establece". Del contexto queda claro que la referencia a la "mencionada ley" está hecha a la N° 18.314.

En consonancia con lo agregado al artículo 1° a indicación del H. Senador señor Vodanovic, la Comisión Mixta
incorporó un inciso nuevo a este artículo, que regula el arrepentimiento producido después de la sentencia
condenatoria.

Artículo 4°

El texto aprobado es el del artículo 4° del proyecto del H.Senado, con excepción del inciso primero, para el cual se
tomó como base el inciso cuarto del artículo único del proyecto de la H. Cámara de Diputados, con modificaciones.

Este artículo faculta al juez para otorgar al condenado por alguno de los delitos de la ley N° 18.314, el beneficio de
un modo alternativo del cumplimiento de las penas privativas de libertad impuestas, a condición de que se
cumplan los requisitos que se establecen en la disposición en comento.

La primera cuestión levantada a este respecto en el proceso de formación de esta ley se refiere al beneficio que se
otorga al condenado. En el proyecto del H. Senado se le da la libertad vigilada, en tanto que en el texto de la H.
Cámara de Diputados se crea una nueva institución, cual es la suspensión condicional de la pena.

La Comisión Mixta optó por la fórmula propuesta por el H. Senado, toda vez que la suspensión condicional de la
pena carece de regulación en nuestro ordenamiento jurídico, como asimismo de elaboración doctrinaria y
jurisprudencial al respecto.

La segunda cuestión suscitada dice relación con la referencia que se hace en el inciso primero del proyecto de la H.
Cámara de Diputados al condenado por alguno de los delitos sancionados "en esta ley".

La Comisión Mixta reemplazó la expresión por "la ley N° 18.314", puesto que en estricto rigor esta iniciativa legal
no sanciona delitos, sino que regula el arrepentimiento eficaz de quienes hayan cometido alguno de los previstos
en la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.

La Comisión Mixta aprobó los incisos segundo, tercero y cuarto del proyecto del H. Senado sin modificaciones.

El inciso segundo señala que el período de observación y tratamiento del beneficio de libertad vigilada no puede
ser inferior al de la pena impuesta, señalando un mínimo y un máximo (3 y 6 años, respectivamente).

El inciso tercero hace aplicable las normas de la ley N° 18.216, relativa al régimen de libertad vigilada, en cuanto
no sean opuestas a las de este artículo.

El inciso cuarto expresa que una vez transcurrido el plazo por el cual se otorgó el beneficio, sin que haya sido
revocado, se considera cumplida la pena impuesta.

Artículo 5°

El artículo 5° del proyecto del H. Senado ordena al juez adoptar las medidas necesarias para la protección de
quienes hagan uso de los beneficios establecidos en los artículos 1° a 4° de este proyecto.

El inciso primero faculta al juez para autorizar el uso de otro nombre por parte del arrepentido, de su cónyuge y de
los demás parientes que el tribunal determine y permite que el Servicio de Registro Civil e Identificación les
otorgue nuevos documentos de identidad. Se establece que la Dirección General del Registro Civil debe asegurar el
secreto de estas medidas.

El inciso segundo dispone que todas las actuaciones judiciales y administrativas que se originen como
consecuencia de este artículo serán secretas. El empleado público que infrinja esta obligación será sancionado con
la pena del artículo 244 del Código Penal -reclusión menor en su grado mínimo y multa de seis a diez sueldos
vitales-.

El inciso tercero establece que las resoluciones que el juez adopte en virtud de este artículo deben estamparse en

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 164 de 205

Informe Comisión Mixta

un libro especial para tal efecto, de carácter secreto, custodiado por el secretario del tribunal.

El H. Diputado señor Molina planteó su inquietud acerca de si podría entenderse que este artículo autoriza una
doble identidad legal. Propuso establecer sanciones penales para quienes abusen de los documentos o del nombre
que se les haya dado para protegerlos.

El H. Senador señor Fernández explicó que el precepto sólo autoriza el uso de un nombre diferente del propio,
como una medida de protección del arrepentido y de su familia, pero que todas esas personas mantienen su
identidad legal, pues de ella derivan múltiples efectos jurídicos, de tipo familiar, laboral, previsional, patrimonial,
etcétera.

El señor Ministro de Justicia manifestó que la reglamentación de la forma de llevar a efecto estas medidas puede
quedar entregada al propio Servicio de Registro Civil. Informó que dicho Servicio ha establecido, por ejemplo, que
en ciertos casos en que una persona no reúne o acredita todos los requisitos exigidos por la ley para un cambio de
nombre, puede practicarse una subinscripción, en que se deja constancia que el titular es también conocido con
otro nombre, que se señala.

La Comisión Mixta aprobó la indicación del H. Diputado señor Molina y agregó al artículo 5° dos incisos inspirados
en normas similares contenidas en la ley N° 17.344, que autoriza el cambio de nombres y apellidos.

El primero de dichos incisos hace obligatorio el uso del nuevo nombre en todas las actuaciones, de culaquier
naturaleza, que las personas protegidas por esta medida realicen en el futuro.

El segundo castiga el uso malicioso del nombre anterior y el uso fraudulento del nuevo con la pena de presidio
menor en su grado mínimo.

En este mismo artículo, y también a indicación del H. Diputado señor Molina, se elevó en un grado la pena para el
empleado público que viole el secreto de las actuaciones judiciales y administrativas a que se refiere el precepto
en análisis. En el proyecto del H. Senado se le sancionaba con la misma pena del artículo 244 del Código Penal
que, como se ha dicho, es de reclusión menor en su grado mínimo y multa. En el que ahora propone la Comisión
Mixta se la aumenta en un grado.

Artículo 6°

En este artículo incide la diferencia principal entre ambas Cámaras.

El fue agregado en el H. Senado y tiene por objeto dar vigencia temporal a las disposiciones del proyecto, las que
regirán por dos años, contados desde la publicación. La H. Cámara de Diputados, en cambio, fue partidaria de
establecer normas de carácter permanente.

Los HH. Diputados señores Campos y Espina puntualizaron que la Cámara de origen entendió que la eficacia de las
normas del proyecto está en directa relación con su permanencia en el tiempo. En consecuencia el carácter
transitorio que se le ha querido dar, máxime si el plazo es tan breve como el que se ha propuesto: dos años,
debilitará sus efectos.

El H. Senador señor Fernández manifestó que este proyecto es excepcional en relación con el principio general de
que los delitos deben ser sancionados. Por eso el H. Senado le ha dado carácter transitorio. Además, con esta
medida se pretende incentivar y acelerar el arrepentimiento.

El H. Senador señor Diez expresó que la legislación antiterrorista en Inglaterra está establecida por un cierto plazo,
al cabo del cual debe ser revisada.

Lo mismo deberá hacerse con esta normativa sobre arrepentimiento eficaz: conocidos que sean su funcionamiento
y sus efectos, el legislador deberá decidir si la mantiene, la modifica o la suprime. En este sentido, la fijación de un
plazo es también un llamado a los colegisladores para una revisión a futuro, que tome en cuenta los resultados
obtenidos.

El H. Diputado señor Cornejo propuso salvar la controversia estableciendo un plazo de vigencia de cuatro años, lo
que la Comisión aprobó.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 165 de 205

Informe Comisión Mixta

A continuación, la Comisión Mixta acordó agregar un segundo inciso a este artículo 6°, que deja en claro que
durante el período en que tendrán vigencia las normas del proyecto de ley sobre arrepentimiento eficaz, no se
aplicará el artículo 4° de la ley N° 18.314.

Este último precepto trata en forma escueta el arrepentimiento del delincuente terrorista, cosa que el proyecto en
informe desarrolla en mayor grado. De allí entonces que su coexistencia en el tiempo no sea compatible.

Como consecuencia de los acuerdos anteriores la Comisión Mixta tienen el honor de recomendaros que aprobéis,
en una sola votación, como prescribe la ley N° 18.918, orgánica constitucional del Congreso Nacional, el siguiente

PROYECTO DE LEY:

"LEY SOBRE ARREPENTIMIENTO EFICAZ

Artículo 1°.- Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del
número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos
sancionados en ella, en cualquier tiempo antes de la dictación de la sentencia de término en el proceso que le
afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:

a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o

b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.

En los mismos casos y con los mismos efectos, si el arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia
de término, el tribunal que hubiere dictado la de primera instancia deberá modificarla, de oficio o a petición de
parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva. En ningún caso la aplicación de este artículo modificará
las consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o
las inhabilidades.

Artículo 2°.- Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo anterior no se alcanzaren, por causas
independientes de la voluntad del arrepentido que ha entregado o revelado antecedentes, también se aplicará lo
dispuesto en el artículo 1° de esta ley.

Artículo 3°.- Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en la ley N° 18.314 se le podrá rebajar
hasta en dos grados la pena que la mencionada ley establece, si abandona la organización terrorista y realiza las
conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo 1° de la presente ley.

Si el arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia de término, el tribunal que hubiere dictado la
de primera instancia deberá modificarla, de oficio o a petición de parte y con consulta a la Corte de Apelaciones
respectiva. En ningún caso la aplicación de este artículo modificará las consecuencias de la sentencia primitiva en
lo que diga relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o las inhabilidades.

Artículo 4°.- El juez podrá otorgar el beneficio de la libertad vigilada al condenado por alguno de los delitos
sancionados en la ley N° 18.314, que abandone la organización terrorista y confiese todos los delitos en que haya
participado, proporcione los indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de responsabilidad de los demás culpables y, además, realice las conductas mencionadas en las
letras a) o b) del artículo 1°.

El período de observación y tratamiento no será inferior al de duración de la pena impuesta, con un mínimo de tres
años y un máximo de seis.

Serán aplicables las disposiciones de la ley N° 18.216, relativas al régimen de libertad vigilada, en lo que no se
opongan a lo dispuesto en este artículo.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 166 de 205

Informe Comisión Mixta

considerará cumplida la pena impuesta.

Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°. Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además,
autorizar el uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su
cónyuge y a los parientes que la misma resolución determine. La Dirección General del Registro Civil e
Identificación adoptará todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.

Las resoluciones que el juez adopte en cumplimiento de este artículo se estamparán en un libro especial, de
carácter secreto, que el secretario del tribunal guardará bajo su custodia.

Las personas que hayan sido autorizadas para usar otro nombre sólo podrán emplear, en el futuro, en todas sus
actuaciones, su nuevo nombre propio o apellidos, en la forma ordenada por el juez.

El uso malicioso de los primitivos nombres o apellidos y la utilización fraudulenta del nuevo nombre o apellidos
serán sancionados con la pena de presidio menor en su grado mínimo.

Todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas del presente artículo serán secretas.
El empleado público que violare este sigilo será sancionado con la pena establecida en el artículo 244 del Código
Penal, aumentada en un grado.

Artículo 6°.- Las diposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en el
artículo 1°, en el plazo de cuatro años contado desde su publicación en el Diario Oficial.

Durante este plazo no será aplicable el artículo 4° de la ley N° 18.314.".

---

Acordado en sesión de esta fecha y de 6 de mayo en curso, con asistencia de los HH. Senadores señores Hernán
Vodanovic Schnake (Presidente), Sergio Diez Urzúa (Presidente accidental), Sergio Fernández Fernández, Carlos
Letelier Bobadilla y Máximo Pacheco Gómez (José Ruiz De Giorgio) y los HH. Diputados señores Jaime Campos
Quiroga, Aldo Cornejo González, Alberto Espina Otero, Jorge Molina Valdivieso y Víctor Pérez Varela.

Sala de la Comisión, a 12 de mayo de 1992.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS

Secretario

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 167 de 205

Discusión en Sala

4.2. Discusión en Sala

Fecha 02 de junio, 1992. Diario de Sesión en Sesión 2. Legislatura 324. Discusión Informe Comisión Mixta. Se
aprueba.

MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL Y DE LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU
PENALIDAD. Proposición de la Comisión Mixta.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Corresponde tratar la proposición de la Comisión Mixta sobre el proyecto de ley que modifica el Código Penal y la
ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.

El texto propuesto por la Comisión Mixta figura en el número 5 de los documentos de la Cuenta de la sesión 77°.,
celebrada el 20 de mayo de 1992.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Advierto a la Sala que este proyecto contiene disposiciones de quorum calificado, por lo cual se requiere la
presencia en la Sala de 60 señores Diputados.

En conformidad con el Reglamento, sólo proceden tres discursos, con un máximo de diez minutos cada uno.

Están inscritos los Diputados señores Palestro, Espina, Muñoz Barra y Molina.

En los diez minutos, es posible conceder interrupciones, de acuerdo con el Reglamento.

Tiene la palabra el Diputado señor Palestro.

El señor PALESTRO.-

Señor Presidente, seré muy breve.

En todos sus trámites, he votado en contra de este proyecto, por cuanto estimo que es inmoral y rompe todas las
normas de seriedad y de responsabilidad de la propia justicia premiar a personas que han cometido los mismos
delitos que denuncian. A ellas, por el solo hecho de convertirse en soplones de sus propios compañeros, se les
rebaja la pena. Incluso como me dice un señor Diputado, se les concede la libertad vigilada.

No entiendo cómo se pueda despachar y, en consecuencia, votar favorablemente un proyecto que rompe todas las
normas de moralidad judicial, alentando justamente el "soplonaje" y la traición a sus propios compañeros. El
pueblo chileno no tiene alma de soplón ni de delator. Pero, a través de este proyecto, se está promoviendo una
doble actitud en gente que ha cometido reitero el mismo delito, la que, por el solo hecho de delatar a sus
compañeros, pasa a ser inocente y a obtener una rebaja muy sustancial de su condena; en otros casos, también
puede ser sometido a libertad vigilada.

Como ya se ha conversado bastante sobre el proyecto y todos hemos dicho lo mismo durante su tramitación, en
esta oportunidad vuelvo a anunciar que votaré en contra todas las disposiciones contenidas en la proposición de la
Comisión Mixta, último trámite de la iniciativa.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Alberto Espina.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, deseo explicar los cambios contenidos en la disposición del artículo 1° aprobada por la Comisión
Mixta, en relación con la establecida inicialmente por la Cámara de Diputados y después por el Senado.

Las normas que propone la Comisión Mixta fueron aprobadas por la unanimidad de sus integrantes.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 168 de 205

Discusión en Sala

En definitiva, el artículo 1° acoge el criterio sustentado por la Cámara, en el sentido de establecer la exención de la
pena para las personas que pertenezcan a una asociación ilícita o que hayan realizado o cometido acciones en el
grado de tentativa, amenaza o conspiración de un delito de carácter terrorista, siempre que no hubieren incurrido
en otros delitos sancionados en la ley.

Básicamente, las exigencias establecidas en dicha disposición legal son abandonar la organización terrorista y
realizar una de estas dos conductas: entregar antecedentes que permitan prevenir es decir, salvar vidas inocentes
futuros delitos, o aportar todos aquellos antecedentes que sirvan eficazmente para desarticular a la asociación
terrorista.

Esta norma establece un doble distingo. En primer lugar, deja claramente definido que la persona que resulte
beneficiada por esta disposición legal pudo realizar en cualquier tiempo las conductas a que ha hecho mención,
incluso antes de iniciarse un proceso en su contra y hasta con posterioridad a la dictación de la sentencia definitiva
que lo condena. Para ello se hace el distingo en los incisos primero y final del artículo 1°.

El punto que fue necesario solicitar que se aclarara dice relación con el inciso final, que establecía: "Si el
arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia de término, el tribunal que hubiere dictado la de
primera instancia deberá modificar los oficios a petición de parte y con consulta a la corte de apelaciones
respectiva.". En la Comisión Mixta, la Cámara complementó la norma con la frase: "en los mismos casos y con los
mismos efectos", con el fin de que, desde el punto de vista jurídico, quedara absolutamente claro que no hay
distingos en términos del beneficio que se recibe, si la persona que aporta o entrega la información lo hace antes
de iniciarse un proceso en su contra, durante aquél o con posterioridad a la sentencia defintiva.

De manera que en el artículo le se han acogido los criterios que hizo valer la Cámara de Diputados al aprobar el
proyecto de ley en su primer trámite constitucional. Por tal razón, los parlamentarios de Renovación Nacional lo
votaremos favorablemente.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Diputado don Jorge Molina.

El señor MOLINA.-

Señor Presidente, en la discusión del proyecto se han podido constatar ideas muy diferentes respecto de la
significación que tiene el terrorismo en la sociedad y del modo de prevenir y castigar esta lacra social. Se advierten
también muchas confusiones en tomo de la manera de abordar la lucha respecto del terrorismo.

Por un lado, se observa una reacción excesiva en algunos sostenedores de los que podríamos llamar política
extremadamente represiva y sancionadora. En esta postura se exacerban las consecuencias de los hechos
terroristas; muchas veces se les atribuye mucho más violencia, peligrosidad y eficacia de la que en verdad
pudieran tener.

En esta oportunidad, es importante señalar que esta percepción nos conduce a un círculo vicioso y, en nombre de
las libertades que se quiere proteger contra las conductas terroristas, suele producirse un fenómeno inverso: se
anulan las libertades y los derechos individuales. Para prevenir aquellas libertades amenazadas por los hechos de
violencia terrorista, quienes sustentan estas posiciones, sin percatarse, suelen llegar a lo que se ha denominado
"terrorismo antiterrorista", que en definitiva sólo se detiene en la política represiva y sancionadora.

Por otro lado, hay quienes abordan el terrorismo desde una perspectiva más bien justificante, que si no está
directamente orientada a ese fin, se atiene más bien a las causas, a las circunstancias en que se produce, a la
personalidad de los actores. En definitiva, de alguna manera se busca justificar el hecho en atención al régimen
político imperante o a circunstancias relacionadas con las personas y el tiempo en que actuaron. Esta forma de
abordar el terrorismo necesariamente termina en lo que se ha definido como "martirologio del terrorista", una
especie de exaltación del hecho mismo para justificar, incluso con caracteres heroicos, las connotaciones del
terrorismo. Si a ello se agrega que los medios de comunicación, al informar, magnifican los hechos terroristas y
dan cuenta de una conspiración global y coherente, de una especie de conspiración contra la sociedad siempre en
marcha, tenemos un cuadro muy confuso y, a mi juicio, inconveniente para abordar el terrorismo.

En este marco de ideas debe ser examinado el proyecto de ley.

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Discusión en Sala

El terrorismo es un fenómeno histórico-social que estoy convencido tiene relación con el proceso de integración al
sistema político. Hay estamentos de la sociedad que no sólo no se integran al sistema global de la política y de la
vida social, sino que luchan contra ella e incluso contra las ideas y prácticas de la vida democrática.

Si ello es así, resulta una ilusión pensar que existen soluciones rápidas y eficaces para terminar de golpe con el
fenómeno terrorista. Siempre que en la Cámara hemos discutido un proyecto en este sentido, se ha tendido a
atribuirle una eficacia solucionadora del problema terrorista. A mi juicio, esa no es la verdadera interpretación
tanto de las denominadas Leyes Cumplido como de la ley antiterrorista en particular. Dichos cuerpos legales
constituyen sólo tramos en una lucha permanente y sistemática de la sociedad para defenderse del terrorismo; no
representan un paliativo definitivo, una solución categórica y final al terrorismo. Simplemente, son pasos,
instrumentos normativos que nos van acercando a soluciones.

El proyecto que estamos discutiendo hoy lo hace en la perspectiva adecuada, vale decir, dentro del estado de
derecho democrático. La única fórmula posible de combatir el terrorismo es aquella que se inserta en este marco
normativo, que más que poner atención en el carácter represivo de las normas, lo hace en el carácter
"garantístico" de las mismas; o sea, en aquellas que garantizan la promoción de conductas positivas para eliminar
el fenómeno terrorista a través del fomento de conductas de solidaridad social; de la eliminación de la pobreza, de
los enclaves donde surge el proceso de desintegración social que sirve de caldo de cultivo de conductas
terroristas; del Derecho y de los mecanismos penales universalmente aceptados que estimulan conductas
tendientes a poner término al fenómeno terrorista por una vía legal, cuya eficacia como he dicho por lo general ha
sido aceptada y aprobada en otros ordenamientos. Este es el significado del proyecto.

Promociona conductas eficaces de arrepentimiento; estimula conductas positivas. No crea tipos penales; no crea
delitos; no reprime. Por ello, rechazo los calificativos que se le han dado de inmoral, de incentivadora del
"soplonaje", porque nada más lejano de su contenido, nada más inexacto que esta connotación.

A mi juicio, es un instrumento legal eficaz que tiene la característica de ser temporal. La ley durará cuatro años y
se probará con la práctica. Probablemente su eficacia quede demostrada en el tiempo de duración que le hemos
asignado; posiblemente dé resultados positivos. Pero, a los cuatro años será revisada, ya sea para insertarla de
modo permanente en la ley antiterrorista, ya sea para prorrogar sus efectos.

A mi modo de ver, este fue el tema fundamental de discrepancia entre la Cámara y el Senado. Sin embargo, luego
de discutir una fórmula de consenso, hemos llegado al convencimiento de que es conveniente darle un plazo a la
ley para probarla en la práctica. Si no resulta, si sus efectos son contradictorios con los objetivos que pretende el
legislador, entonces la derogaremos en el tiempo y forma oportunos. Si es un instrumento eficaz para combatir el
terrorismo, sobre todo en su fase de preparación, en su fase de información, que es indispensable para que el
Gobierno controle este tipo de conducta, para que el Estado se defienda de ella, entonces, en mi concepto, la ley
será prorrogada sin más discusión.

Por estas razones, en general porque tales ideas están incluidas en el proyecto final aprobado por la Comisión, le
doy también mi aprobación.

Señor Presidente, el Diputado señor Campos me ha pedido una breve interrupción, la cual concedo por su
intermedio, si usted lo tiene a bien.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Es imposible, señor Diputado, porque sólo pueden hacer uso de la palabra hasta tres señores Diputados.

Cuando finalice el señor Molina, solicitaré el asentimiento unánime para que los señores Diputados que lo desean
puedan hablar.

El señor MOLINA.-

Por último, el proyecto contempla las medidas de garantía para quien haga uso de los mecanismos del
arrepentimiento eficaz. Como algo novedoso, figuran la protección bajo el sistema de libertad vigilada y el uso de
otro nombre, si fuere necesario.

En definitiva, doy mi apoyo a este proyecto, porque es absolutamente necesario para el proceso global de lucha

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Discusión en Sala

antiterrorista en que se encuentra empeñado el Gobierno democrático.

He dicho.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

Han terminado los tres discursos que establece el Reglamento.

Estaban inscritos los Diputados señores Roberto Muñoz Barra, Chadwick, Campos, Devaud y Elgueta.

Solicito el asentimiento de la Sala para conceder la palabra por 3 minutos al Diputado don Roberto Muñoz Barra.

Un señor DIPUTADO.-

No hay acuerdo.

El señor CERDA (Vicepresidente).-

No hay acuerdo.

Tiene la palabra el señor Ministro de Justicia.

El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-

Señor Presidente, el Gobierno ha analizado la proposición de la Comisión Mixta y concuerda con el texto propuesto,
suficientemente explicado por los señores Diputados que me han precedido en el uso de la palabra.

La forma en que ha sido regulado el arrepentimiento eficaz lo hace una institución que va a facilitar un instrumento
legítimo de lucha contra las acciones terroristas, en que todos estamos empeñados tanto desde el punto de vista
jurídico como moral.

Esta institución ha sido incorporada en la mayor parte de los países en los cuales el terrorismo ha ejercido acciones
tendientes a desestabilizar los regímenes políticos o, simplemente, a provocar acciones de tipo delictual. Nosotros
pensamos que el Estado tiene el derecho de utilizar todos los instrumentos legítimos para enfrentar el terrorismo.

En el proyecto de ley general que modifica la legislación actual sobre drogadicción y estupefacientes, por
recomendación del Consejo Nacional de Drogas, se incorpora una institución semejante al arrepentimiento eficaz.
Estamos plenamente convencidos de que la institución del arrepentimiento eficaz o de la colaboración eficaz con la
justicia, como se denomina también en otros ordenamientos jurídicos, es necesaria para nuestro país, es legítima
su existencia y creemos que va a ser eficaz.

Por consiguiente, el Gobierno está de acuerdo con la redacción definitiva en los términos dados a conocer por la
Comisión Mixta.

Muchas gracias.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación la proposición de la Comisión Mixta.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa
65 votos; por la negativa 5 votos. Hubo 3 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).- Aprobada.

Despachado el proyecto.

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Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

4.3. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Aprobación Informe Comisión Mixta. Fecha 02 de junio, 1992. Oficio en Sesión 2. Legislatura 324.

PROYECTO DE LEY EN TRAMITE DE COMISIÓN MIXTA QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY N° 18.314, QUE
DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU PENALIDAD

A S.E. EL PRESIDENTE DEL HONORABLE SENADO

La Cámara de Diputados ha dado su aprobación a la proposición formulada por la Comisión Mixta constituida; para
resolver las divergencias suscitadas con ocasión de la tramitación del proyecto de ley que modifica el Código Penal
y la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.

Hago presente a V.E. que dicho informe se aprobó con el voto conforme de 65 señores Diputados, sobre un total de
119 en ejercicio.

Lo que tengo a honra poner en conocimiento de V.E.

Acompaño la totalidad de los antecedentes.

Dios guarde a V.E.

(Fdo.): José Antonio Viera-Gallo Quesney.- Carlos Loyola Opazo.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 172 de 205

Discusión en Sala

4.4. Discusión en Sala

Fecha 09 de junio, 1992. Diario de Sesión en Sesión 3. Legislatura 324. Discusión Informe Comisión Mixta. Se
aprueba.

MODIFICACIÓN DE CÓDIGO PENAL Y DE LEY N° 18.314. INFORME DE COMISIÓN MIXTA

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

En el primer lugar del Orden del Día, se halla el informe de la Comisión Mixta formada en virtud de lo dispuesto en
el artículo 68 de la Constitución Política de la República, recaído en el proyecto que modifica el Código Penal y la
ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.

-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 32a, en 22 de agosto de 1991.

En trámite de Comisión Mixta, sesión 49a, en 7 de abril de 1992.

Informes de Comisión:

Constitución, sesión 42a, en 10 de marzo de 1992.

Constitución (segundo), sesión 44a, en 18 de marzo de 1992.

Mixta, sesión 3a, en 9 de junio de 1992.

Discusión:

Sesiones 42a, en 10 de marzo de 1992 (se aprueba en general); 44a, en 18 de marzo de 1992 (se aprueba en
particular).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

La proposición de la Comisión Mixta recaída en el proyecto denominado "de arrepentimiento eficaz", acordada por
la unanimidad de sus miembros, ya fue aprobada por la Honorable Cámara de Diputados.

Se hace presente que, de acuerdo con el artículo 9° de la Constitución Política, en relación al artículo 63, esta
proposición requiere de quórum calificado para ser aprobada, es decir, de 24 votos favorables.

En el informe de la Comisión Mixta se fundamentan los diversos acuerdos que adoptó, y se presenta la
correspondiente proposición.

El señor VALDÉS (Presidente).-

En discusión.

Ofrezco la palabra.

Tiene la palabra el Honorable señor Vodanovic.

El señor VODANOVIC.-

Señor Presidente , anotaré sólo algunas de las más importantes modificaciones de que ha sido objeto el proyecto
en la Comisión Mixta.

En principio, la mayoría de las enmiendas que en su oportunidad fueron aprobadas por el Senado, y que
significaron cambios al texto despachado por la Cámara de Diputados, fueron rechazadas por esta última en el
tercer trámite. Sin embargo, en la Comisión Mixta integrada por ambas ramas del Congreso se llegó a acuerdo

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Discusión en Sala

pleno sobre los distintos elementos que habían configurado las discrepancias anteriores, y en función de tal
acuerdo se ha procedido a proponer este proyecto.

Diría que las modificaciones más importantes, que constituyen una novedad para esta Corporación y que se
contienen en el informe, radican en dos aspectos.

En el referido al artículo 1°, sobre la oportunidad en que puede o debe producirse el llamado arrepentimiento
eficaz, la modificación consiste en disponer que tal arrepentimiento puede tener lugar en cualquier tiempo, aunque
no medie procedimiento judicial, y hasta la sentencia de término. Se introduce, por tanto, una variación respecto
del texto aprobado en el Senado.

Además, se contempla la posibilidad de que el arrepentimiento se manifieste una vez producida la condena, de tal
manera que cuando ello ocurra habiéndose dictado ya sentencia condenatoria en contra de los implicados, el juez
de primera instancia estará obligado a modificar la expedida con anterioridad. Por analogía, se utiliza un
procedimiento contemplado en el Código Penal y que hace operar el principio que favorece al reo.

En segundo lugar, se ha extendido la posibilidad de que se produzca el arrepentimiento eficaz, en cuanto a sus
efectos, a aquella figura consistente en que, ocurrido el arrepentimiento, éste no haya producido sus
consecuencias o efectos naturales por causas ajenas a la voluntad del arrepentido. En el proyecto original, la
exención de responsabilidad criminal no cabía cuando, producido el arrepentimiento, éste no provocaba sus
efectos naturales por causas ajenas a la voluntad del implicado. Ahora, se ha acogido el principio propuesto por un
señor Diputado , en el sentido de que también el implicado es favorecido por esta causal de exclusión de
responsabilidad criminal.

En tercer y último término (aunque sin agotar todas las modificaciones propuestas por la Comisión Mixta, pero para
abordar por lo menos las más significativas), me permito hacer resaltar el hecho de que se ha llegado a un acuerdo
sobre los tiempos de vigencia de la ley. En el proyecto aprobado por la Cámara Baja no se contemplaba limitación
alguna, pues se trataba de una ley de carácter permanente; en tanto que en el Senado la vigencia había quedado
restringida al lapso de dos años. Producida la controversia entre ambas Cámaras, se llegó al acuerdo de fijar dicha
vigencia en cuatro años, compatibilizando así los criterios en discusión.

Ésas son, en mi concepto, señor Presidente , las modificaciones más importantes introducidas a la iniciativa y que
cuentan con el asentimiento de la Comisión Mixta, por lo que se someten a la consideración de la Sala.

Huelga decir que estamos plenamente de acuerdo con el contenido del proyecto, el que estimamos de alta
significación y lo consideramos un instrumento que podríamos definir como histórico en la lucha contra el
terrorismo, o contra una especie de delincuencia organizada que ha provocado tantos males, no sólo en nuestra
sociedad, sino también en otras. Creemos que su aprobación por ambas ramas del Congreso se constituirá en un
elemento definitorio en la sanción y persecución de los hechos de carácter terrorista.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Thayer.

El señor THAYER .-

Señor Presidente , una vez más la Comisión Mixta ha generado un proyecto de consenso que, desde mi punto de
vista, es plenamente digno de aprobación.

Tengo dos observaciones que formular, y me interesarían particularmente las aclaraciones que pudiera hacer el
señor Ministro de Justicia a su respecto.

La primera es una cuestión de fondo. Cuando se autoriza al arrepentido para usar otro nombre, puede acontecer
que, por quebrantamiento del secreto, el nuevo nombre se divulgue. Me parece entender que, autorizada la nueva
identidad, el mandato que da la última parte del primer inciso del artículo 5° a la Dirección General del Registro
Civil e Identificación para que adopte "todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas
medidas", implica que esa Dirección queda autorizada para volver a otorgar un nombre distinto si se divulgara el

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 174 de 205

Discusión en Sala

primero. Me gustaría que ese punto quedara claro, porque, en caso contrario, se suscitarían dificultades al
producirse el hecho mencionado.

Aprovecho, además, para hacer una observación puramente formal. En la página 15 del informe, al comienzo del
artículo 6°, falta una "s" en la palabra "disposiciones".

He dicho.

El señor DIEZ.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Había pedido la palabra el señor Ministro .

Puede hacer uso de ella Su Señoría.

El señor CUMPLIDO ( Ministro de Justicia ).-

Señor Presidente , aclararé la duda que ha planteado el Honorable señor Thayer .

En el caso que Su Señoría señala, la autorización para volver a cambiar el nombre debe darla el juez, porque el
artículo 5° le ordena disponer "todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios.". Y agrega: "Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además, autorizar el uso de otro
nombre". Si se perdiera el secreto del nombre, el juez podría decidir el otorgamiento de nueva identificación.

El señor THAYER.-

Muchas gracias.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Diez.

El señor DIEZ .-

Señor Presidente , había pedido la palabra únicamente para dar respuesta al Honorable señor Thayer en el mismo
sentido en que lo ha hecho el señor Ministro . No cabe duda de que lo substantivo del artículo 5° es la obligación
que se impone al juez de disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios establecidos en el proyecto. Esta facultad es suficientemente amplia como para ir supliendo en el
transcurso del tiempo cualquier defecto que se origine.

De estas resoluciones del juez se deja constancia en un libro especial, y no en el mismo expediente, con lo que no
importa que este último esté archivado o haya salido de conocimiento del juez.

Aprovecharé el uso de la palabra, señor Presidente , para manifestar mi complacencia por la forma como ha sido
despachada esta iniciativa sobre arrepentimiento eficaz. Esperamos que constituya, como ha ocurrido en algunos
países europeos, un instrumento eficiente para la investigación y la prevención de delitos terroristas, y para el
desmantelamiento de sus organizaciones.

Me parece que el proyecto otorga las garantías suficientes a quienes se arrepienten y eligen el buen camino. Al
mismo tiempo, la iniciativa, al igual que lo que se establece en algunas legislaciones del Viejo Continente, tiene
carácter transitorio, decisión que ha adoptado el Senado precisamente para obligarnos a revisar el efecto de la
aplicación de la ley, los problemas que ha originado, la forma en que se debe modificar, y ello dentro de un plazo
determinado, que esta Corporación estimó en dos años y que se aprobó por los señores Diputados miembros de la
Comisión Mixta extendiéndolo a cuatro. Al mismo tiempo, se dejó constancia en el informe de que el objeto de tal
temporalidad es la revisión de medidas que no obedecen a la regla general de nuestro sistema penal, y que se
adoptan en situaciones de emergencia como la que ahora vivimos: la necesidad de combatir al terrorismo. Como
legislación de emergencia, debe ser revisada periódicamente por el legislador.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 175 de 205

Discusión en Sala

Por tales razones, nuestra bancada votará como debe hacerse en este caso, de una sola vez, favorablemente el
informe de la Comisión Mixta.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Pacheco.

El señor PACHECO.-

Señor Presidente , es necesario considerar que es tarea prioritaria asegurar a la nación el desarrollo normal y
pacífico de las actividades propias de cada ciudadano y el pleno ejercicio de sus derechos, para lo cual resulta
esencial desterrar la violencia y el terrorismo.

Los desafíos que hoy día presenta la mantención de la seguridad ciudadana son variados y complejos, y exigen,
para enfrentarlos, la participación y colaboración de todos. El respaldo consensual a las instituciones y al Estado de
Derecho, la necesidad de agilizar la actuación de los organismos policiales y judiciales, y la solidaridad social, son
fundamentales para enfrentar la delincuencia y el terrorismo.

Con este proyecto, se incorpora en el Código Penal un delito de omisión, toda vez que aparece indispensable
establecer en dicho cuerpo legal, no sólo prohibiciones, sino también deberes positivos que se dirijan a proteger los
derechos esenciales de las personas, lo cual no es solamente un deber el Estado, sino también de cada ciudadano.

A los integrantes de la Comisión Mixta nos parece que este pensamiento está bien expresado en su informe. Hubo
unanimidad para aprobarlo, y por eso los Senadores democratacristianos votaremos favorablemente el texto
propuesto.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Otero.

El señor OTERO .-

Deseo hacer una consulta al señor Presidente de la Comisión respecto del inciso tercero del artículo 1°, que se
repite como inciso segundo del 3°.

En el proyecto se exime de ciertas penas, en determinadas circunstancias, a quien, antes de la dictación de la


sentencia de término: "a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que
sirvan eficazmente para prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y
detener a los responsables,"; o a quien -porque se trata de una disyuntiva-: "b) ayude eficazmente a desarticular a
la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella, revelando antecedentes no conocidos, tales
como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero de sus dirigentes o integrantes.".

No cabe duda alguna de que el hecho de exigir que se acredite la concurrencia de la letra a) o de la letra b),
significa la existencia de un proceso. Y si la persona se arrepintiera después de su finalización, con posterioridad a
la sentencia de término, eso ocurriría cuando ya no habría proceso. Y aquí se dice: "Si el arrepentimiento tuviere
lugar después de dictada la sentencia de término, el tribunal que hubiere dictado la de primera instancia deberá
modificarla, de oficio o a petición de parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva.". Pregunto: ¿sobre
la base de qué antecedentes? Porque no basta que la persona diga "Me arrepiento" y entregue información. Es
imprescindible que con ésta se configuren las circunstancias consignadas en las letras a) o b) del artículo 1°, o
bien, que se esté en el caso del artículo 2°; vale decir, cuando por causas independientes de la voluntad del
arrepentido -lo que también es materia de hecho- no se hubieren logrado los objetivos a que se refieren las letras
mencionadas.

En consecuencia, esta norma, tal como está aprobada, no podrá ser aplicable. ¿Por qué? Porque será menester
iniciar un nuevo juicio, con las declaraciones e informaciones que proporcione el arrepentido después de terminado

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 176 de 205

Discusión en Sala

el proceso anterior. Para los efectos de que éste pueda acogerse a la ley en proyecto, el mismo juez que conozca
de dichos antecedentes deberá determinar si se cumplen los requisitos contemplados en la letra a) o en la b) del
artículo 1°, o si se está en el caso del artículo 2°.

¿De qué manera, entonces, podría establecer esas circunstancias un tribunal impedido de instruir un nuevo
proceso por haber finalizado su competencia al dictar sentencia de término? Mediante este precepto se intenta
devolverle esa competencia, para los efectos de la aplicación de esta iniciativa; pero resulta que para concretar
esto tiene que darse el supuesto de un nuevo proceso, que ese magistrado no tiene facultad para instruir.

Ese problema podría obviarse diciendo que el juez que conoció de esta materia deberá iniciar un proceso en virtud
de las declaraciones que el arrepentido haya hecho después de emitida la sentencia de término, a fin de
determinar las nuevas responsabilidades; que tendrá competencia para conocerlo y para, finalmente, resolver si
corresponde o no otorgar los beneficios consignados en esta disposición. De lo contrario, señor Presidente , se
planteará la siguiente situación procesal: se otorgará al juez la facultad de aplicar la ley, pero no podrá contar con
los antecedentes necesarios para ello. Porque, repito, a menos que en esta iniciativa se establezca expresamente
que el juez podrá instruir un nuevo proceso, su competencia expirará al dictar sentencia de término.

En consecuencia, señor Presidente , sin ánimo de cuestionar el texto del proyecto -me parece que debe ser
aprobado-, creo que estamos en presencia de un punto que no fue considerado durante su análisis y discusión: el
de la competencia del juez. En este momento no podría sostenerse que ella es obvia, porque ésta es una materia
de Derecho Público. Se trata de una norma de competencia comprendida en el orden público y vinculada a los
artículos 6° y 7° de la Constitución. Y una vez agotado un proceso por sentencia ejecutoriada, termina la
competencia del juez.

Por lo tanto, si lo que dice la persona que se ha arrepentido significa instruir un nuevo proceso, a fin de determinar
las nuevas responsabilidades, ¿cómo el juez de la antigua causa va a poder aplicar esta ley en proyecto, si las
circunstancias a que se refieren los artículos 1° y 2° tienen que nacer precisamente de la instrucción de ese nuevo
proceso, el cual, en conformidad a las normas del Código Orgánico de Tribunales, debe estar entregado al juez del
crimen correspondiente?

Por eso, no obstante concordar con el fondo, considero que aquí hay un problema de procedimiento que es
imprescindible solucionar para que esta futura ley cumpla efectivamente el fin que se pretende a través de esos
dos artículos.

He dicho.

El señor DIEZ.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

La había solicitado antes el Honorable señor Thayer.

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor DIEZ.-

¿Me permite una interrupción para contestar, Honorable colega?

El señor THAYER .-

No tengo inconveniente, pero como se ha planteado un aspecto de tipo procesal, quisiera completar la consulta del
Honorable señor Otero , que es como una consecuencia de la que formulé anteriormente, para que lo que voy a
señalar también se incluya en la respuesta.

Mi preocupación acerca del artículo 5° radicaba precisamente en cuál sería el tribunal competente. Es claro que al
establecer que el juez deberá adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección del arrepentido estamos
refiriéndonos al magistrado de la causa, al juez del crimen. Pero si acontece que se ha producido el efecto

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Discusión en Sala

posterior -aquí mi pregunta enlaza con la del Senador señor Otero - de que, pasado un tiempo equis, se divulga el
secreto y se corre el riesgo de una acción de venganza, o de cualquiera otra clase, cuya ocurrencia es justamente
lo que se pretende cautelar, cabe que el arrepentido necesite acudir otra vez al juez, para que le autorice el
empleo de una nueva identidad.

Si no se especifica el alcance de esta iniciativa legal, la situación descrita será susceptible de una de dos
interpretaciones: o en el sentido de que deberá intervenir el juez del crimen que previno en el conocimiento del
asunto, o en cuanto a que deberá hacerlo un juez civil, a fin de materializar la modificación de las partidas.

A mi juicio, es importante aclarar ese punto, para evitar dificultades posteriores. En ese sentido, me atendré a la
respuesta que dé el señor Presidente de la Comisión Mixta o el señor Ministro de Justicia .

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Diez.

El señor DIEZ.-

Contestaré las preguntas formuladas por los Senadores señores Otero y Thayer , porque me tocó reemplazar al
Presidente de la Comisión Mixta cuando se trataron los temas que en ellas se abordan.

El precepto que remite al tribunal que hubiere dictado la sentencia de primera instancia la competencia para
modificarla, de oficio o a petición de parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva, no es nuevo en
nuestro sistema jurídico. En efecto, el artículo 18 del Código Penal dispone:

"Si la ley que exima el hecho de toda pena o le aplique una menos rigurosa se promulgare después de ejecutoriada
la sentencia," -el proyecto se refiere a una etapa posterior a la sentencia de término- "sea que se haya cumplido o
no la condena impuesta, el tribunal de primera instancia que hubiere pronunciado dicha sentencia deberá
modificarla, de oficio o a petición de parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva.". Es decir, el
procedimiento es el mismo. A continuación, expresa: "En ningún caso la aplicación de este artículo modificará las
consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o las
inhabilidades.".

Como se puede apreciar, el inciso final del artículo 1° de la iniciativa en debate es del mismo tenor que el inciso
tercero del artículo 18 del Código Penal: remite la competencia al juez que dicta la sentencia de primera instancia,
para que, de oficio o a petición de parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva, declare la exención
de responsabilidad penal.

¿En qué forma visualizó este hecho la Comisión Mixta? En que la denuncia o arrepentimiento de una persona que
se halla cumpliendo una pena y reúne los requisitos señalados en la ley en proyecto debe ser una materia de la
que conoce el juez del crimen competente, quien inicia el procedimiento que corresponde. Hecho esto, el
condenado puede recurrir -"a petición de parte", dice la norma- al juez que dictó la sentencia definitiva, para que lo
declare exento de responsabilidad penal. Y este último magistrado pedirá los autos que lleva el juez del crimen, a
menos que sea un mismo tribunal el que interviene en ambos casos, lo que no origina perturbación procesal
alguna.

La Comisión Mixta quiso establecer un precepto semejante al del artículo 18 del Código Penal, con el propósito de
que la modificación de la sentencia de primera instancia la realice el mismo juez que la dicta, quien es,
lógicamente, el que mejor conoce las circunstancias por las cuales ha sido condenada la persona que impetre los
beneficios que otorgará la ley sobre arrepentimiento eficaz.

A juicio de la Comisión y del Senador que habla, aquí no existe problema de competencia, porque una cosa es
investigar los hechos y sancionar, en lo que respecta a la competencia nacida por el arrepentimiento eficaz, y otra
distinta es la exención de responsabilidad penal de quien presta la confesión. La iniciativa dispone nada más que
esto: que será competente para conocer de la exención de responsabilidad penal de quien se acoja al beneficio el
juez de primera instancia que ha dictado la condena. ¿Con qué antecedentes? Naturalmente, con aquellos de que
disponga, si se trata del mismo magistrado que ha instruido el proceso, o con los que le entregue el juez que haya
podido intervenir posteriormente. ¿Y cómo se enterará de que se ha recurrido a otro tribunal? Al proceder a
petición de parte. De manera que actuará de oficio cuando tenga competencia en la segunda investigación; pero

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cuando carezca de competencia, será el propio condenado el que le pedirá que lo declare exento de
responsabilidad penal, porque su arrepentimiento ha sido eficaz en otro proceso. Y la remisión de antecedentes de
un juzgado a otro se efectuará de acuerdo con las normas habituales de procedimiento.

Lo mismo puedo decir respecto de la consulta formulada por el Honorable señor Thayer . Si bien existe la
posibilidad de que el juez pierda la competencia, la ley en proyecto, soberanamente, se la prorroga, con el
propósito de proteger a la persona arrepentida. La facultad para tomar todas las medidas a fin de preservar la
seguridad de quien haya solicitado el beneficio en estudio se entiende concedida a perpetuidad y las resoluciones
que el magistrado adopte al respecto se anotarán en un libro secreto que guardará el tribunal.

Ése es el sistema aprobado por la Comisión acerca del arrepentimiento eficaz, institución nueva que será sometida
a prueba durante cuatro años, plazo que el propio legislador se ha fijado para revisar su funcionamiento.

He dicho.

El señor CUMPLIDO ( Ministro de Justicia ).-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor CUMPLIDO ( Ministro de Justicia ).-

Señor Presidente , existe una diferencia entre el artículo 1° despachado por la Comisión Mixta que hoy es sometido
a la consideración del Senado y el que aprobó la Cámara de Diputados. En el último inciso se omitió la frase inicial
"En los mismos casos y con los mismos efectos,".

Por lo tanto, pido que el señor Secretario de la Comisión Mixta verifique el texto, con relación a aquel sobre el cual
se pronunció la otra rama del Congreso.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Se procederá a ello, señor Ministro .

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

El artículo 1° propuesto por la Comisión Mixta es del siguiente tenor:

"Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del número 5 del
artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos sancionados en
ella, en cualquier tiempo antes de la dictación de la sentencia de término en el proceso que le afecte o pueda
afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:

"a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente
para prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o

"b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.".

Y el inciso final, incluida la frase a que se ha hecho referencia, expresa:

"En los mismos casos y con los mismos efectos, si el arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia
de término, el tribunal que hubiere dictado la de primera instancia deberá modificarla, de oficio o a petición de
parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva. En ningún caso la aplicación de este artículo modificará
las consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o
las inhabilidades.".

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 179 de 205

Discusión en Sala

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Se ha aclarado que, efectivamente, en la edición del boletín se ha omitido el inicio del inciso final del artículo 1°, al
cual hizo referencia el señor Ministro .

Si no hubiera observaciones por parte del Senado, y como se trata de un error de copia, se incorporaría al texto el
acuerdo adoptado en la Comisión Mixta, según lo hace constar el Secretario de ésta.

Tiene la palabra el Honorable señor Otero.

El señor OTERO .-

Señor Presidente , el agregado que acaba de hacer el señor Ministro confirma mi argumentación jurídica, al
expresar: "En los mismos casos y con los mismos efectos". Es decir, tiene que aplicarse la letra a) o la b), cuya
concurrencia es copulativa, como requisito para el arrepentimiento eficaz. Y si uno analiza las circunstancias
contenidas en ellas, se da cuenta de que eso da origen a un nuevo proceso.

Es totalmente diferente lo contemplado por el artículo 18 del Código Penal, porque esta norma se refiere a algo
que no requiere hechos: hay una condena y se dicta una ley que cambia la penalidad de los delitos establecidos en
el proceso. Por lo tanto, es lógico que sea el juez instructor quien, en la medida en que sea favorable la nueva
legislación, haga la modificación correspondiente, ya que los hechos se encuentran determinados y no se
enmiendan. Como el delito y la pena están establecidos, se trata simplemente de adecuar esta última al delito
declarado por la sentencia.

En la situación que nos ocupa el problema es distinto, porque ha terminado el proceso y la persona que desea
beneficiarse con el arrepentimiento eficaz concurre a un tribunal con el objeto de aportar antecedentes
adicionales. Obviamente, eso significará instruir otra causa, lo cual deberá llevar a efecto el juez competente de
acuerdo a la normativa general del Código Orgánico de Tribunales.

Al respecto, el argumento que se ha dado es que una vez instruido el nuevo proceso el individuo puede acudir al
juez primitivo, a fin de que le aplique las disposiciones en estudio. Pero para ello tendrá que esperar a que dicho
juicio termine, lo que puede demorar dos, tres o cuatro años, con lo cual no se conseguiría el objeto de la
normativa. Y lo anterior obedece a una razón muy sencilla: el único modo de que el magistrado que conozca de la
primera causa sepa si efectivamente se cumplieron los requisitos de la letra a) o b), o si se está en el caso del
artículo 2°, es leyendo íntegramente el nuevo proceso, donde deberá llegarse a una sentencia.

Por eso, señor Presidente , debo decir que no estoy tratando de crear un problema sin fundamento, sino de
solucionar un asunto de competencia. Esto puede lograrse de la manera más simple señalando que si en virtud de
este arrepentimiento producido con posterioridad hubiera que investigar y analizar nuevos hechos para configurar
las circunstancias de la letra a) o b), será competente para conocer el juez que dictó la sentencia de primera
instancia en el juicio donde se produce el arrepentimiento eficaz. De esa forma podríamos obtener todo en un solo
elemento y resolveríamos este punto, el cual -repito- es de orden público.

En consecuencia, no puede entenderse que el juez hará esto o lo otro. Al tribunal se le solicitará determinar si
procede o no la aplicación de la ley en proyecto, para lo cual tendrá que pedir un proceso, y para calificar a éste
deberá esperar su término. No podría recurrir a otra vía, pues ello le impediría aplicar estas normas. Por lo tanto,
señor Presidente , estoy planteando una cuestión de procedimiento que es muy fácil de solucionar y que no altera
el objeto de la iniciativa; por el contrario, hace posible lo que ésta pretende.

Concuerdo con los señores Senadores que me precedieron en el uso de la palabra en cuanto a la finalidad que se
persigue, pero debemos tener presente que hay normas de orden público que reglamentan la competencia, las
cuales no están en el Código Penal, sino en el Código Orgánico de Tribunales. Y aquí se estaría produciendo un
problema de competencia.

Incluso en el supuesto de que aceptáramos la tesis que se ha explicado, la futura ley no tendría el efecto que se
desea, porque el juez primitivo, para poder aplicarla, debe esperar la conclusión del nuevo proceso -reitero-, que
lleva un magistrado diferente. De manera que el interesado en el beneficio del arrepentimiento eficaz tendría que
aguardar el término de esa causa para que aquél se materializara.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 180 de 205

Discusión en Sala

Insisto en que estamos en presencia de un elemento perfectamente solucionable antes del despacho definitivo del
texto, o bien, que podría superarse, como lo ha dicho el señor Ministro -si encuentra razón a lo que estamos
planteando-, por la vía del veto, con el objeto de no volver atrás y parar la tramitación de esta iniciativa.

Señor Presidente , estoy plenamente de acuerdo con este proyecto de ley, pero es mi obligación, como Senador,
hacer ver el problema de carácter jurídico-procesal que se suscitará durante la vigencia de sus normas.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor CUMPLIDO ( Ministro de Justicia ).-

Señor Presidente , en realidad, lo expuesto por el Honorable señor Otero es una cuestión de competencia, y la
solución que Su Señoría propone apunta a la mayor economía procesal. Sin embargo, abrigo la íntima convicción
de que, cualquiera que sea el juez, tendrá que instruirse un nuevo proceso para establecer si la colaboración ha
sido eficaz o no.

Además, la fórmula del señor Senador presenta el inconveniente de que la competencia se estaría fijando en un
tribunal determinado, en circunstancias de que el que se encargue de la investigación del nuevo delito, producto
de los antecedentes que se aporten, pudiere ser otro, de mayor jerarquía o especial. Me pongo en el caso, por
ejemplo, de que la persona condenada informe acerca de la existencia de un grupo de combate o de un
movimiento terrorista con armas mortíferas, situación en la cual la competencia corresponde a los tribunales
militares.

Por lo tanto, entendiendo el muy buen sentido con que el Senador señor Otero ha propuesto la economía procesal
de entregar al mismo juez la resolución del asunto, debo decir que este aspecto es muy complejo, porque se
alterarían todas las normas de competencia respecto de los delitos que pueden ser investigados sobre la base de
la colaboración eficaz. Asimismo, en ambos casos el magistrado tendría que iniciar un proceso para determinar si
efectivamente hay o no hay un arrepentimiento de esa índole.

Sin embargo, señor Presidente , no tengo inconveniente en examinar con más profundidad y con más
antecedentes este punto, a fin de revisarlo en el momento en que el Presidente de la República deba pronunciarse
sobre el veto o la sanción de la iniciativa.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Huerta.

El señor HUERTA.-

Señor Presidente , estimados colegas, me preocupa la seguridad del arrepentido. En otros países, como en Estados
Unidos -o sea, en repúblicas federales, con gran cantidad de habitantes y de medios-, se puede resguardar al
individuo trasladándolo de lugar, sometiéndolo a cirugía estética, etcétera. Chile, en cambio, es un país-faja,
unitario, de pocos habitantes. Y las medidas que tome el juez van a demandar gastos, pero no veo de dónde
saldrán recursos para cubrirlos.

Además, como conozco el código del hampa, puedo decir que la revancha o el ajuste de cuentas es un hecho
público, que no se ha podido impedir.

Planteo esta situación -sin oponerme a la iniciativa, desde luego- porque aprecio un vacío en esta materia, pues
reitero que las medidas mencionadas, aparte la de cambiar el nombre, seguramente demandarán gastos.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor CUMPLIDO ( Ministro de Justicia ).-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 181 de 205

Discusión en Sala

Señor Presidente , no quiero hacer de este tema un debate, pero debo señalar que, obviamente, en los
presupuestos se contemplarán los fondos necesarios para aplicar esta norma, sin perjuicio del carácter transitorio,
por cuatro años, que se le asigna.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Diez.

El señor DIEZ .-

Señor Presidente , celebro la actitud del señor Ministro de revisar cuidadosamente el procedimiento para que la
vigencia de esta iniciativa sea más expedita.

Cabe hacer presente que para llegar a una solución en esta materia tuvimos en cuenta precisamente los
problemas de competencia que pueden originar, por su naturaleza o por razones geográficas, las declaraciones del
arrepentimiento eficaz.

Deseo hacer constar que no necesariamente el juez de primera instancia que dicte el fallo condenatorio respecto
de quien pudiere hacer uso de este beneficio debe esperar a que termine la nueva causa. Si el interesado utiliza la
normativa que nos ocupa y recurre a dicho magistrado, éste oficiará al juez del crimen que esté conociendo el
segundo proceso, en caso de no tratarse del mismo tribunal.

Ahora, las exigencias que consagra la letra a) del artículo 1° del proyecto no implican que obligadamente se haya
dictado sentencia, sino un juicio en cuanto a si son o no eficaces las informaciones para prevenir o impedir la
perpetración o consumación del delito, o individualizar o detener a los responsables. Por su parte, la letra b) de esa
disposición se refiere a la ayuda eficaz para desarticular a la asociación ilícita, etcétera. Vale decir, tampoco se
requiere la sentencia. Son elementos de hecho que debe apreciar el juez que dictó el fallo de primera instancia,
para decidir o no la exención de penas en un proceso distinto, no para resolver en el segundo. Y para ello puede
pedir la causa o, quizás, la opinión del juez que la instruye, en cuanto a si estima eficaz o no la confesión prestada
por el condenado.

En seguida, señor Presidente , contestando las aprensiones nacidas de la experiencia del Honorable señor Huerta ,
debo hacer notar que el artículo 5° dispone que el juez puede tomar todas las medidas que considere necesarias,
sin enumerarlas precisamente para mantenerlas en reserva. Tampoco las anota en el expediente, sino en un libro
secreto que lleva al efecto. Lo único que sale del conocimiento del magistrado y va al de una institución pública es
lo relativo al cambio de nombre, pero cabe conservar lo demás con carácter confidencial. Lo que deseamos es
proteger realmente a la persona que se ha arrepentido y ha colaborado con la sociedad.

Me permito observar al Honorable Senado que los antecedentes con que contó la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento para despachar su primer informe demuestran que el sistema ha tenido éxito
fundamentalmente en Italia, cuya normativa presenta bastante similitud con las disposiciones que propusimos
originalmente y que ratifica la Comisión Mixta.

Gracias, señor Presidente.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra

Cerrado el debate.

Si le parece a la Sala, se daría por aprobado el informe de la Comisión Mixta.

-Se aprueban unánimemente las proposiciones de la Comisión Mixta, dejándose constancia de que emiten
pronunciamiento 39 señores Senadores y de que el quórum constitucional requerido es de 24.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 182 de 205

Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

4.5. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación Informe Comisión Mixta. Fecha 10 de junio, 1992. Oficio en Sesión 8. Legislatura 324.

Valparaíso, 10 de junio de 1992.

Nº 3228

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a V.E. que el Senado ha dado su aprobación a la proposición formulada por la Comisión
Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas entre ambas Cámaras durante la tramitación del
proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su
penalidad.

Hago presente a V.E. que dicha proposición se ha aprobado con el voto favorable de 39 señores Senadores, de 46
en ejercicio, dándose cumplimiento al quórum requerido por el inciso tercero del artículo 63 de la Constitución
Política de la República.

Lo que comunico a V.E. en respuesta a su oficio N° 761, de junio de 1992.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL VALDES S.

Presidente del Senado

JOSE LUIS LAGOS LOPEZ

Secretario del Senado

Subrogante

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 183 de 205

Oficio del Ejecutivo a Cámara de Origen

5. Trámite Veto Presidencial

5.1. Oficio del Ejecutivo a Cámara de Origen

Oficio Observaciones Del Ejecutivo. Fecha 10 de julio, 1992. Oficio en Sesión 17. Legislatura 324.

FORMULA OBSERVACIONES AL PROYECTO DE LEY DESPACHADO POR EL CONGRESO NACIONAL QUE APRUEBA EL
TEXTO DE LA LEY SOBRE ARREPENTIMIENTO EFICAZ (BOLETÍN N° 334-07).

Honorable Cámara de Diputados:

Mediante el oficio N° 781, de 10 de junio de 1992, el señor Presidente de la H. Cámara de Diputados me ha


remitido, para su promulgación el proyecto de ley que establecer el texto de la Ley Sobre Arrepentimiento Eficaz.

Sin embargo, nuevos estudios efectuados al referido texto hacen necesario formular algunas observaciones, según
se pasa a explicar.

El proyecto aprobado por el H. Congreso Nacional no regula un procedimiento que permita estimular el
arrepentimiento con los debidos resguardos para la sociedad y el arrepentido. Asimismo, respecto de los
condenados hay confusión entre los beneficios concedidos por los incisos finales de los artículo 1° y 3° y el artículo
4°.

Las observaciones que se formulan, manteniendo los objetivos aprobados, regulan un procedimiento que facilita el
cumplimiento del fin perseguido por el legislador.

Consecuentemente, se propone también suprimir los incisos finales de los artículos 1° y 3° del proyecto,
trasladándolos al nuevo artículo 4° propuesto, con una redacción y regulación pertinentes a los objetivos indicados
precedentemente.

Por otra parte, se propone modificar el artículo 2° del proyecto, pasando este artículo a ser 3° y el actual artículo
3° a ser 2°, por cuanto resulta más adecuado, para un buen ordenamiento del texto, regular primero los artículos
sustantivos y después los de procedimiento. Y, asimismo, no se justifica conceder el beneficio en el caso que no se
alcanzaren los objetivos, por causas independientes a la voluntad del arrepentido, sólo en la situación del artículo
1° y no al arrepentido de otros delitos como se regula en el artículo 3° que se propone sea 2°.

Por consiguiente, tengo a bien formular las siguientes observaciones al proyecto de ley del rubro:

1.- Para suprimir los incisos finales de sus artículos 1° y 3°.

2.- Para reemplazar, en su actual artículo 2°, la palabra "anterior", por "1°", y la frase "el artículo 1°", por "los
artículos anteriores".

3.- Para reemplazar, en su actual artículo 3°, la expresión "1°", por "anterior", eliminando la frase final "de la
presente Ley".

4.- Para reemplazar su artículo 2°, por el actual 3°, con la modificación propuesta.

5.- Para reemplazar su artículo 3°, por el actual 2°, con la modificación propuesta.

6.- Para reemplazar su artículo 4°, por el siguiente:

"Artículo 4°.- El que desee acogerse a las disposiciones de esta ley deberá manifestarlo así, en forma expresa, al
Juez que conoce del proceso en su contra. En caso de no existir proceso, podrá hacerlo ante cualquier juez del
crimen de asiento de Corte de Apelaciones. El Tribunal que reciba esta declaración deberá adoptar, de inmediato,
todas las medidas necesarias para proteger la integridad física del arrepentido y de sus parientes más inmediatos,
de ser ello necesario.

Las declaraciones y antecedentes que proporcione el arrepentido tendrán el carácter de secreto desde que se
presten o proporcionen al Tribunal, el cual deberá formar cuaderno especial y separado con todo ello. Si de los

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 184 de 205

Oficio del Ejecutivo a Cámara de Origen

antecedentes o declaraciones recibidas se hace necesario iniciar un nuevo proceso, éste será del conocimiento del
Tribunal que esté conociendo del proceso o, de haberse dictado sentencia de primera instancia o no existir
proceso, del Tribunal competente que corresponda. El juez que haya recibido la declaración del arrepentido y los
antecedentes proporcionados por éste, de no ser competente, enviará de inmediato el cuaderno con todo lo
obrado, en forma secreta y por la vía más rápida posible, al Tribunal competente.

El Tribunal que esté conociendo del proceso o el que lo incoe en virtud de las declaraciones y antecedentes
proporcionados por el arrepentido, se pronunciará, apenas ello le sea posible, sobre la eficacia o ineficacia del
arrepentimiento o si no se alcanzaron los objetivos por causas independientes a la voluntad de éste, para los
efectos de aplicar lo establecido en los artículos, 1°, 2°, 3° y 5° de esta ley. Esta resolución primará, sólo en lo que
respecta al arrepentido, sobre la sentencia que se hubiere dictado en su contra en el primitivo proceso, y será
siempre consultable. En ningún caso, la aplicación de este inciso afectará lo resuelto en la sentencia de término
dictada en el proceso primitivo, en todo cuanto diga relación con las indemnizaciones ordenadas pagar y con las
inhabilidades a que haya sido condenado el arrepentido.

Si el arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia de término, las actuaciones y la eficacia de la
colaboración corresponderá calificarla al juez que incoe el proceso que se sustancia en virtud de la información,
antecedentes o elementos de prueba que aporte el condenado. Este tribunal podrá modificar la sentencia de
término de acuerdo a las disposiciones de los artículos anteriores y su resolución deberá consultarse ante el
Tribunal de Alzada. En ningún caso, la aplicación de este inciso afectará lo resuelto en la sentencia de término en
todo cuando diga relación con las indemnizaciones ordenadas pagar y con las inhabilidades a que fue condenado.

Con todo, si después de aplicados los beneficios otorgados al arrepentido por los artículos anteriores, debiere
cumplir pena en reclusión, el juez podrá otorgarle el beneficio de la libertad vigilada. El período de observación y
tratamiento no será inferior a tres años ni superior a seis años, cualquiera que sea la pena que le hubiere
correspondido.

En lo que no se oponga a lo dispuesto en el inciso precedente, regirá la Ley N° 18.216, sobre libertad vigilada.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta".

Dios guarde a V.E.,

(Fdo.): Patricio Aylwin Azócar, Presidente de la República; Francisco Cumplido Cereceda, Ministro de Justicia".

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 185 de 205

Informe de Comisión de Constitución

5.2. Informe de Comisión de Constitución

Cámara de Diputados. Fecha 15 de julio, 1992. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 20. Legislatura 324.

?INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION Y JUSTICIA SOBRE LAS OBSERVACIONES


FORMULADAS POR S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA AL PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CODIGO PENAL Y
LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU PENALIDAD.

BOLETIN N° 334-07 (0).

HONORABLE CAMARA:

Vuestra Comisión de Constitución, Legislación y Justicia pasa a informaros, en conformidad con lo establecido en
los artículos 21 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, y 116 y 168 y siguientes del
Reglamento de la Corporación, sobre las observaciones formuladas por S.E. el Presidente de la República al
proyecto de ley individualizado en el epígrafe, al que, de acuerdo con el texto aprobado por el Congreso Nacional,
se le ha denominado "Ley sobre arrepentimiento eficáz".

De conformidad con lo prevenido en el inciso final del artículo 116, las observaciones formuladas por el Presidente
de la República a un determinado proyecto de ley, deberán ser informadas por la Comisión competente, debiendo
indicar a la Sala el alcance de cada una de ellas, y proponer su aceptación o rechazo.

--------

Como se recordará, el proyecto original constaba de dos artículos.

El primero, que fuera rechazado por unanimidad, modificaba el Código Penal, con el objeto de establecer los delitos
contra la seguridad pública, para penalizar la indiferencia colectiva frente a la delincuencia.

El segundo sustituía el artículo 4° de la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas, para perfeccionar esta
legislación y establecer los mecanismos necesarios para lograr una mayor eficacia en la prevención y
descubrimiento de estos delitos, consagrándose en definitiva la figura del "arrepentimiento eficaz".

En definitiva, se optó por aprobar una ley sobre arrepentimiento eficaz, compuesta de seis artículos permanentes.

Según el Primer Mandatario, el proyecto aprobado por el Congreso Nacional no regula un procedimiento que
permita estimular el arrepentimiento, con los debidos resguardos para la sociedad y para el arrepentido. Asimismo,
respecto de los condenados por sentencia de término, habría confusión respecto de los beneficios concedidos por
los incisos finales de los artículos 1° y 3°, y por el artículo 4°. Por otra parte, habría necesidad de reordenar el
articulado, para regular primero los aspectos sustantivos y luego los de procedimiento. Y, por último, se justificaría
extender los beneficios que se otorgan al arrepentido cuando no se logran los objetivos perseguidos por causas
independientes de su voluntad, sea que se encuentre en las situación del artículo 1° o en la del 3°.

Las observaciones, cuyos fundamentos se han reseñado en el párrafo anterior, afectan a los artículos 1° al 4°,
inclusives, incidiendo en aspectos de forma y fondo, como luego se verá.

--------

Vuestra Comisión, por la mayoría de los Diputados presentes, acordó proponeros la aceptación de todas las
observaciones formuladas por el Presidente de la República, puesto que, en general, mejoran la iniciativa en
informe y, además, porque de ser rechazadas, podría correrse el riesgo cierto de que no hubiera ley sobre los
puntos en discrepancia, por no reunirse los quórum para insistir en la iniciativa aprobada por ambas Cámaras.

Para los efectos de su votación en la Sala, debe tenerse presente, según el artículo 35 de la ley N° 18.918, que
cada observación debe ser aprobada o rechazada en su totalidad y que, en consecuencia, no procede dividir la
votación para aprobar o rechazar sólo una parte. Para estos efectos, si el Presidente separase sus observaciones
con letras o números, como en la práctica lo ha hecho, cada texto así diferenciado será considerado una sola
observación. En el evento de rechazarse alguna observación, habrá que practicar una segunda votación, para ver
si la Cámara insiste o no por los dos tercios de sus miembros presentes.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 186 de 205

Informe de Comisión de Constitución

OBSERVACION 1.

Suprime los incisos finales de los artículos 1° y 3°, que regulan los efectos del arrepentimiento después de dictada
la sentencia de término en la causa, la que deberá ser modificada para favorecer al condenado.

Ambas disposiciones son incorporadas, con otra redacción, en el nuevo artículo 4° que se propone.

El artículo 1° exime de pena al miembro de una asociación ilícita terrorista que, sin haber cometido otro de los
delitos sancionados en la ley sobre conductas terroristas, demuestre su arrepentimiento abandonando la
asociación a la cual pertenece y colaborando con la autoridad en la desarticulación de la misma, o en la prevención
de los delitos que aquélla prepara.

Si así lo hace, queda exento de pena.

El artículo 3° permite rebajar hasta en dos grados la pena al delincuente arrepentido que ha participado en otros
delitos terroristas, distintos de la sola pertenencia a una asociación ilícita terrorista, que la abandona y ejecuta
alguna de las conductas antes descritas, lo que también beneficia al condenado por sentencia de término.

OBSERVACION 2.

Incide en el artículo 2°, que faculta al juez para eximir de pena a aquél cuyo arrepentimiento no resulta eficaz para
prevenir o impedir la comisión de delitos terroristas o para desarticular la asociación ilícita terrorista, por causas
independientes de su voluntad, no obstante haber realizado alguna de las conductas previstas en el artículo 1°.

Se pretende hacer extensivo este artículo al arrepentido que ha cometido otros delitos terroristas, como se regula
en el artículo 3°.

Este artículo 2°, con su redacción actual, sólo rige en las situaciones indicadas en el artículo 1°.

OBSERVACION 3.

Incide en el artículo 3° y complementa la observación anterior, teniendo idéntico propósito.

OBSERVACIONES 4 Y 5.

Su finalidad es invertir el orden de los artículos 2° y 3°, con las modificaciones antedichas, por cuanto resulta más
adecuado para un buen ordenamiento del texto, regular primero los artículos sustantivos y después los de
procedimiento.

OBSERVACION 6.

La observación tiene por finalidad reemplazar el artículo 4°, con la finalidad de regular un procedimiento que
permita estimular el arrepentimiento, con los debidos resguardos para la sociedad y el arrepentido.

Entre esos resguardos cabe mencionar:

El que desee acogerse a las disposiciones de esta ley, debe manifestarlo, en forma expresa, al juez que conozca de
su proceso. Si no lo hay, ante cualquier juez del crimen de asiento de Corte.

El tribunal que reciba la declaración debe adoptar, de inmediato, las medidas para proteger la integridad física del
arrepentido y sus parientes más inmediatos (en los términos que indica el artículo 5°).

Las declaraciones y antecedentes que proporcione el arrepentido tienen el carácter de secreto y debe formarse
cuaderno especial con ellos.

Si hay que iniciar un nuevo proceso, conoce de él el mismo tribunal. Si hay sentencia o no hay proceso, el tribunal
competente, debiendo remitirle el juez que recibió la declaración, el cuaderno con todo lo obrado.

El tribunal que corresponda, debe pronunciarse sobre la eficacia o ineficacia del arrepentimiento, o decidir, si no se
alcanzaron los objetivos perseguidos, si ello se produjo por causas independientes a la voluntad del arrepentido,

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 187 de 205

Informe de Comisión de Constitución

para los efectos de hacerle aplicables los beneficios que esta ley establece.

Esta resolución prima, respecto del arrepentido, sobre la sentencia que se hubiere dictado en su contra, pero no la
afecta en cuanto a las indemnizacio-nes ordenadas pagar y a las inhabilidades que pesen sobre aquél.

Si el arrepentimiento tiene lugar después de la sentencia de término, la calificación de las actuaciones y la eficacia
de la colaboración corresponde al juez que incoe este proceso.

El juez puede modificar la sentencia de término con arreglo a los artículos anteriores, siendo su resolución
consultable, con la misma salvedad anterior en cuanto a las indemnizaciones e inhabilidades.

Si aplicados los beneficios anteriores, debe el arrepentido cumplir pena de reclusión, el juez puede otorgarle el
beneficio de la libertad vigilada.

El resto de la disposición repite con algunas adecuaciones formales, lo que señalan los incisos segundo, tercero y
cuarto del artículo 4°, en cuanto al período de observación, a la aplicación supletoria de la ley sobre libertad
vigilada y al cumplimiento de la pena impuesta, transcurrido el período de observación sin que se haya revocado la
libertad vigilada.

--------

Es todo cuanto vuestra Comisión puede informaros.

Se deja constancia que las normas de este proyecto son de quórum calificado, de acuerdo con lo que dispone el
artículo 9° de la Carta Fundamental, por lo que las observaciones formuladas deben ser aprobadas con el voto
favorable de la mayoría absoluta de los Diputados en ejercicio.

-------

Continúa de Diputado Informante el señor ESPINA OTERO, don Alberto.

SALA DE LA COMISION, a 15 de julio de 1992.

Acordado en sesión de igual fecha, con asistencia de los señores Bosselin (Presidente), Cornejo, Elgueta, Espina,
Molina, Pérez Varela, Rojo, Schaulsohn y Villouta.

Adrián Alvarez Alvarez

Secretario

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 188 de 205

Discusión en Sala

5.3. Discusión en Sala

Fecha 11 de agosto, 1992. Diario de Sesión en Sesión 27. Legislatura 324. Discusión Observaciones Presidente de
la República. Se aprueban observaciones.

MODIFICACIONES DEL CODIGO PENAL Y DE LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA
SU PENALIDAD. Veto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde ocuparse de las observaciones de Su Excelencia el Presidente de la República al proyecto de ley que
modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.

- Las observaciones de S.E. el Presidente de la República se encuentran en el número 1 de los documentos de la


Cuenta de la sesión 17a, celebrada el 14 de julio de 1992, y el informe de la Comisión de Constitución, Legislación
y Justicia recaído en ellas, figura en el número 31 de los documentos de la Cuenta de la sesión 20a, celebrada el 28
de julio de 1992.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Como ya se rindió el informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, reglamentariamente


corresponde votar, por separado, cada una de las observaciones.

La primera, suprime el inciso final de los artículos 1° y 3°, que se refieren a los casos en que la persona se
arrepiente después de dictada la sentencia de término, situación que se incluye en el nuevo artículo 42 propuesto.
La segunda, altera el orden del artículo 2° con el 3°, cambiando las referencias. La tercera, la más de fondo,
sustituye el artículo 4°. Esta requiere quorum especial.

Para rechazar las observaciones del Presidente e insistir en su criterio, la Cámara requiere el quórum de los dos
tercios.

En discusión la primera observación del Presidente de la República.

Tiene la palabra el Diputado señor Palestra.

El señor PALESTRO.-

Señor Presidente, consecuente con lo que he expresado durante la tramitación de este proyecto, denominado
pomposamente "de arrepentimiento eficaz", pero que el pueblo llama de delación compensada, al que siempre
consideré inmoral, y lo sigo haciendo por la forma de hacer justicia, que consiste en apelar a la delación y al
soplonaje de una persona que ha participado, junto a otras, en hechos delictuales para conseguir rebaja de
condena sólo por el hecho de delatar a su compañero, a su amigo con el cual cometieron el delito, votaré en contra
del veto. Considero que votar a favor es caer también en la misma inmoralidad de quienes han presentado la
iniciativa.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Schaulsohn.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, no entiendo el fundamento del señor Presidente de la República para suprimir el inciso final del
artículo le.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Esa materia la incluye posteriormente en el artículo 4a.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 189 de 205

Discusión en Sala

El señor SCHAULSOHN.-

Es decir, solamente la cambia de ubicación.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Y seguramente también de sustancia, pero no puedo entrar al fondo del asunto.

El señor SCHAULSOHN.- Está bien.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa,
30 votos; por la negativa, 4 votos. Hubo 4 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay quórum. Se va a repetir la votación.

- Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa,
35 votos; por la negativa, 4 votos. Hubo 9 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobada la observación del Ejecutivo para suprimir los incisos finales de los artículos 1° y 3°.

En discusión las observaciones que consisten en alterar el orden de los artículos 2° y 3°, cambiar las referencias
para que sean concordantes, y suprimir, en el artículo 3°, la frase final "de la presente ley".

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

Si le parece a la Sala, se darán por aprobadas.

Aprobadas.

En discusión la observación que sustituye el artículo 4°, en el cual se incluyen las materias contenidas en los
incisos suprimidos.

El señor SCHAULSOHN.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, la observación al artículo 4° representa, en el hecho, un nuevo proyecto.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 190 de 205

Discusión en Sala

La Honorable Cámara debería insistir en su criterio primitivo, por cuanto el nuevo texto establece la posibilidad de
que opere el arrepentimiento eficaz cuando no existe proceso, dando el carácter de secretas a las confesiones o
informaciones que entrega la persona que desea beneficiarse con el arrepentimiento eficaz. Esto desnaturaliza
completamente la idea primitiva del proyecto y lo transforma en una iniciativa que propicia la delación de una
manera absolutamente ajena al contexto judicial, porque, en el fondo, se está invitando a eximirse en forma
anticipada de responsabilidad penal a las personas que crean que por la vía de entregar determinada información
pueden lograr su propósito.

La forma en que está concebida esta observación es francamente antijurídica. No se puede establecer por ley que
una persona, sin estar sometida a proceso alguno, se pueda apersonar ante un juez, entregar información secreta -
en este caso será la delación o la información respecto de alguna organización terrorista-, y con ello comprar la
impunidad mediante la aplicación de esta ley.

Lo aprobado por la Cámara es muy distinto. Nosotros exigimos que exista un proceso en curso, de manera que la
persona que quiera colaborar con la justicia y beneficiarse con estas normas proporcione la información ante el
juez que sustancia el proceso.

En consecuencia, el inciso primero del artículo 4°, en verdad constituye un nuevo proyecto de ley y un abuso
manifiesto del veto aditivo. Este proyecto debería volver a la Comisión para una nueva discusión, porque tiene muy
poco que ver con el aprobado por la Cámara.

Llamo la atención de los señores Diputados sobre el punto, pues si aprobamos el criterio del Ejecutivo bastará que
cualquier ciudadano -aunque no esté sometido a proceso judicial alguno- se apersone ante un juez y le entregue
información relativa a terceras personas. Más allá de si se estima buena o mala la idea -yo la considero pésima-, se
trata de un nuevo proyecto. Hemos respaldado el que se refiere al arrepentimiento eficaz, pero no es apropiado
que por la vía del veto aditivo se cambie de esta manera.

Por lo tanto, sugiero a la Honorable Cámara que rechace el inciso primero e insista en el criterio primitivo, para
darle forma a un procedimiento de arrepentimiento eficaz que requiere un proceso judicial, cosa que no se plantea
en la observación.

Señor Presidente, con su venia le concedo una interrupción al Diputado señor Letelier.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, agradezco la interrupción concedida por el Diputado señor Schaulsohn.

Quiero que él u otro integrante abogado de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia me explique qué
puede entenderse con la frase "de no existir proceso".

Más allá de que siempre me he manifestado partidario de esta institución penal para combatir el conjunto de los
delitos -tanto el narcotráfico como los referidos en esta iniciativa- y no en forma limitada, las conductas terroristas,
mi consulta apunta a qué ocurriría -entiendo que a ello se opone el colega Schaulsohn- si llegara una persona y
dijera: "Sí, yo participé en el atentado terrorista en el cual fue asesinado Jecar Neghme", y no existiera un proceso
judicial al parecer, por ello el colega Schaulsohn rechaza la observación en el cual esa declaración fuese conocida y
esas personas se acogieran a este potencial beneficio. ¿Es eso correcto?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En todo caso, el veto del Presidente de la República homologa la situación de la persona que está procesada con
aquella que no lo está, respecto del eventual beneficio.

Tiene la palabra el Diputado señor Bombal.

El señor BOMBAL.-

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 191 de 205

Discusión en Sala

Señor Presidente, me parece muy atendible lo expresado por el Honorable Diputado señor Schaulsohn. Por ello,
solicito formalmente que este proyecto vuelva a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

En todo caso, sería muy importante que el Ejecutivo explicara -tal vez, si está presente, podría hacerlo el Ministro
de Justicia, que es un asiduo asistente a esta Sala- el fundamento de este artículo que -en eso coincido con el
DiputadoSchaulsohn- altera sustantivamente la naturaleza del proyecto.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Señor Diputado, el proyecto ya fue informado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia.

Tiene la palabra el Diputado señor Bosselin.

El señor BOSSELIN.-

Señor Presidente, la lectura atenta del artículo 4° propuesto por el Ejecutivo lleva a una conclusión diametralmente
opuesta a lo manifestado por los Diputados señores Schaulsohn y Bombal.

Para resolver la contienda, nada mejor que leer su texto. El inciso segundo, señala: "Las declaraciones y
antecedentes que proporcione el arrepentido tendrán el carácter de secreto desde que se presten o proporcionen
al Tribunal, el cual deberá formar cuaderno especial y separado con todo ello. Si de los antecedentes o
declaraciones recibidas se hace necesario iniciar un nuevo proceso, éste será del conocimiento del Tribunal que
esté conociendo del proceso o, de haberse dictado sentencia de primera instancia o no existir proceso, del Tribunal
competente que corresponda".

Agrega el inciso tercero: "El Tribunal que esté conociendo del proceso o el que lo incoe en virtud de las
declaraciones y antecedentes proporcionados por el arrepentido, se pronunciará...".

Es decir, la objeción que se formula, en cuanto a que la persona acudiría a un tribunal y su declaración no daría
lugar a un proceso, es totalmente equivocada. Hay tres momentos en que se aplica lo dispuesto en este proyecto
de ley: antes de iniciarse la causa, durante el proceso y una vez que se ha dictado sentencia definitiva.

¿Qué hace el veto del Ejecutivo? Perfeccionar la iniciativa y se hace eco de un planteamiento hecho en la Sala
durante su discusión por primera vez respecto de que no quedaba claro cómo la persona podía hacer valer estos
derechos si aún no se había iniciado el proceso. Según los términos usados en el proyecto, algunos señores
Diputados indicaron que se podía acudir a cualquier autoridad.

¿Qué dispone el veto? Que la persona que desee acogerse a las disposiciones de la ley deberá manifestarlo así
ante cualquier juez del crimen de asiento de corte de apelaciones. Si de sus declaraciones resulta necesario, se
instruirá un proceso en el que se ponderarán sus dichos y se verá si el arrepentimiento cumple con los requisitos
suficientes para declararlo eficaz y producir los efectos establecidos en la legislación. Es decir, las observaciones
no incluyen ideas matrices diferentes a las contenidas en el proyecto original. Por ello, coincidimos plenamente con
el planteamiento del Ejecutivo.

Las opiniones más de fondo corresponden a temas que fueron discutidos ampliamente en su oportunidad. Incluso,
muchos de nosotros expresamos nuestra discrepancia sobre la eventual eficacia que en la práctica tendría un
proyecto de ley de semejante envergadura. Además, dimos a conocer los planteamientos de profesores de derecho
de Alemania, donde se había aplicado esta institución, que indican que no se lograron resultados prácticos
susceptibles de ser apreciados y tomados en consideración.

Pero la Cámara ya opinó sobre la materia. El proyecto siguió todos sus trámites constitucionales y reglamentarios.
Ahora, el Ejecutivo nos ha enviado un veto que lo mejora y hace claro y nítido su procedimiento.

Otra cosa son los resultados que se pretende obtener. Al respecto, tanto en éste como en otros proyectos
relacionados con la delincuencia, hemos pecado de un exceso de positivismo, al creer que con el solo mérito de la
dictación de disposiciones legales que obedecen a un determinado enfoque racional, la desterraremos. Ello
dependerá de esta iniciativa y de una mayor cantidad y calidad de otras medidas legales.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 192 de 205

Discusión en Sala

En consecuencia, este veto refuerza, perfecciona y corrige las ideas matrices del proyecto.

Uno de los aspectos más discutidos durante la tramitación del proyecto fue lo relativo al secreto que establece el
inciso segundo del artículo 4e. Se manifestó que al delincuente que se arrepentía era necesario otorgarle un
determinado grado de protección, tanto durante la tramitación del proceso como con posterioridad a él. Incluso, en
una indicación del Senado -no está vetada- se establece el cambio de identidad para el delincuente y su familia, a
quienes se les otorgará una nueva cédula. Obviamente, el legislador ha tenido que adoptar las providencias
pertinentes para que esa identidad no sea descubierta. Se ha dado el carácter de secreto a las declaraciones
porque, de lo contrario, la norma se tomaría totalmente inaplicable, ya que fácilmente se sabría quien las hizo.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se ha solicitado la clausura del debate.

Si le parece a la Sala, así se procederá.

El señor BOMBAL.-

No, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay acuerdo.

El señor ROJO.- Reglamento, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Rojo para plantear un asunto reglamentario.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, en el informe se sostiene que todo el proyecto es de quorum calificado y, por tanto, requiere del
voto favorable de la mayoría absoluta de todos los Diputados en ejercicio. Sin embargo, las votaciones efectuadas
no han reunido ese quorum.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ese fue el criterio de la Comisión, no de la Mesa, señor Diputado.

En votación la petición de clausura del debate.

- Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la
afirmativa, 20 votos; por la negativa, 19 votos. Hubo 2 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Clausurado el debate.

A continuación, corresponde votar las observaciones.

El señor MUNIZAGA.-

Señor Presidente, falta mi voto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ya se efectuó la votación, señor Diputado.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 193 de 205

Discusión en Sala

Hago presente a la Sala que se requieren 60 votos para aprobar la observación del Presidente de la República al
artículo 4°.

El señor YUNGE.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor YUNGE.-

Señor Presidente, pido que requiera de nuevo el asentimiento de la Sala para que el veto sea analizado una vez
más por la Comisión y, con nuevos antecedentes, se proceda a su votación en otra sesión.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Solicito el asentimiento de la Sala para que el proyecto vuelva a la Comisión para el estudio de los artículos
observados y que no han sido votados.

Varios señores DIPUTADOS.-

No, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay acuerdo.

En votación.

- Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la
afirmativa, 47 votos; por la negativa, 3 votos. Hubo 5 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Rechazada la observación al artículo 4°.

Para que haya norma, la Cámara debe insistir por los dos tercios de los señores Diputados presentes.

El señor LETELIER.-

Pido la palabra para hacer una consulta reglamentaria.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, si no se reúnen los dos tercios, dado que se votó primero la eliminación de los incisos finales de
algunos artículos, se producirá una situación paradójica. La ley en sí quedará bastante limitada.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No, la situación es muy simple. Si la Cámara insiste en su criterio primitivo, la observación del Ejecutivo implica
que no habrá arrepentimiento eficaz después de la sentencia de término. Todo lo demás sigue igual.

El señor BOMBAL.-

Pido la palabra.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 194 de 205

Discusión en Sala

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor BOMBAL.-

Señor Presidente, por lo que se observa en la Sala, procedería un debate más extenso ¿Por qué no suspende la
votación?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No, lo votado es definitivo. Ahora sólo nos falta saber si la Cámara insiste o no en su criterio.

El señor BOMBAL.-

Pero, con mayor debate, a lo mejor no se llega a ese absurdo, se aclara el punto y se evita el problema.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No es posible, señor Diputado.

En votación el artículo 4e despachado por el Congreso.

- Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la
afirmativa, 42 votos; por la negativa, 4 votos. Hubo 7 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

La Cámara acuerda insistir en el texto despachado por esta Corporación.

Queda vigente el artículo 4° en su versión original.

Despachadas las observaciones del presidente de la República.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 195 de 205

Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

5.4. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Aprobación Observaciones . Fecha 11 de agosto, 1992. Oficio en Sesión 18. Legislatura 324.

OBSERVACIONES DEL EJECUTIVO, EN SEGUNDO TRAMITE, AL PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CODIGO PENAL
Y LA LEY N° 18.314, QUE DETERMINA CONDUCTAS TERRORISTAS Y FIJA SU PENALIDAD

VALPARAISO, 11 de agosto de 1992.

A S.E. EL PRESIDENTE DEL HONORABLE SENADO

La Cámara de Diputados, en sesión celebrada en el día de hoy, ha tenido a bien aprobar las observaciones
formuladas por S.E. el Presidente de la República al proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N°
18.314, que determina conductas terroristas y fija su penalidad, con excepción de la recaída en el artículo 4°, que
ha dado por desechada e insistido en el texto primitivo.

Lo que tengo a honra poner en conocimiento de V.E.

Acompaño los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

(Fdo): José Antonio Viera-Gallo Quesney.- Carlos Loyola Opazo.

TEXTO DE LAS OBSERVACIONES

Honorable Cámara de Diputados:

Mediante el oficio N° 781, de 10 de junio de 1992, el señor Presidente de la H. Cámara de Diputados me ha


remitido, para su promulgación, el proyecto de ley que establece el texto de la Ley Sobre Arrepentimiento Eficaz.

Sin embargo, nuevos estudios efectuados al referido texto hacen necesario formular algunas observaciones, según
se pasa a explicar. El proyecto aprobado por el H. Congreso Nacional no regula un procedimiento que permita
estimular el arrepentimiento con los debidos resguardos para la sociedad y el arrepentido. Asimismo, respecto de
los condenados hay confusión entre los beneficios concedidos por los incisos finales de los artículos 1° y 3° y el
artículo 4°.

Las observaciones que se formulan, manteniendo los objetivos aprobados, regulan un procedimiento que facilita el
cumplimiento del fin perseguido por el legislador.

Consecuentemente, se propone también suprimir los incisos finales de los artículos 1°y 3° del proyecto,
trasladándolos al nuevo artículo 4° propuesto, con una redacción y regulación pertinentes a los objetivos indicados
precedentemente.

Por otra parte, se propone modificar el artículo 2° del proyecto, pasando este articulo a ser 3° y el actual artículo
3o a ser 2o, por cuanta resulta más adecuado, para un buen ordenamiento del texto, regular primero los artículos-
sustantivos y después los de procedimiento. Y, asimismo, no se justifica conceder el beneficio en el caso que no se
alcanzaren los objetivos, por causas independientes a la voluntad el arrepentido, sólo en la situación del artículo 1°
y no al arrepentido de otro» delitos como se regula en el artículo 3° que se propone sea 2°.

Por consiguiente, tengo a bien formular las siguientes observaciones al proyecto de ley del rubro:

1.- Para suprimir los incisos finales de sus artículos 1° y 3°.

2.- Para reemplazar, en su actual artículo 2°, la palabra "anterior”, por "1°”, y la frase "el artículo 1°", por "los
artículos anteriores".

3.- Para reemplazar, en su actual artículo 3°, la expresión "1°" por “anterior", eliminando la frase final "de la
presente ley".

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 196 de 205

Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

4.- Para reemplazar su artículo 2°, por el actual 3°, con la modificación propuesta.

5.- Para reemplazar su artículo 3°, por el actual 2°, con la modificación propuesta.

6.- Para reemplazar su artículo 4°, por el siguiente:

"Artículo 4°.- El que desee acogerse a las disposiciones de esta ley deberá manifestarlo así, en forma expresa, al
Juez que conoce del proceso en su contra. En caso de no existir proceso, podrá hacerlo ante cualquier juez del
crimen de asiento de Corte de Apelaciones. El Tribunal que reciba esta declaración deberá adoptar, de inmediato,
todas las medidas necesarias para ' proteger la integridad física del arrepentido y de sus parientes más
inmediatos, de ser ello necesario.

Las declaraciones y antecedentes que proporcione el arrepentido tendrán el carácter de secreto desde que se
presten o proporcionen al Tribunal, el cual deberá formar cuaderno especial y separado con todo ello. Si de los
antecedentes o declaraciones recibidas se hace necesario iniciar un nuevo proceso, este será del conocimiento del
Tribunal que esté conociendo del proceso o, de haberse dictado sentencia de primera instancia o no existir
proceso, del Tribunal competente que corresponda. El juez que haya recibido la declaración del arrepentido y los
antecedentes proporcionados por éste, de no ser competente, enviará de inmediato el cuaderno con todo lo
obrado, en forma, secreta y por la vía más rápida posible, al Tribunal competente.

El Tribunal que esté conociendo del proceso o el que lo incoe en virtud de las declaraciones y antecedentes
proporcionados por el arrepentido, se pronunciará, apenas ello le sea posible, sobre la eficacia o ineficacia del
arrepentimiento o si no se alcanzaron los objetivos por causas independientes a la> voluntad de éste, para los
efectos de aplicar lo establecido en los artículos 1°, 2°, 3° y 5° de esta ley. Esta resolución primará, sólo en lo que
respecta al arrepentido, sobre la sentencia que se hubiere dictado en su contra en el primitivo proceso, y será
siempre consultable. En ningún caso, la aplicación de este inciso afectará lo resuelto en la sentencia de término
dictada en el proceso, primitivo, en todo cuanto diga relación con las indemnizaciones ordenadas pagar y con las
Inhabilidades a que haya sido condenado el arrepentido.

81 el arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia de término, las actuaciones y la eficacia de la
colaboración corresponderá calificarla al Juez que Incoe el proceso que se sustancia, en virtud de la información,
antecedentes o elementos de prueba que aporte el condenado. Este tribunal Alzada. En ningún caso, la aplicación
de este inciso afectará lo resuelto en la sentencia de término en todo cuando d.ga relación con las indemnizaciones
ordenadas pagar y con las inhabilidades a que fue condenado.

Con todo si después de aplicados los beneficios otorgados al arrepentido por los artículos anteriores, debiere
cumplir pena en reclusión, el juez podrá otorgarle el beneficio de la libertad vigilada. El período de observación y
tratamiento no será inferior a tres años ni superior a seis años, cualquiera que sea la pena que le hubiere
correspondido.

En lo que no se oponga a lo dispuesto en el inciso precedente, regirá la Ley N 18.216, sobre libertad vigilada.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que. la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta.”.

Dios guarde a V.E.

(Fdo.): Patricio Aylwin Azúcar.-Francisco Cumplido Cereceda.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 197 de 205

Informe de Comisión de Constitución

5.5. Informe de Comisión de Constitución

Senado. Fecha 03 de septiembre, 1992. Informe de Comisión de Constitución en Sesión 23. Legislatura 324.

?INFORME DE LA COMISION DE CONSTITUCION, LEGISLACION, JUSTICIA Y REGLAMENTO, RECAÍDO EN LAS


OBSERVACIONES DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA AL PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL
Y LA LEY N° 18.314.

BOLETIN N° 334-07

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Constitución, Legislación, Justicia Y Reglamento tiene el honor de informaros acerca de las
observaciones de S.E. el Presidente de la República al proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N°
18.314.

A la sesión en que vuestra Comisión estudió este asunto asistió, además de sus miembros, el señor Ministro de
Justicia, don Francisco Cumplido Cereceda.

De acuerdo con lo que dispone el artículo 9° de la Constitución Política de la República, en relación con el artículo
63 de la misma, las normas de este proyecto son de quórum calificado.

---

El proyecto de ley sobre arrepentimiento eficaz permite al juez rebajar la sanción, o eximir de ella, según el caso,
al delincuente arrepentido que colabora con la justicia en la pesquisa y represión de conductas terroristas.
Además, establece algunas reglas de protección del arrepentido que confiesa. Como se recordará, estas normas,
una vez promulgadas y publicadas como ley, tendrán una vigencia temporal de cuatro años.

S.E. el Presidente de la República formuló seis observaciones al proyecto de ley aprobado por el Parlamento. De
conformidad con el artículo 35 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, no procede
dividir la votación de los vetos, cada uno de los cuales debe ser aprobado o rechazado en su totalidad. Para este
efecto, la misma disposición legal manifiesta que si el Presidente separa sus observaciones con letras o números,
cada texto así diferenciado será considerado una sola observación.

Expresa el Jefe del Estado que el fin perseguido con sus vetos es regular un procedimiento que permita estimular el
arrepentimiento por la vía de asegurar los resguardos necesarios para el arrepentido y para la sociedad. Este
propósito está materializado en la observación número 6, que propone reemplazar el artículo 4° aprobado por el
Congreso.

La norma de reemplazo reglamenta el procedimiento para hacer efectivo el arrepentimiento, sea que el
arrepentido esté o no sometido a proceso; dicta reglas de competencia; establece la obligación de guardar secreto
procesal en estos casos, y la de adoptar medidas de protección de la integridad física del arrepentido y sus
parientes.

La H. Cámara de Diputados consultó la opinión de la Excma. Corte Suprema sobre esta observación. Hasta la fecha
de emisión del presente informe no se ha recibido respuesta. Con todo, la norma que motivó la nueva consulta al
Excmo. Tribunal en esta etapa, el artículo 4° de reemplazo contenido en la observación número 6, no subsistió. En
su lugar quedará el texto aprobado por ambas Cámaras, en caso que el Senado también insista en él, precepto
respecto del cual se recabó y recogió oportunamente el parecer de la Excma. Corte.

Por otra parte, el veto apunta a conceder el beneficio de rebaja de la pena cuando el arrepentimiento no resulta
eficaz por causas independientes de la voluntad del arrepentido, tanto en el caso regulado por el artículo 1° del
proyecto -que permite eximir de castigo a quien sólo ha cometido el delito de asociación ilícita terrorista-, cuanto
en el del artículo 3° -relativo a quien, además, ha cometido otro de los delitos sancionados por la ley N° 18.314,
eventualidad en la que puede rebajarse la sanción. Esta igualación en el tratamiento se consigue suprimiendo los
incisos finales de los artículos 1° y 3°, proposición formulada en la observación número 1 y mediante la disposición
que para ambas situaciones contiene el artículo 4° propuesto en la observación número 6.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 198 de 205

Informe de Comisión de Constitución

Finalmente, se propone invertir el orden de los artículos 2° y 3° de la iniciativa despachada por el Congreso, de
manera que el texto regule previamente las cuestiones sustantivas para luego abordar las procesales. Como
consecuencia de ello, se introducen algunos cambios formales en la redacción de esos mismos artículos. Estas
ideas están formuladas como observaciones números 2, 3, 4 y 5.

La H. Cámara de Diputados aprobó las cinco primeras observaciones. La sexta, no obstante haber recogido una
votación favorable abrumadoramente mayoritaria, resultó rechazada por no haberse alcanzado en la Cámara de
origen el quórum que exige el artículo 63 de la Constitución Política de la República. La H. Cámara de Diputados
insistió, con el quórum del artículo 70 de la Carta Fundamental, en el texto del artículo 4° aprobado por ambas
Cámaras, a fin de que haya ley sobre la materia.

El señor Ministro de Justicia manifestó que el gobierno enviará próximamente un proyecto para subsanar el
problema expuesto.

En consecuencia, vuestra Comisión adoptó los mismos acuerdos de la H. Cámara de Diputados y os recomienda
hacer otro tanto: aprobar con el quórum de ley orgánica constitucional las observaciones números 1 a 5, y
rechazar la número 6 e insistir, por los dos tercios de los miembros del Senado presentes en la Sala, en el artículo
4° aprobado por el Congreso.

---

Acordado en sesión de hoy, con asistencia de los HH. Senadores señores Hernán Vodanovic Schnake (Presidente),
Sergio Diez Urzúa, Sergio Fernández Fernández, Carlos Letelier Bobadilla y Máximo Pacheco Gómez.

Sala de la Comisión, a 3 de septiembre de 1992.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS

Secretario

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 199 de 205

Discusión en Sala

5.6. Discusión en Sala

Fecha 06 de octubre, 1992. Diario de Sesión en Sesión 1. Legislatura 325. Discusión Observaciones Presidente de
la República. Se aprueban observaciones.

MODIFICACIONES DE CÓDIGO PENAL Y DE LEY N° 18.314. VETO

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

En seguida, corresponde ocuparse en las observaciones del Presidente de la República , en segundo trámite
constitucional, a la iniciativa que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, con informe de la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 32a, en 22 de agosto de 1991.

En trámite de Comisión Mixta, sesión 49a, en 7 de abril de 1992.

Observaciones en segundo trámite, sesión 18a, en 13 de agosto de 1992.

Informes de Comisión:

Constitución, sesión 39a, en 28 de abril de 1992.

Constitución (segundo), sesión 44a, en 18 de marzo de 1992.

Mixta, sesión 3a, en 9 de junio de 1992.

Constitución (observaciones), sesión 23a, en 8 de septiembre de 1992.

Discusión:

Sesiones 42a, en 10 de marzo de 1992 (se aprueba en general); 44a, en 18 de marzo de 1992 (se despacha en
particular); 3a, en 9 de junio de 1992 (se aprueba informe de Comisión Mixta).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

La referida Comisión acordó despachar en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados las
observaciones del Primer Mandatario, esto es, aprobar las signadas con los números 1 a 5, y en cuanto a la número
6, rechazarla e insistir en el artículo 4° aprobado por el Congreso.

El señor VALDÉS (Presidente).-

En discusión.

Ofrezco la palabra.

Tiene la palabra el Honorable señor Pacheco.

El señor PACHECO.-

Señor Presidente , el proyecto de ley sobre arrepentimiento eficaz permite al juez rebajar la sanción, o eximir de
ella, según el caso, al delincuente arrepentido que colabora con la justicia en la pesquisa y represión de conductas
terroristas. Además, establece algunas reglas de protección del arrepentido que confiesa. Como se recordará,
estas normas, una vez promulgadas y publicadas como ley, tendrán una vigencia temporal de cuatro años.

Su Excelencia el Presidente de la República formuló seis observaciones al proyecto de ley aprobado por el
Parlamento.

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Discusión en Sala

De conformidad con el artículo 35 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, no procede
dividir la votación de los vetos, cada uno de los cuales debe ser aprobado o rechazado en su totalidad. Para este
efecto, la misma disposición legal manifiesta que si el Presidente separa sus observaciones con letras o números,
cada texto así diferenciado será considerado una sola observación.

Expresa el Jefe del Estado que el fin perseguido con sus vetos es regular un procedimiento que permita estimular el
arrepentimiento por la vía de asegurar los resguardos necesarios para el arrepentido y para la sociedad. Este
propósito está materializado en la observación número 6, que propone reemplazar el artículo 4° aprobado por el
Congreso.

La norma de reemplazo reglamenta el procedimiento para hacer efectivo el arrepentimiento, sea que el
arrepentido esté sometido a proceso o que no lo esté; dicta reglas de competencia; establece la obligación de
guardar secreto procesal en estos casos, y la de adoptar medidas de protección de la integridad física del
arrepentido y de sus parientes.

La Honorable Cámara de Diputados consultó la opinión de la Excelentísima Corte Suprema sobre esta observación.

Por otra parte, el veto apunta a conceder el beneficio de rebaja de la pena cuando el arrepentimiento no resulte
eficaz por causas independientes de la voluntad del arrepentido, tanto en el caso regulado por el artículo 1° del
proyecto, que permite eximir de castigo a quien sólo haya cometido el delito de asociación ilícita terrorista, cuanto
en el caso del artículo 3°, relativo a quien, además, haya cometido otro de los delitos sancionados por la ley N°
18.314, eventualidad en la que puede rebajarse la sanción. Esta igualación en el tratamiento se consigue
suprimiendo los incisos finales en los artículos 1° y 3° -proposición formulada en la observación número 1- y
mediante la disposición que para ambas situaciones contiene el artículo 4° propuesto en la observación número 6.

Finalmente, se sugiere invertir el orden de los artículos 2° y 3° de la iniciativa despachada por el Congreso.

La Honorable Cámara de Diputados aprobó las cinco primeras observaciones. La sexta, no obstante haber recogido
una votación favorable abrumadoramente mayoritaria, resultó rechazada por no haberse alcanzado en la Cámara
de origen el quórum que exige el artículo 63 de la Constitución Política de la República. La Cámara de Diputados
insistió, con el quórum del artículo 70 de la Carta Fundamental, en el texto del artículo 4° aprobado por ambas
Cámaras, a fin de que hubiera ley sobre la materia.

En consecuencia, la Comisión de Constitución adoptó los mismos acuerdos de la Honorable Cámara de Diputados,
de manera que recomienda al Senado aprobar, con el quórum de ley orgánica constitucional, las observaciones
números 1 a 5; rechazar la número 6, e insistir, por los dos tercios de los Senadores presentes, en el texto
aprobado por el Congreso como artículo 4° del proyecto.

Nada más, señor Presidente .

El señor VALDÉS (Presidente).-

En conformidad con las disposiciones constitucionales pertinentes, las observaciones deben ser votadas en forma
separada.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

Los vetos tienen que ser aprobados con el quórum de ley orgánica constitucional, esto es, el de cuatro séptimas
partes de los Senadores en ejercicio.

La primera observación tiene por objeto suprimir los incisos finales de los artículos 1° y 3°. El primero de dichos
incisos finales señala lo siguiente:

"En los mismos casos y con los mismos efectos, si el arrepentimiento tuviere lugar después de dictada la sentencia
de término, el tribunal que hubiere dictado la de primera instancia deberá modificarla, de oficio o a petición de
parte y con consulta a la Corte de Apelaciones respectiva. En ningún caso la aplicación de este artículo modificará
las consecuencias de la sentencia primitiva en lo que diga relación con las indemnizaciones pagadas o cumplidas o

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 201 de 205

Discusión en Sala

las inhabilidades.".

La Comisión de Constitución propone aprobar esta observación, tal como ya lo hizo la Cámara de Diputados.

-Se aprueba la observación (34 votos).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

La segunda observación es para reemplazar, en el actual artículo 2°, la palabra "anterior" por "1°", y la frase "el
artículo 1°" por "los artículos anteriores".

La Comisión de Constitución recomienda aprobarla, al igual como ya lo hizo la Cámara de Diputados.

-Se aprueba la observación (34 votos).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

El tercer veto consiste en sustituir, en el actual artículo 3°, la expresión "1°" por "anterior", eliminando la frase final
"de la presente ley".

La Honorable Cámara de Diputados aprobó este veto, y la Comisión de Constitución también sugiere acogerlo.

-Se aprueba la observación (34 votos).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

La cuarta observación tiene por objeto reemplazar el artículo 2° por el actual 3°, con la modificación propuesta.

La Comisión sugiere acoger esta observación, tal como ya lo hizo la Cámara de Diputados.

-Se aprueba la observación (34 votos).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

La quinta observación es para sustituir el artículo 3° por el actual 2°, con la modificación ya vista.

Esta observación también fue aprobada tanto por la Cámara de Diputados como por la Comisión de Constitución
del Senado.

-Se aprueba la observación (34 votos).

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-

El último veto persigue reemplazar el artículo 4° del proyecto por el que se indica en el mensaje.

La Cámara de Diputados rechazó este veto e insistió en el texto aprobado por el Congreso. La Comisión de
Constitución, por su parte, recomienda adoptar el mismo criterio.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Si le parece a la Sala, se rechazaría esta observación. En tal caso, habría que insistir, por los dos tercios de los
Senadores presentes, en el texto primitivo del artículo 4° del proyecto.

-Por 34 votos, se rechaza la observación y, con la misma votación, se acuerda insistir en el texto aprobado por el
Congreso.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Queda terminada la discusión de los vetos formulados por Su Excelencia el Presidente de la República .

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 202 de 205

Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

5.7. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación Observaciones . Fecha 08 de octubre, 1992. Oficio en Sesión 4. Legislatura 325.

Valparaíso, 8 de octubre de 1992.

N° 3597

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a V. E. que el Senado ha aprobado las observaciones formuladas por S.E. el Presidente
de la República al proyecto de ley que modifica el Código Penal y la ley N° 18.314, que determina conductas
terroristas y fija su penalidad, con excepción de la signada con el N°6, que reemplaza el artículo 4° del proyecto, la
cual ha rechazado y ha insistido en el texto primitivo aprobado por el Congreso.

Hago presente a V.E. que las observaciones signadas con los N°s 1 al 5, fueron aprobadas en el carácter de
quórum calificado, con el voto afirmativo de 34 señores Senadores, de 45 en ejercicio, dando cumplimiento a lo
dispuesto en el inciso tercero del artículo 63 de la Constitución Política de la República, en tanto que la insistencia
en el artículo 4° del texto primitivo, fue acordada con el voto unánime de los 34 señores Senadores presentes en la
Sala, dándose cumplimiento a lo preceptuado en el inciso final del artículo 70 de la Carta Fundamental.

Lo que comunico a V.E. en respuesta a su oficio N°876, de 11 de agosto de 1992.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL VALDES S.

Presidente del Senado

JOSE LUIS LAGOS LOPEZ

Secretario del Senado

Subrogante

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 203 de 205

Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

6. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

6.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 09 de octubre, 1992. Oficio

No existe constancia del Oficio por el cual se aprueba el Proyecto de Ley, enviado al Presidente de la República
para su promulgación.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 204 de 205

Ley Nº 19.172

7. Publicación de Ley en Diario Oficial

7.1. Ley Nº 19.172

Tipo Norma : Ley 19172


URL : http://www.leychile.cl/N?i=30539&f=1992-11-04
Fecha : 26-10-1992
Promulgación
URL Corta : http://bcn.cl/2303b
Organismo : MINISTERIO DE JUSTICIA
Título : LEY SOBRE ARREPENTIMIENTO EFICAZ
Fecha : 04-11-1992
Publicación

LEY SOBRE ARREPENTIMIENTO EFICAZ Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al
siguiente

Proyecto de ley

"LEY SOBRE ARREPENTIMIENTO EFICAZ

Artículo 1°.- Quedará exento de las penas establecidas en el artículo 3° de la ley N° 18.314, para el delito del
número 5 del artículo 2°, y de las del artículo 7° de la misma ley, el que sin haber cometido otro de los delitos
sancionados en ella, en cualquier tiempo antes de la dictación de la sentencia de término en el proceso que le
afecte o pueda afectarle, abandone la asociación ilícita terrorista y:

a) entregue o revele a la autoridad información, antecedentes o elementos de prueba que sirvan eficazmente para
prevenir o impedir la perpetración o consumación de delitos terroristas e individualizar y detener a los
responsables, o

b) ayude eficazmente a desarticular a la asociación ilícita a la cual pertenecía, o a parte importante de ella,
revelando antecedentes no conocidos, tales como sus planes, la individualización de sus miembros o el paradero
de sus dirigentes e integrantes.

Artículo 2°.- Al que haya tenido participación en otros delitos previstos en la ley N° 18.314 se le podrá rebajar
hasta en dos grados la pena que la mencionada ley establece, si abandona la organización terrorista y realiza las
conductas mencionadas en las letras a) o b) del artículo anterior.

Artículo 3°.- Si los objetivos señalados en las letras a) o b) del artículo 1° no se alcanzaren, por causas
independientes de la voluntad del arrepentido que ha entregado o revelado antecedentes, también se aplicará lo
dispuesto en los artículos anteriores de esta ley.

Artículo 4°.- El juez podrá otorgar el beneficio de la libertad vigilada al condenado por alguno de los delitos
sancionados en la ley N° 18.314, que abandone la organización terrorista y confiese todos los delitos en que haya
participado, proporcione los indicios y pruebas suficientes para el establecimiento de los hechos delictivos y la
determinación de responsabilidad de los demás culpables y, además, realice las conductas mencionadas en las
letras a) o b) del artículo 1°.

El período de observación y tratamiento no será inferior al de duración de la pena impuesta, con un mínimo de tres
años y un máximo de seis.

Serán aplicables las disposiciones de la ley N° 18.216, relativas al régimen de libertad vigilada, en lo que no se
opongan a lo dispuesto en este artículo.

Transcurrido el período de observación y tratamiento sin que la libertad vigilada haya sido revocada, se
considerará cumplida la pena impuesta.

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Historia de la Ley N° 19.172 Página 205 de 205

Ley Nº 19.172

Artículo 5°.- El juez deberá disponer todas las medidas que estime necesarias para proteger a quienes soliciten los
beneficios establecidos en los artículos 1° a 4°. Concedido alguno de dichos beneficios, el juez podrá, además,
autorizar el uso de otro nombre y el otorgamiento de nuevos documentos de identidad al arrepentido, a su
cónyuge y a los parientes que la misma resolución determine. La Dirección General del Registro Civil e
Identificación adoptará todos los resguardos necesarios para asegurar el carácter secreto de estas medidas.

Las resoluciones que el juez adopte en cumplimiento de este artículo se estamparán en un libro especial, de
carácter secreto, que el secretario del tribunal guardará bajo su custodia.

las personas que hayan sido autorizadas para usar otro nombre sólo podrán emplear, en el futuro, en todas sus
actuaciones, su nuevo nombre propio o apellidos, en la forma ordenada por el juez.

El uso malicioso de los primitivos nombres o apellidos y la utilización fraudulenta del nuevo nombre o apellidos
serán sancionados con la pena de presidio menor en su grado mínimo.

Todas las actuaciones judiciales y administrativas a que den lugar las medidas del presente artículo serán secretas.
El empleado público que violare este sigilo será sancionado con la pena establecida en el artículo 244 del Código
Penal, aumentada en un grado.

Artículo 6°.- Las disposiciones de esta ley serán aplicables al arrepentido que ejecute las conductas señaladas en el
artículo 1°, en el plazo de cuatro años contados desde su publicación en el Diario Oficial.

Durante este plazo no será aplicable el artículo 4° de la ley N° 18.314.".

Y por cuanto el H. Congreso Nacional ha aprobado las observaciones formuladas por el Presidente de la República,
con excepción de una que desechó e insistió en su texto primitivo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como
Ley de la República.

Santiago, 26 de octubre de 1992.- PATRICIO AYLWIN AZOCAR, Presidente de la República.- Francisco Cumplido
Cereceda, Ministro de Justicia.- Enrique Krauss Rusque, Ministro del Interior.

Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a Ud.- Martita Worner Tapia, Subsecretario
de Justicia.

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