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Tipos de argumentos

Argumento deductivo

Puesto que en la asignatura Lógica para la Solución de Problemas estudiaste


con especial detenimiento la lógica de enunciados, este apartado se limitará a
hacer un breve repaso de lo que son los argumentos deductivos.

Un argumento deductivo es aquél cuya conclusión se puede derivar de manera


necesaria de sus premisas. Su característica principal es dar lugar a
conclusiones verdaderas siempre y cuando parta de premisas también
verdaderas. Sin embargo, el hecho de que garantice la verdad de la conclusión
no proviene del contenido de la misma ni del de las premisas, sino de la forma
o estructura del propio argumento. Es por eso que a la lógica que estudia
este tipo de argumentos se le llama deductiva o formal. La conclusión de los
argumentos deductivos válidos está sugerida en las premisas. Esta cualidad de
su forma permite llegar a conclusiones seguras. Por ello, es el único tipo de
argumento que puede tener una estructura válida y ofrecer la certeza de que
la conclusión se desprende de sus premisas.

A diferencia de los argumentos deductivos, los inductivos y los analógicos no


ofrecen conclusiones seguras (necesarias), sino sólo con diversos grados de
probabilidad. Cuando un argumento deductivo tiene una forma adecuada, se
dice que es válido; esto significa que no se habrá de encontrar ningún caso en
el cual se tenga un argumento con esa estructura cuyas premisas sean
verdaderas, pero den lugar a una conclusión falsa.

 Un error común

Con frecuencia, se afirma que el razonamiento deductivo es el que va de lo


general a lo particular o de lo general a lo general; sin embargo, esta
caracterización es errónea, pues no se cumple en todos los casos ni toma en
cuenta casos distintos. Por ejemplo, no se cumple en los argumentos que
contienen enunciados hipotéticos o disyuntivos. Revisa los siguientes casos:

Caso 1

1. Si atravieso la calle por el puente peatonal, no


provocaré un accidente automovilístico.
2. Atravieso la calle por el puente peatonal.
Por lo tanto, no provoco un accidente
automovilístico.

Caso 2

1. Me levanto temprano o llego tarde al trabajo.


2. No llegué tarde al trabajo.
Por lo tanto, me levanté temprano.
En el primer caso, la premisa 1 no es un enunciado general, sino un enunciado
hipotético o condicional, el cual establece que si se cumple lo primero, se
cumplirá lo segundo, por lo que no se tiene un tránsito de lo general a lo
particular ni de lo general a lo general. En el segundo, la primera premisa no
es un enunciado general, pues contiene dos afirmaciones unidas por la
partícula “o”, es decir, presenta una relación disyuntiva o de opciones. Por lo
tanto, tampoco muestra esa transición de lo general a lo particular ni de lo
general a lo general.

Argumento inductivo

Un argumento inductivo es el que, a partir de la observación de una propiedad


definida en un número suficiente de individuos de una clase determinada,
generaliza en la conclusión la propiedad observada, y la atribuye a todos los
miembros de esa misma clase. Esta generalización vale tanto para los casos
observados como para los no observados, es decir, aquellos casos de los que
se tiene evidencia y aquéllos de los que no.

A diferencia de los argumentos deductivos, cuya conclusión no ofrece


información nueva y por ello sus conclusiones son necesarias, los inductivos sí
ofrecen información nueva en sus conclusiones; es decir, información no
incluida en las premisas y, por lo tanto, su conclusión es probable. Esta
información nueva se refiere a los casos no observados, pero de los cuales se
infiere que poseen también la propiedad atribuida a los casos observados. De
esta forma, se generalizan las propiedades observadas en todos los miembros
de esa clase, incluyendo los casos no observados. Ésta es la información no
incluida en las premisas, y obliga a anteponer la palabra “probablemente” a la
conclusión, pues cabe la posibilidad de que, al revisar los casos no incluidos en
las premisas, éstos no cumplan con la propiedad atribuida y entonces la
conclusión no sea verdadera. Por esta razón, sólo se presume que la
conclusión es probable y no necesaria.

Lee el siguiente ejemplo de este tipo de argumento:

Pedro tiene 18 años y ya tiene credencial para votar.


Lupita tiene 18 años y ya tiene credencial para votar.
Roberto tiene 18 años y ya tiene credencial para votar.
Ana tiene 18 años y ya tiene credencial para votar.
n…
Por lo tanto, es probable que todos los mayores de 18 años
tengan credencial para votar
La estructura del argumento es la siguiente:

El individuo “A” pertenece a la clase “X” y tiene la propiedad


“P”.
El individuo “B” pertenece a la clase “X” y tiene la propiedad
“P”.
El individuo “C” pertenece a la clase “X” y tiene la propiedad
“P”.
El individuo “D” pertenece a la clase “X” y tiene la
propiedad “P”.
n…
Por lo tanto, es probable que todos los individuos
pertenecientes a la clase “X” tengan la propiedad “P”.

Observa el siguiente esquema para entender por qué en un argumento


inductivo la conclusión es probable, y no necesaria como en los deductivos.

 Esquema de argumentos inductivos


Para entender la estructura del argumento inductivo, es preciso poner atención
en los individuos observados (marcados en el esquema de color morado), la
clase (marcada en el esquema de color azul) a la que pertenecen y la
propiedad (marcada en el esquema de color rojo) que poseen en común.

De un argumento inductivo no se puede decir que sea válido o inválido, sino


correcto o incorrecto. Esto se debe a que el argumento inductivo no propone
conclusiones necesarias, sino probables. Sin embargo, el hecho de que la
conclusión de un argumento sea probable y no necesaria no implica que se
trate de un mal argumento. Se dice que un argumento inductivo es correcto si
respeta la estructura, tiene un apoyo suficiente de casos y se antepone la
palabra “probablemente” a su conclusión.

La probabilidad de la verdad de la conclusión aumenta con el descubrimiento


de nueva evidencia que la corrobora, pero nunca se puede obtener una
conclusión absoluta o necesariamente verdadera, ya que la evidencia futura
siempre podrá refutarla.

A diferencia del argumento deductivo, donde sólo importa la estructura para


determinar su validez, en el inductivo importa no sólo la estructura, sino
también el contenido para determinar su corrección. Esto significa que, en este
tipo de argumentos, sí hay compromiso con la verdad de las premisas, lo cual
fortalece la conclusión.

La conclusión de un argumento inductivo es una generalización, a diferencia de


los argumentos analógicos, en los cuales se concluye la alusión a uno o varios
casos, pero sin llegar a generalizar la propiedad a todos los miembros de una
clase.

 Un error común

La definición más común del argumento inductivo señala que va de lo


particular a lo general. No obstante, para algunos autores, ésta sería una
consideración imprecisa, pues no cubre todos los casos de argumentos
inductivos, ya que se pueden tener algunos que no vayan de lo particular a lo
general.

Observa el caso de un argumento inductivo que no cumple esta característica,


sino que va de lo general a lo general:

Todas las primarias de mi colonia usan un timbre para


llamar a recreo.
Todas las primarias de la colonia vecina utilizan un timbre
para llamar a recreo.
Todas las primarias de la delegación vecina utilizan un
timbre para llamar a recreo.
n…
Probablemente todas las primarias de la ciudad utilicen un
timbre para llamar a recreo.
Este argumento inductivo va de una generalidad en las premisas, expresada a
través del cuantificador “todas”, a una generalidad más amplia en la
conclusión, que también se expresa a través del cuantificador “todas”.

Muchos de los argumentos que se sostienen en la vida cotidiana son de tipo


inductivo. Por ejemplo, cuando en una charla una persona decepcionada de las
malas administraciones en el Gobierno afirma: “Todos los políticos son
iguales”. En este caso, sus premisas provienen de una serie de observaciones
de casos particulares. Es muy común observar que en afirmaciones de este
tipo, originadas en la vida cotidiana, casi siempre se omite la palabra
“probablemente” de la conclusión, con lo cual parecería que se afirma como si
fuera necesaria. Esto la hace fácilmente refutable, pues basta encontrar el caso
de un político que desempeñe adecuadamente su trabajo para afirmar que es
falso que todos los políticos sean iguales.

Argumento analógico

El argumento analógico es uno de los más utilizados en la vida diaria al ser


común que, a partir de experiencias pasadas, se trate de prever lo que
sucederá en el futuro. Así, por ejemplo, una persona puede inferir que la
compra de cierto tipo de zapatos nuevos le dará buen resultado basándose en
que otros zapatos del mismo modelo y la misma marca también lo hicieron, o
que el nuevo disco de su cantante favorito le gustará porque disfrutó los dos
anteriores que compró.

Un argumento analógico es aquél donde, a partir de la semejanza establecida


en las premisas entre dos o más objetos, en uno o más aspectos, se concluye
la similitud de otro (u otros, aunque sin llegar a la totalidad) en algún otro
aspecto. Cuando los elementos análogos son varios, y de sus cualidades se
concluye una propiedad más para otro elemento, la estructura del argumento
es la siguiente:

“a”, “b”, “c” y “d” tienen las propiedades “p” y “q”.


“a”, “b” y “c” tienen la propiedad “r”.
Por lo tanto, probablemente “d” tiene la propiedad “r”.

A continuación la misma estructura, pero dotada de contenido:

Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán son estados


sureños y gozan de mucha vegetación.
Chiapas, Tabasco y Campeche tienen una gran diversidad
de fauna.
Por lo tanto, probablemente Yucatán tiene gran diversidad
de fauna.
A partir de ciertas observaciones, se infiere una propiedad sobre un estado que
comparte propiedades semejantes con otros.

Ahora bien, también puede tratarse únicamente de dos elementos análogos y


una propiedad inferida. Por ejemplo:

1. La crisis económica griega es semejante a la argentina.


2. Argentina interrumpió el pago de su deuda externa.
Por lo tanto, es probable que Grecia interrumpa el pago de
su deuda externa.

Las premisas podrían cambiar de lugar estableciendo primero una afirmación


con respecto a un caso “A” y, sólo después, la similitud entre el caso “A” y el
“B”. De cualquier forma, el resultado sería el mismo: la presunción de que el
caso “B” probablemente presentará la propiedad que presentó el “A”.

Tanto en argumentos de casos análogos mayores a dos, como en aquéllos


donde sólo son dos los casos semejantes, la conclusión del argumento es
siempre probable y nunca supone una generalización. El hecho de que los
objetos comparados tengan características en común es relevante para afirmar
la verdad de la conclusión, pero siempre es lógicamente posible que el objeto
nuevo no cumpla con la propiedad que se le adjudica. En el primer caso, es
lógicamente posible que Yucatán no albergue una gran diversidad de fauna; en
el segundo, es posible que Grecia no siga los pasos que en su momento siguió
Argentina.

En tanto un argumento analógico es de tipo inductivo, para evaluarlo no se


hablará de validez sino de corrección. Un argumento analógico es correcto si
las propiedades que se establecen como eje de la analogía son relevantes para
arribar a la conclusión y se antepone la palabra “probablemente” a su
conclusión.

 Argumento analógico y analogía

Es importante no confundir ambos conceptos. Una analogía es una


comparación y no implica un argumento analógico. Frecuentemente, las
analogías son utilizadas para proporcionar descripciones más vivas a los
receptores de cierto discurso o texto, sin que ello implique exponer un
argumento. A continuación, un ejemplo de analogía:

“En cuanto a nobleza y simpatía, los perros son semejantes a los delfines”.

El ejemplo presenta sólo una analogía, pero no un argumento analógico, pues


únicamente se compara la nobleza y simpatía de un animal con la de otro, sin
basarse en ello para concluir algo más.
La analogía también se usa cuando se busca hacer inteligible algo complejo.
Por ejemplo:

“Las conectivas lógicas unen a las proposiciones tal como el cemento une a los
ladrillos”.

A veces, no es fácil determinar cuándo se está realizando sólo una analogía, es


decir, una comparación sin pretensiones argumentativas, y cuándo se trata de
un argumento analógico, es decir, basado en analogías. Para determinarlo, es
necesario analizar cuidadosamente el contexto y preguntarse si el objetivo es
concluir algo con base en la comparación expresada.

Deductivo Inductivo Analógico


Importancia Importa Importan la forma Importan la forma
de la forma y únicamente la y el contenido. y el contenido.
el contenido forma.
Características Es variable: en Va de la Va de la
de la algunos casos observación de los observación de
estructura puede partir de casos particulares casos particulares
lo general a lo establecidos en las establecidos en las
particular, pero premisas a concluir premisas a la
esto no se una generalización conclusión de otro
cumple en todas probable. caso particular o
las estructuras. varios, pero sin
afirmar una
totalidad.
Conclusiones Necesarias Probables Probables
Propiedad Validez Corrección Corrección

Cuadro de los tipos de argumentos.

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