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CARACTERISTICAS DE LOS
EDIFICADORES.
PRIMERA CARACTERISTICA:
HUMILDAD
EL AYUNO HECHO DE CORAZON.
Este es el verdadero sentido, que esta práctica debía de tener. Dios está más
interesado en nuestro corazón, que en nuestras obras; en nuestras actitudes que
en nuestras acciones.
Muchos hacen lo correcto, pero con actitudes internas incorrectas, hay quienes
hacen buenas obras pero tienen un corazón malo. Ahora bien, debemos
entender que nuestras acciones deben ser las correctas; pero más que eso
deben ser hechas con un corazón recto, como lo podemos observar en lo
escrito por el apóstol Pablo:
SEGUNDA CARACTERISTICA:
PIEDAD
EL AYUNO ESCOGIDO POR DIOS.(I)
Desatar ligaduras de impiedad (las injusticias que atan), y soltar las cargas de
opresión (las cargas impuestas); son dos acciones fundamentales para poder
dejar ir libres a los quebrantados.
Y cuando lo anterior se ha realizado, todavía hace falta quebrar los yugos,
inutilizarlos; esto asegura que no sean usados nuevamente.
No es que Dios no pueda perdonarlo, sino que causa dolor en su corazón, que
aquellos que supuestamente habitan en la luz y que le conocen como Dios de
amor y misericordia; estén actuando bajo los principios del enemigo.
Dios no puede pasar por alto, que entre su pueblo, al cual le ha dado libertad,
existan algunos que pongan yugos sobre otros.
Pero eso no era todo, el yugo que estaba sobre algunos era tan pesado, que
habían dado a sus hijos en servidumbre y no tenían posibilidad de rescatarlos
porque sus tierras y viñas eran de otros. (Neh.5:1,5)
Nehemías actuó de acuerdo a los principios del ayuno escogido por Dios, le
enseñó al pueblo que su proceder no era correcto y que debían de cambiarlo
para agradar a Dios y obtener su protección.
Esto es quitar la carga que la persona ha estado llevando; quitarle la carga que
se le había atado al yugo.
Nehemías hizo esto con sus hermanos; él se toma la libertad de dar una
instrucción que agrada a Dios: “quitémosles ahora este gravamen.”
El está diciendo quitémosles este peso de encima, soltemos la carga que hay
sobre sus cuellos. Esto es una referencia al interés exigido por el dinero que
han entregado en préstamo.
Y agrega que él y sus hermanos y sus criados les han prestado dinero y
granos, y que de su parte está dispuesto aún a no esperar que le sean
devueltos. El no quiere ser culpable de esclavizar a sus hermanos, por ello
quita la carga de la deuda, perdonándoles la cuenta. Y motiva al resto del
pueblo a hacer lo mismo diciéndoles: Quitémosles el yugo que hemos puesto
sobre ellos; que sean libres del pago de los intereses, y aún del pago de las
deudas.
Esto nos enseña que Ayunar es perdonar a nuestros deudores, soltar las
cargas de opresión es perdonar la deuda.
Algunos de los yugos que como cristianos ponemos sobre las personas y
tienen que ser quitados son: la condenación, las maldiciones, el rechazo, etc.
Otras formas de yugos que ponemos sobre otros son: exigir el pago por daños
recibidos o la cancelación de deudas bajo circunstancias de escasez, demandar
mayor esfuerzo en el trabajo etc.
También hay yugos relacionados con la religiosidad, como los que los
Fariseos ponían el pueblo:
Todos estos yugos deben soltarse, son cargas que oprimen a las personas y les
impiden recibir lo mejor de Dios en sus vidas.
Nadie podrá ir muy lejos teniendo un yugo encima de él, nadie podrá avanzar
más rápido si está llevando cargas adicionales en su vida.
Además emitió un juicio sobre los que intentaran guardar los yugos para
seguirlos utilizando:
El ayuno escogido por Dios, inicia con evitar obtener provecho personal si va
a causar el sufrimiento de otros.
Es no participar de todo aquello que pueda considerarse injusto, es abstenerse
de aprovecharse de la necesidad de otros.
El ayuno aprobado por el Señor; está ligado a las actitudes de corazón que
podemos mostrar para con los necesitados. Está relacionado con la disposición
personal, de sacrificar un derecho nuestro con el propósito de bendecir a
alguien más. El ayuno en realidad es una práctica espiritual que va más allá de
abstenerse de alimentos; es la mejor forma de cumplir las palabras del Señor
Jesús cuando hablo de “negarnos a nosotros mismos” para seguirle, porque
como discípulos suyos somos llamados a caminar en amor y el amor no busca
lo suyo, sino el beneficio de los demás.
La forma más elevada de realizar esta práctica, es cuando para saciar a alguien
debemos quedarnos en necesidad.
Esto es amor, es una forma de preferirnos los unos a los otros, de dar nuestra
vida por otros, y eso agrada al Señor y tiene recompensa:
Albergar en casa a un pobre errante, abrir su casa para que habite un extraño ?
Es casi imposible en nuestra cultura occidental, no es parte de nuestras
costumbres.
Dios instruyó a los Judíos respecto a esto, les dio mandamientos sobre el trato
que debían dar a los extranjeros, algunos de ellos se encuentran en: Exo.22:21,
23:9, Lev.19:10, Deut.14:29
Albergar a personas desconocidas era algo normal para los Judíos, eran parte
de sus relaciones sociales.
Y con sus amistades las muestras de aprecio eran muy evidentes, procurando
de todas las formas posibles la comodidad del invitado. Algunas de las
principales costumbres, para mostrar la hospitalidad eran: dar de beber al
invitado cuando ingresaba a la casa, lavar los pies que seguramente estaban
polvorientos por causa del camino, y darle de comer (Gen.43:24, Gen.24:32,
Luc.7:44).
Los huéspedes por su parte eran muy respetuosos y considerados, sabían que
desagradar a su benefactor era una falta muy grave, por lo cual procuraban no
ser causa de incomodidad.
Ahora albergar a los errantes en casa, debería ser una actitud de amor para con
los necesitados, debería ser una práctica común entre los creyentes, pero
ciertamente que el amor de muchos se ha enfriado.
Dios nos revela que esto es parte del ayuno escogido por él; y puede cumplirse
cuando un creyente decide adoptar a una criatura desamparada y hacerlo parte
de su familia. O cuando se recibe en casa por un tiempo corto y definido a una
persona en necesidad, o se apoya sin determinar tiempo, a un nuevo hermano,
a un recién convertido que no cuenta con apoyo de su familia y necesita la
seguridad de un techo, alimentos, etc.
En las Iglesias Cristianas, debería ser una práctica común el vestir a los
desnudos, sabiendo que esto agrada al Señor.
Y NO TE ESCONDAS DE TU HERMANO.
La mayor parte de los seres humanos, actuamos como que no sentimos
compasión ante el sufrimiento ajeno, por lo general no hacemos lo que se
puede hacer para ayudar, y casi nunca sentimos ni la más mínima reprensión
del corazón por no haberlo hecho.
Todo esto es evidencia de un corazón endurecido, el cual causa que actuemos
con indiferencia ante la necesidad de otros.