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El Banco de Tiempos

Espacio para el encuentro de saberes y experiencias al servicio del Emprendimiento


José Alonso González S.

Summary
The development of a draft Entrepreneurship requires decisive intervention of a
number of professionals who are equally or more entrepreneurial attitude that students
contribute in the consolidation of life projects that are constructed in the light of new
business initiatives. In this regard, the office of Entrepreneurship at the Universidad San
Buenaventura de Cali has set up a Time Bank through which experts in different fields
support the formulation and development of business projects that originate in classroom
processes. It is primarily the Bank of times a space for dialogue and build future
relationships, allowing transcend the immediacy and brevity of real time.

Resumen
El desarrollo de un proyecto de Emprendimiento requiere de la intervención
decidida de un sinnúmero de profesionales, que con igual o más actitud emprendedora que
los estudiantes, aporten en la consolidación de los proyectos de vida que se construyen a la
luz de nuevas iniciativas empresariales. En ese sentido la oficina de Emprendimiento de la
Universidad San Buenaventura de Cali viene configurado un Banco de Tiempos a través
del cual expertos en diferentes temáticas apoyan la formulación y desarrollo de los
proyectos empresariales que se originan en los procesos de aula. Es ante todo el banco de
tiempos un espacio para la construcción de diálogos y relaciones futuras, lo que permite
trascender la inmediatez y brevedad del tiempo real.

Introducción
Si bien el deseo y las intenciones del hombre por progresar y conseguir mejores
condiciones de vida han estado siempre presentes a lo largo de su vida, no es menos cierto
que en los últimos años esas intenciones se han acrecentado en virtud de las nuevas y más
complejas exigencias que el entono le plantea. El ánimo o la actitud por emprender se han

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tornado en un factor determinante para el éxito del hombre en sociedad. Los avances de la
tecnología, la ciencia y la industria de los últimos años, han estado enmarcados en esta
acción. Razón por la cual las Universidades y demás centros educativos han acogido el
emprendimiento como alternativa de formación.
Emprender significa hacer presencia con propuestas que conducen al mejoramiento
de las condiciones de vida reinantes, con un alto aprecio por la libertad, libertad para
imaginar, libertad para obrar, libertad para decidir. Como opción de vida que se construye
no sólo para impactar la vida de otros, sino fundamentalmente la propia. Pero, emprender
también significa desarrollo, desarrollo de las ideas, desarrollo de la imaginación,
desarrollo de competencias a través de los cual se logra ampliar el espectro de observación
para identificar las oportunidades que han de permitir justamente aquella libertad
reivindicadora del papel del hombre en la sociedad.
En este sentido el emprendimiento se acoge como la acción a través del cual el
individuo logra canalizar y expresar libremente sus propias iniciativas de desarrollo. Una
de las vías que se ha privilegiado para materializar dicha opción de vida tiene que ver con
proyectos productivos de diversa naturaleza, en los que está presente la imaginación, el
conocimiento y, la capacidad de realización del individuo emprendedor. La empresa, el
negocio o el proyecto sólo serán un medio, no el fin único. Emprender como actitud, tiene
tanto de hacer, como de saber, en una simbiosis en la que no existe lo uno sin lo otro. Esa
es la apuesta que la Universidad de San Buenaventura hace sobre el emprendimiento, lo
acepta, lo define y lo auspicia como proyecto de vida, pero articulado a la acción que se
apoya en el conocimiento.

Panorama del Emprendimiento


Sería necesario construir acuerdos previos a la revisión de un panorama del
Emprendimiento. Esto es, precisar a qué se hace referencia cuando entra en uso el término.
De un lado tendríamos los procesos que tienen como objetivo central fortalecer y generar
conocimiento en torno al Emprendimiento. El otro enfoque daría cuenta de las actividades
que centran su atención en el desarrollo de las competencias y habilidades que el
Emprendedor requiere para la formulación y ejecución de un proyecto.
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Considerando estos objetivos y con relación al tipo de enseñanza, Laukkannen
(2000) divide a la educación en Entrepreneurship en dos grandes áreas de interés:
Education about Entrepreneurship: desarrolla, construye y estudia las teorías sobre
emprendedores, la creación de empresas, su contribución al desarrollo económico, el
proceso emprendedor y las pequeñas y medianas empresas. El grupo al cual se dirige son
estudiantes de grado, masters, doctorados, e investigadores. Es decir, hacia todos aquellos
interesados por el Entrepreneurship como fenómeno social. Education for
Entrepreneurship: se dirige a emprendedores potenciales y activos. El objetivo que se
plantea es desarrollar y estimular las capacidades emprendedoras y brinda todas las
herramientas necesarias para la puesta en marcha de proyectos tanto afuera como adentro
de las organizaciones.
Masón (2000) lo define así: “it is propose to develop the core skills and attributes
necessary to roll out a new venture and to identify pre-start-up needs”. De las
definiciones expuestas, se deduce que la diferencia fundamental entre las dos “grandes
áreas”, se basa en que la primera construye y transfiere conocimiento, y la segunda tiene
como objetivo el aprendizaje y desarrollo de competencias, habilidades, actitudes y valores
(Ussman y Postigo, 2000). Por lo tanto, los métodos de enseñanza generalmente utilizados
en cada una de las áreas no son idénticos. Resulta interesante entonces, sobre la base de los
métodos de enseñanza descritos por Klandt (1993), resaltar de acuerdo con Laukkannen
(2000), la introducción de la enseñanza en Entrepreneurship en las carreras de grado puede
ser entendida como una respuesta estratégica de las universidades y escuelas de negocios a
un contexto cada vez más demandante y a la continua evolución de las sociedades que
hacen de las capacidades emprendedoras y acciones un bien útil, hasta necesario. Desde
una perspectiva más global, Kourilsky (1995) establece que el crecimiento económico de
los países va a depender de la habilidad de crear nuevos empleos a través del
entrepreneurship.
Ronstadt (1985) argumenta que la mayoría de las personas, incluso los
emprendedores, no piensan en el Entrepreneurship como una carrera. Solo una minoría de
todos los futuros emprendedores va a saber, cuando asistan a la universidad, que van a
seguir una carrera basada en el Entrepreneurship. De aquellos que consideran
Entrepreneurship mientras están en la Universidad, está previsto que solo una pequeña
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minoría va a empezar inmediatamente una empresa recién graduada. Otra pequeña minoría
va a esperar, pero va a anticipar sus careras emprendedoras, trabajando explícitamente en
lugares o industrias que lo preparen para sus futuros emprendimientos. La vasta mayoría
futuros potenciales emprendedores, se van a insertar en el mercado laboral sin anticipar su
carrera como emprendedor. Enfatiza la importancia de sensibilizar a los estudiantes de que
el Entrepreneurship es posible como una opción de carrera que pueden encontrar o
considerar en el futuro.
Queda claro por la evidencia de numerosos estudios que la carrera preferida por un
número considerable de estudiantes y graduados es tener su propio negocio. Sin embargo,
muchos estudiantes perciben numerosos obstáculos que les hostigan sus sueños
empresariales, sea la falta de experiencia o de financiamiento, cuando no ambas. También
es claro que las Universidades pueden aportar considerables ayudas en el primero de estos
problemas –la falta de experiencia-, poco por ahora en el segundo –la financiación.
El conocimiento y la experiencia son entonces dos pilares fundamentales en el
fortalecimiento de una comunidad de Emprendedores Universitarios. El trabajo en las aulas
de clase y en algunos casos por fuera de ella y que están contemplados en la programación
de los cursos de Emprendimiento, facilita la transferencia de conocimientos pertinentes y
necesarios para la construcción de un saber específico sobre la materia. No será, sin
embargo, suficiente este trabajo en la consolidación de una cultura emprendedora y tal vez
menos para la formulación y desarrollo de los proyectos empresariales de los estudiantes.
La sola transferencia de conceptos en el desarrollo de una clase no es suficiente cuando el
objetivo fundamental, no sólo de la institución educativa sino del Estado, es tener una
generación de empresarios que renueve las viejas prácticas de hacer negocios, ofrezca al
mercado nuevos bienes y servicios, genere más puestos de trabajo decente y en ultimas
contribuya significativa y conscientemente a elevar los niveles de vida de la sociedad. Por
supuesto que todo este gran propósito desborda el trabajo de un profesor de
Emprendimiento en un curso que en la mayoría de veces suele estar desarticulado del
currículo. En esa dirección para Colombia puede resultar más referencia los modelos de
formación europeos, que los mismos estadounidenses. “Europa necesita más negocios
nuevos y prósperos que deseen embarcarse en empresas creativas o innovadoras. El
fomento del espíritu empresarial es fundamental para lograr estos objetivos. La educación
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puede contribuir a impulsar el espíritu empresarial, fomentando una actitud favorable,
aumentando la sensibilización hacia las salidas profesionales como empresario o
trabajador por cuenta propia, y proporcionando las competencias empresariales
necesarias. Las capacidades y actitudes empresariales benefician a la sociedad, incluso
más allá de su aplicación a la actividad empresarial. De hecho, las cualidades personales
pertinentes para el espíritu empresarial, como la creatividad, la capacidad de iniciativa y
el sentido común, pueden ser útiles para todos, tanto en la actividad laboral como en la
vida cotidiana. La Comisión Europea opina que, en la actualidad, existe en casi todos los
Estados miembros de la Unión (aunque en diferentes grados) un compromiso político
gubernamental/ministerial de promover la enseñanza del espíritu empresarial en el sistema
educativo. No obstante, el espíritu empresarial todavía no es una asignatura común o
fuertemente implantada en nuestros sistemas educativos, ni se ha desarrollado de modo
satisfactorio la formación de los profesores sobre la manera de presentar a su alumnado el
concepto de espíritu empresarial”.1
Como se aprecia Europa asume la misma consigna que hoy en día una buena
cantidad de países Latinoamericanos: incluir en sus planes de desarrollo la educación en
Emprendimiento, Empresarismo o Espíritu Empresarial, términos que en últimas convergen
al mismo objetivo: ampliar la base de personas dedicadas a la función económica de
producir bienes o servicios y por lo tanto la satisfacción de necesidades.

Pero, obviamente el asunto no se reduce a la promulgación de una política pública


por parte del Estado –como en Colombia- con la Ley 1014 de 2006, ni tampoco a los
esfuerzos aislados de instituciones públicas y privadas, ni mucho menos al ofrecimiento de
seminarios y cursos donde se ofrezca la opción de crear una empresa como la solución
definitiva de todos los problemas sociales y económicos de las personas y la comunidad. El
asunto necesariamente implica un trabajo concertado de todas las partes involucradas y
comprometidas, requiere de un trabajo en Red, es necesaria la definición de competencias

1
Comisión Europea. “Ayudar a crear una cultura empresarial”. Guía de buenas prácticas para
promover las actitudes y capacidades empresariales mediante la educación. Bruselas, Bélgica. 2004
http://europa.eu.int.
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institucionales de tal manera que no se subutilicen recursos, sino que por el contrario lo que
se construya sea una perfecta cadena de valor en torno a los proyectos de empresa.

El caso Colombiano
La situación en Colombia no difiere mucho de la de los países Latinoamericanos y
para sorpresa la de la misma Europa. Lo primero que habría que consignar es que el tema
del Empresarismo ha sido ampliamente estudiado, lo que no significa que su estudio sea
directamente proporcional al desarrollo de la actividad empresarial propiamente dicha.
Como sucede con otros temas del país, es más lo que se estudia que lo que se práctica. Al
margen del presente documento y a manera de ejemplo; es lo que sucede con el tema de la
violencia y la pobreza, por nombrar sólo dos. Los escritos producto de investigaciones en
Colombia dan en la actualidad para llenar una muy buena biblioteca de cualquier
Universidad del mundo, lo que no significa necesariamente que hayamos aprendido la
lección, que hayamos puesto en práctica las observaciones y por lo tanto superado ciertos
niveles de marginación producto de la violencia y la pobreza. De ser así ya habríamos
erradicado esos dos males que tanto nos aquejan.
La evolución de los trabajos académicos en emprendimiento han estado asociados
fundamentalmente a la evolución misma de la industria y de la educación superior, sin
desconocer la influencia que ha ejercido en ésta las crisis por la que ha atravesado y
atraviesa el ejercicio profesional de los graduados de las universidades colombianas, que de
alguna manera ha generado además de preocupación, interés por incluir en los programas
de estudio el tema del emprendimiento. En la actualidad existe una amplia diversidad de
posiciones frente al tema, las cuales se materializan en programas, modelos, cursos,
pasando por estructuras administrativas y organizacionales como departamentos, centros y
unidades que justamente dan cuenta de las diversas posiciones conceptuales e incluso
empíricas en torno al tema.
Es relevante en el recuento histórico sobre la aparición de los primeros cursos sobre
Empresarismo en Colombia, la obra de Mayor Mora (1989)2 quien advierte sobre la

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MAYOR MORA, Alberto. “Ética, trabajo y productiva en Antioquia”. Alfaguara. Bogotá,
Colombia.
6
existencia en la Escuela Nacional de Minas de Medellín del curso Economía Industrial,
presentado como un antecedente legítimo de las primeras cátedras sobre administración de
empresas y posteriormente de las primeras escuelas o instituciones formadoras de
administradores profesionales, relacionados por obvias razones al manejo directivo de las
empresas y desde luego a la creación de las nuevas industrias que paulatinamente
empezaban aparecer en las ciudades de importancia de ese entonces Medellín, Barranquilla
y Bogotá.
Es entonces aceptable que los primeros atisbos sobre la enseñanza de Empresarismo
estuviese asociado a la formación en administración, economía y algunos campos de la
ingeniería, de alguna manera esto coincide con lo acontecido en los EUA en donde las
cátedras Entrepreneurship tuvieron sus primeros escenarios en las escuelas de negocios,
The Business school.
La historia empresarial de Colombia ha sido contada e investigada por diversos
académicos, entre los que se destacan autores como, Eduardo Saenz Rovner, John Sudarsky
Rosenbaum, Carlos Dávila L. de Guevara, Enrique Ogliastri, Aurelio Ordoñez, Gerardo
Ramos, entre los más destacados, muchos de estos trabajos se convirtieron a fuerza de su
erudición en marco bibliográfico de cursos de historia empresarial los que a su vez fueron
un antecedente legítimo de los actuales cursos sobre emprendimiento en el país. Hasta aquí
mucha teoría, poca práctica.
De una época en que no se transcendió más allá de cursos sobre historia o en el
mejor de los casos economía industrial o desarrollo empresarial, se dio paso a los primeros
cursos sobre creación de empresas, los cuales estaban desprovistos de metodologías
apropiadas y se daba cuenta en esencia de contenidos sobre la forma más adecuada de
administrar organizaciones; era la época de la gran influencia de términos como desarrollo
organizacional, posteriormente planeación estratégica y hasta el control total de calidad.
Algunos de estos cursos recibieron la positiva influencia del auge del concepto de
microempresa que por la década de los setenta empezaba a consolidarse en el trabajo de
algunas organizaciones sin ánimo de lucro en el país. De ahí se dio paso a cursos de
creación de empresas, en el marco de los trabajos para la administración de microempresas,
en estos se empezaba a apreciar la importancia de revisar lo pertinente a la personalidad de

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ese sujeto capaz de hacer realidad sus sueños de independencia, aun cuando en el fondo
muchos de ellos estaban alentados sólo por la necesidad natural de subsistencia.
Hoy por hoy el tema en Colombia vive un auge sin precedentes, pero entendible
desde la base de las crisis económicas, sociales y culturales que ha vivido el país en los
últimos diez años. Por un lado está la problemática derivada de la falta de empleo
profesional, la crisis de valores en los mismos profesionales y en aquellos que están en
proceso de formación. Problemas más estructurales como los asociados al estado actual de
nuestra economía que lucha por integrarse activamente a dinámicas económicas
internacionales. Esto requiere la presencia de un empresario más creativo, más preparado,
pero también más convencido que su papel debe responder a un auténtico proyecto de vida,
lo que de alguna manera podría garantizar una mayor permanencia en el escenario
económico, como gestor de proyectos altamente productivos, que no solo satisfagan sus
necesidades personales, sino las de un mercado cada vez más exigente y diverso.
Al trabajo actual sobre emprendimiento en Colombia se han ido sumando actores de
muy diversa naturaleza. Entre ellos instituciones del orden público y privado con ofertas
que van desde capacitaciones técnicas hasta fondos con capitales de fomento –capital
semilla- fondos de capital de riesgo y otros figuras necesarios para el desarrollo de
proyectos empresariales. Lo que aún está en duda es si todas estas instancias y alternativas
llegan o tienen como objetivo los emprendimientos de los estudiantes universitarios.
Pareciera que no.
La relación puede resultar grande, difusa y diversa: las Universidades y en general
las IE con sus respectivos espacios institucionales: oficinas, centros, unidades. Las
fundaciones, para quienes el trabajo en el tema empresarial no resulta nuevo. Las cajas de
compensación, con una población objetivo y beneficiaría muy bien delimitada. Algunos
gremios que han entendido la importancia de trabajar en función de la sostenibilidad de la
función empresarial. Los gobiernos locales y departamentales, quienes a través de algunas
secretarías promueven el Emprendimiento entre sus poblaciones – objetivo. Amén de toda
una gama de ofertas que van desde cursos, libros, manuales, concursos y asesorías
especializadas que se consiguen de muy variada calidad y costo.
La diversidad de la oferta no necesariamente da cuenta de un trabajo articulado, ese
es un asunto en el que todavía falta mucho camino por recorrer e intereses particulares por
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superar. La Universidades fortalecen sus competencias en cuanto al discurso a través de
diversas figuras como la programación y participación de congresos, seminarios, simposios
y toda suerte de eventos en esa línea, que les ha permitido ampliar su base conceptual, la
misma que es transferida posteriormente a los estudiantes en los cursos sobre
Emprendimiento. Algunas instituciones muestran a la fecha, incluso, un muy buen trabajo
investigativo y de producción escrita, que se deja a disposición de la comunidad interesada
y que resulta de muy fácil acceso. Entonces, a estas alturas se advierte un interesante
avance en lo teórico, esto es en la producción y transferencia de conocimientos. No sucede
lo mismo con la puesta en práctica de muchos de estos planteamientos teóricos y de las
correspondientes iniciativas que regularmente se generan en los ejercicios de aula. Aquí
sigue existiendo una brecha, que en los próximos años habrá que reducir o cerrar, aun
admitiendo el considerable valor económico que esto tiene dentro de una estructura
institucional de costos. Acompañar el proyecto empresarial de un estudiante emprendedor
desde sus mismos inicios como una simple idea hasta el despegue como empresa, puede
resultar un objetivo inalcanzable para cualquier institución universitaria, de ahí la necesidad
e importancia de trabajar en Redes locales o regionales, bajo la lógica de una cadena de
valor, pero para eso hacen falta todavía muchos acuerdos interinstitucionales.

El Emprendimiento en la Universidad de San Buenaventura, Cali


En 40 años de existencia la Universidad San Buenaventura ha formado una
considerable y exitosa suma de profesionales en campos como la economía, el derecho, la
arquitectura, la educación, la contaduría, la ingeniería de sistemas, ingeniería
agroindustrial, electrónica, industrial, de materiales y multimedia, administración de
negocios, psicología, diseño de vestuario y variados programas de postgrado.
Muchos de estos profesionales ejercen actualmente en el interior de organizaciones
o empresas creadas y gestionadas por ellos mismos, como ejercicio profesional derivado de
los conocimientos propios de su disciplina.
El proceso evolutivo del Emprendimiento en la Universidad no difiere del que
muestra en términos generales el país. Sus inicios han estado asociados a cursos de historia
empresarial, desarrollo empresarial o creación de empresas. En esta revisión se aprecia que
en su momento se hizo uso de ciertas asignaturas para agregar en ellas el tema empresarial,
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como acción orientada a la formación de empresas; más no así el emprendimiento como un
asunto fundamentalmente actitudinal. El cambio de enfoque en los cursos, que connota no
sólo la modificación del nombre, responde a nuevos lineamientos institucionales en la
formación de sus profesionales.
De otra parte es claro que el origen natural del emprendimiento, como alternativa de
desempeño del estudiante, son los programas de estudio, a partir de ahí sigue un proceso
para convertirse en su proyecto de vida productivo: tener su propia empresa. Este proceso
de transformación de una idea a una realidad requiere de una posición sólidamente
corporativa que garantice igualdad de oportunidades para todos los actores comprometidos
con su desarrollo, en especial los estudiantes y en particular aquellos que provienen de
disciplinas que no tienen su centro en lo empresarial o en la dinámica productiva o de los
negocios.
Desde el año 2006 la Universidad de San Buenaventura de Cali, cuenta con una
importante infraestructura física, tecnológica y de conocimientos, alojada en su Parque
Tecnológico, con lo cual se abrió una nueva etapa en el desarrollo del emprendimiento de
su comunidad universitaria. Congruente con la disponibilidad de espacios debidamente
diseñados para albergar emprendedores y proyectos de emprendimiento, se abren espacios
en los planes de estudio para la cátedra y trabajos de grado sobre Emprendimiento, donde
se imparten y apoyan los conceptos y prácticas de esta opción de vida del hombre
contemporáneo.
En la actualidad todos los programas de pregrado cuentan con una cátedra de
Emprendimiento. A nivel de postgrado, el programa adscrito a Ingeniería de Sistemas:
Especialización y Maestría en procesos para el desarrollo de software, incluye el Módulo:
Conceptualización y Aplicabilidad del Emprendimiento, con un total de 16 horas y tres
créditos. La Universidad ha hecho, entonces, el tránsito de cursos empresariales a Cátedras
de Emprendimiento. Esta decisión pasa por la línea epistemológica de cada programa y sus
intencionalidades formativas. Es la cátedra una experiencia de vida, espacio abierto al
dialogo de saberes, justo a aquellos que se hacen indispensables para construir un proyecto
de vida emprendedor.
Unidad de Emprendimiento

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Se acoge como Unidad de Emprendimiento en la Universidad de San Buenaventura
Cali, la figura que congrega recursos del orden administrativo y académico responsables de
promover y fortalecer la cultura de emprendimiento entre toda la comunidad tanto interna
como externa, interesada en asumir como opción de vida la creación, diseño y desarrollo de
iniciativas productivas y sociales.
Este trabajo se adelanta en coordinación con la vice rectoría académica y
administrativa, la dirección de proyección social y la dirección del parque tecnológico.
Transversalmente en estrecha relación con los programas de pregrado y postgrado. Con
línea de trabajo directa e indirecta con los profesores de Emprendimiento y de otras
disciplinas. Es a través de esta relación que los estudiantes reciben orientación para
formular y desarrollar sus iniciativas empresariales y, en ese sentido a la Unidad le compete
apoyar la gestión del conocimiento pertinente a la disciplina y naturaleza de los proyectos
que en cada programa se formulen y diseñen como resultado del ejercicio formativo.
En el propósito de consolidar la cultura emprendedora, la Unidad diseña, programa
y desarrolla una serie de actividades orientadas a mantener actualizada la comunidad
comprometida con el ejercicio formativo del emprendimiento, entre estas se cuentan:
seminarios, talleres, congresos, muestras, visitas y excursiones empresariales. La Unidad se
personifica en la existencia de la Oficina de Emprendimiento con un talento humano
idóneo: Coordinador y profesor adscrito, quienes ejercen como nexos entre la población
interesada en el desarrollo del emprendimiento como opción de vida y los recursos de
talento humano congregados en una comunidad de profesores, asesores, consultores y
demás recursos necesarios.
Es responsabilidad de la Unidad, de igual manera, producir los documentos que den
sustento teórico y práctico al emprendimiento, sean estos generados por la misma oficina,
por los docentes a cargo de la cátedra emprendedora u otros miembros de la comunidad
interesada en el emprendimiento como tema de investigación. La actividad de
emprendimiento se desarrolla en la universidad de San Buenaventura en el marco de las
diversas tipologías existentes, dando con ello cobertura a todas las intenciones que se
puedan formular desde las diferentes disciplinas agrupadas en programas y facultades.
Fomentar y fortalecer la cultura del emprendimiento implica disponer de espacios
curriculares que faciliten y garanticen la libre circulación del conocimiento
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interdisciplinario que permita la construcción de los proyectos, acogidos por espacios
físicos en los que se puedan materializar las ideas de emprendimiento, en este sentido el
parque tecnológico de la Universidad de San Buenaventura constituye el aliado ideal para
hacer realidad la imaginación creativa de toda la comunidad académica. Hacer realidad los
sueños y la imaginación de los estudiantes emprendedores en el espacio del parque
tecnológico implica desarrollar las etapas que configuran un proceso de Desarrollo
Empresarial. En este sentido la Unidad de Emprendimiento orienta el trabajo a través de
tres etapas: pre-incubación, incubación y aceleración.
Pre – incubación, proceso de naturaleza eminentemente académica. Se desarrolla a
través del currículo de los programas de pregrado y de los postgrados propios de la
universidad. Es producto de esta etapa el perfil de una iniciativa empresarial.
Incubación, etapa orientada al desarrollo del proyecto de emprendimiento con el
que hace presencia el emprendedor en las instalaciones físicas del parque tecnológico. Es
producto de esta etapa: el plan de negocios.
Aceleración, consolidación y crecimiento de la empresa. A través del seguimiento
que la Unidad realiza se brinda al empresario consultorías especializadas en áreas
predeterminadas, en esta etapa la empresa permanecerá en el parque el tiempo que estimen
conveniente las directivas tanto de la nueva empresa como las del parque, su permanencia
estará determinada por su importancia estratégica en el desarrollo de las actividades propias
del parque tecnológico. El producto de esta etapa es: la Empresa consolidada.
El Emprendimiento y las Funciones Sustantivas
Son funciones sustantivas en la Universidad las diversas instancias del orden
corporativo encargadas de diseñar, formular y ejecutar las acciones que como institución
educativa universitaria le competen. Estas son: la investigación, la docencia, el bienestar
universitario y la proyección social.

La investigación
La relación del Emprendimiento con la investigación se fundamenta en la
generación de nuevo conocimiento orientado a ampliar la base conceptual, que enriquece
los contenidos de las asignaturas e incentiva la generación de proyectos productivos que
tienen como base la transferencia de tecnología. La investigación en Emprendimiento se
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orienta a descubrir aquellos fenómenos sociales, económicos, políticos, culturales y
tecnológicos en los que se haya presente la intención del hombre por el desarrollo y, en
donde se encuentran comprometidas sus competencias creativas, de trabajo colectivo, de
logro, entre otras. Es además el vínculo con escenarios tradicionalmente aislados del
ejercicio académico del emprendimiento. La universidad asume como poblaciones objeto
de investigación las comunidades rurales y urbanas marginales.
Es además una investigación contextualizada a problemas específicos de
poblaciones como la empresarial que requiere la efectiva intervención de la universidad a
través de procesos de innovación y desarrollo conducentes a mejorar las condiciones
competitivas de las organizaciones productivas.

La docencia
En este sentido el aula de clase es el escenario natural para el encuentro del
emprendimiento como práctica y como conocimiento; los procesos de enseñanza –
aprendizaje se enriquecen no solo con los nuevos conceptos producto de la investigación,
sino con aquellos que se originan en otros campos del saber, pero que son articulados a la
experiencia formativa del estudiante a través de los ejercicios que tienen asiento en la
denominada Cátedra de Emprendimiento. Este ejercicio, a su vez, se amplía con la
experiencia proveniente de la práctica. “Aprender – haciendo” que se desarrolla en torno a
la capacidad de observación y análisis que el estudiante ponga a disposición del hacer
emprendedor.

Bienestar institucional
La Universidad de San Buenaventura, Cali entiende y desarrolla la práctica del
emprendimiento como una experiencia de vida de la persona humana sea esta estudiante,
profesional, empleado o miembro de las comunidades externas interesadas en su
aprendizaje y aplicación. Todas aquellas dinámicas de formación que orienten el
pensamiento y la acción de las personas hacia el emprendimiento tendrán cabida en la
programación de bienestar institucional como instancia que coadyuva en los procesos para
una formación integral.

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Los espacios contemplados para fortalecer la cultura del emprendimiento, sesiones
motivacionales, son apoyadas por esta función sustantiva e instancia corporativa de la
Universidad. Temáticas como: el trabajo en equipo, la creatividad, la comunicación, la
expresividad corporal y la práctica deportiva que constituyen una formación integral en
torno al emprendimiento son atendidas por bienestar institucional conjuntamente
programadas con la oficina de emprendimiento.

La proyección social.
La Universidad de San Buenaventura acoge el emprendimiento como una praxis
humana, lo articula a la proyección social como espacio formativo para la práctica del
saber, en donde el encuentro con las comunidades tanto interna como externa es no solo
vital para su legitimidad institucional, sino orientador y enriquecedor de las dimensiones
que contempla su ejercicio. Extender el ejercicio académico de la teoría y de la práctica en
emprendimiento a comunidades externas necesitadas de él para ampliar sus posibilidades
de desarrollo resulta tarea prioritaria de la universidad y del centro para el desarrollo del
emprendimiento. Este trabajo se adelanta paralelo con la investigación en una sinergia de
conocimientos, esfuerzos y recursos que ha permitido llevar el emprendimiento a
comunidades rurales y urbanas marginales.
Pero, la relación del Emprendimiento con la función sustantiva de la proyección
social no se limita a la transferencia de este propósito humano y social a comunidades
específicas; en el último año se ha venido consolidando la figura del banco de tiempos,
estrategia dinamizadora de la función sustantiva y articuladora entre la comunidad del
conocimiento –docentes especializados y la comunidad de Emprendedores.

El Banco de Tiempos, espacio para el encuentro de saberes y experiencias al servicio


del Emprendimiento.
El desarrollo de un proyecto de Emprendimiento requiere de la intervención
decidida de un sinnúmero de profesionales, que con igual o más actitud emprendedora que
los estudiantes, aporten en la consolidación de los proyectos de vida que se construyen a la
luz de nuevas iniciativas empresariales. En ese sentido la oficina de Emprendimiento de la

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Universidad viene configurado un Banco de Tiempos a través del cual expertos en
diferentes temáticas apoyan la formulación y desarrollo de los proyectos.
Antecedentes.
El antecedente de esta iniciativa de alto contenido social, voluntario y formativo,
debe buscarse en el origen mismo de las actividades de las denominadas organizaciones del
tercer sector, primer sector (el estado), segundo sector (el mercado). Hace 25 años las
Naciones Unidas definieron como Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s) a
aquellas instituciones de la sociedad civil que apuestan al desarrollo social. Este hecho
evidenció la idea de que las personas, más allá de los gobiernos, constituyen un factor
decisorio para los destinos de sus países. A partir de ese momento, el Tercer Sector se ha
desarrollado a escala mundial y con una identidad definida, lo que ha dado lugar a un
crecimiento notable de este tipo de organizaciones.
Las organizaciones del Tercer Sector son instituciones privadas que desarrollan sus
tareas gracias al compromiso e intervención de personas interesadas por la cuestión social.
Comparten con el Estado la característica de bien público; pero nacen de la comunidad
misma para dar soluciones específicas a dificultades de la gente. Sus rasgos distintivos son:
el voluntariado como recurso humano fundamental, su carácter multitemático, su actividad
no lucrativa.3
Es clave para la funcionalidad y logro de los objetivos, que estas organizaciones se
apoyen en la intervención de agentes externos a su estructura orgánica, con fuertes nexos de
identidad misional y visión compartida de una sociedad con más oportunidades para todos.
Poner al servicio de unos el conocimiento y la experiencia de otros.
En Colombia el antecedente se ubica, según referencia del Banco de Tiempos de la
oficina de Fomento al Empleo y Desarrollo Empresarial – FONEDE – COMFANDI, en el
programa de la Fundación Colombia Presente, entidad sin ánimo de lucro, fundada en 1993
y presidida desde entonces por la Doctora Ana Milena Muñoz de Gaviria, con el objetivo
de promover la Responsabilidad Social, la participación ciudadana, la convivencia y la
tolerancia. Tiene como Misión: Crear conciencia y generar un espacio de participación

3
LESTER Salomón. Universidad John Hopkins, “Nuevo estudio del sector emergente”. (1992).
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ciudadana y responsabilidad social, a través del aporte de tiempo, para ayudar a otros y
buscar soluciones para el país.
Definición.
Un Banco de Tiempos congrega la oferta y la demanda de tiempo y define posibles
actividades para que todos puedan aportar. Facilita el encuentro entre quienes tienen tiempo
para donarlo a la comunidad y las organizaciones que trabajan diariamente en pro de la
población vulnerable.
“El tiempo parece estar en todas las cosas, en la tierra, en el mar, en el cielo, pero
ante todo es un estado del alma que le da sentido a nuestras acciones. Donarlo a nuestros
semejantes, a aquellos que están en estados de indefensión por alguna razón o causa, o a
quienes lo solicitan, significa convertirnos en agentes de transformación en búsqueda de
una sociedad mejor”.
Para la Universidad de San Buenaventura se asume como el encuentro, entre el
sujeto emprendedor y el profesional experto y conocedor de problemáticas propias de la
actividad productiva, se construye en el marco de la relación dialógica que propicia la
Universidad como parte de su quehacer institucional y que aparece contemplado en el
Proyecto Educativo.
Contexto Bonaventuriano.
El ejercicio del Banco de Tiempos se configura en la presencia e intervención de
dos agentes claramente identificables: el demandante del Tiempo y el donante. Para el caso
de la Universidad y en particular para el desarrollo del Emprendimiento, se acoge como el
primero a todo aquel sujeto que en tiempo presente adelanta las acciones pertinentes del
orden técnico, comercial, financiero, entre otras, conducentes a consolidar su proyecto
empresarial.
El estado de avance del referido proyecto no constituye restricción alguna para ser
considerado como demandante del Banco de Tiempos, en el entendido que cada propuesta
tiene su propia dinámica, la que está mediada por el esfuerzo e iniciativa del sujeto
Emprendedor. Se entenderá como estado final del proceso, el momento justo en que el
proyecto de Emprendimiento cumpla con todas las necesidades y requerimientos de
estudios y pase a ejecutar acciones propias de una actividad empresarial o de negocios
típica: Producir, comercializar, facturar, contratar, tributar, importar o exportar (según la
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naturaleza del negocio). Y el correspondiente registro legal como actividad económica ante
las autoridades respectivas.
Este sujeto puede ser miembro de la comunidad universitaria Bonaventuariana, y
todo miembro de la comunidad local y regional que acoge el ejercicio del Emprendimiento
como proyecto de vida y, que tiene vínculo directo o indirecto con grupos de interés de la
USB: colegios, instituciones educativas del orden técnico, tecnológico y superior,
organizaciones privadas y públicas de cualquier actividad productiva. Incluye población en
condiciones de vulnerabilidad referidas por entidades fundacionales o cajas de
compensación.
El segundo, el donante, es el profesor de Tiempo Completo, adscrito a alguno de los
programas de formación de la Universidad. Profesional idóneo en el campo específico del
ejercicio empresarial. Con plena disposición de apoyar el esfuerzo y las iniciativas
emprendedoras de las poblaciones antes señaladas. Su participación decidida en el Banco
de Tiempos se asume en general como parte de su compromiso institucional y en particular
como ejercicio de la proyección social, función sustantiva de la Universidad.
En este sentido se acoge lo planteado por el documento de Políticas de Proyección
Social en torno a su Misión: “La Proyección Social Bonaventuariana se integra
corporativamente a las comunidades intercambiando valores, conocimientos y destrezas,
con el fin de consolidar en estudiantes y profesores, así como en comunidades e
instituciones con quienes se interactúa, una verdadera responsabilidad social que promueve
el trabajo por el desarrollo humano, mediante proyectos interdisciplinarios, dialógicos y
transformadores”.4
El citado documento alude a políticas de la proyección social claramente
articulables a la intención de acoger como expresión, de esta función sustantiva, la
participación de docentes en el Banco de Tiempos: “La Proyección Social es un espacio
formativo que infunde identidad Bonaventuariana al fomentar un estilo de vida donde
priman los principios de solidaridad, lealtad, compromiso y honestidad, así como un
espíritu emprendedor y una responsabilidad social en todas las facetas de la vida de los
miembros de la comunidad universitaria.

4
Proyecto Educativo Bonaventuriano. Bogotá, Colombia. 2006
17
Todos los profesores, de tiempo completo o no, dentro de su asignación académica,
deben orientar actividades de Proyección Social desde los diferentes programas
académicos…”
El Conocimiento.
Media la relación del Emprendedor y del profesor, el conocimiento teórico –
práctico requerido por el proyecto de Emprendimiento. El mercadeo, las finanzas, la
contabilidad, la producción, en todas sus diferentes expresiones, el diseño de producto, de
empaques, de procesos, el talento humano, lo jurídico – legal. En general todas aquellas
necesidades de conocimientos que tiene un proyecto innovador.
Esta mediación, sin embargo, no sólo se limita a la transferencia de un conocimiento
técnico, sino a la construcción de relaciones dialógicas que permitan consolidar auténticos
proyectos de vida. Al final de la intervención el profesor habrá cumplido con un
compromiso institucional, profesional y personal y, el emprendedor tendrá un referente más
para la construcción de su Red de Amigos, contactos y apoyo futuro.

Algunas cifras
• Los Programas que han apoyado el proceso son:

PERIODO PROGRAMAS

2008-01 Administración de Negocios.

2008-02 Administración de Negocios, Derecho, Ingeniería de Sistemas.

Administración de Negocios, Derecho, Ingeniería de Sistemas,


2009-01
Ingeniería Industrial, Contaduría Pública, Oficina de Postrados.
Administración de Negocios, Derecho, Ingeniería de Sistemas,
2009-02 Ingeniería Industrial, Contaduría Pública, Educación,
Arquitectura, CIDEH.
Administración de Negocios, Derecho, Ingeniería de Sistemas,
2010-01 Ingeniería Industrial, Contaduría Pública, Economía, Educación,
Arquitectura, CIDEH.

 Las especialidades apoyadas desde el Banco de Tiempos son


18
• Los Docentes que han apoyado la gestión del Banco de Tiempos así:

PERIODO CANTIDAD
DOCENTES
2008-01 4
2008-02 15
2009-01 34
2009-02 21
2010-01 24

19
CANTIDAD DOCENTES QUE APOYAN
BANCO DE TIEMPOS

40
30 2008-01
20 2008-02
10 2009-01
0 2009-02
2008-01 2010-01
2008-02
2009-01
2009-02
2010-01

20
• Las horas donadas por los Programas fueron las siguientes:

PERIODO CANTIDAD DE
HORAS
2008-01 113
2008-02 123
2009-01 135
2009-02 74
2010-01 *
*Datos a Abril de 2010.

CANTIDAD DE HORAS DONADAS


SEMESTRALMENTE AL BANCO DE TIEMPOS

150

100 2008-01
2008-02
50
2009-01
0 2009-02
2008-01 2010-01
2008-02
2009-01
2009-02
2010-01

Conclusiones
El Emprendimiento se configura desde dos dinámicas perfectamente
interdependientes: la formación en Emprendimiento, que se sustenta en los procesos
educativos y el desarrollo de los proyectos de empresa, que implica el fortalecimiento de
competencias en el individuo que le faciliten su desempeño como empresario.
Para el normal y exitoso desarrollo de estas dos dinámicas se precisa la intervención
de un variado e idóneo grupo de personas e instituciones quienes desde sus propias
competencias y recursos aporten en la construcción de los proyectos empresariales.
21
Para el caso de la Instituciones educativas el compromiso y responsabilidad se
centra en el conocimiento, esto es la trasferencia de saberes propios del ejercicio económico
y social, que le permitan al emprendedor desenvolverse con efectividad en su actividad
productiva.
Pero, las nuevas dinámicas y demandas sociales impulsan a las Universidades a
ampliar sus espacios de apoyo y acompañamiento en el desarrollo de los proyectos
empresariales de sus estudiantes. Estos nuevos espacios son lugares provistos de
infraestructura física y tecnológica que favorezca la incubación y aceleración de los
proyectos.
Estos nuevos espacios deben estar soportados por una red de conocimientos que le
permitan al Emprendedor resolver en tiempos reales todos y cada uno de los requerimientos
que el desarrollo de sus proyectos les plantean.
El banco de tiempos resulta una estrategia de gran impacto para cumplir con el
propósito de aportar conocimientos y experiencias reales a los emprendedores en el
desarrollo de sus proyectos. Es una figura que se sustenta en la gratuidad del servicio, lo
cual favorece la sostenibilidad de una estructura de costos.
El sustento de un banco de tiempos no sólo está en la donación de una unidad de
tiempo y conocimiento, sino en algo que resulta más determinante: la construcción de
relaciones dialógicas, entre donante y demandante. Esta premisa resulta altamente
significativa en la consolidación de redes por parte del Emprendedor.
La figura del banco de tiempos además dinamiza las relaciones entre las diferentes
instancias corporativas en el interior de una institución educativa y de ésta con sus grupos
de interés. En el entendido que los servicios deben en lo posible trascender las fronteras
institucionales, con ello se estaría configurando como una forma de responder al
compromiso con la extensión universitaria.
En la Universidad San Buenaventura el banco de tiempos no se ha limitado al
cuerpo docente como donantes de tiempo y conocimiento, los propios emprendedores han
asumido este compromiso y lo hacen en calidad de donantes, configurando de esta manera
auténticas comunidades emprendedoras.
Esto ha permitido vislumbrar a través de estas comunidades una esperanza en la
construcción de sociedades más solidarias y participativas. Es a no dudarlo el Emprendedor
22
un sujeto lleno de atributos esencialmente humanos antes que técnicos, sólo requiere que se
le proporcione el lugar adecuado para que exprese todas estas cualidades.

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