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La educación está presente en todo momento de nuestras vidas, así lo menciona Luengo
(2004) “es un fenómeno que nos concierne a todos desde que nacemos, toda experiencia
social que configura de alguna forma concreta nuestro modo de ser” (p.30)
Así pues la educación es un fenómeno que todo ser humano experimenta a lo largo de
su vida, por ello su uso es habitual en toda actividad que refleje un proceso de
educación o aprendizaje, según García Carrasco y García del Dujo (1996), Esteve
(1983) o Sarramona (2000), tal como se cita en Luengo (2004), ni su uso, ni el conjunto
de conceptos que se relacionan con él, tales como enseñanza, aprendizaje,
condicionamiento, adoctrinamiento, etc., poseen precisión terminológica, debido a la
diversidad de aspectos que conforman el fenómeno educativo. Por ello, el uso que se
hace del término para referirse a las diversas dimensiones del mismo, nos indica cierta
dificultad para delimitar con precisión su significado y su riqueza de acepciones (p.30)
Así se debe entender que la educación tiene doble significado etimológico “educere y
educare”.
Según Luengo (2004), educere significa "conducir fuera de", "extraer de dentro hacia
fuera", desde esta posición, la educación se entiende como el desarrollo de las
potencialidades del sujeto. En tanto educare se identifica con los significados de "criar",
"alimentar" y se vincula con las influencias educativas o acciones que desde el exterior
se llevan a cabo para formar, criar, instruir o guiar al individuo (p.32)
La educación por tanto concierne al ser humano, así lo indica León (2007) la educación
es un proceso humano y cultural complejo. Para establecer su propósito y su definición
es necesario considerar la condición y naturaleza del hombre y de la cultura en su
conjunto, en su totalidad (pág. 596)
Bibliografía: