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MISOGINIA

La misoginia (del griego μισογυνία; ‘odio a la mujer’) se define como la aversión y también el
odio hacia las mujeres o niñas. Se la considera como el homólogo sexista de la misandria.1 La
misoginia puede manifestarse de diversas maneras, que incluyen denigración, discriminación y
violencia contra la mujer.23 Se puede decir que existe misoginia en muchas de las mitologías del
mundo antiguo, así como en la mayoría de religiones existentes. Además, muchos de los
pensadores más influyentes de la filosofía occidental han sido catalogados como misóginos.24

De acuerdo con el sociólogo Allan G. Johnson, "la misoginia es la actitud cultural de odio hacia
las mujeres, por el hecho de que son mujeres". Johnson dice:

La misoginia [...] es la parte central de los prejuicios e ideologías sexistas y, como tal, es una de
las bases para la opresión de las mujeres en las sociedades dominadas por hombres. La misoginia
se manifiesta de diferentes maneras, desde bromas a pornografía, violencia y el sentimiento de
odio hacia su propio cuerpo al que las mujeres son instruidas a sentir.5

El sociólogo Michael Flood, de la Universidad de Wollongong, define la misoginia como el odio


hacia la mujer y señala:

Aunque más común en hombres, la misoginia también es practicada por las mujeres contra otras
mujeres o incluso hacia sí mismas. La misoginia funciona como un sistema de ideologías o
creencias que han acompañado a las sociedades patriarcales o dominadas por hombres por
miles de años y continúa colocando a la mujer en posiciones subalternas con poca posibilidad
de poder o de toma de decisiones. [...] Aristóteles sostenía que la mujer existe como una
deformidad de la naturaleza o como hombres imperfectos [...]. Así, las mujeres de occidente han
interiorizado su papel como los chivos expiatorios de la sociedad, influenciado en el siglo
veintiuno por la objetivación de la mujer en los medios, a través del culturalmente odiado
autodesprecio y fijación a la cirugía plástica, la anorexia y la bulimia.6

Los diccionarios definen la misoginia como el "odio a la mujer"789 u "odio, aversión o


desconfianza a la mujer".10 En 2012, respondiendo a los eventos ocurridos en el Parlamento de
Australia, el Macquarie Dictionary (que documenta el Inglés Australiano y el Inglés neozelandés)
expande la definición para incluir no solo el odio a la mujer si no que agregó "prejuicios
arraigados contra la mujer".11 Lo opuesto a la misoginia es la misandria, el odio o aversión a los
hombres; el antónimo de misoginia es filoginia, el amor o agrado hacia las mujeres.

Grecia clásica

Eurípides

En su libro La ciudad de Sócrates: Una introducción a la Atenas clásica, J.W. Roberts argumenta
que la misoginia es incluso más antigua que la tragedia y la comedia en la literatura griega, y que
esta se remonta al menos hasta Hesíodo.12
La palabra misoginia proviene del vocablo griego misogunia (μισογυνία), que se encuentra en
dos pasajes.13

El más antiguo y completo se encuentra en el tracto moral Sobre el matrimonio (c. 150 BC)
escrito por el filósofo estoico Antípatro de Tarso.1415 Antípatro argumenta que el matrimonio
es la base del Estado, y considera que se sustenta en un decreto (politeísta) divino. Antípatro
usa la palabra misogunia para describir los escritos de Eurípides —tēn misogunian en tō graphein
(τὴν μισογυνίαν ἐν τῷ γράφειν "la misogínia en la escritura").15 Sin embargo, Antípatro no
menciona dónde encuentra misoginia en la escritura de Eurípides, simplemente expone su
creencia de que incluso un hombre que odia a las mujeres (Eurípides) elogia a las esposas, y
concluye su argumento con la importancia del matrimonio: "Es realmente heroico".15

La imagen misógina de Eurípides también se puede encontrar en el Banquete de los eruditos,


donde Ateneo incluye a uno de los comensales citando a Jerónimo de Cardia, quien confirma
que su reputación era del conocimiento general, mientras ofrecía comentarios a Sófocles sobre
el asunto en cuestión:

El poeta Eurípides, también, era adicto a las mujeres: en todos los eventos "Hieronymus", en sus
"Comentarios Históricos", dice lo siguiente: —"Cuando alguien le decía a Sófocles que Eurípides
era un odiamujeres, 'Tal vez lo sea', decía, 'en sus tragedias, pero en la cama estaba muy
encariñado con las mujeres'.16

Aun con la fama de Eurípides, Antípatro no es el único escritor que manifiesta aprecio por la
mujer en sus escritos. Katherine Henderson y Barbara McManus afirman que "muestra más
empatía a las mujeres que cualquier otro escritor antiguo", citando las "críticas relativamente
modernas" para apoyar su afirmación.17

Otro ejemplo del uso de la palabra griega es dado por Crisipo de Solos en un fragmento de En
afecciones citado por Galeno en Hipócrates Affecciones.18 Aquí, misoginia es la primera de una
pequeña lista de los tres "desafectos"—mujeres (misogunian), vino (misoinian, μισοινίαν) y
humanidad (misanthrōpian, μισανθρωπίαν). El punto de Crisipo es más abstracto que el de
Antípatro. Galeno cita el pasaje como ejemplo de una opinión contraria a la suya; lo que sí es
claro es que agrupa el odio a las mujeres junto al odio a la humanidad en general, e incluso con
el odio al vino: "Era una opinión imperativa en sus días de que el vino fortalece el cuerpo y el
alma por igual."19 Entonces Crisipo, como su compañero estoico Antípatro, ve la misoginia
como algo negativo, una enfermedad, una aversión a algo bueno. Este es el conflicto o cambio
de visiones filosóficamente polémicas para los escritores antiguos. Ricardo Salles sugiere que el
punto de vista del estoicismo, en general, era que "[un] hombre no solo puede alternar entre el
amor y el odio hacia la mujer, entre la filantropía y la misantropía, sino que puede ser incitado
hacia una u otra".20
Aristóteles también ha sido acusado de misógino por haber escrito que las mujeres son
inferiores a los hombres. De acuerdo a Cynthia Freeland (1994):

Aristóteles dice que el valor de los hombres se encuentra en el mando, el de la mujer reside en
obedecer; que 'la materia anhela por la forma, como la mujer por el hombre y lo feo por lo
hermoso'; que la mujer tiene menos dientes que el hombre; que la mujer es un hombre
incompleto o 'por decirlo así, una deformidad': que contribuye solo como materia y no como
forma a la siguiente generación; que en general 'una mujer es quizá un ser inferior'; que
personajes femeninos serían inapropiados en una tragedia si estas fueran muy valientes o muy
listas [...]21

En La guía filosófica de Routledge de Platón y La República, Nickolas Pappas describe el


"problema de la misoginia" y afirma:

En la Disculpa, Sócrates llama a aquellos que ruegan por su vida en la corte "no mejores que las
mujeres" (35b) [...]. El Timaeus advierte a los hombres que si viven inmoralmente reencarnarán
como mujeres (42b-c; cf. 75d-e). La República contiene varios comentarios del mismo estilo
(387e, 395d-e, 398e, 431b-c, 469d), evidencia del desprecio hacia las mujeres. Incluso las
palabras de Sócrates, en su audaz propuesta sobre el matrimonio [...] sugieren que la mujer esta
hecha para "pertenecer" a los hombres. Nunca dice que el hombre pueda pertenecer a las
mujeres [...]. También hay que tener en cuenta la insistencia de Sócrates de que el hombre
supera a la mujer en cualquier tarea que ambos sexos intenten (455c, 456a), y su observación
en el Libro VIII de que un signo de una falla moral de la democracia es la igualdad sexual que
promueve (563b).22

Otra acepción del término Misógino se encuentra en el Griego —misogunēs (μισογύνης)— en


Deipnosophistae (arriba) y en las Vidas Paralelas de Plutarco; también es utilizado como título
para el Heracles en la historia de Foción. Era el título de una obra escrita por Menandro, de la
que tenemos conocimiento por el libro VII (sobre Alexandria) de los 17 volúmenes de la
Geografía de Estrabon,1323 y citas de Menandro en Clemente de Alejandría y Estobeo que
tratan sobre el matrimonio.24 Menandro también escribió una obra llamada Misoumenos
(Μισούμενος) o El Hombre (Ella) Odiado. Otra obra griega con un nombre similar, Misóginos
(Μισόγυνος) u Odia Mujeres es mencionada por Marco Tulio Cicerón (en latín) y atribuido al
poeta Marco Atilio Régulo.25

Marco Tulio Cicerón

Cicerón establece que los filósofos griegos consideraban que la misoginia se padecía a causa de
la ginofobia, miedo hacia la mujer.26
Es igual que con otras enfermedades; como el deseo de gloria, una pasión por la mujer, que los
griegos llamaban "Filoginia: y por lo tanto todas los males y enfermedades son creados. Pero
aquellos sentimientos son lo contrario a estos, deben ser temidos por su fundación, como el
odio a la mujer; esto es representado en "Odia mujeres" de Atilio. O el odio de toda la especie
humana, como lo que se dice que ha hecho Timón, a quien llaman el Misántropo; del mismo
tipo de inhospitalidad. Y cómo todas estas enfermedades proceden de un miedo de las cosas
que temen y evitan.26

Cicero Disputaciones tusculanas, Siglo I, DC.

La forma más común de esta palabra es misogunaios (μισογύναιος).13

También hay algunas personas fácilmente saciados con su conexión con la misma mujer, siendo
al mismo tiempo locos por las mujeres y odia mujeres. — Filón, De leyes especiales, Siglo I.27

Aliado con Venus en posiciones honorables Saturno hace a sus súbditos odiadores de mujeres,
amantes de lo antiguo, solitarios, no gratos de conocer, sin ambiciones, odiadores de lo
hermoso,... — Ptolomeo, "Calidad del alma", Tetrabiblos, Siglo II.2829

Te probaré que este maravilloso maestro, este odia mujeres, no se satisface con placeres
ordinarios durante la noche. — Alcifrón, "Thais to Euthydemus", siglo II.30

La palabra también se encuentra en la Antología Vettius Valens' y los Principios de


Damasceno.3132

En resumen, la literatura griega considera a la misoginia como una enfermedad—un


comportamiento antisocial— en el sentido que era contrario a sus percepciones del valor de las
mujeres como esposas y de la familia como base de la sociedad. Esto es ampliamente conocido
en la literatura secundaria.15

Religión

Véase también: Teología feminista

Grecia Antigua

En Misoginia: El prejuicio más antiguo del mundo, Jack Holland afirma que hay evidencia de
misoginia en la mitología del mundo antiguo. En la mitología griega de acuerdo a Hesíodo, la
raza humana ha experimentado una existencia pacífica, autónoma como un compañero de los
dioses antes de la llegada de las mujeres. Cuando Prometeo decide robar a los dioses el secreto
del fuego, Zeus enfurecido decide castigar a la humanidad con un "mal para su deleite". Este
"mal" fue Pandora, la primera mujer, quien cargaba un recipiente (erróneamente descrito como
una caja) que se le prohibió abrir. Epimeteo (hermano de Prometeo) abrumado por su belleza,
ignora las advertencias de Prometeo sobre ella, y se casa con Pandora. Pandora al no resistir la
curiosidad de abrir el recipiente desata al mundo todos los males; parto, enfermedad, vejez, y
muerte.33
Budismo

En su libro El poder de la negación: el budismo, la pureza, y el género, el profesor Bernard Faure,


de la Columbia University argumenta que "el budismo es, paradójicamente, ni tan sexista, ni tan
igualitario como se suele pensar." Agrega: "Muchos estudiosos feministas han subrayado el
carácter misógino del budismo". Hace hincapié en que el budismo exalta moralmente a sus
monjes varones, mientras que las madres y esposas de los monjes también tienen un papel
importante:

Mientras que algunos estudiosos ven el budismo como parte de un movimiento de


emancipación, otros lo ven como una fuente de opresión. Tal vez esto es solo una distinción
entre optimistas y pesimistas, o entre idealistas y realistas [...]. A medida que comenzamos a
darnos cuenta, el término "budismo" no designa una entidad monolítica, sino que abarca una
serie de doctrinas, ideologías y prácticas, algunas de las cuales parecen invitar, tolerar, e incluso
cultivar lo "otro" en sus márgenes.34

Cristianismo

Eva monta a horcajadas sobre la Serpiente en un capitel en Laach Abbey church, siglo XIII.

Las diferencias en las tradiciones e interpretaciones de las escrituras han causado segmentación
en las diferentes concepciones del cristianismo que difieren en sus creencias con respecto al
trato hacia las mujeres.

En El problemático ayudante Katharine M. Rogers dice que el cristianismo es misógino y


enumera lo que afirma son ejemplos de misoginia en las Epístolas paulinas. Ella afirma:

Las bases de la misoginia cristiana —su culpa por el sexo, su insistencia en el sometimiento
femenino, su temor a la seducción femenina— están todas en las epístolas de San Pablo.35

En los Estudios de literatura feminista: Una Introducción, Ruthven hace referencia al libro de
Rogers y argumenta que el "legado de la misoginia cristiana fue consolidado por los 'Padres' de
la Iglesia, como Tertuliano, que pensaba que una mujer no solo era 'la entrada del diablo' sino
también 'un templo construido sobre una alcantarilla'".36

Sin embargo, otros estudiosos han argumentado que el cristianismo no incluye principios
misóginos, o al menos que una interpretación correcta del cristianismo no incluirían principios
misóginos. David M. Scholer, erudito bíblico del Seminario Teológico de Fuller, establece que el
verso Gálatas 3:28 ("No hay ni judío ni griego, no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús") es "la base teológica pauliana fundamental
para la inclusión de las mujeres y los hombres en condiciones de igualdad y mutuo respeto en
todos los ministerios de la Iglesia".3738 En su libro ¿Equidad en Cristo? Gálatas 3.28 y la disputa
de género, Richard Hove argumenta que —mientras Gálatas 3:28 dice que el sexo de uno no
afecta la salvación— "sigue habiendo un patrón en el que la mujer debe emular la sumisión de
la Iglesia a Cristo y al esposo es a emular el amor de Cristo por la Iglesia".39

En Hombres cristianos que odian a las mujeres, la psicóloga clínica Margaret J. Rinck escribe que
la cultura social cristiana a menudo permite a un misógino el "mal uso de la sumisión ideal
bíblica". Sin embargo, argumenta que esta es una distorsión a la "sana relación de sumisión
mutua" que en realidad se especifica en la doctrina cristiana, donde "el amor se basa en un
profundo respeto mutuo como principio rector de todas las decisiones, acciones y planes".40
Igualmente, el erudito católico Christopher West argumenta que "la dominación masculina viola
el plan de Dios y es el resultado del pecado".41

Islam

Artículo principal: La mujer en el islam

Véase también: Namus

El cuarto capítulo del Corán (o sura) se llama "Mujeres" (An-Nisa). El verso 34 es un texto clave
en la crítica feminista contra el Islam.42 El versículo dice: "Los varones tienen autoridad sobre
las mujeres porque Alá ha hecho [a] algunos de ellos que superen a otros, ya que pasan fuera
de su propiedad; las buenas mujeres son por lo tanto obedientes, guardando lo oculto como Alá
ha guardado, y [para] aquellos en cuya parte temes la deserción, amonestarlos, y déjalos solos
en los lugares de dormir y los golpéas, y luego si os obedecen, no busques una manera contra
ellos; Alá es grande, es maravilloso".

En su libro Caso de estudio: El Islam popular y la misoginia de Bangladés, Taj Hashmi discute
sobre la misoginia en relación a la cultura musulmana (en particular en Bangladés), escribe:

Gracias a las interpretaciones subjetivas del Corán (casi exclusivamente por los varones), la
preponderancia de los mullahs misóginos y la ley Sharia retrógrada en la mayoría de los países
"Musulmanes", el Islam es conocido como promotor de la misoginia en su peor forma. Aunque
no hay manera de defender las llamadas "grandes" tradiciones del Islam como libertario e
igualitario con respecto a las mujeres, podemos trazar una línea entre los textos del Corán, el
corpus de la escritura y las palabras abiertamente misóginas pronunciadas por el mullah que
tiene muy poca o ninguna relevancia para el Corán.43

En su libro No dios pero Dios, el profesor de la Universidad del Sur de California, Reza Aslan
escribe que la "interpretación misógina" ha sido persistentemente unida a An-Nisa, 4:34 porque
los comentarios sobre el Corán "han sido el dominio exclusivo de los varones musulmanes".44
Sijismo

Guru Nanak en el centro, junto a otras figuras Sikh.

Los eruditos William M. Reynolds y Julie A. Webber han escrito que el Guru Nanak, fundador de
la fe Sijista, era un "luchador por los derechos de las mujeres"; no era "de ninguna manera
misógina" en contraste con algunos de sus contemporáneos.45

Cienciología

En su libro Cienciología: una nueva inclinación en la vida, L. Ron Hubbard escribe el siguiente
pasaje:

Una sociedad en la que a las mujeres se les enseña cualquier cosa que no sea el manejo de una
familia, el cuidado de los hombres y la creación de la generación futura es una sociedad que está
en vías de extinción.

En el mismo libro también escribe:

Los historiadores pueden vincular el punto en que una sociedad comienza su descenso más
pronunciado en el instante en que las mujeres comienzan a participar, en igualdad de
condiciones con los hombres, en los asuntos políticos y de negocios, ya que esto significa que
los hombres son decadentes y las mujeres ya no son mujeres. Esto no es un sermón sobre el
papel o la posición de la mujer; se trata de una declaración de un hecho simple y básico.

Estos pasajes junto con otros similares de Hubbard, han sido criticados por Alan Scherstuhl de
The Village Voice como expresiones de odio contra la mujer.46 Sin embargo, el profesor de la
Universidad de Baylor J. Gordon Melton escribe que Hubbard más tarde desechó y derogó la
mayor parte de sus opiniones sobre las mujeres, Melton afirma que los puntos de Hubbard son
simplemente eco de los prejuicios comunes de ese tiempo. Melton también ha declarado que la
Iglesia de la Cienciología da la bienvenida a ambos géneros por igual a todos los niveles —desde
posiciones de liderazgo a auditorías, etcétera— ya que los cienciólogos ven a las personas como
seres espirituales.47

Filósofos

Muchos filósofos occidentales han sido acusados de ser misóginos, incluyendo a René Descartes,
Thomas Hobbes, John Locke, David Hume, Jean-Jacques Rousseau, G. W. F. Hegel, Arthur
Schopenhauer, Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Otto Weininger, Oswald Spengler, y John
Lucas.4
Schopenhauer

Arthur Schopenhauer ha sido acusado de ser misógino por su ensayo "Sobre la mujer" (Über die
Weiber) en el que expresa su oposición a lo que el llama "estupidez teutónico-cristiana" en
asuntos femeninos. Discute que las mujeres "por naturaleza deben obedecer" ya que son
"infantiles, frívolas y de poca visión".4 Aclama que ninguna mujer jamás ha producido ningún
gran arte o "ningún trabajo de valor trascendente".4 También discute que las mujeres no
poseían ninguna belleza real:48

Es solo un hombre cuyo intelecto está nublado por su impulso sexual que podría dar el nombre
al sexo débil a aquellas de talla menor, raza de hombros estrechos, caderas anchas y piernas
cortas; toda la belleza del sexo está ligada a este impulso. En lugar de llamarlas hermosas sería
más justo describir a las mujeres como el sexo antiestético.

Nietzsche

En Más allá del bien y del mal, Friedrich Nietzsche señala que el control sobre las mujeres era
una condición de "cada cultura avanzada".49 En Así Habló Zarathustra, hay un personaje
femenino que dice "¿Usted va a las mujeres? ¡No olvide el látigo!".50 En El ocaso de los ídolos,
Nietzsche escribe "Las mujeres son consideradas profundas. ¿Por qué? Porque nunca
consideramos sus profundidades. Pero las mujeres ni siquiera son superficiales".51 Existe la
controversia sobre estas preguntas, y si existe o no misoginia en ellas, si su polémica contra la
mujer está destinada a ser tomada literalmente, y la naturaleza exacta de sus opiniones acerca
de las mujeres.52

Hegel

La perspectiva de Hegel sobre las mujeres se ha dicho que es misógina.53 Algunos pasajes de
Elements of the Philosophy of Right se utilizan con frecuencia para ilustrar la supuesta misoginia
de Hegel:54

Las mujeres son capaces de la educación, pero no se hacen para actividades que exigen una
facultad universal como las ciencias más avanzadas, la filosofía y ciertas formas de producción
artística ... Las mujeres regulan sus acciones no por las exigencias de universalidad, sino por
inclinaciones arbitrarias y opiniones.

Teoría feminista

Artículo principal: Feminismo

Los adeptos a esta corriente claman que parte de la misoginia resulta del Complejo Madonna-
Prostituta, la incapacidad de ver a las mujeres como algo más que "madres" o "putas"; las
personas con esta concepción colocan a cada mujer en una de estas categorías. Otra variante
del modelo es que una de las causas de la misoginia es que algunos hombres tienden a pensar
en términos de una dicotomía virgen/puta que se traduce en que lo hombres consideran "putas"
a cualquier mujer que no se adhiere a un estándar patriarcal de pureza sexual, inclusive
desprecian a víctimas de abusos y/o violencia de género aludiendo que ellas no sirven.55
La feminista Marilyn Frye afirma que la misoginia es, en su raíz, falogocéntrico y homoerótico.
En The Politics of Reality, Frye dice que existe un personaje misógino en la ficción de C. S. Lewis
de la "Apologética cristiana"; argumenta que tal misoginia privilegia al hombre como sujeto de
atención erótica. Compara los ideales de Lewis en las relaciones de género a las redes de
prostitución masculina, sosteniendo que comparten la visión de los hombres que buscan
dominar a otras personas como menos propensos a asumir roles de sumisión por una sociedad
patriarcal, pero lo hacen como una burla teatral hacia las mujeres.56[Aclaración requerida]

A finales del siglo veinte, los teóricos de la segunda ola del feminismo afirmaban que la misoginia
es al mismo tiempo la causa y el resultado de una estructura social patriarcal.57

El sociólogo Michael Flood argumenta que la "misandria carece de la sistémica, transhistórica,


institucionalizada, y legislada antipatía de la misoginia".

Críticas al concepto

Camille Paglia, una autora proclamada "feminista disidente "que ha estado a menudo en
desacuerdo con otras feministas académicas, sostiene que existen graves fallas en la
interpretación de la misoginia inspirada en el marxismo, utilizado de forma frecuente por la
segunda ola del feminismo. Por el contrario, Paglia sostiene que una lectura atenta de los textos
históricos revela que los hombres no odian a las mujeres, sino que les temen.59

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