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PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD.
Señor Juez:
MARTIN ADRIAN CASTRO, abogado del T° 100 F° 921 del C.P.A.C.F.,
monotributista, CUIT N° 20-26359875-0, constituyendo domicilio legal en la calle
Pacheco de Melo 2780, piso 5º “A”, de esta Ciudad de Buenos Aires (Zona 172 Tel:
4805-0260/156-270-5083, gyc.estudiojuridico@gmail.com), a V.S. me presento y
digo:
I.- PERSONERIA.
Que como lo acredito con el poder especial judicial que adjunto, actúo en
nombre y representación de MARIA EVA JUNCOS, argentina, nacido el 17 de
octubre de 1973, titular del D.N.I. N° 23.462.650, con domicilio real en la calle Pje.
Apóstoles nro. 1136, Rosario, Provincia de Santa Fé; en cuyo carácter solicito se me
tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio procesal indicado. Poder
que declaro se encuentra vigente y siguiendo expresas instrucciones de mi mandante
paso a desempeñar.
II.- OBJETO
Que vengo por la presente a interponer acción de amparo en los términos del
art. 14 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, contra el GOBIERNO DE
LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, con domicilio en la calle Uruguay 458 de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La acción se inicia en los términos del art. 14 de la Constitución de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y la Ley 2145 y en mérito a las consideraciones de hecho
y de derecho que seguidamente expondré, con el propósito de que V.S. tenga a bien
dictar la inconstitucionalidad de los arts. 1 incisos c) y d) y 2 de la ley 5627.
Declare la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la ley señalada restringe y/o
altera con absoluta arbitrariedad, derechos y garantías reconocidos por la Constitución
Nacional y de la Ciudad; en particular los artículos 14, 14 bis, 16, 17, 18, 28 y 31 de la
Constitución Nacional conforme las argumentaciones que seguidamente expondré.
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1) Que la norma atacada restringe y/o altera con absoluta arbitrariedad
manifiesta, derechos y garantías reconocidos por la Constitución Nacional y de la
Ciudad; en particular los artículos 14, 14 bis, 16, 17, 18, 28 y 31 de la Constitución
Nacional, lesionando los derechos de ejercer industria lícita, de trabajar, libertad de
contratar, igualdad, etc, con arbitrariedad, incongruencia e irrazonabilidad manifiesta,
conculcando derechos y garantias reconocidos por la Constitución Nacional.
IV.- ANTECEDENTES.
De la documentación acompañada, mi mandante (María Eva Juncos), es titular
de una aplicación móvil denominada “She Taxi”, que nace a raíz de una necesidad
planteada por pasajeras y taxistas mujeres, a lo largo de la experiencia como taxista de
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mi poderdante. She Taxi es un desarrollo híbrido y está disponible para iOS y Android;
y que funciona en la ciudad de Rosario desde diciembre del 2016 y en la ciudad de
Córdoba desde el 28 de junio 2017.
Dentro de las características únicas en el mercado es que no utiliza papel para
sus publicidades en la vía pública como medida para respetar el medio ambiente; en
clara congruencia con las políticas públicas del gobierno de la ciudad de Buenos Aires
de sustentabilidad ambiental.
Una de sus principales características y distinción en el mercado de
aplicaciones móviles es que todas sus conductoras son mujeres; brindando una
opción al pasajero usuario de la aplicación que libremente puede ejercer el derecho a
elegir que el conductor del rodado sea mujer.
También, es una app gratuita tanto para usuarios pasajeras/os como para
usuarias conductoras taxistas.
Estas últimas “She taxi” valida únicamente a taxis habilitados bajo las
normas de cada municipio, y en el caso de la Ciudad de Buenos Aires es a través
de los registros públicos que el Gobierno de la Ciudad posee por su poder de
policía sobre el servicio público de transporte de pasajeros. (ver
http://www.buenosaires.gob.ar/taxis/consulta-el-listado-de-taxis-habilitados).
Como se informó precedentemente, la aplicación es utilizada en las ciudades de
Rosario y Córdoba, con un total de pasajeros registrados de 10.717 (5182 en Rosario y
2456 en Córdoba). La cantidad de taxistas registradas en la ciudad de Rosario es de 46
activas sobre un total de 66 registradas. Mientras que en la Ciudad de Córdoba la
cantidad de taxistas registradas es de 43 activas sobre un total de 45 registradas.
Las solicitudes de viajes da un saldo de 2399 en Córdoba (promedio semanal
218) y de 8755 en Rosario (promedio semanal 292).
Por último cabe destacar que el promedio de calificación del servicio es de 4.44,
siendo que se califica con cinco estrellas como máximo.
La aplicación fue diseñada teniendo en cuenta las características de esta
actividad, haciendo hincapié en una herramienta ágil y segura para ambas partes, por
ejemplo y a diferencia de otras aplicaciones para que una usuaria/o pueda registrarse
solo necesita un correo electrónico, pues fueron las pasajeras mujeres las que
manifestaron no estar de acuerdo con ingresar sus números de teléfono dejando como
justificación el hecho de haber tenido situaciones incómodas al recibir mensajes
privados por parte de ciertos conductores.
Primera y única app para el servicio de taxis que tiene audios. Esta herramienta
está activa desde que el sistema designa una conductora a la usuaria/o que realiza la
solicitud y tiene una duración de hasta 5 minutos luego de finalizado el viaje.
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Esta herramienta tiene la misma funcionalidad mecánica que el QLP
(micrófono de la radio tradicional). También pueden enviarse MSN de texto. Esos 5
minutos extras hacen posible que la usuaria/os puedan contactarse en tiempo real con
la conductora en el caso, por ejemplo, de olvidarse algún objeto personal.
Primera y única app para el servicio de taxis que cuenta con un " Radio de
búsqueda" en el perfil de cada conductora para ser editado por cada una dependiendo
hora, lugar y circunstancias. Esto permite por ejemplo agrandar el radio de búsqueda
en horas donde la circulación es más ágil a raíz de haber menos vehículos, por ejemplo.
En el sitio web www.shetaxi.com.ar las usuarias conductoras y usuarias/os
pasajeros pueden además de registrarse dejar inquietudes, reclamos, sugerencias. Así
mismo pueden encontrar información útil para al utilización de la misma.
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La norma en cuestión es la ley 5627, que en su artículo primero dispone:
“Sustituyese el texto del artículo 12.2.5 “Solicitud del Servicio“ del Código de Tránsito
y Transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el siguiente: “El servicio
será prestado a quienes lo requieran: a) En la vía pública cuando el vehículo se
encuentre circulando, debiendo los pasajeros abstenerse de solicitarlo en los lugares
establecidos en el artículo 7.1.8 del presente Código. b) En las paradas autorizadas.
c) Por vía telefónica, correo electrónico, mensaje de texto (de telefonía móvil) o
Internet a través de las Centrales de Radio - Taxi, autorizadas.
d) A través de la Aplicación Oficial “TAXI BA“ o el nombre que la Autoridad de
Aplicación designe. Cuando el servicio sea solicitado a través del servicio de Radio -
Taxi o la Aplicación Oficial “TAXI BA “o el nombre que la Autoridad de Aplicación
designe, el conductor está facultado a solicitar la identificación del pasajero“.”
La normativa determina expresamente que se podrá contratar un servicio de
taxi, entre otras opciones, por internet a través de radio taxis autorizadas; o la aplicación
oficial “TAXI BA”, restringiendo la posibilidad de realizarlo, por ejemplo, de
aplicaciones móviles que no dependan de las centrales de radio taxis o del Gobierno de
la Ciudad.
A su vez, el art. 2 de la ley atacada determina las prestaciones mínimas de la
app del Gobierno de la Ciudad.
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taxistas que se registran deben entregar la documentación que acredita su condición de
tal para poder ser dados de alta en el sistema.
Es requisito sine quo non para ser dado de alta como conductora en la
aplicación, la de cumplir con los requisitos habilitantes como chofer de taxi, por un
lado, y que el vehículo utilizado para brindar el servicio de traslado se encuentre
habilitado como tal, respetando la normativa que en el caso de la Ciudad de Buenos
Aires se encuentra regulado por el “Título Décimo Segundo del Servicio de Transporte
Público de Pasajeros en Automóviles de Alquiler con Taxímetro-Taxis” del Código de
Tránsito y Transporte.
En segundo lugar, esta parte no desconoce el poder de control y policía que
la autoridad de control debe ejercer sobre el servicio público de transporte de
pasajeros de taxis. Se recuerda a V.S. que mi instituyente es taxista de profesión, se
opuso y opone a las aplicaciones que quieren precarizar el servicio de transporte de
pasajeros en general y el de taxis en particular como las muy populares y conocidas
como “Uber” o “Cabify”; pero esto no significa que se restrinja arbitrariamente por ley
al derecho constitucional de ejercer industria lícita, trabajar, de igualdad, de propiedad,
cuando la aplicación “She Taxi” no estimula la violación a que el conductor y el
vehículo estén debidamente habilitados.
Nótese que en la práctica la ley dispone una restricción a que aplicaciones
móviles que no dependan de centrales de radio taxis puedan brindar el servicio
GRATUITO en la Ciudad. Las centrales de radio taxis perciben una doble tarifa y/o
comisión por contratar el servicio a través de la aplicación; dado que cobran tanto al
pasajero como al conductor un canon y/o comisión y/o como se designe por contratar
el servicio a través de la aplicación que las centrales de radio taxis brindan.
Esta parte hace suyos los fundamentos vertidos por la Dra. Gabriela Seijas,
Jueza de la Sala III de la Cámara de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo
y Tributario de la Ciudad en los autos citados por esta parte en el punto VII del presente
escrito, dado que de manera brillante realiza un análisis de cómo el organismo público
de contralor amparándose en una normativa retrógrada e inconstitucional impide el
avance de las tecnologías al servicio del bienestar público de manera irrazonable,
arbitraria e incongruente; al decir que: “La sanción administrativa cuestionada parte
de encuadrar el desarrollo de aplicaciones para celulares dentro del régimen del
servicio público de alquiler de taxímetros, en particular, lo referido a la regulación de
las empresas de Radio Taxi, trasladando un régimen sancionatorio extraño a partir de
unas exigencias que prima facie no han sido establecidas para esta clase de
innovaciones. En efecto, exigirle a una empresa que provee aplicaciones para
celulares que cuente con determinada sede comercial, y que utilice determinada vía de
comunicación demuestra cierta indiferencia a la hora de entender la actividad que la
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actora dice desarrollar. Si un programa instalado en un teléfono permite a una persona
saber si hay un taxi cerca, y luego le permite convocarlo y facilitarle sus datos de
ubicación, lo que la aplicación permite es la comunicación entre el usuario y el
conductor que circula en sus proximidades. El artículo 12.2.5 de la ley 3622 prevé que
el servicio de taxi será prestado por quienes lo requieran en la vía pública cuando el
vehículo se encuentre circulando. No advierto cuál podría ser el impedimento legal
para que ese requerimiento en la vía pública fuera facilitado por nuevas tecnologías.
Resulta conveniente disipar falsos temores que puedan esgrimirse frente a la
utilización de herramientas que, con carácter general, mejoran la vida en las ciudades.
Más aun usando como excusa al usuario, a quien finalmente se lo priva de tecnologías
que facilitan su movilidad.”
Como es lógico, la facultad que posee la autoridad de contralor del servicio de
taxis debe ser ejercida con razonabilidad, teniendo en consideración las posibilidades
de cumplimiento de aquellos a los que se constituye en agentes de información y/o
servicio, y sin afectar derechos de aquellos a quienes se inviste con la calidad de tales.
El control de policía que debe ejercer el organismo de control del servicio
público de taxis no debe vulnerar derechos y garantías de aquellos a quienes el Estado
está llamado a gobernar, y de cuya confianza en las Instituciones y políticas de gobierno
y/o estado depende para no ser violatorias de los derechos de propiedad y contrarias a
los principios de legalidad y razonabilidad, por lo que solicito a V.S. declare su
inconstitucionalidad.
De acuerdo a lo expuesto en este escrito, el régimen establecido por la ley 5627
afecta indebidamente al derecho de ejercer industria lícita y de trabajar, reconocido por
el artículo 14 de la Constitución Nacional, ya que impide arbitrariamente y de manera
irrazonable por un lado la utilización a los licenciatarios, mandatarios y choferes de
taxis de una aplicación gratuita de gran éxito en otras ciudades importantes del país
SIN COSTO, y por otro lado, afecta el ejercicio de ejercer la industria lícita a mi
mandante; con la posibilidad ser sancionados con fuertes multas que no quedan lugar
a dudas es contrario al orden público. La norma es contraria al principio del artículo 14
de la Constitución Nacional, según el cual todos los habitantes de la Nación gozan del
derecho “de trabajar y ejercer toda industria lícita”
Si tenemos presente que cualquier usuario del servicio puede a mano
alzada contratar el servicio de taxi en la vía pública, ¿con que razón se impide
desde una norma sancionada por la legislatura a que un usuario no pueda
contratar el servicio desde una aplicación móvil?.
La respuesta claramente esta en la arena de la política y no desde lo jurídico
dado que es de público conocimiento que las empresas de radio taxis ejercen presión
para evitar lo que la ciencia, la tecnología o innovación permiten cambiar para mejora
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de la calidad de vida de la población (ver https://www.clarin.com/empresas-y-
negocios/crece-guerra-radiotaxis-pedir-autos_0_HkRlvCOwXg.html).
Se reitera que esta parte patentó y es titular de una aplicación móvil, a través de
un organismo público nacional que ejerce dicha facultad (INPI); pero que se ve
cercenado su alcance sólo en el ámbito de la Capital Federal por la presión pública de
empresas que no quieren competir libremente, siendo contrarios a los principios y
garantías del espíritu liberal en la más amplia de las acepciones.
La función de las centrales de taxis no es la regla, dado que se permiten
otras formas de contratar el servicio de taxis. Mantener la vigencia de la
normativa es lo mismo que hace 100 años se hubiese impedido el desarrollo del
auto por el caballo; o más adelante el del colectivo por el taxi. Hay que
desarrollarse y avanzar; no perpetuar negocios para unos pocos como
históricamente se permitió en nuestro país.
La norma atacada también afecta indebidamente al derecho de propiedad
reconocido por el artículo 17 de la Constitución Nacional, dado que impide el goce
efectivo de la aplicación móvil que se encuentra autorizada por normas nacionales a
través del INTI (ver documental acompañada).
También afectan a la garantía de defensa del artículo 18 de la Carta Magna, al
hacer pasibles de graves sanciones en caso de “incumplimiento” de lo dispuesto en el
art. 1 de la ley 5627 cuando, como se señaló, el control de policía no puede ser delegado
al sector privado.
Afectan del mismo modo a la garantía innominada de razonabilidad de los actos
públicos, en virtud del cual la autoridad de control está obligada a cumplir con su
control de policía y no siendo dable admitir su delegación a entes privados.
Esto significa, que la documentación presentada por un mandatario,
licenciatario o chofer; ya sea a una central de radio taxi o subida a la aplicación móvil,
jamás puede ser considerada como presentada a un organismo público de control; esto
significaría delegar funciones de contralor que están prohibidas y que no eximen de la
responsabilidad al organismo público de control.
Esta garantía innominada de razonabilidad actúa como límite al accionar de la
administración pública prohibiendo que al amparo del deber de colaboración a cargo
del administrado, se le efectúen requerimientos excesivos, exorbitantes o
desmesurados.
La normativa atacada también afecta al principio constitucional de igualdad, ya
que arbitrariamente impone a una porción de los habitantes obligaciones desmesuradas
cuyo incumplimiento puede llevarles a sufrir serios castigos.
Mas allá de cuál sea la interpretación que de las mismas se haga, resultan ser
discriminatorias, atento que no existe igualdad de trato entre titulares de aplicaciones
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móviles registradas en el INPI, estableciéndose irrazonables y caprichosas diferencias,
dado que mi instituyente posee una aplicación móvil que no viola la normativa de orden
público en cuanto a la habilitación del chofer y vehículo del usuario conductor deben
poseer.
La imposición incongruente y arbitraria del impedimento establecido, carece de
todo sustento lógico. En igualdad de hechos y circunstancias, “She taxi” es una
alternativa más a la hora de que un pasajero de taxi contrate el servicio. Inclusive
gracias a las características de la aplicación, se brinda un servicio adicional de forma
gratuita al pasajero que deriva en mayor seguridad; por lo que una normativa de tal
entidad menoscaba palmariamente el derecho de igualdad consagrado en el artículo 16
de nuestra Carta Magna.
Cuando el Estado, amparado en las facultades excepcionales de imponer
restricciones al ejercicio normal de los derechos patrimoniales, se excede y de ésta
manera avasalla flagrantemente las relaciones jurídicas entre particulares que no alteran
el orden público, evapora el derecho pleno adquirido de dichos particulares y de la
sociedad en su conjunto.
Los hechos jurídicos, fuente de derechos, como que son la causa eficiente del
nacimiento de éstos, se han consumado en la forma prevista en la ley desde su inicio y
debe considerarse que han producido su efecto específico, dejando de ser una simple
expectativa.
“Cuando bajo la vigencia de una ley el particular ha cumplido todos los actos
y condiciones sustanciales y los requisitos formales previstos en ella para ser titular
de un determinado derecho, debe considerarse que hay derecho adquirido, porque la
situación jurídica general creada por esa ley se transforma en una situación concreta
e individual en cabeza del sujeto que, como tal, se hace inalterable y no puede ser
suprimida por ley posterior sin agravio del derecho de propiedad consagrado por el
art. 17 de la Constitución Nacional.” (Cassin, J.H. y otros c/ Poder Ejecutivo de la
Provincia de Santa Cruz. Corte Suprema 317:1462 – 31/10/1994)
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contención: el de identificar atribuciones legítimas en orden a lo reglado, con excesos
de poder. Poco a poco la autoridad se acostumbra a incurrir en extralimitaciones, y lo
que en sus comienzos se trata de justificar con referencia a situaciones excepcionales
o con la invocación de necesidades generales de primera magnitud, se transforma, en
mayor o menor tiempo, en las condiciones normales del ejercicio del poder” (C.S.J.N.,
Fallos, 247:121; LL, 100-45; J.A., 1960-V-405 – Dictamen del Procurador General).
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X. B.- DERECHO DE PROPIEDAD
El concepto genérico de propiedad constitucional, que engloba todas sus formas
posibles, ha sido acuñado por la jurisprudencia de la Corte Suprema al señalar que el
término propiedad utilizado por la Constitución comprende todos los intereses
apreciables que el hombre puede poseer fuera de sí mismo, de su vida y de su libertad,
con lo que todos los bienes susceptibles de valor económico o apreciables en dinero
alcanzan nivel de derechos patrimoniales rotulados unitariamente como derecho
constitucional de propiedad (conf. Bidart Campos, Germán, Manual de la Constitución
Argentina, Tomo II, pág. 118, Ediar, Argentina, 1997).
Esta concepción del derecho de propiedad se ha reiterado en forma indirecta en
el inciso 19 del artículo 75, que dispone que el Congreso de la Nación debe proveer lo
conducente al progreso económico con justicia social, por lo cual se indica la necesidad
de correlación entre ambos preceptos tendiente a lograr el bienestar general.
El artículo 17 de la Constitución Nacional establece el carácter de inviolable,
no sólo del derecho de propiedad, sino de todos los derechos individuales, en la
interpretación que tanto la doctrina como la jurisprudencia han hecho del principio. Ni
el Estado ni los particulares pueden privar a una persona, sea ésta física o jurídica, de
tales derechos arbitrariamente o restringirlos más allá de lo razonable, de forma tal que,
en los hechos, signifique una anulación o alteración del derecho en cuestión.
Como se dijo anteriormente, la normativa atacada también afecta
indebidamente al derecho de propiedad reconocido por el artículo 17 de la Constitución
Nacional, respecto a quien detenta la titularidad de la aplicación móvil; como también
de los mandatarios, licenciatarios, choferes y pasajeros atento que de ser aceptada tal
normativa deberán seguir abonando un costo por un servicio de contratación que, por
ejemplo, “She Taxi” es sin costo.
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Ejercer el derecho en un Estado de Seguridad Jurídica, supone conservar intacta
la facultad de acceder a todos los instrumentos legales reconocidos, a un proceso
judicial válido, completo, que permita el ejercicio eficaz de las pretensiones deducidas
en tiempo útil.
“Cuando la administración de justicia fracasa, la regularidad del Derecho es
desplazada por la irregularidad caprichosa de la arbitrariedad y, por lo tanto, se
afirma la irracionalidad, se consagra la imprevisibilidad y se arruina la
confianza….El Derecho, en cuanto representa en medio para la realización de valores
en la persona individual, sólo puede llevarse a cabo donde existe seguridad jurídica.
Porque, dicho con el expresivo estilo del jusfilósofo Luis Recasens Siches, 'sin
seguridad jurídica no hay Derecho, ni bueno, ni malo, ni de ninguna clase' ”. (Alterini,
Atilio Anibal, ob.cit.)
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X.- SOLICITA COMO MEDIDA CAUTELAR:
Por las razones expuestas, se solicita a V.S. ordene a la autoridad de control del
cumplimiento del servicio público de taxis de la Ciudad la suspensión de la aplicación
del art. 1 incisos C y D de la ley 5627 y se abstenga aplique algún tipo de acto
administrativo y/o sanción respecto de la titular de la aplicación móvil “She Taxi” a
nombre de la señora Maria Eva Juncos; como así también respecto de usuarios
pasajeros y/o usuarios conductoras taxistas registradas en la aplicación descripta.
Este pedido se funda en el peligro que implica que durante el transcurso de
tiempo que demande la resolución definitiva del presente, los legítimos derechos
constitucionales del amparista y que dan base a esta acción y de terceros, resulten
burlados por la aplicación de las normas que por la demanda promovida se impugnan.
Se reclama la urgente tutela de esos derechos constitucionales afectados, atento
el alto grado de verosimilitud en el derecho invocado y la existencia de un irreparable
perjuicio en ciernes.
La nota característica de la cautela solicitada es la provisoriedad, la cual
subsistirá hasta el momento del dictado de una sentencia sobre el mérito que confirme
o ratifique lo que se haya avanzado desde la perspectiva precautoria.
Son reconocidas las presunciones de ejecutoriedad y legitimidad del acto
administrativo, sin embargo, “(l) a supervivencia de la ejecución forzosa del acto
administrativo – como regla general – difícilmente pueda convivir mucho tiempo más
con el principio de “tutela judicial efectiva”, el cual excluye la posibilidad de ejecutar
coactivamente el acto impugnado antes de su juzgamiento por el poder judicial” (Juan
Carlos Cassagne, Efectos de la Interposición de los Recursos y la Suspensión de los
Actos Administrativos, E.D. 153,995.).
Asimismo, esta presunción de legitimidad del acto administrativo, no significa
que éste sea válido, sino que simplemente se presume que ha sido emitido conforme al
ordenamiento jurídico. “Indiscutiblemente es una presunción legal relativa,
provisional, transitoria, calificada como presunción iuris tantum, que puede desvirtuar
el interesado demostrando que el acto controvierte el orden jurídico. Tal presunción
no es un valor consagrado, absoluto, iure et de iure, sino un “juicio hipotético”, que
puede invertirse acreditando que el acto tiene ilegitimidad” (Tomás Hutchinson,
Régimen de Procedimientos Administrativos, Ed. Astrea. 5°ed. ).
Tal presunción no exime al juez de valorar los elementos aportados por la parte
que solicita la medida cautelar, a fin de determinar si la verosimilitud del derecho
invocada desplaza a la presunción señalada. La Corte Suprema ha invalidado
pronunciamientos que denegaron medidas cautelares cuando esa presunción ha sido
empleada como una mera afirmación dogmática, omitiendo el más elemental análisis
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de las cuestiones esenciales con respecto a la pretensión cautelar y sin correlato con las
constancias de la causa.
Con respecto a la viabilidad de la medida cautelar solicitada, la doctrina
nacional recomienda la mayor flexibilidad en su otorgamiento para que éstas cumplan
sus fines en forma satisfactoria, sin ocasionar perjuicios que pueden evitarse.
La medida que se requiere importa un verdadero anticipo de la garantía
jurisdiccional que se otorga con el objeto de impedir que el derecho cuyo
reconocimiento se pretende obtener, pierda virtualidad durante el plazo que transcurra
entre la articulación del proceso y el pronunciamiento definitivo.
Así la doctrina nacional viene sosteniendo que: “…se ha abierto camino una
tendencia amplia y flexible, que ha terminado por prevalecer, porque tanto o más que
al interés privado del solicitante, interesa al orden público que la justicia no fracase
por la inevitable lentitud de su actuación, motivo por el cual se viene resolviendo que
es preferible un exceso en acordarlas que la parquedad en desestimarlas, ya que con
ello se satisface el ideal de brindar seguridades para la hipótesis de triunfo” (Morello,
Passi Lanza, Sosa, Berizonce, Códigos procesales, ed. 1971, v.III.).
En el caso aquí planteado concurren los presupuestos que ameritan la medida
cautelar solicitada, a saber: verosimilitud en el derecho, peligro en la demora y la
exigencia de contracautela.
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B.- PELIGRO EN LA DEMORA
Sólo ordenando la suspensión de la aplicación de la norma impugnada es
posible mantener la verosimilitud del derecho planteado por el suscripto, toda vez que,
el interés jurídico que fundamenta el otorgamiento de la medida cautelar solicitada
encuentra su justificación legítima en el peligro que implica que la duración del proceso
convierta en ilusorios los derechos reclamados.
Acerca de este requisito la Corte ha establecido que “el examen de la
concurrencia del recaudo aludido pide una apreciación atenta de la realidad
comprometida con el objeto de establecer cabalmente si las secuelas que lleguen a
producir los hechos que se pretenden evitar pueden restar eficacia al reconocimiento
del derecho en juego, operado por una posterior sentencia” (CS, julio 11-996, 'Milano,
Daniel R. c. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social').
En definitiva, la aplicación de las normas cuya suspensión se persigue,
generaría consecuencias indudablemente graves para esta parte y atentatorias de la
seguridad jurídica, principio de indiscutible valor que se solicita que a través del
otorgamiento de esta medida cautelar, V.S. ampare.
C.- CONTRACAUTELA
Ofrezco como contracautela la caución juratoria, en los términos y con el alcance
previsto por el art. 199 del C.P.C.C.N.
XII.- PRUEBA:
A.- Documental:
* Copia de Poder Especial judicial.
* Copia de titularidad dominial de aplicación móvil “She Taxi”.
B.- Informativa: para el supuesto e hipotético caso de que se niegue la autenticidad de
la documental acompañada, solicito se libre oficio para que informe acerca del
contenido y autenticidad de la misma.
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XIII.- AUTORIZA:
Solicito se autorice a los Dres. Viviana Emilce Palacio y/o Melisa Andrea
Lachner y/o a los Sres. Susana Meuwissen y/o María Fernanda Albarracin quienes
estos designen, a examinar el expediente, retirar copias, diligenciar cédulas, oficios,
etc., en definitiva a realizar todas las actuaciones necesarias para el mejor desarrollo de
la presente causa.
XIV.- PETITORIO:
Por todo lo expuesto, solicito a V.S.:
A.- Me tenga por presentado, por parte en el carácter invocado y por constituido
el domicilio procesal indicado.
B.- Se tenga presenta la prueba ofrecida.
C.- Se haga lugar a la medida cautelar solicitada.
D.- Se tenga por planteado el caso federal.
E.- Se tengan presentes las autorizaciones conferidas.
F.- Oportunamente se dicte sentencia receptando favorablemente lo aquí
peticionado, y se declare la inconstitucionalidad de los artículos 1 incisos c y d y 2 de
la ley 5627.
Proveer de conformidad,
ES JUSTICIA
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