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1.

- DEFINIR PSICOPATOLOGÍA Y RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS

La psicopatología se define como el conjunto ordenado de conocimientos relaticos a las anormalidades


de la vida mental en todos sus aspectos, inclusive sus causas y consecuencias, así como los métodos
empleados con el correspondiente propósito, su fin último no es el cuidado del individuo anormal o
enfermo, sino el conocimiento de su experiencia y de su conducta, como hechos y relaciones
susceptibles de ser formulados en conceptos y principios generales.

A esta definición germinal, debida a Honorio Delgado, es mantener añadir la contribución multiforme
de diversas fuentes de información, el esfuerzo clasificador y la orientación que podríamos llamar pre
diagnostica, aludida, líneas arriba y resultado, todas ellas, del desarrollo moderno de esta disciplina.
Paralelamente una adecuada exploración psicopatológica se beneficiará enormemente de la visión
enriquecedora de muchas otras disciplinas: desde las ciencias sociales, como la antropología y la
sociología, hasta las llamadas ciencias básicas, como la fisiología y la farmacología.

2.- DEFINICIÓN DE ANORMALIDAD MENTAL


Unos investigadores manifiestan que la conducta anormal es una disfunción psicológica que se refiere
a una interrupción del funcionamiento cognoscitivo, emocional y conductual.
Barlow & Durand (2001:02) comentan que la definición de trastornos psicológicos, o conducta
anormal, " es la disfunción psicológica de un individuo asociada con la angustia o con impedimentos
en el funcionamiento y con una respuesta que no es característica o no se espera culturalmente" .
" La conducta anormal es aquella que viola las normas sociales y constituye una amenaza o produce
ansiedad en quienes la observan" (Davison, 2002:31). Se considera que algo es anormal porque
sucede de manera poco frecuente: se desvía de la norma; la conducta de una persona es anormal si
viola normas sociales (Barlow & Durand, 2001:04). Sue, Sue & Sue (1994:06) de acuerdo están, ya
que ellos refieren que la anormalidad es definida en términos de " aquellas conductas que ocurren
con menor frecuencia”. Así mismo se entiende por conducta anormal a " aquella que se aparta de
alguna norma y que perjudica al individuo afectado o a los demás" (Sue, Sue & Sue, 1994:12).
3.- TÉCNICAS Y METODOS DE EXPLORACIÓN

Los métodos utilizados por la psicopatología cubren un amplio espectro. Descripción, observación y,
aunque en grado limitado, experimentación, corresponden al bagaje general, común a toda ciencia.
Se consideran como métodos especiales, por lo tanto, más propios del quehacer del psicopatologo, la
introspección, la extrospeccion, la explicación (psicológica o fisiopsicologica) y la comparación.

En el contexto moderno, la mensuración de varios fenómenos psicopatológicos ha sido posible gracias


al desarrollo de escalas, cuestionarios e inventarios que identifican síntomas, signos y aun síndromes,
permitiendo una apreciación mejor calibrada del peso clínico de cada hallazgo.

4.- LA ENTREVISTA PSIQUIATRICA.

La entrevista es el principal instrumento utilizado por el psiquiatra para conocer al paciente y la


naturaleza de su problema, la comprensión de la salud y la enfermedad del paciente procede
principalmente de la narración que este hace de su vida anterior, sus actitudes y emociones y el
desarrollo de sus síntomas.

TECNICA.

El paciente acude al psiquiatra en busca de la ayuda de un experto. Puede tener una actitud
relativamente realista o bien puede anhelar un tipo de asesoramiento paterno y esperar una ayuda
mágica de psiquiatra. El psiquiatra puede reforzar esta ilusión de magia utilizando un tipo de enfoque
sugestivo o bien puede disipar estas creencias por medio de un análisis del problema. Cuando el
paciente muestra una marcada inhibición, el examinador debe aspirar a hacerle sentir más cómodo
y que hable libremente. Si el paciente tiene preguntas, estas deben ser contestadas con franqueza.
Las explicaciones deben ser ofrecidas en consonancia con la capacidad de comprensión del paciente.
Si un paciente no quiere hablarle al psiquiatra, es aconsejable interrumpir la entrevista y reanudar
el contacto en un momento posterior. También pueden programarse entrevistas más largas para otro
momento, sobre todo si no es posible ver al paciente con frecuencia. La fatiga y la productividad
limitada indican que hay que acortar la entrevista.

 Técnicas de pregunta.
 Toma de notas y grabación
 Actitudes del psiquiatra

ENTREVISTA INICIAL

Como los pacientes suelen estar ansiosos y pueden tener dificultades para hablar, el medio en que
se desarrolla la entrevista debe ser un sitio tranquilo, privado y libre de interrupciones. Hay que
disponer de una silla confortable para el paciente. El psiquiatra debe presentarse a sí mismo e invitar
al paciente a sentarse.
Una actitud cortés, interesada, respetuosa, considerada y tolerante por parte del psiquiatra ayuda a
tranquilizar al paciente.
El psiquiatra debe evitar la apariencia de tener prisa, pues una actitud así inhibe al paciente. Una
actitud seca, rígida y fría y las muestras de ansiedad, cólera o indiferencia alienan al paciente. El
psiquiatra puede desarrollar empatía intentando ponerse conscientemente en el lugar del paciente.
El preguntar al paciente cuáles son los principales problemas que le lean traído a la consulta privada
o de hospital suele ser la mejor forma de empezar la Entrevista. Puede animarse entonces al paciente
a narrar la historia de su enfermedad actual en sus propias palabras.
La conversación debe ser simplemente guiada y no dirigida a la manera de un fiscal. Las explicaciones
simples, la prestación de seguridad y los elogios pueden ser utilizados para obtener información
cuando el paciente necesita aliviar su ansiedad. El uso de un lenguaje sencillo, en vez de términos
técnicos ayuda a superar las barreras comunicativas. El psiquiatra debe evitar la actitud moralizante,
prejuiciosa, dictatorial o punitiva.
El paciente suele ser más frecuentemente capaz de hablar sobre sí mismo durante la primera
entrevista que en las posteriores, una vez que ya ha movilizado defensas y resistencias. La atención
tranquila por parte del médico disminuye el desarrollo de la ansiedad, que produce bloqueos y
silencios. Cuando el paciente deja de hablar, el psiquiatra debe formular una o dos preguntas; los
silencios prolongados suelen ser
desalentadores. Al formular preguntas, el psiquiatra debe repetir las frases del paciente tanto como
sea posible, para minimizar las distorsiones.
Cuando el significado no está claro para el psiquiatra, está indicada una prudente interrogación. Los
temas íntimos pueden ser introducidos formulando preguntas con menos carga emocional, como las
relativas al desarrollo físico. Si el paciente se altera anormalmente, hay que dejar el tema,
posponiéndolo para una posterior entrevista. Cuando el paciente recarga la exposición de un tema,
el psiquiatra debe propiciar el cambio de tema.
La discusión de los problemas presentados le da al psiquiatra la oportunidad de preguntar si
anteriormente ha tenido problemas similares. Este enfoque le puede dar una idea de los orígenes del
problema. En el primer contacto con el paciente, empero, deben evitarse las interpretaciones. Es
mejor dejar que el paciente saque sus propias conclusiones. El psiquiatra debe evitar también señalar
las incongruencias hasta entrevistas posteriores, una vez que se haya establecido una relación más
estrecha
Hacia el final de la entrevista, el psiquiatra puede avisar al paciente que sólo dispone de unos
minutos. Esta afirmación debe formularse durante una pausa, en vez de inyectarla en medio de una
discusión que parece muy significativa para el paciente. El psiquiatra puede pedir entonces al
paciente que formule preguntas el mismo o que mencione algo más que considera especialmente
significativo.
TIPOS ESPECIALES DE ENTREVISTA

Entrevista no directiva

Este método subraya parte del entrevistador. Cuando hay pausas, el entrevistador repite las últimas
palabras del paciente. Sin embargo, un no directivismo extremo hace que el paciente se sienta
abandonado y puede crear una considerable ansiedad. Sólo un limitado número de pacientes bien
orientados e inteligentes parecen ser idóneos una mínima para un enfoque estrictamente no directivo

Entrevista de consulta

El psiquiatra de consulta debe discutir los problemas del paciente con el médico que le ha remitido.
El consultante debe conservar la relación del paciente con el médico, utilizar una gran discreción en
sus respuestas a las preguntas del paciente y colaborar en la realización del tratamiento médico o
quirúrgico. El psiquiatra debe discutir sus hallazgos con el médico
que remite al paciente.

Entrevista de estrés

Ciertos pacientes se muestran monótamente repetitivos o tienen una insuficiente emotividad para ser
motivados.

Entrevista con uso de fármacos

El uso de fármacos tiene valor en las entrevistas con algunos pacientes que tienen problemas para
expresarse libremente. El amital sódico ha mostrado ser el fármaco más útil en este sentido, los
fármacos también tienen valor para ayudar a distinguir entre enfermedades psicógenas y
enfermedades determinadas estructuralmente.

Entrevista con hipnosis

La hipnosis puede tener valor para ciertos pacientes que son incapaces de expresar sus conflictos
con facilidad. Durante la hipnosis, hay que alentar (no forzar agresivamente) al paciente a que hable
libremente sobre sus conflictos o recuerdos más importantes, cosas
que puede haber olvidado o que encuentra difícil describir por los sentimientos de cólera. ansiedad o
vergüenza que suscitan en él.

Entrevista con un paciente ansioso

Hay que prestar atención a cuáles son las ideas y tensiones ambientales que precipitan o incrementan
la ansiedad. Cuando las tensiones no son manifiestas, ser precisa una larga investigación para
dilucidar las fuentes de la emoción. La asociación libre, el análisis de los sueños, el hipnoanálisis y
narcoanálisis pueden producir pistas significativas.

Entrevista con un paciente que muestra sintomas psicofisiológicas

El estudio de las correlaciones entre los estreses, los sentimientos resultantes y los síntomas
corporales conduce a la comprensión de los mecanismos. Es útil contar con la ayuda del paciente en
calidad de colaborador.
Entrevista con un paciente deprimido

Los pacientes deprimidos tienen bajo umbral de atención y deben tener entrevistas relativamente
curtas. Su tendencia a repetirse de forma destructiva y auto despreciativa puede precisar la
interrupción activa del psiquiatra. Hay que investigar la posibilidad de
preocupaciones suicidas. Muchos pacientes se sienten aliviados al ser capaces de hablar con una
persona de confianza sobre estas ideas.

Entrevista con el paciente delirante

El psiquiatra debe mostrar interés, comprensión y receptividad, pero, como debe representar para el
paciente una persona muy realista, no debe asentir a los delirios de éste. No debe ni asentir a lo que
dice ni contradecirle. Por el contrario, debe intentar averiguar más sobre la naturaleza de las ideas
delirantes.
Entrevista con el paciente retraído

Si un paciente está absorto en su mundo de fantasía interior y no es capaz de hablar


espontáneamente sobre sus sentimientos, el psiquiatra debe interrogarle activamente. Debe prestar
mucha atención a las reacciones verbales y no verbales del paciente y cambiar de tema cuando se
constate una dificultad para discutir ciertas áreas conflictivas.

Entrevista con el paciente maniaco

No es posible establecer una buena comunicación con el paciente muy excitado. El examinador debe
mantener una actitud tranquila y receptiva y observar detenidamente el contenido ideativo. Los
pacientes hiperlocuaces y alterados proporcionan valiosa información sobre los conflictos
subyacentes que probablemente no revelarán cuando hayan recuperado el control de sí mismos. En
ocasiones, sobre todo cuando el paciente es tratado con tolerancia y comprensión, en el estado de
excitación puede revelarse
subyacente.
BIBLIOGRAFIA
 Daniel J. Carlat. La entrevista psiquiátrica y el examen mental. 4 Ed. Barcelona España.
Wolters Kluwer. 2016. Pág.: 26-46.
 Vallejo Ruiloba J. Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. 7 Ed. Barcelona España.
Elsevier. 2011. Pág.: 14-26.
 Alarcón, R. D. Identidad de la psiquiatría latinoamericana. Voces y exploraciones en torno a
una ciencia solidaria. México 1990. Pág.: 139-140.

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