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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA

IMPUNIDAD “

UNIVERSIDAD PARTICULAR SAN PEDRO – FILIAL HUACHO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

PSICOLOGIA

“TRASTORNO DEL LENGUAJE Y HABLA TEL”

Integrantes:

Bernuy Canales, Jessica Paola

Campos Dionisio, Karen

Castro Gonzales, Harold

Moran Chang, Verónica

Docente: Ps. Beatriz Silva Ángeles

Ciclo: VIII

HUACHO - PERÚ
DEDICATORIA

A todos los niños que son etiquetados


diagnosticándolos sin conocer las causas que
les origina estas alteraciones; sin consultar a
algún especialista, haciéndolos sentir
fracasados.

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INTRODUCCION

El lenguaje, es sin duda una de las funciones cognitivas más relevantes y


complejas del ser humano y aunque su estudio no es precisamente sencillo, su
importancia ha sido constatada desde los principios de la psicología y las
ciencias del comportamiento.

El lenguaje es un instrumento básico para la relación interpersonal; es un acto


de comunicación que permite intercambiar ideas y emociones. Se halla
estrechamente unido a la inteligencia y al pensamiento ya que para llegar al
lenguaje tenemos que ser capaces de imaginar y recordar, tener el símbolo de
las cosas sin que éstas estén presentes.

El desarrollo del lenguaje se constituye en una de las finalidades del sistema


educativo que se concreta y adecua en los objetivos generales del currículo
escolar; sin embargo no todos los niños y niñas desarrollan el lenguaje de la
misma forma; por lo general, el desarrollo lingüístico está íntimamente
relacionado con el desarrollo intelectual, pues el lenguaje se enriquece con la
maduración intelectual y, a su vez, es básico para dicho desarrollo, pues
constituye un medio de adquisición de conocimiento.

La problemática que se presenta en relación con los trastornos del lenguaje es


variad. Son muchos las alteraciones que pueden darse, con orígenes diversos y
distintos niveles de gravedad; sin embargo, es preciso reconocer que la actividad
del lenguaje supone la recepción de señales ópticas y sonoras, el análisis de las
señales que están sometidas a las leyes generales de la actividad nerviosa
superior; la producción de los sonidos articulados estrechamente relacionado
con las estructuras foniátricas motoras (laringe, lengua, labios,..), que intervienen
en el proceso de emisión de los sonidos y de las palabras; por lo tanto, los
trastornos del lenguaje, se identifican con las alteraciones, desórdenes,

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disfunciones que tienen lugar en el desarrollo de esos procesos en los que están
implicados mecanismos fisiológicos, neurológicos y de interacción con su
entorno.

El niño debe estar en condiciones óptimas desde el punto de vista neurológico,


lingüístico y psicológico para poder adquirir y desarrollar el “lenguaje” y el “habla”
con normalidad. Sin embargo, en el desarrollo de tal función se presentan, a
veces, muchos factores de los cuales imposibilitan tal desenvolvimiento normal
generando así algún tipo de trastorno del lenguaje.

En el presente trabajo se trata de exponer los trastornos del lenguaje más


frecuentes con el fin de brindar información y utilizarlo en nuestra carrera
obteniendo nuevos conocimientos.

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I. LENGUAJE
1.1. DEFINICIONES

1.1.1. Teoría de Piaget, priman lo cognitivo sobre lo lingüístico, para


el autor el lenguaje es una de las manifestaciones de la función
representativa o simbólica.

1.1.2. Teoría Conductista, Skinner considera al lenguaje como una


conducta más del sujeto que se aprende poco a poco (estimulo-
respuesta-refuerzo) y que crea un sistema de hábitos o
conductas verbales. Para los conductistas el lenguaje tiene un
papel mediador en el desarrollo del pensamiento y el dominio
del lenguaje representa el proceso final del lenguaje.

1.1.3. Teoría Generativa y Transformacional, el principal


representante es Chomsky da primacía al lenguaje y pone
énfasis en la capacidad innata y universal.

1.1.4. Teoría interaccionista y Neurolingüística, en donde destacan


Vygostki y Luria, para ellos las operaciones mentales y las
estructuras de lenguaje se desarrollan conjuntamente.

Existen distintas áreas o bases que son importantes para la elaboración del
lenguaje las cuales son:

 Bases neurológicas: Zonas de la corteza cerebral del hemisferio


izquierdo, sensoriales y motores (Wernicke y Broca).
 Bases sensoriales: Sensaciones y percepciones auditivas, visuales,
táctiles olfativas, gustativas. La audición resulta imprescindible para
captar el lenguaje del entorno y aprenderlo.
 Bases anatómicas y funcionales: Aparato respiratorio, fonatorio,
articulatorio y funcionalidad para producir el habla.
 Desarrollo cognitivo: Desarrollo de las funciones mentales básicas
implicadas en el desarrollo del lenguaje.

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 Desarrollo afectivo, emocional y social
 Influencia del medio: Que propicia la estimulación exterior y regula
los intercambios entre el niño y el adulto como forma de aprendizaje.

¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE?

Los trastornos del lenguaje configuran un grupo de patologías muy diversas en


relación con su origen, evolución y, por tanto, con diferente tratamiento y
pronóstico. Se caracterizan por un déficit en la comprensión, en la producción y
en el uso del lenguaje.

Son las dificultades totales o parciales para comunicarse eficazmente en un


entorno determinado, incidiendo en la producción y la comprensión oral o escrita
de cualquier secuencia de locuciones cuando éstas se desvían de las normas
del sistema lingüístico que caracteriza un determinado contexto.

Según la Asociación Estadounidense del Habla, el Lenguaje y la Audición define


el término trastorno del lenguaje como el deterioro o el desarrollo deficiente de
la comprensión y/o la utilización de un sistema de símbolos hablados, escritos u
otros, incluyendo la morfología la sintaxis, la semántica y la pragmática.

Existen numerosos protocolos de abordaje multidisciplinar, que incluyen a


pediatra, neuropediatra, psicólogo, logopeda y educadores, y que contribuyen a
descartar procesos intercurrentes o crónicos que influyan en el desarrollo del
lenguaje.

HISTORIA

Broca y Wernicke fueron pioneros en el estudio de los trastornos del lenguaje,


con el objetivo de localizar las áreas cerebrales específicamente relacionadas
con el lenguaje. Las primeras investigaciones revelaron que las áreas de las
funciones del lenguaje se sitúan en el hemisferio izquierdo (lateralización del
lenguaje), próximas a la unión de los lóbulos temporal, frontal y parietal. Las
lesiones en el área de Broca, situada en la circunvolución inferior del lóbulo
frontal izquierdo, provocan trastornos del lenguaje, motores y expresivos. Las
lesiones en el área de Wernicke, situada en la circunvolución superior del lóbulo

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temporal izquierdo, producen trastornos de tipo receptivo o sensorial, es decir,
que afectan a la comprensión del lenguaje.

ETIOLOGÍA

El origen de los trastornos del lenguaje puede ser variado. En general, cuándo
la causa puede localizarse en una lesión o disfunción cerebral o del sistema
nervioso, se emplea el término orgánico, y, si no es posible descubrir causas
similares a las mencionadas, se consideran trastornos funcionales (es necesario
mencionar que pueden ser causa de trastorno funcional tumores cerebrales,
lesiones obstétricas, enfermedades infecciosas del tipo meningitis, heridas
craneales, etc.).

II. DESARROLLO DEL LENGUAJE:


En el desarrollo del lenguaje podemos distinguir dos grandes etapas:
Etapa prelingüística y la Etapa lingüística

A. Etapa Prelingüística: Es la etapa en la cual el niño se prepara


adquiriendo una serie de conductas y habilidades a través del Espacio
de Relación. Es básicamente la inter relación entre el niño, el adulto, y
lo que se genera entre ellos, desde cómo se adapta e integra a los
estímulos dados por el medio. Cómo busca, cómo interactúa, cómo se
contacta, Si comparte estados afectivos, si comparte conductas con
otro por ejemplo mirar entre los dos un tercer elemento o persona
compartiendo así los significados. Todo lo anterior garantiza en el niño
la Reciprocidad fundamental en la génesis de los precursores del
lenguaje.
Conductas observadas:

A las doce semanas el niño ya es capaz de sostener su cabeza en


postura prona, el peso descansa en los codos, las manos suelen estar
abiertas y aún no existe el reflejo prensor. Llora menos que a los dos
meses, cuando se le habla y se le hacen gestos, sonríe, hace sonidos
y gorjeos llamados "arrullos" o "laleos", éstos duran aproximadamente
15 a 20 segundos. El niño detiene su actividad al aproximarse un

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sonido y parece que escuchara al hablante a quien también mira su
boca "Sonrisa social".

A los 6 meses juega con cascabeles los agita y mira fijamente,


sostiene la cabeza, se sienta con apoyo y al final de los seis meses ya
no necesita de apoyo, se inclina hacia delante y utiliza las manos para
sostenerse, puede aguantar su peso cuando se le coloca en posición
erecta, pero aún no puede mantenerse en pie, ya toma los objetos,
pero aún no utiliza correctamente el pulgar. Ocasionalmente el niño
produce un cloqueo y los laleos van cambiando por balbuceos: ni las
consonantes ni las vocales se repiten de modo fijo, esta conducta no
es por simple auto estimulación, el balbuceo se lo dirige a "otro" por
propia iniciativa."Protodeclarativos"

Ya a los diez meses el niño se mantiene de pie y se esfuerza por


mantener esta posición, da pasos laterales para sostenerse y gatea
eficazmente. Puede tomar objetos con oposición del pulgar y con las
puntas de los dedos. Ya no debería haber respiración bucal. Las
vocalizaciones las mezcla con juegos sonoros como gorjeos o
explosiones de burbujas, parece querer imitar lo sonidos. Se hace
evidente el patrón de entonación y usa gestos como mover la cabeza
para un "sí" o para un "no”. Aparece el "Señalamiento", apunta con su
dedo para mostrar, pedir, compartir, seguir, llamar la atención. Se
aprecian también los cambios de turnos, es capaz de observar y
esperar al otro y luego realizar la acción "Acción Conjunta".

B. Etapa lingüística:
Aproximadamente cerca del año de edad comienza la etapa
lingüística, es decir el niño integra el "contenido" (idea) a la "forma"
(palabra) para un objeto determinado o persona determinados.
Ya hay signos de que comprende algunas palabras y órdenes
sencillas: "muestra los ojos", "¿Dónde está la pelota?". Es capaz de
caminar cuando se le sujeta con una mano, se sienta por sí mismo en
el suelo y coge con la boca objetos cuando está parado. En esta etapa
el niño descubre un mundo nuevo debido a que tiene la posibilidad de

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desplazarse en forma independiente, explorar objetos, aumentando
sus contenidos mentales.
A los 18 meses se desarrolla completamente el tomar, prender y
soltar. Su marcha es rígida, a impulsos y precipitada, es capaz de
sentarse en una silla con poca ayuda, puede bajar las escaleras
sentado.
Ya tiene un repertorio diferido de palabras (más de tres menos de 50),
todavía hay mucho balbuceo con un intrincado patrón de entonación.
Reconoce varias partes del cuerpo y mantiene el interés dos o más
minutos frente a una lámina si se le habla sobre ella. Es capaz de
identificar dos o más objetos familiares entre un grupo de cuatro o más.
En esta etapa la comprensión progresa rápidamente y sus expresiones
son más bien del tipo "holofrase", es decir usa una palabra para
expresar un amplio contenido, la que será comprendida por quienes le
rodean, gracias al contexto y el apoyo del lenguaje gestual.
Hay uso social de objetos y el juego es más colaborativo,
observándose varias rutinas de intercambio con el adulto tales como:
pedir-entregar, abrazar, saludar etc. También los roles son más
variados, adopta el rol de "hablante", de "oyente", de "ejecutante", de
"observador".
A los 24 meses puede correr, pero se cae en giros súbitos, sube y baja
escaleras adelantando sólo un pie. En esta etapa ya debería haber un
control de esfínter diurno no sucede así aún con el nocturno. Se debe
eliminar la succión del chupete.
El niño entra en la etapa sintáctica, es decir, comienza a unir palabras
a formar "frases". Manejan un vocabulario de aproximadamente 50
palabras: referentes a las cosas que lo rodean, nombre de familiares,
comidas habituales, juguetes favoritos, cosas que se mueven y que
cambian de lugar. Comienza a manejar las acciones y algunas
palabras que indican lugar.
Demuestra que comprende verbos tales como ¡Ven!, ¡Siéntate!,
¡Párate! Sigue una serie de dos a tres órdenes consecutivas simples,
por Ej.: "¡Ven y dame tu autito!" Es capaz de seleccionar las láminas
apropiadas referentes a acciones ante una petición verbal. También

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son comunes las ecolalias (repetición de las palabras que oye de su
interlocutor). Se incrementa el interés por la conducta comunicativa.
En esta etapa ya se observan procesos fonológicos de simplificación,
es decir, reducciones de sílabas complejas, sustituciones de sonidos,
omisiones de sonidos o sílabas, asimilaciones de sonidos, cambio de
orden de las sílabas dentro de las palabras. Aún en esta etapa es
común que el niño se exprese de sí mismo en 3º persona. También
tararea pequeñas melodías y comienza con las primeras formas
interrogativas a través de la entonación Ej.: ¿Mamá? Preguntando en
realidad ¿Dónde está mi mamá?
A los 30 meses puede dar saltos con los dos pies, se sostiene con un
pie unos segundos, da unos pocos pasos en puntillas, salta desde una
silla, ya existe una buena coordinación entre sus manos y dedos los
que puede mover independientemente, es capaz de construir torres de
6 cubos. Su vocabulario se incrementa rápidamente, se frustra si los
adultos no le entienden, sus enunciados ya son de tres y cuatro
palabras incluso en ocasiones de cinco. Sus oraciones tienen una
gramática característica, es decir, rara vez son repeticiones literales
de los enunciados de los adultos, parecen entender todo lo que se les
dice.

Comienza el manejo de palabras abstractas, ya que comienza a


dominar la relación espacio-lugar, por lo tanto, los adjetivos espaciales
más comunes los conoce y emite. Ya tiene noción de género y número.
Si se le pregunta si es niña o niño responde adecuadamente, puede
explicar lo que ha dibujado, dice su nombre y apellido y comienza a
manejar la palabra "yo".

Ya a los tres años muestra interés en las explicaciones, del porqué de


las cosas y cómo funcionan. Demuestra comprensión y manejo de las
preposiciones. Regularmente relata experiencias recién pasadas
(guiones), usa formas verbales en forma correcta en el tiempo
presente. Tiene un vocabulario de aproximadamente 1.000 palabras,
el 80% de sus enunciados son inteligibles, incluso para los extraños.
La complejidad de sus oraciones es semejante a las de los adultos,

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aunque aún produce errores como la omisión de algunas palabras
funcionales. En esta etapa del desarrollo es posible evaluar a través
de tests formales: el desarrollo fonológico (es decir cómo organiza los
sonidos dentro de la palabra), determinando si existe o no un trastorno
fonológico. También es posible evaluar el vocabulario pasivo y activo
concluyendo si existe o no un déficit léxico-semántico. Así como
también se puede determinar el nivel comprensivo y expresivo
gramatical. Según los resultados se pueden encontrar tempranamente
trastornos específicos del lenguaje los que tratándose en forma precoz
tienen mejor pronóstico.

El lenguaje está bien establecido, las desviaciones de la norma adulta


tienden a darse más en la articulación que en la gramática. Comienza
a estructurar discursos narrativos completos. Hacia los 5 años existe
un perfeccionamiento del lenguaje, siendo la articulación correcta, el
vocabulario variado y muy extendido, no se aprecian errores
gramaticales y el discurso narrativo se va mejorando. Es importante
destacar que el discurso narrativo oral se desarrolla hasta
aproximadamente los 16 años de edad.

Problemas del desarrollo del lenguaje


La adquisición del habla requiere que el niño sea expuesto al lenguaje
y poseer las características biológicas necesarias para descodificarlo
y producirlo. Esto implica tener el aparato sensorial adecuado para
percibir la entrada del lenguaje, tener un cerebro que pueda descubrir
y pueda aprender la estructura subyacente del lenguaje y un aparato
articulatorio que pueda programarse para producir los sonidos del
habla.

Los trastornos del lenguaje pueden aparecer si el niño tiene una


inadecuada exposición al lenguaje o si padece condiciones médicas
que afecten las bases biológicas para el aprendizaje de éste. Sin
embargo, en la mayoría de niños que presentan dificultades del habla
no aparece ninguna causa obvia. Su oído es normal, la inteligencia no-

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verbal es adecuada, no hay ningún trastorno físico o emocional que
afecte al habla y el ambiente lingüístico de casa parece correcto.

La adquisición del habla requiere que el niño sea expuesto al lenguaje


y poseer el equipo biológico necesario para descodificarlo y producirlo.
Esto implica tener el aparato sensorial adecuado para percibir la
entrada del lenguaje, tener un cerebro que pueda descubrir y pueda
aprender la estructura subyacente del lenguaje y un aparato
articulatorio que pueda programarse para producir los sonidos del
habla.

El lenguaje requiere unas funciones para su realización:

 de carácter emocional:
o una afectividad adaptada
 de carácter sensorial:
o audición.
o visión
 motrices:
o caja torácica
o laringe
o cavidad bucal
o lengua
o labios

Así pues, el desarrollo normal del lenguaje implica un desarrollo correcto


de: órganos fonatorios, órganos sensoriales, estructuras nerviosas
centrales, capacidades intelectuales y una afectividad adaptada.

El niño con un desarrollo normal del lenguaje tiene una base mental para
la transmisión adecuada de sus capacidades y podrá acceder a la lectura
y escritura debidamente. En cambio, el niño con dificultades en el lenguaje
acostumbra a tener limitaciones en áreas académicas y sociales y
dificultad para transmitir el pensamiento de ideas y contenidos. Un tercio
de los niños con dificultades de lenguaje en la primera infancia tienen
dificultades en la adquisición de lectoescritura.

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Signos de alarma en la adquisición del lenguaje

Hay diferentes signos de alarma que deberían hacer sospechar


dificultades a la hora de adquirir correctamente el lenguaje:

Lenguaje receptivo Lenguaje expresivo Signos de alerta


0-1 mes Se calma con la voz Llora Llanto extraño
de la madre (trastorno genético)
2-4 meses Muestra claro Sonrisa social, ríe a Ausencia de la
interés en las caras carcajadas sonrisa social
6 meses Responde al nombre Balbucea, vocaliza No vocaliza ni
balbucea
9 meses Entiende rutinas Señala, dice ‘ma-má’ No dice ‘ma-má’ ni
verbales (‘adiós’) ‘pa-pá’
12 meses Sigue un comando Dice tres palabras Pierde habilidades ya
verbal con significado desarrolladas
(‘mamá’, ‘papá’,
‘agua’)
15 meses Señala partes de su Aprende más No señala ni utiliza
cuerpo palabras tres palabras
18-24 Reconoce partes de Usa frases de dos meses No sigue
su cuerpo. Cumple palabras. Conoce su instrucciones
órdenes verbales nombre. simples, no dice
simples ‘mamá’ ni otros
nombres. No
reconoce partes de
su cuerpo, no dice al
menos 25 palabras
24-36 meses Cumple órdenes Formula frases de No usa frases de dos
verbales complejas tres palabras. palabras. No sigue
Pregunta ‘¿qué?’ instrucciones de dos
pasos
36-48 meses Comprende las Pregunta ‘¿por qué?’ Usa palabras
acciones incorrectas o
sustituye una
palabra por otra
48-60 Comprende todo lo meses Habla con No habla
que se dice oraciones completas. correctamente
Dice cuentos
6 años Cumple órdenes de Lenguaje completo No habla
todo tipo de correctamente
complejidad

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CLASIFICACION DE LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE EN EL
NIÑO.

1. DEFECTOS ESTRUCTURALES O SENSORIOMOTORES DEL


APARATO DEL HABLA.
Generalmente, bajo el encabezamiento de trastornos del habla, en su
más amplio sentido, se sitúa todo problema que surge de un daño de
las funciones motoras de los órganos vocales -trastornos en la
anatomía, fisiología o neurología de los sistemas relacionados.
Esta categoría incluye anormalidades estructurales congénitas o
adquiridas (por ejemplo, fisura palatina, paladar ojival, labio leporino,
frenillo labial superior, frenillo lingual, malformaciones linguales,
atresia mandibular etc.), trastornos neuromotores (por ejemplo, las
disartrias o parálisis de la lengua, parálisis facial…) y enfermedades
que temporalmente afectan el aparato del habla (por ejemplo, la
laringitis o la disfonía). Incluye lo que algunos llaman disglosias
(alteraciones en la articulación producida por anomalías en los
órganos articulatorios de causa orgánica o adquirida) y las disartrias.
La disartria se refiere a una serie de trastornos motores del habla que
surge como resultado de un daño del sistema nervioso y que se
manifiesta por alteraciones en el control muscular de los mecanismos
del habla. Se asocia a debilidad, espasticidad o incoordinación de la
musculatura del habla. Puede incluir, además de la articulación, los
elementos suprasegmentales del habla (entonación, ritmo,
acentuación) y pueden alterarse otras actividades en las que
intervienen los órganos vocales, como mascar, tragar, sonreír, toser,
o estornudar. Puede, por lo tanto, verse afectado cualquier aspecto de
la producción, dependiendo de donde ocurra la lesión. Puede
encontrarse asociada a cuadros de parálisis cerebral y también en la
enfermedad de Parkisón. La disfonía hace referencia a alteraciones de
la voz, en cualquiera de sus cualidades - tono, timbre, intensidad -
debido a alteraciones orgánicas o funcionales.
A menos que existan otros déficits asociados, este grupo de
trastornos afectan solamente a la articulación del habla y/o a su

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transmisión a través del sonido; puede incluir, por tanto, trastornos de
articulación, de fluidez y de la producción de la voz.
Algunos autores (Ver por ejemplo la clasificación de Cl. Chevrie-Muller
y J. Narbona) integran este grupo de déficits dentro de la categoría
Déficit de los “instrumentos de base” en las que incluyen los déficit
anatómicos, los trastornos neuromotores que afectan al orden y control
de la motricidad faringobucal y los déficits sensoriales-auditivos.

2. TRASTORNOS DEL HABLA DE ORIGEN DESCONOCIDO.


La disfemia es una alteración en el ritmo del habla que básicamente
se manifiesta con interrupciones en la fluidez del habla. La producción
es interrumpida por una producción anormal de repetición de
segmentos, sílabas, palabras o frases, por obstrucciones del flujo de
aire, por prolongaciones anormales de segmentos de sonidos o por
extraños patrones de entonación y tempo. Se desconoce su causa,
podría deberse a una interacción de factores orgánicos y factores
ambientales.
Apraxia evolutiva del habla se refiere a una disrupción en la capacidad
para organizar o planificar la posición de los músculos para hablar y la
secuencia en que deben hacerse, sin que se vean afectadas las
actividades involuntarias que utilizan la misma musculatura ni existan
problemas disártricos. En términos generales la apraxia o dispraxia se
refiere a la disrupción de la capacidad para producir una respuesta
motora con finalidad y/o para producir movimientos programados y
organizados en secuencias definidas, con una finalidad determinada y
ejecutados de forma intencional y coordinada. En la dispraxia no se da
ninguna anomalía estructural importante del sistema nervioso o de los
músculos, tampoco se ven signos evidentes de problemas
neurológicos. No suele aparecer aislada y para algunos autores es
sólo un síntoma de la disfasia o de la afasia.
TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL DESARROLLO DEL
LENGUAJE (TELD)
3. PERDIDA AUDITIVA.

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Se incluye en esta categoría las dificultades de comunicación y del
lenguaje secundarias a pérdida auditiva, tanto congénita como
adquirida. Las consecuencias de la pérdida auditiva sobre el desarrollo
del lenguaje varían fundamentalmente en función del nivel de audición
o, en su defecto, de pérdida auditiva, y de la edad de aparición de la
misma. Para el tratamiento será indispensable conocer además el tipo
de perdida en base a la localización de la lesión que causa la sordera.
De forma muy resumida y básica consideraríamos dos grandes
categorías atendiendo a la localización de la lesión que causa la
sordera: Hipoacusias de transmisión o conductivas (se ve afectada la
parte mecánica del oído y corresponden a patologías del oído externo
y medio, por ejemplo a causa de otitis o a malformaciones o lesiones
del tímpano) e Hipoacusias de percepción o neurosensoriales (la
lesión se localiza en el órgano de Corti o en las vías o centros
nerviosos superiores auditivos, pueden tener una causa genética o
adquirida ). En razón del momento de aparición del déficit auditivo se
habla de hipoacusias prelocutivas (existen desde el nacimiento y/o
antes de la aparición normal del lenguaje), perilocutivas (aparecen
entre los 2-4 años) y las poslocutivas (aparecen después de que las
adquisiciones lingüísticas fundamentales están adquiridas). En razón
del grado de intensidad y de afectación de las diferentes frecuencias
del espectro auditivo se habla de hipoacusias leves (entre 20 y 40 dB
HL; apenas interfiere de forma significativa con el desarrollo del
lenguaje aunque se puede dificultar la percepción de algunos fonemas
o contrastes fonológicos), hipoacusias medias (entre 40-70 dB HL; en
términos generales no se percibe la palabra hablada salvo que sea
emitida a una fuerte intensidad), hipoacusias severas (entre 70-90 dB
HL; en términos generales no se oye la voz salvo a intensidades muy
elevadas), hipoacusias profundas (superior a 90 dB HL).

4. DAÑO CEREBRAL O DISFUNCION ADQUIRIDA EN EL PERIODO


NEONATAL O PERINATAL
Se refiere a trastornos o déficits del lenguaje que forman parte de
cuadros psicopatológicos. Incluye un gran rango de anomalías

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cromosómicas, metabólicas e insultos prenatales o perinatales que
causan un daño cerebral o disfunción y dan como resultado un retraso
o trastorno del desarrollo. Se incluyen lo que actualmente algunos
investigadores o profesionales llaman disfasias genéticas o patologías
de base genética. Prioritariamente, entre las patologías genéticas con
especial afectación del lenguaje más frecuentes nos encontramos:
Síndrome de Down, Síndrome de Willians-Beuren o Síndrome de
“CocktailParty-Like”;. Síndrome del cromosoma X-Frágil , Síndrome
del Maullido del gato, Síndrome de Cornelia de Lange, Síndrome de
Prader-Willi, Síndrome de Angelman. Este subgrupo incluiría también
los trastornos generalizados del desarrollo (Autismo infantil, síndrome
de Asperger, síndrome de Rett…).
Es imposible generalizar acerca de las características del lenguaje y
estos síndromes ya que existe una gran variedad de perfiles
lingüísticos y comunicativos tanto a nivel intragrupal como intergrupal.
Entre otras cosas el estudio de estas patologías nos revela que la
relación entre inteligencia o habilidades cognitivas y lenguaje no está
clara. Hace algunos años, se explicaban los desórdenes del lenguaje
en el retraso mental por los niveles intelectuales; las investigaciones
actuales nos muestran que los patrones de desarrollo del lenguaje en
los distintos síndromes no son homogéneos y no se corresponden
totalmente con los niveles de desarrollo cognitivo. Parece que la
relación entre lenguaje y cognición es recíproca y que algunas
funciones lingüísticas podrían desarrollarse o verse alteradas
separadamente del funcionamiento lingüístico. Se supone que hay una
relación importante entre el perfil genético, las características
cognitivas y el curso del desarrollo del lenguaje, pero la relación no es
enteramente predecible en los casos individuales. Por tanto, los
contenidos del proceso de evaluación-intervención del lenguaje deben
ajustarse al nivel de desarrollo y características del niño en particular
aunque también deben incorporarse parámetros de la etiología o
síndrome específico que presenta.

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TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL DESARROLLO DEL
LENGUAJE (TELD)
5. DAÑO CEREBRAL O DISFUNCION ADQUIRIDA EN LA NIÑEZ.
Se trata de la afasia o afasia adquirida, es decir, un trastorno del
lenguaje provocado por una lesión cerebral y caracterizado por un
deterioro completo o parcial de la comprensión, formulación y empleo
del lenguaje. Excluye los trastornos asociados a déficits sensoriales
primarios, déficits motores primarios, retraso mental o desórdenes
psiquiátricos. Aunque los problemas lingüísticos son los síntomas
primarios, no se excluye la posibilidad de que se den importantes
deficiencias en memoria, atención, razonamiento lógico y otras áreas.
Los efectos de lesiones localizadas en el lenguaje son muy diferentes
en niños que en adultos. En los niños los efectos dependen mucho de
la edad en que se producen las lesiones. En niños que todavía no han
adquirido lenguaje, las lesiones del hemisferio izquierdo típicamente
disminuyen la inteligencia global sin causar síntomas afásicos típicos
ya que se produce una transferencia funcional al hemisferio derecho;
ambos hemisferios pueden ser capaces de sustentar el lenguaje al
principio de la vida, sin que se observen diferencias en los niños con
hemiplejías infantiles derechas o izquierdas. Raramente se observa
afasia persistente en estos niños excepto cuando las lesiones son
bilaterales. En niños que ya han aprendido a hablar cuando se da la
lesión en el hemisferio izquierdo se pueden producir déficits
lingüísticos, aunque el tipo de déficit es distinto que el encontrado en
adultos (por ejemplo, son poco comunes la jerga y las parafasias).
Evidentemente cuanto mayor es el niño menor son las probabilidades
de que la afasia se recupere totalmente, en los niños de más de
aproximadamente 8 a 12 años y en los adultos, el cambio en la
dominancia para el lenguaje es ineficaz, de manera que una lesión
masiva en el área izquierda casi siempre resultará en un déficit
permanente del lenguaje de severidad variable. Si la lesión se
adquiere antes de los 8 años se observa una recuperación, aunque
persistan los déficits verbales si se realiza una evaluación cuidadosa.

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6. TRASTORNOS CONDUCTUALES Y EMOCIONALES
Los trastornos emocionales pueden repercutir en la comunicación,
pero no pueden explicar por sí mismos un retardo o alteración en el
desarrollo del lenguaje. Como consecuencia inmediata de una causa
traumática física o psicológica puede aparecer un mutismo psicológico
total o selectivo. El mutismo electivo o selectivo es la ausencia o el
rechazo persistente a hablar ante determinadas personas o
situaciones, sin que exista ninguna alteración de la comprensión del
lenguaje ni de la capacidad para expresarse verbalmente. Ante esta
alteración conviene descartar del todo posibles déficits articulatorios o
del lenguaje que podrían enmascararse detrás del mutismo.

7. DEPRIVACION SOCIOCULTURAL.
Se incluyen todos los problemas del lenguaje secundarios a carencias
del entorno.
La deprivación física (alimentación, etc.) y la social (estimulación, etc.)
suelen darse a la vez. La deprivación suele acarrear un retraso en
todos los aspectos del desarrollo, pero especialmente marcado en el
desarrollo del lenguaje. Normalmente acarrea un retraso evolutivo. El
lenguaje aparece más tarde de lo habitual y evoluciona lentamente.
Aunque el pronóstico es positivo, el tratamiento es necesario por las
implicaciones en los aprendizajes escolares (lectoescritura
fundamentalmente).
Algunas formas de severa deprivación temprana pueden llegar a
afectar el adecuado desarrollo cerebral, por ejemplo, la malnutrición
en el útero puede producir microcefalia y retraso intelectual.

8. TRASTORNOS DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE DE ORIGEN


DESCONOCIDO: TRASTORNOS ESPECIFICOS DEL
DESARROLLO DEL LENGUAJE (TEL)
Las definiciones o descripciones de lo que constituye un trastorno
específico del desarrollo del lenguaje son a menudo vagas o
imprecisas; a menudo el diagnóstico se hace por exclusión y no por
especificidad. Se aplica normalmente cuando:

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 Existen anomalías en la adquisición -comprensión o expresión-
del lenguaje hablado o escrito. El problema puede implicar a
todos, uno o algunos de los componentes (fonológico,
morfológico, semántico, pragmático) del sistema lingüístico..
Suelen presentar problemas de procesamiento del lenguaje o
de abstracción de la información significativa para
almacenamiento y recuperación por la memoria. (ASHA:
American Speech-LanguageHearing Association (1980)

TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL DESARROLLO DEL


LENGUAJE (TELD)
 La alteración no puede explicarse por problemas intelectuales,
sensoriales o motores primarios, daños neurológicos o médicos
evidentes, alteraciones de tipo psicopatológico (trastornos
generalizados del desarrollo u otros trastornos mentales) ni
deprivación ambiental. Si hay retraso mental, deficiencias
sensoriales, deficiencias motoras del habla o privación
ambiental grave, las deficiencias del lenguaje deben exceder de
las habituales asociadas a tales problemas para formularse un
diagnóstico concurrente de trastorno del desarrollo del lenguaje.

Existen distintas propuestas de clasificación de los trastornos


específicos del lenguaje. La clasificación más simple y quizás más
ampliamente aceptada distingue dos tipos de trastornos básicos:

 Trastorno del lenguaje expresivo.


 Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo.

De las distintas propuestas de clasificación que introducen criterios


lingüísticos para intentar describir distintos perfiles o síndromes en
los niños con trastornos del desarrollo del lenguaje, nos parece
más útil la realizada por Rapin y Allen (1983, 1987); con una
revisión de Rapin en 1996, que subdivide o reagrupa la taxonomía
original en tres grandes categorías clínicas que indicamos a
continuación:

19
A. Trastornos del  Dispraxia verbal * Discrepancias
lenguaje expresivo de inclusión por sus implicaciones
motoras.
 Déficit de programación
fonológica
B. Trastornos del  Agnosia auditivo-verbal
lenguaje expresivo y  Déficit fonológico-sintáctico
receptivo
C. Trastornos del  Déficit léxico-sintáctico.
procesamiento de  Déficit semántico-pragmático *
orden superior Discrepancias de inclusión por su
posible relación con los trastornos
del espectro autista.
Aunque esta clasificación es una aportación valiosa de cara a las
investigaciones sobre los TEL, no queda claro de si no podría existir
un solapamiento entre los distintos subgrupos ni si existe
estabilidad de los subgrupos a lo largo del tiempo. Es decir un
mismo niño podría tener características o problemas de uno o
varios tipos y/o podría variar de subgrupo en distintos momentos
de su evolución o desarrollo. Es evidente que el propio proceso de
desarrollo o adquisición lingüística va marcando diferencias
individuales en función de las estrategias compensadoras
utilizadas por el sujeto y las características del entorno. También
parece que los estudios para describir a los distintos subgrupos,
fundamentalmente en relación a las distintas dimensiones
lingüísticas y comunicativas, han sido escasos o poco fiables por lo
que carecemos de criterios de inclusión claros. La inclusión en uno
u otro grupo puede venir determinada por el tipo de instrumentos
utilizados en la evaluación (muestra de lenguaje espontaneo versus
pruebas estandarizadas, por ejemplo) Teniendo en cuenta estos
inconvenientes, hay que destacar sin embargo la importancia de
tener en cuenta el carácter diverso y heterogéneo de los distintos
cuadros y/o perfiles lingüísticos encuadrables dentro de un

20
diagnóstico de TEL, así como la necesidad de fomentar el análisis
y descripción de los perfiles lingüísticos individuales como
elementos de referencia para identificar las distintas formas de
TEL.

Valoración del niño con problemas del lenguaje y habla

a. Entrevista a los padres:


Se realizará una anamnesis con los padres, la historia perinatal,
médica y familiar puede proporcionar algunas pistas acerca de la
etiología del trastorno, aunque no es raro encontrar una historia
tranquila en niños con trastorno del desarrollo del lenguaje y habla.
Pocos niños tienen una indicación clara de enfermedad
neurológica. La entrevista con los padres no sólo proporciona
información importante sobre las características del niño, sino
también del nivel de ansiedad paternal, la actitud hacia su hijo. No
es extraño que los padres de niños primogénitos ignoren que el
progreso de su hijo es lento, hasta que el niño sale de la guardería
y entra en la escuela, donde la diferencia con las habilidades
verbales de otros niños se pone de manifiesto. Muchos niños con
desarrollo del lenguaje tardío también tienen otros trastornos del
comportamiento, pero se puede ignorar considerando que los otros
son más importantes.
b. Examen físico.

Para el niño con problemas del lenguaje y habla es especialmente


importante la realización de un examen cuidadoso de la integridad
estructural y funcional del aparato del habla. Se debe estar alerta a
la posibilidad de anomalías físicas que pueden interferir en la
producción del habla.

Hacer muecas involuntarias, babear, las anomalías del reflejo del


mordisco y el deterioro de chupar y tragar son señales relevantes
sobre la neurona motora superior. La mayoría de los niños con un

21
trastorno del habla causado por una enfermedad neurológica habrá
tenido un retardo en las habilidades motoras, con anomalías en el
tono muscular, reflejos primitivos persistentes y/o movimientos
involuntarios.

c. Valoración de la audición
El fracaso para descubrir la pérdida de oído es uno de los errores
diagnósticos más serios que aparecen en este campo y lleva a
algunos profesionales a recomendar que todos los niños con
trastorno del lenguaje y del habla realicen previamente una
evaluación del aparato auditivo. Sin embargo, en muchos países
semejante situación pondría una carga insostenible en los servicios
de audiología. Pero es peligroso confiar en las observaciones
informales de la sensibilidad perceptiva del niño, aunque existan
pruebas de "screening" de gran fiabilidad.
Cuando un niño no da evidencia clara e inequívoca de oído normal
en una prueba de "screenig" entonces se requiere una valoración
completa del audiólogo. Allí se establece un correcto procedimiento
para la evaluación del comportamiento auditivo usando la
audiometría del tono en niños de más de 3 años, pero estos son
inapropiados para niños más pequeños donde la concentración y
cooperación son menores.
Durante las últimas dos décadas, se ha inventado un tipo de
procedimiento electrofisiológico que permite proporcionar la
estimación del umbral exacto en tales casos. El método más
conocido es la audiometría de la respuesta cerebral evocada, una
técnica en la cual se presenta un repetitivo clic o tono, y la
respuesta eléctrica en el cerebro se graba y se promedia a través
de los múltiples estímulos. Existe una buena correspondencia entre
estimación del umbral basada en la electrofisiología y los
resultados obtenidos con la audiometría. (Paning y Elberling,
1982).

22
La timpanometría es otro procedimiento que se caracteriza por ser
rápido y simple para evaluar la función del oído, pero no es correcta
la valoración por sí sola sin tener en cuenta otros métodos, debido
al alto porcentaje de casos en que se dan grabaciones anormales
que solo reflejan cambios transitorios con ausencia de una
patología clara o deterioro significativo del oído.
Algunos niños con trastorno del lenguaje receptivo muestran una
marcada diferencia entre los resultados de la prueba audiológica y
las reacciones a los estímulos del oído fuera de la situación de la
prueba. Estos niños pueden mostrar una pobre discriminación
entre estímulos auditivos o reactividad inconstante a los sonidos,
de una ocasión a otra, y aún si la audición es adecuada en base a
procedimientos como la electrocoleografía o respuestas cerebrales
evocadas, entonces se dictamina a menudo el diagnóstico 'de
audición' normal remitiendo al niño a otros especialistas. Cuando
se observa este tipo de cuadro incoherente se deben considerar
otras posibilidades. La primera es que la valoración del audiólogo
pueda ser inexacta o incompleta. Negaciones falsas (es decir un
diagnóstico de oído normal cuando en realidad existe una pérdida
de oído) no debería ocurrir cuando los hábitos del comportamiento
auditivo han sido realizado por un especialista calificado, pues los
procedimientos se diseñan para prevenir las suposiciones. Sin
embargo, McCormick (1988a) encontró que había una alta
proporción de error en las pruebas de screenings que fueron
administrados por individuos que tenían un entrenamiento breve en
su uso. Esta situación se puede mejorar mediante un buen
entrenamiento. Los métodos de Electrofisiología generalmente se
consideran como muy exactos, aunque son insensibles a la pérdida
de oído por debajo de los 1000 Hz. Un diagnóstico negativo falso
probablemente aparece cuando se pone confianza en una sola
medida de oído periférico, como el reflejo acústico o la
timpanometría (Berlín, 1978).
La segunda posibilidad a considerar es que el niño tenga una
pérdida de oído progresiva. Merece la pena repetir la exploración

23
audiométrica al cabo de unos meses si el comportamiento del niño
continúa haciendo pensar en un oído pobre. Si no se pueden
aplicar ninguna de estas dos explicaciones, entonces se puede
pensar que el niño tenga un deterioro del aparato auditivo central.
El procesamiento del lenguaje implica la discriminación entre los
estímulos transitorios con espectros complejos, existiendo
evidencia en el estudio animal de que las lesiones corticales dañan
tales discriminaciones, pero las técnicas audiométricas
convencionales todavía no evalúan esta habilidad, pues solo se le
exige al niño que descubra si un sonido ha ocurrido o no.
Desgraciadamente no hay ninguna prueba estandarizada no-
verbal en niños, que pruebe las funciones de la audición. El
diagnóstico de deterioro de la audición central a veces se hace en
base a las respuestas de oído anormales que, en adultos, se
conocen como indicativas de lesiones en la corteza auditiva. Éstos
incluyen problemas de comprensión o en el filtro del lenguaje y
dificultades en la integración de sonidos auditivos de las dos orejas
(Jerger, 1964). Hay, sin embargo, peligros en el uso de pruebas
que involucran estímulos del habla para diagnosticar el deterioro
auditivo central en un niño con lenguaje pobre.

d. Valoración de la comunicación no-verbal


En niños normales, la adquisición del lenguaje viene
estrechamente ligada al desarrollo de otros aspectos del
comportamiento simbólico y comunicativo. Así, antes de que las
primeras palabras se produzcan, los gestos infantiles y la mirada
realizan las funciones comunicativas para pedir o mostrar. El niño
normal es muy sociable, consciente del interés en los otros y busca
ganar la atención del cuidador siendo sensible a las respuestas
comunicativas. La mayoría de los niños con dificultades en la
utilización de la comunicación verbal la compensarán con el uso de
métodos comunicativos no-verbales como son los gestos (el
fracaso para esta compensación sugiere la posibilidad de un
trastorno autista).

24
La mayoría de las valoraciones del lenguaje en los niños pequeños
incluyen algunos ítems que tienen relación con el uso de la
comunicación no-verbal.
e. Valoración de inteligencia no-verbal
El desarrollo tardío del lenguaje es a menudo la primera señal de
la advertencia de retrasos generales inexplicados en el desarrollo.
Montgomery (1988) encontró que el retraso del lenguaje era un
síntoma común en niños de 2 a 6 años que no tenían ningún
síndrome identificable pero su CI estaba por debajo de 70. Es por
consiguiente importante evaluar la inteligencia en cualquier niño
que presenta con desarrollo tardío del lenguaje. Los mejores
procedimientos para evaluar la inteligencia de niños con problemas
del lenguaje son los que están libres de los efectos del trastorno
del lenguaje. Así pues, La Escala de Inteligencia de Stanford-Binet
(de Terman Merrill, 1960) no es adecuada, porque incluye muchos
ítem que involucran el lenguaje expresivo y receptivo, mientras que
los subtests de la escala del Wechsler (Wechsler, 1974, 1990) son
más apropiados y estandarizados. Otras pruebas que se usan en
este contexto son la Escala de Madurez Mental Columbia
(Burgemeister et al. 1972), y las Matrices progresivas de Raven
(Raven, 19631). Aunque estas pruebas usan instrucciones
verbales, raramente plantean problemas en la comprensión de lo
que se le requiere al niño. En niños pequeños con problemas de
comprensión severos puede preferirse una prueba que no
involucre ninguna instrucción verbal. La escala Internacional de
Rendimiento Leiter (Leiter, 1969) se diseñó para niños sordos, y se
usa sin instrucciones verbales. Sin embargo, aún faltan datos para
la interpretación actual de los resultados estandarizados.
Puede aparecer cierta reticencia en algunos psicólogos para usar
las pruebas de inteligencia con niños con daños en el lenguaje.
Stark y Tallal (1981) muestran que 50 de 132 niños referidos como
casos de lenguaje específico y trastornos del habla tenían CI no-
verbal inferior a 85, con lo menos 10 de estos por debajo de 60.
Existía la creencia de que las habilidades innatas estaban

25
enmascaradas por problemas del lenguaje. Sin embargo, estos
niños no mostraron ninguna evidencia de habilidades latentes
cuando se probó el uso de instrumentos estandarizados en
poblaciones sordas. Parece que el CI no-verbal proporciona un
diagnóstico útil e información del pronóstico.

CAUSA DE LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE

Los expertos no están seguros qué causa los trastornos del lenguaje. La mayoría
de las investigaciones se han enfocado en la categoría más amplia de los
impedimentos del habla y el lenguaje (SLI, por sus siglas en inglés), la cual
incluye los trastornos del habla y los trastornos del lenguaje. Esas
investigaciones han sido exhaustivas y sugieren algunas causas posibles del
SLI, como:

 Genes y herencia: Las investigaciones reportan que del 20 al 40 por ciento de


los niños con historia familiar de discapacidades del habla y el lenguaje tienen
esa condición, comparado con alrededor del 4 por ciento de los que no tienen
una historia familiar con SLI.
 Nutrición prenatal: Algunas investigaciones reportan que cuando una mujer
toma ácido fólico durante el embarazo, su bebé es menos propenso a tener
dificultades del lenguaje severas.
 Otras condiciones: El trastorno del espectro autista, el síndrome de Down, las
discapacidades intelectuales y el nacimiento prematuro también pueden causar
trastornos del lenguaje.

INTERVENCIÓN
El momento idóneo para la intervención en este tipo de trastorno
equivale a lo más pronto que sea posible. La ventaja obvia de una
intervención temprana es que se tiene la oportunidad de actuar
antes de que el trastorno sea mayor, pudiéndose evitar las
consecuencias negativas que se inician cuando los niños se dan
cuenta del fracaso. Muchos niños con retraso del habla temprano
crecen fuera de sus dificultades, siendo así que cuando más
pequeño es el niño identificado mayor probabilidad existe de
resolverse el trastorno con un tratamiento. Esta afirmación se
corrobora mediante dos estudios controlados de intervención
basados en niños de 2-3 años con retraso temprano del lenguaje.
26
En los dos estudios se encontró que todos los niños tuvieron
ganancias sustanciales, sin tener en cuenta el qué tipo de
tratamiento de llevó a cabo (Stevenson. et. al.,1982; el Whitehurst
et al., 1991).
Algunos alegan que es mejor tratar a un niño que no puede
necesitarlo que negarles tratamiento a aquéllos que lo necesitan.
Sin embargo, el tratamiento puede generar atención de los padres
y autoconsciencia en los niños. Cuando existe una situación de
escasos recursos es importante asegurar que el tratamiento sólo
se dirige a aquéllos que realmente lo necesitan. Un punto a tener
en cuenta es que los padres necesitarán consejo y guía, incluso
cuando la prognosis es buena.
Así pues, los objetivos que deben figurar en la intervención son, en
primer lugar, aliviar la culpa o ansiedad dándose énfasis en que
las dificultades del habla del niños no son causados por factores
ambientales del ámbito familiar; y en segundo lugar, intentar que
los padres no se transformen en el maestro del lenguaje del niño;
y en último lugar, la aceptación alentadora del esfuerzo
comunicativo del niño, sea este de tipo verbal o no verbal. Las
familias verbales y articuladas pueden necesitar que se les haga
consciente de la necesidad de reducir la velocidad de la
conversación, darle tiempo al niño con trastorno del habla para
formular pronunciaciones, y para acostumbrar al idioma simple a
un niño que tiene problemas de comprensión.

EJEMPLOS DE INTERVENCIONES CONCRETAS:

 Retraso simple del habla


El objetivo principal en esta intervención debe ser el de mejorar la
intencionalidad comunicativa y disminuir inhibición, mejorando el
uso pragmático, ampliando el vocabulario y usar frases más largas.
En un primer momento y para establecer una buena relación
psicoterapéutica que permita y favorezca todo el tratamiento
posterior se pueden proponer actividades lúdicas y que generen

27
poca angustia, como por ejemplo canciones infantiles, juguetes
dirigidos a estimular el juego simbólico, a medida que se va
jugando se establece una interacción con el niño, donde a la vez
vamos se va reproduciendo en voz alta todas las acciones del
juego. También es recomendable el uso de cuentos infantiles
ilustrados.
Más tarde se pueden introducir actividades para aumentar el
vocabulario: Lotos, puzzles, juegos de memoria sencillos,
encajes… Paulatinamente se irán introduciendo juegos y
actividades que requieren una mayor complejidad de las frases
(describir acciones).

 Tartamudez:
Cuando se hace una intervención en la tartamudez los objetivos
básicos serán el aprendizaje de un patrón alternativo de habla lenta
y alargada. Habrá que identificar y localizar las señales de tensión
para poder disminuirlos, reduciendo preocupación y anticipación
mediante técnicas cognitivas. Se harán ejercicios de control de la
tensión general y local en la garganta para favorecer el habla
correcta y sin tartamudeo y de esta manera favorecer el habla
espontánea.
Una parte muy importante de la intervención en la tartamudez de
niños y adolescentes es la intervención con los padres, a ellos se
les debe orientar como favorecer el habla fluida, ayudarles a
modificar actitudes: disminuyendo la exigencia y aumentando la
tasa de refuerzos.
Lo primero que se hará con el niño será establecer objetivos.
Después se empieza a entrenar primero en la lectura, donde es
más fácil que el tartamudeo no se produzca, progresivamente se
empieza a entrenar un habla lenta y prolongada, manteniendo la
prosodia normal. Se inicia el entrenamiento con “lectura
simultánea” y “en coro” junto con el terapeuta, un habla más lenta
reduce el tartamudeo, por tanto, se animará al niño a hablar más

28
lentamente, esto también facilitará la formulación del lenguaje, los
movimientos articulatorios, la coordinación e integración de
sistemas respiratorio, fonatorio y articulatorio. Se le enseña al niño
a hablar a “cámara lenta”, o “como una tortuga, el niño lee
simultáneamente con el terapeuta con lo cual se establece la
fluidez del habla ya que el niño atiende más a la lectura del
terapeuta que a la propia, se utiliza a modo de juego, se entrena la
lectura en voz alta para poder leer en clase.
Durante la lectura aparece tensión en la garganta, se le explica la
consecuencia de esto, se le enseña el “comienzo fácil”, se ensaya
el patrón de habla en conversación. Se utilizará un estilo pausado,
con turnos de habla lentos y períodos de silencio frecuentes, se
reduce el número de preguntas directas y no se exige hablar. El
comienzo fácil consiste en iniciar el habla con un comienzo suave
y gradual de la fonación y una espiración estable, se comienza a
un nivel inaudible y se va aumentando el tono de voz de forma
gradual, es un contacto articulatorio blando, que reduce la tensión
en momentos de bloqueo. La prosodia se mantiene normal.
Posteriormente, se trabajará con entrenamiento en técnicas de
relajación, como la técnica de Jacobson para niños, ejercicios de
respiración profunda. Se realizará una jerarquía de situaciones
para valorar la dificultad de sus interacciones comunicativas y se
irá avanzando en la jerarquía con práctica regular en la sesión y en
casa, estas situaciones se trabajan a modo de desensibilización
sistemática.
Paralelamente se llevará a cabo el control de la ansiedad, se
profundiza en aquellas conductas de evitación ya sea del habla o
de situaciones. Se trabaja el afrontamiento de situaciones y la no
evitación y con todo el “círculo vicioso” de este procedimiento.
Se le enseña a aplicar el método de relajación y de respiración a
las zonas tensas. Se le hace practicar en casa para una mayor
generalización. Además, se profundiza en las ideas irracionales
que puedan haber de base como puede ser la búsqueda de un gran

29
perfeccionismo. Se le pueden dar pautas como por ejemplo que a
medida que habla, lleve a cabo la autoinstrucción:
¿Cuál es mi problema?
¿Qué es lo que voy a hacer?
¿Cómo lo estoy haciendo?
¿Qué voy a hacer ahora?
Se ayuda al niño a que tenga una actitud de control interno. Se
puede utilizar la técnica del role-playing dentro de la sesión, para
que luego pueda trasladar lo aprendido a otras situaciones. Más
tarde se inicia práctica en casa, que en un inicio es de 5 minutos y
que luego se aumenta el tiempo progresivamente. Trabajan con
lectura, conversación y/o juego, se le ayudará a reducir la velocidad
del habla, alargando los sonidos iniciales, con turnos de habla
lentos. La orientación a los padres incluirá pautas y orientación,
práctica diaria, modificar actitudes y conductas, adaptar el lenguaje
a las dificultades del niño, no atender continuadamente a los
errores del habla, observarlo cuando habla fluido. Se les hace
hacer un registro de situaciones de habla fluida y se les insta a
aplicar la disciplina, pautas y responsabilidades en la dinámica
familiar tal y como corresponde a su edad y similar a la de los
hermanos. En definitiva, se disminuye su preocupación y se le
refuerza su colaboración.

4. TRASTORNOS ASOCIADOS A CUADROS CLINICOS

30
RETRASO MENTAL Los trastornos del lenguaje de los niños con deficiencia
mental constituyen más un retraso que una alteración del desarrollo del
lenguaje. En estos niños, el desarrollo del lenguaje es lento, y en ocasiones
puede que nunca llegue a los niveles de realización del adulto, pero se
observan secuencias y procesos similares. En general, el nivel de desarrollo
del lenguaje está relacionado con el grado de deficiencia mental.
PARALISIS CEREBRAL

La parálisis cerebral está asociada en particular con el retraso del lenguaje y las
alteraciones del habla. Cerca de la mitad de los niños sufre alteraciones del habla
que limitan gravemente su capacidad de comunicación. En otros casos, la
parálisis cerebral se acompaña de retraso mental, y por ello el desarrollo del
lenguaje resulta afectado. Sabemos que la recuperación de una alteración
neurológica depende, en gran medida, del momento en que se produjo la lesión,
de su localización y de su extensión. En los niños pequeños, mientras la lesión
esté limitada a un hemisferio, la «plasticidad» del cerebro hace posible que el
hemisferio indemne asuma sus funciones, incluso si el dañado era el hemisferio
dominante Por ejemplo, muchos niños con grave parálisis cerebral unilateral
congénita del hemisferio dominante consiguen eventualmente un lenguaje
perfectamente normal. De forma similar, la dislexia adquirida producida por una
lesión del hemisferio dominante puede ser reversible y superarse. Incluso en un
retraso producido por la lesión, el desarrollo del lenguaje puede proseguir de
forma bastante normal. Si la lesión tiene lugar en la pubertad, la recuperación es
menos probable. Igualmente, si existe una alteración o lesión de ambos
hemisferios existen pocas oportunidades de que las funciones del lenguaje sean
«asumidas» por áreas no afectadas, y la alteración lingüística es casi siempre
grave.

31
AUTISMO INFANTIL
Como hemos visto el lenguaje, en cuanto instrumento de comunicación y
relación, juega un papel muy importante en el desarrollo psicológico y social
del niño. Sin embargo, en los trastornos generalizados del desarrollo como el
autismo infantil, el síndrome de Rett, y el trastorno desintegrativo infantil las
alteraciones del lenguaje son particularmente graves y significativas. Ya
Kanner (1943), a quien se atribuye la descripción del síndrome, en los once
primeros casos que estudió encontró que ninguno de los sujetos había tenido

un desarrollo normal del lenguaje; tres eran mudos y los otros habían
aprendido a hablar tardíamente y en apariencia de forma diferente a la de
cualquier niño normal.

En este sentido, a nivel del lenguaje, los déficit de tipo pragmático que presentan
los niños autistas serían los siguientes:

 Habla como monólogo, no entiende el punto de vista de la otra persona,


no utilizan marcadores conversacionales, no mantienen la mirada.

32
 Habla más egocéntrica que socializada. Frecuentemente fallan en salirse
del papel de oyente para ponerse en el de hablante, y viceversa.
 Violan los postulados conversacionales de aceptabilidad y cortesía;
interrumpen al hablante de manera inapropiada.
 Pocos gestos y expresiones faciales comunicativas.

Pronóstico.

4.1 DISARTRIA.

Pronóstico de la parálisis cerebral infantil:

La recuperación del habla en el paralítico cerebral depende de muchos factores:


edad que tenía cuando se produjo la lesión, inteligencia, habilidad, tipo de
afección, gravedad y localización de la lesión, estado sensorial…

El pronóstico es bastante bueno si el niño posee una inteligencia suficiente y se


empieza la rehabilitación precocísimamente.

En los débiles metales la recuperación del habla es muy difícil, por no decir
imposible. La parálisis cerebral no puede curarse, las células nerviosas
destruidas no se regeneran; por lo que lo único que puede intentarse es la
rehabilitación funcional. Las formas espásticas y atetósicas tienen mejor
pronóstico que la forma atáxica.

Los resultados dependen en gran parte del clima ambiental, de la comprensión,


dulzura y autoridad del reeducador, pues la espasticidad se acentúa por
estimulaciones mínimas de orden táctil, auditivo y emocional. En conclusión,
para hacer un pronóstico en cuanto al lenguaje, hay que realizar primero
un test mental.

Si el nivel del habla es igual al de la inteligencia el niño no mejorara más.

En algunas ocasiones, habrá que renunciar al amor propio del reeducador y


aceptar cuando hemos llegado a un nivel del cual el niño no puede pasar.

4.2 DISFEMIA.

33
Borel afirma rotundamente que la Disfemia no se cura jamás, pero se compensa.
Se acostumbra a ella y se aprende a disimularla. A veces por una técnica precisa
y automática se aprende a disfrazarla, como si no existiera. Pero de verdad, en
su pensamiento, como en otras manifestaciones motrices, un disfémico siempre
queda disfémico.

En realidad, el tratamiento se dirige a corregir el síntoma y no la enfermedad.

Hacer un pronóstico es difícil aun para un especialista de la talla de Seeman.


Depende de la personalidad del terapeuta, es decir, de su influencia sugestiva
sobre el paciente.

En los niños neurópatas con herencia cargada el pronóstico es menos favorable,


pues son frecuentes las recidivas.

La lectura mejora a los disfémicos anártricos, porque impone un ritmo


respiratorio, fonatorio y articulatorio preciso y disciplinado. La Disfemia que
mejora con el ensordecimiento tiene un mejor pronóstico que los otros tipos, pues
es de origen bulbar y, por lo tanto, es más fácil que los dos niveles superiores
ejerzan su influencia moderadora. En cambio, la Disfemia de origen diencefálico
sólo tiene una etapa neurológica por encima, y la Disfemia cortical, ninguna.

La Disfemia traumática tiene un mejor pronóstico, pues en general se someten


al tratamiento inmediatamente y, por lo tanto, se corrigen antes de que se
presente el desarrollo de la personalidad neurótica.

4.3 DISLALIA.

Con una inteligencia suficiente, buena audición, edad correspondiente y tiempo


de varios meses, es siempre posible la curación completa. Las recaídas son
excepcionales.

Si el enfermo conoce su defecto y no le molesta, es un mal caso para reeducar.


En cambio si el enfermo es consciente de su defecto y sufre por ello, la
educación será fructífera.

Tratamiento.

 DISARTRIAS.

34
Parálisis cerebral infantil:

El tratamiento debe iniciarse lo más precozmente posible. El tratamiento consiste


en someter al niño a una serie de estimulaciones que faciliten su evolución
psicomotriz normal y evitar todo aquello que favorezca las respuestas motrices
anormales.

La técnica de educación de las madres consiste en preparar a las madres de


forma que sepan en qué posturas deben colocar a sus hijos para no
desencadenar toda su movilidad refleja y a la vez que aprendan cómo
relacionarse con el niño.

A partir de los tres años ciertos aspectos del tratamiento deben ser aplicados ya
por personal especializado.

El internado o la asistencia a centros de rehabilitación se inicia a los cinco años,


en ellos reciben asistencia de cuatro tipos: fisioterapia, terapia ocupacional,
logopedia y pedagogía.

 Fisioterapia: Una buena posición corporal y una buena relajación son


aspectos importantes para obtener un habla lo más correcta posible.

 Terapéutica médica: no existe una terapéutica específica ni


verdaderamente eficaz. En general, los relajantes pocas veces producen
resultados aparatosos, es adecuado intentar obtener un a relajación
medicamentosa, sometido a control sus resultados, suspendiéndola si
estos son negativos.

 Tratamiento logopédico: el tratamiento es complejo y requiere un equipo


compuesto por el neurólogo, el pediatra, el foníatra, el oftalmólogo, el
ortopeda, el psicólogo y el logopedista. Si la parálisis cerebral se descubre
precozmente antes de la aparición normal del lenguaje, la madre
desempeña un papel importantísimo en su eclosión. Cuando el pequeño
en su balbuceo produce sonido parecido a un fonema, la mamá debe
repetirlo incansablemente hasta que aquel lo vuelva a repetir varias veces.
Para que el niño adquiera el lenguaje es necesario que vea cosas, que se
mueva, que las pueda coger. Son muy útiles los libros de imágenes, las

35
historietas que se cuentan con gestos, las canciones infantiles, tanto para
enriquecer el vocabulario como para dar entonaciones y la melodía del
habla.

Los familiares del niño no deben emplear con él un vocabulario complicado ni


tener conversaciones superiores a su capacidad.

El lenguaje es muy influenciable por las emociones y por los fracasos


lingüísticos. El niño y su expresión verbal deben rodearse de una atmósfera de
comprensión y ternura. No hay que agobiar al niño, si no que es conveniente que
además él trate con niños normales para su estimulo y prepararle paulatinamente
para futuros desengaños. Pasos:

 relajación general

 masticación y deglución

 audición

 reparación

 fonación

 articulación

 creación del lenguaje interior

 comunicación con artificios. Comunicación aumentativa.

Tratamiento de la epilepsia.

El tratamiento debe ser llevado a cabo durante muchos años por un neurólogo.

Desde el punto de vista logopédico y de escolaridad Kerfridon y Cols informan


de los excelentes resultados obtenidos en la escuela especial. La adhesividad,
la amnesia y las alteraciones de carácter fueron desapareciendo.

Mejora le lentitud en el hablar, la inteligencia y el aprendizaje escolar.

Estas mejoras coinciden con la supresión de las hidantoinas. También nosotros


tenemos la impresión que el retraso intelectual, lingüístico y escolar de estos
niños se están ocasionando por un exceso de medicación.

36
 DISFEMIAS

a) Directrices generales: Es absurdo establecer un único tratamiento para


esta enfermedad. El método de hacer ciertos ejercicios puede ser benéfico.
Los ejercicios deben ser sugestivos educacionalmente y
de valor psicoterapéutico. Debe buscarse siempre un cambio de ritmo, con
metrónomo, repetición, hablando juntos, articulando sílabas sin sentidos o
con masticación, etc.

Las recaídas ocurren como en todas las neurosis. Sólo deben considerarse
curados los casos que llevan años sin tartamudear.

b) Duración del tratamiento: la duración del tratamiento varía según la


edad, constitución neuropática, persistencia y gravedad de los síntomas.

Si se trata de manifestaciones recientes, sobre todo en los niños pequeños,


se llega a la curación a las 2 ó 3 semanas.

c) Cuidados generales: La terapéutica general se indica con el objeto de


mejorar las condiciones somáticas y nerviosas del enfermo, procurar sueño
tranquilo y prolongado, administrar reconstituyentes a los niños delgados y
anémicos, etc.

No se emplearán la hidroterapia fría, la electroterapia local, la helioterapia y


los hipnóticos. Se dice que no es conveniente la estancia cerca del mar o en
lugares muy ventosos.

Se indicarán los ejercicios gimnásticos y la práctica de deportes como el


tenis, la natación y el montañismo… En otro aspecto produce
un dominio sobre la respiración y también restablece el equilibrio ácido
básico de la sangre.

El tratamiento higiénico debe consistir en reforzar la salud, evitar la


enfermedad, programa ocupacional ordenado diario, sueño suficiente,
recreo, tiempo de asueto, descanso, relaciones sociales, escuela y trabajo.
Evitar fatiga excesiva, programas recargados y prisas. Se evitarán los locales
cerrados, cines y clubs, así como la lectura o espectáculos misteriosos,
truculentos, bélicos o violentos.

37
Una dietética bien dirigida puede favorecer la rehabilitación del disfémico. Así,
es recomendable una alimentación a base de cereales, huevos,
legumbres, leche, nata, carnes blancas, pescado blanco, espinacas y frutas. En
cambio, se restringirán el queso, pescado azul, carne de buey y se prohibirá
el Alcohol, café, Coca-Cola y similares, y los condimentos salados y especias.

d) Tratamiento farmacológico.

 Tratamiento neurovegetativo.

 Sedantes

 Tranquilizantes

 Neurolépticos

 Anticonvulsivos

 Ácido glutámico

 Vitaminas

 Antiparkinsonianos

 Anfetaminas

 Dinitrilos

 Anhídrido carbónico

 Ionización cálcica

 Vacunas

 Otros fármacos.

e) Terapéutica psíquica.

 Psicoterapia: Al disfémico hay que inculcarle la confianza en sí mismo, la


decisión, el optimismo, la alegría, además hará ejercicios de relajación
muscular y mental.

La ayuda psicológica es necesario en cualquier tratamiento que se haga al


disfémico. Si no cura la enfermedad, al menos cura su personalidad.

38
 Hipnosis. La mayoría de los foniatras se oponen a este tratamiento. Se
aprueba sólo para los disfémicos adultos. Se debe evitar su empleo en
niños o jóvenes.

 Narcoanálisis. Se ha probada también esto para la curación de la


Disfemia. Se utilizan inyecciones intravenosas de pentotal hasta la
desaparición del control consciente pero sin llegar al sueño hipnótico total.
No está indicado en los niños ni en adolescentes.

 Relajación: Las sesiones de relajación pueden empezarse a los ocho


años pero incluso en niños de pocas semanas podemos obtener sus
efectos a través de un masaje suave.

En todos los casos hay que decir que el paciente lo hace muy bien. Es lo que se
llama la estimulación positiva.

 Descarga cinética: Con la descarga cinética el foníatra intenta que las


potencias instintivas no descargadas del disfémico lo sean a través de
movimientos específicos en los que toma parte todo el cuerpo.

 Método norteamericano: Este método es una combinación del


procedimiento basado principalmente en la psicoterapia.

f) Terapéutica foniátrica: El fin de esta terapéutica es dar al enfermo un lenguaje


exteriormente correcto. Pro ello ejercita el aparato de la fonación para que el
sujeto aprenda a hacerlo espontáneamente. Distinguiremos unos tipos
de métodos:

-Métodos reflexivos: En estos métodos se hacen seguir ejercicios sistemáticos


de todos los movimientos articulatorios, primero de una manera aislada y luego
asociados, aprender una correcta coordinación muscular y llegar a
la automatización del habla.

 Método de Gutzmann

 Método de Froeschels

 Método de Stein

 Práctica voluntaria

39
 Método de Seeman

 Método de Borel- Maisonny

 Método de Ryan

 Método de Sheerhan

 Método de Boberg

 Técnica de Perkins

 Bradilalia.

-Métodos diversivos: Es necesario persuadir al enfermo de que cada palabra es


fácil u natural cuando se forma de una manera psicológicamente correcta.

 Método de Liebmann.

 Método masticatorio.

 Ejercicios monorrítmicos.

 Método hilarante.

 Música.

-Métodos combinados. La enfermedad es rebelde, los enfermos distintos y las


terapéuticas irregulares. Todo ello hace que en la práctica los foníatras vayan
alternando los métodos o aplicándolos simultáneamente o combinados entre sí.

g) Terapéutica en los niños pequeños: En este grupo se incluyen a los niños


pequeños que no se dan cuenta de su trastorno y aun no han establecido
reacciones secundarias, y también se incluye a los adultos que empiezan a
tartamudear. La madre debe frenar su impaciencia y deseos de corregir al niño
y asegurase de que su habla no es ridiculizada. Debe aceptar los titubeos del
habla de su hijo como una cosa transitoria de su desarrollo y evitar sus
emociones.

El recuerdo de la tartamudez debe ser olvidado y adquirir una confianza


inconsciente.

40
h) Terapéutica en los escolares. El papel del maestro de escuela es importante.
Este debe darles valor, confianza y propio respeto. Debe tener
una actitud calmada, sin prisa y una actitud mantenida. Esta actitud influye en
los otros niños y hace la vida del disfémico más soportable. No debe
impacientarse si el niño tarda en contestar.

La escuela normal no es recomendable para el niño disfémico, por eso se


deberían fundar especiales para ellos. Los textos son los mismos que las
escuelas normales. Las lecciones especiales son cinco horas a la semana y
consisten en ejercicios de: respiración, lectura, rítmica, cambios en el acento
melódico, asociación de ideas, narraciones y conversación.

i) Terapéutica de grupo: El tratamiento debe empezar lo antes posible. En el


grupo cada uno cuenta sus trastornos, sus problemas y sus dificultades. Sus
compañeros comentan, observa, aconsejan, sugieren y colaboran bajo la
orientación discreta del especialista.

j) Terapéutica con aparatos.

5.3. DISLALIA.

La reeducación logopédica debe empezar hacia los cuatro años y medio de


edad. Antes de ésta no tendremos la colaboración del niño, las sesiones no
deben prolongarse más de quince minutos.

Earnest afirma que, si se instruye a la madre sobre cómo ayudar a la


recuperación del niño dislálico, es mejor y más rápida. Si hay varias dislalias es
preferible simultanear la reeducación de todas ellas. Si es posible, se han de
contraponer los rasgos articulatorios, es decir, trabajar una fricativa y una
oclusiva, una oral y otra nasal.

La reeducación de la dislalia no debe intentar corregir el fonema mal articulado,


sino enseñarlo de nuevo. Habría que enseñar palabras nuevas que el niño no
conozca y que contengan el fonema que intentamos enseñar.

Hass dice que antes de enseñar los sonidos fonéticos hay que mostrar al niño
los lugares y el modo de articulación.

41
En la enseñanza logopédica es muy útil graduar las prioridades según la
dificultad de articulación de cada fonema.

Es útil, que el logopedista alterne la articulación correcta del fonema, con la


dislalia que produce el niño. Este debe aprender a "oír" la diferencia entre uno y
otro e indicarlo al logopedista.

Hay que "despertar" la sensibilidad discriminativa de la audición ya que nos será


más útil para la corrección.

Una regla general es hacer articular los fonemas aislados y empezar siempre por
los fonemas sordos.

Obtendremos ventajas en empezar la corrección por el mayor número posible


de articulaciones a la vez.

En los ejercicios de lectura tendremos cuidado que el niño silabee o corte la


oración de una manera fonética y no según la escritura.

Los padres deben hablar lentamente, pronunciando claramente y repitiendo de


una manera relajada, las palabras que el niño articule mal.

Si a los seis años de edad el niño no ha adquirido una articulación normal, la


dislalia persistirá toda su vida por tanto hay que iniciar la logopedia.

6. Evaluación.

Para determinar el nivel de habilidades lingüísticas de un niño se evalúan sus


capacidades intelectuales. Los tests psicológicos de inteligencia, como el
Wechsler u el Stanford-Binet, se apoyan en ítems e instrucciones verbales. Por
lo tanto, cuando se utilizan estas dos pruebas es imposible determinar si la baja
intelectuales, independientemente del trastorno en la comunicación.

Por esta razón, se deben evaluar también las capacidades no-verbales. Algunos
de los instrumentos psicológicos no-verbales utilizados son el Test Hiskey-
Nebraska y la Adaptación Arthur de la Escala Internacional Leiter.

El Test Nebraska de Aptitudes (TNA) (Hiskey, 1969) se utiliza en edades que


van desde los 3 hasta los 16 años. Contiene doce subpruebas con instrucciones

42
para la aplicación pantomímica a niños y adolescentes sordos e instrucciones
verbales para aquellos niños y adolescentes que pueden oír. Las repuestas son
no-verbales y requieren la elección de varias alternativas o una respuesta
motora.

Subpruebas del TNA:

Patrones de cuentas (3/10 años). Evalúa la capacidad de ensartar cuentas,


copiar y reproducir de memoria patrones de las mismas.

Memoria para los colores (3/10 años). Evalúa la capacidad para recordar una
serie de colores presentada en forma visual.

Identificación de figuras (3/10años). Mide la capacidad par emparejar figuras


idénticas de complejidad creciente.

Asociación de figuras (3/10 años). Evalúa la habilidad para emparejar figuras con
otros pares de figuras, sobre la base de relaciones preceptúales y conceptuales.

Intervalo de atención visual (3/16 años). Evalúa la capacidad para recordar


secuencias de figuras.

Patrones con cubos (3/16 años). Mide la capacidad par construir patrones con
cubos partiendo de representaciones pictóricas.

Completar dibujos (3/16 años). Mide la capacidad de búsqueda de partes


omitidas en dibujos.

Memoria de dígitos (/11/16 años). Evalúa la capacidad para reproducir una serie
de secuencias de dígitos presentados visualmente.

Rompecabezas con cubos (11/16 años). Evalúa la habilidad para armar cubos.

Analogías con figuras (11/16 años). Mide la habilidad para resolver analogías
representadas visualmente.

Razonamiento espacial (11/16 años). Mide la capacidad par completar figuras.

Del TNA se obtiene la EM y el CI. Además, cuando se aplica a niños


sordos facilita la edad de aprendizaje (EA) y el cociente de aprendizaje (CA).

43
La Escala Leiter Internacional de Ejecución (Adaptación de Arthur, 1950), es una
escala no-verbal que se utiliza con niños que presentan dificultades verbales. Se
aplica de los dos hasta los doce años y contiene un total de sesenta reactivos
(cuatro para cada nivel de edad). Mide la discriminación, generalización,
ordenamiento en secuencias, analogías y completar patrones. Facilita la EM y el
CI.

La evaluación en la comunicación incluye el habla (articulación), la voz, la


fluencia, la sintaxis, la morfología, el vocabulario y el pragmatismo. Además, la
evaluación enfoca en la habilidad del niño para producir sonidos.

Las destrezas lingüísticas se evalúan en un formato de producción y


comprensión. Las tareas de producción consisten en ítems que requieren que el
niño nombre o describa algo. Las tareas de comprensión requieren que el niño
procese el lenguaje y responda de forma no-verbal.

La evaluación completa de las capacidades en el lenguaje y el habla del niño


responde a los siguientes propósitos:

Describir los tipos de trastorno del habla y del lenguaje que el niño presenta.

Identificar los posibles factores causales.

Identificar los factores relevantes que pueden influir en la intervención.

Dicha evaluación global sitúa el énfasis tanto en lo formal (test normativos) como
en lo informal (evaluación descriptiva). La evaluación formal genera puntajes
numéricos (EM, CI, edad de lenguaje, puntajes tipificados) que pueden ser
comparados con los puntajes de niños evaluados durante el proceso de
elaboración el test.

Tests de evaluación formal más utilizados:

Peabody Picture Vocabulary Test (Dunn and Dunn, 1981)

Test of Language Development (Newcomer and Hammill, 1977)

Goldma-Fristoe Articulation Test (Goldman and Fristoe, 1972)

Fisher-Logemann Articulation Test (Fisher and Logemann, 1971)

44
Test for Auditory Comprehension on Language (Carrow-Woolfok, 1985)

Por otra parte, la evaluación informal o descriptiva se adapta a


las competencias del niño a evaluar. Algunas de estas técnicas en niños
pequeños son el uso espontáneo del lenguaje y el juego con muñecos. Para
niños mayores el lenguaje escrito y relatar historias.

Kelly y Rice (1986), sostienen que estos dos enfoques (formal y descriptivo) son
complementarios y si se desea obtener datos eficaces ambos deben estar
combinados.

Antes de llegar a establecer un diagnóstico de trastorno en la comunicación se


debe comparar los datos obtenidos en la evaluación (formal e informal) con los
del maestro del aula donde recibe instrucción el niño y con los datos obtenidos
de sus padres.

Así mismo, la APA (1984, 1995) incluye entre los trastorno de comunicación: el
trastorno del lenguaje expresivo, el trastorno mixto del lenguaje receptivo-
expresivo, el trastorno fonológico, el tartamudeo y el trastorno de la
comunicación no especificado.

Las cuatro tablas siguientes señalan los criterios para los cuatro tipos de
diagnóstico de trastornos de la comunicación según la APA.

-Trastorno del lenguaje expresivo.

Las puntuaciones obtenidas mediante evaluaciones del desarrollo del lenguaje


expresivo, normalizadas y administradas individualmente, quedan
substancialmente por debajo de las obtenidas mediante evaluaciones
normalizadas tanto de la capacidad intelectual no verbal como del desarrollo del
lenguaje receptivo. El trastorno puede manifestarse clínicamente a través de
unos síntomas que incluyen un vocabulario sumamente limitado, cometer errores
en los tiempos verbales o experimentar dificultades en la memorización de
palabras o en la producción de frases de longitud o complejidad propias del nivel
evolutivo del sujeto.

Las dificultades del lenguaje expresivo interfieren el rendimiento académico


o laboral o la comunicación social.

45
No se cumplen criterios de trastorno mixto del lenguaje recptivo/expresivo ni de
trastorno generalizado del desarrollo.

Si hay retraso mental, déficit sensorial o motor del habla, o provocación


ambiental, las deficiencias del lenguaje deben exceder de las habitualmente
asociadas a tales problemas.

Prevalencia: 3,5% de los niños del tipo evolutivo. El tipo adquirido es menos
frecuente.

-Trastorno del lenguaje receptivo-expresivo.

Las puntuaciones obtenidas mediante una batería de evaluaciones del desarrollo


del lenguaje receptivo y expresivo, normalizadas y administradas
individualmente, quedan substancialmente por debajo de las obtenidas mediante
evaluaciones normalizadas de la capacidad intelectual no verbal. Los síntomas
incluyen los propios del trastorno del lenguaje expresivo, así como dificultades
para comprender palabras, frases o tipos específicos de palabras, tales como
términos espaciales.

Las deficiencias del lenguaje receptivo y expresivo interfieren significativamente


el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social.

No se cumplen los criterios de trastorno generalizado del desarrollo.

Si hay un retraso mental, déficit sensorial o motor del habla o privación ambiental,
las deficiencias del lenguaje exceden de las habitualmente asociadas a estos
problemas.

Prevalencia. El tipo evolutivo puede ocurrir en un 3% de los niños en edad


escolar.

-Trastorno fonológico.

Incapacidad para utilizar los sonidos del habla esperables evolutivamente y


propios de la edad e idioma del sujeto (p. Ej., errores de la producción, utilización,
representación u organización de los sonidos tales como sustituciones de un
sonido por otro (utilización del sonido /t/ en lugar de /k/ u omisiones de sonidos
tales como consonantes finales).

46
Las eficiencias de la producción de los sonidos del habla interfieren el
rendimiento académico o laboral, o la comunicación social.

Si hay un retraso mental, déficit sensorial o motor del habla o privación ambiental,
las deficiencias del lenguaje exceden de las habitualmente asociadas a estos
problemas.

Prevalencia. Aproximadamente 2-3% de los niños entre 6-7 años. Desciende al


0,5% hacia los 17 años de edad.

-Tartamudeo.

Alteraciones de la fluidez y la organización temporal normales del habla


(inadecuadas para la edad del sujeto) caracterizada por ocurrencias frecuentes
de uno o más de los siguientes fenómenos:

 Repeticiones de sonidos y sílabas


 Prolongaciones de sonidos
 Interjecciones
 Palabras fragmentadas (p. Ej. Pausas dentro de una palabra)
 Bloqueos audibles o silenciosos (pausas en el habla)
 Circunloquios (sustituciones de palabras para evitar palabras
problemáticas)
 Palabra producidas con un exceso de tensión física
 Repeticiones de palabras monosilábicas (p. Ej. Yo, yo-yo lo veo)

La alteración de la fluidez interfiere el rendimiento académico o laboral, o la


comunicación social.

Si hay un déficit sensorial o motor del habla, las deficiencias del habla son
superiores a las habitualmente asociadas a estos problemas.

Prevalencia. En niños prepuberales 1% y desciende al 0,8% en la adolescencia.


La proporción varón a mujer es aproximadamente 3:1.

NOTA DE CODIFICACIÓN PARA LOS CUATRO TRASTORNOS

Si hay un déficit sensorial o motor del habla o una enfermedad neurológica, se


codificarán en el Eje III.
47
TRASTORNO DEL LENGUAJE

PRUEBAS APLICADAS PARA DETECTAR TRASTORNOS DEL LENGUAJE


Y HABLA

Entre las pruebas complementarias en la valoración de los trastornos del


lenguaje, se incluyen: psicométricas como el WISC-IV, Leiter, TONI-2. K-ABC
para capacidad intelectual verbal y no verbal; TALE/TALEC y
PROLECR/PROLEC-S para la lectura y escritura, respectivamente; escalas
EDAH y Conners, para valoración de la atención e hiperactividad- impulsividad;
ITPA, para aptitudes psicolingüística; Peabody y Boston para vocabulario en
imágenes y denominación, entre otros. El tratamiento debe ser a una edad
temprana, de forma intensa y prolongada, basada en un abordaje
multidisciplinario: padres, profesores, psicólogos, logopedas, pediatras,
psicólogos y neuropediatras.

48
LOS TRASTORNOS DEL HABLA SON:
1.-Dislalia:
Espasmofemia: Alteración de la fluencia normal de las palabras, produciéndose
el bloqueo o repetición de una o más sílabas. Se acompaña de movimientos
corporales que denotan tensión. La espasmofemia puede ser tónica, clónica o
tónica-clónica; siendo el 88% que se presenta en menor de 7 años, y es más
frecuente en hombres.

Conducta: Se recomienda una intervención "indirecta" hasta los 6 años, o sea,


no llamar la atención al niño por hablar mal; hablarle en forma lenta y clara y
evitar presionarlo a hablar o repetir las palabras hasta que las diga bien. A partir
de los 6 años es necesaria la derivación a fonoaudiólogo y psicólogo.

2.-Disfemia o Tartamudez fisiológica o evolutiva: Diagnóstico diferencial de


la espasmofemia. Se refiere a un proceso fisiológico en el cual el niño presenta
repeticiones de la palabra completa y sin espasmos. Ocurre alrededor de los 3 a
4 años y es autolimitado.

Conducta: Seguimiento con intervención "indirecta". No requiere derivación a


especialista.

3.- Farfulleo o habla taquilálica: Consiste en un habla precipitada, producto de


la cual, no se entiende lo que el niño dice.

Se observa en pacientes ansiosos, y en algunos casos, en niños con retardo


mental.
Conducta: Dar tiempo al niño para hablar, SIN interrumpirle. La derivación a
psicólogo dependerá del grado e implicancias de la ansiedad del paciente.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE

1.-Retraso simple del lenguaje: Lenguaje cuya adquisición se presenta


cronológicamente retrasada, pero que evoluciona adecuadamente (cumple los

49
hitos en forma adecuada) y que no compromete la comprensión. Se postula que
su origen sería un discreto retraso a nivel madurativo.
Conducta: Seguimiento con estimulación del lenguaje. No requiere derivación a
especialista.

2.-Disfasia o trastorno específico del lenguaje: Lenguaje cuya adquisición se


presenta cronológicamente retrasada, y que además evoluciona sin progresos.
Los afectados muestran una alteración persistente en la comprensión,
procesamiento y uso del lenguaje, y por tanto seria dificultades para
comunicarse. Conducta: derivación a especialista.

3. Afasia: Alteración adquirida del lenguaje, en el cual se observa un desarrollo


previo normal, y posteriormente alteraciones en la comprensión y/o expresión.

Puede ser secundaria a una lesión cerebral traumática, tumoral, malformativa o


infecciosa.
Conducta: Derivación inmediata a especialista para estudio.

ALTERACIÓN DE ÓRGANOS FONO ARTICULATORIOS:


1. Hipoacusia: Ya sea de conducción (habitualmente secundaria a Otitis media
efusiva, y más rara vez a agenesia del oído medio) o sensorioneural (secundaria
a asfixia neonatal, ototoxicidad, enfermedades metabólicas, tumores del SNC,
causa genética) Conducta: iniciar estudio y derivación para tratamiento.

2. Disglosia: Alteración de los órganos fono articulatorios, que causa trastorno


del habla y lenguaje. Ejemplos: labio leporino, fisura palatina. Conducta:
tratamiento interdisciplinario, con cirujano, fonoaudiólogo, etc.

3. Disartria: Dificultad en la pronunciación de las palabras de etiología


neurológica.
Conducta: iniciar estudio y derivación para tratamiento.

TRASTORNOS PSICOLINGÜISTICOS:

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1. Espectro autista: Suelen iniciarse en menores de tres años de vida,
siendo 3-4 veces más frecuente en pacientes de sexo masculino.

Se caracterizan por una alteración en la interacción social del individuo con


comportamientos compulsivos y rituales, y actividad motora estereotipada y
repetitiva. Estos pacientes presentan trastornos del lenguaje, con un desarrollo
del mismo alterado y atrasado, y presencia de ecolalia, mal uso de pronombres,
voz monótona o atónica.

2. Mutismo selectivo: Condición caracterizada por un lenguaje y habla


normales, pero que en determinadas situaciones (ej. en el colegio), o
frente a ciertas personas (ej. Con los hombres), se bloquea. Conducta:
seguimiento y derivación para estudio y tratamiento psicológico.

CEG Test de Comprensión de Estructuras Gramaticales

Autor: E. Mendoza Lara, G. Carballo Garcia, J. Muñoz López y Mª.


Dolores Fresneda L. Aplicación: Individual

Tiempo: 15 a 20 Minutos

Edad: 4 a 11 años o Adultos que presenten Trastornos de Comprensión


del Lenguaje. Afasia o Traumatismos Craneoencefálicos

No. De Ítems: 80 Sistema de Corrección: Autocorregible

Evaluación de la Comprensión y Construcciones Gramaticales de


Diferente Dificultad El CEG es un instrumento diseñado para evaluar la
compresión de estructuras gramaticales de dificultad creciente en niños
de 4 a 11 años con desarrollo del lenguaje normal y en niños y adultos
con diferentes patologías lingüísticas. Dado que el test no requiere ningún
tipo de respuesta verbal puede, igualmente, ser una medida de la
compresión del lenguaje en niños con graves trastornos de expresión del
lenguaje. El CEG se atiene a un formato de elección múltiple (un dibujo
entre cuatro, delos que uno de ellos es el objetivo y tres restantes son

51
distractores). Cada estructura gramatical se evalúa en cuatro elementos
diferentes, que constituyen un bloque. El CEG se ha diseñado como un
instrumento confirmatorio, susceptible de ser aplicado en aquellos casos
en los que la evaluación previa o la aplicación de instrumentos de
screening o detección rápida evidencien dificultades de compresión del
lenguaje.

EL JUEGO COMPLETO INCLUYE: Manual 25 Hojas de respuestas


Autocorregibles Cuaderno de láminas

52
CONCLUSIONES
 El lenguaje es esencialmente una herramienta social pero la adquisición de
esto requiere como base el desarrollo de estructuras que permita su aparición
específicamente. Dificultades auditivas, visuales, neuromotrices, cognitivas,
relacionales pueden impedir o retrasar el desarrollo del lenguaje.

 El trastorno del lenguaje en los niños se refiere a problemas ya sea con


comunicar su significado o mensaje a otros (trastorno del lenguaje expresivo)
o entender el mensaje proveniente de otros (trastorno del lenguaje receptivo).
El niño hablara si su entorno se comunica con él, si ve los gestos, si entiende
y comprende las palabras de aquel que le habla.

 Las alteraciones, anomalías, perturbaciones o trastornos del lenguaje


dificultan, de manera más o menos persistente, la comunicación lingüística,
afectando no solo a aspectos lingüísticos (fonológicos, sintácticos o
semánticos, tanto en el nivel de comprensión y decodificación como de
expresión o producción-codificación), sino también intelectuales y de la
personalidad, interfiriendo en las relaciones y rendimiento escolar, social y
familiar de los individuos afectados.

 Las personas con trastornos del lenguaje pueden tener dificultad para
entender las palabras habladas o escritas. Las deficiencias intelectuales, los
trastornos del espectro autista, la deficiencia auditiva, las lesiones o los
tumores cerebrales, los accidentes cerebrovasculares y la demencia pueden
originar trastornos del lenguaje, o bien acompañarlos. Dichos trastornos
también pueden aparecer en personas que se desarrollan intelectual,
sensorial o físicamente de manera normal.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Universidad de Chile / Fonoaudióloga clínica Ceril / Centro del desarrollo
Infanto Juvenil.
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lenguaje/Universidad Autónoma de Barcelona.
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 http://biosalud.saber.ula.ve/db/ssalud/edocs/articulos/Trastornos_lenguaj
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Lenguaje”, extraído de :
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http://es.wikipedia.org/wiki/Trastornos_del_lenguaje

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