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Gestión logística: definición y objetivos principales

La gestión empresarial es como un armario: en su interior hay unos cuantos cajones,


compartimentos y sitios donde guardamos diferentes objetos en función de una serie
de criterios, bien sea de forma, utilidad, tamaño o temporada.
Es decir, se compone de subcategorías como la gestión por procesos, los Recursos
Humanos, la gestión financiera, la gestión contable, la gestión de calidad y la gestión
logística, por señalar unas cuantas.
Algunas de ellas son puntuales y se centran en áreas específicas, como por ejemplo la
gestión financiera. Sin embargo, otras tienen un carácter estratégico que precisa un
trabajo más amplio y complejo, como es el caso de la gestión logística.

¿A qué nos referimos con gestión logística empresarial?


Entendemos por gestión logística todas aquellas acciones o conocimientos que posee
una empresa para captar, acceder o hacer uso de los recursos necesarios que hacen
posible el desarrollo de su actividad empresarial.
Generalmente se esboza en forma de estrategia corporativa —es decir, para el grueso
de la compañía— y busca optimizar el uso de los recursos, tomando como referencia los
principios de productividad, rendimiento e integración.
La logística de una compañía no debe estar sujeta a las corazonadas o a la intuición de
quienes están al frente de ella. En cambio, debe obedecer a un proceso de planificación
estratégico. Sus objetivos principales son:

 Aumentar la competitividad de la empresa. El empleo adecuado de los recursos hace a


las empresas más eficaces internamente y externamente, pues se eliminan los
obstáculos en la cadena productiva y, por efecto, se obtienen mejores resultados en el
mercado.

 Disminuir costes. La gestión logística nos da una idea de los recursos con los que
contamos y nos ayuda a planificar mejor su uso. Lo contrario sería usarlos sin ninguna
previsión e incurriendo en nuevos gastos.

 Mejorar los niveles de calidad del producto. No cabe duda que el aporte interno de la
gestión logística es notorio. Sin embargo, este debe traducirse en algo muy concreto:
una mayor calidad del producto, servicio o contenido con el que compitamos en el
mercado.

 Velar por la eficacia de los procesos. La gestión logística busca la eficacia en cada una de
las áreas productivas de las empresas. Es un buen recurso contra la duplicidad de tareas,
el mal uso de recursos, la burocracia y las denominadas zonas vacías de producción o
lagunas productivas.
Indicadores de gestión logística para la materialización
Ahora bien, la pregunta obligada es: ¿cómo llevar a cabo un plan de gestión logística en
una empresa? ¿Basta con la verificación y la monitorización de cada una de las áreas?
En realidad existe una fórmula más sencilla, ágil y eficaz para lograrlo, la cual supone la
definición de los denominados indicadores de gestión, o lo que es lo mismo, una serie
de parámetros que nos ayudan a verificar si los objetivos que nos hemos trazado en esta
materia se están cumpliendo.
A estos indicadores se les conoce con el nombre de KIPs. Son valores, cuantitativos o
cualitativos, que nos aportan información sobre el grado de éxito de los procesos de
gestión logística. Los más empleados en dicha tarea son:

 KIPs de producción.

 KIPs de almacenamiento e inventario.

 KIPs de abastecimiento de compra.

 KIPs de transporte y distribución.

 KIPs de entrega y servicio al cliente.

De las necesidades de cada caso dependerá la elección de alguno de los indicadores, de


dos o incluso de otros distintos. Por eso resulta tan importante la labor de planificación
cuando se trata de emprender un proceso de gestión logística.
Servicios de Gestión de Marketing

El propósito de la Gestión de Marketing es desarrollar, implementar y mantener


estrategias para cumplir con los objetivos de la organización. Esto también incluye la
gestión y el análisis en curso de todas sus actividades tácticas, incluyendo la publicidad
y promoción.

Nuestros servicios de Gestión de Marketing tienen como objetivo proporcionar a los


clientes asesoramiento profesional y asistencia que garanticen la ejecución de
estrategias, planes, programas, organización, políticas, sistemas, procedimientos y
operaciones comerciales sólidas.

Un marketing bien hecho impulsará tu negocio para el logro de tus metas. Contar con la
ayuda adecuada, a través de una Gestión de Marketing eficaz, es fundamental para
mantenerlo en camino y avanzar.

Siendo mitad arte y mitad ciencia, la clave para un gran marketing es encontrar un
equilibrio entre los dos. Nuestros especialistas combinan el lado creativo, visual y
narrativo con las teorías del marketing puro.

 Asegura la efectividad y productividad de tu comercialización.


 Asegura una permanente orientación estratégica y planificación.
 Mejora la gestión de tu presupuesto de marketing.
 Coordina y supervisa todas tus actividades de marketing.
 Te permite delegar para trabajar en otras áreas críticas de tu negocio.

El resultado final es una mejor comercialización y el crecimiento de tu empresa:


respaldado por una estrategia, informado por indicadores de desempeño, y alimentado
con creatividad. La Gestión de Marketing usa este enfoque para cada actividad;
asegurando que el desempeño de tu negocio sea monitoreado y mejorado
continuamente.

Muchos emprendedores y nuevas empresas nuevas no utilizan un gerente de marketing


dedicado, y algunas confían estas funciones en personas que no son especialistas. El
marketing puede ser solo uno de los muchos roles y responsabilidades para esta
persona; donde no es posible asegurar la prioridad que se debe dar a su gestión.

Un especialista dedicado te ayudará a mantener tus planes enfocados, y asegurará que


las actividades tácticas se realicen en tiempo. Ya sea que busques un soporte continuo,
o simplemente necesites un especialista que te ayude a mejorar tus habilidades en
algunas áreas; trabajar con nuestros profesionales contribuirá con el crecimiento de tu
negocio.
Estrategias de Marketing Multicanal

La promoción efectiva de un negocio no se trata de elegir entre marketing online y


offline. Por el contrario, se trata de caminar en la delgada línea entre estos dos
importantes componentes, que se entrelazan constantemente.

Al fusionarlos, logrará llegar a un grupo más amplio de personas, construir una base de
clientes leales y aumentar sus tasas de conversión. La integración del marketing online
y offline depende de su nicho, objetivos y público objetivo.

Muchas empresas en la actualidad invierten en una experiencia multicanal. Tienen un


sitio web, medios sociales, marketplaces, puntos físicos de distribución, tiendas físicas
propias, etc.

Las empresas utilizan cada uno de estos canales de comunicación para interactuar con
sus clientes; pero hasta que no conecten esas vías, no se convertirán en empresas que
adopten el marketing omnicanal.

El Marketing Omnicanal

El marketing omnicanal unifica las campañas y los mensajes a través de los canales; para
ofrecer una experiencia al cliente completa y consistente. Cada punto de contacto
empuja en la misma dirección. Unifica las ventas y el marketing para crear una
experiencia de comercio única a través de su marca.

Hemos llegado a un punto en el que muchos de nosotros estamos empezando a valorar


de nuevo la importancia de la experiencia offline. Como sociedad, hemos comenzado a
reconocer que la sobrecarga de tecnología puede aislarnos y dañar nuestras habilidades
interpersonales.

Nos hemos dado cuenta del daño que el tiempo de la pantalla puede hacer a los cerebros
en desarrollo de nuestros hijos. Comenzamos a buscar alternativas para mirar
información en nuestras pantallas de teléfonos inteligentes. Esto significa que, si bien
muchos consumidores aún desean la conveniencia de la prestación de servicios digitales,
también quieren una razón para alejarse de sus dispositivos y comprometerse a nivel
humano.
La Gestión de Operaciones (Operations Management en inglés) es la creación,
desarrollo y organización de la función de producción con el objetivo de
alcanzar ventajas competitivas. La función de producción esta definida por la creación,
producción, distribución, mantenimiento, etc, de los bienes y servicios generados por
una empresa determinada.
La competitividad es la habilidad que tiene una empresa para desempeñarse mejor que
su competencia según la percepción de sus clientes. Esto es esencial dado que el
concepto de competitividad no es abstracto sino relativo, por ejemplo, una empresa
puede ser competitiva en su mercado local pero no así al enfrentar competidores
externos que tienen una estructura de costos menor.

Cabe diferenciar dos términos frecuentemente utilizados en el ámbito de la Gestión de


Operaciones pero que tienen connotaciones distintas.

Competitividad: Posición relativa en el mercado, no es responsabilidad exclusiva de la


Gestión de Operaciones.
Productividad: Productos por unidad de insumo, responsabilidad exclusiva de la Gestión
de Operaciones.
Dicho de otro modo el área de producción u operaciones en una empresa contribuye a
la competitividad de la misma a través de la productividad.

Para ser competitivo se debe ser productivo pero la productividad por si sola no garantiza
la competitividad de la empresa.

Según Michael Porter, precursor de la estrategia corporativa y economista reconocido


mundialmente por sus contribuciones en el ámbito de la gestión estratégica y el
marketing, alcanzar ventajas competitivas tiene relación con la propuesta de valor a
largo plazo de la empresa y se materializa a través de la aplicación de tres estrategias
competitivas genéricas, a saber: liderazgo en costos, la diferenciación del producto y
el enfoque.
Los objetivos de la Gestión de Operaciones son producir un bien y/o prestar un servicio
específico al mínimo tiempo y costo posible. Si bien dichos objetivos son plausibles, es
necesario establecer criterios y parámetros para efectos de evaluación y control. Dicha
evaluación se hace a través de sistemas de gestión integrados y el monitoreo de
indicadores de gestión o KPI (Key Performance Indicator o Indicador clave de
rendimiento). En este contexto algunos criterios de evaluación son:
 Volumen de la Producción
 Costo (materiales, fuerza de trabajo).
 Utilización (equipo y fuerza de trabajo).
 Calidad y confiabilidad del producto
 Inversión (rendimiento sobre activos).
 Flexibilidad para cambios en el producto.

De esta forma es importante comprender la interacción del área de operaciones con


otras áreas funcionales de la empresa como lo son finanzas, marketing, recursos
humanos, investigación y desarrollo, etc. Cada una de ellas tiene un aporte y forma de
evaluación particular, alineada a una estrategia corporativa, que en conjunto
determinan la competitividad de la empresa y por ende su posición relativa en el
mercado.
Las decisiones en el ámbito de la Gestión de Operaciones se pueden clasificar
en estratégicas, tácticas y operativas (largo, mediano y corto plazo, respectivamente).

Por ejemplo la localización de una planta productiva es una decisión estratégica por el
volumen de inversión que ello representa, los efectos que genera en las operaciones
comerciales de una empresa y la dificultad de flexibilizar los impactos de dicha decisión
en el corto plazo. Luego, las decisiones tácticas que se adopten serán bajo el contexto
de las decisiones estratégicas consideradas previamente. Así por ejemplo la
planificación de la producción (como el desarrollo de un Plan Maestro de la Producción
o PMP) es una decisión táctica (mediano plazo) que usualmente considera un horizonte
de planificación de 3 a 18 meses. Finalmente las decisiones operativas o de corto plazo
tienen que ver con la implementación de la estrategia, lo que se denomina el “día a
día” y que esta bajo el alero de la planificación de mediano plazo realizada
anteriormente.

Hoy en día, las empresas mineras enfrentan altos costos de operación debido a varias
causas. Las principales son:
? Falta de integración de los procesos que componen la cadena de producción minera,
? Alta variabilidad que afecta el uso eficiente de la infraestructura de capital;
? Falta de integración de la gestión de activos en la operación del negocio,
? Falta de incorporación de flexibilidad en los procesos, diseños y planes de producción,
? Planes mineros que no integran las restricciones geometalúrgicas
? Concepción del proyecto, que no ha integrado de manera efectiva los aspectos de
sostenibilidad y de comunidades.

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