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El objetivo fundamental de este texto es para que el alumno de grado de las asignaturas de
Máquinas Eléctricas disponga de un material de base que le permita conocer los principales
lineamientos para la selección de motor eléctrico en un accionamiento electromecánico. La
resolución de ejercicios que se plantea en este texto, le posibilitaran completar el panorama
general de selección de electromotores
Normalmente esta temática en las Carreras de Ingeniería se abordan luego del estudio de los
convertidores electromecánicos, motores y generadores, los cuales se estudian principalmente en
operación de régimen permanente. No obstante, dependiendo de la especialidad de la energía, se
realizan en estos cursos consideraciones sobre el comportamiento electrodinámico de los sistemas
electromecánicos de los cuales el motor eléctrico es una parte fundamental.
Los adelantos tecnológicos, tanto en la construcción de la maquina eléctrica en general y del motor
eléctrico en particular, empleándose nuevos materiales aislantes y magnéticos, como así la
electrónica desarrollada para aplicaciones al motor eléctrico, remiten a considerar que lo expuesto
en los puntos siguientes es para brindar una primera impresión concreta y realista de los criterios
básicos de selección de motores.
El texto se ha ordenado planteando la necesidad de comprender el funcionamiento del motor
eléctrico en el accionamiento: el conocido “problema de la selección de electromotores” para luego
abordar aspectos constructivos, normativos y de operación de los motores eléctricos,
esencialmente en régimen permanente, tanto continuo como variado.
Se plantean características básicas de los mecanismos que permiten conceptualizar y analizar a
partir de las características mecánicas de los motores eléctricos el funcionamiento en conjunto.
Finalmente se realizan consideraciones básicas para la selección de los motores eléctricos y se
presentan los métodos usualmente empleados en la selección de los mismos.
Durante el desarrollo del curso, al estudiar las diferentes máquinas, una pregunta que surge
inevitablemente es:
¿Cuáles son las características de las máquinas que necesitamos conocer cuantitativamente con
suficiente precisión?
La respuesta es: depende del empleo específico a que se han de destinar.
Aparece así, un aspecto de selección de la máquina eléctrica en relación a un accionamiento
determinado.
La máquina eléctrica es uno de los componentes de un sistema de conversión electromecánica de
energía y sus características son muchas veces decisivas para la eficiencia del sistema completo.
Es de importancia el conocimiento de las características velocidad-par de los motores en régimen
permanente, así como conocer los límites entre los que puede variarse dicha característica.
Ahora bien, para comprender el papel desempeñado por las máquinas rotativas, en la moderna
tecnología, no es suficiente el conocimiento de las características en régimen permanente: en
muchas aplicaciones, en el campo cada vez más extenso del automatismo, tiene mayor interés el
comportamiento dinámico del sistema electromecánico completo, del cual la máquina es uno de
sus componentes.
Por ejemplo, puede ser necesario gobernar la velocidad o la posición de un eje acoplado a una
carga relacionándola, con una determinada función del tiempo o de otra variable cualquiera. Una
aplicación típica es la de regular minuciosamente la tracción a la que se somete una larga tira de
material, por ejemplo papel, para ser recogido en una bobina; ello requiere una regulación dinámica
de sorprendente precisión y de gran rapidez de respuesta.
Respecto al funcionamiento en régimen permanente, digamos, que en la mayor parte de los casos,
los motores se alimentan a tensión constante y mueven una carga mecánica cuyo par resistente
depende de la velocidad arrastrada. La velocidad en régimen permanente queda fijada por el punto
en el que el par que el motor puede dar electromagnéticamente es igual al que la carga puede
absorber mecánicamente.
Así en la figura 1, la línea continua es la característica “velocidad-par” de un motor de inducción y la
línea de trazos el par requerido por un ventilador en función de la velocidad.
v
e
l
o
c
i
d
a Par
d
Las necesidades de potencia o de par motor varían naturalmente según las condiciones del equipo
al que se aplican:
en otros, como, por ejemplo la rotación de un plato de tocadiscos, es indispensable mantener una
uniformidad perfecta.
algunas veces se requiere una velocidad sincronizada con otra velocidad, como puede ser, en el
accionamiento de dos laterales de un puente levadizo.
los motores para grúas o para tracción necesitan en el arranque un gran par con poca velocidad y
luego un par relativamente pequeño a velocidad alta, o dicho de otra forma, requieren una
característica par-velocidad variable.
otras veces se requiere regular la velocidad y mantenerla uniforme dentro de amplios límites, como
es el caso de las máquinas herramientas, en las que es necesario poder trabajar a una velocidad
predeterminada.
En cualquier aplicación puede tener importancia el par de arranque que el motor es capaz de
ejercer, el par máximo en funcionamiento y la intensidad absorbida en cada caso.
Bajo el punto de vista térmico, el calentamiento del motor debe hallarse estudiando detalladamente
las pérdidas.
Aparecen así los criterios de selección de electromotores que veremos más adelante y que
básicamente se basan en consideraciones térmicas.
Estos criterios que permiten seleccionar adecuadamente la potencia de los motores, deben ser
completados con otras consideraciones, como es el caso en que haya que arrancar o cambiar el
sentido de rotación con frecuencia, pues tales maniobras equivalen, térmicamente hablando, a
fuertes sobrecargas.
Asimismo, hay que tener en cuenta que, cuando en el ciclo existan puntos de potencias
considerables, un motor cuya potencia nominal haya sido elegida exclusivamente por
consideraciones térmicas, bien puede ser incapaz de dar el par requerido; por lo que en estos
casos es frecuente utilizar motores especialmente dimensionados para soportar fuertes cargas
durante tiempos cortos.
Entre los aspectos económicos, digamos que, es preciso considerar que el motor ha sido
seleccionado adecuadamente, cuando se ajusta a la especificación requerida con un costo mínimo.
Ello debe incluir no solo el costo de adquisición del accionamiento, sino también los gastos de
explotación: el factor de potencia y el rendimiento son importantes aquí. Pero también debe
III) Breve repaso de los aspectos funcionales y principales características de los motores
eléctricos
Los motores eléctricos de aplicación industrial, son máquinas eléctricas rotatorias que transforman
la energía eléctrica en energía mecánica. Debido a sus múltiples ventajas, entre las que cabe citar
su economía, limpieza, comodidad y seguridad de funcionamiento, el motor eléctrico ha
reemplazado en gran parte a otras fuentes de energía, tanto en la industria como en el transporte,
las minas, el comercio, o el hogar.
Los motores eléctricos satisfacen una amplia gama de necesidades de servicio, desde arrancar,
acelerar, mover, o frenar, hasta sostener y detener una carga. Estos motores se fabrican en
potencias que varían desde una pequeña fracción de caballo hasta varios miles, y con una amplia
variedad de velocidades, que pueden ser fijas, ajustables o variables
Un motor eléctrico contiene un número mucho más pequeño de piezas mecánicas que un motor de
combustión interna o uno de una máquina de vapor, por lo que es menos propenso a las fallas. Los
motores eléctricos son los más ágiles de todos en lo que respecta a variación de potencia y pueden
pasar instantáneamente desde la posición de reposo a la de funcionamiento al máximo. Su tamaño
es más reducido y pueden desarrollarse sistemas para manejar las ruedas desde un único motor,
como en los automóviles.
El inconveniente es que las baterías son los únicos sistemas de almacenamiento de electricidad, y
ocupan mucho espacio. Además, cuando se gastan, necesitan varias horas para recargarse antes
de poder funcionar otra vez, mientras que en el caso de un motor de combustión interna basta sólo
con llenar el depósito de combustible. Este problema se soluciona, en el ferrocarril, tendiendo un
cable por encima de la vía, que va conectado a las plantas de generación de energía eléctrica. La
locomotora obtiene la corriente del cable por medio de una pieza metálica llamada patín. Así, los
sistemas de almacenamiento de electricidad no son necesarios.
- Cuando no es posible o no resulta rentable tender la línea eléctrica, para encontrar una solución al
problema del almacenamiento de la energía se utilizan sistemas combinados, que consisten en el
uso de un motor de combustión interna o uno de máquina de vapor conectado a un generador
eléctrico. Este generador proporciona energía a los motores eléctricos situados en las ruedas.
Estos sistemas, dada su facilidad de control, son ampliamente utilizados no sólo en locomotoras,
sino también en barcos.
Los motores de corriente alterna tienen una estructura similar, con pequeñas variaciones en la
fabricación de los bobinados y del conmutador del rotor. Según su sistema de funcionamiento, se
clasifican en motores de inducción, motores sincrónicos y motores de colector.
Motores sincrónicos
Los motores sincrónicos funcionan a una velocidad sincrónica fija proporcional a la frecuencia de la
corriente alterna aplicada. Su construcción es semejante a la de los alternadores. Cuando un motor
sincrónico funciona a potencia constante y sobreexcitado, la corriente absorbida por éste presenta,
respecto a la tensión aplicada un ángulo de desfase en avance que aumenta con la corriente de
excitación.
Esta propiedad es la que ha mantenido la utilización del motor sincrónico en el campo industrial,
pese a ser el motor de inducción más simple, más económico y de cómodo arranque; ya que con
un motor sincrónico se puede compensar un bajo factor de potencia en la instalación al suministrar
aquél la corriente reactiva, de igual manera que un condensador conectado a la red.
Motores de colector
Velocidad: velocidad máxima a 50 ciclos igual a 3000 r.p.m. para máquinas de corriente alterna
normales. Se necesitan convertidores de frecuencia para velocidades mayores. Las máquinas de
colector pueden funcionar a más alta velocidad, aunque no las de potencia elevada. Para
velocidades bajas, debe considerase la posibilidad de emplear un reductor con un motor de alta
velocidad y, por lo tanto, más pequeño y más barato, en comparación con el accionamiento directo
de baja velocidad, más caro, pero también más eficaz
Variación de velocidad: velocidad constante: motor síncrono o motor de corriente continua con
equipo de control en bucle cerrado; velocidad aproximadamente constante: motor de inducción,
motor shunt o compound de corriente continua; variación de velocidad discreta: motor de inducción
con variación del número de polos; variación natural con la carga: motores serie de corriente
continua y corriente alterna; campo de velocidades pequeño: motor de inducción con control de la
tensión o por resistencias; campo de velocidades amplio: motores de colector de corriente continua
o corriente alterna; equipos de alimentación a frecuencia variable con motores de inducción o
sincronos.
Carga: par de arranque bajo o alto; tiempo de aceleración-alto par de cero a velocidad máxima;
tiempo de deceleración-circuitos de frenado adecuados y eficaces; carga constante; sobrecargas
en servicio; ciclo de trabajo de la variación de carga.
siendo K una constante que tiene en cuenta la menor ventilación durante la parada, y que en un
motor abierto vale aproximadamente 4. El tiempo empleado en un ciclo completo debe ser
corto comparado con el que necesita el motor para alcanzar su temperatura de régimen.
Aunque algo rudimentario, el método de la potencia eficaz se emplea frecuentemente con éxito,
pues la necesidad de redondear el resultado para atenerse a la serie de potencias normales
existentes en el mercado hace innecesario un cálculo excesivamente preciso; si por ejemplo, del
cálculo resulta una potencia efectiva de 87 caballos deberá adquirirse un motor de 100. Hay que
tener especial cuidado con los motores que deban arrancar o cambiar de sentido de rotación
con frecuencia, pues tales maniobras equivalen, térmicamente hablando, a fuertes sobrecargas.
Asimismo hay que tener en cuenta que cuando en el ciclo existen puntas de potencia
considerables, un motor cuya potencia nominal haya sido elegida exclusivamente por
consideraciones térmicas bien puede ser incapaz de dar el par requerido, por lo que en estos casos
es frecuente utilizar motores especiales dimensionados para soportar fuertes cargas durante
tiempos cortos, estos motores en general pueden producir pares más fuertes que los motores
normales de igual potencia aún cuando térmicamente son menos resistentes debido a que han sido
proyectados con gran densidad de flujo en el hierro y gran intensidad de corriente en el cobre.
Grado de Protección
Cifra
Indicación breve sobre los objetos que no deben
Descripción Abreviada
penetrar en la envolvente
0 No protegida Sin protección particular
El número que va en segundo lugar, normalmente denominado como “segunda cifra característica”,
indica la protección del equipo en el interior de la envolvente contra los efectos perjudiciales debidos
a la penetración de agua.
La segunda cifra esta graduada de forma similar a la primera, desde 0 (cero) hasta 8 (ocho). A
medida que va aumentando su valor, la cantidad de agua que intenta penetrar en el interior de la
envolvente es mayor y también se proyecta en más direcciones.
Protegida contra la caída vertical de La caída vertical de gotas de agua no deberán tener efectos
1
gotas de agua. perjudiciales.
Protegida contra la caída de gotas de La caída vertical de gotas de agua no deberán tener efectos
2 agua con una inclinación máxima perjudiciales cuando la envolvente esta inclinada hasta 15º con
de15º. respecto ala posición normal.
El agua pulverizada de lluvia que cae en una dirección que forma un
Protegida contra la lluvia fina
3 ángulo de hasta 60º con la vertical, no deberá tener efectos
(pulverizada)
perjudiciales.
Protegida contra las proyecciones de El agua proyectada en todas las direcciones sobre la envolvente no
4
agua. deberá tener efectos perjudiciales.
El agua proyectada con la ayuda de una boquilla, en todas las
5 Protegida contra los chorros de agua. direcciones, sobre la envolvente, no deberá tener efectos
perjudiciales.
Protegida contra fuertes chorros de Bajo los efectos de fuertes chorros o la mar gruesa, el agua no
6
agua o contra la mar gruesa. deberá penetrar en la envolvente en cantidades perjudiciales.
Cuando se sumerge la envolvente en agua en unas condiciones de
Protegida contra los efectos de la presión y con una duración determinada, no deberá ser posible la
7
inmersión. penetración de agua en el interior de la envolvente en cantidades
perjudiciales.
El equipo es adecuado para la inmersión prolongada en agua bajo las
condiciones especificadas por el fabricante.
Protegida contra la inmersión NOTA: esto significa normalmente que el equipo es rigurosamente
8
prolongada. estanco. No obstante para ciertos tipos de equipos, esto puede
significar que el agua pueda penetrar pero solo de manera que no
produzca efectos perjudiciales.
Los procedimientos especializados de limpieza no están cubiertos por los grados de protección IP. Se recomienda que los
fabricantes suministren, si es necesario, una adecuada información en lo referente a los procedimientos de limpieza. Esto
esta de acuerdo con las reglamentaciones contenidas en la CEI 60529 para los procedimientos de limpieza especiales.
Adicionalmente de forma opcional, y con objeto de proporcionar información suplementaria sobre el
grado de protección de las personas contra el acceso a partes peligrosas, puede complementarse el
código IP con una letra colocada inmediatamente después de las dos cifras características. Estas
letras adicionales (A, B, C o D), a diferencia de la primera cifra característica que proporciona
información de como la envolvente previene la penetración de cuerpos sólidos, proporcionan
información sobre la accesibilidad de determinados objetos o partes del cuerpo a las partes
peligrosas en el interior de la envolvente.
La envolvente impide la accesibilidad a partes
Letra
peligrosas con:
Una gran superficie del cuerpo humano tal como la mano
A (pero no impide una penetración deliberada)
Prueba con esfera de 50 mm.
Los dedos u objetos análogos que no excedan una longitud
B de 80 mm
Prueba con: Dedo de Ф=12mm y L=80 mm
Herramientas, alambre, etc., con diámetro o espesor
C superior a 2,5 mm.
Prueba con: Varilla de Ф=2,5 mm y L=100 mm.
Alambres o cintas con un espesor superior a 1 mm.
D
Prueba con: Varilla de Ф=1 mm y L=100 mm.
En ocasiones, una envolvente no tiene especificada una cifra característica, bien porque no es
necesaria para una aplicación concreta, o bien por que no ha sido ensayada en ese aspecto. En este
caso, la cifra característica correspondiente se sustituye por una “X”, como por ejemplo IP2X, que
indica que la envolvente proporciona una determinada protección contra la penetración de cuerpos
sólidos, pero no ha sido ensayada en lo referente a la protección contra la penetración de agua.
Figura 3
Como ejemplos podemos citar los motores de:
- ventiladores
- bombas
- instalaciones convertidoras
- etc.
Que trabajan ininterrumpidamente mucho tiempo y los períodos de trabajo se miden por horas e
incluso por días.
Figura 4
Este tipo de régimen suele practicarse por ejemplo en:
- accionamientos de placas o plataformas giratorias ferroviarias
no debiendo rebasar el ciclo Tr T f un período superior a los 10 minutos.
Figura 5
De esta forma el equipo no llega a enfriarse completamente durante el tiempo de parada; su
temperatura va aumentando escalonadamente hasta su valor final.
En esta clase de servicio es de gran importancia el tiempo relativo de conexión, o sea la
relación entre el tiempo de funcionamiento T f y el ciclo completo T
r T f , que
abreviadamente podemos designar por TC (tiempo de conexión) y expresaremos en tanto por
ciento
Tf
TC % 100
T f Tr
Cabe destacar en el servicio temporal y asimismo en el intermitente periódico una subdivisión a
base de dejar la máquina parada o mantenerla funcionando en vacío.
Ejemplos típicos de estos accionamientos son:
- grúas
- ascensores
- dispositivos transportadores
- algunas máquinas de cortar metal
- etc.
La metodología de elección de la potencia de los motores para cada uno de los tres regímenes
de trabajo indicados se diferencia un poco, ya que las condiciones de calentamiento de las
máquinas son distintas en cada uno de ellos.
El tipo de trabajo que realiza la máquina operadora, determina el servicio al cual está sometido
el motor que la acciona.
En el servicio de corta duración junto con la potencia que puede desarrollar la máquina, debe
indicarse el tiempo de funcionamiento y en el intermitente periódico se indicarán la potencia de
la máquina, el TC y el número de maniobras/hora.
En los casos en que el servicio no sea continuo es de esencial importancia conocer la cantidad
de conexiones por hora, a fin de determinar el tiempo de duración de cada ciclo de trabajo.
Durante el tiempo en el cual el motor permanece conectado, el mismo puede estar sometido a
conexiones de arranque, frenado eléctrico, marcha a carga constante, marcha en vacío, etc., por
lo que es necesario encuadrar el tipo de servicio de acuerdo a alguna normativa. En nuestro país
la norma, los clasifican en:
La debida elección de la potencia de los motores tiene una enorme significación para la economía
nacional, siendo determinantes las inversiones iniciales y el costo de los gastos de explotación en
los accionamientos eléctricos. El empleo del motor de potencia insuficiente puede alterar el
funcionamiento del mecanismo y reducir su productividad, producir averías y estropear el propio
motor prematuramente. A su vez, el uso de motores de potencia superior a la necesaria empeora
los índices económicos de la instalación, conduce a su encarecimiento y a grandes pérdidas de
energía. En este caso, no sólo se eleva el costo inicial del accionamiento eléctrico, sino que
aumentan también las pérdidas de energía debido al descenso del rendimiento del propio motor y
en las instalaciones de corriente alterna, además, se empeora el factor de potencia, cuya magnitud
influye directamente en la carga improductiva de las redes distribuidoras y de los generadores de
las centrales eléctricas que producen energía. La significación del problema resulta evidente, si nos
representamos el enorme número de mecanismos que ponen en movimiento los motores eléctricos
en todas las ramas de la economía nacional.
En cada caso por separado, el motor elegido de acuerdo con el diagrama de carga prefijado debe
cargarse plenamente y, a su vez, trabajar sin calentar más de los límites admisibles. Del mismo
modo el motor debe funcionar normalmente en caso de posibles sobrecargas temporales y poseer
un par de arranque suficiente para asegurar la duración indispensable del arranque del mecanismo
operador.
En la aplastante mayoría de los casos, la elección de la potencia del motor se practica de acuerdo
con el calentamiento y, a continuación, se comprueba respecto a su capacidad de sobrecarga.
Además de algunos de los factores mencionados, son de importancia otros factores en la elección
de generadores o motores para uso específico.
En el caso de un generador, convertidor síncrono o alternador, entre estos factores pueden citarse:
el tipo de máquina motriz
el método de montaje a emplear
el sentido de giro
si esta situado en un edificio abierto o totalmente cerrado
el tipo de control que se utilizará
las condiciones de mantenimiento en cuanto a accesibilidad
si está directamente acoplado, acoplado mediante engranajes, o correas a la máquina motriz
las condiciones de humedad general, atmosféricas o ambientales a las que estará sujeto.
En el caso de un motor:
pues son factores que determinan el tipo de motor a elegir y la potencia nominal.
Siempre que sea posible, deben utilizarse los datos basados en ensayos con un motor provisional
o en cálculos. Deben considerarse las condiciones de carga media y máxima tanto en los ensayos
como en los cálculos. En algunos casos, la carga máxima puede presentarse sólo en el arranque,
mientras que en otros casos, sobrecargas periódicas de corta duración pueden exceder las del
arranque. Entre otros factores pueden citarse la fuente de potencia disponible, la frecuencia,
fluctuaciones de tensión, características de inversión, margen de velocidad, método de montaje,
espacio disponible, previsiones de lubricación, accesibilidad a las escobillas (si las hay),
mantenimiento, forma de acoplamiento, técnicas de reducción de la velocidad, tipo de envoltura,
costo por HP, par de marcha y arranque, tiempo de aceleración y par límite.
En general, la mayoría de los fabricantes de máquinas eléctricas emplean ingenieros de aplicación
en sus organizaciones de servicios para auxiliar al usuario en la elección de la máquina eléctrica
del tipo y tamaño apropiados para un determinado tipo de carga. Es aconsejable consultar con uno
o más de estos grupos antes de adquirir una gran parte del equipo que, elegida inadecuadamente,
daría lugar a costos de energía elevados, escaso rendimiento, servicios deficientes,
sobrecalentamiento, averías y costos de mantenimiento superiores.
NORMAS
En casi todos los motores eléctricos la velocidad es una función decreciente con la cupla, no
obstante, el grado de variación de la velocidad al cambiar la cupla es diferente en los distintos
motores eléctricos y se caracteriza por la llamada rigidez de su característica mecánica.
Las características mecánicas de los motores eléctricos pueden dividirse en tres categorías
principales:
CLASE I:
Comprende los mecanismos en los que la cupla resistente depende la velocidad, dependencia que
se expresa con la fórmula anterior
donde x puede variarse prácticamente en los límites de –1 a 2, tomando los valores intermedios
tanto en números enteros como quebrados, aunque en ciertos casos, como establece la
experiencia, la magnitud x puede resultar mayor de 2.
CLASE II:
Esta clase abarca los mecanismos en los que la cupla resistente depende del camino, como los
compresores a émbolo, cuya carga varía de acuerdo a la carrera del émbolo; las cizallas para
cortar metal, cuyo momento varía con el ángulo de giro de la manivela; plataformas de elevación y
otros mecanismos de transmisión de manivela.
CLASE III:
Comprende a los mecanismos cuya cupla resistente depende de factores casuales tecnológicos.
La cupla resistente de estos mecanismos varía en general debido a las distintas propiedades de los
materiales a trabajar.
La regularidad de la carga en función de la velocidad, camino o tiempo, en semejantes
mecanismos no puede expresarse con ayuda del método analítico de probabilidades, ya que aquí
la carga varía casualmente respecto al tiempo.
Los mecanismos de este tipo comprenden las quebrantadoras de piedras, amasadoras de arcilla,
etc. Un representante típico es el desfibrilador que convierte la madera en fibras para la ulterior
producción de papel.
Para los mecanismos de esta clase se deben realizar los cálculos partiendo de cierta cupla media
que se suele determinar valiéndose de investigaciones experimentales. Una vez obtenida la
magnitud de la cupla media resistente, a fin de construir diagramas de carga, puede aplicarse el
mismo método que se utiliza para los mecanicismos de la clase I
Se entiende por diagrama de carga del mecanismo impulsado la dependencia entre su cupla o par
resistente y el tiempo, es decir
d
En el caso particular del movimiento permanente, cuando 0 , la ecuación del movimiento
dt
del accionamiento eléctrico tiene la forma siguiente
por eso en este caso coinciden el diagrama de carga del mecanismo impulsado y el del
accionamiento eléctrico; mientras que en el caso general estos diagramas de carga, en principio,
son distintos; el diagrama de carga del accionamiento T f t se distingue del diagrama de carga
de un mecanismo impulsado Tres f t .
el motor trabajará con una temperatura admisible para él, puesto que,
En la figura que sigue se da el diagrama de carga Pfty en otra escala la gráfica de pérdidas
Qftcorrespondiente a este diagrama.
entonces la elección del motor respecto a las condiciones de calentamiento puede considerarse
terminada. Si el motor ha sido comprobado a la sobrecarga admisible y al par de arranque, con
esto finaliza el cálculo de la potencia.
El cálculo por el método de las pérdidas medias no tiene en cuenta la temperatura máxima, para la
gráfica variable de carga. No obstante, este cálculo es bastante exacto y seguro para determinar la
temperatura media del motor durante un ciclo. Pese a que el motor se somete a la acción de poca
duración de temperaturas de cresta, su duración de servicio, en este caso, varía prácticamente
poco.
En la práctica, frecuentemente se usan métodos de magnitudes medias cuadráticas o equivalentes
por ser más convenientes, aunque sean menos exactas.
El motor debe también comprobarse a la sobrecarga admisible, por ejemplo, para un motor de
corriente continua, debe cumplirse la condición
Si resulta que no se satisface la última condición, será necesario elegir un motor de mayor
potencia, rigiéndose en este caso por la capacidad de sobrecarga del motor y no por las
condiciones de calentamiento.
El cálculo de la corriente equivalente representa cierta dificultad cuando las magnitudes de la
corriente no siguen siendo constantes en distintos períodos de tiempo. Para el diagrama de
semejante tipo (figura 11), la corriente equivalente se determina por la fórmula
La corriente equivalente para las secciones que tienen la forma triangular se determina a base de
la ecuación
Prácticamente, la elección de la potencia del motor requiere frecuentemente utilizar las gráficas
de momentos o de potencia. El momento o potencia equivalentes se determinan análogamente a
la corriente equivalente.
Teniendo en cuenta (si el flujo magnético es invariable) la proporcionalidad directa entre el
momento y la corriente y suponiendo el momento electromagnético aproximadamente igual al
momento en el árbol, puede obtenerse la fórmula para el momento equivalente
La fórmula para la potencia equivalente se deduce directamente, si se toma en consideración que
entre el momento y la potencia existe una dependencia recta, si la variación de la velocidad del
motor puede despreciarse
Todos sabemos que el motor eléctrico es una máquina que transforma energía eléctrica recibida de
la red en energía mecánica rotacional en el eje. De esta forma se puede accionar cualquier tipo de
carga mecánica, siempre y cuando tengamos disponibilidad de una red eléctrica.
También sabemos que dentro del universo del motor eléctrico, el motor de inducción es el más
común y prácticamente todas las aplicaciones industriales pueden realizarse con este motor,
generalmente el tipo jaula de ardilla, o con rotor en cortocircuito.
Es tan generalizado su uso, que pasamos por alto muchos aspectos en el momento de la selección y
aplicación del mismo. En las siguientes líneas se darán algunas indicaciones importantes que
ayudarán a hacer estas labores más técnicas y más eficientes desde el punto de vista de operación
de una industria.
GESTIÓN INICIAL
Siempre que se tiene la necesidad de adquirir un motor, hay que hacer antes los siguientes
cuestionamientos:
¿Es una instalación nueva o existente?
¿Cuáles son las condiciones de la red eléctrica?
¿Cuál es la carga que el motor va a accionar?
¿Cuáles son las condiciones medioambientales?
¿Cuál va a ser el tiempo de recuperación de la inversión?
¿Qué tipo de normas debe cumplir el motor?
¿Cómo va a ser hecho el arranque del motor?
Y obviamente, ¿Cuáles son las características de potencia y velocidad requeridas del motor?
LAS NORMAS
Existen dos normas bajo las cuales se fabrican los motores.
IEC Comisión Electrotécnica Internacional que es acogida por la gran mayoría de países y
especialmente los europeos
NEMA Asociación Nacional de Fabricantes de Equipos Eléctricos. Es una norma nacional de Estados
Unidos, pero es común en muchos países.
Hay varias diferencias en la construcción dependiendo de la norma, pero lo más significativo es que
mientras las dimensiones según IEC son en milímetros, según NEMA son en pulgadas. Por esta
razón, la intercambiabilidad no es inmediata.
LA CARGA
La carga es la que define la potencia y velocidad del motor. En la gran mayoría de aplicaciones, el
motor jaula de ardilla puede atender cualquier carga en su eje, pero es conveniente hacer un estudio
detallado de cuál será el momento de inercia, la curva Par-Velocidad de la carga. Estos puntos nos
ayudan a definir cómo será el comportamiento dinámico del motor con su máquina de trabajo y
cuáles serán los tiempos de arranque. Es ideal conocer las condiciones de la carga durante la
especificación del motor, pues el comportamiento varía, dependiendo de ésta. Máquinas como
bombas y ventiladores tienen un comportamiento específico diferente de molinos, trituradoras y
diferente de bandas transportadoras o de máquinas herramientas o elevadores. En todas estas
máquinas, los torques de arranque son diferentes y con toda seguridad, los ciclos de trabajo varían
de una instalación a otra.
LA RED
Las principales características que identifican una red eléctrica son la tensión (voltaje) y frecuencia.
En Argentina, otros países del cono sur y Europa la frecuencia es 50 Hz, en Norteamérica,
Centroamérica y algunos países de Suramérica la frecuencia normalizada es 60 Hz,
EL ARRANQUE
Uno de los momentos más críticos para el motor, la red y la carga es el arranque. Por sus
características propias, el motor jaula de ardilla consume durante el arranque una corriente que
puede oscilar entre 5 y 8 veces la corriente nominal. El arranque es el periodo en el que el motor
hace la transición desde su estado de reposo hasta su velocidad de régimen.
Para la red, la mejor condición de arranque es aquella en que este tiempo de transición es el mínimo
posible y la corriente consumida es la mínima posible. Para el motor, la mejor condición de arranque
es la que garantiza el menor calentamiento. Para la carga, la mejor condición es aquella que
garantiza los menores desgastes mecánicos. En general, el tipo de arranque de cada aplicación debe
ser analizado adecuadamente para lograr el mejor equilibrio entre las tres parte mencionadas
previamente. Las características de curva de carga y momento de inercia tanto de motor como de
carga, deberían ser consideradas en este análisis.
Junto con criterios técnicos se considerarán criterios económicos.
1. Directo. El motor tendrá una corriente de arranque normal (hasta ocho veces la corriente nominal)
y un par de arranque normal.
4. Arranque electrónico suave. En este método, el arrancador alimenta el motor con una tensión
reducida y gradualmente aumenta la tensión hasta la tensión de régimen. El comportamiento inicial
de la corriente y la cupla será idéntico al método 3, pero el comportamiento durante todo el periodo
de transición dependerá de la manera como el arrancador suave sea controlado.
En los primeros tres métodos se da una transición brusca desde el reposo hasta su velocidad de
régimen. En los métodos 2 y 3, adicionalmente se da una transición desde el estado de tensión
reducida a tensión plena. En el método 4, se logra una transición menos brusca, pero aún con
algunos saltos, pues lo que se está controlando es la tensión de alimentación. En el método 5, se
logra una transición mucho más suave, pues se está controlando efectivamente la velocidad del
motor y de la carga.
En cortas palabras, un motor eléctrico es una máquina que transforma potencia eléctrica tomada de
la red en potencia mecánica en el eje.
La potencia eléctrica obedece a la siguiente relación
P 3 U I cos
Donde
P: Potencia en W
U: Tensión en voltios
I: corriente en amperios
cos φ: Factor de potencia)
Al seleccionar un motor, lo primero que se debe considerar es cuál es la velocidad de rotación y cuál
será cupla requerida del motor. Estos datos normalmente deben ser suministrados por el proyectista
mecánico. La potencia del motor será entonces una consecuencia de los dos factores anteriores.
La capacidad de sobrecarga del motor será un factor a considerar, pues el ciclo de carga puede
exigir al motor que en ciertos momentos suministre mayor potencia de su potencia nominal (o
normal). Esta capacidad es conocida como Factor de Servicio (FS).
Toda máquina consume más potencia de la que entrega, por lo que es importante que consideremos
el término de rendimiento o eficiencia. La potencia que el motor consume y no convierte en
potencia de salida son pérdidas. La eficiencia o rendimiento es una medida de cuanto desperdicia
una máquina.
El rendimiento se calcula según la siguiente relación
PS P
E
donde
PS es la potencia de salida, en este caso potencia mecánica en el eje
PE es la potencia de entrada, en este caso potencia eléctrica
“La inspección sistemática de los aparatos eléctricos es de gran importancia para asegurar un
funcionamiento continuo, un reducido costo de mantenimiento y para disminuir la depreciación. Por
eso, toda planta industrial comprobará la utilidad de planear y establecer la rutina de la inspección, a
fin de satisfacer las exigencias individuales de la fábrica. Asimismo, resultará de gran ayuda
conservar los informes de las inspecciones realizadas, para futuras referencias. Los datos e
instrucciones proporcionados por los fabricantes, relativos a las maquinarias y equipos, también
figurarán en los archivos.
El funcionamiento continuo y seguro de los aparatos eléctricos depende mucho de la minuciosidad
de cada inspección, de la adecuada conservación de los aparatos y de la mano de obra, así como de
la rapidez en las reparaciones necesarias.
Las perturbaciones mecánicas son a menudo más culpables que las eléctricas de la interrupción
brusca en el funcionamiento de los aparatos eléctricos, mientras que las últimas son originadas por
defectos en la aislación y en los contactos, dificultades en las conexiones, etc. La falta de limpieza y
la humedad son factores que contribuyen para producir las perturbaciones de origen eléctrico. Sin
embargo, es conveniente analizar cuidadosamente todas ellas y tomar de inmediato las providencias
necesarias para evitar nuevos inconvenientes. Cuando las dificultades las originan equipos en mal
uso o gastados, hay que corregir esas condiciones, reemplazar aparatos o materiales y estudiar los
métodos y equipos modernos, antes de hacer una selección determinada.
La inspección y el mantenimiento mantienen una relación directa, y el departamento de ingeniería de
cada fábrica intervendrá cuando se juzguen necesarios mejoras o cambios para utilidades futuras.
Los problemas involucrados en la inspección y mantenimiento depende de las condiciones de la
planta industrial y, hasta cierto punto, de su antigüedad, y de si, desde su instalación ha recibido la
atención y conservación necesarias. Un sistema moderno, bien atendido, resultará el más económico
desde todos los puntos de vista.
No hay que confundir los términos inspección y mantenimiento de aparatos eléctricos, porque el
objeto de la inspección es determinar el estado del aparato y si funciona con eficiencia, o si requiere
ciertas reparaciones.
El mantenimiento o conservación de aparatos eléctricos se refiere a las reparaciones reales para
impedir interrupciones y poner en servicio aparatos averiados.
Planes de inspección
Si no está en vigor, el plan de inspección rutinario puede establecerse como ensayo y cubrir toda la
planta industrial, comenzando con la fuente de alimentación y pasando por cada dispositivo
consumidor de corriente. Después de trazar el plano de la fábrica, conviene comenzar el plan de
inspección y mantenimiento. El tiempo transcurrido entre una y otra inspección, sobre una base
semanal, mensual o anual, dependerá de las dimensiones de la planta, de la ubicación general y del
Casi todas las interrupciones en el funcionamiento de los aparatos eléctricos se deben a una, o más,
de las causas siguientes:
Aislación recalentada o averiada.
Contactos eléctricos quemados o deteriorados.
Conexiones eléctricas deficientes.
Fricción excesiva, piezas defectuosas o gastadas.
A su vez, las causas antedichas son originadas por:
Recalentamiento originado por:
Sobrecargas.
Suciedad y obstrucciones para el enfriamiento normal.
Aumento en la resistencia de los contactos y conexiones.
Falta de aceite para la lubricación o enfriamiento.
Vibraciones, que aflojan tornillos, pernos y tuercas y originan desgaste.
Falla en la aislación, originada por tensión o relampagueo excesivos.
El uso de material aislante no protegido contra humedad excesiva, ácidos, etc.
Prácticamente, todas las dificultades enunciadas, y sus causas, son aplicables a todas las clases de
aparatos eléctricos, y por eso es necesario considerarlas en primer término cuando se realizan las
inspecciones. Por ejemplo, las dificultades en los contactos se encuentran en los relés, contactores,
disyuntores, interruptores, reóstatos, etc., y para evitar repeticiones las hemos tabulado en la lista
precedente, y no en el título o descripción de cada dispositivo, en páginas siguientes. Además, en el
plan que trazamos a continuación, se supone que existe la tensión suficiente y la frecuencia
apropiada en los terminales del aparato que se inspecciona.
Las lámparas de neón, conectadas al dispositivo, ayudan al inspector para evidenciar perturbaciones
en el servicio.
La inspección de todo el equipo debe incluir la consideración atenta de los detalles enunciados en la
página anterior, puesto que ellos son las causas fundamentales de las perturbaciones eléctricas. Por
eso, hay que disminuirlos o eliminarlos hasta donde sea posible, reduciendo así el costo de
funcionamiento y mantenimiento. La inspección debe llevarse a cabo cuando el aparato ha alcanzado
su temperatura normal de funcionamiento, debido a que ciertos equipos, como motores,
generadores, etc., necesitan varias horas de funcionamiento para alcanzar su temperatura más alta y
algunos motores están diseñados para funcionar a temperaturas mayores que otros; todo lo cual ha
de tenerlo en cuenta el inspector. Los aumentos de temperatura han de servir como una advertencia
y hay que determinar las causas a que responden; pueden no ser perjudiciales, o ser índices de una
perturbación futura. También hay que considerar la temperatura ambiente.
Toda inspección y todo mantenimiento apropiados dependen de la capacidad del inspector para
considerar las dificultades a medida que ocurren, y una vez en posesión de los hechos, dispondrá de
recursos más valiosos que si considerara las sugestiones provenientes de otras fuentes. Además, el
proceso de eliminar las diversas causas de las dificultades es el método más rápido para resolver el
problema y determinar el remedio.
Todos los datos sobre funcionamiento, proporcionados por el fabricante, han de estar ordenados y
archivados para cualquier consulta. Si las interrupciones en el funcionamiento de la máquina ocurren
a pesar de haberse seguido las instrucciones, habrá que estudiar con atención la causa”.
Según el propósito
Mantenimiento correctivo: actividades encaminadas a devolver el sistema a su estado
normal cuando la avería ya se ha producido.
Mantenimiento preventivo: actividades destinadas a impedir el estado de avería.
Este tipo de mantenimiento no solo consiste en la sustitución de los elementos defectuosos sino en la
eliminación de la causa que originó la avería.
Por este motivo proporciona soluciones más duraderas, así como un incremento de la disponibilidad
y fiabilidad a largo plazo. Obviamente, la participación de técnicos en este caso es más necesaria y
el tiempo de intervención se incrementa, por este motivo suele realizarse en las paradas
programadas.
Por todo lo dicho en puntos anteriores no es difícil deducir que el mantenimiento correctivo es de
aplicación en aquellos casos en los que el coste total de las paradas causadas por actividades
correctivas sea menor que el coste total por acciones preventivas. Esta situación sólo se da en el
caso de pequeñas empresas y en general, en sistemas industriales secundarios, cuya eventual
parada no afecta substancialmente a la producción.
Esta forma de mantenimiento surge debido a la necesidad de remediar los inconvenientes del
mantenimiento correctivo. A diferencia del anterior, la sustitución de las piezas o partes del sistema
que pudieran causar avería se realiza con una cierta periodicidad, determinada mediante criterios
estadísticos. Así la sustitución de un determinado elemento puede realizarse después de un cierto
tiempo preprogramado, o al producirse una avería, si ésta ocurre antes.
Debido a que toda avería tiene carácter estocástico, es bastante improbable que las labores de
mantenimiento preventivo realicen la sustitución de los elementos justo antes de que ésta se
produzca, causando de este modo un evidente desaprovechamiento de la reserva de uso de los
equipos. En cualquier caso es evidente que, para la planificación de actividades del mantenimiento
preventivo, es necesaria una correcta aplicación de criterios estadísticos para determinar los tiempos
óptimos de intervención, ya que si éstos no son los adecuados, podrían generarse importantes
pérdidas.
El mantenimiento preventivo habitualmente comprende una serie de actividades características:
La principal ventaja del mantenimiento preventivo frente a las técnicas estrictamente correctivas
estriba en una importante reducción de las paradas eventuales, obtenida al introducir una cierta
periodicidad en la observación y reparación del sistema.
Las desventajas de esta forma de mantenimiento derivan de la dificultad que entraña estimar de
forma correcta los tiempos necesarios para realizar las intervenciones: si se interrumpe el
funcionamiento normal de un sistema y se altera su vida útil de forma innecesaria, su reserva de uso
será totalmente desaprovechada, además de producir una acumulación inútil de actividades
Por los motivos expuestos en el párrafo anterior es fácil llegar a la conclusión de que el
mantenimiento preventivo requiere modelos que optimicen su programación, ya que las
recomendaciones de los fabricantes en cuanto a tiempos de intervención no son totalmente válidas,
al no disponer aquéllos de datos sobre las condiciones particulares de funcionamiento de cada
sistema. Aún así, apoyado por la aplicación de técnicas informáticas a la estadística, la teoría de la
fiabilidad y otras herramientas para su aplicación ha sido ampliamente aceptado en multitud de
sectores industriales y aplicado con relativo éxito.
Durante los años cincuenta, aunque la informática no había alcanzado el nivel de desarrollo actual,
las técnicas que sí habían avanzado eran todas aquéllas relacionadas con la estadística y la
organización de la producción. En este ámbito, las recomendaciones de los fabricantes de equipos
industriales sobre los tiempos óptimos de intervención para el mantenimiento preventivo se basaban
en muestreos estadísticos realizados sobre sus productos. Es decir, se especificaba por el fabricante
el tiempo que debía transcurrir, medido en horas de trabajo, para garantizar el funcionamiento óptimo
del sistema. Así se consideraba que un sistema nuevo presentaba la mínima intensidad de averías y
que debido al uso, y al desgaste que éste producía, la probabilidad de avería aumentaba.
Por tanto, mediante estudios estadísticos se determinaba el momento más oportuno para interrumpir
el funcionamiento del equipo y realizar las labores de mantenimiento. Se pensaba que los sistemas
una vez revisados tenían una probabilidad de avería acumulada idéntica a la de los sistemas nuevos;
por tanto, se consideraba que una vez realizado el mantenimiento se reiniciaba el ciclo de vida de los
equipos. Esta forma de entender la evolución de la vida de las máquinas supone que los
componentes de un sistema funcionan correctamente durante un cierto tiempo, para deteriorarse
después de una forma más rápida. La probabilidad de que se produzcan averías seguirá, por tanto,
una distribución similar a la presentada en la siguiente figura.
Probabilidad
acumulada
de averías Tiempo de mantenimiento
programado
Fig. 1.1. Evolución de la probabilidad de averías con el tiempo según el modelo preventivo.
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El mantenimiento predictivo se puede definir como el seguimiento organizado con medición periódica
o continua de variables de estado del sistema y su comparación con unos patrones preestablecidos,
para la determinación del instante en que se debe producir la intervención de mantenimiento. Por
tanto, consiste en subsanar el fallo cuando éste aún se encuentra en estado incipiente.
Como inconvenientes del mantenimiento predictivo podemos citar aquellos que son consecuencia
directa de su forma de aplicación:
Como se acaba de exponer el mantenimiento predictivo presenta mejores resultados frente a las
otras formas de mantenimiento conocidas, salvo en algunos casos particulares:
No se aplica a aquellos sistemas en los que existen reglamentos o normas que estipulan el
número máximo de horas de funcionamiento de las instalaciones o máquinas; en este caso se
aplica el mantenimiento preventivo programado según dichos intervalos.
Tampoco se aplica a aquellos sistemas en los que la detección de la avería es costosa y/o
poco fiable, ni en aquellos en los que la reposición se puede realizar a bajo coste y de forma
inmediata.
Del espesor de la película de lubricación Medida de impulsos de choque. Espectro de vibración en alta
frecuencia
Del estado de los rodamientos Medida de impulsos de choque, vibraciones de alta frecuencia
Puesto que los motores son máquinas rotativas, en ellas tienen aplicación los parámetros de control
de estado y funcionamiento citados anteriormente. A los mismos se les pueden añadir parámetros
eléctricos específicos:
Parámetro Indicador Técnicas y sistemas
De estado de carga, tensionado, posicionamiento Monitores de tensionado, extensiometría, emisión acústica, células
de carga
De estado de empaquetaduras Medida del caudal fugado, presión diferencial, medida de gases
La instrumentación electrónica proporciona menos parámetros de control que los equipos anteriores.
Por norma general, estos sistemas están más sometidos al control de la función que desempeñan
que a la valoración de manifestaciones propias de su funcionamiento.
A.R. GRAY: Máquinas Eléctricas. Tomo II. EUDEBA Editorial Universitaria de Buenos Aires,
1965 (G).
M.A. SOBREVILA: Conversión Industrial de la Energía Eléctrica. Tomo II. Teoría Clásica y
Problemas. EUDEBA Manuales. Cuarta Edición, Buenos Aires, 1975.