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Auschwitz: CONSIDERACIONES SOBRE UN CICLO INICIÁTICO

“Di_s creó el mundo y el ser humano creó Auschwitz “(Irme Kertész)

En su obra “En el Corazón de la zona gris”, Paz Moreno Feliu, Moreno (2010: 67-79) describe
y analiza la fase crítica de detención, traslado e internamiento de los prisioneros en el campo
de Auschwitz a través de diferentes relatos de supervivientes y traza, sobre ellos, el
esquema de un ciclo iniciático complejo (en realidad dos ciclos consecutivos y un ciclo
“imposible”) siguiendo la estructura del antropólogo francés Van Gennep (estructura formada
por tres fases: un primer período de separación, de alejamiento de status actual, un segundo
de transición y un tercero y final de reincorporación o agregación).
El objetivo de este pequeño ensayo es vislumbrar la posibilidad de líneas de investigación
complementarias para determinar la no espontaneidad de la existencia del ciclo iniciático y
la hipótesis de que la experiencia concreta de Auschwitz responde a una estrategia,
consciente planeada y con el objetivo cierto de deshumanizar o cosificar al iniciado
basándose en una metodología ya existente en otros ciclos iniciáticos propios de otros
grupos sociales.

Tradicionalmente se habla de dos corrientes historiográficas que intentan explicar el modo


en que se organizó el genocidio judío o Shoah aunque ambas corrientes condenan los
hechos producidos vienen a defender posturas diferentes. Los "intencionalistas"
(Dawidowicz:1975) sostienen que el genocidio estaba predeterminado y era contenido
“programático” del partido nacionalsocialista alemán. Los "funcionalistas" como Hans
Mommsen (ver YADVASHEM) que mantienen que el genocidio se planteó
improvisadamente, tal y como en los siglos anteriores se habían producido episodios
violentos contra las minorias judías en Alemania y en general en toda Europa.
Daniel Jonah Goldhagen, al que podemos considerar en la corriente “intencionalista”
defiende que la diferencia entre los pogromos y el método de exterminio utilizado en
Auschwitz es el carácter programado y sistemático de este último con respecto a aquellos,
que son acciones no sistemáticas e incluso en muchas ocasiones espontáneas
(Goldhagen:1998). La tésis de Goldhagen, y por extensión de los intencionalistas se podría
confirmar, al menos en cuanto al objetivo y creación de Auschwitz, por la misma existencia
de la llamada “Conferencia de Wannsee”, reunión formal de élites militares, policiales y
civiles el 20 de enero de 1942 para tratar una “solución final del problema judío” (Endlösung
der Judenfrage).
Aunque la política de exterminio empezó antes, puede considerarse que exterminio a gran
escala comenzó en la primavera de 1942 y como consecuencia de las conclusiones y
programación de la Conferencia de Wannsee. Hay diferencias importantes en cuanto a las
características de los campos antes y después de Wannsee, siendo el concepto “campo de
exterminio” aplicable fundamentalmente a lo programado en la citada Conferencia. El
exterminio está planificado de manera “industrial”, sistemática, “el mundo concentracionario
no era sino una versión, una adaptación de la praxis militar alemana”, Levi (2000:109)

Como es conocido, aunque a mi entender quizá poco estudiado y en muchas ocasiones sin
el rigor necesario, existió una importante influencia de corrientes esotéricas y
pseudocientificas en el corpus doctrinal del nazismo y tendentes a la creación de un
paganismo si no abiertamente contrario a las religiones monoteístas sí paralelo a las
mismas. Un exponente claro de esta influencia esotérica fue la figura de Heinrich Himmler
que fue el encargado de la planificación, organización administrativa y supervisión de la
Endlösung (Ginés Rodríguez :2011). Por ello no parecen sorprendentes, pero sí, a mi
entender causa y ocasión para una profundización y estudio, los paralelismos entre el ciclo
iniciático descrito por Moreno Feliu y las ceremonias de iniciación de ciertas sociedades
secretas, existiendo suficientes puntos de coincidencia como para constituir indicio de la
existencia una sistemática consciente (“intencional”) e inspirada en los ritos de paso,
concretamente en la ceremonia de iniciación de aprendiz en la masonería.
Así observamos que las fases que se dan en la iniciación masónica (Adoum:1979) son
sorprendentemente similares a las sufridas por los prisioneros en su tránsito. La estancia
del aspirante a masón en la llamada “Cámara de reflexiones” un lugar oscuro, con símbolos
y objetos terribles (por ejemplo calaveras) y que trata de simbolizar un “útero materno”
anterior a un “renacimiento”, puede verse reflejada en el ciclo sufrido por los prisioneros en
la fase intermedia, es decir, el transporte en tren (fase de “transición” según Van Gennep),
en el que las condiciones claustrofóbicas, oscuridad, aislamiento e incertidumbre con
respecto al exterior coinciden. La “Cámara” es un lugar de preparación y reflexión, es decir,
de incertidumbre con respecto a lo que después va a suceder, y de un provocado diálogo
interno lógico en esa circunstancia. Los testimonios de los prisioneros también evidencian
esa auto reflexión e incertidumbre ante lo que va a suceder.
También el hecho de desnudar a los prisioneros y quitarles sus pertenencias, en especial
los “metales” presentan una coincidencia curiosa con el ritual masónico en el que el iniciado
debe desprenderse de “los metales” y desnudarse (parcialmente por cuestiones de pudor):
“Quedé ni desnudo ni vestido, privado de toda joya o metal precioso y con una soga al cuello,
todo ello en señal de humildad y simbolizando lo indefenso e inútil que vive el ignorante” (del
Pino: 1887)

La salida del tren, de un recinto oscuro, a un ambiente luminoso, el del “nuevo mundo” que
representa el Lager, también recuerda al momento en el que al iniciado masón le es retirada
la venta ritual. La separación de los familiares, en la rampa, supone un auténtico
rompimiento del “cordón umbilical” simbólico de ese “renacimiento”, así podemos leer a Höss
citado por Moreno Feliu : “Las familias deseaban a toda costa permanecer juntas. Los
seleccionados corrían para unirse a sus parientes. Las madres con niños intentaban ir con
sus maridos o los ancianos intentaban ir con sus hijos que habían sido seleccionados como
aptos para el trabajo” (Moreno 2010: 71)
La iniciación para un autor importante como Joseph Cambell está constituida por:“ (…)
ejercicios de separación formales y usualmente severos, donde la mente corta en forma
radical con las actitudes, ligas y norma de vida del estado que se ha dejado atrás. Después
sigue un intervalo de retiro más o menos prolongado, durante el cual se llevan a cabo rituales
con la finalidad de introducir al que pasa por la aventura de la vida a las formas y
sentimientos propios de su nuevo estado, de manera que cuando, finalmente, se le
considera maduro para volver al mundo normal, el iniciado ha de encontrarse en un estado
similar al del recién nacido” (Cambell:1959 )
Tomando la definición de Campbell podemos decir que en Auschwitz se pretende una
interrupción de la autopercepción del prisionero, un corte radical incluso con su anterior
mundo, cultura, origen y relaciones sociales, y la transmutación en un nuevo estado. Se
produce una auténtica catábasis o descenso a los infiernos pero sin anábasis o redención
posible. Evidentemente hay diferencias entre la iniciación masónica y el ciclo iniciático de
los prisioneros, en aquel la iniciación es voluntaria por parte del sujeto iniciado; en éste no
lo es. El objetivo de la iniciación masónica, más allá de las consideraciones ideológicas que
pudieran hacerse, es entendida como positiva por el iniciado, en el caso de los prisioneros
el objetivo es destructivo.. También son diferentes los estados finales del iniciado: en el caso
de la iniciación masónica se pretende un “renacimiento” del adepto, en el sentido apuntado
por Cambell. Lo distintivo de la iniciación de Auschwitz es la cosificación del iniciado: no se
renace, sino que se transmuta en animal, en cosa, en “no humano”, en “häftling”. Esta
condición de “no humano” es apriorística según el punto de vista de la ideología racista nazi:
el judío no es humano, es un subhumano; pero la iniciación se da, según mi hipótesis, para
que el adepto se “dé cuenta” de su animalidad. Se hace servir, pues, el efecto psicológico
del rito para cosificar al sujeto, deshumanizándolo y provocando, como menos una
disonancia cognitiva. Una solución doblemente cruel ya que trata de destrozar literalmente
la autoestima y dignidad del sujeto: “El Lager no es un castigo; para nosotros no se prevé
un término, y el Lager no es otra cosa que el género de existencia a nosotros asignado, sin
límites de tiempo, en el seno del organismo social germánico” Levi (1999:89) La cosificación
es percibida por Primo Levi al referirse a los prisioneros como “material humano
transportado” Levi (1999:93).
También es significativo que sea en Auschwitz precisamente el lugar dónde se “inventa” el
sistema de tatuaje identificador de los prisioneros: “ tatuaje, invento autóctono de Auschwitz.
A partir de 1942, en Auschwitz y los Lager que dependían de él (en 1944 eran alrededor de
cuarenta) el número de matrícula de los prisioneros no solo se cosía en las ropas sino que
se tatuaba en el antebrazo izquierdo” Levi (2000:111). Moreno Feliu , citando a Gardowski
refuerza esta visión: “ Mientras le tatúan, Gardowski se siente anulado: todos obtienen su
número. Desde este momento has perdido tu yo y te has transformado en un número. Ya no
eres lo que eras antes, sino un número andante, sin valor” Moreno (2010: 76) . El número,
símbolo de la cosificación se plasma indeleble e íntimamente en el mismo cuerpo del
prisionero.
A modo de conclusión y resumen podemos decir que, en mi modesta opinión (y ésta es la
hipótesis que lanzo en este ensayo), el campo de exterminio de Auschwitz fue un proyecto
diferente a los que constituyeron los anteriores campos de trabajo nazis. Los campos
anteriores a Auschwitz tuvieron diferentes objetivos y finalidades, siempre punitivas y
crueles, pero no es hasta Auschwitz y fruto de lo urdido en la “Conferencia de Wannsee” el
momento en que se planifica de manera sistemática un exterminio total. Las fechas son
coincidentes ya que es en enero de 1942 cuando se celebra la Conferencia y a partir de la
primavera de ese mismo año es cuando se produce el exterminio a gran escala. Dentro de
la planificación y quizá debido a la influencia esotérica en los pensadores, ideólogos y
autoridades nazis fueron conscientemente emulados o acondicionados determinados
aspectos de rituales propios de ritos de paso o ceremonias de iniciación de determinadas
sociedades secretas (o discretas) con el fin de provocar un impacto psicológico a los
prisioneros para lograr una cosificación de los mismos. El Lager, se convierte en un
microcosmos separado del macrocosmos abandonado (como las logias masónicas son
consideradas un microcosmos diferente, incluso con la representación de un cielo simbólico
propio, y unos trabajos que se desarrollan, según la terminología masónica, “de mediodía a
medianoche” independientemente de la hora oficial, real, “profana”). Apunta Feliu Moreno
en la obra citada que la percepción del tiempo también es “diferente” en ese microcosmos
creado. Tras su iniciación el prisionero ya no es un humano, es una cosa o un animal, y por
ello su vida deja de tener valor. También, ante la condición no humana de los sujetos, cesan
las obligaciones morales para con los prisioneros y entre ellos, de ahí las numerosas
situaciones de crueldad e inmoralidad existentes en el lager ejercidas por los nazis y entre
los mismos prisioneros. Es la materialización del nihilismo, “D_os ha muerto”. Como refiere
Primo Levi: “ ejemplo extremo de una violencia a la vez estúpida y simbólica, el uso impío
que se hizo (no esporádica sino metódicamente) del cuerpo humano como de un objeto,
como de un objeto sin dueño, del cual podía disponerse de manera arbitraria” Levi (2000
:126 )
Bibliografía
Adoum, J. 1979 : “Las Llaves del Reino Interno” .Ed. Kier S. A. .Buenos Aires
Campbell, J. 1959, El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito, FCE, México.

Dawidowicz, L. 1975: The War Against the Jews, 1933-1945 London.Ed. Weidenfeld And
Nicolson;
Del Pino, F.1887: “El aprendiz masón” Facsímil 1887. Ed Maxtor 2005

Ginés Rodríguez, Pablo J. 2011: Periódico La Razón Digital, “Himmler del paganismo nazi
al holocausto”

ttp://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_48768/himmler-del-
paganismo-nazi-al-holocausto#.UtbJRfvGnRI
Goldhagen, D. 1998: “Los verdugos voluntarios de Hitler” Ed. Aguilar. Madrid

Levi, Primo 1999: “Si esto es un Hombre” .El Aleph .Barcelona


Levi , Primo 2000: “Los hundidos y los salvados” .El Aleph. Barcelona Moreno, P. 2012 : “En
el corazón de la zona gris”. Ed. Trotta. Madrid.
YADVASHEM institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto
http://www.yadvashem.org/odot_pdf/Microsoft%20Word%20-%203850.pdf

Filemón Galarza
2014

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