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MINUTA ALEGATO

ROL DE INGRESO 205-2011


CON LA VENIA DE V.S.ILTMA, alego a favor de la confirmación de la resolución
recurrida de fecha 7 de junio del presente año, dictada por el señor juez de garantía de
Rancagua, que decretó el sobreseimiento definitivo a favor de mi representada doña
Marilú Gaune Muñoz, solicitando desde ya, en consecuencia, que se desestime el
recurso de apelación interpuesto por el MP, por estimar que no existe agravio para la
recurrente y la resolución se encuentra ajustada a derecho, ello en virtud lo siguiente:

El MP, recurrente en esta causa, funda el recurso en tres aspectos


principales:
1.- En el hecho que la resolución impugnada, en su entendido, no se
ajustaría a derecho, toda vez que se presentarían todos los elementos
típicos del delito de uso malicioso de instrumento privado falso,
establecido en el artículo 198 del Código Penal y por el cual mi
representada fue formalizada;
2.- En la circunstancia de haber fundado el Sr. Juez de garantía su
resolución en el contenido de un informe pericial, desconociendo los
otros elementos probatorios detallados por el MP durante el curso del
proceso, y
3.- Según su parecer, la resolución del señor juez de garantía, se
fundamenta en que no hay antecedentes para acreditar el delito de uso
malicioso de instrumento privado falso y no en que los hechos no
constituyan delito, como exige el artículo 250 letra a) del CPP.

EN RELACION AL PRIMER ASPECTO, la resolución impugnada se


ajusta derecho porque, al contrario de lo que señala la
recurrente, no se presentan todos los elementos del tipo uso
malicioso de instrumento privado falso. Por lo tanto, la
afirmación esgrimida por el MP es del todo errónea, pues al
utilizar el legislador la expresión maliciosamente, supone en el
sujeto activo el conocimiento de la falsedad del documento que
emplea, de manera tal que, dentro del delito de uso malicioso de
documento privado falso, materia de la acusación, es un
elemento normativo del tipo penal que se trate de un
documento falsificado. Aun más, en palabras de don Mario
Garrido Montt, el uso es un comportamiento posterior y
consecuencial de la falsificación (Garrido Montt, Mario, Derecho
Penal, Parte Especial, Tomo IV, Editorial Jurídica de Chile, Cuarta
Edición, 2010, p. 93), por lo que, en definitiva, resulta
completamente necesario para la subsunción de una conducta a
esta norma, que el documento usado sea falso, y no habiendo
acreditado la falsedad del mismo, mal podría entenderse que los
hechos realizados por mi representada sean constitutivos del
delito que se le imputa.

EN RELACIÓN AL SEGUNDO ASPECTO, el fundamento del señor


juez de garantía, no desconoce los otros elementos probatorios
detallados por el MP durante el curso del proceso, lo que en
realidad hace el magistrado es reconocer la importancia del
informe pericial como única prueba hábil e idónea para acreditar
la firma dubitada que fundamenta la formalización realizada a mi
representada. La defensa no desconoce la importancia de los
otros medios de prueba, sea testimonial o documental como
señaló el MP, en la acreditación del delito de uso malicioso de
instrumento privado falso, sin embargo, y partiendo de la base
que para subsumir una conducta en el delito del artículo 198 del
Código Penal, resulta absolutamente necesario que el documento
usado sea falso, tal como señala la jurisprudencia al efecto
(causa RUC 0600845214-6, 5to TOP de Santiago), no corresponde
que dicha falsedad sea probada o acreditada por testigos ni
documentos, sino que debe ser acreditada a través del examen
pericial idóneo al efecto, examen que efectivamente se practicó
por el perito documental Jorge Hidalgo Martínez, Capitán de
Carabineros y jefe de la sección Labocar, quien analizo las firmas
dubitadas rotuladas como 1,2,3,4,5,6,7,8,9 y 10, comparándolas
con firmas testigos de don Juan Pablo González del Canto,
presunta víctima en el proceso, y arribando a la conclusión que
en las firmas dubitadas, rotuladas como 6 y 8, no es posible, a
juicio del perito, confirmar ni descartar la participación de Juan
Pablo González del Canto en la ejecución de dichas firmas, toda
vez que este mantiene la habilidad grafo motora suficiente como
para haberla ejecutado.
En consecuencia, no resulta relevante la prueba documental o
testimonial existente al efecto, pues su valoración en la
acreditación del delito materia de la formalización, es decir, uso
malicioso de instrumento privado falso, correspondía a la etapa
de juicio oral; no así la acreditación de la falsedad que, como se
ha señalado, es condición previa para la configuración del delito
de uso malicioso y que únicamente puede ser confirmada de
forma idónea por medio de prueba pericial, la que
indudablemente debe ser concluyente e irrefutable, condiciones
que en los hechos no se configuran.

POR ÚLTIMO VS. ILTMA., EN RELACIÓN AL TERCER ASPECTO, la


disposición del artículo 250 letra a) del CPP, señala que el juez
de garantía decretará el sobreseimiento definitivo: a) Cuando el
hecho investigado no fuere constitutivo de delito, circunstancia
que ha quedado ampliamente establecida. En consecuencia, sí
se cumple el requisito exigido por la norma en su literal a) para
decretar el sobreseimiento definitivo, por cuanto, tal como lo
señalara el señor juez de garantía, no existen antecedentes
suficientes en esta investigación para acreditar la existencia de la
falsedad, requisito previo y fundamental, aun más, elemento del
tipo penal uso malicioso de instrumento privado falso, por lo
que, no habiéndose acreditado incuestionablemente, los hechos
investigados no son constitutivos del delito materia de la
formalización, haciendo procedente el sobreseimiento definitivo
en esta etapa.

En consecuencia VS. ILTMA., se torna de plena justicia confirmar


el sobreseimiento definitivo otorgado a doña Marilú Gaune
Muñoz.

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