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ENSAYO- EXPERIENCIA PERSONAL Y “LAS RAZONES DEL ARTE” GERARD VILAR

MARIANA CAMACHO OJEDA


Cod. 2016275009
EPISTEMOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN MUSICAL
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

“La música puede dar nombre a lo innombrable y


comunicar lo desconocido”
Leonard Bernstein

La problemática que observa Gerard Vilar en Las Razones del arte es que si el arte es
percibida meramente por gusto sin llegar a conocer y reflexionar conceptualmente sobre
aquello que propone el artista o de lo que trata la obra en los diferentes contextos
cotidianos, la sociedad abra fallado a la hora de entrar en el proceso de comunicación
artística y la obra será rebajada a ser simplemente un objeto de goce, todas las obras de
arte pueden reducirse de este modo a ser objetos sensuales, gastronómicos o únicamente
utilitarios como cualquier otro objeto con una naturaleza material.
Es aquí donde, a modo personal, se trae a colación el momento en que la capacidad crítica
se inmiscuyo en mi proceso musical que, hasta los 8 años había sido el disfrute único de su
sentido estético, al tener como contexto inmediato un núcleo familiar repleto de músicos
empíricos y “profesionales”. Los cursos de música a los que asistía me hacían comprender
que la música podía conectarse con todos los aspectos de la vida, que, si podía algún día
llegar a interpretar una pieza con la técnica, pasión y destreza necesarias, al igual que los
músicos que admiraba, podría hacer magia. Porque el sentido de inteligibilidad dentro de
la música a mi parecer se reduce al acto mágico de generar estados psicológicos en las
personas de manera indirecta y sensorial.
Dentro del texto se puede apreciar que Vilar introduce la necesidad de la experiencia como
elemento fundamental para que la crítica sobre el arte sea legítima. El gusto,
inevitablemente, se cultiva con la experiencia, por lo que, aun cuando vivamos en un mundo
en el que todos podemos opinar, juzgar o decidir, algunas personas con un carácter más
crítico pueden desatar acciones racionales más profundas frente a los temas ligados a su
experiencia.
Entonces, más adelante comienzo a disfrutar la posibilidad de realizar una investigación
constante con mi practica artística y sus posibles funciones dentro de una cultura donde el
ejercicio pensante frente al arte no tiene mayor relevancia, por esta razón en algunos
momentos de mi vida musical sentí la necesidad de llevar mi pasión por la música hacia una
variante más relacionada a las humanidades, a su historia, sus posibilidades racionales, su
carácter psicológico e investigativo.
Para el autor la discusión se centra en exponer las razones que convierten una obra de arte,
en arte específicamente. Aduce que debe tener una pretensión inteligible, tiene que ser
válida de manera universal, aunque las percepciones de esta sean diferentes y no debe
ofrecer conocimiento, aunque pueda sugerirlo para ser entendida; debe ser autónoma.
Concluyendo de lo anterior que la obra de arte tiene la pretensión de ser comprendida y
que su interpretación puede ser tan variada como sus espectadores. Por tanto, dice el autor,
“su validez no estriba en su aceptabilidad (compartir su manera de ver el mundo), sino en
la actualidad de su perspectiva (se puede discutir con ella)”.
Por esto en la propia experiencia, asumo en el ejercicio activo de mi practica musical que la
obra debe tener más allá de una pretensión política, un carácter estético de calidad, que
represente el contexto de la música interpretada desde cualquier instrumento musical que
se esté empleando. En el canto particularmente, se tiene el imaginario de que el tecnicismo
es de menor dificultad y por ende merece menos admiración, pero aseguro que uno de los
retos más grandes que tiene el cantante es hacer uso del carácter lingüístico que no posee
la interpretación de ningún otro instrumento y poder exponer el mensaje directo o
subjetivo que traiga la obra, por medio de sonoridad, sensibilidad y la técnica adecuada
para su género.
Siento que al estar saltando dentro de las posibilidades prácticas que me ha ofrecido la
música a lo largo de la vida, me quedan caminos largos por recorrer de manera más rigurosa
dentro de su carácter discursivo/conceptual y de interpretación técnica hacia la
sensibilización estética; para esto pretendo asumir libremente que el máximo placer del
futuro de mi vida es dedicar los momentos necesarios y provechosos que la música y sus
posibles campos de desarrollo merecen.

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