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UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA

FACULTAD DE CS. JURÍDICAS Y EMPRESARIALES


DEPTO. CIENCIAS JURÍDICAS

2° Evaluación
Análisis sentencia caso Juana
Catrilaf

Estudiante : Madeley Quiroz Hernández


Asignatura : Introducción al Derecho
Académico : Maximiliano Sarmiento Moreno
Fecha : 03 de Julio de 2019
1. Desarrollo del caso.
a) Hecho por el que se encarga reo a doña Juana Catrilaf.
En la comunidad indígena Cachim Palitue, Juana Catrilaf joven mapuche de 27 años, analfabeta y
soltera, a orillas del rio Pichi-Reyehueico da muerte a su abuela Antonia Millalef de 84 años, quien
fuera machi de la comunidad, con quién vivió hasta los 15 años. Catrilaf acusa a Millalef de
practicar la bujería y ser la causante de su enfermedad (“gota coral” nombre vulgar de la epilepsia)
y de la muerte de su bebé de 21 días. Es por esto que, se dirige hasta su casa y la sigue hasta el
“estero” en donde luego de solicitarle la entrega de la piedra con la que le hacía mal y recibir a
cambio insultos de parte de Millalef, tomó un palo y le dio un golpe a un lado de la cabeza que la
boto al suelo y luego con una piedra que estaba botada le dio un pequeño golpe en la frente,
generándole una lesión y al salirle sangre de ésta “le chupo un poco”, y se hizo a un lado, e
inmediatamente se sintió mejor y sintió que de la boca le salía algo así como el diablo. Luego de
esto se dirigió a la casa de su abuela, tomó su caballo y regresó a casa. Manifiesto haber actuado
de acuerdo a las creencias de su raza, y que después del acto cometido-matar a su abuela bruja- se
sintió mejor y que todos los indígenas estaban contentos porque van a poder criar a sus hijos.
b) Ley aplicable en abstracto.
Juana Catrilaf queda eximida de responsabilidad penal de acuerdo a lo previsto en el Código Penal,
Art. 10, N°9: “El que obra violentado por una fuerza irresistible o impulsado por un miedo
insuperable”. Producto de que esta ha sido incapaz de obrar con libertad e inteligencia frente al
imperativo biológico de su propia conservación amagada por actividades de la occisa que estimaba
capaces de dañarla y es por eso que queda absuelta de la acusación en contra.
c) Consideraciones jurídicas para la calificación del hecho.
Antonia Millalef falleció el 24 de febrero a causa de un traumatismo del cráneo, provocado por el
acto de un tercero, lo cual está penado como delito de homicidio en el titulo VIII del libro II del
Código Penal, el cual fue cometido por Juana Catrilaf, debido a que la reo confesó el crimen e
incluso lo llevó a cabo conociendo la línea de parentesco. Luego se afirmaría que la causa de
parentesco legitimo entre la reo y la occisa no se ha comprobado, por lo cual ha participado como
autoría del delito provisto en el artículo 391, n°2 del código penal.
En conformidad a lo prevenido en el artículo 482 del Código de Procedimiento Penal, se debe
atender al modo en que verosímilmente acaecerían los hechos y a los datos que arroje el proceso
para apreciar los antecedentes, carácter y la veracidad de la reo y la exactitud de su exposición,
Catrilaf fue entendida en primera instancia como ingenua y desconfiada, ya que solo confesó los
hechos cuando ratifico que el juez y el oficial de secretaria participaban de sus supersticiones,
además es analfabeta y de nivel social muy bajo. Su experiencia parece ser limitada y circunscrita
la ambiente en que vivía. Además, la reo ha dado la misma versión de los hechos ante carabineros,
juez de subdelegación y juez de la causa, lo que comprueba la veracidad de su relato. Además, la
noción de que su abuela era una bruja coincide con el mérito del proceso y con lo mencionado por
otros testigos e incluso su relato concuerda con los antecedentes históricos recopilados por los
investigadores de costumbres indígenas.
d) Elementos se traen a colación el fallo para la imputación de la pena.
El peritaje indigenista llevado a cabo, tuvo la función de ‘inscribir’ el acto homicida en su
‘contexto’ socio-histórico, dando cuenta de una costumbre ancestral, para definir la etiología del
homicidio, “Al matar a su propia abuela –es decir, al cometer un acto que, en el marco de la realidad
mental de nuestra sociedad chilena es un horrendo crimen- la reo cumple con un requisito que, en
el marco de la realidad mental de la comunidad primitiva en que vive, es de orden verdaderamente
moral. Es un ato de autodefensa y de defensa de la comunidad que la rodea, de modo igual que lo
era la ejecución de la bruja en el mundo europeo y americano hasta fines del siglo XVIII”.
Catrilaf considera a la machi como una bruja que causa enfermedades, lo que es verosímil, ya que
coincide con las creencias milenarias de los indios araucanos, La acción cometida por la reo está
dentro de la lógica de la realidad de su comunidad y no puede ser medida según las normas jurídicas
y morales de otra sociedad. Las creencias milenarias han determinado con fuerza irresistible su
actitud, ya que Catrilaf tuvo que cometer el delito por ella preparado como un medio de defensa de
su propia persona y en defensa de los demás miembros de su comunidad. El acto cometido es de
responsabilidad colectiva del grupo de personas con las cuales vive las cuales también carecen de
responsabilidad. Se ha probado el hecho material y se ha encuadrado en una disposición legal que
parece de manifiesto en su antijuridicidad objetiva, es decir a la reo como agente motor del
homicidio y la definición de la responsabilidad en cuanto a la causación psíquica de delito; para
que un sujeto sea imputable debe comprender y determinarse libremente: inteligencia y libertad.
Se presentan los principios de imputabilidad- condiciones físicas y psíquicas puestas por la ley para
que una persona sea capaz de Derecho Penal y pueda ser considerada causa eficiente de la violación
de un precepto penal- y el principio de culpabilidad- integrado por el elemento psicológico y un
juicio valorativo de reproche. Son inimputables por falta de desarrollo o de salud mental, y la causa
de inculpabilidad, es cuando el inimputable es incapaz psicológicamente de toda clase de acciones,
porque no se le puede exigir otro modo de obrar, lo cual es el caso de la reo Juana Catrilaf.
e) Decisión del tribunal y sobre qué elementos se sostiene.
La fuerza irresistible que contempla el N°9 del Art. 10 del Código Penal como circunstancia
eximente de responsabilidad, no comprende solo la inducción física, sino que también la de carácter
psicológico, sea que ésta proceda desde el exterior hacia el fuero interno del sujeto, sea que
provenga de su propia psiquis. Encuadran en el N°9 del Art. 10 citado y constituyen, en principio,
la eximente de fuerza irresistible, las alegaciones de la defensa de la reo en cuanto a que al actuar
sobre ella un factor exógeno de carácter social y una situación de hecho considero que amenazante,
fue privada de su inteligencia y libertad y obro constreñida por esos imperativos.
Está exenta de responsabilidad penal, por haber actuado bajo el imperio de una fuerza psíquica
irresistible, una india mapuche, procedente de una tribu carente totalmente de cultura, que da
muerte a otra a quien ella y todos los demás del ambiente reputaban bruja dotada de poderosas artes
maléficas y que, en la convicción de la reo, le había ya causado y le iba a causar en el futuro grandes
daños, que podrían significarle la perdida de la vida.
Catrilaf ha sido incapaz de obrar con libertad e inteligencia frente al imperativo de su propia
conservación amagada por actividades de la occisa que estimaba capaces de dañarla.
Se sostiene sobre los elementos de inculpabilidad de Juana Catrilaf por el hecho de que no se le
puede exigir otro modo de obrar, debido a las condiciones socio-culturales que la rodeaban y sobre
todo la gran influencia ancestral, sin ignorar el desconocimiento de las normas jurídicas debido a
su analfabetismo y al asilamiento se la comunidad indígena a la cual pertenecía. Es más, el fallo se
faculta en el principio de culpabilidad, pero colectivo, ya que en conjunto con los demás indígenas
compartía la visión de que la machi Millalef, era una bruja que hacía males a los demás.
Catrilaf actúo motivada por una fuerza irresistible, no actúo con una intención de cometer un delito,
de hecho, ella cree no solo estar actuando fuera de la ley si no actúa de acuerdo a su leu, a la
costumbre o ley indígena. La presencia de un error de prohibición de carácter eximente, ya que la
reo ha creído ver las circunstancias que justifican su ataque, es decir, se creyó agredida (su
enfermedad) a través de la bujería y no tuvo otro medio para contrarrestar la acción de su abuela,
salvo la eliminación de esta. Catrilaf no tenia la forma de conocer de modo cierto el error de sus
creencias ni la injusticia de su acción.
2.
Juana Catrilaf según lo contemplado en el Art. 391 del código penal, cometió el delito de homicidio
en contra de Antonia Millalef, con cual compartía una línea de parentesco, pues era su abuela;
dicho esto podríamos afirmar que pudo haber sido considerado delito de parricidio, pero se
argumenta que no fue posible esclarecer la causal de parentesco entre Catrilaf y Millalef, por lo
cual se acepta el delito mencionado en un principio. Dicho esto, la labor llevada a cabo por la Jueza
María Mardones es destacable, puesto que demostró ser inquieta, activa e interesada en las
características antropológicas que rodeaba al pequeño pueblo indígena al cual pertenecía Catrilaf,
esto cambio el posible escenario de la sentencia de este caso, pues de haber contado con un juez
pasivo y para nada interesado Catrilaf habría sido condenada a la pena de muerte, según el contexto
temporal en el cual se desarrolla el caso. Quizás lo más llamativo de este caso, es el hecho de que
la acusada, aun habiendo confesado el crimen, haya sido declarada absuelta de la acusación de
cometer homicidio en contra de la víctima. ¿Fue una verdad legítima la cual definió la absolución
de Juana Catrilaf? Para responder a esta pregunta tenemos que analizar el concepto de
imputabilidad. Y es que Catrilaf una joven mapuche, que, afectada por una enfermedad, y habiendo
perdido a su primogénito sin causa aparente, culpaba a su abuela conocida como una machi, bruja
mala en su comunidad. Es por esto que decide cometer el crimen en contra de la occisa para
terminar con sus pesares. Catrilaf fue influenciada por creencias antiguas, coincidentes incluso con
la de los antiguos araucanos. Ambas vivían en una comunidad primitiva, y Catrilaf tenía la
convicción de que su abuela era una bruja, esto sumado al analfabetismo de la acusada y su escaso
nivel cultural. Definiremos que es una verdad absoluta que Catrilaf era inimputable ante la ley, de
acuerdo al Art. 10 N°9 del código penal, que contempla la fuerza irresistible como una
circunstancia eximente de responsabilidad penal. Manejando la hipótesis de no exigibilidad de una
conducta en el caso del miedo insuperable o fuerza irresistible, no se le podía pedir otra conducta
a Catrilaf en las circunstancias culturales en las cuales se encontraba, debido a la influencia de la
cosmovisión ancestral que la llevó a cometer un acto criminal para librarse de los males de la
brujería. Las consecuencias jurídicas que trajo consigo este caso y considerando el estudio de la
sentencia absolutoria y los precedentes, que generaran un cambio en la manera de ver la legislación
chilena respecto a los indígenas, podemos entender que como sociedad no debemos olvidar que
cumplimos un rol fundamental en la integración de los pueblos originarios. Este caso histórico
obligó al juzgado a buscar otros mecanismos, y bajo el principio de inexcusabilidad, se debió tomar
conocimiento y fallar debido a que, existen vacíos en cuanto a la norma jurídica como tal, por lo
tanto, debe ocurrir la adaptación de la circunstancia a lo que dicta la ley y lograr una sentencia ya
sea aflictiva o absolutoria. En este caso es probada la antijuricidad, incluso manifestándose con
claridad la causación del crimen, y es por ello que es considerada totalmente pertinente la
absolución a través de la causa psíquica del delito, con fin de llegar a un juicio justo. En este mismo
sentido, se cambia la perspectiva del análisis, ya no fundada en la mera inmadurez psicológica del
sujeto en relación a como obraría normalmente, sino considerando el componente de racionalidad
y cosmovisión propia de la comunidad indígena a la cual pertenecía la acusada.
Es menester legislar teniendo en cuenta las costumbres ancestrales de los pueblos.
3.

Acusación: Juana Catrilaf es acusada de cometer el delito de homicidio en contra de Antonia


Millalef, en virtud de los antecedentes remitidos por el Juzgado de Llonquén. La joven mapuche
de 27 años, soltera y analfabeta, se propuso matar a Millalef, que era su abuela, porque era bruja y
con sus maleficios había exterminado a un hijo de la reo, a sus cuatro tíos y a su madre y a ella la
mantenía enferma, que por consejo de una prima y en defensa de su raza y para recuperar su salud,
fue un día a la casa de la bruja, aprovechó que se dirigía hacia un estero y la siguió; que al alcanzarla
le pidió una piedra que usaba en sus prácticas de hechicería y como esta no se la entregara y la
injuriara, le asestó un golpe con un palo y acto seguido, estando la victima derribada, le golpeó la
cabeza con una piedra; que en seguida bebió sangre de la machi y sintió un alivio instantáneo
quedándole la impresión de que el diablo salía de ella. Participó como autora del delito previsto en
el art. 391, N°2 del Código Penal.

Defensa: Los peritos indigenistas nombrados, afirman que la acusada es irresponsable del delito
cometido ya que la versión de la reo, referente a la machi o bruja es verosímil, pues está en pleno
acuerdo con las creencias milenarias de los indios araucanos que existieron hasta la perpetración
del crimen. La convicción de matar a quien le hacía mal, corresponde a las supersticiones validas
en la comunidad primitiva donde ha vivido y no puede ser medida por normas jurídicas de ora
sociedad. Además, uvo que cometer el delito como un medio de defensa de su propia persona y de
los demás miembros de la comunidad donde vive. Y que de acuerdo a lo dispuesto en el Art. 10,
N°9 del Código Penal, se solicita se le absuelva de la acusación.

Sentencia: De acuerdo a los hechos y argumentos presentados, se absuelve a Juana Catrilaf del
delito de homicidio, según lo dispuesto en el Art. 10 N° 9 del código penal. “que en este caso se ha
probado el hecho material, se ha encuadrado en una disposición legal que aparece de manifiesto en
su antijuridicidad objetivo. Consta además la causación del crimen (esto es, la participación de la
reo como agente motor del homicidio). Falta aún por estudiar la causación psíquica del delito, a fin
de llegar a un juicio definitivo, sobre la culpabilidad de la reo”(considerando 10°). La causación
psíquica se considera como una fuerza irresistible enmarcada en el ordenamiento jurídico expreso,
pues constituye un elemento psicológico a través del cual reo obro influenciada por sus costumbres
ancestrales. Catrilaf obra por error ya que tenía la convicción de que su abuela era la causante de
sus males y sólo a través del delito cometido se libraría del maleficio de la bruja, en este sentido
ella cree que su conducta no solo no era antijuridica, sino que era jurídica dentro de sus leyes
ancestrales. Es este caso la fuerza irresistible, es la fuerza colectiva de la propia comunidad en la
cual vive al momento de cometer el delito, es por esto que se presenta la no exigibilidad de otra
conducta ya que, según las costumbres arraigadas en su identidad normativa, no era exigible
comportarse de otra manera debido a su condición de analfabetismo y su bajo nivel cultural(..) y
se desprender de su comportamiento en el tribunal y frente a los jueces, desprovisto de toda noción
de aquellas prácticas con que, aún el más ignorante, exterioriza su respeto a la autoridad”, según
las condiciones socio-culturales de la acusa es imposible pedirle que actúe de otra manera frente al
miedo insuperable de ser víctima de brujería, y que según la costumbre indígena la única solución
es la muerte de la occisa. En este caso la costumbre sirvió como antecedente para la aplicación de
un eximente de responsabilidad penal (art. 54 a la Ley 19.253).

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