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articulo Ba El aprendizaje del comienzo Variaciones sobre la educacién, la creacién y el acontecimiento Profesor ritular de Universidad Complatense de Madrid, Espara, C Resumen. Este articulo es un intento de pensar la educacién bajo la figura del acontecimiento 0, dicho en otros términos, una tentativa de comprensién de lo que nos da a pensar y cuyo impacto hace en nosotros tuna determinada experiencia, Se sostiene que en el escenario educativo se hacen necesarias descrip- ciones sensibles, as cuales dan cuenta de lo que nos pasa cuando el aprendizaje es una experiencia existencial. Una descripcién sensible es una car- tografia del devenir por la transformacion Palabras Clave: Filosofia de la Educacién, Existencia y Educacién, Sentido de la Educacién, lumen Filoofin de ta Eilussii, Departanente de Roria ¢ Histeria de la Edwacin, Pacuba Recor Royo Villanoea, s/n, 26040 Madrid. Comey elutriniv Por Fernando Barcena de Eden ABSTRACT The writer tries t0 think of education from the perspective of event; that is t0 say, it isan attempt to understand what a given experience makes us think and its impact on us. The writer asserts that in the educational environment, it is neces- sary to have sensitive descriptions, which explain what happens to us when learning becomes an existential experience.A sensitive description is a geographical map of the becoming through trans- formation. Key words: The philosophy of education, existence ‘and education, the meaning and end of education 39 Fernando Barcena No se trata de buscar las origenes, perdidos 0 borrados, sino de tomar las cosas allf donde naven, en el medio, hender las cosas, hender las palabras. No buscar le eterno, aunque se trate de la eternidad del tiempo, sino la formacién de lo nuevo, la entergencia. Gilles Deleuze, Conversaciones. Introduccién € propongo en este articulo la discu- sién de una idea en apariencia senci- lla: intentar pensar la educacién bajo ]h figura del acontecinionto, entendiendo por tal aquello que nos daa pensar y a través de cuyo impacto hacemos una determinada experiencia de “concernimiento personal”. Deleuze ha escrito que “el concepto debe decir el acon- tecimiento, no la esencia””'. A la luz de esta tesis, habria que decir que a elaboracién de conceptos pedagdgicos se dirige, no a la cost en Si,sino a su forma, al contorne, al contex- to y a las circunstancias —a Jos instantes y a las situaciones, en suma~ donde las cosas ocurren © nos pasan. ;Cudl es el momento, el instante, las circunstancias que propician la formacién de un sujeto singular? Pensar la educacién bajo esa figura sugiere que el mismo saber de la educacién se puede pen- sar como discurso que produce en alguien (cl sujeto de la educaci6n) aquellos aconteci- mientos de que habla. La normatividad de ese saber sobre educacién no radicari, a pesar de todo, en dirigir al sujeto en cuestién a un punto que el mismo discurso prescribe como “estado ideal” de hechos © como normalizacidn de conductas, sino en favorecer condiciones Delewe, G. Conversacines, Valencia, Pe-Tetos, 1999, p.44 Vr: Dolewz, Gy Gutta PF, MT Masetas, valencia, Pre- Taos, 1965, de posibilidad para que pueda darse forma a si mismo en una experiencia de transformacén. De inmediato, aqui hay que introducir mati- ces. Mientras lo que ocurm forme parte toda- via de lo “posible controlable”, no habra acon- tecimiento fuerte. El argumento central de este texto es que un acontecimiento, en sentido fiserte, es una exposicién “sin condiciones” a lo que viene y a quien viene;a lo por venir. En. nuestro caso, a lo por venir como experiencia de transformacion en el escenario educative. El puro acontecer singular de lo que no solo ocurte, sino que me ocurre ~de lo que me sobreviene y de lo que me leg implica una irmpcién que hace estallar todo horizonte pre- vio de expectativas. Es lo que fiactura todo orden, programa w organizacién performative. En este sentido, el acontecimiento fuerte rompe el significado de la concepcién tradicional del saber educative como discurso performative capaz de producir los acontecimientos de que habla. El acontecimiento sélo puede tener lugar alli donde no se deja domesticar por nin guna convencién. “Alli donde hay performati- vo, un acontecimiento digno de ese nombre no puede ocurrir”, Lo que significa que el acontecimiento tnicamente se da en el orden. de lo imposible, no en el orden de lo que se espera que ocurra, sino en el orden “virtual” de Jo inesperado’. Esta nocién de acontecimiento fuerte esti fundada en una cierta manera de entender a Demi. J Universidad sn candi, Madi, Tota, 1002, p72. Conviansaclarar qu 10 “virtua” s0 opore no a “ea” sine a fo *- ‘actial” Con too, lo viual noes posible, ya que en Cuan tat Jo “pesble" no peste realidad. Lo vital ro carece absluamente de ‘ald. De Hecho, a trav de un proceso de “actuaizacin” 0 v= ‘als ea pol sujet inguar Cara lo vital ol acantaimian ‘fo, anenoes, fo qu, sn saber cuinda, puede ocr cao posti- lea sermere resem, Per en fa media en que a sjetDrealza versa acualzalones ~préctcas,eercicos, actcades sobre sk, fa redica en que se dspone, se prepara para a aparcion site ‘el acotecimiew, Est noe puede pradec, pero si nos poderios para ues enc) pararebite 40 Universidad de La Sabana. Facultad de Fducaaén lh persona que aprende, se educa o se forma Este “sujeto de la educacidn” es, de hecho, el sujeto de la experiencia: quien se expone a ella abiertamente —de manera incondicional- y a ella se somete. Lo que caracteriza a la expe- riencia es su poder de transformacién. Por ella nos creamos a nosotros mismos, por ella comenzamos de nuevo, por ella nos damos forma’. Es ella la que hace que no podamos mantenernos siempre siendo os mismos 0 siendo lo Mismo, Es la que nos empuja a ser “de otro modo”, mis alla de toda esencia pre- determinada o fijada de antemano, Por ella somos en devenir, como empujados por la voluntad de cambiarnos a nosotros mismos. Por eso, la transformacién cobnt pleno sentido en la diferencia: como no somos idénticos a nos otros mismos, podemos transformarnosy existe la modificabilidad. La educabilidad, aqui, ¢s un atributo de la experiencia y de la posibilidad de la diferencia. La posibilidad de un saber -en nuestro caso de la educacion— capaz de producir en otro la experiencia de valor de que habla implica més que una mera produccién de hechos controlables y pre-vis- tos con anterioridad a su aparicién. Aunque hay aqui una dificultad, que es especificamen- te moderna, para pensar cl discurso de la edu- estos términos. Como dice cacién en Agamben, “en la actualidad, cualquier discur- so sobre la experiencia debe partir de la cons- tatacién de que ya no es algo realizable. Pues asi como fue privado de su biografia, al hom- bre contemporineo se le ha expropiado su experiencia: mis bien la incapacidad de tener y transmitir experiencias quiizis sea uno de los pocos datos ciertos de que dispone sobre si mismo”. 4 Ver, Schmid, W. En busca oun nue arte do vic Valencia, re- Teas, 2002, pp.215 9 5s 5 Aganben,G. nance entra, Bueros fires, Adana Hidalgo, 2001 pra arrentlizale dol comienzo El acontecimiento es un estadillo de sentido, algo no programable, una irrupeién impre- vista. Asi que la cuestién es: zcémo afirmar la existencia de un saber que enuncia la pro- duccién de lo imprevisto ¢ incontrolable, de lo por venir? No pretendo en este texto resolver esta cuestion en todos sus extremos, sino sugerir que la educaci6n, pensada bajo la figura del acontecimiento, es una expe- riencia de “natalidad educativa”. Lo que esta en movimiento como devenir es, precisa~ mente, la posibilidad siempre abierta de un nuevo comienzo. Todo ello requiere, por un lado, un pensamiento que se conforme a partir de esa experiencia siempre “virtual” (lo que esta siempre por venir) y, por otro, términos que le sean apropiados. Por asi decir, como acontecimiento, la experiencia de la educacién es la vieja novedad de re- comienzo, que es todo comienzo, inicio 0 natalidad. En todo acontecimiento nos pasan cosas, legamos a sentir que algo nos transforma. Algo nuevo nos pasa como existentes. Y pensar la educacién como acontecimiento requiere términos y descripciones que le sean apropiados. Sostendré que en educa cin necesitamos, sobre todo, descripciones sensibles capaces de dar cuenta de lo que nos pasa cuando aprendemos como experiencia existencial. Una descripcién sensible es una car- tografia del devenir por la transformacién. Precisamos, no tanto de conceptos “logi- cos” que describan realidades pre-existen- tes, como de “descripciones cartograficas” que den cuenta de situaciones existencialmen- te relevantes para un sujeto singular. Hay que preguntarse por el modo como acogemos Jo que nos pasa.

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