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Maduración sexual (pubertad)

La maduración sexual (pubertad) comienza a diferentes edades


dependiendo de factores genéticos y ambientales. Hoy en día
comienza antes que hace un siglo, probablemente debido a las
mejoras en la nutrición, la salud general y las condiciones de
vida. Por ejemplo, la edad promedio de la primera regla de las
niñas (menarquia) se ha reducido en cerca de 3 años en los
últimos 100 años. Sin embargo, empiece cuando empiece la
maduración sexual, se produce normalmente en el mismo orden.

En los varones, los cambios sexuales empiezan con el aumento


de tamaño del escroto y los testículos, seguido del agrandamiento
del pene (ver Pubertad en los chicos). A continuación, aparece
vello púbico. El vello de las axilas y el vello facial aparecen
alrededor de 2 años después del vello púbico. El estirón de
crecimiento por lo general comienza un año después de que los
testículos comiencen a aumentar de tamaño. En Estados Unidos,
los niños, por lo general, tienen su primera eyaculación entre los
12 años y medio y los 14 años de edad, alrededor de 1 año
después de que se acelere el crecimiento del pene. Los
adolescentes varones jóvenes a menudo tienen un ligero aumento
de las mamas (ginecomastia) que por lo general se resuelve al
cabo de algunos años.
En la mayoría de las niñas, el crecimiento incipiente de las
mamas es el primer signo de maduración sexual, seguido de
cerca por el inicio del estirón de crecimiento (ver Pubertad en las
niñas). Poco después, aparece vello púbico y axilar. La
menstruación comienza típicamente alrededor de 2 años después
del comienzo del desarrollo del pecho y cuando el crecimiento en
altura disminuye después de alcanzar su velocidad máxima. En
Estados Unidos, la mayoría de las niñas comienzan a tener la
menstruación a los 12 o 13 años de edad, pero existe un amplio
margen.
Tanto en los niños como en las niñas, el vello púbico y/o axilar
puede aparecer en primer lugar. Esta aparición puede ser una
variación normal, pero se debe comentar al médico.

Hitos en el desarrollo sexual


Si la maduración sexual comienza demasiado pronto
(véase Pubertad precoz) o va muy retrasada (véase Retraso de la
pubertad), los médicos suelen evaluar posibles trastornos
hormonales de los niños.
La madurez sexual es la edad o el momento en el cual
un organismo obtiene la capacidad para llevar a cabo la reproducción. Es a
veces considerado sinónimode la adultez a pesar de ser dos conceptos
distintos. En los humanos, el proceso de maduración sexual es
llamado pubertad.
La mayoría de los organismos multicelulares son incapaces de reproducirse
sexualmente luego del nacimiento (o la germinación), y, dependiendo de
la especie, puede tomar cuestión de días, semanas o años hasta que su
organismo esté apto para tal fin. Adicionalmente, ciertos casos pueden
provocar que el organismo se vuelva sexualmente maduro. Esos casos
pueden ser externos, como la sequía, o internos, como el porcentaje de
grasa corporal (estos casos internos no deben ser confundidos con la
influencia de hormonas las cuales pueden producir el desarrollo de la
madurez sexual directamente.)
La madurez sexual es llevada a cabo como consecuencia de la maduración
de los órganos reproductivos y la producción de gametos. Puede ser
acompañada también por un crecimiento repentino o proporcionalmente
más rápido, o por otros cambios físicos que distinguen un organismo
inmaduro de su forma adulta. Estos cambios se denominan características
o caracteres sexuales secundarios, y habitualmente representan un
incremento en los dimorfismos sexuales. Por ejemplo, antes de la pubertad,
todos los niños de la especie humana tienen pechos planos, pero luego
los individuos femeninos desarrollan senos mientras que los masculinos no;
siendo ejemplo efectivo de un dimorfismo sexual, donde el individuo
masculino difiere de alguna manera del femenino más allá de la mera
producción de células sexuales masculinas o femeninas respectivamente.
Sin embargo, existen excepciones en este caso de dimorfismo en los cuales
un hombre puede desarrollar senos a causa de la obesidad o por
desbalances hormonales como la ginecomastia.
Luego de llegar a la madurez sexual, es posible que ciertos organismos se
vuelvan infértiles o incluso cambien de sexo. Algunos organismos
son hermafroditas, cuya denominación para un individuo humano
es intersexual, y pueden o no producir descendencia viable. También,
mientras que en muchos organismos la madurez sexual está vinculada a la
edad, muchos otros factores están involucrados y es posible para algunos
desarrollar la mayoría o todas las características de la forma adulta sin ser
de hecho sexualmente maduros. En la situación contraria, es posible incluso
para los organismos en su forman madurez reproducirse (ver progénesis.)
1. CUANDO SE ALCANZA LA MADUREZ SEXUAL?? «Es un proceso
que se desarrolla entre los 9 y 18 años y que tiene ritmos diferentes
en el hombre y en la mujer» La madurez sexual es llevada a cabo
como consecuencia de la maduración de los órganos reproductivos y
la producción de
2. 2. concepto La madurez sexual es la edad o el momento en el cual un
organismo obtiene la capacidad para llevar a cabo la reproducción. Es
a veces considerado sinónimo de la adultez a pesar de ser dos
conceptos distintos. En los humanos, el proceso de maduración
sexual es llamado pubertad.
3. 3. CUESTIONAR…… Sería una ingenuidad afirmar que la madurez
sexual se consigue una vez que son biológicamente posibles las
relaciones sexuales. las personas que tienen relaciones sexuales
deberían poder asumir también las posibles consecuencias negativas
de dichas relaciones: embarazos no deseados infecciones de
transmisión sexual, el consumo de anticonceptivos con efectos
secundarios y fallos, la paternidad y maternidad precoz, los
desengaños o las decepciones amorosas, las dependencias
afectivas, etc.)
4. 4. Sexualidad precoz Estudios demuestran que un adolescente puede
no estar preparado desde el punto de vista biológico para las
relaciones sexuales por: La adolescente no produce en su secreción
cervical las sustancias bactericidas y viricidas (llamadas lisozimas)
que produce una mujer adulta, son, por tanto, más vulnerables para
adquirir infecciones asociadas a las relaciones sexuales.
5. 5. La sexualidad precoz se acompaña de un mayor riesgo de
problemas físicos y psicológicos. La brevedad de estas relaciones
sexuales ocasionales o esporádicas suelen generar mayor sufrimiento
psicológico, desconfianza y pérdida de autoestima, al haber
sacrificado valores personales por algo que ha sido pasajero o poco
auténtico.
6. 6. Las relaciones sexuales prematuras incrementan el riesgo de
contraer lesiones premalignas del cervix «Herrero et al» observaron
un incremento de mas de dos veces en el riesgo de ca. de cervix, en
mujeres que iniciaron las relaciones sexuales entre los 14 y 15 años
debido a que la unión escamo-columnar esta mas próxima al Orificio
Cervical Externo.
7. 7. La pubertad es un periodo de cambios físicos; la aparición de los
caracteres sexuales secundarios origina un nuevo aspecto, dejando
atrás la niñez y la mayoría de las actividades relacionadas con ella La
etapa de crecimiento en la que se presentan mayores cambios, tanto
físicos como psicológicos, es la pubertad porque en ella el organismo
alcanzará la madurez sexual y estará listo para iniciar las funciones
reproductoras.
8. 8. Características de la pubertad El crecimiento se acelera en la
primera mitad de la pubertad, y alcanza su desarrollo al final por
maduración esquelética y cierre de epifisis Las diferencias corporales
entre niños y niñas antes de la pubertad son casi únicamente sus
genitales. Durante la pubertad se notan diferencias más grandes en
cuanto a tamaño, forma, composición y desarrollo funcional en
muchas estructuras y sistemas del cuerpo.
9. 9. adolescencia Período de transición psicológica y social entre la
niñez y la vida adulta. La adolescencia abarca gran parte del período
de la pubertad, pero sus límites están menos definidos, y se refiere
más a las características psicosociales y culturales. La tarea más
importante de la adolescencia es aprender a ser tú mismo y crear tu
propia identidad
MATERNIDAD Y PATERNIDAD RESPONSABLE

La paternidad y maternidad responsable es “el vínculo permanente de


sangre o relación, entre el padre y la madre con sus hijos e hijas, con
reconocimiento social, que entraña sentimientos, derechos y obligaciones,
ejercidos con responsabilidad para el desarrollo integral de la familia”
(MSPAS, 2008, p. 4).
La paternidad y maternidad, ejercidas de una manera responsable, es una
experiencia que deberá estar presente a lo largo de la vida del individuo y
que inicia en el momento en que se toma la decisión de tener un hijo, que
implica preparación y madurez (Bandaña, G., Palacios, M. y Lacayo, M. ,
2003, p. 95). La responsabilidad en la paternidad y maternidad requiere de
la aceptación y cumplimiento del compromiso de formar una familia
saludable, tanto física como socialmente, que le permita tener todas las
posibilidades de desarrollo y bienestar, con todo lo que implica a nivel
económico, social, ético, educativo y en salud (Cuauhctémoc, R., 2000, p.
127).

“La decisión de tener un hijo o hija es un asunto muy serio. Debe


tenerse en cuenta que:

 La responsabilidad de tenerlo debe ser tomada en pareja y


ambos deben asumir las consecuencias de su decisión.
 Concebir un hijo o hija es responsabilidad del padre y la madre,
criarlo debe ser también una experiencia compartida.
 Un hijo o hija debe ser deseado. También debe ser concebido
cuando la pareja lo decida.
 Los hijos/as tienen el derecho de nacer y desarrollarse en el
seno de una familia.
 La planificación familiar permite a la pareja regular su
fecundidad y asumirla” (Bendaña, et al., 2003, p. 97).

Beneficios del ejercicio de la paternidad y maternidad responsable


Al ejercer una paternidad o maternidad responsable, el individuo identifica
este ejercicio como un acto voluntario, por lo que le es más fácil aceptar las
responsabilidades que conlleva además de reconocer y respetar lo
derechos de la niñez, los de su pareja y los propios. Todo esto tiene
repercusiones en el bienestar de la familias guatemaltecas: se reduce el
trabajo infantil, el ausentismo y deserción escolar, analfabetismo, muertes
maternas e infantiles, infecciones de transmisión sexual, abortos, familias
desintegradas, violencia intrafamiliar, niñez en abandono, desnutrición,
drogadicción y padres y madres adolescentes (MSPAS, 2008, p. 2 y 3).

Concepciones sociales de la paternidad y maternidad


Muchas sociedades han promovido la idea que las mujeres se realizan
únicamente al convertirse en madres, comprendiendo el proceso de
maternidad únicamente desde el punto de vista biológico, olvidando que la
maternidad no siempre está ligada a la biología (el caso de adopciones por
diferentes motivos), pero que sí tiene mucho que ver con aspectos
afectivos, éticos, económicos y sociales. La maternidad no es, ni puede ser,
el destino único de la mujer ni la única forma de alcanzar su realización
personal, existen muchas mujeres y parejas que voluntariamente deciden
no tener hijos y no por eso dejan de alcanzar su realización personal
(Bandaña, et al., 2003, p. 95).
Otra idea socialmente muy difundida, pero no por eso correcta, es que al
padre le corresponde dar sustento económico mientras que la madre se
encarga de criar a los hijos, sin embargo, el ser padre implica mucho más
que eso. El rol, también conlleva llevar equitativamente con su compañera
la responsabilidad de brindar al hijo todo lo que necesita aún antes de
nacer, criarle, valar por su desarrollo, salud y educación, así como brindar
cariño, apoyo y seguridad (Bandaña, et al., 2003, p. 96).
https://filosofiadelavida.wordpress.com/2011/12/06/las-
dimensiones-fundamentales-de-la-sexualidad-humana/

las dimensiones fundamentales de la sexualidad humana


Publicado el 6 diciembre, 2011por Luis Acuña Leal

La sexualidad es una dimensión fundamental


de nuestro ser personal. Esta se desarrolla a lo largo de toda nuestra vida, por lo que
decimos que es dinámica. Además de los aspectos biológicos y psicológicos, los factores
socioculturales tienen un papel muy importante en esta transformación; su influencia puede
ser positiva y propiciar el desarrollo íntegro, pleno, de la persona, ser un vehículo de
crecimiento y expresión personal, o por el contrario, restringirlo y coartarlo.
A diferencia de lo que muchos piensan, la sexualidad humana no sólo abarca las relaciones
sexuales, los contactos eróticos y la reproducción. Está vinculada con casi todas las áreas de
la vida y, por lo mismo, su aceptación y sana vivencia influyen positivamente en la vida
general de la persona. La sexualidad es sólo un elemento esencial de nuestro desarrollo y de
nuestra identidad. Ella constituye una forma de expresión de nuestro ser y de nuestros
sentimientos más íntimos y una forma y un proceso de comunicación. En la vivencia de la
sexualidad ponemos en juego los valores que están en la base de nuestro proyecto de vida.
El ser humano es un todo cuyas partes interactúan; la sexualidad es una de ellas y por eso es
necesario entenderla de una manera global y como un aspecto inherente a la persona. No es
posible aislarla del resto del individuo, ni entenderla como privativa de las personas que
mantienen relaciones sexuales coitales.
La sexualidad supone, expresa y participa del misterio integral de la persona. De allí que no
se la pueda entender desde una visión reduccionista. Su carácter integral y plurivalente es
un rasgo específico y característico. Por ello es necesario aproximarse a su comprensión
considerando las distintas dimensiones que la componen:
Dimensión biológica: las diferencias entre el varón y la mujer se imponen por una serie de
caracteres morfológicos, sin embargo la distinción biológica entre el hombre y la mujer es
mucho más compleja que la configuración descriptiva de la genitalidad. De tal modo que el
sexo biológico contempla 5 categorías básicas: la configuración cromosómica; el sexo
gonádico; el sexo hormonal, la estructura reproductiva interna y la genitalidad.
Dimensión psicológica: la sexualidad en el ser humano no se limita a ser una “necesidad”
(dimensión biológica), sino que se expande en el camino del deseo (dimensión psicológica)
llegando a ser vivencia y comportamiento sexual humano. La dimensión psicológica
introduce el sentido en la sexualidad humana;. Entre las categorías que incluye esta
dimensión está la identidad sexual y el desarrollo sexual.
Dimensión sociocultural: el ser humano es un ser cultural también en su sexualidad;
porque tiene una historia, es una historia y construye historia. La tradición la alcanza en la
cultura en que vive. Se hace parte de esa historia cuando la asume conscientemente y
construye su historia cuando asume la responsabilidad personal y colectiva como ser social
frente al momento presente. Existen una serie de espacios y canales de socialización de la
sexualidad humana. Entre los más importantes están la familia de origen, la escuela, el
grupo de pares, la religión, las normas sociales, los medios de comunicación.
Dimensión ética-filosófica: La sexualidad no es un concepto “abstracto”, la sexualidad se
vive, se pone en acción y se juega en las experiencias de la vida diaria, en lo cotidiano. La
dimensión ética parte de la noción de la persona, hombre y mujer, como valor en sí misma.
Esta va asumiendo a lo largo de su vida diversos valores y se convierte, por lo tanto, en una
portadora de ellos, los cuales también jerarquiza a la luz de sus experiencias y vida
personal. Constantemente está revisando sus valores y replanteándose su jerarquía, lo que
lleva a conformar su conciencia. La ética se convierte así en el contexto valorativo que
orienta el ser y el actuar de la persona. Desde allí hace sus opciones y le da un sentido a su
vida. En el plano de la sexualidad es justamente la dimensión ética la que en última
instancia define cómo va a ser esta vivencia en el individuo. Esto quiere decir que los
valores asumidos por la persona se ven reflejados en sus actitudes, sentimientos y
comportamientos respecto de lo sexual.

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