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1. ¿Qué es la redacción?
Toda expresión que se valga de la palabra escrita, logra su propósito de comunicación
mediante el arte de redactar. Redactar, que etimológicamente quiere decir “poner en
orden”, consiste en expresar por escrito los pensamientos e ideas previamente ordenadas.
El propósito de la redacción es combinar palabras, frases, períodos, párrafos y textos, para,
a través de ellos, verter ideas ya elaboradas, de manera que se produzcan en un todo
armonioso, capaz de ser debidamente comprendido.
En otras palabras, la redacción podría definirse como una composición literaria en la que se
desarrolla, de una manera completa, correcta y elegante, un tema determinado, dentro de
ciertos límites de amplitud.
La redacción es fundamental si deseamos consignar algo por escrito. Cualquier texto que
queramos suministrar, cualquier impresión que deseemos transmitir a través de la palabra
escrita, no son ni más ni menos que una redacción.
Su trascendencia es enorme, pues, si bien la palabra transmitida en forma oral, vuela y se
desvanece, lo escrito, por el contrario, se perpetúa: puede leerse, releerse, meditarse, y, a
través de ello, el lector puede formarse una idea completa de lo que piensa y quiere decir el
escritor. Debido a ello, es muy importante que se tome en cuenta lo siguiente:
2. La forma y el fondo.
Todo tipo de redacción, como cualquier manifestación literaria o artística, debe poseer dos
elementos básicos, que son la forma y el fondo, ya que de nada sirve tener ideas originales
y acertadas, si no se pueden expresar con la debida corrección. Tampoco reporta utilidad
tener un amplio dominio del idioma si no se tiene nada que decir.
La forma.
La forma, el cómo decirlo, es el modo particular que se posee de expresar una idea,
lo que llamamos técnicamente redactar.
Resulta un poco difícil instituir normas rígidas y concretas sobre la manera de
redactar, ya que la expresión de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones,
vivencias y conceptos está sujeta a fenómenos tanto artísticos como científicos.
Toda redacción debe versar, claramente, sobre algún tema propuesto de antemano. Entonces, las
ideas sugieren dicho asunto y que han de servir para su desarrollo, constituyen el fondo de la
redacción. En otros términos, el fondo equivale a qué decir.
Algunas causas que colaboran a una mala redacción, y que deben evitarse, son las siguientes:
Toda redacción, no importa el tema o extensión, debe ser un todo armónico; con una lógica
comprensible; con un orden, pulcritud y sentido, para ello es necesario tener en cuenta las pautas
siguientes: