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PRIMERA
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Texto sobre la Revolución Industrial: "Un agricultor moderno"
En 1835 he tomado posesión de la explotación de Creteil. La extensión de las tierras era de 235
hectáreas, divididas en 348 parcelas. La rotación era bienal: primer año algunas hectáreas de patatas,
de remolacha, de “topinambours” (aguaturma), lo demás a barbecho; el segundo año trigo y centeno;
el tercer año, avena.
La cosecha de aquella época (1835) era de 15 hectólitros de trigo por hectárea y de 12.000 kilos de
remolacha por hectárea [...] Actualmente, cosecho de 23 a 25 hectólitros de trigo por hectárea y de
16.000 a 23.000 kg. De remolacha por hectárea. [...]
He ampliado la calidad del suelo cultivable mediante labores tan profundas como fueron posibles.
Actualmente, este suelo está muy mejorado y produce trigo y remolacha, en vez de centeno y
“topinambours”. Además, mediante trueques y compras, conseguí reunir diversas parcelas. Las cerca
de 248 hectáreas de que se componen mis tierras no se dividen más que en 78 parcelas.
En 1839 compré dos sembradoras mecánicas para el trigo. Luego he comprado otras 5 sembradoras.
a) ¿Qué diferencia hay entre el agricultor que describe el texto y el tradicional del Antiguo Régimen?
b) ¿Qué nombre recibe todos los cambios que se producen en la agricultura? ¿Qué es una hectárea y
a cuantos metros cuadrados equivale?
d) ¿Cómo son las herramientas o máquinas empleadas?¿Cuáles son más complejas? ¿De qué
materiales están hechas?
El crecimiento de las ciudades no fue acompañado de una planificación urbana, de ahí la carencia
de servicios básicos: agua corriente, alcantarillado, etc. La falta de higiene era absoluta.
La urbe se extiende a través de las vías de comunicación. Las murallas son derribadas siendo
sustituidas por bulevares. La invención por Otis del ascensor permite el crecimiento en altura
(rascacielos).
En el siglo XIX, Londres era la ciudad más populosa del mundo. Había pasado de casi un millón
de habitantes en 1800, a poco menos de cinco millones de habitantes a finales de siglo.
La City londinense era el centro regulador del mercado financiero mundial, con su Bolsa de valores
y la sede de las grandes sociedades, en particular de navegación y de seguros.
Los muelles de Londres constituían el más amplio almacén del mundo, con las mercancías más
diversas y ricas, y los barrios del East End albergaban a una enorme población que trabajaba en el
puerto, la marina y las industrias de transformación.
Hay testimonios muy descriptivos de las primeras ciudades industriales, destacando, entre otros,
los del novelista Charles Dickens en su obra Tiempos difíciles.
- Los trabajadores vivían hacinados en pequeñas y míseras casas. Su principal pasatiempo consistía en
acudir a la taberna, en tanto las mujeres atendían las faenas domésticas. La mejora de sus salarios les
permitió acudir a espectáculos como el fútbol o el boxeo.
- La burguesía vivía en elegantes barrios que fueron progresivamente mejorando sus servicios de alcantarillado, agua
potable, iluminación y pavimentado. Surgieron los grandes y amplios bulevares destinados al paseo. Hacía una intensa vida
social y acudía a los cafés, al teatro, la ópera, los casinos o los cabarets
De esta manera, en el S.XIX, se produjo un intenso proceso de urbanización en Europa. Si en 1800 solo el
10% de los europeos vivía en ciudades, a finales del siglo XIX lo hacían casi un 50%. El número de ciudades
y su tamaño crecieron enormemente. Si a comienzos de la centuria no había ninguna ciudad en el mundo que
superara el millón de habitantes, a finales del siglo XIX ya había 12 ciudades que lo superaban con creces.
TEXTOS HISTÓRICOS
Para hacernos una idea del aspecto que tendrían las ciudades europeas transformadas por la
aparición de la industria, en la Primera Fase de la Revolución Industrial, podemos consultar estos
textos:
“(Las ciudades) Son casi enteramente barrios obreros interrumpidos sólo por fábricas y por algunas
calles distinguidas cuyas partes principales están formadas por comercios y por algunas vías donde
están construidos, a modo de villa, los jardines y las casas de los fabricantes. Las mismas ciudades
están construidas mal e irregularmente, con corrales, calles y callejones sucios y llenos de humo, y
especialmente por su aspecto parecen inhabitables, construidas como están con ladrillos
originariamente rojos, con el tiempo ennegrecidos por el humo [...] En general, los sótanos están
habitados; estos subterráneos se construyen en todas partes, donde es posible, y en ellos habita una
parte muy notable de la población.”
“Londres tiene tres partes bien diferenciadas: la City, el West End y los barrios periféricos. (…) La City es el
casco antiguo, que conserva un gran número de calles estrechas, mal alineadas, mal edificadas y las orillas
del Támesis están abarrotadas de casas. La mayoría de sus habitantes son comerciantes que cuidan con
esmero sus prósperos comercios (…).
En el West End se encuentra la corte, la alta aristocracia, el comercio
elegante, los artistas, la nobleza de provincias. Esta parte de la ciudad es soberbia; las calles están bien
construidas, las calles, bien alineadas, aunque excesivamente monótonas. Las mujeres se pasean por ellas
lujosamente vestidas (…).
Los barrios del nordeste y del sudeste son, a consecuencia de los bajos precios de las viviendas, habitados
mayoritariamente por obreros, prostitutas y toda una turba de hombres que la falta de trabajo y los vicios de
todo tipo convierten en vagabundos, o que la miseria y el hambre fuerzan a la mendicidad o a la criminalidad.
Allí se encuentran estas pandillas de niños que salen cada noche de sus madrigueras para asaltar la ciudad,
donde se entregan al crimen muy seguros de librarse de la policía, que es insuficiente para un territorio tan
inmenso.”