You are on page 1of 7

LA ANEMIA INFANTIL

Es la alteración hematológica más frecuente en la infancia y se caracteriza por una


disminución de la concentración de glóbulos rojos (eritrocitos) y de hemoglobina
en la sangre por debajo de los valores considerados límite o normales.

La función de la hemoglobina, el pigmento rojo de la sangre, consiste en


transportar el oxígeno desde los alvéolos pulmonares hasta los distintos tejidos del
organismo y de llevarse el producto de desecho, el dióxido de carbono.

Cuando la cantidad de hemoglobina es insuficiente, esto limita la capacidad para


llevar oxígeno a las células del cuerpo. Esta situación afecta el funcionamiento del
organismo y, en el caso de los niños, afecta su desarrollo, crecimiento y hasta su
rendimiento escolar. Este trastorno recibe el nombre de anemia.

Existen diferentes tipos de anemia siendo la más frecuente en la edad infantil la


denominada «Anemia ferropénica», en la cual la carencia de hierro en la sangre
dificulta la producción de hemoglobina.

Un lactante de pocos meses puede desarrollar este tipo de anemia si empieza a


tomar leche de vaca demasiado pronto, especialmente si no consume un
suplemento de hierro o alimentos ricos en hierro.

La deficiencia se debe a que la leche de vaca contiene muy poco hierro y los
intestinos absorben una parte muy reducida del mismo. Además, la leche de vaca
en un lactante de menos de seis meses, puede irritarle los intestinos, lo que
causará pequeñas pérdidas de sangre a través de las heces reduciendo aún más
la hemoglobina.

En ocasiones, los glóbulos rojos tienden a destruirse con facilidad lo cual se


conoce como anemia hemolítica y puede obedecer a alteraciones en la superficie
de los glóbulos rojos o a otras anomalías en el interior o el exterior de estas
células.
Existe otro tipo de anemia llamada falciforme causada por una anomalía en la
estructura de la hemoglobina y afecta especialmente a la población de raza negra.
Este trastorno puede ser muy grave y se asocia a menudo a hospitalizaciones
recurrentes.

Por último, algunas deficiencias enzimáticas también pueden alterar la función de


los glóbulos rojos, haciéndolos más vulnerables y aumentando su susceptibilidad a
ser destruidos.

LAS CAUSAS MÁS COMUNES DE UNA ANEMIA PUEDEN SER:

 La falta de hierro o dificultad para absorberlo aunque también puede


provocarla una alimentación pobre en alimentos ricos en hierro
 Las enfermedades parasitarias intestinales
 Algunas enfermedades o infecciones
 La ingesta de leche entera de vaca u otros animales en menores de un año
porque al parecer puede producir una pérdida de glóbulos rojos
 La exposición continuada al plomo que producen las fábricas de pinturas,
tintes, baterías y talleres
 La deficiencia de vitamina B12
 El uso de algunos antibióticos durante amplios periodos de tiempo. Y es
que es fundamental seguir las instrucciones del pediatra cuando los receta
para tratamientos a largo plazo

SÍNTOMAS DE LA ANEMIA INFANTIL:

 Piel ligeramente pálida (escasa coloración de los labios, capa que recubre
el interior de los párpados y las uñas)
 Pérdida de apetito
 Irritabilidad
 Falta de concentración
 Debilidad y tendencia a cansarse con facilidad.
 Hinchazón de las manos y los pies
 Dificultad respiratoria (en los casos de anemia severa)
 Acelerado ritmo cardíaco o taquicardia (en los casos de anemia severa)
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA ANEMIA

Si observa que su hijo presenta alguno de los síntomas que acabamos de


describir, debe consultar a su pediatra.

El doctor procederá a solicitar la realización de un análisis de sangre con


hemograma completo, en el que se aprecia un descenso de los niveles de
sideremia, ferritina e índice de saturación de transferrina, además de micocitosis e
hipocromía.

Si se trata de una anemia de origen nutricional, se intentará eliminar la causa


tomando alimentos ricos en hierro. En cuanto a los fármacos, en primer lugar, se
emplean preparados de hierro por vía oral, quedando reservada la vía parenteral
para casos determinados. Los tratamientos suelen ser prolongados y se
mantienen de 6 a 8 semanas, tras haber normalizado la cifra de hemoglobia.

En los casos de nacimientos prematuros y niños que sólo toman el pecho, a su


alimentación podrán añadirse unas gotas de hierro para evitar la presencia de una
anemia ferropénica.

El primer paso para prevenir es evitar que la madre embarazada tenga anemia, a
través de un buen control prenatal. Cuando nazca el bebé, se debe asegurar una
lactancia materna por lo menos en los primeros 6 meses de vida. En los casos de
lactancia artificial, utilizar fórmulas infantiles, ya que éstas vienen con un
complemento de hierro. A partir de ahí, el control de hierro se hará sólo por la
alimentación. Lograr una alimentación adecuada es una base esencial para su
buen crecimiento y desarrollo.

Otras medidas importantes es descartar periódicamente la existencia de parásitos


intestinales. Comente siempre con el pediatra acerca de alguna ocurrencia
anormal en el intestino de tu hijo. El control pediátrico es más que necesario.
DIETA PARA EVITAR LA ANEMIA INFANTIL

No existe nada mejor para evitar la anemia que una buena, variada, y adecuada
alimentación. Se puede encontrar hierro en alimentos como:

 carne de vaca, pollo y pescado


 yema de huevo
 alubias, lentejas, garbanzos, soja
 guisantes, espinacas, brócolis, coliflor, remolachas
 hojas verdes-oscuro
 vísceras. Hígado de ternera, etc.
 frutas: uvas, mango, etc.
 mariscos de concha: mejillones, almejas.

Tan importante como el alimento que será digerido, es su forma de absorción. La


absorción de hierro es más efectiva cuando es ingerido con el ácido ascórbico o
ácido cítrico, encontrados por ejemplo en la naranja y en el limón. Según algunos
expertos en el tema, algunos tipos de infusiones, así como la leche de vaca en
exceso, pueden inhibir la absorción de hierro.
FECYT

Responsables:

Docente: Dra. Susana Vasco Acosta

You might also like