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SEGÚN LOS AUTORES

1.-Derecho Electoral: conjunto de normas constitucionales, legales, reglamentos,


instituciones y principios referentes a la organización, administración y realización o
ejecución de las elecciones; la constatación de validez de los resultados electorales; así
como el control legal y constitucional de los mismos a través de su impugnación. Autor;
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

2.- Se define al Derecho electoral como el conjunto de normas jurídicas, instituciones,


procedimientos, principios filosóficos-jurídicos que regulan el ejercicio de la prerrogativa
ciudadana referente a la renovación periódica de algunos titulares de los órganos de
gobierno. Marco Antonio Pérez de los Reyes.

.3 -Conjunto de normas y reglas constitucionales, leyes y reglamentos que regulan


la organización, administración y realización de las elecciones, así como la constatación
de validez de los resultados electorales y, en su caso, el control legal y constitucional de
los mismos, a través de su impugnación. Dieter Nohlen

DERECHO ELECTORAL

I. Concepto

El concepto de derecho electoral tiene dos sentidos: un sentido amplio y uno estricto.
En el sentido amplio contiene las determinaciones jurídico-positivas y
consuetudinarias que regulan la elección de representantes o personas para los
cargos públicos. El derecho electoral es, en este caso, el conjunto de normas jurídicas
que regulan la elección de órganos representativos.

Este concepto abarca todas las regulaciones jurídico-positivas y todas las


convenciones desde las candidaturas hasta la verificación de la elección. Dentro de
este concepto es correcto considerar por ejemplo, cuestiones del sistema
electoral como cuestiones jurídicas electorales, puesto que no hay duda de que se
trata de regulaciones que se han de determinar de modo legal.

El concepto estricto de derecho electoral alude únicamente a aquellas


determinaciones legales que afectan al derecho del individuo a participar en la
designación de los órganos representativos. Este concepto estricto concretiza el
derecho de sufragio y se limita, en su contenido, a establecer las condiciones jurídicas
de la participación de las personas en la elección y de la configuración de este
derecho de participación. El derecho electoral en el sentido estricto señala, en
concreto, quién es elector y quién es elegible y trata de determinar además, si el
derecho de sufragio es o no universal, igual, directo y secreto. Con ello, el concepto
estricto de derecho electoral se remite a postulados y cuestiones jurídicas que, por lo
general, tienen un carácter jurídico constitucional.

Los principios clásicos del sufragio tienen el contenido siguiente:

Universal: todos los ciudadanos tienen el derecho a elegir y a ser elegidos sin
importar su sexo, raza, idioma, ingreso y propiedad, profesión, estamento o clase,
educación, religión o convicción política. Este principio no sufre merma por el hecho
de que se exijan algunos requisitos imprescindibles, como una cierta edad, la
nacionalidad, la residencia, el estar en posesión de las facultades mentales y de los
derechos civiles, así como de la plena capacidad jurídica. También se ha de
considerar, como condición formal para poder ejercer el derecho a voto, el estar
inscrito en los registros electorales. La elegibilidad puede estar sometida a otros
requisitos, como una edad mayor a la del ciudadano o la incompatibilidad con el
ejercicio de otros cargos públicos. Asimismo no constituye lesión al principio
del voto universal la exigencia “de hecho” o de derecho de que la candidatura sea
respaldada por la pertenencia a un partido político.

Igual: Todos los votos son iguales en cuanto a su valor numérico. No es lícito
diferenciar la importancia del voto de los electores en función de criterios de
propiedad, ingreso, pago de tributos, educación, religión, raza, o posición política.
Cada elector puede tener –según el procedimiento de votación– uno o varios votos.
Lo decisivo es que el número de votos del conjunto de electores sea el mismo del
cuerpo electoral.

Secreto: este principio se opone a la emisión pública o abierta del voto, así como
al voto “al dictado”, por aclamación o por mano alzada. Se debe garantizar jurídica y
organizativamente (mediante cabinas electorales, papeletas oficiales opacas, urnas
selladas, etc.) que la decisión del votante no puede ser conocida por nadie.

Directo: Este último de los principios clásicos establece la no existencia de


intermediarios entre el votante y el elegido, que hayan de ser previamente elegidos
por los electores (compromisarios) y que, posteriormente, realicen la elección de los
representantes. Son los propios ciudadanos electores los que determinan a los
titulares de los escaños o de los cargos a elegir. No afecta al principio
del sufragio directo la elección por listas de tipo cerrado o bloqueado. Sin embargo,
son incompatibles con ese principio los cambios arbitrarios que puedan introducir los
partidos en el orden de sucesión y en la selección de los candidatos de una lista, una
vez realizada la votación.
En cuanto a las elecciones indirectas, habrá que distinguir entre elecciones mediatas
formales e informales. Elecciones formalmente indirectas son aquellas en las que
aparece una instancia de intermediarios entre los electores y los elegidos, pero en las
que el elector, sin embargo, determina la orientación del voto del compromisario. En
oposición a esto, las elecciones materialmente directas son aquellas en las que el
intermediario procede a elegir -sin vinculación alguna- a los titulares definitivos de los
cargos públicos de elección popular. Existen dos criterios de derecho electoral que
ocasionalmente aparecen junto a los clásicos ya señalados, aun cuando su función e
importancia son controvertidas.

Libre: delimitar con claridad este principio resulta bastante complejo. El concepto
puede entenderse como que el derecho al sufragio ha de ejercerse sin coacción o
cualquiera otra influencia externa ilegal. Este sentido del concepto afirma el carácter
subyacente cualitativo de la elección consistente en ofrecer al elector la posibilidad de
elegir libremente entre diferentes ofertas políticas. Si así no ocurriera, no
sería elección libre y, por lo tanto, no sería elección, en su sentido más cabal. La
protección del libre ejercicio del sufragio y la ausencia de control en la emisión
del voto ya están cubiertas con la exigencia del voto secreto. No obstante esto, hay
autores que conciben el criterio libre como un requisito complementario-sustancia
del Derecho electoral democrático, delimitando así, con mayor claridad, la diferencia
con elecciones autoritarias o totalitarias de tipo semi o no-competitivas.

Obligatorio: los electores inscritos deben ejercer su derecho electoral. La justificación


teórico-jurídica de la obligatoriedad del sufragioreside en la tesis de que la realización
del derecho político de participar en la elección de la representación política es
sinónimo de deber cívico. Sin embargo, la introducción del voto obligatorio en varios
países ha sido motivada por otras razones. Entre ellas se destaca la de contrarrestar
riesgos de manipulación electoral mediante un abstencionismo forzado de los
estratos bajos, promovido por los sectores sociales poderosos. Así, paradójicamente,
el voto obligatorio podría ser presentado como una contrapartida de la ampliación
del sufragio en función de un libre ejercicio del derecho a voto.

II. Significado

El derecho electoral se vincula en forma estrecha y vital con el sistema político. Es


más: el carácter del sufragio determina, en buena medida, el carácter del sistema
político. Para que un sistema político sea reconocido como democrático es
imprescindible en la actualidad que el sufragio sea universal, igual, directo y secreto.
Así el desarrollo de la democracia moderna es inconcebible sin su componente
electoral, es decir, la extensión permanente del sufragio hasta materializarse
el derecho electoral conforme a los principios clásicos. Por otro lado, es notorio en
cualquier proceso de democratización de un sistema político el postulado de
las elecciones libres.

III. Historia

La lucha por el sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, es decir


la democratización fundamental de los sistemas políticos con órganos
representativos llevó más de un siglo. En los países industrializados, la extensión
del sufragio democrático estuvo inserta en el proceso de industrialización y de los
fenómenos sociopolíticos que lo acompañaron. Existe pues, un vínculo estrecho entre
la revolución industrial, el desarrollo de las fuerzas productivas, la formación de un
movimiento obrero fuerte y el Derecho electoral democrático. Sin embargo, no se
trata de una evolución simultánea o automática. El sufragio democrático y, por
consiguiente, la participación políticamasiva, fueron producto de la lucha de
las organizaciones políticas y sociales del movimiento obrero y de los sindicatos y de
los partidos obreros. Así se explican las diferencias significativas entre los países en la
evolución que describimos. No obstante los aspectos específicos,
el sufragio democrático fue conquistado en dos grandes impulsos democratizantes
durante y después de las dos guerras mundiales. Se puede afirmar que las mayorías
de las democracias capitalistas introdujeron el sufragio universal después de la
segunda guerra mundial. En Francia, Italia, Bélgica, el voto femenino sólo se introdujo
después de 1945. En Estados Unidos las discriminaciones raciales se abolieron sólo en
la década del 60.

En América Latina, ya en el siglo XIX hubo elecciones esporádicas basadas en


el sufragio universal para hombres (Colombia, Haití, Rep. Dominicana). Pero en
general, el Derecho electoral democrático se materializó sólo después de haberse
impuesto en los países industrializados. Por otra parte, la democratización del
sufragio en América Latina no estuvo vinculada, como en el caso de los países
industrializados, a la industrialización y el cambio social. Esos procesos no tuvieron
lugar o se iniciaron tardíamente, sin que –salvo excepciones– hayan dejado atrás la
etapa de subindustrialización. El surgimiento de estructuras económicas
heterogéneas contribuyó a generar y a petrificar las estructuras sociales,
modificándose así la importancia del sufragio democrático en cuanto a su capacidad
para transformar las relaciones reales de poder. Las estructuras de dominación
autoritarias no se han podido superar ni siquiera en aquellos países donde el pueblo
es llamado a las urnas esporádica y regularmente. Además, el reconocimiento
del sufragio democrático se ha quedado frecuentemente en un nivel formal,
manteniéndose la vigencia de la manipulación electoral en la práctica. La deficiencia
administrativa de los procesos electorales y la frecuente influencia ilegal sobre
los electores, facilitada por la estructura social, han disminuido el contenido
democrático del voto, de modo que es frecuente el desconocimiento o la
deslegitimación de los resultados electorales.
Tales experiencias demuestran la necesidad de continuar el esfuerzo por el
reconocimiento real del Derecho electoral democrático en América Latina.

generar y a petrificar las estructuras sociales, modificándose así la


importancia del sufragio democrático en cuanto a su capacidad para
transformar las relaciones reales de poder. Las estructuras de
dominación autoritarias no se han podido superar ni siquiera en
aquellos países donde el pueblo es llamado a las urnas esporádica y
regularmente. Además, el reconocimiento del sufragio democrático
se ha quedado frecuentemente en un nivel formal, manteniéndose la
vigencia de la manipulación electoral en la práctica. La deficiencia
administrativa de los procesos electorales y la frecuente influencia
ilegal sobre los electores, facilitada por la estructura social, han
disminuido el contenido democrático del voto, de modo que es
frecuente el desconocimiento o la deslegitimación de los resultados
electorales.

Tales experiencias demuestran la necesidad de continuar el esfuerzo


por el reconocimiento real del Derecho electoral democrático en
América Latina.

Los principios tienen las siguientes funciones dentro del sistema jurídico:

1. Función creativa: antes de promulgar la norma jurídica, el legislador debe conocer los
principios para inspirarse en ellos y poder positivizarlos.

2. Función interpretativa: implica que al interpretar la norma, el operador debe inspirarse en


los principios para garantizar una cabal interpretación.

3. Función integrativa: significa que quién va a colmar un vacío legal debe inspirarse en los
principios para que el derecho se convierta en un sistema hermético

l primer paso necesario para poder entender el significado de poder electoral


es conocer el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Poder es un nombre que deriva del latín vulgar “posere” y este, a su vez, de
“posse”, que puede traducirse como “amo”.
-Electoral, por otro lado, también es fruto de la derivación del latín y
significa “relativo al que tiene derecho a elegir”. En concreto está compuesto
por varios elementos de dicha lengua: el prefijo “ex-” (“hacia fuera”), el
adjetivo “lectus” (“elegido”), el indicativo “-tor” (“agente”) y el sufijo “-al”
(“relativo a”).

Existen diversas maneras de entender el concepto de poder electoral. En


su sentido más básico y coloquial, la noción hace referencia a la capacidad
que tiene la población (o parte de ella) de modificar la realidad a través de
las elecciones.
Partiendo de esa acepción queda patente que el poder electoral es un
derecho importante en la sociedad de cualquier país, ya que de él depende
que en la misma pueda haber libertad y otra serie importante de políticas en
pro del bienestar general.

Por ejemplo: “Si queremos impedir que el presidente siga imponiendo este
tipo de medidas, tenemos que demostrar nuestro poder electoral y
demostrarle que somos muchos los que no estamos de acuerdo con sus
políticas”, “El poder electoral de este partido es escaso, aunque su presencia
mediática es intensa”, “Los socialistas impusieron su poder electoral y
ganaron doce de las bancas que se renovaron”.
El uso más frecuente del concepto, sin embargo, está asociado a
las instituciones y los organismos que se encargan de dirigir,
coordinar y fiscalizar las acciones vinculadas al proceso eleccionario.
En este caso, se utilizan mayúsculas iniciales (Poder Electoral) para
denominar a este conjunto de entidades.
La configuración y el funcionamiento del Poder Electoral dependen de
cada país. Más allá del nombre y del tipo de organismo, en general todos los
componentes de este poder tienen la finalidad de controlar la manera en la
que se eligen los funcionarios públicos que acceden a un cargo por voluntad
popular.
Además de todo lo expuesto, se hace necesario establecer otra serie de
aspectos relevantes relativos a ese citado Poder Electoral:
-Sus funciones y acciones estarán basadas en lo que son las leyes de sufragio.
-Viene a determinar los tiempos que se establecen para cada gobierno y
también se encarga de dejar constancia de las fechas en las que se llevarán a
cabo los nuevos comicios.
-Es una pieza fundamental para poder determinar la existencia de la
democracia en una sociedad concreta.

En el caso de Venezuela, tenemos que decir que el Poder Electoral es llevado


a cabo por el Consejo Nacional Electoral, que controla la transparencia de los
distintos procesos electorales.

Entre las atribuciones que suele tener el Poder Electoral, se encuentra la


reglamentación de las leyes relacionadas con el sufragio, el establecimiento
de las fechas en las que se desarrollan las elecciones y la regulación de la
publicidad realizada por los candidatos. El Poder Electoral incluso puede
anular el resultado de las elecciones si detecta irregularidaden el proceso
correspondiente.
LEYES AFINES DEL DERECHO ELECTORAL

ARTICULO 25. Asamblea Nacional y su integración. La Asamblea Nacional es el órgano de mayor


jerarquía del partido y se integra por dos delegados con voz y voto de cada uno de los municipios
del país en donde la entidad tenga organización partidaria vigente, los cuales serán electos por la
Asamblea Municipal respectiva para cada Asamblea Nacional que se reúna. Dichos delegados
deberán ser afiliados integrantes de la misma Asamblea Municipal. No podrán designarse
delegados a una Asamblea Nacional sin que previamente se haya hecho la convocatoria
respectiva. La acreditación de los delegados deberán hacerla los Secretarios de Actas Municipales
de las organizaciones correspondientes o por quien haya actuado como Secretario en la Asamblea
Municipal respectiva. Salvo lo dispuesto en el artículo 76, la Asamblea deberá reunirse
obligatoriamente cada dos años, previa convocatoria.

ARTICULO 26. Atribuciones de la Asamblea Nacional. Son atribuciones de la Asamblea Nacional:


a) Conocer del informe que le presente el Comité Ejecutivo Nacional en cada una de sus reuniones
y aprobarlo o improbarlo.

b) Fijar la línea política general del partido de acuerdo con sus estatutos y su declaración de
principios, y señalar las medidas que deben tomarse para desarrollarla.

c) Tomando en cuenta el dictamen del órgano de fiscalización financiera del partido, aprobar o
improbar el informe económico que presente el Comité Ejecutivo Nacional.

d) Elegir, en su reunión correspondiente, a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional y a los
otros órganos nacionales, conforme lo establezcan la ley y los estatutos.

e) Elegir y proclamar a los candidatos del partido, a la Presidencia y Vicepresidencia de la


República.

f) Acordar la modificación de la escritura constitutiva o de los estatutos del partido.

g) Conocer, aprobar o improbar los convenios de coalición y de fusión del partido.

h) Elegir y proclamar a los candidatos a diputado en aquellos distritos donde no se cuente con
organización partidaria vigente, y elegir y proclamar a los candidatos a diputados por lista nacional
y al Parlamento Centroamericano.

i) Para la elección de comité ejecutivo y otros órganos nacionales, así como para la elección y
proclamación de candidatos a cargos de elección popular, la asamblea podrá acordar que las
mismas se efectúen mediante elecciones directas con convocatoria de todos los afiliados, en cuyo
caso se procederá conforme lo que establezca el reglamento de la presente ley y las disposiciones
que contengan los estatutos o apruebe la propia asamblea; y,

j) Resolver sobre cualesquiera otros asuntos y cuestiones que sean sometidos a su conocimiento.

Artículo 27. Regulación de las Asambleas. La Constitución y funcionamiento de las Asambleas


nacionales se rigen por las nombras siguientes:

a) Convocatoria. La convocatoria a reunión de la Asamblea Nacional la hará el Comité Ejecutivo


Nacional, por resolución tomada por dicho órgano por propia iniciativa o a solicitud de por lo
menos la mitad más uno de los comités ejecutivos departamentales en los cuales el partido tenga
organización partidaria vigente. La convocatoria se hará por escrito, deberá dirigirse a todos los
comités ejecutivos municipales y entregárseles con por lo menos treinta días de antelación y
publicarse en un diario de mayor circulación. Para reformar los estatutos o la escritura constitutiva
se deberá hacer mención expresa en la convocatoria;

b) Credenciales. Las credenciales de los delegados municipales serán expedidas por el Secretario
de Actas del Comité Ejecutivo Municipal o, en su defecto, por quien haya actuado como secretario
en la Asamblea Municipal respectiva;
c) Quórum. Para que la Asamblea Nacional se pueda instalar y tomar resoluciones, se requiere que
más de la mitad de las organizaciones partidarias municipales vigentes acrediten por lo menos un
delegado;

d) Voto. Cada delegado, debidamente acreditado, tendrá derecho a un voto;

e) Mayorías. Las resoluciones se tomarán por las mayorías que establezcan los estatutos, las que
no podrán ser menores a la mayoría absoluta de los delegados inscritos y acreditados en la
Asamblea Nacional. Sin embargo, para tomar las resoluciones señaladas en los incisos e), f) y g) del
artículo 26 de esta ley, se requerirá de por los menos el voto del sesenta por ciento (60%) de los
delegados inscritos y acreditados en la asamblea;) y por los miembros del Comité Ejecutivo
Nacional y los Delegados Municipales que deseen hacerlo. El Secretario de Actas del Comité
Ejecutivo Nacional, o quien elija en su defecto la Asamblea Nacional, deberá enviar al Registro de
Ciudadanos, dentro de los quince días hábiles siguientes a la fecha de celebración de cada
asamblea nacional, una copia certificada del acta correspondiente. El acta de la Asamblea
Nacional, a falta del libro de actas autorizado por el Registro de Ciudadanos, podrá autorizarse por
Notario. En este caso, a la Asamblea deberá asistir un delegado del Registro de Ciudadanos, quien
suscribirá el acta y a quien deberá entregarse copia de la misma. El acta notarial deberá
transcribirse en el libro de actas, tan pronto sea repuesto. Para que tenga plena validez, la
Asamblea deberá celebrarse en el mismo lugar y fecha consignados en la convocatoria;

i) Obligatoriedad de las resoluciones. Las resoluciones que tome la Asamblea Nacional son
obligatorias para el partido, sus órganos y afiliados;

j) Recursos. Las resoluciones de la Asamblea Nacional podrán ser impugnadas de conformidad con
lo que establezca esta ley y sólo pueden ser objeto de acción de amparo en los casos y para los
efectos que señala la ley de la materia; y,

k) Transcurrido el plazo en que debió celebrarse la Asamblea Nacional sin que se haya celebrado,
la mayoría de Comités Ejecutivos Departamentales en los cuales el partido tenga organización
partidaria vigente, podrán acudir al Registro de Ciudadanos, excepcionalmente, para el solo efecto
que éste prevenga al Comité Ejecutivo Nacional del partido para que haga la convocatoria
correspondiente y se celebre dentro del plazo de noventa días, bajo apercibimiento de aplicar las
sanciones que procedan de conformidad con la ley.

ARTICULO 28. Elección del Comité Ejecutivo Nacional. La elección del Secretario General y demás
integrantes del Comité Ejecutivo Nacional se hará por planillas encabezadas por los candidatos a
Secretario General y Secretarios Generales Adjuntos, en la que se incluirán no menos de tres
suplentes. En caso de que ninguna de las planillas obtenga la mayoría absoluta, la elección se
repetirá entre las dos planillas que hubieren obtenido mayor número de votos. Cada partido
político podrá incluir en sus estatutos el sistema de representación proporcional de minorías
establecido en el artículo 203 de esta ley, después de adjudicar los cargos de Secretario General y
Secretarios Generales Adjuntos a la planilla ganadora.
ARTICULO 29. Atribuciones del Comité Ejecutivo Nacional. Además de las funciones que se
detallan en esta ley, corresponde al Comité Ejecutivo Nacional:

a) Supervisar el funcionamiento de los Comités Ejecutivos Departamentales y Municipales, y


organizar y dirigir las actividades del partido en forma acorde con los estatutos y los lineamientos
aprobados por la Asamblea Nacional.

b) Convocar a la Asamblea Nacional obligatoriamente cada dos años y extraordinariamente,


cuando así lo disponga el Comité Ejecutivo Nacional o los Comités Ejecutivos Departamentales
constituidos legalmente.

c) Convocar a Asambleas Departamentales y Municipales, preparando el proyecto de agenda de


las reuniones, el que deberá hacerse del conocimiento previo del Secretario General
Departamental o Municipal respectivo y supervisar el desarrollo de tales Asambleas.

d) Designar candidatos del partido a cargos de elección popular en aquellos municipios, donde el
partido no tenga organización vigente.

e) Designar a los fiscales y demás representantes o delegados del partido ante el Tribunal
Supremo Electoral.

f) Designar la Comisión Calificadora de Credenciales de los delegados municipales ante la


Asamblea Nacional.

g) Crear los órganos que sean necesarios para el mejor funcionamiento del partido, el desarrollo
de sus fines y principios, así como designar a sus integrantes.

h) Nombrar y remover a los funcionarios y demás personal administrativo del partido;

e, i) Las demás atribuciones que le señalen los estatutos del partido.

ARTICULO 30. Sesiones del Comité Ejecutivo Nacional. Las sesiones del Comité Ejecutivo Nacional
se regirán por las normas siguientes:

a) Convocatoria. Si el comité hubiere señalado mediante resolución conocida por todos sus
integrantes, fecha, hora y lugar para celebrar sus reuniones ordinarias, no será necesaria
convocatoria para ello. A falta de resolución y para la celebración de reuniones extraordinarias,
será necesaria convocatoria escrita del Secretario General o de tres miembros del comité, que
deberá entregarse a cada uno de los miembros del comité con la anticipación debida; podrá
también hacerse mediante telegrama u otros medios, con aviso de recepción, a la dirección que
deberán tener registrada. Si estuvieren presentes todos los miembros del comité y acuerdan
celebrar sesión, ésta se llevará a cabo válidamente sin necesidad de convocatoria.
b) Quórum. Para celebrar sesión se requiere de la presencia de la mayoría de los integrantes del
Comité Ejecutivo. Mayorías. Las resoluciones se tomarán por mayoría de los miembros presentes.
Cada uno de ellos tendrá un voto, y en caso de empate, el Secretario General tendrá doble voto.

d) Presidencia. El Secretario General del partido presidirá las sesiones del comité. En su defecto,
actuarán los Secretarios Generales Adjuntos en su orden; y en defecto de estas, quien le sustituya
de acuerdo con los estatutos del partido.

e) Actas. El Secretario de Actas levantará acta de cada sesión del Comité, la que se asentará en el
libro correspondiente y deberá ser firmada por el Secretario General, por el Secretario de Actas y
por los demás miembros del comité que quisieren hacerlo; y

, f) Suplentes. En caso de falta absoluta o temporal de alguno de los miembros del Comité
Ejecutivo Nacional, a excepción del Secretario General, se llamará al suplente que corresponda en
su orden de elección.

ARTICULO 31. Miembros del Comité Ejecutivo Nacional. El Comité Ejecutivo Nacional es el órgano
permanente de dirección del partido; tiene la responsabilidad de ejecutar las resoluciones
tomadas por la Asamblea Nacional y la dirección en toda la República, de las actividades del
partido. Se deberá integrar con un mínimo de veinte miembros titulares, electos por la Asamblea
Nacional, para un período de dos años. Además del Secretario General y hasta un máximo de
cuatro Secretarios Generales Adjuntos, el Comité Ejecutivo deberá contar con un Secretario de
actas o simplemente Secretario, cargo que será desempeñado por un miembro del Comité
Ejecutivo, electo en la primera sesión que éste celebre. Los estatutos del partido podrán prever
que los miembros del Comité Ejecutivo desempeñen otros cargos o que se distribuyan entre ellos
diferentes funciones específicas de dirección de las actividades del partido.

ARTICULO 32. Secretario General. El Secretario General tiene la representación legal del partido.
Desempeñará su cargo por dos años, salvo que en la Asamblea Nacional se le elija por un período
menor y podrá ser reelecto de conformidad con los estatutos del partido. En todo caso, su
responsabilidad se extenderá hasta la fecha en que haga formal entrega de su cargo a la persona
que conforme a la ley deba sustituirlo. El Secretario General está obligado a acatar las
disposiciones y acuerdos del Comité Ejecutivo y si se negare, cualquier miembro del mismo podrá
hacerlos valer ante las autoridades, con certificación del acta de la sesión en que se tomó la
disposición o acuerdo.

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