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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE

GROHMAN
Facultad de Ciencias Jurídicas y Administrativas
Escuela Profesional de Derecho y Ciencias Políticas

Lesiones y exposición a peligro o abandono de personas en


peligro

 Asignatura : Derecho Penal III

 Docente : Mgr. Wilber Torres Chávez

 Integrantes: Claudio Nestor Ccalahuille Montora 2017.127045


Jose Miguel Vargas Huarahuara 2017.127011
Fray Luis Chino Calle 2017.127042
Mario Renzo Sanchez Pauro 2017.127039
Anthony Giovanni Pariguana Ccallo 2017-127002
 Semestre : 5to

Tacna - PERÚ
2019
Dedicación

En primer lugar agradecer a nuestras


familias y amigos por el apoyo que nos
dan constantemente.

Y al docente Mgr. Wilber Torres Chávez


por darnos este tema tan interesante e
importante en la abogacía.
Agradecimiento

A Dios, por darnos la oportunidad de vivir


y por estar con nosotros en cada paso que
damos, por fortalecer nuestros corazones
e iluminar nuestras mentes.

A nuestros padres por ser nuestros pilares


fundamentales en todo aspecto, en toda
nuestra educación, tanto académica,
como de la vida, por sus incondicionales
apoyos perfectamente mantenidos a
través del tiempo.
Índice
INTRODUCCIÓN

En nuestra actualidad, en nuestro actuar diario, estamos vulnerables a sufrir de alguna lesión,
ya que al realizar diversas actividades, no solo en relación con el ámbito criminal, sino que
en el desarrollo de actividades que consideramos inofensivas, en el cual vamos a permitir
determinados riesgos, como lo son el hacer deportes, transportarse de un lugar a otro, viajar
vía aérea, etc. Por lo que para determinar cuándo una lesión podría considerarse como
punitiva es que vamos a desarrollar este trabajo.

El presente trabajo tiene a fin desarrollar todo lo concerniente a lesiones en cuanto se


precisara puntos importantes sobre determinados delitos que merecen ser desarrollados no
solo por nuestra legislación por lo que ira de la mano con la doctrina, la teoría general del
delito y el derecho comparado, partiendo de diversos conceptos, citando a diferentes autores
y estudiando a fondo sus diversas modalidades y efectos que plantea nuestra legislación
nacional.

Se debe de indicar en primer lugar que el delito de lesiones, es un injusto que afecta a la
persona humana en su aspecto orgánico – estructural, significando con ello un desmedro en
su salud individual, vale decir, que quien lesiona causa un daño en el cuerpo o en la salud de
otro, alterando su estructura física o menoscabando el funcionamiento del organismo del
sujeto pasivo.

Se tomara como principal referencia a nuestro Código Penal, que en su parte especial, inicia
su sistematización con los delitos contra la Vida, el Cuerpo y la Salud de las personas,
respondiendo con ello a un criterio valorativo adoptado por el legislador, considerando que
en las personas se encuentran los principales bienes jurídicos y los valores supremos de
mayor valía, dotando de un conjunto de normas que regulan y protegen la injerencia
antijurídica de terceros.
CAPITULO I

LESIONES

1. Aspectos Generales

En nuestra actualidad no solo la vida humana es digna de protección punitiva, ya que el

individuo para poder desarrollarse en la sociedad no solo requiere de dicho elemento vital,

sino que también dicho individuo debe de encontrarse en las mejores condiciones físicas o

psíquicas, ya que así podrá lograr su autorrealización personal y así a su vez participar en la

sociedad con normalidad.

En nuestro día a día podemos apreciar como todas las personas, en su actuar diario, ya sea

haciendo deportes o transportándose de un lugar a otro se exponen a graves riesgos con

relación a su salud, esto debido a que en su mayoría son actividades que se realizan

cotidianamente y que en cierto punto, cada individuo, no considera las consecuencias que

podrían sobrevenir de ellas, tales son los casos por ejemplo cuando una persona realiza algún

deporte, ya que en estos casos los individuos no van a estimar el grado de riesgo en el que se

encuentran; otro ejemplo claro sería el de las mujeres que se someten a cirugías plásticas, en

las cuales su grado de riesgo es aún mayor y todo esto se realiza con el consentimiento o el

permiso por parte de los interesados en este tipo de acciones.

Conforme a esto podemos decir que el ámbito del derecho penal, para ser más específicos,

con lo relacionado a las lesiones, está limitado en cuanto las personas vayan a dar

consentimiento en situaciones que sean peligrosas, en las cuales el derecho penal no podría

actuar ya que éste solo cuando se trate de actuaciones dolosas o culposas en las que se dañe
la integridad corporal, fisiológica y psicológica de la víctima, siempre y cuando afecten la

funcionalidad de su organismo.

A. Bien jurídico tutelado

Como se desarrolla en cada capítulo del código penal, el bien jurídico debe de simbolizar

aquella inspiración político-criminal, en la cual se ejercerá la protección por la legislación en

todos los ámbitos que estén comprendidos en la esfera personal del individuo o en su

correlación con la comunidad.

Decir que la salud es el bien jurídico protegido, es decir muy poco, ya que en vista la

magnitud y la complejidad que abarcan estos injustos ya que al momento de que adquieran

la concreción material será muy vaga su tipicidad penal en la emisión de un juicio.

Debido esto es que gran parte de la doctrina y la jurisprudencia señala comúnmente que el

objeto de protección de las lesiones seria la integridad corporal o física, tomando en cuenta

las funciones que desarrollan cada órgano que lo compone. “Resultará vulnerada a través de

toda perdida, inutilización, menoscabo o desfiguración de cualquiera de los órganos,

miembros o partes del cuerpo”.1

“Agregando la integridad psíquica por otro sector de la doctrina”2, por lo que se dice que son

lesiones que se materializan en un estado patentable, en cualquiera de dichas dimensiones.

Por lo que constituyendo todo esto vamos a concluir que el bien jurídico debe ser

conceptuado a partir de una dimensión única, integrada por varios aspectos que deberán ser

delimitados, para así identificar la tipicidad penal de la conducta.

1
DIEZ RIPÓUES, J.L.; Los delitos de Lesiones. Tirant lo blanch, Valencia, 1997, Ob. cit., p. 18.
2
PEÑA CABRERA, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., Ob. cit., p. 283.
Nuestro legislador del Código Penal de 1991, siguiendo la posición mayoritaria, ha dispuesto

como bienes jurídicos equivalentes la salud de la persona y la integridad corporal. Ello se

explica por el hecho concreto que los autores de los proyectos del citado documento

legislativo sustentan la posición mayoritaria. Incluso, tal posición doctrinaria prevaleció en

la Constitución Política del Estado de 1993, carta fundamental al prescribir taxativamente en

el inciso 1 del artículo 2 que toda persona tiene derecho a su integridad moral, psíquica y

física ya su libre desarrollo y bienestar.

Pero se debe tomar en cuenta que cuando se refiere a salud de la persona, no solo se basa en

algo tan vacío como ya se mencionó anteriormente, sino como “el estado en el que una

determinada persona desarrolla normalmente sus funciones, entendiendo por función el

ejercicio de un órgano o aparato, estado que, por otra parte, posibilita una concreta

participación en el sistema social”.3 Ésta comprendiendo sus tres aspectos, fisiológico,

corporal y/o psíquico.

B. Sujeto pasivo

El sujeto pasivo en el caso de los delitos de lesiones, será toda aquella sobre la cual recaen

los efectos perjudiciales de la conducta criminal, una visible lesión a las esferas: corporal,

fisiológica y/o mental. Deber ser una persona psico-física considerada, desde su viabilidad

de vida, que se da inicio con el proceso del parto, pues antes de ello estamos ante una

esperanza de vida (feto), a partir del artículo 124°-A (Lesiones en el concebido) con su

inclusión la delimitación del radio de acción de las tipificaciones penales se amplió, esta se

3
BEROUGO GÓMEZ DE LA TORRE, I.; Delitos contra la Salud Personal: Las Lesiones. En: Temas de Derecho
Penal, Ob. cit., p. 167.
realiza según el desarrollo que haya alcanzado la vida humana, así como acontece en el caso

de los delitos de Homicidio y aborto.

Los vínculos de parentesco y otros, que puedan aparecer entre el sujeto pasivo y el sujeto

activo, serán considerados como circunstancias agravantes, así como la edad cronológica de

la víctima.

2. Lesiones Graves

A partir de la afectación de un ser humano, causándole perjuicios, ha de revelarse en aquellas

agresiones que sufre la víctima de manera ilegítima, en las esferas más importantes de su

personalidad, provocándole un grave perjuicio, cuando a casusa de dichas consecuencias,

aparecen, interna o externamente, deficiencias o disfunciones orgánicas, o perturbaciones

significativas en la psique humana, lo que imposibilita su plena participación en los procesos

sociales, como su participación en la vida social como individuo para autorrealizarse como

persona.

Por lo que el legislador ha comprendido en este articulado, las ofensas más graves, el

resultado antijurídico de mayor intensidad, cuando el sujeto pasivo sufre un menoscabo real

en cualesquiera de las esferas: corporal, fisiológica y/o mental, que no sólo han de reputarse

como "típicas", cuando ameritan una prescripción facultativa por un tiempo determinado,

sino también en virtud de las consecuencias perjudiciales, que se manifiestan en una serie de

circunstancias. Por ejemplo, en enfermedades, incapacidades, disfunciones orgánicas,

mutilaciones de partes del cuerpo, desfiguraciones así, como cualquier otro daño en el cuerpo

y la salud que pueda ser calificado de "grave".


2.1. Daño al cuerpo

Siguiendo a SOLER, diremos que “existe daño en el cuerpo toda vez que se destruya la

integridad del cuerpo o la arquitectura y correlación de los órganos y tejidos, ya sea que

ello sea aparente, externo, o interno. No es necesaria una solución de continuidad en los

tejidos de la piel; puede hacerse estallar el bazo de una persona sin que externamente se

alteren los tejidos superficiales”.4

No resulta indispensable que el daño se manifieste en un dolor significativo, basta pues,

con la alteración de la estructura morfológica del cuerpo humano. Esta no puede ser

afectada por alteraciones de partes físicas que están naturalmente destinadas a ser

cortadas, incluso en beneficio de esa vitalidad, como son los cabellos, la barba, el vello y

las uñas.

2.2. Daño en la salud

Existe daño en la salud cuando se rompe el normal estado de equilibrio de las funciones

fisiológicas del cuerpo. En este caso ya “no se trata de afectaciones visibles, en alguna

parte de la extremidad corporal, sino que importa la generación de visibles males en la

funcionalidad orgánica del individuo”5.por ejemplo, la generación de un tumor cerebral

a consecuencia de un golpe certero en el cráneo, los mareos luego de una golpiza, la

intoxicación estomacal luego de comer una comida en estado de descomposición, la

arritmia cardiaca luego de una amenaza grave, es decir, una serie de disfunciones

orgánicas que han de redundar en una merma de la salud del sujeto pasivo.

4
SOLER, S.; Derecho penal argentino, T. III, Ob. cit, p. 133.
5
PEÑA CABRERA, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., Ob. cit., p. 286.
Entonces por su naturaleza sólo puede ser un detrimento en el funcionamiento del

organismo de la persona, cualquiera que sea el estado de éste y cualquiera que sea el

perjuicio causado en ese estado. “Puede tratarse de un mal pasajero, o ya de una

enfermedad que de forma progresiva se está manifestando en la salud de la víctima,

menoscabando su calidad de vida”.6

2.3. Medios comisivos

No se hace alusión a una forma concreta de actividad típica, esto es, basta para ello que

el medio sea eficaz e idóneo para poder producir el resultado material que se describe en

la tipicidad objetiva.7

Los más comunes, tratándose de daños al cuerpo, será el empleo de objetos contundentes,

punzo cortantes y/o armas de fuego, así como cualquier objeto que pueda provocar lo que

pretende evitar la norma.

3. Bien Jurídico Protegido

De la forma como se encuentra construido el tipo penal, se colige que el Estado Vía el derecho

punitivo pretende proteger por un lado, la integridad corporal y por otro, la salud tanto física

como mental de las personas. Por lo que se busca proteger lo que el legislador de la

Constitución Política vigente denomina integridad psíquica, física y el libre desarrollo y

bienestar de las personas, este teniendo relación con lo ya mencionado anteriormente.

Con la tipificación de las lesiones graves seguidas de muerte (homicidio preterintencional),

aparte de la integridad corporal y la salud, también se pretende proteger la vida de las

6
NUÑEZ, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. III, Ob. cit., p. 187.
7
ALONSO DE ESCAMILLA, A.; De las lesiones, Ob. cit., p. 72.
personas, siendo este no solo parte de este bien jurídico protegido, sino también por lo que

está constituido en nuestra constitución.

4. Tipo Penal

Las diversas conductas delictivas que configuran lesiones graves están tipificadas en el

artículo 121 del código sustantivo, tiene el siguiente contenido:

“Artículo 121. Lesiones graves

El que causa a otro daño grave en el cuerpo o en la salud física o mental, será reprimido

con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años.

Se consideran lesiones graves:

1. Las que ponen en peligro inminente la vida de la víctima.

2. Las que mutilan un miembro u órgano principal del cuerpo o lo hacen impropio para

su función, causan a una persona incapacidad para el trabajo, invalidez o anomalía

psíquica permanente o la desfiguran de manera grave y permanente.

3. Las que infieren cualquier otro daño a la integridad corporal, o a la salud física o

mental de una persona que requiera veinte o más días de asistencia o descanso según

prescripción facultativa, o se determina un nivel grave o muy grave de daño psíquico.

4. La afectación psicológica generada como consecuencia de que el agente obligue a

otro a presenciar cualquier modalidad de homicidio doloso, lesión dolosa o violación

sexual, o pudiendo evitar esta situación no lo hubiera hecho.

Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo prever este

resultado, la pena será no menor de seis ni mayor de doce años.


En los supuestos 1, 2 y 3 del primer párrafo, la pena privativa de libertad será no menor

de seis años ni mayor de doce años cuando concurra cualquiera de las siguientes

circunstancias agravantes:

1. La víctima es miembro de la Policía Nacional del Perú o de las Fuerzas Armadas,

magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público, magistrado del Tribunal

Constitucional, autoridad elegida por mandato popular, o servidor civil, y es

lesionada en ejercicio de sus funciones o como consecuencia de ellas.

2. La víctima es menor de edad, adulta mayor o tiene discapacidad y el agente se

aprovecha de dicha condición.

3. Para cometer el delito se hubiera utilizado cualquier tipo de arma, objeto

contundente o instrumento que ponga en riesgo la vida de la víctima.

4. El delito se hubiera realizado con ensañamiento o alevosía.

En este caso, si la muerte se produce como consecuencia de cualquiera de las agravantes

del segundo párrafo se aplica pena privativa de libertad no menor de quince ni mayor de

veinte años”

5. Tipicidad Objetiva

La acción típica de lesiones graves se configura cuando el agente por acción u omisión

impropia causa, produce u origina un daño grave en la integridad corporal o salud del sujeto

pasivo.

El profesor Luis Bramonth Arias, comentando el tipo penal de lesiones graves del Código

Penal derogado de 1924, señalaba que consiste en "la causación de cualquier resultado que
deje una huella material en el cuerpo o una alteración funcional en la salud de la persona

ofendida".8

5.1. Circunstancias que califican la lesión como grave

a. Poner en peligro inminente la vida del sujeto pasivo. Esta calificante aparece en el

inciso 1 del artículo 121 del Código Penal. Se entiende que la lesión se considerará

grave cuando el daño ocasionado o producido en la integridad corporal o en la salud

de la víctima, le pone en serio, concreto e inminente peligro su vida.

b. Mutilación de un miembro u árgano principal del cuerpo. Antes de exponer en qué

consiste esta modalidad delictiva, resulta necesario entender o saber los conceptos de

"miembro" u "órgano" que se utiliza en la construcción de la circunstancia agravante

del delito de lesiones graves.

c. Hacer impropio para su función a un miembro u órgano principal. Estos supuestos se

producen cuando la lesión origina invalidez e inutilización del órgano o miembro

principal de la víctima. La lesión ocasionada hace inapto para la función que el órgano

o miembro desempeña normalmente. Aquí no es necesario la amputación sino

simplemente hacerle inapto o impropio para su función normal.

d. Causar incapacidad para el trabajo. En primer lugar, se acepta que la incapacidad para

el trabajo puede ser parcial y total. Habrá incapacidad parcial cuando el sujeto pasivo

a consecuencia de la lesión, sufre una disminución en su capacidad laboral. En tanto

que habrá incapacidad total cuando la víctima a consecuencia de la lesión sufrida,

pierde en forma general y total la capacidad para el trabajo.

8
BRAMONT ARIAS,L.A./ GARCIA CANTIZANO, M.C.; Manual de Derecho Penal. Parte Especial, Ob. cit., p. 161.
e. Invalidez permanente. Este supuesto agravante no debe entenderse, como lo hacen

los profesores Bramont Arias, Roy Freyre y Bramont-Arias Torres/Carda Cantizano

que se refiere a la incapacidad para el trabajo total y permanente. La sola incapacidad

para el trabajo se subsume en el supuesto anterior.

f. Anomalía psíquica permanente. A efectos de este supuesto agravante, se entiende por

anomalía psíquica toda alteración, perturbación o trastorno de las facultades mentales

de la persona.

g. Desfiguración de manera grave y permanente. Este supuesto agravante se presenta

cuando como resultado de la lesión sufrida por la víctima, esta queda dañada

físicamente de manera grave e irreversible. Es un daño que afecta directamente la

integridad física de la persona en su totalidad y no solo a aquel producido en el rostro.

h. Inferir cualquier otro daño en la integridad corporal o la salud física o mental que

según prescripción médica requiera más de veinte días de asistencia o descanso.

Indudablemente, el legislador no puede prever todas las formas en que pueden

aparecer las lesiones y, por ende, causar daño o perjuicio a la integridad corporal de

las personas y a su salud.

5.2. Lesiones graves seguidas de muerte

La última parte del tipo penal del artículo 121 prescribe las lesiones graves seguidas de

muerte que comúnmente en doctrina se le conoce con el nomen iuris de homicidio

preterintencional. El injusto penal consiste en ocasionar la muerte de la víctima con actos

que estaban dirigidos a solo producir lesiones graves, teniendo la posibilidad el agente de

prever el resultado letal.


“La previsibilidad es importante para calificar la figura delictiva. Si el agente no tuvo

ninguna posibilidad de prever aquel resultado no será culpable de la muerte que se

produzca, limitándose su responsabilidad penal por las lesiones graves que ocasione”.9

Ahora se requiere necesariamente la concurrencia del dolo o la culpa en una conducta

para ser catalogada como ilícita de carácter penal (artículo 11 del C.P.).

5.3. Si la víctima cumple función especial

Haciendo dogmática, si la víctima de las lesiones graves es miembro de la Policía

Nacional, de las Fuerzas Armadas, magistrado del Poder Judicial o del Ministerio

Público, la pena será mayor, esto es, de seis a doce años, siempre que las lesiones graves

se hayan producido en el cumplimiento de sus funciones. Aquí en consecuencia se

aumenta la pena cuando se produce las lesiones graves sobre la víctima en el

cumplimiento de su función pública asignada. Si las lesiones se producen en horas del

día en que la víctima (efectivo policial o de la fuerza armado o los magistrados) está

descansando o, mejor dicho, fuera del ejercicio de su labor normal, el incremento de la

penalidad no se produce.

Si la acción criminal se produce en horas de cumplimiento de su función, el hecho

merecerá pena de seis a doce años, en cambio si las lesiones se producen en horas de

descanso o días de vacaciones, el hecho será sancionado con una pena no menor de cuatro

ni mayor de ocho años. Situación absurda, cuando lo real y racional a efectos laborales,

9
Salinas Siccha, Ramiro; DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL; 2015; Lima; Grijley; p.216
un miembro de la Policía Nacional, de la Fuerza Armada, un magistrado del Poder

Judicial o del Ministerio Público, nunca deja de ser tal aun cuando esté descansando.

5.4. Sujeto activo

El sujeto activo puede ser cualquier persona ya que el tipo penal no exige que se tenga

alguna cualidad o condición especial. “Basta que su actuar desarrolle el verbo lesionar

para ser implicado en la comisión del delito de lesiones graves”.10

Sólo se excluye el propio lesionado, pues al haber previsto nuestro legislador el causar

lesión al otro se descarta que sea punible la autolesión.

5.5. Sujeto pasivo

También sujeto pasivo, víctima o agraviado puede ser cualquier persona desde el

momento del parto hasta que ocurra su deceso. El consentimiento de la víctima para que

se le cause lesiones graves es irrelevante. El agente será autor de las lesiones graves así

haya actuado con el libre consentimiento de su víctima.

Podemos concluir de lo plasmado en nuestro código penal que si la víctima es miembro

de la Policía Nacional, de la Fuerza Armada, magistrado del Poder Judicial o del

Ministerio Público o magistrado del Tribunal Constitucional, la consecuencia punible

será mayor siempre que la acción se haya realizado en el cumplimiento de su función.

6. Tipicidad Subjetiva

10
NUÑEZ, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T. III, Ob. cit., p. 211.
Se exige que necesariamente exista el conocimiento y la voluntad de lesionar gravemente en

el agente. La intención de causar lesiones graves es fundamental, pues si se determina que el

sujeto activo solo tuvo intención de causar lesiones leves y por circunstancias extrañas se

producen lesiones graves, estaremos ante otra figura delictiva diferente a la que venimos

comentando.

7. Antijuridicidad

Una vez que se ha determinado que en la conducta analizada concurren todos los elementos

objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad del delito de lesiones graves en cualquiera

de las modalidades previstas en el artículo 121 del Código Penal, el operador jurídico pasará

inmediatamente a analizar el segundo elemento o nivel denominado antijuridicidad, es decir,

entrará a determinar si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico o, en su caso,

concurre alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas en el artículo 20 del

Código Penal.

De ese modo, el operador jurídico analizará si en la conducta que ocasionó las lesiones

graves, concurre la legítima defensa o el estado de necesidad justificante o el agente actuó

por una fuerza física irresistible o compelida por un miedo insuperable o en cumplimiento de

un deber.11

Las causas de exclusión de la antijuricidad o causas de justificación también denominadas,

son aquellas que excepcionalmente impiden que una conducta pueda revestir los caracteres

del delito, al faltar en ella la nota de la antijuricidad, es decir, en caso de concurrir las causas

11
PEÑA CABRERA, R.; Estudios de Derecho Penal. Delitos contra la vida..., Ob. cit., p. 319.
de exclusión, la acción realizada será conforme a derecho, aunque aparentemente reúna los

caracteres del delito.

De lo anterior se extrae el concepto legal de la legitima defensa como, “aquella causa que

justifica una conducta contraria a derecho, exonerando de responsabilidad a su autor, cuando

el mismo hubiera obrado en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que

exista una agresión ilegitima previa, la necesidad racional del medio empleado para repelerla,

y la falta de provocación suficiente por parte del defensor".12

Y luego tenemos al estado de necesidad que es aquella situación en la que se vulnera un bien

jurídico protegido, incurriendo en un tipo penal, pero descartando la antijuridicidad de la

acción debido precisamente a la presencia de la figura justificante. Partiendo de las

consecuencias del estado de necesidad, cabe añadir que su fundamentación gira en torno a la

posibilidad que el Derecho otorga al particular de dañar o poner en peligro un bien jurídico

determinado con el objetivo de salvar otro bien jurídico de igual o mayor trascendencia

jurídica.

8. Culpabilidad

Si después de analizar la conducta típica de lesiones graves se llega a la conclusión que no

concurre alguna causa o circunstancia que lo justifique frente al ordenamiento jurídico, el

operador inmediatamente entrará a determinar si aquella conducta puede ser atribuida o

imputable a su autor o autores. En consecuencia, analizará si la persona a quien se le atribuye

12
PEÑA CABRERA, Alonso; DELITOS CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD; 2017; Lima; Gaceta Jurídica; p.
41
la conducta típica y antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza de capacidad penal,

para responder por las lesiones que ocasionó.

Luego, se determinará si tenía conocimiento que su conducta de lesionar era antijurídico, es

decir, contrario al ordenamiento jurídico de nuestra legislación nacional. Pero de modo

alguno se requiere un conocimiento puntual y específico, sino simplemente un conocimiento

paralelo a la esfera de un profano, o, mejor dicho, un conocimiento que se desprende del

sentido común que gozamos todas las personas normales.

En cuanto el error culturalmente condicionado previsto en el artículo 15 del Código Penal,

debido que la integridad física y la salud de las personas es apreciada en todas las sociedades

y culturas ya sean civilizados o nativas, solo puede servir para atenuar la pena al inculpado

en razón que la comprensión del carácter delictuoso de su acto se halle disminuida.

Finalmente, cuando se concluya que el sujeto es capaz para responder penalmente por las

lesiones graves que ocasionó a su víctima y se determine que conocía que su acto era

contrario al ordenamiento jurídico, el operador jurídico pasará a determinar si el agente tenía

o le era posible comportarse conforme a derecho y evitar causar las lesiones graves.

9. Consumación

Al constituirse el injusto penal de lesiones graves en cualquiera de sus modalidades, de

resultado dañoso, es decir, de “lesión concreta al bien jurídico protegido por la norma penal,

el ilícito se consuma en el mismo momento que se verifica la real y efectiva ofensa a la

integridad corporal o la salud del sujeto pasivo por parte del agente.”13

13
Salinas Siccha, Ramiro; DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL; 2015; Lima; Grijley; p.226
Analizando ello podemos decir que, las lesiones graves se consumaran cuando concurriendo

alguna de las circunstancias o modalidades ya analizadas, se realiza de manera efectiva el

real daño a la víctima, ya sea en su integridad corporal o en su salud. Si no se verifica la

lesión efectiva a los bienes jurídicos protegidos por el tipo penal no será posible hablar de

consumación.

En la práctica judicial para verificar las lesiones producidas en la víctima, resultan

fundamentales los certificados médicos legales. Sin ello, no es posible acreditar este delito.

“La consumación del delito de Lesiones Graves, está debidamente acreditado con el mérito

de los dictámenes periciales emitidos en este juicio oral, debidamente ratificados, del cual se

desprende que se ha ocasionado en el agraviado referido una lesión Grave y permanente,

requiriendo treinta o más días de asistencia o descanso, para recuperarse anatómicamente el

miembro lesionado, notándose a la fecha una función muscular disminuida, razón por la cual

la conducta del procesado se encuentra prevista en el inciso tercero del artículo ciento

veintiuno del Código Penal, quien ha reconocido desde el inicio ser el autor del ilícito

referido"14

10. Tentativa

El delito de lesiones graves al ser de resultado lesivo a los bienes jurídicos que la norma penal

tutela, es posible que la acción del agente se quede en el grado de tentativa. Esto es, “el agente

empiece o inicie su conducta destinada a lesionar la integridad física o salud de la víctima,

14
Resolución Superior del 05 de junio de 1998, emitida por la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de
Ancash
no obstante, por circunstancias extrañas a su voluntad o por propio desistimiento, no logra

realizar su objetivo cual es lesionar”.15

En la práctica judicial se presentan casos límite en los cuales resulta tarea difícil para el

operador jurídico, determinar debidamente cuándo se está ante una tentativa de lesiones

graves o cuándo ante una tentativa de homicidio. Sin embargo, bastará determinar el motivo

o intención que tuvo el agente al momento de iniciar su conducta lesiva para califica la

acción. Si se advierte que el agente actuó guiado por el animus necandi, estaremos ante una

tentativa de homicidio; por el contrario, si se verifica que el agente actuó guiado por el animus

vulnerandi, la conducta será calificada como tentativa de lesiones.

En ciertos casos resulta difícil determinar la intención real del agente, no obstante, las

circunstancias, la forma, el lugar, el tiempo y los medios empleados por el agente sirven para

identificar su real intención. De ese modo, se concluye que "desde el punto de vista externo

y puramente objetivo, el delito de lesiones y un homicidio tentado son totalmente semejantes,

teniéndose como única y sola diferencia, el ánimo del sujeto, pues en un caso tiene la

intención de lesionar y en el otro la de matar".16

11. Penalidad

De acuerdo con la primera parte del tipo penal del artículo 121 del código sustantivo, el

agente será merecedor de una pena privativa de libertad que oscila entre cuatro y ocho años.

En el caso de las lesiones graves seguidas de muerte, se aplicará una pena privativa de libertad

que oscila entre seis a doce años.

15
Salinas Siccha, Ramiro; DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL; 2015; Lima; Grijley; p.227
16
Suprema Corte; Ejecutoria Suprema del 24 de setiembre de 1997
Cuando la víctima cumpla función en su calidad de Policía Nacional, miembro de la Fuerza

Armada, magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público, magistrado del Tribunal

Constitucional, la pena será no menor de seis ni mayor de doce años.

El juzgador al momento de individualizar y graduar la pena, podrá aplicar el mínimo,

intermedio o máximo de la pena. “Todo dependerá de la forma y circunstancias en que

ocurrieron los hechos, así como la conducta procesal que asumió el imputado dentro del

proceso penal instaurado. Incluso, de acuerdo con nuestro sistema jurídico penal, si el

acusado se ha sincerado y colaborado en la investigación judicial, el juzgador aplicando el

criterio de conciencia, le podrá imponer una pena privativa de libertad, por debajo del mínimo

legal.”17

17
Salinas Siccha, Ramiro; DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL; 2015; Lima; Grijley; p.228
CAPITULO II

LESIONES LEVES

1. Tipo Penal

Las lesiones leves, conocidas también como simples o menos graves se encuentran tipificadas
en el tipo penal del artículo 122 con el contenido siguiente:

 El que causa a otro lesiones en el cuerpo o en la salud física o mental que requiera
más de diez y menos de veinte días de asistencia o descanso, según prescripción
facultativa, o nivel moderado de daño psíquico, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de cinco años.
 La pena privativa de libertad será no menor de seis ni mayor de doce años si la víctima
muere como consecuencia de la lesión prevista en el párrafo precedente y el agente
pudo prever ese resultado.
 La pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor de seis años e
inhabilitación conforme a los numerales 5 y 11 del artículo 36 del presente Código y
los artículos 75 y 77 del Código de los Niños y Adolescentes, según corresponda,
cuando:
a. La víctima es miembro de la Policía Nacional del Perú o de las Fuerzas
Armadas, magistrado del Poder Judicial, del Ministerio Público o del Tribunal
Constitucional o autoridad elegida por mandato popular o servidor civil y es
lesionada en el ejercicio de sus funciones oficiales o como consecuencia de
ellas.
b. La víctima es menor de edad, adulta mayor o tiene discapacidad y el agente se
aprovecha de dicha condición.
c. La víctima es mujer y es lesionada por su condición de tal, en cualquiera de
los contextos previstos en el primer párrafo del artículo 108-B.
d. La víctima se encontraba en estado de gestación.
e. La víctima es el cónyuge; excónyuge; conviviente; exconviviente; padrastro;
madrastra; ascendiente o descendiente por consanguinidad, adopción o
afinidad; pariente colateral del cónyuge y conviviente hasta el cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad; habita en el mismo hogar, siempre que
no medien relaciones contractuales o laborales; o es con quien se ha procreado
hijos en común, independientemente de que se conviva o no al momento de
producirse los actos de violencia, o la violencia se da en cualquiera de los
contextos de los numerales 1, 2 y 3 del primer párrafo del artículo 108-B.
f. La víctima mantiene cualquier tipo de relación de dependencia o
subordinación sea de autoridad, económica, cuidado, laboral o contractual y
el agente se hubiera aprovechado de esta situación.
g. Para cometer el delito se hubiera utilizado cualquier tipo de arma, objeto
contundente o instrumento que ponga en riesgo la vida de la víctima.
h. El delito se hubiera realizado con ensañamiento o alevosía.
i. Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre
en proporción mayor de 0.25 gramos-litro, o bajo efecto de drogas tóxicas,
estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas.
La pena privativa de libertad será no menor de ocho ni mayor de catorce años si la víctima
muere como consecuencia de la lesión a que se refiere el párrafo 3 y el agente pudo prever
ese resultado.

2. Tipicidad Objetiva:

Se entiende a las lesiones menos graves como la lesión causada dolosamente al cuerpo o en
salud física o mental de un tercero. El cuerpo debe entenderse como la integridad anatómica
del ser humano, se atenta contra aquel cuando se altera la integridad física mediante la ruptura
o modificación de los tejidos que lo componen, sean internas o externas; por otro lado la
salud, es aquella integridad fisiológica del organismo, en este caso, se atenta contra la salud
por perturbación en el funcionamiento físico o biológico, o el psíquico o psicosomático de
las personas, es decir, altera el equilibrio funcional de su organismo.

Asimismo, requiere más de diez y menos de veinte días de asistencia o descanso, o nivel
moderado de daño psíquico, esto sustentado en las pericias médicas correspondientes; no
obstante, al no alcanzar dicho límite fijado de asistencia o descanso, puede constituir en
lesión leves cuando concurre circunstancias que le de cierta gravedad al hecho mismo, por
ejemplo, el medio empleado.

2.1. Bien Juridico Protegido:

El interés socialmente relevante que se pretende proteger es la integridad corporal y la


salud de las personas. También, la vida de las personas cuando se tipifica el ilícito penal
de lesiones simples seguidas de muerte.

2.2. Sujeto Activo:

El Agente del delito de lesiones leves puede ser cualquier persona, no exigiéndose que
reúna alguna cualidad o condición especial al momento de actuar dolosamente sobre la
integridad corporal o salud de su víctima.

2.3. Sujeto Pasivo

Víctima o damnificado del ilícito penal puede ser cualquier persona. No obstante,
actualmente en nuestro sistema jurídico-penal, cuando en la victima existe alguna
condición o cualidad en especial se concurre a las agravantes determinadas por el mismo
tipo penal.

3. Tipicidad Subjetiva

Se exige necesariamente la concurrencia del dolo, y esto se da cuando el autor haya


impulsado su acción a la producción de unas lesiones leves, siendo consciente de que su
conducta habrá de inferir un daño en el cuerpo o en la salud de la victima.

En la práctica, es poco más que imposible llegar a determinar qué grado de daño se
propuso causar el autor con su actuar, no obstante, el medio o elemento empleado así
como las diversas circunstancias y factores que rodean a la conducta ilícita, sirven la
mayor de las veces al operador jurídico para deducir el grado de daño que perseguía el
sujeto activo al desarrollar su accionar lesivo.

Es posible la comisión del delito por dolo eventual. Ejemplo: la Ejecutoria Superior del
13 de mayo de 1998, expediente 869-97- Lima, que confirmó la sentencia al agente
considerando que "las lesiones causadas en circunstancias de forcejeo, en la que el
procesado debió de tener un deber de cuidado y sopesar la acción que realizaba,
constituyen lesiones realizadas con dolo eventual, dada su superioridad física y corporal”.
La concurrencia del elemento culpa también se exige cuando producto de las lesiones
leves, la víctima llega a fallecer. Si la muerte se debe a factores diversos como la falta de
cuidado o falta de diligencia del agente, este no responderá por la vida, pero sí por las
lesiones leves causadas. En suma, las lesiones menos graves, simples o leves se
configuran cuando concurre el dolo, no cabe la comisión culposa.

4. Lesiones Simples Seguidas De Muerte

El segundo y último párrafo del tipo penal del artículo 122 regula las lesiones menos graves
seguidas del fallecimiento de la víctima. La hipótesis delictiva se configura cuando a
consecuencia o efecto directo de las lesiones leves que causó el agente a su victima debiendo
o pudiendo prever el resultado- esta muere. Constituye circunstancia agravante del hecho
punible en comentario, la muerte del sujeto pasivo a consecuencia de las lesiones menos
graves, al concurrir el elemento culpa en el accionar del sujeto activo. La culpa aparece
cuando el agente pudiendo o debiendo prever el resultado letal que se podía producir, no lo
hizo y se limitó a actuar.

Ocurre, por ejemplo, cuando el agente mediante un golpe de puño en las fosas nasales del
sujeto pasivo le ocasiona una hemorragia, siendo el caso que al no ser auxiliado por el agente,
este muere después de dos horas por desangramiento.

No está demás precisar que resulta necesario verificar el nexo causal directo que debe existir
entre las lesiones leves causadas y la muerte del que las sufrió para estar ante la figura
agravada. Si ello no sucede y, por ejemplo, el deceso se debe a la concurrencia de otros
factores, el ilícito penal con agravante no se materializa. Por ejemplo, no sería autor de
lesiones simples seguidas de muerte, cuando Juan al no saber que su víctima sufría del
corazón, le propinó un fuerte golpe en el rostro Jorge, quien después de algunos minutos se
desplomó muriendo instantáneamente.
5. Antijuridicidad

Una vez que se ha determinado que en la conducta analizada concurren todos los elementos
objetivos y subjetivos que conforman la tipicidad del delito de lesiones leves previsto en el
artículo 122 del Código Penal, el Operador jurídico pasará de inmediato a analizar el segundo
elemento o nivel denominado antijuridicidad. Es decir, entrará a determinar si la conducta es
contraria al ordenamiento jurídico o, en su caso, concurre alguna causa de justificación de
las previstas y sancionadas en el artículo 20 del Código Penal. De ese modo, el operador
jurídico analizará si en las lesiones leves ocasionadas a la víctima concurre la legítima
defensa o el estado de necesidad justificante o el agente actuó por una fuerza física irresistible
o compelido por un miedo insuperable o en cumplimiento de un deber.

Como ejemplo representativo tenemos la Ejecutoria Suprema del 05 de marzo de 1998. En


efecto, en ella el Tribunal Supremo de Justicia Penal en el Perú, enseña que "teniéndose en
cuenta que las lesiones corporales ocasionadas por Fernández Álvarez estuvieron motivadas
por la necesidad de defensa frente a la agresión ilegítima de que era víctima de parte de
Zambrano Quispe, a quien incluso en ningún momento provocó, sino que este de manera
injustificada e intencionalmente agredió a Fernández Álvarez causándose daños
patrimoniales y lesiones corporales conforme obra en el certificado médico legal de fojas
doce, es de apreciar que, en las circunstancia concreta, la silla metálico era el único objeto
con el cual el agraviado podía repeler la agresión, por lo que su respuesta se ajusta a los
requerimientos de la legítima defensa exigido por el inciso tercero del artículo veinte del
Código Penal, a saber: a) agresión ilegítima, b) necesidad racional del medio empleado para
impedirla o repelerla, y c) falta de provocación suficiente de quien hace la defensa, lo que,
en consecuencia, excluye la antijuridicidad del comportamiento siendo del caso declarar
exento de responsabilidad a Fernández Álvarez "

Si se concluye que en la conducta calificada de lesiones simples o menos graves, concurre


alguna causa de justificación, aquella conducta será típica pero no antijurídica y, por tanto,
será irrelevante pasar a analizar el tercer elemento del delito conocido como culpabilidad.

El consentimiento no se configura como una causa de justificación en el delito de lesiones,


toda vez que los bienes jurídicos que se protege como es "la integridad corporal" y "la salud"
de las personas no son de libre disposición por sus titulares. En otros términos, al no estar
ante bienes jurídicos de libre disposición, no se configura la causa de justificación recogida
en el inciso 10 del artículo 20 del Código Penal.

No obstante, resulta claro que si en las lesiones simples ha mediado el consentimiento válido,
libre, espontáneo y expresamente emitido por la víctima con capacidad para prestarla, la pena
que se impondrá al acusado será mucho menor a aquel que actuó sin consentimiento de su
víctima. Es decir, el consentimiento prestado por la víctima solo tendrá relevancia penal al
momento que el juzgador individualice y gradúe la pena a imponer después del debido
proceso.

6. Culpabilidad

Si después de analizar la conducta típica de lesiones se llega a la conclusión que no concurre


alguna causa o circunstancia que lo justifique frente al ordenamiento jurídico, el operador
jurídico inmediatamente entrará a determinar si aquella conducta puede ser atribuida o
imputable a su autor o autores. En consecuencia, analizará si la persona a quien se le atribuye
la conducta típica y antijurídica es imputable penalmente, es decir, goza de capacidad penal,
para responder por su acto lesionante.

En este aspecto, por ejemplo, tendrá que determinarse la edad biológica del autor de las
lesiones. "La minoría de edad constituye una causa de inimputabilidad criminal, cuya
importancia normativa supone una presunción legal iure et de jure que incide en una
dimensión biológica de la persona, por lo que bastará la sola constatación de que el sujeto no
haya alcanzado la mayoría de edad para fundar la exclusión de su responsabilidad penar

En cuanto el error culturalmente condicionado previsto en el artículo 15 del Código Penal,


debido que la integridad física y la salud de las personas es apreciada en todas las sociedades
y culturas ya sean occidentalizadas o nativas, solo puede servir para atenuar la pena al
imputado en razón que la comprensión del carácter delictuoso de su acto se halle disminuida.

Finalmente, cuando se concluya que el sujeto es capaz para responder penalmente por las
lesiones simples que ocasionó a su victima y se determine que conocía que su acto era
contrario al ordenamiento jurídico, el operador pasará a determinar si el agente tenía o le era
posible comportarse conforme a derecho y evitar causar las lesiones menos graves. Si se
concluye que el agente no tuvo otra alternativa que causar las lesiones, no será culpable de
la conducta típica y antijurídica. Aquí nos estamos refiliendo al caso del estado de necesidad
exculpante cuya construcción tiene una larga tradición que se remonta al romano Karneades
como ya hemos tenido oportunidad de indicar.

7. Consumación

El injusto penal de lesiones menos graves o leves se perfecciona en el mismo momento que
el autor o agente intencionalmente ocasiona las lesiones en la integridad corporal o salud de
la víctima. En otros términos, hay consumación del delito de lesiones cuando el agente ha
conseguido realmente su objetivo propuesto, cual es lesionar a su víctima.

8. Tentativa

Al tratarse de un hecho punible de resultado dañoso para la salud y la integridad anatómica


del sujeto pasivo, resulta perfectamente posible que el actuar doloso del agente se quede en
el grado de tentativa. Ocurre, por ejemplo, cuando después de haber derribado al suelo a su
víctima de un empujón, el sujeto activo se dispone a golpearle con los pies, siendo cogido
por un tercero quien evita se produzca el resultado querido por el autor.

9. Penalidad

De presentarse la primera hipótesis del tipo penal del artículo 122, el autor será merecedor a
una pena privativa de la libertad que es no menor de dos ni mayor de cinco años. De ocurrir
el segundo supuesto, es decir lesiones simples seguidas de resultado letal, el autor será
merecedor de pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de doce años.

En el tercer supuesto, de las agravantes determinadas por el art. 122, la pena será no menos
de tres ni mayor de 6 años e inhabilitación del ejercicio de la patria potestad, tutela o curatela
según sea el caso. Y si en el tercer supuesto, la victima muere, la pena privativa de libertad
será no menor de ocho ni mayor de 14 años.
CAPITULO II

LESIONES CULPOSAS, LESIONES AL CONCEBIDO Y DETERMINACIÓN

PSICOLÓGICO

1. Lesiones culposas
Conviene aclarar previamente cuál ha sido la ubicación sistemática de la culpa en los
antecedentes legislativos para poder comprender el método de nuestro actual cuerpo
normativo. La culpa tiene un tratamiento genérico y no se refiere a delitos en particular sino
a todos aquellos en los que interviniese este factor. También se refiere a los grados de la
culpa.

1.1. Tipo Penal


Las lesiones culposas, negligentes o imprudentes se encuentran reguladas en el art. 124º
del Código Penal, el mismo que por Ley N.° 27753, del 9 de junio del 2002, fue
modificado por vez primera. Luego, mediante Ley N.° 29439, del 19 de noviembre del
2009, el legislador nacional ha vuelto a modificar el citado numeral, quedando finalmente
con el siguiente contenido:

“El que por culpa causa a otro un daño en el cuerpo o en la salud, será reprimido,
por acción privada, con pena privativa de libertad no mayor de un año y con sesenta
a ciento veinte días-multa.
La pena será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de dos años y de sesenta
a ciento veinte días-multa, si la lesión es grave, de conformidad a los presupuestos
establecidos en el artículo 121.
La pena privativa de libertad será no menor de uno ni mayor de tres años si el delito
resulta de la inobservancia de reglas de profesión, ocupación o industria y no menor
de un año ni mayor de cuatro años cuando sean varias las víctimas del mismo hecho.
La pena privativa de la libertad será no menor de cuatro años ni mayor de seis años
e inhabilitación, según corresponda, conforme al artículo 36 -incisos 4), 6) y 7)-, si
la lesión se comete utilizando vehículo motorizado o arma de fuego, estando el agente
bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o
sintéticas, o con presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.5
gramos-litro, en el caso de transporte particular, o mayor de 0.25 gramoslitro en el
caso de transporte público de pasajeros, mercancías o carga en general, o cuando el
delito resulte de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito.”

1.2. Tipicidad Objetiva


Al juzgador corresponde determinar en cada caso concreto cuándo el agente ha actuado
culposamente. El comportamiento del agente vulnera el deber objetivo de cuidado, el
elemento fundamental en los delitos culposos, que le exige la ley. Las lesiones culposas
pueden ser definidas como aquella lesión producida por el agente al no haber previsto el
posible resultado antijurídico siempre que debiera haberlo previsto y dicha previsión era
posible, o habiéndolo previsto, confía sin fundamento en que no se producirá el resultado
que se representa; actuando en consecuencia con negligencia, imprudencia e impericia.
18

El agente de un delito culposo no quiere ni persigue un resultado dañoso a diferencia del


hecho punible por dolo. Su acción (consciente y voluntaria) no está dirigida a la
consecución de un resultado típico, sino ocurre por falta de previsión. Aquí el agente de
ningún modo persigue la lesión de persona alguna, el resultado se produce por falta de
previsión debiendo o pudiendo hacerlo, cuando aquel realiza una conducta peligrosa,
pero lícita o normalmente permitida. El Juez Superior de Titular de Lima Salinas Siccha
nos dice:

“El término por culpa debe entenderse en la acepción que la acción culposa puede
realizarse mediante negligencia, imprudencia, impericia e inobservancia de los
reglamentos o deberes del cargo, ello según el caso concreto, donde será necesario
una meticulosa apreciación de las circunstancias en relación del agente para saber
cuál era el cuidado exigible. No obstante, sin duda la capacidad de previsión que
demanda la ley es la que le exigiría a cualquier hombre de inteligencia normal”.

18
Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl (2017) Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud. Lima, Perú. Editorial
Gaceta Jurídica, p. 410.
La negligencia cuando el agente no toma las debidas precauciones y prudencia en su
accionar. La imprudencia cuando realiza la acción por actos inusitados, precipitados y
fuera de lo corriente, de los cuales debió abstenerse por ser capaces de producir un
resultado lesivo. La impericia o culpa profesional al agente cuando sin estar debidamente
preparado o capacitado para realizar una determinada acción peligrosa. La inobservancia
de los reglamentos y deberes configuran un supuesto de culpa punible, se trata de la
inobservancia de disposiciones expresas como la ley, el reglamento, las ordenanzas
municipales, etc. que prescriben determinadas precauciones que deben observarse en
actividades de las cuales pueden derivar hechos dañosos.

1.2.1. Lesiones culposas agravadas


Aparece el principio de confianza que inspira el actuar dentro de la comunidad
haciendo uso de medios peligrosos o desarrollando actividades que por su
trascendencia devienen en peligrosos y, por tanto, exigen conocimiento y una
preparación especial, como el maniobrar objetos riesgosos (vehículos, aviones,
barcos, etc.) o desarrollar actividades peligrosas (profesionales de la medicina, de
arquitectura, químico, etc.) exigen un mayor cuidado en el actuar normal de las
personas, caso contrario, de ocasionarse un perjuicio a algún bien jurídico por falta
del cuidado debido, se estaría configurando el delito culposo calificado.
El doctor Peña Cabrera Freyre19 nos explica cada una de las circunstancias que
entraron como agravantes del delito de lesiones culposas, son las siguientes:

A. La lesión culposa es grave. Se presentará la agravante cuando las lesiones


ponen en peligro inminente la vida de la víctima, o mutilan un miembro u
órgano principal del cuerpo, causan a una persona incapacidad para el trabajo,
la desfiguran de manera grave y permanente, a la salud física o mental y la
víctima es una autoridad o funcionario público.
B. La lesión culposa resulte de la inobservancia de reglas técnicas de profesión,
de ocupación o industria. Se exigen del agente la máxima diligencia en

19
Peña Cabrera Freyre, Alonso R., Op. Cit., p. 409 - 412.
observar las reglas técnicas que le son propias su inobservancia y como
consecuencia de ello se produce una lesión de determinada persona, sin duda,
hacen más reprochable la acción del sujeto activo.
C. Cuando son varias las víctimas del mismo hecho. Una sola acción culposa el
agente ocasiona lesiones de varias personas pudiendo evitarlas si hubiese
actuado diligentemente y poniendo el debido cuidado.
D. Si la lesión se produce a consecuencia del uso de vehículo motorizado o arma
de fuego bajo los efectos de drogas o alcohol. No debe olvidarse que la sola
circunstancia de conducir vehículos motorizados bajo los efectos de
estupefacientes o en estado de ebriedad, constituye delito contra la seguridad
pública previsto y sancionado. Para perfeccionarse la agravante será necesario
verificar si el agente, al momento de ocasionar la lesión a la víctima por medio
de un vehículo motorizado o un arma de fuego.
E. Cuando el delito resulte de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito.
La agravante se configura cuando el agente, chofer de un vehículo
motorizado, ocasiona con su máquina lesiones a su víctima o víctimas al haber
infringido alguna o varias reglas técnicas de tránsito que, se entiende, conoce
a plenitud.

Por último los elementos importantes que conforman la tipicidad objetiva de lesiones
culposos serían los siguientes:
a. Bien jurídico protegido.- dos bienes jurídicos como la convivencia en
sociedad y el derecho a la salud de las personas.
b. Sujeto activo.- El agente puede ser cualquier persona
c. Sujeto pasivo.- Puede ser cualquier persona.

1.3. Tipicidad Subjetiva


Nos remitimos en las palabras del Juez Superior de Titular de Lima Salinas Siccha20 que
“el agente no tiene intención ni quiere causar el resultado. No actúa con el animus

20
Salinas Siccha, Ramiro, Op. Cit., p. 357 - 358.
vulnerandi. No quiere el resultado, vale decir, este se produce por la inobservancia del
deber objetivo de cuidado. Se confía en poder evitarlo.

1.4. Consumación
El delito de lesiones culposas no admite la tentativa. Ello por el hecho concreto que
cuando concurre la culpa en el actuar del agente se colige que este no quiso el resultado
dañoso. Si ello está aceptado sin mayor discusión, es imposible pensar que el tipo ha
quedado en realización imperfecta.

1.5. Procedimiento para la Acción Penal y Penalidad


Puede ser de acción privada si las lesiones por negligencia son simples o menos graves,
pues corresponde a la víctima o a su representante legal de ser el caso, hacer la
correspondiente denuncia penal, de modo que si ella no actúa el hecho quedará impune.
Pero si es grave en la victima y reúne los supuestos previstos en el tipo penal del artículo
121 del C.P., entonces la acción penal es de oficio, por el Ministerio Público de investigar
y formalizar la correspondiente acción penal en contra del agente o autor de la conducta
delictiva imprudente.

La lesión es calificada como lesión simple o menos grave, al autor se le seguirá proceso
por acción privada, y de encontrársele responsable se le impondrá una pena privativa de
libertad no mayor de un año o sesenta a ciento veinte días multa. En la acción pública
será merecedor de la pena privativa de libertad: no menor de uno ni mayor de dos años y
de sesenta a ciento veinte días multa; no menor de tres ni mayor de cinco años e
inhabilitación cuando el agente haya estado conduciendo un vehículo bajo el efecto de
estupefacientes o de ebriedad; no será mayor de tres años si el delito resulta de la
inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o industria; y cuando sean varias las
víctimas del mismo hecho, la pena será no mayor de cuatro años.

2. Lesiones al feto
En la doctrina penal peruana actual, existe unanimidad en considerar que esta se inicia desde
el momento de la anidación del osmio fecundado por el esperma en el útero de la mujer, para
Peña Cabrera Freyre21. No obstante, las posiciones distan sobre las razones para considerar
a la anidación como inicio de la vida con trascendencia punitiva. Algunos lo hacen por fines
pragmáticos y otros para resolver problemas que ha generado el derecho genético.

En consecuencia, para efectos de hacer hermenéutica jurídica del artículo 124-A del catálogo
penal, no queda otra alternativa que sostener que la salud e integridad física del concebido o
feto se protege desde la anidación del óvulo fecundado en el útero. Lo asevera Portocarrero
Hidalgo22, que tal situación “exige una corrección inmediata porque no se puede tolerar que
un delito doloso depende de un culposo haciendo a la excepción regla general, es más, que
un delito de lesiones al feto sea apéndice de un delito de lesiones a la persona, cuando
realmente se trata de dos bienes jurídicos diferentes; en el artículo en hermenéutica se
protege a la salud del feto -vida dependiente-, y en el artículo 124 se protege a la salud de
la persona -vida independiente-; ello exige que la lesión al feto sea contemplado en un
capítulo especial, independiente, considerando no solo a la lesión dolosa, sino también a la
culposa, que es la conducta más usual, sobre todo, en nuestro medio”.

2.1. Tipo Penal


Recientemente incorporado al Código Penal el artículo 124-A, para prescribir en qué
consistiría el daño psíquico y la afectación psicológica, cognitiva y conductual del feto.
De modo que el numeral 124-A tiene el contenido siguiente:

“El que causa daño en el cuerpo o en la salud del concebido, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de un año ni mayor de tres”.

2.2. Tipicidad Objetiva


El delito de lesiones o daño al feto se configura cuando el agente o autor desarrolla o
efectúa, haciendo uso de cualquier medio o instrumento, una conducta orientada a causar
u ocasionar daño o lesiones en la integridad física o salud del concebido.23

21
Peña Cabrera Freyre, Alonso R., Op. Cit., p. 415 - 417.
22
Citado por Salinas Siccha, Ramiro, Op. Cit., p. 363.
23
Citado por Salinas Siccha, Ramiro, Op. Cit., p. 364.
La ley se refiere a dos clases de lesiones, una en la integridad física del feto, y otra en la
salud del mismo, la primera se limita a ocasionar deformaciones, tanto en el aspecto
interno como externo, en la etapa de formación o en la etapa desarrollada; la segunda
clase, se refiere al daño o menoscabo en la salud, como en el funcionamiento de los
órganos, afectación que puede prolongarse hasta después del nacimiento.

En nuestro sistema penal, no hay lesiones al feto o concebido por negligencia como sí se
regula en el artículo 158 del Código Penal español. Es una omisión que debe corregirse,
caso contrario, los fetos se encuentran desprotegidos o desamparados ante temerarias
negligencias de los profesionales de la salud que tienen que ver con ellos.24

2.2.1. Bien jurídico tutelado


Los bienes jurídicos que el Estado pretende proteger con la tipificación de la conducta
lo constituyen el derecho a la integridad física y el derecho a la salud del feto.

2.2.2. Sujeto activo y Sujeto pasivo


El sujeto activo del delito de lesiones al feto puede ser cualquier persona. La víctima
o sujeto pasivo de la conducta en análisis indudablemente será el feto, el fruto de la
concepción, que comprende desde la anidación o implantación del óvulo fecundado
en el útero de la mujer hasta el momento que comienza el parto de la gestante.25

2.3. Tipicidad Subjetiva


Por la redacción del tipo penal se concluye que se trata de una conducta punible
netamente dolosa. No cabe la comisión por culpa o imprudencia, es decir, el agente debe
actuar con conocimiento y voluntad de ocasionar daño a la salud o integridad física del
ser concebido.

2.4. Consumación, Tentativa y penalidad

24
Ibídem
25
Peña Cabrera Freyre, Alonso R., Op. Cit., p. 417 – 418.
Es posible la tentativa, muchas veces será la madre de la conducta típica. Habrá tentativa
cuando el agente desarrolla su comportamiento orientado a ocasionar lesión en el feto,
pero no logra alcanzar su objetivo por la intervención de circunstancias extrañas a su
voluntad, o también por su propio desistimiento. Será merecedor de una pena que oscila
entre uno y tres años.

3. Daño psíquico y afectación psicológica, cognitiva o conductual


No olvidemos que las lesiones en la persona, tiene una triple dimensión: corporal, fisiológica
y psíquica; esta última de vital relevancia para la auto-realización de la persona, la cual puede
verse afectada por una serie de episodios de violencia moral y psicológica. La violencia
familiar no siempre se manifiesta con agresiones físicas, a veces la palabra, la tortura verbal
a la cual es sometida la víctima, puede provocar afectaciones, más graves que las corporales,
sabedores que la primera es mucho más difícil de reparar.26

3.1. Tipo Penal


Un antecedente ley N.° 30364, del 2015 con el objetivo prevenir, erradicar y sancionar
todo tipo de violencia, producida en el ámbito público o privado, contra las mujeres; y
contra los integrantes del grupo familiar, específicamente las niñas, niños, adolescentes,
personas adultas mayores y personas con discapacidad. Modificación por el Decreto
Legislativo 1323 de enero del 2017 el artículo 124-B siguiente contenido:

"El nivel del daño psíquico es determinado a través de un examen pericial o cualquier
otro medio idóneo, con la siguiente equivalencia:
a. Falta de lesiones leves: nivel leve de daño psíquico.
b. Lesiones leves: nivel moderado de daño psíquico.
c. Lesiones graves: nivel grave o muy grave de daño psíquico.
La afectación psicológica, cognitiva o conductual, puede ser determinada a través
de un examen pericial o cualquier otro elemento probatorio objetivo similar al que
sea emitido por entidades públicas o privadas especializadas en la materia, sin
someterse a la equivalencia del daño psíquico."

26
Peña Cabrera Freyre, Alonso R., Op. Cit., p. 422.
3.2. Hermenéutica Jurídica
La fórmula legislativa modificada ha ampliado la conducta típica para sancionar toda
forma de violencia psicológica y física contra las mujeres, varones y los integrantes del
grupo familiar, dado que tales conductas vulneran el derecho a una vida libre de violencia
como elemento constitutivo de la dignidad humana, y también porque afectan la salud e
integridad mental de la víctima.

La disposición legal, ante un hecho concreto de violencia, inmediatamente el titular de la


acción penal dispondrá el correspondiente reconocimiento médico de la víctima. Los
resultados del respectivo reconocimiento médico siempre deberán tener dos extremos. El
primero describirá las lesiones físicas que presenta el agraviado a consecuencia de la
violencia desencadenada en su persona, y el segundo describirá el daño psíquico que a
consecuencia de la violencia se ha producido en la víctima.27

Por supuesto, la magnitud o el nivel del daño psíquico serán determinados a través de un
examen pericial o cualquier otro medio idóneo, con la siguiente equivalencia:

A. Falta de lesiones leves: nivel leve de daño psíquico


Esto significa que si las lesiones no alcanzan la magnitud del delito de lesiones
leves, cuyos parámetros están previstos en el artículo 122 del Código Penal,
estaremos ante la falta de lesiones contra la persona. De igual modo estaremos
ante faltas por daño psíquico en perjuicio del agraviado.

B. Lesiones leves: nivel moderado de daño psíquico


Es decir, si las lesiones que describe el especialista en el correspondiente
certificado médico legal alcanzan los parámetros establecidos en el artículo 122

27
Citado por Salinas Siccha, Ramiro, Op. Cit., p. 369 - 371.
del Código Penal, estaremos ante el delito de lesiones simples o leves. De igual
modo estaremos ante el delito de daño psíquico moderado o leve.

C. Lesiones graves: nivel grave o muy grave de daño psíquico


Esto significa que si las lesiones que describe el especialista en el correspondiente
certificado médico legal alcanzan los parámetros establecidos en el artículo 121
del Código Penal, estaremos ante el delito de lesiones graves. De igual modo
estaremos ante el delito de daño psíquico grave o muy grave.

Finalmente, dependerá del especialista determinar ante un hecho en concreto, si estamos


ante un daño psíquico o una afectación psicológica, cognitiva o conductual del agraviado.
De ahí que en la nueva fórmula legislativa se precise que la afectación psicológica,
cognitiva o conductu369 - 371al sobre la víctima, se determinará a través de un examen
pericial o cualquier otro elemento probatorio objetivo similar al que sea emitido por
entidades públicas o privadas especializadas en la materia, “sin someterse a la
equivalencia del daño psíquico.
CAPITULO IV

EXPOSICIÓN A PELIGRO O ABANDONO DE PERSONAS EN PELIGRO

Exposición o abandono de personas incapaces

1. Tipo Penal

Es la primera figura del capítulo IV del título I referido a los delitos contra la vida, el cuerpo
y la salud, ubicado en el artículo 125° del Código Penal, siendo este modificado con la ley
N°26926, del 21 de febrero de 1998, y que hasta la fecha no ha sufrido ninguna modificación,
diciendo lo siguiente:

“El que expone a peligro de muerte o de grave e inminente daño a la salud o abandona en
iguales circunstancias a un menor de edad o a una persona incapaz de valerse por sí misma
que estén legalmente bajo su protección o que se hallen de hecho bajo su cuidado, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años."

2. Tipicidad Objetiva

Este aspecto de la imputación penal comprende a los elementos estructurales (características


de obrar externo del autor) requeridos en la imputación al tipo objetivo.28

2.1. Sujeto Activo

Se trata, sin duda, de un delito especial o exclusivo. En efecto, de la lectura del tipo penal
se colige que el hecho punible está reservado solo a determinadas personas.

Los supuestos delictivos solo se aplicarán a las conductas desarrolladas por todas aquellas
personas que tienen el deber legal ineludible de proteger o cuidar al menor de edad o al
incapaz de valerse por sí mismo. Esto es, pueden ser los padres, los tutores, guardadores
respecto del menor, los curadores respecto del incapaz, parientes, etc.

En suma, toda persona que teniendo el deber legal de proteger o cuidar a su víctima lo
habrá cometido el injusto penal. Ello debido que elleit motiv del hecho punible radica en

28
Villavicencio Terreros, Felipe; Derecho Penal Parte General; 2013; Lima; Grijley E.I.R.L.; p.304.
reforzar dentro de los componentes de la comunidad los deberes legales de protección o
cuidado respecto de los menores e incapaces indefensos y que por sus mismas
condiciones biológicas o físicas no pueden valerse por sí mismos.

No se trata en realidad de un delito especial propio, más bien de naturaleza «impropia»,


el radio de acción del tipo penal restringe la calidad de autor, sólo en aquellos que asumen
ciertos deberes de tutela, amparo y/o protección, con respecto al sujeto pasivo del delito.29

2.2. Sujeto Pasivo

Se hace alusión normativamente a dos clases de persona: Primero, al menor de edad,


según las previsiones legales comprendidas en el Código Civil (art. 42°), es decir, la
mayoría de edad se obtiene cumplidos los dieciocho años. Dicha referencia cronológica,
lo tomo el legislador para determinar el estado de inimputabilidad que se recoge en el
inc. 2) del artículo 20° del C.P., como declaración de ausencia de responsabilidad penal.

Segundo, la "persona incapaz de valerse por sí misma", será aquélla que, por una
diversidad de circunstancias, no está en capacidad de auto-conducirse de forma
independiente, se advierte defectos de organización individual, que pueden obedecer a
motivos de orden mental, fisiológico y corporal. Incapacidad que puede aludir, tanto a un
menor de edad como a un mayor de edad.

En todo caso, el juzgador, deberá valorar la situación en concreto, a fin de establecer sí


realmente se trataba de una persona incapaz de poder desenvolverse de forma
autonómica, eso sí no es necesario que la incapacidad sea declarada como "permanente",
basta que se presente en un determinado intervalo de tiempo.30

2.3. Modalidad Típica

Según el magistrado en Derecho Penal, Ramiro Salina Siccha, explica la división de las
situaciones que el artículo125° nos presenta:

29
Salinas Siccha, Ramiro; Derecho Penal Parte Especial;2013; Lima, Iustitia S.A.C.; p. 271-272.

30
Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl; Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; 2008; Lima; Moreno S.A.;
p.279-280
a) “Exponer a peligro de muerte a un menor: Doctrinariamente se señala que el
comportamiento delictivo de exponer a peligro de muerte o grave daño a la salud
consiste en trasladar a un menor de edad o incapaz de valerse por sí mismo de un
ambiente seguro en el cual se encontraba hacia otro lugar donde queda sin amparo
alguno y desprovisto de toda seguridad, originando así un peligro concreto para la
vida o salud de aquel.
b) Exponer a peligro de muerte a un incapaz de valerse por sí mismo: Este supuesto
delictivo de exponer a peligro de muerte a un incapaz, consiste en trasladar a un
incapaz de valerse por sí mismo que tiene bajo su protección y cuidado, de un
ambiente seguro, en el cual se encuentra hacia otro lugar donde queda sin amparo
alguno y desprovisto de toda seguridad, originando así un peligro concreto para su
vida.
c) Exponer a peligro de grave e inminente daño a la salud de un menor de edad: La
hipótesis delictiva se configura cuando el agente traslada a un menor de edad del cual
tiene su protección legal o custodia, de un ambiente seguro en el cual se encuentra
hacia otro lugar donde queda sin amparo alguno y desprovisto de toda seguridad,
originando así un peligro concreto para su salud.
d) Exponer a peligro de grave e inminente daño al incapaz de valerse por sí mismo: En
cambio, el presente supuesto consiste en trasladar a una persona incapaz de valerse
por sí mismo, de la cual tiene su cuidado y protección, de un ambiente seguro, en el
cual se encuentra, hacia otro lugar donde queda sin amparo alguno y desprovisto de
toda seguridad, originando así un peligro concreto para su salud. Ocurre, por ejemplo,
cuando Manuel Tupayachi traslada a su padre que sufre de ceguera, de su casa y lo
deja al borde de la Panamericana Sur.
e) Abandonar a un menor a peligro de muerte: Es evidente la diferencia con el supuesto
anterior. En aquel, el sujeto pasivo realiza un desplazamiento junto al agente, al lugar
donde se crea un peligro concreto, en cambio, aquí el sujeto pasivo no realiza ningún
desplazamiento, es más bien el sujeto activo el que se desplaza dejando a la víctima
en total desamparo, poniéndole de ese modo en peligro. El elemento de trascendencia
del abandono para que tenga relevancia penal, no lo constituye el desplazamiento o
alejamiento que realiza el agente del lugar donde se encuentra el sujeto pasivo, sino
el peligro concreto que se crea para este. En cambio, no aparece el ilícito penal cuando
el agente al alejarse del menor de edad, toma las medidas necesarias para evitar todo
peligro en contra de aquel.
f) Abandonar a un incapaz de valerse por sí mismo a peligro de muerte: El presente
supuesto es de comisión por omisión. La conducta delictiva se materializa cuando el
sujeto activo se aleja del ambiente en donde se encuentra la persona incapaz de
valerse por sí mismo, dejándola indefensa y expuesta a peligro, con el fin de no
brindarle los cuidados debidos a los cuales está obligado. Ocurre, por ejemplo, cuando
un curador con toda su familia sale de vacaciones y deja bajo llave en su vivienda a
un incapaz -ciego sordo- por espacio de un mes, creándole el serio peligro de morir
por inanición.

g) Abandonar a un menor de edad a grave e inminente daño a su salud: La hipótesis


delictiva se configura cuando el agente con la finalidad que el menor de edad del cual
tiene su cuidado o protección quede expuesto a peligro grave e inminente su salud, se
aleja del lugar donde este se encuentra dejándole sin amparo y desprovisto de toda
seguridad. No se configura el delito en comentario cuando el propio menor de edad
por propia voluntad, decide sustraerse a la custodia de sus progenitores fugándose,
por ejemplo.

h) Abandonar a un incapaz de valerse por sí mismo a grave e inminente daño a su salud:


Este último supuesto delictivo se configura cuando el agente con la finalidad que la
persona incapaz de valerse por sí mismo -de la cual tiene su cuidado o protección
legal- quede expuesta a peligro grave e inminente su salud, se aleja del lugar donde
esta se encuentra dejándola sin amparo y desprovista de toda seguridad”.31
Por otra parte, Alonso Peña Cabrera, nos comentará dicho artículo materia de estudio,
mediante la modalidad típica objetiva:

“Primero se hace alusión a una exposición a peligro de muerte o de grave e inminente daño
a la salud o abandona en iguales circunstancias, debe tratarse entonces, de una circunstancia

31
Salinas Siccha, Ramiro; Derecho Penal Parte Especial;2013; Lima, Iustitia S.A.C.; p. 267-271.
tal que haya de advertirse un riesgo real para los bienes jurídicos que se describen en el tenor
literal del articula-do. Debe ser un peligro real (concreto), es decir, existente, de una
probabilidad rayana de concreción, no de un pronóstico o de una estimación subjetiva; riesgo
que ha de ser verificado tanto desde una perspectiva ex -ante y ex -post, de conformidad con
las particularidades del caso concreto.

No debe confundirse el ámbito de protección de este tipo penal, con el abandono moral y
económico de alguno de los padres, con respecto a su menor hijo, incumpliendo el deber de
alimentación que la ley le exige, pues en este caso, el autor estaría incurso en la tipificación
penal prevista en el artículo 149° del C.P.

Aspecto de relevancia es que el abandono que exige la norma, a efectos de punición, debe
ser interpretado en el sentido de que el sujeto pasivo no esté en capacidad de enfrenar
exitosamente los riesgos que hayan de poner en peligro su vida o su salud, lo cual no será así
si otras personas están en capacidad de ejercer sobre aquellos actos de tutela y/o guarda.

Como se señaló el abandono del menor o del sujeto incapaz, que im-plica la puesta en peligro
de su vida de su integridad corporal, comporta a su vez el inicio de la ejecución típica de los
delitos de homicidio y lesiones dolosas, mediante la variante de comisión por omisión, de
igual forma como se debe caracterizar la variante típica del «abandono».

El abandono debe obedecer a una acción deliberada o al menos consciente del agente, pues
sin el niño se pierde de la esfera custodia por obra de terceros o por sus propios medios, la
conducta no ingresará al ámbito de protección de la norma”32

3. Tipicidad Subjetiva:

Ambas modalidades típicas sólo resultan punibles a título de dolo, es decir, el autor debe
dirigir su conducta a exponer al sujeto pasivo a un peligro inminente para su vida o su salud,
deseando generar dicho estado, o también, sabiendo que su abandono puede generar dicho
estado de concreto riesgo.

32
Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl; Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; 2008; Lima; Moreno S.A.;
p.280-283.
Puede advertirse un error de tipo, primero en lo que respecta a la idoneidad del peligro para
propiciar la situación que exige la ley, o sobre la vigencia u extensión de los deberes de
amparo y de tutela que recae sobre su persona.33

4. Antijuricidad:

Igual que los delitos anteriores en esta etapa del análisis de los supuestos delictivos previstos
y sancionados en el artículo 125 del Código Penal, se verificará si realmente la conducta es
contraria a derecho o, en su caso, concurre alguna causa de justificación de las indicadas en
el artículo 20 del Código Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en la
exposición o abandono a peligro de muerte o grave e inminente daño a la salud de un menor
de edad o incapaz de valerse por sí mismo, concurre la legítima defensa o el estado de
necesidad justificante o el agente actuó por una fuerza física irresistible o compelido por un
miedo insuperable o en cumplimiento de un deber.34

5. Culpabilidad

En cambio, en este aspecto del análisis se verificará si el agente es imputable, es decir, es


mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica para atribuirle positivamente el hecho
punible. Luego, se determinará si al momento de actuar conocía la antijuridicidad de su
conducta. Finalmente, se verificará si en el caso concreto tenía o no la posibilidad de actuar
conforme a derecho. Esto es, si se determina que el agente no tuvo otra alternativa que realizar
el hecho típico por estado de necesidad exculpante, por ejemplo, la conducta típica y
antijurídica no se le podrá atribuir. Por el contrario, si llega a verificarse que el agente tuvo
otra alternativa diferente a la de realizar el hecho típico, se le atribuirá la comisión del
mismo.35

6. Consumación:

Como ha quedado meridianamente establecido, el ilícito de carácter penal es de resultado de


peligro concreto, en consecuencia, no se requiere la verificación de la muerte o lesión efectiva
del bien jurídico salud para que se perfeccione el delito, basta con verificarse el peligro. Sin

33
Ibidem; p.284
34
Salinas Siccha, Ramiro; Derecho Penal Parte Especial;2013; Lima, Iustitia S.A.C.; p. 273
35
Ibidem; p.284
embargo, si ello llegara a verificarse como efecto del riesgo corrido por la víctima, constituirá
una conducta agravada.

En efecto, el hecho punible se consuma o perfecciona cuando realmente se verifica el riesgo


para la vida o salud de la víctima como reacción inmediata o mediata de la conducta de
exposición o abandono desarrollada por el agente. El acto mismo de abandono o exposición
de la víctima, a lo más, constituye un acto preparatorio del hecho punible, de ninguna manera
puede pensarse que con ello se perfecciona aquel ilícito, puesto que muchos abandonos no
crean en sí ningún riesgo.

Por otro lado, al ser un delito de peligro concreto, se descarta la tentativa. Pues con la sola
conducta de trasladar a la víctima de un lugar seguro a otro donde campea la inseguridad para
aquel, o abandonarlo, no podemos asegurar que el peligro se llegará a concretar toda vez que
alguna persona caritativa puede acercarse y brindar apoyo al menor o al incapaz de valerse
por sí mismo.

7. Jurisprundecia:

Según el Expediente N° 99-693. Jurisprudencia Penal:

La exposición no consiste en privar al sujeto de la propia protección, sino implica el traslado


de la víctima un lugar donde que sin ningún amparo o mejor señalando sin amparo de nadie,
se contrae no al alejamiento del agente sino en la existente situación de peligro de muerte
grave e inminente para la salud, esto es, un riesgo concreto, grave y actual para la vida, no
siendo suficiente un riesgo leve o remoto.
CAPÍTULO IV

OMISIÓN DEL DEBER DE SOCORRO

1. Tipo Penal

El ilícito de carácter penal de omisión de socorro a una persona que el propio agente lo ha

incapacitado, se encuentra debidamente previsto en el tipo penal del artículo 126 del corpus

iuris penale, que señala:

El que omite prestar socorro a una persona que ha herido o incapacitado, poniendo en peligro

su vida o su salud, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años.

2. Tipicidad Objetiva

El injusto penal se configura cuando el agente con una conducta omisiva no presta auxilio o

socorro al sujeto pasivo que ha herido o incapacitado, poniendo con tal conducta omisiva en

peligro su vida o su salud. Constituye un comportamiento de omisión propia, por lo que se

exige que exista una norma de mandato, la misma que sería la obligación natural que impone

la cultura social de prestar socorro a una persona que se encuentra ante un inminente peligro

para su vida o su salud.36

El delito se configura por un actuar precedente del agente, esto es, el haber herido o

incapacitado a la víctima.

37

36
Villa Stein, 1997,p. 212
En doctrina encontramos una viva controversia respecto de este punto. Cierto sector refiere

que el actuar precedente que genera el peligro debe ser fortuito, otro sector de la doctrina

refiere que debe ser por un actuar imprudente o negligente, algunos refieren que puede ser

tanto por imprudencia como por caso fortuito; en tanto que un grupo minoritario sostenemos

que puede ser por una conducta imprudente o dolos a, de ninguna manera puede devenir de

un caso fortuito. Modernamente, ha quedado fuera del ámbito de las conductas penalmente

relevantes los casos fortuitos e imprevisibles. Nadie responde por ellos.

2.1. Bien jurídico protegido

La ubicación que tiene el injusto penal en hermenéutica jurídica en el corpus juris pena

le, así como la referencia que hace la propia redacción del tipo penal, determina que los

bienes jurídicos que se tratan de proteger lo constituyan la vida y la salud de las personas.

La acción de omitir prestar el socorro que las circunstancias exigen, ponen en peligro

concreto y directo a aquellos intereses jurídicos que resultan fundamentales para nuestro

sistema jurídico.

2.2. Sujeto activo

Agente puede ser cualquier persona. El tipo penal no exige que tenga alguna calidad o

cualidad personal especial. La única condición que debe concurrir, necesariamente, es el

hecho concreto que haya causado la conducta precedente. Esto es, el agente de la omisión

de prestar socorro debe ser el autor de la herida o incapacidad que causó a la víctima. Si

se verifica que quien omite prestar el auxilio o socorro a una persona herida o incapacidad

es un tercero, el hecho punible en sede no se configura.

2.3. Sujeto pasivo


Víctima de los supuestos delictivos puede ser cualquier persona. No obstante, se exige

que mediante una conducta precedente a la omisión de socorro, haya sido herida o

incapacitada por el sujeto activo. En consecuencia, el sujeto pasivo debe tener la

condición especial de estar herida o incapacitada para valerse por sí misma y salir de

cualquier peligro que pueda presentársele, ya sea por la misma gravedad de la herida o

incapacidad, o ya sea por las circunstancias especiales que rodean a la víctima.

3. Tipicidad Subjetiva

La forma como aparece redactado el tipo penal permite entender que se trata de un delito de

comisión netamente doloso. No cabe la comisión por culpa. Si la omisión de prestar socorro

se debe a una negligencia, la conducta no será delictiva, pues aquel accionar queda fuera del

ámbito de la norma y, por tanto, son conductas penalmente irrelevantes. En la conducta debe

concurrir necesariamente el dolo, es decir, el agente debe conocer la lesión o incapacidad que

ha causado a su víctima y tener la voluntad para no prestarle el socorro que, dentro de

circunstancias normales, se le exige. El agente debe querer, con su omisión, causar un peligro

para la vida o salud de su víctima. El objetivo final debe ser la generación concreta de un

peligro, de ningún modo puede ser otra la finalidad. Si se verifica que el sujeto activo tuvo

la finalidad de ocasionar la muerte de su víctima o generar una lesión más grave, el delito de

omisión de socorro no aparece, por el contrario, aquella conducta será subsumida en otro tipo

penal mucho más grave.

4. Antijuridicidad

En esta etapa del análisis de los supuestos delictivos previstos y sancionados en el artículo

126 del Código Penal, se verificará si realmente la conducta es contraria a derecho o, en su


caso, concurre alguna causa de justificación de las indicadas en el artículo 20 del Código

Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en la omisión de prestar socorro o

auxilio a una persona que ha herido o incapacitado poniéndole en peligro su vida o su salud,

concurre la legítima defensa o el estado de necesidad justificante o el agente actuó por una

fuerza fisica irresistible o compelido por un miedo insuperable o en cumplimiento de un

deber.

5. Culpabilidad

En cambio, en este aspecto del análisis se verificará si el agente es imputable, es decir, es

mayor de edad o no sufre de alguna anomalía psíquica para atribuirle positivamente el hecho

punible. Luego, se determinará si al momento de actuar conocía la antijUlidicidad de su

conducta. Finalmente, se verificará si en el caso concreto tenía o no la posibilidad de actuar

conforme a derecho. Esto es, si se determina que el agente no tuvo otra alternativa que realizar

el hecho típico por estado de necesidad exculpante, por ejemplo, la conducta típica y

antijurídica no se le podrá atribuir. Por el contrario, si llega a verificarse que el agente tuvo

otra alternativa diferente a la de realizar el hecho típico, se le atribuirá la comisión del mismo.

Por ejemplo, no se le atribuirá el delito de omisión de prestar socorro al chofer que prefirió

conducir al hospital a su cónyuge que salió seriamente lesionada del accidente de tránsito en

que participó, dejando o abandonando al herido. En este supuesto es evidente que aparece un

estado de necesidad exculpante.

6. Consumación

Tratándose de un delito de peligro concreto, se consuma cuando realmente se verifica el

peligro inminente a la vida o salud del sujeto pasivo. La constatación de la sola omisión de
prestar socorro de ningún modo nos debe llevar a concluir que el delito se ha consumado. De

ese modo, no es de recibo la posición adoptada por el profesor Villa Stein (M'), quien

recogiendo comentarios al Código Penal español -que realiza acertadamente Guillermo

Portilla Contreras-, señala que "tratándose de un delito de mera actividad se consuma cuando

el omitente conoce la obligación de socorrer y desiste de hacerlo".

Se exige necesariamente la concurrencia de un inminente peligro para la vida o salud de la

víctima. Por ejemplo, no aparece el delito cuando Juan Tipacti después de atropellar a

Francisca Ochante se fuga del lugar al observar que se acerca una tercera persona a socorrerle,

quien rápidamente le conduce al hospital donde logra recuperarse. Aquí, al no aparecer el

peligro concreto para la víctima, el delito de omisión de socorro no se evidencia. AJuan

Tipacti, solo se le imputará el delito de lesiones por negligencia según sea la gravedad de

estas. Caso contrario, si el atropello se realiza en lugar de poco tránsito de personas y, en

consecuencia, es difícil que sea auxiliado por un tercero, el delito aparece al darse a la fuga

el chofer.

Al tratarse de un delito de peligro es imposible que aparezca la tentativa. Como volvemos a

repetir, doctrinariamente no se admite la tentativa en los delitos de peligro por razones que

son obvias.

7. Penalidad

El autor será pasible de ser sancionado con pena privativa de libertad que oscila entre dos

días a tres años.

OMISIÓN DE AUXILIO O AVISO A LA AUTORIDAD


1. Tipo Penal

El tipo penal del artículo 127 del corpus iuns pena le tipifica dos conductas punibles, la

omisión de auxilio y la omisión de dar aviso a la autoridad, en los términos siguientes: El

que encuentra a un herido o a cualquier otra persona en estado de grave e inminente peligro

y omite prestarle auxilio inmediato pudiendo hacerlo sin riesgo propio o de tercero o se

abstiene de dar aviso a la autoridad, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor

de un año o con treinta a ciento veinte días multa.

2. Tipicidad Objetiva

El tipo penal recoge dos hipótesis delictivas. La primera que aparece cuando el agente

dolosamente omite prestar auxilio inmediato a un herido o cualquier otra persona en estado

de grave e inminente peligro; y la segunda, que se configura cuando el sujeto activo se

abstiene de dar aviso a la autoridad competente respecto del herido o la existencia de una

persona en estado de grave e inminente peligro.

Se trata de hechos punibles de omisión propia, donde se requiere infringir o lesionar una

norma de mandato, la misma que lo constituye el deber social de auxiliar o prestar ayuda

diligente al prójimo que se encuentre en circunstancias concretas que encierran peligro para

su vida o salud.

Los supuestos delictivos requieren necesariamente de la concurrencia de determinadas

circunstancias, que de no aparecer, aquellos no se configuran. En efecto, se exige que el

sujeto pasivo se encuentre herido o atravesando cualquier otra situación de grave e inminente

peligro. Por herida se entiende cualquier daño sufrido en la integridad física que pone en

riesgo la salud. Este riesgo debe ser una amenaza concreta de causar un daño grave e
inminente a la salud de la víctima. También el sujeto pasivo puede encontrarse en cualquier

otra circunstancia que denote peligro grave e inminente para su vida o salud. Una persona

puede hallarse en peligro sin haber sido previamente herida. Por ejemplo, se presenta cuando

un navegante por un accidente en alta mar pierde su barco y queda a la deriva en un bote

averiado que difícilmente le hará llegar a la orilla.38

39

2.1.Bien jurídico protegido

La ubicación sistemática del tipo penal en el corpus juris penale nos indica claramente que

el interés con relevancia jurídica que se pretende proteger con las hipótesis delictivas lo

constituye la vida y salud de las personas, bienes jurídicos que se encuentran en grave e

inminente peligro por el actuar doloso del sujeto activo, mas no la seguridad de las personas.

2.2.Sujeto activo Sujeto activo

Puede ser cualquier persona independientemente que tenga o no obligación sobre la víctima.

El tipo penal no exige alguna condición especial. La persona se convierte en agente cuando

omite prestar auxilio inmediato a la víctima después de haberlo encontrado herido o en grave

e inminente peligro. También se convierte en sujeto activo aquel que, encontrando a un

herido o en peligro concreto, omite dar aviso a la autoridad competente, haciéndose el

desentendido, siendo su conducta reprochable por mostrar desinterés por el prójimo.

2.3.Sujeto pasivo

38
Bramont-Arias Torres, 1997,p. 126
Víctima o sujeto pasivo del evento delictivo solo puede ser una persona herida, es decir, que

ha sufrido un daño a su integridad física grave, o aquella que se encuentra atravesando una

situación de grave e inminente peligro para su vida o su salud. Pero como se ha mencionado,

la herida o el estado de peligro deben ser de magnitud suficiente que impida valerse por sí

sola a la víctima. Si llega a verificarse que la persona herida o en estado de peligro fácilmente

podía ponerse a buen recaudo, de modo alguno podrá constituirse en víctima del hecho

punible.

3. Tipicidad Subjetiva

La forma de redacción del tipo penal, evidencia que se trata de un delito netamente doloso.

No cabe la comisión culposa. El sujeto activo actúa con conocimiento que el sujeto pasivo

se encuentra en un grave e inminente peligro y voluntariamente decide no prestarle el auxilio

inmediato que amerita la situación, sabiendo perfectamente que no corre ningún riesgo

personal si actuara. En la segunda hipótesis, el agente con conocimiento que la víctima

objetivamente se encuentra en un estado de peligro, voluntariamente decide no dar a viso a

la autoridad. El error sobre cualquiera de los elementos del tipo anotados, ya sea vencible o

invencible, excluye el dolo, por lo tanto, el hecho sería atípico al no haberse regulado la

omisión de socorro culposo en nuestro Código Penal.

4. Antijuridicidad

En esta etapa del análisis de los supuestos delictivos previstos y sancionados en el artículo

127 del Código Penal, se verificará si realmente la conducta es contraria a derecho o en su

caso, concurre alguna causa de justificación de las indicadas en el artículo 20 del Código

Penal. De ese modo, el operador jurídico analizará si en la omisión de prestar socorro o


auxilio a una persona que ha encontrado herida o en manifiesto e inminente peligro, concurre

la legítima defensa o el estado de necesidad justificante o el agente actuó por una fuerza física

irresistible o inducido por un miedo insuperable.

5. Culpabilidad

En este aspecto del análisis se verificará si el agente es imputable, es decir, es mayor de edad

o no sufre de alguna anomalía psíquica para atribuirle positivamente el hecho punible. Luego,

se determinará si al momento de actuar conocía la antijuridicidad de su conducta. Finalmente,

se verificará si en el caso concreto tenía o no la posibilidad de actuar conforme a derecho,

esto es, si se determina que el agente no tuvo otra alternativa que realizar el hecho típico por

estado de necesidad exculpante, por ejemplo, la conducta típica y antijurídica no se le podrá

atribuir. Por el contrario, si llega a verificarse que el agente tuvo otra alternativa diferente a

la de realizar el hecho típico, se le atribuirá la comisión del mismo.

6. Consumación

El ilícito penal se perfecciona en el mismo momento que el sujeto activo decide omitir

prestar el auxilio inmediato teniendo la posibilidad de hacerlo sin ningún riesgo para su

persona. En la segunda hipótesis, el delito se consuma en el momento que el agente decide

abstenerse de dar aviso a la autoridad para que concurran a prestar el auxilio necesario a la

víctima.

En consecuencia, de modo alguno el delito se perfecciona con el solo encuentro de agente a

víctima herida o en estado de grave peligro, ello es el presupuesto principal, no obstante la

omisión o abstención resultan los elementos trascendentes para verificarse o consumarse los

injustos penales, independientemente que se produzca después la muerte o una lesión grave
en la víctima. Al tratarse de un delito de peligro concreto, es unánime la doctrina en

considerar que es imposible que se ejerza en tentativa la conducta delictiva.

También resulta importante señalar que la conducta no admite la categoría de participación,

pues no hay forma que ella se concretice. En efecto, si dos o más personas encuentran a una

persona herida o en situación de peligro y omiten prestar el auxilio exigido o se abstienen de

dar aviso a la autoridad, serán autores o coautores del delito.

7. Penalidad

El autor, después de haberse probado su responsabilidad penal en la comisión del hecho

punible, será merecedor a pena privativa de libertad que oscila entre dos días y un año o con

treinta a ciento veinte días multa, ello a criterio del juzgador.

EXPOSICIÓN A PELIGRO DE PERSONAS DEPENDIENTES

1. Tipo Penal

Art. 128

El que expone a peligro la vida o la salud de una persona colocada bajo su autoridad,

dependencia, tutela, curatela o vigilancia, sea privándola de alimentos o cuidados

indispensables, sea abusado de los medios de corrección o disciplina, o cualquier acto

análogo (semejante), será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor

de cuatro años. En los casos en que el agente tenga vínculo de parentesco consanguíneo o la

víctima fuere de menor de catorce años de edad, la pena será privativa de libertad no menor

de dos ni mayor de cuatro años.


Si se produce lesión grave o muerte de la víctima, la pena será no menor de cuatro ni mayor

de ocho años.

1.1.Bien Jurídico Protegido

El bien jurídico que se pretende proteger lo constituye la vida y la salud de las personas, mas

no la seguridad de estas. El peligro concreto que se crea con el actuar del sujeto activo

siempre es referente a la vida o salud de la víctima.

2. TIPICIDAD OBJETIVA

El hecho punible se configura cuando el sujeto activo expone a peligro para la vida o salud

al sujeto pasivo, quien se encuentra bajo su dependencia, ya sea privándole de alimentos o

cuidados indispensables o sometiéndole a trabajos excesivos o inadecuados o en su caso,

abusando de los medios de corrección, disciplina u obligándole a mendigar.

El ilícito penal aparece solo en los casos en que la víctima sea dependiente del agente, ya sea

porque está colocado bajo su autoridad, dependencia, tutela, curatela o vigilancia. Si se

verifica que la supuesta víctima no tiene relación de dependencia respecto del sujeto activo,

el delito no se configura.8

Como es de verse, de modo alguno puede alegarse que la conducta de poner en peligro la

salud de una persona privándole de alimento sea igual a la conducta de privarle de los

cuidados indispensables. Pueden tener ciertas connotaciones parecidas, pero se verifican. de

manera diferenciable, como veremos:

a. Privación de alimentos. Esta modalidad delictiva se configura cuando el agente,

teniendo el deber u obligación de darle el alimento necesario al sujeto pasivo,

dolosamente no lo hace y le priva de aquel, poniéndole de ese modo en peligro su


vida o salud. Aquí es necesario resaltar que el sujeto pasivo debe estar imposibilitado

de acceder por sí mismo a los alimentas, ya sea porque está privado de su libertad

(cárcel), porque es un menor de edad, un impedido físico.

b. Privación de cuidados indispensables. La conducta delictiva se produce o configura

cuando el agente, teniendo el deber de brindar los cuidados indispensables para que

el sujeto pasivo realice su vida normalmente, dolosamente se abstiene de hacerlo,

poniendo con tal actitud en peligro la vida y la salud de aquel.

Es indudable que el hecho punible solo se presenta cuando la persona dependiente no

puede valerse por sí misma, ya sea por su edad o por impedimento físico o

psicológico.40

Ej. salir de excursión un fin de semana con toda su familia, deja encerrado en su casa,

sin ninguna ayuda, a una persona ciego sorda que tiene bajo su cuidado.

c. Sometimiento a trabajos excesivos. El hecho punible se configura cuando el sujeto

activo obliga a realizar labores excesivas, desmesuradas o sobrehumanas para las

normales fuerzas del sujeto pasivo, quien tiene una relación de dependencia respecto

de aquel. El agente dolosamente y con la única finalidad de obtener algún provecho

patrimonial del trabajo de su dependiente, le obliga realizar trabajos que exceden las

fuerzas normales de la víctima.

Ej. Un padre obliga a trabajar a su hijo de diecisiete años en labores

de construcción civil, estando sufriendo de tuberculosis, etc.

d. Abuso de los medios de dirección. La conducta reprochable penalmente se

configura cuando el agente abusa de los medios de corrección que tiene sobre el sujeto

40
Roy Freyre, 1989, p. 416
pasivo, quien es su dependiente. El sujeto activo tiene derecho y el deber de corregir

de modo normal al sujeto pasivo, sin embargo, exagera y abusa en el empleo de los

medios utilizados para corregirle. Para configurarse el ilícito penal es irrelevante

determinar los móviles que motivaron al agente.

e. Abuso de los medios de disciplina. El hecho punible se presenta cuando el agente

abusando de los medios de disciplina, crea un peligro para la vida o salud del sujeto

pasivo quien es su dependiente.

Ej. cuando el director de un colegio, hace arrodillar sobre un falso piso, sin moverse

y por más de tres horas seguidas a los alumnos que llegan tarde.

f. Obligando o induciendo a mendigar en lugares públicos. Esta conducta,

incorporada por la Ley NQ 28190 que protege a los menores de edad de la

mendicidad.

2.1.Sujeto activo

De la redacción del tipo legal se concluye que el ilícito penal se constituye en un delito

especial, propio o exclusivo. En efecto, solo pueden ser agentes, autores o

sujetos activos aquellas personas que tienen las condiciones debidamente especificadas en el

tipo penal, es decir, aquellas personas que tiene la condición de autoridad, ascendencia, tutor,

curador o vigilante respecto del sujeto pasivo. En consecuencia, el delito puede ser cometido

solo por los padres, tutores, curadores, directores de colegio, profesores, jefes de oficina,

gerentes, médicos, enfermeras, policías, alcaides, etc.

2.2.Sujeto pasivo

Sujeto pasivo puede ser cualquier persona desde su nacimiento hasta que fallece. No se

requiere tener otra condición especial sino la de ser persona dependiente del sujeto activo. Es
decir, debe estar bajo la autoridad, dependencia, tutela, curatela o vigilancia del agente quien

debe tener el deber de cuidar y vigilarlo. En consecuencia, pueden ser víctimas los hijos

mayores o menores de edad, pupilos, incapaces, operados, obreros, detenidos, enfermos, etc.

2.3.Agravante Del Delito De Exposición A Peligro De Personas Dependiente

De acuerdo con el artículo 3 de la Ley Nº 26926 o ley de los delitos contra la humanidad,

publicada en el diario oficial El Peruano el 21 de febrero de 1998, corresponde al tipo penal

del artículo 129 del corpus juris penale regular y sancionar la agravante del delito de

exposición a peligro de personas dependientes.

La agravante se configura cuando la víctima a consecuencia de las conductas antes descritas

muere o resulta con lesiones graves por culpa del agente, esto es, la lesión grave o muerte del

sujeto pasivo se produce como consecuencia de la falta de previsión del sujeto activo.

El tipo penal es claro. Aparece el delito agravado, cuando el agente pudiendo prever el

resultado muerte o lesión grave, no lo hizo y actuó sin importarle los lamentables resultados.

Ej. Un curador no le presta los alimentos a un impedido físico por tres días consecutivos y

este muere por inanición. De ningún modo debe aparecer el animus necandi en el

comportamiento del agente, caso contrario, estaremos ante la figura del delito de homicidio.

Por otro lado, si llega a verificarse que el resultado grave se produjo por circunstancias

fortuitas o ajenas a la voluntad del agente, la agravante no se configura. Debe concurrir

necesariamente el dolo o culpa en la conducta para ser imputada al agente.

3. Tipicidad Subjetiva
El elemento subjetivo del tipo penal hace referencia que el sujeto activo debe actuar con dolo,

es decir, con conocimiento y voluntad de producir el resultado, cual es exponer a un peligro

concreto la vida o salud del sujeto pasivo, quien debe tener una relación de dependencia

respecto de aquel.

El agente debe conocer la especial circunstancia que la víctima está colocada bajo su

autoridad, dependencia, tutela, curatela o vigilancia. En efecto, si llega a determinarse que el

agente no conocía tal situación, se descarta la comisión del ilícito penal.

Finalmente, para configurarse la forma agravada del ilícito penal previsto en el artículo 129,

debe concurrir el dolo y después la culpa en el actuar del sujeto activo, esto es, el agente

desarrolla una conducta inicial dolosa para crear un peligro concreto sobre la vida o salud de

la víctima, sin embargo, después, por falta de previsión o por falta del deber de cuidado

exigido por parte del agente, se produce un resultado más grave al realmente querido.

4. Consumación

El ilícito penal se perfecciona en el mismo momento que aparece el peligro concreto para la

vida o salud de la víctima. En efecto, el delito no se consuma, como piensan algunos

tratadistas, con la sola verificación de los actos de privación de alimento o cuidados

indispensables a la víctima, sometimiento a trabajos excesivos o inadecuados o abuso de los

medios de corrección o disciplina, sino se requiere necesariamente que como consecuencia

de aquellos actos se cree un peligro concreto para la vida o salud del sujeto pasivo. Si no se

verifica el peligro concreto, el delito no aparece.

Al ser un delito de peligro, no se admite la tentativa. Es imposible su verificación.


En cuanto se refiere a la forma agravada del ilícito en sede, se consuma cuando después de

producirse los actos antes descritos para crear un peligro concreto, se ocasiona culposamente

en forma efectiva la muerte o lesión grave de la víctima.

5. Penalidad

Pena privativa de libertad que oscila entre uno y cuatro años. De configurarse el

segundo párrafo del artículo 128, la pena oscila entre dos y cuatro años. En tanto que de

configurarse la agravante prevista en el último párrafo del artículo 128, la pena para el autor

será no menor de dos ni mayor de cinco años.

En cambio, si se produce la forma agravada prevista en el artículo 129, al agente se le

impondrá pena privativa de la libertad según sea el resultado ocasionado. Si a consecuencia

de su actuar culposo se produjo la muerte de la víctima, se le impondrá pena privativa de

libertad que oscila entre cuatro Y ocho años; y finalmente, de haberse ocasionado solo

lesiones graves al sujeto pasivo, la pena privativa de libertad será no menor de tres ni mayor

de seis años.

6. Circunstancias Agravantes

Tipo Penal

Art. 129

En los casos de los artículos 125º y 128º, si resulta lesión grave o muerte y éstas pudieron ser
previstas, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años en caso
de lesión grave y no menor de cuatro ni mayor de ocho en caso de muerte.41

41
Ramiro Salinas Sicha, Derecho Penal-Parte Especial, Editorial: Grijley. 2018
CONCLUSIONES

1. Si el hecho ha causado inhabilitación permanente de algún sentido o de un órgano,


dificultad permanente de la palabra o de alguna cicatriz notable en la cara o si ha puesto
en peligro la vida de la persona ofendida o producido alguna por un tiempo igual queda
la dicha persona incapacitada de entregarse a sus ocupaciones habituales, o, en fin, si
habiéndose cometido el delito contra personas con determinadas funciones, la lesión será
grave.

2. CONLUSION DE JOSE

3. La lesión al feto es tipo penal imperfecto que solo trata de una conducta punible
netamente dolosa. No cabe la comisión por culpa, imprudencia o negligencia, es decir, el
agente debe actuar con conocimiento y voluntad de ocasionar daño a la salud o integridad
física del ser concebido para ser responsabilizado pero las imprudencias o negligencias
médicas por personal de salud no son consideradas.

4. En lesión culposa debe haber una infracción de del deber objetivo de cuidado, sin ello el
operador judicial no puede no puede identificar la conducta de un delito culposo, debe
existir una conducta del sujeto activo de realizar un riesgo no permitido que podría
ocasionar lesiones culposas.

5. La separación que existe en el artículo 125°donde la exposición y abandono se encuentra


mencionados no genera mayor trasfondo o relevancia, debido a que ambos persiguen la
misma consecuencia jurídica, y que doctrina y jurisprudencia vienen insistiendo que su
diferencia, donde lo que en verdad importa es que se constituya la privación de campo
protector y del cuidado que necesita el niño o menor de edad o la persona incapaz.

6. Vemos que dentro de nuestro sistema procesal penal la figura de estos tipos penales se ve
reflejada muchas veces al criterio del operador jurídico porque se debe de considerar
aspectos muy importantes para determinar la responsabilidad del imputada, ya que a
veces estos delitos pasan un poco más del tipo penal por su peligro, como podría ser en
una exposición de peligro de un menor, si este pasa los límites de la norma podría ser
considerada como un homicidio simple.
Bibliografía

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Editorial Liberia Jurídica Grijley EIRL.

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Salinas Sicha, Ramiro. Derecho Penal Parte Especial. Editorial: Grijley. 2018

Salinas Siccha, Ramiro; Derecho Penal Parte Especial; 2013; Lima, Iustitia S.A.C.

Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl; Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud; 2008; Lima;
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Salinas Siccha, Ramiro; DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL; 2015; Lima; Grijley

PEÑA CABRERA, Alonso; DELITOS CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD;


2017; Lima; Gaceta Jurídica

BRAMONT ARIAS,L.A./ GARCIA CANTIZANO, M.C.; Manual de Derecho Penal. Parte


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