CELULAS HOMOGENEAS: FORJANDO INTERCESORES

II. EL USO DE UNA AGENDA ESPIRITUAL

“Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus

milagros de antaño. Meditare en todas tus proezas; evocare tus
obras poderosas. Santos, oh Dios, son tus caminos; ¿qué dios hay
tan excelso como nuestros Dios? (Salmos 77:11-13).

Aunque es poco común el uso de una agenda para

calendarizar nuestros compromisos y apuntar lo importante,
ésta herramienta nos ayuda a organizarnos mejor y a cumplir
con todos ellos. Mantener una agenda trae forma y da orden
a todo lo que hacemos. Si la oración es prioritaria para el creyente, entonces ¿por qué no usar
una agenda para anotar nuestras oraciones pendientes?. Si somos llamados a retener la
Palabra de verdad, podemos tener una libreta para anotar los sermones y los temas de la
escuela dominical.

Algunas de las revelaciones y experiencias más profundas podrían quedar registradas

en una agenda. Dios quiere hablarnos y revelar su voluntad en nuestra vida. He mantenido un
registro de las oraciones que hago al Señor durante muchos años, esto me ayuda a mantener
mi vida y mis prioridades en orden. Me ayuda a recordar lo que Dios ha hecho.
Verdaderamente, ha sido una de las disciplinas más importantes de mi vida devocional. ¿Por
qué no compartir mi estrategia con otros?

Tener anotados los motivos de oración y lo que Dios me enseña, es una forma de
disciplina para dialogar diariamente con Dios, esto nos ayudara a estar al pendiente de cómo
Dios nos responde. Muchas de las anotaciones y testimonios que comparto con ustedes han
salido de mi registro escrito de oraciones con el Señor. Repasar cómo Dios me ha respondido
y por las crisis que he pasado, mantiene mi esperanza viva en el Dios de los imposibles.

Dios nos regala ideas, pensamientos y estrategias, pero si no tenemos el hábito

de anotarlas, téngalo por seguro que las olvidará muy pronto.

El uso de una agenda espiritual ayuda de muchas maneras a mantenernos conscientes

de lo que Dios hace y dice. Es una manera de escuchar con atención, porque Dios siempre
está hablando sus verdades, y con frecuencia es dentro de ese silbido apacible que lo hace.
Una sencilla libreta puede a ayudarnos a repasar el mensaje de Dios cuando las mentiras del
enemigo asaltan nuestra mente. La oración es más que arrodillarse y balbucear sin sentido,
es el trabajo más creativo e importante que podemos hacer, porque todo lo demás fluye de
una vida de oración. Incluye alabanza, acción de gracias, intercesión, peticiones, confesión,
oír, fijar metas con Dios, y muchas otras cosas. Si usted sólo se postra y divaga en su mente,
difícilmente vivirá en victoria total.

Hay muchas bendiciones en sentarnos e inteligentemente anotar nuestras

peticiones, respuestas de Dios y pensamientos que el Señor nos da en la lectura
de su Palabra y cuando escuchamos un mensaje.
 Con certeza, mantener un registro hará nuestras vidas más profundas y más ricas,
conforme escribimos y recordamos lo que Dios está diciéndonos y lo que estamos trayendo
ante Su trono con regularidad en oración.

Los Beneficios de Escribir Nuestras Oraciones y lo que Dios nos Dice.

*Ayuda a rendir cuentas de lo que oímos de Dios – Dios
nos habla cuando oramos y meditamos en Su Palabra.
Cuando lo escribimos, podemos hacernos responsables de los
pasos que Dios quiere que demos o cómo quiere que nos
concentremos en la oración durante cierto tiempo.
*Podemos interactuar con Dios – Puede hacer a Dios más
real para nosotros. El añora tener comunión con nosotros, y
anotar lo que Él nos dice, puede profundizar nuestra intimidad.
*Abre nuestros corazones ante Dios – Personalmente he
encontrado que puedo abrir mi corazón a Dios de una forma más profunda cuando mantengo
un cuaderno con mis oraciones, pensamientos e ideas.
*Nos ayuda a ordenar nuestros pensamientos – Ayuda muchísimo a pensar a través de
aquello sobre lo que Dios nos está hablando o sobre lo que hemos estado leyendo. Cuando
escribimos nuestros pensamientos según pasamos tiempo con Dios, nos ayuda a procesar lo
que está ocurriendo en nuestras vidas.
*Nos recuerda lo que Dios nos ha dicho – Podemos olvidar con mucha facilidad lo que Dios
ha hablado a nuestros corazones en Su Palabra si no lo escribimos y nos lo recordamos más
adelante. Con mucha frecuencia en la Biblia, se nos dice que recordemos los hechos y los
caminos de Dios.
*Nos permite ver patrones y conseguir claridad – Podemos ver lugares fuertes en nuestras
vidas que son recurrentes. Puede que comencemos a ver con más claridad lo que Dios nos
esté repitiendo una y otra vez o pasos de acción de obediencia que debamos tomar.
*Nos permite registrar la fidelidad de Dios en el pasado – La agenda de oración nos permite
meditar sobre los recuerdos de la fidelidad de Dios. David mantenía una agenda espiritual.
Escribió muchísimos de los salmos y recordaba de forma continua las bendiciones de Dios del
pasado.
*Nos ayuda a recordar lo que ha pasado – Llevar un registro escrito me ha ayudado
muchísimo en mis viajes, porque puedo volver a mi libreta y recordar lo que ha pasado. La
vida actual es tan compleja. Es fácil olvidar lo que ha ocurrido y lo que hemos aprendido.
*Cambia nuestra perspectiva – Nuestro ánimo cambia y lo que escriba estando gozoso le
puede ayudar cuando caiga en el pozo de la depresión. Es estar en conserjería con Dios
cuando escribimos nuestros pensamientos y nuestras oraciones a Él. Con frecuencia nuestra
perspectiva cambia cuando empezamos a ver las cosas desde Su punto de vista.
*Lleva a la acción – Con frecuencia podemos tomar acción cuando redireccionamos nuestros
pensamientos a través de lo que escribimos. Los pasos de acción a tomar se vuelven claros
porque los estamos escribiendo con la ayuda y dirección divina de Dios.
*Nos ayuda a ver el proceso de crecimiento de nuestras vidas – Las anotaciones
sistemáticas nos ayudan a crecer más rápido porque tratamos los asuntos que conciernen a
Dios. De esta manera, vemos nuestras vidas con más claridad a través de los ojos de Dios.
Cómo Mantener esta Disciplina

“En mi corazón se agita un bello tema

mientras recito mis versos ante el rey; mi
lengua es como pluma de hábil
escritor” Sal 45:1

*Comienza a escribir – hay muchas maneras

de mantener la agenda. Dios te dará
creatividad. Algunos ejemplos de oraciones,
poesía, tus anhelos, metas, cargas, delicias,
gozos, Escrituras, canciones, cartas o lo que
Dios te esté diciendo.
*Trabajar en la agenda con regularidad, pero no como tarea – Puedes trabajar en la
agenda a diario, semanalmente, o con la frecuencia que quieras. Realmente depende de ti.
Es importante no ver la agenda de oraciones como una tarea pesada o como un deber. Es
una herramienta útil que te facilitará el encuentro con Dios.
*Registrar peticiones de oración y fecharlas – Así podrás mirar atrás y ver cómo y cuándo
Dios contestó tus oraciones. Esto construirá tu fe en la oración. También te recordará
peticiones que requieren más intercesión.
*Registrar las respuestas de Dios a tus oraciones – Mi esposo hacia eso cuando vivía en
el extranjero y vio con que fidelidad Dios contestó sus oraciones. Registró las fechas de las
respuestas de las oraciones. Es un testimonio de la bondad de Dios.
*Vigila para ver el progreso de tu vida espiritual – Siempre reviso mis libretas anteriores y
veo cómo cambió y me desarrolló espiritualmente de año en año. Me ayuda muchísimo ver
mi crecimiento espiritual y la forma en la que Dios está trabajando.
*Escribe lo que Dios te está diciendo – Esto es importante para que puedas mirar en tus
registros durante las épocas tranquilas de tu vida espiritual. Pregúntate, “¿Cómo se está
revelando Dios a mí personalmente?“
*Escribe citas bíblicas claves que te hablen durante los tiempos de oración – Dios te
guiará y te ayudará en momentos importantes de tomas de decisión a través del uso de Las
Escrituras.

Te animo a que hagas de este recurso una práctica regular en tu vida. Creo que tú, también,
encontrarás que es una increíble bendición en tu vida de oración y devocional.

“Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia! Recuerden

las maravillas que ha realizado, los prodigios y juicios que ha emitido!” (1 Cr
16:11-12).


By Debbie Przybylski
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