You are on page 1of 43

MINISTERIO DE JUSTICIA

CENTRO DE ESTUDIOS JURIDICOS

CURSO SOBRE LA EJECUCIÓN EN LOS PROCESOS DE FAMILIA

LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS


DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA A LA EJECUCIÓN
DE LAS PENSIONES ALIMENTICIA Y COMPENSATORIA
POR DESEQUILIBRIO ECONÓMICO

Bienvenido Jiménez Morillas


Secretario Judicial del Juzgado de Primera Instancia número 5 (Familia) de Málaga
Madrid, 22 de junio de 2004

SUMARIO: I. LA EJECUCIÓN DE SENTENCIAS Y DE RESOLUCIONES JUDICIALES COMO


MANIFESTACIÓN DEL DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA: I.1 Introducción.
I.2 Regulación. I.3 Las partes: I.3.1 Cuestiones Generales. I.3.2 La
Legitimación. I.3.3 Legitimación de los hijos mayores. I.4 La postu-
lación y defensa. I.5 Tribunal competente: I.5.1 Competencia en las
medidas adoptadas en las Ordenes de Protección de las Víctimas de la
Violencia Doméstica dictadas al amparo de la Ley 23/2003, de 31 de
julio. I.6 Despacho de Ejecución: I.6.1 Introducción. I.6.2 La deman-
da Ejecutiva. I.6.3 Auto despachando Ejecución. I.6.4 Acumulación
de Ejecuciones. I.7 Oposición a la Ejecución. I.7.1 Introducción.
I.7.2 Motivos de oposición. 1.7.2.1 Pago o cumplimiento de lo ordena-
do en la sentencia. I.7.2.2 Caducidad de la acción ejecutiva. I.7.2.3 Los
pagos y transacciones convenidos para evitar la ejecución. I.7.2.4 Plus
petición o exceso. I.7.2.5 Falta de capacidad o de representación del
ejecutante o no acreditar el carácter o representación con que demanda.
I.7.2.6 Nulidad radical del despacho de la ejecución por no contener
la sentencia pronunciamiento de condena. I.7.2.7 Otras causas de opo-
sición.–II. ACTUALIZACIÓN DE LAS PENSIONES: II.1 Regulación. II.2 Día de
inicio. II.3 Retroactividad de la actualización de la pensión. II.4 Plazo
de caducidad del artículo 5l8. II.5 Tramitación de la oposición.–
III. GASTOS EXTRAORDINARIOS: III.1 Introducción. III.2 Concepto de
gasto extraordinario. III.3 Tramitación procesal.–IV. BIBLIOGRAFÍA

4860
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

I. LA EJECUCIÓN DE SENTENCIAS Y DE RESOLUCIONES JUDICIALES COMO


MANIFESTACIÓN DEL DERECHO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA

I.1 Introducción

Es una realidad, un hecho admitido por la doctrina jurisprudencial el


que la ejecución de las sentencias –resoluciones judiciales – forma parte
del derecho a la tutela judicial efectiva y que ese derecho a la ejecu-
ción, dimanante del artículo 24.1 de nuestra Carta Magna impide que el
Organo Judicial se aparte sin causa justificada de lo establecido en la
parte dispositiva que haya de ejecutar, o que se abstenga de adoptar las
medidas necesarias para proveer a la ejecución misma, cuando ello sea
legalmente exigible –T.C., 1.ª, S.210/1993, de 28 de Junio – de manera
que si desconociera el efecto indicado, las declaraciones judiciales se
convertirían en meras declaraciones de intenciones, la satisfacción perso-
nal de las pretensiones tuteladas definitivamente por las sentencia sería
platónica, se frustrarían los valores de certeza y seguridad jurídica con-
sustanciales a la cosa juzgada y se vulneraría el mandato contenido en
el artículo 118 de la Constitución Española, cuyos primeros destinatarios
han de ser los propios Órganos Judiciales, que en un Estado de Derecho
se han de respetar y quedar vinculados por sus propias declaraciones
judiciales, definitivas y firmes –T.C.,2.ª S.207/1989, de 14 de diciembre
– doctrina ésta de perfecto alcance y aplicación básica al estudio que nos
trae esta ponencia.

I.2 Regulación

El procedimiento a seguir en la ejecución de las medidas adopta-


das en las resoluciones dictadas en este tipo de procedimientos, viene
regulado en el artículo 776 de la L.E.C., y el cual señala que todos los
pronunciamientos sobre medidas previas, simultáneas o definitivas dic-
tadas en los procesos de nulidad, separación o divorcio o que hubiere
versado exclusivamente sobre guardia y custodia de los hijos menores o
sobre alimentos reclamados en nombre de los hijos menores se ejecu-
tarán conforme a lo dispuesto en el Libro III de la L.E.C., pero con las
especialidades que siguen:
1.º Al cónyuge o progenitor que incumpla de manera reiterada las
obligaciones de pago de cantidad que le correspondan podrán imponér-
sele multas coercitivas, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 711 y sin
perjuicio de hacer efectivas sobre su patrimonio las cantidades debidas
y no satisfechas.

4861
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

2.º En el caso de incumplimiento de obligaciones no pecuniarias


de carácter personalísimo, no procederá la sustitución automática por el
equivalente pecuniario prevista en el apartado tercero del artículo 709
y podrán mantenerse las multas coercitivas mensuales todo el tiempo
que sea necesario más allá del plazo de un año establecido en dicho
precepto.
3.º El incumplimiento reiterado de las obligaciones derivadas del
régimen de visitas, tanto por parte del progenitor guardador como del
no guardador podrá dar lugar a la modificación del régimen de guarda
y visitas.
Vemos pues que el libro IV de la L.E.C. que comprende los procesos
especiales y en donde están incordiados, entre otros, los procesos que
nos ocupan (matrimonios), nos remite al libro III, que lleva por denomi-
nación «De la ejecución forzosa y de las medidas cautelares». Por tanto,
sin olvidar las especialidades, a las que seguidamente vamos a pasar a
examinar, para resolver el gran número de problemas que surgen en la
ejecución, siempre tendremos que recurrir a los preceptos en él regula-
dos para ejecutar aquellas medidas; en definitiva, remitirnos y aplicar las
normas generales de ejecución previstas en la propia ley.

I.3 Las Partes

I.3.1 Cuestiones Generales

Para determinar legalmente, quiénes son las partes en este tipo de


procedimientos, habrá que acudir a la L.E.C., y dentro de ésta, tal y como
afirma Juan Garnica Martín en la Revista del Poder Judicial número 62,
la regulación de la materia se hace dentro del Libro I (disposiciones
Generales relativas a los juicios civiles) y de su Título I (de la compare-
cencia y actuación en juicio), en los cinco Capítulos de que consta ese
Título, particularmente en su Capítulo I (de la capacidad para ser parte,
la capacidad procesal y la legitimación) y Capítulo II (de la pluralidad
de partes). También se dedica un Capítulo, el III, a la sucesión procesal,
otro a la postulación, el V y el IV a regular las diversas instituciones que
guardan relación con el poder de disposición de las partes sobre el pro-
ceso y su objeto.
Pero para poder afrontar y examinar las cuestiones que se suscitan
respecto a las partes, será necesario acudir a la regulación del Juicio
Ordinario, por ejemplo para determinar el tratamiento procesal de deter-
minados defectos que afecten a las partes, o bien a la regulación de la

4862
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

sentencia, particularmente a los artículos 221 y 222, o la regulación de la


ejecución: Capítulo I, del Título III, Libro III. Sin el examen de conjunto
no resulta posible acertar en la interpretación de las normas que contiene
el Título I.

I.3.2 La Legitimación

En los procesos matrimoniales y de ejecución, estarán legitimados:


a) Los cónyuges en todos los supuestos: Ostentan la legitimación
tanto activa como pasivamente, así se desprende del examen de los
artículos 74, 81, y 88 del Código Civil.
b) El Ministerio Fiscal.- Será siempre parte en los procesos de
Nulidad, y en los demás, siempre que alguno de los interesados en el
procedimiento sea menor, incapacitado, o esté en situación de ausencia
legal; así se deduce del artículo 749 de la L.E.C.; pero si la causa de
nulidad fuese la falta de edad, al llegar a la mayoría de edad, sólo podrá
ejercitar la acción el menor (art. 75 del Código Civil).
Conforme a lo dispuesto en el artículo 158 del Código Civil, cabe
la posibilidad de que a instancia del Ministerio Fiscal, entre otros, el
Tribunal pueda acordar las medidas que estime convenientes, y en con-
creto las que se indican en dicho precepto.
c) Cualquier persona que tenga interés legítimo y directo en los
supuestos de Nulidad, podrá ser parte actora (art. 74 del Código Civil),
excepto si la nulidad se funda en la falta de edad, error, coacción o
miedo grave (arts. 75 y 76 del Código Civil).
En los procesos que versen sobre la guarda y custodia de hijos meno-
res o sobre alimentos en nombre de hijos, le es de aplicación todo lo que
acabamos de exponer, salvo lo de los cónyuges que en su lugar serán
los progenitores.
En este aspecto, dice Carlos Manuel Garrido –Revista del Poder
Judicial número 69, primer trimestre año 2003, debemos preguntarnos en
qué situación, desde el punto de vista procedimental se encuentran los
hijos menores o incapacitados o no independizados económicamente,
ante una crisis matrimonial o de pareja entre sus progenitores. Entre los
múltiples efectos que se derivan de un proceso de nulidad, separación
y divorcio, tienen especial relevancia todos aquellos que de una manera
más o menos directa atañen a los hijos del matrimonio.
Estos efectos se producen también en los procesos a que se refiere
el artículo 748.4.º de la L.E.C., y que son aquellos que versen exclusi-

4863
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

vamente sobre guarda y custodia de hijos menores o sobre alimentos


reclamados en nombre de esos hijos.
Son los hijos los que van a verse afectados directa o indirectamente
por el resultado de un proceso en el que no van a poder intervenir como
parte procesal legítima –nulidad matrimonial, separación y divorcio; o
procesos del artículo antes mencionado (748.4.º de la L.E.C.); y se da
la paradoja de que las partes en el proceso, enfrentados entre sí por
intereses contrapuestos generados por la ruptura de la pareja, tienen al
mismo tiempo la obligación de velar de manera conjunta por el interés
de sus hijos.
Los hijos no están legitimados en los referidos procedimientos, no son
parte procesal, la posición de ellos no es otra que la de interesados en
el proceso, y desde esta perspectiva o posición, ellos hacen efectiva su
intervención a través de las principales vías legales previstas para ellos:
a) La exploración judicial, que tiene su apoyatura legal en el artículo
355 de la L.E.C., reconocimiento legal de una persona con las especiali-
dades que se establecen para la audiencia de menores o incapacitados
en el Código Civil, -Art. 92-, en los preceptos de la L.E.C. relativo a los
procesos matrimoniales -Art.770 y 777.5 de la L.E.C.- (audiencia a meno-
res o incapacitados) y especialmente en la L.O. 1/1996, de Protección
Jurídica de Menores; y
b) La posibilidad de pedir la adopción de medidas judiciales pre-
vistas en el artículo 158 del Código Civil. En cuanto al procedimiento
para la adopción de estas medidas en protección del hijo, las mismas se
podrán adoptar en cualquier procedimiento civil o penal como en un
procedimiento de Jurisdicción Voluntaria.
Por tanto estas medidas judiciales de naturaleza cautelar en protec-
ción del hijo puede adoptarse en cualquier proceso en que se hallen en
juego sus intereses, como en el caso del proceso matrimonial.

I.3.3 La Legitimación de los hijos mayores

¿Están legitimados los hijos mayores de edad para reclamar al proge-


nitor no custodio incumplidor, las pensiones alimenticias acordadas en
resolución judicial a favor de los mismos ¿
La Ley no trata este asunto, pero a mi juicio, es lógico que no lo abor-
de, habida cuenta que si el título que pretende ejecutar dimanan de un
proceso en el que las partes son los cónyuges y el Ministerio Fiscal en los
términos antes expuestos, sólo ellos estarán únicamente legitimados para

4864
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

instar la ejecución y por tanto la reclamación al progenitor incumplidor,


aunque los titulares de aquellas pensiones sean ellos, y sean mayores de
edad, y por tanto tenga capacidad procesal para ello.
Sólo el progenitor custodio, que tiene asignada la administración y
que aquél –el hijo – conviva con el mismo, ostenta dicha legitimación
en este tipo de procedimientos de ejecución de resoluciones, que en su
momento obtuvo la sentencia o auto y cuya ejecución se pide. De otro
lado, se refuerza la legitimación del progenitor custodio para su recla-
mación, sobre la base de artículo 24.1 de la Constitución Española, que
consagra el derecho de toda persona a obtener la tutela judicial efectiva,
y en similares términos se manifiesta el artículo 7.3 de la LOPJ, incluyen-
do entre los intereses legítimos que tienen derecho a la tutela judicial
efectiva tanto individual, como colectivos. Del artículo 93.2 del Código
Civil, emerge un indudable interés del cónyuge con quien conviven los
hijos mayores de edad, para accionar en defensa, reclamando, o solici-
tando el pago de lo reconocido judicialmente, en lo relativo a la pensión
alimenticia, tratándose de un supuesto extraordinario, ya que el padre,
o la madre, en estos procesos actúan en nombre e interés propio, pero
por un derecho ajeno que tiene el hijo mayor de edad que vive con uno
de sus padres y no goza de independencia económica.
Se podría decir que la mayoría de la jurisprudencia respalda dicha
tesis de la legitimación única, para el progenitor custodio o con el que
convive el hijo, para la reclamación de alimentos concedidos al hijo en el
ámbito del procedimiento matrimonial, frente al progenitor no custodio
incumplido. En estos términos se han pronunciado el Tribunal Supremo
en s. 24-IV-2000, que ha sido recogida entre otras, por la A.P.de Málaga,
Sección 6.ª, en s.19-XII-2000, y auto de fecha 4-XI-2003.
Pese a ello existen Secciones de Audiencias, como la 3.ª y 4.ª de las
de Granada, que exigen la personación del hijo mayor de edad, tanto
para la fijación de la pensión, como lógicamente para la reclamación de
atrasos y que no permiten en ningún momento la representación por
parte del progenitor (ver S. 27 de enero de 1998 de la Sección 3.ª de la
AP. Granada).
Aún así, habrá casos concretos en los que, pese a no estar legitimados
para realizar dicha reclamación por impago de pensiones, sí tendrán una
importancia su declaración en uno u otro sentido. Me estoy refiriendo a
cuando en ejecución de sentencia el progenitor no custodio y obligado
al pago de la pensión, expone al Juzgado que su hijo titular del crédito
alimenticio, mayor de edad, con independencia económica, y que volun-
tariamente comparece en el procedimiento de ejecución confirmando
ese hecho, y a la vez renunciando a dicha pensión. En este supuesto,

4865
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

se debe dar traslado de dicho escrito al progenitor custodio y si éste no


hace alegación alguna de contrario o no se opone, entonces se dictará
auto declarando extinguida la pensión, sin necesidad de derivarlos al
procedimiento de modificación de medidas.
Por tanto no basta con la mera renuncia del hijo sino que, además
necesita que el progenitor custodio no se oponga expresamente o tácita-
mente dejando transcurrir el plazo que se le hubiere concedido sin que
haga alegación alguna.
Con fecha 12 de marzo de 2004, en Acta de reunión de Magistrados
de las Secciones Civiles de la Audiencia Provincial de Málaga, presidida
por su Presidente, como único punto de orden del día consistente en
«coordinación de criterios en materia de legitimación para reclamar ali-
mentos de hijos mayores de edad, acordaron en que por regla general no
es necesaria la intervención de los hijos del matrimonio mayores de edad
en los procesos matrimoniales, reduciéndose la disparidad de criterios
al concreto caso de «procedimientos de modificación de medidas en los
que se pretenda la extinción o reducción de la pensión alimenticia».
Entre las conclusiones del Seminario «Encuentros de Jueces y Abogados
de Familia «organizado por el Consejo General del Poder Judicial y la
Asociación de Abogados de Familia celebrado en Madrid los días dieci-
siete a diecinueve de noviembre de 2003, se acordaron con relación a
la legitimación en materia de ejecución de sentencia, que sólo estarán
legitimados para intervenir en fase de ejecución, en un procedimiento
matrimonial o de pareja «more uxorio», los cónyuges o integrantes de la
pareja así como el Ministerio Fiscal si existen menores o incapacitados.
Sólo se podrá dar el supuesto de sucesión procesal en el caso con-
templado en el artículo 101 párrafo 2 del Código Civil (pensión compen-
satoria).
Los abuelos pueden intervenir sólo por sustitución (teoría del nego-
cio ajeno), cuando fallece un progenitor y se hagan aquellos cargo del
menor.

I.4 La Postulación y Defensa

En materia de ejecución, para la postulación y defensa habrá que acu-


dir, como regla general a lo dispuesto en el artículo 539 de la L.E.C., en
conexión con lo que establece el artículo 750 de la misma ley procesal.
El primero de los artículos establece como necesario que tanto el eje-
cutante como el ejecutado debe estar dirigidos por letrados y represen-

4866
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

tados por procurador, salvo que se trate de la ejecución de resoluciones


dictados en procesos en que no sea preceptiva la intervención de dichos
profesiones.
Como lo que se pretende ejecutar son resoluciones dictadas en proce-
sos matrimoniales, aquella norma nos remite a estos procesos para saber
si en ellos la intervención de dichos profesionales es preceptiva o no.
En el segundo de los artículos citados –750.1– refiriéndose a los pro-
cesos especiales, (titulo I, Libro IV de la L.E.C.), entre los que se encuen-
tran los matrimoniales – nulidad, separación y divorcio -, se establece
que fuera de los casos en que, conforme a la Ley, deban ser defendidos
por el Ministerio Fiscal, las partes actuarán en los procesos a que se refie-
re este título con asistencia de abogado y representado por procurador.
El párrafo primero del número 2 de dicho artículo, prevee la posibi-
lidad de que en los procedimientos de separación o divorcio solicitado
de común acuerdo por los cónyuges, éstos podrán valerse del mismo
abogado y procurador.
Al final del segundo párrafo del número 2 del referido artículo 750,
dispone que cuando hubiera recaído sentencia en proceso consensual
de los antes referidos (separación y divorcio), si una de las partes pide
la ejecución judicial del acuerdo o convenio homologado judicialmente,
se requerirá a la otra parte para que nombre abogado y procurador que
la defienda y represente.
Por tanto se desprende de estos preceptos, que si es preceptiva
la intervención de abogado y procurador en los procesos de nulidad,
separación y divorcio, también será siempre preceptiva la intervención
de dicho profesionales en la ejecución de las resoluciones dictadas en
dichos procesos.
La misma intervención preceptiva de abogado y procurador será
necesaria en la ejecución de resoluciones dictadas:
a) En las Medidas a que se refiere el artículo 771 de la L.E.C., en sus
dos modalidades de Medidas provisionales previas, como en las urgentes
adoptadas «inaudita parte» del párrafo segundo, número 2 de dicho pre-
cepto, pues en ambos casos, para todo escrito y actuación posterior al
escrito inicial de solicitud, es preceptiva la postulación; y
b) En los procesos a que se refiere el artículo 770.6.ª de la L.E.C., y
que versan exclusivamente sobre la guardia y custodia de hijos menores
o sobre alimentos reclamados en nombre de los hijos menores, para la
adopción de las Medidas Cautelares, pues los trámites son los mismos

4867
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

que los previstos para la adopción de medidas previas, simultáneas o


definitivas en los procesos de nulidad, separación o divorcio.
No obstante, si alguna demanda ejecutiva es presentada y firmada
exclusivamente por la parte ejecutante ¿debe inadmitirse o por el con-
trario, cabe la posibilidad de requerir a dicha parte para que dentro de
un plazo pueda subsanar ese defecto? Conforme a lo que dispone el
artículo 403 de la L.E.C. procedería sin más su inadmisión, habida cuenta
que no sólo no se acompaña el poder del procurador sino que no com-
parece por medio del mismo, tal y como determina el artículo 23 de la
referida ley; y porque tampoco viene firmada por abogado –art. 31 de
dicha ley procesal.
Entiendo yo, que lo correcto es dar un plazo para poder subsanar
ese defecto, sin tomar esa decisión de no admitir la misma, y ello por
aplicación analógica del artículo 559 de aquella ley.
Por lo que respecta al ejecutado, le sería de aplicación la misma tesis,
ahora bien, ese plazo concedido para subsanar, no suspendería la ejecución.
Esta tesis tiene también su apoyo, en los casos en que el ejecutado mani-
fiesta que quiere oponerse a la ejecución despachada en su contra y solicita
el nombramiento de abogado y procurador de oficio, con suspensión del
plazo de oposición, que en todo procedimiento se viene haciendo.
Hay que tener en cuenta que, pese a que los autos de separación y
divorcio estuviera el ejecutado representado con abogado y procurador,
el auto despachando ejecución, copia de demanda ejecutiva y demás
documentos, deberán notificarse y entregarse personalmente al ejecutado
y no al procurador que conste en los autos cuya resolución se esté ejecu-
tando, dado que es un procedimiento nuevo, y será a partir de la fecha
en que se le hubiera practicado dicha diligencia cuando se empezará a
contar los diez día para oponerse, tal y como más adelante veremos.
Por todo lo expuesto podemos afirmar la necesidad de la postulación
y defensa en este tipo de procedimientos de ejecución de resoluciones,
pues en caso contrario podría dar lugar a la nulidad de actuaciones, tal y
como viene regulado en el artículo 225.4 de la L.E.C., en donde se san-
ciona con la nulidad de pleno derecho de «los actos procesales cuando
se realicen sin la intervención de abogado, en los casos en que la ley la
establezca como obligatoria.

I.5 El Tribunal Competente

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 545 de la L.E.C., será


competente para la ejecución de resoluciones judiciales y de transac-

4868
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

ciones y acuerdos judiciales homologados o aprobados, el tribunal que


conoció del asunto en primera instancia o el que homologó o aprobó la
transacción o el acuerdo.
Este artículo está en conexión con lo dispuesto en el artículo 61 de
la referida ley. Luego será competente para la ejecución de las resolucio-
nes dictadas en los procesos de familia, el Juez de primera instancia que
hubiera conocido del asunto y fuese el que dictara la resolución.
Hoy día se tiende, y así se recogen en la mayoría de las normas
de reparto, a que un mismo Juzgado tenga conocimiento de los asun-
tos relativos a familia y persona; pero puede suceder que en la misma
localidad donde existan dos o más Organos Judiciales del mismo orden,
uno conozca de la separación y otro del divorcio y de la modificación
de medidas referidas a las mismas partes; y en cada uno de ellos se esté
ejecutando las respectivas resoluciones. En los supuestos en que por el
Juzgado que esté ejecutando la sentencia de separación y a tenor de lo
dispuesto en el artículo 93 del Código Civil, el Juez hubiera adoptado
para garantizar el pago mensual de pensión, la retención del sueldo
del ejecutado, y posteriormente, otro Juzgado que ejecute la sentencia
de divorcio hubiere modificado o extinguido la pensión asignada en
separación, deberá participarlo al Juzgado que hubiere adoptado aquella
medida para que la deje materialmente sin efecto, pues entiendo, que
directamente el Juzgado que ejecuta la sentencia de divorcio no es com-
petente para verificarlo; debiendo mandar un exhorto para que aquél
deje sin efecto la medida que tenía adoptado en ejecución de sentencia
de separación.

I.5.1 Competencia en las medidas civiles adoptadas en las Ordenes de


Protección de las víctimas de la violencia doméstica, dictadas al
amparo de la Ley 23/2003, de 31 de julio

El Juez de Instrucción (penal) podrá adoptar, en el seno de la Orden


de Protección, medidas de naturaleza civil, siempre que no hubieran sido
previamente acordadas por un órgano del orden jurisdiccional civil, y
sin perjuicio de las medidas previstas en el artículo 158 del Código Civil
(apartado 7 del artículo 544 ter de la l.e.crim.) y que podrán consistir
en la atribución del uso y disfrute de la vivienda familiar; determinar el
régimen de custodia, visitas, comunicaciones y estancia con los hijos;
Determinar el régimen de prestación de alimentos; Y cualquier disposi-
ción que se considere oportuna a fin de apartar al menor de un peligro
o de evitarle perjuicios.

4869
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

Por otra parte, hay que tener en cuenta que estas medidas son de
naturaleza provisional, es decir tienen vigencia limitada en el tiempo (30
días), debiendo ser posteriormente ratificadas, modificadas o dejadas sin
efecto por el juez civil.
Como afirma el artículo 544 ter. 7, 2.º de la L.E.Crm.., las medidas de
carácter civil contenidas en la orden de protección tendrán una vigencia
temporal de 30 días. Si dentro de este plazo fuese incoado a instancia
de la víctima o de su representante legal un proceso de familia ante la
jurisdicción civil las medidas acordadas permanecerán en vigor durante
30 días siguientes a la presentación de la demanda. En este término las
medidas deberán ser ratificadas, modificadas o dejadas sin efecto por el
Juez de primera instancia que resulte competente.
Una vez recibida la demanda referida a la ratificación, modificación
o levantamiento de las medidas civiles dictadas en el seno de una orden
de protección, el Juez civil incoará el procedimiento cautelar previo o
simultáneo al pleito principal civil que corresponda.
Como recuerda el Protocolo de Coordinación entre los Órdenes
Jurisdiccionales penal y Civil para la Protección de las víctimas de
violencia doméstica, aprobado por la Comisión de Seguimiento de la
Implantación de la Orden de protección de las Víctimas de Violencia
Doméstica en su reunión del día 18 de diciembre de 2003, si por razones
excepcionales el Juez civil no puede dictar la correspondiente resolución
dentro del plazo de 30 días desde la presentación de la demanda, podrá
hacer uso de la posibilidad de dictar medidas inaudita parte si concurren
los requisitos exigidos por el artículo 771.2,2.º de la L.E.C., procediendo
a señalar la correspondiente comparecencia a la que se refiere el artícu-
lo 771.2.1.º de la referida ley procesal civil.
Pero dicha medidas acordadas por el Juez de Guardia a qué Juzgado
le competente ejecutarlas ¿al Juzgado de lo penal o al Juzgado de instan-
cia que ratifique, modifique o deje sin efecto las mismas ¿
Dichas medidas adoptadas al amparo de dicha ley por el Juzgado de
Instrucción, hasta tanto no se dicte la resolución por parte del Juzgado
de familia (instancia) pronunciándose sobre las mismas en el sentido
de confirmándolas, modificándolas o levantarlas, el competente será el
Juzgado de Instrucción que las hubiere adoptado. Y ello debe ser así
sobre la base de lo dispuesto en el artículo 545 de la L.E.C.; es decir el
Juzgado de familia (instancia) al no haberlas adoptado, carece de título,
hasta tanto no dicte el correspondiente auto de ratificación.
Ahora bien, para que no haya ninguna disfunción, sería conveniente
que la parte inste al Juzgado de familia (instancia) que cuando dicte la

4870
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

resolución, ésta contenga el pronunciamiento de que los efectos sean


desde la fecha en que el Juzgado de Instrucción (penal) dictó la orden
- auto - adoptando, entre otros, las referidas medidas civiles, con lo cual
el referido Juzgado de familia (instancia) tendrá la competencia desde
que aquél Juzgado de Instrucción las adoptara.

I.6 Despacho de Ejecución

1.6.1 Introducción

Como cuestión a tener en cuenta en materia de familia, he de mani-


festar que, para iniciar la ejecución de cualquier resolución dictada en
estos procedimientos, no hay que tener que esperar al cumplimiento de
los plazos establecidos en el artículo 548 de la L.E.C., por no ser de apli-
cación a los mismos. Es de aplicación inmediata alguna de las medidas, y
otras se podrá instar la ejecución desde el momento de su incumplimien-
to. Ello, entiendo, que tiene su base legal en los preceptos siguientes:
Artículo 771.2 párrafo segundo de la L.E.C., refiriéndose a las medi-
das previas, en donde se establece que los efectos y medidas acordadas
de conformidad con lo dispuesto en este artículo sólo subsistirán si, den-
tro de los treinta días siguientes a su adopción se presenta la demanda
de nulidad, separación o divorcio.
Artículo 773.3 de la L.E.C. último inciso «contra el auto que se dicte
no se dará recurso alguno».
Y artículo 774.5 de la L.E.C. «Los recursos que, conforme a la ley, se
interpongan contra la sentencia no suspenderán la eficacia de las medi-
das que se hubieren acordado en ésta. Si la impugnación afectara única-
mente a los pronunciamientos sobre medidas, se declarará la firmeza del
pronunciamiento sobre nulidad, separación o divorcio».
Por tanto las pensiones se podrán reclamar desde la fecha en que
exista una resolución judicial que establezca dicha pensión –ya sea ali-
menticia o compensatoria – y se incumpla su abono. Cuando exista un
convenio regulador, tratándose de procedimientos de mutuo acuerdo
–separaciones o divorcios y Guarda y Custodia – habrá que estarse a lo
que se hubiera convenido al respecto., En cuyo caso podrá retrotraerse
la eficacia de la sentencia a aquella fecha que se fijó para tal fin. En los
procedimientos matrimoniales contenciosos la exigencia podrá retro-
traerse, en el caso que estamos comentando de alimentos, a la fecha de
presentación de la demanda si así se ha solicitado y se recoge en las
resoluciones correspondientes (art. 148 del Código Civil).

4871
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

Lo mismo cabe decir sobre el plazo de espera a que se refiere el


artículo 704 de la L.E.C., refiriéndose al desalojo del ejecutado de la
vivienda habitual –plazo de un mes -. En este caso tampoco rige dicho
plazo para proceder a su ejecución.
En estos términos se han acordado en el seminario celebrado en
Madrid entre Jueces y Abogados de familia al que antes hemos aludido,
a fin de aunar criterios.

I.6.2 La demanda ejecutiva

Los artículos 549 y 550 de la L.E.C. son los reguladores de la demanda.


En concreto para este tipo de ejecución dineraria en familia, que es lo
que estamos desarrollando en esta ponencia, el artículo 549.2 establece
que «cuando el título ejecutivo sea una sentencia o resolución dictada
por el tribunal competente para conocer de la ejecución, la demanda
ejecutiva podrá limitarse a la solicitud de que se despache la ejecución,
identificando la sentencia o resolución cuya ejecución se pretenda».
Por tanto la demanda no tiene que estar revestida de todas las solem-
nidades que requiere el artículo 399 de la L.E.C., pero no obstante lo
dispuesto en aquel precepto (549.2), la misma deberá contener unos
requisitos mínimos en este tipo de procedimientos para que no sufra
demora su verificación:
1) Identificación de las partes y su D.N.I.
2) Domicilio actual de la parte ejecutada donde practicarse las noti-
ficaciones.
3) Acompañarse de copia de la resolución que pretenda ejecutar sin
que sea necesario testimonio de la misma.
4) Reseñar número de cuenta donde deban realizarse las cantidades
reclamadas en el auto despachando la ejecución.
5) Expresión de forma detallada por meses y años de las cantidades
devengadas, así como de las cantidades, en su caso, abonadas por el
ejecutado, desglosadas también por meses y años. Igualmente, y a los
efectos del artículo 575 de la L.E.C., deberá especificarse la cantidad pre-
supuestada en concepto de intereses y costas de la ejecución.
6) Especificación, en su caso, del índice de actualización, con expre-
sión del mes del inicio de los efectos de dicha actualización que efec-
túa la parte. Se deberá aportar las correspondientes certificaciones del
Instituto Nacional de Estadística.

4872
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

7) A los efectos fijados en el artículo 549 de la L.E.C., deberán con-


cretarse los bienes del ejecutado susceptibles de embargo con especifica-
ción de la empresa u organismo público, así como del domicilio a donde
deba dirigirse el correspondiente oficio de retención, designándose el
número de cuenta a donde deba realizarse los correspondientes ingre-
sos. La misma circunstancia en el caso de embargos de saldos de cuen-
tas corrientes. En el supuesto de embargo de bienes inmuebles, deberá
especificarse la descripción registral de la finca, así como el Registro de
la Propiedad concreto donde deba dirigirse el mandamiento, y no de
forma genérica. E incluso, sería más efectivo el adjuntar nota simple del
Registro de la Propiedad -.
Tanto en el caso de no expresarse los mismos y solicitara medidas de
localización en relación con el artículo 590 de la L.E.C., se despachará
ejecución pero no se procederá al embargo de bienes.
La demanda deberá presentarse en el Decanato, y éste deberá tur-
narlo al Juzgado al que va dirigida, mediante la itineración en aquellas
localidades en que esté así establecido en el sistema informático, y en
su caso, una vez aceptada, se registrará en el libro de registro corres-
pondiente.

I.6.3 Auto despachando Ejecución

Si la demanda reúne los requisitos, se despachará ejecución a través


de auto, que no será susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de la
oposición que, con arreglo a la L.E.C., pueda formular el ejecutado.
Si el Juzgador, sobre la base de lo dispuesto en el artículo 552 de la
L.E.C., entendiera que no concurren los presupuestos y requisitos lega-
les exigidos, dictará auto denegando el despacho a la ejecución; pero a
diferencia de lo que dispone el artículo 551.2 de la referida ley procesal,
en este supuesto, sí puede el ejecutante - acreedor - o bien, recurrir en
reposición, y si éste fuera desestimado, en apelación; o directamente
interponer recurso de apelación.
Es decir que el ejecutado –deudor– para el caso que se dictara auto
despachando la ejecución no puede hacer uso de ningún tipo de recurso,
pero sí en el escrito de oposición hacer todas las alegaciones que confor-
me a la ley le estén permitido tal y como después veremos.
Por su parte el ejecutante –acreedor– contra el auto que acuerde
la ejecución tampoco puede recurrir; pero para el supuesto de existir
alguna omisión o errores manifiestos, sí puede pedir aclaración o que
se complete la omisión, habida cuenta de la nueva redacción dada al

4873
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

artículo 267 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por Ley 19/2003, de
23 de diciembre.
En consecuencia cualquier demanda ejecutiva de reclamación de can-
tidad, líquida y determinada judicialmente, dará lugar a que se dicte el
referido auto despachando ejecución, que deberá contener los extremos
mencionados en el artículo 553 de la L.E.C. En el caso que nos ocupa:
Identificación del cónyuge frente al que se despacha la ejecución.
La cantidad líquida principal que se reclama, distinguiendo si es por
impago de pensión, o como consecuencia de actualización de la pen-
sión, en la misma irá los intereses (los intereses sobre cantidades líquidas
que se reclamarán desde el momento de cada impago, correspondiendo
al ejecutante calcular su importe); además de la cantidad presupuestada
para intereses y costas de la ejecución.
La actualización, en su caso, de la pensión y fecha en que produce
sus efectos.
Se puede acordar, si así le ha solicitado la parte ejecutante en su
demanda de ejecución de sentencia y si existen antecedentes de ante-
riores impagos que hubieren dado lugar a otras reclamaciones, como
medida cautelar para garantizar el pago de la pensión, que se retenga
del sueldo del ejecutado mensualmente aquella cantidad, y ello sobre la
base de lo dispuesto en el artículo 90 del Código Civil. Esta medida es
facultativa del Juzgador el poder adoptarla, no sólo en el auto donde se
despacha la ejecución sino incluso con posterioridad, si entiende y se
demuestra la existencia de pagos «rebeldes» (pagos incompletos, pagos
fuera de fechas, se paga un mes sí y otro no, pagos no ingresados en
la cuenta señalada al efecto judicialmente, etc.) por parte del que viene
obligado a abonarlos, es decir el ejecutado (progenitor no custodio). Esta
medida, cuando considere el Juzgador que han desaparecido los motivos
que originaron su adopción, o existan garantías a juicio del mismo de
su completo y puntual pago, puede dejarlas sin efecto. Por otro lado,
cabe dejar sentando, que esa medida cautelar en nada altera al fondo del
asunto, es decir al título judicial que se está ejecutando por cuanto que
el importe de la pensión no se altera con dicha medida o sin ella.
En estos términos se ha pronunciado la Audiencia Provincial de
Málaga, Sección 5.ª, mediante auto de fecha 12 de junio de 2002 cuando
en su Fundamento de Derecho Tercero dice: «... esta situación justifica
sobradamente la medida adoptada por el Juzgador, que responde al pro-
pósito de que no quede al arbitrio del deudor el momento del pago y
la determinación concreta de las cantidades que debe obligatoriamente
satisfacer cada mes».

4874
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

Contendrá el embargo de los bienes del ejecutado que el progeni-


tor ejecutante hubiera designado hasta cubrir el principal, intereses y
costas.
En el supuesto de que se haya solicitado por parte del ejecutante la
investigación patrimonial, al ignorar los bienes del deudor y por tanto
no hubiera designado los mismos para el embargo, y previa exposición
breve de las razones por las cuales cree que la entidad, registro, orga-
nismo de que se trate, dispone de información sobre el patrimonio del
ejecutado. (Hay que tener en cuenta que el Tribunal no reclama cuando
el ejecutante pueda obtener por sí mismo, o través de su Procurador) El
Juez en este caso acordará dirigirse a las entidades financieras, organis-
mos y registros públicos y personas físicas y jurídicas que el ejecutante
haya indicado, con el fin de facilitar la relación de bienes o derechos del
ejecutado de los que tenga constancia.
De otro lado, cuando el ejecutante no designa bienes, el Juez reque-
rirá de oficio al ejecutado para que manifieste relacionadamente bienes
y derechos suficientes para cubrir la cuantía de la ejecución (art. 589 de
la L.E.C.). Si bien, la ley dice por providencia, no veo inconveniente para
que ese requerimiento se adopte en el mismo auto que se despacha,
pendiente obviamente de la designación de los bienes y su posterior
embargo; éste se puede realizar mediante diligencia de embargo inme-
diatamente de que se haya notificado el referido auto de despacho de
ejecución.
El artículo 554 de la L.E.C. dispone que el requerimiento de mani-
festación de bienes, se llevará a efecto de inmediato, sin oír al ejecuta-
do ni esperar a la notificación del auto de despacho de ejecución (ver
artículo 553.2 de la L.E.C. en relación con el artículo 161 de la misma
ley). Por tanto, Según Angel Berrocal Jaime, es una previsión normativa
de imposible cumplimiento porque difícilmente podrá esperarse respues-
ta al requerimiento «sin oir al ejecutado». Por eso parece razonable, en
este caso, entender que el requerimiento de manifestación de bienes se
efectuará al ejecutado, inmediatamente después de la notificación del
despacho de ejecución y antes de la diligencia de embargo. Ello implica,
a su vez, que el ejecutado deberá contestar al requerimiento en el mismo
acto, al objeto de proceder la Comisión Judicial seguidamente al embar-
go de los bienes por él mismo relacionados.
Es decir, que en este supuesto no se procederá al embargo de nin-
gún bien en el auto, al desconocerse los mismos, será a posteriori, y
una vez que el ejecutado hay sido requerido y así los hubiere señalado.
Pero hemos de puntualizar que en la práctica, casi nunca se requiere
puesto que difícilmente los señala, pese a las multas coercitivas que el

4875
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

artículo 589.3 de la L.E.C. faculta al Tribunal para que se le imponga. Ello


haría que se demore la efectividad de la ejecución.
Será pues, el ejecutante el que los señale (bienes) en su demanda
para que directamente en el auto despachando la ejecución se adopte,
o por el contrario se procederá a las medidas de localización y ave-
riguación de bienes –artículo 590 de la L. E. C.– acordando dirigir los
oficios antes referenciados. Una vez tengamos la contestación positiva, y
a instancia del mismo., Mediante providencia se procederá al embargo
en cantidad suficiente para cubrir el principal, intereses y costas presu-
puestadas provisionalmente, sin que por estos últimos conceptos supere
el 30 por 100 del principal.
Si el ejecutante hubiera solicitado en su demanda la ampliación auto-
mática, se podrá hacer constar así en el auto, para que cuando se le
notifique al ejecutado quede advertido de tal contingencia, conforme a
lo dispuesto en el artículo 578.2 y 3 de la L.E.C..
Hay que hacer constar que dicho apartado tiene distinto matiz y sig-
nificado que lo dispuesto en el apartado 1 de dicho precepto (art. 578.1),
habida cuenta que aquél se tiene que pedir en la demanda de ejecución,
para que se proceda en los términos antes expuestos, en tanto que este
precepto del núm. 1, es después; es decir, una vez se ha dictado el auto
despachando ejecución, y venciera algún plazo de la misma obligación,
se entenderá ampliada la ejecución por el importe correspondiente a los
nuevos vencimientos del principal e intereses, si lo pide así el actor eje-
cutante en escrito posterior. En aquél se tiene que pedir en la demanda
ejecutiva. En este lo puede pedir una vez que se ha dictado el auto, y
hubiera vencido algún plazo de la misma obligación, o la obligación en
su totalidad, pero sin retrotraer el procedimiento.
Significar que estos mecanismos procesales (de vencimientos de
nuevos plazos o de la totalidad de la deuda) son operativos única-
mente cuando se ejecuta un solo título (sentencia de separación o de
divorcio, etc.).
El requerimiento de pago al deudor, sólo es posible respecto de los
títulos extrajudiciales (art. 581 de la L.E.C.). Por tanto para este tipo de
ejecución que estamos desarrollando no será necesario requerir de pago
al progenitor no custodio –ejecutado–.
No obstante diremos que en la práctica, cuando la parte ejecutante
presente un escrito y únicamente solicite que se requiera de pago de
unas cantidades pequeñas, podrá acordarse, (pero sin dar lugar a regis-
trar como demanda ejecutiva) que se proceda al requerimiento de pago
por dicha cantidad, de esa forma se puede evitar un procedimiento de

4876
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

ejecución si es que el ejecutado accede a dicho requerimiento y paga sin


más. Pero si no contesta o la respuesta fuera oponiéndose, se daría por
cumplido dicho acto con indicación al ejecutante para que, en su caso,
pueda presentar demanda de ejecución de sentencia en forma.
Finalmente el apartado 2 del artículo 553 de la L.E.C. contempla la
notificación al ejecutado tanto del auto que despacha la ejecución como
de la propia demanda ejecutiva en que se asienta, sin citación ni empla-
zamiento para que éste, facultativamente, intervenga en la ejecución en
el momento que así le interese, sin que se retrotraigan en ningún caso
las actuaciones previas a esta personación
El auto despachando ejecución debe notificarse personalmente al
ejecutado, por ser un nuevo procedimiento, independientemente que
en el juicio declarativo (nulidad, separación o divorcio) esté personado
con procurador y asistido de abogado, dado el tenor del apartado 2 del
artículo 553 de la L. E. C. que son específicos de este tipo de procedi-
miento, y que debe prevalecer sobre el artículo 28.1 de la referida ley;
aquél precepto dice expresamente»... para que en cualquier momento
pueda personarse en la ejecución». Luego no distingue si en los autos
del proceso declarativo está personado o no para que se persone nue-
vamente o no en función de cómo lo esté en el declarativo. Al no estar
personado aún el ejecutado, el procurador no le representa, por lo que
está claro que el artículo 28.1 no le es de aplicación.
Es muy frecuente que cuando el ejecutante presenta la demanda
de ejecución lo haga con traslado de copia al procurador que ostenta
la representación del ejecutado en el proceso de nulidad, separación,
etc., pero aún así, debe notificarse personalmente al ejecutado; y será a
partir de entonces, es decir de la notificación, cuando empiece a correr
el plazo establecido en el artículo 556.1 de la L. E. C. para oponerse a
la ejecución, y poder personarse en cualquier momento con abogado y
procurador.
No es de aplicación el artículo 276 de la L.E.C. (traslado de escritos
con carácter previo a los procuradores), porque no se sabe quién pueda
ser el procurador, al no estar aún personado; (aunque repito, en el pro-
cedimiento del que dimana el título judicial que se pretenda ejecutar:
nulidad, separación, divorcio, etc., sí estén ambas partes personadas con
procurador y abogado) dado que es un procedimiento autónomo, inde-
pendiente, con registro diferente en el libro general. Tampoco es necesa-
rio que el ejecutado cuando se persone, y por las mismas razones antes
expuestas, le dé traslado al ejecutante de su escrito de personación, habi-
da cuenta que origina precisamente la primera comparecencia (apartado
3 del artículo 276 de la L.E.C.); debiendo en este caso el Tribunal el que

4877
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

tenga que efectuar el traslado conforme a lo dispuesto en los artículos


273 y 274 de dicha ley.

I.6.4 Acumulación de ejecuciones (art. 555 de la L.E.C.)

Vamos a exponer lo que al respecto dice el referido precepto:


1. A instancia de cualquiera de las partes, se acordará la acumula-
ción de los procesos de ejecución pendientes entre el mismo acreedor
ejecutante y el mismo deudor ejecutado.
2. Los procesos de ejecución que se siguen frente al mismo ejecuta-
do podrán acumularse, a instancia de cualquiera de los ejecutantes, si el
tribunal que conozca del proceso más antiguo lo considera más conve-
niente para la satisfacción de todos los acreedores ejecutantes.
3. La petición de acumulación se sustanciará en la forma prevenida
en los artículos 74 y siguientes.
4. Cuando la ejecución se dirija exclusivamente sobre los bienes
especialmente hipotecados, sólo podrá acordarse la acumulación a otros
procesos de ejecución cuando estos últimos se sigan para hacer efectivas
otras garantías hipotecarias sobre los mismo bienes.
El artículo 555 de la L.E.C., en lo que al procedimiento se refiere, se
remite a los artículos 74 y siguientes de dicha ley, relativos a la acumula-
ción de procesos. La acumulación se hará ante el Juzgado que conozca
de la ejecución más antigua, pasando a darse curso a todas ellas de
forma unitaria, más sin que esta circunstancia modifique ni la afección ni
el orden de los bienes sujetos a la ejecución, que lo será en el modo y
alcance determinado individualmente para cada ejecución concreta, así
como en el orden que se derive de ésta.
En lo que atañe al tema de esta ponencia (pensiones), tal y como afir-
ma Luis María Delgado López, es frecuente que haya varios títulos que
se estén ejecutando porque los cónyuges sigan varios procesos entre sí
(medidas provisionales, separación, divorcios, modificación de medidas,
etc.). El auto o sentencia que resuelvan cada uno de ellos es un título de
ejecución para el pago de los alimentos, y cada uno sustituye al anterior.
Dicho exactamente, las medidas acordadas en cada uno sustituyen a las
establecidas en el anterior (art. 106 del Código Civil). Así que las acciones
fundadas en cada una de ellos, quizás acumuladas entre sí o ampliada su
ejecución, han de ejecutarse en procesos diferentes.
Es frecuente que estén abiertos varios porque al crearse un nuevo
título no se ha cumplido del todo el anterior: a la firmeza de la sentencia

4878
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

de divorcio, el padre no custodio no ha satisfecho todos los alimentos a


cuyo pago le obligó la sentencia de separación. La situación se complica
si los distintos procesos fueron turnados en Juzgados diferentes.
La respuesta satisfactoria a la necesidad continuada de la madre de
atender a los hijos comunes viene dada por la acumulación de los varios
procesos de ejecución «pendientes entre el mismo acreedor ejecutante y
el mismo deudor ejecutado «(art.555.1 L.E.C.). La dificultad surge porque
al proceso más antiguo «se acumularán los más modernos «(art.79 L.E.C.).
Y cuando existen varias resoluciones sobre alimentos dictadas en proce-
sos distintos, la del último determina la pensión vigente, la que habrá de
actualizarse. Así que los varios procesos no podrán acumularse al más
antiguo sino a aquél en que fue dictada la última sentencia.
Esta solución lógica choca con la literalidad del artículo 79 de la
L.E.C.. Por eso no está admitida en la práctica forense. No lo está dentro
del mismo Juzgado, aunque de hecho los autos vienen enlazándose,
como bajo la anterior L.E.C., por el sistema poco ortodoxo pero muy
práctico de unirlos en cuerda floja.
Esta solución lógica colisiona también con las reglas de reparto habi-
tuales en los Juzgados. Por eso tampoco y mucho menos está admitida
si se trata de procesos seguidos ante Juzgados distintos.
Por eso Luis María Delgado se pregunta ¿Hay obstáculo para sostener
que la regla de acumulación al más antiguo no es general para todos
los procesos sino que existe una laguna respecto a los de ejecución por
pensiones alimenticias, la cual debe ser integrada con la norma de lo que
sea al más moderno ?

I. 7 Oposición a la Ejecución

I.7.1 Introducción

Como ha quedado expuesto anteriormente, dentro de los diez días


siguientes a que se le notifique personalmente el auto en el que se
despacha la ejecución, con entrega de copia de la demanda, el ejecu-
tado podrá oponerse a ella por escrito; dicho escrito de oposición no
suspenderá el curso de la ejecución, a excepción de lo dispuesto en el
artículo 558.1 de la L.E.C.. Los motivos de oposición no se reducirán a
los expresamente recogidos en el artículo 556 de dicha ley adjetiva (reso-
luciones judiciales o arbitrales y de transacciones y acuerdos aprobados
judicialmente), pudiendo ser también objetos de oposición a la ejecución

4879
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

las causas establecidas en el artículo 557 de la L.E.C. (ejecución fundada


en títulos no judiciales ni arbitrales).

I.7.2 Motivos de oposición

I.7.2.1 Pago o cumplimiento de lo ordenado en la sentencia

Tratándose como en los casos que analizamos (pensiones alimenticias


o compensatorias) de la obligación de entregar una determinada canti-
dad de dinero, debe quedar adecuadamente justificado por cualquier
medio documental, y realizarse con anterioridad a la presentación de la
demanda de ejecución. Está claro que si el pago se hace con posteriori-
dad, la ejecución sólo quedaría reducido para las costas procesales.
Es frecuente que el título que se ejecute contenga la forma de hacer
efectivo dicho pago, con lo cual el deudor no podrá variar esa forma
de pago a la que se le ha obligado, pero no obstante, siempre deberá
acreditarlo documentalmente, sin que por tanto pueda tenerse en cuenta
el testimonio de algún tercero.
Tampoco cabe la posibilidad de hacer entrega del importe de pen-
sión alimenticia al hijo, aunque este sea el titular de la misma, habida
cuenta que la administración de dicha pensión recae en la progenitora
custodia, en consecuencia las cantidades entregadas directamente a los
hijos no pueden considerarse como pagos de la pensión y sí como meras
liberalidades.
A este respecto el Auto de 27-09-2001 de la Sección 6.ª de la Audiencia
Provincial de Málaga se ha pronunciado en los siguientes términos:»... si
las pensiones alimenticias para los hijos fueron pactadas por los litigantes
en el convenio regulador, y se aprobó en sentencia judicial, el cumpli-
miento de lo que en él acordaron no puede quedar en manos de una de
las partes que decide unilateralmente a qué pagos hacía frente, su cuan-
tía, tiempo y forma, con la consiguiente inseguridad e inestabilidad en la
administración de la economía familiar que produce a la otra parte...».

I.7.2.2 Caducidad de la acción ejecutiva

Dice Miguel Julián Collado Núño, Presidente de la Sección XIX de


la A.P. de Barcelona que el legislador fija un plazo de caducidad de la
demanda ejecutiva de cinco años desde la firmeza de la sentencia o
resolución judicial que aprueba la transacción o acuerdo, o bien de la
resolución arbitral, y a éste tenemos que estar o atenernos pese a las

4880
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

objeciones que pudieren realizarse sobre la conveniencia que tendrían


su consideración como plazo de prescripción. Conforme a lo dispuesto
en el artículo 551 de la L.E.C. esta circunstancia no podrá apreciarse de
oficio por el Juez que despache la ejecución.
Por otro lado el artículo 518 de la L.E.C. establece que «la acción
ejecutiva fundada en sentencia, en resolución judicial que apruebe una
transacción judicial o un acuerdo alcanzado en el proceso o en resolu-
ción arbitral caducará si no se interpone la correspondiente demanda
ejecutiva dentro de los cinco años siguientes a la firmeza de la sentencia
o resolución». Esta caducidad como vemos sólo alcanzará a los títulos
ejecutivos judiciales o arbitrales, mientras que las demás, el plazo general
será de quince años, o bien cinco (art. 1966.3 del Código Civil) y de un
año si nos encontramos ante el título expedido con arreglo a las previsio-
nes de la Ley de Responsabilidad Civil y Seguros de Vehículos a Motor.
Por tanto, en el caso de las ejecuciones forzosas matrimoniales de tipo
económico, el artículo 518 de la L.E.C. se ha de interpretar en el sentido
de que los cinco años se han de contabilizar desde cada vencimiento de
pensiones periódicas y no desde la fecha de la notificación de la senten-
cia. Dicho precepto se ha de aplicar a procedimientos iniciados después
de la entrada en vigor de la L.E.C.
Así pues, la caducidad de dicho precepto, es inaplicable respecto de
sentencias anteriores a la nueva L.E.C. tratándose de una ejecución por
impago de pensiones atrasadas; el cómputo de los cinco años ha de rea-
lizarse desde que se produce el impago; en el caso contrario, conduciría
al absurdo de que abonadas las pensiones periódicas correspondientes
a los cinco primeros años, serían inejecutables los pagos posteriores.
Si no fuese así, nos encontraríamos ante un verdadero fraude procesal
proscrito por el artículo 11. 2 de la L. O. P. J.. Este es el criterio seguido
por el Código Civil para la fijación del día inicial, en otros supuestos
de prescripciones de acciones por impagos de prestaciones periódicas
(véase artículo 1970 del Código Civil).
En estos términos se ha pronunciado, entre otras, las Secciones Cuarta
y Sexta de la A. P. de Málaga en autos de fechas 10-12-2003 y 18-12-200
respectivamente.

I.7.2.3 Los pactos y tratos convenidos para evitar la ejecución

En estos casos la Ley exige la forma pública del documento en el


que necesariamente ha de constar este motivo de oposición para resultar
eficaz.

4881
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

Según Antonio Javier Pérez Martín, es frecuente encontrarnos con


motivos de oposición al pago de las pensiones que se le reclaman y
que se alegue la existencia de acuerdos verbales o escritos con el otro
cónyuge por el que se extinguió la deuda, modificación de la cuantía o
se transigió con el pago de otras deudas.
Todo acuerdo de reducción o de extinción de la pensión alimenticia
de hijos menores de edad, es radicalmente nulo, puesto que cualquier
circunstancia en esta materia perteneciente al ius cogens debe contar con
la aprobación judicial.
Tratándose de hijos mayores de edad, pero sin independencia eco-
nómica, y éstos convengan con el progenitor no custodio en reducir o
extinguir la pensión alimenticia; en estos casos, si el progenitor custodio
se opone a ellos, dichos acuerdos o pactos no serán eficaces; también
será ineficaz, a mi entender, si se pacta entre aquéllos, pero con la oposi-
ción del progenitor custodio, que la pensión sea ingresada directamente
al hijo. Ahora bien, si alcanzada la independencia económica, los padres
convienen en extinguirla, dicha pensión alimenticia quedaría sin efecto,
pudiendo llevarlo a cabo incluso en la ejecutoria que hubiere abierta, y
con la correspondiente resolución judicial dictada a tal efecto, evitándo-
les así tener que recurrir aun procedimiento de modificación de medidas
consensual; quedando en todo caso al hijo, si lo estima inadecuado, la
posibilidad de reclamar alimentos a sus padres si concurren los requisi-
tos establecidos en el Código Civil, pero a través del procedimiento de
reclamación de alimentos, nunca dentro del procedimiento matrimonial
o de ejecución del mismo.
Acuerdo de reducir o de extinguir la pensión compensatoria.- Será
válida, ya que dicha pensión está comprendida dentro del derecho dis-
positivo de las partes; pero para que tenga eficacia y pueda impedir
la continuación de la acción ejecutiva, y por tanto ser apreciada como
motivo de oposición, a tenor de lo dispuesto en el artículo 556 de la L.
E. C., debe constar en documento público.
La compensación de créditos líquidos que resulten de documento
que tenga fuerza ejecutiva.-
La compensación, además de referirse a deuda líquida, para ser opo-
nible requiere contener los caracteres expresados en el artículo 517.2 de
la L. E. C., y referirse justamente al mismo que aparece como ejecutante
en el proceso que se opone.
Por otro lado el artículo 1156 del Código Civil, la compensación es
otra de las causas que extinguen las obligaciones, de ahí que sea con-
templada en el precepto antes referido.

4882
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

Ahora bien, sigue diciendo Antonio J. Pérez Martín, hay que dis-
tinguir, en este tipo de procedimientos, entre pensión alimenticia y la
compensatoria.
Cuando se alega en el escrito de oposición, la compensación por
haber realizado el ejecutado pagos de gastos de comunidad, agua, luz,
teléfono, I B I , u otros gastos generados por el uso o propiedad de la
vivienda que habita el cónyuge reclamante, e incluso pagos de cuotas de
comunidad.
Si se trata de reclamaciones de pensión alimenticia, la compensación
no opera, habida cuenta que el titular de la pensión es el hijo y no el
cónyuge custodia, que es en todo caso el obligado a abonar dichos gas-
tos, y ello aunque el administrador de la pensión alimenticia sea dicho
progenitor.
Si se trata de reclamación de pensión compensatoria, sí que puede
apreciarse la compensación siempre que concurran los requisitos del
artículo 1196 del Código Civil. En el caso de alegarse el pago de cuotas
de la hipoteca de aquella vivienda, se puede admitir la compensación o
en su caso, reservarse como un crédito por parte del ejecutado pagador
respecto de la sociedad de gananciales, cuando se proceda a la liquida-
ción de la misma.
Cuando se alegue igualmente la compensación por abono de diversos
gastos de los hijos, tal como importe de matriculas, libros, ropa, compra
de vehículos para el hijo, viajes, etc. En este caso la cuestión habrá que
analizarla caso por caso, y teniendo en cuenta lo que las partes hubieran
pactado en el convenio regulador, como más tarde veremos; pero en
principio, la línea jurisprudencial dominantes, entiende que no procede
compensación de deuda, puesto que todo pago efectuado por el pro-
genitor no custodio deudor que no sea el ingreso de la cantidad fijada
(pensión alimenticia), deberá considerarse como un acto de mera libera-
lidad, ya que a tenor de lo dispuesto en el artículo 18.1 de la L. O. P. J.,
las sentencias deben cumplirse en sus propios términos, y tratándose de
cantidades líquidas su pago se ha de hacer en dinero y no en especie.

I.7.2.4 Plus petición o exceso

En cuanto a la primera, para ser apreciada, se exige que efectiva-


mente se haya despachado por cantidad superior a la realmente debida,
mientras que la segunda supone un error, también por exceso, en la
conversión dineraria de obligaciones en especie.

4883
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

En ambos casos, estamos ante un supuesto en los que el ejecutante


está reclamando más cantidad de la que realmente se adeuda por el
ejecutado. Así :
a) Reclamación de pensiones ya abonadas: Acreditado su pago
documentalmente, procede reducir su cuantía de la deuda inicialmente
reclamada, continuando la ejecución por el resto.
b)Están siguiéndose la ejecución de las pensiones reclamadas o de
parte de ellas por vía penal. Como sólo uno de los Juzgados podrá con-
tinuar con la vía de apremio, éste hecho podrá ser alegado para que se
paralice la ejecución civil, o bien que se limite a la reclamación de las
pensiones que no fueron objeto de denuncia penal.
No obstante, el artículo 109 del Código Penal, faculta al perjudicado
para que pueda optar por exigir la responsabilidad civil derivada del
delito de abandono de familia ante la jurisdicción civil. Si se produce
esta oposición, no existiría ningún obstáculo para que se continúe en
el Juzgado de Familia o de Instancia la vía de apremio respecto de la
totalidad de las pensiones impagadas.

I.7.2.5 Falta de Capacidad o de representación del ejecutante


o no acreditar el carácter o representación con que demanda

En esta causa se aúnan tanto los defectos referidos a la capacidad


para ser parte, procesal, la justificación de la regulación en la adquisición
del derecho ejecutado, cuando se hayan transmitido tanto inter vivos
como mortis causa.
Con relación al tema que nos ocupa, sucede en ocasiones que el
progenitor custodio reclama cantidades por impago de pensiones, y el
ejecutado alega que el hijo de quien aquél reclama las pensiones atrasa-
das, es mayor de edad, por lo que el ejecutante no tiene la legitimación
para poder reclamar en su nombre (falta de legitimación ad procesum),
tal y como ya expusimos cuando hablamos de la legitimación.
En este caso cabe reiterar lo ya dicho al respecto, es decir que es
casi unánime la jurisprudencia que reconoce a la madre la legitimación,
siempre que el hijo, pese a haber alcanzado la mayoría de edad, no tenga
independencia económica y conviva en el domicilio familiar.

4884
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

I.7.2.6 Nulidad radical del despacho de la ejecución por no contener


la sentencia pronunciamiento de condena

Esta causa dice Pérez Martín, está relacionada con el despacho de


ejecución sobre la base de la reclamación de cantidades que no están
incluidas en el convenio regulador ni en la resolución judicial. Así, es
frecuente en empresas, que los trabajadores, perciban ayudas escolares
para sus hijos, por estar recogidos en convenios colectivos. Pues bien, si
estas ayudas reclamadas al ejecutado, pero de ellas nada se ha estipulado
en el convenio regulador, ni en la sentencia tampoco hace mención a la
misma, se está en el caso de estimar la oposición, a tenor de lo dispuesto
en el artículo 18.1 de la L. O. P. J. en el sentido de que las mismas se
ejecutarán en sus propios términos.

I.7.2.7 Otras causas de oposición

– Que el hijo haya pasado un curso escolar conviviendo con el pro-


genitor no custodio, y después vuelve nuevamente con el proge-
nitor custodio, y éste a su vez le reclame el importe de la pensión
durante aquél período escolar. En este caso, si se acredita aquél
extremo e incluso ha habido un consentimiento tácito en aquella
convivencia, el motivo de oposición hay que estimarlo, dado que
no ha existido gasto alguno por parte del progenitor custodio y
sobre todo porque supondría un enriquecimiento injusto si se esti-
mara la ejecución.
– Es frecuente la reclamación de los períodos vacacionales por parte
del progenitor custodio, puesto que el ejecutado se las ha descon-
tado de la pensión alimenticia. A este respecto, la oposición hay
que desestimarla habida cuenta que la pensión es anual, si bien
dividida en doce mensualidades, y por tanto está comprendida en
ella aquellos períodos de vacaciones o de fines de semanas en que
los hijos están con el progenitor no custodio, sobre la base del
origen de visitas establecido.
– Otro supuesto que se dé con relativa frecuencia, es el del hijo que
obtiene ingresos propios, aunque conviva en el domicilio familiar
con el progenitor custodio; Aquí debe estimarse la oposición, e
instando a la parte ejecutada a que inicien el procedimiento de
modificación de medidas. No obstante, si estos hechos son esta-
bles y no esporádicos, cabe la posibilidad de que estando todos de
acuerdo (hijo y progenitores tanto custodio como no custodio) se
dicte una resolución extinguiendo la pensión alimenticia del hijo,

4885
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

evitando a las partes a que tengan que acudir al procedimiento de


modificación de medidas, que es el cauce adecuado por ello.
– Que el cónyuge beneficiario de la pensión compensatoria esté
conviviendo con una tercera persona, o que haya accedido a un
trabajo remunerado.
Estos motivos de oposición hay que desestimarlos puesto que no
se puede extinguir la pensión en este procedimiento de ejecución de
sentencia; debiendo la parte obligada a su pago, si entiende que las
circunstancias han cambiado sustancialmente, instar el procedimiento de
modificación de medidas.
– Haber formado el ejecutado una nueva familia, o estar en situación
de desempleo.
Al igual que en los casos anteriores, este tipo de oposición, deberá
desestimarse, debiendo instar el ejecutado el procedimiento de modifi-
cación de medidas, si entiende que las circunstancias han cambiando
sustancialmente.
– Otro de los motivos de oposición alegados en la práctica, es que el
ejecutado quiere que el importe íntegro de la pensión sea entrega-
do al hijo mayor de edad, beneficiario de la pensión.
Este motivo de oposición hay que desestimarlo igualmente, porque
al seguir conviviendo el hijo con el progenitor custodia, el importe de la
pensión sirve para el levantamiento de las cargas familiares que sufraga
el referido progenitor, que es el que ostenta la administración de la pen-
sión; en consecuencia es a éste al que debe abonarse la pensión, aunque
el titular de la misma haya alcanzado la mayoría de edad; no olvidemos
que el artículo 18 de la L. O. P. J. establece que las sentencias hay que
cumplirlas en sus propio términos, y si en la misma se adoptó que fuera
abonada directamente al progenitor custodio o en la cuenta que éste
indique, si se abona al hijo en lugar de aquel, se está incumpliendo dicho
mandato judicial.
– No se ha calculado bien el importe de los atrasos (por ejemplo
cuando se procede a la revalorización o actualización de la pensión
y se reclaman los atrasos). Esta circunstancia justifica la oposición
a la demanda ejecutiva.

4886
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

II. ACTUALIZACIONES DE LAS PENSIONES

II.1 Regulación

Una pensión se actualizará para su revalorización o depreciación, en


función de unos parámetros establecidos previamente en la sentencia
judicial o recogidos en el acuerdo de los esposos y, normalmente previs-
ta para llevarse a cabo por anualidades. Pero es que la actualización es
un derecho inherente a la pensión, forma parte de la misma, y procede
su reclamación en vía ejecutiva. De ahí que si por el Organo Judicial se
olvidó introducir la misma, o fueron los cónyuges los que no indujeron
la cláusula de revisión o actualización, el progenitor custodio pueda
dirigirse al Juzgado competente – que será aquel que dictó la resolución
que se pretenda ejecutar – para que lo acuerde y así quede constancia
mediante resolución. Esta tesis tiene su fundamento, entre otros, en los
artículos 103. 3.ª y 147 del Código Civil y en la Jurisprudencia.
– El artículo 103 .3.ª del Código Civil establece que: «admitida la
demanda, el Juez, a falta de acuerdo de ambos cónyuges aprobado
judicialmente, adoptará entre otros las siguientes medidas... fijar la
contribución de cada cónyuge a las cargas del matrimonio, inclui-
das... y establecer las bases para su actualización...».
– El artículo 147 dice: «Los alimentos, en los casos a que se refiere
el artículo anterior, se reducirán o aumentarán proporcionalmente
según el aumento o disminución que sufragan las necesidades del
alimentista y la fortuna del que hubiere de satisfacerlos».
La sentencia del Tribunal Supremo de 11 de octubre de 1982, señaló
en interpretación de este último artículo –147 Código Civil -, que si bien
el derecho a los alimentos no presenta naturaleza patrimonial, si lo tiene
su contenido, y cuando se incumple se transforma en obligación pecu-
niaria en sentido técnico, lo que le hace susceptible en su efectividad de
las medidas de actualización para adecuar el importe de lo fijado en la
sentencia o convenio al poder adquisitivo de la moneda, de modo que
el alimentista acreedor reciba mediante las prestaciones sucesivas una
suma dineraria con el valor que tenía la cantidad en la fecha en que fue
establecida.
Con este mismo criterio, dicho Tribunal Supremo, en su sentencia
de 9 de octubre de 1981, ya estableció que la prestación de alimentos
tiene las notas propias de una deuda de valor, que como tal autoriza las
medidas de protección frente a las alteraciones monetarias, ya que en
la deuda alimenticia no rige el principio normativista del dinero, orien-

4887
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

tación a la que parece responder el último párrafo del artículo 148 del
Código Civil.
En el mismo sentido, en sentencia de 14 de febrero de 1976 también
el Tribunal Supremo, interpretando igualmente el artículo 147 del Código
Civil en su anterior redacción, se indica que la devaluación del poder
adquisitivo de la moneda como consecuencia de la inflación del coste
de la vida, no puede menos que ser incluida entre las causas que deben
tenerse en cuenta por los Tribunales para producir la elevación de las
pensiones, pues, en otro caso, la «ratio legis » de aquel precepto no se
ampliaría de no actualizarse el quantum de la pensión en armonía con
la erosión que el dinero hubiere sufrido.
Por tanto y reiterando lo anteriormente expuesto, para los casos en
que la sentencia (ya sea en el procedimiento de mutuo acuerdo, ya sea
en procedimiento contencioso) no hubiere establecido criterio alguno
respecto de la revalorización y actualización de la pensión, y sobre todo
cuando se trata de la alimenticia a favor de un hijo menor de edad,
pudiendo resultar afectado por la revalorización de su pensión, debe
prevalecer en tales supuestos, por razones de orden público, la revisión
de la misma por encima de las formalidades no sustanciales, ya que en
caso contrario, se llegaría a la injusta situación de provocar un paulatino
empobrecimiento en perjuicio de los perceptores de las pensiones, con-
trario al sentido y espíritu de los preceptos reguladores, y que en defecto
del sistema de revisión, debe estarse al sistema subsidiario, que no es
otro como establece la doctrina jurisprudencial, que el de actualización
anual conforme al Índice de precios al Consumo (IPC) que publique el
Instituto Nacional de Estadística u organismos que le sustituyan.

II.2 El dies a quo (día de inicio)

Qué día debe de tomarse para comenzar a contar el año de la actua-


lización.
Si la cláusula de actualización ha sido establecida por las partes en
el convenio regulador, siempre habrá que estarse a lo convenido por las
misma, pero si han omitido el mismo, el día del inicio debe comenzar
a contar desde la fecha en que la sentencia aprobó dicho convenio; es
decir, si la sentencia es de fecha 1 de septiembre de 2003 y aprueba el
convenio regulador acompañado a la demanda, que es de 1 de mayo
de 2003, y éste no hace mención al respecto, no recoge la fecha en que
debe de surtir sus efectos, el cómputo de la anualidad para su actualiza-
ción debe ser el del 1 de septiembre de 2003 y no el del 1 de mayo. Por

4888
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

tanto en estos supuestos tendremos que estar siempre a lo que ambas


partes hubieran pactado, y a falta de ello, será siempre el de la fecha de
la sentencia.
¿Qué sucede si hubo medidas previas a la demanda o medidas
coetáneas y estas posteriormente son ratificadas o elevadas a definitivas
mediante sentencia? Si en aquéllas, cuando se dictara el auto se establece
simplemente la revalorización de la pensión, aquéllas deberá verificarse
transcurrido un año desde que se dictó el auto, y no desde la senten-
cia, dado que los efectos de ésta, en dicho aspecto, se retrotraen hasta
el momento de haber recaído la del primer orden judicial. Por tanto el
cómputo del año deberá realizarse, no desde la fecha de la sentencia
sino desde la fecha del auto dictado en las medidas previas o coetáneas
a la demanda.
Cuando no hubiera ningún tipo de medidas –previas o coetáneas–,
como ya hemos expuesto, el punto de partida para actualizar las pen-
siones establecidas en sentencias de nulidad, separación o divorcio, será
el de la fecha de éstas y no las de las fechas de la firmeza, tal y como
sostiene algún sector doctrinal, habida cuenta que de conformidad con
los artículos 771.4, 773.3 y 4 de la L. E. C., «contra el auto dictado en
dichas medidas no cabe recurso alguno»; y el artículo 774.5 también de
dicha ley adjetiva que establece que «Los recursos que, conforme a la
ley, se interpongan contra la sentencia no suspenderán la eficacia de las
medidas que se hubieren acordado en ésta». Luego no hay que partir de
la firmeza de la sentencia, sino desde de la fecha en la que se hubiere
dictado.
En estos términos se ha pronunciado la Audiencia Provincial de Madrid,
Sección 22.ª, mediante auto de 12 de marzo de 2002, cuando dice:»... la
nueva ley procesal civil dispone expresamente, en su artículo 774.5 que
los recursos que, conforme a la ley, se interpongan contra la sentencia
no suspenderán la eficacia de las medidas que se hubieren acordado en
ésta, siendo ello de aplicación a los procesos matrimoniales y de meno-
res, del Capítulo IV, Titulo I del Libro IV de la Ley 1/00, de la L.E.C., como
el caso que nos ocupa relativo a la adopción de medidas tanto perso-
nales como patrimoniales en beneficio de un menor de edad, guardia y
custodia y restantes medidas de una hija común de los litigantes sin que
a esta conclusión se oponga en modo alguno, el contenido de la dispo-
sición 2.ª de la citada ley procesal, en cuanto allí se dispone, y en lo que
se refiere a la ejecución, también la provisional, será aplicables las dis-
posiciones de la nueve ley, que contempla los supuestos que ella regula
y el cauce procesal habilitado a tal fin, establecido en el Capítulo I, del
Título II del Libro III de la L.E.C. que obviamente, difiere de la naturaleza

4889
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

y fines normativos del artículo 774, en cuanto lo que aquí se dispone es


la efectividad inmediata de lo acordado, al señalar este último precepto
citado, que los recurso no afectan a las medidas adoptadas en cuanto no
determinase su suspensión...».
Si la pensión ha sido adoptada en sentencia dictada en virtud de
recurso de apelación, habrá que estarse a lo que señale a tal fin dicha
sentencia, y si no dijera nada, habrá que empezar a contar el plazo de la
anualidad para la revalorización desde la fecha en que se hubiere dictado
la sentencia de apelación, dado que no se hace constar expresamente
que dicha sentencia tenga efectos retroactivos.

II.3 Retroactividad de la actualización de la pensión

Como ya ha quedado expuesto, la actualización es en sí misma


imprescriptible porque forma parte de la pensión, mientras que los atra-
sos devengados quedan sujetos al plazo de prescripción que señala el
artículo 1996.1 del Código Civil.
De este modo sólo podrán reclamarse las cantidades debidas que
correspondan a los últimos cinco años contados desde la fecha de la
reclamación, pero no las de los años anteriores. Así, la actualización se
realiza sobre la pensión que le hubiere correspondido pagar si se hubie-
re venido efectuando anualmente conforme a los índices de precios al
consumo (IPC) y no sobre la cantidad inicialmente fijada en sentencia.
En este sentido se ha pronunciado la Sección 5.ª de la A. P. de
Barcelona, en auto de 18 de julio de 1994, cuando dice»... en este punto
el fundamento cuarto de la resolución recurrida desciende al detalle en
la fijación de las mensualidades atrasadas tras sentar con buena lógica
que el derecho a la actuación no prescribe aunque prescriba, conforme
el número 1 del artículo 1996 del Código Civil la acción para reclamar
las pensiones alimenticias anteriores a cinco años...».
También la Sección 5.ª de la A. P. de Murcia, en Auto de 23 de
noviembre de 2003, no acoge la impugnación planteas por el ejecutado
contra el auto que despachaba ejecución imponiendo retroactivamente
la actualización de las pensiones impugnadas, y confirma la resolución
dictada. A juicio de la Sala, las pensiones se configuran como deudas de
valor, de modo que el acreedor debe percibir en cada momento el valor
actualizado del crédito; por ello, deben actualizarse las referidas pensio-
nes con efectos retroactivos y con el único límite temporal de cinco años
al que hace alusión el artículo 1966 .3 del Código Civil.

4890
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

II.4 Plazo de caducidad del artículo 518

Por lo que respecta a la aplicación del plazo de caducidad del


artículo 518 de la L. E. C. A las actualizaciones de las pensiones, es
doctrina mayoritaria, que todas las pensiones contenidas en sentencias
dictadas con anterioridad a la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1/2000, el
cómputo del plazo deberá realizarse desde la fecha de entrada en vigor
de la L.E.C..
A este respecto, cabe señalar que en «Revista de Familia», Hijas
Fernández, Presidente de la Sección 22.ª de la A. P. Madrid, con relación
a este asunto, dice: Que el artículo 518 sólo debe tener estricta aplica-
ción, en su cómputo desde la firmeza de la sentencia, en el caso de que
la misma contenga un pronunciamiento condenatorio del cumplimien-
to único cual el que se recoge en el artículo 98 del Código Civil (este
artículo dispone que «el cónyuge de buena fe cuyo matrimonio haya sido
declarado nulo tendrá derecho a una indemnización si ha existido convi-
vencia conyugal, atendidas las circunstancias previstas en el artículo 97».),
pero no respecto de medidas, como pensión compensatoria y alimenti-
cia, de tracto sucesivo y cumplimiento futuro, en los que el cómputo del
plazo de caducidad ha de arrancar de modo necesario de la fecha del
incumplimiento».
Sin perjuicio de lo que a este respeto se expuso en el apartado de
caducidad, con motivo de la oposición a la ejecución en general, reafir-
mar que la caducidad, sobre la actualización de la pensión – y reclamo
de atrasos por tal motivo – establecida en dicho precepto legal no juega
respecto a las sentencias anteriores a la nueva L.E.C. o en el mejor de
los casos el cómputo de las cinco anualidades debe iniciarse a partir de
la entrada en vigor de la referida ley procesal; dada la irretroactividad de
las normas procesales (art. 2. 4 del Código Civil).

II.5 Tramitación de la oposición

1.º Por defectos procesales (art. 559 de la L. E. C.)


El ejecutado sólo podrá alegar, de las posibles causas antes referi-
das:
a) Carecer el ejecutado del carácter o representación con que se le
demanda.
b) Falta de capacidad o de representación del ejecutante o no acre-
ditar el carácter o representación con que demanda; y

4891
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

c) Nulidad radical del despacho de la ejecución.


Cuando la oposición del ejecutado se funda en defectos procesales,
se le dará traslado por cinco días al ejecutante para que pueda formular
alegaciones sobre éstos. La resolución del Tribunal, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 559.2 podrá ser:
Si entiende que el defecto es subsanable, concederá mediante provi-
dencia al ejecutante un plazo de diez días para subsanarlo.
Si el defecto no fuese subsanable o no se subsanare dentro del plazo,
se dictará auto dejando sin efecto la ejecución, con imposición de costas
a la parte ejecutante.
Si no apreciase la existencia de los defectos procesales a que se limite
la oposición, dictará auto desestimándola y mandando seguir la ejecu-
ción adelante, e impondrá al ejecutado las costas de la oposición.
2.º Sustanciación de la oposición por motivos de fondo: (art. 560 de
la L.E.C.).
Cuando se haya resulto sobre la oposición a la ejecución por motivos
procesales o éstos no se hayan alegado, el ejecutante podrá impugnar la
oposición basada en motivos de fondo en el plazo de cinco días, conta-
dos desde el traslado del escrito de oposición.
Las partes en sus respectivos escritos de oposición y de impugnación,
podrán solicitar la celebración de vista, que el tribunal acordará mediante
providencia si la controversia sobre la oposición no pudiera resolverse
con los documentos aportados, señalando día para su celebración dentro
de los diez días siguientes a la conclusión del trámite de impugnación.
Si no se solicitara la vista o si el tribunal no considerase procedente
su celebración, se resolverá sin más trámite la oposición conforme a lo
dispuesto en el artículo siguiente.
Cuando se acuerde la celebración de la vista, si no compareciere a
ella el ejecutado, el tribunal le tendrá por desistido de la oposición y
adoptará las resoluciones previstas en el apartado 1 del artículo 442. Si
no compareciere el ejecutante, el tribunal resolverá sin oírle sobre la
oposición a la ejecución. Compareciendo ambas partes, se desarrolla-
rá la vista con arreglo a lo previsto para el juicio verbal, dictándose a
continuación la resolución que proceda conforme a lo dispuesto en el
artículo siguiente.
Por tanto, la celebración de la vista es potestativa del Juzgador. El
Juez podrá acordarla si así lo solicitaren las partes, o cualquiera de ellas
y entienda el tribunal que no pueda ser resuelta la controversia con el
simple examen de la documentación aportada.

4892
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

Acordada la celebración de vista, el tratamiento por incomparecencia,


vemos que es diferente, según que sea el ejecutante o ejecutado el que
no lo virifique.
Si el que no comparece es el ejecutante, el juez examina y resuelve
la oposición a la ejecución sin oírle.
Si el que no comparece es el ejecutado, el juez tendrá a éste por
desistido de la oposición a la ejecución, con imposición de las costas
causadas y asimismo condenándole a indemnizar en los daños y perjui-
cios ocasionados al ejecutante comparecido, si éste lo solicitare.
Si comparecen las dos partes, se desarrollará la vista conforme a lo
dispuesto en el juicio verbal, tras lo cual, del mismo modo que si no se
hubiere estimado necesaria la celebración de vista o ésta no hubiese sido
solicitada, se adoptará la resolución mencionada en el artículo 561 de la
L C. C.; es decir:
Oídas las partes sobre la oposición a la ejecución no fundada en
defectos procesales y, en su caso, celebrada la vista, el tribunal adoptará,
mediante auto, a los sólo efectos de la ejecución, alguna de las siguientes
resoluciones:
a) Declarar procedente que la ejecución siga adelante por la can-
tidad que se hubiese despachado, cuando la oposición se desestimare
totalmente. En caso que la oposición se hubiese fundado en plus-peti-
ción y ésta se desestimare parcialmente, la ejecución se declarará proce-
dente sólo por la cantidad que corresponda.
El auto que desestima totalmente la oposición condenará en las cos-
tas de ésta al ejecutado, conforme a lo dispuesto en el artículo 394 para
la condena en costas en primera instancia.
b) Declarar que no procede la ejecución, cuando se estimare alguno
de los motivos de oposición enumerados en los artículos 556 y 557 ó se
considerare enteramente fundada la plus-petición que se hubiere admi-
tido conforme al artículo 557.
Si se estimare la oposición a la ejecución, se dejará ésta sin efecto y
se mandará alzar los embargos.

Costas de ejecución

Como regla general diremos, que de conformidad con lo establecido


en el Art.539.2 de la L. E. C., las costas que se causen en la ejecución

4893
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

de resoluciones de tipo matrimonial serán de cargo del ejecutado, aún


cuando no hubiere expresa condena en costas.
Ahora bien en el caso de que el ejecutado se hubiere opuesto a la
ejecución, si dicha oposición se desestima en su totalidad, las costas se
le impondrán a la parte ejecutada. Pero si se estima parcialmente la opo-
sición, cada parte abonará las causadas a su instancia. Si se estimare en
su totalidad la oposición, las costas se le impondrán a la parte ejecutante.
(art. 561 de la L.E.C.).

Recurso contra el auto resolviendo la oposición

Dice el artículo 561 de la Ley Procesal, que contra el Auto que


resuelva la oposición podrá interponerse recurso de apelación, que no
suspenderá el curso de la ejecución si la resolución recurrida fuera des-
estimatoria de la oposición.
Por tanto se habrá que atener en cuanto a la preparación de la apela-
ción y a la interposición de la misma, a lo dispuesto en los artículos 457
y siguientes de la L.E.C.

III. GASTOS EXTRAORDINARIOS

III.1 Introducción

Dice José Luis Berdejo en la obra «Matrimonio y Divorcios Contenciosos


al Título IV, Editorial Civitas, que en caso de enfermedad grave de alguno
de los hijos, intervención quirúrgica inevitable; o incluso de una opera-
ción de cirugía estética, que aunque sin ser ineludible o totalmente nece-
sario, no pueda ser negado racional y moralmente a un hijo o hija que
le sea para corregir un grave defecto estético; lo mismo podría decirse
de un viaje de estudios extraordinario, especialmente indicado para un
muchacho brillante estudiante o cultivador de un arte para quien pueda
ser necesario en su perfeccionamiento o su formación.
Parece natural que en tales casos no deban correr los gastos corres-
pondientes a cargo únicamente del guardador jurídico del hijo que los
necesita.
Y es igualmente razonable que si en circunstancias normales no
podría negarse al mismo hijo los estudios en el extranjero o la operación
de cirugía estética, o tendrían sus padres que pagar los gastos extraordi-

4894
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

narios de la enfermedad larga o de la intervención quirúrgica inevitable,


deban asumirlos ahora también los dos progenitores, contribuyendo con-
gruentemente a los mismos. En tal caso, por tanto, el progenitor privado
de la guarda de los hijos deberá satisfacer una contribución extraordina-
ria al guardador, además de la determinada en principio por el Juez en
la proporción del 50por 100. en tal caso, si los cónyuges no se ponen de
acuerdo, tendrá que ser el Juez quien resuelva, jugando con todos los
datos de que disponga, como para la contribución ordinaria.
Aunque no parece aludida esta cuestión directamente y bajo esa pre-
sentación en el artículo 93 del Código Civil, creo que no le es ajena, por
cuanto que dispone que «El Juez... adoptará las medidas convenientes
para asegurar la efectividad y acomodación de las prestaciones a las cir-
cunstancias económicas y necesidades de los hijos en cada momento». Si
hemos de entender que esos gastos extraordinarios son verdaderas nece-
sidades, reales o morales (en función de la posición socio - económica
de la familia y exigencias de la vida actual: Recuérdese que el artículo 3.1
del Código Civil y la interpretación sociológica de las normas) de los
hijos en un momento y un contexto dados, a ellos deberá proveerse de
los progenitores y resolver el Juez, adoptando las medidas convenientes
para asegurar la efectividad de las prestaciones correspondientes, según
dice este precepto.
Como contrapunto y compensación de esa obligación extraordinaria
del progenitor no custodio, parece lógico que el guardador de los hijos,
antes de tomar una decisión que pueda gravar económicamente al otro,
y siempre que haya tiempo y sea posible, lo comunique y consulte con
él, en cuento hecho que además de afectarle en forma fuera de lo habi-
tual y previsible, adquiere especial trascendencia en la organización de
la vida y gestión de la crianza del hijo, habrá de resolver el Juez, bien
como hecho y decisión que afecta a la dirección de la vida de los hijos
sobre los que no hay acuerdo entre los padres (art. 156 párrafo segundo
aplicable directamente, o en su caso por analogía) o en su momento
sobre el pago de los gastos pertinentes bajo la forma de contribución
extraordinaria en los términos vistos.
Hoy en día nadie duda que los gastos extraordinarios producidos en
los hijos, deben correr a cargo de ambos progenitores a un cincuenta por
ciento para cada uno de ellos.
De hecho tanto en las separaciones como en los divorcios consensua-
les, los convenios en un buen porcentaje, regulan estos gastos, a veces
incluyendo conceptos de gastos que de no venir así recogidos, corre-
rían a cargo del progenitor custodio, habida cuenta que los mismos no
gozan de esa naturaleza y estarían incardinados en los gastos ordinarios,

4895
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

y por tanto comprendidos dentro de la pensión alimenticia, conforme a


las pautas interpretativas de los artículos 1.281 y siguientes del Código
Civil.
Por lo que el importe de esos gastos conceptuados por las partes
como extraordinarios pero sin serlos, debe considerarse como parte de
la cuantía de la pensión alimenticia que los cónyuges voluntariamente
han aceptado incrementarla en el momento de producirse. Pongamos
por caso, cuando se pacta en el convenio regulador que el progenitor no
custodio deberá abonar, aparte del importe de la pensión alimenticia por
los hijos, el 50por 100 de los gastos de comedor escolar. Pues bien, estos
gastos no gozan de la naturaleza de extraordinarios sino que están inclui-
dos dentro del concepto de alimentos, de la pensión; y si las partes lo
han pactado como gastos extraordinarios, desde el punto de vista jurídi-
co debe considerarse el importe de los mismos como un incremento más
de la pensión que los cónyuges así lo han querido voluntariamente, y no
darles aquella naturaleza de gastos extraordinarios, por lo que a todos los
efectos jurídicos y procesales deben gozar del mismo tratamiento que la
pensión alimenticia, por ser parte integrante de la misma.

III.2 Concepto de gasto extraordinario

El artículo 142 del Código civil estable que «se entiende por alimen-
tos todos lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido
y asistencia médica. Los alimentos comprenden también la educación e
instrucción del alimentista mientras sea menor de edad y aún después
cuando no haya terminado su formación por causa que no le sea impu-
table. Entre los alimentos se incluirá los gastos de embarazo y parto, en
cuanto no estén cubiertos de otro modo».
Vemos pues, que el legislador no ha regulado qué gastos originados
por los hijos deben estar comprendidos dentro del término extraordina-
rio. Ha tenido que ser la jurisprudencia menor la que haya determinado
su concepto.
Así la Sección 18.ª de la A. P. de Barcelona considera como gastos
extraordinarios «Todos aquellos que se salen de lo natural, de lo común
y que no sean previsibles ni se produzcan con cierta periodicidad».
La misma Sección, en sentencias de 19 de julio y 20 de noviembre
del año 1999, precisó que «el concepto de gasto extraordinario es inde-
terminado, inespecífico y su cuantía líquida por su propia naturaleza,
que necesita predeterminación y objetivación en cada momento y caso,
«y que requiere recabar y obtener del otro progenitor el consentimiento

4896
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

para realizar actos que impliquen cambios sustanciales para el modo de


vida del menor, lo que presupone la plasmación de un principio general
según el cual los progenitores han de actuar sobre una base de transpa-
rencia y de común acuerdo, solicitando finalmente la decisión judicial si
no es posible de otra manera».
Para Don Eladio Cáceres, como Magistrado - Ponente en el Auto
de 19 de Julio de 2002 dictado por la Sección 22 de la A. P. de Madrid,
gasto extraordinario «es aquel que se produce de un modo excepcional,
y por razón de concretas circunstancias afectas a la vida de la prole, y
en relación no solamente a su educación y asistencia, en general, sino
también por lo que se refiere a atenciones y tratamientos clínicos, médi-
cos o farmacológicos, de manera que en aquellos casos en los que se
produzca una excepcional incidencia que venga referida a cualquiera de
estos capítulos... y que en todo caso hay que analizar y estudiar para
caso concreto, cuando se suscita la problemática al concepto del gasto
extraordinario...».
Por tanto, debemos afirmar que los gastos extraordinarios, deben ser
abonados al 50por 100 de su importe por cada uno de los progenitores,
pero el problema estriba en determinar cuáles de ellos tiene esa natura-
leza y que otros no la tienen.
A tenor de todo lo que hasta ahora hemos expuesto, y teniendo en
cuenta la jurisprudencia de las Audiencias Provinciales, debemos estable-
cer las siguientes premisas:
1.º Que siempre debemos estar a lo acordado por las partes en el
convenio regulador sobre los que ellos han querido incluir como gastos
extraordinarios, pero que aún teniendo alguno de ellos la consideración
de ordinarios en los términos anteriormente expuestos, deben ser abo-
nados todos los que se le reclamen y estén comprendidos en el mismo
y en el porcentaje convenido.
2.º Si se reclaman gastos que se consideran como extraordinarios
por una de las partes y la otra entiende lo contrario, por considerarlos
comprendidos en los ordinarios y por tanto dentro del importe de la pen-
sión alimenticia que viene abonando, y sobre los mismos no se contem-
pla en el convenio regulador (puesto que los recogidos en el convenio
regulador nunca deben ser «numerus claus», sino que los recogidos en
convenio son «ad exemplum», así lo entiende la Jurisprudencia Menor,
Auto de 17-10-2003, Secc. 4.ª A. P. de Málaga o Auto de 19 de Julio de
2002, Sección 22.ª de la A. P. de Madrid), se debe acudir al Juez, quien
determinará si tienen dicha naturaleza.

4897
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

3.º Cuando no provengan de un hecho urgente, el progenitor cus-


todio deberá consultar con el otro, y en caso de desacuerdo el Juez
igualmente decidirá.
4.º El progenitor no custodio, no puede de mutuo propio realizar
determinadas compras, o abonos directos sobre gastos que considere
extraordinarios a favor del hijo o hijos, y después descontarlos al otro
progenitor custodio del importe que deba pagar en concepto de pensión
alimenticia señalada para el hijo o hijos. En tales supuestos, aquellas can-
tidades pagadas por dichos conceptos y que no han sido consensuadas
por ambos progenitores, ni existe previamente una resolución judicial
que así los hubiere adoptado, deben tener la consideración de actos
de meras liberalidades. Habida cuenta que en principio, el que debe
afrontar esas cuestiones o gastos es el progenitor que tiene la guarda y
custodia del hijo, y sabe las necesidades de los mismos; en todo caso, si
dicho progenitor no cumple con las obligaciones que lleva consigo dicha
guarda y custodia, haciendo dejadez de las mismas, siempre tendrá el
progenitor no custodio la posibilidad de acudir al Juez para que resuelva
sobre este tema sometido a su consideración.
A título de ejemplo y teniendo en cuenta las resoluciones habidas a
este respecto, vamos a señalar distintos supuestos sobre la consideración
de si son o no gastos extraordinarios:
– Gastos médicos y farmacológicos no cubiertos por la Seguridad
Social, sí. (Auto de 17 -10-2003, Secc. 4.ª A. P. de Málaga)
– Gastos de Ortodoncia y los derivados de estudios alternativos; así
como los gastos de tratamientos psicológicos, sí.
– Todos los gastos relativos a la educación y desarrollo cultural del
hijo deben ser considerados por su propia naturaleza y contenido y
lógica previsibilidad, como incluido dentro del concepto de lo nor-
mal, excluyéndose únicamente, y por tanto como gastos extraordi-
narios todos los demás «extras e imprevisibles» Auto de 17-11-1998,
Sección 12.ª de la A. P. de Barcelona).
– Procedencia de la reclamación al padre del 50por 100 de los gastos
de estancia del hijo mayor de edad en una universidad privada de
otra ciudad distinta, atendiendo al nivel cultural de ambos cónyuges
y su capacidad económica, y a lo pactado por los cónyuges en el
convenio en cuanto a la consideración de gasto extraordinario (auto
de 11-07-2001, Secc. 3.ª de la A. P. de Castellón).
– Las clases de judo, el comedor escolar, los libros de texto, y material
escolar no tienen carácter de gastos extraordinarios (auto 19-07-
2002, Secc. 22 de la A. P. de Madrid)

4898
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

III.3 Tramitación Procesal

Una de las cuestiones que no ha sido afrontada por el legislador, y


que por tanto existe una laguna legal, desde mi punto de vista, ha sido el
no establecer un procedimiento para la regulación de las reclamaciones
de los gastos de este esta naturaleza. En la Ley 1/2000, de 7 de Enero,
de Enjuiciamiento Civil no se regula el trámite por el que puedan sus-
tanciarse estos supuestos.
Hasta ahora, la jurisprudencia menor, ha venido admitiendo dos
trámites a seguir, según que se hayan solicitado: A) Unicamente gastos
extraordinarios, o B) conjuntamente gastos extraordinarios con otros
tipos de reclamaciones.
A) Si se han reclamado única y exclusivamente el importe de gastos
extraodinarios.
En este supuesto habrá que seguir los trámites establecidos en el
Capítulo IV del Título V del Libro III de la L.E.C., donde se regula la
liquidación de daños y perjuicios, frutos y rentas y la rendición de cuen-
tas, al establecer el primero de su sus preceptos – artículo 712 – «Que
se procederá del modo que ordenan los artículos siguientes siempre
que, conforme a esta Ley, deba determinarse en la ejecución forzosa el
equivalente pecuniario de una prestación no dineraria o fijar la cantidad
debida en concepto de daños y perjuicios o de frutos, rentas, utilidades
o productos de cualquier clase o determinar el saldo resultante de la
rendición de cuentas de una administración».
Pero yo diría que este trámite no significa ni más ni menos que el modo
de hacernos con un título judicial (resolución judicial) para posteriormente
instar, en su caso, la ejecución del mismo; habida cuenta que este tipo de
sustanciación a lo único que conduce es a que el Juzgador dicte una reso-
lución (providencia, si el deudor se conforma o presta su conformidad, o
Auto, si hubiera oposición motivada del deudor) determinando el importe
a que puede en su caso ascender esos gastos extraordinarios., Y será esta
resolución la que sirva de título para adjuntarla (o a la que nos remitire-
mos) con la demanda de ejecución forzosa para reclamar el importe fijado
judicialmente por estos conceptos de gastos extraordinarios., en la forma
establecida en los artículos 571 y siguientes de la L. E. C.
Por tanto, una vez presentado el escrito con la relación de gastos
considerados como extraordinarios: facturas y documentos que estime
oportuno, el Tribunal dictará Providencia o Auto acordando dar traslado
del escrito y de la documentación al progenitor no custodio (a la contra-

4899
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

parte a quien se le reclama dicho importe) para que en el plazo de diez


días, conteste lo que estime conveniente (artículo 713 de la L. E. C.).
Puede suceder:
a) Que deje transcurrir sin evacuar el traslado.
b) Que al dar traslado presente escrito o realice una comparecen-
cia manifestando que está totalmente conforme con los gastos y con su
importe.
c) Que presente escrito dentro del plazo de diez días oponiéndose,
pero limitándose a negar los mismos sin concretar los extremos o puntos
en que discrepa de la relación presentada por la parte reclamante. y
d) Que dentro del plazo de días presente escrito oponiéndose
motivadamente a la reclamación, ya sea mostrando su desacuerdo en la
totalidad de las partidas o en alguna de ellas por no considerarlas como
gastos extraordinarios o en cuanto al importe de las mismas.
En los tres primeros casos el Juzgado dictará providencia sin ulte-
rior recurso, aprobando aquellos gastos y fijando el importe reclamado
(art. 714 de la LE. C.)
En tanto que en el cuarto supuesto el Juez dictará providencia acor-
dando señalar vista, y siguiendo los trámites establecidos para los juicios
verbales de los artículos 441 y siguientes de la L. E. C. (art. 715).
Dentro de los cinco días siguientes a aquél en que se celebre la vista,
el Tribunal dictará por medio de Auto, la resolución que estime justa,
fijando la cantidad que deba abonarse al progenitor reclamante.
Este auto será apelable, sin efecto suspensivo y con imposición de las
costas conforme a lo dispuesto en el artículo 394 de la L. E. C.
En este sentido se ha pronunciado la Sección 6.ª de la A.P. de Málaga,
en Auto de 39/2002, de 8 de marzo de 2003.
A mi modo de ver, y así se está haciendo en algunos Juzgados de
Familia de Málaga, en este ultimo supuesto - apartado D) -, es decir
cuando se hubiere presentado escrito de oposición motivadamente, si
el Juzgador estimara que con las alegaciones y documentación aportada
por ambas partes, es suficiente para determinar, si las facturas o recibos
reclamados como gastos extraordinarios, gozan o no de esa naturaleza,
y en su caso puede determinar su importe, dictará en el plazo de cinco
días, por medio de Auto, la resolución que estime justa incluyendo
todos los gastos como extraordinarios o excluyendo aquellas partidas
que entienda no tienen dicha consideración y estableciendo el importe
que el progenitor no custodio o la parte a quien se le hubiere reclamado,
deba abonar a quien reclama.

4900
LA EJECUCIÓN DINERARIA EN LOS PROCEDIMIENTOS DE FAMILIA. ESPECIAL REFERENCIA…

En cuanto al pronunciamiento de las costas, se estará a lo establecido en


el artículo 394 de la L.E.C.. Este auto es apelable, sin efectos suspensivos.
En consecuencia, se prescinde de la celebración de la vista y demás
trámites previstos para el juicio verbal.
Ello debe ser así, y no se infringe precepto legal alguno, desde el
momento en que el Juez a la vista de la documentación acompañada por
las partes con sus respectivos escrito de reclamación y oposición, consi-
dere si puede resolver o no la cuestión planteada, sobre la base de todo
el material reunido en dicho expediente. Esta tesis tiene su fundamente
en el artículo 560 de la L. E. C., cuando dice que si el deudor-ejecutado
se opone a la ejecución despachada, no vincula al Juez a celebrar la vista,
aunque alguna de las partes hubiere solicitado la misma.
Una vez determinada la cantidad que el Juez ha establecido, bien
mediante Providencia (en los tres primeros supuestos) o mediante Auto
(oposición motivada), nada impide, que si el progenitor-dudor no paga
voluntariamente, con dicha resolución la contraparte inste la corres-
pondiente demanda de ejecución, por los trámites establecidos en el
artículo 571 y siguientes de la L. E. C.
Para el supuesto B). Reclamación de gastos extraordinarios junto
con reclamación de cantidades ya sea por atrasos de actuaciones de
pensiones o por impago de estas.
En estos casos no existe impedimento legal alguno, ni produciría
ningún tipo de indefensión, para que ambas reclamaciones se ventilen
conjuntamente a través de los trámites establecidos para la ejecución
dineraria prevista en el Título IV del Libro III de la L. E. C., aun cuando
la cantidad que se pretenda reclamar por gastos extraordinarios supere
a la reclamación del impago de pensiones; por cuanto si bien es cierto
que desde el punto de vista formal, la cantidad reclamada por el con-
cepto de gastos extraordinarios, en cuanto ilíquida, debe ser cuantificada
a través del procedimiento expuesto en el apartado anterior (supuesto
A: Artículos 712 y siguientes de la L. E. C.), pero no lo es menos que al
reclamarse una cantidad líquida y otra ilíquida, tienen ambas su origen
en el único título ejecutivo (sentencia de Separación o Divorcio, ya sea
Contencioso o Consensual con convenio homologado), con las mismas
partes e idéntica causa de pedir. Por ello y por razones de economía pro-
cesal aconsejarían que se sustancien en el mismo procedimiento, pues
así se evitan iniciar dos procedimientos en el que los gastos judiciales
pueden suponer que superen inclusos algunas de las cantidades reclama-
das; y porque el cauce procesal seguido para su reclamación no produce
indefensión a ninguna de las partes, ni tan siquiera a la parte ejecuta-
da-deudora que no eligió este referido tipo de procedimiento, pero que

4901
BIENVENIDO JIMÉNEZ MORILLAS

puede oponerse a la pretensión ejercitada de contrario, utilizando los


medios de impugnación y defensa que estimare convenientes.
En estos términos se ha pronunciado la Audiencia Provincial de
Málaga, Sección 4.ª en Auto de 9 de Septiembre de 2003.
La Audiencia Provincial de Castellón, Sección 3.ª, mediante Auto de
fecha 11 de Junio de 2001, va más allá, y no duda incluso en que estos
gastos extraordinarios cuando sean los únicos que se reclamen por este
concepto, se ventilen por dicho procedimiento de ejecución de sentencia,
al establecer que: «la reclamación de los gastos extraordinarios pactados
en el convenio regulador debe ventilarse en la ejecución de sentencia,
rechazándose la oposición del padre en cuanto que debían tramitarse en
Procedimiento de Modificación de Medidas».
Esto nos demuestra que la jurisprudencia no es pacifica a la hora de
determinar el trámite a seguir en cuanto a la reclamación de los gastos
extraordinarios.

IV. BIBLIOGRAFÍA
Asociacion Española de Abogados de Familia: Criterios Orientadores para las actuacio-
nes en Procesos de Familia, Malaga, 2002.
BERROCAL JAIME, Ángel: «Las medidas de localización de bienes en el proceso de ejecu-
ción», Sepin, núm. 38, febrero 2004.
COLLADO NUÑO, Miguel: «La ejecución», Estudios Jurídicos, 2001.
DELGADO LÓPEZ, Luis M.ª: Ejecución de la condena al pago de pensión alimenticia.
DELGADO MARTÍN, Joaquín: «La Orden de Protección de las Víctimas de la violencia domés-
tica», Encuentros «violencia doméstica», C.G.P.J., 2003.
GARRIDO TUNDIDOR, Carlos M.: «La posición procesal de los hijos sin plena capacidad en los
procesos de familia», Revista del Poder Judicial, núm. 69, primer trimestre, año 2003.
GARNICA MARTÍN, Juan: «Las partes en la nueva L.E.C. Novedades más significativas»,
Revista del Poder Judicial, núm. 62, segundo trimestre 2001.
HERNÁNDEZ VERGARA, Antonio: «Encuentros sobre la L.E.C.», Estudios Jurídicos, Libros I, II,
III, y IV.
HIJAS FERNÁNDEZ: Revista de Familia.
LACRUZ BERDEJO, José Luis: Matrimonios y Divorcios. Comentarios al Título IV, Ed. Cívitas.
MAURO BERNARDO DE QUIRÓS, Carlos: Edit. Los procesos especiales en la L.E.C., Comares.
PÉREZ MARTÍN, Antonio Javier: «La ejecución de las resoluciones matrimoniales en la nueva
L.E.C.», Estudios Jurídicos, 2001.
SÁNCHEZ-BERNAL, Jose Luis: «Actualización de las pensiones», Abogados de Familia,
abril 1998.
UTRERA GUTIÉRREZ, José Luis: Encuentros «Violencia doméstica». C.G.P.J., 2003: Aspectos
civiles de la violencia doméstica: Coordinación de la jurisdicción civil y penal.

4902

You might also like