Professional Documents
Culture Documents
D.R. © 2007
Fondo Editorial de Nuevo León
D.R. © 2007
Fórum Universal de la Culturas Monterrey 2007
D.R. © 2007
Los autores
ISBN 978-970-9715-39-2
Impreso en México
Zaragoza 1300
Edificio Kalos, Nivel A2, Desp. 249 Fundidora y Adolfo Prieto s/n
CP 64000, Monterrey, Nuevo León CP 64010 Monterrey, Nuevo León
(81) 83 44 29 70 y 71 (81)20 33 36 00
www.fondoeditorialnl.gob.mx www.monterreyforum2007.org
índice
presentación 9
José Natividad González Parás
INTRODUCCIÓN 11
Víctor Zúñiga
Violencia y conflicto 71
Michel Wieviorka
Víctor Zúñiga
Los hechos
1
David Spener y Kathleen Staudt, The U.S.-Mexico Border, Transcending Divisions, Contesting
Identities, Lynne Rienner Publishers, Boulder, Londres, 1998.
2
Marcel Mauss, Oeuvres II, Les Éditions de Minuit, París, 1974, p. 470.
3
Claude Lévi-Strauss, Race et Histoire, Éditions Gonthier, París, 1961.
4
Thomas C. Smith Stark, “Las lenguas indomexicanas: el arte colectivo del pensamiento”, en Enri-
que Florescano (comp.), El patrimonio cultural de México, FCE, México, p. 307.
11
Víctor Z úñiga
12
Introducción
13
Víctor Z úñiga
Los dilemas
En el centro, los chinos [como es natural]. Al este, los bárbaros yi, que
no se peinan, se tatúan y comen a veces sin cocinar los alimentos; al
oeste, los bárbaros rong, que no se peinan, se visten con pieles de
bestias, no comen más que cereales. Al sur, los bárbaros man, que se
tatúan la frente, duermen cruzando las piernas y comen cosas crudas.
Al norte, los bárbaros di, que se visten con plumas, son trogloditas y no
comen más que cereales.7
7
Tomado de Augustin Berque, Êtres humains sur la terre. Principes d’éthique de l’écoumène,
Gallimard, París, 1996.
14
Introducción
cual hace que el grupo dominado sea percibido como inferior, equivocado,
detestable. No se trata de que los dominadores vean a los sometidos como
inferiores, incompletos o depravados, sino que logren que los mismos so-
metidos se vean así a sí mismos. Si suceden estas cosas –como de hecho
han sucedido en la historia de la humanidad, aunque Lévi-Strauss las haya
ignorado en el trabajo que estamos sintetizando–, no hay más remedio
que complementar la visión de Lévi-Strauss con la de Franz Fanon quien
afirmaba que: “En la medida en que el hombre blanco me impone una
discriminación hace de mí un colonizado, me despoja de mi valor, de mi
originalidad, me dice que soy un parásito en el mundo”.8
Así pues, el etnocentrismo histórico, es decir, la creencia de que lo más
humano es lo que caracteriza al grupo social al que uno pertenece, pro-
duce fronteras –físicas, mentales, simbólicas– para evitar que los “otros”
invadan, traspasen. Al tiempo, la dominación cultural produce otras fron-
teras internas mediante las cuales los sometidos se denigran a sí mismos
y a quienes son como ellos.
Con todo esto, ¿cómo construir una ética de la diversidad? ¿En dónde
está el punto óptimo de diversidad que permita, a la vez, la cohesión social
y el respeto a las diferencias? ¿Es la homogeneización de los individuos lo
que hace factible la cohesión y el control social? La solución no está en las
grandes metanarrativas, de carácter religioso, mítico o político, según las
cuales, todos los humanos somos iguales, miembros de una misma fami-
lia y compartimos una misma historia. Estas narraciones no tienen bases
objetivas. La constatación es que los humanos somos diferentes y nuestra
historia es la historia de la diversidad. La otra constatación es que cuando
formas culturales diferentes entran en contacto tienden a violentarse: unas
tienden a someter a las otras.
Ante los errores y horrores del siglo XX, algunos seres humanos y or-
ganizaciones sociales están convencidos de que la diversidad es buena,
que es un bien de la humanidad. Sin embargo, estas declaraciones éticas
no bastan para resolver los dilemas políticos y prácticos. ¿Es posible ima-
ginar una sociedad plurilingüe, multirreligiosa, multicultural en donde no
se “destruyan los ídolos” de los que son diferentes y no se “bautice en
masa” a los hijos de quienes son diferentes? (ver texto de Carmen Bernand
y Serge Gruzinski en este volumen) ¿Cómo dar la bienvenida a quienes
son diferentes sin sentir que son una amenaza a las formas de vida que
8
Franz Fanon, Peau noire, Editions du Seuil, París, 1952.
15
Víctor Z úñiga
16