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«Corona formada por una gota de leche», de Harold Edgerton, 1957.

La
simetría de los fenómenos naturales se pone sorprendentemente de manifiesto
en esta fotografía de una gota de leche al golpear una superficie lisa. La
«corona» tiene 22 puntas, colocadas simétricamente como los vértices de un
polígono regular de 22 lados. La mancha blanca en la parte superior de la
fotografía es una pequeña gotita de leche que rebotó directamente hacia arriba.

Las matemáticas se dedican al estudio de la forma y de las relaciones. Pueden


usarse para caracterizar el crecimiento espiral de las semillas de un girasol,
analizar los diseños en la cerámica antigua, diseñar telescopios, medir el
crecimiento de las poblaciones y calcular distancias que son imposibles de
medir.
Los matemáticos buscan y clasifican instintivamente patrones numéricos,
geométricos e incluso abstractos. Examinar los patrones nos ayudará a explicar
las formas de algunos de los objetos que nos rodean y a reconocer que esos
mismos patrones aparecen en problemas contemporáneos. Además de la
forma, otro de los temas es el tamaño. Investigaremos cosas GRANDES: King
Kong, montañas, grandes poblaciones, distancias astronómicas e incluso
simetrías que se extienden infinitamente en todas las direcciones. Veremos
cómo cambia la forma de los animales cuando crecen y cómo su tamaño puede
influir en gran medida sobre su forma.

Las películas de fantasía nos han familiarizado con todo tipo de criaturas
gigantes, entre las que se incluyen King Kong, Godzilla y el saltamontes de 50
pies de alto en El comienzo del fin. También encontramos gigantes en la
literatura, tales como el de «Juanito y el tallo de judía», el Papa Gigante y el
Pagano Gigante en El progreso del peregrino, y los habitantes de Brobdingnag
en Los viajes de Gulliver.
Aunque nos gusten estas historias, no creemos ni en monstruos ni en gigantes,
ni siquiera desde pequeños. Pero, ¿podrían existir tales seres? ¿Qué
problemas les causaría su enorme tamaño? ¿Cómo tendrían que adaptarse
para sobrellevarlo?
Cada especie sobrevive adaptándose a su entorno. En particular se enfrenta
con el problema de la escala: cómo adaptarse y sobrevivir a los diferentes
tamaños desde el comienzo de la vida hasta el tamaño final de adulto.
Por ejemplo, considere el panda gigante, que apenas pesa una libra al nacer y
llegará a 275 libras cuando sea adulto. Una cría de panda corre el peligro de
ser aplastada por su madre; un panda adulto necesita enormes cantidades de
comida.
Por el contrario, considere el caballo. Si un potrillo recién nacido pesara lo que
pesa un panda que acaba de nacer, el potrillo sería demasiado pequeño para
seguir a la manada y no podría sobrevivir. Un caballo adulto pesa mucho más
que un panda y tiene que consumir más comida; pero el caballo puede
moverse más rápidamente y recorrer grandes distancias, para así poder
beneficiarse de varias fuentes de mantenimiento.
Ha habido grandes mamíferos terrestres (mamuts) y enormes mamíferos
acuáticos (la ballena azul), por no mencionar los dinosaurios. Pero el ser
humano más alto ha llegado a medir solamente entre 9 y 10 pies; el mayor
mamut medía 16 pies hasta la cruz (aproximadamente el doble de alto que un
elefante); e incluso el dinosaurio más alto, Supersaurio, medía solamente 40
pies.
Pero, ¿y los supergigantes y los monstruos enormes? Que nunca hayan
existido sugiere que debe haber limitaciones físicas para el tamaño. De hecho,
con unos cuantos principios geométricos elementales, podemos mostrar no
sólo que los lagartos y lo monos de grandes tamaños no pueden existir, sino
también que ninguno de los seres vivientes de nuestro mundo podría existir
manteniendo su forma, pero con una escala diferente, ya sea mayor o menor.
¿Podría existir King Kong?

SEMEJANZA GEOMÉTRICA
La poderosa idea matemática que utilizaremos es la de semejanza geométrica.
En geometría, dos objetos son semejantes si tienen la misma forma, sin tener
en cuenta los materiales de los que están hechos. Pueden ser incluso de
diferente tamaño. Los ángulos correspondientes deben ser iguales y las
dimensiones deben tener todos los mismos factores de proporcionalidad.
Por ejemplo, cuando se amplía una fotografía, se utiliza el mismo factor para
ampliar tanto la dirección horizontal como la vertical, y, de hecho, cualquier
dirección (como la diagonal). Este factor de ampliación lo llamaremos factor de
escala. En las fotografías de la figura 16.2 el factor de escala es 3: la
ampliación es tres veces más ancha y tres veces más alta que la original. De
hecho, cada par de puntos se transforma en un nuevo par de puntos cuya
distancia es el triple que la distancia entre los puntos originales.
Observamos que la ampliación puede dividirse en 3 X 3 = 9 rectángulos, cada
uno de ellos del tamaño del original. Por tanto, la ampliación tiene 3 X 3 = 3 2 =
9 veces el área del original. De manera general, si el factor de escala es un
número cualquiera M (no necesariamente 3), la ampliación tiene un área de:
M x M = M2 (M cuadrado) veces el área del original. Así pues, el área de un
objeto ampliado aumenta con el cuadrado del factor de escala.
¿Qué sucedería si ampliáramos objetos tridimensionales?
Si tomamos un cubo y lo ampliamos con un factor de escala de 3, se hace 3
veces más largo, 3 veces más alto y 3 veces más ancho que el original (véase
la figura 16.3).
¿Qué le sucede al volumen? El cubo ampliado tiene tres capas, cada una tiene
3x3 = 9 cubos pequeños, cada uno de ellos del tamaño del original. Por tanto,
el volumen total es 3 X 3 X 3 = 33 = 27 veces el volumen del cubo original. En
general, volumen de un objeto ampliado aumenta con el del factor de escala.
Así pues, para un objeto ampliado por un factor de escala M, la ampliación
tendrá M3 («M cubo») = M X M X M veces el volumen del original. Al igual que
sucede con la relación entre área de una superficie y M2, esta relación también
se cumple para objetos de formas irregulares, tales cornos los monstruos de
ciencia ficción.
Observamos, sin embargo, que el área de cada cara (lado) del cubo ampliado
es 32 = 9 veces más grande que el área de cualquiera de las caras del cubo
original, de la misma manera que el área de la fotografía ampliada por un factor
de 3 tiene 9 veces e área del original. Puesto que esto es cierto para las 6
caras, el área total de la superficie del cubo ampliado es 9 veces la del original.
De manera general, para objetos de cualquier forma, el área superficial de un
objeto ampliado aumenta con el cuadrado del factor de escala. Por tanto, el
área superficial de un objeto ampliado por un factor de M es M2 veces el área
superficial del original; este hecho se cumple incluso para objetos con formas
irregulares.
Antes de discutir las ampliaciones de objetos reales tridimensionales, se deben
comprender las dificultades del lenguaje para describir el crecimiento y
decrecimiento.

El LENGUAJE DEL CRECIMIENTO, DE LAS AMPLIACIONES Y DEL DE-


CRECIMIENTO

Parece como si el valor de las casas en Madison hubiera subido


sustancialmente, pero ¿habría alguna razón para dudar de esta afirmación?
¡Por supuesto! Un lenguaje pobre o impreciso puede tergiversar el significado,
y un autor puede querer exagerar o minimizar cierto crecimiento o
decrecimiento.
¿Cómo puede uno ser completamente preciso, sin caer en exageraciones?
Considere, por ejemplo, una fotografía con un área de 10 pulgadas cuadradas,
y amplíela tres veces, de manera que sea tres veces más larga y tres veces
más alta. La ampliación tiene un área de 90 pulgadas cuadradas. ¿Cómo
puede comparar esta área con el área original? Rellene el espacio en blanco
en la frase: «El área de la ampliación es ______ el área del original». Las
frases «nueve veces» y «80 pulgadas cuadradas mayor que» son simples,
descriptivas, correctas e inequívocas.
La expresión tanto por ciento tiene algunos peligros debido al poco cuidado que
tenemos al utilizar el lenguaje. Un incremento de 1 a 9 es un incremento del
800% y no del 900%. En las discusiones de porcentajes debemos también
distinguir entre tanto por ciento y puntos porcentuales: si la popularidad del
Presidente ha bajado del 60% al 30%, ésta ha caído 30 puntos porcentuales,
pero ha decrecido el 50% (porque una caída de 30 puntos porcentuales es un
50% de los 60 puntos porcentuales originales).
También hay peligros asociarlos con la palabra decrecimiento. Para una
reducción de nueve a uno, la cantidad reducida puede describirse incorrecta-
mente como «nueve veces menos que» o «el 900% menos que». La
terminología correcta es que la nueva cantidad es «un noveno de», «ocho
novenos menos que», «el 11% de» y «el 89% menos que» la original.

LA AMPLIACIÓN A ESCALA DE LOS OBJETOS REALES


¿Por qué está limitado hasta un cierto grado el tamaño de un objeto
tridimensional? Los objetos reales tridimensionales están hechos de materia,
que posee extensión (volumen) y sustancia (masa). La masa es el aspecto de
la materia que se ve afectada por las fuerzas, de acuerdo con las leyes físicas.
Por gravitación de la Tierra quedándose cercana a ella (y ejerce una fuerza
igual sobre la Tierra, que tiende a mantenerla cercana a nosotros). Nos damos
cuenta de la masa de un objeto cuando intentamos moverlo (como cuando se
lanza una bola). Cuando intentamos levantar un objeto, notamos la masa como
peso, debido a la fuerza de gravitación que la Tierra ejerce sobre él. Como
veremos, la gravedad ejerce una enorme influencia en el tamaño y la forma que
pueden tener los objetos y los seres humanos.
LO SENTIMOS, KING KONG NO PUEDE EXISTIR
Desgraciadamente, la resistencia de los huesos al aplastamiento no es tan
grande como la del acero. Esto ayuda a explicar por qué no podría existir un
King Kong (¡al menos que estuviera hecho de acero!). Una criatura ampliada
con un factor de 20 tendría 203 = 8.000 veces el peso de la original. Aunque el
peso se incremente como el cubo del factor de escala, la capacidad para
soportar el peso —medida por el área de una sección transversal de los
huesos,— se incrementará solamente con el cuadrado del factor de escala.
Estas sencillas consecuencias de la geometría de las ampliaciones se aplican a
otros objetos, tanto naturales como artificiales y no solamente a
supermonstruos. Hace 350 años, Galileo fue capaz de hacer una buena
estimación de la altura que podrían tener los árboles más altos. Podemos
estimar también qué altura podría tener la montaña más alta.

¿QUÉ ALTURA PUEDE ALCANZAR UN ÁRBOL?


Galileo sugirió que ningún árbol podría superar los 300 pies de altura. Los
árboles más altos del mundo son las secoyas gigantes, que crecen sólo en la
costa oeste de Estados Unidos; por tanto eran desconocidas para Galileo.
Tienen hasta 360 pies de altura.
¿Qué puede limitar la altura de un árbol? Si las raíces no lo sujetan
adecuadamente se puede caer. El árbol puede combarse o quebrarse bajo su
propio peso y por la fuerza del viento. La madera de la parte inferior comenzará
a romperse si hay demasiado peso encima de ella. Finalmente, la altura hasta
la que se pueden elevar el agua y los minerales desde las raíces a las hojas
tiene un límite.
La mayor parte del tronco de un árbol es madera muerta; sólo una pequeña
banda en el interior de la corteza está viva. El agua y los minerales fluyen
desde las raíces hasta las hojas a través de un cilindro delgado, como máximo
de una pulgada de espesor, que se encuentra en el interior de la corteza. De la
misma manera en que la parte inferior del cubo de acero debe soportar el peso
del cubo, la madera de la base del tronco del árbol debe soportar toda la
madera que hay encima de él. El árbol debe ser capaz de soportar la presión
de este peso para poder «bombear» el agua y los minerales hasta las hojas.
Considere un árbol de 360 pies de altura. ¿Cuál es la presión sobre la madera
en la base del tronco? Para hacer una estimación sencilla, pero aproximada,
ignoremos el hecho de que el árbol se estrecha en la parte superior. Puesto
que una célula de madera está compuesta principalmente de agua, podemos
pensar que una «pila» de células es como una columna de agua (esto nos dará
una subestimación del peso de la madera, puesto que la madera fresca
contiene minerales y componentes orgánicos y pesa considerablemente más
que el agua). Por tanto, una pregunta equivalente sería: ¿cuánto es la presión
en la parte inferior de una columna de agua de 360 pies? Sobre cada pie
cuadrado de la base habrá una columna de 360 pies cúbicos de agua;
calcularemos cuánto pesa. En primer lugar, pasamos 1 pie cúbico a medidas
del sistema métrico:
1 pie cúbico = 12 pulgadas X 12 pulgadas X 12 pulgadas
= 12 X 2,54 cm x 12 x 2,54 cm x 12 X 2,54 cm = 28,316 cm3 (o cc).
La razón para convertirlo a centímetros cúbicos se debe al hecho de que el
agua pesa casi 1gramo por cada centímetro cúbico. Ahora, un pie cúbico de
agua pesa alrededor de 28.300 gramos = 28,3 kilogramos = 28,3 X 2,20 libras
= 62 libras. Por tanto, 360 pies cúbicos de agua pesan 360 X 62 libras = 22.000
libras, de manera que la presión sobre la capa inferior es de 22.000 libras/pie
cuadrado.
Un organismo biológico necesita un factor de seguridad de al menos entre 2 y 4
veces los límites físicos mínimos para realizar sus procesos, por lo que un árbol
de 360 pies de alto necesitaría tener entre 40.000 y 80.000 libras/pie cuadrado
de presión hacia arriba para el agua y los minerales. Los experimentos
muestran que la tensión de las columnas de moléculas de agua que van desde
las raíces hasta las hojas varía entre 80.000 y 3,2 millones de libras/pie
cuadrado, para diferentes alturas y distintos tipos de árboles. Basándonos en
estas consideraciones pueden existir árboles incluso más altos.
¿Qué sucede con la presión en la parte inferior del árbol? Aproximadamente, a
más de 500 libras/ pulgada cuadrada (70,000 libras/pie cuadrado), la parte
inferior del árbol comenzaría a romperse bajo su propio peso. En este punto,
nuestra secoya de 360 pies de alto tiene un margen de seguridad de aproxi-
madamente un factor de 3. (Sin embargo, el estrechamiento del árbol,
combinado con la mayor densidad cerca de la base, producen un mayor factor
de seguridad).
Árboles más altos de 360 pies pueden ser físicamente posibles. Sin embargo,
cuanto más alto es el árbol mayor es el área que usa para recoger agua y
minerales, por los que también compiten los árboles cercanos. Por esta razón,
la evolución puede impedir el crecimiento de árboles extremadamente altos.
CAÍDAS, ZAMBULLIDAS, SALTOS Y VUELOS

La necesidad de soportar el peso puede entenderse como la tensión entre el


volumen y el área. Cuando ampliamos un objeto, su volumen y su peso aumen-
tan conjuntamente, siempre que mantengamos una densidad constante (por
ejemplo, ¡no introducir burbujas en el acero y dejarlo como un queso suizo!). Al
mismo tiempo, la capacidad para soportar el peso aumenta con el área de la
sección transversal, de la misma manera que el cubo de acero tiene que ser
soportado por su cara inferior.
La tensión área- volumen tiene otras muchas consecuencias prácticas, algunas
de ellas relacionadas con las fantasías de nuestra niñez. Podemos olvidarnos
de seres humanos «saltando edificios altos de un solo bote», «planeando como
águilas», zambulléndose varias millas bajo el agua y saltando desde aviones
sin paracaídas.
Ejemplo: Las Caídas
La tensión área-volumen afecta a la forma en que las criaturas responden a las
caídas, otro de los efectos de la gravedad. Un ratón puede resultar ileso
cuando cae desde una altura de 10 pisos, un gato cuando cae desde una altura
de dos, pero un ser humano puede herirse fácilmente cuando se cae corriendo,
andando, o incluso estando quieto.
¿Cuál es la explicación? La energía adquirida en la caída es proporcional al
peso del objeto que cae, y por tanto a su volumen. Esta energía debe ser
absorbida por el objeto o por aquello a lo que golpea, o puede disiparse en el
impacto, por ejemplo, en forma de sonido. La caída es absorbida, por una
parte del área superficial del objeto, de la misma forma que el peso del cubo se
distribuía sobre su base. Cuando se amplía, el volumen —Por tanto el peso, y
la energía de la caída— aumenta mucho más rápidamente que el área.
Cuando el volumen aumenta, los peligros al caer desde la misma altura
aumentan.
Ejemplo: Las Zambullidas
Las ballenas pueden mantener la respiración y estar bajo el agua durante 20
minutos. ¿Por qué nosotros no podemos? Básicamente, porque no somos tan
grandes como las ballenas. La habilidad de un mamífero para mantener la
respiración depende de dos cosas: el volumen de oxígeno transportado en los
pulmones, que es proporcional al volumen del mamífero y por tanto al cubo de
su longitud; y la velocidad con la que el oxígeno es absorbido por el área
superficial de los pulmones, que es proporcional al cuadrado de la longitud del
mamífero. En consecuencia, podemos esperar que los límites de duración de la
zambullida sean proporcionales al volumen de los pulmones dividido entre su
área, por tanto a la longitud del animal; y ésta es una expectativa correcta. A
pesar de que algunas características especiales pueden desempeñar un papel
importante en determinadas especies, y algunos individuos excepcionales
pueden superar la media, este caso ilustra una relación directamente
proporcional. Las ballenas azules son 16 veces el tamaño de los humanos
adultos y pueden mantener su respiración alrededor de 16 veces el tiempo que
dura sin respirar una persona adulta.

Ejemplo: Los Saltos


Una pulga puede saltar verticalmente alrededor de 2 pies, altura que es
muchas veces su propia altura. Mucha gente piensa que si una pulga fuera tan
grande como una persona podría saltar mil metros en el aire. Imaginándonos
—en contra de nuestros argumentos anteriores— que pudiera existir una pulga
tan grande, conocemos sus limitaciones: una pulga ampliada podría saltar más
o menos la misma altura que una pulga pequeña. La fuerza de un músculo es
proporcional al área de la sección transversal. Un salto requiere contraer
súbitamente el músculo a lo largo de su longitud, con lo que la capacidad para
saltar es proporcional al volumen del músculo. Pero el volumen de una pulga y
el volumen de los músculos de sus patas crecen proporcionalmente. Digamos
que los músculos de las patas de una pulga real representan un 1% de su
cuerpo. Si aumentamos la pulga hasta el tamaño de una persona (sin cambiar
su forma), los músculos agrandados de las patas de la pulga todavía
representarían el 1% de su cuerpo. Para cualquiera de las dos pulgas, cada
porción de músculo tiene la misma potencia: en un salto impulsa cien veces su
peso, y lo puede hacer hasta la misma altura. Ambos, el peso de la pulga y la
fuerza de sus patas aumentarían proporcionalmente.

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