MITO de

la CARNE
POR ÉTICA Y SALUD
En un año, son asesinados 5 billones de animales, en un segundo
mueren más de 3.000. Un trato inmoral que hace que cada vez
más personas adopten una dieta vegetariana, libre de crueldad.
Las imágenes de las condiciones de vida y muerte de millones
de animales inocentes han
hecho reflexionar a millones de
vegetarianos que no quieren
ser cómplices de tanto
sufrimiento.
El ser humano no necesita
consumir productos de origen
animal para mantener una buena
salud, sino todo lo
contrario.Numerosos estudios
demuestran que una serie de
elementos tóxicos, como el
ácido úrico o el colesterol, son responsables con los años de
enfermedades de tipo cardiovascular, cáncer o artritis.
Nuestro sistema digestivo está perfectamente adaptado para una
dieta vegetariana, que suministra todos los elementos nutritivos
necesarios para el hombre, como fibras y carbohidratos (ausentes
en las carnes), hasta proteínas y, por supuesto, todas las vitaminas
y materiales.
Cereales, legumbres,
verduras y frutas son
fuente de salud, y
componen un nuevo
sistema de grupos
alimenticios que ya
en 1991 sustituyó al
tradicional por el
Comité de Médicos
por una Medicina
Responsable.
POR SOLIDARIDAD Y ECOLOGIA
Consumir carne contribuye a agravar el problema del hambre.
El ganado es alimentado con 600 millones de toneladas de
cereales,mientras entre 40 y 60 millones de personas mueren
cada año por el hambre y las enfermedades asociadas. Para
la producción de carne es necesario emplear una cantidad muy
superior de plantas de lo que sería necesario con su consumo
directo. De un cultivo de 100 m2 de soja se obtienen 5 kg,. de
proteína que pueden
cubrir las necesidades
de 70 personas durante
un día; si se utiliza para
alimentar ganado solo
se conseguirá ½ kg. de
carne, lo justo para
alimentar a 3-4 personas
al día. Si nos hiciéramos
vegetarianos, la
superficie total cultivada
disminuiría
sensiblemente. Si cada
habitante de los países desarrollados redujera su consumo de
carne tan sólo en un 10%, el grano sobrante por este motivo
bastaría para alimentar a los 60 millones de humanos que mueren
de hambre cada año.

A lo largo de su vida, un consumidor medio come unas 11

vacas, 43 cerdos, 36 ovejas, 1.100 pollos y media tonelada
de peces, dejar de comer animales es una acción fácil y
directa, y es la única para ayudarlos.

Consumir leche significa de alguna manera “robársela” al

pequeño ternero, que sufre la frustración de ser separado de
su madre. Las vacas lecheras son ordeñadas varias veces
al día, mediante una máquina que les provoca heridas e
inflamación.

Ningún mamífero bebe leche después de la infancia. Los

productos lácteos se han convertido en el negocio del siglo,
pero en realidad no son nada beneficiosos para tu salud.

Los huevos no son tampoco buenos para ti. Si no puedes

pasar sin ellos, reduce su consumo y asegúrate de que sean
solamente de gallinas criadas al aire libre.

Organización internacional
por la defensa de los derechos
de todos los animales
www.animanaturalis.org | info@animanaturalis.com