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LOS TRABAJOS ACADÉMICOS

Mireya Cisneros Estupiñán


Profesora de la Universidad Tecnológica de Pereira
Directora del grupo “Estudios del habla y la comunicación”, categoría A.
mireyace@yahoo.com

Esta reflexión fue publicada en la Revista Litterae No. 10, Año 2001. Bogotá,
Asociación de Ex alumnos del Seminario Andrés Bello del Instituto Caro y
Cuervo. pp. 245-251.

En los ámbitos académicos es muy común escuchar frases como: “el


profesor nos dejó un trabajo de...”, “para recuperar mi mala nota, voy a
pedir que me dejen un trabajo”, “tengo que hacer un trabajo”, “para tal
fecha, hagan un trabajo sobre...”, “les dejo un trabajo para mejorar su
nota”, “esta vez la evaluación se hará por medio de un trabajo”, etc., etc. Si
preguntamos qué es un trabajo, las respuestas casi siempre son: “es una
investigación”, “es una consulta”, “es una ayudita”, otras, un tanto
informales o irreverentes, consideran que es una “copia” o un “plagio”.

Esto demuestra que no hay claridad en cuanto a la elaboración de trabajos


no tiene en cuenta la formación científica e integral de nuestros
estudiantes, como debe ser en toda actividad pedagógica. En el caso
específico de los trabajos que se piden a los estudiantes, en muchas
ocasiones el objetivo principal es dar (por parte del profesor) o recibir (por
parte del estudiante) una nota que aumente un puntaje cuantitativo, sin
importar lo que pueda aprender y aprehender el estudiante para su
formación como futuro profesional y como ciudadano del mundo.

Por eso es muy común encontrar padres de familia, hermanos amigos, etc.,
angustiados “ayudando a hacer el trabajo” para “fulanito de tal” (inclusive
existen personas que ganan dinero por hacer “trabajos” ajenos) por que así
va a salvar el año, el semestre o simplemente va a mejorar la nota. A los
pocos días se ven las caras de alegría por el logro obtenido (“y qué tal si yo
no le hubiera ayudado” dicen) aunque el estudiante siga igual o peor de
atrasado en relación con los conocimientos propios del nivel que cursa. En
el más grave de los casos, el trabajo se reprueba sin tener en cuenta que el
estudiante no recibió la orientación adecuada.

En consecuencia, hacemos una breve distinción entre trabajos de consulta,


trabajos de investigación y trabajos de compilación, a fin de que, orientados
y realizados concienzudamente, sean provechosos tanto para el estudiante
como para su entorno, y permitan cumplir con los objetivos de toda
actividad académica que se enfocan hacia la formación integral y científica
del estudiante y al mejoramiento y bienestar de la sociedad. Sobre los
trabajos creativos, hablaremos en otra ocasión.

1. Trabajo de consulta. Es el proceso de apropiación de unos


conocimientos ya descubiertos por otros y que están en los materiales
bibliográficos. Por lo tanto, se requiere la búsqueda de la documentación y
de los datos necesarios en publicaciones como libros, revistas, periódicos,
etc. como también pueden ayudar las entrevistas a personajes conocedores
del tema.

El resultado es un informe, al que se puede llamar “trabajo”, en el que el


estudiante demuestra lo que aprendió. Dicho trabajo se puede presentar
por escrito o ser sustentado públicamente (exposición en clase, por
ejemplo). Después de haber realizado un trabajo de consulta sobre cierto
tema, el estudiante queda en condiciones de ponerlo en práctica tanto en el
ambiente académico como en la vida cotidiana, inclusive de aproximarse a
nuevos conocimientos a partir del mismo. Si se presenta por escrito debe
poseer el estilo personal y cuidadoso del estudiante, y la presencia de los
autores consultados, esto se hace evidente con las respectivas citas y
referencias bibliográficas.

2. Trabajo de investigación. Es el producto de un proceso científico que,


como primera medida, necesita realizar la consulta para, a partir de ella,
formular nuevos conocimientos que aporten a la ciencia y que se conviertan
en la base para nuevas investigaciones. Desde hace cuarenta años,
Ezequiel Ander Egg decía que la investigación “es un proceso reflexivo,
sistemático, controlado y crítico que permite descubrir nuevos hechos o
datos, relaciones o leyes en cualquier campo del conocimiento humano”
(1). Por lo tanto, el proceso científico se puede orientar desde cualquier
nivel académico y desde cualquier asignatura. La tan predicada calidad de
la educación sólo se puede lograr desde acciones mediadas por la
investigación, que haga posible la comprensión cultural y lingüística del
hombre, incidiendo así en los procesos cognitivos y formativos del
estudiante desde la cotidianidad escolar.

Para la elaboración de un trabajo de investigación se empieza por escoger


adecuadamente un área del conocimiento. Pero las áreas del conocimiento,
generalmente, son demasiado amplias y esto puede afectar la profundidad
y seriedad del trabajo; por eso, es necesario ver la viabilidad y plantear los
límites espacio-temporales y temáticos de acuerdo con las capacidades y
posibilidades del investigador. Luego se plantea el interrogante (problema)
que inquieta al investigador y que clama respuestas. Este interrogante
conlleva la hipótesis que da la respuesta al problema de investigación, la
cual tiene que demostrarse en el desarrollo del trabajo; por lo tanto, todos
los argumentos del trabajo apuntan a la sustentación, la explicación, la
ampliación y la defensa de dicha hipótesis. Una vez finalizado el proceso de
investigación, esta hipótesis se convierte en la tesis del trabajo de
investigación. No hay que olvidar que el investigador se propone a sí mismo
unos los objetivos que son sus metas alcanzables y que se relacionan con
los demás pasos que venimos considerando. Es indispensable también,
considerar las razones que llevan a la elaboración del trabajo y su
importancia como aporte a la ciencia y al bienestar de la sociedad.

Teniendo en cuenta que la ciencia es un desarrollo continuo del


conocimiento, toda investigación parte de otras que se constituyen en sus
antecedentes y le dan los fundamentos teóricos. Aquí hablamos del marco
teórico, el cual se pone en evidencia mediante las citas bibliográficas, la
bibliografía y las referencias que se haga a los otros autores y a sus
conceptos. En el proyecto de investigación (2), el marco teórico se presenta
como un informe de consulta.

También, hay que escoger la metodología, esto es el conjunto de


estrategias que facilitan la resolución del problema y, en general que
permiten el desarrollo del trabajo de investigación. Una metodología bien
escogida, conduce al logro de los objetivos propuestos.

Una vez desarrollado el proceso que acabamos de mencionar, se elabora el


informe final de la investigación y se presenta como “trabajo”. En cuanto a
su denominación específica, un trabajo de investigación puede ser una tesis
(3), un trabajo de grado, una monografía o un ensayo, dependiendo de la
extensión y de la amplitud con que se trabaje el tema.

Todo trabajo de investigación consta de tres partes principalmente:


introducción, desarrollo y conclusiones (4): En la introducción se da a
conocer los pasos que se siguieron en el proceso (área temática,
delimitación, problema, hipótesis, objetivos, justificación, metodología) sin
necesidad de colocar títulos ni subtítulos para cada uno (5), el estilo del
investigador permitirá integrarlos en una prosa seguida. No sobra advertir
que en esta parte no se explica ni se desarrolla el tema. En el desarrollo
está la respuesta, dada al problema, debidamente demostrada, sustentada,
ilustrada, explicada y argumentada. Formalmente, si se trata de una tesis
(6), de una monografía u otro trabajo que se aproxime por su amplitud, el
desarrollo se organiza en capítulos o secciones; si es un ensayo, en
párrafos. Las conclusiones contienen el resultado, la síntesis de lo expuesto
en el trabajo y la evaluación de los objetivos. Se relacionan directamente
con la introducción. Además, en ellas se pueden plantear sugerencias para
nuevas investigaciones.
3. Trabajo de compilación o de recopilación. Consiste en la recolección
y en la selección de escritos diversos sobre un mismo tema. Es el trabajo de
“copia” (no plagio) en el buen sentido de la palabra, el cual es meritorio si
se tiene en cuenta que recoge la información de los resultados obtenidos en
otras investigaciones y los pone en manos del público de una manera fácil
de asimilar y de manejar.

Quienes realizan las compilaciones o recopilaciones dominan el campo


temático, pero su objetivo principal no es el de apropiarse de los
conocimientos sino el de que los lectores hagan las consultas e
investigaciones pertinentes con más facilidad. En todas las áreas del
conocimiento se requieren compilaciones y las casas editoriales las
proporcionan. No está por demás que las instituciones educativas a través
de sus estudiantes provean a la comunidad de estas herramientas.

Vale la pena aclarar que en este apartado nos estamos refiriendo al Trabajo
de compilación o de recopilación, como el resultado de un proceso de
recolección y de selección de textos. Esto es diferente a la recolección de
información como primer paso metodológico dentro del proceso de
elaboración de cualquier trabajo, ya sea de consulta, de investigación o de
compilación, cuyo resultado se verá en el trabajo ya finalizado.

Por último, faltaría reconocer los “trabajos” obtenidos del traslado de


información de los libros hacia las hojas de papel “bond”, con las
respectivas medidas, el usual color blanco y las normas del ICONTEC (7),
donde el ingrediente que pone el estudiante es la mala ortografía y la
mutilación y distorsión de contenidos, y la compensación que recibe es el
cansancio, el tiempo reducido para otras actividades fructíferas o
placenteras, unos pesos menos en el bolsillo y un número garabateado a la
ligera. No podemos negar su utilidad, por cierto, si olvidándonos por un
momento de nuestra responsabilidad ecológica, tenemos en cuenta que con
las grandes cantidades que se producen, sobreviven nuestros humildes y
honrados recicladores.

NOTAS:

(1) ANDER EGG, Ezequiel. Técnicas de investigación social. Bs. As.


Humanitas, 1969. p. 28.
(2) El proyecto de investigación consiste en el detalle de cada uno de los
pasos que se seguirán en el proceso de acuerdo con el tema. En el proyecto
se “define los elementos científicos, técnicos y administrativos del trabajo
de investigación” (Normas del ICONTEC).
(3) Es conveniente distinguir entre “tesis” como idea principal que se
sustenta y defiende en un trabajo, “tesis” como trabajo académico que se
presenta para obtener un título de pregrado o de postgrado.
(4) En trabajos que por su extensión sean inferiores a una monografía –por
ejemplo, un ensayo- no es indispensable ni conveniente titular cada una de
estas partes. Aunque no existen medidas precisas, la introducción puede
abarcar el primero o los dos primeros párrafos, el desarrollo abarca la parte
más extensa y la conclusión se ubica en el último párrafo. En cuanto a
páginas preliminares y material complementario, consúltese las normas de
presentación que exija la entidad a la cual se presenta el trabajo.
(5) Este detalle es necesario solamente en la presentación del proyecto.
(6) Ver nota 3.
(7) Instituto Colombiano de Normas Técnicas y de Presentación de Trabajos
de Grado.

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