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HORMIGÓN I
Unidad 5:
ELEMENTOS DE HORMIGÓN ARMADO
SOMETIDOS A FLEXO-COMPRESIÓN.
Profesor: CARLOS RICARDO LLOPIZ.
2
CONTENIDO
5 COLUMNAS
5.1 INTRODUCCIÓN
5.10 BIBLIOGRAFÍA
5 COLUMNAS.
5.1. INTRODUCCIÓN.
Haciendo referencia a la Fig. 2.6 del capítulo 2, para una tensión cercana al 60%
de f´c se podría considerar con cierta aproximación que es válida la ley de Hooke, es
decir fc= εc Ec en el hormigón, y en el acero, para tensiones menores a fy es válida la
proporcionalidad. Por condición de compatibilidad de deformaciones, el acortamiento
es igual en ambos materiales es decir:
6
ε = εc = εs (5.1)
donde:
fc / Ec = fs / Es (5.3)
n = Es / Ec (5.4)
se podría escribir que el área transformada al equivalente de hormigón está dada por:
ρ = Ast / Ag (5.6)
Por lo que:
N
fc = (5.7a)
Ag [1 + ρ(n − 1)]
7
y
nN
fs = (5.7b)
Ag [1 + ρ(n − 1)]
Por ejemplo, para una columna de 40 x 40cm, con una cuantía ρ= 0.01 (i.e.,
1%, por ejemplo con 8 barras de 16 mm), cuando es sometida a una carga axial de 200
toneladas, las tensiones máximas alcanzadas son:
200 ton
fc = = 1147 t/m2 = 11.5 MPa
0.16 [1 + 0.01 (10-1)] m2
Hasta el valor de carga Po tanto las columnas estribadas como las zunchadas se
comportan casi igual, por lo que la influencia de la armadura transversal no es tan
significativa. Sin embargo, una vez que se alcanzó la carga máxima, una columna con
estribos no muy cercanos entre sí falla casi inmediatamente, con una secuencia que
10
Fig. 5.7.
Comparación de las curvas de
carga-deformación total para
columnas con estribos y columnas
Fig. 5.8(a) y (b) Terremoto del 26-01-2001 en Bhuj, India. Fallas de Compresión y Corte.
(Columna corta. Ver claro plano de falla de corte). Falta de confinamiento por carencia de
adecuada armadura transversal.
12
Fig. 5.8(d). Falla en pie de columnas por falta de confinamiento. Imperial County
Service Building, terremoto del 15 Octubre de 1979. Ver páginas siguientes.
Fig. 5.9(b). Vista de cómo se desintegró la columna del edificio de la Fig. 5.9(a), del Hospital Psiquiátrico
del Olive View después del terremoto de San Fernando, 1971. Note la falta de confinamiento transversal.
Tal cual se expresó anteriormente, ante la tendencia del hormigón y del acero a
comportamiento inestable bajo compresión en el hormigón armado sin confinar, un
correcto diseño y detalle de armadura transversal puede cambiar en forma radical la
respuesta para hacerla adecuada ante solicitaciones extremas. La combinación de
armadura transversal con barras longitudinales, ambas con espaciado pequeño, se
traduce en una restricción a la expansión lateral del hormigón, permitiendo soportar
mayores tensiones de compresión, y lo que es más importante, sobrellevar
deformaciones de compresión mucho mayores antes de que se produzca la falla
completa.
El efecto de arco resulta en estos casos más controlado pues los arcos son más
chatos y por lo tanto se reduce la cantidad de hormigón sin confinar. Esta es una de las
causas por la cual es recomendable que las barras longitudinales verticales tengan una
separación máxima o exista un mínimo de barras por cara de la columna.
Cuando estas barras están bien distribuidas en la periferia de la columna y sus
movimientos laterales son restringidos en forma efectiva por la armadura transversal,
se materializa el confinamiento en altura. El hormigón se apoya contra las barras
longitudinales y entonces la armadura transversal suministra las reacciones de
confinamiento tal cual se muestra en la Fig. 5.12(e) y (f).
Como claramente se observa, el confinamiento del hormigón se mejora si la
armadura transversal es distribuida con pequeña separación. Existirá una separación
crítica de las capas de armadura transversal por encima de la cual la sección que está
a mitad de camino entre dos estribos consecutivos estará inefectivamente confinada,
por lo cual no es apropiado aplicar la ecuación 5.10. Sin embargo, en general, el
requerimiento de evitar el pandeo de las barras longitudinales hace que la separación
sh esté controlada por este hecho por lo cual el confinamiento queda asegurado.
Paulay & Priestley, la ref.[2], mencionan que los experimentos indican que en las
regiones potenciales de articulación plástica la separación de la armadura transversal
no debe exceder de seis (6) veces el diámetro de la barra a restringir contra el pandeo.
17
El efecto del confinamiento se traduce, tal cual se muestra en la Fig. 5.13, tanto
en aumento de la resistencia a compresión como también de la deformación máxima
del hormigón. Varios investigadores, entre ellos Park, Priestley y Bertero, han
propuesto relaciones constitutivas para el hormigón confinado. A los efectos del diseño
los parámetros significativos que se necesitan son la resistencia a compresión, la
deformación última de compresión (para verificación de la ductilidad) y los parámetros
que definan el bloque de tensiones equivalentes. Dada la trascendencia del tema, y de
los sorprendentes resultados obtenidos de las investigaciones en Canterbury (Nueva
Zelanda) y Berkeley (California), se dará al tema de hormigón armado confinado cierta
extensión en este trabajo.
18
f´l = Ke fl (5.11)
Fig. 5.13. Modelo de tensión - deformación para carga monotónica de hormigón armado
confinado y no confinado.
19
f cc´ 7.94 f ´l
K= = − 1.254 + 2.254 1 + − 2 f ´l (5.13)
f ´co f ´co f ´co
donde Asp es el área del estribo o zuncho, s la separación o paso y d” es el diámetro del
núcleo de hormigón medido hasta el borde externo del estribo. La expresión anterior se
obtiene simplemente haciendo la relación entre el volumen de estribo con el volumen
de hormigón armado confinado en una altura s de columna.
Los valores de α y β dados por la Fig. 5.15 se pueden utilizar en conjunto con los
valores calculados para K para predecir la resistencia a flexión de secciones
rectangulares confinadas. Sin embargo, se debe reconocer que estos parámetros son
sólo aplicables a la zona de hormigón confinado del núcleo. Para altos valores de
deformación en compresión, el recubrimiento de la armadura se pierde por
21
5.3.3. Ejemplo No 1.
(b) Requerimiento.
(c) Solución.
εcu = 0.004 + 1.4 x 0.0225 x 420 MPa x 0.12 / 39 MPa = 0.004 + 0.041 = 0.045
ejemplo cómo las características del hormigón se han modificado por la consideración
del confinamiento de la armadura transversal.
5.3.4. Ejemplo No 2.
(b) Requerimiento.
(c) Solución.
f´lx = f´ly = 0.75 x 0.00911 x 4.2 t/cm2 = 0.0287 t/cm2 = 2.87 MPa
ρs = ρx + ρy = 0.00911 x 2 = 0.0182
εcu = 0.004 + 1.4 x 0.0182 x 420 MPa x 0.12 / 43 MPa = 0.004 + 0.03 = 0.034
Variante:
f´lx = f´ly = 0.75 x 0.0182 x 4.2 t/cm2 = 0.0573 t/cm2 = 57.3 MPa
ρs = ρx + ρy = 0.0182 x 2 = 0.0364
εcu = 0.004 + 1.4 x 0.0364 x 420 MPa x 0.12 / 54 MPa = 0.004 + 0.0475 = 0.05
5.3.5. Ejemplo No 3.
(b) Requerimiento.
(c) Solución.
εcu = 0.004 + 1.4 x 0.0089 x 420 MPa x 0.12 / 38 MPa = 0.004 + 0.0165 = 0.02
Variante:
26
εcu = 0.004 + 1.4 x 0.022 x 420 MPa x 0.12 / 50 MPa = 0.004 + 0.031 = 0.035
Fig. 5.18. Otro de los resultados experimentales en Canterbury sobre columnas circulares, ref.[10].
En las Figs. 5.19 y 5.20 se presentan resultados sobre columnas cuadradas, con
diferentes arreglos de armaduras longitudinales y transversales, tanto en cantidad
como en diámetros.
29
Fig. 5.19. Algunos de los resultados experimentales en Canterbury sobre columnas cuadradas, ref.[10].
30
Fig. 5.20. Más resultados experimentales en Canterbury sobre columna cuadradas, ref.[10].
fc = fcr = 0.33 f´ c
P = fs Ast (5.17)
4
C c + ∑ A si f si = Pi (5.19)
1
C c = αf c´ ab
y (Asi fsi) representa la contribución de cada capa de acero a los esfuerzos axiales (que
se deben tomar con su signo de acuerdo al sentido de las deformaciones).
4
Mi = C c (c − a / 2) + ∑ A si f si (c − x i ) + Pi (h / 2 − c ) (5.20)
1
carga axial no es significativa. Sin embargo, para altos niveles de carga axial, el
mejoramiento de las características de resistencia del hormigón a compresión cuando
está confinado tiene mucha influencia, tal cual se muestra, ref.[2], en la Fig. 5.22. En
ésta se compara la resistencia a flexión obtenida en forma experimental en columnas
circulares, cuadradas y rectangulares con las predicciones basadas en la teoría
convencional de resistencia a flexión utilizando características medidas en los
materiales y una deformación máxima de compresión del hormigón de 0.003, la sección
transversal total y sin aplicar reducción, es decir φ = 1.0.
La influencia creciente de las resistencias de hormigón confinado resulta del
aumento de la profundidad de zona comprimida, c, que acompaña al aumento de axial,
y por lo tanto en la mayor importancia que toma el factor Cc (c – a/2) en la resistencia
total de flexión en la ecuación (5.20). Para niveles de carga axial bajos, la relación
promedio entre la resistencia experimental y la predicción por código basada en la
resistencia medida en los materiales es de 1.13, lo cual resulta primariamente de los
efectos de endurecimiento por deformación de la armadura de flexión para desarrollar
ductilidades elevadas. Para niveles de carga axial elevados, particularmente para
(P/(f´cAg)) ≥ 0.3, el factor de mejoramiento de resistencia se incrementa rápidamente.
Como una alternativa para predecir la resistencia a flexión de secciones de
columnas utilizando los parámetros del bloque de tensiones derivados para hormigón
confinado y dimensiones del núcleo de hormigón, se puede utilizar la siguiente
expresión, ref.[2], que tiene en cuenta los resultados analíticos y experimentales antes
descriptos:
35
Mmax P
= 1.13 + 2.35( ´ i − 0.1) 2 (5.23)
Mn fc A g
La citada ref. indica que los datos hallados experimentalmente están dentro del
rango ± 15 % de la ecuación propuesta.
Para el caso de secciones de tabiques de hormigón armado, la profundidad de la
zona de compresión no es generalmente suficientemente grande como para esperar
una mejora sustancial a partir de la mayor resistencia del hormigón comprimido
confinado. Tal vez la misma pérdida de hormigón de recubrimiento, y por ende
reducción de área, por deformaciones mayores al 0.004 que se ignoran en el análisis,
en cierta forma se compensa con el mayor beneficio que aporta el confinamiento. En
consecuencia, la resistencia a flexión que se corresponde con una deformación
máxima del hormigón en la fibra extrema en compresión del orden de 0.004 es
probablemente una buena estimación de la resistencia nominal, Mn, la cual se debería
combinar con el reconocimiento de la mayor tensión en el acero que pueda tener por
encima de los valores especificados y por el endurecimiento plástico del acero para
alcanzar altas ductilidades.
La Fig. 5.24 muestra en línea de trazos las combinaciones que llevan a alcanzar
el punto B, de falla balanceada. Entre A y B la falla es por compresión sin ductilidad, y
entre C y B la falla es dúctil, correspondiendo al punto B la ductilidad de curvaturas
unitaria para la sección. La Fig. 5.25 muestra los perfiles de deformación y las
posibilidades de fallas frágiles y dúctiles.
Los valores de Pb y Mb se pueden calcular fácilmente. En referencia a la Fig.
5.26, y tal cual se derivó para vigas, por similitud de triángulos se tiene que:
y en definitiva:
εu
Cb = d (5.25)
εu + εy
ab = β1 x cb (5.26)
39
ϕu
µϕ =
ϕy
Fig. 5.28. Diagrama de interacción para la columna típica del edificio de 7 pisos de hormigón
armado presentado en el capítulo 1, y que corresponde a la Fig. 5.29(a).
Fig. 5.29(b). Distribución de estribos y densificación de los mismos en la columna de hormigón del edificio
de 7 pisos ensayado en Berkeley.
(iv) El punto F, que corresponde a la falla por flexión simple, de M = 2400 Kip-in.
∑ Me ≥ 1. 2∑ M g
44
donde:
∑ Me = suma de momentos, al centro del nudo, correspondientes a la resistencia de
diseño de flexión de las columnas que confluyen en dicho nudo. La resistencia se debe
calcular para la fuerza axial mayorada que de la resistencia más baja a flexión.
∑ Mg = suma de momentos, al centro del nudo, correspondientes a la resistencia de
diseño de flexión de las vigas que confluyen en dicho nudo.
Paulay sostiene que si se llevara a cabo un diseño por capacidad racional de las
columnas, entonces la región donde se realizan los solapes de las armaduras
longitudinales de las columnas se podrían elegir libremente, excepto para el caso
donde se prevean rótulas plásticas, como en la base de las columnas del primer nivel,
por ejemplo. El autor considera que la ecuación anterior no es conservadora para
asegurar la formación de las rótulas en las vigas. Si bien la relación 6/5 = 1.2 aumenta
en términos de resistencia nominal Mn al valor de 1.54 cuando la carga axial de la
columna sea mayor que Ag f´c / 10 (1.2 x 0.9/0.7), aún así el factor de sobrerresistencia
asignado a las columnas no sería suficiente en muchos casos. Paulay demuestra,
ref.[11] que ese factor debe a veces estar comprendido entre 2 y 2.5.
En los comentarios de la norma ACI también se aclara que la razón de la cuantía
mínima en columnas trata de reducir los efectos de fluencia lenta y de retracción del
hormigón que antes se mencionaron. Ante cargas sostenidas en compresión estos
efectos tienden a transferir esfuerzos de compresión desde el hormigón hacia la
armadura, y este aumento de esfuerzo en la tensión de compresión en el acero es
mayor en la medida que disminuye la cantidad de refuerzo. A menos que se imponga
un límite inferior a esta cuantía, el esfuerzo de compresión en las barras puede llegar al
de fluencia aún bajo cargas de servicio.
En cuanto al número de barras, el CIRSOC 201-2005, sección 10.9.2 especifica
que el mínimo de barras longitudinales en elementos sometidos a compresión debe ser
4 para el caso de usar estribos, sean éstos circulares o rectangulares, 3 para barras
dentro de estribos triangulares y 6 para barras confinadas por zunchos, que cumpla con
la disposición, sección 10.9.3, de que:
Ag f´
ρ s = 0.45 − 1 c (5.27)
Ac fy
Como se verá más adelante, Figs. 5.27 y 5.29, los requerimientos de separación
máxima entre armaduras longitudinales también son diferentes entre el ACI y el NZS.
Note, sin embargo, que la limitación del CIRSOC 201-2005 de los 150 mm o 15dbe se
refiere a barras intermedias entre las apoyadas cuando éstas superan el número de
tres (Ver Fig. 7.5.10.3 de norma), mientras que los 200 mm o b/4 del NZS se refieren a
la distancia máxima entre las barras apoyadas.
El NZS en su sección 8.5.4.2(c) establece que en una misma fila de barras, la de
menor diámetro no debe ser menor de 2/3 del diámetro de la mayor barra de esa fila.
que el elemento va a fluir por demandas de flexión. El primer estribo se debe colocar a
50 mm de la cara del elemento de apoyo. La separación máxima debe ser la menor
entre estas cuatro posibilidades: (i) 300 mm, (ii) d/4, d altura útil del elemento, (iii) 8
veces el diámetro de la barra longitudinal más pequeña y (iv) 24 veces el diámetro de la
barra del estribo. Como se ve estas dos últimas condiciones reducen la separación a la
mitad de lo que se exige para cargas en general. El ACI-318 permite el arreglo de
estribos como se muestra en la Fig. 5.31(b). Sin embargo, se reitera que en diseño
sismorresistente los estribos deberían cerrarse con ganchos a 135o.
El reglamento NZS: 3101, especifica en su sección 7.3.28.1 que el diámetro del
estribo debe ser mayor de 5 mm para encerrar a barras longitudinales mayores de 20
mm de diámetro, 10 mm para barras entre 20 mm y 32 mm, y de 12 mm para barras
mayores o grupo de barras. En la sección 7.3.27.2 establece que el diámetro mínimo
para estribos circulares o zunchos es de 5 mm. Esta es una gran diferencia con el ACI
que sin distinciones pide diámetro 10 mm como estribo. La figura 5.32 presenta los
requerimientos de la NZS en cuanto a la disposición de estribos en columnas. El
proyecto del reglamento CIRSOC 201-2005 en su tabla 7.10.5.1, tal cual antes se
expresó, especifica el diámetro mínimo de estribos en función del diámetro de la
armadura longitudinal.
El código NZS también aclara sobre los requerimientos adicionales que deben
satisfacer los elementos estructurales donde el sismo controla el diseño, sección 7.5,
de aquellos en los que no controla el sismo, sección 7.4. Por ejemplo, ver sección
8.4.7.2 del NZS: 3101, para este último caso, diseño para carga en general sin sismo,
para estribos que no sean circulares, el área total efectiva en cada dirección principal
de la sección transversal dentro de la separación sh no deber ser menor de:
47
(1 − ρm)s h h " A g f c´ N *
A sh = − 0.0065s h h " (5.28)
3.3 A c f yt φf c´ A g
donde Ag /Ac no debe tomarse menor de 1.2, ni (ρm) mayor de 0.4, y donde N* es la
carga de diseño para el estado último. Ash es el área de todos los estribos y estribos
suplementarios en la dirección que se considera, dentro de la separación sh, y h” es la
dimensión del núcleo rectangular de la sección de hormigón medida
perpendicularmente a la dirección de las barras de estribo y hasta el lado externo del
estribo periférico. Además ρ= As t /Ag es la cuantía de armadura longitudinal total de la
columna y m= fy / (0.85 f´c).
A su vez, el área de cualquier rama individual, Ate, no puede ser menor de:
48
∑ Ab f y s
Ate = (5.29a)
135 f yt d b
donde ∑Ab incluye la suma de las áreas de todas las barras longitudinales que están
bajo la responsabilidad de la rama en estudio. A su vez, la separación de estribos no
debe exceder la menor distancia entre 1/3 de la dimensión lateral menor ni 10 veces el
diámetro de la barra longitudinal restringida. A modo de ejemplo, para aplicar la
ecuación 5.29, supóngase que la columna de la Fig. 5.31(a), con 30 cm de lado, tenga
como armadura longitudinal 8 barras db= 16 mm de diámetro. La separación máxima de
estribos será entonces 10 cm (1/3 de 30 cm controla). Si fy = fyt, es decir las tensiones
de fluencia de la armadura longitudinal y de estribos es la misma (caso común en
nuestro medio), y dado que para este ejemplo s/db = 10/1.6 = 6.25, la ecuación se
reduce a:
por lo que hubiera bastado un estribo de diámetro 4.2 mm (área 0.14 cm2) cada 10 cm.
Sin embargo, el NZS exige estribos de diámetro mínimo de 5 mm (6 mm en nuestro
medio).
No obstante, para estribos rectangulares, si controla el sismo, el requerimiento
para las regiones potenciales de articulación plástica, y estribos no circulares, es
diferente. Así también, análogamente, el IC-103II-2005, en su sección 2.3.9.1.b,
establece:
donde Ag/Ac no debe tomarse menor de 1.2, ni el producto (ρm) mayor de 0.4, pero
tampoco ser menor de:
A st fy 1
ρs = "
(5.32)
155d f yt d b
49
(1.3 − ρm) A g f c N *
´
ρs = − 0.0084 (5.33)
2.4 A c f yt φf c´ A g
donde Ag/Ac no debe tomarse menor de 1.2 ni (ρm) mayor de 0.4, pero tampoco puede
ser menor de:
A st fy 1
ρs = "
(5.34)
110d f yt d b
(1 − 0.376 )
ρs = 1.23 x0.05 x0.60 − 0.0084 = 0.001194
2.4
con lo cual con barra de diámetro de 6 mm (área 0.28 cm2) cada 10 cm se satisface el
requerimiento. Esto es simplemente un ejemplo. Probablemente, para esa sección, con
ese nivel de axial y esa armadura, hubiera sido más lógico colocar un diámetro mayor
de estribo.
El mismo ejemplo para zona sísmica hubiera exigido:
(1.3 − 0.376 )
ρs = 1.23 x0.05 x0.60 − 0.0084 = 0.00581
2.4
10 x3.14
ρs = = 0.00317
110 x 45 x 2
ρs xd"s
A sp ≥ = (0.00581x 45 x7.5 / 4)cm2 = 0.49cm2
4
lo cual hubiera exigido al menos estribo circular de diámetro 8 mm cada 7.5 cm, o bien,
adoptando separación de 12 cm (cumple que sea d/4 de la sección y es igual a 6 db),
se hubiera necesitado adoptar estribo de 10 mm de diámetro (0.80 cm2).
Es importante notar que la norma NZS: 3101, da lineamientos adicionales para
relajar la cantidad de armadura transversal en columnas, cuando se han utilizado
principios del diseño por capacidad y se ha suministrado un razonable grado de
protección contra la rotulación. Al respecto se puede consultar la sección 8.4.5.3(c) y
8.5.4.1 de dicha norma.
Como ejemplo para comparar los requerimientos de confinamiento entre las normas
del ACI y el NZS, se toma el caso de la columna de Fig. 5.29(a).
(i) De acuerdo al ACI, el estribo debe ser como mínimo de diámetro 10mm, y se
necesita un estribo exterior y un estribo suplementario para las barras
ubicadas en la mitad de las caras. En definitiva se requerirían 2.35 cm2. Por
ello el detalle de la Fig. 5.29(b), en el pié de la columna del primer nivel.
(ii) Los siguientes datos son necesarios para aplicar las expresiones (5.28) y
(5.30) (note que el área de la barra de 22 mm de diámetro es de 3.80 cm2):
f´c = 0.21 t/cm2 fy = 4.2 t/cm2 f’c / fy = 0.05
Ast = 8 x 3.80 cm2 = 30.41 cm2 ρ = 0.012 = 1.2 % ρm = 0.285
Ac = (50 – 2 x 3.81)2 cm2 = 1796 cm2 Ag = 2500 cm2 Ag / Ac = 1.39
h” = 50 – 2 x 3.81 = 42.40 cm m = fy / (0.85 f’c) = 23.52
ρsh = [(1 - 0.285) / 3.3] x 1.39 x 0.05 x (N* / (φ f’c Ag)) – 0.0065
se ve que para la relación (N*/(φ f’c Ag)) < 0.42, controla el requerimiento mínimo.
ρsh = [(1.3 - 0.285) / 3.3] x 1.39 x 0.05 x (N* / (φ f’c Ag)) – 0.006
En este caso, ya para relaciones de (N*/(φ f’c Ag)) > 0.28 el requerimiento está
por encima del mínimo. Por ejemplo, para (N*/(φ f’c Ag)) = 0.50,
ρ s = 0.12f c´ / f yh (5.35)
[( ) ]
A sh = 0.3(sh c f c´ / f yh ) A g / A ch − 1 (5.36)
ni tampoco de:
A sh = 0.09sh c f c´ / f yh (5.37)
Fig. 5.33. Comparación entre cantidades de armadura transversal requeridas por el ACI y el NZS en
una zona potencial de articulación plástica de una columna de hormigón armado.
Fig. 5.34. Congestión de armaduras en un edificio de hormigón armado de altura media. Note las deficiencias en
el detalle de estribos debidas a la alta densidad de armaduras.
donde εt=0.005, para la cual φ=0.90. Esto permitirá encontrar en forma más rápida las
resistencias “de diseño”, a partir de las resistencias “nominales”.
Las Figs. 5.41, 5.42 y 5.43 muestran los diagramas que permiten calcular los
estados de resistencia nominal para flexión simple, falla balanceada y límite inferior de
falla controlada por tracción. Observe ubicación de Resultante (verde).
58
Fig. 5.43 Estado para límite de Resistencia Nominal controlada por Flexión.
60
La Fig. 5.44 muestra los diagramas M-N para las resistencias nominales y las de
diseño luego de aplicar factor φ. Se deja al lector la obtención de los valores de los
momentos que se indican en la figura y las conclusiones. Note que el autor ha preferido
no incluir el efecto de reducción de la resistencia de diseño a compresión por supuesta
excentricidad y que la norma menciona como aquella que corresponde a una
excentricidad del orden de 0.05 a 0.10 h (ver comentarios de CIRSOC 201-2005).
61
5.10 BIBLIOGRAFÍA
[1] “Reinforced Concrete Structures”. Robert Park y Tomas Paulay. John Wiley & Sons.
1975.
[2] “Seismic Design of Reinforced Concrete and Masonry Structures”. T. Paulay and
M.N.J. Priestley. John Wiley & Sons. 1992.
[3] “Seismic Design of Bridges”. M.N.J. Priestley, F. Seible and G. M. Calvi. John Wiley
& Sons. 1996.
[4] “Reinforced Concrete Structures”. Kong and Evans.
[5] “Diseño de Estructuras de Concreto“. A. Nilson y G. Winter. Mc Graw-Hill. 1994.
[6] ACI-318-1995.
[7] “Seismic Design of Bridge Piers“. J. B. Mander, M.N.J. Priestley and R. Park. Report
84-2. University of Canterbury. New Zealand.
[8] “An Evaluation of The Design and Analytical Seismic Response of a Seven Story
Reinforced Concrete Frame-Wall Structure“. Finley Charney and Vitelmo V. Bertero.
Report UCB-EERC-82/08. Agosto 1982.
[9] NZS 3101: Partes 1 y 2. 1995. New Zealand Standards. Concrete Structures
Standards.
[10] “Seismic Design of Bridge Piers”. Mander, Priestley and Park. Febrero 1984.
Research Report. 84-2. Department of Civil Engineering. University of Canterbury.
[11] “A critique of the Special Provisions for Seismic Design of the Building Code
Requirements for Reinforced Concrete. ACI-318-83. ACI Journal, Marzo-Abril 1986. pp
274-283.
[12] “Seismic Design of Concrete Structures. The Present Needs of Societies”. T.
Paulay. Paper No. 2001. 11WCEE. Acapulco, México. Julio 1996.
[13] Reglamento CIRSOC 201 y Anexos. Tomos 1 y 2. 2005.