You are on page 1of 5

Ecosistema Amazónico

El bioma Amazonía engloba 5% de la
superficie terrestre del mundo y 40% de
América del Sur, siendo 61% en
territorio brasileño (veja mapa). Amazonía
posea la mayor red hidrográfica del planeta,
forneciendo 20% del volumen de agua dulce
del mundo. Es considerada la mayor reserva
de biodiversidad del mundo. 

Amazonía abrange cerca de 4 Mil. Km2 (50%


del territorio brasileño), de los cuales 200.000
km2 fueron reconocidos en 2001
como Reserva de Biosfera. El Complejo de la
Amazonía Central (60.000 km2) incluyendo
el Parque Nacional Jaú (22.000 km2) fue
declarado Patrimonio Mundial por la
UNESCO en 2000.
 
Procesos geológicos y climáticos del Precámbrico son responsables para
la topografía de la Amazonía de hoy. Antiguamente la cuenca Amazónica
estaba cubierta por un grande lago con el nombre "Belterra". Con el choque de
la placa suramericana con otra en el Océano Pacífico hace 130 millones de
años atrás (Mesozoico), los Andes se erguieron y los modernos ríos
comenzaron a cavar sus lechos. Así surgieron tres tipos de topografía
características del bioma Amazonía: mesetas de altura (planaltos), planicies y
depresiones.

Es justamente esta topografía del junto con la cualidad de la agua de los ríos
que determina las características de los seis ecosistemas principales del bioma
Amazonía.

El ecosistema de la Amazonía llamado Tierra Firme ocupa la mayoría de los 7


millones de km2 da Amazonía. Esta es una floresta que nunca se inunda y se
extiende sobre una gran planicie de hasta 130-200 metros de altitud, hasta las
faldas de las montañas. Este ecosistema de la Amazonía tiene innumerables
adaptaciones a la pobreza en nutrientes. Los árboles que la componen son
capaces de abastecerse con nitratos a través de bacterias fijadoras de
nitrógeno, que están ligadas a sus raíces. Esta floresta amazónica
especialmente rica en aráceas epifitas, es, comparándola con la Selva Atlántica,
relativamente pobre en broméelas y orquídeas. En el sub bosque de la floresta,
destacan especialmente las palmeras y las lianas.

El ecosistema de la Amazonía llamado Várzea son áreas periódicamente


inundadas por las aguas blancas o turbias de ríos, como el Solimões ,
el Amazonas o el Madeira. Estos ríos recorren tierras ricas en minerales y
suspensiones orgánicas. La fertilidad de estas aguas blancas y de los suelos
aluvionales traídos por las mismas hace que la flora y fauna de esta parte de la
Amazonía es una de las más ricas y productivas. Los ríos son ricos en peces y
se encuentran varias especies de mamíferos acuáticos, como los delfines de
río, el peixe-boi, la ariranha y las nutrias. En la avifauna predominan las aves
acuáticas, tales como las garzas, biguás, jaçanãs, mucurungos y patos. La alta
productividad de la Floresta Amazónica de várzea hizo posible una población
indígena, bastante densa en tiempos del descubrimiento.

El ecosistema de la Amazonía llamado Igapó son áreas permanentemente


inundadas por las aguas claras de ríos que bajan del Altiplano Central en la
dirección norte como el Tapajós, el Tocantins, Xingu o Araguaia y por las aguas
de ríos negros que bajan del Altiplano de Guianas en la dirección sur, como el
río Negro. Tanto los ríos de aguas claras como los ríos de aguas negras son
pobres en minerales y nutrientes. Consecuentemente, a flora y fauna de esta
parte da Amazonía, diferente de la várzea, también es una de las más pobres.
Algunos árboles poseen gran resistencia a las inundaciones prolongadas y
sobreviven a varios años de inmersión permanente.

El ecosistema de la Amazonía llamado Igarapé se caracteriza por pequeños


ríos que cruzan las florestas deVárzea. Allí se desenvuelven árboles enormes,
como a maparajuba, que llega a tener 40 m de altura.

El ecosistema de la Amazonía llamado Cerrado tiene una floresta baja con


árboles pequeñas y retorcidas. Esta floresta se encuentra en el nordeste y el
Altiplano Central da Amazonía, con un área de aproximadamente 200 millones
de hectáreas.

El ecosistema de la Amazonía llamado Caatinga se presenta como una


formación de un estrato arbustivo y espinoso con hojas duras, situada sobre las
areias blancas del río Negro.

Culturas Indígenas Amazónicas:

Quechua Lamista
QUECHUA Quechua del Napo
Quechua del Pastaza y Tigre
Amuesha
Asháninka
Culina
ARAHUACA Chamicuro
Machiguenga
Nomatsiguenga
Piro
JÍBARO Achual
Aguaruna
Candoshi
Huambisa
Jíbaro
Amahuaca
Capanahua
Cashibo - Cacataibo
Cashinahua
Isconahua * (sin info)
PANO Mayo-Pisabo *(sin info)
Mayoruna
Nahua
Sharanahua
Shipibo - Conibo
Yaminahua
TUPI-GUARANÍ Cocama - Cocamilla
Chayahuita
CAHUAPANA
Jebero
Taushiro *(sin info)
SIN
CLASIFICACIÓN
Ticuna
Urarina
PEBA-YAGUA Yagua
Bora
HUITOTO Huitoto
Ocaina
HARAKMBET Amarakaeri
TACANO Ese' Ejja
Orejón
TUCANO
Secoya
Arabela
ZAPARO
Iquito

La Amazonía es el hábitat de numerosos pueblos indígenas que hasta hoy han


mantenido sus culturas e identidades en armonía con el medio ambiente, además de
defender sus territorios y recursos naturales. El transcurrir de la existencia humana
en la Amazonía ha transcurrido en un constante diálogo con la naturaleza; los
indígenas para sobrevivir en la floresta húmeda tropical más grande del planeta,
tuvieron que dar respuestas variables a los requerimientos de su entorno ecológico.

La adaptación cultural al ecosistema amazónico deduce inferir dos hechos


fundamentales: a) el tamaño y la densidad de la población se ha logrado estabilizar
dentro de límites deseables, gracias a las prácticas culturales vigorosas y b) cada
contexto ambiental y la configuración de la cultura preexistente ha dado lugar a
muchas variaciones de un solo tema básico: el patrón de subsistencia. En toda las
zonas de nuestra Amazonía existe el mismo tipo de cultivo y alimentos silvestres,
pero no existen dos grupos que combinen los mismos ingredientes y en las mismas
proporciones. Sin embargo, aceptándose la diversidad de ciclos anuales de
subsistencia de cada grupo, queda claro que todos obtienen elementos nutritivos
necesarios y en las cantidades requeridas.
Los indígenas amazónicos presentan mucha semejanza en la adaptación cultural al
medio ecológico; viven con las mismas especies de plantas que se obtienen de
maneras similares; habitan casas grandes y comunales (malocas, bupanas) en niveles
de parentesco extenso. El ciclo vital se caracteriza por una infancia caracterizada
por la indulgencia (tabúes); la entrada a la edad adulta es previa a ritos de iniciación
y el matrimonio es el resultado de normas culturales o arreglos inter clánicos. Se
tienen responsabilidades familiares y comunales semejantes y la vida termina con la
debilidad.

Por lo general todo lo sobrenatural se concibe como algo religioso y la hechicería


genera temor y duda. Los indígenas amazónicos usan muy poca ropa, pero sus
ornamentos son muy coloridos y hacen parte de una compleja coreografía mítica
simbólica, la división del trabajo está estructurada básicamente en el rol de los sexos
y la edad, aunque existen jefes, éstos tienen funciones de liderazgo no excluyente.
Todas esta semejanzas de carácter general nos hacen deducir que la Amazonía es una
región cultural homogénea, comprobándose que la adaptación ecológica de los
pueblos amazónicos se ha dado a través de una constante práctica de conocer y
aprender las leyes naturales que durante siglos rigieron el desarrollo y la
conservación de la biodiversidad tropical. Podemos citar muchas formas sustentables
de adaptación indígena al medio: la vivienda ha sido acondicionada a las
fluctuaciones de temperaturas elevadas (mayor de 30° C), puesto que su estructura
es consistentemente amplia, tiene techos altos y paredes cerradas que proporcionan
sombra durante el sofocante calor del día y aíslan el aire frío dela noche, generada
por la mayor cantidad de humedad del bosque.

Otro aspecto importante de adaptación es la elaboración de bebidas con poco


contenido alcohólico obtenida de la yuca, la que juega un papel adaptivo importante
para el clima húmedo y caliente, en donde se requieres de una transpiración
continua para mantener la temperatura natural del cuerpo. Esta pérdida de líquidos
orgánicos es muy grande para que pueda ser reemplazada con solo beber agua, de
ahí el aporte de las bebidas indígenas que suministran además de líquidos, calorías y
proteínas indispensables. Fuera de estas modalidades del clima, el medio ambiente
amazónico nos ofrece características que tienen importancia para valorar el
aprovechamiento racional de la naturaleza.

Está comprobada la incipiente capacidad de fertilidad de los suelos, que limita la


intensidad de la actividad agrícola; además la alternancia de las temperaturas
húmedas tropicales dificulta el almacenamiento de comestibles por largo tiempo y
esto se asocia con la relativa capacidad proteínica de la fauna y flora. Todas estas
adversidades en el potencial de los recursos del bosque fueron entendidas y asumidas
por las poblaciones originarias, por lo que su relación con el ecosistema no se limita a
conocerlo, sino a realizar una ocupación y uso del espacio, que responda a un
aprovechamiento sostenible de los recursos y que les suministre el alimento y los
medios de subsistencia.

Inferimos dos formas de equilibrio logrado por el indígena: 1) el desarrollo de


medidas tendientes al aprovechamiento máximo de los recursos alimenticios de un
área determinado y 2) la regulación en el desarrollo de la población para evitar
riesgos en la capacidad generativa de alimentos. De esta manera se logra no solo la
seguridad de una vida inmediatista, sino que se plasma diacrónicamente una
racionalidad y conocimiento científico de la biodiversidad del bosque amazónico. Las
comunidades indígenas han demostrado con hechos eficientes, formas adaptativas en
lo cultural y ecológico al medio amazónico, pues han logrado mantener durante siglos
el equilibrio entre la densidad demográfica y la capacidad productora a largo plazo
del bosque, sin que hubiera sobre explotación y un consiguiente agotamiento
irreversible de los recursos esenciales; esto es lo que nuestra sociedad actual viene
buscando y ha llamado “desarrollo sostenible”.

You might also like