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RESUMEN:
Artículo de Daniel Fernández López:
"Los límites de la imaginación y de la creatividad; el ingenio y la
innovación en la gestión del conocimiento, el modelo de la
Inteligencia Organizacional, IO.” (Universidad Eafit, octubre –
diciembre año/vol. 42 nº 144
Medellín – Colombia 2006).
Elaborado Por:
Soc. Raquel Yasmir Ortega Colmenares
C.I. 15.049.928
Por un lado la imaginación, definida de manera sintética, como la facultad humana que
permite la abstracción del mundo, esta limitada por el conocimiento, ya que podemos
imaginar solo lo que conocemos -y por ende- eso es lo que se transforma en un número
indeterminado de veces, a manera de historias recreadas. Por ello, Bachelar (1953)
denomina la imaginación como la facultad humana que sirve para deformar las formas o
imágenes suministradas por la percepción.
Bajo esta perspectiva, la creatividad se convierte en una acción efímera, ya que el ser
humano no crea, sino transforma lo real, inventa algo partiendo de lo creado; lo que Edgar
de Bono partiendo del pensamiento lateral denomina “generar”. En consecuencia, el cultivo
y ejercicio del ingenio -que depende del impulso compartido entre el trabajador y la
organización- como la facultad humana de producir ideas a partir del conocimiento, en
procura de la solución de problemas del entorno- se presenta como la forma más productiva
de innovar, y también la clave para la gestión del conocimiento tanto de los trabajadores
como de la organización para así lograr que el capital intelectual se convierta en su mayor
patrimonio. El sujeto gestiona el conocimiento a través de su ingenio, por lo que De Bono
plantea que se requiere de la formación de hábitos intelectuales y volitivos por parte de los
trabajadores (hábitos de estudio del trabajador sobre el mejoramiento de las tareas de su
área y de la operación integral y sistémica de la organización). La importancia radica en
emplear alternativas estructurales que en conjunto den cuenta, por medio de la
investigación, la innovación y el ingenio que faciliten las soluciones integrales apropiadas
para la organización.
En la segunda parte del trabajo, el autor propone la metodología (pasos, el método
sistemático, y el marco conceptual) para el desarrollo de un Plan de Gestión del
Conocimiento de una organización como modelo de la Inteligencia Organizacional,
partiendo de los postulados teóricos de Davenport y Prusak sobre el Sistema de Gestión del
Conocimiento. En dicho Plan se precisan los siguientes pasos:
o Diagnóstico: Determinación del contexto (donde se determina
cualitativa, cuantitativamente o en combinación de métodos, el contexto la naturaleza
de la organización), y los momentos de verdad (viabilizan el Plan: voluntad de la
gerencia y de los empleados).
o Enfoque de problemas: se identifican los escenarios concretos orientados
a especificar los problemas de la gestión del conocimiento en la organización.
o Formulación del plan de gestión del conocimiento: que desarrolla los
tres escenarios planteados en la fase anterior: programa de gestión de aprendizaje;
programa de carrera y programa de unidades de investigación e Innovación de acuerdo
a líneas, conformación de grupos y proyectos de investigación en la organización.