Economía, ambiente y desarrollo sostenible*

Paola del Carpio Ponce

(2007111088)pppp

Ante el creciente deterioro ambiental y la aguda pobreza que se vive en el mundo,

se ha generado una toma de conciencia general acerca de la urgencia de alcanzar el
desarrollo económico dañando cada vez menos al entorno. Sin embargo, ¿de qué manera
están la economía y el ambiente relacionados? ¿Es realmente posible encaminar ambos
sistemas hacia el desarrollo sostenible?

Desde el enfoque de la economía y el ambiente, la sostenibilidad implica que el

uso de los recursos para satisfacer necesidades no afecte de manera adversa al medio ni a
la capacidad futura de producción de bienes y servicios. Ambos sistemas (económico y
ambiental) están estrechamente relacionados dado que la naturaleza abastece a las
personas de insumos para todos los bienes y servicios que elaboran. Igualmente, asimila
residuos que, en caso de sobrepasar la capacidad de absorción del ambiente, lo
contaminan. Por otra parte, es importante que la sostenibilidad de ambos sistemas vaya
de la mano con una tasa poblacional cada vez menor. De esta manera, habrá un menor
uso de recursos, menos desechos y un mayor ingreso per cápita. El desarrollo sostenible
implica, entonces, una interacción eficiente entre economía, sociedad y ambiente.

SOCIEDAD

Vital
DURABLE Equitativo

AMBIENTE ECONOMÍA
Viable

Los recursos naturales se dividen en dos clases: renovables y no renovables

(agotables). Dado que los recursos no renovables se extinguen, su uso debe ser
compensado por un incremento de recursos renovables. La sustituibilidad resulta crucial
ante el consumo del stock de los recursos agotables. En el caso de los renovables, lo
necesario es una recolección sostenible. Esto significa explotarlos de forma tal que su
tasa de extracción sea menor que su tasa de regeneración natural.

Sin embargo, el tema es más complejo cuando se habla también de pobreza. Las
economías pobres tienden a depender del uso de sus recursos naturales. Muchas veces el
mal uso de éstos, como por ejemplo la tala indiscriminada de árboles, la quema de
bosques o la contaminación de las aguas, genera un impacto muy negativo sobre el
ambiente. Resulta extremadamente complicado que una población muy necesitada que
*
Escrito sobre la base de las lecturas: “Economía de los recursos naturales” de Elsa Galarza (Capítulo 1) y “El empleo
de incentivos económicos en la protección del medio ambiente” de Alberto Pascó-Font y Andrés Montoya.
lucha por su subsistencia asimile la idea de sacrificar bienestar personal para evitar la
contaminación del ambiente y así beneficiar también a generaciones futuras.

Para lograr la asignación eficiente de los recursos escasos (objetivo fundamental

de la economía), las decisiones de consumo y de producción se realizan en mercados
donde interactúan ofertantes y demandantes y fijan un determinado precio. El problema
que presentan muchos de los recursos naturales es la falta de un mercado de éstos
causada por la inexistencia o escasa precisión de derechos de propiedad. De esta manera,
los contaminadores no internalizan los costos que su externalidad negativa genera para
los demás.

Con miras a enfrentar el problema ambiental, la teoría económica propone

diversas alternativas a los gobiernos. Se utilizan principalmente dos enfoques: fijar y
controlar el cumplimiento de estándares ambientales (el más utilizado) y el empleo de
incentivos económicos (el menos costoso). Son razones principalmente políticas las que
explican que el primer enfoque sea más utilizado. Dentro del enfoque de los incentivos
económicos, pueden ser utilizados controles de precios o de cantidades, dependiendo de
la situación y las características de cada estado.

Otros aspectos significativos a tomar en cuenta son el grado de cohesión y toma

de conciencia de las sociedades en relación con este tema. La educación tiene un rol
determinante así como la mejora en tecnología que permita una menor dependencia de las
materias primas y una reducción más eficiente de contaminantes. Por último, considero
importante mencionar el trascendental papel de las empresas en la senda hacia el
desarrollo sostenible. La responsabilidad social empresarial resulta muy beneficiosa dado
que las acciones de las compañías influyen enormemente en el desarrollo de un país.

En suma, economía y ambiente están claramente relacionados y ambos deben ir

de la mano, encaminados hacia el desarrollo sostenible. Esto implica un aporte de todos
los miembros de la sociedad, especialmente de aquellos, como es nuestro caso, que son
los más afortunados en términos de educación y acceso a información. Una verdadera
toma de conciencia es el principal motor que podría llevarnos a la meta. El futuro está en
nuestras manos.