LA META.

La meta de cualquier negocio es hacer dinero, tener utilidad en el corto plazo

aunque también es el permanecer dentro de un nicho de mercado dado en el
mediano y largo plazo. Claro que debe permanecer rentable, es decir que siga
siendo negocio el continuar trabajando.

Se dice que existe una mejora en una empresa cuando se impactan alguno de los
siguientes aspectos del negocio:

• Aumentar el ”throughput” o el nivel de producción total. Es decir, que tanta

cantidad de piezas podemos realizar con la misma capacidad instalada.

• Reducir el nivel de inventario. Qué nivel de materia prima tenemos en

comparación de la que realmente necesitamos para producir las piezas con la
capacidad instalada.

• Reducir el costo de operación. La fórmula de ingresos, es decir la venta

menos los egresos, es decir el costo de operación puede ser utilizada para
maximizar la utilidad de un negocio, cuando no se puede aumentar los
ingresos debido a que no se puede vender más, pudiera ser por un límite en
la capacidad instalada, se tiene que voltear a ver a los egresos, es decir los
costos con los que está operando el negocio e implantar acciones que
ayuden a optimizar los recursos, reduciendo los gastos requeridos.

Aunque es bien sabido que la eficiencia es otro indicador de desempeño de una

compañía, esta no tiene tanta validez si efectivamente no impacta a cualquiera de
los aspectos referidos anteriormente.

Se dice que para impactar efectivamente la meta se debe de implementar un

proceso de mejora continua en el cual se:

• Identifiquen lo cuellos de botella, es decir las restricciones del proceso el cual

no permite que fluyan de manera más rápida o eficiente los trabajos en
proceso.

• Aprovechar al máximo los recursos con los que se cuenta buscando la

manera de hacerlos más eficientes esos cuellos de botella hasta su límite.

• Establecer las prioridades que nos lleven a aprovechar al máximo los

recursos.

• Para permitir que se construya un nuevo nivel de productividad en donde el

cuello de botella anterior ya no es una restricción.

• Por último, evaluar de nuevo el sistema de producción para volver a

identificar el nuevo cuello de botella y así, empezar de nuevo el proceso.
El trabajo en equipo es fundamental para la obtención de resultados con verdadero
impacto; el contar con un equipo preparado es pieza clave del progreso.

Cuando hablamos de un equipo también hablamos de un líder, es muy importante

el liderazgo efectivo como engrane principal que moverá todo el mecanismo de
mejora continua, a la par, el compromiso por verdaderamente hacer un cambio
significativo son la fórmula para el éxito por la permanencia y la utilidad de
cualquier empresa.

Un verdadero equilibrio entre las labores del negocio y el lado familiar contribuyen
en gran medida a lograr un perfecto balance de desarrollo y bienestar dentro del
equipo de trabajo de cualquier organización; en la medida que esto se respete, los
frutos y entregables se verán positivamente impactados.

De alguna manera, el “coaching” o mentoría es también un factor que impulsa el

cambio hacia un nuevo nivel de productividad, se dice que acercarse a las personas
que tienen nuevas formas de trabajo o una visión diferente puede engrandecer y
expeditar de manera notoria la implantación de las nuevas técnicas de mejora.

Toda empresa no puede permanecer insensible a los cambios que se están

suscitando en este mundo globalizado, en la medida en que se encuentre mejor
preparada para estos, tendrá los mecanismos para reaccionar antes que sus
competidores, esto recae fuertemente en constantemente buscar la manera de
impactar de manera positiva e inteligente los tres aspectos del negocio; al fin de
cuentas quien se estanca y no avanza termina por ser desplazado de lo que alguna
vez fue su posición dentro del mercado.