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PRESENTACIÓN DE CASOS

Pseudoquiste pancreático en niño prematuro


de 14 meses

María Consuelo Carrillo*


Carlos Alejandro García*
Samuel David Morales**

Se presenta el caso de un niño de 14 grosamiento focal de sus paredes y


meses de edad a quien se le encontró que desplazaba los vasos hacia atrás.
una masa abdominal en el examen fí- Sus dimensiones fueron 88 x 86 x 79
sico del control de crecimiento y de- mm.
sarrollo. El paciente fue el producto
del tercer embarazo, complicado por Con estos hallazgos, se realizó
corioamnionitis en la semana 32, por tomografía axial computarizada (TAC)
lo cual se practicó cesárea. Presentó abdominal con medio de contraste
neumonía intrauterina, que requirió (véanse figuras 3 y 4), en la que se
hospitalización por un mes en la uni- encontró masa redondeada en el es-
dad neonatal, respiración mecánica pacio pararrenal anterior izquierdo, de
durante una semana y múltiples trans- contornos definidos, que se realzaba
fusiones sanguíneas. Negaron antece- ligeramente con el medio de contras-
dentes traumáticos u otros. te, de contenido hipodenso con den-
sidad de líquido, sin tabiques ni
La valoración inicial se practicó con calcificaciones. No existía aparente
ecografía abdominal total (véanse fi- compromiso vascular.
guras 1 y 2) que mostró una masa
heterogénea en el hipocondrio izquier-
do, de localización retroperitoneal li- * Servicio de Radiología, Hospital Universitario
geramente inferior al riñón izquierdo, San Ignacio, Pontificia Universidad Javeriana,
Bogotá, D.C., Colombia.
bien definida, ovalada, con múltiples
* * Servicio de Patología, Hospital Universitario San
tabiques y ecos móviles en su interior, Ignacio, Pontificia Universidad Javeriana, Bo-
sin calcificaciones aparentes, con en- gotá, D.C., Colombia.

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Figuras 1 y 2. Ecografía abdominal. Se observa una masa ovalada en dos planos, heterogénea, con engro-
samiento focal de sus paredes.

Figura 3. Tomografía axial computarizada de ab- Figura 4. Tomografía axial computarizada de ab-
domen. Se observa el borde superior de la masa en domen. En el espacio pararrenal anterior izquierdo,
estrecho contacto con la cara anterior del páncreas, se observa una masa de contornos bien definidos y
de donde se origina, sin distorsionarlo. La arteria regulares, de contenido hipodenso y homogéneo,
esplénica está un poco rechazada hacia atrás, sin uniloculada, con paredes finas que realzan tras la
que se observe compromiso directo. administración de medio de contraste.

El Servicio de Cirugía Pediátrica cópica se trataba de una lesión ovoide


decidió intervenirlo quirúrgicamente. quística, uniloculada, de 10 cm de diá-
Encontraron una masa que dependía metro mayor, cuya pared era de aspec-
de la cola del páncreas, con compro- to fibroso. En el examen histológico,
miso de vasos esplénicos, los cuales se apreció una pared fibrosa constitui-
se disecaron. A la inspección macros- da por elementos de inflamación cró-

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nica, revestimiento epitelial cúbico la periferia. La lesión correspondía a


bajo, focal, con hemorragia, erosión un pseudoquiste pancreático (véanse
y fibrosis en las demás áreas, y tejido figuras 5 y 6).
pancreático (acinos y conductos) en

Figura 5. En esta microfotografía se observa la inflama-


ción crónica y la congestión vascular (abajo, a la derecha)
de la pared fibrosa del quiste en relación con el tejido
pancreático adyacente (arriba, a la izquierda) lo cual nos
ratifica el origen pancreático de la lesión (HE, 100X).

Figura 6. En esta microfotografía se observa, a bajo aumento, la pared


fibrosa del quiste, con áreas hemorrágicas y el revestimiento por epitelio
cilíndrico bajo, focal. En la pared se visualizan otras estructuras tubulares
correspondientes a conductos pancreáticos (HE, 40X).

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El paciente evolucionó favorable- cuatro semanas, aproximadamente[1].


mente en el periodo posoperatorio, Presentan títulos altos de amilasa o
aunque en el control a la semana de la lipasa; se pueden encontrar más fre-
intervención se documentó infección cuentemente en el espacio peripan-
del sitio operatorio, por lo cual se ma- creático; también, en el abdomen, el
nejó con antibióticos, con mejoría y mediastino y la pelvis[2].
sin complicaciones adicionales. El
paciente continuó en controles del Los pseudoquistes pancreáticos
“programa canguro” sin complicación son las lesiones quísticas más frecuen-
alguna y con adecuado desarrollo tes del páncreas y, generalmente, no
psicomotor. se diagnostican o son mal interpre-
tadas. En el estudio de Cohen-Scali
et al.[3] se describen las caracterís-
Discusión
ticas imaginológicas de las lesiones
quísticas pancreáticas con el uso de
La literatura médica hace énfasis en
la tomografía axial abdominal con
los pseudoquistes pancreáticos encon-
contraste y se determina que los
trados en adultos, mas no en niños. Es
pseudoquistes presentan un tamaño
frecuente encontrarlos en adultos con
medio de 74 mm; se localizan frecuen-
historia de pancreatitis, alcoholismo o
temente en el cuerpo o la cola del
diabetes mellitus.
páncreas; sus contornos pueden ser re-
La mayoría de las lesiones quísticas dondeados u ovalados; una mitad pue-
abdominales se encuentran inciden- de tener una pared fina de menos de 2
talmente en un examen diagnóstico mm de espesor, que puede realzarse
realizado por otro motivo, otras por con el medio de contraste, mientras
síntomas asociados como el dolor que la otra mitad puede tener paredes
abdominal y en casos en los que el gruesas y, en muy pocos casos, pue-
quiste es demasiado grande o de cre- den presentarse calcificaciones en sus
cimiento rápido y se puede ver aumen- paredes; su contenido puede ser ho-
to del perímetro abdominal o, como mogéneo o heterogéneo y hasta el
en este caso, por una masa palpable 50% presentan compromiso vascular.
en el examen físico abdominal. Algunos hallazgos infrecuentes son
tabiques e infiltración de la grasa
Los pseudoquistes pancreáticos son peripancreática[3].
colecciones de enzimas pancreáticas
encapsuladas por una pared bien de- Una hipótesis sobre la etiología del
finida de tejido fibroso y de granula- pseudoquiste en este paciente es que
ción, demostrable con tomografía pudo ser la consecuencia de una
axial. Para su formación se requieren pancreatitis aguda que no fue diagnos-

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ticada, muy probablemente durante su quistes congénitos solitarios del


estancia en la unidad neonatal de cui- páncreas son raros y casi todos los
dados intensivos. La pancreatitis pue- casos reportados han sido diagnosti-
de asociarse a infecciones, como la cados antes de los dos años de
neumonía, y a medicamentos, como edad[8].
los esteroides, el acetaminofén, la
furosemida o los diuréticos tiacídicos, Entre las lesiones congénitas múl-
que pudieron ser utilizados en este pa- tiples en las que se pueden encontrar
ciente. Otras posibles etiologías pue- quistes extrarrenales en hígado,
den ser sepsis, choque, trauma o páncreas, bazo, endometrio, ovarios,
causas idiopáticas[1]. vesículas seminales, epidídimo y glán-
dula tiroides, están la enfermedad de
Desde el punto de vista de la riñón poliquístico de tipo autosómico
histopatología, los quistes pancreá- dominante, la enfermedad de von
ticos pueden catalogarse, como los de Hippel Lindau, haciendo parte de las
otras regiones del cuerpo, en quistes lesiones quísticas viscerales propias de
verdaderos o pseudoquistes o según esta enfermedad y la fibrosis quística,
si el revestimiento epitelial está o no en la cual, además de los cambios de
presente respectivamente[4]. infiltración grasa pancreática y las cal-
cificaciones, también pueden observar-
En general, algunos autores han se quistes[4, 7].
clasificado los quistes pancreáticos en
seis categorías: 1) quistes congénitos En cuanto a los quistes solitarios,
del desarrollo, 2) quistes de reten- están el quiste verdadero y el quiste
ción, 3) quistes por duplicación, 4) linfoepitelial. El primero usualmente
pseudoquistes, 5) quistes neoplásicos se observa en lactantes y resulta de una
y 6) quistes parasitarios. Los tres pri- formación anómala de los conductos
meros se consideran quistes verdade- pancreáticos que llevan a lesiones
ros y tienen revestimiento epitelial en microscópicas hasta de varios cen-
la pared. Los pseudoquistes de origen tímetros de diámetro. Pueden ser
traumático carecen de este revesti- uniloculados o multiloculados, pre-
miento[5-7]. sentan un revestimiento cúbico sim-
ple y su contenido es seroso claro.
Las lesiones pancreáticas quísticas Actualmente se acepta que se originan
congénitas más frecuentes son usual- debido a una anomalía en el desarro-
mente múltiples y prácticamente todas llo de los conductos y, generalmente,
se encuentran asociadas a patologías se encuentran asociados a los conduc-
congénitas específicas que comprome- tos pancreáticos normales como su si-
ten otros órganos del paciente. Los tio de origen. Por su parte, el quiste

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linfoepitelial es aún más raro y sólo se ción, hemorragia, ruptura y obstruc-


han reportado cerca de 40 casos. Se ción de otros órganos abdominales[9].
presentan en pacientes adultos y adul-
tos mayores, su revestimiento es es- El diagnóstico radiológico dife-
camoso y contienen escamas de rencial de un pseudoquiste simple no
queratina y detritos celulares[8]. complicado, con necrosis infectada,
absceso pancreático o hemorragia de
El pseudoquiste, como su nombre un quiste, es imposible si no se cuenta
lo indica, corresponde a la formación con los datos clínicos[9]. Generalmen-
de una cavidad sin revestimiento te, los quistes pancreáticos incidenta-
epitelial, cuyas paredes son usualmen- les son más pequeños que los quistes
te tabiques fibrosos. En general, se sintomáticos y es menos probable que
observa como complicación de pro- sean pseudoquistes[6].
cesos inflamatorios, infecciosos o
traumáticos del páncreas. Debe dife- Entre los diagnósticos diferencia-
renciarse de los abscesos y, cuando se les están: absceso, quiste pancreático,
extienden a los tejidos adyacentes, con adenoma macroquístico, linfangioma
procesos tumorales quísticos del quístico, teratoma quístico, pseudo-
páncreas, tales como el cistadenoma quiste no pancreático y cistadenomas.
o el cistadenocarcinoma del páncreas.
En general, se considera que una
Para algunos autores la presencia vez diagnosticados, usualmente por
focal de revestimiento epitelial, acom- imágenes como la ecografía, la
pañada de erosión y tejido fibroso en tomografía computarizada o la reso-
el resto de la lesión, se acepta también nancia magnética, los quistes en ni-
como imagen histológica propia de esta ños deben resecarse. Sin embargo,
lesión[10]. Es poco lo que se conoce cuando la cirugía no es posible, se
acerca de su fisiopatología. Se enfatiza pueden hacer drenajes o derivación
su origen traumático, que en algunos endoscópica[11].
casos de lactantes podría estar asocia-
do al proceso del parto. Sin embargo,
su diagnóstico prenatal va en contra de Conclusión
esta teoría. En estos casos, otra teoría
es la presencia de pancreatitis heredi- Los pseudoquistes pancreáticos son
taria como posible etiología, como se una causa poco frecuente de masa ab-
planteó anteriormente[10]. dominal en la población pediátrica. Sin
embargo, este diagnóstico debe con-
Las complicaciones de los siderarse aun sin la presencia de fac-
pseudoquistes pancreáticos son infec- tores de riesgo para su presentación.

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